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Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Shana ~ Dom 19 Mayo - 13:47
―Sorprendido ¿no? ―continuaba divertido el castaño.
―Si tú lo dices... ―replicó fingiendo desinterés― Solo un poco ―acotó tras la
mirada inquisitiva del otro.
― ¿Un poco eh? A mí me parece increíble. Pensar que un Balance haya aparecido
en esta ciudad... Eso si es algo inquietante ―hablaba emocionado.
El peli-verde no generó respuesta alguna, dándole oportunidad de hablar a su
amigo.
―Ahora mismo... El ingreso de esa chica debe estar en boca de todos...
―menciono con más seriedad.
La cafetería. Un amplio lugar que se ubicaba en la planta baja y en una de las
esquinas del establecimiento. Ahí habían tres filas de mesas puestas
verticalmente, a los lados las amplias ventanas con las cortinas color crema
recogidas, dejando apreciar, a través del cristal, un pequeño pero hermoso
jardín repleto de azucenas fraganciosas que perfumaban el ambiente. Sólo
mujeres trabajaban ahí, caminando de aquí para haya en su pequeño espacio de
trabajo; servían lo más rápido que podían a los alumnos que se acercaban al
mostrador para pedir sus alimentos, y claro, pagar por él. Las muchachas de
cabello castaño y blanco, se encontraban sentadas en la primera mesa de la
fila. Bebían un par de jugos de naranjas, cada una.
―Cuentame, ¿cómo es Petalburgo? ―pregunto ansiosa Lucy.
―Pues es un lugar que... ―un trío de chicas ingresaron por la puerta principal.
― ¡Qué tal! Querida amiga Lucy, ¿cómo estás? ―hablo con hipocresía la que
dirigía el grupo.
―Hola Amanda... ―menciono triste.
― ¡Querida, querida! ¡Nosotras también estamos presentes! ―reclamaron en dúo.
―Hola Claudia y Briana...
―Veo que compartes una bebida con tu nueva "amiga" ―siguió
envenenando el ambiente la pelirroja.
La castaña miraba todo confundida, pero se había dado cuenta de las crueles
palabras que emanaba aquella jovencita que recién conocía.
―Y tú niña ―dirigiéndose a May―, seguramente ya conoces TODA la vida de
Lucecita ¿no es cierto?
― ¿De qué estás hablando?
― ¡Sobre eso! La vida de Lucy ―acotó Claudia.
―Sí, porque si te juntas con ella se te pegará la desgracia, seguro ―dijo
Briana.
La castaña se limitó a escuchar todo, su mano lentamente formó un puño con
mucha fuerza. Volteó a ver a su reciente amiga, no obstante, su presencia había
desaparecido.
―Vamos, ¿cómo una chica con tus cualidades se junta con alguien como ella? ―la
ojizul arqueó una ceja― Únete a mí y tu vida aquí será deliciosa... ―invitó con
tono persuasivo Amanda. Y, sin embargo, la respuesta recibida fue inesperada.
La castaña se paró bruscamente, tumbando la silla en el acto, su puño cerrado
que ya llevaba endurando un tiempo lo dirigió con enojo al rostro de la
pelirroja, quien quedando tonta, abrió sus ojos como platos.
Todo paso tan rápido...
―Qué problemática eres... ―dijo un joven de cabellos verdes mientras con una
mano sostenía la muñeca de la castaña a medio trayecto.
―No interfieras ―contraatacó ella evidentemente molesta.
Nuevamente hubo el intercambio mutuo de miradas, pero esta vez no había
nerviosismo o vergüenza de por medio. No. Todas esas sensaciones habían
desaparecido para dar paso a una sola: rivalidad.
Amanda, quien fue la primera en reaccionar, dio un paso hacia atrás con la
vista aun perdida. Sus seguidoras se acercaron a ella preocupadas.
Ingresando al lugar― ¿Qué pasa aquí?
― ¡Oh! ¡Gary! ¡No sabes, intentaron agredirme! ―gimió Amanda hecha a la víctima
indefensa, acercándose a él para abrazarlo.
―Vamos, ya eres lo suficientemente grandecita como para cuidarte sola
―ignoro el puchero que hizo ella y centro su atención en aquellos jóvenes, uno
de los cuales era su amigo.
Estaban en una de las esquinas de la mesa, sin mover un mísero músculo, sólo se
quedaron como estatuas... ¿El por qué no se movían? Sólo ellos lo sabían...
«]¦ • ¦[»
La luz plateada de la noche bañaba de brillo la ya iluminada ciudad Larousse.
En una casa en especial los residentes estaban en la hora de la cena y se
notaba claramente como una de las personas parecía ausente de aquel momento.
―Dime lo que te inquieta May.
― ¿Eh? ―lo mira dudosa― ¿A qué te refieres?
―No intentes ocultar lo evidente. Te conozco perfectamente y cuando algo te
preocupa te quedas callada y empiezas a jugar con la comida ―aclaró sereno.
Se sorprendió por la deducción de su tío. Qué libro abierto era para él...
Seguramente no había algo que él, con sus ágiles ojos, no pudiera observar.
―Es que... ¿Puedo hacerte una pregunta tío?
―Claro.
― ¿Tú conoces a la familia Nagato? Digo... Como somos nuevos en esta ciudad,
dudaba que quizás los conocieras.
― ¿Nagato? ―recordando― Si, sé un poco acerca de ellos.
― ¡Me lo podrías contar! ―pidió impaciente.
― ¿Por qué quieres saber? ―inquirió minucioso.
―Es que... ―bajo la cabeza― tengo una compañera que apellida así y unas
personas decían algo muy raro acerca de ella... ¡Y no me gusto para nada! ―su
voz se puso tensa.
Suspira tranquilamente―Sabes que no me gusta contar cosas ajenas, pero bueno,
te contaré lo que sé acerca de ellos. La familia Nagato ha sufrido algunas
perdidas ultimamente...
― ¿Pérdidas económicas? ―interrumpió May.
―No exactamente... Pérdidas humanas... ―el rostro de la castaña se tornó
incrédulo― Hace dos meses exactamente la mujer y madre de esa familia fue
asesinada y hace tan sólo un mes el padre también fue asesinado. Nadie supo
nada en ambos casos, y como murieron los padres, dejaron huérfanos a sus hijos;
uno de ellos ya es mayor de edad y creo que él ahora está manteniendo la
vivienda en la que viven y la otra hija es una chica de tu misma edad.
El silencio reinó en el comedor después del relato del hombre de la casa. ¿Era
posible que Lucy cargara con un dolor tan grande como la pérdida de sus padres?
Y entonces, ¿por qué se alejan de ella cuando más que nunca necesita un apoyo?
Una pinzada de dolor penetró en el corazón de la castaña. Ella y Lucy tenían
algo en común, no era algo que alguien quisiera, pero al fin y al cabo así
sucedió. Otras preguntas más surgieron en su cabeza: ¿por qué su tío
repentinamente preparó un viaje a esta ciudad tan desprovisto? Aunque esta
pregunta ya existía desde hace días.
―Ahora a comer lo que mis manos con tanto esmero prepararon, ¿si? ―dijo Max
para que el ambiente cambiara.
― ¡Por supuesto! ―fingió una sonrisa.
¿Quién comería tranquilamente luego de tan terribles
noticias? Ambos lo sabían, si que lo sabían...
Con sus brazos apoyados el marco de la ventana, observaba el perfil completo de
la luna... Su luz parecía que llenaba de una magia todo su ser. De inmediato,
situó su vista en la estrella más llamativa que encontró en el firmamento,
según May, ese era el medio por el cual sus padres se comunicaban con ella.
―Hola Papá y Mamá... ―la estrella pareció resplandecer por encima de las demás―
Quisiera contarles de mi estancia por aquí. Este lugar parece muy bonito pero
aun así extraño mucho mi ciudad natal. Sus espaciosos campos de césped donde
jugaba constantemente con mis amigos...era mi lugar preferido. ¡Ah! También
quería decirles que conocí a una chica, Lucy Nagato, parece muy amable y tierna
aunque...no puedo creer que su vida sea tan dolorosa ―tomó un respiro para
luego proseguir―. Y como no todo es de color rosa... Conocí a una jovencita
llamada Amanda, sentí a su alrededor un aura oscura...era una sensación
espeluznante que no podría explicar ahora mismo y hasta tuve el impulso de
agredirla... ―muy arrepentida― ¡Lo sé! ¡Yo no soy así de agresiva! Solamente
que...me dio coraje... ¡Pero justo a tiempo llego él! Aquel chico que... ―ladeó
su cabeza con las mejillas levemente sonrojadas― ¡Uff! También no puedo
explicarlo y ,sin embargo, algo me extraño de él... Eran sus vibraciones, ¡no
existían! No emanaba nada de él, ¿cómo era posible?, ¿ustedes lo entienden?
―preguntó a la estrella― Quizás... Yo misma deba averiguar sobre eso. Bueno, es
todo por ahora. Muy buenas noches queridos padres míos ―cerró sus ojos y
después se acostó en su cama misma para poder dormitar.
«]¦ • ¦[»
Por los bajos fondos de la ciudad...
― ¡Hey, miren muchachos! ―comento con altanería un individuo― Esta gata será
mía...
Con ropas poco decentes, un aspecto desfavorable, un sujeto de unos 30 años de
edad se acercaba galantemente a una jovencita que se encontraba sentada en una
poca iluminada plaza. Ella vestía elegantemente; sus ropas finas atraían la
atención de aquellos pobres diablos que no conocen qué es el respeto. Otro
reducido grupo se quedó observando, muy extasiados, lo que iba a hacer uno de
sus compinches.
― ¿Qué hace una preciosura como usted por estos lados? ―intentando hacer su voz
seductora.
La chica lo miro de reojo con mucho desprecio y asco, lo ignoro como si fuera
un bicho raro y continuo sentada en la banca, como si esperara a alguien.
―No seas maleduca preciosa.
En un instante, el desgraciado se encontraba tumbado en el suelo. De su nariz
brotaba sangre y en su mejilla apareció una marca muy roja. La chica se
encontraba de pie, mirándolo aun con repugnancia. Su cabello rojo se meció con
la suave brisa que pasaba.
― ¡Maldita zorra! ¡Me las pagarás! ―gritó iracundo el sujeto por la patada que
había recibido. Se levantó y acercó furioso a la que momentos antes piropeaba y
de un momento a otro dejo de moverse. Su cuerpo estaba recargado en el cuerpo
de ella; por su espalda una filosa hoja de alguna espada apareció y de la misma
chorreaba sangre.
―No me toques asqueroso ―dijo ella frívolamente.
Con otro movimiento en seco, retiro su arma y se hizo a un lado para que el
cuerpo cayera. Mantuvo a la vista su Katana como advertencia para los demás
amiguitos de aquel idiota, por si intentaban hacer algo heroico o mejor dicho
estúpido, en venganza.
― ¡Princess Moon! ¡Sabes que está prohibido empuñar la Katana sin autorización!
―reclamó enfadada una voz femenina.
―Él me obligo a desenfundarla... ―respondió con asco.
La dueña de aquella nueva voz apareció apoyada en un árbol cercano a la joven
pelirroja.
―De igual forma, tú sabes perfectamente las órdenes que tenemos.
―Entendido su majestad ―la miro de reojo con unos ojos poco comunes, estos
estaban inyectados en sed de sangre...
To Be Continued...
*****
Gomen! Por la tardanza en traer la nueva conti u_u, pero
para defenderme (?) debo decirles que no podia publicar nada por una extraña
razón...o.o, porque si no hubiera sido este problemita, ya hubiera publicado
este episodio hace tiempo n_n
Espero que les haya gustado y dejen sus preciosos
comentarios
Se cuidan, saludoss!
―Si tú lo dices... ―replicó fingiendo desinterés― Solo un poco ―acotó tras la
mirada inquisitiva del otro.
― ¿Un poco eh? A mí me parece increíble. Pensar que un Balance haya aparecido
en esta ciudad... Eso si es algo inquietante ―hablaba emocionado.
El peli-verde no generó respuesta alguna, dándole oportunidad de hablar a su
amigo.
―Ahora mismo... El ingreso de esa chica debe estar en boca de todos...
―menciono con más seriedad.
La cafetería. Un amplio lugar que se ubicaba en la planta baja y en una de las
esquinas del establecimiento. Ahí habían tres filas de mesas puestas
verticalmente, a los lados las amplias ventanas con las cortinas color crema
recogidas, dejando apreciar, a través del cristal, un pequeño pero hermoso
jardín repleto de azucenas fraganciosas que perfumaban el ambiente. Sólo
mujeres trabajaban ahí, caminando de aquí para haya en su pequeño espacio de
trabajo; servían lo más rápido que podían a los alumnos que se acercaban al
mostrador para pedir sus alimentos, y claro, pagar por él. Las muchachas de
cabello castaño y blanco, se encontraban sentadas en la primera mesa de la
fila. Bebían un par de jugos de naranjas, cada una.
―Cuentame, ¿cómo es Petalburgo? ―pregunto ansiosa Lucy.
―Pues es un lugar que... ―un trío de chicas ingresaron por la puerta principal.
― ¡Qué tal! Querida amiga Lucy, ¿cómo estás? ―hablo con hipocresía la que
dirigía el grupo.
―Hola Amanda... ―menciono triste.
― ¡Querida, querida! ¡Nosotras también estamos presentes! ―reclamaron en dúo.
―Hola Claudia y Briana...
―Veo que compartes una bebida con tu nueva "amiga" ―siguió
envenenando el ambiente la pelirroja.
La castaña miraba todo confundida, pero se había dado cuenta de las crueles
palabras que emanaba aquella jovencita que recién conocía.
―Y tú niña ―dirigiéndose a May―, seguramente ya conoces TODA la vida de
Lucecita ¿no es cierto?
― ¿De qué estás hablando?
― ¡Sobre eso! La vida de Lucy ―acotó Claudia.
―Sí, porque si te juntas con ella se te pegará la desgracia, seguro ―dijo
Briana.
La castaña se limitó a escuchar todo, su mano lentamente formó un puño con
mucha fuerza. Volteó a ver a su reciente amiga, no obstante, su presencia había
desaparecido.
―Vamos, ¿cómo una chica con tus cualidades se junta con alguien como ella? ―la
ojizul arqueó una ceja― Únete a mí y tu vida aquí será deliciosa... ―invitó con
tono persuasivo Amanda. Y, sin embargo, la respuesta recibida fue inesperada.
La castaña se paró bruscamente, tumbando la silla en el acto, su puño cerrado
que ya llevaba endurando un tiempo lo dirigió con enojo al rostro de la
pelirroja, quien quedando tonta, abrió sus ojos como platos.
Todo paso tan rápido...
―Qué problemática eres... ―dijo un joven de cabellos verdes mientras con una
mano sostenía la muñeca de la castaña a medio trayecto.
―No interfieras ―contraatacó ella evidentemente molesta.
Nuevamente hubo el intercambio mutuo de miradas, pero esta vez no había
nerviosismo o vergüenza de por medio. No. Todas esas sensaciones habían
desaparecido para dar paso a una sola: rivalidad.
Amanda, quien fue la primera en reaccionar, dio un paso hacia atrás con la
vista aun perdida. Sus seguidoras se acercaron a ella preocupadas.
Ingresando al lugar― ¿Qué pasa aquí?
― ¡Oh! ¡Gary! ¡No sabes, intentaron agredirme! ―gimió Amanda hecha a la víctima
indefensa, acercándose a él para abrazarlo.
―Vamos, ya eres lo suficientemente grandecita como para cuidarte sola
―ignoro el puchero que hizo ella y centro su atención en aquellos jóvenes, uno
de los cuales era su amigo.
Estaban en una de las esquinas de la mesa, sin mover un mísero músculo, sólo se
quedaron como estatuas... ¿El por qué no se movían? Sólo ellos lo sabían...
«]¦ • ¦[»
La luz plateada de la noche bañaba de brillo la ya iluminada ciudad Larousse.
En una casa en especial los residentes estaban en la hora de la cena y se
notaba claramente como una de las personas parecía ausente de aquel momento.
―Dime lo que te inquieta May.
― ¿Eh? ―lo mira dudosa― ¿A qué te refieres?
―No intentes ocultar lo evidente. Te conozco perfectamente y cuando algo te
preocupa te quedas callada y empiezas a jugar con la comida ―aclaró sereno.
Se sorprendió por la deducción de su tío. Qué libro abierto era para él...
Seguramente no había algo que él, con sus ágiles ojos, no pudiera observar.
―Es que... ¿Puedo hacerte una pregunta tío?
―Claro.
― ¿Tú conoces a la familia Nagato? Digo... Como somos nuevos en esta ciudad,
dudaba que quizás los conocieras.
― ¿Nagato? ―recordando― Si, sé un poco acerca de ellos.
― ¡Me lo podrías contar! ―pidió impaciente.
― ¿Por qué quieres saber? ―inquirió minucioso.
―Es que... ―bajo la cabeza― tengo una compañera que apellida así y unas
personas decían algo muy raro acerca de ella... ¡Y no me gusto para nada! ―su
voz se puso tensa.
Suspira tranquilamente―Sabes que no me gusta contar cosas ajenas, pero bueno,
te contaré lo que sé acerca de ellos. La familia Nagato ha sufrido algunas
perdidas ultimamente...
― ¿Pérdidas económicas? ―interrumpió May.
―No exactamente... Pérdidas humanas... ―el rostro de la castaña se tornó
incrédulo― Hace dos meses exactamente la mujer y madre de esa familia fue
asesinada y hace tan sólo un mes el padre también fue asesinado. Nadie supo
nada en ambos casos, y como murieron los padres, dejaron huérfanos a sus hijos;
uno de ellos ya es mayor de edad y creo que él ahora está manteniendo la
vivienda en la que viven y la otra hija es una chica de tu misma edad.
El silencio reinó en el comedor después del relato del hombre de la casa. ¿Era
posible que Lucy cargara con un dolor tan grande como la pérdida de sus padres?
Y entonces, ¿por qué se alejan de ella cuando más que nunca necesita un apoyo?
Una pinzada de dolor penetró en el corazón de la castaña. Ella y Lucy tenían
algo en común, no era algo que alguien quisiera, pero al fin y al cabo así
sucedió. Otras preguntas más surgieron en su cabeza: ¿por qué su tío
repentinamente preparó un viaje a esta ciudad tan desprovisto? Aunque esta
pregunta ya existía desde hace días.
―Ahora a comer lo que mis manos con tanto esmero prepararon, ¿si? ―dijo Max
para que el ambiente cambiara.
― ¡Por supuesto! ―fingió una sonrisa.
¿Quién comería tranquilamente luego de tan terribles
noticias? Ambos lo sabían, si que lo sabían...
Con sus brazos apoyados el marco de la ventana, observaba el perfil completo de
la luna... Su luz parecía que llenaba de una magia todo su ser. De inmediato,
situó su vista en la estrella más llamativa que encontró en el firmamento,
según May, ese era el medio por el cual sus padres se comunicaban con ella.
―Hola Papá y Mamá... ―la estrella pareció resplandecer por encima de las demás―
Quisiera contarles de mi estancia por aquí. Este lugar parece muy bonito pero
aun así extraño mucho mi ciudad natal. Sus espaciosos campos de césped donde
jugaba constantemente con mis amigos...era mi lugar preferido. ¡Ah! También
quería decirles que conocí a una chica, Lucy Nagato, parece muy amable y tierna
aunque...no puedo creer que su vida sea tan dolorosa ―tomó un respiro para
luego proseguir―. Y como no todo es de color rosa... Conocí a una jovencita
llamada Amanda, sentí a su alrededor un aura oscura...era una sensación
espeluznante que no podría explicar ahora mismo y hasta tuve el impulso de
agredirla... ―muy arrepentida― ¡Lo sé! ¡Yo no soy así de agresiva! Solamente
que...me dio coraje... ¡Pero justo a tiempo llego él! Aquel chico que... ―ladeó
su cabeza con las mejillas levemente sonrojadas― ¡Uff! También no puedo
explicarlo y ,sin embargo, algo me extraño de él... Eran sus vibraciones, ¡no
existían! No emanaba nada de él, ¿cómo era posible?, ¿ustedes lo entienden?
―preguntó a la estrella― Quizás... Yo misma deba averiguar sobre eso. Bueno, es
todo por ahora. Muy buenas noches queridos padres míos ―cerró sus ojos y
después se acostó en su cama misma para poder dormitar.
«]¦ • ¦[»
Por los bajos fondos de la ciudad...
― ¡Hey, miren muchachos! ―comento con altanería un individuo― Esta gata será
mía...
Con ropas poco decentes, un aspecto desfavorable, un sujeto de unos 30 años de
edad se acercaba galantemente a una jovencita que se encontraba sentada en una
poca iluminada plaza. Ella vestía elegantemente; sus ropas finas atraían la
atención de aquellos pobres diablos que no conocen qué es el respeto. Otro
reducido grupo se quedó observando, muy extasiados, lo que iba a hacer uno de
sus compinches.
― ¿Qué hace una preciosura como usted por estos lados? ―intentando hacer su voz
seductora.
La chica lo miro de reojo con mucho desprecio y asco, lo ignoro como si fuera
un bicho raro y continuo sentada en la banca, como si esperara a alguien.
―No seas maleduca preciosa.
En un instante, el desgraciado se encontraba tumbado en el suelo. De su nariz
brotaba sangre y en su mejilla apareció una marca muy roja. La chica se
encontraba de pie, mirándolo aun con repugnancia. Su cabello rojo se meció con
la suave brisa que pasaba.
― ¡Maldita zorra! ¡Me las pagarás! ―gritó iracundo el sujeto por la patada que
había recibido. Se levantó y acercó furioso a la que momentos antes piropeaba y
de un momento a otro dejo de moverse. Su cuerpo estaba recargado en el cuerpo
de ella; por su espalda una filosa hoja de alguna espada apareció y de la misma
chorreaba sangre.
―No me toques asqueroso ―dijo ella frívolamente.
Con otro movimiento en seco, retiro su arma y se hizo a un lado para que el
cuerpo cayera. Mantuvo a la vista su Katana como advertencia para los demás
amiguitos de aquel idiota, por si intentaban hacer algo heroico o mejor dicho
estúpido, en venganza.
― ¡Princess Moon! ¡Sabes que está prohibido empuñar la Katana sin autorización!
―reclamó enfadada una voz femenina.
―Él me obligo a desenfundarla... ―respondió con asco.
La dueña de aquella nueva voz apareció apoyada en un árbol cercano a la joven
pelirroja.
―De igual forma, tú sabes perfectamente las órdenes que tenemos.
―Entendido su majestad ―la miro de reojo con unos ojos poco comunes, estos
estaban inyectados en sed de sangre...
To Be Continued...
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Gomen! Por la tardanza en traer la nueva conti u_u, pero
para defenderme (?) debo decirles que no podia publicar nada por una extraña
razón...o.o, porque si no hubiera sido este problemita, ya hubiera publicado
este episodio hace tiempo n_n
Espero que les haya gustado y dejen sus preciosos
comentarios
Se cuidan, saludoss!
Shana ~- **Fan*Contest**
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Aubi-chan Dom 19 Mayo - 14:02
Primer~
Wow *O*
May iba ha hacer bien, no sé por que la detuvo ¬¬
Les habría hecho un favor a los demás D:
Escribes genial,
me meto en la historia que da miedito xDU
Es muy triste el pasado de May,
y pobre Lucy
Me encanta n_n
Sigue así, espero conti~
Chao n-n
Wow *O*
May iba ha hacer bien, no sé por que la detuvo ¬¬
Les habría hecho un favor a los demás D:
Escribes genial,
me meto en la historia que da miedito xDU
Es muy triste el pasado de May,
y pobre Lucy
Me encanta n_n
Sigue así, espero conti~
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por raul~ Dom 19 Mayo - 14:40
No tengo palabras,
Bueno solo decir que me encanta.>w<
Escribes genial,
lo narras y describes muy bien,
eso hace que la historia esté genial.
Opino como alba que el pasado de May es triste.
Espero la conti ·.·
Sayoo
P.D: Me encantaa (no se si lo e dicho) ^-^
Bueno solo decir que me encanta.>w<
Escribes genial,
lo narras y describes muy bien,
eso hace que la historia esté genial.
Opino como alba que el pasado de May es triste.
Espero la conti ·.·
Sayoo
P.D: Me encantaa (no se si lo e dicho) ^-^
raul~- **Alma*Contest**
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por gallet Dom 19 Mayo - 15:10
Hola!!!
valla se me paso una conti
me encanto , me encatanta la historia
pobre may y su pasado
y que genial que aparesca gary ,
seria una fans de el *-*
obviamente no dejaria a mi lechugin a tras
eso espero conti
bye!!
valla se me paso una conti
me encanto , me encatanta la historia
pobre may y su pasado
y que genial que aparesca gary ,
seria una fans de el *-*
obviamente no dejaria a mi lechugin a tras
eso espero conti
bye!!
gallet- **Fan*Contest**
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por †- Ikuto -† Miér 22 Mayo - 12:53
Una continuacion simplemente encantadora... xD M e gusto mucho que aparezca sangre a este punto, fue un toque muy bueno.
Bueno preciosa, esperare tu continuacion jeje
Saludos y cudiate mucho. :3
Bueno preciosa, esperare tu continuacion jeje
Saludos y cudiate mucho. :3
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Shana ~ Jue 11 Jul - 20:24
Soul Melody
Episodio - 3 - Descubrimiento -
Intentar esconder algo a los demás...
...es lo mismo que intentar ver a través de la oscuridad
Los primeros rayos de sol se asomaron en las copas más altas y gloriosas de los enormes árboles, su luz se bifurcaba en el verde ramaje y le impregnaba de un hipnotizante color dorado radiante. El coro que cantaban algunas aves silvestres fue la compañera perfecta para esa hermosa mañana que prometía promesas...
—Ahora son 100 abdominales...
La dulce voz de una adolescente resonó en una habitación con instrumentos especiales, mejor conocido como dojo. Ella se acostaba de espalda contra el tatami y, flexionando un poco las rodillas, empezó a realizar dicho ejercicio.
Si... La vida de May era buena, pero esta afirmación no es del todo cierta. La vida también le había arrebatado a sus padres en un "accidente automovilístico" y por ende, no conocía el cariño de una madre o la protección sublime de un padre, no obstante, contaba con el apoyo de un tío. El único familiar que le quedaba ahora en el mundo, la única persona que ha sido para ella un apoyo imprescindible y el pilar de su vida.
—Le siguen 100 dorsales...
Empezaba a situarse de estómago y ponía ambas manos en su nuca.
Calientes y pesadas gotas de sudor empezaban a deslizarse de su rostro y caían lentamente al vacío, haciendo un ruido sordo al impactar con materia. Algunos ecos perdidos se escuchaban en algunas habitaciones de la vivienda de la castaña, increíblemente, ella no se percataba de ellos.
Cuando se ponía a entrenar, practicar o pelear, su cerebro se desconectaba del cuerpo carnal y tenía voluntad propia, era tan independiente que a veces realizaba actos de los cuales posteriormente se arrepentía amargamente.
— ¡Ya es tarde! ¡Si me sobra tiempo atenderé un poco el jardín, pero de momento debo darme una ducha rápida! —con una velocidad inquietante, su silueta se perdió tras la corrida por las escaleras.
"La rutina matutina de entrenamiento diario" había seguido su ritmo como de costumbre. Comenzando de 05:00 a 06:30 de la mañana, hora en que la mayoría de las personas aún dormitan en sus lechos y quizá soñando sobre algún anhelo utópico.
Un corto espacio de tiempo ya había transcurrido...
— ¿Dónde estarán los panes?
May buscaba insistentemente el alimento en la cocina. Sobre la mesa posaba un vaso de cristal con un líquido anaranjado en su interior: un jugo de naranja. Como podrán leer mis estimados lectores, la castaña no tenía ningún talento en el área de la cocina y simplemente se limitaba a desayunar un pobre jugo y pan. Max, su tío, era el encargado de preparar las distintas comidas, y como en estos momentos él se encontraba de viaje a fueras de la ciudad, a ella le toco quedarse sola.
Sus pasos eran lentos e incluso se podría decir que dudosos. Su mano izquierda acariciaba su barbilla y sus ojos resplandecían una cálida preocupación.
—Lo primero que debo hacer es hablar con Lucy para arreglar todo, esto no puede quedar así —hablaba con preocupación la castaña.
Su mirada cambiaba de dirección constantemente como si esperara a que alguien se le presentara, tal vez unos ojos verdes era lo que esperaba ver.
—Buenos días, niñata.
— ¿Eh? —volteó a ver a sus espaldas— Ah... eres tú, Claudia, ¿qué se te ofrece?
— ¿Y a quién esperabas? —inquirió la peli-negro curiosa y de un momento a otro ladeó su cabeza energéticamente— Mejor te preparas, Amanda no va pasar en alto lo que le intentaste hacer ayer —con tono amenazante.
—Dile a tu amiga que si quiere hablar conmigo que lo haga personalmente y no mande a terceras personas —respondió con total firmeza la oji azul.
—Le diré lo que acabas de decir niñata, espero que tus palabras puedan respaldarte bien. ¡Con permiso!
Al pasar al lado de May, con un movimiento de coqueteo, su cabellera fue a darle a su rostro. Se quedo quieta para mirarla con descompresión e inquietud. ¿Todas las chicas de la ciudad serian como ella? Empezaba a preguntarse la inocente.
—Genial, en mi primer día de clases me gané enemigas... —suspira abatida— Que simpática soy...
Continúo su camino. No demoro mucho en llegar a su destino: El "Institute Imperial", las majestuosas letras se ubicaban en la espaciosa entrada principal del establecimiento.
Justo a tiempo el timbre había tocado.
May caminaba por los angostos pasillos del establecimiento. Un sin número de estudiantes estaban parados a los lados y miraban de forma curiosa a una estudiante en particular, cuando era posible cruzar miradas simplemente se esquivaban.
La castaña aceleró el paso y llego al aula 1-A, abrió la puerta de un golpe y sus ojos zafiros se quedaron observando a la persona de Lucy sentada en su pupitre y alejada de los demás, aunque se podría decir que ellos eran los que mantenían distancia por aquellos rumores oscuros.
Se acercó a la joven de cabello blanco y le dijo:
—Lucy, tenemos que hablar.
Y justo en ese momento:
— ¡Ya viene el profesor! —gritó un joven cualquiera.
Al parecer esta noticia no le agradó mucho a la oji azul, sentía que había perdido la oportunidad perfecta y ahora debía esperar a que otra se aproxime.
Como alguna máquina de videojuegos, todos los estudiantes fueron a sentarse a sus respectivos asientos individuales. La puerta nuevamente se abrió e ingreso un hombre mayor, acompañando su buen humor con una pequeña sonrisa.
—Buenos días muchachos, me presento para la nueva estudiante... Soy el profesor Rick Coleman y mi área es Artes Plásticas así que saquen una hoja y pónganle un margen.
— ¿Y si no tenemos una hoja? —pregunto una joven con una clara muestra de flojera.
—Pues cómprese una —respondió el maestro con su típico ánimo.
El curso entero estalló en carcajadas luego de la despreocupada respuesta del maestro y la marca de la vergüenza se impregno en el rostro de la joven que había hablado.
—Este día haremos una caricatura —prosiguió Rick.
May se quedó mirando como el maestro tomaba una tiza y empezaba a trazar un semicírculo en la pizarra y le añadía una forma voluptuosa, en el centro de aquellas líneas dibujo otra forma extravagante, después un par de ojos grandes, una diminuta boca y sucesivamente se iba formando una caricatura como él mismo había dicho desde un comienzo. Un tipo de arte ilógico que demostraba la creatividad infantil de los seres humanos.
—Profesor me lo dibuja, por favor —pidió una estudiante suplicantemente.
—No profesor, ella es floja, mejor dibújemelo a mí —indagó la amiga de la anterior con mucha más persuasión.
La clase parecía más bien un parque de diversiones, absolutamente todos hacían lo que deseaban sin temor o preocupación, porque la figura de autoridad, el maestro, no era una persona exigente con sus estudiantes. Se conformaba con que hicieran la mitad del dibujo ese día y pudieran presentarlo hasta el final del trimestre... si, una libertad extraña... Eso sí, pero si no presentaban la mayoría de los trabajos él no regalaba ni un décimo en las notas finales, en este aspecto era muy duro.
Rick Coleman. Un hombre de unos 37 años de edad. Piel canela y cabellos de color calipso al igual que sus rasgados ojos. Un cuerpo delgado pero esto no significaba que no estuviera trabajado, todo lo contrario, mantenía la fina figura de un joven con todos sus atractivos masculinos. Tenía puesto un pantalón de tela negra, una camisa blanca y una corbata de tonalidad semejante al de su cabellera.
2:30 de la tarde. Hora fija en que el sol transmitía los rayos más calientes del día, provocando que las personas sientan un leve sofoco y obligándolas a comprar alguna bebida helada que pueda apaciguar la grave sed que los invadía.
—Sigue recto, así, así, muy bien. Gira hacia la derecha... ¡no! Bueno ni modo. Ahora continúa acelerando...despacio...despacio... cuidado con el otro-
¡SCRASH!
—Auto... —termino por completar la frase.
—Perdón Lucy... Yo no sé jugar el Play Station 3... —se disculpó la castaña.
—Descuida May —sonríe—, nadie es perfecto.
—Bueno ahora es mi turno —comunicó otro joven.
— ¡Eh Itachi! Deja que May siga jugando, tú ya sabes demasiado —decía Lucy divertida.
—Pero se suponía que mi turno era el que May acaba de perder y es justo que me toque ahora...
—Es que yo no sabía jugar... Disculpa Itachi.
A Itachi le pareció una dulce cara angelical. Aquella delicada creación robaba todo su corazón y destruía sus fuerzas como si fuera una bomba nuclear. Que ojos zafiros más transparentes, únicos, sublimes... ¡Eran los más hermosos que había visto en su vida! Sin darse cuenta, sintió como una potente ola de calor se hospedaba en cada mejilla, tiñendo su piel blanca en rojiza.
Su voz varonil lo abandonaba segundo a segundo y lo que provocaba era que emitiera sílabas cortadas.
—Bu-bueno n-no hay proble-blema sobr-re aquello... —dijo tartamudeando el joven.
May se limitó a sonreír sin entender la inesperada actitud de aquel muchacho tan lindo.
—Itachi quiere decir que puedes continuar jugando —avisó con cierta malicia Lucy.
— ¿Eso es cierto Itachi?
— ¡¿Qué yo qué?! —respondió contrariado el peli azul.
—Vamos hermanito, no querrás que May se ponga triste y empiece a detestarte —susurraba la peliblanca a los oídos inocentes de su hermano de sangre con una pizca de manipulación.
—A veces olvido lo manipuladora que eres Lucy.
Ambos se intercambiaron miradas de enojo infantil hasta que la voz femenina de May intervino, aunque sin haber querido.
— ¡Esto ya se puso divertido! Antes no entendía en qué consistía más o menos el juego, pero ahora todo está más claro que el agua —su boca mencionaba mientras sus dedos manejaban el mando de control.
— ¿Entonces ya sabes jugar? —inquirió Itachi.
¡SCRASH!
May tenía la cara larga y sentía un poco de vergüenza por haber perdido nuevamente en la misma esquina del juego de carreras.
— ¡Eso fue tu culpa Itachi! —acuso la peliblanca.
— ¡Dilo por ti! Yo ni siquiera le toque un mísero cabello y ella ya había...
— ¡Sshh...! —chasqueó Lucy interrumpiendo a su hermano y señalándole que May estaba deprimida en un rincón de la sala.
Una presión fuerte se produjo en su pecho, aquella presión hecha por la culpabilidad...
— ¿May? —pronunció su nombre temeroso.
— ¿Sí?, ¿qué pasa?, ¿por qué dudas en decir mi nombre?, ¿pasó algo malo o qué? Cualquier cosa sólo házmelo saber ¿sí? —soltó un cuestionario múltiple con una voz amigable.
Itachi Nagato. Joven de aproximadamente 20 años de edad. El cabello azulado oscuro que poseía hacia resaltar su tez blanca. Unos ojos preciosos de azul claro estampados en su rostro, arriba de estos unas pestañas largas y cejas delgadas. Su nariz respingada encajaba perfectamente con sus labios carnosos. Una fisonomía en la cual se ceñían unos músculos incapaces de esconderse en la ropa oscura que siempre solía usar.
El lugar en donde se encontraban era la residencia Nagato. Una amplia casa de dos plantas y con un diseño encantador. La naturaleza vegetal era la que reinaba ahí. Un jardín colorido y perfumado a causa de los muchos distintos tipos de flores exóticas. En el interior de la vivienda igualmente habían algunas plantas que formaban parte de la decoración, los balcones tenían colgados ramas verdes y otro tipo de planta trepadora que se había apegado a la mayoría de la pared blanquecina.
—Es hora de que el maestro juegue —indagó con una pizca de arrogancia Itachi.
—Si claro, si yo también me quedara a jugar 4 horas al día también llevaría el nombre de "maestra" —contraataco Lucy regañando a su hermano.
— ¿Y luego dices que yo soy el malo? —sus ojos se incrustaron en los de Lucy.
El joven había calculado la reacción de mal humor de su hermanita, no había hablado porque si, y con una sonrisa que no pudo desaparecer se acercó a ella para regalarle un abrazo, una muestra de afecto para calmarla.
—No creas que con eso te voy a perdonar —comentó arrogante.
—Descuida, no busco tu perdón...por ahora —respondió Itachi dibujando una sonrisa en sus labios.
Millares de estrellas se plasmaron en la infinita y oscura bóveda nocturna, titilaban de vez en cuando formando un dulce armonía que era captada exclusivamente por los ojos. Una frescura perfumaba el ambiente y lamía la piel de manera sensual y amena. Cualquiera diría que esta era una noche excelente, llena de glamur y hermosura, no obstante, la naturaleza o el mundo suelen dar vuelcos inesperados que siempre toman por sorpresa a los inexpertos que creen saberlo todo.
Dos figuras se mostraban firmes ante las ocultas y sosiegas calles de la Ciudad LaRousse, quien lleva el nombre de "ciudad de las luces", el cual en ocasiones parece ser una rotunda y enorme mentira, debido al abismo que raras veces se ve.
—Esta es la última vez que me dejo llevar por los juegos... —comunicó con énfasis una joven.
—Perdóname... no volverá a pasar... —comentaba con tristeza— Es que... hace tiempo que no me divertía así con alguien...
La melancólica confesión de su amiga desarmó el enojo que sentía muy en el fondo de su corazón.
—No te disculpes, no pasa nada —pensando un poco—. Bueno...por este día no pasa nada, pero si hubiera estado mi tío en casa... Entonces esto si se pondría un "poquitín" desagradable...
— ¿Y cuándo volverá?
—Dentro de tres días, eso fue lo que me dijo. Según él, debía arreglar algunas cositas en Petalburgo...aunque no me dijo qué...
Las sombras de los postes de luz, arboles, muros, y demás objetos, se posesionaron enormemente de las calles, formando, con ayuda de la imaginación, algunas figuras extravagantes que daban miedo. Aparte de ellas dos no rondaba ninguna otra persona, mucho menos algún animal callejero... ¿Por qué? El ambiente estaba tan opaco... Su caminata continuaba. Las filas de casas eran un sendero de oscuridad y silencio.
— ¿Qué hora es?
—Exactamente son las 10:30 de la noche, May —avisó Lucy mirando su reloj—. La verdad sí que es muy tarde...
La tranquilidad era el principal factor, sin embargo, aquella serenidad daba escalofríos. No quedaría nada mal algún sonido de un insecto, animal o persona... ¡Todo! Con tal que se sobreentienda que no están solas.
—No me había dado cuenta que esta zona está muy desierta... —titubeó Lucy.
Un grito se escuchó lejano. Las muchachas sintieron como un sudor frío recorría sus columnas vertebrales. Tampoco esperaron un ruido así... Aquel parecía un lamento doloroso de un individuo que se encontrase en una situación crítica, tal vez, su vida era la que estaba en juego y por esta razón estaba tan asustado y mandaba llamados histéricos a los cuatro vientos, con la única esperanza de que alguien lo socorriese de su desgracia.
—Necesita ayuda... —susurró preocupada May.
— ¡Rápido!, ¡llamemos a la policía! —sugirió Lucy.
Ambas se detuvieron. La castaña trataba de concentrarse lo más que podía. Sus ojos cerrados, cejas muy continuas, apretaba su puño... Su compañera la contemplo sin decir nada aunque muy preocupada por el grito anterior.
—La policía llegaría demasiado tarde... —respondía May sin dejar su meditación— Es...es sed de sangre...también...hay miedo y temor... ¡Es la víctima!
Se agitó repentinamente.
Lucy no comprendía nada de lo que acababa de decir May, ¿a qué se refería exactamente? En su interior surgió una sensación desconocida que empezó a cosquillearle la conciencia y el recuerdo...
Gritos... sollozos... lamentos... suplicas...
Un sin fin de respuestas ante alguna situación trágica, de miedo o incluso muerte. Estos detalles terminaron por hacerle recordar la partida de sus padres... Podría ser que ellos también hayan experimentado esas situaciones antes de ser asesinados... Que lo último que hayan vivido fue alguna experiencia desagradable y no un recuerdo ameno, digno de ser contado.
— ¡Lucy! ¡Debemos ayudarlo! —exclamo con fuerza la castaña.
— ¿Nosotras? May, ¿estás bien? —su mirada se volvió irracional— Somos simplemente estudiantes y somos chicas...
— ¡Que importa eso! En este momento alguien necesita ayuda y nosotras podemos brindársela.
—Pero... —el terror azotaba su alma.
—Mira Lucy —la tomó de los hombros—. No te voy a obligar a ir sino quieres, sin embargo, yo no permitiré que alguien salga lastimado si yo puedo evitarlo.
May la miro con comprensión, como esperando de ella una respuesta concreta. Lucy se mostraba perdida, pero no lo estaba, se encontraba muy consciente de la realidad y ese era el problema.
A la castaña le entristeció un poco la inacción de su amiga. Sabía que no podía hacer nada en contra de su voluntad, así que dio media vuelta y se echó a correr en dirección al grito que había escuchado antes.
— ¿Hago bien en quedarme aquí? —se preguntaba con un pizca de arrepentimiento.
Una pelea interna se desataba en su subconsciente. Mientras una parte de ella le decía que acompañe a su única amiga, la otra le impedía realizar tal cosa y solo le dejaba vacíos profundos en su alma. La traumática experiencia de haber perdido a sus progenitores era otro punto en contra, entonces, si no hacía nada... ¿Podrían volver a suceder esos crímenes?
—Dios mío...dame una señal... —pidió con sutileza. Una lágrima corrió por su mejilla.
Pisadas apresuradas. Gotas de sudor deslizándose por su frente. Una leve mordida en su labio inferior. Una rápida búsqueda emprendía. Miraba a la izquierda, derecha, no encontraba el lugar exacto. El tiempo se acababa. Una punzada de frustración penetró en su garganta. Solo veía más y más sombras prolongadas, calles desiertas y metidas en la soledad. Se detuvo de golpe.
— ¿Dónde estás? —gimió al viento— Ayúdame a ayudarte...
Sus hipnóticos ojos zafiros se humedecieron y adquirieron un raro destello. Su respiración se iba apagando al igual que las esperanzas se desvanecían como el vapor del agua. Y cuando pensó que todo había sido inútil, otro grito, ahora de amenaza, se propago en sus oídos. Si calculaba bien, estaría a unos 15 o 20 metros de distancia. ¡Hay que darse prisa!
— ¿Ahora entiendes la magnitud de nuestro poder? —preguntó mordaz una joven.
— ¡Por favor, no me hagas daño! Te lo suplico...te daré todo lo que me pidas, pero por favor...
— ¡Cállate! —bramó iracunda— ¡Tus suplicas no significan nada! Es tiempo que acompañes a tu amiguito... —recitó con diversión.
La agresora era una joven de unos 23 años. Cabello negro, corto, ojos de igual color; vestía un conjunto de ropa oscura y apretada a su cuerpo. A la altura de su cintura llevaba colgado un estuche de aquella arma blanca que poseía un filo sin igual. En tiempos pasados era utilizada sólo por los conocidos "samuráis", hoy en día casi no existían.
Su mano izquierda deslizo con facilidad la Katana. Se quedó quieta por unos segundos para atemorizar aún más a aquel sujeto tirado en el suelo y suplicando por su inútil existencia. ¿Le haría un favor al mundo con solo acabarlo? Según su perspectiva, esa era la respuesta perfecta a todos los interrogantes que se le habían planteado tiempo atrás. Un paso firme acortaba la escasa distancia entre los dos.
—No te preocupes... no quedara ni tu cadáver... —sus labios formaron una extensa sonrisa.
¡Uno, dos...tres! En menos de tres segundos la Katana salió volando hasta impactar con el asfalto, creando un ruido estrepitoso al chocar. La peli-negra chilló de dolor. Su mano estaba lastimada y con un notable color rojo. Una piedra había causado aquel daño. Volteó su cabeza llena de furia y divisó a lo lejos una silueta que estaba en guardia y con una mirada de rudeza.
— ¡Maldita mocosa! —le gritó eufórica— Tú también, por metiche, vas a pagar muy caro esto.
Fuera de sí, corrió torpemente en dirección a aquella joven que la había lastimado para salvar al indefenso. Cuando estuvo a una corta distancia lanzó un golpe directo que fue fácilmente evadido. La recién llegada dio una voltereta en el aire y termino cayendo a espaldas de la "abusadora", un simple movimiento de su codo obligó a que la peli-negro hiciera una mueca de dolor.
"¡La maldita sabe pelear!" pensó.
Los siguientes ataques fueron diversos, pero siempre con el mismo resultado: la absoluta nada.
"No debo perder mucho tiempo. Si personas así están rondando a estas horas, ¡Lucy corre peligro!" deducía May.
Su adversaria seguía intentando golpearla. No obstante, los movimientos de evasión que realizaba la castaña, no solo eran rápidos, sino que se podrían considerar "elegantes". Se movía con tanta delicadeza, era como si viera el futuro y sabia justo donde moverse, en qué lugar pisar, cuando era conveniente bloquear y cuando no. Su larga cabellera se movía coordinando la secuencia de pasos que May realizaba.
— ¡Deja de escaparte! —secundó sin aliento.
Su caja torácica se llenaba de aire una y otra vez. Sus ojos impregnados de odio se agudizaban. Las manos temblaban de humillación. No podía creer que todos sus ataques hayan sido fácilmente esquivados, y por si fuera poco, ella transpiraba notablemente y aquella mocosa no había derramado ninguna gota de sudor en todo el combate.
—No tengo la intención de lastimarte.
— ¡No me vengas con tus estupideces!, ¡pelea de una vez! —reiteró con mucha más convicción.
—Disculpa, pero no te haré caso. Además, no tienes derechos de lastimar a personas.
— ¡¿Derechos?! —repitió incrédula— Y tú, ¿quién te crees?, ¡¿la presidenta del mundo?! —hablaba con ironía y sarcasmo.
May no se alteró. No tenía por qué. Eso es algo básico, tú decides que regalo tomar y que regalo dejarlo donde estaba. Aquellas personas que saben eso no se dejan llevar por las palabrerías de otras, que siempre utilizan las palabras como su mejor arma.
— ¡Deja de esquivarme! —repitió.
Sus movimientos eran torpes y lentos, no hacía falta ser un luchador como para evadirlos con certeza. Sus puñetazos eran inútiles e ineficaces. La castaña observó estos detalles y los aprovecho de inmediato. No era sano alargar una batalla innecesaria. Con mucho estilo, y rapidez, se colocó a espaldas de la peli-negra y con un movimiento vertiginoso, del filo de su mano, golpeó la nuca de su adversaria. Esta realizo un rudo espasmo antes de caer inconsciente al suelo. Sus ojos eran blancos y opacos. Era razonable, tomando en cuenta que estaba desmayada y se encontraba en el mundo de los sueños.
— ¡¿May?! —gritó una voz.
La castaña volteo al llamado. Era Lucy. Sus ojos claros emanaban sensaciones de asombro, inquietud, alteración. Seguramente no procesaba las escenas que acababa de presenciar.
—Lucy, déjame explicar todo esto...
— ¿Qué vas a explicar?
—No malinterpretes las cosas...por favor... —suplicó apenada. Empezó a dar algunos pasos.
— ¡No te acerques a mí! —mencionó levantando la voz. Sus cabellos se elevaron en sincronización de su timbre de voz.
A May le pareció que su corazón saltó angustiado. La crudeza de las palabras de su amiga la lastimaron mucho, para no decir demasiado. Un tornado, de miedo y tristeza, sacudía su alma al pensar lo que venía...
—Deja que yo lo haga... —Lucy se abalanzo a May. La abrazó con tanto cariño que conmovía— ¡Eres una persona maravillosa! Ayudaste a un desconocido arriesgando tu propia vida... ¡No solo tienes fortaleza exterior sino también interior!
—Lu-Lucy... ¿N-no tienes temor?
A May le pareció que el sol la iluminaba. Ver aquella sonrisa esculpida en el rostro de su amiga fue el regalo más bello que pudo recibir desde que llego a esa ciudad...
— ¿Qué temor? —cuestionó con sutileza— No siento nada de eso, todo lo contrario. ¡Ahora espero que me cuentes como es que sabes pelear de esa manera! En serio, me dejaste sin palabras...
— ¡Te lo agradezco tanto Lucy! —realizó un nuevo abrazo— ¡Ah! Debemos llamar a la ambulancia para que atiendan a estos dos...
— ¿Cómo se encuentran?
—La mujer creo que solo se desmayó a causa del último golpe, fuera de eso no creo que tenga más daños y el otro... Sólo se desplomó a causa del miedo.
La castaña pensó en otras cosas más, como: ¿Por qué una chica tan joven poseía una Katana? Aquellas espadas eran rarísimas y tal vez los únicos que podrían obtenerla serían las colecciones, millonarios, o los museos, pero no una persona cualquiera. Su valor era tan enorme...que sería imposible que una delincuente lo hubiera tenido bajo su poder. Entonces ¿cómo era posible?
A algunos metros de distancia, de donde se encontraban las chicas, una escena sangrienta se presentaba. Sangre manchaba las paredes y el suelo. Una cabeza separada del resto del cuerpo con un enorme charco carmesí a su alrededor atrajo la atención de varios insectos, que se asentaban encima de él y contorneaban las profundas cortadas que tenía. Algunos falanges, de sus manos, estaban totalmente retorcidos y destrozados, los mismos dejaban a la vista otras sustancias viscosas del organismo. Un corte limpio y preciso había abierto una segunda boca en el estómago, provocando que su hígado fuera a salir al exterior y derramara otros líquidos, que con el transcurrir del tiempo, adquirieron un olor fétido, muy asqueroso.
¿La identidad de aquel desafortunado?
Por el momento desconocida...
A casi medio kilómetro de distancia de donde se ubicaban May y Lucy, otras dos figuras masculinas se posaban en el edificio más alto de la ciudad. Sus vestimentas negras se movían gracias a las suaves corrientes de viento que circulaban a esa altura.
— Así que eliminó a esa novata... Es por eso que hay que ser precavido y no sólo tener al máximo la sed de sangre.
—No está muerta.
—Tal vez no, pero para el jefe ya está muerta.
El silencio hizo entender que aquel tema no le interesaba.
—Al fin y al cabo, los resultados esperados de la pequeña Balance fueron positivos. No nos defraudo la niñita Sexy —dijo audaz el castaño.
Una mirada con desdén no se pudo reprimir. Un diminuto cambio sufrió la comisura de su labio inferior al escuchar las palabras proferidas de su acompañante, de alguna manera, las detestó.
— ¿Tú qué piensas, Drew?
Los cientos de átomos que flotaban en el aire, acariciaron de manera invisible algunos estuches que esos dos muchachos llevaban en la espalda y en las cuales descansaban un par de Katanas.
Entre la distancia que separaba a May y compañía de los otros estudiantes, estaban un par de siluetas femeninas escondidas en el enorme y verde ramaje de un inmenso árbol.
La una era de cabello naranja y la otra de azul.
—Es muy buena. Más que eso, sus movimientos son suaves y perfectos. Sin embargo, pude notar que los suprime casi totalmente... Me atrevo a decir que ni siquiera usó el 5% de su poder y termino venciendo como si nada a aquella integrante de la corporación —especuló suspicaz una de ellas.
—Vamos Misty, los puñetes no lo son todo —comentó mientras acariciaba un arma de fuego que yacía en su falda.
—No es sólo eso, Dawn. A lo que me refiero es que las personas que practican ese arte marcial, antiguo y también letal, son limitadas —miró seria a su compañera— Debemos hacer todo lo posible para que esa chica este de nuestro lado.
Las sombras enormes de los objetos, terminaron siendo los testigos anónimos de la conversación que se había escuchado.
To Be Continued...
*****
Holas!
, vine a traer rapidamente esta continuacion porque se que ya los eh hecho esperar mucho tiempo por andar perdiendome u_uEspero ver sus críticas constructivas acerca de este fic, es que en serio que quiero mejorar como escritora *O* y sé que con su ayuda puedo lograrlo.
Eso es todo por ahora, sayonara n_n, se cuidan!
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por †- Ikuto -† Mar 16 Jul - 11:19
Un buen capitulo con mucha ortografía buen cuidada. De escribir se te da muy bien y es ameno haber leido este capitulo, lo redactas excelente.
Algunas partes me sorprendieron, por lo que kiero er la conti para ver que sucede xD
Cuidate, saludos!
Algunas partes me sorprendieron, por lo que kiero er la conti para ver que sucede xD
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Aubi-chan Sáb 20 Jul - 6:43
Te lo repito,
escribes, genial *-*
...No, a la perfección ;w;
Tienes que enseñarme... *ojos de cachorrito*
Cada situación la sabes narrar a la perfección
junto a los sentimientos y expresiones de los
personajes de la historia nwn
No solo tienes un don a la hora de dibujar,
sino también a la hora de escribir n_n
Tienes envidia ¬w¬?
No ù-u
¬w¬
...
¬w¬
...
Bueno, un poco D:
Lo sabía ùwu
Callaté ¬3¬
Que agilidad tiene May,
ya quisiera yo hacer eso xDU
Gary, Drew, Misty, Dawn...
que traman ;o;?
Espero la conti con ansias >w<
Adiós~ nOn
esta vez me ganaron en comentar ;-;
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por »|Tµ•Løkità|™«3 Vie 26 Jul - 21:00
Jejeje que bunito fic, intrigante, gracioso y con un toque de gore *O*, me gustan esos generos y como estaba algo corto me lo lei rapido xD
Escribes muy bn y eso se ve claramente en cada episodio que subes... sinceramente, eres una excelente escritora ^^
Me gusta mucho tu estilo, sabes describir muy bien tanto escenarios como snetimientos, eso es digno de admirar :3
Eso es todo por aora, esperare tu conti
Ya ne! :3
Escribes muy bn y eso se ve claramente en cada episodio que subes... sinceramente, eres una excelente escritora ^^
Me gusta mucho tu estilo, sabes describir muy bien tanto escenarios como snetimientos, eso es digno de admirar :3
Eso es todo por aora, esperare tu conti
Ya ne! :3
»|Tµ•Løkità|™«3- **Miembro*Contest**
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Shana ~ Sáb 10 Ago - 7:37
••¤(Soul Melody)¤••
— ¿Eh? —volteó a ver a sus espaldas— Ah...eres tú, Claudia, ¿qué se te ofrece?
— ¿Y a quién esperabas? —inquirió la peli-negro curiosa y de un momento a otro ladeó su cabeza energicamente— Mejor te preparas que Amanda no va pasar en alto lo que le intentaste hacer ayer —con tono amenazante.
A Itachi le pareció una dulce cara angelical. Aquella delicada creación robaba todo su corazón y destruía sus fuerzas como si fuera una bomba nuclear. Qué ojos zafiros más transparentes, únicos, sublimes... ¡Eran los más hermosos que había visto en su vida! Sin darse cuenta, sintió como una potente ola de calor se hospedaba en cada mejilla tiñendo su piel blanca en rojiza.
—La policía llegaría demasiado tarde... —respondía May sin dejar su meditación— Es...es sed de sangre...también...hay miedo y temor... ¡Es la víctima!
Se agitó repentinamente.
Entre la distancia que separaba a May y compañía de los otros estudiantes, estaban un par de siluetas femeninas escondidas en el enorme y verde ramaje de un inmenso árbol.
La una era de cabello naranja y la otra de azul.
- Episodio - 4 - Anticomportamiento -
La personalidad es el reflejo de nuestra alma;
Ocultarla supondría su condena eterna...
¿Cuál es la estrategia que todo estudiante utiliza cuando está en un examen?
"Copiar"
Para mala suerte, o quizás buena, de los estudiantes del curso 1-A, la profesora de la asignatura de Literatura les había dado un aviso que les había caído a todos como un balde de agua fría: un examen sorpresa.
El tiempo parecía eterno y hasta se podría opinar que ni siquiera estaba avanzando, probablemente, las agujas del reloj estaban en contra de ellos y tomaba su marcha para atrás. En un movimiento del segundero, una gota de sudor corría desde la frente de los alumnos, una mirada nerviosa paseaba a cada rato intentando hallar las respuestas de las preguntas del examen en blanco que tenían en su delante.
—Chicos tienen 5 minutos más —comunicó la profesora.
Esta oración fue interpretada como una sentencia de muerte que todos escucharon como: En 5 minutos todos reprobarán.
La prueba de conocimiento que se realiza para tener control del aprendizaje de los estudiantes, era como si los obligaran a caminar en una cuerda floja para atravesar un mar de lava hirviendo que se aloja debajo de ellos, ansioso por sumergir a un desafortunado/a en la profundidad de su infierno.
— ¡Pzh! May... —susurraba Lucy a su compañera de a lado, siendo precavida en no ser escuchada por los oídos agudos de Gabriela Ríos, la profesora.
La mencionada inmediatamente volteó al llamado y observaba las señales de la peli blanco. Descifró que le estaba diciendo que "escriba algunas de sus respuestas" en su prueba, pero ella se negó sonriendo, añadiendo, que su examen ya estaba completo y terminado.
— ¡Profesora! ¡May está copiando! —gritó una jovencita desde la esquina de la clase.
La multitud de jóvenes presentes giraron sus cuellos de forma automática en dirección de la castaña, quien apenas y podía procesar lo que su par de oídos habían escuchado recientemente. Su cuerpo se tensó al percibir los muchos ojos incrustándose, injustamente, en ella.
—La atmósfera es una capa de gases que envuelve a la Tierra. Esta mezcla de gases proporciona el aire que respiramos y es indispensable para el equilibrio térmico del planeta. Sin la atmósfera, nuestro planeta podría alcanzar 75C en el día y -130C en la noche —comentaba un "joven" con tono firme y masculino.
Este era el curso de 4-C. Aquí se encontraban los jóvenes que están a un mísero paso de salir del Instituto Imperial.
Entre los que aquí figuraban podríamos resaltar la exquisita presencia de un joven de cabellos castaños, con su usual faceta relajada y tranquila que aun en este estado atraía las miradas enamoradas de sus compañeras, sus "fanáticas" fieles.
— ¿Qué te dijo la Vice? —inquirió a su compañero de a lado con una pizca de curiosidad y desinterés por el tema que se estaba enseñando.
—Lo que me haya dicho no debo compartirlo con nadie más que no sea mi sombra.
—Vamos, somos amigos, debes decírmelo —refutó con más convicción el castaño.
—No siento el deber de comentártelo.
La crudeza de las respuestas del joven peli verde estaba matando la paciencia de aquel apuesto chico que, a cada instante, comenzaba a agudizar sus ágiles ojos cafés.
—Debo mantenerme al tanto de la situación, por eso, es importante que yo lo sepa.
—Si lo que dices es cierto, la misma Vice te hubiera comentado algo pero como no lo hizo, no me veo obligado a contártelo yo —no titubeó en ningún momento, sus verdes ojos miraron de reojo a los enojados ojos de Gary.
—Que pesado estás últimamente, seguramente, ese rasguño en tu mejilla tiene mucho que ver —fue lo último que profirió y se hundió en sus pensamientos.
—Tsk.
Se estaba volviendo molesto estar cerca de Gary. Cada vez que no podía cumplir con sus "caprichos" recurría a recordarle la cicatriz que le había creado aquella chiquilla, aunque claro, no le contó hasta el momento que ella había sido la autora de esa firma en su mejilla.
—Joven Parker, ¿quisiera decirme las capas de la atmósfera? —cuestionó el educador al peli-verde distraído.
—La termosfera, mesosfera, estratosfera y troposfera —respondió naturalmente.
Un bullicio de asombro por parte de las chicas no se hizo esperar después de la respuesta acertada de Drew. Su intelecto abarcaba más allá de lo que la mayoría pensaba o pudiera imaginar, tenæa siempre todo bajo control y se podría decir que no existía algo que se le haya escapado de sus manos. Bueno...hasta hace poco, porque recordemos que el rasguño en su mejilla fue una clara excepción.
«]¦ • ¦[»
El multicolor surtido de colores que presumían las distintas flores plantadas en aquel precioso pedazo de tierra que conformaba el territorio del bello parque, hipnotizaban los sentidos de aquella chica de ojos zafiros. Su interior empezó a juguetear con los extravagantes pétalos perfumados de las rosas, su nariz inhaló todo el aroma del ambiente, sus ojos siguieron la caminata monótona que emprendían las hormigas, y el aire apenas se deslizaba por el lugar.
—Qué precioso... —confesó.
Tomó un segundo antes de buscar algo en su bolso.
— ¡Lo encontré! —hojeó su cuaderno hasta que una sacudida de aire se robó un pedazo de papel suelto— ¿Eh?
El material blanco realizó volteretas en el aire, todo en ritmo de la fuerza que lo manipulaba. Su propietaria la siguió con la vista hasta que se perdió tras el enorme tronco de uno de los arboles. Se apresuró en ponerse de pie y seguirlo.
— ¿Lo perdí? No es posible...
Paseó su mirada en todas direcciones pero no lo ubicaba. ¿Había desaparecido tan rápido?
Imposible.
Sacudió algunas hojas de su pantalón y chaqueta del instituto.
Eran aproximadamente las 02:30 de la tarde. El día estaba tan hermoso y agradable como para volver temprano a su casa, además no estaba una persona esperándola para la hora del almuerzo o de la merienda. Habría que aprovechar las oportunidades ¿no?
—Disculpa...
— ¿Hum?
May giró sobre su propio cuerpo y se encontró directamente con aquel sujeto que la había llamado.
Este era un hombre de firme postura, alto, serio. Su cabello corto era de un castaño claro que se esparcía por todos lados a causa del viento que rondaba ahí; sus ojos miel se mostraban tan salvajes como los de los felinos, con aquel rasgo único que lo identifica. Su expresión dura simplemente aumentaba su atractivo masculino y de igual o mejor atractivo se encontraba su fisonomía impecable. Un hombre que no pasaba de los 30 años, sin embargo, su apariencia era la de un joven.
— ¿Esto te pertenece jovencita?
El extraño extendió su mano mostrando un trozo de papel doblado que reposaba en su tacto.
La castaña se quedó observándolo por unos segundos, las corrientes de aire movieron la cola de caballo que conformaba su cabello amarrado con una cinta de color morado.
—Te pertenece o no —insistió con autoridad.
El aturdimiento que sufrió por un corto espacio de tiempo, a causa de la belleza de este mortal galeno, no duró mucho más de 5 segundos.
—Claro.
—Entonces tómalo, pequeña —devolvió el material ligero y sonrió casi imperceptiblemente.
—Muchas gracias...
Él se movió hasta darle la espalda a May.
—Deberías ir a tu casa, no es seguro que una pequeña como tú ande sola por aquí después de los accidentes.
Su mente seguía sumergida en el fondo de su conciencia, buscando la superficie para poder desaparecer por completo el poco control que tenia sobre su propio cuerpo y esto no ocurrió sino luego que aquel hombre desapareciera.
"Un momento... ¿accidente?" pensó extrañada.
— ¿Por qué...? ¿Por qué habrá dicho eso? —se preguntó sólo cuando se dio cuenta que nuevamente estaba sola— Tiene razón... No debería estar fuera de casa luego de salir de clases.
«]¦ • ¦[»
Esta noche no había estrellas. La bóveda celeste mostraba toda su oscuridad con una fuerza abrumadora. Esta negra noche fue una forma de esconderse entre las sombras, una estrategia para infiltrarse meticulosamente en cualquier parte que uno deseara. Definitivamente esta temporada de la noche fue aprovechada por un sujeto en particular.
— Esta bien, Lucy. Entonces así quedamos, nos veremos mañana en clases, chau y buenas noches —colgó su celular y lo tiró sobre su cama, el aparato realizo un leve salto antes de quedar inerte.
Un sonido tosco se escuchó en el interior de su vivienda. La castaña se puso en alerta.
— ¿Hay alguien más?
Unos ágiles ojos se prepararon fugazmente. Las terminaciones nerviosas de su organismo provocaron que sus dedos y manos se tensaran y endurecieran sus articulaciones, un leve escalofrío recorrió su columna vertebral, una carrera de un liquido transparente se inicio desde su frente hasta la comisura de su labio superior.
Se acercó sigilosamente al marco de la puerta y revisó ambos lados de los pasillos antes de poderse mover nuevamente.
—Mi tío Max llegará dentro de dos días... ,así que no puede ser él, ¿quién es entonces? —se aferró meticulosamente a una de las paredes para no ser vista por nadie más— ¿Y eso?
La hermosa joven acudió a los sonidos hechos por lo que parecían ser el choque del filo de ¿cuchillos?
— ¿La-la-ladro-drones...? —titubeó May.
Un insignificante miedo surgió en el fondo de su corazón como si estuviera siendo clavado con algunos alfileres metálicos. Tomó un hondo y profundo respiro y luego se dirigió a la cocina, porque estaba segura que de ahí eran provenientes los anteriores ruidos.
Cuando estuvo por entrar, fue cautelosa en espiar un poco y lo que vio fue una mano sosteniendo firmemente el cuchillo, no se había equivocado en identificar el utensilio, y por culpa de su curiosidad, intentó saber quién era el individuo que había invadido su casa a esa hora.
Para su sorpresa, el sujeto ya la estaba observando.
— ¡¿Qué haces en propiedad ajena?! —inquirió molesta, la vena remarcada en su frente fue prueba de ello.
—Me vi en la necesidad de entrar —contestó moderadamente, detuvo la actividad que realizaba.
— ¿Por qué? Además... eres un desconocido para mí.
—Por motivos económicos. Dudo mucho que aun sea un desconocido.
— ¿Qué insinúas con lo que acabas de decir? —se paró justo delante de él para darle la cara.
—Que es imposible que una persona no me conozca.
—Y puedo saber por qué.
Lo pensó por unos segundos, su fuerte no era hablar mucho y menos cuando no tenía ganas—Vamos, ya me conoces —dijo por fin, pensando que con eso terminaría la charla.
—Si lo que dices fuera cierto, de igual manera no tienes derecho de entrar en propiedad ajena —reiteró. Lo primero que le habían enseñado de pequeña era no confiar en extraños.
Un incómodo silencio divagó entre esas cuatro paredes, la rauda realidad se incrustó en la razón de ambos mortales que se encontraban juntos en esta situación, sin embargo, todo a causa de la persona masculina.
—Mi casa es inhabitable por unos días, por eso me vi en la obligación de venir acá.
Pensó en lo dicho. No era hospitalario dejar en la desgracia al prójimo si uno mismo puede ayudar a cambiar su situación. No obstante, de cualquier forma, él carecía de su confianza, por el momento.
—Pero debo suponer que mi casa no fue la única opción, deberías haber ido al hogar de alguno de tus familiares. Porque no somos ni compañeros ni amigos y ni siquiera sabemos nuestros nombres... —dijo lo último desviando su mirada, tal vez esta era una excusa para que él le preguntara su nombre...
—Estoy preparando una cena, ¿dónde tienes el arroz?
— ¿Eh? —se decepcionó notablemente por la ignorancia del peli-verde, no obstante, siguió el ritmo de la conversación y calmó un poco su enojo— No tengo idea...
Sintió mucha, para no decir demasiada, vergüenza por no saber la ubicación de los alimentos, había olvidado que su tío era el encargado de preparar todas las comidas y ella sólo atendía la limpieza de la morada.
Aunque debía admitir que no encontraba una respuesta lógica para que el famoso y tan codiciado Drew Parker viniera a cocinar a su casa, esperen un momento... ¿a cocinar? Un hombre... ¿cocinando? ¿Qué vendría ahora?, ¿qué le confesara que le gusta la jardinería o el ballet? Sería inaudito y casi imposible para un chico así. O... ¿estaba ahí por razones totalmente opuestas a la que pensaba?
—No hago insinuaciones indecorosas.
¿Cómo?, ¿acaso podía leer la mente?
La ojiazul se quedó plantada en la entrada de la cocina, observando como el peli-verde cortaba las verduras de una manera profesional. Su manejo con el cuchillo era increíble y el resultado era un fino picado de verduras. No pudo evitar mirarlo con una cara de asombro infantil: unas mejillas levemente sonrojadas y un par de ojos cautivadores.
— ¿Te ayudo en algo? —preguntó dulcemente.
Su receptor la analizo con la mirada perspicaz que siempre demostraba ante los demás y no produjo ninguna mísera sílaba.
A May le incomodó la situación, hasta empezaba a creer que los jóvenes de la famosa ciudad LaRousse solían comportarse de esa manera tan dominadora e impetuosa. Y por encima de todo, por alguna misteriosa razón, le agradaba pensar que no estaba sola en esa casa.
—Yo que tú me cambiaba de ropa —comunicó audaz.
La castaña se miro de pies a cabeza, el corto y diminuto short de dormir, la blusa de tirantes que dejaba al descubierto un poco de sus voluminosos atributos y su par de pantuflas de color crema al igual que las anteriores prendas, definitivamente ropas inadecuadas para la cocina. Decir que se puso colorada seria poco, para describir el facial de la pequeña niña intrigante.
«]¦ • ¦[»
—No puedo creer lo que me dices...
—Es en serio, hasta yo no podía creerlo. Tenía una imagen equivocada de él, pensé que era un joven culto.
—Pero May... ¿lo dejaste estar en tu casa a esa hora?
—Verás Lucy, no me pareció correcto dejarlo a su suerte... Dijo que su casa era inhabitable y por eso...
— ¡¿Durmió en tu casa?! —cuestionó alterada.
El pasillo del Instituto Imperial se llenó de estudiantes, otra vez. Las vocecillas chillonas de las chicas no se podían apaciguar, claramente comenzaban a intercambiar los más recientes chismes que actualmente circulaban por el establecimiento. Esa mañana era fresca y radiante y el aire esparcía perfume de flores de cerezo, hasta esos pétalos rosáceos se convirtieron como una fina y fraganciosa capa que cubría el suelo.
— ¡No durmió en mi casa! —contestó fugazmente— No confundas, es muy mal visto que dos estudiantes de distinto sexo duerman bajo el mismo techo. Lo que paso fue...
—May, quisiéramos hablar contigo un momento —pronunció una joven de cabello azul.
To Be Continued...
*****
Wiii grax por sus comentarios amiitos xD aqui les coloque la conti, espero que les agrade ^^
Saludos!
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Aubi-chan Dom 11 Ago - 11:40
Primer~ LOL
Muy buen cápitulo >w<
Se pone interesante la historia ;w;
Se te da muy bien dejarme con la intriga, ee xD
Que cabrona la tía que dijo
que May estaba copiando DD:
Quién será el tipo que le dió el papel a May ¿?¿?
Y por qué la casa de Drew
estará inhabitable unos días?
Por qué fue a la de May?
Por qué Lucy y yo mal pensamos D//:?
Por qué Dawn (intuyo que es ella) quiere hablar con May?
Por qué hago todas estas preguntas? xDU
Espero la conti con ganas ;D
Adiós~ nOn
Muy buen cápitulo >w<
Se pone interesante la historia ;w;
Se te da muy bien dejarme con la intriga, ee xD
Que cabrona la tía que dijo
que May estaba copiando DD:
Quién será el tipo que le dió el papel a May ¿?¿?
Y por qué la casa de Drew
estará inhabitable unos días?
Por qué fue a la de May?
Por qué Lucy y yo mal pensamos D//:?
Por qué Dawn (intuyo que es ella) quiere hablar con May?
Por qué hago todas estas preguntas? xDU
Espero la conti con ganas ;D
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por †- Ikuto -† Sáb 17 Ago - 22:30
Jajajabuen capitulo, tal y como lo esperaba xD jajajaja
perdona este pequeñito sarcasmo querida amiga pero espero a ver lo que en realidad continua
Veo que si mejoraste algunos errores, los puliste. Excelente amigaaaaa, y bueno, nus vemos pronto
PD: (Este dia parece que soy segundo en todo :O)
perdona este pequeñito sarcasmo querida amiga pero espero a ver lo que en realidad continua
Veo que si mejoraste algunos errores, los puliste. Excelente amigaaaaa, y bueno, nus vemos pronto
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por »|Tµ•Løkità|™«3 Vie 23 Ago - 18:57
Niaaaaa que intriga mas grande en la que me dejastes xD
Sempai...necesito saber que continua omg *O*, por algun motivo siento que algo malo va a suceder (?) Yo y mis pensamientos negativos ._.
jejejeje
Vamos mi querido Drew!!! aste ver en este fic jajaja
saludos sempai
Sempai...necesito saber que continua omg *O*, por algun motivo siento que algo malo va a suceder (?) Yo y mis pensamientos negativos ._.
jejejeje
Vamos mi querido Drew!!! aste ver en este fic jajaja
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Yane Vie 30 Ago - 15:08
nueva lectora
me gusta tu fic tu forma de narrar es increíble
y si que sabes como dejar con intriga
solo algo mas
pon la continuacion prontito que no me
gusta q me dejen asi con ontriga pero sere paciente
chaito....
me gusta tu fic tu forma de narrar es increíble
y si que sabes como dejar con intriga
solo algo mas
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Shana ~ Vie 6 Sep - 20:56
••¤(Soul Melody)¤••
— ¡Profesora! ¡May está copiando! —gritó una jovencita desde la esquina de la clase.
Un bullicio de asombro por parte de las chicas no se hizo esperar después de la respuesta acertada de Drew. Su intelecto abarcaba más allá de lo que la mayoría pensaba o pudiera imaginar, tenia siempre todo bajo control y se podría decir que no existía algo que se le haya escapado de sus manos. Bueno...hasta hace poco, porque recordemos que el rasguño en su mejilla fue una clara excepción.
—Entonces tómalo, pequeña —devolvió el material ligero y sonrió casi imperceptiblemente.
—Muchas gracias...
Cuando estuvo por entrar, fue cautelosa en espiar un poco y lo que vio fue una mano sosteniendo firmemente el cuchillo, no se había equivocado en identificar el utensilio, y por culpa de su curiosidad, intentó saber quién era el individuo que había invadido su casa a esa hora.
Para su sorpresa, el sujeto ya la estaba observando.
Episodio - 5 - La primera discípula -
Maestro es aquel que guía al discípulo;
discípulo es aquel que guiará lo aprendido...
—May, quisiéramos hablar contigo un momento —pronunció una joven de cabello azul.
La castaña se sorprendió levemente. No esperaba que alguien que no conoce y que no tuvo la prioridad de presentarse antes de pedir algo, le dirigiera las palabras más firmes que había visto. Su faceta estaba seria a pesar que, aun así, mostraba una calidez que agradaba mucho.
—Cla-claro... ¿qué sería eso? —dijo amable May.
—Dawn, ¡¿qué modales!? —reprochó con énfasis la otra joven que acompañaba a la peli-azul— Disculpa a mi amiga —dirigiéndose a la castaña—, está un poco fuera de sí. Bueno, ella es Dawn Berlitz y yo me llamo Misty Waterflower, ambas cursamos el 3-B.
—Un gusto... —correspondió extrañada por lo que estaba presenciando.
Y al parecer a la que se hacía llamar Dawn, no le gustó mucho que la hayan clasificado como una "malcriada" sólo por un detalle de cortesía que se le había olvidado por tener en mente el hecho de crear una alianza con la castaña.
Sus ojos rodaron hasta mirar a Misty e infló sus mejillas en forma de un berrinche infantil, aunque en ella, a su edad, era un enojo muy encantador. Su belleza se asemejaba al amanecer en las mañanas.
—Estaba un poco emocionada, por eso no saludé... ¡Pero no es para tanto! —mencionaba Dawn.
—De igual forma, no debes olvidar tu educación —acotó la peli-naranja.
— ¡No la olvidé! Simplemente se me paso por alto...
—Vamos no te enojes...
— ¡Es que tú lo exageras todo!
Lucy y May se mantuvieron al margen de la riña entre amigas que estaban observando. Aun no tenían una sólida confianza como para interferir y detener ese conflicto y hacer que ellas hagan las paces. Pero...en cierta forma, debían admitir, que era divertida la escena que se presentaba, es decir, los pequeños pucheros de la peli-azul y las respuestas serenas de la chica de cabello naranja.
—Disculpen... —decía May.
— ¡¿Qué!? —gritó Dawn. Dándose cuenta de su elevado tono de voz— Perdón...
Dawn Bertliz. Estudiante del curso 3-B en el Instituto Imperial. Su rostro angelical gozaba de una impresionante piel blanca y tersa, tan suave como el sedoso cabello color azul que poseía, el cual, estaba amarrado formando una bola en su nuca. La camisa blanca que llevaba puesta se adaptaba perfectamente a las curvas de su cuerpo, la chaqueta totalmente abierta. La falda negra dejaba apreciar sus moldeadas extremidades de señorita y al finalizar sus medias negras y zapatillas.
—Ah... Tan impulsiva como siempre, Dawn... —dijo Misty exhalando un poco de aire.
Misty Waterflower. Estudiante del curso 3-B en el instituto. Tenía 17 años de edad, al igual que Dawn. Era la portadora de un delicado perfil que dejaba a la vista su cutis y sobre este, sus ojos aguamarina, claros y tranquilos como las aguas transparenten de la playa; unas cejas y pestañas negras. Sus labios poseían un tono sonrojado, naturalmente, que acompañaba a su bien perfilada nariz. Su cabello naranja formaba una hermosa trenza que descansaba encima de su pecho y unos mechones decoraban su rostro. La figura virginal que poseía se aparentaba al cuerpo de la peli-azul, con la única diferencia que su estatura era más alta.
Nuevamente la aludida bufó molesta.
—Mejor yo hablo a partir de ahora —tomó la palabra y se acercó a May— Disculpa todo lo que has presenciado hasta el momento. Nuestro objetivo era platicar un momento contigo y esto se vio consecutivamente muy interrumpido por motivos obvios. Nosotras quisieram-
— ¡Misty! —llamó alarmada su amiga, dirigiendo su mirada a su espalda, en estado de alerta por algún motivo.
—Ya me di cuenta Dawn, gracias —agudizaba sus ojos aguamarina— Por el momento no podemos hablar mucho, parece que hay un curioso por aquí...
— ¿Un curioso? —cuestionó Lucy, hablando por primera vez.
Las recién conocidas sonrieron ampliamente en respuesta. Por el momento no podían dar los detalles que pensaron dar, no, si hay alguien que las estaba espiando.
— ¿Te parece si nos encontramos después de las clases? —preguntó la peli-azul.
—Por mí no hay problema.
Luego de una rápida despedida, May y compañía se fueron caminando a su salón. A su lado se encontraba la profesora Raquel con sus libros en manos y mirándolas de una manera encantadora, como si intentara transmitir un amor materno que se ha guardado en su interior por mucho tiempo...
. . .
—Es muy hermosa y amable.
— ¡Sí! Es en encantadora, dulce y tierna. Pero la eh visto parar con Nagato estos días ¿por qué?
— ¡Qué importa eso! Me gustaría conocerla más a fondo.
Una rabia amarga sutilmente se iba incrustando en la mente de una joven al escuchar la conversación que estaban montando dos de sus compañeros, refiriéndose a esa chiquilla que había ingresado a casi medio año. La noticia de su llegada no demoró ni una hora en recorrer todo el instituto y a este punto, no existía ningún ser vivo que no la conociera. Su popularidad se había extendido rápidamente como una epidemia incontrolable, y esto precisamente, la estaba molestando.
Su enojo se mostró al exterior con una mordida en su labio inferior, acompañada de un par de ojos rojos que destilaban un profundo odio por pensar que May tenga mucha fama, incluso, más fama de la que tenía ella.
— ¿Hablan de Balance? —se introdujo un nuevo estudiante, a lo cual los otros dos asintieron sonriendo— Yo me informé que vive un poco cerca de aquí y que solo tiene un familiar que la acompañe en su casa.
— ¿En serio? ¡Esto se pone más fácil aun! Si queremos acercarnos a ella podríamos visitarla o hablar con algunos de sus amigos y punto final.
A algunos pupitres de distancia, de donde se ubicaban los tres compañeros, podemos observar a una bella joven que expresaba sus atractivos labios surcados hacia abajo.
—Imbéciles —recitó vilmente la estudiante.
—Amanda, ¿qué harás esta noche? Pensaba en invitarte a comer —decía galante un joven. Gozaba de un atractivo aceptable.
—Piérdete —contestó fríamente la mencionada.
Se encontraba de muy mal humor en estos momentos y todos sabemos el comportamiento que reproducimos cuando nuestra actitud se encuentra así, añadiendo, el terrible rompimiento que tuvo, no hace mucho tiempo, con cierto castaño que simplemente le había planteado que fue un error el que se hayan involucrado sentimentalmente, un error que, según él, ya se había arreglado.
«]¦ • ¦[»
El cielo se estaba tornando oscuro. Aquellas blancas nubes se habían escapado de su lugar y fueron reemplazadas por otras un poco más negras, que no dejaban de crear algunos sonidos de relámpagos poderosos. Las aguas que rodeaban al terreno que conformaba LaRousse, adquieren grises colores, como si la sustancia liquida no fuera agua, sino otro líquido más espeso...
Un pajarillo solitario fue la única criatura que seguía planeando en el aire, sin embargo, se notaba que su rumbo ya estaba decidido.
La espléndida ciudad LaRousse obtenía un fúnebre panorama. Sus enormes edificios lucían opacos por la ausencia de la luz del sol; las calles, por el momento, estaban desiertas. Algún que otro animal callejero caminaba sigilosamente en la zona residencial de la ciudad, para ser más exactos, en la oscuridad.
— ¿Lloverá? —susurró al ventanal una joven peli-blanco.
Un joven alcanzó a escucharla y se tomó la molestia de contestarle:
—Según las noticias, el día de hoy debería estar despejado... —cerró sus ojos molesto— Estúpidos meteorólogos.
— ¡Itachi! No te expreses así, pareces un maleducado
—reprochó su hermana, observándolo fijamente.
—Por un momento pensé que obtendría un sobrenombre escalofriante —dijo el peli-azul, acotando una pizca de ironía.
Lucy marcó una visible vena en su frente y mano, que convirtió un puño, y se la enseño a Itachi para que supiera lo que le esperaba si continuaba con esa actitud tan "poco agradable".
Cada segundo se impacientaba más. Necesitaba su usual taza de té a esa hora para intentar relajarse con la compañía de su hermano juguetón. Caminó hasta la sala y se sentó en un sofá al frente de Itachi, este, la había mirado en todo momento queriéndose disculpar con ella con sus ojos, como lo hacían de pequeños, cuando su madre preparaba un postre y ambos se disputaban por él. Pasaban horas enojados, y así estarían, sino fuera por la disculpa del mayor.
— ¡Ah! Itachi, quería decirte que hoy no dormiré en casa.
—Estás loca si piensas que te daré permiso para dormirte debajo de otro techo —respondió sin titubear.
May se detuvo en el marco de la puerta de la cocina al escuchar la corta conversación que estaban teniendo esos dos hermanos. No era que siempre espiaba, no, sólo que esta vez estaba preocupada porque Itachi se rehusara a dar permiso a Lucy para dormir en su casa. Al final de cuentas, si quería cumplir su promesa, no podría ejercerla a la vista del peli-azul... Era más que obvio que no aceptaría un trabajo tan arduo para su pequeña hermanita tan apreciada para él.
— ¡Pues yo no te estoy pidiendo permiso! Te estoy avisando —contraatacó la peli-blanco con un timbre de voz elevado. Le molestó la respuesta rápida y negativa de su hermano.
—Soy el mayor de la casa y debes obedecerme.
— ¿Cuándo yo accedí a eso?
—Si intentas convencerme para que te de permiso esta noche, no lo estas logrando —cerró precipitadamente sus ojos.
— ¡¿Eres un...?!
La interrumpieron repentinamente.
— ¡Lucy! Por favor no sigas...
Su voz se escuchaba tan suplicante. La castaña no aguanto esa pelea, que estaba segura, iba terminar muy mal...
Tampoco conocía esa actitud de Itachi, pero era lógica, teniendo en cuenta que sus progenitores fueron cruelmente asesinados y temía por la seguridad de su única familia y a la que ha amado mucho desde siempre. ¿Convencerlo ahora? Parecía una tarea imposible, desde ya se notaba que se había vuelto un poquito sobre protector con Lucy.
Se acercó a pasos lentos y colocó sobre la mesita del centro la bandeja con las tres tazas de té. Miro a Lucy, estaba molesta, rápidamente también miro a Itachi, él estaba más que furioso. Se apresuró en repartir las tazas y acorto la distancia entre ella e Itachi, lo miró fijamente.
—Itachi —decía dulcemente—, por favor, deja que Lucy se quede en mi casa, solo por una noche, es para poder realizar un objetivo propuesto. ¿Sí? —con un par de ojos firmes, intentó convencer al peli-azul acercándose a su rostro, todo inocentemente.
Desvió su mirada sonrojado. En sus mejillas aparecieron esas líneas rojas y sus ojos azules no pudieron permanecer quietos. Estaba nervioso. Sus nervios empezaron a jugarle un mal rato provocando que Lucy se riera.
— ¿Eh? —musitó la castaña, no hallaba el chiste a la situación.
En cambio el hombre que estaba presente no podía controlar su respiración precipitada, los latidos de su corazón iban en aumento y la sensación de que su hermana se esté riendo de él lo atormentaba y sonrojaba aun más.
—Continua así May —dijo divertida Lucy.
— ¿Por qué lo dices?
. . .
Quienquiera que mirase a Gary Oak pensaría que este era un joven que había obtenido la vida regalada. Una lujosa y enorme mansión que de vez en cuando presumía a sus amistades al crear una de las más conocidas e importantes fiestas de la ciudad. Pero lo cierto era que todos los bienes que poseía actualmente fue el regalo que su abuelo le dejo en su testamento, porque ya había partido a aquel paisaje desconocido por el hombre hace algunos 3 años: la muerte. El primer día que el castaño supo que su abuelo se fue a un viaje del cual nunca más retornaría, sufrió un fuerte shock nervioso que lo hizo palidecer por algunas semanas más. Lo internaron en el hospital de la ciudad y cuando salió tuvo que enfrentar la triste realidad que lo envolvía y dar la cara como el hombre en que se había convertido.
Durante este tiempo fue constantemente apoyado por Drew Parker, es por este motivo que su amistad se agudizo mucho más, a tal grado que Gary lo considero como al hermano que jamás tuvo.
Hoy lo observamos, nadando tranquilamente en su enorme piscina al lado de un hermoso y perfumado jardín. Los rayos solares estaban un tanto candentes, dejando apreciar cientos y cientos de partículas flotando en el aire y los mismos formaban esferas transparentes ante el ojo humano. Era un paisaje multicolor, un concierto vegetal que nos brinda la naturaleza.
— ¿Cuánto tiempo más te quedarás a perder el tiempo? —cuestionó una seria voz.
El receptor tuvo que levantar la mirada para observar al dueño de aquella voz, aunque ya sabía perfectamente de quien se trataba. Sólo hay un ser humano sobre la tierra que es tan directo en todo.
—Apenas llevo 15 minutos refrescándome, hermano, ¿por qué quieres sacarme tan rápido? —contestó con su usual humor.
—Tenemos una reunión.
—Tienes razón, sin embargo, ese junte es dentro de dos horas. Hay mucho tiempo Drew.
—Lo sé, simplemente me estoy antelando a las condiciones meteorológicas. Hace media hora estaba totalmente nublado y ahora está despejado, me parece muy extraño.
— ¡Te preocupas demasiado hombre! No hay nada que un simple paraguas no pueda solucionar... —subió las cortas escaleras para retirarse de la piscina.
Con simplemente un short color negro de vestimenta, se acercó a una de las tantas sillas de sol y se recostó. Verlo ahí, echado, con ambas manos detrás de su nuca, una sonrisa estampada en su fino rostro, un físico escultural que además era musculoso y parejo, definitivamente no existía una mortal que no hubiera caído rendida ante semejante belleza masculina que se podía presenciar y alagar. Aquel abdomen no pudo estar más perfecto, con esos músculos firmemente ceñidos que dejaban mucho que envidiar.
Su acompañante no estaba con la misma prenda, se vería demasiado sospechoso que dos jóvenes codiciados estén semi-desnudos y nadando solos en una piscina... ¿Se lo imaginan? Rotundamente ¡NO!
El peli-verde se situaba en el decorado balcón, con una vista fenomenal del paisaje de la ciudad. No obstante, esa vista, no deleitaba su ser, no lo llevaba a un fantasioso sueño o ilusión como lo hubiera hecho con otro individuo, él, era especial en cierto punto.
—Respóndeme algo Drew, ¿qué hiciste ayer?
— ¿Ayer?
—Te busqué en tu casa y no estabas, creo que eran las 02:30 de la tarde, ¿dónde te encontrabas? Y luego de eso te desapareciste por todo el día entero...
El peli-verde se sumergió en aquel mar de recuerdos y empezó a reproducir las escenas del día anterior...
{•------» FlashBack «------•}
Caminaba lentamente por los senderos de un pequeño parque que, a pesar de su angosto territorio, poseía innumerables y distintos tipos de plantas y flores, un rasgo único que lo diferenciaba de los demás parques, añadiendo, que este contaba con un enorme árbol de cerezo de unos diez metros de altura justo en medio de todo. Este lugar en particular era muy concurrido por la extensa sombra que brindaba el árbol y por ser el pequeño homenaje en honor al fundador de la gran ciudad LaRousse.
Él tenía la cabeza baja, de todas formas, no tendría por qué tener el rostro frente al camino, no le serviría de nada. Luego de algunos minutos de caminata oyó un comentario que atrajo su atención:
— ¿Por qué...? ¿Por qué habrá dicho eso...? —hubo un corto espacio de tiempo— Tiene razón, no debería estar fuera de casa luego de salir de clases.
¿Debería siquiera acercarse a ella para decirle algunas palabras? Él quería... pero por respeto así mismo, su terquedad, no lo hacía.
Justo a tiempo un golpe de suerte sucedió, o quizás, ¿fue el destino? No... Él no era una de aquellas personas que creía en ese tipo de cosas tan vulgar. En pocas palabras él no era un supersticioso. Aunque...no se perdía de mucho ya que creer en el destino es absurdo e insano y no existe algo que simplemente ya este establecido, no, cualquiera puede cambiar o alterar lo que viene.
El mismo pedazo de papel, que momentos antes se había escapado de May y también fue devuelto a sus manos, volvió a escurrírsele de los dedos y dando piruetas mortales en el torbellino de aire, fue a caer a los pies de Drew. Se apresuró a seguirle el ritmo, y al pasar al lado de un gran árbol lo encontró, tuvo que quedar unos 10 segundos plantada en la tierra, su cuerpo no le respondía... ¿por qué cruzarse específicamente con él en un lugar así? ¿acaso estaba pagando algo?
Dirigió su vista a aquel papel doblado. Que material más ordinario y la estaba haciendo pasar por estas situaciones, primero con aquel hombre castaño y ahora con el joven que inconscientemente la ponía nerviosa.
—No te enseñaron que es de mala educación no saludar a tus mayores —rompió el silencio Drew.
¿Acaso la estaba recriminando?
—Por supuesto —respondió ella sólo cuando sus cuerdas vocales se lo permitieron.
—No es lo que parece.
Ah... ¡Qué voz! Era tan relajante como el melodioso canto de un ruiseñor o tan exquisita y embriagadora como el murmullo del viento proveniente del bosque de pinos. No le sorprendería si le dijera que fuese un cantante, con tan privilegiada voz sería el mejor de todo el mundo. ¿O tal vez ya estaba exagerando las circunstancias?
— ¿Me podrías pasar el papel? —pidió con un sonrojo diminuto en el rostro. Estaba apenada por pedirle algo así, no obstante, si ella se acercaba para tomarlo, era seguro que se apenaría mucho más.
— ¿Cuál? —cuestionó con la vista frente al camino.
¿A qué viene la pregunta? Si el objeto estaba ahí, frente a él. ¿O sólo estaba siendo arrogante?
—El que tienes delante de ti.
—Si quieres algo debes actuar por tu cuenta para conseguirlo —dicho esto empezó a caminar, pasando por encima del papel pedido.
"¡Qué malo!" pensó la castaña con una ceja arqueada.
Con aquel mal sabor de boca se dispuso a recoger aquel bendito papel y volver por su mochila para salir con pasos toscos y duros en dirección a su hogar. Primero se encuentra con un hombre lindo, serio y amable para que después venga aquel joven... ¡Si que existían hombres totalmente opuestos!
Todo el tiempo fue observada por el oji-verde, el cual, se había escondido en un árbol unos metros delante de ella. Su rutina del día era observar y analizar los movimientos que la joven hiciera, pero ¿lo hacía porque se lo ordenaron o por voluntad propia? Cualquiera que fuese el caso debía tener un ojo puesto encima de ella hasta el anochecer, si era preciso.
{•------» Fin De FlashBack «------•}
— ¿Y bien?
—Tenía asuntos pendientes.
—Entonces, ¿por qué no me avisas? ¿somos amigos cierto? —inquirió Gary.
—Hay asuntos que solamente a mí me conciernen...
Unas esferas de luz bailaron en su iris y no hizo nada al respecto, nada para detener su ingreso a su ojos esmeraldas. Dio la media vuelta y abandono el lugar con una serie de pasos que cualquiera pudiera adivinar que estaba sumido en sus pensamientos.
«]¦ • ¦[»
El espacio era amplio y resplandeciente. El "tatami" poseía un leve resplandor que hacia entender que acababa de ser aseado por dos jovencitas que ahora se encontraban en el. La suave brisa se coló por entre las ventanas y acarició la piel, cabellera y vestimentas de las chicas. Cada una llevaba un traje adecuado para las actividades físicas y ambas se habían hecho coletas muy altas, sin embargo, el mechón de cabello blanco de Lucy aun le cubría uno de sus ojos.
—Entonces te fuiste molesta porque él había sido grosero contigo.
— ¡Exactamente! No le pedí que me hiciera un favor imposible...pero así fue conmigo.
—Si eso es todo lo que paso ayer con Drew, no es suficientemente lógico que luego de ese encuentro él se haya tomado tanta confianza como para venir a tu casa. Es muy raro...
—Lo mismo pensé. ¿Tú sabes si Gary tiene una baja economía? —la peli-blanca repitió la pregunta— Si, porque según entiendo Drew y Gary son amigos, ¿por qué no fue a su casa?
—Gary Oak tiene dinero, es más, es uno de los más adinerados de la ciudad —informó Lucy.
—Impresionante —confesó la castaña sorprendida.
La plática amistosa, en relación al misterioso comportamiento del peli-verde del anterior día, se prolongó un poco más.
Lentamente los rayos del astro rey se fueron desvaneciendo: una línea de luz a la vez, hasta que desapareció por completo y luego la habitación del dojo, y la ciudad entera, nuevamente adquirió ese toque fúnebre porque el sol fue opacado por las negras nubes que reaparecieron. No demoraron en prender algunas luces hasta que la misma volviera.
—Eres buena convenciendo a mi hermano, por un momento pensé que no me dejaría venir —abrió otra charla la de ojos azulados.
—No fue tan difícil... Solo se lo pedí amablemente y lo aceptó. Es un buen chico.
Lucy escuchó este comentario un poco interesada.
—Bueno, es hora de empezar —se puso de pie y al mismo tiempo su amiga lo hizo, después prosiguió—. Lucy Nagato, estas lista para comenzar con el entrenamiento que requerirá de tu cuerpo, alma y mente, un constante y uniforme trabajo, frecuentemente. Inculcaré en ti todo lo aprendido por mi maestro para que sea usado cuando la ocasión lo merezca y si este tiene relación con "la armonía y paz". Te convertirás en mi discípula y yo seré para ti tu maestra y amiga a la vez, que te acompañará en todo momento. ¿Aceptas el desafío? —finalizó con una seria voz.
Por primera vez en el tiempo que llevaban juntas, Lucy había contemplado a su amiga tan seria e impotente a la vez... De cierta forma lo recordaba a un joven del instituto.
—Lo acepto —contestó con el mismo timbre de voz.
Ambas amigas se miraron seriamente hasta que...
—Ja, ja, ja... —no pudo reprimir la inocente risa que emergió desde su garganta— Disculpa Lucy, es que, así...tú ahí y yo acá... Me recordó cuando yo iba a entrenar por primera vez, tal como tú lo harás enseguida. Mi tío me dijo las mismas palabras que te dije hace instantes, la diferencia es que yo respondí con vergüenza y nerviosismo —confesó con un toque de nostalgia.
— ¿A qué edad empezaste a entrenar?
—A los seis años...
—Eso lo explica todo —la castaña la miro sorprendida— ¡Eras una niña por Dios! Es normal que te hayas inquietado en un momento así.
Suspiro esbozando una sonrisa. Levantó con fuerza su mirada, y con un brillo sin igual en sus ojos, dijo las siguientes palabras:
—Te entrenaré lo mejor que pueda.
— ¡Entendido!
—Comenzaremos con unos ligeros ejercicios de calentamiento —prosiguió entusiasmada, la hermana de Itachi asintió— ¿Te parece unas 25 vueltas a la manzana?
La faceta de Lucy se crispó de ironía. May se percató de ello.
— ¿Dije algo malo?
— ¿Tenemos que dar 25 vueltas? —preguntó incrédula.
—Es muy poco ¿cierto? —dijo sonriendo.
La peli-blanca cayó de espaldas. Eso si es una broma. De un salto volvió a ponerse de pie, aunque con algunos cabellos desordenados.
—Es mejor si nos quedamos a calentar aquí mismo, porque sino, no tendría caso el que lo hayamos limpiado —aseguró.
—Tienes sobrada razón, entonces comenzaremos por comprobar tu resistencia física.
El día transcurrió rápido. Las agitadas calles de la ciudad poco a poco se despejaban porque el manto negro de la preciosa noche se situó en el cielo, siendo acompañado por aquel blanco satélite terrestre, que según algunos sujetos, cuentan que esta tiene profundos poderes en flechar los corazones. Sin embargo, esto es lo que relatan los ancianos por el simple hecho de llamar la atención, aparentemente.
Una silueta se posiciono en el tejado de una casa. Firme, observaba directamente un cuarto separado del hogar y era el único en el terreno que tenia la luz encendida. No se sabe cuánto tiempo lleva ahí, sólo que desde que llegó no hizo otra cosa que plantarse como una estatua y observar, aunque, él, no precisamente podía ser aquello. El resplandor blanco de la luna matizaba sus profundos e hipnóticos ojos.
Dentro del cuarto.
— ¡Estoy muerta! —gimoteó una voz chillona al mismo tiempo que se recostaba en el piso de madera— Hicimos sólo ejercicios y aun así quede rendida...
—No te apenes, Lucy, lo hiciste demasiado bien.
—Tengo hambre...
—Es cierto, la cena se me había olvidado.
Su compañera de clases adquirió una gotita en su nuca y sonrió nerviosamente.
La cena ya estaba servida. Gracias al cielo que Lucy si sabía cocinar y entre las dos prepararon unas "croquetas japonesas al estilo Lucy", eran sabrosas. Se encontraban comiendo tranquilamente en el comedor, May se había sentado en el lado izquierdo de la mesa y Lucy estaba frente a ella, de vez en cuando comenzaban a entablar una conversación.
—Según Misty y Dawn, es una corporación que camufla su verdadero objetivo con actividades nada sospechosas, pero algo llamativas.
—Sí, Chess Master Corporation... Es un nombre muy raro ¿cierto? —dijo May dando un sorbo a su bebida.
—Si, no tiene nada de sospechoso una corporación así, ¿o su finalidad con el nombre es simplemente para despistar?
En las sombras de la oscuridad, afuera de la residencia LaRReti, el sujeto de antes mantenía su vigilancia. Actualmente se había sentado en la pared de la segunda planta junto a una ventana. Flexiono una de sus piernas, donde apoyo su brazo seguido de su mentón y la otra extremidad inferior la estiró lo más que pudo. Sus pupilas miraban un punto ignoto mientras sus oídos eran los que trabajaban. Por alguna razón, se interesó en la conversación del interior de la vivienda.
—Precisamente eso mismo pensaba... ¿quién sospecharía de un lugar así? Donde simplemente crean objetos de entretenimiento.
Terminó de ingerir un bocado de su croqueta— También nos informaron que sus movimientos suelen ocurrir desde las 10:00 de la noche. Eso explica el por qué nos topamos con esa chica vestida de negro la otra noche.
El rostro de la castaña se entristeció.
—Animo May... Al menos salvaste una vida... —intentaba reanimarla.
—Pero...dejé escapar otra...
Las estudiantes del instituto Imperial habían visto en las noticias un reciente asesinato. El hecho había ocurrido en uno de los callejones más oscuros de la parte residencial de LaRousse, según las investigaciones, un par de jovencitas y estudiantes lograron rescatar a un ejecutivo de una empresa, al defenderlo de una posible asesina. Que se presume que la misma había quitado la vida de otro ejecutivo momentos antes de la intervención de las estudiantes. La posible arma homicida era la que se halló tirada en el suelo, cerca del cuerpo inconsciente de la delincuente, que en estos momentos, ya estaba tras las rejas.
Si, nos referimos a aquella noche donde May había rescatado a un hombre, y a la vez, era observada por muchos pares de ojos.
—Es por esa misma razón que estamos haciendo todo esto y porque ya nos involucramos, para terminarlo de una buena vez.
—Afirmativo. Ayudaremos a Dawn y Misty a terminar con esta masacre de vidas... —mira a su amiga directamente— Gracias Lucy, si no fuera por ti creo que no hubiera aceptado su petición porque las peleas nunca traen nada bueno y yo solo me entre por ayudar a los demás...
—Y eso aremos amiga —tomó sutilmente las manos de May— Ayudaremos a que nadie más sufra la pérdida de un ser querido.
Lucy se veía decidida en todo momento. Sus motivos de incentivar a May a aceptar lo que se le había pedido fueron simples: no quería que nadie más sufra lo que ella tuvo que sufrir al perder a sus padres por esa basura humana... Y también, si quizás, de esta manera pueda encontrar a los asesinos de sus padres, aunque no estaba segura de esto último. Como no podía ayudar a May en sus condiciones, ambas tuvieron la idea de que la castaña la entrene para poder así apoyarla. Es por esto que, hoy día, entrenaron toda la tarde sin decirle nada a Itachi, puesto que según Lucy, nunca le permitiría hacer eso. No obstante, esta decisión no le agradaba mucho a May: no le gustaba ocultar las cosas.
«]¦ • ¦[»
10:00 de la mañana del día viernes. El ambiente estaba inundado de cierta fragancia pegajosa proveniente del jardín del establecimiento. Las mentes de los estudiantes estaban cansadas luego de algunas horas de clases y en este momento podían relajarla.
Un gran número se dirigió a la cafetería porque era el receso y empezaban a pedir sus bebidas y comidas, la barra estaba repleta. Las mesas apenas tenían algunos espacios libres porque estaban siendo ocupadas por los que ya merendaban, a este grupo pertenecía May y compañía, que habían pedido un jugo de naranja y una pequeña hamburguesa, cada una. Al final de esta misma fila de mesas, se situaban aquellos codiciados chicos, siendo rodeados por algunas chicas mas y acompañados por algunos de sus amigos, pero los cuales no se acercaban al atractivo que ellos si gozaban: Drew y Gary.
Tres siluetas femeninas ingresaron al lugar y la "jefa" del grupo se acercó a la mesa donde se encontraba la castaña que conocemos, sin ninguna buena intención.
Golpeó con brusquedad, con la palma de su mano izquierda, la mesa donde las chicas comían. Los alimentos crearon sonidos en respuesta al temblor sucedido.
Ambas chicas levantaron la vista imaginando a la única persona que se les venía a la mente.
Problemas.
Era nada más ni nada menos que Amanda Gerarld, apuesto a que lo sabían.
Su "aura", según May, en este momento se torno más oscuro y espeluznante que el otro día, presintió que estaba demasiado furiosa.
—Miren con quienes me encuentro... La niña bonita y la otra.
May calmó a Lucy, porque esta se había enojado por lo ultimo dicho, colocando su mano en su pierna para transmitirle serenidad.
—Sabes Amanda, siempre supe que eras venenosa pero nunca entendí si esparcías tu veneno por simple deseo o porque te diste cuenta que realmente no vales nada e intentas que los demás se sientan como tú —Lucy soltó todo lo que su ser había guardado en las semanas pasadas.
Se creó un tenso silencio. Nadie imaginó que la pequeña chica que nunca dañaba ni una mosca y que siempre permitía que la humillasen, se revelase de esa manera tan destructora y, hay que ser sinceros, realista.
La jovencita de cabellos rojos se quedo en un estado de shock.
A los alrededores los demás estudiantes se callaron y esperaron el transcurrir de este encuentro. Nadie había visto o escuchado a Nagato, hablar de esa forma.
To Be Continued...
*****
¡Holitas! Como estan todos xD
Paso nuevamente rapido para soltar la continuación y agradecer a los comentarios de Aubi-chan, ikuto, Angi y mi nueva lectora Yane ^^
Espero que disfruten de la conti, saludos!!! ^^
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Elii~ Sáb 7 Sep - 0:15
¡Hola Alice!
¡¡¡Nueva lectora!!! 
Me leí todos los capis del fic y me has dejado con la boca abierta =@ me encantó!, es maravilloso *o*
La historia y los personajes son tan interesantes e intrigantes OwO Y la trama esta muy, que digo muy.... excelentemente escrita y narrada, sigue así!
Me pregunto que va a pasar ahora entre Lucy y la tal Amanda...espero que no corra sangre ajaja xD
Ojalá que pronto puedas subir la conti, la espero con muchas ansias...
Hasta la próxima...Chau, Chau! 
Eli.~
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Aubi-chan Sáb 7 Sep - 17:31
Guau, que largo @.@U (??
Mierda, me han ganado en comentar T^T
Esto no puede estar ocurriendo ._.U (?
Me ha llevado más de lo que crees leerlo xD
Que envidia me da tu forma de narrar -w-
Describes las situaciones,
las acciones y los físicos a la perfección
Yo nada, ni me acerco a tu nivel D:
Cuidas mucho tu forma de escribir, pero aun así
se te ha colado un par de faltas como a todo el mundo n-nU
espero que no te moleste DD:
Solo he visto 2 tildes y un par de "h"
Pero solo esas faltas en una conti tan larga es un mérito ;D
Me gustó el comportamiento de Dawn y Misty
Se me hizo gracioso n.n
O sea que Drew fue a la casa de May por gusto (?
Pudiendo ir a la de Gary... (??
Jajaja, 25 vueltas a la manzana, que graciosa es May xD (?
Yo no aguantaba ni una e_éU
Y Lucy y Amanda... O-o
¡Pelea, pelea, pelea! >D (?
Nah, pero fijo que se foma un corrito de gente alrededor
Espero que para la siguiente conti
pueda comentar la primera, como siempre (?
Adiós~ nOn
Además mi comentario se ha quedado rayado con tanto tachón (?
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Rouse Realoaded Sáb 7 Sep - 19:10
OMG Hace mucho que no vengo y ya me perdí varias Lo siento Alice-chan pero ya vengo a enmendar mis errores jeje. Todo bien hecho, bien escrito y bien gracioso xD Esas Dawn y Misty son un desmadre. Me encanta esta historia. Es excelente. Hasta la próxima amiga
Lo siento Alice-chan pero ya vengo a enmendar mis errores jeje. Todo bien hecho, bien escrito y bien gracioso xD Esas Dawn y Misty son un desmadre. Me encanta esta historia. Es excelente. Hasta la próxima amiga 
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por »|Tµ•Løkità|™«3 Miér 25 Sep - 20:15
Eso si es la intriga en un capitulo
sensei que full capitulo, me guso muchisimo, ya me imagino a Lucy peleando, wuy
Y quese puede esperar de esa vibora de amanda ._.
que la pise un tren '-'
NUuuuu yto no soy malala jjajjaa
Espero tu conti, sensei
sensei que full capitulo, me guso muchisimo
, ya me imagino a Lucy peleando, wuy Y quese puede esperar de esa vibora de amanda ._.
que la pise un tren '-'
NUuuuu yto no soy malala jjajjaa
Espero tu conti, sensei
»|Tµ•Løkità|™«3- **Miembro*Contest**
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por ariel_chan Jue 26 Sep - 6:18
wau me han dejado con mucha
intrigaahora si no se q hacer
solo permiteme darte unos consejitos
q te puedan servir expresa mas el lugar
y no te olvide de alguna tldes si
si se ve mas ordenado
con esto me despido chaito
intrigaahora si no se q hacer
solo permiteme darte unos consejitos
q te puedan servir expresa mas el lugar
y no te olvide de alguna tldes si
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por †- Ikuto -† Jue 31 Oct - 4:37
Se me esta siendo una costumbre venir a horas que no deberia venir xD jejeje
Mis disculpas linda
Bueno, tambien pedire disculpas por no pasarme antes por tu fic...! Dios en que estaba pensando! -w-
Por suerte aun todo es como un dejavú para mi xD Ya ansio leer de aquí a algunos capitulos mas... falta poco y seré el primero en aparecerme aqui :3
Nus saludamos luego linda.
Mis disculpas linda
Bueno, tambien pedire disculpas por no pasarme antes por tu fic...! Dios en que estaba pensando! -w-
Por suerte aun todo es como un dejavú para mi xD Ya ansio leer de aquí a algunos capitulos mas... falta poco y seré el primero en aparecerme aqui :3
Nus saludamos luego linda.
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por •| Reik |• Vie 1 Nov - 18:43
Escribeeeee
como siempre lo haces linda :3
Tienes talento y ya kiero ver lo que continua, oki?
Pon la continuacion que te sieguire en tu escrito hasta el fin.
como siempre lo haces linda :3
Tienes talento y ya kiero ver lo que continua, oki?
Pon la continuacion que te sieguire en tu escrito hasta el fin.
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Re: Soul Melody - Actualizado: 06/009/13 - Capitulo #5
por Ameko Sáb 19 Abr - 20:11
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