A U R I C U L A R E S

AURICULARES

—¿De nuevo, Drew? Vas a lastimarte los oídos.

El chico de cabello negro se cruzó de brazos en la puerta de la cabina, observando la espalda de su amigo, que estaba sentado frente a un DAC (Digital Analog Converter)

Estaban en una cabina de audio, con tablas de mezclas, giradiscos, reproductores de discos compactos y minidiscos.

Gozaba de un ambiente bastante tranquilo, con apenas un foco de luz para alumbrar todo, pues las tablas de los ecualizadores desprendían luces de colores a los que el joven ya estaba acostumbrado a mover sin equivocarse, después de todo, él lo había montado.

Del otro lado del vidrio, estaban sus instrumentos, una guitarra de color azul brillante, una batería con el logo de "Boys Heavenly" en el centro del tambor, había un bajo de color negro apoyado en la pared y un micrófono al centro.

En las paredes se extendía un collage de fotos y reconocimientos al grupo, puestos en diferentes direcciones para darle un aspecto único a la cabina, sin embargo, esto no era lo más curioso del lugar.

Lo más destacable, era que una de las paredes estaba forrada de clavos acomodados cuidadosamente en filas, todos repletos de auriculares de todo tipo: Auriculares deportivos, In-ear, On-ear, Over-ear (Cerrados y abiertos), de clip o gancho, de los que se ponen detrás del cuello, infrarrojos, de radio frecuencia, con cancelación de ruido, portátiles, DJ, de cable, inalámbricos, de diadema, en forma de cascos e incluso para gaming, en fin... Todos de diferentes tipos, tamaños y colores.

—Debe ser perfecto — Musitó el muchacho de cabello verde, que se había levantado brevemente para colgar unos auriculares rojos de bluetooth y ya estaba sujetando otros de color azul.

—Es la tercera prueba esta semana — Dijo el chico de cabello negro, sorprendido.

—Y sigue siendo poco, Ash.

El susodicho suspiró y se rascó la nuca.

—Entiendo que te emocione la idea de escucharnos por la radio, pero, ¿No te parece que solo deberías tratar de disfrutarlo?

El peliverde no contestó, se colocó los auriculares (Que eran de cancelación de ruido) y se enfocó en lo suyo.

Ash suspiró y negó con la cabeza, era cierto que Drew era muy bueno como vocalista de la banda y siendo el productor musical, estaba tan interesado en buscar la calidad máxima y fidelidad de los sonidos que su trabajo era impecable, sin embargo, su obsesión podría ser peligrosa, precisamente por situaciones como esas, en las que el peliverde se concentraba tanto que dejaba de poner atención en las cosas a su alrededor.

Como si, perdiera la noción del tiempo.

Era algo complicado convivir con una persona con audiofilia.

Como observó a su amigo tan concentrado, trató de insistir una vez más.

— ¿Estás seguro de que no quieres venir con nosotros? Creo que esa modelo, la chica pelirroja, Brianna, sigue interesada en ti.

Tal como Ash esperaba, el peliverde negó con la cabeza.

—Gracias, Ash, pero no, diviértete.

El chico de cabellos azabache lo observó girar en su silla y fantaseó con la idea de arrastrarlo a la fuerza.

Claro que Drew si salía de fiesta de vez en cuando, pero, al final terminaba perdiéndose quién sabe dónde y bueno... Siempre habría más oportunidades para divertirse ¿No? No era su culpa que el peliverde encontrara más divertida la plática con los productores de sonido y no con las chicas...

Cuándo Drew escuchó la puerta cerrarse, se sintió aliviado.

Apreciaba a su amigo, pero a veces solía ser demasiado obstinado.

Se acomodó en la silla y se concentró en el Digital Analog Converter.

Había sido su mejor adquisición últimamente, los amplificadores que tenían ahí ya casi no lograban satisfacerle, incluso los sonidos tan comunes como el del tráfico, las voces o cualquier cosa que pudiera transmitirse de forma sonora no lograba percibirse bien.

Obtener una grabación limpia era cada vez más complejo y la cosa era peor aún para todos si se trataba de una ocasión especial como esa, en la que Drew podía poner a prueba sus habilidades, porque eso significaba, que estaría más cascarrabias en el estudio de lo normal.

Su banda había recibido la confirmación de su maganer de una radio internacional para transmitir su último sencillo, la conocida "PKM International".

Este evento, no dejó indiferente a ninguno de los chicos de la banda de "Boys Heavenly" que habían pasado literalmente los últimos cuatro días celebrando, yendo de disco en disco para enrollarse con alguna joven chica u obtener tragos gratis, a excepción claro, del vocalista, que prefería seguir buscando los auriculares y la frecuencia perfecta para deleitarse con el resultado.

—Estos no sirven — Dijo mientras se quitaba los auriculares y se levantaba de su asiento para tomar otros de diadema negros.

No recordaba como o en que momento de su vida había surgido su fascinación por el sonido en general, solo supo que, de pronto, tenía una colección de un montón de aparatos digitales para tratar de encontrar que los sonidos pudieran igualarse a lo que escuchaba, buscando los componentes máximos para encontrar la mejor reproducción posible, quería poder ofrecer de forma auditiva el mejor intercambio de experiencias para sus consumidores y fans, y claro para su propio oído.

Había comenzado como un joven chico en la Universidad disfrutando de la música en unos simples auriculares de goma, él se regocijaba en la música y se había topado con gente como Ash, quién disfrutaba de crearla.

Al final, habían logrado una buena mancuerna para mezclar música y poco a poco, se fueron uniendo los otros chicos para formar "Boys Heavenly".

—Estos tampoco sirven — Susurró, se toco la nuca con exasperación y dio unas cuantas vueltas en la silla.

No podía creer que de su repertorio ningún auricular funcionara como quería, ninguno lograba ofrecerle una experiencia completa y satisfactoria.

Recorrió el panel de auriculares con la mirada y seleccionó otros, esta vez, más tradicionales, de entrada pequeña y de color blanco, a veces los modelos más antiguos podrían causar buena impresión.

"Boys Heavenly" había comenzado tocando algunos covers, principalmente de grupos conocidos en el ático de la casa de Ash para hacerse de su pequeño público en la escuela y la colonia.

Poco a poco, (Y en gran parte, por la obsesión de Drew de lograr las mezclas y sonidos perfectos) se fue corriendo la voz y después de haber tomado las decisiones correctas y de dar la vuelta por las noches en algunos bares, habían logrado que alguien se interesara en ellos lo suficiente para darle debida difusión a su música.

Al final, había que admitirlo, Drew había sido una pieza fundamental en todo el desarrollo, pues al ser parte de la banda y del equipo de producción musical, su papel era el más importante, cosa por la que nadie podía quejarse a pesar de que el chico en general, era un cascarrabias.

El joven soltó un suspiro exasperado y dejó caer la cabeza en el respaldo de la silla.

¿Qué había que hacer para obtener un buen sonido?

Paseó su mirada de nuevo por su colección y fijo sus ojos en unos audífonos con noise cancelling, modelo WH-10000XM4, eran de color negro, cerrados, de tipo cúpula y revestidos de aluminio.

Sonrió victorioso, aquellos tenían la frecuencia suficiente para no alterar demasiado el sonido, además, eran de color negro.

Se levantó y los tomó del tablero, los conectó y regresó el sencillo de la banda al comienzo.

Si, mucho mejor, el sonido era más limpio y se podía apreciar perfectamente el sonido de cada instrumento.

Primero, destacó el sonido del bajo, que era ya casi su introducción característica, le encantaba sentir la vibración en el engomado de los auriculares, recubiertos por la esponja negra, que no dejaba que se escapara sonido alguno.

Después, las guitarras comenzaron un dulce duelo acompañados por el sonido característico de sintetizadores y aportando un sonido similar al post moderno, casi como si fuera post punk, eventualmente, la batería comenzó a unirse a los otros instrumentos, aportando un ambiente más caótico y divertido a la canción, haciendo un gran contraste con su propia voz.

Podía admitir que casi no le gustaba su voz, tenía un sonido que las críticas en revistas definían como varonil y afinado, pero no había terminado de acostumbrarse a escucharse a sí mismo.

Pese a todo, podía aceptar que, en conjunto con el trabajo de sus compañeros, sonaba fenomenal y bien ejecutado, como el tipo de canción que pondrías cuándo estás de viaje en la carretera o de fiesta en tu bar favorito.

Podía presumir de que gozaban de un sonido bastante versátil.

Movió la cabeza al ritmo de la música.

Perfecto, al menos, eso sí que le hacía justicia a su trabajo.

Bueno, ya no tendría que hacer más pruebas, con ese ecualizador y esos audífonos podía gozar de la transmisión en radio sin problemas.

El chico tomó el mouse y buscó rápidamente el programa de radio dónde se supone que trasmitirían su sencillo, quería estar seguro de que el sonido sería tan bueno como el que tenía en el estudio.

Apenas sintonizó el canal, se escuchó el sonido de la música de introducción, duró al menos unos tres segundos.

Bueno, se escuchaba bastante decente, pero faltaba un poco de eco, así que movió sus dedos sobre el tablero para ajustarlo.

Luego de que el coro anunciara la entrada, el volumen disminuyó, solo se podía distinguir un leve susurró.

En se volumen, la música se mantuvo de fondo, sirviendo como ambientación para los locutores, que estaban por comenzar a hablar.


Se escucharon vitoreos pre grabados.


Drew estiró la mano para sujetar la bebida caliente en la mesa.

Conocía a Misty, era una buena amiga de Ash, de hecho, al comienzo, ella era la primera opción para formar una banda con vocalista femenina, pero al final, había decidido seguir su propio camino.


Su mano quedó levitando en el aire, en pleno vuelo para sujetar su café.

Los dedos regresaron rápidamente al ecualizador, tratando de aprovechar los segundos que quedaban para moverlo.

¿Quién era ella?

Su voz era melodiosa, entre el punto exacto de lo agudo y lo grave, en un balance perfecto.

Nunca había escuchado un sonido tan armonioso, nunca.



Se escucharon risas de fondo, luego, otra persona habló, un chico joven.


Así que... May.



De nuevo, sintió como un escalofrío le recorrió la columbra vertebral.

Drew comenzó a sentir mucha desesperación.

¿Era todo? ¿Y ya? ¿Solo unas cuantas líneas?

De fondo, comenzó a escucharse el sonido de una canción de Misty, canción que estaba seguro de haber escuchado pero que ahora mismo, no le permitía concentrarse en guardar el sonido de la voz de la locutora, May.

Era cierto que la producción de Misty no estaba sobresaturada, era una mezcla casi perfecta de sonidos, y no es que le desagradara, pero, la voz de la locutora... Había algo en esa voz que le estaban causando estragos, anhelaba escucharla de nuevo.

Se quitó los audífonos rápidamente y se deslizó en su silla, buscó de manera veloz un casete viejo que tenía por ahí y lo colocó en la grabadora.

Se puso de nuevo los audífonos y se concentró en la estación de radio, esperó a que terminara la canción y, sin embargo, no logró volver a escucharla de nuevo.


Se escucharon de fondo unos sonidos de abucheos.



Se quitó los auriculares, exasperado.

Diablos

Debería sentirse bien con el solo hecho de que la estación hiciera mención de su banda, pero sorprendentemente, no le había gustado en absoluto que eso le hubiera quitado segundos de palabras a la locutora.

Suspiró

La voz de aquella chica desconocida era más de lo que podría procesar su sentido de audición

Necesitaba escucharla, de nuevo.

Buscó los audífonos con la mano y se tomó su café de un sorbo, abrió el programa online de la estación de radio y buscó la transmisión del día anterior.

El locutor principal, Brock había mencionado que la chica era nueva, así que era seguro que en la emisión del día anterior ella también hubiera estado presente, así que, escuchó el programa de radio, completo, capturando en la grabadora las partes dónde ella hablaba de forma exclusiva.

Quería conservarlos y escucharla después.

Era increíble, más que lo que un auricular podía soportar.

La variación de una voz intensa, depende de la cantidad de aire que se controle en la respiración, en los hombres, las cuerdas vocales son más largas y gruesas a diferencia de las de una mujer o un niño.

El tono y la intensidad están determinados principalmente por la vibración de las cuerdas vocales, además, totalmente determinado por las resonancias del tracto vocal, cosa que varía en cada persona y dependiendo también de la etapa de su desarrollo.

Era alucinante la forma en la que incluso las vocales, las consonantes, las pequeñas risas espontáneas y sus suspiros resultaran embriagadores viniendo de esa joven chica.

El ritmo, el tono, todo, todo resultaba hermoso, pero, lejos de sentirse tranquilo, comenzó a sentirse aún más frustrado.

La estúpida radio no le hacía justicia a su voz, y él lo sabía, lo sabía porque era un productor musical y nadie más que él podría entenderlo mejor.

Y resultaba agobiante, al menos para él, que comprendía el nivel de lo abstracto e impreciso que podría llegar a ser tratar de capturar un sonido en su máximo esplendor.

Supo en esa transmisión, que era la preferida de Harley para soltar bromas todo el tiempo, Brock trataba de mantener el ambiente divertido y dinámico.

La chica había mencionado que había estudiado periodismo y comunicaciones, decía que le emocionaba la idea de funcionar como intermediaria para las bandas que contaban historias con su música.

Ese pensamiento lo hizo temblar, el hecho de que demostrara estar interesada en eso, causó un efecto aún más fuerte en su voz y en como la percibía.

Él era un perseguidor de sonidos, una persona en busca de las emociones máximas que podía causar la música, anhelaba la exactitud de interpretación musical y ahora, sentía que ni con todos los aparatos que tenía ahí, podía hacerle justicia a la hermosa voz que escuchaba del otro lado.

Cambio cables por aquí y por allá, añadió algún tipo de soporte y paneles acústicos para poder capturar el sonido, pero no importaba, nada de eso importaba porque no podía capturar la dulzura de su voz.

Se quitó los auriculares de un golpe y se dejó caer en la mesa.

Diablos.

Que difícil era.

¿Qué otra cosa podría hacer?

Ya no bastaba con escuchar su voz, ya no.

Se quedó un rato así y cerró los ojos.

Toc, toc, toc

—¿Quién es? — Preguntó con desgana, sin ánimo.

El sonido fue más insistente, tuvo que levantarse pero antes de que pudiera tocar la madera, la puerta se abrió de golpe y se azotó contra la pared, causando que todos los auriculares que estaban colgados se balancearan y vibraran contra el concreto.

Era Ash.

Tenía la cara sudada, como si hubiera estado corriendo varias cuadras, la camisa desabrochada y la respiración agitada.

Revisó la hora.

Ash se había marchado a las siete de la noche y eran ya casi las once.

¿Tanto tiempo se había perdido en la dulzura de la voz de esa chica? Se sentía como si hubieran pasado apenas unos minutos.

—¿Qué ocurre? — Preguntó el peliverde, sorprendido por su cara.

El muchacho saltó hacia adentro de la cabina y sujetó a su amigo de los hombros, mirándolo con los ojos bien abiertos y llenos de emoción

—Conseguimos una entrevista— Anunció triunfante.

El peliverde alzo la ceja

¿Una entrevista? A esas alturas ya habían dado algunas y no había sido nada del otro mundo

Sin embargo, dar entrevistas significaba cantar algunos temas en vivo, cosa que sus compañeros disfrutaban, eso implicaba tomarse un poco más de tiempo para cuidar que el audio estuviera perfecto, y hubiera sido perfecto para él, de no ser porque ahora mismo, estaba concentrado en otra cosa.

Bueno, al menos, los anuncios de Ash le ayudaban a prepararse con antelación para sus presentaciones.

—De acuerdo, ya entendí — Dijo el peliverde, sujetó de las manos a Ash para apartarlo y se sentó de nuevo en la silla.

Extendió la mano para tomar su casete y resguardarlo, después de todo el estrés que estaba empezando a acumular por no poder capturar la pureza del sonido, esa podría llegar a ser su única escapatoria.

— ¿Dónde es? — Preguntó el peliverde — ¿Será en la televisión? ¿En un lugar cerrado o abierto?

—En el programa de radio dónde transmitirán nuestro sencillo.

Drew abrió los ojos como platos

—¿PKM International? — Preguntó, sujetando el casete con fuerza.

—Si, ese, ya sé que el montaje para tocar no es problema, pero es que nos han dicho que seremos los padrinos del medio de la chica que va a entrevistarnos.

Drew no pudo evitar soltar una carcajada, con emoción.

"Padrinos del medio", era un término utilizado para los reporteros novatos en su primera entrevista importante.

—¿Ah, sí? — Inquirió Drew.

—Por eso he venido, nada de ser grosero, ¿Bien? Debes prometer que...

Pero el chico ya no escuchaba, solo pensaba que existía una gran posibilidad de encontrarse cara a cara con esa locutora.