[Drabble] Palabras ~

¿Será verdad qué cuando te enamoras sientes mariposas en el estómago?
Dicen que siempre que miras a la persona que amas las cosquillas son incontrolables.
Pero nunca había podido experimentar nada como eso.
Bueno.. Por lo menos así había sido siempre.
Sacudí un poco mi cabeza en un vano intento de sacar esos pensamientos de mi mente para después posar mi mirada en Drew, que pedía dos cafés calientes para pasar un poco el frío que había comenzado a hacer en Punta Neva.

- Ten - Me dijo enseñándome un vaso humeante -
- ¿Eh? - Mi mirada confundida se posó sobre ese coordinador - G-Gracias -
- ¿Qué pasa? - Me preguntó un poco preocupado -
- N-Nada - Respondí posando mis manos alrededor del vaso caliente - Solo me distraje un poco -
- ¿Segura? - Preguntó acercando su cara a la mía. Fue entonces cuando unas pequeñas cosquillas comenzaron a invadirme a la vez que mi corazón parecía desesperado por salir de mi pecho -
- Mariposas - Murmuré mientras mis mejillas se ponían rosadas -
- ¿Eh? - Dijo mientras reía a lo que solo pude esconder mi mirada apenada -
- N-Nada - Respondí para después probar un poco de ese delicioso líquido caliente -

Entonces eso era sentir 'mariposas' en la panza.
Más bien... Eso era estar enamorada.

Posó la mirada en el cielo un poco preocupado.
Las nubes que avanzaban con parsimonia sobre sus cabezas les indicaba que pronto comenzaría a llover con intensidad.

- ¿Qué hacemos? - Los ojos de la coordinadora se posaron ahora sobre su compañero, que le regresó la mirada buscando una solución -
- Buscar un techo pronto o lo vamos a lamentar - Respondió pasando su mano por sus cabellos verdes un poco intranquilo -
- ¿Un techo? - La mirada de la muchacha se paseó por el inmenso bosque por el que caminaban - Tenemos problemas -
- Puede que encontremos cobijo cerca si caminamos - Respondió ese coordinador mientras sonreía -
- B-Bien - Murmuró la muchacha abrazando a su pequeño Torchic -

Por momentos el cielo comenzaba a iluminarse.
Las pequeñas punzadas en su piel eran sin dudas causadas por las primeras lluvias. Si no se apresuraban a encontrar un techo precario para parar, se iban a empapar de pies a cabeza.

- Vamos allí - Drew señaló un roble de copa amplia. La muchacha ni siquiera dudó en hacer lo que dijo -
- ¿Cuándo crees que pare? - La mirada de la coordinadora solo enseñaba el miedo que la inminente tormenta le provocaba -
- Es una lluvia de verano - Explicó Drew con calma. Se acomodó en el piso para después suspirar pesadamente - Pasará rápido... -
- Me pone nerviosa ver las nubes negras... - Le dijo ella mientras se acurrucaba - Más si las lluvias duran mucho... Tiempo... - Masculló en susurros. Pero el miedo dio lugar a la sorpresa cuando algo suave se deslizó por sus hombros - ¿Eh? -
- Estoy aquí... - Le dijo el muchacho con las mejillas sonrosadas. Se abrazó las piernas (para acercarlas a su pecho) mientras posaba la barbilla en sus rodillas - Nada a va a pasar mientras estés conmigo... -

El pequeño Torchic picó suavemente las mejillas de su entrenadora para que reaccionara. Pero ella no respondió, sólo se acercó un poco al muchacho para posar su cabeza suavemente sobre su hombro.

Torchic corría por las pequeñas montañas blancas que se habían formado a causa de las nevadas que padecía ciudad Punta Neva por las noches.
El pequeño polluelo sacudía sus plumas llenas de nieve mientras reía al son de los chillidos de su entrenadora que no podía hacer que se quedara quieto.

- ¡Torchic! - May posó ambas manos sobre sus rodillas para recuperar el aire. Era mucho más complicado correr con el polvillo blanco cubriendo el suelo completamente - ¡Por favor! - Suplicó mientras miraba como se limpiaba el pico con sus minúsculas alas - ¡Te vas a enfermar! -
- Jamás va a regresar así... - Una voz masculina hizo que ella se girara con expresión enojada -
- ¿Cómo demonios lo harías genio? - Le dijo mientras ponía sus brazos en jarras -
- Simple - El coordinador de cabellos verdes se acercó al polluelo con calma para después sentarse en el suelo, cerca de donde el pokémon se encontraba jugando - Ven Torchic - Lo llamó mientras sacaba un macarrón dulce de su bolsillo acompañado de un pequeño pañuelo color lila. El pequeño polluelo miró primero el dulce y después la mirada amable de Drew - ¿Lo querés? -
- Tor... - El pokémon se acercó a él corriendo rápidamente mientras chillaba emocionado -
- Eso es... - El coordinador comenzó a reír suavemente mientras le limpiaba con delicadeza el pico lleno de nieve - Ten... - Masculló mientras le ofrecía el dulce en la palma de su mano. El pokémon comenzó a comer pequeños pedazos con ganas - Te tengo... - Murmuró mientras se ponía de pie con el polluelo en brazos -
- Eso no se vale... - Murmuró su compañera un poco enojada -
- Vale - Drew la miró con arrogancia - Yo conseguí que me hiciera caso y vos no... - Le dijo mientras pasaba por su lado, pellizcando suavemente una de sus mejillas con su mano libre - Sé un par de cosas que vos no, querida May - Masculló mientras comenzaba a reír y se iba de regreso al Centro Pokémon -
- Presumido - Le dijo ella con las mejillas sonrosadas mientras comenzaba a seguirlo -

El cielo se extendía de un azul increíble después de dos días de tormentas que habían mantenido a los ciudadanos lejos de las preciosas calles de Ciudad Corona.
La coordinadora salió seguida de su pequeño Glaceon a disfrutar del sol, después de 48 horas de sólo ver agua caer del oscuro cielo.

- ¿Qué piensas Glaceon? - Le preguntó a su compañero mientras giraba sobre si misma sin poder parar de reír - ¿No es un día precioso? -
- Lo es... - La voz que le respondió, sin lugar a dudas, no podía ser de su pokémon de hielo -
- ¿Eh? - May se quedó dura para después mirar por encima de su hombro: Drew se encontraba a solo unos pasos de ella. Roserade se hallaba cerca jugando con un poco de agua que su entrenador le daba con ayuda de una regadera - ¿Qué hacés vos acá? - Murmuró ella confundida -
- ¿No es obvio? - Masculló mientras se encogía de hombros - Vine por el concurso - Respondió mirando a su pokémon - Mi Roserade quería un poco de agua y yo salir así que... -
- ¿Por qué no me dijiste que estabas acá? - La coordinadora se acercó al chico un poco desanimada -
- Te acabo de decir... - Le dijo enseñándole el móvil. Segundos después el celular de la coordinadora sonó en su riñonera - Te hubiera avisado antes, pero sabía que eras capaz de venir a Corona incluso con el temporal si lo hacía... - El muchacho se encogió de hombros - No sabía que ya estabas aquí -
- Y-Yo... - La coordinadora posó la mirada en el suelo apenada -
- ¿Qué pasa May? - Drew la mojó un poco con la regadera mientras reía - Sé que estás enamorada de mí, no es ningún secreto... -
- ¡Eso no es verdad! - Chilló la coordinadora enojada, pero evidentemente apenada -
- ¿No es verdad? - El muchacho se acercó a ella mientras sonreía de lado - Es una pena... - Murmuró mientras se acercaba - Porque quizás a mi me pase algo parecido... - Dijo a su oído. Las mejillas de May se pusieron rosadas -
- ¿Qué dijiste Drew? - Le preguntó mientras se giraba a mirarlo -
- ¿Yo? - El coordinador comenzó a caminar hacia los jardines seguido de su Roserade - Yo no he dicho nada mocosa... - Murmuró mientras sonreía de lado -
- ¡Drew! - Chilló ella mientras comenzaba a seguirlo - ¡Decíme! -
- Soñá niña... - Respondió mientras la miraba de reojo por encima de su hombro -
- ¡Eres insufrible! - Le dijo May mientras miraba la espalda de su compañero visiblemente apenada -

Giró en su cama con aire somnoliento. Miró el reloj con ojos aún pesados por el sueño, para después pegar el brinco de su vida.

- ¡Es tardísimo! - Chilló mientras se sacaba las sábanas de encima con prisa -
- Buenos días dormilona - La saludó una voz masculina. El cuerpo de ella se tensó al momento, mientras subía la mirada lentamente para encontrarse con los ojos esmeralda de su compañero de coordinación -
- ¡DREW! - May se apresuró a cubrirse con las sábanas con las mejillas sonrosadas - ¿¡Cómo demonios entraste!? -
- Fue fácil - Le dijo el muchacho mientras le lanzaba con cuidado un jugo de piña en caja - Te olvidaste de cerrar con seguro... -
- ¿Eh? - La muchacha lo miró sorprendida -
- Serás descuidada - Le dijo mientras suspiraba - Ya da lo mismo. Desayuná tranquila... - Pidió mientras se acomodaba a su lado en la cama -
- ¡No puedo desayunar! - Chilló ella mientras se apresuraba a buscar sus cosas - Es tarde y me habías dicho de salir... -
- Pero no es tarde mocosita... - La interrumpió Drew mientras sonreía - Yo adelanté el reloj -
- ¿¡Que hiciste qué!? - Masculló ella mientras se lanzaba a la cama para golpearlo -
- Perdón - El muchacho comenzó a reír - No pude aguantarme... - Le dijo mientras le enseñaba la cajita de jugo acompañado de un paquete de galletas que había sacado de su chaqueta - Por eso me ocupé del desayuno -
- Imbécil - Murmuró ella sonrojada mientras le sacaba el jugo con algo de brusquedad de las manos -
- Pero así me querés - El coordinador besó su mejilla con dulzura mientras le robaba una galleta del paquete -

La coordinadora saludó al público mientras hacía una pequeña reverencia.
Había hecho una demostración más que maravillosa sobre el escenario.

- ¡Gracias! - Les dijo a las personas que comenzaron a aplaudir con más fuerza -
- ¡Fue una presentación sin precedentes para una de las coordinadoras más impresionantes! - Chilló Vivian mientras señalaba a la muchacha - ¡Pasemos a ver que dicen los jueces! -

Los nominados comenzaron a ver quienes iban a pasar a la próxima ronda, mientras la coordinadora bajaba del escenario rumbo a los camarines.

- Fue una presentación única - Drew la fue a buscar a los pasillos - Felicidades -
- Gracias Drew - Le dijo la coordinadora, mientras sonreía con las mejillas rosadas -
- Parecías un ángel arriba del escenario... - Murmuró sin pensar mientras miraba el brillo que despedía el hielo que aún quedaba en la sala de presentaciones -
- ¿Eh? - La muchacha lo miró sorprendida - ¿Dijiste que parecía un ángel...? -
- ¿Qué? - El muchacho la miró a los ojos, como si acabara de salir de un trance - Yo no dije eso niña... - Masculló para encubrirse. Pero era una excusa tan pobre como evidente el hecho de que ella no iba a conformarse con eso -
- Si lo dijiste - Murmuró mientras comenzaba a reír como tonta - Dijiste que parecía un ángel -
- No es verdad - Se escudó rápidamente mientras comenzaba a caminar -
- Si es... - La coordinadora comenzó a seguirlo, sin poder disimular su emoción - ¡Drew dijo que parecía...! -
- ¡Bien! - El muchacho la interrumpió con algo de brusquedad - Tenés razón. Ya pará de decirlo a los cuatro vientos como si nadie pudiera oírlo -
- Gracias Drew... - May le besó la mejilla suavemente - Es muy dulce -
- No es nada... - Respondió apenado, mientras le daba la espalda rápidamente para que no pudiera ver el rubor que había aparecido en sus pómulos -

Daba igual lo mucho que intentara dormir, no podía, no había caso. No solía conciliar el sueño fácil, en realidad, hace semanas que tenía noches bastante complicadas, pero siempre conseguía dormirse a pesar de todo.
Pero se dio cuenta de que eso no pasaría cuando vio en su reloj que eran las cuatro de la madrugada.

- No puede ser... - Gruñó, aplastando la cara contra la almohada - Tengo que levantarme a las seis de la mañana para ir a entrenar... -

Dió un par de giros más en su cama, hasta que se convenció de que eso no funcionaría.
Pateó las sábanas a a un lado, y con un gruñido malhumorado, se puso de pie de un brinco. ¿Y si salía a caminar un poco? ¿O comenzaba desde ahora con el entrenamiento? Ya estaba desvelado de todos modos. Seguir despierto hasta las seis no iba a hacer ningún daño, así como tampoco iba a sufrir el haber pasado una noche entera sin dormir.
Salió al pasillo y sus pies lo guiaron a la sala común del centro pokémon, desde donde pudo ver que había una luz encendida en una de las muchas mesas que ocupaban el lugar.

Se detuvo en seco. ¿Quién demonios podía ser a esa hora?

Se alisó un poco el cabello y maldijo el no haberse puesto algo un poco más presentable para bajar. Dios, ¿por qué no se había puesto su ropa y ya? Lógico, porque no esperaba que hubiera otra alma dando vueltas a las cuatro de la mañana.
Su cara empeoró visiblemente al darse cuenta de que era May.

MIERDA.

La encontró sentada en la mesa, con un vaso de leche caliente en una mano y una lata de galletas a un lado. Pensó en regresar a su cama inmediatamente, pero ella levantó la mirada y lo descubrió.

- Hey - Lo saludó mientras sonreía levemente. Se la veía visiblemente deprimida, y eso no sorprendió a Drew para nada -

Habían peleado hace unos días, quizás la peor de las discusiones que hayan tenido desde que se conocían, y no habían hablado de ello desde entonces.

- ¿Me extrañás tanto que no podés esperar a verme en la mañana? - Le preguntó Drew mientras se apoyaba en el marco de la puerta -
- Ya quisieras presumido - Le respondió antes de ponerse de pie para intentar irse -
- No te preocupes. Puedo vivir con eso - Le dijo mientras se apresuraba para ponerse en su camino - ¿Por qué te vas? ¿Demasiado impresionada con la grandiosidad del gran Drew a las cuatro de la madrugada? -

Cerca. Drew estaba demasiado cerca.

- De repente hay mucha gente en este lugar - Fue todo lo que pudo decir -

Ella quiso rodearlo para continuar su huida, pero el coordinador puso rápidamente un brazo en su camino, impidiendo su escape.

- Oh, vamos... ¿Problemas para dormir? - Preguntó un poco cabizbajo -

May lo miró enojada. ¿Para que mentir? Solo iba a conseguir que siguiera burlándose sin parar.

- ...probablemente - Masculló mientras lo miraba de arriba a abajo -
- ¿Pensás mucho en mí? - Le dijo el coordinador mientras comenzaba a reír suavemente -
- Imbécil - Masculló ella mientras lo empujaba, para regresar de nuevo a la sala del Centro Pokémon -
- ¿No crees que debemos hablar? - Las palabras de Drew la tomaron por sorpresa. May se quedó en su lugar, para después girarse a verlo a la cara -
- ¿No es un poco tarde para eso? - Respondió ella, visiblemente nerviosa -
- Tenemos hasta el amanecer para conversar sobre lo que pasó, unas dos horas deberían bastar... - El coordinador se acercó a las ventanas. El rocío había inundado de un precioso brillo las hojas de los árboles, e incluso el césped - ¿Cuánto más vamos a seguir ignorándonos así, May? -

La coordinadora se mordió el labio inferior con las mejillas sonrosadas. Finalmente suspiró.

- Voy por otro vaso de leche y... Hablaremos - Le dijo mientras sonreía levemente. Drew le regresó la mueca de amabilidad -

Lentamente, las cosas iban regresando a su lugar.