[Fairy Tail][Gruvia] Without you.

por **lari.** Jue 17 Abr - 18:21

I. Question

Era de noche en la ciudad de Magnolia. La mayoría de la gente se encontraba en los sofás de sus casas abrigándose con una manta y enfrente de sus chimeneas o yacía en su cama dormida, eran pocos los que se encontraban afuera caminando por las calles, y no es que fuera muy tarde, pero el clima que había no era el más favorable para ir a dar un paseo.

Llovía con intensidad desde hacia una hora o dos, pero como era de esperarse, a la gente del gremio no le afectaba en lo absoluto, y naturalmente, estaban en medio de una fiesta aunque nadie supiera el motivo de esta. Todos reían, bebían y gritaban con su típico entusiasmo, menos Juvia, que miraba desinteresadamente el piso del lugar.

No estaba de humor para festejar como sus amigos, en realidad, ni siquiera querían estar ahí, pero Erza tenía las llaves para entrar a Fairy Hills y si ella no iba, ninguna podría entrar al edificio. Era bastante frustrante.

Desvió su mirada del piso y recargó su cabeza en la mesa en que se encontraba, ignorando la fiesta en la que estaban el resto del gremio. Quería irse ya.
Últimamente no tenía tanta suerte. Su amado Gray casi ya no pasaba tiempo en el gremio, estaba de misión con Natsu, Lucy y los demás, o se ponía a vagar por la ciudad en busca de chicas con quien coquetear, y eso no le agradaba en lo absoluto.
¿Por qué se fijaba en cualquier chica menos en ella?

Aun no encontraba respuesta a eso, en realidad, ya no quería saberla.
Con tanto tiempo para pensar, sola, se había estado cuestionado un montón de cosas a las que nunca le prestaba tiempo, en ese sentido no era tan malo quedarse en el gremio sentada horas y horas, en espera a que Gray le preguntara como mínimo la fecha.

Soltó un suspiro cansada, y aburrida acarició la mesa con suavidad.

Si tan solo el mago de hielo le hablara, eso la haría muy feliz… pero ni siquiera eso, y no podía comprender muy bien su relación con él.

Durante los exámenes de ascenso a mago clase S y la interrupción del gremio oscuro Grimoire Heart Juvia había peleado por su amor hacia él, y según le había contado Erza, después de la victoria oficial del gremio Gray había estado muy preocupado por su extraña ausencia. Incluso la había cargado para alejarla del peligro durante el ataque de Acnologia, y se habían tomado de las manos también. Entonces… ¿Por qué ahora actuaba tan indiferente con ella?
¿No deberían ser aun más cercanos después de todo eso?

Juvia no logra comprender a Gray-sama…

Estaba molesta, frustrada, confundida y muchas cosas más, ¿pero Gray notaba eso?No.

Y, como si sus problemas no fueran lo suficientemente grandes, también estaba el asunto de Lyon, el chico albino de Lamia Scale, que extrañamente, no paraba de decirle lo linda que era.
Se sentía extraña a su lado, no podía negarlo. Era como si estuviera con Gray, y a la vez no… ilógico. Frustrante.

Su concentración para con el tema no duró mucho, se rompió cuando unos gritos surgieron a mitad del gremio, el mago de fuego y su amado habían comenzado una pelea, para variar. Y aunque Lucy y Erza trataban de detenerlos no lo lograban. Disimuladamente Juvia soltó una carcajada.

Estar en Fairy Tail, sin duda alguna, era lo mejor que le había pasado en la vida, dejando a un lado el tema de Gray. Todos eran tan cálidos, divertidos y amigables. Fairy Tail era su hogar, en el cual podía ser ella misma sin temor a ser rechazada, dónde podía sonreír de verdad.

— Fairy Tail es un gremio de locos — murmuró con una sonrisa, viendo la pelea entre Natsu y Gray, la cual no duró mucho ya que Erza les dio un coscorrón en la cabeza dejándolos inconscientes en el piso.

Volvió a reír, más su risa paró cuando, involuntariamente, recordó la conversación que había tenido hace un par de días con Lyon.

— Oh, Juvi-chan~ — dijo con un tono melodioso de voz. Juvia dio la vuelta para ver como el albino corría en cámara lenta hacia ella. En verdad era un chico bastante raro.

— Lyon-kun, hola — lo saludó.

Había ido de misión a una ciudad cercana a Magnolia para capturar un ladrón pervertido que acosaba a chicas que él consideraba "bonitas", y ahora que ya la había completado, y sin nada que hacer, estaba paseando por las calles del lugar. Nunca esperó que Lyon también estuviera ahí.

— Juvi-chan no seas tan fría conmigo — le reclamó Lyon una vez llegó a su lado con las mejillas infladas. Otra gota cayó por la cabeza de la maga de agua, aunque no pudo evitar sonreír divertida.

— Juvia lo intentara.

Lyon sonrió. Se alegraba bastante por habérsela encontrado en aquella ciudad, ya se sentía bastante solo sin la ayuda de Sherry la cual, para variar, se había quedado en el gremio al no decidir que atuendo usar ese día.

Bueno, eso no importaba ya. Estaba con Juvia, no con Sherry.

— Genial. Sabes, ahora mismo iba camino a Fairy Tail pero me has ahorrado el viaje — dijo y nervioso rascó su cabello. Juvia lo miró confundida ¿Iba a Fairy Tail?, ¿él?
Sin saber muy bien el porqué un mal presentimiento le llegó, decidió ignorarlo.

— ¿E-en serio?, ¿Lyon-kun quiere hablar con el maestro? O… ¡debe querer ver a Gray-sama, sí! Juvia te puede llevar con él y… -

— Quería verte a ti, Juvia — la interrumpió. Tenía la mirada fija en algún objeto detrás de ella, pero aunque no lo veía a los ojos sintió claramente la seriedad con que hablaba — Juvia yo quisiera que… quisiera que te unieras a mi gremio. A Lamia Scale.

— ¿Qué?— Oh, Dios. Había elegido un muy mal día para salir de Magnolia.

— Lo que oíste, yo quisiera que te unieras a mi gremio —

¿Unirse a otro gremio? ¿Ella? Pero si nunca lo había pensado, era… era imposible, ¡era una locura!

Ella amaba a Fairy Tail, a cada uno de sus miembros — incluso a Lucy a pesar de ser su rival en el amor —, ella amaba a Gray, y él estaba en ese gremio. No podía irse de ahí como si nada, no quería hacerlo.

— Lyon-kun perdón, pero Juvia no puede hacer eso… Juvia quiere quedarse en el gremio que está ahora — respondió apenada, Lyon suspiró.

— ¿Es por Gray, no? —

Sintió una punzada en su corazón. Conocía muy bien los sentimientos que el chico le tenía, así como los suyos propios, pero el hecho de que el mago de hielo fuera tan directo… le dolía. Asintió con la cabeza, sintiendo la culpa por no corresponderle como quería él que hiciera.

— Y si te dijera que… que quiero que estés en Lamia Scale por ti y no por mí, ¿cambiarias de opinión? — preguntó disimulando lo que sentía. Juvia lo miró fijamente, claramente extrañada por sus palabras, sabiendo a la perfección que dependiendo de su respuesta su vida podría cambiar radicalmente.

— Juvia cree que… —

¿Qué le decía? Si lo hacía por su bien todo cambiaba, ¿o no?

No lo entendía.

Quería decirle "No gracias, Juvia no irá a Lamia Scale" aunque fuera doloroso, aunque le rompiera el corazón, entonces, ¿Por qué no salían esa frase de su boca?

¿Tan difícil era decirle eso?, puede que no, pero a ella le parecía lo más complicado del mundo en esos momentos, quizás así era.

Sin que se percatara de cuando, Lyon revolvió sus cabellos antes de sonreírle y despedirse de ella, excusándose con que tenía que cumplir otra misión que había escogido y, diciéndole lo que menos quería escuchar.

"No importa lo que decidas. A final de cuentas siempre estaré aquí para ti".

Una mueca de disgusto se formó en su rostro.

Odiaba que la gente le dijera ese tipo de cosas, odiaba que se preocuparan tanto por una persona como ella. Pero sobre todas las cosas, odiaba no conocer sus sentimientos como ella creía conocerlos.

Un par de minutos después de la golpiza que les había dado Erza; Gray y Natsu se levantaron del suelo, solo para armar otra pelea como era de costumbre en ellos. Juvia no dejó de observarlos en ningún momento, o más bien, no dejo de ver Gray.

¿Tanto valía la pena amarlo?, ¿Tanto le gustaba?
No lo sabía, no estaba segura. Le quería, por supuesto, le idolatraba, le amaba… pero eso no servía de nada. Sin importar que cosas ocurrieran nada entre ellos cambiaba, y si lo hacía solo era momentáneamente, nada que durase. Esa era la cruda realidad, y nada podría cambiarla, ¿verdad?
Entonces, ¿por qué no intentar algo nuevo, en otra ciudad, en otro gremio y con otro chico?, no era tan difícil ahora que lo pensaba detenidamente.

— Juvia ha tomado una decisión — dijo para sí misma aun con la mirada en dirección a Gray. Respiró hondo un par de veces, armándose de valor para decir lo que tanto temía que pasara pero que a final de cuentas debería suceder, tarde o temprano — Juvia dejará de amar a Gray-sama —

¡Hola! Bueno, traigo otro fic que tenía escrito desde hace ya mas de dos años uwu.. Hice unos retoques con la narración, pero esta bien. Al principio, de daba vergüenza subirlos, pero ahora agarre un poco de confianza nwn espero que sea de su agrado :33

por Seira Vie 18 Abr - 3:05

Ni Hao!

Wow eso es muy difícil O.O
Juvia dejando de amar a Gray, eso hay que verlo!!
Lari, amo como narras, realmente quiero saber ya como continua, espero que todo acabe bien par el Gruvia...
Y por favor que Juvia no cambie de gremio...
Espero la contii!

XaItO <3 <3 <3

por **Mar.** Vie 18 Abr - 13:50

Larii, te seré honesta.
Me encantó! Enserio te lo digo. Estuvo muy bien narrado, me atrapaste desde el inicio y lo veo tan real *-*
¡ME ENCANTA!
Lo único... es que, te recomendaría que coloques en la parte superior, antes de que empieces el fic, de que pareja va a tratar u.u.
Fuera de eso, todo perfecto *0*
Yo amo el GRUVIA♥ es mi pareja favorita junto con el NALU!
Esperaré ansiosa la conti *0* porfa no me dejes con la intriga de saber que pasa.

Saludos~*

por Dani Vie 18 Abr - 19:38

¡Está muy interesante! n.n
Aunque no me gusta que Juvia decida dejar de amar a Gray ;w;
Es decir, son almas gemelas, no deben separarse ó.o
Pero igual, está excelente este inicio, como siempre me encanta como escribes, Yuki-Nee x3
No sé, pero presiento que tienes grandes planes para este fic que con este inicio, tendrá una excelente trayectoria n.n
Me encanta, y espero el próximo capitulo :3
Nos hablamos~ nwn

por **lari.** Sáb 19 Abr - 12:23

II. The reason why I hurt you

Juvia suspiró con pesadez, nunca pensó que podría llegar ese día… aunque no iba a esperarlo para siempre. Resultaba más que obvio que tarde o temprano lo dejaría de amar, aunque quisiera negárselo. Y ese momento había llegado.

Juvia se ira de Fairy Tail para siempre…
Incluso el pensarlo dolía. Pero ya estaba decidida, no iba a retractarse ahora.

Se levantó de la silla en la que estaba y lentamente se alejó, en dirección a la puerta del gremio. Con cada paso que daba sentía que una pequeña parte de su corazón moría, y eso era justamente lo que quería evitar. No quería sufrir por culpa de un amor agridulce. Nunca más.

Se detuvo momentáneamente, solo para echar un último vistazo al gremio. Todos reían y jugaban, haciendo que su decisión fuera más hiriente de lo que ya era. Todavía llovía, pero no le importó. Estaba más que acostumbrada a estar en la lluvia y en esos momentos, ciertamente era su única compañía.

— Hasta nunca, Gray-sama… — susurró cabizbaja y no pudiéndose contenerse más, sus ojos se aguaron y comenzó a llorar antes de salir corriendo de ahí, sin percatarse de que un chico la había estado mirando todo ese tiempo en silencio.

…~~~...

Observó a la magua de agua salir corriendo del gremio, incluso podía jurar que la había visto derramar algunas lágrimas, y se extrañó, de seguro algo malo le había pasado. Más no pudo ir a buscarla ya que sin avisar recibió otro golpe en la nuca, Gray se quejó adolorido y miró con recelo a Erza, la cual los veía con molestia, a Natsu y a él.

— No quiero verlos pelear de nuevo el día de hoy, ¿entendido? — ordenó con seriedad, tragaron saliva nerviosos y sin perder tiempo se abrazaron con fuerza a pesar de que los moretones que todavía dolían.

— ¡AYE! —

Erza asintió en señal de aprobación y fue con Mirajane por otro pastel de fresas. Nada más la vieron darse la vuelta se soltaron y cada quien se fue por su lado, refunfuñando.

— Estúpida Erza, solo por ser la mujer más fuerte del gremio ya se cree la mandamás —se quejó Natsu en voz baja. Muy cierto, y a pesar de eso no se le quitaba el miedo que sentía hacia ella.

Fastidiado se sentó en la barra a descansar un poco y despejar su mente. Con tanto ruido en el gremio apenas podía oír sus pensamientos, y ya ni siquiera se acordaba del motivo de aquella fiesta, aunque no le importara de todos modos.
Tenía cosas más importantes que hacer que descubrir la razón por la que su gremio festejaba, mucho más importantes.

Otra vez la imagen de Juvia llorando pasó por su mente, confundiéndolo más de lo que ya estaba. ¿Qué había sido eso?

Más bien ¿Por qué no paraba de pensar en Juvia?
No tenía sentido, o puede que si lo tuviera pero era demasiado terco para admitirlo. Probablemente era lo segundo.

Patético…

Esa palabra lo describía demasiado bien. Saliendo con tantas mujeres, ignorando a la pobre chica, mintiéndose a si mismo… en verdad era un chico patético.

Volvió a suspirar y recargó su cabeza en la mesa de la barra. El ruido que había en el lugar era demasiado molesto todavía, pero no tanto como la vergüenza que sentía a sí mismo por no hacerle caso a Juvia aun cuando él le correspondiera. Sí, él amaba a Juvia. No hace mucho se había dado cuenta de sus verdaderos sentimientos por ella y quería demostrárselo, pero tenía miedo. Genial, aparte de ser patético era cobarde.

¿De qué tienes miedo Gray?

— No lo sé — se sinceró con molestia.

Mentira, sí lo sabía, más no estaba dispuesto a admitirlo, tampoco.

No quería admitir que se había enamorado, no quería admitir que quería estar con Juvia, abrazarla, besarla y todo eso. Era algo tonto, pero al no haber creído nunca en el amor tenía miedo de que lo suyo no funcionara si se le declaraba.

Por eso la ignoraba, por eso fingía que ella no existía en su mundo y que no le importaba lo que le pasara, por miedo. Y por ser un tonto también.

Desde que habían vuelto de la Isla Tenrou se había distanciado aun más de Juvia, creía que si no le hablaba y no convivían se desenamoraría de ella, no funcionó. Solo le hizo darse cuenta de que tan grandes eran sus sentimientos, y las ganas de estar a su lado se hicieron más y más intensas.

¿Qué otra cosa podía hacer para no pensar tanto en la chica peliazul? Era algo simple y claro, salir con otras chicas. Bien, el odiaba a los mujeriegos pero ahora comprendía un poco mejor como podían llegar a sentirse esos tipos, después de todo ya era uno de ellos, aunque no quisiera.

Iba de chica en chica, aunque Erza lo regañara, aunque Natsu se burlara de él llamándolo "demasiado poco hombre para una sola mujer", aunque Juvia sufriera a causa de eso.

Apretó sus puños con frustración, aun recargado en la barra e ignorando a sus escandalosos compañeros y amigos.
Estaba mal el que hiciera eso, lo sabia mejor que nadie y aun así…

— Gray ¿sabes dónde está Juvia? Hace rato que no la veo por ningún lado — comentó preocupada Mirajane, distrayéndolo de sus pensamientos. Alzó la mirada extrañado por sus palabras. Era verdad, casi olvidaba el hecho de que Juvia se había ido corriendo del gremio sin ninguna explicación.

— Hace rato se fue del gremio, no te preocupes Mira, debió ir a su casa a descansar —dijo, restándole importancia al asunto.

— Pero si Juvia vive en Fairy Hills, ¡y Erza tiene las únicas llaves para entrar! —

— ¿Qué? — preguntó confundido, sin darle tiempo a Mirajane para que respondiera ya que rápidamente se levantó, tomó un paraguas —que estaba enfrente de la entrada— y salió corriendo por ésta en busca de Juvia.

— ¡Gray, espera…! —

Oh, no. No pude decirle que Lyon había mandado una carta avisando que hoy venia a la ciudad…

— Espero que no pase nada malo… — murmuró. Tenía el presentimiento de que algo malo pasaría esa noche. Algo que involucraba a los dos magos de hielo y a la maga de agua… esperaba estar equivocada.

…~~~...

Las gotas de agua que caían salpicaban su ropa con cada paso que daba, incluso estuvo a punto de caerse más de una vez pero ni con eso dejó de correr en ningún momento. Estaba preocupado.

Sabía que había algo raro de por medio cuando vio a Juvia llorar y salir apresurada del gremio, ojalá se hubiese dado cuenta de eso antes. Con la lluvia cayendo de esa forma la chica seguramente ya estaba más que empapada, por su culpa, además corría el riesgo de resfriarse.

— Juvia, por favor, que no te haya pasado nada malo — ya podía distinguir la silueta borrosa de los dormitorios para chicas lo que lo hizo sonreír.

Solo un poco más…

— ¡Juvia! — la llamó una vez que llegó al frente del edificio. No podía ver muy bien por la oscuridad y que lloviera con tanta intensidad tampoco lo ayudaba mucho. Volvió a intentarlo y unas pisadas lograron escucharse. Se acercó a la puerta principal, la cual estaba abierta para su desconcierto ¿No le había dicho Mirajane que no se podía entrar a menos que Erza fuera con las llaves?

No le prestó importancia, estaba más preocupado por la seguridad de la maga de agua. Tomó el picaporte, dispuesto a entrar y una persona salió, logrando que se detuviera. La miró con sorpresa.

— ¿Juvia? —

— Gray-sama — casi chilló — ¿Q-qué haces aquí? — la observó con detenimiento, no parecía estar mojada, ni siquiera unas cuantas gotas de agua caían por su cabello o ropa.

Sin comprender muy bien el porqué, una terrible molestia lo invadió.

— Yo… bueno, vi que no te habías llevado ningún paraguas cuando saliste y me preocupe así que… — no pudo terminar. Detrás de la joven unas quejas se escucharon y una silueta salió de entre las sombras cargando varias maletas. La mirada de Gray se oscureció.

¿Qué hacia él ahí?

— ¡Juvi-chan~! tus maletas en verdad pesan un montón, ¿debes tener un montón de bellos vestidos para lucir verdad? —bromeó con voz melosa, mirando a Juvia con corazones en sus ojos. Su cara de enamorado desapareció por completo al ver a Gray enfrente de ambos—. Oh, Gray… no esperaba verte aquí, ahora mismo íbamos al gremio a despedirnos.

Frunció el ceño irritado y una mueca de disgusto se formó en su rostro.

— ¿Despedirse? —Lyon negó con la cabeza, Juvia simplemente cubrió su mirada, cabizbaja.

Un trueno resonó por todo el lugar y la fuerza con la que llovía aumentó considerablemente.

— Juvia… Juvia se irá a Lamia Scale para estar con Lyon-kun —le respondió ella con voz neutra. Gray sintió que una parte de su pecho era estrujado con violencia y no halló palabras para semejante declaración.

Oh diablos, tenían que estar bromeando.

[Fairy Tail][Gruvia] Without you. 14udg6a

Oh, chicas ;w; Muchas gracias por comentar! Realmente hace mucho que no escribía,y retomar este pequeño fic me y más confianza, les agradezco mucho sus lindos comentarios sobre la idea del fic ;.; Va a ser algo corto, (cinco capis nwn) Y luego me centraré en terminar mis fic contest n,n
Gracias, nos estamos viendo! :3

por Pikelia Sáb 19 Abr - 12:34

Bueno, aunque ni he visto la serie ni nada, debo decir que me atrapó, no puedo decir si la pareja en sí me guste dado que no la conozco, pero si veo la serie te puedo asegurar que esos dos me encantaran.

Ahora hablo de la conti, se te da muy bien cambiar de punto de vista, primero Juvia y luego Gray, parece fácil y es complicado, detallas muy bien cada situación y eso hace que te lo imagines, haciéndote vivir en "carne propia" lo que ocurre.

No se que mas decirte, solo que me encantó.

por Seira Sáb 19 Abr - 12:53

NI Hao!

O.O Por fin Gray se da cuenta de sus sentimientos ~~(que ya era hora)~~ y Juvia decida irse TWT
Y encima con Lyon, vamos que no me caía mal que digamos, peor como toque mucho las narices le voy a coger manía ¬¬
Espero que todo acabe bien!
Me alegra que vuelvas a escribir, siempre me ha gustado como escribes
Espero la contii!!

XaItO <3 <3 <3

por **Mar.** Sáb 19 Abr - 13:14

Oh por Dios! mi corazón va a estallar!
Hermoso cap! T.T
Juvia noo~! Todo por culpa del bobo de Gray que no tiene el valor de decir lo que siente! Waa
Enserio Lari, me haz dejado con ganas de más!
Me gustarían que fueran más capis, pero no importa *-*
Espero ansiosa!
Nos leemos
bye~*

por **lari.** Dom 27 Abr - 20:28

III. Never too late

— ¿Qué? — fue lo único que salió de sus labios, creyendo que había escuchado mal.

— Juvia va a venirse conmigo Gray, no hay más vueltas en este asunto.

Gray posó su vista en Lyon, mirándolo con odio ¿Quién demonios se creía él para llevarse a su chica así como si nada?, ¿y por qué Juvia accedía de buenas a primeras?
No entendía ni un carajo lo que estaba sucediendo.

— No te pregunte a ti — siseó sin una pizca de amabilidad — le he preguntado a Juvia.

Cierto, quería comprender al menos un poco el porqué de tan extraña noticia. El porqué ella se iba… sin avisarle a él.

— Gray, no lo hagas más difícil. Ha sido su decisión.

— ¿Qué? — repitió. Ciertamente, a cada segundo que pasaba lucía más idiota ante la pareja que se encontraba frente a él.Eso lo frustraba de sobre manera.

Y Juvia, Juvia no había pronunciado palabra alguna desde hace rato, ¿tanto le aborrecía su presencia que no podía ni hablarle de frente?

Una mueca de disgusto se formó en su rostro, la mejor que tenia a decir verdad.

— Gray-sama… Juvia iba a decírselo, en serio. Solo que… solo que…

— No importa — la interrumpió. Juvia lo observó, sus ojos azulados mostraban perfectamente el dolor que sentía, el azabache no se percató de ello. Simplemente, no lo valía.

— ¡Gray! Al menos escúchala — protestó Lyon, pero calló al ver la mirada asesina que éste le mandaba, algo razonable para cualquiera.

Gray aun no lo entendía, y ya no quería hacerlo. Si Juvia quería estar con un idiota engreído como Lyon no la iba a detener.

Que haga lo que quiera.

— ¿Dijeron que iban a despedirse, no? pues vayan. Seguramente todos se alegraran por la noticia, puede que incluso hagan otra fiesta, no deberían perdérsela — Juvia apretó sus puños frustrada y más dolida que antes. No se había puesto a llorar porque Dios era grande, pero las palabras de Gray la habían herido, y mucho.

¿Tan poco le importaba que se fuera con otro? Ah, casi lo olvidaba, él no la amaba.

— ¡Gray!

El aludido dio la vuelta y sin mucho entusiasmo caminó de regreso al gremio, ignorando los gritos de su ex-compañero de estudios, ignorando la torrencial lluvia que en esos momentos caía con más fuerza de la usual, ignorando el dolor que su pecho sentía.

Quizás había sonado más cruel de lo que planeaba en un principio, pero no era el mismo desde que los había visto juntos, puede que desde mucho antes. Y él, tan tonto, que iba a declarársele por fin a Juvia. Que ingenuo.

El amor es una mierda… y esta lluvia también.

No había duda alguna. Amar a alguien no valía la pena, nunca lo valió.

— Juvia… — Lyon la miró con preocupación, ya había comenzado a llorar, abatida y sintiendo que en cualquier instante su corazón se rompería, aunque ya lo había hecho, hace mucho tiempo.

Posó su mano en su hombro, en señal de apoyo y sin poder resistir más, Juvia lo abrazó con fuerza, desahogándose por primera vez desde que había entrado a Fairy Tail.

Lyon correspondió el abrazo. Pensaba que Gray era un idiota, el idiota más grande del mundo, peor aún, la causa del sufrimiento de la maga de agua. Sufrimiento que él borraría, costara lo que costara.

…~~~

— Gray, ¿Qué te paso? — pasó de largo a Mirajane y se sentó en uno de los bancos de la barra, la preocupación de ésta aumentó. Considerando que Gray estuviera empapado a más no poder y que Juvia no regresara a con él algo malo había pasado — ¿Gray…?

Él quiso decir algo, lo intentó. Pero las palabras no salían así que simplemente la ignoró de nueva cuenta, como siempre que algo le molestaba o preocupaba.

Mirajane lo vio confusa aun sin saber muy bien que sucedía, su atención hacia él no duro mucho. Las puertas del gremio volvieron a abrirse mostrando las figuras de Lyon y Juvia dejando sin habla al gremio entero.

Un incómodo silencio se apoderó del lugar, fue cortado con los murmullos que venían de un lado a otro.

Juvia repentinamente se sintió vulnerable.

Todos la miraban desconcertados, paseando su vista de Lyon a ella, una y otra vez. Queriendo comprender un poco porque aparecían ambos magos juntos, tomados de la mano.

¿Tan raro era verla con otro?

— U-um. Hola Juvia, Lyon — dijo Erza deteniendo los cuchicheos poco discretos. Le sonreía a los dos, pero su sonrisa no era la de siempre. Había algo diferente en ella en esos momentos ¿decepción?, ¿ira? Juvia no pudo descifrarlo pero estaba segura de algo… a la pelirroja no le complacía verla tomada de la mano de Lyon.

Y siendo sincera, a ella tampoco.

— Erza-san, Juvia, Juvia tiene algo que decirles…

— No es necesario — la interrumpió rápidamente. A lo lejos Lucy y Natsu los observaban, igual que Mirajane, Cana, Laxus, y el resto. Todos menos Gray — Ya lo sabemos, ¿te irás con Lyon, cierto?

Otra vez, la maga de agua no supo que responder. ¡Esto estaba mal, muy mal!

No…

¿Tan complicado era pronunciar esa pequeña palabra?

— Sí — dijo sin dudar, aun cuando en el fondo temblara violentamente. Afuera seguía lloviendo, y a esas alturas no podía estar segura si era su culpa o no.

Hubo otro breve momento de silencio que no duró tanto como el anterior y fue olvidado cuando todos —o casi todos— comenzaron a gritar y aplaudir alegres.

La música volvió a sonar y como si lo anterior no hubiese ocurrido nunca, arrastraron a la pareja al centro del gremio para felicitarlos y abrazarlos, deseándole lo mejor a Juvia y amenazando de vez en cuando a Lyon con que si la lastimaba recibiría un castigo peor que la misma muerte.

Era un bello momento para recordar, o no… faltaba algo para que ese momento fuera perfecto: Gray.

Lucy abrazó con euforia a su amiga-rival, aunque no se sentía feliz. Sabía que algo como eso no debía pasar, sabía que Gray y Juvia debían estar juntos, no Lyon y Juvia. Todos lo sabían.

¡Estúpido Gray!, Lucy pensó.

Lo observó disimuladamente, mientras abrazaba a la maga de agua. Él se encontraba sentado en la barra todavía, sin voltearse y unirse al festejo en ningún momento. Frunció el ceño ante eso, ¡¿Por qué carajos no hacía nada para detenerlos?!

Gray la ama, ella le corresponde y aun así no están juntos. No lo están…

— Sé que serás muy feliz, Juvia — dijo Lucy, todavía dudaba si decir eso fue lo correcto o no, pero ahora lo importante era ir con el Fullbuster y aclarar las cosas, no importaba nada más.

Juvia asintió, y Lucy pudo percibir el dolor en sus ojos con claridad. No dijo nada al respecto, la soltó y a zancadas caminó hacia la barra.

— ¡Gray! — el aludido volteó, tan pronto como la vio con el ceño fruncido y de brazos cruzados se dio la vuelta de nuevo, en un poco efectivo intento de ignorarla. Lucy bufó— ¡GRAY! — repitió con un tono mucho más alto. Se puso a su lado y esta vez Gray no pudo evitarla.

Tan ocupados estaban los demás en su festejo, que nadie se percató de que ni el azabache ni la rubia se encontraban fingiendo sonrisas como debían.

— ¿Qué? — preguntó secamente, irritando más a Lucy.

— ¡Cómo que "qué"! — Le reclamó — ¡Porque estás aquí sentado mientras Juvia se va con otro!

Puede que fuera por la sorpresa que conllevaban esas palabras tan repentinas, o porque no sabía que responder, pero Gray guardó silencio. Sintiendo que en cualquier segundo ese teatro de "todo me vale un comino, que Juvia haga lo que quiera con Lyon" se iría a la basura.

Él no quería eso, él quería que Juvia fuera suya, de nadie más.

Pero… pero… si ella quería irse con Lyon no podía hacer nada para evitarlo, no quería parecer el tío malo del cuento.

— Déjame en paz, Lucy.

Brillante, todo lo que pudo pronunciar fue eso.

Cobarde, estúpido, egoísta, infeliz… podía pasarse el resto de la noche insultándose a sí mismo y nunca acabaría. Y eso no le ayudaría en nada, tampoco podría lograr que Juvia se quedara.

— ¡No voy a aceptar esto, Gray! Al menos dile que la amas, podría cambiar de opinión.

Dudoso, Gray observó a su mejor amiga. La sinceridad de sus palabras daba un poco de esperanza, de fe… ¿y si lo intentaba?, ¿podría ella quedarse a su lado?

Ul siempre le había dicho que no debía ser cobarde, que mientras tuviera la oportunidad de ganar una batalla no debía rendirse por nada del mundo.

Aun había tiempo, todavía podían estar juntos como tanto deseaba.

Por la expresión de desconcierto que el mago de hielo mostraba, Lucy esbozó una pequeña sonrisa. Lo había convencido, ahora lo único que faltaba era que al declarársele Juvia le correspondiera, y sabía que no habría ningún inconveniente con eso.

— Vamos tonto, no pierdas el tiempo aquí — le reprochó aun sonriendo — Ve con Juvia.

No hizo falta que añadiera algo más, Gray se levantó del banco tan rápido como pudo y se dirigió a donde la reciente y feliz pareja se encontraba agradeciéndoles por todo.

Sonreía confiado y emitía un aura de seguridad. Erza y Mirajane se percataron de ello, y como Lucy también sonrieron.

¡Por fin! si Gray hubiera tardado aunque fuera unos segundos más ellas mismas lo habrían obligado a ir a golpes de ser necesario. Pero de que su amor debía triunfar debía triunfar, no habían apostado a que ambos magos terminarían juntos por nada.

Después de todo, nunca, nunca es tarde para amar.

Supongo que me tardé un poquito (?) Bueno, igual mañana entro a la escuela, así que dudo que pueda seguí publicando con tiempo xD Bueno, ya vamos a la mitad u,u ¿Qué dice eso? Pues que a Lari de la pereza meter mas relleno a la historia xD ¿Qué creen que pase en el siguiente capitulo? ¡Pongan sus apuestas! ¿Será un fin Gruvia? ¿O terminara siendo Lyvia? ¿Por que Lari no dijo que tambien habría Lyvia? Esas preguntas y sus respuestas aquí, en este tema! (?)
Nos vemos :33 Y gracias Pikelia, espero que te guste nwn
Byes!<3

por **Mar.** Lun 28 Abr - 23:45

Lari, me encantó♥ está demás decir que adoro tu fic...
Yo tengo una preguntita... de mera casualida, no tienes una cuenta en fanfiction en donde está este fic? por que estoy segura que lo he leído o me ha parecido :3
Cómo sea, está buenísimo y ya quiero el siguiente capitulo *-*
Estúpido y sensual GRAY! >.< ojalá y todo salga bien♥~

Bye~*

por Seira Jue 1 Mayo - 1:30

NI Hao!

Me encanto el capitulo!
Gray dete prisa antes de que Juvia se vaya!
Me encanta como estas llevando la historia.
Espero la contiiii!!!!!

XaItO <3 <3 <3 <3

por **lari.** Lun 12 Mayo - 21:09

IV. I can't stand it

Sin dudar un segundo más se abrió paso entre los integrantes del gremio que había en su camino. No quería sonar grosero con ellos, pero tenía algo de prisa, en realidad, tenía bastante prisa.
Por fin iba a admitir abiertamente sus sentimientos por la ex miembro de Phantom, y estaba nervioso, no iba a negarlo, pero ver la mueca de sorpresa en la cara de Lyon no iba a tener precio.
Juvia era suya, de nadie más. Y tenía que dejarlo en claro.
Poco a poco su inconfundible cabellera de extravagante color azul pudo distinguirse con mayor facilidad y Gray se apresuró emocionado, con un solo pensamiento en mente, declarársele. Ahí, en el gremio, en frente de todos.
Quizás no sería la forma más romántica de hacerlo pero ¿lo que importaba era el amor con que se decía, no? Daba igual lo demás. Se le acababa el poco tiempo que tenía.
Concéntrate Gray, concéntrate.
— ¡Juvia! — La llamó y corrió en su dirección, sonriendo — Juvia tengo algo importante que d…
Paró con brusquedad, chocando momentáneamente con alguien. No se fijó con quien, tampoco le prestó atención a sus reclamos. Todo lo que hacía era ver al frente.

¿Qué?

Un incómodo sentimiento lo invadió, no supo que decir o hacer, no supo que… sentir. Algo desapareció en él. La alegría, la confianza, la esperanza, tal vez eso y más, mucho más.

Quiso decir algo, lo que fuera, pero ese horrible nudo en la garganta, que quemaba como metal recién fundido se lo impidió. Gray supo que había perdido, y que con Juvia no podría tener nada.

Después de todo, ¿por algo estaba en esos instantes con Lyon, no?
¿Qué otra razón podría haber?
Lo amaba, ya no tenía caso darle más rodeos al asunto. Juvia amaba al tipejo de Lyon.

Ajeno a todo lo que le rodeaba, dio media vuelta con lentitud.
Su pecho dolía a horrores, tenía que salir de ahí. Lo más pronto posible. No quería derramar ni una sola lágrima en presencia de la pareja. No quería nada… si Juvia no estaba a su lado.

— ¡Gray!, ¿Qué haces aquí, por qué no vas con Juvia? — Lucy posó su mano en su hombro, contrariada, al verlo a los ojos se sobresaltó — Por dios Gray… ¿Qué ocurrió?

No obtuvo respuesta alguna, el azabache apartó su mano de un golpe y salió corriendo, lejos de ella, del gremio, de su dolor. Lucy se quedó viendo el camino por el que se había ido recién, perpleja y con una mueca indescifrable en su rostro.

— ¿Gray…? — suspiró molesta antes de voltearse, queriendo comprender un poco porque había tomado esa actitud tan hostil tan de repente, si todo estaba yendo bien, y cuando lo hizo sus ojos se abrieron como platos consciente de que el aire se le escapaba de los pulmones, poco a poco. Lyon había rodeado a Juvia en un efusivo abrazo, y la estaba… besando — N-no puede ser.

…****...

Juvia se sentía un poco abochornada ya, tantas atenciones eran demasiado para ella, sobre todo porque nunca espero recibirlas, al menos no así y no con el albino.
Sintió culpa, de nuevo. Su corazón seguía insistiendo en que estaba mal, que no hacia lo correcto, pero su mente le decía lo contrario, ¿a quién debía creerle?
¿A su amor, o a su conciencia?, ¿a Gray, o a Lyon?

"¿Dijeron que iban a despedirse no? pues vayan. Seguramente todos se alegraran por la noticia, puede que incluso hagan otra fiesta, no deberían perdérsela."
Esas crueles palabras que no hace mucho rato Gray le había dicho todavía la herían. Había sido tan… despiadado, frío.

Y él no era así con ella, no de ese modo.

Se suponía que debía creerle, se suponía, pero dudaba. Tenía el pequeño presentimiento de que no había sinceridad en esas palabras, que habían sido puro cuento, o al menos un vago intento de aparentar que no le importaba.
¿Y si así era?, ¿y si en realidad Gray no estaba contento con su decisión?
¿Qué pasaría entonces? él no le correspondía, y ella dudaba de sus verdaderos sentimientos.
Ambos eran unos completos idiotas.

Pero Juvia sigue queriendo a Gray-sama… lo extraña.

Cabizbaja recibió otro abrazo de felicitación, esta vez de parte de Wendy, casi al instante Romeo también la imitó.
"Felicidades".
"Hacen una bella pareja".
"Sabemos que serás muy feliz Juvia".

Con cada palabra que sus amigos le decían su duda crecía más y más. Los nerviosos latidos de su corazón retumbaban en sus oídos, reprochándole lo que hacía.
Y las miradas de todos igual, porque a pesar de que Lyon no los conocía lo suficiente como para saber que no estaban emocionados por la noticia, ella sí.
Apretó sus puños, levemente molesta y alzó la mirada para encontrarse con el sonriente rostro de Lyon, que lucía tan emocionado como la vez que se conocieron, por casualidad.

¿Casualidad? Oh, ¡había sido tan tonta e ingenua!

Era cierto. ¿Cómo pudo olvidarse de algo tan importante como eso? Ella había conocido al albino por mera casualidad pero a Gray… a Gray lo conoció por otra cosa, fue el destino el que intervino en su encuentro. El destino los juntó por mero capricho, pero los juntó a final de cuentas.
¡Y apenas caía en cuenta de eso!

¡Juvia es tan lenta!

— Lyon-kun — le llamó. El mago de hielo la volteó a ver y sus miradas se encontraron. Cualquiera que no los conociera pensaría que se miraban con amor puro, que eran una pareja feliz y tontamente enamorada, pero no, no estaban ni cerca de eso. Juvia por fin se había decidido, no podía continuar con aquella farsa —. Lyon-kun, Juvia tiene algo que decirle, y puede que no te guste.
— ¡Juvia! — se quedo sorprendida porque él albino no la nombrara, se giró para verlo, por si sus oídos le habían jugado una broma. No era ninguna broma, Gray la había llamado, y corría hacia ella sonriendo como solo él sabía hacer, también sonrió.

Pero toda su felicidad se esfumó cuando sintió que la persona detrás de ella la tomaba de la cintura y la abrazaba con demasiado cariño, interponiéndose entre su amado y ella. Al instante sintió un mal presentimiento. Algo no iba bien ahí.
— Juvia… — susurró Lyon contra su oído, causándole brevemente un cosquilleo. No muy lejos de ellos había vuelto a escuchar la voz de Gray, tenía algo importante que decirle y ella… ella no podía verlo, por más que quisiera — Juvia, perdóname por esto.

No pudo responder nada, al instante tenía sus labios pegados a los suyos, aun abrazándola.

Un sorprendido "Woah" hizo presencia y aunque el silencio acompañó aquel nada gratificante beso, pronto varios aplausos inundaron el lugar, de nuevo.
No pudo sentir su pulso durante unos segundos y sus ojos se abrieron desmesuradamente ante tal acción, seguidos de un intenso sonrojo en su rostro.
Pero Lyon no era el muchacho que rondaba por su mente, era Gray.
Siempre fue Gray, no importaba cuanto lo quisiera negar.

Dejó de ver al que la besaba con cariño para buscar esa mirada azabache tan profunda y misteriosa, la que la había hechizado de tan solo verla una vez. Comenzó a desesperarse al no la encontrarla por ningún lado. ¿Y si los había visto?

Por favor. Que Gray-sama no haya visto a Juvia, por favor…

Por fin lo encontró, ahí, de pie, ya no sonreía, ya no.

Quiso ir a su lado, quiso abrazarlo y llorarle pidiéndole perdón, pero antes de que pudiera zafarse del agarre de Lyon, pero el pelinegro ya se había dado la vuelta, ignorando a todos y pronto desapareció de su alcance.

Ya no aguantó más. De un tirón se separó por completo de Lyon, él se limitó a verla con melancolía y un atisbo de tristeza.

¿Por qué lo había hecho?, ¿Por qué?
"Juvia perdóname por esto".

No, no podía ser cierto. Lyon se dio cuenta de que Gray iba hacia ella, por eso la besó.
Y ahora… ahora ya no tenía ninguna posibilidad de estar con él, no después de eso.
— ¡No! — gritó, sin saber a quién iba dirigida esa negación, si hacia ella, sus pensamientos o el albino.

¡Daba igual! Volvió a apretar sus puños, más fuerte que antes y dio un paso hacia adelante, seguido de otro y otro. Pronto ya había comenzado a correr y después de casi caerse varias veces —por no fijarse por donde iba— abrió de un portazo la entrada y salió.

En las calles de Magnolia todavía llovía, lo había olvidado y no traía el paraguas que Lyon le había prestado, ni el suyo, más no dejó de correr. Solo la escasa luz de las farolas en cada esquina alumbraba las calles, un helado viento soplaba con fuerza, acompañado por casi invisibles gotas de agua y enormes charcos por doquier.
No había ni una sola alma afuera, en la calle, excepto la suya, y posiblemente la de Gray.

Corría y corría, hacia ninguna dirección en particular. Su vestido estaba cubierto de lodo, por las incontables veces que se había resbalado e incluso ya había perdido su inseparable sombrero, pero no paró.

Necesitaba encontrarlo, necesitaba aclarar las cosas con él, disculparse o al menos, antes de irse, confesarle su amor.

¡Lo que fuera! Solo, solo quería verlo, al menos una vez más.
— ¡Gray-sama! — Gritó, su respiración era entrecortada y varias lágrimas caían por su piel, entremezclándose con la lluvia — ¡Gray-sama!
Hágale caso a Juvia…
— ¡Gray-sama! — Repitió elevando su tono de voz — ¡Gray-sama!, ¡Gray-sama!, ¡Gray-sama!
Se sentía atrapada y abatida, como si estuviera en una caja de música y su voz fuera opacada por la tonada tétrica de esta. Como si fuera un juguete encerrado en su aparador, como si alguien pisara y destajara su maltrecho corazón de papel una y otra y otra vez.
Como… como cuando estaba en Phantom Lord.

Un trueno retumbó y junto con él, un rayo que alumbró brevemente toda la calle. Juvia se detuvo, temblando de frío y arrepentimiento. Gray estaba sentado en el pavimento, cerca de ella.

— Gray-sama… — murmuró. Ya no tenía fuerzas para gritar, su voz ya estaba lo suficientemente rota. Y aunque lo había llamado en voz baja logró escucharla y no muy convencido miró en su dirección. Dudosa camino despacio hacia él, hasta quedar ambos de frente — Gray-sama yo… Juvia lo…
— Lárgate de aquí, Juvia. Vete con Lyon, debe estar preocupado por ti — escupió cortante. Juvia se mordió el labio inferior hasta que pudo probar lo salado de su sangre.

Gray se encontraba igual o peor que ella, vagamente notó que había pedazos de hielo ensangrentado esparcidos en el suelo.

— Juvia no ama a Lyon-kun.
— ¿Y por eso te besas con él?, o que ¿ahora resulta que Lyon tiene ese privilegio?
— Gray-sama por favor, escucha a Juvia… Juvia no quiso que ese beso pasara.
— No necesito oír tus patéticas excusas, ya vete — respondió con molestia y esquivó su mirada, esperando que así se fuera.
— ¡No! ¡Juvia lo siente mucho, de verdad! — exclamó, juntó ambas manos en su pecho queriendo evitar que su corazón se saliera de este. Le dolían las piernas, no podría mantenerse mucho en pie. Y no lograba obtener el perdón de Gray, todo estaba mal — Perdón…
— No pidas disculpas Juvia. No te perdono — dijo — Y no quiero volver a verte, nunca.
— Gray… — sin oportunidad de explicarse, Gray se alejó después de ponerse en pie, dejándola sola. Totalmente sola.

Un desgarrador lamento se le escapó a Juvia.

¿Qué esperaba que pasara?
No lo entendía, había sido estúpido pensar que Gray podría perdonarla y que su amor seria correspondido después de tanto tiempo.

La lluvia creció mientras Juvia susurraba sin parar "Lo siento, lo siento, lo siento…"
Ya no había nada que hacer. Todo estaba perdido. Para ambos.

Hola! perdon por tardar tanto en subir una miserable conti, pero la escuela me trae mas que muerta ;w; Bueno, este fue el penultimo capi, casi al fin y sera el primer fic que termino (?) xDD
Bueno, respondiendo a la duda de Xio, si! Ahí uno puede ser anónimo n,n y recibir opiniones buenas o malas sin que la gente te conozca xD Soy Scarlet Diva o antes era Nami Scarlet pero tengo años de no entrar ahí XD
Gracias! :33

por Dani Lun 12 Mayo - 21:38

De verdad lamento no haberme pasado por aquí antes, me perdí de varios capítulos ;w;
Pero bueno, la verdad, espero con ansias la próxima conti, después de todo me dejas con una intriga muy grande x3
La verdad no puedo evitar sentirme triste al leer que no están juntos cuando son el uno para el otro TwT
Pero igual, estoy segura de que nos sorprenderás, así que espero la próxima conti. Me encanta como escribes, Yuki-Neesan n.n
Nos hablamos~ nwn

por **Mar.** Lun 12 Mayo - 22:50

Oh por Dios! Lari >.< Me ha encantado y me has dejado con una emoción única!! Quiero leer YA el siguiente capi!
Dios está hermoso xD
Te busque en Fanfiction pero no te encontré Sad

En fin xD
Esperaré impaciente -enserio, impaciente ¬-¬ - por la conti!
Saludos~*

por **lari.** Lun 27 Oct - 21:15

V. Nothing to lose.

"No pidas disculpas Juvia. No te perdono y no quiero volver a verte, nunca."
Tonta, tonta, tonta…

Intentaba sacarse esas crueles palabras de la cabeza, no lo lograba. Todo era en vano, siempre lo fue. Que importaba si se resfriaba, que importaba si tardaba demasiado en volver y sus amigos se preocupaban, que importaba si se iba o no a Lamia Scale… nada importaba ya. Lo había perdido.
Todas esas fantasías y sueños que tuvo a su lado, todos esos momentos en que pudo existir la posibilidad de que estuvieran juntos, todo había desaparecido. Por su culpa.

— Gray-sama… —Todavía se encontraba tirada en el suelo húmedo, y las lágrimas no cesaban, estaba devastada.

Juvia ama a Gray-sama… Juvia lo ama más que a nadie…
— Juvia quiere su perdón.

Si tan solo las cosas fueran tan fáciles. Era obvio, que con desear algo no lo obtienes así nada más. Ahora lo confirmaba, igual que el dicho "Uno no sabe lo que tiene, hasta que lo pierde". Lástima que lo perdió antes de tenerlo, mucho antes.
Que estupidez.

…~~~...

Gray no había querido llorar frente a ella, no le daría el gusto de ver sus lágrimas. Y ahora que ya estaba lo suficientemente lejos de la chica, no podía parar. ¡Era un hombre, por Mavis! Debía comportarse como tal, aunque por dentro estuviera más roto que nunca. Y no lo hacía.

Seguía llorando, y rompiendo todo desafortunado objeto que se le pusiera enfrente. Si no hubiera sido cobarde nada de eso estaría pasando, mucho menos de ese modo, pero ya no podía remediar el problema, ¿verdad? Era imposible, cruelmente imposible.

Juvia no lo amaba, ya no iba a estar a su lado. Nunca más. No podría volver a escuchar su risa, ni sus pucheros, ni ayudarla en alguna misión, ni comer a su lado, nada.¿Por qué le había dicho que no la perdonaba?, ¿Por qué mintió diciendo que no quería volver a verla? No lo sabía. Fue un vago impulso, una manera de defenderse un poco, quizá. Aunque resultó siendo todo lo contrario.

Ambos habían salido lastimados.

Caminaba sin rumbo fijo. Estaba perdido, no sabía a dónde ir con quién. El gremio no era una opción, todavía estaba Lyon ahí. Recibiendo las felicitaciones de todos, cosas que nunca le dirían a él.

Quizá eso era lo mejor para todos, ¿no? Él no la merecía y Lyon sí. Ella no le correspondía y a Lyon sí. El Bastia era un tipo tan afortunado, desde siempre lo fue.

"Tendrás problemas con el agua y las mujeres"

No supo por qué, pero esas extrañas palabras que el patético intento de adivino con el que peleó mucho tiempo atrás volvieron de golpe, deteniendo su lento andar. Confundido.

¿Qué significaba eso?, ¿problemas con el agua y las mujeres?

Juvia era una mujer, no era estúpido. Y era una maga de agua… ¿acaso el destino trataba de decirle algo? y en caso de que fuera así ¿Qué quería decirle?
Problemas ya tenía, demasiados para su gusto. Sobre todo con Juvia, ¿y entonces qué?

Ya se había rendido, no tenía ánimos de seguir luchando por algo que no le pertenecía. ¿Debía seguir peleando? ¿Valía la pena hacerlo?
Pero ella ama al estúpido de Lyon.

¿O no? Juvia lo había ido a buscar, a pesar del horrible clima que hacía, intento disculparse de todo, le pidió perdón y le dijo que… que ella no amaba a Lyon.
Ella nunca afirmó eso. Incluso cuando todo ese embrollo comenzó, dijo que se iría a Lamia Scale, pero no que lo hacía por amor, y en el gremio no había sonreído con sinceridad en ningún momento ¡Oh, vamos!, ¡Era un idiota!

"Juvia está encantada de que la acepten en Fairy Tail"
"¡Gray-sama deja de ignorar a Juvia!"
"Juvia cree en Gray-sama"
"¡Lucy-san es mi rival en el amor!"
"¿Tener treinta hijos o más? ¡Juvia no resiste tanto!"

Todos y cada uno de los momentos que compartió con ella desde el incidente de la Torre del Paraíso fueron rememorados, uno tras otro. Y con cada uno Gray se dio cuenta de cuán grande había sido su estupidez.

Juvia siempre había estado ahí para cuando la necesitara. Lo cuidaba y trataba de ganar su cariño, por más mínimo que fuera. Nunca lo abandonó. Siempre lo apoyó y creyó fielmente en su palabra y él, a pesar de estar enamorado desconfió a la primera, no la escuchó y la hirió. Muy a su pesar.

¿La dejaras ir así sin más?

No. No podía. La quería demasiado, no soportaba la sola idea de vivir en un mundo sin su presencia. Era inaceptable.

— Maldición. Soy un idiota —murmuró molesto consigo mismo antes de comenzar a correr en la dirección de la que venía.

Al diablo su orgullo y miedo, no podía pasar un solo día más sin ser sincero con la chica y decirle sus sentimientos. Necesitaba decírselos. Aunque fuera lo último que hiciera en vida. No más cobardía de su parte.

— ¡Juvia!, ¡Juvia dónde estás! —Nadie respondió. No desistió, siguió intentándolo una y otra vez, obteniendo con el mismo resultado. No había nadie en las calles, Juvia ya no estaba.

Debo volver al gremio. Todavía puedo lograrlo.

Sin perder un solo segundo se alejó de las calles en dirección a Fairy Tail, con el pequeño atisbo de esperanza de que Juvia estuviera ahí y no en otro lado, completamente sola y sin que cubrirse.
Necesitaba creer, que todavía valía la pena luchar por su amor. Que no debía rendirse, no aun.
Necesitaba intentarlo.

— ¡Juvia!, ¿estás aquí? ¡Responde! —abrió la puerta de golpe, buscándola con la mirada. Un inusual silencio reinó al momento en que puso un pie adentro y las miradas de todos los presentes se posaron en él— ¿No está?

Iba a dar otro paso, quería ir más adentro por si no lo había escuchado, pero la cortante voz de su rival lo detuvo.

— ¿Qué diablos haces aquí Cubo de hielo?—

— Vine por Juvia —respondió, ignorando la amenazante mirada que le mandaba y el hecho de que había cenizas en la mesa donde estaba.

— ¿Y qué haces aquí? —insistió Lucy esta vez. No lucía enojada, no tanto como Natsu, pero si decepcionada— Ella volvió hace poco para ver a Lyon. Ya se fueron.

— Piérdete —escupió Natsu, literalmente.

— ¡¿Y a ti que te pasa?! —se quejó. No comprendía la actitud de sus amigos, él era una de las victimas— No, olvídalo. Necesito ir a buscar a Juvia.

No tenía tanto tiempo como para desperdiciarlo en esas cosas. Solo podían salir de Magnolia por un medio de transporte: el tren. Y si se apuraba podría llegar a la estación un poco antes de que ella…

— ¡Ah! ¿Ahora si te interesa lo que le suceda?—

— Insisto en saber porque me hablas así, ¡No tengo tiempo para tus tonterías!—

— ¡No son tonterías, maldición! —el Dragon Slayer se levantó con brusquedad de la banca y zancadas se acercó para poder sujetarlo de la camisa. Gray no se inmutó— ¡Ella te estuvo esperando mientras tú ibas de chica en chica!, ¡Juvia no se quejó porque quería tu felicidad! ¡Y tú no hiciste nada para evitar que se fuera con Lyon!

— ¡Natsu, ya basta! —suplicó Lucy.

— ¡Eres un maldito bastardo Gray!, ¿Y dices ser mi rival cuando no puedes corresponderle a la única chica que te ama de verdad? —bramó. Otra vez, nadie dijo nada y Gray, solo pudo verlo en silencio, con sus ojos abiertos como platos y un sentimiento de culpabilidad estrujando su pecho— La gente como tú me enferma.

— Natsu…—

— Juvia te ama, Gray —posó su mirada en la pelirroja, que en todo ese tiempo se había mantenido callada. La observo sin poder creerle. Pero no había duda, el tono de su voz solo apuntaba a que lo dicho era verdad, que siempre lo fue.

— ¿Qu-qué? —preguntó con sorpresa. Solo entonces Natsu lo soltó.

— Que ella te ama, sordo. Siempre lo hizo —dijo. Esta vez volvió su mirada a Natsu, creyendo que era un sueño del cual despertaría en cualquier minuto. No fue así, todo era real.

— ¿P-por qué nunca me lo dijeron? Yo…—

— Creímos que te darías cuenta por ti mismo. Eres más cabeza hueca de lo que pensábamos, Gray —respondió Lucy, de nuevo, la decepción en sus ojos estaba presente.

— Podrían habérmelo dicho… pudieron hacerlo —les recriminó dolido, los tres se quedaron callados, no hallaron palabras para la abierta declaración de su amigo— Yo también la amo.

— ¡¿Qué?! Pero… todas esas chicas… y… —Lucy no sabía cómo expresarse. Todo ese tiempo había pensado que Gray era un idiota que no sabía lo que era enamorarse de verdad. Y Erza y Natsu igual.

— Tenía miedo ¿ok? Miedo de no ser bueno para ella. Por eso la estuve evitando y salí con tantas mujeres, fui cobarde. Y sí, soy un completo idiota y más, pero la amo. Y no quiero que esté con Lyon —dijo cabizbajo. Si tan solo hubiera dicho esas cosas un poco antes… Se sentía peor que la escoria y dudaba mucho que sus amigos lo perdonaran.

Otra cosa en la que se equivocó.

Un grito de alegría resonó por las cuatro paredes y fue seguido de aplausos, por lo que, extrañado miró al frente. Natsu sonreía de oreja a oreja, casi parecía una mentira que minutos antes se hubiera desquitado con él. Incluso Erza se veía complacida ¿Qué diantres ocurría ahí?

— Ya era hora de que te dieras cuenta, Gray —dijo Mirajane con alegría. La Titania la apoyó.

— No seas tonto, si ambos se quieren deben estar juntos ¿no?— Dijo Natsu, ya complacido.

— ¡Bua!, ¡las declaraciones son para hombres! —Elfman ahogó un sollozo, ya que había comenzado a llorar desde que todo ese drama inició. Dejó de prestarle atención cuando sintió una mano en su hombro.

— Vamos… si no vas por ella y le dices lo que nos acabas de decir te pateare el trasero, Hielito. Solo por hoy dejare que me ganes en algo: declararte primero que yo —una sonrisa se dibujó en su rostro.

— No te defraudare, Flamita —y dicho esto se dio la vuelta y volvió a salir del edificio, acompañado por las porras de sus camaradas y en dirección a la estación de trenes, sin percatarse, de que había dejado de llover, desde hace un rato.

— Natsu… —le llamó su angelical voz por detrás, la miró de reojo aun sonriendo.

— ¿Sí, Lucy? —preguntó curioso. No pudo decir más, al sentir la cálida mano de Lucy entrelazando la suya su sonrojo le impidió hacerlo. Bueno… haber si uno de esos días se armaba de valor también. Su secreto no podría ser menos obvio. Al igual que el de Gray.

…~~~

— El tren con destino al gremio Lamia Scale sale en cinco minutos. Favor de entrar ya a los vagones —anunció una de las tantas trabajadoras de la estación por medio del altavoz. Juvia suspiró con amargura.

Todavía quería hacerse la idea de que a partir de ese día —o mejor dicho noche— ya no volvería jamás a su amado gremio. Era difícil de aceptar, pero Gray se lo había dejado muy claro, no tenía intención alguna de perdonarla. Y tenía toda la razón de no hacerlo. Había sido egoísta, y cobarde. No merecía el amor de su Gray-sama.

— Juvia-chan, ya es hora de irnos —dijo Lyon detrás de ella. Juvia asintió, despacio y sin ganas y ambos se aproximaron a uno de los vagones.

La gente iba y venía, no pudo evitar echarles un breve vistazo. Y en medio de tanto bullicio, a pesar de la hora que era y el frío que hacía, logró distinguir a una pareja. La chica ya estaba en el tren, se asomaba por una ventana mientras sujetaba las manos de su amado, que la veía con tristeza.

— No te vayas por favor… —suplicó el muchacho con lágrimas en sus ojos.

— Sabes que sólo venia por un viaje de negociones de mi padre. Debo volver a mi hogar —le respondió.

Juvia los miraba extrañada, parecía una escena sacada de telenovela barata. Y al parecer sólo ella se había dado cuenta. ¿Alucinaba cosas? No, no era eso. Si fuera así se los habría imaginado a ella y a Gray, no a unos completos desconocidos.
Gray-sama.

Que romántico hubiera sido que él fuera a buscarla a la estación, impidiéndole su huida y profesándole su amor eterno… pero debía dejar de soñar. Eso no era más que una fantasía. De esas que no se cumplen, por mucho que uno lo quiera.

— ¿Juvia-chan?—

— Nada, vamos Lyon-kun.—

Y entraron al vagón del tren. Sabiendo en el fondo de su corazón, que eso estaba mal.

…~~~...

Gray no paró de correr, y aunque tuvo demasiadas dificultades en llegar a la estación por el piso resbaloso lo logró. Ya había llegado pero no se detenía, hace poco había escuchado que anunciaban la salida en cinco minutos. Y sí, estaba muy agotado, pero no se iba a rendir por algo como eso. No de nuevo.

A lo lejos distinguió una extravagante cabellera azul, meciéndose por la brisa. Era Juvia, no había duda alguna.

— ¡No te vayas Juvia! —gritó con la voz ronca, ella no pudo escucharlo. Justo en ese momento el pitito del tren que anunciaba su salida hizo presencia. Y éste comenzó a rodar sus ruedas mientras el humo salía de la chimenea de la cabina— ¡Juvia!
Comenzaba a desesperarse, el tren iba a salir antes de lo previsto ¿Qué podía hacer?

Ella no lo escucharía ya, pero no quería rendirse y menos ante Lyon. Solo podía interponerse en el camino del tren, y rezar porque saliera vivo de esta. No tenía nada que perder, excepto su vida, ¡pero a quien le importa! Lo que quería más en esos momentos era estar con Juvia, no con cualquier otra. Sólo con ella.
Y si tenía que morir para lograr su cometido, que así sea. Natsu había cometido muchas locuras en su vida, pues ya era su momento de hacerlo.

Sin dudar Gray siguió corriendo a un lado del tren, que ya se movía y cuando vio el final de la estación saltó hacia los rieles cayendo de pie en estos e inhalando la mayor cantidad de aire que sus pulmones pudieran almacenar. También, preparándose mentalmente para su declaración. Solo tenía una oportunidad.
El tren todavía no lo había visto y si él fallaba… moriría.

…~~~

Juvia miraba distraída por la ventana, ya que no podía ver a los ojos a su acompañante y posiblemente en un futuro "novio".

No hacía falta en realidad, el albino estaba muy entretenido comprando algunos dulces y golosinas para ella a una señora con un carrito que se dedicaba a vender comida dentro del tren. Cerró los ojos —cansada por ese día tan pobremente alentador— cuando le pareció escuchar no muy lejos la voz de un chico que gritaba su nombre. Los volvió a abrir y sorprendida volteó a ver a Lyon.

— ¿Lyon-kun, has llamado a Juvia?—

El muchacho tardó unos minutos en responder, confundido.

— No lo he hecho.—

Ella arqueó una ceja, más confundida que él. Había jurado escuchar la voz de un chico llamándola…

De pronto, un alboroto se armó en el tren. Uno de los pasajeros gritó:
— ¡Detengan el tren, hay un muchacho justo enfrente de nosotros!

No perdieron el tiempo, los demás pasajeros pronto estaban recargados en las ventanas, intentando ver a la persona "suicida". Entre ellos Lyon.
Juvia simplemente se quedó inmóvil en su asiento, sin hacer nada. Con un pulso demasiado alto. Tenía una vaga idea de quién era el muchacho en el camino, pero… ¿No podía ser él, cierto?

— Oigan… ¿Qué no es uno de los magos del gremio de la ciudad? —cuestionó una anciana no muy lejos de ella.

— ¡Sí lo es! —respondió un hombre.

— Es el exhibicionista. El mago de hielo alquímico —dijo una joven.

— ¿Gray? —preguntó para sí mismo Lyon, sin entender que pasaba ahí. Quiso preguntarle a la Lockser, pero cuando se dio la vuelta su asiento estaba vacío. No había nadie aparte de él.

…~~~

En la cabina todo era un caos.
Los trabajadores y el maquinista no sabían qué hacer, nunca antes les había ocurrido un caso como ese. La gente no dejaba de gritar cosas como "Paren ¿Qué acaso quieren matar al muchacho?" o "Que se quiete del camino si quiere vivir, yo tengo prisa". No sabían a quien hacerle caso y por si fuera poco con cada segundo que pasaba el tren se acercaba más y más al chico, que aun no se movía. Parecía en verdad que quería morir.

— Maldición, justo tiene que ocurrir esto el día que tenemos menos personal —murmuró el maquinista rascándose la nuca, todavía sin saber qué hacer. Una voz femenina a sus espaldas le hizo reaccionar.

— ¡Por favor dejen pasar a Juvia!, ¡es importante!—

— ¿Y ahora qué sucede?—

— No puede entrar señorita. Solo el personal autorizado puede y…—

— ¡Pero es importante! ¡Gray-sama va a morir!—

— Oye —le llamó el robusto hombre a su compañero, éste volteó a verlo— Déjala entrar.

— Pero señor, usted sabe que…—

— Sólo hazlo —ordenó. El escuálido muchacho no tuvo otra opción, de mala gana abrió la puerta y Juvia entró de golpe. Respiraba agitadamente y era obvio para todos, estaba preocupada, mucho.

— Gray-sama ¿Gray-sama está justo al frente del tren no es cierto? —cuestionó. El maquinista no respondió, alguien más lo hizo por él, logrando que su corazón pareciera salirse de su pecho.

— ¡JUVIAAAAAAAAAAAA!, ¡TENGO ALGO QUE DECIR, SAL DEL TREN!—

Incrédula abrió la ventana del cuarto y se asomó por ella, sus azulados ojos se abrieron por la sorpresa, un sonrojo en sus mejillas apareció involuntariamente.

Gray-sama ha venido por Juvia…

El maquinista todavía no entendía nada. Pero no era necesario, no del todo. Molesto, habló por el altavoz que la cabina poseía.

— ¡¿QUÉ DEMONIOS DICES CHICO?! ¡ELLA NO PUEDE BAJAR DEL TREN ASÍ COMO ASÍ!— El chico debía ser muy tonto en su opinión, o debía quererla demasiado. Quizá ambas. Definitivamente ambas.

— ¡ENTONCES DETENGA EL TREN DE UNA VEZ VIEJO! —respondió gritando.

Al menos ya tenía una razón convincente para hacerlo, no lo dudó, un metro o dos antes de Gray el transporte se detuvo, logrando éste que suspirara aliviado, un poco más y habría resultado fatal.

Desde su vagón, Lyon y el resto de metiches veían todo lo acontecido hace poco. Juvia, que se encontraba en la cabina, sentía que podría desmayarse pronto. La había ido a buscar, en verdad lo había hecho.

— Por fin —Ya no tenía que temer por su vida, pero ahora venía lo más difícil de todo: la declaración— Juvia, quisiera que bajaras del tren y que solo tú me escucharas, pero como alguien dice que no se puede… —miró con molestia al hombre a un lado de ella— tendré que decirlo aquí, enfrente de todos esos metiches.

Algunas risas y quejas se escucharon alrededor de los vagones, obviamente lo habían escuchado.

— Gray-sama…—

— Estúpido niñato, él es el que se ha interpuesto en el camino de mis pasajeros —refunfuñó el maquinista, que naturalmente fue ignorando.

Gray inhaló aire de nuevo, y aunque lo único que quería era salir corriendo de ahí, se armó de valor y no lo hizo, en parte también porque sus piernas temblaban como gelatina y se caería al primer paso.

— Juvia yo… yo te… —dudó— Te-te a…—

— ¡Declárate de una buena vez mocoso, tengo prisa! —gritó alguien a lo lejos.

— ¡Cállese, yo no le pedí tomar este maldito tren! —respondió cabreado. Lyon resopló, su amigo de la infancia nunca cambiaría— Yo… ¡Maldición! ¡YO TE AMO JUVIA! ¡Te amo como no tienes idea y no podría vivir en un mundo sin ti, entiendes! ¡No quiero que te vayas con el idiota de Lyon, que se que está en el tren escuchándome ahora mismo! ¡Quiero… quiero pasar el resto de mi vida contigo!

— G… Gray-sama… —balbuceó ella, desbordando un mar de lágrimas. No pudo aguantar más. Como pudo saltó por la ventana ocasionándole un casi infarto al conductor y corrió por las vías hacia el azabache, que respiraba con dificultad y estaba sonrojado a más no poder, igual que ella.

Se lanzó a sus brazos, tumbándolos a ambos.

— ¡Yo también te amo! —exclamó sin miedo, Gray correspondió su abrazo con una sonrisa y un sinfín de aplausos y gritos conmovedores acompañaron la escena.
Las mujeres y ancianas lloraban como nunca, envidiando a la chica por tener a un hombre tan apasionado. Los hombres y ancianos se sentían avergonzados de sí mismos, por nunca haber hecho algo parecido por sus esposas, y los niños se quejaban de que era lo más cursi que habían visto en su corta vida. Incluso el conductor sonaba su nariz una y otra vez con un pañuelo de tanto moquear.
Tanta era la conmoción que nadie se dio cuenta del momento en que Lyon bajó del tren por la misma ventana que Juvia, yendo frente a la pareja de magos. Hasta que habló fue que se dieron cuenta de su presencia.

— Um, supongo que no puedo superar esto, por más que quiera.

Gray lo miró con recelo e instintivamente puso uno de sus brazos alrededor de la cintura de Juvia, quién lo observaba sonrojada.

— Lyon-kun, Juvia lo siente mucho pero…—

— No hace falta Juvia-chan —la interrumpió con una sonrisa, para su sorpresa y la de Gray— En realidad ya esperaba esto, aunque mucho antes ¿Tan lento eres, Gray?

— ¿De qué hablas? —preguntó. Ya se había levantado de las vías, al igual que Juvia. Lyon seguía sonriendo, confundiéndolo de sobre manera.

— Oh vamos ¿Cómo pude perder ante un idiota así? —Se preguntó frotando su sien, el gruñido de parte de su amigo lo hizo reír— No te pongas así, Gray. No es mi culpa que reaccionaras tan lento, y yo que pensaba que con un beso bastaría…

Tanto el Fullbuster como ella lo observaron sin entender. Suspiró.

— Digámoslo de una forma más fácil ¿quieres? Intenté ponerte celoso para que te dieras cuenta de lo que sentías por Juvia-chan. Quería que estuvieran juntos y no me gustaba verla sufrir tanto por tus idioteces. ¿Ya captas, o te hago dibujitos? —preguntó al finalizar su explicación breve.

— ¡QUÉ! —exclamó la pareja al mismo tiempo. ¿Todo había sido un plan de Lyon?

— Yo… pero tú… tú la besaste y… eres mi rival en el amor… yo… —las palabras comenzaron a enredarse en la boca de Gray, de un momento a otro dejaron de tener sentido común. Juvia estaba en el mismo estado, totalmente sorprendida.
Hasta que una mano revolvió sus cabellos de manera cariñosa, y salió de su laguna mental. Se sonrojo más al ver que se trataba de Lyon.

— Perdón por todos los problemas que te cause Juvia-chan, lo único que quería era que fueras feliz.—

La chica sonrió y negó su cabeza con suavidad.
— Juvia entiende.

Ya no había razones para seguir peleando o sufriendo en vano, todo había resultado bien, a final de cuentas. Por fin la lluvia de sus corazones había parado.

— Oe Gray —le llamó, interrumpiendo su discusión mental que todavía no llegaba a su fin. El aludido lo observó con duda— Esta vez te he dejado ganar, pero si llegaras a romperle el corazón a mi querida Juvia-chan no creas que me rendiré. Será mía si eso pasa —concluyó.

— No me lo tienes que decir dos veces —respondió avergonzado, cosa que hizo reír a los otros dos antes de que fueran interrumpidos por los gritos del maquinista, que después de todo ese drama, seguía sin poder avanzar su tren.

Tuvieron que quitarse del camino, o iban a ser atropellados. Después todos siguieron su curso.

El tren por fin pudo salir de la estación, con algunos contratiempos y retrasos, y Gray y Juvia decidieron volver al gremio, para darles la buena nueva de que ella no se iría y ahora eran una pareja, oficialmente. Lyon decidió acompañarlos para disculparse con los demás y aclararles el malentendido en que los había involucrado sin querer, y aunque Gray refunfuñó todo lo que pudo, no logró evitarlo. Después de todo seguía sintiendo celos de él. Y aun así… fue gracias a su amigo y su no muy bonito plan que ahora él y Juvia se habían confesado su amor; demostrándoles que al estar lejos el uno del otro no iban a llegar a nada. Que su destino era estar juntos, que esa era su felicidad. La simple presencia que se daban mutuamente.

Quizá no era un tipo tan malo después de todo…

Una sonrisa surcó sus labios al pensar en ello, pero desapareció con las siguientes palabras del Bastia. Y fue remplazada por el sentimiento de querer matarlo ahí y ahora.

— Juvia-chan~ ¿Qué te parecería tener un amante de hielo alquímico?—

— ¡Lyon bastardo!—

¡A la mierda todo lo que hizo por ellos y el hecho de que fueron amigos de la infancia! Lyon no saldría vivo de esta.

Fin~
[Fairy Tail][Gruvia] Without you. 14udg6a

Y despues de cinco meses o mas de inactividad.. ¡Este fic llega a su fin! x'3
Gracias a todos los que comentaron, y que lo siguieron sin razon alguna, no saben lo que me costo este fic, de mi pareja favorita<3
Ya estoy trabajando en otro, que pronto subire owo~
¡MUCHAS GRACIAS!~ :3

por Seira Mar 28 Oct - 14:55

Ni Hao!

^v^ Hermoso final!
Realmente me ha gustado mucho!
Gray es muy lento, mira que no dejar que Juvia diera explicaciones, también es un suicida XD
Espero ver pronto tu próximo fic ^v^

XaItO <3 <3 <3

por **Mar.** Mar 28 Oct - 21:53

Me encantó el final! Me emocioné mucho [Fairy Tail][Gruvia] Without you. 806683

Lo único que me ha dejado picona es la falta de un beso allí :/
Igual me fascinó Very Happy

Gran trabajo como siempre Lari-nee!
Espero ver pronto el siguiente Very Happy

Saludos*

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