[Ikarishipping] Los polos opuestos se atraen (¡Capítulo 2!)

Después de su viaje con Ash y Brock, Dawn se dispone a hacer un nuevo viaje sola para ganar más concursos y convertirse en la mejor coordinadora pokemon. Lo que no sabe es que en este viaje la meterá en un millón de líos y también, hará que experimente sensaciones que no había sentido antes.

                              Capítulo 1: -Nuevo viaje-

-¡Mamá! ¡Ya me voy!- gritó una jovencita de unos 14 años, mediana estatura, pelo azul y ojos azules.

-Espera Dawn. ¿Estás segura de viajar sola? La verdad que tengo algo de miedo porque antes viajabas con Ash y Brock y sabía que ellos te protegerían..pero ahora..- dijo su madre un poco preocupada.

-Mamá no te preocupes por eso. Además, tengo a Piplup conmigo, no te olvides. Estaré bien, tranquila. Ahora me tengo que marchar, adiós- dijo con una sonrisa dirigida a su madre.

Después de esa charla con su madre, Dawn se dirige en barco a una nueva región donde competirá por nuevos listones.

-¡Por fin llegamos Piplup!- gritó eufórica mientras bajaba del barco.

-Piplup- contestó el pequeño pinguino con felicidad.

-Mañana será el primer concurso. Lo mejor será que atravesemos el bosque, sino no nos dará tiempo- dijo.

-Piplup- comentó el pequeño pinguino señalando la mochila de la peliazul. Ella no entendió a que se refería hasta que el pokemon sacó un poco de comida de ahí.

-Cuando atravesemos el bosque como algo. Ahora vamos- dijo con simpleza.

Al llegar al bosque, Dawn y Piplup estuvieron andando sin descanso durantes horas, pero siempre volvían al mismo sitio. Entonces, Dawn decidió que lo mejor sería guardar a Piplup en su pokeball para que descansará, y así lo hizo. Ella se estaba muriendo de hambre asique de repente se empezó a marear y acabó por desmayarse. A la mañana siguiente, los rayos del sol pegaron a Dawn en su rostro haciendo que ella se despertará, sin saber ni dónde estaba ni como había llegado ahí.

-¿Qué? ¿Qué hago aquí?- pensó al percatarse de que estaba tumbada en el bosque con una hoguera al lado. -¿Y esto? Esta chaqueta me suena mucho..- dijo al ver que tenía puesta una chaqueta morada. -¿¡Y Piplup?!- gritó asustada al ver que su pokeball no estaba en su bolsillo.

-Piplup- contestó el pokemon.

-¡Piplup! ¡Estás bien!- gritó con una sonrisa corriendo a abrazar a su pequeño amigo. -Oye, ¿tu sabes cómo hemos llegado aquí?- preguntó.

-Piplup- negó con la cabeza.

-Ahí hay una nota- dijo al ver un pequeño papel al lado de su pokemon.

Dawn empezó a leer la nota en alto para que Piplup también la escuchará:

-¿Molesta? Eso solo me lo dice.. ¿¡Paul?! ¿Él nos ayudó?- gritó muy sorprendida pues era quien menos se imaginaba que haría una cosa así. -Ya decía yo que esta chaqueta me sonaba mucho...- pensó. -Piplup nos vamos- dijo a su pequeño pokemon.

-Piplup- aceptó con una sonrisa.

Después de un rato de andar por el bosque, Dawn y Piplup encontraron la salida y llegaron a la ciudad donde se celebraría el primer concurso. Primero, la peliazul guardó a Piplup en su pokeball y se acercó al Centro Pokemon para inscribirse en el concurso y reservar una habitación para quedarse esa noche.

-¿¡Que?! ¿Cómo que se ha suspendido el concurso Pokemon de esta ciudad?- gritó sin poder creérselo.

-Sí, lo siento. El primero será en la siguiente ciudad, ciudad Villaverde. ¿Necesitas algo más?- preguntó la enfermera Joy.

-Sí, necesito una habitación donde quedarme esta noche- contestó más tranquila.

-Vale, pero hay un pequeño problema. Como el concurso Pokemon estaba programado hacerse en esta ciudad hay muchos concursantes que han pedido habitaciones en el centro Pokemon, asique sólo nos queda una habitación con dos camas y la otra ya está ocupada por alguien que vino antes. ¿La quieres igualmente?- preguntó.

-¿Otra persona? Hoy no es mi día de suerto.. bueno mejor que nada..- pensó la chica. -Sí, la quiero- contestó.

-Vale, pues toma. Es la 105- dijo la enfermera Joy entregándola las llaves de la habitación.

-Gracias- dijo lléndose a la habitación.

Dawn llegó a su habitación. Metió la llave en la cerradura y entró.

-¿Qué haces tú aquí?- dijo una voz a sus espaldas con tono muy frío.

-¿Eh?- dijo Dawn volteándose al lugar de donde provenía aquella voz. -¿¡Paul?!- gritó muy sorprendida al ver quien sería su compañero de cuarto.

-Hmph. ¿Que haces aquí?- preguntó con su típica mirada fria y seria.

-Soy tu compañera de cuarto- contestó.

-Me tiene que tocar la niña más tonta y chillona del mundo..- dijo.

-¡Ojalá a mi no me hubiera tocado con alguien tan frío y estúpido como tú!- gritó muy furiosa.

-Eres una escandalosa, no grites. Lo mejor será que durmamos. No quiero seguir escuchando a una niña tan tonta como tú- dijo.

Dawn y Paul se fueron a dormir. Pero la peliazul no podía dormir asique miro si su compañero estaba dormido.

-¿Paul? ¿Estás despierto?- preguntó.

Pero Paul no contestaba. Entonces, Dawn se dio cuenta de que no estaba en su cama ni en la habitación. Asique, cogió la chaqueta morada de Paul porque tenía un poco de frío y salío a dar un paseo por el centro Pokemon hasta que escuchó al chico hablando con alguien por una video llamada.

-Hola Reggie- dijo Paul.

-¡Anda Paul! Ya era hora de que me llamarás...- se quejó su hermano. 

-Podrías haberme llamado tú a mí- replicó el chico pelimorado muy serio.

-Ya veo que estás alojado en el centro Pokemon, se estará de lujo teniendo una habitación para ti solo, ¿eh?- dijo.

-Bueno, no es exactamente así- contestó Paul sin cambiar su tono.

-¿Cómo que no?- preguntó con mucha curiosidad y bastante sorprendido.

-Pues que me he tocado en la misma habitación que la niña más molesta del mundo- contestó con tono muy frío.

-¿A quién te refieres Paul?- preguntó pensando a quién podría referirse su hermano pequeño.

-Se refiere a mi Reggie- contestó la peliazul metiéndose de repente en la conversación-

-¿¡Dawn?!- preguntó el chico muy sorprendido de que fuera ella quien compartía habitación con su hermano.-

-La misma- contestó ella con una sonrisa.

-Oye.. eso que llevas puesto.. ¿no es la chaqueta de Paul?- preguntó aún más sorprendido.

-Eh..si..- contestó un poco nerviosa y con un leve sonrojo en sus mejillas.

-Yo te lo explicaré. Es que esta niña tan estúpida se desmayó en mitad del bosque, entonces la deje mi chaqueta porque estaba tiritando y ahora la tiene ella- contestó Paul un poco sorprendido pero sin mostrarlo al ver que la chica volvió a ponerse su chaqueta.

-Voy a tomar un poco el aire- dijo la peliazul mientras se alejaba.

-Hermanito no me esperaba esto de ti.. La dejaste tu chaqueta y la ayudaste- comentó Reggie.

-Fue porque era una escena muy patética- contestó.

-Si claro. Oye, ¿por qué no la pides a Dawn que viaje contigo?- preguntó con una sonrisa.

-Claro que no. Ella solo sería una molestia para mi- contestó.

-Venga Paul, sabes que la podría haber pasado algo malo si no la hubieras ayudado.. Que por cierto, ¿por qué lo hiciste?- preguntó su hermano.

-Ya te lo dije, me parecía una escena muy patética- contestó muy frío.

-En el fondo te preocupaste por ella... aunque sea algo, sino la hubieras dejado ahí- dijo.

-No me preocupe por ella. A mi ella no me importa, me da igual- contestó.

-Paul, si no viajas con ella alomejor la puede pasar algo realmente malo. Piénsalo- insistió Reggie.

-Si se lo pregunto, ¿te callarás ya?- preguntó Paul ya algo cabreado.

-Sí- contestó su hermano con una sonrisa triunfal.

-Pues mañana se lo diré. Buenas noches Reggie- dijo

-Buenas noches hermanito- contestó con una sonrisa.

En estos momentos, Paul se dirige a la habitación pero se da cuenta de que Dawn está delante suya y decide preguntárselo ahora. Se acerca y la toma de la muñeca haciendo que ella se gire a verle.

-¿Paul? ¡Que susto me has dado! ¿Qué pasa?- preguntó la peliazul.

-Quiero saber porque tienes puesta mi chaqueta- contestó muy serio mirándola fijamente.

-Pues..es que...yo..tenía frío solo con el pijama- contestó un poco nerviosa.

En ese instante, Paul se percató de que el pijama que llevaba Dawn era de osos rosas con corazones y quiero burlarse de ella por eso. Asi que empezó a acercarse mucho al rostro de la peliazul haciendo que ella se sonrojará y se pusiera nerviosa.

-Paul..¿q-que..que..que haces..?- preguntó muy nerviosa.

-Bonito pijama de osos amorosos- la susurró al oído.

-¡Ah!- gritó ella muy sonrojada al darse cuenta del pijama que llevaba puesto.

-Molesta. Por cierto, ¿viajarías conmigo?- preguntó.

-¿Vi..vi..viajar contigo?- balbuceó ella nerviosa.

-Sí, eres una niña muy molesta que no sabe cuidarse sola. Aparte, no quiero dejarte mi chaqueta cada vez que te pase algo...- contestó.

-Vale, viajaré contigo- contestó ella.

-Me voy a dormir. Adiós.- dijo él lléndose a la habitación.

                                P.D.V Dawn:

No entiendo porque me he puesto tan nerviosa cuando se ha acercado tanto a mí y me ha susurrado eso al oído.. También he notado como mis mejillas se calentaban muchísimo y como mi corazón casi se me sale del pecho pero no entiendo porque.. Bueno lo mejor será que me vaya a dormir, mañana será otro día.

                                Fin P.D.V Dawn.

                                   P.D.V Paul:

Ahora que lo pienso... ¿por qué la ayude? Podía haberla dejado ahí perfectamente.. pero sentí que no podía, que tenía que ayudarla.

                                 Fin P.D.V Paul.

                                    

                  Capítulo 2:-Primera batalla de gimnasio y ¿beso?-

-Paul, ¿cuánto nos queda para llegar?- preguntó la peliazul algo cansada.

-Un poco y para de preguntar- contestó él.

-¿No podemos descansar un poco? tengo frio..- admitió con algo de verguenza.

-Toma y cállate ya- dijo él serio mientras la extendía su chaqueta morada.

-G-gracias..- contestó con un leve sonrojo en sus mejillas. -"¿Qué me pasa...? ¿por qué me sonrojo?"- pensó mientras se ponia la chaqueta del chico.

-Ya hemos llegado, me voy al gimnasio. Espérame fuera- dijo el pelimorado.

-¿No puedo ir a verte? tengo un traje de animadora y había pensado ponérmelo cada vez que tengas una batalla para animarte- comentó la peliazul con una sonrisa. Al ver el brillo que apareció en sus ojos, Paul no pudo negarse.

-Haz lo que quieras, pero no montes escándalo- dijo él.

-¡Gracias Paul!- gritó ella con una sonrisa de oreja a oreja.

Ya en el gimnasio a Paul y a Javi, el líder del gimnasio, solo les quedaba un pokemon.

-Electivire puño trueno- ordenó el pelimorado.

-Staraptor esquivar- ordenó el líder del gimnasio con suma confianza.

-Electivire una vez más- ordenó de nuevo. Esta vez Staraptor no pudo esquivar el ataque y cayó derrotado.

-Staraptor no puede continuar, Electivire gana. Y la victoria es para Paul de ciudad Rocavelo-

-¡Muy bien hecho Paul! ¿No crees Piplup?- gritó la peliazul eufórica. El pequeño pingüino asintió.

-Muchas felicidades, ha sido una de las mejores batallas que he tenido, esto es para ti- dijo Javi entregándole la pequeña medalla de gimnasio a Paul.

-Gracias- contestó él muy serio. -Vamos- dijo con su típico tono frío y serio mientras miraba hacia donde estaba la chica.

 Mientras iban caminando ninguno decía nada, hasta que Dawn rompió aquel molesto silencio.

-Paul, ¡enhorabuena por ganar!- comentó ella con una sonrisa. El chico se limitó a mirarla de manera fría. -Por cierto..¿vendrías a verme al concurso de Ciudad Villaverde?- preguntó ella con entusiasmo.

-No- contestó muy directo.

-¿¡Por qué no?!- gritó ella triste aguantándose las ganas de llorar.

-No me gustan los concursos, son patéticos- contestó volteándose a mirar a la chica. Pero, en ese momento, se percató de que estaba apunto de llorar y se sintió algo culpable. -¿Por qué lloras ahora?- preguntó con tono frío.

-¡Pues porque Ash y Brock siempre iban a apoyarme y me gustaría que tú también!- chilló con un leve sonrojo en sus mejillas.

-¡Oh vamos! iré pero sólo para que dejes de chillar como una niña loca- contestó aunque en el fondo lo hacía porque por una extraña razón no la gustaba verla llorar.

-¿D-de verdad..?- preguntó con una sonrisa y con un leve sonrojo. Paul solo asintió. -¡Gracias Paul!- gritó con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Dee Dee!- dijo una voz detrás de ellos que la peliazul reconoció al instante.

-¡¿Kenny?!- gritó ella eufórica acercándose a su amigo y dándole un abrazo. El chico se sonrojó ante tal acción de su amiga. Paul se limitó a mirarlos con una expresión fría y seria.

-Dawn, ¿y Ash?- preguntó el chico al percatarse de que el chico no estaba con ella.

-Él está en Kalos, yo ahora viajo con él- contestó la peliazul con una sonrisa refiriéndose a Paul.

-Ah, encantado soy Kenny- dijo con una sonrisa.

-Yo Paul- contestó serio.

-¿Vas a participar en el concurso de Ciudad Villaverde?- preguntó el castaño a su amiga.

-¡Claro!- contestó.

-Me tengo que ir Dee Dee, nos vemos allí- se despidió el chico mientras se alejaba. Paul y Dawn después de esta pequeña charla con Kenny se fueron al centro pokemon a descansar a descansar.

-Esa chica no está nada mal, ¿eh?- dijo una voz mientras miraba con morbosidad el trasero de la chica.

-Nada mal- contestó otra. -¿Crees que el chico con el que estaba será su novio?- preguntó.

-Es imposible, no pegan nada. El tipo es muy frio y ella es..- contestó con picardía.

-Entonces será mía- dijo con una sonrisa morbosa.

-Nuestra- corrigió.

La noche cayó rápidamente en el centro pokemon mientras todos los hospedados dormían tranquilamente, todos menos una chica peliazul que no paraba de darle vueltas a una cosa.

-"¿Por qué me puse tan feliz cuando Paul me dijo que vendría a verme? ¿y por qué me sonrojó con él? no lo entiendo..-" pensó frustrada abrazando fuertemente la almohada de su cama. -"No puedo dormir.. voy a dar un paseo"- pensó mientras abría la puerta de la habitación y se iba. En ese momento, con el ruido de la puerta, se despertó Paul. Al darse cuenta de que la chica no estaba se volvió a dormir pero no podía, tenía un mal presentimiento.

-"¿Por qué tiene que ser tan problemática?"- pensó frustrado mientras cogía su chaqueta y salia por la puerta a buscar a la chica.

La peliazul recorría los pasillos del centro pokemon con tranquilidad hasta que notó como alguien la jalaba del brazo y la estampaba contra la pared.

-Hola preciosa- susurró una voz masculina con sexualidad en su oído izquierdo. 

-¿Q-quién eres?- tartamudeó con miedo.

-No me conoces preciosa, pero yo a ti sí y me encantas- siguió susurrando con sexualidad en su oído. La chica estaba muy asustada e intentó zafarse del agarre de aquel chico pero no podía, él era más fuerte que ella.

-¿Qúe crees que haces preciosa? no te dejaré escapar- dijo mientras se acercaba peligrosamente a sus labios. Dawn no sabía que hacer.

-Suelta a mi chica- se escuchó a una seria voz detrás del chico. La peliazul se sorprendió al ver a Paul y se sonrojó al escuchar como la había llamado.

-¿Tú chica? ¿es tu novia acaso?- preguntó el chico con odio.

-¿Y qué si lo es?- preguntó Paul como si fuera obvio mientras se acercaba a ellos.

-Es imposible- contestó con suma confianza.

-¿Crees que si no lo fuera me dejaría hacer esto?- dijo y rápidamente jalo a la chica hacia él y la besó con ternura mientras cerraba los ojos. Dawn se sorprendió y podía oír como los latidos de su corazón comenzaban a acelerar.

-Bah- dijo el otro chico mientras se alejaba de allí cabreado. Paul al ver que se había alejado separó sus labios de los de la chica.

-¿Q-q-qué h-ha sido e-e-eso...?- preguntó la chica sumamente sonrojada.

-Una forma de hacer que se vaya- contestó como si fuera lo más obvio. -¿Tu primer beso?- preguntó con superioridad y divertido al ver lo nerviosa y sonrojada que se encontraba la chica.

-¡C-claro que no!- contestó muy roja.

-Si seguro, es una pena que yo te haya quitado tu primer beso..- añadio mientras se alejaba a la habitación. La peliazul se quedó de pie sin hacer nada hasta que pasó con delicadeza dos dedos por sus labios y notó como el calor subía por sus mejillas y como su corazón se aceleraba.

-"Mi primer beso..."- susurró sumamente sonrojada.