Dragons Tattos

hola 
espero que les guste nwn

                                            Capitulo 1
                                            Dragón del fuego
2012- Diciembre 7
- Vamos- el guardia jala del codo de la chica llevándola a rastras desde la cama hasta la puerta y ella logra ponerse en pie justo al pasar por debajo del umbral. Suspira. Tenía que salir de cualquiera que sea el lugar al que los llevaron, irse lejos, muy lejos. Pero no podía, por dos razones: no era capaz dejar a sus hermanos, no sabiendo que eran su única familia después del asesinato de sus padres y que probablemente los estén torturando, y no sabía cómo salir de ahí; pero iba a salir, de eso estaba segura, solo estaba esperando… esperando el momento oportuno.
Caminan por los pasillos y la chica, pelirroja con orbes amatistas (moradas), se da la pequeña libertad de observar a su nuevo guardia. Es joven y no ha de pasar los 22 años, tiene la cabeza rapada y viste el usual uniforme militar e inmaculadamente limpio,  como todos. El guardia se detiene y gira el picaporte de la puerta con la mano que no está sosteniendo el codo de ella, la empuja con fuerza dentro de cuarto y no cierra el portón tras él. La chica sabe que viene a continuación, ya que ha pasado por eso miles de veces: el chico la sienta en una silla de metal bastante incómoda, le pone grilletes en las muñecas y tobillos, las hubiera roto pero sabe que si lo hace la dejarán sin comida el resto del día a ella y a sus hermanos.
-Buenos días, Señorita Nereida, ¿Va a responder esta vez a las preguntas que le haré?- pregunta un señor musculoso de estatura media, el General Max Herrera, entrando por la puerta.
-¿Usted que cree?- responde Nereida arqueando la ceja izquierda
- Creo…. Que a usted no le gustaría que sus hermanos la vieran siendo torturada- Caleb sonríe torcidamente y la pelirroja se tensa, la sonrisa del General se amplía y chasquea los dedos- traigan a la Señorita Catalina y al Señor Daniel- otros guardias entran a la habitación trayendo consigo a dos personas: una niñita pelirroja de ojos color chocolate, de 7 años, y un joven pelinegro de orbes amatistas, de 18 años.
-…-Nereida cierra sus ojos con fuerza, porque no quiere largarse a llorar después de no haberlos visto desde que los capturaron, lo cual fue hace exactamente 4 meses, en el día de su cumpleaños 16
-Abre los ojos- utiliza un tono suave, o bueno, un intento de voz suave- ¡¡Abre los malditos ojos!!- recibe un bofetón en la mejilla y escucha el comienzo del llanto de su hermanita, hace lo que Max dice y posa su mirada en el suelo, sin atreverse a ver a nadie- ¡¡Mírame!!- recibe otro bofetón y posa su mirada en él
-¡¡Déjala en paz!!- grita en medio de su llanto, Catalina. Eso hace que la oji-amatista pose su mirada en ella suplicándole con los ojos que deje de llorar.
-¿Cuál es el dragón que te eligió, nereida?- la susodicha niega con la cabeza y su mirada va a él
-Ninguno, no me ha elegido ningún dragón-
-¿A tus padres los eligió un dragón?- asiente- ¿Qué dragones los eligieron?- se niega a responder y le dan dos bofetones -¡¡Contéstame!!
-Vete al caño- responde. Esta vez un puñetazo hace que su cara voltee, y ella prueba el sabor de su sangre
-¡¿Qué dragones los eligieron?!- la chica escupe la sangre acumulada en su boca a los pies del capitán
-Vete al caño- El general saca una daga de su bolsillo, presiona un botón que está en el puñal y la hoja de la daga se agranda hasta ser una espada, y Nereida se prepara para el dolor; pero nunca llega ya que, del suelo, sale una gran planta que manda al objeto directo al pecho de Max, dejándolo muerto al instante. Los tres guardias que se encuentran ahí sacan sus espadas, una de las tres cosas que pueden dañarlos gravemente e incluso matar a los elegidos, pero éstas también son agarradas y clavadas en el pecho de cada uno por más plantas que crecen del suelo.
Posa la mirada en su hermano y  ve que se le ha puesto el cabello verde.
-¿Te eligió el dragón de la naturaleza?- pregunta Nereida mientras rompe los grilletes
-Si- sonríe, su cabello vuelve a ser negro y se abrazan. Entonces suena una alarma, se miran entre sí, se separan y salen corriendo.
-¡¡Alto ahí!!- resoplan por lo estúpido que suena eso. Doblan por la derecha y ven dos pasillos
-Por aquí, vengan- apura Daniel, y corren por el pasillo izquierdo. Y ese fue un error fatal, ya que en este momento se encuentran rodeados por los ‘’transformados’’, en todo el sentido de la palabra, ya que ellos son el resultado ‘’exitoso’’ de la fusión de sangre de dos especies: la humana y la de los ‘’elegidos’’.
-¿Van a alguna parte?- las pupilas de los transformados que se encuentran ahí se vuelven afiladas y la esclerótica (parte blanca del ojo) se vuelve negra; les crecen garras y las venas se hacen más visibles en sus pieles .Y entonces  atacan.
Daniel pone los brazos al frente, como una señal de ‘’stop’’, y muchas variedades de plantas crecen del suelo, atrapando a unos cuantos de ellos - ¡¡Corran, váyanse!!-su cabello se vuelve color verde de nuevo
-¡¡No nos iremos sin ti!!- gritan Catalina y Nereida.
-¡¡Fuera de aquí!!- repite-¡¡Busquen algo rojo en cas..!! - una garra, otra de las cosas que pueden matarlos y herirlos gravemente, de uno de los transformados atraviesa el abdomen de Daniel, saca sus garras y el cuerpo cae inerte al suelo envuelto en un charco de sangre  y de manera automática las plantas se marchitan . Las chicas gritan y Nereida sube a Catalina a su espalda y comienza a correr con lágrimas nublando su vista. Corre rápido, como todos los que van a ser elegidos pueden. La oji-amatista siente algo resbalándole por el cuello, pero no le presta demasiada atención
-¡¡Veo la salida!!- anuncia nereida, y al mirar por su hombro, ve la cabeza de su hermanita atravesada por una espada, para en seco, ¿Eso era lo que había sentido?¿La… sangre de su hermana?, cierra fuertemente sus ojos, en un intento inútil de parar las lágrimas que bajan por sus mejillas. Respira entrecortadamente y baja delicadamente a su hermanita, muy a su pesar, posándola en el suelo. Toda su familia ha sido asesinada. Toda.
Una oleada de dolor y furia la invade, más de furia por no haber hecho nada por proteger a sus hermanos. Calor llena todo su cuerpo y huele la..¿Carne quemada?. Abre los ojos y ve a todo su alrededor envuelto en llamas y los cuerpos rodeados de fuego. Baja la mirada hasta su brazo derecho y ve una serpiente escamosa, sin patas ni alas, color roja que parece un tatuaje; la toca y solo siente su piel, nada que sobresalga y entonces la comprensión le llega de golpe.

 Sin perder más tiempo, sale pitando del lugar; jurando una inminente venganza limpiándose con el dorso de la mano las lágrimas. Pero primero… primero tiene que encontrar a los otros elegidos y advertirles- y entrenarles- antes de que les pase lo mismo que a su familia. Solo espera que por lo menos tengan conciencia de qué son...

Wow!

Muy interesante ciertamente me dejó con ganas de más, escribes muy bien y eso hace querer leerlo otra vez, creeme lo has escrito muy bien y eso me gana mucho.

No siempre soy fácil de complacer con las historias pero tu, no tendrás problema para ell.

Hasta la próxima conti (o CB).

Capitulo 2

Se sienta a los pies de un árbol apoyando la espalda en el tronco del mismo y arrimando las piernas contra el pecho, permitiéndose descansar algo antes de seguir corriendo. Su respiración es agitada, sus pulmones queman y el terrible y tormentoso peso de sus piernas ha menguado apenas un poco. Niega con la cabeza, mirando al vacio y una sonrisa llena de ironía se plasma en su boca; a ella siempre le había encantado correr, sentir las ráfagas de viento en su rostro extrañamente la tranquilizaba, se le daba fácil y abarcaba muchos kilómetros en solo una hora- sin llegar a agotarse siquiera algo- y ahora… ahora corría solo por unos minutos, a gran velocidad, como antes, pero la gran diferencia era que ahora  sí que se cansaba. Mucho.
Escuadriña los bosques a su alrededor para luego alzar la vista al cielo, no se ve el humo que se supone debería verse por el incendio que había causado en ese horrible y espantoso lugar. Cuando salió de allí se encontró con muchos soldados con armas de fuego, si, armas de fuego. Al momento de darse cuenta de eso se echó a reír y su risa aumentó a un nivel más fuerte cuando apretaron los gatillos, intentando herirla en vano. Ella simplemente salto y aterrizó sobre sus pies, provocando que la tierra se agrietara y potentes llamas quemaran a los presentes en ese lugar. No sabía que podía hacer eso y quedó aturdida por unos minutos antes de retomar la carrera y llegar a la seguridad del bosque.
Se pone de pie una vez hubo controlado su respiración y su mirada se fija en un árbol caído que prácticamente está en medio del camino. Ella conoce éste lugar. Es decir… ¿Cómo no hacerlo si su hogar está unos metros más adelante? Y sí, por increíble que sonara, así era. Cuando sus hermanos y ella jugaban, sus padres siempre les decían que nunca cruzaran esa enorme planta aunque… vamos, cada vez que alguien dice ‘’nunca hagas esto…’’ uno entiende: ‘’has esto…’’. Y, desgraciadamente, su hermanita no fue la excepción….
Los pasos que escucha consiguen quitar de su mente, por unos momentos, esos recuerdos. Trepa a la cima del árbol que había usado de apoyo a tiempo de esconderse de la vista de los transformados. En los meses que llevaba dentro de ese lugar, había logrado recopilar cierta información muy útil que ahora le servirán mucho.
Se acuclilla  en una rama y comienza a recordar. Lo primero que aprendió fue: los transformados tienen los sentidos muy desarrollados, por lo que, si oyen un ruido demasiado fuerte se quedan sordos o, mejor aún, se desmayan, lo que le daría cierta ventaja. Suelta un grito que podría calificar muy bien para una película de terror y, para deleite de Nereida, los transformados caen de rodillas con las manos presionando sus orejas. Ella aprovecha. Aterriza entre todos ellos, pero la mayoría cayó inconsciente  y otros tratan de recuperar en vano su audición. La sed de venganza la cega.
Agarra una gran roca, que para una persona normal sería demasiado pesada, con ambas manos y la alza sobre la cabeza del transformado que está más cercano a ella. Sangre mancha su uniforme- una camiseta, pantalón deportivo y tenis blancos- al aplastar la cabeza de uno de ellos. Hace lo mismo con todos y, después de exactamente siete minutos, la parte delantera de su vestuario está completamente roja.
Respira agitadamente, ya no quedan más ahí, la mayoría ha de estar arreglando, reparando y limpiando el desastre anterior, pero más vale prevenir que lamentar por lo que corre rápido. Baja la cuesta y llega al un lago que está en medio del camino y se adentra en él quitándose los tenis . El agua lava la sangre de su piel y queda roja, nada con rapidez y llega a la orilla, sale del río con su ropa goteando y queda momentáneamente pasmada al ver vapor salir de su cuerpo. Pero se le quita y comienza a caminar en dirección a la casa japonesa tradicional que fue construida estratégicamente entre las ramas para que no pudiera verse fácilmente y que, en la invasión de los transformados, quedaron visibles dos ventanas y la puerta principal.
Entra ahí y va sacándose la ropa, dejándola tirada en su camino a las escaleras.  Se queda en ropa interior y empieza a subir los escalones de dos en dos. Encuentra la puerta de su dormitorio, ingresa y coge una negra camiseta ancha que le llega a la mitad de los muslos de unos de los cajones del tocador cercano a la cama, agarra una toalla y se seca un poco con ella.
 Agudiza su audición y escucha los inconfundibles sonidos de personas- o mejor dicho, transformados- corriendo, pero están muy lejos, lo que le da tiempo a ir al refugio que hicieron sus padres en caso de emergencias- a pesar de que la emergencia que ellos dijeron es muy diferente a ésta.
Una vez se hubo secado a sí misma y- con un trapo aparte- las pisadas en el suelo, camina hasta su armario poniendose su camiseta, abre las puertas y las cierra tras ella. Separa los percheros y toca un botoncito que parece más bien una mancha y que se encuentra en toda la esquina del ropero, pone las manos en la pared y ésta gira; Nereida es arrojada al otro lado, resbalando por un tobogán que hace que aterrice en un colchón- que está gris por el polvo- y tose un poco cuando una nube del mismo se alza al caer ella sobre el colchón
Recorre la habitación con la mirada, todo está igual, todo está completamente gris a excepción de ese bonito cuaderno rojo que está encima del escritorio gris, todo está…. Espera ¿rojo? Se pone de pie rápidamente y camina hasta él, su papá había dicho ‘’En este lugar todo se conservará gris, no deben traer ninguna cosa que no sea gris aquí’’ , era raro, si, y siempre que se le preguntaba el por qué de esa regla él decía ‘’espero que nunca lo averigüen’’ y sonreía tristemente mientras lo hacía.
Se acuerda de las últimas palabras de su hermano: ‘’busca algo rojo’’. ¿Sería esto?¿El lo sabía?. Constantemente se preguntaba el por qué de la decisión de su padre y ahora tenía la sospecha de que ellos sabian que iban a ser asesinados, con ese pensamiento y lágrimas nublando su vista abre el cuadernito -que más bien parece una especie de agenda- y lee:




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 Gracias por sus comentarios, espero y esta conti tambien les guste nwn!!
Hasta otra~~~~

Wow!
Me encanto, espero que lo sigas (lo pones y ya pido otro xD), soy así no te preocupes y bueno, emocionante, en serio, se ta da muy bien, adelante.

Agudiza el oído y solo oye el trinar de los pájaros y los suaves sonidos que provocan las pisadas de los animales en el bosque. Segura de que solo está ella en casa, se levanta llevando consigo el cuaderno y sube con pesadez las escaleras que tienen como final el cuarto de baño, el cual siempre está oculto bajo una pared falsa.  Estando ya en su cuarto, mira la hora en el pequeño reloj de su mesita de noche y maldice. ¡¡Mierda!! ¡¡Son las cinco de la mañana!!
Refunfuñando camina hasta la cocina, planeando prepararse algo, pero se detiene con el ceño fruncido. ¡¡Doble Mierda!! ¡¡Ella no sabe cocinar!! Suspirando sigue su camino, tendrá que aprender ¿no?

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Coge su sándwich de atún y su vaso con agua. Eso es todo lo que sabe cocinar, además de cereal con yogurt o con leche. Sube a su habitación y se apoya en el suave colchón con las piernas cruzadas, abre el cuaderno rojo y relee la primera de las descripciones que hicieron sus padres sobre los chicos que tenía que buscar.



Mastica y traga lo que queda de su sándwich mientras se graba en la mente la descripción de la chica. Esconde el cuadernillo bajo su cama cuando termina su desayuno. Niega la cabeza. ¡Qué buen escondite! Saca el objeto de su escondrijo y se toca el labio con el dedo índice. Va a su armario y medita el dejarlo caer al refugio de nuevo. Nah, eso haría que cada vez que lo necesitase tuviese que bajar y subir esas tediosas escaleras. Sale del armario girando su cabeza lentamente mirando a su alrededor. ¿Y si lo pone al fondo y arriba del armario?Niega de nuevo. ¿Cómo lo cogería de ser así?
Se rasca la mejilla. Fija su mirada en la cama y camina hasta ella, aparta las almohadas y las sabanas color crema, ubica el cuaderno allí y deposita las cosas en su respectivo lugar. Levanta los hombros, no se ve y es un lugar tan predecible que será totalmente inimaginable que lo haya escondido ahí ¿no?
Cambia su vestimenta a una camiseta manga corta lila con escote en V pronunciado y una top negra debajo de esta, unos jeans azules y ajustados, una gorra negra y deportivas del mismo tono.

Era hora de comenzar a reunir a los elegidos.

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No, rena, no quiero ir al rincón también TwT!!!
neh, gracias por sus comentarios~~
hasta otra~~

En un principio no sabia que pasava y lo tuve que leer dos veces para enterarme que pasava, loca que no me entere por no leer que el titulo es "Pesadilla".

Chao

                              Encuentros forzosos 


Hay demasiada gente Piensa una pelirroja mientras se desvía hacia los bosques. Había olvidado cómo es la ciudad. Se había olvidado lo bulliciosa que es, todo el tumulto de personas paseando, aparentemente. Y eso que son las siete de la mañana.
Se detiene cuando pasa por una heladería. Pensándolo bien…¿Qué clase de adolescente se levanta a estas horas? Aunque… su madre nunca especificó la edad de la chica ésta. Traga duro. ¿Y si la chica, Xylona, es una treintañera?  Ella envía una súplica silenciosa, deseando que no sea así, porque… rayos,¿Cómo se trata con una treintañera que posiblemente la tacha de loca al explicarle la situación, las personas adultas necesitan que las explicaciones tengan ''sentido'' o que estén ''científicamente comprobado'' 
-Fíjate por donde vas- espeta un completo desconocido al pasar a lado de ella cuando sus hombros chocan, ¿Pero qué le pasa a ese tipo? Se desvía hasta caminar por entre los árboles, sin perderse de vista completamente. Siente un cosquilleo en su antebrazo derecho al acercarse más al parque, el cual tiene bastante vegetación y que está rodeador por una especie de tranquilidad. Y es que, vamos, ¿Alguna vez han visto a un niño despertarse a las siete de la mañana para jugar en un parque? La respuesta es obvia: No
Camina hasta la fuente que se encuentra algo alejada de los juegos. El cosquilleo crece y mira, con curiosidad, su antebrazo. Sus cejas se alzan con asombro, ¿Por qué su dragón se remueve así? Es como… como si le avisara de algo….¿Pero de qué? ¿Qué puede estar en un parque,  en un lugar apartado de los juegos, a las siete de la mañana? Solo camina. Parpadea dos veces y, seguidamente, gira la cabeza hacia ambos lados. ¿De dónde ha venido esa voz? ¿Puedes dejar de hacerte preguntas y caminar? Estas hartando mi paciencia. ¿Quién eres? ¡¡Sigue caminando, cabezota!! Alza una ceja y se cruza de brazos No voy a seguir  caminando hasta que me digas quién diablos eres. Oye un suspiro en su cabeza Tu dragon, soy tu dragon. Ahora…¿harás lo que te dije? Asiente, dispuesta a preguntarle más cosas después. Ni lo sueñes. Su madre había escrito que su dragón la ayudaría, supone que se refería a esto. Bien, la muchachita usa esa cosa que tiene por  cerebro. ¿Todos los dragones son igual de bordes que tú? Solo sigue caminando.
Rueda los ojos. El dragón era una especie de rastreador, si no que en vez de hacer beep, simplemente se removía como una culebra.Que original. Lo sé, me merezco una estrella. Estira su brazo derecho y emprende de nuevo el recorrido, con su extremidad de guía. Se pregunta si parece una loca haciendo eso. Parecías una loca incluso antes de hacerlo. Cállate
Da pasos silenciosos, para que la persona que está allí no se percate de su presencia. El hormigueo aumenta, tanto así que quiere rascar su antebrazo. No. ¿Por qué no?. Porque si lo haces incendiaras todo el parque. Woa, eso sería divertido… Ni lo pienses. Tarde, ya lo pensé. Entonces no lo hagas, idiota. Suspira resignada .Ok, no lo hago. Buena chica. No soy un perro. No, los perros son más inteligentes. Puto. Una risa retumba en su cabeza. Su vista se fija en lo que tiene enfrente y se queda anonada.
La fuente es sencillamente hermosa, es de base circular, con un diámetro de cuatro metros, con cuatro chorros en los puntos cardinales moldeados a semejanza de delfines que llegan hasta el cuenco superior de dos metros diámetros y que desborda su contenido a la primera de nuevo. El sonido que hace el agua es tranquilizador, inclusive le dieron ganas de acostarse en el pasto alrededor del manantial y echarse una siesta. Deja la vagancia. ¿Es que no me puedes dejar tranquila? No. Fastidioso
Rodea el adorno lentamente. Se agacha de manera abrupta evitando la espada que iba dirigida a su cuello. Te pasa por despistada. Agarra la muñeca del brazo que sostiene el arma y la tuerce. Sonríe al escuchar el sonido que hacen los huesos . ¡¡Detente, idiota, es una de las nuestras!! Me ha atacado. ¡¡Deja de ser tan terca, suéltala!! Eres un aguafiestas.
Libera la muñeca de su agarra y salta hacia atrás, guardando distancias. No va a disculparse, ella no estaba haciendo nada, la que ha comenzado ha sido la otra persona. Infantil
-¿Cómo te llamas?- pregunta suavemente Nereida. La persona desconocida alza la mirada y la observa con furia
-¿Te importa, acaso?- Parpadea dos veces, ¿has dicho que es una de las nuestras? Si, eso he dicho, cabeza hueca. Mierda
-¿Eres Xylona Bosch?- tiene las características que escribió su madre: cabello color verde sujeto en dos coletas sobre sus hombros. Ojos rojo sangre. Camiseta con mangas cortas y cuello redondo color blanca, chaleco fino negro y rosario del mismo tono, falda a cuadros gris y un short pequeño bajo ésta. Medias hasta la mitad del muslo a rayas negras y blancas y botas negras con correas a la pantorrilla.
-No tengo por qué responderte- la peliverde gira su muñeca torcida, dejándola como nueva. Nereida aplaude, divertida.
-Te la has arreglado, bien- asiente con la cabeza- ahora no tienes pruebas de que te he atacado y no podrás denunciarme- le saca la lengua e, inevitablemente, se dibuja una pequeñísima sonrisa en los labios de la peliverde. La chica es algo infantil y divertida y ha logrado hacerla sonreír, vamos, se merece un premio.
-Me llamo Nereida, pero puedes llamarme Nere- la pelirroja sonríe al ver la ceja arqueada de la peliverde – Es un placer conocerte, Xylona.
-Te he dicho que no me llamo Xylona
-No, tú me has dicho que no tenías por qué contestarme- La peliverde frunce el ceño, no se fía. ¿Cómo fiarse de alguien que te rompió la muñeca y que, de paso, sabe tu nombre? Sus padres la habían entrenado como para poder pelear y ganar, y llega esta chica y le gana como si la adversaria es una principiante, cuando se trata de todo lo contrario.
-Te he roto la muñeca antes porque me atacaste- ¿A caso Nereida puede leer mentes? – Y no,no puedo leer mentes- Xylona entrecierra los ojos hacia ella; es joven, no ha de tener más de dieciséis. Pero el que le haya fracturado, momentáneamente, la muñeca, es prueba suficiente de que no es inofensiva.
-Te ataqué porque me observabas y eres una completa desconocida para mí
-¿Observarte?- arquea una ceja- ¡Me di cuenta de que estabas allí porque intentabas rebanarme con una espada!- la incredibilidad en su expresión y tono de voz hace que Xyl baje un poco la guardia. Poquísimo, vale aclarar
- ¿Eso explica por qué estás aquí a estas horas?  
-¿Por qué he de contestar una pregunta tuya cuando tú no contestas una mía?- la peliverde se muerde el interior de la mejilla
-Porque soy mayor que tú
-Sí, sé que eres más vieja que yo. Pero eso no resuelve nada- la pelirroja se encoge de hombros conteniendo una sonrisa, mientras que a la mayor se le marca una vena en el cuello.
-¿Cómo sabes mi nombre?- Nereida arque una ceja, de nuevo, provocando que la peliverde ruede los ojos- Y si, soy Xylona
-De acuerdo, se tu nombre porque he sido enviada a buscarte…
-¡De película!- dice burlonamente
-Sí y adivina qué. ¡Somos los buenos!- sonríe de lado- Se supone que debes venir conmigo y entrenarte para la batalla del siglo- se rasca la mejilla con su índice- o del año, como prefieras.
-¿Y crees que iré así sin más?- pregunta no dando crédito a lo que oyen sus oídos, no es que no lo supiese, había sido entrenada para esto, pero…. ¡Por dios! ¡Nereida es sólo una niña! No puede tratarse de la líder
-Había que intentarlo- se acerca a Xylona que instantáneamente se pone en guardia- Quiero enseñarte algo, eso es todo- no da otro paso
-Bien- el cuerpo de la ojiroja aún está en tensión al momento en que ella retoma su marcha. Estando suficientemente cerca, la pelirroja extiende su brazo derecho y Xyl abre los ojos como platos.
-¡¿Cómo es posible que tengas ya tu dragón?!- ¡Ella aún no lo tenía! ¡No puede ser posible!
-¿Ahora me crees?- Xylona asiente con la cabeza con la mandíbula apretada, el descubrimiento del dragón de la cría esa es un fuerte golpe para su orgullo –Vamos a mi casa, tengo que ver las otras descripciones, entonces me ayudarás y encontraremos a los demás.

Sigue a Nereida por el simple hecho de que sus ojos fueron testigos del dragón parecido a un tatuaje en el antebrazo de la chica. De lo contrario… de lo contrario la hubiese mandado a la mierda. 

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Bienvenida, cami-chan nwn!
Sigo diciendo que exageras, sam -w-U
Aqui dejo otro cap~~ espero que tambien les guste 
Hasta otra~~

Wii! Abro pagina! Creo que es la primera vez.
Muy, muy interesante e intrigante.
¿Seguro que no se querrán matar esas dos? Owo
Como que no la veo contenta como para hacerle demasiado caso.
Bueno, otra vez me dejaste pensando que pasara después, mala, eso no se hace ¬¬
En realidad aunque me quejo adoro la intriga, así que gracias por intrigarme en cada capitulo(?

Chao

¿Esta vez escribí mas o són cosas mias?

-¿A caso son todos tan desconfiados?
La pregunta de Nereida provoca que las dos chicas, Xylona y Maron, la vean como si la pelirroja tuviese monos en la cara
-¿Qué miran?-pregunta cruzando los brazos- Tu misma has presenciado que tengo el dragón, Maron, así que estoy segura de que sabes que no miento
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Solo lo sé- suspira- Escucha, si quieres, acompáñanos, si no, bueno, mal por ti. Los integrantes de Ultor están buscando a todos los elegidos, y si te encuentran, pasarás un infierno de vida hasta que decidan que no vales y te maten.
Un notorio escalofrío recorre a Maron mientras tartamudea:-¿Ultor?
-Si, Ultor. En este caso, los malos- se encoge de hombros, y la pelinegra, Maron, se pregunta si la pelirroja piensa que están en un libro.
-Terminarás acostumbrándote a su actitud- dice la peliverde asintiendo con la cabeza hacia Nereida
-¿Cómo puedes estar tan segura de eso?
-Porque yo ya lo hice- la oji-amatista sonríe, entretenida, al escuchar eso.
 Fue una suerte tremenda encontrar a la chica tan pronto. Después de haber regresado a su casa y revisar la descripción que hizo su madre, Nereida y Xylona tropezaron, literalmente, con ella. Si no la hubiesen reconocido, posiblemente se tratase de un problema de visión de ellas. Porque Maron se vestía de una manera tan… tan…. ¿Rock? No sabría explicarlo, verán: viste un jersey azul pegado al cuerpo, una negra chaqueta con una cremallera a cada lado y otra en medio, minifalda negra con un pequeño tajo donde se puedo ver un poco más de pierna, zapatos con un poco de taco, negros, por supuesto, y un rayo amarillo a los costados de estos. Con esa ropa, y los ojos amarillos que tenía, se la podría diferenciar a kilómetros
-Bueno, sigamos con la búsqueda, chicas. Aun faltan cinco elegidos más- comienza a caminar, de nuevo, hacia su casa
-No entiendo por qué no traes el cuaderno contigo- se cruza de brazos la peliverde, siguiéndola
-¿Qué cuaderno?- pregunta, curiosa y cautelosa, Maron, al lado de Xyl.
-Porque la vida es impredecible
-¿Y…?-dice Maron intercambiando miradas con Xylona
-Y es posible que nos encuentren los de Ultor y, si ellos toman poder sobre el cuaderno, no habrá esperanza. Palabras de mi madre, no mías
-Las crees, sin embargo
-Sip
-¿Puedo hacerte una pregunta, a parte de esta?
-Puedes hacer las preguntas que quieras, pero no voy a respondértelas si no me apetece hacerlo
No hubo ninguna otra conversación.
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-¡¡Le he pedido cuatro panes de dulce como hace más de veinte minutos!!- grita un señor gordo de traje a una pelinegra ojicafé tras el mostrador-¡¿Por qué mierda te demoras tanto?!
-Porque se están horneando los panes de dulce, señor- dice con amabilidad forzada. Ella solo quería golpearle por gritarla así, pero no podía. No quería decepcionar a Noah o al Sr.Kuramoto
-¡¡A mí me importa una mierda eso!! ¡¡Quiero mis jodidos panes ahora o..
-Si no está dispuesto a esperar, entonces le sugiero que vaya a otro lugar a comprar. No voy a tolerar que siga gritándola- un pelirrojo de ojos brillantemente azules se pone delante de la chica, Rue, protegiéndola de la vista del hombre ese
-¡¿Sabes quién soy yo, muchachito hijo de..
-¡¡Fuera de este lugar o llamaré a la policía!!- exclama fuertemente Noah, el pelirrojo, señalando la puerta del pequeño local. El señor aprieta los labios.
-Esta me las cobro- murmulla pisoteando y mascullando maldiciones en su camino hacia el exterior del lugar. La ojicafé pone su mano suavemente en al brazo del joven para que se tranquilice
-Oye, estoy bien, no ha pasado nada
-¿No?- pregunta incrédulo-¡Te gritó!
-Sí, pero no es como si no me hayan gritado antes- la pelinegra, al sentir bajo su mano que el joven se tensa de nuevo, se arrepiente de sus palabras- Estoy bien, Noah, cálmate, por favor.
El pelirrojo suspira a la vez que ambos escuchan un carraspeo delante de ellos.

-Siento interrumpirles, pero hay cosas muchísimo más peligrosas que un simple viejo calvo- dice la pelirroja frente a ellos a las muchachas que se encuentran a su lado, sonriéndoles- Miren la parte buena de esto, chicas, hemos matado a dos pájaros de un tiro
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Hey!
Hace tiempo que no publico conti e.e
Agradézcanle a Sam, ella me hizo acuerdo xD
Que la conti sea de su agrado nwn!
Hasta otra~~

—Espera un momento—pide el pelirrojo arqueando una ceja—. ¿Me estás diciendo que hay personas que nos buscan, que nos quieren cazar y que nos quieren extraer sangre para crear a otras personas que tambien nos quieren matar? ¿Y que, además, tenemos alguna clase de superpoder que un tatuaje de un dragon nos brinda? 
Nereida sonrie
—Ese sería el resumen, sí.
Rue no aparta su mirada de la chica. Les había contado la atrocidad que le hicieron a su familia el día de su cumpleaños de lo mas tranquila. ¿Es que a caso no le dolía perder a sus seres queridos?
—Pero, ¿Por qué?
—No tengo idea—se encoge de hombros, dejando a un lado la taza que hace unos minutos contenía té—Aunque tengo suposiciones, por supuesto
Ellos esperan a que la joven continúe, y se dan cuenta de que las demás chicas con las que llegó tambien se encuentran espectantes. Y al instante-como si se tratasen de mentes iguales- suponen que ellas tampoco sabian nada sobre aquellas suposiciones. 
Al contrario de decirles sus pensamientos, la pelirroja se pone de pie, agradeciendo al padre del ojiazul, el Sr. Kuramoto, por haberles invitado a tomar el té. 
Entonces comienza a caminar hacia la salida de la tienda, como si no le hubiesen hecho ninguna pregunta
—¡Eh! ¿No me las vas a decir?
—Nop—contesta echando una mirada por encima de su hombro— Mi única obligacion es advertirles y entrenarles, según mis padres. No tengo la responsabilidad de responder si no lo quiero
—¿Y que pasa si a nosotros no nos place ''entrenar''?
Nereida posa su mirada llena de incredibilidad en Rue
—¿Que qué pasa? Pues los matan, luego de torturarles y sacarles sangre y todo lo que ellos necesiten, claro.
—No tienes por qué hablarla asi—los labios de Noah se aprietan en una linea fina, mostrando su enfado.
—No tiene por qué hacer preguntas estúpidas, y aún así las hace—niega con la cabeza, soltando un suspiro para tratar de calmarse, quien sabe que ocurriría si se descontralaban sus poderes a causa de enojarse por nimiedades— Miren, ya les dije todo lo que quería decir ¡Hasta les enseñé mi tatuaje para que me creyeran! 
—Conmigo tambien lo hiciste
—Es diferente, Xylona, tu eres más vieja y tu credibilidad está por los suelos
La susodicha entrecierra sus ojos hacia la figura de la joven, mientras que a Maron se le escapa una sonrisa. Eso le pasaba por inmiscuirse donde no la llamaban
—Empero, si todavía no me creen y no están dispuestos a venir con nosotras, me temo que van a terminar muertos muy pronto
Se miran entre sí, sin estar seguros de ir con ellas.
—¿No hay otra manera de..?
—¡Ahí están!—grita el Sr. Kuramoto con un hombre vestido con un uniforme de policilía como compañía—¡Ellas son las chicas que tratan de convencer a mis hijos de unirse a los traficantes de drogas!
Todas se quedan con la boca abierta ante esas palabras. A excepción de Nereida, a quien se le nota una clarisima mueca burlona en el rostro. 
<<¿Traficantes?¿No se le pudo ocurrir algo mejor?>> Son los pensamientos que pasan por la mente de la pelirroja. Obviamente, no. Le responde su dragón. Escuchame, para salir de esta puedes elegir entre lo facil y lo dificil, lo facil es..
—Escojo lo dificil—pronuncia en voz alta Nereida, sin darse cuenta de que interrumpe un discurso. 
—¿Por lo difícil, eh pequeña?—el uniformado saca dos esposas—Pues eso tendras
La chica se da la vuelta cuando el oficial se lo pide y pone las manos tras la espalda. 
<<¿Ahora que, genio?>> 
No es mi culpa que seas lo suficientemente bruta como para decirlo en voz alta, pequeña.
Ella entrecierra los ojos, y Maron se le acerca a Xylona, susurrandole por lo bajo:
—¿Es mi idea o está hablando sola?
A lo que la peliverde resopla:
—Está hablando con su dragón
—¿Como tu sabes eso?—le da una mirada ladeada—Aún no tienes el tuyo, Xylona
La susodicha gira bruscamente su cabeza
—¡¿Como te atreves..?!
—Tienen derecho a guardar silencio, señoritas
—Tienen derecho, pero no ganas, poli—interrumpe Nereida, que esta vez sí prestaba atención
—Cállese
Entonces, la pelirroja rompe las esposas.
—¿Pero que...?
—Deberían hacer estas cosas de otro material—ella se frota las muñecas—. Porque, ya sabe, son fáciles de romper y eso
—¡E-eso es imposible!—el policía abre enormemente los ojos—¡Re-recién las compré hoy! ¡Deberían de ser indestructibles! 
—Sin embargo, las acabo de romper—ladea la cabeza—.¿Eso te da una pista?
El uniformado se comienza a desesperar y, gritando algo sobre aliens llegando a la tierra, corre a su auto.
—No entiendo—musita Nereida, ofendida—¿Por qué siempre asocian cualquier cosa media rara a los aliens? ¿Es que a caso no puede ser otra cosa?
—Idiota—espeta Xylona, fuminándola con la mirada—.Tienes suerte de que haya pensado eso. ¿Que hubiese pasado si sabía de la existencia de los elegidos y nos hubiese delatado? ¿No eres tu la que dice que...?
La pelirroja le quita importancia haciendo un gesto con su mano
—¿Como sabías que él creía en los extraterrestres?—el Sr. Kuramoto comienza a imaginar a bebes desnudos bailando la makarena, pensando que la chica puede leer mentes
—Tenía calzoncillos de aliens. Simple suposición