[OS]Special?

May Balance, era un tipo de chica, al que se le podría considerar especial.

No era por su belleza o por su extraña manera de abordar la comida, ni mucho menos por sus despistes casi divinos. Era una chica especial porque era amada. Amada por sus amigos, por sus profesores, conocidos; y hasta por sus rivales.
Oh, sí, sus rivales.

Harley, era un gran apoyo cuando tenía problemas aunque siempre tuviera esa terrible actitud hacia ella. Con Solidad, siempre tuvo un trato cordial, y simpático; era una confidente con quien podía desahogar penas, aún sin ser considerada la amiga más cercana. Robert, el siempre elegante y justo Robert, con él no podía cruzar más de dos palabras cuando sentía que iba a desbordar todo su nerviosismo en palabras sin sentido; lo consideraba una buena persona, pero nunca se sintió lo suficientemente cómoda a su alrededor. Y Drew.

Simplemente no sabía cómo describir a Drew; era una combinación de todos los anteriores con más cizaña, por algo era su mayor rival, y mejor amigo. Con Drew podía conversar horas sobre algún problema, y éste le daría la solución más práctica y de ser posible rápida. Con un porte elegante y actitud soberbia, mientras se burla de ella y su poca capacidad para pensar. En consecuencia, ella solo se ofendería y enojaría con él, para que a él se le ocurriera esbozar una hermosa sonrisa ladeada y una mirada comprensiva, para decirle que eso era lo que la hacía una chica tan poco atractiva.

Y ella terminaría riendo por aquel comentario.

May no se molestaría por eso, porque el peliverde siempre se quejaba de aquello, pero después decía que lo prefería así, pues nadie se fijaría en ella, ni trataría de arrebatar a su torpe rival. Lo que provocaba una nueva riña.

Sus amigos siempre le molestaban; decían que no veían pareja más romántica que ellos dos. Pero había un problema por la que esas palabras nunca serían verdad.
A Drew no le gustaba el amor ni cosas referentes a éste. Siempre decía que eso pone idiotas a las personas, y él, no quería pasar por eso, y le pedía a ella que tampoco lo hiciese; o sería demasiado trabajo el buscarse un contrincante, mínimamente respetable. Aunque ella no fuera la mejor para el puesto.

Y por eso mismo, ella no sabía cómo sentirse respecto a ese chico.

Siempre se decían que no se soportaban, y que el otro era la peor cosa que se les cruzó por el frente. Pero, ya todos los que le habían escuchado reñir alguna vez, sabían que todo eso era mentira. Ellos mismos lo sabían mejor que nadie. Pero, no se atrevían a decirlo en voz alta.

May siempre se lo negó a sí misma, y de hecho, ella era la única que se creía lo que decía en el instante. Pero después de unos segundos, siempre quería retractarse y decir la verdad. Mas, no lo hacía. Ya fuera por orgullo, o porque sabía que sus palabras serían brutalmente contradichas por su compañero.

Desde que se conocieron hasta adultos, May fue comprendiendo con los años, que sus sentimientos eran eso a lo que llamaban: Amor. Aquello a lo que el mismo Drew casi, le exigió abstenerse. Algo a lo que ella se sentía reacia.

Por desgracia, si ella no podía decírselo ¿Cómo se supone que superaría aquello?
Lo intentó de muchas maneras, como el entretenerse en otras cosas, dejar de contactarlo, escribir una lista de todos sus defectos para así poder abrir los ojos y darse cuenta que él no era el hombre que necesitaba a su lado, comenzar un romance con alguien más.

Pero nada funcionó.

Cuando hacía otras cosas, ya fuera sola o acompañada, siempre Drew estaba presente en su mente.

— ¿Te gustaría que viniéramos de nuevo? – Ese día la acompañó Msity.
— Claro. ¿Puedo traer a un amigo? – Y aquel amigo no era otro que Drew.

En otra ocasión.
— Esto nunca antes lo había intentado, pero es tan genial, debo de decirle a Drew que lo intente.

Y en otra.
— Detesto esto, pero seguramente a alguien como Drew le ha de agradar.

Cuando trató de perder contacto; fue cuando terminó extrañándolo más. Y por ende, viéndolo más.

Ese día, se suponía que no hablaría con él, pero...
— Aló ¿Drew? Estoy aburrida...
— Ponte a jugar algún juego de mesa.
— No quiero, es por eso que estoy aburrida, además no tengo con quién.
— Escucha, voy a salir en cinco minutos, si no estás lista para cuando llegue, ni creas que te permitiré acompañarme.
May colgó.

La sorpresa del peliverde fue ver que realmente estaba arreglada, en medidas normales cuando llegó; cosa extraña, porque normalmente, siempre le tocaba esperarla.

— A las cinco habrá un concierto, tengo dos entradas, y nadie con quién ir ¿Vas? – Esta vez, fue Drew quien llamó.
— Espérame en el estacionamiento.

Cuando comenzó con la lista, decidió que irían en su diario, así, el rencor crecería en ella con más rapidez. Pero, cada defecto tenía la manía de hacerla sonreír e imaginarlo diciendo algo referente a lo escrito.

• Arrogante.
— Por favor, May. Nunca serás tan buena como yo, acéptalo.

• Egolatra.
— Si te dije que es así,es porque así es.
— ¡Escucha una opinión de vez en cuando LaRousse!
— Es más que suficiente con la mía.

• Engreído.
— Abstente a las consecuencias de juntarte con el chico más popular de los concursos. Mi querida May.
— Vete al demonio. Detesto que me muchas me detesten solo por eso.
— Deberías de estar feliz, no todos tienen la suerte de ser tan cercanos a mí.

• Quisquilloso.
— No me agrada este lugar.
— Pero si la comida es muy buena.
— Demasiado simple para mi gusto.

• El que guiñe el ojo.
— ¡Y anotan!
— ¿Ves? Te dije que la siguiente canasta la harían ellos.
— No es justo, no quiero pagarte una soda.
— Levantándote y yendo, yo te espero.
Y allí, lo hacía, le dedicaba aquel guiño que hacía que una parte de ella se derritiera por querer verlo de nuevo.

• El que moviera el fleco de su cabello.
• Molesto.
• Caballeroso con otras pero menos con ella.
• Burlón.
• Solo se pelea con ella.
• Idiota.
• Solo le sonríe sinceramente a ella
• Maldito.
• Solo le ha dicho: 'Te quiero' a ella. Como rival.
• Engreído. (De nuevo)
• Lo máximo que le dice es: 'Amiga' o 'Rival'.
• Arrogante. (De nuevo)
• Endemoniadamente Apuesto.
• Solo le regala rosas a ella.¡No! es a sus pokémon y siempre ha sido así.
• Odioso.

Y aún así le quiere, le gusta, le ama.

Y es cuando supo que ya no podía seguir con esa lista. No solo no le estaba funcionando, sino que estaba yendo en su contra.

Trató de interesarse en otras personas.

Justamente, su amigo de infancia, Brendan regresó a la ciudad por ese tiempo, este la visitaba y de vez en cuando salían; y no lo negaría, se divertía bastante con él. Le tenía confianza, le atraía y le quería. Por eso, quizá, cuando le invitó a aquel campamento pokémon, y se le declaró, ella no dudó en aceptarlo. Aun sabiendo que cuando regresara debería de enfrentar a Drew.

Y aunque tenía miedo, en una de sus inesperadas, pláticas amenas, ella le hizo conocedor de aquella verdad, y de paso aumentó una mentira.

Que ya tenía novio y que estaba enamorada.

Nunca comprendió la actitud que tomó; pues se le notó molesto, tan molesto que ella no evitó empezar a especular cosas sin sentido, cuando regresó a su casa y se tumbó en su cama. Justo después de la peor dicusión que haya podido tener con él.
Drew nunca antes se había comportado así, y lo detestaba, lo detestaba tanto; que al siguiente día rompió con Brendan. Y sin mucha espera se lo comunicó al peliverde, quien al principio se mostró sorprendido, y ella quedó más que eso cuando la abrazó como nunca antes habría esperado él lo haría.

Tembloroso, pero protector.

Lo amaba, y no lo podía evitar.

May es el tipo de chica a la que se le puede considerar especial. Pero, no por ser la más bonita, ni la más inteligente. Sino, porque es amada. Pero ella, se sentía especial porque amaba. Ama a los demás, pero, especialmente a su mayor rival. Drew LaRousse