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A Poison Called Love
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A Poison Called Love
Introducción
May y Drew son tan diferentes. Desde sus estilos de vida hasta sus formas de ver la misma.
Las personas nunca deciden como vivir, como crecer, en que pensar, más sólo el destino se encarga de ello. Drew lo sabe.
Años de vacío y lejos de su lugar de origen intenta rehacer su vida pero lo que consiguió fue repetir el mismo patrón de siempre, sin ningún cambio.
Podríamos decir que May Balance lo tenía todo: una hermosa familia, adorables padres que la protegían de todo, excelentes notas, buena reputación; la vida hecha. Pero había algo que no cuadraba en su corazón.
¿Cómo será posible que estas dos almas, con ideas diferentes, estilos de vidas opuestos y mentes cerradas logren juntarse?
Prólogo; Some Might Say.
No sentía pena ni culpa al encontrarse descendiendo de las escaleras eléctricas para llegar al lugar a donde quería estar cuando su mundo se veía desmoronar.
Lo que le encantaba del metro es que el ambiente de sus columnas y paredes era barroco, un arte que aprendió a disfrutarlo en las clases de Historia Universal, que lograba fusionarse a la perfección con el modelo renacentista en los cuadros y paredes del lugar; sabía apreciar aquello gracias a su profesor, luego de una ilustrativa cátedra sobre el tema logró comprender un poco más sobre la cultura de dicha ciudad amante del buen arte. Vivir en un lugar un tanto diferente al suyo era más que una realidad, su vida se tornó monótona y rutinaria al llegar aquí y aún más estando "solo". En su mente creyó que aquí tendría otra vida, otra forma de ver las cosas, empero no fue así. Seguía siendo la misma basura.
De su chaqueta de cuero tomó un pequeño envase que contenía un agradable licor, de sus favoritos por cierto. Un vodka que le fue obsequiado por uno de los hombres vagabundos que habitaban su humilde cuadra gracias a que le convidó un poco de su cigarrillo. Muchos de esos señores le aconsejaban que dejara la vida que tenía y se encamine al bien pues para ello servía mudarse, para dar borrón y cuenta nueva a lo dejado en el pasado. La única realidad era que ya se había amoldado a ese mundo en donde, o se es clavo o martillo, teniendo como predilección ser el martillo a como dé lugar, sin importar que clase de vida tenga o que es lo que tenga que hacer para ello.
En realidad nadie sabe sobre él y lo que pasa por su mente.
Después de beber, revocaba las palabras que pese a todo seguía rondando por su mente. Recordó que e había contado lo maravillosa que fue su vida antes de pasar a vivir por las calles de la ciudad y depender de las limosnas que algunas personas de buen corazón le otorgaban. De ser uno de los hombres más importantes del lugar pasó a tener la vida que actualmente llevaba.
"Muchacho, eres tan joven" también evocó a otro hombre de los que le decían que dejara la mundana vida que llevaba. "No desperdicies tu vida, tienes un largo camino por vivir".
Lo sabía. Aún lo recordaba.
Le dio un glorioso trago a lo último que quedaba de la transparente botella para retirarse de ahí. La verdad es que continuaría con su rutina pero en el callejón de siempre, donde disfrutaba totalmente de la compañía de los filósofos de la calle ya que creía que aprendía frente a ellos con sus historias, lecciones y moralejas de vida que cada uno le comentaba. También con los pocos amigos que llegó a hacer en su estancia y de los que obtuvo sin querer, como esos mensajes de ofertas y promociones bancarias que llegan a tu bandeja de entrada sin siquiera ser notificado.
Lo que lo hizo pisar tierra en ese momento fue su delgado trozo de nicotina, había acabado y solo le quedaba volver a casa a robarle el habano que su madre guardaba dentro de la cajonera de caoba pues no tenía dinero en sus bolsillos; lo único valioso que conservaba. Era mucho más intenso.
Estar caminando por el metro lo abrumaba, con tantas bellezas arquitectónicas, haciendo referencia a la decoración del lugar que ya no deseaba seguir viendo pinturas ni formas. Solo quería caminar y perderse ese día. El día seguía frío y ya tenía suficiente de la estación por hoy. No podía más y se dirigió a las simples escaleras ya que la escalera eléctrica de bajada estaba en mantenimiento. Subió el primer escalón.
Un aire frío le hizo sentir escalofríos por su espina dorsal.
Al subir el segundo peldaño un magnetismo sumamente desconocido provocaba que retroceda y volteara en cierta dirección, a encarar algo que no sabía de donde provenía y descubrirlo.
Una maraña de cabellos castaños caminaba lentamente ante sus ojos. Un abrigo de piel color marrón cubría su cuerpo dejando a la vista unos pantalones negros, una gorra de lana roja que cubría gran parte de su cabellera y zapatillas costosas. Pero lo que realmente lo dejó hipnotizado fueron esos hermosos ojos. Unos zafiros bastante intensos. Su andar era tierno y despreocupado, funcionándose a la perfección y creando en ella un aire fino, dulce, elegante y misterioso.
Pasó por su lado pero lejano. Una barra metálica los separaba. Llevaba dos enormes maletas, ambas en tela terciopelo color rojo y cubría su boca con una bufanda oscura que contrastaba a la perfección con su piel.
Subió tan rápido que al intentar seguirla logró apreciar a un joven con uniforme de modelo asiático; una camioneta la esperaba y ella muy fatigada y cansada ingresó dejando al pobre muchacho guardando sus cosas en la maletera. Después de ello el carro arrancó rápido y ya no pudo seguirlo. Esa mañana no le dieron ganas de ir tras él. Y ahora lo lamentaba.
La muchacha de ojos zafiro lo hizo delirar por un segundo y volar en su mundo. Quería conocer más de su rostro. Por su perfil supo que es una joven muy hermosa. Y parece provenir de buena familia.
Qué lástima.
Dio un último respiro y caminó directo a casa, pensando en ese amor fugaz, efímero y de los que así nomas no suelen ocurrirle en su día a día. No tendrá la oportunidad de conocerla, de ver más allá de sus ojos, de sus labios, de su piel, simplemente esa fémina no pisaría tierra sucia jamás.
— Mañana será un nuevo día.
Siempre se prometía a sí mismo que así sería, pero no lo cumplía.
Quizás en un futuro si pueda lograr volver a ver esos ojos que tanto lo impactaron hasta su mente, quizás tarde o temprano, o mejor dicho, algún día.
May y Drew son tan diferentes. Desde sus estilos de vida hasta sus formas de ver la misma.
Las personas nunca deciden como vivir, como crecer, en que pensar, más sólo el destino se encarga de ello. Drew lo sabe.
Años de vacío y lejos de su lugar de origen intenta rehacer su vida pero lo que consiguió fue repetir el mismo patrón de siempre, sin ningún cambio.
Podríamos decir que May Balance lo tenía todo: una hermosa familia, adorables padres que la protegían de todo, excelentes notas, buena reputación; la vida hecha. Pero había algo que no cuadraba en su corazón.
¿Cómo será posible que estas dos almas, con ideas diferentes, estilos de vidas opuestos y mentes cerradas logren juntarse?
A Poison Called Love
Prólogo; Some Might Say.
"Algunos podrían decir que el rayo de sol le sigue al trueno
Ve y díselo al hombre que no puede brillar
Algunos podrían decir que nunca deberíamos reflexionar
En nuestros pensamientos ahora pues ellos predominan al tiempo
Algunos podrían decir que encontraremos un día más esplendoroso"
Ve y díselo al hombre que no puede brillar
Algunos podrían decir que nunca deberíamos reflexionar
En nuestros pensamientos ahora pues ellos predominan al tiempo
Algunos podrían decir que encontraremos un día más esplendoroso"
—Some Might Say, Oasis.
Advertencia: Uso de lenguaje soez.
Recorría las frías calles de la ciudad con las manos dentro de los bolsillos de sus vaqueros y con los tenues rayos de sol iluminando la ciudad. El día no era nada malo en absoluto, podría decir que lo relajaba en ciertos momentos. Mientras iba caminando, su único objetivo era llegar a la estación y disfrutar de su último día de vacaciones, para no llegar a sus clases de universidad y decir que lo único que hizo en esa temporada fue vagar en las sucias calles donde se esconden las ratas del callejón de su barrio, ir de vez en cuando a fiestas y fumar porros junto a su grupo de amigos en húmedos callejones; se sentía un total experto en la materia y un amo del mundo por esas hazañas nada significativas.
Amaba ser libre como el viento, fuerte e intenso como un huracán y arrasador como un tifón. Pensar en ello le provocó fumar un cigarrillo mentolado, su favorito, ese que tanto le encanta para despejar y ponerse a dar metáforas de vida con los vagabundos, aquellos que vivían cerca a él. Como buen pobre que era, o así se considera actualmente. No sentía pena ni culpa al encontrarse descendiendo de las escaleras eléctricas para llegar al lugar a donde quería estar cuando su mundo se veía desmoronar.
Muchos podrían decir que era un joven idiota que creía que la vida se basaba solo en sexo, drogas, alcohol y mujeres. Algunos podrían comentar que lo único que tenía de productivo era ser un Don nadie. Otros podrían hablar que de valor no tenía nada, como una moneda devaluada. Nadie apostaría por él en un futuro, ni en los más alocados sueños.
En realidad nadie apostaría por él porque no sabían quien era realmente.
Al caminar aspiraba con mucha frustración su cigarrillo, para tomar aire y después exhalar ese humo tan delirante desde su interior, solo podía concluir en lo que todo le estaba destinado para él e intentaba concentrarse en cierto modo en tratar de no reincidir en actos que no lo ayuden. Por algo está en esa ciudad tan vanal. En realidad nadie apostaría por él porque no sabían quien era realmente.
Lo que le encantaba del metro es que el ambiente de sus columnas y paredes era barroco, un arte que aprendió a disfrutarlo en las clases de Historia Universal, que lograba fusionarse a la perfección con el modelo renacentista en los cuadros y paredes del lugar; sabía apreciar aquello gracias a su profesor, luego de una ilustrativa cátedra sobre el tema logró comprender un poco más sobre la cultura de dicha ciudad amante del buen arte. Vivir en un lugar un tanto diferente al suyo era más que una realidad, su vida se tornó monótona y rutinaria al llegar aquí y aún más estando "solo". En su mente creyó que aquí tendría otra vida, otra forma de ver las cosas, empero no fue así. Seguía siendo la misma basura.
De su chaqueta de cuero tomó un pequeño envase que contenía un agradable licor, de sus favoritos por cierto. Un vodka que le fue obsequiado por uno de los hombres vagabundos que habitaban su humilde cuadra gracias a que le convidó un poco de su cigarrillo. Muchos de esos señores le aconsejaban que dejara la vida que tenía y se encamine al bien pues para ello servía mudarse, para dar borrón y cuenta nueva a lo dejado en el pasado. La única realidad era que ya se había amoldado a ese mundo en donde, o se es clavo o martillo, teniendo como predilección ser el martillo a como dé lugar, sin importar que clase de vida tenga o que es lo que tenga que hacer para ello.
En realidad nadie sabe sobre él y lo que pasa por su mente.
Después de beber, revocaba las palabras que pese a todo seguía rondando por su mente. Recordó que e había contado lo maravillosa que fue su vida antes de pasar a vivir por las calles de la ciudad y depender de las limosnas que algunas personas de buen corazón le otorgaban. De ser uno de los hombres más importantes del lugar pasó a tener la vida que actualmente llevaba.
"Muchacho, eres tan joven" también evocó a otro hombre de los que le decían que dejara la mundana vida que llevaba. "No desperdicies tu vida, tienes un largo camino por vivir".
Lo sabía. Aún lo recordaba.
Le dio un glorioso trago a lo último que quedaba de la transparente botella para retirarse de ahí. La verdad es que continuaría con su rutina pero en el callejón de siempre, donde disfrutaba totalmente de la compañía de los filósofos de la calle ya que creía que aprendía frente a ellos con sus historias, lecciones y moralejas de vida que cada uno le comentaba. También con los pocos amigos que llegó a hacer en su estancia y de los que obtuvo sin querer, como esos mensajes de ofertas y promociones bancarias que llegan a tu bandeja de entrada sin siquiera ser notificado.
Lo que lo hizo pisar tierra en ese momento fue su delgado trozo de nicotina, había acabado y solo le quedaba volver a casa a robarle el habano que su madre guardaba dentro de la cajonera de caoba pues no tenía dinero en sus bolsillos; lo único valioso que conservaba. Era mucho más intenso.
Estar caminando por el metro lo abrumaba, con tantas bellezas arquitectónicas, haciendo referencia a la decoración del lugar que ya no deseaba seguir viendo pinturas ni formas. Solo quería caminar y perderse ese día. El día seguía frío y ya tenía suficiente de la estación por hoy. No podía más y se dirigió a las simples escaleras ya que la escalera eléctrica de bajada estaba en mantenimiento. Subió el primer escalón.
Un aire frío le hizo sentir escalofríos por su espina dorsal.
Al subir el segundo peldaño un magnetismo sumamente desconocido provocaba que retroceda y volteara en cierta dirección, a encarar algo que no sabía de donde provenía y descubrirlo.
Una maraña de cabellos castaños caminaba lentamente ante sus ojos. Un abrigo de piel color marrón cubría su cuerpo dejando a la vista unos pantalones negros, una gorra de lana roja que cubría gran parte de su cabellera y zapatillas costosas. Pero lo que realmente lo dejó hipnotizado fueron esos hermosos ojos. Unos zafiros bastante intensos. Su andar era tierno y despreocupado, funcionándose a la perfección y creando en ella un aire fino, dulce, elegante y misterioso.
Pasó por su lado pero lejano. Una barra metálica los separaba. Llevaba dos enormes maletas, ambas en tela terciopelo color rojo y cubría su boca con una bufanda oscura que contrastaba a la perfección con su piel.
Subió tan rápido que al intentar seguirla logró apreciar a un joven con uniforme de modelo asiático; una camioneta la esperaba y ella muy fatigada y cansada ingresó dejando al pobre muchacho guardando sus cosas en la maletera. Después de ello el carro arrancó rápido y ya no pudo seguirlo. Esa mañana no le dieron ganas de ir tras él. Y ahora lo lamentaba.
La muchacha de ojos zafiro lo hizo delirar por un segundo y volar en su mundo. Quería conocer más de su rostro. Por su perfil supo que es una joven muy hermosa. Y parece provenir de buena familia.
Qué lástima.
Dio un último respiro y caminó directo a casa, pensando en ese amor fugaz, efímero y de los que así nomas no suelen ocurrirle en su día a día. No tendrá la oportunidad de conocerla, de ver más allá de sus ojos, de sus labios, de su piel, simplemente esa fémina no pisaría tierra sucia jamás.
— Mañana será un nuevo día.
Siempre se prometía a sí mismo que así sería, pero no lo cumplía.
Quizás en un futuro si pueda lograr volver a ver esos ojos que tanto lo impactaron hasta su mente, quizás tarde o temprano, o mejor dicho, algún día.
☆☆☆
¡Hola! Me siento muy contenta de hacer contenido después de mucho tiempo y para este foro. Bueno, esta es una breve introducción a lo que se viene y pues como ven este es un AU, un universo alternativo ya que admito no ser muy buena para hacer una historia basada en el canon de la serie y me duele no hacerlo ;-; Como nota importante: haré mención a personajes importantes del anime como guiños a algunas shipps; además habrán OC's que servirán en la historia, siendo la pareja principal de toda esta historia nuestros bebés Contest <3 También pueden ubicar esto en Wattpad. Sin más que decir, espero que les guste y nos leemos en el siguiente capítulo.
¡Saludos!
Última edición por Marié el Sáb 18 Abr - 11:24, editado 5 veces (Razón : En esta vida nadie es perfecto.)
Mihrimoonx- **Fan*Contest**
-
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Re: A Poison Called Love
Hola, permíteme decirte ¡que esto es muy bueno! ♡
Es todo muy misterioso y la forma en la que escribes es increíblemente atrapante, me encanta. ¡Me quedé con ganas de más! Tengo muchas preguntas y muy pocas respuestas .
También me encanta toda esa energía depresiva que desprende Drew aquí, se siente muy real, y amé el título. Realmente estoy emocionada por leer más. ♡♡♡
Es todo muy misterioso y la forma en la que escribes es increíblemente atrapante, me encanta. ¡Me quedé con ganas de más! Tengo muchas preguntas y muy pocas respuestas .
También me encanta toda esa energía depresiva que desprende Drew aquí, se siente muy real, y amé el título. Realmente estoy emocionada por leer más. ♡♡♡
Birdie- **Miembro*Contest**
-
Edad : 23
Cumpleaños!! : 09/11/2001
Mi llegada : 12/11/2017
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Re: A Poison Called Love
¡Hola, hola!~
Bueno, déjame decirte que quedé sorprendida e intrigada.
Tu fic tiene una trama bastante interesante y original que no había visto antes en un fic Contest. El hecho de que Drew esté en una situación así, tan deplorable, me hace preguntarme qué lo llevó a llegar hasta ese punto, y cómo la aparición de May en su vida podrá cambiar eso.
Y a su vez, cómo él podrá cambiar la vida de ella que, aunque parece perfecta, de algo debe carecer.
Me gustó mucho tu narración, es muy descriptiva y uno puede imaginarse los escenarios perfectamente, así como percibir la esencia de los personajes en cada escena.
Espero entonces la continuación, y toma el tiempo que necesites ♡
¡Muchas gracias por compartir tu nuevo fic Contest con nosotros! Es emocionante ver que cada vez hay más contenido por aquí
Saludos~
Bueno, déjame decirte que quedé sorprendida e intrigada.
Tu fic tiene una trama bastante interesante y original que no había visto antes en un fic Contest. El hecho de que Drew esté en una situación así, tan deplorable, me hace preguntarme qué lo llevó a llegar hasta ese punto, y cómo la aparición de May en su vida podrá cambiar eso.
Y a su vez, cómo él podrá cambiar la vida de ella que, aunque parece perfecta, de algo debe carecer.
Me gustó mucho tu narración, es muy descriptiva y uno puede imaginarse los escenarios perfectamente, así como percibir la esencia de los personajes en cada escena.
Espero entonces la continuación, y toma el tiempo que necesites ♡
¡Muchas gracias por compartir tu nuevo fic Contest con nosotros! Es emocionante ver que cada vez hay más contenido por aquí
Saludos~
Cris- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
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Edad : 27
Cumpleaños!! : 09/07/1997
Mi llegada : 29/11/2009
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Re: A Poison Called Love
Hola!
El Drew de este fic me parece muy intrigente, me parece un personaje muy oscuro y me da la sensación que tendrá un trasfondo muy profundo.
Como habrá acabado donde esta? Porque parece que no tiene ni fuerzas ni ganas para intentar salir de ahí?
Como buena fan del arte me han gustado muchos los detalles de la arquitectura.
De May me da mucha curiosidad poder conocer que es lo que no le cuadra.
Espero el primer capítulo!
Ja Nee~
El Drew de este fic me parece muy intrigente, me parece un personaje muy oscuro y me da la sensación que tendrá un trasfondo muy profundo.
Como habrá acabado donde esta? Porque parece que no tiene ni fuerzas ni ganas para intentar salir de ahí?
Como buena fan del arte me han gustado muchos los detalles de la arquitectura.
De May me da mucha curiosidad poder conocer que es lo que no le cuadra.
Espero el primer capítulo!
Ja Nee~
A Mihrimoonx le gusta esta publicación
Re: A Poison Called Love
A Poison Called Love
Capítulo 1; Da sola in the night
"¡Qué súper piel tienes! ¡Qué perfume tienes!
Envíame fuera de mi mente
Tu camisa blanca dentro de esos jeans son
Una cosa perfecta"
Envíame fuera de mi mente
Tu camisa blanca dentro de esos jeans son
Una cosa perfecta"
—Da Sola In the Night; Takagi & Ketra
Advertencia: Uso de lenguaje soez.
Volver de una caminata nocturna es un acto que siempre lo mantiene relajado luego de una típica y fuerte discusión con su madre en cualquier día de la semana. Porque a ella no le gusta dar su brazo a torcer. Sin embargo, cuando juega con las llaves de su casa, como si de un gran burgués se tratara mientras evoca una conocida melodía al caminar significaba una cosa: Noche de fiesta.
La clases en la universidad y su segundo ciclo ya comenzaron, pero el ambiente se había puesto demasiado aburrido por ser la primera semana e inicio de la nueva etapa educativa universitaria. Malditas currículas cambiantes. Estaba completamente seguro que a la siguiente semana le lloverán las verdaderas tareas y más talleres a tomar. Ni crean que volverá a asistir a las clases de reforzamiento de ética. ¿Quienes se creían para juzgar su modo de ver las cosas o tratar de reforzar lo adoctrinado en la vida? Tampoco gustaba de la física aunque sea bueno en la materia y sea indispensable en su carrera vocacional.
Que mierda.
Las calles estaban repletas de gente oscura y no por su piel o atuendo. Era muy normal ver a durísimas horas de la noche ciertos personajes que no hacían más que ridiculizar e inmortalizar a la triste y célebre calle Stone, como se le conoce a su barrio. Mujeres que derrochaban placer por un poco de dinero en parques o esquinas, hombres que preferían contemplarlas con unos polvos mágicos llenos de toxicidad macabra tomando control de sus mentes, jóvenes rapaces que con una mirada ágil buscaban a su presa para poder arrancarle hasta lo último de valor que puedan poseer. De haber sabido que en una noche podía conseguir más dinero robando que repartiendo pizzas no hubiese dudado ni un poco en ser sicario.
Tener mala sangre es un punto a su favor, tal como se lo repite su progenitora a cada momento.
Tras ingresar a casa todo era silencioso. Apenas una pequeña bombilla en la sala iluminaba el lugar y no había rastro de ningún ser viviente. Corrió como pudo hasta llegar a una habitación y encontrarse con la imagen que deseaba ver antes de dormir. Allí estaba, descansando profundamente.
Al cerrar esa puerta sintió como la calma se apoderaba de su cuerpo ansioso. Caminaba lento y atento hacia los lados para no encontrarse con sorpresas inesperadas. Pero nada pasó. Cuando creyó que iría a cerrar los ojos para despertar al día siguiente a terminar su primera tarea de la semana por la tarde, un mensaje de texto se hizo presente en su celular. Ash le comentó que esta misma noche una de sus amigas hará una gran fiesta en su casa así que sin ser invitado logrará colarse en ella. El "mostaza", como le decían sus mejores amigos, le hizo alcance de la dirección vía WhatsApp, sacándole una sonrisa.
Le gusta salir de casa sin ser notado, claro está, por eso siempre carga consigo lo esencial en los bolsillos de su chamarra más un puñado de dinero dispuesto a ser gastado. No podía olvidar su finísimo encendedor de plata, que ganó en una apuesta en un billar. Se volvió a cerciorar de que no hayan muros en la costa y emprendió su hazaña de la noche, echar llave a una de las habitaciones a modo de mayor seguridad.
Salió como si nada de casa y dio pasos rápidos para llegar a una parada de buses que lo lleve hacia la zona céntrica de su ciudad. Había olvidado que cuando vagaba por la calle muchas personas lo miraban anonadado por el llamativo color verde que posee de cabello, otras solo le guiñan el ojo y los restantes admiran lo bien que le queda ese color. Se supone que debe saber jugar sus cartas y no dejarse notar.
Su nombre es Drew Hayden, o eso es lo que dice en su actual documento de identidad; veinte años, estudiante del segundo ciclo de la carrera de Arquitectura en la universidad estatal de la ciudad, enamorado de la vida nocturna y apasionado a Charles Bukowski.
Las riñas con su madre son considerados las mejores actividades diarias en sus cortos abriles. Esa mujer es tan molestosa e innombrable que si le daban a escoger entre pasar un tiempo de calidad con ella o como regalo el album Hot Space de Queen preferiría darse un tiro en la cabeza. A su hermana no le importa en absoluto oír sus gritos y peleas ya que luego de una tediosa jornada escolar lo único que buscaba era relajarse en su propio universo adolescente; porque desde luego el silencio de Agatha es puro y jamás logras sentir sus discretos pasos, tampoco su respiración, es todo un ente viviente. Por esa razón y más es el único ser que ama como no tiene idea.
Para sincerarse, no es que sea un animal fiestero como muchas personas lo pintan o da a entender, tan solo usa esos motivos como un mecanismo de distracción y de esa manera reforzar sus adicciones. Tal como una persona negando que tiene problemas con el alcohol en el desayuno pero lo encuentras por las tardes dentro de una cantina o en un bar de mala muerte consumiendo lo que veas a tu alcance.
Luego de tantear direcciones y calles logró localizar el ruidoso paraíso en el que se hallaba. Y él tan fuera de lugar. Le tomó casi una hora llegar a ese lugar caminando pues los buses solo lo dejaban a la mitad del camino. El dichoso palacio es una enorme mansión que iba iluminado con luces desde el jardín de la entrada a casa, se oía fortísimo el sonido de la música y el griterío de adolescentes calientes, hormonales, quienes buscaban cuerpos puros para poseerlos sin medida.
Llamó bastante su atención el hecho de que Ash llegue a la puerta principal junto a una chica de cabellos blancos, corto y ondeados. Ella sonreía alegremente al mismo tiempo que escucha atentamente al chico mostaza para finalmente localizarlo con la mirada.
—¡Hola! Tú debes ser el famoso Drew del que tanto habla Ash, ¿cierto?— pregunta bastante amable.
—Es el único peliverde que hay en la ciudad, obvio que si— grita Ash bastante alegre.
—Feliz cumpleaños, linda— dice a modo de cordialidad— Lamento no traer un prese...
—No, no, no— niega de inmediato—, hoy no es mi cumpleaños.
—Creí que lo era...
—Vamos, pasa— ordena al corpulento guardia que abra la puerta para por fin ingresar al lugar—. Eres bienvenido. De hecho, cualquier amigo de Ash es bien recibido aquí.
—Gracias.
Y logró entrar. Megan, la dueña de la fiesta, era una chica bastante bajita. Drew, basándose en la apariencia física, le ponía la misma edad que su hermana, unos quince años. Ya estando dentro del lugar vio un bellísimo jardín con flores, árboles medianos perfectamente cortados y a la misma altura, en medio de aquella hermosa entrada una pileta en forma de ángel hacía los honores. Siguieron caminando escuchando a Ash riendo por lo que Megan le comentaba sobre la ausencia de sus padres.
“Mi padre en una reunión de negocios en Londres y Sabrina en un casino en Las Vegas” apenas logró entender. de toda esa conversación. Ya quisiera mandar a su madre a la mierda para no verla más.
Luego de una caminata de cinco minutos logró apreciar mejor la ambientación de dicho palacio.
Las luces neón hacen que su camiseta transparente le siente de maravillas, incluso el brassier color verde chillón lograba realzar el cuerpecito delgado de la rubia, un short jean rasgado y unas zapatillas le hace ver más como una chica del montón y no una señorita de la alta sociedad.
La fiesta es en su enorme jardín trasero. No ingresaron al interior de la casa demostrando lo "seguro" que es el ambiente.
—Creí que llegarías tarde— le dijo Ash al oído.
—Me sorprende verte puntual— le responde alegre, entrando en onda acorde a la situación.
—Es la fiesta de una amiga, ¿qué esperabas?
—Ahora si me asustas. Jamás creí que harías amistad con una mujer de carne y hueso aparte de Misty— ríe fingiendo sorpresa a modo de hacer rabiar al pelinegro—.Y yo que pensaba que eres homosexual...
—Si que andas gracioso hoy, ¿eh?
Se detienen al ver que la dueña de casa le entrega unas barras de plástico con pintura chillona, amarilla, y se la coloca en la muñeca.
—Bueno, esto fue todo conmigo, ¡Diviertanse adentro!
Sorprendido por la fresca actitud de la adolescente miró hacia el cielo y sacó el cigarrillo que tenía guardado para encenderlo y fumar un poco.
—¿Me pasas?— pregunta Ash.
—Ni bien llegues a casa tu madre irá a olerte la camisa y sabrá que fumaste, no quiero problemas después. No jodas.
—Piérdete.
Ambos rieron y sin más ingresaron al lugar. Estaba abarrotado de gente de muchos lugares, a algunos logró reconocer y a otros no, simplemente se hallaban ahí, conviviendo en su mejor hábitat.
—¿Paul no vino, cierto?— pregunta curioso.
—Él se lo pierde.
Lo entiende pese a todo. Sabe que no es de su agrado las fiestas como estas y siempre tiene la mala suerte de llevar consigo alguna mala anécdota. Fue una buena decisión de su parte.
En unos minutos, y por alguna razón, se separaron quedando solo en una improvisada barra libre, con la música a tope y luces hipnóticas. Estaban en un jardín cubierto en un toldo blanco con el fin de lograr apreciar mejor aquellos rayos de colores sumamente cegadores. También estaba presente un DJ en un rincón apartado.
Pidió un vaso de whiskey en rocas para empezar y buscar a alguna chica con quien bailar. Desde donde se ubicaba puede apreciar una gran cantidad de hermosas jóvenes dispuestas, tan solo debía ver quien era la que captaba más su atención.
Muchos iban besándose a la deriva mientras que otros se ocultaban en los arbustos dispuestos a destilar pasión. Él tan solo quiere desahogarse por un rato con una plática o lo que se pueda dar.
—Una Margarita, por favor.
Una conocida voz se hizo presente en la barra poniéndolo contento.
—Hey, Misty.
—¡El gran Drew! Hola— lo saluda más alegre que de costumbre, seguro por la ingesta de alcohol—, ¿qué milagro verte por aquí?
—¿No puedo divertirme un día como hoy?
—No es eso, es que creí que te ibas a encerrar en tu hueco oscuro y de solitario como Paul— responde con una sonrisa mientras agradece al barman tras recibir el trago—, no te había visto para nada.
—Yo tampoco. Ash no me dijo que vendrías.
—¿Ash está aquí?— dijo sorprendida.
—Si— respondió—. Que raro, no me habló de ti para nada.
—Ya veo.
Misty bebió rápido de aquella copa y pidió otra más. Ambos permanecieron sentados mientras la música seguía sonando cada vez más fuerte, más movida y demasiado pop para sus gustos. Lo hermoso de todo esto es que puedes salir a respirar y bailar viendo el cielo con una enorme mancha de estrellas celebrado al aire libre; puedes darte el lujo de acostarte en el pasto y formar constelaciones imaginarias, uniones fantasiosas que dan sentido a la lógica de la astronomía y ciencia a lo desconocido.
—¿Bailamos?— dice la chica, quien lo arrastraba a la pista de baile.
—No creo que sea una buena idea— contesta Drew ya acompañado de la música, moviendo los pies suavemente.
—Oh vamos, muévete un poco. No quiero parecer un alma muerta en una fiesta llena de colores.
¿Como explicarle a un naranja llamativo que su luz jamás morirá? Teniendo un hermoso color que la acompaña al caminar y hasta al dormir, iluminando la vida de todos los que la rodean, incluso deseando fusionarse con el magenta de su despistado amigo. ¿Acaso se podía ser tan ciego para no darse cuenta? Dentro de una coraza hay una parte blanda que merece ser correspondida; así era Misty en pocas palabras.
—A que no puedes decirme cuantas estrellas murieron hoy— grita su acompañante mientras salta al compás de la música.
—Cada año nacen y mueren cien al mismo tiempo. Por lo que no puedo asegurarte cuantas mueren a diario.
—Maldito sabelotodo, ¿cómo puedes saber eso?
—Te aseguro que hoy ninguno de los dos morirá. No por ahora.
La música siguió su curso, la gente igual y mientras ellos se movían emocionados una figura conocida a sus ojos se desplazaba por aquel lugar. Su mirada se perdió por unos segundos mientras la veía caminar al compás de la canción.Esos ojos azules, ese perfil elegante era aquel que lo dejó hipnotizado en la estación de tren ayer por la noche. Ese cuerpo parecía hablar con cada nota que la canción producía, meciéndose al ritmo de ella, acoplada a esa pegajosa melodía.
Se veía hermosa y la vida le sonreía al ponerla cerca.
—¡Drew!— Misty grita y siente un golpe de puño en su hombro— Me asustaste, tonto. ¿Estás bien?
—Si, solo que ando un poco cansado.
—Deja el vicio, ¿quieres?— ironizó con el rostro desconcertado de Drew—. Bien, sentémonos.
Al volver a la barra trató de localizarla con la mirada sin conseguir resultados. Su celular daba las dos de la mañana, apenas comenzaba el día como para desesperarse en buscar a esa inquieta jovencita.
Al dirigir su mirada ya no estaba su amiga, quien al parecer lo había dejado solo con una botella de cerveza helada. Solo que a duras penas la destapó y de sorbos grande logró beberse hasta la mitad sin respirar. Sacó su cajetilla para dentro de ella tomar un cigarro. El joven barman le otorgó un vaso de vodka sabor manzana y junto a él se acompañó de nuevo. La chica desapareció de su vista, de seguro fue una ilusión por estar tomando bebidas alcohólicas sin control.
No supo en qué momento se había quedado dormido con los brazos cruzados y tampoco cómo logró despertar, pero oía en repetidas ocasiones un bullicioso coro repitiendo una palabra. O un nombre.
"May, May, May, May..." gritaban todos, quienes formaban un círculo e iban celebrando. Su flojera pudo más con él que en estas circunstancias pensaba en retirarse y dormir en su pequeña habitación. Aspiró lo último que quedaba de su miserable Lucky Strike’s y continuó observando a los demás.
"Fondo, fondo, fondo..." se volvía a oír sin entender el contexto lo que pasaba en ese tumulto de hormonas. El griterío se detuvo y lo que pasaron a hacer fue aplaudir más su sacudida de cerveza respectiva.
Su cabeza daba vueltas al punto de platicarle al joven encargado de que no falte aguas en una interminable fiesta. Era un estudiante de gastronomía y se hallaba ahí, trabajando mientras que su perrita había fallecido horas antes.
—Es ridículo, sí, pero llorar por algo más que un animal no me parece extraño. Lola era mi familia, significó mucho para mí.
—Te entiendo.
Lo entendía a la perfección, con sinceridad. A él le costó asumir la pérdida de su tortuga, la pequeña Roselia. Han pasado más de cinco años y el recuerdo de su primera y única mascota lo ha marcado hasta la actualidad. Fue su mejor compañera y amiga del alma, a quien adornaba su espacio con rosas poniéndole un toque femenino. Oh, qué infancia. Cuando todo era tan feliz.
Un momento nostálgico cambió repentinamente a uno sorpresivo ya que sintió una mano tocar su hombro.
—¿Puedo sentarme contigo?
¿Era ella? Sí. La chica de cabellos castaños y ojos azules, la misma que vio en el metro, se hallaba a menos de treinta centímetros de su rostro, con un terrible aliento a alcohol y...¿canela? En su mano derecha vio que la joven tenía un cigarrillo encendido.
Claramente no iba a desaprovechar esa oportunidad.
—Por supuesto— le indicó y la ayudó a sentarse.
Esa blusa blanca casi transparente le quedaba de maravillas y deja apreciar el sostén de encaje negro que usaba, sus jeans a la cintura no hacían más que acentuar la forma de sus caderas, tan perfectas; sus zapatillas de gran plataforma y blanca eran el plus perfecto de comodidad. Sus ojos eran un detalle más que hermoso para su visión, cuáles joyas preciosas de alto valor fuesen.
—¿Fumas?— le preguntó atrevida y coqueta.
—Dalo por hecho— al aspirar comprendió el porque ese olor a canela, gracias al saborizante es que la joven sigue siendo un antojo a sus labios. Le entregó el cigarrillo a la chica y siguieron como si nada.
—Mi nombre es May, ¿el tuyo?— preguntó bastante curiosa la muchacha.
—Soy Drew, para servirte— tomó con suavidad su mano para acariciarla con sus labios consiguiendo un sonrojo muy notorio por parte de May.
—Que amable— sonríe y le vuelve a dar de su cigarro—. ¿Sabes? Me encanta tu color de cabello— sin descaro logra acariciar su cabellera—, es único.
—Tus preciosas ondas son perfectas— responde mientras inhala.
—¿Hablas de mi cabello? Ja, ya quisiera— sorpresivamente se le acerca hasta quedar cerca a su rostro—. En realidad odio el cabello rizado. Mi amiga me peinó así para darle vida a esta cara de mierda que traigo. ¿No se nota, verdad?
—¿Qué cosa?
—Mi espantoso rostro— señala con sus dedos la zona mencionada—. No sabes que tedioso es tener que verse bien para una gente de mierda que no tiene nada que ver contigo pero al mismo tiempo lo son todo en tu vida. Nadie es perfecto y mucho menos feliz. Joder, ¿tú eres feliz?
No podía dar créditos a lo que escuchaba. May iba por la vida dudando de su belleza y cuestionando mucho sobre ella misma; la humanidad debe estar loca por juzgar a una persona al no querer seguir los estándares de belleza que ellos mismos crearon para sentirse conformes consigo mismos y no ver brillar a otros, eso siempre le pareció un acto muy hipócrita. El mundo es egoísta, mezquino.
Algo a recalcar en ese instante es su delicioso perfume, un delicado y dulce olor a frambuesas era la perfecta identificación de su preciosa acompañante; lo estaba volviendo loco sin siquiera haberle tocado. Ese aroma era más adictivo que la mismísima pasta.
—Acábalo todo y no digas nada— le colocó el pequeño pucho en sus labios y May obedeció regalándole la sonrisa más sensual y dulce de la noche.
“Hermoso” pensó.
Ambos observan el paisaje que la madrugada les entregaba, tal como un cuadro Pop Art lleno de energía y piezas raras sacadas de un cuento erótico para adolescentes necesitados. Un mundo en el cual no sentía encajar pero pese a ello podían coincidir en que todos querían despejarse de la realidad que la vida les dio. Porque nadie sabe qué es lo que te sucederá al momento de llegar a la vida. May se recostó en su hombro y no dudó en ver las estrellas junto a él, contando cada una de ellas en una bella noche de soledad. Que esté en una fiesta no quiere decir que no pueda sentirse solo; no conoce a casi nadie de ahí y apenas capta la forma de divertirse de los adinerados. Se sentía un pez globo al lado de los delfines.
No supo en qué momento y como fue que May tomó su mano y lo apretaba fuerte, como si no quisiera soltarlo nunca. En ese momento creyó que nunca lograría amar tanto a alguien como lo estaba sintiendo junto a ella con un simple roce de piel. Se sentía como un adolescente descubriendo a su primer amor.
Nuevamente es despertado de su nube pues la joven lo acaba de arrastrar a la pista de baile dispuesta a ser la reina de la noche.
—¿Conoces esa canción? ¡Es mi favorita!
Siendo honesto, nunca la había escuchado antes.
—No, no la he oído jamás.
—¿Cómo que no? ¡Es muy popular!— se indigna ante lo escuchado— Lo pasan en la radio muy seguido y además suena en una serie.
Al parecer es una canción en italiano, pero eso no le impidió moverse y sacudirse junto a ella, quien daba brincos y contoneaba su cuerpo en una danza atrayente, tierna y sexy al mismo tiempo.
May lo había dejado impresionado e incluso sintió que el mundo se detenía al verla dando vueltas al compás de la música, que cada vez sonaba fuerte e intensa, más lenta; el tiempo se paralizó al ver a una diosa realizando alguna danza nada digna de ser vista por cualquiera, riendo y soñando con que esa noche no acabe. Sus ojos se observaron atentamente creando una especie de promesa diurna, bajo las estrellas y alrededor de la naturaleza. Una rosa entre sus cabellos le caería perfecto.
Su hermosa y esbelta figura impresionaba a cualquier mortal sobre la tierra, belleza que no debía ser vista así de fácil y se sentía afortunado de poder presenciar dicho acto.
Es una chica preciosa. Maldita blusa que justamente le quedaba grande, era la culpable de ver a May con ojos dulces y tiernos. Sin querer notó que la muchacha se había desabrochado un poco ahora apreciando mejor sus atributos sostenidos.
La canción siguió y la madrugada igual.
Nuevamente se alejó de manera repentina y de sus ojos se retiró dicha imagen perfecta.
La buscó sin rastro alguno de ella. Interrumpió a algunos en plena conquista, miraba por todos lados. Fue por los arbustos y solo vio a chicos perdiéndose en pasiones insaciables, ningún fantasma de la joven.
Y fueron minutos de angustia, sin embargo no hizo nada por seguir buscándola .
—Vaya festín te ibas dando, ¿eh?
El barman nuevamente le hizo el habla hasta que minutos después sintió un peso recargado en su espalda. Al voltear se percató que la diosa de ojos zafiro había regresado. Divisó una botella de cerveza en su mano derecha.
—¿Bebes?— se lo ofrece sin descaro y en ese momento no supo qué hacer. Su rostro estaba tan cerca al suyo que podía sentir su aliento, su respiración rápida y hasta la temperatura del calor de sus labios— Vamos, se nota que quieres un poco de esto...
—May, ¡no!— la menuda figura de Megan apareció, quien sostenía un celular y parecía gritarle a alguien—. Lamento esto pero como verás mi amiga no se encuentra en buenas condiciones. Mil disculpas— May solo reía mientras que la rubia la llevaba consigo en sus hombros, con ayuda de otro muchacho, hasta alejarla de su vista.
Al menos quedó un hermoso recuerdo para la bonanza, además ya sabía su nombre. Eso es suficiente información.
—May...— susurró antes de pedirle al barman otro vaso de vodka.
Ya no le quedaban cigarrillos, tampoco veía a Ash y a Misty como para acercarse a ellos e irse juntos. Se quedó solo de nuevo. Y volvió a pensar en May una vez más. Veía la mano que logró sentir las palpitaciones y los nervios de la misma, pensando en que maravilloso fue tener ese contacto tan pequeño. De igual manera, logró darse cuenta que la diferencia era demasiado obvia. Ella tan delicada y el tan brutal que temía haberle estrujado tanto en su desespero por tenerla unos segundos más. El olor a frutos rojos se mantenía en la palma de su mano y lograba mezclarse bien con el tabaco. Pensó una y otra vez en ese sentimiento tan repentino que lograba despertar después de mucho tiempo reprimido.
Era un amor imposible. Como dijo Bukowski: " el amor es para la gente real". Ella era un sueño.
—¿Aburrido?
Una voz femenina hizo eco en su posición. Una muchacha se sentó a su lado y le ofreció un porro, cosa que obviamente acepto.
—¿Como me ves?— pregunta de manera socarrona, burlesca.
—Eres muy guapo como para estar solo en una jungla como esta— habló la fémina de manera coqueta.
—¿Te parezco guapo?— toma de un solo trago la bebida que pidió y su mirada solo se concentraba en la nueva compañera que hizo presencia en su posición siendo las tres y media de la mañana.
—Por supuesto, además uno tiene que saber aprovechar la noche. No siempre es buena la soledad.
—Tienes razón.
La joven se acercó a él exhalando lentamente y cerca a su rostro el vapor que debía desechar. Pocos segundos después sus labios se conectaron desahogando en ello anhelos, sueños, deseos y pasiones contenidas. Pensó en May y en su delicioso sabor a canela con frambuesa, en sus jeans, en sus preciosos ojos azules, en su blusa, en sus hermosos senos sostenidos por el brassier de encaje negro; hoy se permitirá delirar por unos minutos gracias a una hermosa mujer. La noche es joven para ambos.
—Soy Brianna, un placer.
☆☆☆
No creí de nuevo tener una conti actualizada tan rápido pero la cuarentena me tiene inspirada. Me da mucha felicidad al leer sus comentarios, más aún sabiendo que debo esforzarme por traer algo digno a sus ojos (? Si veo algún error de tipeo trataré de corregirlo más tarde. Y algo que decir es que sí, Drew es alguien misterioso pero intenta tener los pies bajo la tierra. Poco a poco se irá conociendo. No tengo mucho que decir, solo agradecer sus reviews y espero que esta actualización sea de su agrado.
PD: Birdie, no te conozco pero te amo <3
Última edición por Marié el Mar 9 Jun - 17:10, editado 1 vez
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Re: A Poison Called Love
¡Hola! ^^
Vaya, el primer capítulo es aún más desenfrenado que el prólogo =o aunque es interesante cómo plasmas con realismo ese tipo de situaciones que se caracterizan por el descontrol y placeres culposos.
No me esperaba que May también fuese así, por lo que se da a conocer antes con su prolija apariencia. Pero, es interesante ver que tiene ese lado, o simplemente se metió en lo que no debía xD quién sabe, ambas opciones son válidas o incluso una mezcla de ambas, lol.
Y pues, eso, ¡sigue así! ^^
Saludos~
P.D.: Cuando estás en un casino en Las Vegas (??????
Vaya, el primer capítulo es aún más desenfrenado que el prólogo =o aunque es interesante cómo plasmas con realismo ese tipo de situaciones que se caracterizan por el descontrol y placeres culposos.
No me esperaba que May también fuese así, por lo que se da a conocer antes con su prolija apariencia. Pero, es interesante ver que tiene ese lado, o simplemente se metió en lo que no debía xD quién sabe, ambas opciones son válidas o incluso una mezcla de ambas, lol.
Y pues, eso, ¡sigue así! ^^
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Re: A Poison Called Love
Primero que nada, tu narrativa es increíble, es muy misteriosa, envuelve, es... no sé, me encanta ♡.
Ahora... dude, DUDE. ¡El primer encuentro! Realmente no me esperaba que May fuera de ese modo, pero las apariencias engañan ¿eh? Ahora tengo curiosidad de conocerla cuando no tiene la valentía que le da el alcohol, y qué es realmente de ella fuera de su imagen perfecta.
También me intriga mucho Misty y todo el asunto de los colores. Drew tiene su manera de ver las cosas, huh, todo un chico profundo.
Ah, en fin. Me encantó ♡♡♡, espero con ansias el siguiente.
Aww. yo también te amo ♡
Ahora... dude, DUDE. ¡El primer encuentro! Realmente no me esperaba que May fuera de ese modo, pero las apariencias engañan ¿eh? Ahora tengo curiosidad de conocerla cuando no tiene la valentía que le da el alcohol, y qué es realmente de ella fuera de su imagen perfecta.
También me intriga mucho Misty y todo el asunto de los colores. Drew tiene su manera de ver las cosas, huh, todo un chico profundo.
Ah, en fin. Me encantó ♡♡♡, espero con ansias el siguiente.
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Re: A Poison Called Love
A POISON CALLED LOVE
Capítulo 2; Fancy
“Soy tan elegante,
tú ya lo sabes,
tú ya lo sabes,
voy en el carril rápido,
de Los Ángeles hasta Tokio.
¿no pudiste probar este oro?
recuerda mi nombre,
el cual estás a punto de escuchar"
—Fancy; Iggy Azalea ft. Charlie xcx.
Advertencia: pequeñas referencias a momentos íntimos.
Caminaba y sonriente pese a que algunos murmuraban tras su espalda desde que puso los pies en la escuela. No puede decir nada en lo absoluto, solo debía sonreír para el público que la observaba y mantener la postura erguida ante todo en esas largas e interminables paredes blancas. Tenía planeado faltar a su segundo día de clases pero su madre, con el amor que la caracteriza, le exigió responsabilidad y fue obligada a asumir sus actos.
Se dirigió a su casillero sin decir palabra alguna y ordenó los cursos del día, como la buena niña y estudiante que es. Lleva sujeta una perfecta cola de caballo y un uniforme impecable. Le gusta verse a través del espejo de su locker personalizado y apreciar como el rojo de su corbatín le da un toque especial al azul de su uniforme. Desafiando a cualquier ley dentro del plantel, se aplicó un poco de labial mate natural y trazó una imperceptible línea delineando de esa manera sus ojos.
—Me quiero morir—suspira mientras va sacando dos libros delgados para iniciar su clase.
—Llora en la torre Eiffel, no en la azotea de la escuela, honey.
Una alegre voz le dio un buen susto que su dedo meñique quedó atrapado en la puerta de su casillero.
—Megan, no vuelvas a hacer eso, ¿quieres?— exige mientras lleva el dedo afectado a su boca a modo de curarlo—. Me asustaste y mi dedo no te lo perdona.
—Descuida— responde la linda voz—, solo mantén la calma o las arpías no dudarán en fotografiarte y hacerte más viral de lo que estuviste este fin de semana.
—Gracias, te necesito más que nunca.
Ambas adolescentes caminaron en dirección al baño, necesita respirar de toda la atención que había captado en la preparatoria. De hecho su ansiedad era tanta que ni bien ingresaron ella se dirigió a uno de los cubículos vacíos para encerrarse dentro.
—May, necesitas calmarte— reclama Megan un tanto conciliadora y seria tras la puerta del cubículo luego de cerrar el ingreso con seguro— Ya no tenemos cinco años, princesa. Sal de ahí y conversemos. No es nada del otro mundo que hayas bebido y bailado demasiado, pero era algo obvio, pasaste tus vacaciones en Aspen por tres meses fuera de nosotros… ¿Qué esperabas?
—¡No sigas!— la voz de la mencionada se tornó algo nerviosa y desesperada, su respiración era errática.
—No están solas, chicas.
La rubia mejor amiga de May, dirigió su mirada en búsqueda de la tercera voz y se dio una agradable sorpresa.
—Hola, hola, señorita Berlitz— exclamó Megan bastante emocionada—. Creí que estabas perdida. No has venido a mi fiesta. No, nunca llegaste a la fiesta para May.
—Quedé con mamá en pasar el fin de semana juntas y arreglando la casa, lo siento.
—¡Dawn!— May tan solo abrió un poco la puerta para asomarse y corroborar que haya sido la voz de su amiga— ¿Eres tú?
—¿Qué sucede, chicas? ¿Problemas en el paraíso?— las observa con ambas manos en la cintura y una enorme sonrisa de oreja a oreja.
—¿Qué hiciste con tu cabello? ¡Está más brillante y azul que nunca!
—May, no es hora de hablar de mi cabello— responde la alegre adolescente— ¿qué pasa contigo? ¿Cuándo te he visto perder el glamour y la confianza en ti misma?— cuestiona—. Tú no eres así, la única ansiosa e hipocondríaca del grupo soy yo, ¿entendiste?— caminó unos dos pasos para abrir la puerta donde se encontraba May y arrastrarla consigo— Y ahora me contarás todo, saldremos victoriosas de esa puerta y brillarás tanto que dejarás ciego hasta al mismísimo búho mascota, ¿okay?
La castaña movió su rostro de manera positiva tras darse un poco de aire con las manos. Ambas muchachas iniciaron la misión "rescatemos a May del peligro social". Sin presiones, nada de gritos y con paciencia.
Se hubiese ahorrado todo ese escándalo si no asistía a la dichosa fiesta de bienvenida organizada por Megan, quien era entusiasta y le rogó durante varias horas para que no falte pues toda la escuela y la ciudad confirmaron su asistencia para recibirla tras unas largas vacaciones. No entendía cómo no se pudo conformar con el almuerzo que tuvieron horas antes en su casa junto a su familia más la de ella y tuvo que seguir celebrando en una fiesta que odiará por el resto de su vida. De ahora en adelante no piensa salir de casa y pasará sus viernes de cine junto a Max.
No recuerda cómo llegó a casa y como lograron dejarla en su habitación que a las cuatro de la tarde del día siguiente logró despertarse con su pijama favorita y un terrible olor nauseabundo. Los rayos de media tarde se colaron en su enorme ventana con vista al invernadero y frente a ella una muy preocupada mujer apoyada en el marco de su puerta. No puede olvidar el amigable sermón que su madre le dio además de contarle que tuvieron que pagar por borrar las fotos y videos que circulaban sobre ella en las redes sociales.Todo con ayuda de Kenny.
“Agradece que tu padre no está en casa u otra hubiese sido la historia”.
Aún resonaba en su cabeza esas palabras. Tuvo miedo.
Si ella no la hubiese forzado a asistir a clases seguiría durmiendo y al mediodía estaría tomando un delicioso Brunch. Sueño frustrado.
—Vaya—dijeron al unísono las muchachas
—A ver, yo necesito saber si tú recuerdas algo de lo que pasó allí.
Megan solo atinó a sonreírle dándole la razón.
—¿Acaso te drogaste?— cuestiona Dawn.
—No lo sé.
—Estuviste muy ebria, no puedes recordarlo— contesta Megan.
—¡¿Perdiste la virginidad?!
—¡Basta!
No podía creer lo que escuchaba ni mucho menos lo que ve frente al espejo. Era como una ilusión, como si nunca hubiese amanecido, ni una pizca de cansancio y sueño mientras que sus pensamientos estaban más desordenado de lo que debería. Una pequeña gota de sudor recorría su cuerpo.
—Lo único que debes hacer es mantenerte calmada y sonreír, no sudar...— dijo Megan.
—Nosotras estaremos contigo como siempre e iremos a caminar juntas en el pasadizo, comedor y por donde sea muy orgullosas de quienes somos— finalizó Dawn— ¿Perdonas a esta pobre tonta por las tonterías que dije?
—Gracias, chicas. Y claro que te perdono.
Se dieron un pequeño abrazo para darse un soporte emocional, se volvieron a acomodar el saco azul marino, característico de la institución. Sonrieron al espejo y se tomaron de la mano para avanzar juntas. No se los decía pero amaba el hermoso rubio platinado que Megan cuidaba cual joya preciosa se tratase, de la misma manera el cabello azul de Dawn. Ambas son sus mejores amigas y compañeras de aventuras, sobre todo la rubia pues sus madres son mejores amigas de toda la vida conservando así una hermosa amistad de muchos años. Este es su último año dentro de la escuela, ya era hora de tomar las cosas con madurez y pensar en sus futuros.
—¿A dónde van? — pregunta la peliazul al ver como las chicas se alejaban— Hoy toca ciencias.
—¡Es cierto!
—No quiero escuchar a mister Smith hablando de sus ex parejas y matrimonios fracasados sin aburrirme.
—Tienes razón.
♤♤♤
Recorrer la escuela con sus amigas es de las cosas que más disfruta en su estancia ahí, sentirse cómoda en un ambiente donde pese a tener popularidad y fama los maestros la hacían sentir como una alumna más. No obstante algunos no dudan en encasillarla como "chica popular e inalcanzable", cosa que es totalmente falsa. Porque May disfruta de la compañía de amigos y mucha gente a su alrededor, para ella no hay nadie mejor o peor que ella, todos son de su mismo nivel y por lo tanto apreciaba ser tratada de la misma manera. Aunque… no puede negar que ese estatus le daba ventaja en ciertos aspectos de la vida. En realidad eso se lo debe a su apellido. Porque ser la hija de un ex alcalde y empresario era un peso bastante considerable, era una Balance.
Sin embargo, Megan es la que más disfruta de los placeres de ser popular, bella y famosa no solo a nivel ciudadano, sino a nivel extranjero. Y es que tener padres de alto nivel socioeconómico no solo es un brinco a nivel social, sino a nivel empresarial y global.
Todos conocen a Norman, a su esposa e hijos; herederos y dueños de una cuantiosa fortuna junto a una compañía cuyo éxito es increíble.
Los estudiantes le cedían el espacio hasta llegar a la fila de los comedores. Max las recibió con un saludo ya dentro de la fila.
—Ten— de su saco retiró el enjuague bucal de su hermano para devolvérselo.
—Espero que te hayan servido de algo— responde algo burlón.
—Para que lo sepas me sirvieron de nada. No lo volveré a considerar como una opción.
—Ni lo digas— responde Megan con un tono muy socarrón en busca de molestar al menor del grupo—. Oye, ya te dije que seguir modas no es lo tuyo.
—¿Y quién dice que uso esto por moda? — Max contraataca bastante serio a la rubia señalando sus lentes.
—Me lo dice la forma que tienen esos marcos y que tu predilección son los de margen cuadrado; esos círculos no le van a tu puberto rostro.
—¿A quién le dices puberto?
—Al único que ven mis ojos, y está frente a mí.
Dawn y May prefirieron ignorar dichosa discusión tan clásica de ambos y se concentraron en el refrigerio que estaban sirviendo. Wrap de pollo, refresco de moras, un Tiramisú de postre o una porción de fruta.
May pudo observar rostros nuevos y algunos conocidos, quienes eran los que más la saludaban tratando de llamar su atención, aunque le sorprendió no ver a alguien en específico, muy en el fondo lo agradeció o estaría escuchando sus sermones sobre lo que debe hacer y verá su lado sobreprotector.
—Brendan faltó hoy.
—Ni se siente su ausencia— contesta Megan con mucha suspicacia—. Estoy segura que pensó que no volvería a ver a la dulce May en clases por lo que faltó para estar acorde contigo.
—Cállate.
Luego de recibir el refrigerio se dirigen al asiento que les tenían asignado, el especial e intocable, aquel que nadie osa sentarse ya que estaba totalmente condicionado para ellos.
El padre de Megan era una de las personas más importantes en el país junto con el suyo (incluso puede asegurar que también lo era en el continente y fuera de este) y la madre de Dawn es una cantante en retiro con mucha fama y consagrada en la industria musical, por lo que su amiga desea seguir los mismos pasos que su progenitora. Ellos son parte importante de benefacción en la escuela invirtiendo en becas y talleres estudiantiles.
Si era sincera, por muy sencilla que sea de vez en cuando disfrutaba del placer de sentirse ama y señora del mundo, que todos la adoren y admiren mientras la critican a sus espaldas; ser idolatrada aumenta su ego oculto tras una máscara de candidez y ternura.
Se divertía siendo la niña acaudalada que podía tomar un vuelo en primera clase en cualquier momento, viajar en el avión privado de su mejor amiga, vestir las mejores marcas y vivir cómodamente.
Toda una Balance Winston.
—Niña, ¿Qué no entiendes? Esa mesa ni ese lugar te corresponde.
Unos murmullos la tomaron por sorpresa, más aún si venían desde su mesa principal.
"Ya sal de ahí ¿quieres? O tomaremos acciones que no te van a gustar, bonita".
"Vete a otro lado, ese lugar es reservado para gente de clase, nada que ver contigo".
"¡Yo puedo sentarme en donde quiera!"
—Estás tomando el lugar de la princesa de...
—¡Oigan!—gritó muy molesta y conmocionada por el alboroto que se estaba formando por una simple mesa—¿Qué es lo que sucede aquí?
—¡May!— exclamó una voz fuerte—. No es nada, solo es que esta niña no sabe cuál es su lugar. Es nueva.
—Y se fue a sentar en tu mesa, es una total falta de respeto—añadió otra voz un poco más aguda.
—Sácala de ahí, que aprenda a respetar los lugares en donde no debe hurgar sus narices.
Megan observa con atención esperando su respuesta ya que sabía perfectamente que a May no le agradaba su modus operandis para estos casos, pero aun así no dudó en esperar que la castaña tome la palabra.
—Ella puede sentarse en donde quiera.
Su respuesta dejó atónitos al resto, exceptuando a su grupo pues conocían las opiniones de May con respecto a esos temas.
—Pero hermosa, May, princesa, ella se sentó...
—Ustedes lo han dicho. Es nueva y no sabe nada sobre los lugares que le convenga o no; y si es que ya conoce las reglas no veo el problema en que se siente con nosotros, además el comedor está bastante ocupado—contestó de manera tajante—. Así que si de esto se trataba todo este albedrío pueden retirarse.
—Pero...
—¿No la oyeron? Dijo que se puede sentar ahí y punto. ¡Ahora, fuera! — el grito de Megan sirvió para que los curiosos y las acusadoras se alejen del sitio, por fin obtienen algo de paz y que los demás estudiantes dejaran de ver la pequeña discusión— ¿Qué miran? Este talk show se acabó.
—Si que les gusta provocar conflicto en donde no los hay— Max se sienta en su lugar y coloca su bandeja en una posición simétrica.
No se habían fijado antes pero la chica llevaba el cabello sujetado en una cola baja y parte de su cabello suelto, de color rubio miel, sentada en una postura defensiva, quieta. Las chicas no dudaron en acercarse en preguntar por ella.
—¡Hola!— exclama Dawn a la vez que se sienta para darle más comodidad.
—¿Eres nueva, cierto?— le sigue Megan algo más calmada y con voz curiosa.
—Mucho gusto, bienvenida a la escuela— habla la ojizafiro muy animada— Yo soy May y él es mi hermano...
La joven huyó tomando su bandeja y dejando a la optimista May con la palabra en la boca.
—Qué tipa tan malcriada— la mirada filosa de la rubia sigue con la mirada el semblante escurridizo de la nueva—, todavía que la defendemos de esa horda de urracas.
—Ni siquiera dio las gracias— secundó Max y Dawn solo asintió.
—Seguramente no se siente cómoda hablando con varias personas o solo está nerviosa, no hay de que preocuparse— murmuró la castaña viendo el camino por donde se dirigía la muchacha.
—Si tu lo dices— dio por finalizado el asunto— Aish, con todo esto ya no me dieron ganas de comer, ¿alguien quiere de mi postre?
♤♤♤
—Dime que no llegaste tarde por favor.
—No mamá, estuve en la puerta más temprano que de costumbre gracias a Kenny.
Su mamá caminaba por su lado para dejarle un plato del guiso que tanto le gusta y sentarse junto a ella. Al salir de la escuela Kenny volvió a recogerla y la trajo a casa para luego retirarse por una hora hacia la empresa de su padre. Se perdió un poco en casa que se acomodó en la enorme mesa estando solo ella y su mamá. Max tiene un taller en la escuela por lo que volverá a casa dentro de una hora.
—Tu padre regresa mañana. Debes agradecer que no haya presenciado dichoso incidente.
—¡Mamá!— quiere que la tierra se la trague para no escuchar más comentarios relacionados a la borrachera que tuvo
—Pobre Kenny— continuó la mujer—, aún recuerdo cómo tuvo que levantarse de su profundo sueño para cargarte junto a Max. Te trajo a casa sana y salva.
—Espera, ¿me estás diciendo que Max usó el auto de papá para traerme aquí?
—El pobre estaba desesperado cuando oyó la llamada de Meg.
Ya las ganas de comer se le agotaban con oír todo lo que su madre le comentaba acerca de la pagana romana y su vergonzoso actuar. Megan le contó cosas puntuales como el haber devorado todos los bocaditos y parte de la comida para los invitados, beber cantidades enormes siendo apoyada por el público asistente, bailar sobre las mesas y de hasta haber coqueteado con algunos chicos. No supo medirse en ese momento.
—Te lo vuelvo a decir porque no sé cuantas veces sea suficiente. Lamento todos los inconvenientes que ocasioné, lo siento mucho— agachó su cabeza en un gesto de disculpas.
—Tranquila— se acercó para abrazarla y darle todo su apoyo—, fue tu primera vez y esas cosas se toleran, pero por favor, que no se vuelva a repetir— aclaró Caroline—. Puedes salir con tus amigos y con Meg cuando quieras siempre y cuando no vuelvas en ese estado a casa.
—Gracias mamá— se acercó para darle un fuerte abrazo y ser correspondida.
—Y yo los amo a ustedes.
Sonrieron y se acomodaron en sus asientos respectivos—. Por cierto, estabas muy pesada cuando te cargaban.
—¿Dices que estoy gorda?— su fuerte voz dejó en claro lo bastante impactada y sorprendida con lo afirmado por su madre.
—No fui yo, lo dijo Megan.
Luego de comer y platicar un poco sobre la casa y los asuntos de Kenny, se dirigió a su pieza para poder descansar y platicar con su amiga de ciertos asuntos físicos.
—¿Cómo pudiste decirme gorda en plena crisis alcohólica?— reclama tras la línea telefónica.
—Pero si yo no fui quien lo dijo, sino tu mamá.
—¿Cómo es eso?
—La hubieras visto, cómo se reía y te grababa cuando el pobre Kenny no podía ni con su alma— responde su amiga bastante risueña.
—No puede ser.
Se recostó en su cama abrazando un peluche, con el Iphone en su oído para atender la llamada de su amiga.
—Créeme, incluso Ash intentó subir historias a su Instagram pero no dejé que lo haga.
—¿Estaba ebrio?
—Eufórico pero no tanto como tú.
—Eso fue malo.
Suspiró para poner en orden sus ideas y no sentirse culpable por lo que sucedió, ya su madre le hizo saber su apoyo, no había de qué preocuparse.
—¿Cómo vas con tu nueva lectura? ¿Ya pediste tu nuevo libro de colección?
—Dejemos de hablar de libros por hoy y dime, ¿con quien o quienes bailé? Ya me tiene hasta la coronilla el no saber con cuantos hice el ridículo… o si dejé de ser virgen.
—Pues...bailaste con tres chicos, uno de ellos fue Jeremiah, el que está en la universidad de New Jersey y anda de visita, de cabello rizado, ¿lo recuerdas? El otro creo que fue Kalm... no lo recuerdo— dice—, sin embargo creo que quedaste flechada a alguien. Y no, aún tienes tu flor intacta gracias a mí.
—¿De quién?— gritó abrazando aún más a su pollito de felpa.
—Pues no recuerdo muy bien. Habían tantas personas dentro que luego de las once cayeron en manada.
—No seas así, tienes que decirme quien era. ¿Cómo es posible que no lo recuerdes?
—Es que eso debes recordarlo tú, no soy la indicada para hacerlo, ¿sabes?— suspira—. Estuve tratando de que nadie ingrese a casa a romper cosas. Y no, no es quién crees que es.
—Megan, no seas así—chillaba mientras rodaba por los lados de su cama hasta hacerse un ovillo y recuperar la voz—. Debes decirme quien fue. ¿Era guapo?
—De lo poco que recuerdo es que era guapísimo y alto como te gustan. Y tenía una pinta que ni te imaginas, de esos que sabes que son malos y te romperán el corazón pero aún así quieres estar con él. Es de los que te dan el pase gratis a terapia. Era sexy—acotó Megan—, tanto que estuvieron bailando y ya por poco lo besabas. Lástima que no tuvo ojos para mí, y hasta fumaron juntos.
—Espera, ¿yo fumo?
—Te lo dejo a tus recuerdos, o mejor aún, llama a Alcohólicos Anónimos a ver si de algo pueden ayudarte...Bueno, debo colgar, acaba de llegar mi diseñador y necesito urgente un nuevo vestido para salir. ¡Hablamos más tarde!
—¡No seas así, Megan Rudy Hallaway Carter! Si cortas dejamos aquí nuestra amistad, así que no me cuel...gues.
Dejó su moderno móvil y respiró resignada en busca de alguna respuesta a sus preguntas, Su paranoia continuaba presente que revisó en cuanto pudo sus redes sociales para ver si alguien la llegó a etiquetar en alguna historia o foto en plena situación ridícula, sin embargo no encontró ninguna. Kenny hizo un gran trabajo.
No tenía ganas ni de tejer, tampoco de leer algo nuevo pues su curiosidad era más fuerte que sus motivaciones personales.
Su habitación estaba iluminada gracias a la enorme ventana que le permitía ver la puesta del sol y los árboles del invernadero. Tenía bastante espacio para su closet, sus calzado perfectamente ordenado y algunas fotos colgadas en la pared junto a sus amigas en aventuras inolvidables. Sus paredes lilas y muebles blancos necesitaban ser remodelados.
¿Quién podía ser aquel chico al que estuvo a punto de besar? Apenas volvía de unas vacaciones en casa de la abuela y ya tenía nuevas telarañas mentales por resolver. Y odiaba tener que pensar en más cosas que no sea su futuro o en el crush de la escuela.
Un escalofriante tiriteo corporal interrumpió su pensamientos haciendo que busque la frazada más caliente para poder abrigarse, más un dolor de cabeza se aproximaba en su pequeño cuerpo.
—¡Mamá! ¡Kenny! ¡Ayuda!
Una voz seria y determinada se oyó luego de su agonizante llamado de emergencia.
—Aquí vamos.
Esa misma tarde se juró a sí misma no tomar bebidas alcohólicas jamás. Bueno, al
menos no por una buena temporada.
♤♤♤
Bueno, bueno, muchísimas gracias por los reviews en este intento de fic adolescente y depresivo. Pero no! No todo es tristeza...aún. Lamento no presentar a May en todo su esplendor pero la verán más adelante como ella mejor lo sabe hacer. Una vez más agradezco sus hermosos y halagadores comentarios. Sin más que decir, nos leemos luego.
PD: No pude poner la imagen que quería porque no se puede a través de este medio, no se porqué uwu
Última edición por Mihrimoonx el Jue 11 Jul - 10:24, editado 1 vez
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Re: A Poison Called Love
NO PUEDO CREER QUE ESCRIBÍ EL COMENTARIO PERO JAMAS LE DI ENVIAR. Qué vergüenza.
Por fin vemos un poco de la realidad de May, yay! Me gusta el hecho de que esta vez la niña rica sea May, es un giro agradable c:
¿Quien es la chica nueva y por qué huyó? ¿Por qué Megan no le dijo a May que bailó con Drew? ¿Huelo algo entre Megan y Max???? ¿Y qué onda con Brendan?? Estoy intrigada.
¡Se pone interesante!
Por fin vemos un poco de la realidad de May, yay! Me gusta el hecho de que esta vez la niña rica sea May, es un giro agradable c:
¿Quien es la chica nueva y por qué huyó? ¿Por qué Megan no le dijo a May que bailó con Drew? ¿Huelo algo entre Megan y Max???? ¿Y qué onda con Brendan?? Estoy intrigada.
¡Se pone interesante!
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Re: A Poison Called Love
Increíbleeee!!
Me encanta que este fic esté adaptado al mundo real y se vean las caras de May y Drew (bueno y todos).
El capítulo uno se puso la mar de interesante pero el segundo MAAAS. Por fii, sube pronto la siguiente parte que tengo muchísima intriga de leer más y saber qué sucedió.
Estoy encantado de volver y leer estas maravillas de verdad.
Lo dicho, que queremos más.
Me encanta que este fic esté adaptado al mundo real y se vean las caras de May y Drew (bueno y todos).
El capítulo uno se puso la mar de interesante pero el segundo MAAAS. Por fii, sube pronto la siguiente parte que tengo muchísima intriga de leer más y saber qué sucedió.
Estoy encantado de volver y leer estas maravillas de verdad.
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Re: A Poison Called Love
A POISON CALLED LOVE
Capítulo 3; Happier.
"Últimamente,
he estado pensando,
que quiero que seas más feliz.
Quiero levantarte el ánimo,
quiero verte sonreír"
—Marshmello ft. Bastille; Happier
Advertencia: Uso de lenguaje soez.
El sonido de la puerta abriéndose llamó su atención, dejando su cena en segundo plano. Quien ingresa a casa limpia la suela de sus zapatos con cautela para no causar ruidos, de la misma manera le ponía seguro. Los pasos lentos y calmados le hizo deducir de inmediato quién era el intruso.
—¿Dónde estabas?— preguntó seriamente mientras mezclaba un poco de azúcar y café caliente.
—En la biblioteca— responde la muchacha sin titubeos y con voz tenue.
—¿No pudiste llamar o avisar que llegarías tarde?
—La biblioteca es un lugar donde no se debe hacer ruido.
—Un mensaje de texto o WhatsApp no te quita mucho tiempo— da un sorbo a su bebida caliente para mirarla con toda la seriedad que amerita la situación.
—Pero llegué a casa.
—Agatha...
—Estoy aquí, Drewie, no pasó nada.
—Agatha.
El silencio y el ambiente toma un aspecto tenso entre ambos jóvenes, quienes sin decir palabra alguna comprenden lo que sucede. Siendo las siete de la noche, su hermana hace presencia en casa como si nada hubiese pasado mientras que en las calles y fuera de casa ocurren cosas nada buenas para pequeñas como ella.
—Tengo quince— pone su mano al pecho para dar mayor énfasis a sus palabras—, tengo al mejor hermano del mundo y puedo cuidarme sola.
—Y eso no te da créditos para tomar ciertas decisiones por tu cuenta. No aún.
—Ya.
—Todo lo que digo es por tu bien.
Por segunda vez en la noche las paredes se sienten frías por el rumbo de la conversación; Drew tiene la razón y Agatha es consciente sobre ello pero su terquedad no le permite aceptarlo—. Ve a lavarte las manos. Cámbiate. Tu cena estará lista en unos minutos.
—Ajá.
Y en cuanto la menor se alejó del panorama, avanzó hacia la estufa de donde encendió una hornilla y colocó una sartén. Llegó temprano a casa gracias a que su última clase culminó temprano, dándose el lujo de preparar algo para su hermana. Con unas tenazas puso los fideos dentro de una olla con agua caliente para calentarlos y en otro un poco de mantequilla, ajos, leche, una pizca de sal más nuez moscada, agua y harina diluida.
A Agatha se le hará agua a la boca cuando sienta el olor de la cena.
Luego de tres minutos la muchacha caminó presurosa hasta ayudar a Drew con los platos y finalmente sentarse.
—Tu también cenas, ¿cierto?
—Repetiré mi porción entonces.
—No, si yo termino primero.
Los fideos en salsa blanca son su perdición, pero el toque de Drew es ponerle carne molida en vez del clásico jamón a modo de receta personal (en realidad es porque cuando no tienen jamón en casa les es facil reemplazarlo por un poco de carne). Agatha amaba más los fideos a lo Drew que a lo Alfredo.
—Siempre que le pones carne es una delicia— frota sus manos para por fin dar su primer bocado.
—¿De quién hablas? Claro que de "El gran Drew". Todo lo que hago o toco se vuelve una maravilla.
Ambos ríen en una linda acción al unísono.
— ¿Qué tal la u? ¿Viste a tus amigos?
—No se come con la boca abierta— dice Drew bebiendo de una efervescente gaseosa cola roja—, y si, vi a Ash.
—¿A Misty y Paul también?
—Así es— enreda en su cubierto más fideos y juega a mezclarlos con la homogénea mezcla blanca— ¿Qué tal tu día?
—Pues bien. Nos dejaron tarea de anatomía, almorcé en la cafetería y fuí a la biblioteca a completar unos datos para la clase de biología.
—Buen inicio de semana para una chica como tú, pequeña.
Las luces de toda la casa era demasiado tenue, el tono naranja era opacado por la oscuridad de todo el lugar. El televisor de la sala es lo único que da vida al ingresar al pequeño cuarto donde vivía.
—¿Y mamá?— pregunta Agatha luego de beber también de la última bebida disponible en casa.
Deben realizar las compras semanal cuanto antes...
—No lo sé, aún no llega.
Al finalizar de cenar acordaron que Drew lavará los platos mientras que la adolescente lo limpiará y así ordenar la alacena.
Estar en casa con su hermana mientras realizan los quehaceres o cualquier actividad acompañados de música o chistes mal contados es mil veces mejor que una fiesta por la madrugada, no obstante, la universidad y la secundaria los mantenían ocupados en sus propios asuntos. Su hermana en unos años se graduará y conocerá otros rumbos mientras que él apenas comienza un nuevo camino.
—¿Sabes?— su voz suave capta la atención de su hermano, quien apenas termina de lavar la olla aceitosa— Extraño todo.
El corazón de Drew latió con más fuerza al oír lo que Agatha acaba de comentar.
—Fue bueno mientras duró— susurra el mayor.
—Lo sé, y a pesar de que ya pasó mucho tiempo...extraño todo.
—Es comprensible.
—Así parece.
Apenas terminaron de acomodar las cosas en sus lugares, Drew tomó un libro del estante de verduras y unos lápices por sobre el refrigerador para ponerlos sobre la mesa. Su hermana lo miraba más alegre.
—¿Vas a hacer tu tarea?
—Me queda apenas unos cuantos ejercicios de física. No quiero soportar discursos optimistas en clase, así que debo acabarlo hoy si quiero salir temprano— se sienta tomando una hoja rota e iniciando sus cálculos.
—Tienes profesores muy peculiares en tu universidad.
—Si, pero no tienes a un loco como el profesor Namba en tu escuela. Está demente.
—¿Y tienes en tu carrera alguna profesora mujer?— Se sienta a su lado mientras observa los problemas a resolver de Drew. Se ven complicados pero no difíciles para ella.
—En la universidad hay muchas. Por ejemplo en mi curso tengo a la señorita Lusamine— dice Drew mientras realiza la misma operación en su calculadora para corroborar su respuesta—, ella enseña Inglés en el curso extra . También a Cinthia, es mi maestra de Historia y Ciencias Humanas.
—¿Historia en arquitectura?
—Los primeros ciclos sobre todo, luego ya toma cuerpo la carrera y me concentro en lo necesario. Pero es importante porque puedes entender las ideas que tenían la gente de ese entonces para comprender lo que plasmaban en sus diseños arquitectónicos.
—Ya quiero ir a la universidad— suspira la muchacha, apoyando sus codos sobre la mesa.
—Debes escoger una carrera por lo tanto, no es bueno hacerte un remolino mental a un año antes de terminar la escuela— aconseja el peliverde.
—Lo tendré en cuenta.
Agatha pasa a retirarse con dirección a su habitación dejando a un concentrado Drew en la mesa. La iluminación no ayuda mucho pero al menos tiene un lugar en donde apoyarse y acomodar sus libros.
Según el reloj del pequeño ambiente ya son más de las ocho de la noche, su madre no regresa a casa y eso lo tiene sin cuidado. Con que Agatha esté sana y salva lo demás no le interesa, ella es su familia. El ruido de unos vidrios rotos no alertaron sus sentidos puesto que ya sabía el significado: la noche estaba comenzando en su calle.
—Drew, ¿puedes hacerme un favor?
El hermoso Iphone que carga la joven es de las cosas más valiosas que le costó conseguir cuando debía cumplir la promesa de regalarle un celular por pasar de curso con excelentes calificaciones. Ella lo merecía. Y él es capaz de lo que sea por verla sonreír.
—Solo uno— su voz cantarina indica que está de buen humor y puede pedirle lo que desee.
—¿Puedes crearme una cuenta en Netflix?
[/font]
☆☆☆
Sentados sobre un sofá viejo y viendo una serie juvenil sobre brujas e invocaciones se encontraban los hermanos. Ya iban por el capítulo tres; con dos vasos llenos de gaseosa y popcorn con extra mantequilla. Lo más bello que tienen en casa es el televisor pantalla plana que obtuvieron gracias al concurso de canto que ganó la menor en un centro comercial.
Agradecen que su progenitora aun no lo haya tocado para otros fines.
Los cabellos negros de Agatha proyectaban con precisión los colores que la televisión otorgaba, su nariz perfilada y pómulos llenos de alegría, claro que ambos heredaron los ojos verdes característico de la familia.
—Oye, ¡una de las brujas malas tiene mi nombre!— exclama sorprendida y emocionada mientras come más popcorn.
—Pero tú eres buena— le responde Drew—. Hey, no ensucies la pijama.
—Ya, ya— sorbe de su gaseosa— ¿Viste que bueno es tener Netflix? Podemos ver series y películas en el celu o en esta hermosa televisión que no aprovechamos.
—¿Quién crees que va a pagar eso? Agradece que tengo algo en mi tarjeta. Ya después se verá cómo lo pago.
—Cuando trabaje y gane mucho dinero tendrás el triple, el cuádruple y mucho más de lo que estás invirtiendo.
—Ya veremos eso, querida.
El sonido de llaves los alertó, quienes no dudaron en levantarse presurosos para guardar la comida y apagar la televisión de inmediato. Los nervios traicionaron a Agatha en medio del camino hacia la cocina, el vaso de vidrio cae cerca a sus pies poniéndola más ansiosa.
—Deja eso y corre a tu cuarto. Ahora.— demanda Drew más serio que de costumbre.
—Pero Dr...
—¡Vete!
Obedeciendo a su hermano corrió a su habitación y cerró la puerta con seguro. Él la siguió y no tuvo otra opción que poner un candado y encerrarla.
—¡Oye! Niña, hijo, ¿dónde están?
Una mujer en estado etílico se sostenía de las paredes al intentar caminar firme, con sus alhajas y cabello despeinado.
Drew solo la veía a lo lejos sin inmutarse a lo que haga la mujer con esa ingesta de alcohol.
—¿No vas a ayudar a tu madre?— replica la mujer sin conseguir dar grandes pasos por la falta de equilibrio— Mocoso ingrato....¿Dónde está la niña?
—Eso no te importa.
Se dirigió a la cocina en busca de una taza para llenarla de agua caliente y añadirle el café pasado de hace dos noches.
—¿Me vas a ayudar o no?— seguía exigiendo—Mal agradecido.
—Si sigues hablando así te sacaré a patadas, no me importa si eres mi madre, Stephanie.
La tomó de los brazos y la arrastró hasta llegar al sofá, donde la echó encima y le ofreció el café que preparó.
—¿Me quieres dar veneno, eh?
—Tómalo o jódete. Es café, te ayuda a pensar mejor estando ebria.
Sin resistirse al cambio sorbió en segundos el líquido negro que su hijo le ha preparado.
Drew la veía con lástima por sobre sus hombros y con una expresión impenetrable, bastante rígida.
—¿Dónde está?
Stephanie acomoda su entrañable figura esbelta en el sofá. Su cabello rubio estaba bastante descuidado y con raíces color negro, el olor a humo y a alcohol le producía un escozor en la nariz por lo fuerte que emanaba.
—Lejos de tu alcance, descansando.
—Mañana iré a pagarle a la usurera, ya tengo el dinero.
—Dámelo ahora antes de que lo gastes.
Rebusca en los bolsillos de la mujer hasta dar con una bolsa de plástico y dentro de ella un fajo de billetes amarrado con una cinta elástica.
—Ahora me robas...
—Duerme.
Apagó la luz retirándose para dejarla sola, llevando consigo la caja de fósforos. No se sabe que es lo que en su escasa conciencia Stephanie puede hacer.
Al ingresar a su habitación vio que su celular parpadea, de inmediato se acercó y vio que una llamada ingresaba.
"El Mostaza".
—¿Si?
—¿Qué sucede contigo?— exigió su amigo desde la otra línea— Llevo más de una hora intentando localizarte pero estás más inalcanzable que Donald Trump.
—No jodas— cerró su puerta y de un salto se acomodó en su cama— ¿Qué quieres?
—Te llamaba para avisarte si puedes ayudarme en una tarea, es que quiero corroborar si mi respuesta es correcta en las que te envié, el problema número siete y la cincuenta.
—Dime que no has hecho la tarea y entenderé tu punto, Ash.
—No es eso.
—Pues entonces estudia, no tendrás mi respuestas así de fácil— dijo de manera tajante.
—Oh. ¿No quieres ir conmigo mañana a la inauguración de un nuevo restaurante? ¡Habrá comida gratis!
—No, gracias.
—¡Vamos! Será a la salida. Gary, Tracey, Paul y Misty irán.
—¿Paul?— pregunta sorprendido— De Gary y los demás puedo esperar, ¿pero Paul?
—La comida mueve al mundo, además Brock nos acompañará un rato.
—Tiene un restaurante que atender...
—¡No seas aguafiestas!— reclama Ash— Bueno, nos vemos mañana a las cuatro.
Sin decir más, cuelga la llamada y mira al techo en un intento de conciliar el sueño, sin embargo, recordó que su hermana estaba encerrada. Se levantó de la cama y caminó hasta quitar el seguro. Estaba durmiendo.
—Prometo traerte una hamburguesa con doble queso y pepinillos, como te gusta— susurra mientras va cerrando la puerta lentamente—. Buenas noches, Noah.
☆☆☆
No paraban de hablar sobre la última clase del profesor Oak, quien de la nada se le ocurrió hablar de poesía clásica y literatura. Misty sonreía pues ella solo compartía clases pero no facultad, de hecho los chicos esperaron media hora porque su amiga andaba en evaluaciones de Inglés con Lusamine. Estudiar Administración en primeros ciclos le trajo sorpresas.
—¿Cómo te va a tí, Tracey?— pregunta Ash— ¿Qué se siente ser el ayudante del profesor Oak?
—Pues nada fuera de lo común. Es súper y sus anécdotas son geniales, además tiene mucho por contar y enseñar.
—Pero no hay nada mejor como que sea tu abuelo— afirma Gary con los brazos en la cabeza bastante sonriente.
Lo único que hace es escucharlos porque no tiene nada que aportar por el momento.
—Hoy te veo distinta— comenta Ash con un gesto de duda.
—¿En serio?— la emoción de Misty es notada por los chicos excepto por el mismísimo Ash.
—Si. Te pusiste una camisa color negra, dejaste la imagen de hippie reprimida y ahora te ves como una metalera en...
Un jalón de cabello calló las palabras de Ash. En tanto, Tracey y Gary intentaron contener a la enloquecida fémina en fuertes intentos.
—No soy ninguna reprimida, y tú eres un idiota... ¡cuando vas a cambiar!
Junto a Paul caminaron hasta avanzar unos pasos más allá tratando de evitar las peleas de los otros. Pese a estar el mismo grupo siente que encajan mucho, pero al mismo tiempo sus personalidades los divide. Aún así, nada hace que se sienta más cómodo tomando unas cervezas con Paul mientras observan autos pasar y sin decir palabras. Es una buena compañía a su gusto y medida.
—Oigan, no se molesten pero invité a unas amigas a que vengan con nosotros también.
—Espero que no sean feas o te arrepentirás, mostaza— responde Gary.
—No, tranquilo que con Misty es suficie... ¡AUCH!
—Si me vuelves a llamar fea me las vas a pagar— logró pellizcarlo muy cerca de las costillas causándole dolor.
Drew estaba considerando seriamente el regresar a casa y dormir un poco, sin embargo le hizo una promesa a Agatha y tenía que cumplirle con su hamburguesa. Paul revisaba su móvil para distraerse.
—¿Quieren callarse o nos regresamos al paradero? Detesto oírlos tan ruidosos— su expresión fría tensó al grupo por unos instantes.
—Vamos caminando.
En cuanto iban avanzando lograron ver que había una larga fila para la inauguración del nuevo restaurante. Mucha gente de su universidad y de escuelas hacían cola por unas hamburguesas u otros aperitivos. Lo que más odia en el mundo es hacer fila para una pequeñez.
Pero algo captó su atención entre toda esa borda de personas socializando.
La maraña castaña, la piel clara, las manos escurridizas
Sí, ahí estaba y esta es su segunda oportunidad en menos de una semana.
.....
Bueno, agradezco sus dulces comentarios. No saben como me alegra leer a cada uno de ustedes. Es que lloro u.u
Cada vez que leo un comentario de Birdie:
RAUUUUUUUUUUUUL VOLVISTE!!! Me emociona leerte y ver que estás aquí después de muuuucho tiempo. Esto es mucho para mí. Nos leemos pronto!
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Re: A Poison Called Love
Holii
bueno, me pasé por aquí intentando ser un poco más activa porque mi vida es inactiva y esas cosas (?
Primeramente he de decir que se me hace bastante raro leer al Contest en este ambiente, o bien, nunca me los había topado así.
Me gusta el hecho de que eres bastante estable en tu narración, y se pasa bastante ameno por lo mismo.
No te mentiré, yo estas cosas de chico "Malo" y chica buenaza, no es algo que me atraiga en general. Pero como ya terminé hasta donde va, pues hay mérito xD.
Y el orden en que los has llevado, acerca de dar a notar el punto de vista de cada uno y cómo es su desenvolvimiento en este mundo está bastante cool.
Y tengo que decir que me pasó algo curioso, no bien terminé de leer el primer capitulo y un amigo me pasó un video musical de The Living Stone que justamente se llama Drunk. Me da gracia porque ahí hace casi que la misma mezcolanza de bebidas que hicieron en esa fiesta eh, a mi me dolía la vejiga (?
Y de algún modo entiendo a May con su primer borrachera, pero no tanto así xD
y toda la experiencia de Drew me ha recordado mucho a mí misma en mis primeros años en la universidad xD Pero sí que hay materias innecesarias en mis recuerdos (?
En fin, que espero el siguiente capítulo ♡
Pd: Aghata me parece una ternura, creo que es el personaje que más me gusta xD.
bueno, me pasé por aquí intentando ser un poco más activa porque mi vida es inactiva y esas cosas (?
Primeramente he de decir que se me hace bastante raro leer al Contest en este ambiente, o bien, nunca me los había topado así.
Me gusta el hecho de que eres bastante estable en tu narración, y se pasa bastante ameno por lo mismo.
No te mentiré, yo estas cosas de chico "Malo" y chica buenaza, no es algo que me atraiga en general. Pero como ya terminé hasta donde va, pues hay mérito xD.
Y el orden en que los has llevado, acerca de dar a notar el punto de vista de cada uno y cómo es su desenvolvimiento en este mundo está bastante cool.
Y tengo que decir que me pasó algo curioso, no bien terminé de leer el primer capitulo y un amigo me pasó un video musical de The Living Stone que justamente se llama Drunk. Me da gracia porque ahí hace casi que la misma mezcolanza de bebidas que hicieron en esa fiesta eh, a mi me dolía la vejiga (?
Y de algún modo entiendo a May con su primer borrachera, pero no tanto así xD
y toda la experiencia de Drew me ha recordado mucho a mí misma en mis primeros años en la universidad xD Pero sí que hay materias innecesarias en mis recuerdos (?
En fin, que espero el siguiente capítulo ♡
Pd: Aghata me parece una ternura, creo que es el personaje que más me gusta xD.
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Re: A Poison Called Love
¡Hola!
Después de tiempo me animo a regresar por estos lares, me sucedieron tantas cosas en estos años que no sabría por donde explicar.
Solo quería decir que tengo varios borradores pendientes y la actualización de este fic la cuál solo faltaba corregir algunas cosas. Asimismo, medité mucho sobre la trama de la historia y el giro que iba a tomar por lo que corregí, añadí más partes y quité otras ya que mi objetivo es darle a los personajes una mayor participación (desde Ash en adelante), además que creo haber madurado y puedo plantear muchas mejores situaciones, hubo también muchos cuestionamientos sobre ideas como escenas que me hicieron replantear si era correcto transmitir o redireccionar el mensaje adecuado. Estoy viendo como poder actualizar ya que no cuento con PC actualmente, solo dependo de mí celular; podría publicarlo sin alguna edición, so...
Nuevamente quiero agradecer a las personas que se pasaron a dejarme comentarios por aquí, en verdad me volvieron a dar esperanzas en releer este fic y ordenar mis ideas como también a moldear mejor a mis personajes y el valor de retomar la escritura.
¡Que tengan un excelente día!
Enviado desde mi Honor.
Después de tiempo me animo a regresar por estos lares, me sucedieron tantas cosas en estos años que no sabría por donde explicar.
Solo quería decir que tengo varios borradores pendientes y la actualización de este fic la cuál solo faltaba corregir algunas cosas. Asimismo, medité mucho sobre la trama de la historia y el giro que iba a tomar por lo que corregí, añadí más partes y quité otras ya que mi objetivo es darle a los personajes una mayor participación (desde Ash en adelante), además que creo haber madurado y puedo plantear muchas mejores situaciones, hubo también muchos cuestionamientos sobre ideas como escenas que me hicieron replantear si era correcto transmitir o redireccionar el mensaje adecuado. Estoy viendo como poder actualizar ya que no cuento con PC actualmente, solo dependo de mí celular; podría publicarlo sin alguna edición, so...
Nuevamente quiero agradecer a las personas que se pasaron a dejarme comentarios por aquí, en verdad me volvieron a dar esperanzas en releer este fic y ordenar mis ideas como también a moldear mejor a mis personajes y el valor de retomar la escritura.
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Re: A Poison Called Love
AHHHHH QUÉ EMOCIÓN TENERTE DE VUELTA. Diosss con la intriga con la que nos dejaste, dude qué feliz estoy de verte otra vez por aquí <3
Veo que sufriste de la maldición de los escritores de fanfics, la vida nos agarra a palazos de repente, pero qué gusto saber que estás bien!
Tómate tu tiempo para organizar tus ideas, sé que valdrá la pena la espera. Ya quiero ver cómo desarrollas tu historia y los cambios que tienes pensados.
Mucho amor y buenos deseos.
Veo que sufriste de la maldición de los escritores de fanfics, la vida nos agarra a palazos de repente, pero qué gusto saber que estás bien!
Tómate tu tiempo para organizar tus ideas, sé que valdrá la pena la espera. Ya quiero ver cómo desarrollas tu historia y los cambios que tienes pensados.
Mucho amor y buenos deseos.
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Re: A Poison Called Love
“Tengo que mudarme a una ciudad que vaya con mi estilo,
Una ciudad en la que pueda moverme con mucha energía.
Bien les digo que de eso hablo,
¡de eso hablo!
Hablo de actividad y movimiento.
Tengo que moverme
¿No me llevarías allá?
¡A la ciudad divertida!”
-Funky Town; Lipps Inc.
☆☆☆
Nadie llega a clases y sus compañeros seguían con el ruido a por doquier, bulliciosos. Si estuviese en perfectas condiciones no se molestaría en acercarse a todos ellos y presumir sobre sus viajes durante las cortas vacaciones. Sin embargo, las secuelas de la presión baja que padeció anoche no la dejan pensar con claridad; se encuentra recostada y cubriendo con un brazo parte de su rostro sobre la carpeta lo que le permite leer un libro de lenguaje con el fin de recordar lo aprendido en clase. No se considera una chica erudita, tan solo quiere mejorar lo visto en la materia y no quedar mal ante sus maestros y padres, además de encontrar una buena distracción para no sobre pensar. En unos meses dejará la secundaria y emprenderá el camino universitario.
—¿En que piensas?— las perfectas manicuras de Megan fue lo que sus ojos notaron apenas oyó la voz de su amiga.
—Nada— responde.
—Oh, vamos, May, ¿te estás asfixiando por lo que dije anoche?
Se hizo a un lado para cederle sitio a su amiga, quien había llegado dos minutos tarde.
—No.
—¿Entonces?— acomoda su cuadernos, lleva un bolígrafo en medio de sus labios y la observó prestando atención a sus gestos.
—Me pregunto por la chica de ayer, la de la cafetería— recordó—. Se me hace raro no verla.
—Querida— dijo Megan en un tono bastante dulce y malicioso—, hay muchísimas personas en esta escuela, demasiadas diría yo, como para tomar a una nueva en nuestro salón. Quizás está en otra sección o es parte del programa de becados.
—¿Tú crees?
—¡Claro! Si llegó recién a la escuela…— coloca un dedo en su mentón para enfatizar su punto y se toma unos segundos de pausa— Supongamos que apenas lo está conociendo y se está adaptando para encontrar su grupo ideal. También debes tener en cuenta que el director no la ha presentado como a cualquiera de nosotros. Eso significa una sola cosa, forma parte del grupo de becados.
May pudo darle otro sentido gracias al recuerdo de la nueva y su actitud antes las situaciones que ya ha presenciado. Tiene mucha curiosidad por saber más y conocerla a fondo, por alguna razón llama su atención y no se explica el porqué.
Pero tambien hay otro tema dando vueltas por su mente y se trata del extraño sueño que tuvo. En esas pocas imágenes que transitaron por su mente alguien reía con ella, fumaban del mismo cigarrillo, veía que las manos de aquel extraño acariciaban su cintura y ella solo movía sus hombros y cintura, se acercaban y bebían en una barra. Las luces tintineantes de la fiesta, el cielo nocturno tan oscuro y la magia de ella difuminan la silueta del chico con quien disfrutó la noche. ¿Quién diablos era?
La maestra hizo presencia bastante apresurada, viendo al reloj como si se tratara de un GPS y carga en un brazo su maleta llena de documentos y hojas impresas. Detrás de ella corre una agotada y despeinada Dawn llegaba.
—Buenos… días… señorita— logra vocalizar tratando de tomar aire tras lo que parece haber corrido una maratón—. Lamento… la demora.
—Llegas justo a tiempo— habla sacudiendo su particular camisa azul y las gemelas de sus muñequeras—. Pasa y ve a tu lugar, por favor.
—Gracias.
Con suspicacia logró posicionarse detrás de May y Megan, peinando su cabello con rapidez.
—Llegas tarde, Dee…— susurra alguien tras ella.
—¡No me llames Dee dee!— exclama molesta.
—Berlitz, Thompson, ¿sucede algo atrás?— dice la maestra con marcador en mano.
—¡En absoluto!— responden al unísono.
El método de Roxane era ilustrar el tema del día en la pizarra hasta que ningún espacio acrílico quede en blanco y con eso tomarse el tiempo de explicar detenidamente. Aprovechando eso, May da una media vuelta tratando de poner un poco de atención en su amiga. Megan sigue su ejemplo.
—¿Qué pasó? Has llegado tarde y quien tiene la corona de Miss tardanza soy yo— susurra May observando a su alrededor.
—¿Todo bien en casa?— cuestiona Megan en un tono bajo.
—El carro de mamá se averió a mitad de camino por lo que tuve que avanzar tomando un bus pero no me dejó cerca y debía correr— detalla mientras sigue tratando de peinar su cabellera—. Lo peor es que mi crema para peinar se agotó. ¿Por qué creen que tengo el cabello así?
—Tranquila— susurró la rubia mientras busca en uno de sus bolsos pequeños—, ponte este aceite y péinate con los dedos de…
—Medios a puntas— May acompaña a Megan para terminar la oración.
—Eres un neceser andante, ¡gracias!
—¡Silencio!
☆☆☆
Tras sonar la campana las muchachas corrieron en dirección a los baños, no para retocarse en su totalidad. May llevó su celular a la escuela por no querer dejarlo en casa debido a una terrible corazonada e impulso interno; este estuvo vibrando en clase durante un buen rato por lo que Megan y Dawn intentaron evitar que el sonido se escuche en el aula imitando ruidos extraños y por poco son suspendidas.
Ingresaron a uno de los cubículos y de inmediato silenciaron el moderno equipo.
—¿No pudiste apagarlo?— pregunta Dawn viendo por sobre la puerta.
—No.
—Ya, mejor revisa tu bandeja— pide Megan
—¿Quién diablos te estaba escribiendo?— comenta Dawn está vez subiendo por sobre el retrete a cerciorarse esta vez de que nadie las oiga.
—Al parecer…— coloca la clave de su equipo y busca las notificaciones— Ash.
—¿Ash?— dicen al mismo tiempo.
—Si, y dejó varios mensajes.
Ingresó a su red social hasta encontrar la bandeja de mensajes.
“Hey May!”
“Estas??”
“Heeeeeeeeeeeeey”
“En la tarde abrirán un nuevo restaurante cerca a mi universidad, vienes? Invita a Dawn y Megan. Dile a deedee que estará Paul 7u7 me avisas para reservarte unas malteadas”
La castaña les comentó a las chicas los planes que el chico les tenía al salir de clases, hecho que las demás accedieron.
—Yo solo me pregunto, ¿qué tiene que ver Paul aquí?— dice Megan mirando con atención a Dawn, ella esquiva su mirada rápidamente.
—Entonces ni bien salgamos de la escuela vamos a darles alcance.
—Pero, ¿cómo nos guiamos, May?— cuestiona Dawn.
—Ash dice que el lugar está cerca a su universidad, supongo que veremos a mucha gente por allí.
—Buena idea— afirma la rubia mientras abre la puerta del cubículo sintiendo que chocó con algo.
Un quejido llamó la atención de las adolescentes desde donde se encontraba.
Era la chica del día anterior, frotando su hombro y con una expresión de dolor.
—¿Te encuentras bien?
May caminó despacio pero la chica, con una mano tocando su codo, se dirigió hasta la puerta para no darles explicaciones. Esto vuelve a sorprenderla.
—Juro que la odio. Es tan…
—No digas eso, Meg— contesta May con voz calmada mientras peina su cabello—. No sabemos qué es lo que sucede con ella en casa o aquí, no es bueno juzgarla. Tal vez no la están tratando bien en clases.
—Tienes razón— secunda Dawn.
—Igual, que tipa tan insoportable. Por poco una pick me.
—No exageres— comentan la castaña y peliazul juntas.
Caminaron en dirección a la cafetería con las mejores intenciones para tener un tranquilo y relajado refrigerio, no obstante se percataron de que una persona las intercede en su camino, sobre todo a May, quien era su principal punto.
—¡Brendan!
La rubia y Dawn se hicieron a un lado en un intento de alejarse del peliblanco y cuidar que la comida no se acabe.
—Bueno nena, parece que el muchachito viene por aquí así que te dejamos.
Dan un paso al costado y toman un ritmo acelerado para llegar a la fila y tomar sus bandejas.
—Oigan, no sean así, no me dejen… Malas amigas— susurra.
—Hola May.
—Hola— respondió la castaña al mismo tiempo que sujetaba su cabello en una coleta—, ¿qué tal?
—Súper— camina al lado de May para abarcar más espacio entre ambos—. Anoche regresé de una expedición con papá en Mumbai, por eso no vine a clases— se recuesta al ver que su esfuerzo por apoyar su cuerpo sobre la chica no rindió frutos—, estuvo genial. El paisaje, el ambiente, el trabajo de encontrar piezas… Fue excitante.
—Mi papá me lo comentó hoy por la mañana. Te felicito.
—Traje muchas cosas de allá, incluso tengo un regalo para ti.
—¿En serio ? Es muy amable de tu parte— sonríe al ver de reojo que sus amigas le hacen señas de que corte la conversación, ríe junto a ellas—. Brendan, iré a comer con las chicas. ¿Te parece si hablamos luego?
—Podemos ir juntos a casa, de paso voy a visitar a los tíos…
—Saldré con Megan, voy acompañarla a un lugar…ya entiendes— susurra por lo bajo con misteriosa voz— cosas de chicas.
—Oh, entiendo.
—Te escribo en la noche, ¿si?
Trotó hasta alcanzar a las chicas, quienes ya se hallaban cerca a la fuente de alimentos e insistían en que deje de seguirle con el jueguito de la amiga de infancia. Porque ya son bastante grandes para aceptar muchas cosas, entre ellas el tipo de sentimientos que se van desarrollando de acuerdo a las etapas de la vida.
—No creo que las intenciones que tenga conmigo sean las que ustedes maquinan en la cabeza.
—Ay, por favor— ironiza Megan—. Lo conocemos desde pañales y lo único que puedo decir es que Brendan siempre ha tenido sentimientos por ti, no seas ciega.
—Es que es imposible que sientas cosas más allá de la amistad, porque eso es lo único que puedo darle.
—Que fuerte— lamenta Dawn tomando un postre dulce.
—¿Podemos dejar a Brendan a un lado y concentrarnos en lo que sucedió en esa fiesta? No, en tu fiesta.
Lograron ubicar su mesa e hicieron espacio para organizar sus comidas. May estaba feliz de comer dos sandwich de pollo, jugo de manzana, deditos de pollo, ensalada dulce con cheesecake de fresa fresco.
—May, ya no te hagas un universo en la mente. Solo tenlo como una hermosa anécdota de mujer ebria.
—No soy del todo una mujer, mucho menos ebria. Quizás tú sí, mi querida Meg.
—¿Vas a comerte todo eso?
—Obvio— responde orgullosa llevando un bocado enorme del sandwich.
Megan desvió la mirada en busca de su objetivo. Y ahí estaba, sentado en su propio espacio mientras conversaba con otros chicos del equipo de futbol. Irradia tanta galantería y frescura que no despegó sus ojos de aquel muchacho.
—Para que lo tengas muy claro, yo nunca he bebido al borde de la embriaguez y tampoco he besado a cualquiera en una fiesta. Cuando se me dé la oportunidad lo hare solo con Arnie.
—Pero ni siquie…
—SHHH, dee dee, ya lo hará. Solo espera— sentencia Megan.
—No me llames así.
A May solo le queda claro que cualquiera sabía más de lo que ella recuerda. Incluso Dawn que ni siquiera estuvo allí. No entiende porqué tanto misterio en revelarle el nombre del chico que le gustó aquel entonces o como diablos no podía acordarse ni siquiera de su voz, todo eso le parece ridículo y de muy mala onda. Iba a enterarse pronto de ello, de eso se encargará.
Terminó su postre y al reaccionar del pequeño trance nota que sus amigas ocupan su tiempo en revisar sus celulares. Megan ensimismada en su propio mundo y Dawn de la misma manera. Max apenas las saludó y revisó unos apuntes mientras degustaba de una especie de puré. Luego de comer le pasaron la voz a mostrarle la foto de una chica de grado menor asistiendo a una fiesta con un vestido para el gusto de ellas.
—¿Cómo se le ocurrió ir con un vestido de día a ese evento nocturno?— reclama Megan muy molesta
—De mal gusto— secunda Dawn.
El timbre resuena en todo el plantel. Regresaron calmadas y dispuestas a estar sentadas unas cuatro horas más hasta el final.
☆☆☆
Restaurante, 6:05 pm.
—¡Mamá! ¿por qué hiciste eso?
Se sentía avergonzada por el nombre del lugar de donde ahora será su nuevo centro de trabajo. Su madre había mantenido completamente cubierto el panel de donde había colocado el nombre del restaurante porque, según ella, era una sorpresa. Y vaya que no le ha gustado en lo absoluto.
—No es para tanto— responde la alegre mujer al mismo tiempo que acomoda la carta del menú del día—. Algún día esto será tuyo y tendrás la marca registrada.
—Pero no era necesario poner mi nombre.
—¡Serena! Ya es suficiente— sin mucho peso ni flojera la mujer empujó a su hija hacia la cocina y con una mano le indicó que debía ponerse los patines— Ve a alistar los postres en la vitrina que hay una enorme fila esperando afuera.
Cuando la mujer se retiró a caja en dirección a caja, colocó sus pies dentro de esos patines color rosa, de cuatro ruedas como le gustan, y buscó con la mirada su mandil especial. Para complementar su look, se peinó sujetando su cabello en una coleta. El toque especial en su outfit es un listón rosado, una pieza infalible en su imagen personal como ayudante en el nuevo restaurante de mamá.
“Serena’s food” al parecer logró cautivar al público no solo por la comida gratuita a las primeras cincuenta personas en su inauguración, sino por la ambientación del lugar y ubicación céntrica. Los muebles son de un color albiceleste, paredes rosas, algunas letreros en neón referente a la comida y que represente al público objetivo. Dentro del establecimiento habían sillas temáticas, como la mitad de un auto de los años 50 para darle el toque retro, las barras y sus sillas altas son lo que más esperan cumplir expectativas.
Es consciente de cuanto tiempo le tomó a su madre cumplir ese sueño del negocio propio, sobre todo el del restaurante temático, siendo ese local por fin la idea soñada.
—¡Serena!
Una linda voz la puso más contenta que nunca. Patinó hasta llegar a una tierna niña cuyos patines también estaban listos.
—Bonnie, me alegra verte.
—A mi igual, estoy feliz de ayudarte… ¡Es hermoso!
—Lo sé, me encanta.
Se sujetaron el mandil respectivo y chocaron las palmas para dar aviso a su madre de que ya puede abrir las puertas.
En pocos segundos el lugar comenzó a conglomerarse y a llenar los asientos, varios sacan sus celulares para tomarse fotos por ser un lugar muy instagrameable; la decoración mantiene cautivos e hipnóticos a muchos de los asistentes, la música y el delicioso olor que desprendía de la cocina no hacía más que emocionar al público.
—¡Bienvenidos a “Serena’s food!— salió de la cocina cargando en ambas manos fuentes llenas de postrecillos, gritaba para captar la atención de todos— ¿Ya saben que los primeros cincuenta comensales tendrán hamburguesa gratis? Ingresen y disfruten del nuevo mejor sabor de toda la ciudad.
Junto a Bonnie pasaban por los asientos respectivos a repartir Cupcakes y Cheesecake a gusto. Amaba patinar ahí, siente que va acorde a la temática y facilitando también el trasladarse a repartir con mayor facilidad.
Tras la enorme fila divisó en ella a un joven peliverde, quien veía confundido a una muchacha, y cerca a él a su gran amigo y amor de infancia.
—¡Ash!— gritó para llamar su atención sin conseguirla.
—Yo le aviso— dice Bonnie—. Eso si, no te olvides de los Milkshakes.
—Gracias.
Su madre servía con mucha rapidez y eficacia al mismo tiempo que sonreía luego de ver como su esfuerzo rendía frutos. Muy en su interior envidia esa cualidad de ella, mas su verdadera especialidad es la repostería. La mujer decora y alista los platos en donde servir las papas fritas.
Fue a repartir más postres dejando una tajada de torta de chocolate para Ash.
Mientras pasaba a dejar en las mesas faltantes se dio cuenta que no habían cremas para acompañar. Patinó rápido hasta llegar de nuevo a la cocina y servir.
Vio a una chica de cabellos naranja empujar a Ash de manera algo violenta y este solo reía en modo de respuesta, otro de los chicos del grupo se mantiene sin expresión alguna y el peliverde observa a todas partes con una enorme decepción en su rostro. Le pareció ver a esos dos en la fiesta en la que asistió días atrás.
Pero claro, por eso es que se le hizo conocido esos rostros. Por supuesto.
Recuerda las luces, la cantidad de gente dentro del lugar y lo fácil que fue ingresar allí cuando ya se había pasado la voz de la super fiesta. En realidad solo fue para conocer a algunas personas y ver si logra hacer nuevas amistades, cosa que no logró del todo pero aún así pasó desapercibida.
La música en verdad fue buena y las bebidas a pedir de boca, ese día muchos olían a cigarrillos y estupefacientes fuera de onda aunque no dejaba de bailar en su propio sitio. Agradece haber llevado una sudadera para evitar que su madre reconozca algún olor indebido.
Recuerda que chocó accidentalmente con alguien y al disculparse pudo reconocerlo de inmediato a pesar de la parpadeante luz blanca que en ese entonces dificultaba su visión.
—¿Te encuentras bien?— le preguntó.
—¿Ash? ¿Eres tú?
No podía olvidar eso.
Apoyada en el marco de atención, sonreía esperando a que todo se concrete tal como ella esperaba.
—¡Hey!
Esa voz hizo que su rostro regale una de las más lindas sonrisas que haya podido dedicar a alguien.
—¡Hola, Ash!
—¿Este es tu restaurant?— pregunta emocionado y con una expresión hambrienta.
—Si claro, sobre todo de mi madre. Por favor, los invito a sentarse que logré reservarles un sitio especial y llegan justo para las hamb…
—¿Podrías darme una hamburguesa con doble queso y pepinillos para llevar, por favor?
De pronto todas las miradas de los amigos de Ash y la de ella se posó en el molesto joven. El joven peliverde se nota incómodo desde hace varios minutos, más aún al estar entre tantas personas en un mismo lugar.
—Si…claro— respondió la ojiazul un poco nerviosa.
—¿No piensas quedarte con nosotros?— pregunta la chica de coleta naranja que estuvo en la fila junto a él.
—No.
—Descuida, Serena.— aclaró el moreno muy animado—. Ahora que estamos casi todos, déjame presentarte a unos amigos. Él es Tracey— señala a un alegre chico, quien le regresa el saludo—, ella es Misty— ests le regala una gran sonrisa—, él es Gary…
—No necesito presentación, estoy seguro de que me conoce— dice arrogante el castaño.
—Pues la verdad… no— afirma Serena.
La risa de los amigos y el desconocimiento de la muchacha dejó bastante desconcertado a un joven Gary Oak.
—Él es Paul— tenía el cabello morado y su mirada era mucho más escalofriante que la del peliverde.
—Yo no soy tu amigo, idiota— expresó fríamente.
—Y este cabeza de lechuga se llama Drew.
El chico solo acomodó unos mechones en su cabello y se acercó a zona de pedidos para llevar. Bonnie de inmediato le entrega su orden en una bolsita bastante linda.
—Gracias— dijo—. Si me disculpan, paso a retirarme. Hasta luego.
—¿En verdad nos vas a dejar?— grita Misty sin dejar de ver como el muchacho los deja en medio de tanta gente a su alrededor.
—Déjalo, debe tener otros asuntos— dijo Paul.
Serena solo atinó a ver como el ambiente entre ellos se tornó algo frío y serio. Ese muchacho le genera incomodidad.
—Mas bien, ¿tienes asientos largos?— comenta Ash viendo todo el lugar con atención—. Vendrán unas amigas a comer y queremos sentarnos juntos.
—¡Claro que sí! Hoy estamos preparadas para todo.
Los guió hasta el lugar que les reservó y tomó nota al pedido de Gary siendo unos aros de cebollas y nachos con queso derretido. También entregó las hamburguesas pendientes junto a los postres que iban quedando.
—¡Qué lo disfruten!
—¡Gracias!— dijeron los chicos con alegría, excepto Paul que solo agradeció.
Y mientras regresaba de atender a Ash y sus amigos notó que tres sombras conocidas se acercaban a la puerta.
Como no, si eran las chicas que iban a su escuela.
—¡No!— exclama asustada— Si me ven así seré la burla.
Con rapidez ingresó al puesto de cocina a decorar y ordenar lo que faltaba. En tanto, su ayudante llega contenta hasta que sintió la mano de Serena sosteniendo su brazo fuertemente.
—Por favor, encárgate de atender en las mesas. Yo estaré horneando y preparando más postres ¿si?— le arregla el cabello y el mandil de la pequeña— Dejo al público en tu manos.
—Esta bien.
La pequeña corrió bastante emocionada aunque sorprendida por el repentino cambio de actitud de Serena. Algo no cuadraba.
Mientras lleva un nuevo pedido haca una mesa, unas chicas con uniforme escolar ingresaron y trataban de avanzar buscando algún sitio o a alguien en especial. Fue hacia ellas y, con una expresión de júbilo, muy clásico en su actitud de por sí.
—Buenas tardes, ¡bienvenidas!— le devolvieron la sonrisa con amabilidad, sobre todo la chica de cabello castaño y ojos zafiro hermosos, quien además tiene un leve parecido a Serena— Pueden pasar, tenemos algunos asientos disponibles o ¿desean llevar algunas de nuestras hamburguesas? Solo nos está quedando con queso y tocino. Si gustan también podemos prepararl…
—En realidad estamos buscando a un amigo— respondió la castaña—, él vino antes que nosotras y dijo estar esperándonos.
—Es un chico de cabello negro— la rubia brinda las descripciones con gestos exagerados sosteniendo su codo con una de sus manos y la otra señalando a la persona de la que hace mención— unas marcas tipo pecas en la mejilla bastante obvias, moreno, siempre sonríe…
—Creo que él también las espera. ¡Síganme!
Las guia a donde cree que era la persona que las espera cuando de pronto la de cabello azul alza el brazo y el amigo de Serena le corresponde el gesto.
—Gracias pero ya encontramos a la persona— le agradece la chica de ojos zafiro intensos—. Eres muy amable, en verdad.
—Si, nos vemos en un ratito— asegura la de cabellos azules.
—¿Nos traes las hamburguesas o lo que tengas de comer? Por favor, muero de hambre.
La rubia mayor le suplica algo de comida mientras sus demás amigas la arrastraban hacia donde era el encuentro con los chicos.
Se dirigió a la cocina a llevar los demás pedidos faltantes, viendo como Serena observa todo desde la ventanilla de una de las puertas de cocina.
—¿Todo bien?
Un sobresalto descoloca a la castaña, sintiendo como su corazón se le salía del pecho.
—Por supuesto. Más bien, llévales la comida a esas chicas y vienes conmigo para servir los dulces que quedan.
—Listo.
Bonnie va hacia la señora Grace, mientras Serena vigila la situación desde la pequeña ventana, sin atreverse a salir a ver qué es lo que sucedía. Su curiosidad es tanta que piensa en preguntarle luego porque le intimidaba tanto ver a esas muchachas. Una actitud rara en ella.
☆☆☆
Tras dar con el lugar, caminaron con elegancia y muchos de los que se hallaban cerca no dudaron en desviar sus miradas y contemplarlas al pasar. Era un hecho inesperado ver a las chicas más importantes de la ciudad paseando por un lugar muy común, concurrido por gente normal como lo era el centro universitario. Desfilaban cual pasarela de moda fuese la calle que las acogía.
Sin embargo, hubo algo que hizo que se detuviese su andar y voltee hacia el otro lado de la calle, una especie de magnetismo que, de manera inesperada e imperativa, le demandaba que siguiera aquel rastro. Era una esquina con salida hacia una parada de buses. No había nadie ahí
Sus amigas la empezaron a ver raro tras ese episodio, por lo que prefirió ignorar ese hecho e ingresar al nuevo establecimiento.
Por dentro el lugar es increíble. La gente salía de ahí con una sonrisa, otros reían y quedaban unos pocos en la fila queriendo ingresar al lugar. Incluso Megan ya no aguantaba las ganas de comer y arrastraba a Dawn junto a ella. Una niña rubia se acercó a ellas y las atendió muy amables, ayudándolas a dar el encuentro con Ash.
—¡May! ¡Chicas!
Ellas sonrieron mientras Megan se sienta al lado de Gary y todos miraban a Dawn.
—Hola a todos, lo mejor de la tarde siempre se hace esperar.
—Y pensar que teníamos planes de fuga hasta hace un rato— comenta Tracey
—Rayos, Ash. Creí que traías chicas nuevas.
—Pues aquí te veo como siempre, Gary— Megan robó de las papas fritas picando con sus largas y finas uñas francesas—. No hay novedades.
—Muy graciosa.
Dawn ve de reojo Paul por lo bajo y él ni se inmuta. Era como si algo ocultara, un secreto profundo y revelador que nadie debía saber. Bueno, ahora prefieren no decir nada. Alista su cabello azul en una coleta y él solo movió su cabeza a modo de despejarse un poco. Berlitz sabe como jugar sus cartas.
—Había traído un amiguito para May, pero se nos fue temprano.
—¿De qué amigo hablas?— interroga la castaña.
—Un amigo de la universidad. Creo que cae perfectamente contigo.
—Si claro— comenta Paul en un tono muy sarcástico—, es de esos que están dispuestos a mandarte a terapia con medicación.
—May, no le hagas caso— acota Misty—. Paul está muy imbécil hoy.
La pequeña mesera les trajo postres y las hamburguesas para las tres chicas, siendo ayudada por otro muchacho muy parecido a ella.
Agradecieron el trato y siguieron en su plática.
☆☆☆
Avenida Stone, 08:30 pm
Por un momento creyó que ese cabello castaño pertenecía a aquella muchacha que lo seguía manteniendo hechizado desde la noche de la fiesta. Al verla a lo lejos se parecían tanto que no dudó en acercarse para darse con la decepción de que no era la fémina de la cual estaba perdidamente obsesionado.
Porque a pesar de haber dialogado consigo mismo días atrás no quiere aceptar que tiene una pequeña obsesión con la castaña. O sea, sí la tiene, pero es algo muy pequeña a su parecer.
Su olor a canela y frutos rojos era lo más dulce de toda esa belleza casi intocable. Sus cabellos ondeados y risa coqueta no hacía más que hacerlo suspirar y seguir soñando con ella.
—¡Gracias por la hamburguesa, Drewie!
Agatha pasó por su habitación para saludarlo y enseñarle el alimento recién calentado en una olla. Sus tareas la tienen ocupada.
Él solo sonrió mientras revisaba su celular. Tenía la idea que posiblemente pueda encontrar en la app de citas a la chica de sus pensamientos. Si es que tenía una cuenta creada.
—Hola, lindo.
Un peculiar mensaje de WhatsApp hizo que pueda despejarse un poco de su loca idea. ¿Por qué no aprovechar la noche?
—Hola, Bri.
☆☆☆
Bien, creo que esto marca definitivamente mi regreso a esta historia. Pido disculpas s se ve mal subido pero no me resistí a hacerlo ya. Estoy demasiado emocionada porque nuevamente le tomé amor a esto y mi amor por el contest ha resurgido super fuerte. Como dije antes, estos últimos años fueron terribles para mí y pasé por muchas situaciones lo cual al releer esto me hizo rebuscar mis apuntes relacionado a esta trama y hoja de personajes que he creado para replantearme si el mensaje que quería transmitir era correcto o estaba siendo bien ejecutado lo que me hace ahora editsr algunos episodios y que ya cuando tenga la pc lo puedan notar (o no lol). Pero en fin, intento ser feliz ahora mismo.
No quiero hacer más larga esta nota de autor pero nuevamente agradezco a los comentarios que me dejaron anteriormente pues fue mi mayor motivo a tocar este fic nuevamente y también agradecer a Birdie por sus palabras, soy feliz de saber que sigues atenta a esto. Espero no decepcionarte.
PD: probablemente me cambie de nombre de usuario aquí de forma definitiva y así que no se asombren (?
Una ciudad en la que pueda moverme con mucha energía.
Bien les digo que de eso hablo,
¡de eso hablo!
Hablo de actividad y movimiento.
Tengo que moverme
¿No me llevarías allá?
¡A la ciudad divertida!”
-Funky Town; Lipps Inc.
☆☆☆
Nadie llega a clases y sus compañeros seguían con el ruido a por doquier, bulliciosos. Si estuviese en perfectas condiciones no se molestaría en acercarse a todos ellos y presumir sobre sus viajes durante las cortas vacaciones. Sin embargo, las secuelas de la presión baja que padeció anoche no la dejan pensar con claridad; se encuentra recostada y cubriendo con un brazo parte de su rostro sobre la carpeta lo que le permite leer un libro de lenguaje con el fin de recordar lo aprendido en clase. No se considera una chica erudita, tan solo quiere mejorar lo visto en la materia y no quedar mal ante sus maestros y padres, además de encontrar una buena distracción para no sobre pensar. En unos meses dejará la secundaria y emprenderá el camino universitario.
—¿En que piensas?— las perfectas manicuras de Megan fue lo que sus ojos notaron apenas oyó la voz de su amiga.
—Nada— responde.
—Oh, vamos, May, ¿te estás asfixiando por lo que dije anoche?
Se hizo a un lado para cederle sitio a su amiga, quien había llegado dos minutos tarde.
—No.
—¿Entonces?— acomoda su cuadernos, lleva un bolígrafo en medio de sus labios y la observó prestando atención a sus gestos.
—Me pregunto por la chica de ayer, la de la cafetería— recordó—. Se me hace raro no verla.
—Querida— dijo Megan en un tono bastante dulce y malicioso—, hay muchísimas personas en esta escuela, demasiadas diría yo, como para tomar a una nueva en nuestro salón. Quizás está en otra sección o es parte del programa de becados.
—¿Tú crees?
—¡Claro! Si llegó recién a la escuela…— coloca un dedo en su mentón para enfatizar su punto y se toma unos segundos de pausa— Supongamos que apenas lo está conociendo y se está adaptando para encontrar su grupo ideal. También debes tener en cuenta que el director no la ha presentado como a cualquiera de nosotros. Eso significa una sola cosa, forma parte del grupo de becados.
May pudo darle otro sentido gracias al recuerdo de la nueva y su actitud antes las situaciones que ya ha presenciado. Tiene mucha curiosidad por saber más y conocerla a fondo, por alguna razón llama su atención y no se explica el porqué.
Pero tambien hay otro tema dando vueltas por su mente y se trata del extraño sueño que tuvo. En esas pocas imágenes que transitaron por su mente alguien reía con ella, fumaban del mismo cigarrillo, veía que las manos de aquel extraño acariciaban su cintura y ella solo movía sus hombros y cintura, se acercaban y bebían en una barra. Las luces tintineantes de la fiesta, el cielo nocturno tan oscuro y la magia de ella difuminan la silueta del chico con quien disfrutó la noche. ¿Quién diablos era?
La maestra hizo presencia bastante apresurada, viendo al reloj como si se tratara de un GPS y carga en un brazo su maleta llena de documentos y hojas impresas. Detrás de ella corre una agotada y despeinada Dawn llegaba.
—Buenos… días… señorita— logra vocalizar tratando de tomar aire tras lo que parece haber corrido una maratón—. Lamento… la demora.
—Llegas justo a tiempo— habla sacudiendo su particular camisa azul y las gemelas de sus muñequeras—. Pasa y ve a tu lugar, por favor.
—Gracias.
Con suspicacia logró posicionarse detrás de May y Megan, peinando su cabello con rapidez.
—Llegas tarde, Dee…— susurra alguien tras ella.
—¡No me llames Dee dee!— exclama molesta.
—Berlitz, Thompson, ¿sucede algo atrás?— dice la maestra con marcador en mano.
—¡En absoluto!— responden al unísono.
El método de Roxane era ilustrar el tema del día en la pizarra hasta que ningún espacio acrílico quede en blanco y con eso tomarse el tiempo de explicar detenidamente. Aprovechando eso, May da una media vuelta tratando de poner un poco de atención en su amiga. Megan sigue su ejemplo.
—¿Qué pasó? Has llegado tarde y quien tiene la corona de Miss tardanza soy yo— susurra May observando a su alrededor.
—¿Todo bien en casa?— cuestiona Megan en un tono bajo.
—El carro de mamá se averió a mitad de camino por lo que tuve que avanzar tomando un bus pero no me dejó cerca y debía correr— detalla mientras sigue tratando de peinar su cabellera—. Lo peor es que mi crema para peinar se agotó. ¿Por qué creen que tengo el cabello así?
—Tranquila— susurró la rubia mientras busca en uno de sus bolsos pequeños—, ponte este aceite y péinate con los dedos de…
—Medios a puntas— May acompaña a Megan para terminar la oración.
—Eres un neceser andante, ¡gracias!
—¡Silencio!
☆☆☆
Tras sonar la campana las muchachas corrieron en dirección a los baños, no para retocarse en su totalidad. May llevó su celular a la escuela por no querer dejarlo en casa debido a una terrible corazonada e impulso interno; este estuvo vibrando en clase durante un buen rato por lo que Megan y Dawn intentaron evitar que el sonido se escuche en el aula imitando ruidos extraños y por poco son suspendidas.
Ingresaron a uno de los cubículos y de inmediato silenciaron el moderno equipo.
—¿No pudiste apagarlo?— pregunta Dawn viendo por sobre la puerta.
—No.
—Ya, mejor revisa tu bandeja— pide Megan
—¿Quién diablos te estaba escribiendo?— comenta Dawn está vez subiendo por sobre el retrete a cerciorarse esta vez de que nadie las oiga.
—Al parecer…— coloca la clave de su equipo y busca las notificaciones— Ash.
—¿Ash?— dicen al mismo tiempo.
—Si, y dejó varios mensajes.
Ingresó a su red social hasta encontrar la bandeja de mensajes.
“Hey May!”
“Estas??”
“Heeeeeeeeeeeeey”
“En la tarde abrirán un nuevo restaurante cerca a mi universidad, vienes? Invita a Dawn y Megan. Dile a deedee que estará Paul 7u7 me avisas para reservarte unas malteadas”
La castaña les comentó a las chicas los planes que el chico les tenía al salir de clases, hecho que las demás accedieron.
—Yo solo me pregunto, ¿qué tiene que ver Paul aquí?— dice Megan mirando con atención a Dawn, ella esquiva su mirada rápidamente.
—Entonces ni bien salgamos de la escuela vamos a darles alcance.
—Pero, ¿cómo nos guiamos, May?— cuestiona Dawn.
—Ash dice que el lugar está cerca a su universidad, supongo que veremos a mucha gente por allí.
—Buena idea— afirma la rubia mientras abre la puerta del cubículo sintiendo que chocó con algo.
Un quejido llamó la atención de las adolescentes desde donde se encontraba.
Era la chica del día anterior, frotando su hombro y con una expresión de dolor.
—¿Te encuentras bien?
May caminó despacio pero la chica, con una mano tocando su codo, se dirigió hasta la puerta para no darles explicaciones. Esto vuelve a sorprenderla.
—Juro que la odio. Es tan…
—No digas eso, Meg— contesta May con voz calmada mientras peina su cabello—. No sabemos qué es lo que sucede con ella en casa o aquí, no es bueno juzgarla. Tal vez no la están tratando bien en clases.
—Tienes razón— secunda Dawn.
—Igual, que tipa tan insoportable. Por poco una pick me.
—No exageres— comentan la castaña y peliazul juntas.
Caminaron en dirección a la cafetería con las mejores intenciones para tener un tranquilo y relajado refrigerio, no obstante se percataron de que una persona las intercede en su camino, sobre todo a May, quien era su principal punto.
—¡Brendan!
La rubia y Dawn se hicieron a un lado en un intento de alejarse del peliblanco y cuidar que la comida no se acabe.
—Bueno nena, parece que el muchachito viene por aquí así que te dejamos.
Dan un paso al costado y toman un ritmo acelerado para llegar a la fila y tomar sus bandejas.
—Oigan, no sean así, no me dejen… Malas amigas— susurra.
—Hola May.
—Hola— respondió la castaña al mismo tiempo que sujetaba su cabello en una coleta—, ¿qué tal?
—Súper— camina al lado de May para abarcar más espacio entre ambos—. Anoche regresé de una expedición con papá en Mumbai, por eso no vine a clases— se recuesta al ver que su esfuerzo por apoyar su cuerpo sobre la chica no rindió frutos—, estuvo genial. El paisaje, el ambiente, el trabajo de encontrar piezas… Fue excitante.
—Mi papá me lo comentó hoy por la mañana. Te felicito.
—Traje muchas cosas de allá, incluso tengo un regalo para ti.
—¿En serio ? Es muy amable de tu parte— sonríe al ver de reojo que sus amigas le hacen señas de que corte la conversación, ríe junto a ellas—. Brendan, iré a comer con las chicas. ¿Te parece si hablamos luego?
—Podemos ir juntos a casa, de paso voy a visitar a los tíos…
—Saldré con Megan, voy acompañarla a un lugar…ya entiendes— susurra por lo bajo con misteriosa voz— cosas de chicas.
—Oh, entiendo.
—Te escribo en la noche, ¿si?
Trotó hasta alcanzar a las chicas, quienes ya se hallaban cerca a la fuente de alimentos e insistían en que deje de seguirle con el jueguito de la amiga de infancia. Porque ya son bastante grandes para aceptar muchas cosas, entre ellas el tipo de sentimientos que se van desarrollando de acuerdo a las etapas de la vida.
—No creo que las intenciones que tenga conmigo sean las que ustedes maquinan en la cabeza.
—Ay, por favor— ironiza Megan—. Lo conocemos desde pañales y lo único que puedo decir es que Brendan siempre ha tenido sentimientos por ti, no seas ciega.
—Es que es imposible que sientas cosas más allá de la amistad, porque eso es lo único que puedo darle.
—Que fuerte— lamenta Dawn tomando un postre dulce.
—¿Podemos dejar a Brendan a un lado y concentrarnos en lo que sucedió en esa fiesta? No, en tu fiesta.
Lograron ubicar su mesa e hicieron espacio para organizar sus comidas. May estaba feliz de comer dos sandwich de pollo, jugo de manzana, deditos de pollo, ensalada dulce con cheesecake de fresa fresco.
—May, ya no te hagas un universo en la mente. Solo tenlo como una hermosa anécdota de mujer ebria.
—No soy del todo una mujer, mucho menos ebria. Quizás tú sí, mi querida Meg.
—¿Vas a comerte todo eso?
—Obvio— responde orgullosa llevando un bocado enorme del sandwich.
Megan desvió la mirada en busca de su objetivo. Y ahí estaba, sentado en su propio espacio mientras conversaba con otros chicos del equipo de futbol. Irradia tanta galantería y frescura que no despegó sus ojos de aquel muchacho.
—Para que lo tengas muy claro, yo nunca he bebido al borde de la embriaguez y tampoco he besado a cualquiera en una fiesta. Cuando se me dé la oportunidad lo hare solo con Arnie.
—Pero ni siquie…
—SHHH, dee dee, ya lo hará. Solo espera— sentencia Megan.
—No me llames así.
A May solo le queda claro que cualquiera sabía más de lo que ella recuerda. Incluso Dawn que ni siquiera estuvo allí. No entiende porqué tanto misterio en revelarle el nombre del chico que le gustó aquel entonces o como diablos no podía acordarse ni siquiera de su voz, todo eso le parece ridículo y de muy mala onda. Iba a enterarse pronto de ello, de eso se encargará.
Terminó su postre y al reaccionar del pequeño trance nota que sus amigas ocupan su tiempo en revisar sus celulares. Megan ensimismada en su propio mundo y Dawn de la misma manera. Max apenas las saludó y revisó unos apuntes mientras degustaba de una especie de puré. Luego de comer le pasaron la voz a mostrarle la foto de una chica de grado menor asistiendo a una fiesta con un vestido para el gusto de ellas.
—¿Cómo se le ocurrió ir con un vestido de día a ese evento nocturno?— reclama Megan muy molesta
—De mal gusto— secunda Dawn.
El timbre resuena en todo el plantel. Regresaron calmadas y dispuestas a estar sentadas unas cuatro horas más hasta el final.
☆☆☆
Restaurante, 6:05 pm.
—¡Mamá! ¿por qué hiciste eso?
Se sentía avergonzada por el nombre del lugar de donde ahora será su nuevo centro de trabajo. Su madre había mantenido completamente cubierto el panel de donde había colocado el nombre del restaurante porque, según ella, era una sorpresa. Y vaya que no le ha gustado en lo absoluto.
—No es para tanto— responde la alegre mujer al mismo tiempo que acomoda la carta del menú del día—. Algún día esto será tuyo y tendrás la marca registrada.
—Pero no era necesario poner mi nombre.
—¡Serena! Ya es suficiente— sin mucho peso ni flojera la mujer empujó a su hija hacia la cocina y con una mano le indicó que debía ponerse los patines— Ve a alistar los postres en la vitrina que hay una enorme fila esperando afuera.
Cuando la mujer se retiró a caja en dirección a caja, colocó sus pies dentro de esos patines color rosa, de cuatro ruedas como le gustan, y buscó con la mirada su mandil especial. Para complementar su look, se peinó sujetando su cabello en una coleta. El toque especial en su outfit es un listón rosado, una pieza infalible en su imagen personal como ayudante en el nuevo restaurante de mamá.
“Serena’s food” al parecer logró cautivar al público no solo por la comida gratuita a las primeras cincuenta personas en su inauguración, sino por la ambientación del lugar y ubicación céntrica. Los muebles son de un color albiceleste, paredes rosas, algunas letreros en neón referente a la comida y que represente al público objetivo. Dentro del establecimiento habían sillas temáticas, como la mitad de un auto de los años 50 para darle el toque retro, las barras y sus sillas altas son lo que más esperan cumplir expectativas.
Es consciente de cuanto tiempo le tomó a su madre cumplir ese sueño del negocio propio, sobre todo el del restaurante temático, siendo ese local por fin la idea soñada.
—¡Serena!
Una linda voz la puso más contenta que nunca. Patinó hasta llegar a una tierna niña cuyos patines también estaban listos.
—Bonnie, me alegra verte.
—A mi igual, estoy feliz de ayudarte… ¡Es hermoso!
—Lo sé, me encanta.
Se sujetaron el mandil respectivo y chocaron las palmas para dar aviso a su madre de que ya puede abrir las puertas.
En pocos segundos el lugar comenzó a conglomerarse y a llenar los asientos, varios sacan sus celulares para tomarse fotos por ser un lugar muy instagrameable; la decoración mantiene cautivos e hipnóticos a muchos de los asistentes, la música y el delicioso olor que desprendía de la cocina no hacía más que emocionar al público.
—¡Bienvenidos a “Serena’s food!— salió de la cocina cargando en ambas manos fuentes llenas de postrecillos, gritaba para captar la atención de todos— ¿Ya saben que los primeros cincuenta comensales tendrán hamburguesa gratis? Ingresen y disfruten del nuevo mejor sabor de toda la ciudad.
Junto a Bonnie pasaban por los asientos respectivos a repartir Cupcakes y Cheesecake a gusto. Amaba patinar ahí, siente que va acorde a la temática y facilitando también el trasladarse a repartir con mayor facilidad.
Tras la enorme fila divisó en ella a un joven peliverde, quien veía confundido a una muchacha, y cerca a él a su gran amigo y amor de infancia.
—¡Ash!— gritó para llamar su atención sin conseguirla.
—Yo le aviso— dice Bonnie—. Eso si, no te olvides de los Milkshakes.
—Gracias.
Su madre servía con mucha rapidez y eficacia al mismo tiempo que sonreía luego de ver como su esfuerzo rendía frutos. Muy en su interior envidia esa cualidad de ella, mas su verdadera especialidad es la repostería. La mujer decora y alista los platos en donde servir las papas fritas.
Fue a repartir más postres dejando una tajada de torta de chocolate para Ash.
Mientras pasaba a dejar en las mesas faltantes se dio cuenta que no habían cremas para acompañar. Patinó rápido hasta llegar de nuevo a la cocina y servir.
Vio a una chica de cabellos naranja empujar a Ash de manera algo violenta y este solo reía en modo de respuesta, otro de los chicos del grupo se mantiene sin expresión alguna y el peliverde observa a todas partes con una enorme decepción en su rostro. Le pareció ver a esos dos en la fiesta en la que asistió días atrás.
Pero claro, por eso es que se le hizo conocido esos rostros. Por supuesto.
Recuerda las luces, la cantidad de gente dentro del lugar y lo fácil que fue ingresar allí cuando ya se había pasado la voz de la super fiesta. En realidad solo fue para conocer a algunas personas y ver si logra hacer nuevas amistades, cosa que no logró del todo pero aún así pasó desapercibida.
La música en verdad fue buena y las bebidas a pedir de boca, ese día muchos olían a cigarrillos y estupefacientes fuera de onda aunque no dejaba de bailar en su propio sitio. Agradece haber llevado una sudadera para evitar que su madre reconozca algún olor indebido.
Recuerda que chocó accidentalmente con alguien y al disculparse pudo reconocerlo de inmediato a pesar de la parpadeante luz blanca que en ese entonces dificultaba su visión.
—¿Te encuentras bien?— le preguntó.
—¿Ash? ¿Eres tú?
No podía olvidar eso.
Apoyada en el marco de atención, sonreía esperando a que todo se concrete tal como ella esperaba.
—¡Hey!
Esa voz hizo que su rostro regale una de las más lindas sonrisas que haya podido dedicar a alguien.
—¡Hola, Ash!
—¿Este es tu restaurant?— pregunta emocionado y con una expresión hambrienta.
—Si claro, sobre todo de mi madre. Por favor, los invito a sentarse que logré reservarles un sitio especial y llegan justo para las hamb…
—¿Podrías darme una hamburguesa con doble queso y pepinillos para llevar, por favor?
De pronto todas las miradas de los amigos de Ash y la de ella se posó en el molesto joven. El joven peliverde se nota incómodo desde hace varios minutos, más aún al estar entre tantas personas en un mismo lugar.
—Si…claro— respondió la ojiazul un poco nerviosa.
—¿No piensas quedarte con nosotros?— pregunta la chica de coleta naranja que estuvo en la fila junto a él.
—No.
—Descuida, Serena.— aclaró el moreno muy animado—. Ahora que estamos casi todos, déjame presentarte a unos amigos. Él es Tracey— señala a un alegre chico, quien le regresa el saludo—, ella es Misty— ests le regala una gran sonrisa—, él es Gary…
—No necesito presentación, estoy seguro de que me conoce— dice arrogante el castaño.
—Pues la verdad… no— afirma Serena.
La risa de los amigos y el desconocimiento de la muchacha dejó bastante desconcertado a un joven Gary Oak.
—Él es Paul— tenía el cabello morado y su mirada era mucho más escalofriante que la del peliverde.
—Yo no soy tu amigo, idiota— expresó fríamente.
—Y este cabeza de lechuga se llama Drew.
El chico solo acomodó unos mechones en su cabello y se acercó a zona de pedidos para llevar. Bonnie de inmediato le entrega su orden en una bolsita bastante linda.
—Gracias— dijo—. Si me disculpan, paso a retirarme. Hasta luego.
—¿En verdad nos vas a dejar?— grita Misty sin dejar de ver como el muchacho los deja en medio de tanta gente a su alrededor.
—Déjalo, debe tener otros asuntos— dijo Paul.
Serena solo atinó a ver como el ambiente entre ellos se tornó algo frío y serio. Ese muchacho le genera incomodidad.
—Mas bien, ¿tienes asientos largos?— comenta Ash viendo todo el lugar con atención—. Vendrán unas amigas a comer y queremos sentarnos juntos.
—¡Claro que sí! Hoy estamos preparadas para todo.
Los guió hasta el lugar que les reservó y tomó nota al pedido de Gary siendo unos aros de cebollas y nachos con queso derretido. También entregó las hamburguesas pendientes junto a los postres que iban quedando.
—¡Qué lo disfruten!
—¡Gracias!— dijeron los chicos con alegría, excepto Paul que solo agradeció.
Y mientras regresaba de atender a Ash y sus amigos notó que tres sombras conocidas se acercaban a la puerta.
Como no, si eran las chicas que iban a su escuela.
—¡No!— exclama asustada— Si me ven así seré la burla.
Con rapidez ingresó al puesto de cocina a decorar y ordenar lo que faltaba. En tanto, su ayudante llega contenta hasta que sintió la mano de Serena sosteniendo su brazo fuertemente.
—Por favor, encárgate de atender en las mesas. Yo estaré horneando y preparando más postres ¿si?— le arregla el cabello y el mandil de la pequeña— Dejo al público en tu manos.
—Esta bien.
La pequeña corrió bastante emocionada aunque sorprendida por el repentino cambio de actitud de Serena. Algo no cuadraba.
Mientras lleva un nuevo pedido haca una mesa, unas chicas con uniforme escolar ingresaron y trataban de avanzar buscando algún sitio o a alguien en especial. Fue hacia ellas y, con una expresión de júbilo, muy clásico en su actitud de por sí.
—Buenas tardes, ¡bienvenidas!— le devolvieron la sonrisa con amabilidad, sobre todo la chica de cabello castaño y ojos zafiro hermosos, quien además tiene un leve parecido a Serena— Pueden pasar, tenemos algunos asientos disponibles o ¿desean llevar algunas de nuestras hamburguesas? Solo nos está quedando con queso y tocino. Si gustan también podemos prepararl…
—En realidad estamos buscando a un amigo— respondió la castaña—, él vino antes que nosotras y dijo estar esperándonos.
—Es un chico de cabello negro— la rubia brinda las descripciones con gestos exagerados sosteniendo su codo con una de sus manos y la otra señalando a la persona de la que hace mención— unas marcas tipo pecas en la mejilla bastante obvias, moreno, siempre sonríe…
—Creo que él también las espera. ¡Síganme!
Las guia a donde cree que era la persona que las espera cuando de pronto la de cabello azul alza el brazo y el amigo de Serena le corresponde el gesto.
—Gracias pero ya encontramos a la persona— le agradece la chica de ojos zafiro intensos—. Eres muy amable, en verdad.
—Si, nos vemos en un ratito— asegura la de cabellos azules.
—¿Nos traes las hamburguesas o lo que tengas de comer? Por favor, muero de hambre.
La rubia mayor le suplica algo de comida mientras sus demás amigas la arrastraban hacia donde era el encuentro con los chicos.
Se dirigió a la cocina a llevar los demás pedidos faltantes, viendo como Serena observa todo desde la ventanilla de una de las puertas de cocina.
—¿Todo bien?
Un sobresalto descoloca a la castaña, sintiendo como su corazón se le salía del pecho.
—Por supuesto. Más bien, llévales la comida a esas chicas y vienes conmigo para servir los dulces que quedan.
—Listo.
Bonnie va hacia la señora Grace, mientras Serena vigila la situación desde la pequeña ventana, sin atreverse a salir a ver qué es lo que sucedía. Su curiosidad es tanta que piensa en preguntarle luego porque le intimidaba tanto ver a esas muchachas. Una actitud rara en ella.
☆☆☆
Tras dar con el lugar, caminaron con elegancia y muchos de los que se hallaban cerca no dudaron en desviar sus miradas y contemplarlas al pasar. Era un hecho inesperado ver a las chicas más importantes de la ciudad paseando por un lugar muy común, concurrido por gente normal como lo era el centro universitario. Desfilaban cual pasarela de moda fuese la calle que las acogía.
Sin embargo, hubo algo que hizo que se detuviese su andar y voltee hacia el otro lado de la calle, una especie de magnetismo que, de manera inesperada e imperativa, le demandaba que siguiera aquel rastro. Era una esquina con salida hacia una parada de buses. No había nadie ahí
Sus amigas la empezaron a ver raro tras ese episodio, por lo que prefirió ignorar ese hecho e ingresar al nuevo establecimiento.
Por dentro el lugar es increíble. La gente salía de ahí con una sonrisa, otros reían y quedaban unos pocos en la fila queriendo ingresar al lugar. Incluso Megan ya no aguantaba las ganas de comer y arrastraba a Dawn junto a ella. Una niña rubia se acercó a ellas y las atendió muy amables, ayudándolas a dar el encuentro con Ash.
—¡May! ¡Chicas!
Ellas sonrieron mientras Megan se sienta al lado de Gary y todos miraban a Dawn.
—Hola a todos, lo mejor de la tarde siempre se hace esperar.
—Y pensar que teníamos planes de fuga hasta hace un rato— comenta Tracey
—Rayos, Ash. Creí que traías chicas nuevas.
—Pues aquí te veo como siempre, Gary— Megan robó de las papas fritas picando con sus largas y finas uñas francesas—. No hay novedades.
—Muy graciosa.
Dawn ve de reojo Paul por lo bajo y él ni se inmuta. Era como si algo ocultara, un secreto profundo y revelador que nadie debía saber. Bueno, ahora prefieren no decir nada. Alista su cabello azul en una coleta y él solo movió su cabeza a modo de despejarse un poco. Berlitz sabe como jugar sus cartas.
—Había traído un amiguito para May, pero se nos fue temprano.
—¿De qué amigo hablas?— interroga la castaña.
—Un amigo de la universidad. Creo que cae perfectamente contigo.
—Si claro— comenta Paul en un tono muy sarcástico—, es de esos que están dispuestos a mandarte a terapia con medicación.
—May, no le hagas caso— acota Misty—. Paul está muy imbécil hoy.
La pequeña mesera les trajo postres y las hamburguesas para las tres chicas, siendo ayudada por otro muchacho muy parecido a ella.
Agradecieron el trato y siguieron en su plática.
☆☆☆
Avenida Stone, 08:30 pm
Por un momento creyó que ese cabello castaño pertenecía a aquella muchacha que lo seguía manteniendo hechizado desde la noche de la fiesta. Al verla a lo lejos se parecían tanto que no dudó en acercarse para darse con la decepción de que no era la fémina de la cual estaba perdidamente obsesionado.
Porque a pesar de haber dialogado consigo mismo días atrás no quiere aceptar que tiene una pequeña obsesión con la castaña. O sea, sí la tiene, pero es algo muy pequeña a su parecer.
Su olor a canela y frutos rojos era lo más dulce de toda esa belleza casi intocable. Sus cabellos ondeados y risa coqueta no hacía más que hacerlo suspirar y seguir soñando con ella.
—¡Gracias por la hamburguesa, Drewie!
Agatha pasó por su habitación para saludarlo y enseñarle el alimento recién calentado en una olla. Sus tareas la tienen ocupada.
Él solo sonrió mientras revisaba su celular. Tenía la idea que posiblemente pueda encontrar en la app de citas a la chica de sus pensamientos. Si es que tenía una cuenta creada.
—Hola, lindo.
Un peculiar mensaje de WhatsApp hizo que pueda despejarse un poco de su loca idea. ¿Por qué no aprovechar la noche?
—Hola, Bri.
☆☆☆
Bien, creo que esto marca definitivamente mi regreso a esta historia. Pido disculpas s se ve mal subido pero no me resistí a hacerlo ya. Estoy demasiado emocionada porque nuevamente le tomé amor a esto y mi amor por el contest ha resurgido super fuerte. Como dije antes, estos últimos años fueron terribles para mí y pasé por muchas situaciones lo cual al releer esto me hizo rebuscar mis apuntes relacionado a esta trama y hoja de personajes que he creado para replantearme si el mensaje que quería transmitir era correcto o estaba siendo bien ejecutado lo que me hace ahora editsr algunos episodios y que ya cuando tenga la pc lo puedan notar (o no lol). Pero en fin, intento ser feliz ahora mismo.
No quiero hacer más larga esta nota de autor pero nuevamente agradezco a los comentarios que me dejaron anteriormente pues fue mi mayor motivo a tocar este fic nuevamente y también agradecer a Birdie por sus palabras, soy feliz de saber que sigues atenta a esto. Espero no decepcionarte.
PD: probablemente me cambie de nombre de usuario aquí de forma definitiva y así que no se asombren (?
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Re: A Poison Called Love
Estoy curiosa por los cambios que se vienen y muy al pendiente de la historia, ya podré dejar de imaginar escenarios (Psicosis de lectores con historias incompletas) y disfrutar de las mejoras que se avecinan.
Un abrazo y muchas gracias por pasarte a leer mis historias también. <3
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Re: A Poison Called Love
A POISON CALLED LOVE
Capítulo 5: Someone who spend time with
“Mi amada, ¿dónde estás?
necesito a alguien para pasar un rato,
para dar y compartir todo mi amor”
—Someone who spend time with; Los retros.
necesito a alguien para pasar un rato,
para dar y compartir todo mi amor”
—Someone who spend time with; Los retros.
Advertencia: Uso de lenguaje soez y leve referencia de uso de arma.
☆☆☆
Hoy no logró dormir por completar parte de su trabajo. Tenía un cincuenta por ciento hecho y solo le quedaba armar cuidadosamente cada pieza. Anotó en una improvisada pizarra cerca de su refrigerador que al regresar de casa debe hacer la composición 2D y hacer un breve ensayo sobre el análisis de su pieza. Eran las cinco y media de la mañana, tiempo suficiente para tomar un poco de dinero e ir a su tienda de conveniencia de confianza. Caminar por la larga avenida en donde se encuentra su vivienda era algo tétrico y oscuro. Su entorno era gris, de colores opacos y pistas en completo descuido. Las paredes a su alrededor tenían pintas alusivas a la mala gestión del alcalde, dibujos descuidados, frases en graffiti como también muros llenos de afiches sucios relacionados a conciertos, eventos entre otros sucesos extraordinarios.
“Prepárate para el fin de los tiempos” leía uno.
“Arriba la juventud, abajo Charles” decía otro garabato en negro y al finalizar el nombre del alcalde tenía un dibujo demasiado sugerente.
Las personas a su alrededor caminan como muertos vivientes ya sea por haber salido de algún muladar o porque en el frío de la niebla se iban acoplando al clima diurno.
No reparó en ver el semáforo y cruzó la pista hacia la tienda abierta iluminada con tenues luces blancas. Al abrir sonó una campanilla indicando su llegada. Suspiró y buscó con la mirada lo que tenga de comestible para llevar. Pasó por el lado de cereales y tomó un paquete con cereal en forma de almohadillas, una botella de leche lista y en la sección congelados una pizza con jamón preparada.
—Son catorce dólares con sesenta y ocho centavos.
Drew sacó un pequeño fajo junto a unas monedas y lo tendió en la mesa.
—Recuerda que me debes setenta.
—Te lo doy este fin de semana— dice mientras toma una cajetilla de cigarrillos clásicos, sin adimento o sabor—. Anota esto, Fred.
—Son setenta y siete dólares, Drew.
—Hecho.
Tomó una bolsa y el hombre desgarvado, de rulos opacos, agobiado y con clara tendencia al insomnio llamado Fred lo pasa por el lector de código. Su camiseta beige delata una larga noche de pensamientos inconclusos e irrisorios.
—¿Piensas cobrarme una puta bolsa de cinco centavos?
—Hoy estás de buen humor, niño bonito— vacila en la monotonía de su voz.
Le ayudó a ingresar los alimentos y no llegó a cobrarle.
Al salir puede ver que el tono verdoso de las calles se transforma en un azul más nebuloso, las personas ya inician su recorrido a los paraderos con destino a sus empleos, una de las tantas maneras de escapar de esta parte de la ciudad. Las mujeres de la calle desaparecían y los ancianos vagabundos caminaban en busca de algún alimento en el comedor popular. Desobedeció al semáforo rotol y cruzó a la siguiente calle sin percatarse de la llegada de los autos; cualquier cosa solo culparía de sus desgracias al maldito semáforo sin arreglar y, por supuesto, al inepto alcalde de la ciudad.
La humedad se impregna en sus fosas nasales haciéndole difícil respirar por la nariz, no sabía si atribuirle al hecho de vivir cerca al mar o tal vez a las consecuencias de sus actos. Espera no estar desarrollando pólipos. Tiene el deseo de poner ambas manos en su bolsillo pero se mantiene en su perfil de soportar la baja temperatura y jugar con su aliento a crear un poco de humo en su propio espacio.
Al llegar a casa pone a hervir agua, calienta el pan del día anterior en una olla y espera a que su hermana se presente en la mesa.
Agatha también avanzó unas tareas pendientes y durmió un poco tarde. No le gusta que esté de amanecida estudiando sin completar su sueño correctamente, es una adolescente en desarrollo y requiere que sus tiempos se cumplan bien. Aun así no puede evitar sentirse orgulloso de lo excelente que le va en la escuela y con las notas altas para mantener su beca completa. Si bien es una escuela sumamente costosa y ubicada en una zona residencial donde los niños ricos pueden sentirse como en casa al permitirse costear vacantes dentro, es el mejor lugar en donde puede desenvolverse para tener ventajas al graduarse en cuanto a referencias académicas como para postular a la universidad estatal o aspirar estudios en el extranjero. No podía evitar sentirse orgulloso.
Pasó un aproximado de treinta minutos y ambos estaban en la mesa desayunando, el un poco de café y un pan mientras que Agatha se echó una rodaja de jamón, leche y cereal.
Salieron de casa temprano, tomaron el mismo bus y la embarcó hasta que llegue a la parada donde el bus de su escuela la recoja. Sucede que su zona es considerada peligrosa y el bus no está permitido de acceder al sitio por lo que deben acercarse a esperar a ser recogida en un punto cercano.
Ya en la universidad tomó la primera clase del día: geometría descriptiva, y con un poco de habilidad tuvo que repasar volúmenes en isométrico con sombra proyectada. Brianna lo acompañó durante esa primera materia.
Una de las razones por las que salía con ella era porque tenía un poco de porro, lo consumía de manera recreacional y eso le agradaba. Se inspira mucho cuando al entrar al cine buscan que la última fila de asientos esté vacía para poder fumar o subían al último piso de un viejo edificio con arquitectura de los años cuarenta donde conversan de muchos temas. Ella tan vegana y él tan carnívoro. Ella era naranja y él verde. Ama hacer arte y él apreciarlo. Porque para Brianna, Amelie era una de sus películas favoritas y una pieza artística, él solo pensaba en lo bonito que le quedaba el rosado natural de sus labios, su flequillo de cortina le da una apariencia más juvenil menor en comparación a su edad real, siendo mayor que ella por un año. Él de veinte, ella con diecinueve.
Le parece increíble como las personas pueden formar vínculos cercanos, tanto que hasta comparten una foto juntos tomando un helado luego de ver una aburrida y comercial película de superhéroes, de esas que la que usa para burlarse de la terrible construcción de personajes con pasados traumáticos acompañados de trasfondos de mierda.
Esa tarde quedaron en ir juntos a tomarse un respiro en la azotea vieja. Brianna quería organizar un pequeño picnic con un poco de tostones con mermelada de arándanos preparados por ella y cerveza. Una combinación poco saludable. Se aproximaron al mural con peligro de colisión para apoyarse y apreciar el paisaje a su alrededor.
A él le queda cerca su hogar, ella debe tomar un bus con aproximación de cuarenta y cinco minutos para llegar a su apartamento.
—¿Nunca has sentido el deseo de acabar con todo tu alrededor y solo quedarte con la gente correcta?
Recordó la vez que estuvieron allí mismo luego de saltarse la clase de ética y Brianna le hizo ese cuestionamiento. No estuvo pensando en su pregunta porque lo único que tenía en mente aquel momento fue un lamento por la pérdida que debía ser que un lustre hotel de los años cuarenta actualmente se haya convertido en un fumadero sin horario de funcionamiento establecido.
—¿Por qué ese cúmulo de odio?— le habló— No es que yo sea Mahatma Gandhi, pero, debe haber un origen sobre ello.
—No, que va. Tú serías John Lennon— dijo en son de burla—. Creo que a veces no nos percatamos sobre el lugar donde respiramos y coexistimos.
Caminó hacia el muro a apoyar sus brazos y detenerse a contemplar las calles a su vista.
—Mira allí. Son tan clasistas— respondió—. Nunca actúan de acuerdo a lo que prometen ni mucho menos te ayudan a encontrar justicia. Por el contrario, actúan cuando se les antoja y de acuerdo a quien le conviene. ¿Alguna vez oíste hablar de las personas que mueren a mano de ellos? No son escuchados y son ignorados, usan la brutalidad para marcar su supremacía racial. Porque la muerte de esas personas no son secretas. Son silenciadas.
Cuando ella señaló con su rostro, vio que en una esquina había un tumulto de gente presenciando la detención a una mujer de negra y le revisaban hasta debajo de su camiseta. No entendía que era lo que arrastraba a Brianna a conectarse de esa manera. Lo último que presenciaron fue que la subieron al vehículo policial con dirección a la comisaría. No supieron más de esa fémina; recordó que las lágrimas de su acompañante caían bajo su blanca piel y reía al mismo tiempo queriendo olvidar lo visto.
Esas lágrimas le hizo pensar en lo privilegiados que eran pues frente a sus narices estaban dos jóvenes fumando algo clandestino, dentro del edificio posiblemente se comercializaban cosas más fuertes y nadie parecía decir algo al respecto.
Ahora solo miraban al cielo jugando a quien encuentra la mayor cantidad de nubes con forma. Les gustaba perderse un poco y bajar sus revoluciones con cosas tan sencillas como esas.
Tras regresar a casa se acomodó en la silla para tomar aire y llevar su mochila a la cama. Se tumbó en ella unos minutos. Agatha salió del baño y lo saludó amablemente.
Ya van dos noches sin ver a Stephanie en casa, nada alarmante para ninguno de los dos, Incluso hay ocasiones en las que regresaba después de una semana. Ellos se las arreglaban como podían cada noche en ausencia de su progenitora.
Su hermana está terminando un trabajo representando una jornada larga de estudio. Pese a que en la escuela trataban de no dejar tareas para desarrollar en casa, ella siente la necesidad de reforzar lo aprendido en clases a modo de mantener su mente fresca y así obtener buenas calificaciones para no perder la beca. Había llegado hace una hora y ya avanzaba un tema que deberán ver la próxima semana.
Era su orgullo.
Mientras tanto, él calienta la pizza congelada que alcanzó conseguir en la mañana. Se pregunta en estos momentos si aún quedan pretzels y si el puesto de pescado a la parrilla en la plazuela principal estaba hoy porque está arrepintiéndose de cenar comida congelada.
—Dreeeewieeeee.
Cuando Agatha lo llama de esa manera es porque necesita un favor.
—No tengo dinero.
—¿Crees que me acerco a ti solo por dinero? ¿Por quién me tomas?— este solo la observa detenidamente—. No sabes cuánto amo tu bello mandil de sandías— mencionó con una sonrisa antes de pedirle el favor—. Quería pedirte prestado tu celular un momento. Estoy por terminar un tema de la clase de lenguaje pero el mío se apagó.
—Ya, pero trata que no se bloquee la pantalla, ¿si?
En el momento que había logrado desbloquear su equipo, escucha como una trifulca está por formarse en la puerta de su casa.
Mierda.
Se dirige a uno de los cajones del viejo repostero y toma lo que vendría a ser la réplica de una pistola básica con el fin de encargarse del disturbio. Hace frío por lo que tomó un cigarrillo apagado a la mitad para encenderlo y salir. Tan solo eran dos hombres ebrios peleando por un ridículo espacio en donde reposar.
—Ya, fuera de aquí. Este no es su espacio.
Logra espantarlos intentando rastrillar la supuesta arma y consigue que dejen de pelear, saliendo casi despavoridos de su puerta. Al ingresar nuevamente percibe un silencio bastante incómodo.
Agatha tal vez…
No, estaba viendo un video de reforzamiento que compartieron en la plataforma de su clase. Y se veía concentrada en lo que hace. No veía nada raro ni mucho menos tenía las cejas fruncidas. Nada de eso. Solo es una adolescente estudiosa, nada metiche y tranquila, existiendo en su propia órbita.
De un momento a otro dejó de tener hambre. No quiso nada que solo tomarse una potente pastilla para dormir y quedar en trance una eternidad. Se acercó al primer espejo que veía para notar como sus ojeras pasaron de ser verdosas a azules, luego transformándose en un color violeta bastante marcado. Pero el plus de color eran sus ojos teñidos de rojo, como si una vena hubiese explotado en su córnea. Más que eso.
Limpia su rostro con un poco de agua y se rastrilla el rostro con la dura toalla que lavó hace dos días. Estaba muy duro porque le echó más detergente de lo que debía y no supo enjuagarlo adecuadamente.
Su celular vibra con el nombre de “Bri”, que se hacía más presente con el pasar de los días.
En su estado de disociación, nuevamente reflexiona acerca del tipo de relación que mantienen ya que no eran nada pero no puede negar que en aquello que los une es mucho más probable llegar a tener algo serio juntos que al lado de una desconocida como May.
¿Por qué su jodido nombre le hacía sentir cosquillas? Eso no es correcto.
Su esperanza llegó a su punto de quiebre y ahora solo siente un enorme vacío que necesita ser llenado nuevamente con algo de luz al final del túnel. Por momentos cree que necesita algo de amor propio.
No, él necesita ser amado pero no con alguien a quien no corresponda sus sentimientos.
Cuando despierta por las mañanas suele ver frente a él la pared resquebrajada de su techo y al lado solo un montón de cartones que forman parte del material que recicla para trabajar en sus maquetas, como también presta atención a una cálida linterna pequeña que brilla en su habitación comparándolo con la chispa de calor que necesita sentir dentro de su interior. Es la oportunidad donde su corazón le pide una compañía para tener el impulso de seguir latiendo y darle un tiempo más de vida.
El frío clima de su zona le produce el deseo de juntar su cuerpo con algo más que sábanas húmedas y almohadas sin forma. Solo quiere pasar el tiempo con alguien que lo espere en casa de forma inesperada, que logren despojarse de sentimientos crudos y se unan en un abrazo reconfortante con los alientos tibios chocando en sus pieles.
Se siente ridículo por los sentimientos cursis de querer llenar sus vacíos con amor. En realidad no sabe que es lo que quiere y si considera mínimamente recibir algo de cariño.
Escogió responder el mensaje de la pelirroja y quedar en verse otro día. Ella aceptó de manera cordial. Porque la cordialidad y simpleza la caracterizan demasiado.
¿May?
No lo sabe.
May.
Su corazón vuelve a latir.
Apagó su celular junto con la luz de su habitación para darse un respiro de su proyecto y dormir como debe ser en tanto tiempo mientras que en la cocina una adolescente cargaba su Iphone a la vez que termina de devorar la plástica pizza que tenían por cena.
☆☆☆
Me debo dar un premio por evitar procrastinar y andar trabajando en avanzar esto. Me siento orgullosa de mí misma. Este capítulo fue una pequeña catarsis (? y porque creo que me gusta muchísimo narrar esta historia usando a Drew como el narrador. O bueno, intenté dar aquí un poco de su día a día en modo "zen".
Gracias a quienes se pasan a leer por aquí me pone muy contenta leer comentarios.
@Xanath muchas gracias por pasarte aquí. Como alguien que también crea escenarios ficticios a falta de actualizaciones entiendo ese sentimiento y trataré en lo posible de avanzar <33
Y eso, gracias.
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Re: A Poison Called Love
Holi
Pues que he releído todo porque tengo mente de pollo, realmente si me acordaba de lo principal, pero ajá nunca está de más regresar para no perderse los detalles, y vaya que he olvidado detalles.
y claro 4 años justos, que puntual yo, 1 de Julio comenté la primera vez, 1 de Julio vuelvo a comentar, como relojito ando.
Pero no ha sido a posta, me he tomado mi tiempo porque tengo que coger momentos en los que pueda leer tranquila o si no me pierdo y esos tiempos son cortos.
En fin, que lindo que quieras retomar tu fic, en lo personal lo seguiré, solo que de vez en cuando llegaré tardecillo, y así.
Me gusta el ambiente bastante crudo en el que se desenvuelve el mismo, y que a pesar de ello, lo siento ameno de leer, tiene su calma en la narrativa del mismo.
No entiendo por qué le están ocultando a May quien es Drew, pero él vaya que se ha obsesionado por decirlo de alguna manera, el crush le pegó fuerte (? Su vida no ha sido fácil obviamente, pero amigo date cuenta (??? ok no xD Pero su ambiente universitario, sigo notando, me recuerda tanto al mío que ugh, no a los extremos de las adicciones de él pero hablo mucho más del como percibo él se siente.
No sé por qué siento que la que saldrá lastimada aquí será Brianna y ya me da pena de hecho.
En fin, espero pronto resuelvas el problema de no tener pc, que yo sé lo terrible que es solo tener el celular para escribir y no tanto eso, para revisar y corregir, eso es un suplicio,suerte con ello, y me quedo a espera del siguiente capítulo ~
Pues que he releído todo porque tengo mente de pollo, realmente si me acordaba de lo principal, pero ajá nunca está de más regresar para no perderse los detalles, y vaya que he olvidado detalles.
y claro 4 años justos, que puntual yo, 1 de Julio comenté la primera vez, 1 de Julio vuelvo a comentar, como relojito ando.
Pero no ha sido a posta, me he tomado mi tiempo porque tengo que coger momentos en los que pueda leer tranquila o si no me pierdo y esos tiempos son cortos.
En fin, que lindo que quieras retomar tu fic, en lo personal lo seguiré, solo que de vez en cuando llegaré tardecillo, y así.
Me gusta el ambiente bastante crudo en el que se desenvuelve el mismo, y que a pesar de ello, lo siento ameno de leer, tiene su calma en la narrativa del mismo.
No entiendo por qué le están ocultando a May quien es Drew, pero él vaya que se ha obsesionado por decirlo de alguna manera, el crush le pegó fuerte (? Su vida no ha sido fácil obviamente, pero amigo date cuenta (??? ok no xD Pero su ambiente universitario, sigo notando, me recuerda tanto al mío que ugh, no a los extremos de las adicciones de él pero hablo mucho más del como percibo él se siente.
No sé por qué siento que la que saldrá lastimada aquí será Brianna y ya me da pena de hecho.
En fin, espero pronto resuelvas el problema de no tener pc, que yo sé lo terrible que es solo tener el celular para escribir y no tanto eso, para revisar y corregir, eso es un suplicio,suerte con ello, y me quedo a espera del siguiente capítulo ~
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Re: A Poison Called Love
A POISON CALLED LOVE
Capítulo 7: You are my best friend
He estado contigo tanto tiempo;
eres mi sol y quiero que sepas
que mis sentimientos son verdaderos,
realmente te amo.
—You are my best friend; Queen.
eres mi sol y quiero que sepas
que mis sentimientos son verdaderos,
realmente te amo.
—You are my best friend; Queen.
May ama el color rojo. El color le representa mucho la fuerza, pasión y es lo que le da la energía suficiente para teñir sus labios a modo de darles vigor como también a sus mejillas pálidas tras realizar su rutina de cuidado de piel. Disfruta de ordenar su corbatín rojo, que es el punto contraste de toda su vestimenta.
Disfruta mucho de tomar el desayuno preparado por su madre estando juntos en la mesa. Su padre tendrá una reunión importante, sin embargo se toma el tiempo de tomar el primer café del día con ella y su hermano. Caroline podrá tener jardineros, mayordomos, vigilantes en puerto entre otros asistentes que la ayuden con las labores de la casa pero nadie tiene permitido tocar su cocina a menos que por falta de tiempo tenga que declinar en usar las estufas.
El delicioso sabor dulce de la tostada francesa contrasta con el trozo de fresa cortado que se lleva a la boca. Acidez, dulzura, son simplemente su mezcla de sabor favorita al momento de degustar algún platillo.
Ahora mismo se encuentra en el baño de su escuela tras haber pedido permiso a diez minutos de culminar su periodo escolar. Se iba acomodando su cabellera y coloreando sus labios con su bálsamo favorito. Ella es consciente de que cada rojo tiene diferentes tonalidades y considera también que tiene uso para ocasiones distintas. Si quiere verse dulce, usa un tono rojo coral, si gusta verse más seria usa uno en tono más tierra. El rojo manzana se le hace muy sexy pero no encuentra ocasión precisa para sacar provecho.
Hoy fue un día bastante productivo dentro de la escuela, prestando atención solo a las clases de idiomas y geografía. Sus amigas se han mantenido distraídas durante el día como también en el receso y apenas pudo conversar con Max mientras comían un poco en la cafetería.
Se aplicó una máscara de pestaña transparente para fijar sus cejas y también darle una mejor curvatura a sus pestañas. Quisiera fijar así también su vida.
El timbre de la campana marcó la hora de salida, mirando su rostro por última vez para despedirse del reflejo frente a sus ojos.
Ya con el rostro limpio y los labios vivos fue a su aula para encontrarse en la puerta con Dawn, quien carga su mochila gratuitamente, y Megan con una atención enfermiza en una imperfección en su mentón la cual ve a través de su espejo de mano.
—¿Vienes con nosotras?— le pregunta recibiendo a Dawn.
—No puedo, tengo clases hasta las nueve.
—Chicas— Megan las despeja para poder acercarse en medio de ellas—, ¿no se supone que deberíamos de empezar a ensayar? Dentro de poco iniciará el último campeonato y se supone que tenemos que coordinar la nueva coreografía.
Olvidó por completo que tenía que iniciar las prácticas para la nueva temporada en el club de porristas. Hoy su cuerpo no da para más.
—Lo siento bebés, pero hoy no doy.
—Y yo no puedo postergar mis prácticas— menciona Dawn acelerando sus pasos—. Lamento dejarlas pronto, pero debo llegar temprano. ¡Nos vemos!
Ella estiró su brazo y movió su mano para despedir a su amiga. Megan ahora se adelanta tomando la iniciativa de ir delante de ella y caminar juntas a la puerta.
—¿No vienes conmigo?— pregunta.
—Debo tener todo listo porque papá nos llevará a cenar en la noche y necesito ordenar mi guardaropa. Me iré con el tonto de Nathan, así que debo esperarlo en la otra puerta.
Megan siempre suele referirse a su hermano menor de esa manera. Sabe que no lo dice con maldad, tan solo es la cotidianidad que la tiene tan normalizada.
—¿Te recogerá Jhon?
—Sí y debe estar esperando. Si no lo veo en cinco minutos colapsará con el claxon. Papá se enojará mucho— chocan sus mejillas y se dan un fraterno beso en ambos lados—. Nos vemos mañana, hermosa.
—Te hablo luego, Meg.
Mientras la ve alejarse solo puede pensar en que Meg tiende a hablar mucho para responder a cosas sencillas. ¿Cómo le hace para no necesitar de aire en el proceso? Realmente admira a Jhon, el chofer principal de los Hallaway, por poder tener la aptitud de no enredarse con Megan y sus conversaciones.
Quedó sola en la puerta principal de la escuela y debía de caminar hacia la parte de trasera a tomar uno de los buses que puedan dejarla cerca de casa. Kenny no estaba disponible ahora por lo que simplemente debía tomar aire para darse así los ánimos de avanzar. Hoy es de los días en los que no se siente a gusto con absolutamente nada, así que volvió a inhalar con todas las fuerzas que su cuerpo le brindaba en ese momento y sostuvo un asa de su mochila para caminar.
De pronto, un fuerte claxon resuena a su alrededor. Al voltear se sorprende de ver a Brendan como piloto de un convertible rojo, de lo poco que sabe sobre autos cree que pueda ser un Ford Mustang.
—¡Hey, May!— saluda el joven— Sube, te llevo a casa.
—Hola, ¿no será mucha molestia?
—Al contrario— aprovechó en estirar su brazo para abrir la puerta de copiloto y que pueda subir—, vamos.
No pensó mucho y aceptó el aventón que el castaño ofrecía. Lo saludó y se colocó el cinturón de seguridad.
—Gracias, Brendan.
—No pasa nada— comenta y al asegurarse avanza camino a la puerta de ingreso principal.
Tras avanzar hacia la salida de vehículos particulares observa a varios compañeros caminando ya sea para tomar taxi, otros esperando a sus choferes para ser recogidos y también a pequeños grupos formándose para salir a algún sitio específico a distraerse como a clases extracurriculares. Ella pertenece a la selección de porristas de la preparatoria pero hoy no tiene ganas de acercarse a practicar o hacer estiramientos.
Max le envió un mensaje pidiendo que no lo espere, que iba a llegar tarde por motivos de reforzamiento en aritmética. El muy estudioso pensaba en tomar algunas prácticas y hacer un estudio pre universitario a manera de tener posibles oportunidades a miras de un futuro examen de admisión. Su hermano tiene una visión de planes a largo plazo que a veces le hace dudar si realmente le toma importancia a su vida o solo es ella que ve las cosas con calma.
—¿Qué piensas almorzar hoy? Yo la verdad no espero nada. Estoy seguro que Dora me sorprenderá.
—No tengo idea, me levanté como pude de la cama para llegar a tiempo por la mañana.
May reconoce que tiene problemas para administrar su horario de actividades diarias. Tiene ocasiones en las que pierde la noción del tiempo por hacer algo que le demande más tiempo de lo habitual. Esa mañana solo fue dormir de más.
—¿Qué quieres escuchar ahora?— Brendan interrumpe su pensamiento mientras pone el reproductor musical.
—Cualquier canción. Puedes poner la que gustes.
—No, eres mi invitada hoy. Debes decirme que deseas escuchar.
—¿Puedo escoger cualquier canción?
—Cualquiera— sonríe.
Meditó un poco sobre que canción puede ayudarle a levantar los ánimos porque no sabía si escuchar un poco de pop le haría bien o sino un poco de loffi para relajar su tensión. Finalmente escogió un tema de Kali Uchis que viene sonando mucho en su mente desde que lo escuchó en su tienda de accesorios favorita. “Moonlight” suena en las bocinas del automóvil.
—Oye, ¿y desde cuando tienes licencia para conducir?
—Hace poco pude tomar el examen para obtener el permiso y papá me dio esta preciosidad de regalo.
Brendan tiene una pasión secreta por los autos. Desde muy niño recuerda como coleccionaba modelos réplicas que se vendían en revistas o a un público más selecto. Su padre sabe de esa afición así que lo ayudaba a fortalecer ese gusto. En su habitación tiene varias repisas llenas con sus mejores adquisiciones.
Cuando cumplió sus dieciocho su padre le había ofrecido de regalo un automóvil, podía escoger el modelo que quisiera más decidió por un poco de dinero y una reserva en el mejor restaurante del mundo. En esta situación se arrepiente de la decisión que tomó pero luego recuerda la experiencia de sabores inimitables que degustó en aquel lugar y olvida todo pensamiento negativo por completo.
—¿Te parece si vamos a comer unas hamburguesas o una pizza? Dicen que hay un restaurante delicioso, ¿ya lo conoces? Me dieron excelentes referencias.
—No gracias, creo que hoy no será posible.
—¿Y eso? — pregunta— ¿Olvidaste tu tarjeta? No te preocupes, yo invito.
—No es eso, sino que mamá debe estar esperándome y…
—Puedo decirle a tía Caroline que estarás conmigo— interrumpe Brendan—. Dudo que se oponga al escucharme.
—No me siento muy bien— termina de hablar mientras se recuesta en su asiento—. En verdad me siento incómoda. Dejé las prácticas de gimnasia por eso. Necesito dormir.
—¿No quieres ver a un médico?
—No, tal vez tenga mi periodo pronto.
Con eso quiso finalizar la conversación. El hecho de ver la cara sorprendida de Brendan le asegura que la mención de su ciclo menstrual como punto de conversación fue suficiente para callarlo un momento. No le gusta tener esos detalles con él considerando que es de sus mejores amigos de infancia pero hoy no tiene deseos de echar plática.
El viento corre fuerte y golpe su rostro con agresividad para mantenerla despierta, sin embargo solo prefiere recostarse más en el asiento con el fin de permitirse sentir aliviada. Se siente pequeña viéndose en el reflejo del espejo y con muchos deseos de ser absorbida por las fibras de cuero del respaldar de su asiento. Baja la luna para que la brisa del viento la abofetee con mayor intensidad e intente despertarla de ese litúrgico pesar que viene arrastrando desde la mañana.
Puede ver de reojo a Brendan con un semblante tranquilo pese a la actitud cortante que adoptó para este día. Él era la amabilidad personificada desde que lo conoce y se caracteriza por tener la palabra comprensión como su segundo nombre. Si tuviera que describirlo en pocas palabras sería como un chico carismático, sin malicia y con un gran corazón. No era codicioso pero si ambicioso por saber mucho más de lo que realmente es. Su forma de ver las cosas tan positivas es lo que más le contagia de sus conversaciones en la sala o en el jardín del invernadero, con un té helado de durazno para ella y uno de limón para él.
“Solo sé que nada sé” es prácticamente su mantra de vida.
Él huele a limón fresco y su gusto por las cosas ácidas fue lo que hizo que también decline por mezclar las cosas dulces. Ellos probaron juntos un pie de limón y un sencillo refresco de maracuyá o fruta pasión como cree se le conoce en otro lado.
Se le acaba de antojar una hamburguesa con pollo crujiente y aros de cebolla pero tras haberle rechazado se arrepiente; está considerando someterse a una solitaria penitencia.
—Disculpa si te hice sentir mal o enfrié la conversa— dice al frenar y esperar el cambio de color del semáforo.
—¿Por qué? No te cohíbas conmigo. Recuerda que si necesitas conversar o para lo que sea estoy para ti.
—Gracias, en serio.
Tomó una manija e hizo que el respaldar ceda a permitirle reposar mejor su figura. Ya no hay mucha distancia desde su casa así que cierra un poco los ojos escuchando “Havana”.
Piensa en lo mucho que desea llegar a casa para sumergirse en agua tibia, espuma humectante, aromaterapia y comer tantos bombones como desea su mente permitirle. Nuevamente la sensación de pesadez en sus músculos se presenta en ella mientras acomoda su rostro para ver detenidamente a la calle.
Bosteza.
Inesperadamente, frente a ella tenía una barra de chocolate. En el periodo que había cerrado los ojos, Brendan se acercó a una tienda de autoservicio y pidió en el auto chocolate con un batido del mismo sabor en botella. Recién se percata de que habían desviado la ruta para pasar por ello.
—Te lo agradezco— sonríe mientras da el primer mordisco.
—No hay de qué— responde este ya a cinco minutos de llegar a casa.
Intentaron retomar conversación como más detalles sobre la expedición de su padre y a donde pensaba viajar después. El señor Birch es un gran amigo de la infancia de su padre ya que se conocieron desde muy pequeños y forjaron caminos juntos hasta la universidad. Norman tomó el camino empresarial y él del mundo de la arqueología; lo que llevó que ellos sigan el ejemplo de amistad de ambos.
—Brendan, ¿te parece si este fin de semana salimos? Aprovechando que ya tienes carro— propone May terminando de beber el batido—. Sé que te debo una salida así que te invito a desperdiciar minutos de tu vida en el acuario. ¿Vas?
—Espera, ¿iremos solo tú y yo?
—Así es, solos, tú y yo. Como en los viejos tiempos.
Brendan destilaba emoción tras lo dicho, un brillante destello se podía ver en sus ojos café claro.
—Acepto— dice—. Pero déjame pagar el almuerzo y cena.
—De acuerdo.
Al ingresar a la zona residencial ambos sonrieron acordando la salida pendiente, sus ánimos regresaban de a pocos y espera mantenerse así hasta el final del día. Brendan aparcó fuera de su casa. Se lo agradeció con mucha sinceridad.
Tras cerrar la puerta corrió a su habitación saludando apenas a quienes la recibían en casa. Fue a su habitación y de inmediato se despojó de su uniforme y resguardó con cuidado a un lado de su cama. Escogió un jean recto, un sweater en cuello tortuga amplio rojo y zapatillas blancas. Lavó sus manos y cepilló su cabello en una coleta bastante floja.
Luego de terminar y bajar hacia el comedor, se dio con la sorpresa de que su comida está servida por Kenny.
Este la esperaba con cubiertos en mano. En esa oportunidad viste de forma casual y no lleva su traje diario, una clásica chaqueta kimono que porta todos los días.
—¿No se supone que estás con mi papá?— pregunta sorprendida.
—Me pidió que les dé el alcance para quedarme con ustedes.
—¡Genial! No comeré sola.
Muy agradecida y contenta entabló conversación, no sin antes dar un bocado al Curry picante que su mamá le había dejado preparado, a quien no ha visto en la mesa.
—¿Dónde está mamá?— recibe un vaso con refresco y panes aparentemente horneados.
—En casa de la señora Hallaway— responde sentándose frente a May con un vaso lleno de refresco—. ¿Y Max? Se quedó en la escuela?
—Está en clases de reforzamiento. Termina a las seis.
No puede dejar de resaltar que Max es bastante dedicado con sus estudios que le dedica la mayor parte de su rutina diaria. Sin embargo, acordaron que los viernes es su día de descanso y noche de hermanos. Les gusta ver películas en el cuarto de entretenimiento o en su habitación, cuando no quedan de acuerdo con algún título van a leer en la biblioteca.
—Iré a recogerlo.
—¿Cómo estuvo hoy?— le preguntó tomando un cuchillo para untar la crema al pan.
—Todo excelente. Ahora está con unos grandes, May. El señor Hallaway también está dentro— exclama emocionado—. Además, hay novedades… no, no puedo adelantar nada por ahora.
El tío Adam, como lo llama cariñosamente, es el padre de Megan. Es uno de los principales accionista de las empresas de su padre y también es una persona importante en términos financieros. O eso es lo poco que sabe al respecto.
—Ahora entiendo porque vi tanta formalidad el día de hoy.
—¿A qué se me ve bien?— pregunta emocionado y curioso, levantándose de la silla para dar una pequeña vuelta y sentarse nuevamente.
—Bastante, te ves diferente y esos colores fríos te quedan espectacular. Tu outfit combina contigo.
Sabe que Kenny disfruta de esos comentarios, que no hacen más que sonrojarlo. Al terminar de almorzar, limpiaron la mesa y dejaron los platos en el lavavajillas. Luego se despidieron porque debía ir a recoger a Max, Norman y al señor Hallaway mientras que ella debía estar ocupada terminando la tarea.
Al caminar por el pasadizo en dirección a la sala de estudios retarda sus pasos para darse un momento de apreciación a los cuadros más exquisitos de los que su padre era poseedor. Ese placer se lo ha contagiado Adam con el pasar de los años. Las paredes color hueso se ven tan largas, anchas y ajenas que su modesto color no permite opacar a esos lienzos con marcos de madera perfectamente tallados y las lámparas arañas de cristal colgantes brindan daban una magia a todo el pasillo. Sin mencionar la alfombra de terciopelo que pisaba en pequeños pasos. El eco de su silencioso andar al frotar el jebe de su calzado y la tela incrementan esa sensación de fuerza. Porque ella es poderosa.
Finalmente, abrió la gran puerta de madera y no esperó sentir abruptamente una sensación melancólica en su interior. Cada estante, los mueble personalizados al gusto de sus padres, esos libros perfectamente cuidados y apilados en orden no hacían más que traer a su mente memorias de su niñez, cuando apenas lograron instalarse y observaba que esa habitación era uno de los lugares en donde le ponían más empeño al decorado.
“Este será tu lugar seguro en unos próximos años” oía a su madre sin entenderlo.
A los cuatro años le era inalcanzable contar todos los libros, periódicos y material de estudio allí dentro. Era el lugar más surtido en conocimientos y novedades. Norman se encerraba cada vez que necesitaba despejarse. En la actualidad, lee los periódicos o revistas de colección para relajarse o refugiarse en esos recuerdos profundos que también deben embargarle.
Ahora, con dieciocho años cumplidos, siente cargar en sus espaldas algo mucho mas intenso que la presión y necesidad dar lo mejor de sí en su último año de preparatoria. Se acercan los primeros exámenes y los últimos que dará en su etapa pre universitaria. Este año no se permite tener malas calificaciones si quiere postular a las mejores universidades disponibles.
Piensa en mudarse a Aspen terminando la graduación para descansar un poco o quizás deba iniciar sus estudios en Europa. En realidad no tiene definido qué hacer dentro de los próximos meses. Está demasiado dudosa de sus objetivos y futuros deberes más haya la manera precisa de explicarle a su padre al respecto. Dentro de los hilos de telaraña que ha construido en su mente no ubica la oportunidad de confesarle que no se siente preparada para seguir sus pasos, los que él desea para ella precisamente. Ser la primogénita conlleva a muchas responsabilidades y también de tener la capacidad de establecer una charla parental frente a frente.
Si llega ese momento, debe hacerle entender que ya no es la niña que trepaba a su casa de árbol, jugaba a la hora del té con sus amigas y quien corría a los brazos de su madre cuando tuvo miedo de las mariquitas del jardín. Ya no es la pequeña que soñaba con conocer las estrellas viajando en una nave espacial.
Ahora es la señorita que llega a sentir temblor, náuseas y fuertes latidos siempre que deba presentar al frente un proyecto escolar, quien siente el corazón salir de su boca tratándose de mentalizar que una Balance debe ser correcta siendo sinónimo de esfuerzo y disciplina; ella es la joven que no sabe por donde conducir su vida y como esta misma puede terminar. Es la adolescente que por fuera disfruta de ser la hija del matrimonio Balance conformado por Norman y Caroline, la princesa de la ciudad capital y niña símbolo cuando solo quiere ser May, una amante de la buena comida, las papas fritas con mayonesa, a quienes les gusta con ketchup son solo cosas de mortales. Quiere ver más allá de los horizontes permitidos.
“Debes analizar correctamente cada decisión y las acciones que tengas en mente con la cabeza fría. Y hagas lo que hagas, debe sentirlo con el corazón” Le dice Caroline cada vez que puede.
¿Está lista para avanzar? Tiene anotada una lista de universidades a las cuales enviar solicitudes de ingreso como en Nueva York, España o incluso en Japón.
¿Será posible que pueda estar separada de su familia y amigos?
Megan piensa en mudarse a París terminando la preparatoria, ¿por qué ella no puede intentarlo?
Cual globo pinchado, sus pensamientos se detienen al sentir su móvil vibrando. Revisa los mensajes enviados a través de un grupo de la clase vía WhatsApp, donde les recuerdan que en cuatro días tendrán la primera exposición calificada, teniendo que subir las diapositivas en la plataforma web a más tardar en cuarenta y ocho horas. Finaliza indicando que el código de vestimenta es formal. Un día sin uniforme.
Abrió la bandeja de mensajes de su compañero de exposición, el que le fue asignado de manera aleatoria, para poder terminar de avanzar con el tema a explicar.
Quedaron en verse el día de mañana en la biblioteca después de clases.
Tras escuchar el sonido de la puerta de la entrada y la puerta principal siendo abierta, olvidó los asuntos que tenía en la cabeza y corrió a darle el encuentro. Su padre había terminado su larga y agotadora jornada laboral. Junto a él se encontraba el tío Adam.
—¡Papá!— corrió a abrazarlo mientras era cargada por el hombre de su vida. En tanto su “tío” sonreía en el acto.
—Mi niña, ¿cómo estás?— la baja de sus brazos para acariciar sus cabellos y caminar hacia la sala.
—Empezando a organizarme para preparar un proyecto de la escuela. Me imagino que irán a verme, ¿verdad? — sonríe mostrando sus blancos dientes caminando detrás de su papá.
—¡Cuenta con ello!— dice el señor Adam
—Lo haré, May— responde animado.
—¿Y cómo les fue a ustedes?— pregunta para mantener la calidez en su hogar.
—Cansado pero no hay nada mejor que estar en casa.
Norman y Adam se sentaron en el sofá, Kenny se acerca a ellos con una fuente y sobre esta vasos con agua helada, que al ser sostenida las chocaron y brindaron. En momentos como ese es donde se volvía a sentir como la pequeña niña que oía pláticas maduras sin entender ninguna de estas. Ella, por su lado, ayudó sirviendo helado y unos piqueos que su madre preparaba en casos como este.
—Hoy fue un gran día, May— celebra su padre sentado en el enorme sofá crema que adorna la sala.
—No podemos adelantar nada por ahora, pero estamos esperando luz verde para dos proyectos— secunda Adam.
Ella sonreía tras ver la felicidad y el brillo en los ojos de su padre. El ambiente era bastante tibio a estas horas, le gusta aprovechar la compañía de su padre cuando está en casa sin viajes que acorten su visita.
—May— la voz de Norman se torna un poco seria—, sé que tanto a ti como a Max no les he permitido que me acompañen a mis reuniones de negocios ni intervengan en todo lo relacionado al negocio. Sin embargo, estoy considerando que tú ya tienes la edad suficiente para acompañarme a las reuniones, visites la empresa y así te logres familiarizar con nuestro legado, tu futuro.
Su sonrisa se congela, su pulsó se detuvo por unos segundos, un escalofrío recorre lo largo de su espalda, las manos empiezan a sudar.
—Es una gran noticia, papá.
Solo puede atinar a decir eso ante la premisa de lo que viene meditando minutos antes.
—Pero despacio, amigo. No aturdas a May en esto— calma Adam con una carcajada. Cada vez que ve al hombre rubio sonreír piensa en Megan y en lo idéntica que es la forma de sus labios.
—Ella ya se está preparando para incursionar conmigo en el mundo de los Balance. ¿No es así?
—Sí, claro— solo sonríe—. Y por ello quiero pedir permiso para retirarme. Necesito ordenar mi mente para avanzar mi próximo proyecto escolar.
—Adelante, May.
Subió a su habitación, donde largas horas de guion e investigación la esperaban. Además, no era de su agrado los temas donde toquen la política o las finanzas como punto central de conversación. No es lo suyo.
Lo hermoso de su habitación es la vista que tiene del invernadero, el cuál su madre cuida con mucho cariño y dedica demasiado tiempo a ello. La jardinería es una de sus pasiones pues planta flores de todo tipo dentro de este. En cada aniversario su padre la sorprende como parte de un conjunto de presentes una escultura hechas de plantas. Sus favoritas son un enorme corazón que representa el amor que mantienen desde la adolescencia, un elefante para recordar su primer viaje -y luna de miel- a Tailandia; pero el más representativo y hermoso de todos es el de una mariposa, que evoca el día en que Caroline le había dado el sí con un montón de estas volando en medio de ellos.
El atardecer desde su balcón se aprecia tan hermoso y ese bello color naranja no hace más que evocar nuevamente sus pensamientos sobre lo efímera que era la felicidad adolescente y como el sol puede esconderse tan rápido. Daría su fortuna por permitirse el lujo de estar en una playa paradisíaca ahora, liberando su estrés y todo tipo preocupaciones en una hamaca bajo una palmera o en medio del mar, siendo dirigida por las fuertes olas con la mente de un futuro incierto. Sin saber a donde llegaría su cuerpo y su alma.
Una gota. Algo muy normal. Otra gota, en su nariz. Una y otra más grandes.
La garúa se convirtió rápidamente en una lluvia fuerte sin opacar el color de la caída del sol, haciendo que la mezcla de calor y frío sea refrescante en una perezosa tarde. No espera menos en un momento como ese.
Nuevamente el clima le hizo pensar en una cosa.
En lo mucho que le gustaría experimentar ese amor tan intenso que sus padres profesan y mantienen a pesar del tiempo y a lo ajetreados que la vida los tiene.
Según la charla de psicología que tuvieron hace cinco meses, existen cuatro principales tipos de amor y muchas otras variantes. Algunos de estos eran el amor parental, que es el primer amor que todo ser humano experimenta al nacer pues se crea una conexión desde el momento de la fertilización y el pasar de los meses; otro es el amor fraternal, el que se tienen ella y Max aunque lo nieguen o sean muy fríos uno del otro, también está el amor amical que lo refleja con sus amigas y Brendan.
Pero, siente que hay algo más que queda vacío, como si algo no estuviese viviendo. Quizás un amor platónico, similar al que Megan tiene hacia un tal Arnie. O cuando su hermano se fijó en una tal Sierra en un campamento de verano.
En su caso, ¿alguna vez se tomó el tiempo de pensar en algún enamoramiento que haya tenido hasta la fecha? Y no piensa en su intenso amor por la comida. Sucede que su personal ideal no coincide con algo que llegue a ser real siendo un prototipo que no se logra ver en la realidad. La realidad es que ni siquiera ella entiende ese tema.
Quiere tomar una taza de café caliente o chocolate helado para reflexionar.
Se detuvo por un instante para trotar hasta su escritorio a tomar un libro de hojas blancas y un lápiz, usó una silla para ubicarse centímetros atrás de su balcón. Acomodó el libro entre sus piernas y trazó varias siluetas relacionada al cielo. Quería retratar esa hermosura aun si las gotas de lluvia salpican en su blanco lienzo.
Aunque no era la única a quien le caía la lluvia. O sentía el anhelo de ser libre.
Deja atrás su actividad al recibir un whatsapp de su mamá. En realidad era un sencillo audio de cinco segundos.
“¿Quieres pollo frito clásico o crujiente? Escoge con sabiduría” la escucha decir entre risas.
—¿Y si pido ambos? No me puedes hacerme esto, mamá.
Su mensaje llega a ser respondido en diez segundos.
“No hay marcha atrás. Espérame cerca a la puerta. Comeremos a escondidas por el invernadero que estoy llevando papas familiares”
—¿Y para papá?
“May, me acabas de dar flojera. Creo que devolveré este hermoso vestido que conseguí para ti”
Ríe por el sentido del humor extraño de su mamá. Y era muy agradecida con ello.
Caroline es dulce, cariñosa, radiante y sobre todo una buena cocinera. Es la mamá más maravillosa que pueda tener cualquiera con un increíble cariño por los animales, talento para hacer expresiva además de impactar a otros con su presencia. Sus fuertes abrazos son efectivos para solucionar sus problemas. Tiene la teoría que es lo más cercana a ella en cuanto al parecido físico. Con solo escuchar su risa cariñosa ya olvidó todo lo que venía pensando momentos atrás. No puede concebir la idea de alejarse más de dos meses de su madre porque ella es el rayo de sol en sus días grises, es la canción pop que reproduce en sus parlantes para levantarse el ánimo, es también el chocolate caliente que bebe en las mañanas y come durante el día.
—Ya quiero sentarme contigo en el frío pasto del jardín y tener nuestro pequeño picnic. Te amo.
No le es suficiente encontrar otra palabra más fuerte que esa porque no cree que haya algo más que englobe todo lo que siente. El amor entre ambas es muy reflejado.
May hasta la fecha ama el rojo, el pollo frito, a su gata Skitty y a Caroline.
☆☆☆
OK, estuve tratando de ver nuevamente generación avanzada para recordar la dinámica entre Norman y May y pues espero manejarlo bien. Hasta donde tengo entendido, Norman no permite que sus hijos vean sus batallas así que en base a esto he desarrollado lo que han leído.
La verdad es que lo hice por nostalgia y ando pegadísima.
Perdón si estoy algo fría, pero aquí estoy con un terrible dolor de cintura por haber dormido en un terrible colchón.
Este es definitivamente el capítulo más largo que haya escrito para el fic hasta el momento.
Nuevamente, agradezco los comentarios que me dejan, de alguna manera eso me motiva muchísimo a seguir avanzando y actualizando por aquí.
Gracias por leer.
Última edición por Mihrimoonx el Mar 9 Jul - 19:42, editado 2 veces (Razón : No soy perfecta, igual volveré a editar esto (?)
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Re: A Poison Called Love
Halo!
este capítulo me ha gustado mucho por la narración, y todo el proceso de lo que ha sido comprender el interior de May en bastantes niveles, y eso sí, me ha hecho dar hambre, mucha hambre, pero son las 23:40 y no sé yo si deba de comer tan tarde... aunque quien sabe y luego salgo a la cocina a buscar algo.
Brendan es un amor pero el pobrecillo sufre del mal de la zona del amigo, pero que se le puede hacer las cosas no siempre están para darse por mucho que se intente (?
Y esto ya viendo cómo May está muy lejos de sentir algo a parte de eso por lo que va de historia.
Caroline ni se diga yo también quiero pollo, pero no se puede tener todo en esta vida.
Si te soy sincera yo no recuerdo mucho ce la dinámica de los personajes de Pokémon, osea cosillas muy puntuales, la verdad, así que en lo personal, no me afecta que tan correcto esté, en otras palabras si necesitabas saber si estabas siendo fiel a ello yo no lo sé xDDD
Pero en como se muestra la relación padre e hija estoy encantada.
Espero hoy hayas podido dormir en un mejor colchón porque esos dolores de cuerpo por dormir mal son una cosa horrenda.
Hasta luego ~
este capítulo me ha gustado mucho por la narración, y todo el proceso de lo que ha sido comprender el interior de May en bastantes niveles, y eso sí, me ha hecho dar hambre, mucha hambre, pero son las 23:40 y no sé yo si deba de comer tan tarde... aunque quien sabe y luego salgo a la cocina a buscar algo.
Brendan es un amor pero el pobrecillo sufre del mal de la zona del amigo, pero que se le puede hacer las cosas no siempre están para darse por mucho que se intente (?
Y esto ya viendo cómo May está muy lejos de sentir algo a parte de eso por lo que va de historia.
Caroline ni se diga yo también quiero pollo, pero no se puede tener todo en esta vida.
Si te soy sincera yo no recuerdo mucho ce la dinámica de los personajes de Pokémon, osea cosillas muy puntuales, la verdad, así que en lo personal, no me afecta que tan correcto esté, en otras palabras si necesitabas saber si estabas siendo fiel a ello yo no lo sé xDDD
Pero en como se muestra la relación padre e hija estoy encantada.
Espero hoy hayas podido dormir en un mejor colchón porque esos dolores de cuerpo por dormir mal son una cosa horrenda.
Hasta luego ~
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Re: A Poison Called Love
A POISON CALLED LOVE
Capítulo 7: first impressions.
“Odio a los chicos, pero los chicos me aman.
Creo que apestan, y mis amigas están de acuerdo”.
—I hate boys; Christina Aguilera.
Creo que apestan, y mis amigas están de acuerdo”.
—I hate boys; Christina Aguilera.
Advertencia: uso de lenguaje soez.
El día anterior logró su cometido.
Durante clases tuvo el tiempo de conversar con su compañero acordando la modalidad de exposición y quién iba a subir el primer boceto de avance. De igual manera, Roxane les explicó que también debían preparar un tema individual para presentar al finalizar el semestre para la feria escolar y demostrar el dominio de temas que han observado a lo largo de los años dentro de la escuela. Al ser un tema libre le era más fácil decidir el tópico a presentar.
Esa tarde quedó en visitar a Dawn para charlar un poco debido a la necesidad de conversación pendiente que tienen. Johana la recibió con mucha calidez y les ofreció refrescos con galletas de manzana. Gran parte de la tarde se dedicaron a leer revistas de moda que su amiga había reservado vía online como también reproducir el nuevo álbum de su artista favorita.
—Siempre es bueno tener un poco de inspiración.
No era un secreto de que Dawn se estaba preparando para audicionar en una empresa de entretenimiento o disquera y cumplir su sueño de ser artista, tal como lo fue su madre años atrás.
Su cabellera azul se veía tan sedoso que no dudó en hacerle una coleta con volumen mientras platicaban acerca de una invitación que recibieron para la fiesta de cumpleaños de una compañera de clases. May por el momento prefirió desistir tras pensar en lo que habría sido su vergonzosa participación en la fiesta del averno, como lo suele llamar en sus pensamientos, organizado por Megan. Dawn tampoco iba a acudir por avanzar una materia pendiente de recuperación de nota que le quedó en el semestre anterior.
May admira la perseverancia de Dawn ante las dificultades, el cómo es capaz de levantarse pese a que lo que más quiere en ese instante es echarse atrás. No está segura si ese sentimiento es por querer demostrar su autonomía talentosa o para no hacer quedar mal a su madre. Pese a ello, seguía respirando y buscando que opción tomar para salvar su trasero de ese curso que la tiene armando vasitos de plásticos en torre.
—Después de eso, iré a ver a Ash en el gimnasio. ¿Vienes?
Se suponía que Dawn iba a concentrarse en su curso pendiente.
—No puedo, quedé con Brendan para salir al acuario.
—May, ¿piensas salir con Brendan un sábado por la tarde a un aburrido acuario a mirar peces en el agua?
—Es para perder el tiempo y porque le debo la salida.
—Postérgalo. Es mejor salir un aburrido domingo por la tarde que un sábado en la noche. Llenas un espacio con una mejor opción.
Se disculpó con Brendan y pidió postergar la salida para el domingo, este aceptó gustoso.
Tras retirarse de la casa de su amiga, Kenny la recogió para dejarla en casa. Estaba próximo a ser las siete de la noche y Max ya tenía lista la película que iban a ver. Zathura es un clásico para su hermano por lo que se obligaron a ver por segunda vez en lo que va del año, ella escogió Juno porque la orientadora escolar les dejó de recomendación junto a un libro llamado “las mujeres que aman demasiado”. Libro que obviamente May optaba por ignorar, el título le parecía deprimente. Cómo también la situación de Juno. Recuerda la cara que puso Max mientras veía la película. Su mejor excusa era que Michael Cera participa en ella.
Hoy al mediodía había decidido explorar la ciudad a ritmo de su bicicleta, pedaleando y sintiendo el aire fresco de la ciudad. No había mucho sol pero el aire tampoco era frío, solo era un clima fresco e ideal para un picnic ya sea en el bosque, en un parque o en la playa.
Acompañada de sus audífonos, su celular, una cangurera y pañoleta manejaba por una bajada que conducía a una pequeña pista libre.
Se dedica a perder el tiempo mientras observa a su alrededor.
Presta atención a los cambios de aire que existen dentro de su ciudad como si cada lugar fuera una fracción distinta de la otra. Es plenamente consciente de que el lugar en donde se encuentra es de los mejores puesto que es una zona residencial con casonas increíblemente grandes (por no querer llamarlo mansiones), rodeado de naturaleza y cerca de un cerro verdoso, resaltando la seguridad de su locación. El lugar que recorre dicta a ser diferente no solo por el diseño de las calles siendo las veredas angostas y con difícil acceso a la ciclovía, los peatones no respetan el espacio que tiene para seguir caminando y debe de tocar la pequeña campana que acompaña a su timón.
El cielo es opaco pero con el sol todavía brillante. Muchas personas caminan por los alrededores y buscan meterse por las pistas para llegar al centro comercial que queda en frente. Puede ver casas de colores, edificios en construcción y otros puestos en venta. No era un lugar peculiar pero si muy concurrido por lo que puede apreciar.
Mientras sigue avanzando se acerca más a la zona de circuitos de playa, el cual tiene un acceso llamativo. Pero no es eso lo que realmente llama su atención.
Al desviar su camino por el lado izquierdo, se da cuenta de que la zona y sus alrededores están casi cubiertos en neblina con poca presencia del sol. Eso le parece algo muy interesante. Se logra acercar un poco más y nota que las casas son antiguas, con arquitectura que combina lo rústico y lo barroco, edificaciones con máximo tres pisos pero muestran completo descuido en sus fachadas, abandono en sus cuidados. Es como si esa parte estuviese olvidada, un lugar sumamente distinto a lo que ha llegado a conocer.
—Avenida Stone…
Leyó la placa de una casa y recordó las palabras que alguna vez su padre le dijo a Kenny mientras la llevaba a la playa.
“Ten cuidado de acercarte a la Avenida Stone y sus alrededores. Es muy peligrosa”
¿Estaba en lo correcto? ¿Debería tomar esta oportunidad de sumergirse en el lado menos conocido de su ciudad? Tomó un poco de aire y pedaleó a otro lado. Decidió que no es momento para atreverse a ser aventurera. La expedición de May en esa avenida no se llevará a cabo.
Solo quería despejarse de la ciudad y respirar otros aires.
Y así estuvo durante una hora y media, manejando sin parar en busca de dar su recorrido perimétrico para marcar un record personal. Salir de la ciudad es bastante sencillo pero necesitaba ser cuidadosa con los caminos que estaba tomando.
Mientras subía pensaba en la deliciosa pasta Carbonara que comerá al regresar a casa, en jugar con Skitty cuando despierte de su siesta y en tomar su cuaderno de dibujos para trazar líneas inspiradas en el paseo de hoy.
Iba a lograr su meta, lo estaba alcanzando cuando apreció el cartel de “gracias por su visita” y continuó hasta ver que a sus costados había un vasto bosque acompañado de cerros pequeños más la autopista con doble sentido. Cuidaba de evitar chocar con algún auto o que estos no la noten y le den un traspié.
Pero lo que no se esperó fue sentir que una de sus ruedas había reventado y ya no le daba para avanzar. Por poco y cae de bruces a un lado de la autopista, exitosamente sus guantes no permitieron que se haya herido las manos.
Quería observar la hora y en qué lugar se encontraba para dar aviso a Kenny, empero su celular se había descargado por completo. ¿Qué era entonces el sonido que se iba reproduciendo en sus audífonos?
Lamento mucho ser tan descuidada. Intentó pedir un aventón con algunos autos pero nadie le hacía caso y pasaban de largo.
—Mierda. ¿Qué hago?
Esperó el tiempo prudente y cruzó para ponerse en el estrecho espacio por donde caminar y avanzar con su bicicleta. Había salido de casa a la una de la tarde y cree que ahora son las cuatro y media. Ni siquiera guardó un poco de agua de la botella que había comprado antes de aventurarse a salir de su zona. Por lo menos hizo lo correcto al elegir un biker short de color verde oscuro, camiseta oversize color naranja sin letras ni diseño, una pañoleta verde y zapatillas o de lo contrario estaría más incómoda.
No obstante, logra ver que hay una especie de paradero por lo que corre para alcanzar a sentarse en la espera de algún autobús que pueda llevarla a casa. Se siente muy culpable por no haber puesto el cargador portátil en su canguro.
Al llegar presta atención a la banca ya que en ella hay una figura recostada en lo que sería una siesta. Se aproxima lentamente y ve a un chico con una edad aproximada a la suya, cabello verde bastante interesante y que viste una camiseta negra, pantalón verde oscuro y zapatillas similares a unas converse pero en color negro. Abraza una mochila también de color negro. Tenía los ojos completamente cerrados, lo que le dio acceso a ver un poco más de sus facciones: nariz respingada y bonita, rostro marcado y delgado, respiración lenta, labios medianos y un poco pálidos, pestañas largas no muy rizadas. Era un chico de rostro bastante hermoso, era atractivo. Nunca lo había visto antes a decir verdad por lo que agradece haber podido tener la oportunidad de ver a un chico guapo en su camino. ¿Irán por el mismo camino a la ciudad? ¿Vive cerca de su zona?
May no se había percatado de que el joven frente a ella si está logrando ver con los ojos entrecerrados que la persona que venía buscando desde hace semanas está frente suyo y de la manera más inesperada posible.
Escapó de la clase de morfología tras presentar su trabajo y obtener la nota más alta, quiso perderse un rato y fumar un cigarrillo ya que no le alcanzó para comprarse un poco de alegría.
Había gastado quince dólares para el plan más caro de la app de citas en los que se pudo haber gastado en dos cajas de cigarrillos clásicos, perdió dos cajas solo por tratar de encontrarla. Se ve tan sencilla pero muy hermosa a sus ojos. La pañoleta cubría parte de su cabellera pero sus ojos zafiro son inolvidables. En su sencillez estaba la verdadera belleza que es.
Estaba frente a él, con una bicicleta al parecer dañada y sin poder retornar a casa. Era su oportunidad para hablar, para tomar acción, hacer lo que tanto maquinaba en su mente al acostarse o al momento de querer distraerse de hacer la maldita maqueta de composición 3D. Este es su momento, su gran oportunidad
Pero uno nunca sabe que estupidez puede hacer cuando la mente no conecta con sus demás sentidos, perdiendo así el control de sus emociones como de sus actos.
—¿Te gusto?
Empezó con el pie izquierdo.
La cara de May pasó de verse tranquila a ponerse completamente roja y esquivando de su vista la figura masculina frente a ella.
—¿Disculpa?
—Te perdono, pero quiero saber, ¿te parezco guapo? ¿O por qué no dejaste de mirarme en los casi cinco minutos que estás de pie frente a mí?
May por supuesto no sabía qué hacer. Es verdad que estuvo perdiendo el tiempo viendo detenidamente al chico que consideraba, hasta hace pocos segundos, atractivo pero no era capaz de reconocer que eso era verdad. Le gustó y le pareció guapo. Incluso su voz se le hizo muy placentera de escuchar.
Hasta que soltó su mierda.
—Lo hice porque no entiendo qué demonios haces ocupando todo el asiento sin dar oportunidad a que otros se sienten a esperar. ¿Te pesa tanto el cuerpo?
—Vengo a descansar, niñita. No a perderme sin saber en dónde estoy parado.
Definitivamente lo que tiene de guapo, lo tiene de imbécil.
—¿Cómo te atreves a dirigirte a mí de esa manera? ¿Quién te crees que eres?— ataca con voz ofensiva— Y para tu información yo sí sé en donde estoy, por eso me encuentro aquí esperando el autobús.
—Entonces sabes que el siguiente bus llegará en dos horas, ¿cierto?
¿Dos horas? May no había calculado que su plan iba a fracasar de manera extraordinaria. No es posible para ella compartir espacio con el chico peliverde más de cinco minutos y tendrá que esperar ciento veinte minutos hasta el siguiente auto a recogerla. No, no estaba dispuesta. Aun así no pensaba en dar su brazo a torcer con el joven.
—Pues bien, ahora dame permiso que debo sentarme.
—Creo que no te han sabido criar en casa— dice esta vez abriendo los ojos para verse. El verde y el azul colisionan en un enfrentamiento de miradas que no están dispuestos a perder—. ¿No te enseñaron a pedir permiso correctamente?
—¿Y tú eres un sabelotodo, señor perfecto?
—Que linda, perfecto es mi segundo nombre—responde este—. Pero no logro escucharte bien, ¿qué es lo que quieres?
—Maldita sea, ¡muévete!
—Jo, qué chica tan malcriada.
No hizo caso omiso y se recostó aún más estirando las piernas para no dar espacio, dejando a una castaña bastante molesta.
—Maldito idiota, ¿puedes moverte y darme permiso que quiero sentarme, por favor?— pide haciendo énfasis en las últimas dos palabras, alzando la voz para que el contrario logre hacerle caso.
—Adelante— retira sus piernas y se acomoda para sentarse, poniendo en medio de ellos su mochila—, ponte cómoda y reposa tu cuerpo en este mueble hecho de madera con fines netamente necesarios para estas dos horas de pérdida de tiempo.
May no daba crédito a lo que escucha ni tampoco a lo que ve.
El muchacho saca un cigarrillo y lo enciende para fumar.
Mira a la nada buscando un punto de distracción en los que matar el tiempo mientras espera volver a casa. Quizás no llegue para cenar a tiempo, su madre debe estar preocupada preguntando a Kenny en donde se ha metido. Imagina a su padre haciendo los movimientos necesarios para que la policía dé con su paradero y la encuentren. Su hermano estaría ideando una tesis con argumentos de sustentación sobre porqué debe heredar su habitación con vista al exterior. Dawn se pondría en marcha para buscarla, Megan lloraría en redes y pidiendo en stories información de su paradero y Ash acompañaría a su padre junto a Brendan para llegar a ella. Desfallece en el nulo respaldar del paradero y encuentra apoyo en una especie de pared de plástico que contiene una enorme publicidad para una marca de gaseosas.
Se suelta su coleta y con ello logra esconder su rostro con hebras de sus cabellos cubriéndola para ver de reojo al peliverde de nombre desconocido. El chico seguía fumando sin perder el ritmo en el movimiento que hace con el dedo corazón para golpear ese cilindro delgado encendido, el que está envuelto en el intenso fuego naranja, y botar las cenizas que quedan tras aspirar la nicotina que contiene dentro. Puede notar unas leves ojeras debajo de sus ojos verdes vibrantes como cansados, tiene un perfil bastante atractivo y su manzana de adán se marca bastante bien en su cuello. Es una lástima que tanta belleza masculina se deseche con un comportamiento tan arrogante.
Por otro lado, Drew no sabe qué hacer ante la presencia de la castaña. May estaba ahora a su costado, tan solo separados por la sucia mochila que no pudo lavar a tiempo. La confianza que ensayó mentalmente en esas semanas se fue al tacho en tres minutos de plática con ella. Solo le queda fumar para ignorar ese hecho y rendirse a que la presencia femenina le regale un poco de su atención. Es consciente de su arrogancia pero no pensó en aplicarla justamente con May. No precisamente cuando ella solo quería ser amable y demostró que su físico captó su atención. Lo tenía todo pero a la vez nada. Tuvo la atención de ella pero también su desprecio.
“Me lo merezco” desquita su malestar con el tóxico humo de alquitrán.
Iban veinte minutos sin dirigirse la palabra, en un silencio absoluto que solo era interrumpido por el ruido de algunos trailers y automóviles que recorren la larga carretera. Él ya había fumado aproximadamente tres cigarrillos y ella solo buscaba aire puro para respirar. Ninguno quería dar la primera palabra ya sea porque temía seguir arruinando la mínima interacción que tuvieron o por evitar el conflicto para no resquebrajar una ilusión respecto a un cuasi platónico del paradero.
El chico –imbécil- del paradero.
La chica –malcriada- perdida.
Un nuevo sonido rompe la burbuja que construyeron en medio del humo, el ringtone de un celular resuena entre las paredes de plástico y el bolsillo de un pantalón. Drew ve el móvil y decide contestar.
—¿Qué quieres?
La castaña decide nuevamente ver de reojo hacia su costado derecho, viendo al chico contestar la llamada y quiere entretenerse prestando atención e imaginando un escenario ficticio de alguna conversación que encaje con las palabras que vaya diciendo.
—Estoy en un paradero lejos de la u, lejos de casa. ¿Por qué?...
Puede verlo aburrido, estresado e inhalando por fin aire puro.
—No me jodas, mostaza. Quiero mi maldito cargador ahora.
¿Mostaza? ¿Acaso el arrogante es un conocido de quien cree que está al otro lado de la llamada?
—¿Sabes qué, Ash? Me interesa una absoluta mierda eso. Quiero ese cargador en mi casa a las ocho. Después de las diez ya sabes que sucede…
—Disculpa— May decidió perder la vergüenza por un instante, porque vale intentarlo y no perder la fe—, ¿Quién te habla es Ash Ketchum?
—Espera— dice al de la otra línea—. ¿Qué dices?— su voz se dirige totalmente a ella.
—Si el que está en llamada contigo es Ash Ketchum.
—¿Por qué?
—Te agradecería que puedas pasarme con él, por favor.
Drew no objeciona ante el pedido así que decide hacerlo, no sin antes darle aviso a Ash.
—Oye, te paso con alguien que quiere hablar contigo.
Extiende sus brazos para recibir el equipo móvil.
—Gracias— May acomoda el equipo y un mechón detrás de su oreja para hablar—. ¿Ash? ¿Eres tú?
“¡¿May?! ¿Dónde estás? ¿Te encuentras bien?”
—Me alegra escucharte, en serio.
Drew presta atención a la conversación entre Ash y May. Ella le narra indirectamente que está perdida y necesita volver a casa. ¿Durante todo ese tiempo solo le bastó con acercarse a Ash para ubicarla? Siente que todo se desmorona a su alrededor cual construcción de naipes al sentir una pizca de aire cerca. Es tan absurdo todo.
—Me es imposible poder enviar mensajes, mi celular pereció en el camino.
“Entiendo. Por favor, pásame con Drew. Él te llevará a un lugar cercano en donde pueda darte el alcance. Es un amigo mío y de confianza a pesar de todo así que nada malo te pasará. ¿De acuerdo?”
—Confío en ti.
Ahora le extiende el celular al chico cuyo nombre sabe ahora es Drew. Le queda bastante bien, tiene cara de llamarse Drew.
—Dime.
Es lo que logra oír y ya no quiere seguir escuchando más, este solo hablaba en monosílabos como “ya”, “sí, “ajá” como un “de acuerdo”, “okay”. Al terminar la comunicación le devuelve la mirada pero ahora ella es quien lo evade para no verse descubierta.
—Es en vano— le dice con mucha calma—. Sabía que me estabas observando de nuevo, lo noté aunque hayas usado tu cabello como barrera para que no me dé cuenta.
—¿Y?
—¿Realmente te gusto o algo?
May quiere reír para evitar decir alguna estupidez. Drew pregunta con arrogancia disfrazada de esperanza para evitar verse descubierto en el punto de desesperación por su atención. Quiere saber si había logrado siquiera dejar un impacto en ella.
—¿Qué tonterías dices? Apenas te conozco y me caes muy…
Él solo alzó la mano para frenar su comentario. No quería escuchar más, no quiere romper ese cálido recuerdo con un adjetivo posiblemente amargo.
Por tercera vez el silencio reina en ese pequeño espacio. May abraza su cuerpo acariciando sus codos y Drew apenas le dirige la mirada. Puede ver su hermoso perfil y su nariz respingada que termina en una pequeña bolita pintada de rojo, sus mejillas con un rubor suave, labios delicadamente carnosos y pestañas rizadas. Ella respira suavemente con la vista perdida en el verde bosque frente a ellos. Si fuera valiente tomaría su mano para entrelazarlas y cruzarían corriendo para perderse en los frondosos árboles y continuar explorando las afueras de la ciudad. Sus manos le demuestra fácilmente la suavidad de su piel por lo tersa que se ve y puede imaginar sentirla.
No le queda de otra que crear escenarios ficticios en donde no haya soltado cualquier estupidez para conversar y decide simplemente soñar despierto.
Tuvieron suerte porque un bus estaba llegando antes del plazo estimado. Los dos se pusieron de pie al mismo tiempo y agitaron las manos para captar la atención del chofer, quien ve a los muchachos y se estaciona frente a ellos. May corre hacia la parte trasera para subir su bicicleta y Drew la ayuda sosteniendo por detrás la rueda. Tras lograr sostenerse de las varas, es él quien logra pagar el pasaje de ambos.
Ella se sienta en una esquina para evitar que el vehículo de acero moleste a su acompañante de momento.
Él se sienta en la esquina del lado contrario para evitar incomodarla.
No había muchos pasajeros pero era evidente que conforme avanzaban hacia la ciudad la gente iba a ocupar los asientos disponibles. Ellos estaban sentados en la parte final con la ventana al lado de cada uno. Drew sabía que debía acercarse a May para indicarle a donde bajarían e irían a dar el encuentro a Ash pero no tenía el valor suficiente para hacerlo.
—Por cierto, ¿a dónde iremos? Ash me dijo que puedo confiar en ti.
Bien, May se adelantó. Es la excusa perfecta para darse la oportunidad de sentarse al lado de ella.
—Iremos al restaurante que queda cerca a la universidad nacional. Ambos estudiamos ahí, así que es un punto intermedio.
—Me parece bien.
Ella acercó su rostro a la ventana, apoyó su mentón con una mano y su brazo reposa en su rodilla con la pierna recostada en su otra rodilla. Su zapatilla choca con la tela del pantalón de Drew pero no le interesa en lo absoluto. Él tampoco le reclama así que no menciona nada al respecto.
—Ten— vio que Drew le entrega su celular con Youtube Music en su pantalla—, puedes escuchar lo que quieras.
—Vaya, al fin tienes un poco de consideración.
—Se dice gracias por si tampoco sabes.
No dice más y toma la palabra, la primera canción que se le viene a la mente es una de Christina Aguilera que Megan iba reproduciendo en el auto que las llevaba a casa de Dawn para pasar una pijamada juntas hace cuatro meses.
“Boys are so inmature, they rarely turn to men. But then again all men are dogs”.
Drew solo era idiota a sus ojos.
“I hate boys but boys love me. I think they suck and my friends agree”.
Está segura que cuando les cuente a las chicas sobre este encuentro estarán de su lado, definitivamente.
Pero la playlist automática que se ha creado le reproduce Bel Air de Lana del Rey así que la deja reproduciendo en los auriculares.
El bus se fue llenando pero ahora cada vez hay menos pasajeros. Han pasado cincuenta minutos hasta que logra ubicar el primer lugar conocido para ella, el restaurante de Brock, bueno, de su familia. Brock es un amigo muy especial para el grupo pues si bien es mayor que ellos es alguien en quien confiar para despejar dudas y pedir consejos, se está preparando para medicina con especialización en pediatría además de tener una increíble sazón. Si Ash no le pidió que se encuentren allí es porque Brock no debe estar allí ahora sino en la universidad.
En fin, parece que ya estaban cerca pues logra ubicar la esquina cerca al restaurante además de ver a Drew poniéndose de pie.
—Hora de bajar.
Con cuidado toma su bicicleta esperando a que el bus se estacione correctamente para bajar. Drew toma la iniciativa de sostenerlo y salir primero. Ella sonríe y da un salto a la acera. Estira su cuerpo como un gato y deciden avanzar a pie.
Reconoce que estar al lado de Drew le transmite seguridad y confianza para caminar sola sin ayuda de Kenny, por lo que le sigue el paso y camina a la misma velocidad que él. Este le devuelve la mirada y da pasos más largos, apresurados.
Captó que es lo que trata de hacer.
—Oye, imbécil, espera.
Toma el timón y trota para acercarse evitando perder la velocidad en ello.
“Ese maldito idiota” pensó.
Y a Drew le estaba gustando esa actitud. Una princesa con un vocabulario soez y poco refinado.
—¿Tan rápido te cansaste, anciana? Creí que tenías más resistencia, con la pinta de deportista que traes, pero veo que me equivoqué. Eso me pasa por suponer cosas.
—Estoy agotada porque muero de sed y tengo hambre. No he comido nada en casi cuatro horas.
Su estómago sonó haciendo el ambiente más vergonzoso para ella. No se dijeron nada más hasta que vieron el restaurante abierto. Las luces los invitaban a pasar el rato dentro. Tal vez en otras circunstancias como una cita hubiese sido increíble. Buscaron un asiento disponible en el lugar tan lleno y lo consiguieron al ver a una pareja dejar el asiento que se ubica dentro de un auto rojo clásico. May vio la manera de sentarse y estacionar su bicicleta y Drew sacó su billetera del bolsillo.
—¡Buenas tardes! Sean bienvenidos. Aquí les dejo la carta; y permítame ayudarla para guardar su bicicleta.
Una niña rubia les sonreía muy amable y lleva el vehículo a otro lado, el rostro de Drew era una mezcla de intriga y seriedad porque cree que trata de ocultar que el lugar no es de su preferencia. Tal vez por la decoración.
—Ya puedes irte— dice sin mirarlo por estar concentrada en el menú—. Solo avísale a Ash que estoy aquí.
—No quiero. Me gusta estar aquí.
“Contigo”.
—Entonces deja de poner esa cara.
—Es la única que tengo— con mucha viveza le devuelve una mirada pícara más una sonrisa ladina provocando un breve enojo en May.
—No te soporto.
El menú era bastante variado y muy colorido, desde hamburguesas hasta opciones veganas en batidos de crema, postres y pastas. Era un buen lugar para pasarla bien a pesar de que ella y el famoso Drew solo estén de pasada por las circunstancias dadas. Repite, esto no puede considerarse una cita.
No sabía que pedir porque al ver que sacaba su billetera para contar del pequeño fajo de dinero asumió que él correría con los gastos de la “cena” pero esa deliciosa malteada de oreo y la hamburguesa doble con carne y queso más papas fritas se le hacían agua en la boca. Qué decir del volcán de chocolate con helado de vainilla coronando el plato.
“Contrólate May, este es el momento” pensaba mientras tanto.
—¿Puedo tomar sus órdenes?
La pequeña regresó con un cuadernillo en mano y bolígrafo.
Miró por un segundo a Drew y…
—Quiero una hamburguesa doble con queso derretido, papas fritas y una malteada de oreo con fudge de chocolate, ¿qué topping quieres agregar, May? Y de postre añade un volcán de chocolate con helado de vainilla y manjar.
Toma atención a su compañero y se pregunta cómo le era posible saber su orden con exactitud.
—Pues, de toppings quiero chispas de chocolate y más galletas oreo, por favor.
—¿Para usted, joven?
—Lo mismo.
—De acuerdo— vuelve a tomar nota—. En máximo veinte minutos estarán sus pedidos en mesa.
Quería hablar pero justo terminaba de sonar “A crazy little thing called love”, tremenda canción para un gran escenario como ese, preciso cuando Drew peinaba su cabello con un movimiento fugaz usando sus dedos índice y corazón. Es inevitable para ella dejar de pensar en su atractivo perfil que junto a su cabello verde le daba un toque peculiar y sagaz. Si no hubiese conocido esa arrogante faceta quizás pudo haberle dado el beneficio de la duda correspondiendo a su primera pregunta con un intento de coqueteo o como algo más.
No iba a admitirlo, pero ha desbloqueado a un crush.
Las luces cambiaban de color gradualmente, por un momento el color naranja ambientaba el lugar pero conforme sonaba el segundo estribillo de “Espresso” las luces se graduaban a un color en tono más ámbar.
Mierda, debe admitir que Drew era descaradamente guapo pero esa personalidad tan altanera arruinaba su ser; ese porte y mirada lo podía comparar incluso con una versión joven de Marlon Brandon aunque con una apariencia más ruda y delgada. No, él era incomparable.
“¿Puedes dejar de pensar en el enemigo?”
—¿Te gusta?
—El ambiente es muy bueno, por supuesto que sí.
—Me alegra.
Solo le queda mirar a un costado y esperar a que termine la canción. La sorpresa llega pronto con Take my breath away apoderándose del lugar y con el volumen mucho más alto. Las luces cambiaron a tonos entre rojizos y verdosos.
El sol ya se oculta y las luces brillan mucho más conforme las notas románticas avanzan poniéndola ansiosa. May esperaba escuchar algo así en una cita romántica junto a alguien con quien comparta un sentimiento mutuo de amor y respeto pero no, estaba sentada frente a un desconocido con el que apenas entablaba plática solo para discutir. Para el colmo, el rostro de Drew era un poema.
Que día.
—Sus pedidos están servidos.
La pequeña mesera llegó con los pedidos y seguía manteniendo una linda sonrisa.
—Disculpa, ¿crees que puedas hacerme un favor?
—Dígame.
—¿Puedes prender las luces y cambiar de canción? Es que me duele un poco la cabeza.
—¡Por supuesto! Creímos que les podía gustar nuestra playlist— le comenta sorprendida—, parecen estar en una cita y quisimos mejorar el ambiente.
Ella y Drew se miraron tan solo para reírse con burla hacia el otro.
No pudo esperar más y dio un enorme bocado a su deliciosa hamburguesa, la cual tenía doble carne. No podía evitar estar más feliz.
Drew por el contrario, bebía muy poco de su malteada.
Tenía mucha curiosidad por saber qué hacía en el paradero a esas horas ya que si es un conocido de Ash pues la distancia queda muy lejos de donde debería encontrarse, en la universidad.
—¿Qué te llevo a dormir en el paradero?— se atreve a preguntar.
—Terminé mis clases y quería descansar. No hay mejor lugar que perderse un rato lejos de la ciudad. ¿Qué opinas?
—Pues tienes razón, hice lo mismo de alguna manera— responde sonriendo y masticando su papa frita—. Por cierto, soy May.
—¿He preguntado tu nombre?— responde con una sonrisa.
—¿Puedes ser más amab…?
—Soy Drew.
—¿Acaso te lo pregunté?— dice con una enorme sonrisa autosuficiente.
—Vaya, estás robando mis tácticas.
—Vamos uno a uno. A la par.
—Pero no estoy mostrando mis dientes con un trozo de carne atrapado.
Lo primero que hizo fue mover con su uña ese pedazo en medio de sus dientes inferiores y desecharlo por donde sea. Qué vergüenza.
—Siempre un paso más adelante— dice Drew.
—Bien, pero en sí tu nombre no se me hace conocido. ¿Eres nuevo en la ciudad?
Esa pregunta lo dejó incrédulo, descolocando todos lo que ya daba por hecho ya que con eso le demuestra que no lo recuerda y ese es el motivo de su actitud con él, ergo debió actuar con normalidad y tan solo seguir la corriente.
—¿Será por qué recién nos conocemos?
—¡Claro! Que tonta soy.
A él no le quedó de otra que sonreír mientras May disimula burla cuando desea que la tierra se la trague en ese momento.
Nuevamente silencio incómodo.
Le cuesta entender cómo es que el destino recién se atrevió a juntarlos habiendo tantas oportunidades para ello. Es que no daba crédito a la experiencia que está viviendo hoy.
May ahora iba arrasando con el postre como si nada le importase y prefirió que sea así, evitando chocar miradas con el ojiverde. Estaba nerviosa de que este se burle de ella con algún comentario o cualquier expresión que pueda hacer durante su ridícula charla.
—¿Necesitas hacer una llamada?
Hasta ahora no entendía como carajos Drew era capaz de entender sus necesidades o requerimientos del momento.
—Y no, no soy psíquico. No leo mentes— vació al ver como la mirada de May cambia al responderle—. Solo que eres demasiado predecible, señorita simpatía.
Sacó del bolsillo de su pantalón su celular, el cual le entregó desbloqueado.
Ella observó que Ash había hecho tres llamadas pero no se respondió a ninguna de estas. De manera hábil marcó a su amigo y este respondió rápidamente.
“Carajo, al fin contestas. ¿Ya llegaron?”
—Soy May— trata de apaciguar el tono preocupado de su amigo.
“Lo siento, May. ¿Ya llegaron al restaurante?”
—Sí, estamos terminando de comer.
“Estoy cerca, los alcanzo en diez minutos”
Se suponía que estaba a esas horas en el gimnasio.
Tras terminar la llamada, logró visualizar que el perfil de Instagram de Drew estaba abierto por lo que se vio obligada a memorizar el nombre de este para buscarlo más tarde al llegar a casa.
Drew Hayden.
El arroba de usuario si es muy raro, @xyz789.
Agradeció el gesto de prestarle su móvil y dio un sorbo a lo último que quedaba de su malteada. Se sentía un poco cohibida por las acciones de Drew pero no entendía como pese a todo ello también está la comodidad. No le dijo que Ash le había marcado tantas veces y optó por picar un poco del postre del peliverde.
—Hey, deja eso.
—Pero si no estás comiendo nada— contestó sorprendida.
—Aun así es mío y no te he invitado.
Su rostro se torna rojo y avergonzada por enésima vez al derrochar extrema confianza con quien dice desconocer. El rostro de Drew se mantiene serio pero cambia rápidamente al ver asomarse una risa fuerte por la mirada que May le dedicó, como un cachorro arrepentido.
—Eres un desgraciado hijo de…
Un pedazo de chocolate calló la frase que iba a terminar. Drew le hizo el avioncito con su último bocado. ¿Ese insufrible no podía ser más odioso? Solo le queda esperar a Ash para ir a casa.
Como por arte de magia, su amigo llega y saluda a quienes atendían para finalmente chocar puños con Drew, quien pide a la mesera que la hamburguesa y el postre sea para llevar, también la cuenta para pagar.
Ash le entregó el cargador que tanto le reclamó el peliverde en el paradero.
—Hasta luego.
Ni bien se retiraba dio un último vistazo a May, quien abraza a Ash con mucho cariño. Algo dentro de él se manifestó, un sentimiento desconocido. ¿Celos? Quién sabe.
Esa noche, en su habitación dio por fin con la red social de la castaña ya que ella lo siguió en Instagram y le dejó un mensaje.
“Hola, logré ubicar tu cuenta solo para darte las gracias por lo de hoy. Lamento haber sido tosca contigo pero no sabía qué hacer. Agradezco tu paciencia. Esta es mi cuenta personal y si gustas seguirme, confirmaré tu solicitud. Grax”
No dudó en aceptar el mensaje y también enviarle la solicitud de seguimiento, la cual fue aceptada a la brevedad.
Esa misma noche, una joven se recostó en su cama junto a su gata quien dormía en su pecho luego de haberse cambiado la pijama. Fue un día agridulce pero digno de recordar.
—Drew Hayden. Que imbécil.
☆☆☆
La inspiración llegó mucho más rapido de lo que realmente esperaba. Me siento tranquila y contenta por esto. Al menos mi cintura duele menos.
Quiero dar las gracias a @Shiba por haberme dado -indirectamente- el chispazo para escribir esto. Tenía dudas, miedo de que no quede como realmente quería pero aquí está. El ahora capítulo más largo hasta le fecha. Quise hacerlo en dos partes pero mucha genialidad no podía ser dividida (?
Algo que quiero resaltar y forma parte del cambio que expliqué más arriba es que modifiqué un poco la conversación entre Megan y May ya que en realidad ninguna recuerda la presencia de Drew. Así que andamos en esas.
Y eso, gracias por leer.
Última edición por Mihrimoonx el Jue 11 Jul - 11:24, editado 3 veces (Razón : Siempre las cosas se ponen en mi contra cuando previsualizo.)
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Re: A Poison Called Love
Halo!
A Drew deberían de darle un premio por cagarla cada que conoce a May, es como deporte nacional (?
sinceramente ha sido un encuentro muy peculiar, diferente a lo típico, pero fiel a lo que dicta lo canon.
Lo bueno es saber que la siguiente interacción aunque online ha sido por el propio pie de ellos y no por terceros un detalle que en lo personal me ha gustado mucho.
Y ves estos momentos en los que confunden a un chico y una chica como pareja cuando no lo son? Cuando realmente lo son no hacen esas cosas, ni una de Camila le ponen - La que se proyecta y sufre por eso (?? -
Ok ya.
Un cap que sinceramente ya he venido esperando, porque ajá, el encuentro, hasta cuando ya se conocen, la apurada entonces jajajajajaja Pero si me parece acertado que haya sido recién ahora porque al conocer el contexto de ambos todo tiene más sentido, que por cierto me encanta que May actúa como lo que es, una niña mimada xDD
En cualquier caso... Que bien que ayudé a tener el capítulo ahora, aunque no sé como, jajajajaja
Y sí volvií a leer la conversación de May y Megan porque... Por qué no?
En fin, espero al siguiente capítulo, el largo del capítulo me parece bien, si sale otro así de largo no te cortes en ponerlo en dos partes si no lo crees necesario, para mí quedó conciso y redondo el cap, porque nunca sentí que se necsesitara un corte en el mismo, lo que me lleva a resaltar nuevamente la bonita narración xD
Hasta luego ~
A Drew deberían de darle un premio por cagarla cada que conoce a May, es como deporte nacional (?
sinceramente ha sido un encuentro muy peculiar, diferente a lo típico, pero fiel a lo que dicta lo canon.
Lo bueno es saber que la siguiente interacción aunque online ha sido por el propio pie de ellos y no por terceros un detalle que en lo personal me ha gustado mucho.
Y ves estos momentos en los que confunden a un chico y una chica como pareja cuando no lo son? Cuando realmente lo son no hacen esas cosas, ni una de Camila le ponen - La que se proyecta y sufre por eso (?? -
Ok ya.
Un cap que sinceramente ya he venido esperando, porque ajá, el encuentro, hasta cuando ya se conocen, la apurada entonces jajajajajaja Pero si me parece acertado que haya sido recién ahora porque al conocer el contexto de ambos todo tiene más sentido, que por cierto me encanta que May actúa como lo que es, una niña mimada xDD
En cualquier caso... Que bien que ayudé a tener el capítulo ahora, aunque no sé como, jajajajaja
Y sí volvií a leer la conversación de May y Megan porque... Por qué no?
En fin, espero al siguiente capítulo, el largo del capítulo me parece bien, si sale otro así de largo no te cortes en ponerlo en dos partes si no lo crees necesario, para mí quedó conciso y redondo el cap, porque nunca sentí que se necsesitara un corte en el mismo, lo que me lleva a resaltar nuevamente la bonita narración xD
Hasta luego ~
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Re: A Poison Called Love
A POISON CALLED LOVE
Capítulo 7: ones who love you
"Toma, toma de los que te aman;
Vete, vete con los que no lo hacen;
Miente, miente con los que te quieren;
Recuéstaste, recuéstate con los que no lo harán"
—ones who love; alvvays.
Vete, vete con los que no lo hacen;
Miente, miente con los que te quieren;
Recuéstaste, recuéstate con los que no lo harán"
—ones who love; alvvays.
La cámara de su móvil fue de mucha ayuda en este día que tenía libre siendo un martes por la noche. Divagó mucho sobre en qué desperdiciar las pocas horas que le quedan para sí misma, por lo que excarvó entre sus lienzos no finalizados y se detuvo a escoger los mejores bocetos para avanzar. Tenía tres en mente ahora por lo que tras tomar fotos, las envío en un mensaje a su contacto fijado.
“cuál debería terminar primero?”
Cada vez que veía el nombre del receptor agendado simplemente suspira, lleva su mano al pecho y respira contando hasta diez. Los nervios se apoderan de ella pero sabe que debe mantener la calma.
“me parece que el tercero, se ve más interesante“
Ese boceto es mas que nada un conjunto de retratos dibujados de forma abstracta, o mejor explicado, era la prueba de un estilo que quería explorar ya que sugería añadir varios rostros y “unirlos” en una sola expresión artística.
“gracias <3”
Los fuertes latidos se hicieron presente y nuevamente debió tomar aire y contar hasta diez. Observa la foto de perfil del chat que comparten y puede apreciar como un helado de vainilla es capaz de ponerlos cerca, cuerpo a cuerpo, hombro con hombro y ella casi reposando en el espacio disponible entre su cuello. Ella sonríe, él solo mira a la cámara con esa dureza característica de sí y sus hermosos ojos verdes. Para ese día ella usó una sencilla remera sin mangas color amarillo y una falda recta naranja; él con una sencilla cafarena negra, jeans oscuros y chaqueta morada opaca. Cabello rojo y verde en un retrato juntos.
Siempre se asegura de memorizar la textura de sus labios, su respiración lenta y su toque frío en la cintura para no extrañarlo.
Tiene en claro que lo de ellos es solo para pasar el rato en sus días libres o cuando se sintieran estresados, con ganas de compañía. Sin embargo, se viene replanteando la idea de si es correcto dejarse llevar por los nuevos sentimientos que florecen dentro de ella o mantener el acuerdo que ambos establecieron antes. Desearía tener mayor control de sus emociones.
“Que haces?” preguntó con un mensaje.
“solo escucho música” responde.
“banda?”
“es mild high club, Brianna”
“cancion?”
“la más popular, homage”
Quisiera navegar en esa mente tan hermética, pintar sus recuerdos de colores vibrantes y aminorar ese semblante cauteloso de su ser. Si tan solo él se lo permitiera. Solo necesita el permiso de Drew para hacer su magia.
☆☆☆
Tras haber aceptado la solicitud luego de su gran encuentro en el paradero días atrás entendió porque le resultó difícil encontrarla en su momento.
@queensnorlax era su perfil privado con la foto de perfil de su gatita, una Ragdoll de nombre Skitty y con la sencilla descripción “amo la comida, no molestar”. En este podía ver fotos de índole personal como una en donde sostiene una gran taza de chocolate y tenía escrito “Boom clap”, mostrando un look mañanero y arriesgado con su cabello sujetado en el moño más desordenado que haya visto, el rostro apenas lavado y una sonrisa cálida. En otra foto veía una sopa de pollo caliente, unas pastillas y deslizando en la imagen la vio con una nariz y ojos rojizos, empapado de lagrimas más la palidez que caracteriza una fuerte gripe.
“me quiero mword” decía el pie de foto.
“Me mword” en otra imagen de ella con un vestido manchado de lo que seria guiso.
Y otras fotos junto a sus amigas en momentos raros, como poner la cabeza de una peliazul para secarlo en la secadora de manos de un centro comercial. O una imagen de Megan durmiendo mientras May hacía una mueca con la lengua hacia afuera.
“en términos de soportar, no estoy soportando” le comentó la protagonista de la foto.
“soporta, bb” decía May.
También veía sus stories en donde suele subir imágenes de su comida diaria, fotos de ella y la peliazul que parece llamarse Dawn, o de momentos graciosos de su vida.
Era linda, de una enorme sonrisa contagiosa y sencilla.
Su última foto fue de ella en un acuario, posando frente a una enorme piscina en una imagen claroscuro con el agua de la piscina siendo lo único que la alumbraba.
Ya se seguían pero no se atrevía a enviar mensaje alguno luego de recordar la vergonzosa primera impresión que dio en su encuentro. Es decir, ¿cómo demonios se atrevió a ser la mierdilla de siempre cuando tenía a la chica de sus pensamientos en frente suyo? Con los recuerdos nuevamente puestos solo le provoca golpear su cabeza contra la pared.
Revisó el perfil una vez y presionó en la foto que le redirige a su estado, en donde anuncia que reactivó su cuenta pública.
En ese instante, vio que también le envió un mensaje directo.
“Hola! Estoy reactivando mi cuenta principal después de mucho. Tuve que darle de baja por un momento, en verdad fue horrible la situación. Puedes seguirme allí también” y le dejó el link de su perfil.
El muy idiota acaba de darse cuenta que tras recibir el mensaje de May solo reaccionó a este con un pulgar arriba sin haber dejado un mensaje de respuesta. “¿Qué mierda?” pensó.
“Hola, cuál es la diferencia entre esta cuenta y la que estás reactivando?"
“Ya lo verás”
Y luego de dos minutos May le envío una solicitud de seguimiento con la cuenta restablecida.
@maybalance es definitivamente un perfil más ostentoso, superficial y mainstream. Podía ver sus mejores fotos, las prendas en tendencia puestas en ella como también los mejores lugares a los que ha ido. Tenía una poderosa cantidad de seguidores y muchos comentarios. Era la chica linda de la ciudad y muy querida por lo que va observando
“Oyeee, aceptame” leyó en su pantalla. Fue a ver la lista de solicitudes y el perfil grande de May también le envío solicitud de seguimiento. Más que feliz, aceptó. No lo admitirá, pero está con una sonrisa grande ahora mismo y no desearía que nadie lo vea en esa situación. Ni siquiera Agatha.
En su pantalla la notificación “Bri” se hacía más presente. Ingresó al chat y estaba enviando fotos de unos lienzos que tenía pendiente por avanzar.
“cuál debería terminar primero?”
El primer boceto era un canasto de frutas, el segundo era un paisaje. O eso es lo que creía ver; la tercera imagen aparecían varios rostros en conjunto y no le hallaba sentido. Perfecto.
“me parece que el tercero, se ve más interesante”
“Gracias <3”
Brianna suele ponerse cariñosa en ocasiones y aunque no le desagrada hasta cierto punto si le hace replantearse sobre que es lo que ella entiende por el vínculo que ambos mantienen. No quiere generar problemas a futuro o que se haga ideas falsas sobre un amor que puede o no corresponder. La pasaban bien, por supuesto, pero no se siente listo para iniciar una relación con ella o alguien más.
“Por qué no publicas nada?” el mensaje de May aparece en su pantalla y se dirige a este. Había reaccionado a todas las fotos que había subido, siendo apenas paisajes, edificios interesantes, libros y un jardín de rosas.
“Le diste fav a mis fotos”
“me refiero a ti, por qué no hay siquiera una foto tuya”
May pone mas seriedad al mensaje con un emoji pensativo. Viniendo de ella no le molesta o genera cringe por alguna extraña razón, como con Agatha.
“No es mi estilo”
“buuuu”
Homage sonaba en su playlist mientras pensaba en esos bonitos ojos zafiro que le vienen gustando. No puede negar que ella es una chica bastante atractiva (lo ha dejado claro más de una vez, ¿cierto?), es inevitable pensar en ella al menos una vez al día. Se pregunta que es lo que hace en sus momentos más difíciles. Hasta él se sorprende de ese tipo de pensamiento.
“No me digas, te has enamorado de mí y quieres guardarme en tu galería, no es así?”
En menos de un minuto vio varios mensajes enviados por May y en desorden.
“YOOO? POR FAVOR”
“NO ME HAGAS REÍR LOL”
“LMAO”
“XDDD”
“Eres taaan presumido, en verdad”
“Por qué eres así?”
Le saca una leve carcajada.
“Solo saco deducciones por como reaccionas”
“Eres un prospecto de psicólogo?”
“De arquitecto”
“estudias arquitectura? Ahora todo tiene sentido.”
"Ya veo porque tienes más fotos de edificios que de ti"
“”
Su pantalla le avisa de otro mensaje enviado por Brianna.
“Que haces?” pregunta.
“solo escucho música” responde.
“banda?”
Revisa su celular y anota el nombre de la banda. Es de sus favoritas pero hablar con May lo desvía a otra realidad.
“es mild high club, Brianna”
“cancion?”
“su mayor éxito, homage”
Vuelve con May, quien le respondió con un sticker de gatito con ojos brillantes.
"Estás en la universidad?”
“segundo ciclo”
“Yo estoy por terminar la escuela en este semestre. Ya quiero ir a la universidad y dejar de usar uniforme”
“creeme, vas a extrañar usarlo estando dentro”
“Tan malo es?”
“Quieres saberlo? Tomemos un café o comamos algo. Yo invito”
Estaba tonteando mientras redactaba una supuesta respuesta a enviar para luego borrarlo pero su dedo le jugó en contra y presionó la flecha. No quiso verse como un idiota desesperado así que no esperó y anuló el mensaje para todos.
Se levantó de su cama y dejó el celular en su mesa de noche. Caminó al baño y prestó atención a su semblante. Vestía una camiseta en color negro con manchas claras debido al exceso de cloro al lavarlo y un short a cuadros. Su rostro se veía delgado, apagado, con las ojeras más presentes por las sombras de la noche. Pasó tres días sin fumar intentando superar una marca personal, enfrentándose en una lucha interna consigo mismo para demostrar que era capaz de lidiar incluso con sus problemas emocionales sin afectar a otros en el camino. Enjuagó su rostro con el agua sumamente fría de su lavadero. Sus manos ya estaban acostumbradas a esa temperatura.
—Hey Drew, ¿ocupado?— habla Agatha detrás de la puerta.
—Ya salgo.
Seca sus manos con la toalla detrás suyo y salió de allí para ver a la joven pelinegra con el rostro cansado apoyada en la pared.
—¿Todo bien?— pregunta.
—Si— responde Agatha—, solo que necesito dormir.
—Deberías estar acostada, es tarde.
—No puedo dormir.
—Te haré chocolate caliente.
—Bien.
Fue rápido a la cocina y sacó de la alacena cocoa en polvo, leche, azucar y nata para preparar una sencilla bebida. Su madre no apareció después de haber dejado el dinero para pagar esa dichosa deuda. Él también necesita mover sus cartas y salir a traer la comida del mes, se está acabando la leche y carnes.
Su celular vibró y solo pudo pensar en una sola persona. Tomó el equipo móvil de su habitación
“qué borraste?! Dímelo ahora”
“que sí, que en verdad la u es terrible”.
“ocs”
Agatha ya estaba sentada frente a él y le tomó por sorpresa, no había sentido sus pasos hasta que guardó su celular. Le tendió la taza caliente y ella feliz lo bebió.
—No es por nada, pero tus raíces crecidas se notan desde aquí.
Apenas estaban iluminados por un foco a punto de quemarse, se había descuidado al respecto.
—Gracias, ya veré cómo arreglar eso.
Debía atender esa urgencia pronto.
“no duermes?” escribió May.
“lo mismo te pregunto”
“Yo estoy escribiendo para ganar sueño” emoji de bostezo.
“Cierra los ojos y cuenta hasta donde te dé la mente”
“muy gracioso” emoji de ojos en blanco.
“Soy así”
“que creído”
Se le antoja mucho tenerla cerca, que cada vez que le diga presumido, arrogante, creído, imbecil, entre otros apelativos, tomar su cintura y acercar su cuerpo para callarla con un beso. No un beso sencillo, sino aquellos que los dejen agotados de desesperación, entumecidos por el reto de tomar el control y domar la situación con las ansías de poseer uno al otro.
Se siente como en una pubertad tardia.
“Arreglaron tu bici?” Decidió enviarle ya que viendo los mensajes compartidos entre ellos ni siquiera ha preguntado por el estado del vehículo de dos ruedas
“Si, le cambiamos la llanta y está como nueva”
“bien, iré a dormir. Cuídate”
“tú igual, xoxo”
Río y puso sus manos en el pequeño bolsillo de su short caminando en dirección a su habitación.
Ni siquiera se percató de otro mensaje de despedida porque el único que le interesaba ya había concluido.
Agatha solo se atrevió a mirarlo de soslayo intentando descifrar las expresiones faciales que Drew acaba de hacer frente a sus ojos y a una pantalla.
☆☆☆
Cuando plasma su arte en un lienzo le gusta estar acompañada por la música. Es una excelente herramienta para ser transportada a otro universo. Le gusta sentirse acompañada de cierta manera no solo por la voz del cantante o instrumentos, sino también por sus queridas hijas, sus queridas plantas que cuida con tanta devoción.
They, they are the ones who love you
Ahora suena Alvvays, una banda que gusta mucho y conoció en un pequeño festival rural un par de años atrás, cuando decidió emprender camino a cumplir sus sueños. Era solo una adolescente de dieciseis cuando la voz de Molly Rankin se convirtió en su mejor amiga, quien podía consolarla con sus letras interpretadas.
We, we are the ones who don't
Como cualquier mejor amigo, siempre tiene palabras precisas como también factos que duelen hasta lo más profundo.
Hang up on the ones who need you
Oh.
Watch out for the ones who won't
Se detiene por un momento viendo la pieza que ha ido avanzando.
When the lightning strikes, i will be on my bike. I wont be stuck inside. I will be taking flight
Considera que hay trazos por mejorar y que en una de las líneas trazados exageró el grosor del delineado.
And when the weels come off, i'll be an astronaut. But i won't be lost in space, i will be skippinh rocks.
Tomó un poco de su té negro para ver a detalle que es lo que hacía falta a lo que alguna vez había dibujado corroborando su perfecta condición. No logra descifrar que es lo que está saliendo mal al pintar.
¿Por qué?
When you live on an island, nothing ever falls in place. The winters are violent and you cant ever feel your face.
Busca consuelo enviando un whatsapp a Drew.
"Sigues despierto?"
Espero que él lo esté ya sea por avanzar alguna maqueta nueva de proyecto o haciendo un análisis para la clase de morfología.
You can't fucking feel your face
Dejó que la canción siga sonando. A veces cree que Molly le llama la atención mediante su canto. Sabe cuando debe parar o debe continuar pero ahora necesita algo que la despierte de su realidad aún si esta es cruel.
Su té enfrió rápidamente, los rostros no tienen expresiones completas y sus pinturas se van secando de a pocos.
Suspiró y con agotamiento reflejado decide dejar todo para otro día.
But i won't be lost in space
Deja un último mensaje a Drew para dar por finalizado su día. Se rindió por hoy.
"Que tengas buenas noches, descansa "
I'll be on Lippincott.
Apagó la luz.
☆☆☆
Tras salir de la universidad, tomó el primer bus que encontró hacia su lugar de destino. Apenas logró saludar a Paul y se aseguró de no cruzarse con nadie de su círculo. Lleva una gorra benie color negro para cubrir su cabellera y revisa la hora en su celular.
Espera poder encontrarla.
La campana da aviso a su llegada al abrir la puerta, ingresa y el olor fuerte a oxigenta invade sus fosas nasales. Es de los pocos olores que le cuesta tolerar pese a haber aspirado peores cosas.
Se sienta al no ver a nadie en la atención, toma una revista para distraerse y esperar a quien tenga que llegar.
Minutos después logra ver frente a sus ojos una sencilla taza de café.
—Para mi cliente favorito— saluda una fémina
—Gracias, Solidad.
—¿Retoque de raíces?
—Urgente.
—Bien, porque tengo el tiempo suficiente para ti.
☆☆☆
Vio el anuncio publicado en el mural sobre una convocatoria para nuevas porristas y no estaba segura de postular. Sabe que es su último año pero aún así vale la pena intentar seguir un sueño, mejorar posibilidades de tener puntaje para sus notas como también oportunidades universitarias. Solo debía anotar su nombre y aula para la convocatoria. Tomó un bolígrafo que quedaba cerca y dudó nuevamente si ingresar su nombre.
Hay pocas plazas, ya ocho chicas ingresaron su postulación y solo quedan cuatro cupos para participar. ¿Es un buen momento?
—Oye, ¿te vas a inscribir o no?
Una suave voz femenina la sacó de su aturdimiento y sin remedio anotó sus datos.
De inmediato la otra muchacha hizo lo mismo.
¿Qué debía preparar? ¿Cómo debe presentarse? Desea tener éxito.
“Hey, Sere!” vio un mensaje en su teléfono. Miró por ambos lados en caso hay más personas. Al no ver a nadie más lo saca de su bolsillo.
“Dime, Ash!” respondió.
“Solo quería darte las gracias por lo de ayer, eres una gran amiga”
"En serio" añadió.
Amiga.
Como odia solo ser etiquetada como una simple amiga más del montón. Siente una punzada en el corazón muy fuerte.
“Ntp, para eso estamos C:”
Respondió.
☆☆☆
Notas de autor: No pensé que me pasa, pero estoy muy inspirada, he actualizado 3 veces en esta semana, creo que la creatividad me está acompañando. Me siento bendecida (?
Igual, los comentarios me motivan demasiado así que ando super pilas con eso.
Creo que aquí quise dar una leve introducción a Brianna y sus emociones a manera de contrarrestar un poco el capítulo anterior. Pero ahí ando.
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Re: A Poison Called Love
Hola~
Te digo cuando te gusta lo que haces las cosas fluyen de manera natural y se nota mucho en todo este fic ~
Solo tengo una queja ¡¿Quién le pone cloro a la ropa negra?! Noooo Deos Nooooooooo - Modo señora activado.- Hasta ponerla a hervir en agua era mejor opción y más económicooooo, y que si le quiere sacar las manchas que vaya pensando en hacer eso con un tinte negro de ropa (??? Ok ya, entre pobres hay que entenderse. Con razón anda tras alguien que le puede pagar los gastos habidos y por haber (??? Ok no (??? Pero sí (??
Pero le aplaudo que quiera dejar de fumar, aquí entre nos - para mí - el vicio más pendejo que existe, dañas tus pulmones, dañas los de los demás si no tienes una mínima de consideración. No fumen. (?? Y coincido con lo de la oxigenta, es ugh...
Por otra parte me dan una ternura las interacciones online de May y Drew, es como... muy lindo todo porque demuestra que ambos tienen interés a pesar de uno que otro trato xD
Y sí Brianna me sigue dando pena, sufro por ella en silencio.
Y ahora por Serena, no te preocupes linda, hay más peces en el mar que no te van a decir amiga, otros te van a decir hermana (???
Espero al siguiente cap a ver como evoluciona todo, porque me gusta mucho como va todo~
PD: Se me cerró el navegador mientras escribía el comentario y casi me da un infarto, pero bendito sea lo que haya sido, que no se perdió todo.
Pd2: Se cerró otra vez pero esta vez si copié yeii...
Te digo cuando te gusta lo que haces las cosas fluyen de manera natural y se nota mucho en todo este fic ~
Solo tengo una queja ¡¿Quién le pone cloro a la ropa negra?! Noooo Deos Nooooooooo - Modo señora activado.- Hasta ponerla a hervir en agua era mejor opción y más económicooooo, y que si le quiere sacar las manchas que vaya pensando en hacer eso con un tinte negro de ropa (??? Ok ya, entre pobres hay que entenderse. Con razón anda tras alguien que le puede pagar los gastos habidos y por haber (??? Ok no (??? Pero sí (??
Pero le aplaudo que quiera dejar de fumar, aquí entre nos - para mí - el vicio más pendejo que existe, dañas tus pulmones, dañas los de los demás si no tienes una mínima de consideración. No fumen. (?? Y coincido con lo de la oxigenta, es ugh...
Por otra parte me dan una ternura las interacciones online de May y Drew, es como... muy lindo todo porque demuestra que ambos tienen interés a pesar de uno que otro trato xD
Y sí Brianna me sigue dando pena, sufro por ella en silencio.
Y ahora por Serena, no te preocupes linda, hay más peces en el mar que no te van a decir amiga, otros te van a decir hermana (???
Espero al siguiente cap a ver como evoluciona todo, porque me gusta mucho como va todo~
PD: Se me cerró el navegador mientras escribía el comentario y casi me da un infarto, pero bendito sea lo que haya sido, que no se perdió todo.
Pd2: Se cerró otra vez pero esta vez si copié yeii...
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Re: A Poison Called Love
A POISON CALLED LOVE
Capítulo 9: Maneater
"Que todo el mundo se rompa el cuello,
todos los locos saltan alrededor,
quiero verlos a todos de rodillas.
¿O quieres estar conmigo o ser como yo?"
—Maneater; Nelly furtado
todos los locos saltan alrededor,
quiero verlos a todos de rodillas.
¿O quieres estar conmigo o ser como yo?"
—Maneater; Nelly furtado
—La convocatoria ha finalizado.
Dawn retira el anuncio del periódico mural y lo guarda en su folio aprovechando que aún no hay muchos estudiantes cerca.
—¿Se llenó todo?
—Si, ahora solo queda esperar al próximo jueves para poder seleccionar a las nuevas beibis. En un rato le diré a Donna para que cree el grupo con las peques.
—Que sueño.
—May, me estás preocupando— retoma su mirada a la castaña que viene acompañándola.
—Es solo que no pude dormir bien anoche— responde intentando abrir más los ojos y regalar una sonrisa cálida.
—¿Insomnio, anemia o tiene un nombre en específico?— cambia a una mirada más coqueta, curiosa en descifrar que ocurría con su amiga.
Desde que les contó la manera en cómo conoció a un nuevo chico en las afueras de la ciudad la nota muy distraída pero también sonriente. Es miércoles pero hoy May trae los ánimos como si se tratara de un lunes por la mañana.
—Si— la figura de una menuda rubia platino se acerca detrás de ellas—, Brendan.
Se echo a reír junto a Megan creando en su amiga castaña incomodidad y más aburrimiento. Cruzó sus brazos y puso los ojos en blanco para dejar en claro.
—Ya paren con eso— dice tomando ventaja en caminar, dejándolas atrás.
—Pero May, ¿acaso no te das cuenta? Y en verdad fueron al acuario.
—Dawn, ¿tú también?— dirige su mirada hacia ella y ve unos zafiros cansados.
—La única tonta que no lo ve eres tú — acota Megan—. Puedes preguntarle a cualquier persona de esta escuela y te dirá lo mismo.
—Es que no podría creerlo. Brendan y yo solo somos amigos, el primer recuerdo que se me viene a la mente juntos es de él gateando y yo en el jardín de mamá. Es imposible, yo...
—Ya, mejor déjalo ahí y cree en lo que te conviene.
—¿Vamos al baño?— Dawn cambia de tema para evitar que el ambiente se torne más hostil. Para su buena suerte, las chicas avanzan.
Ahí dentro sacó su necesser para aplicar su máscara de pestañas y corregir las imperfecciones que cree tener. Megan y May compartieron un blush cremoso que consiguieron hace pocos en el centro comercial. May siempre opta por verse natural y limpia en su look, Megan gusta de un look más tierno. En cambio ella prefiere definir sus facciones. Ojos rasgados pero abiertos, labios carnosos pequeños, nariz delgada y respingada. Le gusta resaltar su mirada con un suave delineado que apenas rellena en un tono marrón.
—¿Hoy estás libre?— pregunta Megan acercando su rostro al espejo para aplicar su brillo labial
—No, tengo ensayos y probablemente mañana también— responde Dawn difuminando apenas el poco rubor de sus mejillas
—¿Tendrás tiempo para estar presente en el casting de las nuevas chicas?— ahora habla May ya lista.
—Si, por eso estoy acomodando mis tiempos. No quiero perderme de nada.
—Eres grandiosa, estoy segura de que podrás audicionar pronto.
—Eso espero— junta sus manos y las lleva a sus labios ocultando una sonrisa de emoción.
—Verás que todo esfuerzo valdrá la pena.
Para muchos el llevar un entrenamiento de baile y canto no sea la gran cosa, sin embargo Dawn lo toma como su estilo de vida y meta a lograr desde que recuerda haber dado sus primeros pasos.
Su inclinación por la música es evidentemente iniciada por la familia ya que Johanna, su madre, fue una famosa estrella pop hace 30 años y dejó un enorme legado en la industria musical desde su estilo particular, rango vocal y presencia. En los artículos musicales que tocan hacer referencia a ella señalan que hasta la fecha no hay nadie que haya sido capaz de alcanzar o rebasar el impacto que entregó Johanna a la música, tanto que sigue siendo una excelente referencia en las artistas actuales. Dado a ello es que se esfuerza el doble o el triple por también querer dejar su nombre en alto y tener una carrera reconocida. No solo lleva clases de canto y baile, sino también refuerza sus conocimientos en piano y violín para reforzar sus cualidades auditivas musicalmente hablando.
Y es por ello que siempre lleva una crema para manos, para aplicarse luego de sus prácticas. Odia ver algún signo de ampollas o callos en su cuerpo, tampoco le agrada tener resequedad en su piel. Detesta no verse perfecta, como en estos momentos en donde su cabello ha vuelto a despeinarse.
—Demonios, ¿tienen crema para peinar o gel por último?— pide casi a gritos mientras con un poco de agua trata de humedecer las raíces rebeldes de su cabeza.
—No, hoy no traigo nada de eso— dice May
—Yo menos, bebé. Lo siento.
—¡Que vergüenza!— observa a su contraparte en el espejo, quien se ve con los cabellos muy rebeldes y el look desprolijo, no puede soportar dar esa imagen a los demás y mucho menos salir de esa manera. Dentro de poco era la hora de ingreso de la mayoría de sus compañeros y ella se sentía ahogar en un vaso de agua lleno.
—Dawn, solo respira y camina con nosotras.
—No, May. No estás entendiendo. No puedo salir así — respira nerviosa y el temblor en sus manos se hace notorio para las dos chicas presentes.
—Hey Dawn, toma un poco de aire. En serio— dice Megan que se acerca frente a ella a tomar sus brazos para intentar calmarla.
—Soy un desastre— susurra un tono de voz más agudo, bajando su cabeza para evitar el contacto visual.
Se oye el movimiento de un pestillo y tras él ve los zapatos de una chica saliendo de un cubículo. Zapatos sencillo, medias limpias. Paralizó su andar unos segundos y ella no se atreve a ver quien es.
—Creo que necesitas esto.
¿Era alguna especie de hada madrina o ángel guardián? Quien sabe, pero apenas oyó aquello no dudó en levantar su rostro para dar con quien era su posible salvadora, resultando ser la chica con la que se cruzaron en el comedor y en el baño semanas atrás. Ella le tendía una pequeña barra circular y lo que parece ser de acero.
—Es cera en barra. Solo aplícalo en donde lo necesites y ningún pelito se levantará. Te lo aseguro.
Dawn decide confiar y recibe el producto, abre con cuidado la tapa, por debajo hace presión para que el producto salga. Al aplicarlo nota la diferencia. Sus cabellos rebeldes estaban emparejándose con los demás y ya no se notaban como palmeras pequeñas. Continúo pasándolo y también presionaba con sus manos para un mejor resultado. En pocos segundos pudo ver la magia y nuevamente su sonrisa encantadora.
—¡Wow, funciona!— exclama con una sonrisa de oreja a oreja, mostrando sus perfectos dientes blancos—. Muchísimas gracias, te debo una.
—No, no es nada— responde al recibir la barra.
Su voz era dulce pero no tan aguda, su cabello miel caía en unas hermosas ondas perfectamente peinadas. Y sus ojos celestes le daban un plus espectacular, más aún su altura. Era bastante alta ahora que lo nota más.
—¿Cómo te llamas?— May toma la palabra muy emocionada— Nos quedas debiendo eso desde las anteriores veces.
—¿Yo?
—No, sino la estúpida que...
—¡Meg, vamos!— resondra May con un ligero codo en el brazo a su amiga—. En serio, ¿cuál es tu nombre?
—Me llamo Serena. Soy de último año al igual que ustedes, creo— su posición se vuelve más tranquila y ya no va a la defensiva. Dawn puede ver que sus hombros se relajan y ella extiende su mano para responder el saludo.
—Yo soy Dawn Berlitz.
—¿Eres la hija de Johanna, cierto?— pregunta emocionada— ¡Qué emoción! Ser hija de la reina del pop e industria musical debe ser todo un honor.
—¿Qué puedo decir?— sonríe orgullosa. Ese es el nivel que ella aspira algún día alcanzar.
—Una maravilla, definitivamente.
Sonríe y vuelve a agradecer por el gesto de ayudarla. Serena es una chica alta, de buen porte con una linda sonrisa. Puede compararla con un rostro felino. La chica en cuestión le devuelve la mirada y decide salir junto a ella.
Mientras camina por los pasillos en dirección a su aula ya ve a varios jóvenes en su recorrido por ubicar sus
Mientras camina por los pasillos ella se siente una reina, muchos de los chicos se detienen a contemplar su ser y las chicas se dividen ya sea para mirarla con recelo o admirarla. Dawn tiene una fascinación por dejar una excelente impresión así que siempre regala sonrisas para quienes se animen a saludarla o paren a verla caminar. Los chicos lindos la contemplan porque saben que tiene pocas posibilidades de intentar algo pues logró dejar en claro que no es para ser una chica de consumo, sino solo para ser vista de lejos. Ni aunque estén de rodillas lograría darles la oportunidad que tanto buscan.
No hay nadie como ella así otras chicas de grados menores quieran imitarla. Ella es única, es Dawn
Ser inalcanzable es su meta, por ello cuida tanto su presencia como su físico.
Conforme deja atrás a los demás, continúan con su recorrido hacia sus respectivas aulas de clase. La primera materia a desarrollar es biología.
May se enfrasca en una conversación que parece ser interesante con la chica nueva.
—Si estamos en el mismo grado, ¿por qué no estás en nuestro salón?— decide preguntar para estar en sintonía con ambas chicas.
—Como les dije en el baño, soy nueva así que creo estoy en el aula con otros chicos igual a mí. Me aceptaron la beca de manera excepcional así que pude hacerme un traslado rápido.
—Debes ser muy aplicada para ello.
—No es fácil mantener las notas altas, pero estoy en eso.
—¿Y no has pensado en postular al grupo de porristas?— interviene May bastante interesada— Es decir, con solo verte considero que tienes muchas cualidades para el grupo, además que sería interesante tenerte en nuestras filas.
—¡¿Qué?!— dice Megan algo seria.
—Tienes pinta de ser buena en esto, además que te imagino de base, y entonces... ¡Boom! ¡Sería genial!
Si Megan suele hablar demasiado en sus respuestas, May es muy imaginativa y divertida considerando que tiene una personalidad bastante alocada. Se proyecta mucho.
Y pensando todo lo dicho, ella también ve potencial en Serena.
—De hecho me registré en la hoja de convocatoria.
—¡Perfecto! Te diremos todo lo que necesitas saber para pasar las pruebas.
—Vamos, con calma— dice Dawn al notar la mirada celosa de Megan.
—Por supuesto, es mejor ir despacio a que te des de bruces si no quedas.
—Buen punto.
Se siente algo atrapada en el denso ambiente de su amiga rubia.
Quedaron en invitar a Serena a almorzar juntas y conversar un poco más. Caminaron un poco más y se detuvieron en el aula de la pelimiel, de quien se despiden hasta la hora de refrigerio.
Megan no se resiste y cambia de tema de conversación abordando a May con el chico del paradero. Desde que su amiga les platico acerca de ese encuentro no deja de pensar en lo maravilloso que puede ser el destino, tal vez la vida le asignó a su primer enamorado o posible gran amigo para su querida compañera; quien sabe cómo se den las cosas. Aun así, se imagina la situación tan extraña en la que se conocieron. Si eso le hubiese ocurrido a ella definitivamente no hubiese podido mantener la calma entrando en una desesperación por llegar a casa. ¿Si ella se hubiese encontrado con un peligroso criminal? Porque para esas situaciones no tiene mucha suerte que digamos.
Respecto a ello, otro punto a considerar es en como May resaltaba lo guapo que era el chico de cabello verde. Lo describía como un "estúpido pero sexy futuro arquitecto, arrogante con cualidades de fumador engreído, creído e intrigantemente atractivo". Se contradecía tanto que le gustó mucho la idea de molestarla diciendo que encontró a su media naranja.
"No inventes" fue lo que ella respondió para luego revisar su celular y suspirar.
Le dijo que se llamaba Drew y era amigo de Ash. Al igual que Paul.
Paul.
Paul.
Ese maldito nombre no deja de sonar en su mente y estaba cansada de la situación.
Es decir, ¿por qué no puede pasar la página y olvidar aquello? Porque el chico ya lo habría hecho que ni se atrevió a devolverle la mirada ese día en el restaurante, también pasó de largo ante su presencia el sábado que fue al gimnasio para ver a Ash. Simplemente no existe para él y lo mismo debería pasar con ella.
Hay sentimientos que son difíciles de borrar, que deberían ser efímeros como la brisa de un soplido; más aún cuando están relacionados a algo que pueden marcarte en un acto tan sencillo como un primer beso.
Siente que todo es un error, pero no hay forma de reclamar o pedir que se lo regrese, mucho menos sentirse indignada cuando de cierta manera dio su consentimiento sin siquiera ser nada.
Solo eran dos desconocidos divirtiéndose en...
—¡Dee dee!
Esa voz solo podía pertenecerle a él.
Kenny.
—No sé cómo debo decírtelo pero agradecería que dejes de llamarme así, por favor. Ya no estamos en primaria.
—Pero si solo quiero decirte que en dos minutos empezamos clase. Y que estás sin moverte muy buen rato.
Dawn perdió la noción del tiempo y estaba a mitad del camino que la separaba de la puerta de su aula, tampoco se dio cuenta que Kenny en todo ese tiempo la estuvo llamando por su nombre pero tuvo que captar su atención con el apodo que más la incomodaba. No le quedó de otra que solo hacer una mueca y avanzar para tomar su lugar dentro.
—Gracias, Ken.
—¿Te sientes bien?
—Sí, solo estuve pensando en la exposición de mañana. ¿Ya subiste tu tema?
—Por supuesto, lo tengo todo anotado.
Se ubicó en el asiento y observó a sus amigas preocupadas. Megan le explicó que la estuvieron llamando pero no dio respuesta así que tuvieron que pedir refuerzo a Kenny para "traerla de vuelta". Pidió disculpas por si ocasionó sustos.
Durante la clase realizó apuntes sobre los temas puntuales o los que considera son válidos de preguntar en un examen. Le gusta delinear sus apuntes con colores que relaciona a sus búsquedas específicas.
Adora escribir los títulos con colores llamativos, completar los enunciados con color azul y si en caso hay apuntes importantes hacerlo con colores fuertes como el negro. Decora sus libros con plumones neón y resalta las partes más importantes con tonos pasteles.
En ese proceso, observa que May contiene una risa y envía mensajes a escondidas, cubriendo el celular por detrás de su cartuchera y con el antebrazo sobre la mesa. Probablemente esté chateando con el tal Drew. No tiene otra explicación porque ni siquiera responder mensajes que Ash pueda dejarle en medio de sus clases.
"Pobre Brendan" piensa.
No es que sea santo de su devoción, pero la verdad es que el castaño se le hace un tipo algo intenso.
Solo le queda esperar al refrigerio para tener tema de conversación interesante con Serena.
—No te distraigas— le susurró Kenny.
Duh.
Por momentos cree que Kenny y Brendan podrían ser muy buenos amigos juntándose a conversar sobre sus buenas suertes.
A decir verdad, ambos se conocen desde el preescolar. No sabe si considerarlo como un gran amigo pero es de las pocas personas que realmente la conocen en muchos sentidos, como por ejemplo su temor al escrutinio, presenció sus primeros ataques de pánico o ese desastre por el cual le dio el apodo que más detesta hasta la fecha, dentro de lo bonito que suena esconde un hecho que marcó parte de su vida.
Dee dee.
Respiró y continuó leyendo. Esperará al refrigerio con las chicas.
☆☆☆
Serena puso su mochila por encima de su carpeta y se permitió revisar su celular con el último mensaje que había recibido.
"Son super buena onda, si les das la oportunidad te vas a divertir muchísimo"
Si Ash lo dice significa que en verdad son geniales.
Corrió en búsqueda del salón de las chicas, que conoce cuando vio ingresar una vez a May tras regresar del baño. Ve como el pasillo empieza a llenarse y avanza rápidamente hasta llegar a la puerta que aún sigue cerrada. A través de la pequeña ventana de la puerta observa como el profesor sigue brindando unas últimas observaciones mientras que los demás prestan nula atención o se dedican a guardar sus cosas en camino para salir.
Dawn la saluda por debajo y Megan apenas cruza miradas con ella. Lo poco que nota es que May está algo distraída con el celular.
El maestro da por terminado y todos salen casi de inmediato. Se da la confianza de entrar al aula para alcanzar a sus compañeras.
—¡Hola, chicas!
May reacciona y sonríe ampliamente.
—¿Ya vamos?— dice Dawn entusiasmada.
Caminó junto a la peliazul y May, quien presta algo de atención a la situación.
Al llegar al comedor tomaron las bandejas y seleccionaron sus alimentos. En esta oportunidad, escogió un sándwich de carne con tomate, arúgulas y menta, una bebida de piña y pera. Dawn solo tomó la manzana, el refresco y una ensalada fresca. May en cambio tomó un sadnwich de pollo crujiente, deditos de pollo, pudín de chocolate, una manzana verde además del refresco de piña. Megan tomó también la ensalada con los deditos de pollo y un pie de manzana.
Hicieron espacio en el sitio ya que Max, hermano de May, se reunió junto a ellas para comer. '
Tuvieron tiempo de conversar, conocerse mejor y al menos logró limar asperezas con la rubia quien le aclaró que su molestia se debió a como se comportó con ellas en el baño de la escuela como en el comedor semanas atrás.
—Les pido disculpas por mi actitud de aquel entonces— dijo—. La verdad es que los primeros días no se me hizo fácil estar aquí, no solo por el hecho de ser becada, sino porque no soy de esta ciudad y pues se enteraron que el nuevo restaurante temático de comida rápida es el negocio familiar...
—Espera— dice May dejando de masticar—, ¿ese restaurante es tuyo?
—Lo es más de mi madre que mío.
—¡Amo sus postres! Fui el sábado y probé el volcán de chocolate con helado, en serio.
—Yo hago los postres.
El rostro de la castaña se iluminaron ignorando el hecho de que casi derrama el refresco de su hermano.
—A ella le emociona porque el sábado tuvo una cita con...
—¡Megan!
—¿Cita con quién?
Parece que Max desconoce el tema, pues May echó una mirada muy seria a la rubia y Dawn apenas respiraba.
—Sabes que nuestra querida Meg es media bocona y anda delulu por ratos— comenta la peliazul para salvar a su amiga.
—Si, estuve ese día con Ash y él me llevó a casa. ¿O no lo viste? Serena estuvo ahí.
A ver, estuvo en la parte de cocina pero no sabía si en verdad su amigo estuvo presente aquel día. Tampoco estaba enterada del tema como para tener el contexto e idear algo que pueda salvarla de pasar vergüenza. Empero, es la oportunidad perfecta para ganarse la confianza de ellas y así poder llevar la fiesta en paz, redimirse ante su comportamiento cuando apenas querían ayudarla a sobrellevar los primeros días de escuela como la nueva. ¿Será lo correcto?
—Por supuesto, yo misma saludé a Ash y lo despedí de ahí con May.
—¿Ves, enano? Todo te lo tomas en serio— finaliza Megan viendo al chico con expresiones bastante intimidantes.
El chico de gafas no dijo nada más y siguió comiendo.
—Bien, como seguía diciendo— se anticipa la castaña—, amé el volcán. La masa no era empalagosa, el fudge tenía la consistencia perfecta y la vainilla era quien realmente le aportaba esa dulzura natural a todo. En verdad fue un lujo comer allí.
—Me hace feliz saber que disfrutaste de mi postre.
Siguieron platicando hasta que la campana resonó en todo el lugar. Se despidieron de Max quien fue el primero en abandonar la mesa. El trío de chicas le agradecieron por el gesto amable que tuvo con la mentira blanca y quedaron en que le comentarían a detalle sobre el tema de la "cita" de May al día siguiente en su casa.
Serena simplemente no supo como asimilar que las chicas más populares de su escuela se autoinvitaron a visitarla solo para echar chisme juntas.
En fin, solo le quedó alistar sus tiempos para poder organizarse ya que al postular para el club de porristas debía tener tiempo para prepararse ante las futuras pruebas que vayan a pedirle.
Suspiró
☆☆☆
Fue una tarde agotadora.
Tras salir de la escuela fue escoltada hasta llegar a casa y ver a su madre, quien le había dejado el almuerzo listo y la maleta con lo necesario para ir a sus clases de baile. Se sentía entusiasmada porque hoy iba a practicar jazz.
Considera que para ser un artista es necesario ser completo en la máxima expresión siendo así la manera de mostrar su versatilidad como cualidades más allá de solo ser una cara bonita. Practicó ballet desde los tres años y se apasionó por la danza contemporánea a los siete, ganando varios concursos referentes a ello. A los doce quiso aprender mayores técnicas e incursionar en saber de otros géneros como el hip hop, break dance, pop. Sus clases de canto en la actualidad son más que nada para reforzar sus técnicas vocales y tener el control de aire al momento de cantar y bailar al mismo tiempo. También llevó talleres de actuación e interpretación para saber cómo manejarse en los escenarios y entrenar su presencia escénica. Si quiere dejar huella, debía ser completa.
Ya eran las nueve y media de la noche, su cuerpo no daba más por ahora y se levanta del suelo. Bebe de su energizante para recuperar lo perdido en las cinco horas de ensayo.
Su maestra, Marian, es una genial coreógrafa que se encuentra emocionada de que ya haya decidido dejar los miedos para pronto preparar sus videos para enviar a futuras audiciones en búsqueda de nuevos talentos. Cuando le avisaba de las convocatorias que algunas empresas hacían ella desistía de ir, cosa que apenaba mucho a la mujer.
—Estuviste maravillosa hoy— le dice con la maleta lista sin llevar la ropa deportiva para sus prácticas—, solo recuerda evitar adelantarte al ritmo de la pista y también de disociar correctamente tu cintura. Hoy te ví muy rígida. ¿Necesitas que repasemos eso al iniciar las clases?
—No.
Eso fue un error de principiante.
—Bien, en ese caso me voy. ¿Pasarán por ti o gustas que te dé un aventón?
—Me vienen a recoger. También me voy.
Tomó su morral y caminó en dirección a la salida. La escuela de baile en donde practica es grande y muy conocida logrando fama por varios de sus coreógrafos ya que estos en su mayoría tienen contactos con medios artísticos y brindan posibilidades de poder dar un paso más en ese mundo.
Bajó por las escaleras para apreciar correctamente el ambiente. Pocos salones seguían dando las clases ya que el turno nocturno era ocupado normalmente por adultos que salen de trabajar y buscan relajarse del día a día. Al llegar al primer piso es saludada por la recepcionista del lugar que ya la conoce. El aire corre bastante fuerte por lo que busca de su morral un chaleco o camiseta de mangas mientras espera a su chofer.
Al mirar hacia el lado derecho del lugar, logra distinguir una cabellera morada conocida.
Por supuesto, era Paul. No hay nadie más como él en la ciudad.
No sabía si seguirlo para saber a dónde se iba o que era lo que hacía en la escuela de baile. El chico se encontraba al otro extremo, en una esquina como quien se dirige a la cochera del establecimiento. ¿Por qué?
Imposible, a él no le interesa el baile.
No es un interesado de las artes como ella, no tiene la pizca de pasión por derrochar arte en sus movimientos ni expresarlo con su voz. Es irreal.
¿Será real?
—¡Dawn!
Marian corre hacia ella alcanzándola con el brazo tendido para entregarle su celular.
—Creí que lo había guardado.
—¡Para nada! Lo encontré en el piso. Me di cuenta cuando al apagar la luz del salón vi la pantalla prenderse y te estaban llamando.
—Muchas gracias, te debo una.
—¡No hay de qué!
La mujer se retira regresando de nuevo a la sala de recepción para firmar su salida del lugar.
Al retomar su misión de mirar al chico este ya no figura en su visión. Se había esfumado como la espuma del mar.
De no ser por Marian habría tomado el valor de seguirlo para saber si en verdad era Paul.
O quizás solo una ilusión de algo que espera pero sabe que nunca se dará.
Porque con Paul siendo parte de esa fantasía es imposible que realmente se cumpla.
☆☆☆
Notas de autor: Me gusta que todos tengan una historia porque de alguna manera es el círculo social de nuestros personajes, algunos saldrán más que otros o tendrán mayor importancia porque sí.
La inspiración me sigue llegando y ahora subo esto. Simplemente Dawn es un personaje quien me costó tomarle cariño pero se logró (? Y gracias a ella se entiende que los perdidos andan en chimi chimi incluso en los periodos de clase.
Amo ser ella, quiero vivir mi romance adolescente como May -se proyecta-
Y sí @Shiba, Drew suele estar medio volado y en ese estado comete errores como lavar la ropa negra con lejía o mezclar prendas para ahorrarse el agua y evitar la fatiga (?
Nos leemos pronto.
Última edición por Mihrimoonx el Dom 14 Jul - 3:18, editado 2 veces (Razón : Porque nada es perfecto en este mundo cruel. Me mword si se sube mal esto)
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