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Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Hola buenas noches soy la primera en comentar y despertar ja LOL
May trotando me parece raro pero bueno quiero conti plissss
May trotando me parece raro pero bueno quiero conti plissss
Sae- **Fan*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
si conti despues de mucho tiempo
bueno me encanto y no puedo esperar la conti que viene
bye
bueno me encanto y no puedo esperar la conti que viene
bye
zafiro99- **Fan*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Nueva lectora!
Muy buena historia haber que pasa al final entre May y Drew, me da pena que May tenga tan poca autoestima :S
Besos y ánimo nos vemos en la proxima conti
Muy buena historia haber que pasa al final entre May y Drew, me da pena que May tenga tan poca autoestima :S
Besos y ánimo nos vemos en la proxima conti
Aiden- **Miembro*Contest**
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Capítulo 7: Ejercicio, comida y batallas.
Por fin llegó la hora en que salimos, sabía que era un asco trotando, pero valía la pena esforzarse. Aún tenía mucho sueño, pero quería dormir por la noche para no cambiar mi horario, ya que con el tema de levantarse temprano para ir al colegio e intentar dar mi 100%, no puedo darme ese lujo.
Lucía se encontraba muy animada, acosó a mi hermano y luego por fin logramos salir.
—May, podría apostar aquí y ahora a que puedo ganarte.
—Cómo si eso fuera muy difícil.
— ¡Motívate, mujer!
—Eso sí es difícil.
—Sigan perdiendo el tiempo, ¡yo ganaré! —Gritó mi hermano y empezó a trotar, dejándonos atrás.
Lucía me tomó del brazo y me arrastró mientras trotaba, me sentía bastante bien. A los tres minutos logré soltarme y a trotar correctamente. No estaba tan cansada como creía que estaría, lo único que me retrasaba en mi intento de ganarle a Lucía era que aproximadamente cada cinco minutos, Max me pedía agua, o yo la necesitaba. Max se estaba comportando correctamente, solo tenía que cuidar que no se atrasara o fuera muy rápido, porque conociéndolo, podría terminar por perderse. Muy inteligente podrá ser mi pequeño hermano, pero nuestro despiste es hereditario, mi madre nos dejó aquél presente.
Luego de un rato, Max y yo logramos pasar definitivamente a Lucía, quien por razones desconocidas razones, había alcanzado una especie de motivación desconocida para mí y nos había dejado atrás. Estábamos siguiendo un camino con muy pocos autos, no teníamos que preocuparnos demasiado por eso, supongo que es la razón principal por la que mis padres me dejaron estar a cargo de Max.
— ¡Chicos! ¿Les parece si tomamos un descanso? No puedo más. —Gritó Lucía, a lo lejos.
Max y yo nos miramos y decidimos que sería lo mejor. Lucía descansaba ya, pero nosotros tuvimos que trotar hasta donde ella estaba. Era más justo que ella se acercara a nosotros, pero su mirada suplicaba un descanso, sentimos compasión de ella.
Al llegar, nos percatamos de que traía una mochila, la cual había quitado de su espalda mientras trotábamos hacia ella. Supe que no era la única que no lo había notado porque me fijé en la expresión de sorpresa de Max. Supongo que esa mochila traía lo justo y necesario para cada mujer, puesto que era bastante reducida en espacio. De ella sacó un inhalador, acto seguido lo dirigió a su boca.
—Soy asmática —Dijo Lucía justo después de inhalarse— probablemente es una estúpida idea salir a trotar en mi condición, pero para mí es estúpidamente divertida.
—Lo es, pero deberías cuidar de tu salud.
—Por favor, May, usa palabras originales, todos dicen exactamente lo mismo. Sé que debo cuidar de mi salud, pero también quiero hacer cosas como la gente normal, ¿comprendes? Por eso pedí un descanso.
—Tienes un punto a tu favor. Bueno, cuando quieras te tomas los descansos que quieras, sólo avísanos, ¿sí?
—Eso planeo hacer.
Llevábamos una hora trotando entre descansos, en energía, estábamos bastante bien. Habíamos hecho el acuerdo de dejar de competir porque Max lo pidió, trotábamos a la par cuando, por una desconocida razón, pasé por sobre una piedra de considerable tamaño, por lo que resbalé y caí. Mi rodilla era lo único que me dolía, pero había sido apenas un rasguño cuando la revisé. Lucía y Max me ayudaron a levantarme, faltaba muy poco para llegar a la ciudad, y preferí que siguiéramos trotando.
—May, deberías cuidar tu salud.
—Lucía, fue sólo un rasguño, no es momento de tu venganza aún.
—Un rasguño que ahora está sangrando —Agregó Drew. Espera, ¿Drew? Lucía me miró satisfecha. Esto es un empate.
Miré mi rodilla y efectivamente, estaba sangrando. Lucía sacó de su mochila una venda y un trozo de algodón que remojó con agua oxigenada. Max me sujetó para que no intente huir, Lucía limpió mi herida, debo admitir que me dolió, y Drew me puso la venda. Al menos creo poder asegurar que los nervios que sentí en ese momento no se notaron.
— ¿Y tú qué haces aquí? Conspiras en mi contra.
—Sólo estaba de paso.
—Esta vez gané, gracias por el apoyo Drew. —Presumió Lucía. Debo admitir que tuve una extraña sensación contra ella.
—Es un empate, aún no ganas.
—En lugar de estar peleando, sugiero que vayamos al local de comida rápida a ordenar unas papas fritas. —Habló mi hermano, el hambriento. Jamás aguantó hacer ejercicio sin recuperar todo lo que había perdido.
El resto de nuestra conversación no tuvo relevancia alguna. Sólo le contamos a Drew nuestra experiencia trotando y la reciente batalla entre Lucía y yo, que supongo que continuará en pie. Mientras hablábamos, nos dirigíamos a un local de comida rápida de McDonalds que se encontraba en el centro de la ciudad. Había mucha gente, en su mayoría, eran jóvenes universitarios, y entre ellos, me encontré con unos amigos míos, los conocí en el infierno —lugar en el que actualmente estoy estudiando—.
En el camino para ir al McDonalds no hubo acontecimiento relevante alguno, sólo nos pasamos conversando cosas sin importancia y Lucía iba molestando en el buen sentido a Max. Extrañamente, Max no se sentía tan acosado como se mostraba con mis demás amigas, por ejemplo, huía cada vez que Dawn se le acercaba. Lucía tenía talento natural para agradarle a la gente, aunque por lo visto, trata de no destacar demasiado y se queda con solo un grupo de amigos. Esa podría ser una gran opción, pero no me agradaría dejar a las demás chicas, probablemente ahora me esté distanciando un poco, pero no significa que nuestra amistad se acabe.
Finalmente llegamos, el local era medianamente amplio, y estaba lleno, con tan solo una mesa disponible. Lucía y Max corrieron a tomarla pero no lo consiguieron. Un chico de alrededor de nuestra edad, más alto que Lucía, cabello castaño y ojos de un color entre azul y verde, junto con su quien aparentemente era su hermanita menor por el parecido que tenían, —La niña, a juzgar por su apariencia nuevamente, debería tener un año menos que Max— habían ganado la mesa. Vi la inconformidad de Lucía ante eso, y reclamó lo que creía que era suyo.
—De esto no va a salir nada bueno. —Comentó Drew, divertido ante la situación.
—No lo sé, podrían terminar llevándose bien. —Bromeé.
—Será mejor que vayamos a ver qué pasa. —tras decir esto, caminó en dirección a la mesa del incidente y no tuve otro remedio que seguirlo.
Tropecé con un par de personas, pero llegué a la mesa y tal como deduje, Lucía estaba discutiendo por la mesa que creía que era suya.
—… ¡Y ni siquiera llegaste justamente, nosotros teníamos desventaja porque había más gente de lado en que nosotros!
Perdónenme, de verdad, otra vez me atrasé con continuar, encima el capítulo es muy corto, eh tenido problemas sentimentales, también de estrés, sé que estoy de vacaciones pero no organicé muy bien mi tiempo, esta vez sí es una promesa que van a tener capítulos más seguidos. :c
Debo agregar que esto de escribir me hace bastante bien. No me estreso en absoluto, me agrada saber que algunas personas leen lo que escribo. Por cierto, Rosi, ¡bienvenida a esta lectura! Espero que te entretengas leyendo este fic. n.n
¡Ahora viene la parte interesante del fic! Nuestra pequeña May se está enamorando y no se da cuenta.
¿Les gustaría que hiciera especiales en los que narren otros personajes, por ejemplo Max o Lucía? Para Drew tengo algo planeado, no sé si resulte, pero lo compartiré con ustedes el próximo capítulo, me gusta dejar las cosas interesantes.
Lucía se encontraba muy animada, acosó a mi hermano y luego por fin logramos salir.
—May, podría apostar aquí y ahora a que puedo ganarte.
—Cómo si eso fuera muy difícil.
— ¡Motívate, mujer!
—Eso sí es difícil.
—Sigan perdiendo el tiempo, ¡yo ganaré! —Gritó mi hermano y empezó a trotar, dejándonos atrás.
Lucía me tomó del brazo y me arrastró mientras trotaba, me sentía bastante bien. A los tres minutos logré soltarme y a trotar correctamente. No estaba tan cansada como creía que estaría, lo único que me retrasaba en mi intento de ganarle a Lucía era que aproximadamente cada cinco minutos, Max me pedía agua, o yo la necesitaba. Max se estaba comportando correctamente, solo tenía que cuidar que no se atrasara o fuera muy rápido, porque conociéndolo, podría terminar por perderse. Muy inteligente podrá ser mi pequeño hermano, pero nuestro despiste es hereditario, mi madre nos dejó aquél presente.
Luego de un rato, Max y yo logramos pasar definitivamente a Lucía, quien por razones desconocidas razones, había alcanzado una especie de motivación desconocida para mí y nos había dejado atrás. Estábamos siguiendo un camino con muy pocos autos, no teníamos que preocuparnos demasiado por eso, supongo que es la razón principal por la que mis padres me dejaron estar a cargo de Max.
— ¡Chicos! ¿Les parece si tomamos un descanso? No puedo más. —Gritó Lucía, a lo lejos.
Max y yo nos miramos y decidimos que sería lo mejor. Lucía descansaba ya, pero nosotros tuvimos que trotar hasta donde ella estaba. Era más justo que ella se acercara a nosotros, pero su mirada suplicaba un descanso, sentimos compasión de ella.
Al llegar, nos percatamos de que traía una mochila, la cual había quitado de su espalda mientras trotábamos hacia ella. Supe que no era la única que no lo había notado porque me fijé en la expresión de sorpresa de Max. Supongo que esa mochila traía lo justo y necesario para cada mujer, puesto que era bastante reducida en espacio. De ella sacó un inhalador, acto seguido lo dirigió a su boca.
—Soy asmática —Dijo Lucía justo después de inhalarse— probablemente es una estúpida idea salir a trotar en mi condición, pero para mí es estúpidamente divertida.
—Lo es, pero deberías cuidar de tu salud.
—Por favor, May, usa palabras originales, todos dicen exactamente lo mismo. Sé que debo cuidar de mi salud, pero también quiero hacer cosas como la gente normal, ¿comprendes? Por eso pedí un descanso.
—Tienes un punto a tu favor. Bueno, cuando quieras te tomas los descansos que quieras, sólo avísanos, ¿sí?
—Eso planeo hacer.
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Llevábamos una hora trotando entre descansos, en energía, estábamos bastante bien. Habíamos hecho el acuerdo de dejar de competir porque Max lo pidió, trotábamos a la par cuando, por una desconocida razón, pasé por sobre una piedra de considerable tamaño, por lo que resbalé y caí. Mi rodilla era lo único que me dolía, pero había sido apenas un rasguño cuando la revisé. Lucía y Max me ayudaron a levantarme, faltaba muy poco para llegar a la ciudad, y preferí que siguiéramos trotando.
—May, deberías cuidar tu salud.
—Lucía, fue sólo un rasguño, no es momento de tu venganza aún.
—Un rasguño que ahora está sangrando —Agregó Drew. Espera, ¿Drew? Lucía me miró satisfecha. Esto es un empate.
Miré mi rodilla y efectivamente, estaba sangrando. Lucía sacó de su mochila una venda y un trozo de algodón que remojó con agua oxigenada. Max me sujetó para que no intente huir, Lucía limpió mi herida, debo admitir que me dolió, y Drew me puso la venda. Al menos creo poder asegurar que los nervios que sentí en ese momento no se notaron.
— ¿Y tú qué haces aquí? Conspiras en mi contra.
—Sólo estaba de paso.
—Esta vez gané, gracias por el apoyo Drew. —Presumió Lucía. Debo admitir que tuve una extraña sensación contra ella.
—Es un empate, aún no ganas.
—En lugar de estar peleando, sugiero que vayamos al local de comida rápida a ordenar unas papas fritas. —Habló mi hermano, el hambriento. Jamás aguantó hacer ejercicio sin recuperar todo lo que había perdido.
El resto de nuestra conversación no tuvo relevancia alguna. Sólo le contamos a Drew nuestra experiencia trotando y la reciente batalla entre Lucía y yo, que supongo que continuará en pie. Mientras hablábamos, nos dirigíamos a un local de comida rápida de McDonalds que se encontraba en el centro de la ciudad. Había mucha gente, en su mayoría, eran jóvenes universitarios, y entre ellos, me encontré con unos amigos míos, los conocí en el infierno —lugar en el que actualmente estoy estudiando—.
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En el camino para ir al McDonalds no hubo acontecimiento relevante alguno, sólo nos pasamos conversando cosas sin importancia y Lucía iba molestando en el buen sentido a Max. Extrañamente, Max no se sentía tan acosado como se mostraba con mis demás amigas, por ejemplo, huía cada vez que Dawn se le acercaba. Lucía tenía talento natural para agradarle a la gente, aunque por lo visto, trata de no destacar demasiado y se queda con solo un grupo de amigos. Esa podría ser una gran opción, pero no me agradaría dejar a las demás chicas, probablemente ahora me esté distanciando un poco, pero no significa que nuestra amistad se acabe.
Finalmente llegamos, el local era medianamente amplio, y estaba lleno, con tan solo una mesa disponible. Lucía y Max corrieron a tomarla pero no lo consiguieron. Un chico de alrededor de nuestra edad, más alto que Lucía, cabello castaño y ojos de un color entre azul y verde, junto con su quien aparentemente era su hermanita menor por el parecido que tenían, —La niña, a juzgar por su apariencia nuevamente, debería tener un año menos que Max— habían ganado la mesa. Vi la inconformidad de Lucía ante eso, y reclamó lo que creía que era suyo.
—De esto no va a salir nada bueno. —Comentó Drew, divertido ante la situación.
—No lo sé, podrían terminar llevándose bien. —Bromeé.
—Será mejor que vayamos a ver qué pasa. —tras decir esto, caminó en dirección a la mesa del incidente y no tuve otro remedio que seguirlo.
Tropecé con un par de personas, pero llegué a la mesa y tal como deduje, Lucía estaba discutiendo por la mesa que creía que era suya.
—… ¡Y ni siquiera llegaste justamente, nosotros teníamos desventaja porque había más gente de lado en que nosotros!
Perdónenme, de verdad, otra vez me atrasé con continuar, encima el capítulo es muy corto, eh tenido problemas sentimentales, también de estrés, sé que estoy de vacaciones pero no organicé muy bien mi tiempo, esta vez sí es una promesa que van a tener capítulos más seguidos. :c
Debo agregar que esto de escribir me hace bastante bien. No me estreso en absoluto, me agrada saber que algunas personas leen lo que escribo. Por cierto, Rosi, ¡bienvenida a esta lectura! Espero que te entretengas leyendo este fic. n.n
¡Ahora viene la parte interesante del fic! Nuestra pequeña May se está enamorando y no se da cuenta.
¿Les gustaría que hiciera especiales en los que narren otros personajes, por ejemplo Max o Lucía? Para Drew tengo algo planeado, no sé si resulte, pero lo compartiré con ustedes el próximo capítulo, me gusta dejar las cosas interesantes.
Saori vi Britannia- **Fan*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Aloha chicos
El capi de esta ocasión estuvo padre y me recordo que devo seguir mi rutina de ejercicio
NTP si te retrasate porque las cosas se disfrutan mas después de una larga espera.
Nos leemos luego.
El capi de esta ocasión estuvo padre y me recordo que devo seguir mi rutina de ejercicio
NTP si te retrasate porque las cosas se disfrutan mas después de una larga espera.
Nos leemos luego.
Sae- **Fan*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Guao me dejaste muy intrigada amiga
No te preocupes por tardar mejor que tardes y traigas una buena conti como esta merece la pena. Estoy deseando saber que pasa en la siguiente.
Un beso y nos leemos pronto
No te preocupes por tardar mejor que tardes y traigas una buena conti como esta merece la pena. Estoy deseando saber que pasa en la siguiente.
Un beso y nos leemos pronto
Aiden- **Miembro*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
ESTA HERMOSO WUAUUUUU ES UNO DE LOS MEJORES QUE HE LEIDO
ESPERARE LA CONTI PORFA WUAU ME DEJARAS CON LA INTRIGA QUE ME CONSUME POR DENTRO JJAJAJJAJA
ESPERARE LA CONTI PORFA WUAU ME DEJARAS CON LA INTRIGA QUE ME CONSUME POR DENTRO JJAJAJJAJA
nikimay- **Fan*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
No sabía si Lucía estaba enojada por la situación de la mesa, o nos jugaba una buena broma. Siento que ella no actuaría de tal forma, Todos vimos que él ganó de manera muy limpia. ¿Qué querrá ahora Lucía? ¿Será que quiere sacar al chico de la mesa que nos ganó? De todas formas, probablemente ambos son muy infantiles o él es de esa forma sólo por su hermanita menor, lo cual me parecería adorable.
La niña que se ubicaba sentada frente al chico tenía cara de estar asustada por la reacción de Lucía, y Max no le quitaba los ojos de encima. Espera, creo que ya deduje lo que están tramando.
—Oye, no hay más mesas, y siento que gané limpiamente. Pero podríamos compartir mesa si no les molesta, mi hermana se aburre de mí— Dijo él ante las acusaciones de Lucía.
—Me parece bien, deberías arreglar así las… —Saltó Lucía. Obviamente sabía lo que ella tramaba, así que la callé con un codazo y por el impacto, ella cayó al piso.
—Si no tienes ningún problema, aceptamos. —Dije yo, tratando de arreglar lo que había hecho Lucía. Ella, por su parte, aún intentaba levantarse. Max le tendió la mano y finalmente se puso de pie.
Sin más interrupciones, nos sentamos. Max se ubicó al lado de la hermanita del chico y Lucía, arrasando conmigo, se sentó al lado del chico. Era obvio que le había gustado y a Max la niña, mi hermano es muy astuto. Yo, por mi parte, me senté al lado de Lucía y frente a Drew. Evitaba mirarlo porque me daba un extraño tipo de vergüenza, no sé a qué se debe.
—Bien, creo que deberíamos presentarnos. Mi nombre es Jack, y ella es mi hermanita menor, su nombre es Melody.
—Nuestros nombres son yo, May, Lucía, Drew y Max. —Dije mirando a cada uno para indicar quién es quién.
Cuando Jack iba a hablar, llegó la camarera a preguntarnos qué queríamos.
—Yo quiero papas fritas, la porción más pequeña que tenga junto a una Coca-Cola. —Pedí primero yo.
Finalmente, todos pedimos lo mismo.
Estuvimos hablando y conociendo a Jack y su hermanita por un buen rato, nos enteramos de que Jack es guitarrista y su hermanita aprendiz de pianista, son muy agradables ambos, pero no tienen la mejor relación como hermanos porque Melody tiene un carácter fuerte, nos contaron que salen juntos para intentar arreglar su relación de hermanos. Pobre Max, lo que tendrá que soportar.
— ¿Qué tal si vamos a algún lugar? Tenemos tiempo libre y creo que Melody lo pasaría bien con ustedes.
—Por mi está bien —Aceptó con entusiasmo Lucía.
—Yo no tengo problema. —Esta vez fue mi hermano quién accedió.
—Tengo la tarde libre.
—No puedo ir a casa sin Max, así que no me queda de otra que aceptar. —Acepté finalmente yo, todos reímos.
Acordamos ir a dar un paseo al parque. No nos costó mucho llegar, el poco tiempo que caminamos lo pasamos conversando para seguir conociéndonos. Lucía y Max se lo estaban pasando de lo mejor.
Cuando llegamos allá, Max y Melody fueron a jugar como niños que son y nosotros nos sentamos en una banca bastante grande. Yo me senté primero en el borde, a mi lado se sentó Drew, luego Jack y finalmente Lucía.
—Nosotros vamos a hacer ejercicio y terminamos comiendo papas fritas. Al menos nos quedaremos igual.
—Es una forma positiva de verlo. —Dijo Jack, Melody corrió en nuestra dirección.
— ¡Jack, Charlotte está aquí! —Exclamó ella, entusiasmada. Luego dirigió a Jack hasta una chica de estatura promedio, bastante atractiva.
Vimos que Jack la saludó con un beso en los labios y habló con ella. La cara de Lucía era impresionante, tenía los labios en forma de una perfecta “O” y los ojos como platos.
—Al cabo que ni quería. —Masculló molesta Lucía.
Drew y yo estallamos en carcajadas, deduje que ambos sabíamos todo el tiempo lo que trataba de hacer Lucía, y no nos equivocamos, a ella le había gustado Jack, y a juzgar por su cara, no esperaba lo que estaba viendo. Vamos a tener que buscar un novio para ella antes de que entre en depresión, al parecer.
Cuando terminamos de reírnos, Jack llegó con la tal Charlotte, tenía unos ojos preciosos, a simple vista parecían verdes pero si te fijas bien, puedes notar que no son solo verdes, tienen varios tonos como azul, gris y algo como color miel y naranjo a la vez. Jamás había visto unos ojos como esos.
—Chicos, ella es Charlotte, mi novia.
— ¡Hola! Encantada. —Nos saludó ella.
—Charlotte, ellos son Drew, May y Lucía. El niño que juega con Melody es Max. Los acabo de conocer por culpa de una mesa.
—En realidad es culpa de Lucía. —Dijo Drew.
— ¡Por favor! Yo sólo quería comer papas fritas.
Nos pasamos el resto de la tarde conociendo a Jack y Charlotte. Nos enteramos de que Melody es muy apegada a Charlotte, nadie puede explicarse la razón, simplemente es así. Llegó el momento de despedirnos, habían llamado los padres de Lucía para avisarle que debe irse por una emergencia y decidimos que era mejor irnos todos a casa.
A Lucía la pasaron a recoger en auto y sus padres se disculparon por no llevarnos, Jack, Charlotte y Melody se fueron caminando a la casa de Jack y Max, Drew y yo nos quedamos ahí, según Drew, era peligroso que nos vayamos solos caminando a casa y llamo a Peter para que venga a buscarnos. Sí, Peter ya tiene su propio auto gracias a su mayoría de edad.
Estuvimos alrededor de media hora esperando a Peter puesto que él estaba saliendo de la Universidad y para matar el tiempo, nos quedamos conversando. Hoy ha sido un día en que he hablado bastante. A ratos, Max se iba porque es un niño y las conversaciones lo hostigan.
Pude darme cuenta de que Drew no es una mala persona, su familia es bastante agradable por lo que me cuenta. Su padre es abogado y su madre “no trabaja”, pero todos sabemos que la casa deja mucho para trabajar.
No puedo negar que en todo momento yo me encontraba nerviosa, pero supe disimularlo muy bien. Podría asegurar que no se dio cuenta.
Cuando por fin llegó Peter, Max corrió a subirse en el asiento de atrás juto a Drew y yo me fui en el asiento de adelante. Pero, al dirigirse al auto, Drew pasó rozando su mano con la mía, y fue algo que me agradó de una forma extraña, no sabría explicarlo.
Llegué agotada a mi casa. Mi madre nos ofreció comida, Max aceptó, pero yo ya no quería saber de comida.
Me fui directo a mi habitación y me tendí en mi cama. Planeaba dormir, pero no lo logré y salí a mi balcón. Tomé un cuaderno que encontré tirado y un lápiz, me puse a escribir acerca de mi día. Hablé de Lucía y su intento de conquistar a Jack, sobre Charlotte, y en especial, sobre Drew. ¿Qué me estaba pasando? No podía comprenderlo.
¿Será que me está gustando Drew?
Chicas (y chicos, si es que me leen), lo siento. Tenía la edición lista, revisada y a punto de publicar, pero Word hizo de las suyas y borró el documento en el que estaba mi fic. Terminé muy molesta con esto, y no sé si esta vez el capítulo quedó exactamente igual al que ya había escrito, puesto que me parece que quedó muy corta y también les pido una disculpa por esto. Comprenderán que cosas como estas son realmente frustrantes, pero espero que sigan leyendo la novela, y les agradezco por esto porque me motiva para seguir escribiendo, ya se irá poniendo más interesante desde ahora. De verdad voy a tratar de actualizar más seguido, el estrés no podrá conmigo.
La niña que se ubicaba sentada frente al chico tenía cara de estar asustada por la reacción de Lucía, y Max no le quitaba los ojos de encima. Espera, creo que ya deduje lo que están tramando.
—Oye, no hay más mesas, y siento que gané limpiamente. Pero podríamos compartir mesa si no les molesta, mi hermana se aburre de mí— Dijo él ante las acusaciones de Lucía.
—Me parece bien, deberías arreglar así las… —Saltó Lucía. Obviamente sabía lo que ella tramaba, así que la callé con un codazo y por el impacto, ella cayó al piso.
—Si no tienes ningún problema, aceptamos. —Dije yo, tratando de arreglar lo que había hecho Lucía. Ella, por su parte, aún intentaba levantarse. Max le tendió la mano y finalmente se puso de pie.
Sin más interrupciones, nos sentamos. Max se ubicó al lado de la hermanita del chico y Lucía, arrasando conmigo, se sentó al lado del chico. Era obvio que le había gustado y a Max la niña, mi hermano es muy astuto. Yo, por mi parte, me senté al lado de Lucía y frente a Drew. Evitaba mirarlo porque me daba un extraño tipo de vergüenza, no sé a qué se debe.
—Bien, creo que deberíamos presentarnos. Mi nombre es Jack, y ella es mi hermanita menor, su nombre es Melody.
—Nuestros nombres son yo, May, Lucía, Drew y Max. —Dije mirando a cada uno para indicar quién es quién.
Cuando Jack iba a hablar, llegó la camarera a preguntarnos qué queríamos.
—Yo quiero papas fritas, la porción más pequeña que tenga junto a una Coca-Cola. —Pedí primero yo.
Finalmente, todos pedimos lo mismo.
Estuvimos hablando y conociendo a Jack y su hermanita por un buen rato, nos enteramos de que Jack es guitarrista y su hermanita aprendiz de pianista, son muy agradables ambos, pero no tienen la mejor relación como hermanos porque Melody tiene un carácter fuerte, nos contaron que salen juntos para intentar arreglar su relación de hermanos. Pobre Max, lo que tendrá que soportar.
— ¿Qué tal si vamos a algún lugar? Tenemos tiempo libre y creo que Melody lo pasaría bien con ustedes.
—Por mi está bien —Aceptó con entusiasmo Lucía.
—Yo no tengo problema. —Esta vez fue mi hermano quién accedió.
—Tengo la tarde libre.
—No puedo ir a casa sin Max, así que no me queda de otra que aceptar. —Acepté finalmente yo, todos reímos.
Acordamos ir a dar un paseo al parque. No nos costó mucho llegar, el poco tiempo que caminamos lo pasamos conversando para seguir conociéndonos. Lucía y Max se lo estaban pasando de lo mejor.
Cuando llegamos allá, Max y Melody fueron a jugar como niños que son y nosotros nos sentamos en una banca bastante grande. Yo me senté primero en el borde, a mi lado se sentó Drew, luego Jack y finalmente Lucía.
—Nosotros vamos a hacer ejercicio y terminamos comiendo papas fritas. Al menos nos quedaremos igual.
—Es una forma positiva de verlo. —Dijo Jack, Melody corrió en nuestra dirección.
— ¡Jack, Charlotte está aquí! —Exclamó ella, entusiasmada. Luego dirigió a Jack hasta una chica de estatura promedio, bastante atractiva.
Vimos que Jack la saludó con un beso en los labios y habló con ella. La cara de Lucía era impresionante, tenía los labios en forma de una perfecta “O” y los ojos como platos.
—Al cabo que ni quería. —Masculló molesta Lucía.
Drew y yo estallamos en carcajadas, deduje que ambos sabíamos todo el tiempo lo que trataba de hacer Lucía, y no nos equivocamos, a ella le había gustado Jack, y a juzgar por su cara, no esperaba lo que estaba viendo. Vamos a tener que buscar un novio para ella antes de que entre en depresión, al parecer.
Cuando terminamos de reírnos, Jack llegó con la tal Charlotte, tenía unos ojos preciosos, a simple vista parecían verdes pero si te fijas bien, puedes notar que no son solo verdes, tienen varios tonos como azul, gris y algo como color miel y naranjo a la vez. Jamás había visto unos ojos como esos.
—Chicos, ella es Charlotte, mi novia.
— ¡Hola! Encantada. —Nos saludó ella.
—Charlotte, ellos son Drew, May y Lucía. El niño que juega con Melody es Max. Los acabo de conocer por culpa de una mesa.
—En realidad es culpa de Lucía. —Dijo Drew.
— ¡Por favor! Yo sólo quería comer papas fritas.
Nos pasamos el resto de la tarde conociendo a Jack y Charlotte. Nos enteramos de que Melody es muy apegada a Charlotte, nadie puede explicarse la razón, simplemente es así. Llegó el momento de despedirnos, habían llamado los padres de Lucía para avisarle que debe irse por una emergencia y decidimos que era mejor irnos todos a casa.
A Lucía la pasaron a recoger en auto y sus padres se disculparon por no llevarnos, Jack, Charlotte y Melody se fueron caminando a la casa de Jack y Max, Drew y yo nos quedamos ahí, según Drew, era peligroso que nos vayamos solos caminando a casa y llamo a Peter para que venga a buscarnos. Sí, Peter ya tiene su propio auto gracias a su mayoría de edad.
Estuvimos alrededor de media hora esperando a Peter puesto que él estaba saliendo de la Universidad y para matar el tiempo, nos quedamos conversando. Hoy ha sido un día en que he hablado bastante. A ratos, Max se iba porque es un niño y las conversaciones lo hostigan.
Pude darme cuenta de que Drew no es una mala persona, su familia es bastante agradable por lo que me cuenta. Su padre es abogado y su madre “no trabaja”, pero todos sabemos que la casa deja mucho para trabajar.
No puedo negar que en todo momento yo me encontraba nerviosa, pero supe disimularlo muy bien. Podría asegurar que no se dio cuenta.
Cuando por fin llegó Peter, Max corrió a subirse en el asiento de atrás juto a Drew y yo me fui en el asiento de adelante. Pero, al dirigirse al auto, Drew pasó rozando su mano con la mía, y fue algo que me agradó de una forma extraña, no sabría explicarlo.
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Llegué agotada a mi casa. Mi madre nos ofreció comida, Max aceptó, pero yo ya no quería saber de comida.
Me fui directo a mi habitación y me tendí en mi cama. Planeaba dormir, pero no lo logré y salí a mi balcón. Tomé un cuaderno que encontré tirado y un lápiz, me puse a escribir acerca de mi día. Hablé de Lucía y su intento de conquistar a Jack, sobre Charlotte, y en especial, sobre Drew. ¿Qué me estaba pasando? No podía comprenderlo.
¿Será que me está gustando Drew?
Chicas (y chicos, si es que me leen), lo siento. Tenía la edición lista, revisada y a punto de publicar, pero Word hizo de las suyas y borró el documento en el que estaba mi fic. Terminé muy molesta con esto, y no sé si esta vez el capítulo quedó exactamente igual al que ya había escrito, puesto que me parece que quedó muy corta y también les pido una disculpa por esto. Comprenderán que cosas como estas son realmente frustrantes, pero espero que sigan leyendo la novela, y les agradezco por esto porque me motiva para seguir escribiendo, ya se irá poniendo más interesante desde ahora. De verdad voy a tratar de actualizar más seguido, el estrés no podrá conmigo.
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
yeeeeeeeeeeeeee soy la primera
en comentar esta genial Yuna- chan
esta lindisimo esta muy kawuaui
espero la conti con ansias
en comentar esta genial Yuna- chan
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Yuna!! Me encata tu fic es bastante interesante!!
[size=33]Espero la conti!![/size]
[size=33]Cielo se despide![/size]
[size=33]Bye~Bye
[/size]
[size=33]Espero la conti!![/size]
[size=33]Cielo se despide![/size]
[size=33]Bye~Bye
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Yuna-chan!!
Me encanta tu fic es uno de mis favoritos!!
Espero que subas la contii pronto!
Ya quier saber que sucede despues!
Me despido!
Adios
Me encanta tu fic es uno de mis favoritos!!
Espero que subas la contii pronto!
Ya quier saber que sucede despues!
Me despido!
Adios
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Capítulo 9: Un lunes diferente.
Desperté nuevamente en un rutinario día lunes con la alarma de mi celular. Al principio me costó mucho levantarme, eran las 6:54 y noté que tenía seis minutos para vestirme e irme a clases, empiezo con matemáticas a las ocho de la mañana, una hermosa forma de empezar la semana, considerando mi desastroso promedio.
Todos los días tengo que irme a las siete de la mañana para llegar allá a las 7:45, ya que tengo que viajar bastante desde mi casa al instituto. Mi padre me va a dejar en auto, su trabajo queda cerca de mi instituto.
Me vestí lo más rápido que pude, me lavé los dientes, me puse perfume, tomé mi celular junto a mis auriculares —y obviamente mi mochila con algunos de mis cuadernos— y salí de camino al auto de papá. No me preocupé demasiado porque llegaría a tomar una ducha más relajada cuando vuelva.
En el viaje de ida, iba muy despierta ya que había tenido que apresurarme bastante. Mi padre ya estaba listo, así que salimos y nos fuimos.
Llegué normalmente al instituto, me encontré con Dawn, pero ella me saludó un poco distante. Parecería como si estuviera enojada, la vi dirigiéndose sola a la entrada, sin permitir que la siga, avanzando rápido. Me sentí bastante mal, pero yo tengo numerosas amistades y soy libre de estar con quién yo quiera, creí que lo comprendía y lo tenía claro. Bueno, quizá ni siquiera se enojó conmigo.
Tomé ánimos y entré al instituto, iba a paso lento para no empezar mi día alterada, tenía que pasar por el hall, luego por un pasillo hasta llegar a la escalera, subir, atravesar un pasillo más y ahí estaba el salón donde debíamos dejar nuestras cosas los de mi generación, mientras caminaba a mi objetivo, me encontré con Charlotte, me sorprende que estudie en mi instituto y jamás la haya visto. Al verme, se me acercó a saludarme. Nos encontramos en el pasillo que venía luego de subir la escalera, estaba vacío por lo temprano que era.
— ¡May! No me dijiste que estudiabas aquí. —Me saludó con un beso en la mejilla.
— ¡Yo tampoco sabía que estudiabas aquí!
—Bueno, no soy muy “visible”.
Fuimos a un lugar tranquilo del colegio que ella conocía. Se encontraba entre la sala de artes y la sala de música, ella me dijo que venía aquí a estar tranquila. Mientras pasaba la hora —ya que su clase era de historia a la misma hora que la mía— me contó que es un año menor que yo, por lo tanto dos años menor que Jack.
—May, tú y ese chico… ¿Drew?, ¿Están juntos o algo?
— ¡No! ¿Por qué lo preguntas? —Respondí entre risas.
—Pero, ¿te gusta? —No respondió a mi pregunta.
—Ahora que me lo preguntas, no lo sé…
—Lo intuí. ¿Cómo que no lo sabes?
—Así es, cuando nosotros, tú y Jack nos conocimos empecé a preguntármelo.
—Ah, ya veo. Entonces, ¿nadie más lo sabe?
—No, hasta el momento, sólo lo sabes tú.
—Entonces, es nuestro secreto. Puedes confiar en mí, yo te ayudaré mientras tú quieras que te ayude —Dijo ella, guiñándome el ojo.
Justo en ese momento, sonó el timbre indicando que es momento de la primera clase, de las ocho en punto como mencioné antes. Le dije que me contactara por Whatsapp —cuando nos conocimos intercambiamos números con ella, Jack e incluso Melody— para decirme sus horarios libres ya que había olvidado preguntárselos, así ella se integraba a mi nuevo grupo de amigos. Charlotte realmente me parece agradable, sé que puedo contar con ella con respecto a “ese tema” y probablemente muchos más. Siento que definitivamente este es el inicio de otra bonita amistad.
Me dirigí al salón en el que sería mi clase de matemáticas, con desgano. Jamás quiero escuchar a ese profesor no porque él sea malo, sino porque odio su ramo. Detesto los números y no los comprendo. Sé que me sirve para todo, pero sé que los números no son lo mío, al menos no en el campo de las complicadas —en mi opinión— matemáticas en general.
La puerta estaba abierta, lo que significa que el profesor ya había llegado. Entré a lo que serían dos horas infernales llenas de números en las que tendría que dirigir mi mirada hacia la ventana o cualquier punto lejos de un lugar en el que pueda estresarme.
Después de una hora y treinta minutos, salí de la clase de matemáticas. Extrañamente, puse más atención de la que creí. Como tendría veinte minutos libres antes de mi siguiente clase que sería biología, me dirigí a dejar mis cosas. Me encontré con unas cuántas personas que saludé y traté de evitar para no perder mucho tiempo, me gusta disfrutar el tiempo que tengo luego de los estresantes números.
Llegué al salón que tenía por objetivo y estaba totalmente vacío, por lo que fui directamente a dejar mis cosas me encontré con pétalos de rosas rojas en mi casillero, no encontré explicación de dónde pudieron haber salido, las dejé ahí porque pensé en lo bien que se veían mis cuadernos con los pétalos de rosas regados en su superficie.
Cuidadosamente para no botar los pétalos, dejé mis cosas de biología sobre alguna mesa, como señal de que usaría ese puesto. Siempre hago lo mismo y nunca hacen nada con mis cosas, así que no tengo de qué preocuparme.
Salí a disfrutar los veinte minutos a mi disposición y me encontré con Molly, Abigail y Trevor en uno de los pasillos luego de bajar las escaleras.
Les conté sobre Charlotte y me contestaron que no tendrían problemas en recibirla, dicen que me ven como alguien de confianza por lo que les cuenta Peter y creen que no les traeré problemas. Los noté un poco incómodos, pero no se veía como si fuera por mi presencia, siento que hay algo extraño.
Me quedaban cinco minutos cuando empecé a preguntarles por sus horarios libres para que conozcan a Charlotte y empecé a despedirme momentáneamente porque en cierta manera, me contagiaron su incomodidad.
Empecé a caminar sin un rumbo establecido cuando me encontré con un grupo de chicas y comencé a hablar con ellas, nuestra charla era entretenida pero tenía que llegar a tiempo a mi clase de biología.
Corrí por la escalera, atravesé el pasillo a paso rápido y llegué justo antes que la profesora, que sonrió al verme pasar antes y abrirle la puerta para que pase ella también, fue un acto un poco… acelerado y estúpido.
Me senté en el lugar que había reservado, y no me di cuenta de que a mi lado se encontraba Misty hasta que me habló.
— ¿Con quién se supone que nos cambiaste? —Susurró.
—No los cambié, simplemente estoy compartiendo con otros amigos, creo que siempre dejé en claro que tengo ese derecho.
A pesar de que respondí murmurando muy bajo, la profesora me miró, esta vez con expresión de estar advirtiéndome. Exacto, conozco las expresiones faciales de los profesores y lo que indican con años de experiencia.
—Ojalá con esto no dejes de hablarnos, esa sería una actitud horrible de tu parte.
—No lo haré.
Me recosté en la mesa para no seguir molestando a la profesora con mi intento de discusión con Misty, no me di cuenta cuando me quedé dormida. Desperté cuando la profesora estaba despidiéndose.
Logramos reunirnos todos con Charlotte, a todo les pareció una chica agradable, callada, se notaba que tenía su carácter —o al menos yo lo noté— por lo que mencionó indirectamente Jack en algún momento —Creo que nadie más se dio cuenta porque no se enfadó como él decía—, almorzamos compartiendo bastante bien, pero vi que Charlotte dejó sobrar comida.
Comimos en el patio, era un día ligeramente caluroso, estaba todo muy tranquilo, todos conversaban y comían en armonía. Había pensado en llevarlos al lugar que me mostró Charlotte esta mañana, pero me arrepentí, porque quizá ella lo veía como una especie de refugio y no quiero traicionar su confianza.
A ratos notaba la mirada de Drew sobre mí. Me sentía extrañamente bien con eso.
Lucía contó que en su clase de artes de hoy vio un chico que le pareció genial, nos habló de su apariencia física, por sobre todo. También nos dijo que era un buen artista. Pasó de gustarle un músico a un pintor, ella se recupera bastante rápido.
Terminó una buena hora de almuerzo con mis amigos y tuve que correr a la clase de historia. El salón se encontraba casi al lado del anterior, así que no me costó mucho llegar. Me armé de valor y traté de convencerme de que debía escuchar la clase y entré. El profesor me preguntó si mi madre había hecho caso de lo que él le escribió, pero la verdad es que nadie se había acordado de eso hasta ahora. Me senté en un asiento independiente para no correr el riesgo de biología y puse la mayor atención posible.
Llegué a mi balcón, me relajé y escuché un poco de música. Había sido un excelente lunes, no me pasó nada malo además del pequeño incidente con Misty y Dawn, ahora me sentía más conforme.
Como notarán, este capítulo tiene un mayor nivel de edición. Me esmeré redactando y corrigiendo todo una y otra vez, así que espero que les guste.
Inmediatamente de terminar un capítulo empiezo a escribir otro, para que no se asusten ni crean que dejo a mis lectores olvidados. Prefiero que tenga un mejor nivel de edición, una calidad buena a algo que sea tan estrictamente puntual, sin embargo, intentaré actualizar muy pronto.
Todos los días tengo que irme a las siete de la mañana para llegar allá a las 7:45, ya que tengo que viajar bastante desde mi casa al instituto. Mi padre me va a dejar en auto, su trabajo queda cerca de mi instituto.
Me vestí lo más rápido que pude, me lavé los dientes, me puse perfume, tomé mi celular junto a mis auriculares —y obviamente mi mochila con algunos de mis cuadernos— y salí de camino al auto de papá. No me preocupé demasiado porque llegaría a tomar una ducha más relajada cuando vuelva.
En el viaje de ida, iba muy despierta ya que había tenido que apresurarme bastante. Mi padre ya estaba listo, así que salimos y nos fuimos.
Llegué normalmente al instituto, me encontré con Dawn, pero ella me saludó un poco distante. Parecería como si estuviera enojada, la vi dirigiéndose sola a la entrada, sin permitir que la siga, avanzando rápido. Me sentí bastante mal, pero yo tengo numerosas amistades y soy libre de estar con quién yo quiera, creí que lo comprendía y lo tenía claro. Bueno, quizá ni siquiera se enojó conmigo.
Tomé ánimos y entré al instituto, iba a paso lento para no empezar mi día alterada, tenía que pasar por el hall, luego por un pasillo hasta llegar a la escalera, subir, atravesar un pasillo más y ahí estaba el salón donde debíamos dejar nuestras cosas los de mi generación, mientras caminaba a mi objetivo, me encontré con Charlotte, me sorprende que estudie en mi instituto y jamás la haya visto. Al verme, se me acercó a saludarme. Nos encontramos en el pasillo que venía luego de subir la escalera, estaba vacío por lo temprano que era.
— ¡May! No me dijiste que estudiabas aquí. —Me saludó con un beso en la mejilla.
— ¡Yo tampoco sabía que estudiabas aquí!
—Bueno, no soy muy “visible”.
Fuimos a un lugar tranquilo del colegio que ella conocía. Se encontraba entre la sala de artes y la sala de música, ella me dijo que venía aquí a estar tranquila. Mientras pasaba la hora —ya que su clase era de historia a la misma hora que la mía— me contó que es un año menor que yo, por lo tanto dos años menor que Jack.
—May, tú y ese chico… ¿Drew?, ¿Están juntos o algo?
— ¡No! ¿Por qué lo preguntas? —Respondí entre risas.
—Pero, ¿te gusta? —No respondió a mi pregunta.
—Ahora que me lo preguntas, no lo sé…
—Lo intuí. ¿Cómo que no lo sabes?
—Así es, cuando nosotros, tú y Jack nos conocimos empecé a preguntármelo.
—Ah, ya veo. Entonces, ¿nadie más lo sabe?
—No, hasta el momento, sólo lo sabes tú.
—Entonces, es nuestro secreto. Puedes confiar en mí, yo te ayudaré mientras tú quieras que te ayude —Dijo ella, guiñándome el ojo.
Justo en ese momento, sonó el timbre indicando que es momento de la primera clase, de las ocho en punto como mencioné antes. Le dije que me contactara por Whatsapp —cuando nos conocimos intercambiamos números con ella, Jack e incluso Melody— para decirme sus horarios libres ya que había olvidado preguntárselos, así ella se integraba a mi nuevo grupo de amigos. Charlotte realmente me parece agradable, sé que puedo contar con ella con respecto a “ese tema” y probablemente muchos más. Siento que definitivamente este es el inicio de otra bonita amistad.
Me dirigí al salón en el que sería mi clase de matemáticas, con desgano. Jamás quiero escuchar a ese profesor no porque él sea malo, sino porque odio su ramo. Detesto los números y no los comprendo. Sé que me sirve para todo, pero sé que los números no son lo mío, al menos no en el campo de las complicadas —en mi opinión— matemáticas en general.
La puerta estaba abierta, lo que significa que el profesor ya había llegado. Entré a lo que serían dos horas infernales llenas de números en las que tendría que dirigir mi mirada hacia la ventana o cualquier punto lejos de un lugar en el que pueda estresarme.
◊◊◊
Después de una hora y treinta minutos, salí de la clase de matemáticas. Extrañamente, puse más atención de la que creí. Como tendría veinte minutos libres antes de mi siguiente clase que sería biología, me dirigí a dejar mis cosas. Me encontré con unas cuántas personas que saludé y traté de evitar para no perder mucho tiempo, me gusta disfrutar el tiempo que tengo luego de los estresantes números.
Llegué al salón que tenía por objetivo y estaba totalmente vacío, por lo que fui directamente a dejar mis cosas me encontré con pétalos de rosas rojas en mi casillero, no encontré explicación de dónde pudieron haber salido, las dejé ahí porque pensé en lo bien que se veían mis cuadernos con los pétalos de rosas regados en su superficie.
Cuidadosamente para no botar los pétalos, dejé mis cosas de biología sobre alguna mesa, como señal de que usaría ese puesto. Siempre hago lo mismo y nunca hacen nada con mis cosas, así que no tengo de qué preocuparme.
Salí a disfrutar los veinte minutos a mi disposición y me encontré con Molly, Abigail y Trevor en uno de los pasillos luego de bajar las escaleras.
Les conté sobre Charlotte y me contestaron que no tendrían problemas en recibirla, dicen que me ven como alguien de confianza por lo que les cuenta Peter y creen que no les traeré problemas. Los noté un poco incómodos, pero no se veía como si fuera por mi presencia, siento que hay algo extraño.
Me quedaban cinco minutos cuando empecé a preguntarles por sus horarios libres para que conozcan a Charlotte y empecé a despedirme momentáneamente porque en cierta manera, me contagiaron su incomodidad.
Empecé a caminar sin un rumbo establecido cuando me encontré con un grupo de chicas y comencé a hablar con ellas, nuestra charla era entretenida pero tenía que llegar a tiempo a mi clase de biología.
Corrí por la escalera, atravesé el pasillo a paso rápido y llegué justo antes que la profesora, que sonrió al verme pasar antes y abrirle la puerta para que pase ella también, fue un acto un poco… acelerado y estúpido.
Me senté en el lugar que había reservado, y no me di cuenta de que a mi lado se encontraba Misty hasta que me habló.
— ¿Con quién se supone que nos cambiaste? —Susurró.
—No los cambié, simplemente estoy compartiendo con otros amigos, creo que siempre dejé en claro que tengo ese derecho.
A pesar de que respondí murmurando muy bajo, la profesora me miró, esta vez con expresión de estar advirtiéndome. Exacto, conozco las expresiones faciales de los profesores y lo que indican con años de experiencia.
—Ojalá con esto no dejes de hablarnos, esa sería una actitud horrible de tu parte.
—No lo haré.
Me recosté en la mesa para no seguir molestando a la profesora con mi intento de discusión con Misty, no me di cuenta cuando me quedé dormida. Desperté cuando la profesora estaba despidiéndose.
◊◊◊
Logramos reunirnos todos con Charlotte, a todo les pareció una chica agradable, callada, se notaba que tenía su carácter —o al menos yo lo noté— por lo que mencionó indirectamente Jack en algún momento —Creo que nadie más se dio cuenta porque no se enfadó como él decía—, almorzamos compartiendo bastante bien, pero vi que Charlotte dejó sobrar comida.
Comimos en el patio, era un día ligeramente caluroso, estaba todo muy tranquilo, todos conversaban y comían en armonía. Había pensado en llevarlos al lugar que me mostró Charlotte esta mañana, pero me arrepentí, porque quizá ella lo veía como una especie de refugio y no quiero traicionar su confianza.
A ratos notaba la mirada de Drew sobre mí. Me sentía extrañamente bien con eso.
Lucía contó que en su clase de artes de hoy vio un chico que le pareció genial, nos habló de su apariencia física, por sobre todo. También nos dijo que era un buen artista. Pasó de gustarle un músico a un pintor, ella se recupera bastante rápido.
Terminó una buena hora de almuerzo con mis amigos y tuve que correr a la clase de historia. El salón se encontraba casi al lado del anterior, así que no me costó mucho llegar. Me armé de valor y traté de convencerme de que debía escuchar la clase y entré. El profesor me preguntó si mi madre había hecho caso de lo que él le escribió, pero la verdad es que nadie se había acordado de eso hasta ahora. Me senté en un asiento independiente para no correr el riesgo de biología y puse la mayor atención posible.
◊◊◊
Llegué a mi balcón, me relajé y escuché un poco de música. Había sido un excelente lunes, no me pasó nada malo además del pequeño incidente con Misty y Dawn, ahora me sentía más conforme.
Como notarán, este capítulo tiene un mayor nivel de edición. Me esmeré redactando y corrigiendo todo una y otra vez, así que espero que les guste.
Inmediatamente de terminar un capítulo empiezo a escribir otro, para que no se asusten ni crean que dejo a mis lectores olvidados. Prefiero que tenga un mejor nivel de edición, una calidad buena a algo que sea tan estrictamente puntual, sin embargo, intentaré actualizar muy pronto.
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Cumpleaños!! : 16/07/1999
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Esta cada vez tu historia de enamoró de ella
Por cierto perdón por no comentar , pero me guarde algunos capítulos que por cierto estaban fabulosos, también me parece genial la idea de que hagas los especiales con otr@s personajes.
Se despide Zafiro99
Pdtt: no puedo esperar la conti!!!
Por cierto perdón por no comentar , pero me guarde algunos capítulos que por cierto estaban fabulosos, también me parece genial la idea de que hagas los especiales con otr@s personajes.
Se despide Zafiro99
Pdtt: no puedo esperar la conti!!!
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16 116
Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Konichiwa Yuna!
Me encanto tu contii
Espero que la continues pronto!
Esta historia se coloca interesante...
Me encanto tu contii
Espero que la continues pronto!
Esta historia se coloca interesante...
Mai-chan- **Fan*Contest**
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Mi llegada : 17/07/2015
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Ahora yo mi comentario me pareció excelente
de echo es uno de mis favoritos ahh disculpa
por no comentar pero en realidad si lo estoy
siguieno de echo me encanta PLIZ LA CONTI PORFA
de echo es uno de mis favoritos ahh disculpa
por no comentar pero en realidad si lo estoy
siguieno de echo me encanta PLIZ LA CONTI PORFA
nikimay- **Fan*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Jejeje no se que decir perdón por no haber comentado pero hace más de un mes que no me paso por el foro, pero debo decir que las contis están hermosas, y otra vez me disculpó por no comentar
Bueno sin más que decir me despido
Bueno sin más que decir me despido
Layla- **Miembro*Contest**
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Capítulo 10: ¿Celos?
Iba con mi padre en el recorrido hacia el instituto, como cualquier otro martes. Anoche me había dormido a las nueve y media de la noche, y hoy me desperté antes que la alarma, por lo que me levanté muy relajada y me tomé una buena ducha. En el trayecto, fui escuchando música. Mi padre estaba muy tenso, yo preferí no irritarlo.
Mi padre me dejó afuera del instituto y se fue sin despedirse. Seguí mi recorrido rutinario para ir a dejar mis cosas pensando en lo que mi padre podría tener. Al final decidí no darle más vueltas, y luego de ir a dejar mis cosas, pensé en ir al lugar en el que me encontré con Charlotte ayer, era alrededor de la misma hora en que llegué la mañana anterior.
No me equivoqué, Charlotte estaba ahí, un poco triste. Estaba apegada a la pared, abrazando sus piernas. ¿Qué les pasa a todos hoy? No notó mi presencia, así que decidí hablarle.
—Charlotte, ¿qué pasa?
—Nada importante. No había notado que estabas aquí, hola May.
— ¿No confías en mí?
—May, ya te dije que no es nada importante, son idioteces, me levanté con el pie izquierdo, es todo.
— ¿Segura?
—Sí, no te preocupes.
Nos quedamos en ese lugar tranquilamente, hablando sobre cosas irrelevantes, hasta que fuimos interrumpidas por el timbre indicando que debíamos prepararnos para la siguiente clase. Por mi parte, tenía literatura, Charlotte me dijo que ella tenía física.
Me senté en el sofá de mi casa, por fin. Hoy había sido un día muy parecido a lo que fue ayer. Lo diferente fue que muchas personas con las que hablé, enviaban indirectas respecto a mi nuevo grupo de amigos. Traté de restarle importancia.
— ¡Hija! ¿Cómo te fue hoy? —me recibió animosamente mi mamá, cosa que no es muy frecuente.
—Me fue bien, aún no empezamos con los exámenes —Respondí—. ¿Y tú? ¿Qué tal haz estado?
—Un poco agotada, luego de limpiar el cuarto de tu hermano —Suspiró. Su cuarto siempre estaba desordenado—. ¿Tienes algo que hacer hoy?
—No, nada. ¿Por qué la pregunta, mamá?
—Tenía pensado en que saliéramos tú y yo al centro comercial, ¿qué te parece? Hoy puedes elegir lo que quieras.
—Me parece una excelente idea, mamá.
Sin más que agregar, fui directo a mi cuarto a cambiar mi uniforme escolar por algo decente. Encontré una camisa azul eléctrica que me había regalado la abuela la navidad anterior junto con unos blue jeans oscuros. Saqué un par de calcetines a juego con lo que había escogido y fui a cambiarme al baño. Cuando había terminado, me peiné un poco, lavé mis dientes y volví a mi cuarto y me puse unos zapatos con pequeño tacón disimulado —de color azul eléctrico—, tomé mi chaqueta de mezclilla oscura y me puse un poco de perfume, por si las moscas. Tomé mi celular para ver la hora, y había tardado quince minutos en estar lista. Tenía un mensaje.
Baje las escaleras y esperé a mi mamá en el sofá, revisando el mensaje que había recibido. Era de Misty.
“¿Por qué nos cambiaste? Creí que eras una buena amiga y no ibas a apuñalarnos por la espalda.”
Me decidí por no contestarle, no iba a amargarme antes de salir con mi madre para no preocuparla, además, sé que lo que dice no es verdad, porque yo no traicioné a nadie, soy libre de ir con quién yo quiera.
Cuando ya había guardado mi celular y se me había pasado el disgusto del reciente mal rato, Mi madre salió del baño, vestida con una blusa roja brillante, unos pantalones negros, zapatos rojos brillantes y una chaqueta de mezclilla negra con su cartera en el brazo derecho. Solté una carcajada, porque nos habíamos vestido de la misma forma.
—Se nota que somos madre e hija, hasta nos vestimos igual.
Optamos por ir caminando hasta el centro comercial. Nos tardamos alrededor de 20 minutos.
No teníamos que preocuparnos por Max, iba a estar en casa de un amigo suyo y había hablado con mi papá para que pase a buscarlo cuando salga del trabajo.
Entramos al centro comercial, en el primer piso se encontraba la perfumería, junto con las carteras y el maquillaje. Yo ya tenía mi set de maquillaje, y a mama no pareció interesarle, por lo que subimos al siguiente piso. En él estaba la ropa deportiva, por lo que subimos una vez más hasta encontrar el piso de la ropa de mujer. Mi madre me avisó que estaría en un sector diferente, yo me fui por el sector juvenil. Encontré cosas bastante bonitas, mi madre había dicho que podía comprar cuantas cosas quisiera. Esto pasa una vez cada dos meses. Me decidí primero por dos jeans, uno negro y otro celeste muy claro. Fui a comprarlas, ya que mamá me dejó una considerable cantidad de dinero para que compre lo que yo quiera y luego vaya a buscarla. Me atendieron rápido, y fui a otra tienda para seguir comprando.
Cuando entré, había una chica un poco distraída por su celular de camino a la salida, y chocó conmigo.
—Lo siento —Despegó la vista de su celular, ¡era Lucía! —. ¡May!
—Hola de nuevo, Lucía —La saludé.
— ¿Con quién hablabas que estabas tan distraída? —le pregunté, con una expresión pícara.
—C-con nadie —Tartamudeó—. ¿Eligiendo ropa?
—Sí, vine con mi madre, pero ella está eligiendo por su cuenta.
Aparté a Lucía del pasillo donde se encontraba la salida y la entrada de la tienda, estábamos estorbando.
— ¿Necesitas ayuda con las compras?
—No estaría mal un poco de tu ayuda.
Sin más que decir, nos encaminamos donde estaban los sweaters, sudaderas y jersey, con este clima no querría estar con los brazos descubiertos. Estuvimos un bien rato discutiendo qué sería lo mejor para mí, y finalmente opté por un jersey morado de lana con estrellas y una sudadera de marca Vans con cremallera de color celeste.
Nos dirigimos a una caja para pagar lo que habíamos elegido, había tres personas en la fila. Cuando finamente llegó mi turno, me di cuenta de que Lucía no estaba mirando cuánto dinero tenía como lo habría hecho Dawn y Misty, lo cual me alegró bastante.
Llegó la última decisión, zapatos. Nos fuimos a la tienda que nos pareció la mejor, no había una gran cantidad de gente adentro.
Nos tardamos menos tiempo en hacer una elección. Compramos unos zapatos con plataformas rosados junto a unas zapatillas a rayas de color blanco y celeste pastel. Pagué mi compra y salimos de la tienda.
—Lucía, tengo que llamar a mi mamá para avisarle que ya estoy lista. ¿Tú qué harás?
—Iré a comerme una pizza, ese era mi objetivo de venir, no tenía nada más para matar el tiempo —soltó una carcajada—. No te preocupes, sólo llama a tu mamá, la pizza y yo la pasaremos bastante bien.
— ¿Viniste sola?
—Sí, mi familia estaba demasiado ocupada como para “desperdiciar el tiempo”.
—Espera, llamaré a mi mamá para decirle que ya estoy lista y creo que no habrá problema en que comamos una pizza las tres.
Saqué mi celular, busqué entre mi lista de contactos su número y llamé a mi mamá. Tardó un poco en contestar, pero me dijo que estaba pagando su última compra y que vayamos a buscarla, que no habría problema en que nos comamos una pizza las tres.
— ¿May, qué te pasa? ¿Qué viste?
—Y-yo… N-no es nada. —tartamudeé en un hilo de voz, sentí como mis ojos se cristalizaron.
—May, sólo dilo —Pasó cuidadosamente su mirada por el local—. Oh… ya veo. Vamos, arriba el ánimo. ¿Qué dirá tu mamá si te ve así? Hasta puede pensar que es por mi culpa.
Me reí ante su comentario, forzadamente. Pasé mi mano por mis ojos para secarme las lágrimas. Ya habría tiempo para llorar esta noche, sola en mi habitación.
Mi mamá estaba pidiendo la pizza cuando Drew y la chica salieron del local, ninguno de los dos advirtieron mi presencia. Me distraje de aquello y me quedé esperando mi madre, que estaba esperando las pizzas.
Cuando no hubo rastro de ellos, dejé a Lucía cuidando de nuestra mesa y fui a ayudar a mamá a traer las pizzas.
Mi madre y Lucía compartían anécdotas a las que yo respondía cuando debía hacerlo. Hoy la pizza no supo de la misma manera, y mis pensamientos estaban en otra parte…
Estaba sola en mi cuarto, acostada en mi cama, con todas las luces apagadas para fingir que me fui a dormir. Me puse a pensar en mis amigas, Misty y Dawn. ¿Será que las traicioné? Todos en mi instituto hablan de eso…
Y Drew estaba con otra chica, una chica mil veces más bonita que yo. ¿Qué clase de tonta soy? ¿Cómo pude haber pensado que tenía una oportunidad con él? Las lágrimas comenzaron a escapar ante mis últimos pensamientos. Realmente soy una tonta.
¡Hola! Ya estoy de vuelta, por fin tengo mis vacaciones, aunque algunas complicaciones personales que me impiden actualizar tan seguido como había prometido. Haré todos mis esfuerzos para mantenerme actualizando, pero por ahora prefiero no prometer nada. Aún faltan muchos capítulos para que esta historia termine, así que no se preocupen.
¿Les va gustando la forma que estoy teniendo de escribir? O es demasiado... ¿extensa?
¿Qué les parece los personajes? ¿La historia? ¿Les gusta? Comenten
Mi padre me dejó afuera del instituto y se fue sin despedirse. Seguí mi recorrido rutinario para ir a dejar mis cosas pensando en lo que mi padre podría tener. Al final decidí no darle más vueltas, y luego de ir a dejar mis cosas, pensé en ir al lugar en el que me encontré con Charlotte ayer, era alrededor de la misma hora en que llegué la mañana anterior.
No me equivoqué, Charlotte estaba ahí, un poco triste. Estaba apegada a la pared, abrazando sus piernas. ¿Qué les pasa a todos hoy? No notó mi presencia, así que decidí hablarle.
—Charlotte, ¿qué pasa?
—Nada importante. No había notado que estabas aquí, hola May.
— ¿No confías en mí?
—May, ya te dije que no es nada importante, son idioteces, me levanté con el pie izquierdo, es todo.
— ¿Segura?
—Sí, no te preocupes.
Nos quedamos en ese lugar tranquilamente, hablando sobre cosas irrelevantes, hasta que fuimos interrumpidas por el timbre indicando que debíamos prepararnos para la siguiente clase. Por mi parte, tenía literatura, Charlotte me dijo que ella tenía física.
◊◊◊
Me senté en el sofá de mi casa, por fin. Hoy había sido un día muy parecido a lo que fue ayer. Lo diferente fue que muchas personas con las que hablé, enviaban indirectas respecto a mi nuevo grupo de amigos. Traté de restarle importancia.
— ¡Hija! ¿Cómo te fue hoy? —me recibió animosamente mi mamá, cosa que no es muy frecuente.
—Me fue bien, aún no empezamos con los exámenes —Respondí—. ¿Y tú? ¿Qué tal haz estado?
—Un poco agotada, luego de limpiar el cuarto de tu hermano —Suspiró. Su cuarto siempre estaba desordenado—. ¿Tienes algo que hacer hoy?
—No, nada. ¿Por qué la pregunta, mamá?
—Tenía pensado en que saliéramos tú y yo al centro comercial, ¿qué te parece? Hoy puedes elegir lo que quieras.
—Me parece una excelente idea, mamá.
Sin más que agregar, fui directo a mi cuarto a cambiar mi uniforme escolar por algo decente. Encontré una camisa azul eléctrica que me había regalado la abuela la navidad anterior junto con unos blue jeans oscuros. Saqué un par de calcetines a juego con lo que había escogido y fui a cambiarme al baño. Cuando había terminado, me peiné un poco, lavé mis dientes y volví a mi cuarto y me puse unos zapatos con pequeño tacón disimulado —de color azul eléctrico—, tomé mi chaqueta de mezclilla oscura y me puse un poco de perfume, por si las moscas. Tomé mi celular para ver la hora, y había tardado quince minutos en estar lista. Tenía un mensaje.
Baje las escaleras y esperé a mi mamá en el sofá, revisando el mensaje que había recibido. Era de Misty.
“¿Por qué nos cambiaste? Creí que eras una buena amiga y no ibas a apuñalarnos por la espalda.”
Me decidí por no contestarle, no iba a amargarme antes de salir con mi madre para no preocuparla, además, sé que lo que dice no es verdad, porque yo no traicioné a nadie, soy libre de ir con quién yo quiera.
Cuando ya había guardado mi celular y se me había pasado el disgusto del reciente mal rato, Mi madre salió del baño, vestida con una blusa roja brillante, unos pantalones negros, zapatos rojos brillantes y una chaqueta de mezclilla negra con su cartera en el brazo derecho. Solté una carcajada, porque nos habíamos vestido de la misma forma.
—Se nota que somos madre e hija, hasta nos vestimos igual.
◊◊◊
Optamos por ir caminando hasta el centro comercial. Nos tardamos alrededor de 20 minutos.
No teníamos que preocuparnos por Max, iba a estar en casa de un amigo suyo y había hablado con mi papá para que pase a buscarlo cuando salga del trabajo.
Entramos al centro comercial, en el primer piso se encontraba la perfumería, junto con las carteras y el maquillaje. Yo ya tenía mi set de maquillaje, y a mama no pareció interesarle, por lo que subimos al siguiente piso. En él estaba la ropa deportiva, por lo que subimos una vez más hasta encontrar el piso de la ropa de mujer. Mi madre me avisó que estaría en un sector diferente, yo me fui por el sector juvenil. Encontré cosas bastante bonitas, mi madre había dicho que podía comprar cuantas cosas quisiera. Esto pasa una vez cada dos meses. Me decidí primero por dos jeans, uno negro y otro celeste muy claro. Fui a comprarlas, ya que mamá me dejó una considerable cantidad de dinero para que compre lo que yo quiera y luego vaya a buscarla. Me atendieron rápido, y fui a otra tienda para seguir comprando.
Cuando entré, había una chica un poco distraída por su celular de camino a la salida, y chocó conmigo.
—Lo siento —Despegó la vista de su celular, ¡era Lucía! —. ¡May!
—Hola de nuevo, Lucía —La saludé.
— ¿Con quién hablabas que estabas tan distraída? —le pregunté, con una expresión pícara.
—C-con nadie —Tartamudeó—. ¿Eligiendo ropa?
—Sí, vine con mi madre, pero ella está eligiendo por su cuenta.
Aparté a Lucía del pasillo donde se encontraba la salida y la entrada de la tienda, estábamos estorbando.
— ¿Necesitas ayuda con las compras?
—No estaría mal un poco de tu ayuda.
Sin más que decir, nos encaminamos donde estaban los sweaters, sudaderas y jersey, con este clima no querría estar con los brazos descubiertos. Estuvimos un bien rato discutiendo qué sería lo mejor para mí, y finalmente opté por un jersey morado de lana con estrellas y una sudadera de marca Vans con cremallera de color celeste.
Nos dirigimos a una caja para pagar lo que habíamos elegido, había tres personas en la fila. Cuando finamente llegó mi turno, me di cuenta de que Lucía no estaba mirando cuánto dinero tenía como lo habría hecho Dawn y Misty, lo cual me alegró bastante.
Llegó la última decisión, zapatos. Nos fuimos a la tienda que nos pareció la mejor, no había una gran cantidad de gente adentro.
Nos tardamos menos tiempo en hacer una elección. Compramos unos zapatos con plataformas rosados junto a unas zapatillas a rayas de color blanco y celeste pastel. Pagué mi compra y salimos de la tienda.
—Lucía, tengo que llamar a mi mamá para avisarle que ya estoy lista. ¿Tú qué harás?
—Iré a comerme una pizza, ese era mi objetivo de venir, no tenía nada más para matar el tiempo —soltó una carcajada—. No te preocupes, sólo llama a tu mamá, la pizza y yo la pasaremos bastante bien.
— ¿Viniste sola?
—Sí, mi familia estaba demasiado ocupada como para “desperdiciar el tiempo”.
—Espera, llamaré a mi mamá para decirle que ya estoy lista y creo que no habrá problema en que comamos una pizza las tres.
Saqué mi celular, busqué entre mi lista de contactos su número y llamé a mi mamá. Tardó un poco en contestar, pero me dijo que estaba pagando su última compra y que vayamos a buscarla, que no habría problema en que nos comamos una pizza las tres.
◊◊◊
Nos encontrábamos en una de las mesas del local de pizza hut del centro comercial, mi mamá, después de que insistió, había ido a ordenar las pizzas, porque ese día no había meseros. Rodeé con la mirada el local y divisé una pareja comiendo una pizza mediana. Era Drew, junto a una chica rubia, muy bonita, con los ojos azules, fijos en él. Me sentí muy mal al verlos, despegué la vista de ellos, deseando que la tierra me tragara, o que al menos se fueran sin vernos. Por lo que vi de su pizza, no les quedaba mucho para que eso pasara. ¿Será lo que estoy sintiendo lo que se le conoce como estar celosa? No lo sé, pero tenía un nudo en la garganta, y unas ganas insoportables ganas de llorar.— ¿May, qué te pasa? ¿Qué viste?
—Y-yo… N-no es nada. —tartamudeé en un hilo de voz, sentí como mis ojos se cristalizaron.
—May, sólo dilo —Pasó cuidadosamente su mirada por el local—. Oh… ya veo. Vamos, arriba el ánimo. ¿Qué dirá tu mamá si te ve así? Hasta puede pensar que es por mi culpa.
Me reí ante su comentario, forzadamente. Pasé mi mano por mis ojos para secarme las lágrimas. Ya habría tiempo para llorar esta noche, sola en mi habitación.
Mi mamá estaba pidiendo la pizza cuando Drew y la chica salieron del local, ninguno de los dos advirtieron mi presencia. Me distraje de aquello y me quedé esperando mi madre, que estaba esperando las pizzas.
Cuando no hubo rastro de ellos, dejé a Lucía cuidando de nuestra mesa y fui a ayudar a mamá a traer las pizzas.
Mi madre y Lucía compartían anécdotas a las que yo respondía cuando debía hacerlo. Hoy la pizza no supo de la misma manera, y mis pensamientos estaban en otra parte…
◊◊◊
Estaba sola en mi cuarto, acostada en mi cama, con todas las luces apagadas para fingir que me fui a dormir. Me puse a pensar en mis amigas, Misty y Dawn. ¿Será que las traicioné? Todos en mi instituto hablan de eso…
Y Drew estaba con otra chica, una chica mil veces más bonita que yo. ¿Qué clase de tonta soy? ¿Cómo pude haber pensado que tenía una oportunidad con él? Las lágrimas comenzaron a escapar ante mis últimos pensamientos. Realmente soy una tonta.
¡Hola! Ya estoy de vuelta, por fin tengo mis vacaciones, aunque algunas complicaciones personales que me impiden actualizar tan seguido como había prometido. Haré todos mis esfuerzos para mantenerme actualizando, pero por ahora prefiero no prometer nada. Aún faltan muchos capítulos para que esta historia termine, así que no se preocupen.
¿Les va gustando la forma que estoy teniendo de escribir? O es demasiado... ¿extensa?
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Saori vi Britannia- **Fan*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
La vida no es justa.
¿Como que traicionar?, ¿Drew con otra chica? y yo que necesito la conti de este fic, es horrible esta situacion, pero me encanta el fic, espero la conti.
Feliz Año Nuevo!!!!!!!!!!!!
Sae- **Fan*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Increible capitulo Yuna!!!
No puedo esperar la contii
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
ahhhh no puee ser por que la traicion ahhh espero que nosealo que pienso pero exelente capitulo chuna es muy increible la forma de escribir
nikimay- **Fan*Contest**
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Me encanto el capítulo lo amo <3 No puedo esperar la conti ya que me dijo impactada, pobre May TnT
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Capítulo 11: La desolación de la Novia Rechazada.
Un nuevo día escolar empieza. Me convencí que no vale la pena demostrar que he hizo daño ver a Drew con otra chica más bonita, o mejor dicho, que sentí celos y que aún me duele porque me había ilusionado. Comenzaría el día con filosofía, así que tomé mis cuadernos y mis lápices y me dirigí al salón correspondiente, hoy había llegado 3 minutos tarde.
Entré al salón y el profesor me miró con cara de pocos amigos, pero aún no había empezado su clase. Me senté en un bancó que estaba al final, sola. Escuché murmullos luego de mi última acción. Genial, linda forma de empezar el día.
La clase continúa su curso normal, el profesor hablaba sobre quién sabe qué de la página 11. Tomé uno de mis lápices y una hoja de mi cuaderno, sin hacer demasiado ruido, para que el profesor no vuelva a asesinarme con su mirada.
Poco a poco sentí que mis párpados se cerraban, y no me molesté en volver a abrirlos.
Sentí leves golpecitos en la cabeza y cosas cayendo, así que reaccioné. Sin darme cuenta, me había quedado dormida. Vi que en el piso se encontraban papeles arrugados, y supe la causa de mi forzada toma de consciencia.
Levanté la cabeza y vi como todos salían. La última chica se volteó hacia mí.
— ¡La clase terminó, estúpida! —Me gritó, y luego escuché unas risas. Luego de burlarse de mí, siguió su camino hacia fuera. ¿Qué está pasando?
Me decidí a levantarme e ir a buscar a Charlotte, necesito hablar con alguien. Al encontrarme afuera del salón, siento murmullos por parte de quienes me rodean. ¿Será esto a causa de Dawn y Misty? ¿O de los bravucones que me molestan de vez en cuando? O tal vez… ¿de ambos?
Pensé en ir al lugar secreto. Posiblemente ella esté ahí.
Caminé sin distraerme de mi objetivo lo más rápido que pude, bajé las escaleras y luego de unas grandes zancadas llegué al lugar en que creí que encontraría a Charlotte. Pero no estaba ahí.
El lugar estaba vacío, así que me quedé ahí, no quise seguir escuchando murmullos. Quiero pensar que es un mal sueño en la clase de filosofía. ¿Qué hice mal para que me empiecen a tratar así de un día a otro? Encima después de la desilusión que me llevé ayer con Drew. Justo cuando mis días empezaban a mejorar.
Me quedé ahí, sumida en mis pensamientos, hasta que sonó el timbre para volver a entrar. Ahora venía la clase de literatura. Esta es una de las clases que no me desagrada tanto como las demás.
Corrí al salón que corresponde y me senté en el último banco individual restante que se encontraba al final.
El día pasó muchísimo más rápido de lo que yo creía, no dormí en las demás clases. Seguí escuchando murmullos del resto, y me di cuenta de que sí hablaban de mí. Escuché comentarios en mi contra diciendo que era una traidora.
Fui a comprarme un jugo para acompañar mi almuerzo. Al llegar al local saludable del colegio, vi a Britany —una de las chicas con las cuales solía conversar— junto a su grupo de amigas. Al verme, ella rodó los ojos, sus amigas voltearon ante el gesto de su “lider”, la chica más popular del instituto. Al verme, intercambiaron comentarios y risas. Me descepcioné, pero preferí salir lo más rápido posible antes de armar un escándalo y hundirme más.
Me atendieron muy rápido, había una buena fila luego de mi. Lucía me envió un mensaje diciéndome que estaban en el comedor menos habitado del instituto —hay tres comedores en mi instituto, de los cuáles dos son enormes y están más habitados por esa razón, y el restante, es utilizado para pasar un almuerzo agradabre, sin mucho ruido—.
Caminé rápidamente hasta el lugar donde se encontraba mi grupo de amigos. Al llegar fue fácil verlos, puesto que ocupaban casi una pesa completa. Me senté al lado de Charlotte y frente a Lucía, al menos Drew no estaba ahí. No me iba a molestar en preguntar, de todas formas. Podría levantar sospechas.
—Hola chicos, ¿qué tal ha estado su día? No los vi en toda la mañana. —Los saludé yo. Ellos voltearon a verme.
—El profesor de física andaba de malas. Su esposa no lo trató bien. —Bromeó con cierto tono de enfado Lucía.
—Uf, lo noté en la primera hora. Me miró horriblemente por llegar tres minutos tarde, y ni había empezado su clase. ¿A ti qué te hizo, Lucía?
—Bueno, Abigail y yo estábamos copiando la materia, cuando se para frente a nosotras, y saca mi celular. Dijo su típico “Esto la distrae demasiado, señorita” y se lo llevó. ¿puedes creerlo? ¡Se lo llevó! Yo ni lo estaba usando. —Dijo alterada.
—La inocente Lucía copiaba la materia, y el profesor le quitó el celular. ¿Qué habrá llevado a Lucía copiar la materia? ¿Y para qué sigues dejando tu celular en la mesa? —Bromeó Trevor.
—Golpe bajo. —Comentó Emilia. Molly rió ante ello.
—Al menos a mi no me tocó ver al profesor de filosofía. —Presumió Charlotte.
El almuerzo continuó normalmente. Nadie notó que yo no estaba de buen estado anímico.
Tocó el timbre y cada quién se fue a su salón.
Llegué a mi casa y me dirigí a mi habitación, más específicamente, a mi balcón. Tomé mi block de dibujo y un lápiz, y empecé a trazar líneas que ni yo sabía por qué las hacía. Cuando me di cuenta de que mi “obra” tenía sentido, comencé a dibujar lo que tenía en mente. Uní ciertos trazos que me hacían falta, y creé la figura de una mujer sentada en posición fetal con un vestido de novia. Continué trazando las líneas para lograr la clavícula de la incompleta mujer. Formule un par de brazos reposando a ambos lados de su cuerpo, mientras la mano derecha sostenía su velo, en conjunto de unas alas de mariposa caídas. Acabé con la cara, que tenía forma humana con rasgos faciales de un insecto con lágrimas cayendo, acompañado de un cabello hasta los hombros levemente ondulado, interrumpido por un par de antenas. He de admitir que este dibujo no está tan mal como los demás, se lo enseñaré a mi profesor de arte apenas lo termine completamente.
Tomé mis pinceles y mis acuarelas para completar mi creación, cuando mi padre entró a mi habitación. Dirigió su mirada hacia el balcón, encontrándome, y camino hasta donde estaba yo, posó su vista sobre mi dibujo. Parpadeó un par de veces, en señal de sorpresa.
—Vaya, hija. Tienes talento con esto del dibujo —me dijo—. Tenemos a una artista en la familia —finalizó su oración, con orgullo.
—Bueno, yo no lo consideraría tan bueno como para que me des el honor de ser llamada una artista. —Dije, sin convencerme de sus palabras.
—Deja la modestia de lado cuando hablas con tu padre —dicho esto, se agachó para estar a mi altura y me abrazó. Ojalá fuera tan solo modestia, a veces pienso que debería dejar de perder mi tiempo con esto—. Te felicito hija. —Abracé más fuerte a mi padre. Ojalá no lo estuviese diciendo para que me sienta mejor.
Mi padre se quedó un rato apreciando mi creación mientras charlábamos de cómo me había ido últimamente en el instituto —porque no hemos hablado de ello— y un poco sobre Max, sobre la agresividad en su comportamiento algunas veces.
—Bajemos a cenar, princesa. Hoy tu madre preparó pizza. —Con sus palabras, la ilusión debe haberse notado en mis ojos, mi rostro, mi cuerpo, y hasta mi presencia. Amo la pizza, sobre todo la que prepara la diosa de mi madre. Papá soltó una risotada por mi reacción.
Juntos salimos de mi habitación, en dirección a la mesa, donde ya se encontraba mi hermano, con la cara igual o menos ilusionada que la mía. Últimamente mi familia se está reafirmado con éxito, y agradezco que eso traiga el excelente humor de mi madre para prepararnos una de sus divinas pizzas. Sospecho que mis padres deben haber hablado respecto a nosotros, sobre lo que mi profesor de historia notó ante mi capacidad de concentración y el actual cambio de comportamiento de mi hermano, lo intuyo por mi reciente conversación con mi papá. Esto debe estar destrozando a mi madre y estresando a mi padre.
Esperé con “estrellas” en mis ojos la llegada de mi madre con la sagrada pizza. Mi padre se levantó de la mesa y fue con mi mamá a la cocina. ¿Y eso?
Sus siluetas se asomaron por la puerta, trayendo con ellos dos pizzas de un considerable tamaño que se veían exquisitamente bien. Max y yo intercambiamos una mirada muy feliz.
Mi estado de ánimo cambió bastante desde que llegué del instituto tras encontrarme con la mirada acusadora de muchísimas personas, de la herida fresca que tuve sobre mi primera descepción amorosa que me ocurrió con Drew —no dejo de culparme ante esto, fue demasiado estúpido que me haya ilusionado con él, siendo que jamás podría fijarse en alguien como yo—, todo gracias a mi hermosa familia. Debo tratar de ayudarlos también.
Tomé mi pincel y mojé las acuarelas. Empecé a pintar delicadamente el vestido. Acabó siendo blanco con algunas manchas negras, sin ser producto de un “accidente artístico”. Mi pincel se fue al color café, lo mezclé con un poco de blanco —extremadamente poco— para lograr un tono de castaño claro para colorear el cabello. Sombreé añadiendo un poco más del color que elegí, y luego acabé el sombreado del cabello con el color natural del café de mi set de pinturas de acuarela. Mezclé el color piel para luego pintar los brazos y la cara, cuidando que no se arruinaran los detalles de insecto que tenía su cara, que finalmente completé con negro, al igual que algunos bordes que tenían sus alas y sus lágrimas combinadas con maquillaje que ocultaban un poco su antropomórfica cara. Lo último que quedaba en la pintura —las alas— fueron completadas con colores rosa y azul, en distintas tonalidades que lograban un color lila pastel en ocasiones.
Dejé secar mi pintura mientras escuchaba un poco de música para relajarme antes de dormir. Hoy, como esperé, no había mensajes. Mis “numerosas amistades” habían acabado.
Guardé mi dibujo en conjunto con mis acuarelas y pinceles, no sin haberlos lavado antes. Había ocupado ocho pinceles en total para terminar el trabajo que el profesor nos mandó a hacer para las vacaciones. Nos indicó que teníamos que practicar durante los descansos que tengamos, para plasmar nuestros sentimientos en el papel, luego teníamos que elegir el mejor que tengamos y mostrárselo. Por supuesto que elegí el más reciente y lo llamé “La desolación de la novia rechazada”.
Me acosté con tranquilidad y saciedad y me dormí casi al instante, como nunca antes había hecho.
¡Hola! Aquí otro capítulo de esta historia. En unos minutos verán que el prólogo será modificado, ya que esta historia ha avanzado y yo he mejorado un poco en el tema de escribir, por lo que no me parece justo que se quede así esa parte.
Como ya habrán visto, me dediqué a dibujar lo que en este capítulo realizó May, jajaja. Ojalá les guste, ya que este dibujo tiene un significado que es necesario para comprender lo que le está pasando a May.
Tardé menos de lo que pensé en la actualización de este capítulo, y planeo usar el tiempo libre que me quede para continuar este y otros proyectos que tengo exteriormente, espero que les vaya gustando cómo va la novela y no se aburran de ella.
Sin más que decir, hasta el próximo capítulo.
Entré al salón y el profesor me miró con cara de pocos amigos, pero aún no había empezado su clase. Me senté en un bancó que estaba al final, sola. Escuché murmullos luego de mi última acción. Genial, linda forma de empezar el día.
La clase continúa su curso normal, el profesor hablaba sobre quién sabe qué de la página 11. Tomé uno de mis lápices y una hoja de mi cuaderno, sin hacer demasiado ruido, para que el profesor no vuelva a asesinarme con su mirada.
Poco a poco sentí que mis párpados se cerraban, y no me molesté en volver a abrirlos.
Sentí leves golpecitos en la cabeza y cosas cayendo, así que reaccioné. Sin darme cuenta, me había quedado dormida. Vi que en el piso se encontraban papeles arrugados, y supe la causa de mi forzada toma de consciencia.
Levanté la cabeza y vi como todos salían. La última chica se volteó hacia mí.
— ¡La clase terminó, estúpida! —Me gritó, y luego escuché unas risas. Luego de burlarse de mí, siguió su camino hacia fuera. ¿Qué está pasando?
Me decidí a levantarme e ir a buscar a Charlotte, necesito hablar con alguien. Al encontrarme afuera del salón, siento murmullos por parte de quienes me rodean. ¿Será esto a causa de Dawn y Misty? ¿O de los bravucones que me molestan de vez en cuando? O tal vez… ¿de ambos?
Pensé en ir al lugar secreto. Posiblemente ella esté ahí.
Caminé sin distraerme de mi objetivo lo más rápido que pude, bajé las escaleras y luego de unas grandes zancadas llegué al lugar en que creí que encontraría a Charlotte. Pero no estaba ahí.
El lugar estaba vacío, así que me quedé ahí, no quise seguir escuchando murmullos. Quiero pensar que es un mal sueño en la clase de filosofía. ¿Qué hice mal para que me empiecen a tratar así de un día a otro? Encima después de la desilusión que me llevé ayer con Drew. Justo cuando mis días empezaban a mejorar.
Me quedé ahí, sumida en mis pensamientos, hasta que sonó el timbre para volver a entrar. Ahora venía la clase de literatura. Esta es una de las clases que no me desagrada tanto como las demás.
Corrí al salón que corresponde y me senté en el último banco individual restante que se encontraba al final.
◊◊◊
El día pasó muchísimo más rápido de lo que yo creía, no dormí en las demás clases. Seguí escuchando murmullos del resto, y me di cuenta de que sí hablaban de mí. Escuché comentarios en mi contra diciendo que era una traidora.
Fui a comprarme un jugo para acompañar mi almuerzo. Al llegar al local saludable del colegio, vi a Britany —una de las chicas con las cuales solía conversar— junto a su grupo de amigas. Al verme, ella rodó los ojos, sus amigas voltearon ante el gesto de su “lider”, la chica más popular del instituto. Al verme, intercambiaron comentarios y risas. Me descepcioné, pero preferí salir lo más rápido posible antes de armar un escándalo y hundirme más.
Me atendieron muy rápido, había una buena fila luego de mi. Lucía me envió un mensaje diciéndome que estaban en el comedor menos habitado del instituto —hay tres comedores en mi instituto, de los cuáles dos son enormes y están más habitados por esa razón, y el restante, es utilizado para pasar un almuerzo agradabre, sin mucho ruido—.
Caminé rápidamente hasta el lugar donde se encontraba mi grupo de amigos. Al llegar fue fácil verlos, puesto que ocupaban casi una pesa completa. Me senté al lado de Charlotte y frente a Lucía, al menos Drew no estaba ahí. No me iba a molestar en preguntar, de todas formas. Podría levantar sospechas.
—Hola chicos, ¿qué tal ha estado su día? No los vi en toda la mañana. —Los saludé yo. Ellos voltearon a verme.
—El profesor de física andaba de malas. Su esposa no lo trató bien. —Bromeó con cierto tono de enfado Lucía.
—Uf, lo noté en la primera hora. Me miró horriblemente por llegar tres minutos tarde, y ni había empezado su clase. ¿A ti qué te hizo, Lucía?
—Bueno, Abigail y yo estábamos copiando la materia, cuando se para frente a nosotras, y saca mi celular. Dijo su típico “Esto la distrae demasiado, señorita” y se lo llevó. ¿puedes creerlo? ¡Se lo llevó! Yo ni lo estaba usando. —Dijo alterada.
—La inocente Lucía copiaba la materia, y el profesor le quitó el celular. ¿Qué habrá llevado a Lucía copiar la materia? ¿Y para qué sigues dejando tu celular en la mesa? —Bromeó Trevor.
—Golpe bajo. —Comentó Emilia. Molly rió ante ello.
—Al menos a mi no me tocó ver al profesor de filosofía. —Presumió Charlotte.
El almuerzo continuó normalmente. Nadie notó que yo no estaba de buen estado anímico.
Tocó el timbre y cada quién se fue a su salón.
◊◊◊
Llegué a mi casa y me dirigí a mi habitación, más específicamente, a mi balcón. Tomé mi block de dibujo y un lápiz, y empecé a trazar líneas que ni yo sabía por qué las hacía. Cuando me di cuenta de que mi “obra” tenía sentido, comencé a dibujar lo que tenía en mente. Uní ciertos trazos que me hacían falta, y creé la figura de una mujer sentada en posición fetal con un vestido de novia. Continué trazando las líneas para lograr la clavícula de la incompleta mujer. Formule un par de brazos reposando a ambos lados de su cuerpo, mientras la mano derecha sostenía su velo, en conjunto de unas alas de mariposa caídas. Acabé con la cara, que tenía forma humana con rasgos faciales de un insecto con lágrimas cayendo, acompañado de un cabello hasta los hombros levemente ondulado, interrumpido por un par de antenas. He de admitir que este dibujo no está tan mal como los demás, se lo enseñaré a mi profesor de arte apenas lo termine completamente.
Tomé mis pinceles y mis acuarelas para completar mi creación, cuando mi padre entró a mi habitación. Dirigió su mirada hacia el balcón, encontrándome, y camino hasta donde estaba yo, posó su vista sobre mi dibujo. Parpadeó un par de veces, en señal de sorpresa.
—Vaya, hija. Tienes talento con esto del dibujo —me dijo—. Tenemos a una artista en la familia —finalizó su oración, con orgullo.
—Bueno, yo no lo consideraría tan bueno como para que me des el honor de ser llamada una artista. —Dije, sin convencerme de sus palabras.
—Deja la modestia de lado cuando hablas con tu padre —dicho esto, se agachó para estar a mi altura y me abrazó. Ojalá fuera tan solo modestia, a veces pienso que debería dejar de perder mi tiempo con esto—. Te felicito hija. —Abracé más fuerte a mi padre. Ojalá no lo estuviese diciendo para que me sienta mejor.
Mi padre se quedó un rato apreciando mi creación mientras charlábamos de cómo me había ido últimamente en el instituto —porque no hemos hablado de ello— y un poco sobre Max, sobre la agresividad en su comportamiento algunas veces.
—Bajemos a cenar, princesa. Hoy tu madre preparó pizza. —Con sus palabras, la ilusión debe haberse notado en mis ojos, mi rostro, mi cuerpo, y hasta mi presencia. Amo la pizza, sobre todo la que prepara la diosa de mi madre. Papá soltó una risotada por mi reacción.
Juntos salimos de mi habitación, en dirección a la mesa, donde ya se encontraba mi hermano, con la cara igual o menos ilusionada que la mía. Últimamente mi familia se está reafirmado con éxito, y agradezco que eso traiga el excelente humor de mi madre para prepararnos una de sus divinas pizzas. Sospecho que mis padres deben haber hablado respecto a nosotros, sobre lo que mi profesor de historia notó ante mi capacidad de concentración y el actual cambio de comportamiento de mi hermano, lo intuyo por mi reciente conversación con mi papá. Esto debe estar destrozando a mi madre y estresando a mi padre.
Esperé con “estrellas” en mis ojos la llegada de mi madre con la sagrada pizza. Mi padre se levantó de la mesa y fue con mi mamá a la cocina. ¿Y eso?
Sus siluetas se asomaron por la puerta, trayendo con ellos dos pizzas de un considerable tamaño que se veían exquisitamente bien. Max y yo intercambiamos una mirada muy feliz.
◊◊◊
Mi estado de ánimo cambió bastante desde que llegué del instituto tras encontrarme con la mirada acusadora de muchísimas personas, de la herida fresca que tuve sobre mi primera descepción amorosa que me ocurrió con Drew —no dejo de culparme ante esto, fue demasiado estúpido que me haya ilusionado con él, siendo que jamás podría fijarse en alguien como yo—, todo gracias a mi hermosa familia. Debo tratar de ayudarlos también.
Tomé mi pincel y mojé las acuarelas. Empecé a pintar delicadamente el vestido. Acabó siendo blanco con algunas manchas negras, sin ser producto de un “accidente artístico”. Mi pincel se fue al color café, lo mezclé con un poco de blanco —extremadamente poco— para lograr un tono de castaño claro para colorear el cabello. Sombreé añadiendo un poco más del color que elegí, y luego acabé el sombreado del cabello con el color natural del café de mi set de pinturas de acuarela. Mezclé el color piel para luego pintar los brazos y la cara, cuidando que no se arruinaran los detalles de insecto que tenía su cara, que finalmente completé con negro, al igual que algunos bordes que tenían sus alas y sus lágrimas combinadas con maquillaje que ocultaban un poco su antropomórfica cara. Lo último que quedaba en la pintura —las alas— fueron completadas con colores rosa y azul, en distintas tonalidades que lograban un color lila pastel en ocasiones.
Dejé secar mi pintura mientras escuchaba un poco de música para relajarme antes de dormir. Hoy, como esperé, no había mensajes. Mis “numerosas amistades” habían acabado.
Guardé mi dibujo en conjunto con mis acuarelas y pinceles, no sin haberlos lavado antes. Había ocupado ocho pinceles en total para terminar el trabajo que el profesor nos mandó a hacer para las vacaciones. Nos indicó que teníamos que practicar durante los descansos que tengamos, para plasmar nuestros sentimientos en el papel, luego teníamos que elegir el mejor que tengamos y mostrárselo. Por supuesto que elegí el más reciente y lo llamé “La desolación de la novia rechazada”.
Me acosté con tranquilidad y saciedad y me dormí casi al instante, como nunca antes había hecho.
- Dibujo de May:
- Este es el dibujo que hizo May en este capítulo, no está pintado con acuarelas como sería en la versión original, pero eso lo dejo para su libre imaginación.
¡Hola! Aquí otro capítulo de esta historia. En unos minutos verán que el prólogo será modificado, ya que esta historia ha avanzado y yo he mejorado un poco en el tema de escribir, por lo que no me parece justo que se quede así esa parte.
Como ya habrán visto, me dediqué a dibujar lo que en este capítulo realizó May, jajaja. Ojalá les guste, ya que este dibujo tiene un significado que es necesario para comprender lo que le está pasando a May.
Tardé menos de lo que pensé en la actualización de este capítulo, y planeo usar el tiempo libre que me quede para continuar este y otros proyectos que tengo exteriormente, espero que les vaya gustando cómo va la novela y no se aburran de ella.
Sin más que decir, hasta el próximo capítulo.
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
Hermoso capítulo yuna me encanto, es más los adoro no puedo ver que pasa
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
que capitulo mas adorable :3
muy sentimental enserio logras hacer sentir los sentimientos atraves de lo que escribes *-* eres increible Yuna!
ese toque melancolico y el dibujo es algo que senti muy profundamente T.T xD solo digo
pero enserio es hermoso... la forma que narras es bellisima y envidiable >_<
ya quiero saber que pasa despues!
muy sentimental enserio logras hacer sentir los sentimientos atraves de lo que escribes *-* eres increible Yuna!
ese toque melancolico y el dibujo es algo que senti muy profundamente T.T xD solo digo
pero enserio es hermoso... la forma que narras es bellisima y envidiable >_<
ya quiero saber que pasa despues!
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Re: Mi héroe (Capítulo 19: Siempre te protegeré).
genal genial no saves cuanto me facina leer tu obra ansió la continuacion
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