[Song-Fic]♥Love is war♥

Y una vez más mi caminar paró en seco cuando te vi después de clases, ahí parado en la entrada, esperando por tus amigos, con esa magnífica y perfecta sonrisa adornando tu rostro.
Ese día, lo decidí…

Aparentemente esa tarde estaba a punto de llover, el cielo se había teñido de gris y cada vez mas y mas nubes llegaban para hacer juego con este, de por sí ya estaba oscureciendo, el paisaje nublado no ayudaba mucho.
-¡May!- oí a mis espaldas, cuando voltee mi cabeza, vi a mis mejores amigas en el colegio, eran Misty y Dawn.
-¿Qué pasa?- pregunte volteando mi cuerpo completo.
-¿Iras?- pregunto la peli azul con notoria ilusión en sus palabras.
-¿Ir? ¿A dónde si se puede saber?- pregunte con algo de sorpresa, no tenía nada que hacer así que ni idea tenia de lo que estaban hablando.
-¡A la fiesta de Gary! ¡Todo mundo va estar ahí! ¡Nadie de la escuela va a faltar! ¡No puedo creer que no te hayas enterado!- me echaba Misty en cara, yo solo incline mi cabeza un poco, seguía sin entender con exactitud. -Nunca me imagine que fueras así de despistada.- suspiro ya con resignación.
-Pero… ¿Qué tiene que ver la fiesta de Gary conmigo?
-¿Qué no entiendes?- se irrito de nuevo la peli naranja.
-¡Es tu oportunidad para acercarte a Drew!- secundo Dawn con brillo en sus ojos.- Imagínate, tu y el bailando un vals bajo la luna llena… ¡Que romántico!- decía con aire soñador.
-¡Esperen!- capte la situación, la cual no era muy favorable.-Yo…- no pude terminar mi oración porque fui interrumpida.
-¡Ay May! No me digas que aun no te decides si confesarte o no- dijo Misty con algo de enojo, el cual no era para menos, es decir, varias veces ellas dos me han conseguido oportunidades con Drew, pero yo nunca he sabido aprovecharlas, siempre que empiezo una conversación termina transformándose en una discusión.-Si se te nota a kilómetros que te gusta, para mí que a él ya lo sabe y creo que también siente lo mismo por ti.
-¿En serio?- dije mientras me ponía algo roja y sentía que me encogía cada vez más.
-¡Claro!- aseguraron las dos al mismo tiempo.
-Bueno, pero, eso no era lo que quería decirles…- les dije con una pequeña sonrisa nerviosa, no pude evitar comenzar a jugar con mis dedos.
-¿Entonces…- Misty volteo a ver a Dawn.
-…Qué?- completo la oración la peli azul parpadeando confundida, yo solo reí nerviosamente.
-Verán…jejeje…- mis ojos se fueron instantáneamente hacia el cielo y una mano se poso en mi nuca.-Es que no tengo nada que ponerme y la verdad me quede sin dinero hace una semana.- dije desanimándome un poco.
-¡No te preocupes! ¡Hemos entrado al campo de guerra y te aseguro que no perderemos!- la oji verde se lleno de ánimos los cuales me contagio.
-Eso significa ¡Que iremos de compras!- dijo Dawn mientras sacaba una tarjeta dorada de su cartera y nos guiñaba un ojo a mí y a Misty.
-No hay tiempo que perder- y con esto dicho, no fuimos camino al centro comercial más cercano, solo teníamos unas cuantas horas para elegir nuestras armas.

-¿Qué tal este?- pregunte saliendo del vestidor con vestido azul con verde, algo largo y muy sencillo. Mis compañeras que estaban sentadas en frente del cuarto que me servía para cambiarme, solo me enseñaron su pulgar hacia abajo en forma de negación, eso significaba tener que entrar otra vez y volver a ponerme otro vestido para volver a salir y ver el pulgar juzgador de mis amigas.
-Bueno ¿Y cómo planeas acercarte a Drew evadiendo a todas las chicas del colegio?- me pregunto Misty por fuera del vestidor.
-Si te soy sincera… - dije mientras me quitaba el vestido.-No tengo un plan especifico-. Dirigí mi mirada hacia el montón de prendas que reposaban colgadas en un tubo colocado de lado a lado, vi uno morado con negro bastante ampón de la parte de abajo con un corte recto en el corsé.- ¿Qué les parece este?- Salí y me encontré con el pulgar negativo de nuevo.
-¿Pero y si alguien lo arruina? Es decir, creo que debe de haber más de una chica que esté pensando lo mismo que tu- esta vez fue la voz de Dawn quien hablo, sus palabras me asustaron un poco.
-¿Cómo… lo mismo que yo?- conteste con otra pregunta algo insegura, mis manos, las cuales sostenían un vestido amarillo, empezaron a apretarlo cada vez mas.
-Creo que Dawn tiene razón, muchas verían una fiesta como una magnífica oportunidad para expresar sus sentimientos hacia la persona que les gusta, y no creo que tú seas la única que está enamorada de Drew- las severas palabras de la oji verde de alguna manera habían provocado un efecto en mi, mi cabeza la incline un poco hacia abajo.
-Tienen razón, creo que tal vez solo me estoy haciendo ilusiones… por un momento creí en la posibilidad de que tal vez…- me puse el vestido y salí cabizbaja de nuevo.
-May…- dijo Dawn con un poco de lastima en su tono.
Si tal vez fui tonta al creer que yo podría haber tenido una oportunidad con el chico más popular de la escuela, hay chicas más bonitas que yo, chicas que tendrían millones y millones de más posibilidades y oportunidades que yo.
-¡UY! ¿Pero qué es eso?- una voz chillona me saco de mis pensamientos.
Todas volteamos solo para encontrarnos con Brianna y su grupo de amigas cargando un montón de bolsas, que nos miraba con cara de asco.
-¿Qué haces aquí?- pregunto Dawn levantándose de su asiento, la peli roja solo se acomodo sus lentes de sol en la cabeza.
-Es un centro comercial queridita, es un lugar público, aunque… esa pregunta te la debería estar haciendo yo a ti-. Su sequito no tardo en reírse de la “broma” de su líder. Su mirada cambio de dirección hacia mí, de una expresión burlesca cambio a una seria. –Así que los rumores eran ciertos…- se dijo a si misma sin quitarme la mirada de encima.-¿Acaso tu estas tratando de lucir lo mejor posible para seducir a mi Drew?- me pregunto mientras una risa burlesca salía de su boca.
Apreté los dientes.- ¡No es tu…- no pude terminar, ya que mis amigas empezaron a defenderme.
-Oh vamos Brianna- dijo Misty con los ojos cerrados, alzando sus manos a la altura de sus hombros en una pose de sabelotodo.-¿Es que acaso no soportas algo de competencia?- cuestiono abriendo un ojo y dibujando una gran sonrisa en su rostro, ella si sabia como tratar con gente como ella.
La peli roja frunció el ceño, pero luego paso a sonreír de nuevo. -¡Hm! ¿ella? ¿Competencia?- dijo apuntándome con el dedo índice.- no me llega ni a los talones, pero como quieran, jueguen a la niña bonita mientras puedan, jajaja- y con aquella presuntuosa carcajada se fue de ahí.

Entre al vestidor una vez más, esta vez no me iba a dar por vencida, tome el primer vestido que vi
-No perderé…- susurre, mientras rápidamente me ponía el vestido.
-¿Eh?- se limitaron a decir mis amigas al otro lado.
-¡No perderé!- abrí la cortina de golpe y me encontré con la sonrisa de ambas al verme en ese vestido rosa. No era mi estilo, ni estaba cómoda con lo ajustado que era, pero todo vale… en la guerra y en el amor, que si lo piensas bien, ambas son la misma cosa: Misty y Dawn eran mi apoyo, mis refuerzos, mi enemigo era el corazón de Drew, si le ganaba, lo dominaba, pero ahora tenía un enemigo más que vencer, el cual peleaba por el mismo territorio, pero… estaba más que segura que no perdería.
-Definitivamente…- dijo Dawn mientras cerraba los ojos y esbozaba una sonrisa tranquila.
-Esta lista- concluyo Misty mientras ponía una mano en su cintura.

Ya era de noche, tuve algo de miedo, pensando en que Brianna se me pudo haber adelantado. Apenas baje del auto y la música se empezó a escuchar, aparentemente sí que había fiesta.
-Bueno, que te diviertas- me dijo mamá ya que ella me trajo, y luego alzó la mano en forma de despedida.
-No te preocupes, lo hare, le devolví la sonrisa.
Apenas vi como el auto desapareció de mi vista, borre la sonrisa para dejar escapar un suspiro, solo para quedarme expectante en frente de la puerta de la gran mansión, no sabía si entrar o no, algo dentro me esperaba, algo nuevo, pero con un viejo sentimiento, ahora me sentí mas determinada, pero más insegura, supongo que son síntomas de la batalla.
Llegue a la fiesta algo tarde, me sentí rara al notar como todos se me quedaban mirando en cuanto entre, unos embobados, otras, se quemaban en sus propios celos, yo estaba que me moría de la vergüenza.
Estas sí que eran medidas desesperadas, esto si era esfuerzo, tantas veces ya había tratado de hablar con él como lo que era, una chica, pero siempre terminaba a los gritos, ya era costumbre, pero hoy le haría ver mi lado más femenino, estaba dispuesta a ganar esta lucha.
Misty y Dawn me avisaron que iban a llegar después, que no me preocupara por ellas.
-¿May? ¿Eres tú?- voltee y vi a cierto peli verde caminando hacia mí.
-¡N! digo… ¡Profesor N! ¿Qué haces usted aquí?- pregunte algo exaltada al ver como uno de mis profesores se encontraba aquí, en una fiesta para jóvenes, bueno no es que sea viejo ni nada, es cuatro años mayor que yo, yo tengo 16 y el supongo que 20, pero por su inteligencia logro graduarse como profesor de una de las más grandes universidades.
-Oh vamos May, es una fiesta, deja las formalidades para después- bromeo. –La verdad es que soy amigo del abuelo de Gary y pues vine solo a hacer una investigación con él y estoy buscando su laboratorio y aun no lo encuentro y… –Dijo rascándose la cabeza. – me perdí- dijo con una sonrisa algo nerviosa. ¿Y me dicen a mi despistada?
-Bueno que tanga suerte.
-Las formalidades- se quejo.
-Que tengassSS suerte- le recalque para luego irme.
Tenía que encontrar a Drew, pero aparentemente no lo haría, la mansión estaba llena, tenia quien sabe cuántos pisos y encontrarlo sería muy difícil.
-Oye N…- voltee para encararlo una vez más.
-Dime- dijo mientras se volteaba ya que también estaba a punto de retirarse.
- ¿No has visto a…?- no me dejo terminar, al parecer yo era demasiado obvia.
-¿Larousse? Creo que estaba en el piso número cinco.
-Piso número cinco…- memorice. -¡Bien! ¡Gracias!- exclame con alegría, mientras emprendía paso rápido hacia las escaleras.
Recargue mi mano en el barandal y mire hacia arriba, las escaleras parecían nunca acabar, un tic nervioso se apodero de mi parpado inferior; con tan solo de observar lo que tenía que subir, la flojera comenzaba a recorrer mi cuerpo.
-¡Tu!- escuche la chillona voz de cierta chica peli roja, voltee y mis oídos no me habían engañado, se trataba de Brianna quien aparentemente acababa de entrar, pero sin pensarlo dos veces se dirigió corriendo hacia las escaleras también.
Por mi parte, me eché a correr cuesta arriba.
Escalón por escalón, y para acabarla traía puestos zapatos de tacón.
Apenas llegue al primer piso y los obstáculos empezaron. Todo un desfile de vestidos apareció frente a mí, había demasiada gente en ese piso el cual era iluminado solo por una bola de cristal en el techo, haciendo que varios colores brillaran por todo el lugar.
-¡Hey May! Qué bien luces hoy- me decían mis compañeros de clase que se cruzaban en mi camino.
-Ahora no, ¡con permiso! ¡Abran paso!- trataba de colarme por los huecos y espacios que dejaban entre cuerpo y cuerpo, pero era casi imposible pasar sin ser aplastada, obvio que tomaría el riesgo.
-Que divertida esta la fiesta
-Tienes razón
-Y entonces me dejo
-No puedo creerlo
Por donde pasaba escuchaba conversaciones ajenas y yo seguía ingeniándomelas para abrirme paso entre la multitud. Entonces la vi, a Brianna que apenas y la tocaban, claro, ser popular era bueno, ella se abría paso fácilmente quitando a los estudiantes “inferiores” a ella, mientras que todos me ignoraban.
Claro que eso no fue lo que más me enojo, no, el motor que tenía mi sangre hirviendo era esa mirada altanera que me dirigió mientras yo la miraba con rabia.
Ella había ganado una pelea, pero no la guerra.
Desesperadamente empecé a empujar a la gente, me hacía gracia en tan solo pensar que una chica como yo lo estuviera dando todo por un amor que quizá no sería correspondido.
Llegue al piso número dos, quien sabe cómo.
Brianna ahora tenía la delantera, y la podía ver a lo lejos, ya estaba caminando por las escaleras para llegar al tercer piso.
Voltee para ver qué tipo de cuarto era ese, parecía más tranquilo que el otro, había mesas por todos lados, sillones y maravillosas luces neones alumbrando, lo cual hacia que las cosas blancas brillaran de su color, además se escuchaba música techno por el lugar. Creo que empiezo a entender, cada piso se convierte en un cuarto diferente, no, en un campo de batalla distinto.
Saque mi celular, en ese momento se me ocurrió un plan, hasta yo misma me sorprendí.
-¿Bueno? ¿Misty?- pregunte una vez que contestaron.
-¿May? ¿Dónde estás?- me pregunto.
-En la fiesta, necesito que vengan tu y Dawn para acá en este instante- le dije casi en forma de orden a mi amiga, no era que quisiera parecer mandona pero en esos instantes el tiempo era crucial.
-Eso no será necesario.
-¿A qué te refieres?- le pregunte
-Te mentí, llegamos mas temprano que tú, sabíamos que tal vez ibas a tener problemas así que conseguimos ayuda.
-¡Genial!, ayuda es lo que necesito- la alegría y seguridad volvieron a mí, esto parecía más bien una persecución que una declaración, pero ya me estaba acostumbrando a las metáforas de guerra.
Subí hasta el piso número tres, era como una especie de bar, pero no repartían bebidas alcohólicas sino refrescos y aguas de sabor. Al fondo del pasillo vi a Misty y a Ash, otro compañero de clase, ambos vestidos de camareros distrayendo a Brianna con su “servicial” carácter.
-¡Ya les dije que no quiero nada!- grito la peli roja.
-¿Segura? Se ve muy flacucha, estoy segura de que necesita comer algo, y estos bocadillos son la solución- decía Misty tapándole el paso mientras le enseñaba la bandeja de comida que cargaba en su mano derecha.
-Además estoy seguro que le gustaría tomar un poco de refresco para acompañar el refrigerio ¿no?- Ash también sostenía una bandeja pero esta tenia sodas y aguas.
La peli naranja se dio cuenta de mi presencia, y me dirigió una sonrisa determinada, sabía lo que significaba, ellos la detendrían por mí, así que no tenía tiempo que perder.
Seguí corriendo, rodee a Brianna, la cual se percato de que yo me había adelantado, su mirada shockeada fue una de las mejores cosas que pude haber visto en mi vida, comencé a subir las escaleras sin dejar de mirarla, pero esta se borro en el instante en que la oji verde empujo a Misty, haciendo que todos los bocadillos mancharan su ropa en el piso.
-Eso lo tienes bien merecido- se burlo la enemiga, las risas de los presentes comenzaron, todo el tercer piso se burlaba de la cruel acción de Brianna.
Quise bajar y defender a una de mis mejores amigas, pero cierto chico azabache se me adelanto.
El extravagante vestido naranja de la susodicha se vio sucio de una gran mancha café, cortesía de las bebidas que Ash cargaba.
-¡Oh! Lo siento…- dijo el chico de ojos castaños con un tono serio mientras que la miraba desafiante.
-¡Me las vas a pagar!- chillo la chica de la prenda mojada con el ceño fruncido, yo sonreí desde las escaleras y me dispuse a seguir, cada vez estaba más cerca de vencer.
El cuarto piso fue el más apacible de todos, casi no había nadie, solo algunas parejas que bailaban al compas del vals que sonaban de las bocinas ubicada en cada esquina del salón, era un ambiente romántico, en el cual no estaba dispuesta a quedarme.
-¿Me permite esta pieza?- me pregunto un chico de cabellos blancos.
-Emm… estoy ocupada, creo que será después.- le dije tratando de alejarme y seguir con mi camino, pero voltee para atrás y estaba Brianna, quien me buscaba con la vista.-¿Sabes qué?- le dije al chico.-Mejor si- dije sin rodeos mientras lo agarre del hombro y empezaba a dar vueltas con él.
Cuando menos me di cuenta, ya habíamos llegado al otro lado, evadimos a todas las personas bailando.
-Gracias por el baile- me dijo el chico besándome la mano, me sonroje un poco.
-Cla…claro, si me disculpas, me tengo que ir- y con esto dicho llegue a las escaleras que me llevarían a la cima.
Antes de llagar hasta arriba, me acomode mi cabello y el vestido, tratando de no lucir cansada o sofocada por la persecución que había tenido.
Una vez terminada la acción, me dispuse a subir lenta y tranquilamente.

Cinco escalones, ¡cinco escalones! en cinco escalones estaría por fin con él, cara a cara, cuando mas debería estar emocionada, esa sensación de querer echarme para atrás apareció repentinamente en mi cabeza.
La luna se asomaba en el techo de cristal, recordándome con su luz, el por qué estaba aquí, el por qué había llegado tan lejos, haciendo un desastre, dejando a mas de una persona sorprendida por la determinación que había llegado a tener; ese día sentí todas las emociones existentes, me enoje, entristecí, me asuste, me estremecí, me determine, pero, en todo el día, lo que es estar alegre… feliz, no lo había sentido y aunque la luna me diga que estoy a punto de vivirlo… siento que no es así.
Un mal presentimiento pálpito en mi corazón cuando vi a Dawn al final cuarto, como si me hubiera estado esperando con una mala noticia, voltio y se acerco a mí, no pude evitar que las lágrimas cayeran.

-Lo siento May- me decía Misty una vez afuera del edificio, me encontraba triste, debía admitirlo, ¿Cómo alguien puede confundir a un hombre con una mujer? Y para colmo de males un genio, yo buscaba a Drew Larousse, no a Marian Larousse, ¿Cómo ese tal N puede ser un genio? Definitivamente no tiene perdón.
-Vamos May, deja de llorar…- la voz de Dawn hablo tratando de consolarme.
-No estoy llorando- le dije con la mirada baja, pero algo graciosos paso por mi mente haciéndome reir un poco.
Mis amigas se dirigieron una mirada entre ellas, sabía lo que significaba, no entendían el motivo de mi carcajada.
-Lo siento, es que…- dije pero la risa no me dejaba terminar. –Hicimos todo lo que hicimos para nada, pero aun así me divertí y lo más divertido fue lo que paso con Brianna- dije mientras las volteaba a ver a la cara, la peli naranja si comprendió y empezó a reír conmigo, mientras que Dawn nos miraba con reproche.
-Vaya, ¿desde cuando guardan secretos?- pregunto en forma de juego.
-¿Cuál secreto? Con el video que Gary tomo, seguro toda la escuela se entera mañana de todo el ridículo que Brianna armo- respondió la oji verde.
Les sonreí a las dos.
-¿Y qué vas a hacer ahora May?- me pregunto la peli azul.
-Nada…- me limite a contestar.
- ¡¿Como que nada?!- cuestionaron al unísono.
-No me refiero a nada nada, lo que quiero decir es que ya habrá más oportunidades, porque yo… de verdad lo quiero.-
Mi corazón empezó a palpitar, sabía que lo que yo sentía era verdadero, y si él no lo quería ver, pues ya era hora de mi revancha, el falto a la fiesta, no vio todo mi armamento, pues ahora bien, tenia incluso el beneficio del ataque sorpresa.

La mañana estaba más nublada que el día de ayer, lo supe en el momento en que abrí las cortinas.
Hoy había escuela, ¿a quién se le ocurría hacer una fiesta a mitad de semana? Solo a los niños ricos que tenían para los gastos de cien fiestas en un día, pero no me enoja las ojeras que me quedaron, de cierta manera las veía como un rasgo más atractivo en mi, sentía que hoy al fin haría que Drew cayera a mis pies, que me notara como la chica que en verdad era, de todas maneras el tuvo la culpa, fue él el que no me dio la oportunidad de declararme, hoy pagaría las consecuencias.
Cambio de planes…

El timbre de salida se oyó en todo el edificio, sabía lo que significaba, hora de poner el plan en marcha.
La lluvia empezó a caer a cantaros, la puerta de salida estaba llenas de chicos que al igual que yo, no habían traído paraguas para protegerse de las gotas de agua que caían del cielo, ellos por despistados, lo mío, tenía su maña, trate de buscar entre la multitud a cierto y particular chico peli verde, no tarde mucho en encontrarlo, estaba rodeado por sus amigos, estaba dispuesto a irse, se me hizo raro que sus amigos se despidieran y se fueran adentro del edificio, lo dejaron solo, pero bueno, así era más fácil para mí, el destino por fin se puso a mi favor.
-¡Drew!- le llame antes de que se alejara más con su paraguas negro en mano.
-¿May?- volteo, yo sonreí, no como una chica que se derrite por que el chico que quiere se acuerda de su nombre, no, mi sonrisa significaba que el plan de seducción daba inicio, y una vez que acabe, el será el que se declare, pues caerá ante los imponentes encantos femeninos que hace 24 horas desconocía que tenia… mi mejor arma sin duda.
Hoy me di cuenta que tienes aliados, tienes enemigos, tienes tus riesgos, tienes tus armas… pero, tarde llegue a comprender que lo que más se necesita para ganar es una estrategia, por que el amor… es guerra.