[ONE-SHOT] En pocas palabras

―¿Cómo me veo?

Drew apareció en la cocina vistiendo un traje negro y una corbata con un diseño bastante… uh, curioso. May paró de batir la mezcla de sus muffins y mordió sus labios para contener su sonrisa.

―Increíble, pero… ―May dejó el bowl de la mezcla en el mesón y lavó sus manos, luego caminó hacia su prometido―, tal vez es mejor que dejemos la corbata para otra ocasión ―May deshizo el nudo de la corbata con destreza y la deslizó de su cuello, poniéndola sobre su propio hombro, luego enderezó el cuello de la camisa de botones y ayudó las solapas del saco. Drew la miró con atención, sin moverse―. Ahí tienes, estás listo para robar el corazón de las chicas.

Drew rodó los ojos, pero sonrió, luego tomó la mano que aún estaba sobre la solapa de su saco, la acercó a sus labios y dejó un casto beso sobre su palma. May sintió el calor subir a sus mejillas y se le escapó una pequeña risita avergonzada.

―¿Hoy no vas a la academia? ―preguntó Drew sin dejar de mirarla a los ojos. Ella negó.

―Roxanne suspendió las clases de hoy. Asuntos del gimnasio ―se encogió de hombros y tras dejar un beso en la mejilla de su prometido regresó a la cocina a continuar haciendo sus panecillos.

―Entonces, si estás libre, ¿no quieres venir al concurso? Aún tenemos tiempo ―Drew le echó un vistazo a su reloj y sus ojos brillaron con entusiasmo, pero May colocó una sonrisa de disculpa y sacudió su cabeza.

―Me encantaría, pero quedé de almorzar con mamá. Está en la ciudad comprando algunas cosas para el invernadero.

Drew suspiró con decepción, pero asintió y la miró con entendimiento.

―De acuerdo. Diviértanse y dale mis saludos a Caroline.

―Lo haré. Ten un buen día, y sé piadoso ―Drew rio y se acercó a ella, dándole un pequeño beso en los labios. Una sonrisa boba apareció en el rostro de May―. Te amo.

Drew le regaló una sonrisa y besó su frente con ternura. May trató de ocultar su decepción y lo despidió con una sonrisa. En cuanto la puerta principal se cerró, May dejó salir un pesado suspiro.

May no recordaba si las cosas siempre habían sido de esa manera y, honestamente, no sabía por qué empezaba a molestarla a estas alturas, solo sabía que un día cualquiera ella había dicho las palabras “te amo” y no había recibido una respuesta, solo un beso… uno muy bueno, en realidad, pero ese no era el punto. Desde entonces había comenzado a notar que Drew muy pocas veces regresaba esas palabras, y cuando lo hacía parecía esforzarse por dejarlas salir. Eso la había puesto a pensar…

May no dudaba del amor de Drew, iban a casarse en poco tiempo después de todo, pero sí estaba comenzando a dudar si ella lo amaba más de lo que Drew la amaba a ella. Al inicio el solo pensarlo le resultaba ridículo, pero mientras más “te amo” quedaban sin respuesta, más posible parecía. Y May se sentía mal por pensar de esa manera, sentía que estaba traicionando la confianza de Drew de cierta manera, por dudar de sus sentimientos hacia ella. Así que antes de que sus pensamientos comenzaran a dirigirse a terrenos peligrosos, May decidió hablar con la única persona que podía ayudarla cuando se trataba de Drew: Solidad.

Claro, May no esperaba que lo primero que Solidad hiciera después de contarle su dilema fuera reírse como si le hubiera contado el mejor chiste del mundo.

―Yo no le veo lo gracioso ―fue lo que contestó, inflando sus cachetes rojos de la vergüenza. Solidad lentamente paró de reír y se limpió una lagrima de la esquina de su ojo, luego llevó su taza de té a sus labios.

―De acuerdo, lo siento ―la disculpa parecía genuina, pero la gracia aún bailaba en sus ojos aguamarina. May resopló―. Es solo que… May, cualquiera puede ver que Drew está completa y totalmente loco por ti, la forma en que te mira lo delata. Todos nos dimos cuenta incluso antes de que él se diera cuenta.

May sintió un leve sonrojo cubrir sus mejillas y Solidad sonrió con calidez.

―El problema es que Drew no sabe cómo expresarlo con sus palabras. Lo conoces, tú y yo sabemos que Drew no es del tipo verbal, él deja que sus acciones hablen por él. Pero si esto es algo que realmente te molesta, creo que lo mejor sería que lo hables con él, la comunicación es importante en una relación saludable para evitar los malentendidos ―Solidad le guiñó un ojo y tomó otro sorbo de su taza de té.

May asintió lentamente y fijó su mirada en su taza. Solidad tenía razón, como siempre. Tal vez lo mejor era hablarlo con Drew… ¿pero cómo iba a hacerlo? No podía simplemente acercarse y decirle: “Hey, he notado últimamente que nunca respondes a mis “te amo” y eso me ha hecho pensar que quizás no me amas tanto como yo a ti, ¿podrías decirme que ese no es el caso y, tal vez, poner un poco más de tu parte y decirme “te amo” de vuelta?”. Arceus, eso sonaba horrible. No, tenía que encontrar otro enfoque.

―Pero en fin, Harley me dijo que comenzaste a trabajar en la Academia Pokémon de Rutsboro, ¿cómo está yendo eso? ―Solidad decidió cambiar de tema, probablemente sintiendo necesario disipar un poco la tensión. May se lo agradeció con la mirada.

―¡Genial! Roxanne fue muy amable al ofrecerme el empleo y de verdad me encanta poder enseñar todo lo que sé sobre los concursos Pokémon.

―Me alegra escuchar eso, esos niños son afortunados de tenerte como profesora.

―Gracias, Solidad. Por cierto, ¿cómo va la preparación de la Copa Wallace? Escuché que este año eres una de las organizadoras.

―Oh, todo está yendo sobre ruedas. Es bastante entretenido trabajar con Wallace, es todo un personaje…

Y con eso el tema de Drew quedó en el olvido. Al menos por un rato.

Su madre llamo a la puerta poco después de que May sacara sus panecillos del horno.

―Mamá… ¿puedo pedirte un consejo?

―Por supuesto, cariño. ¿Qué sucede?

―Verás últimamente he notado que Drew no me dice que me ama tanto como yo lo hago y eso me ha estado molestando estos últimos días. Hablé con Solidad hace poco y ella me dijo que debería hablarlo con Drew ―Caroline asintió, aprobando el consejo―, pero el problema es que no sé cómo abordar el tema. Tengo miedo de que piense que dudo de él o que pueda tomárselo de mala manera. Entonces, ¿qué crees que debería hacer?

―Mmm… ¿sabes? Cuando eras pequeña solías hacer algo, tomabas nuestras manos y dabas tres apretones. Cuando te preguntamos por qué lo hacías, nos dijiste que eso significaba “te amo”. No todos demostramos amor de la misma manera, cielo, una forma de amor puede ser dejarte dormir un poco más por las mañanas, prepararte un baño sin que lo pidieras, hacerte tu comida favorita en un día cualquiera o recomendarte un libro que le gustó mucho. Tú demuestras tu amor con palabras…

―… y Drew lo hace con acciones… Gracias, mamá. Realmente necesitaba escuchar eso.

―No hay de qué, cariño.

Esa noche, May le contó a Drew sobre su plática con su madre, mencionándole la historia de los tres apretones que significaban “te amo”. Drew sonrió de lado y la molestó un poco diciéndole que solía ser una niña extraña, May lo golpeó con una almohada.

Sin embargo, la mañana siguiente May despertó con el rostro de Drew a centímetros del suyo y entonces sintió tres apretones en su mano. “Te amo”. Ojos verdes la miraron con dulzura mientras su mano recibía otros tres apretones. Te amo.

Y entonces, Drew estaba diciéndole “te amo” todo el tiempo, incluso más veces que las que ella lo decía en voz alta. Al despertar, al despedirse cada mañana, al irse a dormir, en los momentos más inesperados, ya fuera en su mano, en su rodilla, en su hombro. Tres apretones que decían más que cualquier palabra.

Su madre tenía razón, no todos expresan su amor de la misma manera, pero una vez que descubres el lenguaje de la persona que amas... eso hace toda la diferencia.