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Mensaje por Nya Miér 1 Mar - 4:29

Nada mas a punto de girar una esquina, de nuevo el pasillo carecía de luz. Era inquietante y daba miedo, tal vez por la falta de sonidos y porque de casualidad, hubiera uno de repente. Las dos opciones eran igual de horribles.
- Eh... - Aria dudó, y se escudó tras el moreno.
- Las damas primero. - Se burló. Aria volvió a un rostro de molestia muy familiar.
- Por eso mismo, usted primero. -
Sky no respondió, ignoró aquello sacando el celular para alumbrar el camino y Aria tampoco siguió con el tema. Pero de pronto, al dar un par de pasos, apareció una figura de alguien a lo lejos, de espalda e inamovible.
Ambos observaron fijamente aquello sin atreverse a hacer algun movimiento hasta que Sky rompió el silencio.

- Es un maniquí. -
- Uh... ¿Seguro que es seguro? - Aquello le había hecho gracia a Sky. Era lo mas incoherente que había oído de ella hasta el momento. - Es serio. - Se encogió de hombros.
- Igual te muerde. - Dijo acercándose.
De mala gana, Aria lo siguió y cuando estaban lo suficientemente cerca, pudieron ver que era un maniquí de ella misma solo que seguía siendo un maniquí, ni de cerca estaba en condiciones de suplantar a la real pero aun así llevaba la misma vestimenta, el mismo peinado, color, longitud e incluso calidad de cabello.
- Esta muy bien hecho. - Dijo Sky pasando su mano por la peluca para luego mover un brazo y después de ropa.

- ¡No toques! - Dijo Aria apartando su mano.
- Solo es un maniquí. -
- Pero siento que la estás profanando. - Sky solo la miró fijamente para luego seguir caminando, aunque fue detenido por la azabache. - ¿Vas a dejar esto así? -

- ¿Hm? -
- No quiero dejar esto aquí. -
- ¿Es enserio? - Aria aseveró con la mirada.
- No entiendes lo que es ser mujer. -
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Mensaje por Mar. Miér 1 Mar - 22:51

Las manecillas de reloj avanzaban provocando un sonido constante que les ponía los nervios de punta, pues era lo único que se escuchaba en esa habitación. Todos los muchachos se habían quedado absortos en la baraja del centro. Las miradas se intercambiaban fugazmente entre los jugadores. Saori tragó en seco. Tic-Toc, Tic-Toc.
-¡Par de As! ¡Gané! – saltó Lexi alegre mientras arrojaba las cartas que tenía en la mano a la baraja del suelo. Un bufido general se extendió en la habitación.
-Esto no es justo- Blacke echó su baraja al suelo mientras soltaba un bufido. Yuu, tiró su mano entera con cierto enojo.
-¿No andas haciendo trampa, no rubia? – Preguntó el peli rosa –Cinco veces seguidas, se ve sospechosos-
-Es habilidad mi estimado- canturreó ella mientras empezaba a recoger las cartas para empezar a barajarlas de nuevo. Habían dejado el anterior juego desde que Gin salió del lugar junto con la petiza, pero ya que tardaban demasiado, habían optado por realizar un juego típico de casinos sin castigo de por medio e individual. -¿Otra partida?
-No – la decisión había sido unísona
-Jo…que aburridos
-Oigan… ¿No les parece que se han tardado demasiado? – La joven observaba el reloj que colgaba en la pared, marcaba diez para la media noche y sus amigos habían salido ya hacía varios minutos atrás. -¿Deberíamos ir por ellos?
-Descuiden, deben de estar en lo suyo – río la rubia mientras se ponía de pie y se sentaba en la cama. –Al menos el Skyria –
-¿Skyria? – preguntó Matt mientras volteaba hacia la joven.
-Claro, es el nombre de shipp de Skyler y Aria.
-¿Shipp? – volvió a soltar el joven algo extrañado. Y en ese momento los ojos de Lexi empezaron a brillar.
-Oh pequeño mortal, ven para que mamá Lexi te instruya en el mundo del shippeo extremo– mencionó mientras palmó a su lado para que el joven se sentara, cosa que el rechazó inmediatamente. Aquella conversación también había atrapado al joven de la cámara y a la pequeña pelirrosa quienes se habían girado hacia la rubia. Coss también había mostrado mayor interés, puesto que era un tema que a ella conocía bien. Y todo gracias a su amor por el manga y anime, y su interés constante por los fandoms. Le dedicó una mirada suspicaz a la joven Romero intentando decifrar si ella realmente conocía el significado de la palabra o era pura palabrería. Yuu por el contrario, se había recostado sobre una de las camas con los ojos cerrados.
-Bueno, empecemos…- río Lexi.

---------------------------------
-Es inútil – suspiró el joven albino mientras dejaba empujar la puerta. Habían caminado por unos minutos, pero no parecían avanzar mayor distancia. Las paredes lucían igual que hacía un rato y no había rastros de una salida o de un pasadizo que los llevara nuevamente a la habitación, por lo que optaron en regresar, sin embargo, la puerta que los regresaría a la cocina, se encontraba completamente sellada. Nylah se encontraba a un lado alumbrando con la linterna del celular mientras Gin intentaba forzarla.
-Será mejor regresar por dónde vinimos. A lo mejor nos equivocamos de pasillo…- La pelinegra se giró y dio un respingo. Allí, al fondo del pasillo notó una especie de luz blanquecina. La miró extrañada, más que asustarla aquello la había sorprendido. Parpadeó un par de veces, pero la luz no se esfumó.
-Creo que tienes razón, la puerta está completamente trabada… ¿Enana? – el joven había llegado al lado de la pequeña, pero esta no se había percatado de su presencia hasta que él le tocó del hombro.
-¿Ves eso? – preguntó sin apartar la mirada. El muchacho tomó su celular y alumbró hacia el lugar dónde ella señalaba, sin embargo, no podía ver más que la oscuridad…
-No veo nada, ¿Por qué? ¿Tú ves algo?- Y ahí lo comprendió, solo ella lo veía. Nylah volteó a ver al muchacho, lo dudó un poco iba, iba a decirle pero al volver nuevamente hacia el frente y la luz había desaparecido. Negó con la cabeza.
-No, es que creo que debemos ir por allá – Dijo sin más. El muchacho la observó, habría querido encararla en ese momento y preguntarle que le pasaba, pero sospechó que no era el momento adecuado. Tomó aire.
-De acuerdo. Vamos – y empezaron la marcha.

---------------------------------
-¡No! No lo tomes así – chilló la chica un tanto frustrada. Llevaban minutos intentando mover aquel maniquí del lugar, pero cada que Skyler intentaba tomarlo para sacarlo del camino, ella se quejaba de la forma que lo quería cargar.
-¿Quieres que lo mueva o lo dejo así? – preguntó el chico sin alterarse, en realidad aquello se le hacía divertido, ver una nueva faceta de la azabache le parecía muy entretenido.
-No. Pero es que… - soltó un bufido. Y se cruzó de brazos mientras pensaba en una forma de mover a su doble de plástico sin que el muchacho la “profane” y es que, aunque no lo quiera admitir, aquella copia barata se asemejaba mucho a ella.
-Me pregunto… ¿Quién lo habrá hecho?- las palabras serenas del moreno la sorprendieron. Lo observó suspicaz. ¡Cierto! No lo había pensado antes ¿quién habría hecho aquella broma tan mala? Y vino a su mente una única respuesta…
-¿Quién más? Seguro los muchachos liderados por la nueva.
-No creo. Mira bien, no hay rastros de ellos.- La joven paseó la mirada por el lugar.
-Pues no le veo otra explicación. Bueno, igual…debemos moverlo…Mierda- Aria se tapó la boca inmediatamente, no había sido su intensión soltar aquella indecencia, pero no había tenido opción con lo que vio…o mejor dicho, con lo que no vio. De pronto, el maniquí había desaparecido. La piel se le crispó y dio la vuelta topándose con el muchacho. Sky solo había quedado perplejo.
-Va-vámonos – pidió la chica sin alzar la cabeza. Sky la observó y luego observó dónde hacia instantes había estado el muñeco.
-Bien – y en un rápido movimiento, tomó la mano de la chica y empezó a avanzar. Aria no había tenido momento de reprochar, solo quería salir de ese lugar.

---------------------------------
-Y bueno, finalmente es así como nacen los bebés – finalizó la chica
-No estabas hablando de eso – corrigió Blacke que se encontraba a su lado.
-¡Oh cierto! – dijo dando una palmada con una sonrisa en el rostro -¿De que hablaba? – sintió la mirada de reproche de algunos de los presentes. –Vale, vale. Solo era broma. Es que era el momento justo para usar la frase – sacó la lengua –Bien, cómo les decía y resumiendo. Los shipps son técnicamente una pareja, la unión de esos dos personajes sean “canon”, que es lo que ya les dije: realidad o “crack” que son las improbables. Los OTP son las parejas principales que tienes y las secundarias…pues eso, las siguientes. Y ya que yo soy una shippeadora en potencia, no pude evitar formar parejas de ustedes chicos. Así que hice mi lista y déjenme decirles que me siento orgullosa de los nombres que formé – alardeó.
-¿Y cuáles son tus parejas favoritas? – preguntó Saori un poco tímida, aunque no quisiera admitirlo, a ella también le había entretenido aquella charla, y es que gracias a Coss había conocido el mundo de los mangas, animes y demás.
Sus ojos centellaron –Pues eso no te puedo decir… aunque te puedo decir uno de mis cracks – río malévola ante la mirada de la pequeña –El Mattler– se escuchó la tos del joven de los tatuajes, quién ante la sorpresa, se atragantó con la papa que había quedado de la bolsa de los snacks.
-¿Ma-mattler? ¿Te refieres a…?
-Yip, esos dos tienen algo…
-Yo me largo – Matt se colocó de pie y se acercó a la puerta.
-¡No te vayas chavo! Solo era una broma – río la joven. Matt volteó los ojos.
-Iré a buscar a…- se detuvo, sabía que eso le daría pie a una serie de bromas de parte de la rubia.
-Aaaaaaa…-insistió en son de broma.
-A la petiza, esos dos se están tardando mucho – se defendió y tomó la perilla. En aquel momento, el reloj marcó las 12 y empezaron a sonar unas fuertes campanadas.

----------
-Pero qué – la joven se detuvo en medio del pasillo, había perdido de vista la luz que seguía. Giró la cabeza a ambos lados. Nada. Gin llegó a su lado.
-¿Qué pasó petiza?- Gin respiró profundo –Vaya que corres enana. ¿Qué pasó?
-No nada, solo que…- en ese momento, las campanillas del reloj empezaron a sonar.

---------
La azabache mordía su labio, no sabía cómo actuar. El muchacho la sostenía de la mano y avanzaba a paso firme. En otras circunstancias se abría zafado en un dos por tres y le había dado una buena bofetada, pero ahora era incapaz de hacerlo. Tenía miedo, pero no lo admitiría. Caminaron por el pasillo, cuando la luz del celular que los iluminaba se apagó.
-¿Qué-qué pasó?
-Se agotó la batería – dijo el chico. Mordió su labio. La batería de ella había muerto hacía un rato.
-¿Y ahora?- se atrevió a preguntar. Hubo silencio…
-Creo que debemos…-pero el chico fue interrumpido. Campanas.
-¿La media noche? -

---------
Primera campanada: Una brisa la atravesó helándole incluso los huesos, haciendo que se estremeciera y sujetara la camisa que llevaba a cuestas fuertemente. Gin se le acercó a verla y la tomó de los hombros. -¿Estás bien?- Ella se aferró más a la camisa. Segunda campanada.

---------
El sonido del reloj se escuchaba cerca.
Tercera, Cuarta.
Era como si se expandiera por todo el lugar. Y lo sintió. Aria sintió a alguien tomándola del brazo. Gritó. Sky la atrajo para sí sin saber bien que pasaba, sujetándola fuerte de la mano y sin llegar a abrazarla. Estaba lo bastante cerca para protegerla.

---------
Gin la rodeó con uno de sus brazos. –Enana, no me asustes –
Quinta, sexta, séptima.
Las cosas empezaban a salirse de control, podía escuchar muchas voces hablándole a la vez, y sentía la tristeza y la furia embargándola. Quería gritar. Se mordió la lengua mientras sentía las lágrimas apareciendo en sus mejillas.

---------
Octava. Novena.
-Quiero salir de aquí – chilló la pelinegra con los ojos cerrados y la mirada hacia abajo.
Décima.
El suelo empezó a temblar desestabilizandolos un poco, pero Sky se mantuvo firme en su agarre.

---------
De pronto, todo pareció dar vueltas. Aquello parecía tan surrealista. Gin se asustó y por instinto abrazó a Nylah.

Onceava... Doceava…

---------
-¡Cielo Santo! ¿Con esas campanas cómo se supone que durmamos? – se quejó Yuu desde la cama. Aquellas campanadas habían sido un poco más altas que los tonos de costumbre.
-¡Que exagerado! Ni que fueran tan fuertes… lo escuchas así porque ya es tarde- le recriminó Blacke.
-Bueno, iré a ver al resto – Matt se había quedado entretenido con el reloj dejando la puerta a punto de abrir.
-Espera, te acompaño – Lexi se colocó de pie de un tirón y se acercó, Matt abrió la puerta dándose con la escena.

-Vaya, vaya, que sorpresa – reía para sus adentros Lexi.
-Y uno que se preocupa- habló el joven de cabellos rosas. Llamados por la curiosidad, Blacke y Saori se acercaron a los demás y salieron de la habitación, encontrándose con la escena. Gin se encontraba sentado, recostado en la pared, con Nylah entre sus brazos. Ambos profundamente dormidos.
–Los levantaré.
-¡No! Espera – pidió el castaño mientras entraba al cuarto y sacaba la cámara para retratar esa imagen.
-Iré a ver a los otros dos – Matt empezó a caminar y Blacke lo siguió, mientras Lexi se acercaba a levantarlos. Ni bien se acercó pudo percibir las emociones de ambos muchachos: Miedo. Y su semblante cambió. Algo había pasado.
-Sao ¿Puedes ayudarme?
-Claro – la chica se acercó rápido a la rubia.
-Albino. Despierta – Gin empezó a abrir los ojos, se sentía raro. Algo mareado. Se movió un poco y sintió un peso entre sus brazos. Se acostumbró a la luz que se filtraba al pasillo desde la habitación.
-¿Qué pasó? – murmuró mientras se reincorporaba.
-No sé, dinos tú. Estabas aquí en el pasillo con la dormilona.- El muchacho bajó la mirada y se encontró con una Nylah acurrucada a su pecho. Sonrío.
-Pues, no lo sé. Creo que nos quedamos dormidos por algo. No sé. Nylah…despierta – El muchacho la movió un poco, pero la chica parecía no querer despertar. –Dale petiza. Arriba-
La chica se movió un poco antes de empezar a moverse. –Tuve un sueño raro –dijo mientras se refregaba un ojo para poder despertar bien. Abrió los ojos al ver a sus dos amigas frente a ella.
-Chicas. ¿Qué…?- se giró y se vio aún entre los brazos del joven y un color rojo se apoderó de sus mejillas. Con un rápido movimiento se salió de allí, dejando al joven con un semblante divertido.
-¿Nos quedamos dormidos?
-Eso parece.
-Que raro –
-Estábamos preocupados, justo Matt iba a ir a buscarlos – habló Saori, y ante aquellas palabras la pelinegra abrió los ojos. ¿Matt los había visto? ¿Y si era así, quién más?
-¿Y dónde está ahora?
-Oh, fue a buscar a Skyler y Aria junto con Blacke –Oh dios... ¡Blacke también los había visto! Eso quiere decir que estaba en su cámara. La joven suspiró con cansancio mientras se colocaba en pie seguida del albino. Lexi se le acercó a un lado y la tomó de un brazo.
–Dijiste que habías tenido un sueño raro… ¿De qué se trataba? - Nylah la observó, era la primera vez que oía a la chica usar ese tono desde que la había conocido. Había sido serio y bajo, para que los demás no escuchasen.
-Te lo cuento luego – dijo en el mismo tono, viendo que Gin y Sao las miraban desde el interior de la habitación. Lexi les dirigió una sonrisa volviendo a su ánimo de siempre.

---------------------------------
Abrió los ojos por causa de los golpes en la puerta. Sintió el peso en su brazo y se encontró con que su mano se encontraba aferrada al del moreno, quién dormía recostado en la pared, al lado suyo. Se soltó rápidamente intentando borrar el sonrojo que le había ocasionado. ¡¿Qué rayos había pasado?! Observó el lugar, se encontraba en la que ahora era su habitación. Más golpes en la puerta.
-Oye, despierta- zarandeó un poco el brazo del joven hasta que empezó a abrir sus ojos, muy calmado él.
-¿Qué pasó?
-Ni idea. Nos quedamos dormidos creo – Nuevamente la puerta. La chica se levantó y fue rápidamente a abrir la puerta, encontrándose el pelirrosa y el joven con la cámara, quién soltó un suspiro.
-Oh, y yo que pensaba encontrarlos en una posición comprometedora- río para sí, pero la mirada que le dirigió Aria, lo hizo retractarse.
-¿Está todo bien? – preguntó Matt. Sky se acercó hacia la puerta, mientras se desperezaba un poco.
-Sí. Parece que nos quedamos dormidos.
-Era tarde y no volvías.
-Lo siento. ¿Preocupado por mí?
-Siempre – respondió el chico con sorna. Blacke había grabado aquello, dispuesto a enseñárselo a la rubia.
-Bueno, creo que aquí sobro… me regreso con los demás para recoger las cosas antes de dormir- habló el muchacho.
-Voy contigo ¿Vas? – Matt se volteó hacia su amigo, él bajó la mirada hacia la chica.
-Adelántate.
-Bien. – Y el muchacho se fue.
-¿Te quedarás sola? – preguntó Sky. Aria no lo entendía, pero lo que había visto en su sueño había sido tan real…
-Creo que iré con las demás –

------------------------------------------------------------------

Me pasé, pero tenía que salir de ahí! xD Lo siento Very Happy Por favor, que ya pasen al día dos!!! [Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 981283
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Mensaje por Nya Lun 13 Mar - 5:57

DIA 2


Por mucho que se esforzaba en mantener sus ojos abiertos, volvían a cerrarse de golpe y con ello un cabeceo muy peculiar donde en cualquier momento, parecía que iba a desmayarse de pronto. No es que no quisiera dormir, pero es que no podía, ya llevaba al menos un par de largas horas de vueltas y vueltas en la cama como un pollo asado.
Fue al baño y se refrescó el rostro con la agua mas fría posible que de haber hielo, lo habría echado incluso. Acto seguido se dirigió a la puerta de la habitación.
- ¿A donde vas? - Preguntó a duras penas Nylah.
- Tomar aire. - Respondió sin ganas Aria.
Tan pronto como se cerró la puerta, Nylah se echó en la cama. Tan solo cerrar los ojos le aliviaba de forma astronómica el cansancio, pero para su inconsciencia, aun no había llegado el momento de bajar la guardia. De hecho, Lexi era la única capaz de dormir. Cuanto mas tiempo pasaba, mas ganas tenía de volver a casa.


Daba tumbos sobre el pasillo. De vez en cuando se tambaleaba a la derecha, de otro momento a la izquierda y dos veces estuvo a punto de caerse con ella misma. Lo único que era bueno es que ya había luz natural, pero apenas de podía mantener de pie.
Tropezó nuevamente y esta vez no tuvo tiempo de sujetarse, pero no recibió la dulce y dura acaricia del suelo, sino un abrazo de unas manos que claramente reconocía por su tono de piel destacado.
- ¿No has dormido? -
Con gran dificultad, levantó la vista del suelo encontrándose como esperaba con Sky. Parecía bastante bien y si tampoco había dormido, el moreno estaba disimulando los ojos de panda que estaba teniendo (?).
- Deja. - Intentó levantarse sola pero Sky no lo permitió sin ayuda.


Dia 2, deseo concedido.
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Mensaje por Shiba Mar 14 Mar - 0:57

Lo observó un momento suspicaz, Sky solo desvió levemente la mirada.
- ¿Acaso me sigues? - Preguntó, achinando los ojos más de lo que ya podrían estar por el cansancio. Lo hizo por impulso, realmente no se lo pensó, casi y que era rutina. Además era una manera de abrir conversación; de todos modos, incomodar a alguien como Sky era una gran hazaña.
- Ha sido coincidencia. - Se explicó para luego echar un bostezo que intentó disimular con la palma de la mano, sin lograrlo realmente. - Despierto temprano normalmente. - Confesó, lo que no podía decir era que de hecho, no había dormido en toda la noche, pues, su mente se mantuvo ocupada en otros asuntos aparte de dormir, como la estupidez que casi hizo cuando se quedó a solas con ella, o que pudo ser en realidad. Pero, más pudo centrarse en lo que ocurrió después.
Aquel extraño lugar… No estaba seguro, pero definitivamente, no pudo ser algún sueño raro que su mente haya decidido crear, pues, el ver a la muchacha nerviosa le hizo entender que quizá, él no había sido el único confundido. Y si añadía la falta de sueño de la misma, quizá estaban pasando por lo mismo.
- ¿Nos adelantamos al desayuno? – Preguntó el más alto, ella negó delicadamente, apenas tenía fuerzas para ello. Pero tampoco tenía hambre, o la sensación de necesitar algo en especial además de la idea de salir corriendo de ese lugar.
- Solo quiero algo de aire fresco. – Respondió inhalando respirando hondo, con calma. – Si tú quieres desayunar, te puedes adelantar solo.
- Preguntaba por si querías. – Su rostro se mantuvo impasible, y Aria; sin saber si eran imaginaciones suyas por el estado en que se encontraba, o el hecho de ser algo más cercana a él; pudo distinguir molestia en sus palabras.
- Ya, comprendo… - Dijo regresando su mirada al suelo. Estaba muy cansada.
- La verdad, creo que no… - Murmuró, suficientemente alto, sabía que lo había escuchado, pero ella se notaba tan pérdida que seguramente ni le entendió. – Vamos fuera. – Señaló la ventana.
- No voy a saltar por ahí. – Bromeó sin cambiar mucho su semblante cansado, Sky resopló y no muchos segundos después de insistirse con la mirada, como decidiendo quien debía de dar el primer paso, comenzaron a caminar. Hasta que llegaron al jardín. De hecho, todavía se notaba oscuro y algo nublado, por lo que, era notable lo poco que habían dormido, o en su defecto visto el techo.
Aria volvió a respirar hondo. El aire helado de la mañana ayudaba a su cansado rostro, por fin sentía sus ojos menos cansados, pero, su cuerpo, no decía lo mismo.
- ¿Nunca te has amanecido por alguna tarea? – Preguntó Sky de la nada, ella volteó a verlo incrédula.
- ¿Por qué lo haría?
Él se encogió de hombros.
- Por campeonatos o prácticas me ha tocado vivir unas amanecidas de vez en cuando. – Explicó. Aria se preguntó el porqué le contaba aquello, pero tampoco era como si lo fuera a interrumpir. – Es verdad que creo, tú no tienes razones. – Dijo, y señaló un poco más allá un árbol.
Caminaron hasta ahí, Sky no tardó en sentarse en el suelo ella dudó en un principio, pero al sentirse más relajada lo imitó dejando un espacio considerable, entre los dos.
Sky trató de no burlarse.
- No soy un vampiro, no voy a chuparte la sangre. – Trató, no lo logró. Ella hizo una mueca descontenta y solo avanzó un puesto. - ¿Sabes que hay maneras de que se vaya el cansancio?
- ¿Dormir?
- Además de eso.
- Esas bebidas raras que seguramente tomas por ser deportista…
- Eso no sirve, al menos que hagas mucho ejercicio, o tengas malo el estómago…- Explicó su propio conocimiento, y la miró, parecía querer decir algo, pero al instante, parecía retractarse.
- ¿Tú las usas para?
- Solo tomo agua, y mi abuela me hace brebajes raros…
- ¿Brebajes? ¿Qué es? ¿Una bruja? – Rio aun aguantando una carcajada. Sky sonrió de manera casi imperceptible, pero ella lo notó, y quedó en silencio. Solo esperaba que no estuviera diciendo esas cosas apropósito por molestarla.
- Quien sabe… Quizá y es algo así. – El muchacho se encogió de hombros y observó su muñeca, la noche pasado, en ese sueño extraño se había caído, lo sabía porque la encontró en el suelo de la habitación antes de salir. – Pero, solo es respirar.
- Eso lo hago siempre. – Lo miró suspicaz, y luego solo relajó su expresión. – No es correcto que le digas bruja a tu abuela.
- Es rara, en serio. – Contestó primero desviando nuevamente sus ojos ámbares a los azules de ella. – Pero te digo de la manera correcta. – Con ello, realmente, aunque Sky trataba de hacer su buena obra del día, no era como si Aria se fuera a aventurar en algún método extraño para que su cansancio aliviara, aunque lo estaba logrando con el simple hecho de distraer su mente.



Se restregó los ojos al sentir los rayos del sol calentando su rostro, y más que nada por aquel rojo molesto que perturbó su sueño; estaba seguro de haberse quedado dormido hace más de una hora, pero, no se sentía para nada descanso, de hecho, sentía pesada su cabeza, y sus ojos solo querían ver oscuridad en ese momento. A pesar de todo… En ese momento, regresar a la noche era preferible a que continuara un día en el que sus energías no estarían al cien.
Se sentó en su cama, y observó con molestia la ventana ¿Quién abrió las cortinas en primer lugar? En realidad fuese como fuese, ya estaba despierto, y según el reloj de pared frente a él, solo quedaba una hora para el horario establecido por Patrick para el desayuno.
Se levantó y echó un gran bostezo mientras se estiraba con el objetivo de que su pereza disminuyera, no logró mucho además de hacer tronar algunos huesos de sus hombros y columna.
- Y eso que no me estreso fácil… - Murmuró para sí con cansancio, y mientras dejaba salir otro pequeño bostezo, se acercó a la ventana y la abrió, algo de aire y el sol de frente, lograrían hacer algo por él. Observó el paisaje que le daba el lugar, la abundante vegetación a veces lograba dejarlo perplejo, pero en esa ocasión, fue algo diferente, a más del intenso verde lo que captó su atención.
Una puerta se abrió llamando su atención, era Matt saliendo de darse una ducha.
- Hey, Dytto. – Le saludó. Matt solo lo miró y saludó con un simple sonido de “Yup”, para continuar secándose de manera descuidada los cabellos. – Hay algo que encontré. – Le mencionó señalando hacia abajo. El oji rojo se acercó curioso, aunque no le sorprendió en medida lo que vio, solo dejó aquello en el aire como si lo hubiera entendido. - ¿No estás celoso? – Preguntó el albino en broma. Matt no evitó soltar una risa.
- Ella no es mi estilo ¿Sabes?
- No me refiero a ella.
Él resopló.
- ¿Tú también?
- ¿También qué?
- A la rubita, le patina un poco el coco, no sé si será el agua oxigenada que le hace daño, pero ha salido con que tiene nombres de parejas entre todos los que estamos en este viaje, y nos ha emparejado a Sky y a mí como “Su pareja favorita”. – Matt tuvo que soltar un momento la toalla de su cabeza, para poder hacer las mímicas.
Gin abrió los ojos grandes y rió fuerte.
- Que no te escuche. – Se agarró el estómago cuando sintió que empezaba a doler. – Pero vaya que eso de tenernos nombres de esa manera es bastante curioso. – Se limpió una pequeña lágrima de risa cuando se propuso a calmarse él mismo, y se reincorporó. Aquello definitivamente lo había hecho olvidar su cansancio, aunque estaba seguro de que a la noche, nadie lo salvaría de quedar dormido hasta si era necesario de pie. – Pero bueno, - Buscó un momento entre sus cosas y después de tener lo que buscaba se encaminó al baño.
- ¿Bueno, qué?
- Yo también creo que hacen buena pareja. – Se burló ante un Matt que volteó la mirada, y le lanzó la toalla a la cara. – Esto es violencia.
- Tú te la buscas.



Salieron de la habitación con rumbo al comedor, por el camino se encontraron con Blacke y Yuu, y después con el resto de chicas.
- Disculpen ¿Han visto a Aria? – Nylah preguntó a los chicos, puesto que a Saori como a Cossette, lo había hecho con anterioridad. Se había ido en la madrugada y que no hubiese regresado era extraño, pero luego observó su rededor, y de hecho también faltaba Sky ¿Estaría con él? Si era así, no debía de haber preguntado.
Black y Yuu se encogieron de hombros, y continuaron el camino.
- ¿Se habrá perdido? – Bromeó Lexi, sabiendo ya de la falta del otro chico. – Y con galán. – dejó escapar una risilla.
- Pues… - Matt miró a Gin, el que no parecía tan atento a ello. – Si vas a buscarla al jardín la encontrarás más dormida que Aurora, junto a Sky… Otra vez…
- ¿Otra vez? – Preguntó dudosa. Matt le restó importancia. Ella vio a Gin, quien la miraba, demasiado atento ¿Qué sería? - ¿Pasa algo? – Se arriesgó. Él sonrió levemente, y después observó a los otros dos.
- ¿Vamos a dejarlos afuera? – Preguntó refiriéndose a los otros dos muchachos.
- Es verdad… - Matt se comenzó a adelantar, pero entonces la risa disimulada de Lexi detuvo a medias su paso.
- Está bien… - Dijo Gin. – Vamos nosotros. – Sonrió ampliamente y tomó a Nylah desprevenida de los hombros para comenzar a empujarla a la salida.
- ¿Qué? – Se quejó, pero no detuvo el andar. Pero estaba caminando más rápido de lo que él acostumbraba. No pasó mucho para cuando se vio fuera de la mansión, cerca del otro edificio. - ¿Qué ocurre? – Lo miró extrañada, él hizo una mueca de inconformidad. Y después solo dejó salir un suspiro cansado.
- ¿Dormiste bien?
Nylah abrió los ojos grandes. Gin no podía haberla llevado hasta allí solo para preguntarle eso.
- La verdad es que me dio insomnio… - Se llevó una mano al brazo contrario, tratando de no adentrarse mucho en ello.
- Lo sé… Tienes ojeras más grandes que un mapache. – Se burló. Ella infló levemente las mejillas.
- ¿Y tú qué? Eso negro bajo tus ojos no es maquillaje.
- No, pero es que yo… - Se rascó la cabeza nervioso. – Tengo un secreto que no le he dicho a nadie… - Nylah quedó escéptica, y un poco chocada ¿Secreto? ¿Sería psíquico también? – En realidad, soy un panda disfrazado de humano. – Y ella resopló ante el mal chiste. – Pero en serio… Quiero asegurarme de algo… - La miró con seriedad, normalmente Gin siempre tenía un rostro de alegría y despreocupación que ayudaba a la calma. - ¿Estás bien? – la volvió a tomar de los hombros, esta vez de frente para inclinarse a su altura. Quizá demasiado cerca.
A ella se le tiñeron levemente las mejillas de rosa recordando cómo los encontraron la noche anterior a ambos.
- Lo estoy. – Dijo. Él simplemente sonrió taciturno, y se reincorporó sin soltarla.
- Si tú lo dices… - Observó hacia otro lado. – Yo no lo estoy, tengo una mala noche encima que podría caer justo ahora. – Rió levemente. - ¿Vamos a buscarlos? – Soltó sus hombros, y pasó las manos a los bolsillos, comenzando a caminar seguido de la pelinegra.
- Es extraño. – Mencionó ella.
- ¿Qué cosa?
- Que para preguntarme algo como eso me traigas hasta acá. – Dijo, aunque en ese momento realmente recordaba, que hasta ese momento era como la tercera ocasión en que se lo preguntaba. De hecho… ¿Gin asimilaría aquello como algo más que un simple sueño? ¿Debería de preguntarle?
- Sí, bueno… ya sabes, tu hermano me puede asesinar.
- Claro. – Dijo sarcástica.
- En realidad… Quiero preguntarte otra cosa.
- ¿Qué?
- ¿Cómo es eso que la rubia tiene emparejados a todos nosotros?
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Mensaje por Mar. Jue 18 Mayo - 13:59

-¿No se están tardando mucho? – preguntó Saori mientras tomaba asiento en el comedor. Su mirada se centró en el enorme reloj que se encontraba colgado en la pared de enfrente.
-Han pasado un par de minutos- le habló Coss.
-Sí, pero se perderán el desayuno….
-Buenos días muchachos – Los presentes se giraron hacia la entrada del comedor, encontrándose con Charles en la entrada.
-Buenos días -
-¿Pasaron una buena noche? 
-Pues la verdad, yo tengo un par de quejas…-
-¡Sí!, muy agradable. Gracias por preguntar – respondió risueña Lexi, Yuu había empezado a hablar, pero la rubia saltó inmediatamente interponiendo su palabra ante la del pelinegro.
-¿Y sus demás compañeros? – Preguntó curioso sin dejar su tono solemne.
-Se encuentran terminando de arreglarse – justificó Saori repentinamente.
-Ya veo. Bueno, espero que disfruten su desayuno. El resto del día, pueden disponer de los diversos ambientes. Me temo que el día de hoy, no podré acompañarlos ya que debo ausentarme junto a la señora. Si alguno necesita algo, el personal se hará cargo de ello. Con esto, me retiro. Buen provecho.
-Sí, muchas gracias por todo – dijo Matt antes de que el hombre se despidiera con una sutil reverencia y saliera de la habitación.
-Bien, esto será genial – Lexi soltó su emoción mientras volteaba su taza y le agregaba agua de la tetera frente a ella.
-¿Qué cosa? – Blacke, quien estaba sentado junto a ella, tomaba un pan y la mantequilla.
-Que no tendremos supervisión todo el día, creo que será motivo para hacer algo – la rubia dibujó una sonrisa en su rostro. Más para sí que para el resto en realidad. Los demás se miraron un segundo antes de empezar a comer. Todos, menos Matt que se debatía por comer o ir en busca de Skyler, sin embargo, cada que intentaba levantarse la mirada divertida de Lexi lo hacía dudar.
-¿Sucede algo? – Al verlo intranquilo, Saori se acercó a él con preocupación.  
-No, no es nada. No te preocupes- respondió sonriendo, a lo que la joven solo atinó a sonrojarse  por aquel gesto antes de volverse a su taza de té.


--------------------
Skyler se movió en su lugar sintiendo un ligero peso en su hombro. Abrió los ojos acostumbrándose al resplandor de la luz del día. Tenía el cuerpo entumecido pero se sentía extrañamente cómodo y descansado. Intentó volver a moverse, pero nuevamente recayó en el peso a su lado y esta vez se giró hacia su derecha, encontrando a la joven pelinegra recostada sobre él. Parecía dormir plácidamente. Sky sonrío mientras la observaba, tenía ligeras sombras debajo de sus ojos, en definitiva había pasado una mala noche. Había pensado en quedarse un poco más de tiempo, pero su estómago rugió. Ahora caía en cuenta del hambre que tenía. ¿Cuánto tiempo había dormido? ¿Se habría pasado la hora del desayuno? ¡De seguro Matt estaría preocupado! Soltó un ligero suspiro. Dudó si debía o no despertarla, pero no tenía opción. Con su mano libre la movió suavemente por el hombro. Aria solo se acomodó.
-Oi – llamó el chico volviendo a moverla.
-¿Qué? – respondió quejándose aún entre sueños.
-Vamos, despierta… El desayuno.
-No quiero… quiero dormir- había dicho en un tono casi infantil y una mueca de disgusto se asomó en su semblante, lo que al moreno le pareció adorable. Una nueva faceta que conocer de la joven.
-Dormirás después…vamos. Arriba – El moreno se colocó de pie. La joven se incorporó aún sin abrir los ojos y sin intensión de levantarse. Aun se sentía cansada, pero esa siesta le había caído de maravilla. -¿Quieres que te cargue? – aquellas palabras la hicieron levantar de un tirón.
-¡No gracias! ¡Estoy bien así! ¿Y qué clase de proposición es esa de todas formas? Idiota- refutó ella con cierto rubor en sus mejillas.
-Yo solo quería ser amable, parecías cansada – dijo sin más el muchacho empezando a caminar divertido por esa reacción de la chica. Aquella mujer siempre parecía sorprenderlo.


--------------------------------
-¿Qué ella, qué? – la pelinegra había soltado en risas cuando el muchacho había empezado a contarle lo mismo que el teñido le había comentado.  – Pues, no. No me ha contado nada al respecto – había dicho entre risas.
-¿En serio? ¿Nada de nada?
-No, nada. ¿Por qué? ¿Tienes curiosidad? – habló pícara. El peliblanco la observó un segundo, antes de girarse y seguir por su camino con una sonrisa.
-No, la verdad no me interesa eso. ¿Y a ti?  - La joven observó un momento hacia el cielo con una mano en la barbilla.
-Yo sí tengo curiosidad – admitió.
-¿Eh? – el joven se volteó hacia la menor. -¿Es enserio?  - ella asintió.
-Sí. Sería divertido saber que clases de locuras se ha imaginado. ¿No lo crees? Y eso de los nombres. Está buenísimo. – rio la chica.
-En verdad que eres rara, petiza.
-No soy tan petisa.
-Claro que sí.
Ambos habían empezado a caminar por los jardines de la casa, por un momento olvidaron cual había sido su intensión, pero iban tan inmersos entre sus bromas y en aquel momento, que no importó. Nylah se apoyó junto a uno de los árboles y respiró hondo, el fresco de la mañana le caía muy bien.
-Esto es refrescante – mencionó con los ojos cerrados, dejando que la brisa la invada por completo.
-Sí, da paz. – El silencio reinó por un instante entre ellos, solo siendo interrumpido por el sonido de la naturaleza y la relajante brisa.
-Oye… Albino – Empezó a hablar la joven, Gin se giró hacia la pelinegra. Ella se encontraba observando un punto fijo a lo lejos, con la mirada casi perdida y un semblante un poco serio.
-Dime – Él volvió la vista al horizonte. Desde dónde estaban podían observar perfectamente la entrada al bosque y el arco que llevaba al vivero.
-¿Qué pensarías si te digo que soy diferente al resto? – El chico soltó una risotada.
-¿Qué clase de pregunta es esa?
-Es enserio.
-Bueno, yo sé que eres rara pero ¿a qué va esa pregunta? – el tono de la joven lo había hecho tomar aquella duda con seriedad.
-La verdad es que yo…- Gin la observaba impaciente. ¿Qué le diría? Su mirada estaba fija en el semblante de la joven, que seguía viendo al horizonte sin la intensión de devolverle la mirada. Aquella pausa lo tenía impaciente… -Yo… - y la mirada de la joven cambió. Su rostro mostró extrañes. -¿Una niña?
-¿Qué?
-¡Una niña! – dijo la joven apuntando hacia el arco de flores. El muchacho se volteó pero no pudo observar nada, ya que en la prisa la pelinegra había empezado a correr - ¡Espera! –
El chico la siguió. Atravesaron el arco y empezaron a bajar la velocidad, hasta que se detuvieron unos metros más allá para tomar aire. Era un sitio extraño. El vivero era casi como un laberinto.
-¿A dónde se fue? – preguntó la chica extrañada. Estaba segura que vio a una niña jugando por ahí y la recordó de algún lado, como si fuera un pequeño flash back. Estaba segura que la había visto en algún sitio pero no sabía dónde…
-¿Quién?
-¡La niña! ¿No la viste? Estaba jugando por aquí – El chico observó su alrededor y luego a la joven, sabía que se había empeñado con ello y no tenía opción. Se acercó a ella y en una rápida reacción la tomó de la mano. Le tomó un instante reaccionar. Sus ojos se voltearon al joven y luego a las manos de ambos y el color se subió a sus mejillas instantáneamente.
-¿Q-qué haces?- El chico soltó un suspiro. ¿Qué acaso no se había dado cuenta en dónde se encontraban?
-Te vas a perder si te suelto – Y ahí la chica se percató del lugar. Una especie de laberinto de arbustos. Por un momento, aquello le recordó a su sueño de la noche anterior. Su… no tan sueño.


Flash Back
-Entonces, ¿qué pasó? – habló la rubia mientras se sentaba en su cama. Para ese momento, el resto había regresado a sus habitaciones y Aria se encontraba en el baño. Nylah bajó la mirada. En realidad no sabía cómo explicarlo con claridad… todo había sido tan intenso.
-En realidad no lo sé. No sé si ha sido un sueño pero… todo se siente tan real.
-¿Y qué soñaste?
-Que estaba en un lugar diferente, estábamos, con Gin. Luego de que salimos de la cocina, las cosas empezaron a volverse raras y las emociones me invadieron… Oía voces. Tenía miedo. En verdad no sé bien... solo recuerdo que en un momento apareció una luz y nos guio hacia otro lado, y luego las campanas del reloj que retumbaron. Las voces y todo se incrementó. Sentía que todo se salía de control…- Lexi la observó por un instante y soltó un ligero suspiro para recargarse con una sonrisa.
-Mira, no sé si se ha tratado de un sueño o no, pero ¿sabes qué? Tienes que aprender a rechazar todo aquello que te invade. Tú tienes que ser capaz de diferenciar tus emociones con las del resto, vivos o no. Tienes que poner un alto a todo eso.
-¿Y cómo puedo hacer eso?
-Con voluntad. Ponte firme. Veo que tienes grandes poderes psíquicos… y eres bastante vulnerable, por eso te pasan esas cosas. Por eso puedes sentir las emociones de los que te rodean, por eso todo te afecta más…solo tienes que aprender a controlarlas y yo te ayudaré ¿de acuerdo?
-Sí. Gracias. – la joven sonrío.
-De todas formas, aquí hay algo raro…esta casa te está afectando por un motivo en especial y creo que tenemos que descubrirlo.
-¿Y cómo haremos eso? – La rubia dibujó una sonrisa zorruna en su rostro.
-¿Cómo más? Investigando baby, solo déjamelo a mí – guiñó, en aquel momento, Aria salía del baño, así que prefirieron para la conversación.
Fin del Flash Back


-Hey ¿estás bien? – el muchacho le sacudía suavemente el brazo. Y ella reaccionó.
-Lo siento, me colgué – sonrío. Gin le dedicó una mirada de interrogación. -¿Y de todas formas por qué sigues sujetándome la mano? – El chico suspiró rendido.
-No sé de qué te quejas, no es la primera vez que andamos de la mano enana- Dijo restándole importancia. Pero en la mente de la pelinegra, la imagen de la noche anterior volvió fugazmente. Ella en los brazos del joven, pero esta vez había sido la imagen de su sueño. Cuando ella se encontraba asustada y él la abrazo con tal fuerza y confort que le dieron tranquilidad… y se sonrojó. Era cierto que no era la primera vez que sucedía. Llevando tanto tiempo de conocerse.
Ella y Gin había prácticamente crecido juntos y no era la primera vez que se tomaban de las manos o se abrazaban…pero había algo diferente. Quizás esa casa si la afectaba de sobremanera…
-Bueno sí…es solo que- y nuevamente se quedó en blanco, porqué algo le llamó la atención. Avanzó por el camino del laberinto, arrastrando al oji azul con ella. Caminaron por el camino, girando en ciertos espacios, hasta que lo vieron. Era una especie de placa a un lado de las paredes, rodeada por rosas blancas y Rosadas. Nylah se acercó.


-“En memoria de MaryAnn, hija menor de los señores Oliver y Elizabeth Cromwell”.


-¿Una tumba? – preguntó el peliblanco. -
-No, es más una conmemoración.
-Me pregunto qué le habrá pasado.
-Quién sabe…
-¿Volvemos? – preguntó el joven mientras apretaba dulcemente la mano de la joven. Ella reaccionó y recordó que aún seguían de la mano. Solo asintió y empezaron su camino de vuelta.
-Mary Ann… - murmuró para sí.
-¡Oh cielos! – Nylah se giró hacia el peliblanco quién se había dado una ligera palmada en la frente.
-¿Qué pasó?
-Olvidamos despertarlos.
-Oh… ¡ES VERDAD!-
-Bueno, imagino que ya se habrán despertado…
-Yo creo que ya se acabó el desayuno.
-¿Y culpa de quién será?
-¡Nadie te dijo que me acompañaras!
-Si te dejaba te perderías.
-No es cierto. – la joven hizo un puchero.
-Lo es. Verdad Nylah – la chica se sorprendió por el repentino cambio de tono y porque él no solía llamarla por su nombre.
-Dime.
-¿Qué me ibas a preguntar antes de que corrieras hacia aquí?-
-Mmm No lo sé. Se me olvidó – soltó una sonrisita.
-Mentirosa. Ya dime, en serio. – Para este momento, ambos habían llegado nuevamente al arco de flores y la joven se soltó del agarre.
-Lo siento, creo que sufro de amnesia. Adiós – y con un tono de gracia, empezó a correr hacia la casa.
-¡Oye! ¡Vuelve acá! – y él la siguió.


---------------------------------------------------
El desayuno había acabado, Sky y Aria habían llegado a tiempo para comer al menos un pan y café, aunque tuvieron que aguantar algunas miradas que manaban algunos del grupo. Lexi, se había levantado antes de que todos acaben y se disculpó antes de desaparecer por la entrada. El resto había optado por esperar a Gin y Nylah, que aún no llegaban. Pero al llegar la hora límite, los mozos tenían que levantar el servicio y ellos se levantaron de sus asientos.
-¿A dónde van a ir? – preguntó Saori curiosa.
-Pues yo volveré a dormir – dijo sin más Yuu, y dándose vuelta se dirigió hacia su habitación.
-Es un amargado. ¿Tú a dónde irás Sao? – preguntó Blacke.
-Mmm Pues con Coss queríamos ir a los establos.
-Genial ¿puedo ir? – Ella asintió feliz.
-¿Y ustedes a dónde irán? – consultó la pelirrosa volteándose hacia los otros muchachos.
-Piscina.
-Biblioteca  - Sky y Aria habían hablado al mismo tiempo. Ambos se dirigieron una mirada, amenazante de parte de ella y divertida por parte de él, y sin más, Aria se dio la vuelta y se marchó del lugar.
-Iré a cambiarme – Skyler le hizo una señal a Matt, y el joven dudó un instante.
-Yo creo que los acompañaré a los establos.
-Bien – sin más. Sky se giró y se marchó.
-¿Puedo ir también, verdad? – preguntó Matt a la joven pelirrosa de forma amable.
-¡Claro! – admitió animada la joven.
  
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Bueno, mi intensión es hacer que les pasen cosas tenebrosas...Y qué mejor que estén separados Very Happy
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Mensaje por Shiba Dom 28 Mayo - 1:21

No había tardado mucho en alcanzarla, y entonces la tomó de la muñeca sorprendiéndola.

- Caminemos ¿Sí? - Pidió rendido, ya no preguntaría más. - No es como si fuese un fantasma o algo por el estilo.
Nylah pensó en la tonta ironía de sus palabras. Es verdad... Definitivamente no lo entendería.
- No digas eso cuando cargas a Ghostbusters en la camiseta. - Gin miró a lo nombrado, y después de un segundo de pensárselo rió suavemente.
- Bien, bien... - La soltó. - Soy un fantasma. - Y entonces fue el turno de ella de reír.
- No te quedaría mal el papel. Un poco más y eres translúcido.
Él lanzó un suspiro divertido y su cabeza vaciló entre Nylah y la dirección a la entrada.

Ella entendió, de hecho desde el principio era su destino, así que solo le topó el brazo para luego empezar a caminar uno al lado del otro.

Charlando un poco sobre lo que veían y suposiciones de la antigüedad de la mansión, llegaron al comedor, dónde no había nadie; y como no los vieron de paso, acordaron en pensar que los abandonaros a su suerte.
Mas una vez vieron el reloj de la habitación comprendieron todo. Había pasado la hora del desayuno... Entonces ¿Qué hacer?

- ¿Pedimos? - Preguntó Nylah observando la puerta de la cocina. No tenía mucha hambre por el acontecimiento que acababa de vivir, mas, no era el caso de Gin, a quien el estómago lo traicionó emanando un fuerte sonido gutural.
Ella lo observó nerviosa, él solo rió nuevamente.
- ¿Crees que si pedimos nos darán la ración de cinco? - Bromeó.
- Nadie es tan amable. - Ella siguió el juego.
- Se nota que no conoces a mi madre.
- La conozco, y el problema de ella es que no se mide. Por eso eres tan glotón.
- ¿Crees que si llamamos al servicio nos traigan pizza?. - la pelinegra solo lo miró y después a la puerta que Gin observaba con tanta insistencia. Sabía que no lo decía en serio, y no podía ser en serio, nisiquiera había señal.
- Puedes intentarlo.



Aria cerró el libro y se levantó, cada vez entendía un poco más de que iba todo aquello, y aunque no resultase ser lo mejor para su entretención no podía decir que era malo tampoco, tenía su encanto, y ella un poco de curiosidad.
Pasó por los libreros camino que tenía ya memorizado: cuentos, ciencia, matemáticas, paranormal.
Era tonto que lo "ilógico" estuviese al lado de lo lógico, pero cada quien tenía su manera de ordenar, y al parecer a los Crombell no les convencía la rutina, así que mandaban a sus huéspedes a buscar los libros como si Fuesen Alicia entrando en el país de las Maravillas.
Pero no le incomodaba, en las bibliotecas pequeñas siempre todo estaba revuelto, así que aquella gracia era mejor que eso.
Buscó el hueco que había quedado antes al retirar el libro y lo dejó en su puesto.
Entonces un lomo plomo, con manchas negras, denotando desgaste de años, llamó su atención. En toda su longitud se leía: "El nuevo pasaje"
Sonaba más a una novela que a un libro explicativo. Y eso fue lo que más le llamó la atención y la llevó a tomarlo.



- Hey, Sky. - Saludó Gin al verlo en el pasillo. El nominado solo levantó levemente la mano. Nisiquiera prestó atención a todo lo que cargaban en los brazos.
- ¿Dónde están todos? - Preguntó Nylah, el moreno quedó algo pensativo.
- Establo. - Dijo, con una pequeña pausa. - Y biblioteca.
- Piscina. - Le dijo animada Nylah, sabía que había acertado y el asentimiento de Sky solo lo hacía ser cada vez más predecible.



- Wow, no había visto tantos caballos juntos en la vida. - Blacke aprovechaba en tonar fotografías de los que más le atraían. No era solamente ver caballos, era lo bien cuidados que estaban, lo que resaltaba una galantería inconfundible, eso que hace genial a los jinetes más bárbaros. Si había la oportunidad, definitivamente debían de rodar una escena usando a uno de esos maravillosos cuadrúpedos.
- Son hermosos. - Exclamó Saori observándolos desde una distancia prudente, parecían tranquilos pero no había que tentar a la suerte. Y entonces en su rango de visión se estanco la imagen de Matt acariciando el hocico de uno, ella también quería hacerlo pero no se atrevía.
Coss le dedicó una pequeña mirada de soslayo, lo que la pelirrosa ni siquiera percibió, y con un leve movimiento de cadera la hizo perder el equilibrio y caminar un poco hasta recuperarlo.
Saori la observó perpleja no entendió la razón de aquello, pero cuando estuvo casi cara a cara con un caballo lo comprendió, mas, retrocedió en el instante. Y después de unos segundos tomó valor, sin conseguir mucho pues aún mantenía su mano a clara lejanía.
Entonces sintió a alguien cerca suyo.
- No te hará nada. - Escuchó la profunda voz y se cohibió inmediatamente, sabía perfectamente que era Matt.
- Lo sé... Es solo que... - Su voz tambaleó, así como sus manos. Lo que aprovechó Matt para tomar una y acercarla al caballo, el que aceptó gustoso la caricia.
- ¿Ves? - Sonrió. Ella solo pudo pensar en lo suave del pelaje, quedando perdida por unos segundos.
- Es muy lindo. - Pronunció. y cuando su valentía subió como para atreverse a mover la mano, recordó que Matt la sostenía.
- Ah... Disculpa. - Dijo retirándola. No era vergüenza, tampoco incomodidad, más bien rió de aquello.
- No hay problema. - Ella negó con una pequeña sonrisa, ocultando sus nervios, que fueron pasando de a poco al contacto con el suave pelaje.



- ¿Enserio, tres? - Nylah observó dentro de la gran funda de papel. Donde la misma cantidad se mostraba en baguettes.
- ¿Qué? Así nadie queda con hambre. - El peliblanco se encogió de hombros cuando sacó unas cosas más. En el patio cerca del vivero, encontraron unas pequeñas bancas con mesas que gozaban de una cubierta. Y aunque al principio pensaban irse a alguna habitación a hacer el desastre en que, sabían, eso iba a terminar, prefirieron ir fuera, ya que el día estaba tan bonito como para dejarlo pasar. Después del sol del día anterior ese fresco que se respiraba en ese momento era simplemente magia. - Si no nos terminamos algo lo regresamos y ya. Así como los utensilios. - Señaló el juego de cubiertos.
- Mucha suerte tuvimos de que no nos vieran. - Dijo esta vez sacando algunas verduras. Gin buscaba los jugos.
- Mucha es poco, después del escándalo en la alacena.
- Fue culpa. - Recalcó.
- Solo te estaba ayudando... Renacuajo. - Sonrió, se lo notaba animado. Por lo que Nylah no pudo hacer más que dejarse llevar. Ella conocía a los padres de Gin y a pesar de tener el parecido genético de su padre, definitivamente dominaban los de la madre, especialmente cuando sonreía mostrando los diente, sus pómulos subían, haciendo que sus ojos curvaran y sonrieran también. Y eso era algo que solo podía ver cuando sonreía sinceramente, pues era algo que él no controlaba emocionalmente. Así como él notaba que las cosas no iban bien, ella notaba cuando él sonreía de verdad y cuando era una simple farsa.
- Eso no quiere decir que debes de llegar por la espalda de alguien y hacer eso. - Frunció el ceño, sus mejillas sonrosaron al recordar lo que hizo. Ella no alcanzaba un tarro en la alacena, y había dado unos cuantos saltitos a ver si ello ayudaba, sin conseguir lo esperado. Cuando se rindió con ello el albino la había tomado desprevenida, haciendo que diese un grito del susto. Pues sin previo aviso había posado las manos en su cintura y la había alzado hasta donde ella pudiese alcanzar. - Podrías haberlo alcanzado tú.
- Nah, no sería divertido. - Le restó importancia. - ¿Qué hacemos?
- Enserio... ¿Estás preguntando?
- Solo te estoy probando. - haciendo pequeños círculos en el aire con su índice la señaló. - Obviamente, sándwiches NyGi.
Ella miró los ingredientes y sonrió ampliamente guardando la nostalgia que estaba aflorando en su pecho. Esos sándwiches no eran más que un poco de todo de lo que le gustaba a ambos, y que cuando eran más pequeños sus madres les habían ayudado a preparar más de una vez.
- Manos a la obra.



Lexi, se había perdido un rato entre los libreros de la biblioteca buscando algo que le resultase interesante, pero además de Aria concentrada en el libro que la había visto tomar el día anterior, realmente no había más que la curiosidad de la sensación que emanaba la habitación. No era normal, y aún así era tan común.

En un momento rendida de que no iba a descubrir nada a esas horas del día. Aunque lo gritase, comenzó a buscar algo que leer en la sección de ciencia ficción, y justamente cuando iba a tomar el libro que más le interesó Aria pasaba a su espalda, sin decir nada, algo muy típico. La vio tomar el camino a la sección de paranormal y ella decidió ir a sentarse dónde primero vio, el suelo, detrás de una pequeña recepción. Como no había nadie, sabía que tampoco incomodaría.

Pasó las dos primeras páginas y escuchó unos pasos. Se levantó en curiosidad y vio a través de la lisa superficie del tablero. Era Aria dejando la biblioteca.

Pero... ¿Era Aria?



Sky se había tomado su tiempo en llegar a la piscina. Después de todo, sabía que nadie la iba a mover de ahí. En cuanto llegó, fue a los vestidores donde pretendía cambiarse, pero se distrajo un momento revisando su celular.

No había señal, y ya tenía desde el día anterior queriendo llamar a sus abuelos; y para lo peor, la línea de los convencionales no llegaba hasta aquel lugar retirado.

Miró su muñeca con curiosidad, otra vez, el regalo de su abuela se había aflojado. Esa pulsera se la había dado a los ocho años, después de que sus padres se divorciaran, un hecho que todavía no descifraba si tomarlo como clave en su vida y forma de ser. Y aún así, todavía se preguntaba si aquello había sido culpa de él.
Su abuela siempre le dijo que no era así, que eran asuntos de mayores, pero, realmente llegó a odiar a su pequeño yo. Mas, ya no podía hacer nada, y de todas maneras, ya nada de eso importaba, habían pasado muchos años, y se había mentalizado sobre lo extraña que es la vida. Así que estaba bien. Por lo que decidió dejar sus pensamientos a un lado y comenzar a alistarse.

Cuando decidió a quitarse la camisa, no llegó a medio cuerpo cuando algo captó su atención.

"Splash"

Logró escuchar.

Definitivamente algo había caído a la piscina, y algo, porque sabía que nadie iba a ir, estaban haciendo otras cosas. Y aún así ese algo le hizo reaccionar instantáneamente y correr hacia el sonido.

Llegó a la orilla, y como nunca sus ojos se abrieron grandes, y casi queda petrificado ¿Qué estaba viendo?
Se lanzó sin pensar mucho en su ropa o lo que cargaba, para bucear hasta aquella imagen distorsionada que le daba el agua, pero que conocía.

Algo estaba mal, Aria no debía de estar ahí. En primera, sabiendo que él estaba en ese lugar no iría sola. O eso siempre ha creído.
La tomó por la espalda, asegurando cualquier sorpresa, pero, estaba desmayada, pues nisiquiera hizo el intento de patalear en cuanto cayó.

Y cuando intentó regresar a la superficie hubo un problema. algo que halaba de su muñeca se lo impedía. pero le tomó poca importancia y se impulsó logrando su objetivo. La dejó en la orilla, no de la manera más delicada, pues no había nadie que la recibiese, y después salió él, estaba agitado y hasta cansado. Cosa que nunca ocurría.
Rápidamente se acercó a la chica y pegó suavemente en su mejilla.
No reaccionaba, tampoco respiraba pero su corazón palpitaba. Y sin duda había tragado agua.

Él sabía que después de eso quizá lo odiase, pero no había alternativa. Si bien el RCP era un medio para salvar vidas, ya sabía que para la chica era como si la estuviesen profanando, y aún sabiendo eso, cualquier cosa estaba bien mientras pudiese hacer algo.

Después de acomodar su cabeza, insufló aire, para después comenzar con las compresiones. Quizá lo repitió una vez más, realmente él mismo no supo; cuando por fin vio el agua salir y a la chica toser por ello.
Sky relajó los hombros en ese momento y después observó a la chica que no parecía estar.
- ¿Qué hago aquí? - Alcanzó a decir de manera muy baja, con mucho esfuerzo. Sky negó.
- Por el momento... Creo que será mejor que te cambies. - La señaló, ella observó sus ropas y estaba empapada, y por acto reflejó se obligó a taparse con los brazos.
- ¿Qué ha pasado? - Aquella pregunta había llegado de una manera más tranquila a la que esperaba el moreno. Quien se levantó y en lugar de responder fue a los vestidores, y regresó con una toalla para colocársela sobre los hombros.
- Te cuento en el camino. - Le dijo, ayudándola a ponerse de pie. Y mientras no se enterase de lo que acababa de hacer no importaba ¿Verdad? Después de todo nadie había visto.

O eso pensaba, pues Lexi había seguido a Aria no convencida del todo, pero Sky ya se había lanzado a la piscina para cuando ella reaccionó. Alguien... No, algo, había manipulado las acciones de Aria. Lo sabía, y por eso, quedó de piedra en el momento que un escalofrío la recorrió.


¿Qué he hecho? No me maten (?
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[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Empty Re: [Roll-P] Siniestra aventura.

Mensaje por Cris Vie 9 Jun - 3:21

La joven pelirrosa seguía acariciando con suaves movimientos el pelaje del caballo, que era de un tono marrón y que soltaba destellos dorados con la luz del Sol. La criatura movió su cabeza de manera que la pegó al rostro de Saori con suavidad. Ella se sorprendió ante el acto y sonrió llena de dulzura, pues el animal le transmitía cariño y pureza al contacto. Mattheus observaba la escena con una sonrisa cálida, inmortalizando la escena en su mente, pues tenía planeado dibujarla luego, le había parecido inspiradora y enternecedora.

-Son muy bellos todos… -Murmuró Cossette, su mirada danzaba entre todos los ejemplares que trotaban pacíficamente, o pastaban con calma.
-Lo son –Le siguió Blacke, quien estaba de un lado a otro, filmando todo lo que pudiese.

Saori se quedó junto al caballo que estaba acariciando, mientras Matt emprendía una lenta caminata unos metros a la derecha de ella. Cuando de pronto, se escucharon los cascos de un caballo golpeando el suelo con fuerza y rapidez. Los gritos de asombro no se hicieron esperar: Un caballo blanco corría hacia ellos a una velocidad exorbitante, no se sabía qué rumbo iba a tomar. Fueron pocos segundos, unos tres máximo.

El chico deslizó sus ojos rubíes hacia el animal, sentía que todo ocurría en cámara lenta como en una película de suspenso. Por un segundo, su mirada conectó con la de éste criatura y lo vio: Un brillo espeluznante se desprendió de los ojos del animal. Quedó de piedra, y sintió un escalofrío recorrer en extrema velocidad todo su cuerpo. Seguidamente y sin tiempo a reaccionar, aquel caballo arremetió contra él.

-¡Mierda! –Exclamó Blacke sin poder evitarlo, quien había bajado la cámara en segundos. Cossette dejó escapar un grito ahogado, sus ojos temerosos.
-¡Matt! –Gritó Saori, quien no podía creer lo que vio.

El chico había sido golpeado por la criatura, cuyo peso transformado en fuerza de choque había “mandado a volar” al joven unos cuantos metros más allá, éste al tocar suelo cayó de costado, estático.

-¡Matt! Respóndeme –Los ojos rosados de Saori emanaban preocupación pura, había corrido rápidamente hacia él.

El caballo corrió en dirección contraria, los demás de su especie se habían agitado un tanto ante el ataque más, al estar entrenados, no se volvieron locos.

“Ink” no respondía. Sus ojos estaban semi-abiertos.

-¡Hay que llevarlo dentro! ¡Hay que llevarlo dentro! –Gritaba la pelirrosa, agitando suavemente al chico por los hombros para tratar de despertarlo.
-Ah…¡Agh! –Exclamó en un grito ahogado de repente.

Nadie lo notó, pero en sus ojos brillaba un destello extraño. El chico forcejeó internamente, cosa que tampoco podían percibir, sus iris rodaron levemente y el brillo se desvaneció. Una de sus manos se posó con dificultad sobre su costado, seguramente por un golpe. Y desmayó.

-¡Vamos! –Dijeron los tres al unísono, levantando al muchacho del suelo.




-¿Me estás diciendo que me arrojé a la piscina? –Cuestionó Aria, aún sorprendida y de hecho algo aterrada al imaginarse tal cosa, pues ella no lo recordaba- ¿Sólo así?
-Escuché algo caer en el agua, y acto seguido tu cuerpo se hundía –Explicó con calma Sky, al menos con toda la calma de la que era capaz, pues él también estaba sorprendido. Y lo meditaba mientras le explicaba.
-Pero no tiene sentido… yo… Yo estaba en la biblioteca y… -Se colocó una mano en la cabeza, cerrando los ojos en señal de concentración, resignándose a los segundos- … No puedo recordar más…

Caminaron en silencio el resto del camino, él la acompañó a la habitación más se quedó fuera a esperar que se cambiara. Primero, porque ella se lo advirtió con la mirada: No entraría, de hecho cerró la puerta rápidamente, algo avergonzada. Segundo, él ya había hecho algo que, si ella se enteraba, lo mataría, así que lo mejor era mantenerse prudente. Unos minutos después, salió la pelinegra, ya con otro cambio de ropa y seca. A excepción de su cabello, que conservaba un poco de humedad. Retomaron la caminata, Sky no volvería en ese momento a la piscina y ella seguía algo shockeada por lo ocurrido.

-¿Y qué pasó después? –Dijo ella.
-¿Después de qué?
-De haber caído a la piscina… -Aclaró ella, algo indecisa al preguntar.
-Pues… -Lo tomó por sorpresa, no sabía exactamente qué decir, por suerte su rostro lucía calmado como de costumbre- Logré sacarte a tiempo, tardaste unos segundos en retomar la conciencia. –Dijo, reservándose cualquier detalle.
-Oh… Gracias, supongo –Dijo, aún sin comprender- Pero… ¿Cómo es que…?

La pregunta de Aria quedó en el aire, en ella quería saber más a fondo cómo es que había despertado, pero una voz interrumpió su conversación. Un empleado, uno de los tantos al servicio de la mansión, se les acercó con cierta prisa.

-Disculpen, jóvenes. La enfermera me pidió que le diera el mensaje –Miró al moreno- Lo solicita en la enfermería.
-¿En la enfermería? ¿Por qué? –Se extrañó un poco el joven, aún calmado.
-Unos compañeros de usted están allí, una chica de cabellos rosa le dijo a la enfermera que debía ir usted.
-¿Por qué? ¿Qué ocurre?
-Un joven –El empleado hizo memoria del nombre- Mattheus, lo llevaron allí.

Los ojos ámbar de Skyler se abrieron como platos, por segunda vez en una hora. Esta vez, su rostro denotaba aún mayor preocupación. Tanto era así, que no se percató de que Aria observó su cambio de expresión. Matt. Enfermería. Eso encendió una alarma en su interior.

Seguidamente, se apresuró camino al lugar -gracias a que sabía la dirección, por el recorrido que les ofrecieron anteriormente-. Fue tan rápido que dejó atrás a un anonadado empleado y a una sorprendida Aria.

-¡Oye! Espera –Ella también empezó a correr, alarmada tanto por el cambio de actitud del muchacho como por la noticia que les habían dado.




Con la ayuda de algunos empleados, trasladaron al muchacho a la enfermería de la mansión. Este reposaba sin moverse, y así había permanecido por un buen rato.

-¿Cómo está, señora? –La voz de Saori sonaba preocupada.
-Tiene una herida mayor en el costado izquierdo, me supongo que allí sufrió el golpe del caballo según sus testimonios –Los tres asintieron- Y otras heridas menores en el pecho y el otro costado, de cuando cayó al suelo.
-¿Y se pondrá bien? –Preguntó Blacke, quien había guardado su cámara por primera vez.
-Por suerte, son contusiones y no hay señal de alguna hemorragia. Así que sí, debería reponerse.
-… ¿Despertará del desmayo? –Se atrevió a hablar Cossette, la tensión del momento y lo ocurrido anteriormente, la animaron a hablar.
-Debería hacerlo, eso es lo que más me extraña. Ya debió haber despertado. Sus signos vitales están en orden, y los golpes no deberían inflingirle tal inconsciencia.

De pronto, apareció una figura en la amplia puerta de la habitación. Era Sky, quien había llegado un poco agitado, más por la noticia que por la carrera que se había echado para llegar allí. Todos giraron a verlo cuando se adentró a la enfermería a paso rápido.

La habitación era amplia, brillante aunque no demasiado para no perturbar la visión. Pero la mirada del joven moreno estaba clavada en una cama a unos metros más allá, la imagen inundaba su mente: El chico de cabellos rosados reposaba inmóvil, su rostro no mostraba ninguna expresión, ni calma ni incomodidad. Llegó hasta allí en segundos.

-¿Qué…? –No alcanzó a terminar su pregunta, desde allí, notó que su amigo estaba más pálido de lo habitual.
-E…Estábamos en el establo y… -Saori empezó a explicarse con algunos tropiezos en su voz- Un… Un caballo salió de la nada, corriendo y…
-Arremetió contra él –Afirmó Blacke, serio como no solía estar, pero más que todo preocupado.
-Él… Salió despedido y cayó a unos metros… Perdió la conciencia poco después… Tratamos de que despertara pero no reacciona desde ese momento… -Siguió ella.
-Lleva así, poco más de media hora –Dijo Cossette, en voz baja, observando su reloj de muñeca.

Skyler se acercó aún más, los demás se apartaron un poco para darle espacio. Agachó la espalda para observarlo de cerca. Su mejor amigo no hacía ni el más mínimo movimiento, estaba muy pálido, sus ojos cerrados. No era una imagen que en su vida quisiera presenciar. Se sentó instintivamente en una silla que estaba al lado de la cama.

-Eh… Chico Coca-Cola, despierta –Lo llamó así, de hecho ya lo había hecho muchas veces en sus años de amistad, por su adicción a la soda. Habló en un tono bajo, en falsa calma, pues su voz tembló un poco a mitad de la frase, sólo él mismo lo percibió.

Dolor. Sentía un agudo dolor. No podía percibir ninguna otra sensación. Su costado le ardía, y ese ardor se fue expandiendo por el resto de su cuerpo, pero no le dolían los músculos ni los huesos, era algo extraño de explicar. Le ardía el alma, si podía decirse de ese modo.
Momentos atrás, había sentido una extraña presencia que buscó entrar en su cuerpo, recordó haber luchado contra ésta al haber caído al suelo. Y lo había logrado, pudo sentir como esa extraña presencia se había separado de él, no sin antes llenarle la mente de pensamientos y palabras extrañas, “El peligro se avecina” fue una de las frases que recorrió su mente en una voz exenta de emoción, vacía.

Ahora, sentía estar en una superficie suave, la presencia ya no estaba, pero el dolor –que había surgido desde el golpe del caballo- sólo se había intensificado.

El caballo…

El recuerdo de un destello siniestro recorrió su mente.

El ardor se intensificó, sintió su propio cuerpo estremecerse un tanto. No podía ni siquiera abrir los ojos, le pesaban.


El cuerpo de Matt realmente se había estremecido, alarmando a todos los del grupo. Skyler lo miró aún más atentamente.

-¿Matt? –Preguntó insistente- ¿Me oyes?

“Te escucho”, quiso decir el pelirrosa en ese momento, pero sus labios no respondían. Había tenido una experiencia espiritual, fugaz pero terriblemente fuerte. La entrada de la presencia en su cuerpo había sido súbita, igualmente lo fue su salida. Y el doloroso ardor era la estela que este ente había dejado. El golpe del caballo, supuso, era el contacto que había usado esa presencia para entrar en él y dejarlo indefenso.

Ya había tenido experiencias espirituales antes, así que la reconocía, pero esta había estado colmada de pensamientos negativos y ese ardor insoportable. Le había lastimado el alma, junto con el brusco golpe en su costado, que también le dolía. Le dolía… Ahora sentía un dolor más común, en esa parte del cuerpo, sentía la embestida del caballo fresca sobre su piel.

Bien, ahora no sólo sentía ese ardor, sino que también le dolía el golpe. Aunque empezó a entender que eso significaba que recuperaba el control de su cuerpo, se sintió despertar del trance.


-¡Matt! –Escuchó una voz muy familiar a su lado. Sky. Tenía que ser Sky.

Sintió que una mano tomaba la suya con firmeza, era la de su amigo. Éste intentaba recibir alguna respuesta, así fuese física. Y la recibió. El pelirrosa apretó ligeramente la mano de Skyler, el moreno deslizó sus ojos ámbares hacia el agarre, y luego al rostro de Matt, cuyos ojos rubíes empezaban a abrirse poco a poco.

-¡Ha despertado! –Susurró Saori, respirando con alivio.

La mirada de Matt mostraba cierto cansancio, aún así abrió sus ojos completamente.

-¿Estás bien? –Preguntó Sky, a su lado estaba Aria, también observando.
-Nece… -Empezó Matt con esfuerzo- Necesitaré una soda, después de esto –Susurró con una débil sonrisa.

Los demás se aliviaron al verlo despertar y hablar, y Sky sonrió levemente aunque aún preocupado, sonrisa que sólo su mejor amigo percibió con la mirada aún cansada.
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Mensaje por Shiba Sáb 17 Jun - 2:28

Sky se dejó caer a la silla que estaba a un lado con las manos en la cara... En serio ¿Acaso ese era el día de ven y mata de un paro cardíaco a Skyler Hawk? No estaba seguro pero si era así, solo esperaba que dejaran aquello. Porque quizá lograrían su cometido.



Nylah y Gin ya habían comenzado a comer tranquilos cuando un agitado Blacke quien se ofreció a buscarlos y darles la noticia de lo que había ocurrido.
Nylah se había levantado presurosa y apurado el paso, mientras tanto Gin se tomó su tiempo para toar lo que le faltaba de, no comer, engullir. y después se levantó y continuó el camino acompañado por Blacke. Y no es que no le importara, simplemente se tomó su tiempo para escuchar los detalles que el castaño no tuvo oportunidad de decir.
Gin solo escuchó mientras pensaba, y se terminaba su sandwich. Y aún así, pensar tanto no le ayudaba, para nada. Luego vio a la rubia pasando cerca de ellos, y la notó extraña. ¿Algo más pasó? ¿O era por lo mismo? De hecho, se inclinaba más por la primer opción.



Algunos minutos pasaron.
En la que llegó Nylah y Blacke a preguntar por el estado de Matt, Gin se había quedado fuera esperando por lo que le dijeran, después de todo él no soportaba esos lugares; ni enfermerías, u hospitales. Lo hacían querer regresar todo lo que había comido. Y no era por asco ni nada por el estilo, él lo sabía perfectamente, era algo que simplemente había quedado en su subconsciente y llegaba por sí solo.



Sky escuchó un quejido, y entonces observó a Matt intentando sentarse. Se levantó de inmediato y lo ayudó.
- Si te vas a morir hazlo bien. - Matt intentó reír ante ello pero dolió su costado, así que se detuvo, sin quitar la sonrisa. - Todavía le dolía pero tenía que hacer un esfuerzo así no pudiese hacer mucho, estaría arruinando las vacaciones de todos.
- No podrías vivir sin mí.
- Díselo a mi abuela.
- Lo he hecho. - Entonces los dos sonrieron.
- ¡Joven! No es buena idea que haga eso. - Una enfermera que se percató apresuró a la camilla tratando de que Matt se recostase nuevamente.
- Estoy bien. - Dijo, negando con una mano. - Duele, pero no quiero estar acostado. - Pidió con la mirada.
- ¿Puede tomar coca cola? - Preguntó Sky, la mujer solo los miró perplejos, y asintió ante aquella interrogante. - Aunque habrá que avisar a los cocineros sobre cambios en el menú.
- Bien. - Dijo Sky cortando a la mujer y después miró a Matt. - Ya vengo, no mueras.
- Nunca podría. - Bromeó nuevamente, y aunque sonreía, realmente su mente era una telaraña de pensamientos, que no lo dejaban tranquilo, aunque no tuvo mucho tiempo de seguir en ello, pues ante la salida de Sky, ahora los demás se fueron acercando de a poco como asegurándose por ellos mismos que tan bien se encontraba.
- ¿Seguro que estás bien? - Preguntó Nylah, lo notaba extraño. Matt no asintió, ni dijo nada, simplemente sonrió tranquilamente. Y no muy después Sky había regresado con una lata de coca-cola en mano.
- Dime que está helada.
- Yo me estoy congelando. - Dijo y se la dio para después volver a sentarse en la silla de un lado.
- Gracias. - Sonrió al abrirla. - ¿Te piensas quedar ahí? - Preguntó, Sky se encogió de hombros. - Es que... - Dio un sorbo y la herida dolió al tragar, no tanto como cuando intentó respirar fuerte, pero seguía siendo lo suficiente para querer evitar el siguiente sorbo. Mas, lo disimuló, sí, Sky le iba a preguntar, pero...
- Oye... - La voz de Aria los hizo voltear la mirada, estaba de brazos cruzados como queriendo decir algo, y arrepentirse enseguida en su mente.
- Ah... - Murmuró Sky y con una seña llamó a la enfermera y le pidió que se acercase para comenzar a hablarle bajo y que solo ella escuchase.
- Pero... ¿Por qué? - Preguntó la mujer, y luego él volvió a hablarle bajo. - Comprendo. - Y se alejó para tomar el brazo de Aria y ante protestas llevársela tras unas cortinas.
- ¿Y eso por...? - Preguntó el pelirrosa.
- Luego te cuento. - Le prometió. - Por cierto... - Lo miró un momento atento luego a Nylah y luego simplemente se arrepintió, y negó. - Olvídalo, luego.
- ¿Luego cuándo?
- Cuando des los pasos para llegar a la habitación, ese luego.
Entre algunas pláticas trataron de no perder el ánimo, hasta que la enfermera les pidió dejaran reposar a Matt. Por lo que de a poco fueron saliendo.

- ¡Qué estoy bien! - Aria salió de entre las cortinas exasperada, se suponía que solo era una revisión. La cual estaba segura fue pedida por Sky, y eso estaba bien no le molestaba, pero ya se estaba hartando de todas esas pruebas.
- Que bueno. - Escuchó a Sky y posó su mirada en él.
- Esto ha sido cosa tuya ¿No? - El se encogió de hombros. - Tú como testigo, diles que solo desperté y ya. - Sky suspiró y se mantuvo callado. - Skyler... - Pronunció ordenando.
- Ya le dije lo que tenía que. - Se excusó.
- Aja... - Se cruzó de brazos, siguió sin recibir ninguna respuesta. Y entonces suspiró rendida. - ¿Te quedarás así? - Preguntó más calmada, luego vio a su alrededor. - ¿Y los demás?
- Supongo habrán ido a hacer otras cosas. - Ella giró la cabeza. - Tiene que descansar. - Señaló a Matt quien se había quedado en silencio todo el rato. Estaba aprovechando ese momento para meditar todo más a fondo.
- Ah... - Lo miró de nuevo. - Tú... - Miró hacia arriba, y de nuevo a él, a un lado y de nuevo a él, para finalmente decidirse. - También deberías cambiarte ¿No? - Lo señaló. - Después de todo... también te lanzaste... - Sky se miró y sonrió vagamente, sentía que hasta estaba preocupada.
- Estoy bien. Gracias. - Le dijo. Aria simplemente bajó los brazos.
- Si te enfermas, no me responsabilizo de nada. - Concluyó para luego salir.
- ¿Está bien eso?
- Sí... Luego se le ha de pasar...
- No, que te quedes así.
- Ah... - Recordó. Sky solo se encogió de hombros. - Por mí está bien.
- Entonces ¿Pasó algo?
- Lo mismo pregunto.
- ¿Uhm?
- Tu sabes, no es normal que un caballo venga así de la nada.
- Tampoco es normal que obligues a la reina de hielo a hacerse un chequeo. - Sky negó levemente.
- Han pasado cosas extrañas...
- ¿Cómo?
- Se lanzó a la piscina. - Explicó. - La saqué y cuando volvió en sí, no sabía que hacía ahí. - Matt enserió su rostro. Si lo que Sky decía era verdad... Él tampoco podía estarse imaginando cosas. - Luego tú, un accidente. - Lo miró. - ¿Un caballo en serio? - El muchacho asintió. - No termino de creer. - Dijo, aun para sorpresa del oji-rojo. - Después... - Quedó pensativo. - Cuando fui a ver la lata.. he estado en un lugar así antes... - Dijo llevándose una mano a la frente, y la curiosidad e Matt se extendió, sabía que no se refería a la cocina o a algún dispensador, Sky hacía bromas pero no de ese tipo. Mas, no hubo tiempo de preguntar, llegaron los médicos a hacerle un chequeo por cualquier anomalía. Y tuvo que esperar.



- ¿Preocupada? - Preguntó Gin, Nylah se había sentado a su lado. y estaban cerca de la enfermería. Solo dejaron quedarse a uno, y el más indicado era Sky.
- ¿Quién no? - Contestó, Gin se lo pensó.
- Supongo... - Dijo y no preguntó más. No diría más. No quería indagar más. No es ese momento. Cuando su mismo estómago se estaba revolviendo, aun cuando estaba tan lejos de ese lugar. Después de eso, necesitaría algo para calmarse. Sin importar qué.



Blacke fue de camino a la habitación, pues el único que no se había enterado era Yuu ¿Seguiría dormido? Pero, en el camino se encontró con Lexi quien parecía estar buscando a alguien, así que, se acercó a ella, quizá y podría ayudarla en algo.
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[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Empty Re: [Roll-P] Siniestra aventura.

Mensaje por Cris Vie 30 Jun - 3:44

-¿Te quedarás hasta la noche? –Preguntó Matt en un tono calmado, no era prudente forzar más su abdomen.
-Me quedo hasta asegurarme de que estás bien –Respondió su amigo con el mismo tono.
-Me parece que… -Se subió un poco la camisa dejando ver el enorme moretón en su costado- Eso tomará un tiempo –Sonrió- Deberías aunque sea ir a almorzar, ya son más de las dos.
-Siempre te has recuperado rápido de los golpes, “buscapelea” –Habló con una sonrisa burlona en el rostro.
-Sí, pero no estaré “bien” hasta dentro de unos días. Que vayas a comer, he dicho –Lo amenazó, más bien con un tono cómico en la voz.
-¿Y quién eres tú para mandarme?
-Mattheus Ashton –Recitó con voz solemne, haciendo un gesto elegante con su mano.
-Uh, qué autoridad –Se burló el moreno calmadamente y a punto de reír.
-Eh, lo soy –Puntualizó el pelirrosa quien sí rió, pero inmediatamente se arrepintió, pues el acto le causó unas terribles punzadas en el costado. Se encogió un poco en la cama, estando acostado.
-¿Qué ocurre? –El rostro de su amigo adquirió mucha seriedad, no la calma que usualmente mostraba.
-Na…Nada, sólo me ha dolido un poco –Disimuló.
-Bueno, hay que evitar que hagas esas cosas –El ojiámbar suspiró- Eso va a ser difícil.
-Yo puedo estar serio.
-Lo sé, pero no conmigo.
-Es que somos unos loquillos.
-Jajaja.

Era de las pocas veces que Skyler se reía de boca para afuera, bueno, eso diría alguien que no fuera el chico de los tatuajes, pues él sí lo había visto reír bastantes veces, siendo él mismo el causante de su risa, con algún chiste o cuento, o como esa vez que Sky se rió porque él se había tropezado y caído de trasero, ah, esos tiempos. En fin, con una amistad tan larga y cercana, el pelirrosa podía presumir de haber conocido muchas facetas y expresiones del moreno.

-Ve a comer –Repitió el ojirubí.
-Que me quedo.
-Que te vas.
-Que no.
-Que sí.
-Parecen un matrimonio –Habló la voz de Nylah, quien se acercaba a ellos.
-Naiii –Matt extendió con la voz la primera parte del nombre de la chica- Creí que te irías con Gin.
-Eso hice, hablamos un rato, pero me dijo que debía ir a hacer algo –La joven pareció meditar sus palabras por un momento- Pero no me dijo qué –Se encogió de hombros.
-¿Y no quieres ir a averiguar qué es? –Preguntó Ink con curiosidad.
-Usualmente, la curiosidad podría conmigo, pero… No sé, siento que mejor lo dejo ser.
-Si tú lo dices –Sonrió Matt- ¿Y por qué volviste?
-Pues… Quería ver nuevamente cómo estás, antes de ir por algo de almorzar.
-Ajá, Sky te acompañará.
-¿Qué? –Habló el moreno por primera vez en la conversación con ella.
-Anda, yo estaré bien, además las enfermeras están aquí –Lo animó el pelirrosa con un ademán de las manos.
-Es que eres terco.
-Y tú también. Si no vas a comer, me harás sentir mal y no me recuperaré.
-Si intentas manipularme, no funcionará.
-…
-…

Ambos muchachos se quedaron unos segundos pensativos, mirándose a los ojos, y exclamaron al mismo tiempo -claro, Sky con su tono habitual, y Matt más alto-:

-¡¿Un matrimonio?!
-Jajaja, ahora es que lo vienen a analizar –Rió Nylah, en quien se posaban las miradas de ambos.
-Cada vez más personas se empeñan en esa idea –El mayor se recostó nuevamente.
-¿Por qué será? –Dijo ella sarcásticamente, Sky sólo se encogió de hombros.

Unos pocos minutos después, Sky salió a regañadientes de la enfermería acompañado de Nylah, pues Matt había insistido sin parar en que fuera a comer algo. Poco después de que ellos salieran, el chico de los tatuajes se quedó dormido sobre su costado sano. Los ojos le habían empezado a pesar, toda esa conmoción empezaba a hacer efecto sobre su energía… Lo cual era un poco raro ya que él era muy resistente y enérgico pero… Tenía tanto sueño…




-¡Lexi! –Llamó Blacke, a pocos metros de la rubia.
-¡Oh! Hola –Respondió ella con su usual tono animado, más el chico la había hecho dar un pequeño respingo.
-Lamento si te asusté –Sonrió ampliamente y colocó una de sus manos en su nuca.
-Está bien –Le sonrió de vuelta, sin enseñar sus dientes.
-¿Pasó algo?
-Bueno, de pasar, pasan muchas cosas –La rubia empezó a hablar rápido- Cosas que no te explicas y… Y luego quedas más perdida y…
-¿Puedo ayudar en algo?
-Mmm, bueno, supongo que sí –Dijo con ánimo.
-¿Qué ha pasado? –La voz de Yuu hizo presencia, algo somnolienta- ¿Quién habla tanto?
-Uy, no te pongas amargado, acabas de despertar –Bromeó Lexi.
-Uhm. –El pelinegro la miró con rostro serio, pero la chica despedía tanta energía que esa mirada quedaba anulada.
-¡Ginny! –Gritó ella.
-¿Gi… qué? –Preguntó Blacke volteando en la misma dirección que ella.
-Demonios, ¿Ginny? ¿En serio? –Gin se acercaba a ellos por el pasillo, su destino era su cuarto. Ya estaba algo alterado y ese apodo no ayudaba.
-Pero todos andamos de mal humor hoy… -Dijo Lexi, su ánimo impenetrable.
-Yo no –Blacke volvió a sonreír ampliamente.
-Esa es la actitud –Ambos rieron. Gin les pasó de largo.

De pronto, la rubia sintió un extraño cambio en el ambiente, algo ligero, y recordó lo que debía hacer. Pero cuando volteó a su derecha, el pasillo había cambiado de apariencia. Estaba pasando otra vez, algo raro. Y al parecer, lo que sea que estaba ocasionando estas cosas, no tenía un modus operandi: Actuaba con personas individualmente, o con grupos. Y en este caso, estaban ella, el chico de la cámara, y el serio implacable. El peliblanco los había dejado hacía unos minutos.



~~~
Bueno, lol. Tenía más ideas pero creo que quedan mejor para luego.
Yyy, pues me parece interesante que ese grupo de 3 haya quedado unido para un evento extraño. Ya que ninguno ha experimentado nada de ese estilo, y además son tan distintos que es genial (?
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Mensaje por Shiba Mar 4 Jul - 19:35

- Nylah – Escuchó su nombre casi sorprendida, Sky no era de llamar a los demás directamente por su nombre, no así. Giró y levantó el rostro para verlo, él mantenía su impasible expresión. – Tú y Aria… ¿Son buenas amigas, no? – Nylah detuvo su paso solo un segundo de la impresión.
- ¿Eh? ¿Qué clase de pregunta es esa? – Skyler se encogió de hombros, ella quedó pensativa. - No sabría decirte, a veces me pregunto si me odia. – Respondió con una risa nerviosa. El chico asintió.
- Comprendo -...- ¿A quién odia más a ti o a mí?
- Me pregunto… - Y después de reflexionarlo rio. – Es extraño…
- ¿Qué?
- Tener este tipo de charla contigo ¿Cómo lo explico? Normalmente necesitamos de Matt para que dirijas la palabra a alguien.
- ¿Es así?
- Y bueno, como normalmente también pasas con Aria supongo has de hablar mucho con ella también.
Sky ladeó la cabeza, luego asintió.
- En realidad, ella me
- ¡Nylah! – Y otra vez su nombre. Sky había sido interrumpido por la reina de Roma(del hielo). Aria justamente llegaba a un lado en cuanto miró a la chica. Pero en cuanto la llamó se arrepintió, notó la presencia de Sky, lo peor es que seguía con el mismo atuendo de la mañana.
Sky en cambio se mordió la lengua en cuanto la escuchó y ahora les daba la espalda a ambas chicas mientras se tapada la boca, realmente no era algo agradable que se percatasen de ello.
- ¿Pasa algo? – Preguntó la más baja. Aria negó.
- Quería hablar contigo, es todo.
- ¿Conmigo? – Nylah observó disimuladamente al moreno quien seguía dándoles la espalda. – ¿Ya almorzaste? – Sonrió.



“And when you're out there, Without care. Yeah, I was out of touch”

Desde el primer día en que llegaron lo primero que hizo Gin en cuanto tuvo un momento a solas fue preguntarle a Patrick por un lugar dónde no le causara molestias a nadie cada que quisiera fumar. Y por supuesto debían de tener en el tercer piso, una habitación con dirección a la parte trasera de la mansión. Dónde un ventanal con un pequeño balcón que le daba un avistamiento bastante amplio del terreno, era el sitio indicado. No solo para fumar, sino también para ponerlo a pensar y perderse un poco.
Habían demasiados árboles, y de algún modo pudo distinguir el sauna, que más refundido no podía estar. También se notaba que ese día el sol no quiso asomar, la sombra de las nubes seguían brindando un aire que helaba el simple hecho de estar solo un paso fuera de cuatro paredes. Pero a él eso casi no le importaba, se concentró más en relajarse y terminarse el cigarrillo que tenía entre los dedos, y en un momento que se olvidó completamente, comenzó a cantar. Si bien la original le gustaba en medida, y era más rápida y limpia en la voz, el siempre prefirió darle un estilo más triste y agresivo a la vez. Tanto que cualquiera que lo escuchara pensaría que en serio un simple cigarrillo lo ponía loco.

“But it wasn't because I didn't know enough, I just knew too much”


Estaría mintiendo si dijera que estaba cuerdo en primer lugar, eso era verdad. Pero si realmente alguien lo juzgaba no estaba de ganas de darle la contraria a nadie.
Y cuando se llevó otra bocanada al cigarro, escuchó pasos tras suyo, y solo quedó tranquilo hasta cuando aquella presencia llegó a su lado y dejó salir el humo despreocupado.
- ¿Qué haces aquí? – Escuchó la voz de Nylah, y recién ahí giró el rostro para observarla. Él levantó el cigarro.
- Se llama: tranquilizante. – Sonrió irónico.
- Cigarrillo. – Corrigió.
- Es un sinónimo. – Bromeó. – En todo caso. – Regresó la vista al paisaje. - ¿No me vas a regañar? – Volvió a dar una calada. Ella ladeó la cabeza. Y entonces Gin rio bajo y miró las cenizas caer. Lo que estaba fumando no era un alucinógeno. Entonces ¿Por qué? - ¿Quién eres? – Le regresó la mirada casi divertido.
- Yo…
- No, olvídalo. – Se llevó una mano a la cabeza, y negó con su mano libre. – No me interesa. – Recibió una mirada de reproche.
- Tienes una gran voz, la estás dañando haciendo eso. – Él se encogió de hombros y regresó la vista al paisaje.
- Soy compositor, no vocalista. – Regresó por un instante la mirada e intentando darle un golpecito en la frente, su dedo solo golpeó aire. Había desaparecido, y un escalofrío lo recorrió. No se asustaría, ya había pasado por cosas extrañas en la últimas veinticuatro horas. Eso era completamente normal. Además, si dejaba que el miedo lo embargase terminaría en una mala situación para él mismo, así que respiró hondo, se controló mentalmente, y continuó cantando.

“Does that make me crazy?”



Los tres llegaron al comedor, y no tardaron en servirles sus platos de comida, y ellos tampoco tardaron en comenzar a comer, y no podían agradecer más a los ángeles por el delicioso asado que tenían frente ellos.
- Como que aquí cada día la comida mejora. – Dijo Nylah, casi atragantándose con un bocado. (?
Sky solo asintió y Aria comenzó a comer con toda la delicadeza y elegancia que le daba la gana. Entonces Sky se levantó de imprevisto, tanto Aria como Nylah lo vieron con los ojos abiertos de más. Se dirigió hacia la puerta por dónde se podía avistar el paso de Saori y Cossette.
- Después de esto… - Dijo Aria. Aprovechando el alejamiento del chico. – En serio. Hay algo importante de lo que hablar.
Nylah la miró preocupada después de dejar los cubiertos inclinados en el plato. Y asintió.
- Ha pasado algo extraño ¿No?
- Diría que demasiado.
Para ese momento Sky había regresado.
- ¿Qué pasó?
- Tal vez necesite compañía. – Dijo Sky refiriéndose a Matt. Había decidido que después de terminar de comer iría a asearse y especialmente, quería cambiarse esa ropa, además de quizá, solo por un si acaso necesitaría un abrigo.



Para quienes no sepan la canción es Crazy de Gnarl Barkley, pero el estilo en que la canta Gin es del cover de Ray Lamontagne ♥
Otra cosa, tengo ideas para el trio maravilla (? LYB, pero para ese momento justo, no, y si lo hago se me hará muy largo y tengo cosas que hacer (?
Además esa idea explica un poco lo que pasó con Gin lol
También pensé en la compañía de Coss y Sao en la enfermería, pero… no time (?
So… arrivederci (?
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[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Empty Re: [Roll-P] Siniestra aventura.

Mensaje por Cris Miér 9 Ago - 23:54

-Skyler nos pidió que fuéramos a la enfermería, ¿Qué estás haciendo? –Preguntó Cossette.
-Quiero… Hacer algo primero, Coss –Se excusó la pelirrosa algo avergonzada.

Caminó un poco más y entró en una pequeña cocina extra de la mansión, donde se podía entrar a prepararse algo en caso de emergencia. Abrió uno de los cajones y rebuscó hasta sacar un sobre, su amiga la miró algo confundida y sorprendida pero se mantuvo en silencio, vio a Saori calentar un agua con una llama algo fuerte para acelerar el proceso de hervido.

-¿Vas a…?
-Servirle un té, eso siempre alivia –Explicó ella con un leve sonrojo en las mejillas.
-Es muy atento de tu parte –Cossette sonrió suavemente poniendo una mano en su hombro.
-Espero que le guste… Si no, qué vergüenza… -Saori tuvo el impulso de taparse el rostro al imaginar una situación así.

Pasaron unos minutos en silencio.

-Creo que ya está, Sao –Llamó la castaña.
-¡Oh! Sí –Apagó la llama y sirvió el agua caliente en una taza. Abrió el sobre de té y sumergió la bolsita en el agua, la cual empezó a tomar color- Vamos –Sonrió.

Su amiga asintió y se dirigieron hacia la enfermería. Para ser sincera, Saori ya tenía la intención de volver a visitar al muchacho y con el llamado de Sky reafirmó aún más su decisión. La escena de la embestida del caballo volvió a reproducirse en su mente mientras caminaba, así como la sensación que ella tuvo al verlo: preocupación, sorpresa, angustia. Realmente esperaba que el chico pudiese recuperarse pronto.
•••

[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 F2e5a710

¿Cuánto tiempo llevaba dormido? No lo sabía. Sólo recordaba haber sucumbido al sueño minutos después de que sus amigos salieran de la enfermería. En su mente se reproducía un revoltijo de voces que no comprendía e imágenes demasiado rápidas para procesarlas, y el dolor del costado seguía molestándolo. Aún con todo, se sentía cómodo en esa inconsciencia, descansaba los párpados al menos.

En cierto punto, empezó a sentir un ardor que no se debía al golpe del caballo, era ese “ardor de alma” que había sentido al estar inconsciente luego del acontecimiento. Volvía a ocurrir, se extendía más rápido que antes, y algo lo diferenciaba del anterior: El ardor se estaba concentrando en su espalda. Pronto, las zonas de dolor eran más certeras, sentía como si le estuviesen dando fortísimas palmadas en esa zona del cuerpo, varias a la vez. Se volvieron muy constantes en segundos y cada vez soportaba menos el dolor.

-¡AGH! –Mattheus se despertó rápidamente, sentándose impulsivamente en la cama- Duele… Mierda… ¡Duele! –Exclamó para sí entre dientes.

Se levantó de la camilla y avanzó hasta un espejo largo que estaba cerca. Se levantó la camisa hasta el cuello sin quitársela del todo y se giró de espaldas al espejo, con su rostro mirando sobre su hombro hacia el vidrio que lo reflejaba. Sus intensos ojos rojos se abrieron de par en par ante la vista que tenía: Toda su espalda tenía marcas de manos, y eran negras. Era como una mala broma, pues parecían tatuajes, pero ningún tatuaje dolería ni ardería de esa manera, y por supuesto: ningún tatuaje saldría de la absoluta nada.

-¿Qué demonios? –Alcanzó a decir.

Se bajó la camisa nuevamente y recorrió el lugar con su mirada. Por suerte, la enfermera al parecer había salido del lugar, probablemente a buscar algo. El joven no estaba seguro de que ese fenómeno fuese algo que se le pudiese decir a un médico como si le estuvieras avisando de una gripe. No sabía qué hacer, pero agradecía que el ardor estaba disminuyendo, aunque seguía sintiendo dolor.

Se revisó una vez más y las marcas seguían viéndose iguales, así que decidió recostarse en la cama, pues ahora no sólo le molestaban los costados, sino también la espalda. El problema fue decidir cómo acostarse: Sobre su costado izquierdo no era una opción, pues tenía la enorme y punzante contusión; su espalda tenía esas raras marcas dolorosas; acostarse boca abajo tampoco era buena idea, ya varios factores afectaban su respiración en ese momento, no lo empeoraría más poniéndose así. Su costado derecho tenía algunos golpes por la caída, pero eran menores, así que era la única manera.

Pocos minutos después de haberse acomodado en la cama, dos personas entraron a la enfermería. Matt, al estar acostado así, miraba directamente hacia la puerta y reconoció las figuras de inmediato.

-Sao, Coss –Las llamó suavemente, no es como si pudiera alzar la voz. Sonrió un poco.
-¡Matt! Es decir… Matt –La pelirrosa corrigió su tono al instante- ¿Cómo te sientes? –Se acercó rápidamente a la camilla, tomando asiento en una silla.
-Bueno… He estado mejor –Vio que el semblante preocupado de la chica sólo empeoró- Pero no te preocupes, me pondré bien –Amplió su sonrisa, la cual iluminó un tanto su rostro.
-Eso espero –Saori suspiró suavemente y bajó la mirada hacia sus manos- Yo… Yo te…
-¿Sí? –El muchacho la observaba atento, su mirada rojiza era profunda, algo que no ayudaba a la chica.
-Bueno… este… -La joven alternó un par de veces su mirada entre los ojos de él y sus propias manos- ¡Te hice esto! –Extendió sus brazos hacia Matt, bajando un poco la cabeza por la vergüenza. El pelirrosa parpadeó varias veces con sorpresa.
-¿Para mí? ¿De verdad? –Ella asintió sin mirarlo, había cerrado sus ojos con fuerza- Eres una dulzura, Sao.

La joven sintió que el tono de voz de Matt se había tornado más suave, y al subir la mirada lo confirmó: El chico la miraba enternecido, con una sonrisa cálida. Ella no supo qué hacer, más allá de quedarse estática observándolo.

-Muchas gracias, seguro me ayudará –Agarró la taza con su mano izquierda (ya que con su otro brazo se apoyaba en la cama) y le dio un sorbo al té, soltando aire por la boca en señal de alivio, como cuando tomas agua luego de tener mucha sed- Está muy bueno –La miró dedicándole otra sonrisa- Gracias, de verdad, te debo una.
-Oh, para nada, lo hice sólo para ayudarte –Se explicó apenada.
-Qué linda –Dijo sonriente y más enternecido aún, dando otro sorbo al té- No tenían que molestarse en venir a visitarme…
-¡Claro que sí! Es decir, queríamos… saber cómo estabas –Sonrió la pelirrosa dulcemente. Su amiga asintió a su lado.
-… ¿Por qué no te recuestas? –Preguntó de pronto Cossette, tratando de ser lo menos entrometida posible, pero le daba curiosidad.
-Ah, no es nada. Estoy más cómodo así –Respondió Matt, la imagen de las manos marcadas en su espalda cruzó su mente.
-Es cierto, no me percaté de eso –Susurró Saori.
-Estoy bien –Habló él con un tono seguro y amable.

Se quedaron unos momentos en silencio, minutos en los que Mattheus terminaba el té. Realmente la bebida lo había aliviado mucho, se sentía mejor y agradecía internamente mil veces a la chica frente a él.

-Ah, gracias –Dijo al dar el último sorbo.
-No fue nada –Saori tomó la taza- Yo la llevaré de vuelta.
-Oh, no es necesario, eres muy amable –Sonrió él.
-En verdad espero que te mejores –Por impulso, la chica posó su mano libre sobre la mano izquierda de Matt- Y… Disculpa que no pude ser de ayuda en el momento –Bajó la mirada.
-Eh, tranquila –El pelirrosa estiró su brazo izquierdo con cuidado para no causarse más dolor, y levantó el rostro de Saori colocando su mano en el mentón de ella- Fue muy rápido, nadie habría podido ayudar. Ni siquiera yo pude reaccionar –Rió un poco.
-Oh, bueno… sí… -Ella se había sorprendido con ese gesto, y evitó como pudo un rubor que amenazaba con resaltar. Él sonrió y soltó su mentón suavemente- Esto… Sky también nos pidió que viniéramos –Dijo para cambiar el tema un poco, y ocupó sus dos manos sosteniendo la taza- Justo cuando veníamos en camino para acá.
-¿Ah, sí? –Matt pareció recordar algo- ¿De casualidad viste si almorzó?
-¿Eh? –La pregunta descolocó un poco a la chica- Oh, sí, él estaba en el comedor cuando pasamos por ahí –Asintió con una sonrisa.
-Al menos hizo caso –Sonrió divertido y seguidamente suspiró tranquilo- Seguro viene en un rato.
-Se llevan muy bien, ustedes dos –Dijo la pelirrosa animada.
-Jajaja, pues sí, es cierto –Respondió Matt alegremente.
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[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Empty Re: [Roll-P] Siniestra aventura.

Mensaje por Shiba Sáb 16 Sep - 1:44

- ¡Qué horror!
- ¡Qué frío!
- Que asco todo...

Blacke y Lexi depositaron su atención en Yuu, el último que había pronunciado palabra y que parecía estar odiando la vida como normalmente lo hacía. (Eres mi espíritu salvaje Yuu :'v)
Un viento helado los abrazó al grupo haciendo que una Lexi ya acurrucada en sus propios brazos tiritara una vez más encongiéndose hasta donde le permitió su estructura.

La helada que corría era simplemente terrorífica, pues no solo la tenía encogida como niña pequeñas en brazos de mamí y papí, estando sola. Sino que a Blacke y Yuu los mantenía con los pelos de punta.

Era la segunda vez que venteaba de esa manera aún, cuando las extrañas, descuidadas y mohosas ventanas continuaban cerradas. Y desde hace ya una media hora sentían estar dando vueltas sin salida, ni rastros de vida. Pero quizá, sí algunos rastros de chirridos y golpes que no dejaban de sobresaltarlos de vez en cuando, como si se estuvieran burlando de ellos, como si realmente fuera una simple broma, que no tenía anda de gracia.

- ¡Estoy tan harto! - Blacke explotó, no solo estaba empezando a formar la nueva película basada en los libros de Stephen King en su cabeza. Sino que se lo estaba creyendo. Aumentando a su desgracia que su cámara por más que lo intentara no prendía, lo que le desesperaba ¡Mierda! Estaba seguro su carga estaba completa.  - Sigue sin funcionar. - Decepcionado de todo, se la colgó al cuello y la dejó tranquila. Si hace media hora no prendió, y hace quince minutos tampoco, no iba a prender ahora, ni después.
- Vamos, relájate. - Pidió la rubia. - Te puedo conseguir Scooby galletas ¿Qué dices?
- ¿Me veo como un perro?
- Shaggy también las comía.
- Él tenía problemas de la cabeza.

Se llevó las manos a sus cabellos castaños y se arrimó a la pared dejando que todo su peso cayera intentando sentarse al deslizarse.

Ya no aguantaba ese lugar, nunca antes había estado en algo como eso, y no podía creer lo relajado que se podía ver Yuu aun en esa situación. A él también le daba asco aquello. Pero no como para comenzar a tener el negro como su única opción al vestir, más bien como para querer darse un golpe tan fuerte para despertar de esa pesadilla sin salida.

Claro, eso hasta que su espalda dejó de sentir la pared y se fue contra el suelo, dándose un golpe que se lo pensaría dos veces antes de sentarse la próxima vez.

- Bien hecho chico de la cámara. - El sarcasmo de Yuu lo hizo poner mala cara y olvidar de hecho que ahora estaba en el suelo, por lo que iba a reclamar, pero fue interrumpido.
- En serio, bien hecho. - Lexi le dejó en claro la puerta que se había abierto ante ellos y el cómo él ahora no se encontraba en el pasillo, sino en un pasadizo oscuro, conectando con una tenue luz, que, si no los mataba, al menos los sacaba de ese laberinto.
Blacke observó hacia atrás, y sorprendido de lo que veía, fue ayudado por Yuu a levantarse. Esperaron a que se sacudiera el polvo y avanzaron hacia la pequeña puerta entreabierta que les dio paso a una extravagante y muy redecorada habitación.
Retratos y más retratos se extendían en esas cuatro paredes tapizadas en un motivo de fondo rojo vino y mandalas doradas. Desde las pinturas más antiguas, al ambiguo blanco y negro de las fotografías, algunas pasando por el sepia de los años, hasta unas pocas de las últimas épocas.

- ¿Qué es este lugar? - Lexi se acercó a un retrato que le resultó familiar, el de la señora Isadora. Se la notaba más joven y sonriente. y aunque tuviese un estilo que la hacía borrosa se la reconocía claramente.
-  ¿Otro museo? - Preguntó Yuu, él miró su rededor sin mucho interés. Aunque debía aceptar que lo que había vito y ahora esa habitación eran hechos demasiado curioso como para poder aceptarlos como realidad. Y aunque en un momento sospechó de estar atrapado en un sueño, comprendió que no era así en cuanto todo salía de su control. - Oye rubia... - Se giró hacia ella siendo interrumpido por una sombra que lo hizo quedar atónito por un segundo, pero que después de un segundo lo pudo reconocer como Patrick, pudiendo regresar a su actitud normal, y de hecho a encrespar su semblante.
- Jóvenes... ¿Qué hacen aquí?
- No sabemos. - Explicó el castaño. - Simplemente llegamos. - Se encogió de hombros. y escuchó un pitido proveniente de su cámara, por lo que rápidamente la revisó, comprobando que prendía. - Ya funciona... - Quedó pensativo revisándola dos y más veces, hasta quedar satisfecho con esa realidad.
- Pasó algo demasiado extraño. - Habló Yuu, no quería quedarse con esa duda. - ¿Se supone que en este lugar hagan bromas de mal gusto o algo así? - Patrick solo lo observó con una sonrisa inquisitiva. - Estábamos en el pasillo cuando de pronto todo... - La mano de Lexi tomando su brazo lo detuvo a continuar.
- No, nada. - Sonrió.
- Pero... - Sintió un codazo, y refunfuñó. Pero comprendió el mensaje; por el cuál pediría respuestas después, y si no obtenía algo que le convenciera, lo más seguro es que se fuera a quejar.
- ¿La duda era? - Preguntó.
- ¡Ah! - La rubia miró de un lado a otro. - Llegamos por casualidad. como nunca nos mostraron este cuarto....
- Sí, tenía pensado mostrárselos hoy pero con el accidente de su amigo hemos preferido aplazarlo para cuando él se sienta mejor.
- Ya... veo... - La duda la embargó con ese tipo de respuesta tan sosa, pero, solo siguió la corriente. - ¿Cuál es el objetivo de esta habitación?
- Oh. - El señor Patrick se notó complacido con la pregunta. - Hitoria. -  Dejó que sus guantes señalaran la pared más llena del monocromo. -  No algo como la historia del mundo ¿No? Pero sí la de esta mansión. Todos y cada uno de los Cromwell a través de los años, de inicio a fin. Desde el simple granero que era, a la mansión turística que es hoy.
- Interesante... - Seguía con curiosidad, pero más que nada, de alguna manera le estaba aterrando la idea de continuar ahí. Era como si el mundo diera vueltas y esos retratos los vieran a ellos, y solo a ellos. Casi sintió nauseas.
- Podría contarles todo, de principio a fin, pero me llevaría días entrar en detalles. - Patrick observó nostálgico algunas pocas de las imágenes. Los chicos hicieron señas(Aprovechando que Patrick les daba la espalda) a Lexi para que no continuara con ello, lo que menos querían después de algo así era una clase de historia. Ella los tranquilizó en voz baja para cuando el hombre mayor volvió a tomar la palabra. - Pueden encontrar un libro de ello en la biblioteca si desean saber de ello. Obviamente yo no puedo retenerlos en esta habitación por días si ese es su miedo jóvenes. - Rió para sorpresa e incomodidad de los dos chicos. - La puerta está por aquí. - Los guió a la salida, dónde podían reconocer los pasillos y ventanas de siempre. Esa era simplemente una puerta que habían pasado cuando les hizo el recorrido y explicación del lugar. - Si me disculpan, tengo unos asuntos que atender. - Concluyó y se alejó con tranquilidad.
Ellos esperaron a que doblara el camino y entonces suspiraron pesadamente.

- ¿Qué fue todo eso? - Yuu miró a Lexi, quién todavía continuaba en un mundo que la dejaba absorta.- ¡Rubia! - La llamó recibiendo un respingo de su parte.
- ¡Ah. sí! - Dijo como recordando algo. - Por ahora.. creo que necesito hablar con alguien y después les he de decir. - Y se alejó de ellos a paso rápido. Necesitaba encontrar a Nylah, y no solo eso, también necesitaba ese libro de la historia familiar.

-----

Buehhh....
Ya tengo sueño, y no quiero hacer shipp ahora porque... pues bueno... me voy de largo y debo dormir xDDD
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Mensaje por Mar. Miér 11 Oct - 0:50

Acababan de terminar de almorzar y habían dejado el comedor para encaminarse hacia el segundo piso de la mansión.  Luego de que un comentario inocente durante la comida había desatado una pequeña discusión entre la oji azul y el moreno, él terminó por acceder en irse a duchar y cambiar su atuendo.  A Nylah le pareció extraño que el joven haya accedido tan rápido, por lo que pensó que habría más maña en ello, y no se equivocaba, el moreno ya había pensado en irse pero jamás se negaría a una discusión con la pelinegra. Nylah y Aria, aprovecharían la oportunidad de ir a su habitación para conversar lo que tanto ansiaba la oji azul. Así que, en cuanto Nylah terminó su tercer plato de postre, iniciaron su marcha.  Ya habían pasado gran tramo del recorrido, cuando al llegar al pasadizo del segundo piso se toparon con uno de sus compañeros.
-Hey ¿Qué hacías? – preguntó la petiza deteniéndose con una sonrisa, la cual rápidamente se transformó en un rostro de desconcierto. Gin se encontraba frente suyo, con su postura normal, relajada, con las manos en los bolsillos y su mirada serena, aunque se podía ver algo confuso. Parpadeó un par de veces y dio un paso para acortar la distancia entre ambos. Nylah se quedó perpleja, Gin se encontraba a centímetros de ella, la joven alzó la mirada algo nerviosa y se encontró con los zafiros penetrantes que la miraban fijamente. Un bochorno repentino se expandió por su cuerpo desde su estómago hasta sus mejillas coloreándolas de un tono rosa sutil. No sabía cómo reaccionar, quería moverse pero sentía que cualquier acción podría romper aquella atmósfera que inconscientemente se había creado entre ambos. Quería decir algo, quería preguntarle, pero su garganta estaba seca… Los segundos se volvieron eternos… Gin llevó sus manos hacia el rostro de la petiza; el color de su mejilla se intensificó y su corazón empezó a acelerar, amenazando a salirse de su lugar. Gin colocó suavemente sus manos en las mejillas de ella…Nylah cerró los ojos y…
-¡Auch! – gritó la joven. Gin había piñizcado y estirado sus mejillas, rompiendo por completo la atmósfera y cualquier efecto secundario de ella.
-¡¿Se puede saber qué te pasa?!- gritó mientras intentaba apartar las manos del joven de su rostro, pero falló y el chico volvió a piñizcar.
-Lo siento. Solo quería confirmar que seas la de verdad – dicho esto, se soltó de la joven y se volvió hacia el moreno, quién junto a Aria, se habían quedado de pie a unos escalones de distancia. -¿Vas a la habitación?
-Si – soltó el moreno.
-Vamos, tengo que ir por algo – Gin se volvió hacia Nylah y palmó un par de veces su cabeza, dedicándole una sonrisa juguetona. Después de ello, se dirigió donde Sky y empezaron a caminar, dejando en total desconcierto a la joven.
-¿Eh? ¡¿Pero a ese que le pasa?!- saltó ella mientras acariciaba su mejilla con una mano y hacia un puchero. Conocía a Gin desde hace años y jamás se podría acostumbrar a aquellos actos espontáneos del muchacho.
-Oye, ya déjalo. Necesitamos hablar – Aria se acercó a ella, Nylah le dedicó una mirada, pudo observar la seriedad de la joven y solo pudo asentir.

---------------------
Caminaron hacia el otro lado del pasadizo, en dirección a su habitación, Aria se aproximó a abrir la puerta, pero la perilla se giró sola y la puerta se abrió abruptamente. Aria saltó hacia atrás con un pequeño gritillo por la reacción, Nylah se colocó delante de ella, casi por instinto… pero para su suerte, la imagen delante de ellas, les brindó calma.
-¿Qué se supone que hacen? ¡Pasen! – habló la rubia, mientras se daba media vuelta y dejaba la entrada libre. Nylah y Aria pasaron.
-La pregunta sería ¿Qué haces tú? ¿Por qué abriste la puerta tan de repente? – exclamó Aria.
-Lo lamento, sentí su aura y no pude evitarlo. Tengo algo que decirles. Algo muy raro acaba de pasar y tenía que contárselo a Nylah – exclamó la rubia mientras tomaba asiento sobre su cama.
-Espera tu turno- expresó Aria sentándose de igual forma, frente a la rubia. Nylah solo suspiró.
-Bien ¿por dónde empezamos?

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Mensaje por Cris Dom 22 Oct - 3:27

Abrió los párpados como si le pesaran toneladas y examinó el lugar, haciendo memoria de lo que había ocurrido antes de dormirse.

Flashback

Habían transcurrido unos minutos desde que había terminado el té cuando de pronto el ardor en su espalda se hizo presente de nuevo, el pelirrosa no pudo disimular una mueca de dolor, la cual no pasó desapercibida por las chicas que lo acompañaban.

-¿Estás bien? –Soltó Saori rápidamente, su semblante lleno de preocupación.
-¿Mattheus? –Preguntó Cossette.

Matt sintió que perdía el control de su mirada justo al momento que parpadeaba, esto último para suerte de las chicas, pues sus párpados cerrados impidieron que ellas notaran cómo ambos iris del joven daban un corto círculo y volvían al sitio normal. El chico se dejó caer por completo en la cama abandonando sus fuerzas.

-¿Matt? ¡Matt! –Escuchó a la joven pelirrosa llamarlo y abrió un poco los ojos- ¿Qué ocurre?
-Na… Nada, sólo… Estoy algo cansado –Atinó a responder, en un tono un tanto apagado.
-Entiendo, mejor trata de dormir un poco –Le dijo ella, abandonando su timidez por la preocupación del momento.

Ink le sonrió débilmente aunque se esforzó en parecer enérgico, y cerró los ojos con suavidad. Saori, quien estaba sentada en una silla justo al lado de él, actuó por impulso y empezó a acariciar con tierna delicadeza los cabellos del joven tatuado, percatándose de que no sólo se veía sedoso, sino que realmente lo era. Así, la chica se perdió en el momento, hasta que su amiga la agitó un poco del hombro.

-Sao… Sao –Llamó Cossette, algo extrañada por su actitud.
-Eh… Qué… -Respondió vagamente la pelirrosa, cuando de pronto reaccionó por completo- ¡Ay! –Exclamó sin subir la voz y alejó su mano del cabello del muchacho al instante.
-¿Qué ocurre? –Cuestionó su amiga en un tono suave.
-No sé… Uhm… Hay que dejarlo descansar, y… deberíamos...
-¿Buscar a Skyler? –Completó la frase.
-Sí, espero que lo hallemos pronto, ¿Dónde podrá estar?
-Cuando lo dejamos, estaba comiendo.
-Pero imagino que ya terminó, ha pasado un buen rato… Busquemos en su habitación.
-Ok.

Así, ambas se encaminaron fuera de la enfermería, y Saori giró un poco la cabeza sobre su hombro echándole un último vistazo a Matt, quien reposaba calmadamente. Las largas coletas de la joven ondearon con una ráfaga de viento que se coló por las ventanas, la cual abrió paso a una lluvia que se intensificó a los segundos.

Fin del Flashback

Mattheus se incorporó y se sentó en el borde de la cama. Notó que extrañamente no había ninguna enfermera en el lugar. Seguía sintiendo su cuerpo cansado y se percató de que ese cansancio era diferente a los que había sentido en su vida, éste lo estaba haciendo sentir como si no pudiera manejar su cuerpo a voluntad. Escuchaba una fuerte lluvia azotar los alrededores de la mansión y una brisa fría proveniente de la ventana acarició su espalda, lo que le provocó un leve escalofrío. De pronto, los orbes intensos del muchacho se opacaron y desde ese momento -aunque no se percató de ello- perdió la voluntad sobre sí mismo.

Si alguien hubiese estado por allí, habría presenciado como el joven se levantaba de la cama con un rostro perdido aunque caminando con decisión, como si supiera exactamente a dónde ir. Pero nadie lo había visto, sólo la intensa lluvia acompañaba el compás de su andar.

•••

Saori tocó la puerta de la habitación con cierto apuro. A los pocos segundos, vio la manilla girar y la puerta se abrió dejando ver a un Sky ya bañado y con ropa seca. El moreno la miró con su expresión tranquila.

-Sky, este… -A la muchacha se le atoraron las palabras en la garganta, pues aún era tímida- Bueno…
-Es sobre Matt –Dijo Cossette para ayudarla. Ante esto, la expresión del chico se volvió más seria.
-¿Qué pasó? –Preguntó, en el fondo extrañado.
-Estábamos con él en la enfermería, se tomó un té y su estado mejoró. Pero luego… De repente… Algo le ocurrió, se dejó caer en la cama, parecía muy exhausto –Explicó la pelirrosa más decidida, por la preocupación del momento- Lo extraño es que fue muy… Repentino –Bajó la mirada pensativa. Él la miraba atentamente.
-Pensamos que te interesaría saber –Siguió su amiga.
-Gracias –Dijo amablemente, o lo que le permitió la chispa de angustia que empezaba a formarse en su interior.

El chico se abrió paso entre ellas y apuró su marcha conforme daba cada paso, hasta el punto en el que empezó a correr en dirección a la enfermería. El problema es que al llegar allí, en vez de encontrar a su amigo en la cama, se topó con un escenario distinto: La cama estaba vacía, parte de la sábana tocaba el suelo, y no había nadie más. Un estruendoso rayo invadió el lugar con luz y sonido al tiempo que el cerebro de Sky hacía un “clic” de reacción. Eso no tenía sentido, ¿Por qué se iría?

Skyler corrió fuera de la enfermería y aminoró su marcha en una caminata rápida, tratando de adivinar qué camino habría podido tomar Matt. Por más que se esforzaba, no daba con él y las dimensiones de la mansión no lo ayudaban en lo absoluto, tampoco tenía a quien preguntar pues desde la enfermería no se había topado ni siquiera con una persona.

-¿Matt? –Preguntó, no obtuvo respuesta- ¡¿Matt?! –Se vio obligado a alzar la voz, pero su grito se perdió en el vacío de los pasillos como un eco.

Pasaron varios minutos mientras caminó un tramo más, a paso rápido, cuando de pronto empezó a escuchar un sonido muy leve y opacado por la lluvia, que poco a poco cobró fuerza y superó el ruido del agua y los truenos. Se quedó estático en el pasillo, era el sonido de un piano, una melodía que, de no estar en una situación así, la consideraría relajante. De hecho, le parecía conocida, y con un segundo más de reflexión su mente dio con la razón: Su amigo, muchos años atrás, había recibido lecciones de piano, y esa era una de las melodías que tocaba al practicar.

-Matt.

Su voz sonó determinante, pues no había duda, y corrió dejándose guiar por la intensidad de la canción. Sentía su corazón palpitar con fuerza, más por la adrenalina del momento que por la carrera que había dado, aunque este furioso bombeo casi paró en seco cuando el recorrido lo llevó a las puertas de la biblioteca, que estaban abiertas de par en par dejando ver una escena muy extraña: Allí estaba Matt, sentando frente al piano que tenían de exhibición, con la mirada perdida al frente, y sus dedos componiendo la melodía con hermosa perfección.

Los ojos ámbar de Skyler se abrieron con sorpresa y algo de miedo. Su amigo dejó de tocar la melodía y giró su rostro lentamente en dirección a él, sus ojos brillaban con una luz que resultaba intimidante en la penumbra de la sala, y el color rojo no ayudaba a mejorar la percepción.

-Vete –Ordenó con una voz diferente a la suya.

El tiempo pareció detenerse, su mirada vacía pero penetrante hizo a Sky tragar con fuerza.

-Vete.

Sky no se inmutó, de hecho no hubiese podido moverse si lo intentaba.

-¿Sky?

El brillo tenebroso de sus ojos desapareció, su voz volvió a la normalidad. Skyler corrió hacia él al tiempo que Matt caía al suelo, siendo apenas salvado del golpe por los brazos del moreno.

Lo miró, el rostro del pelirrosa se mostraba sereno, en contraste con el suyo propio del que ahora rebosaba preocupación.
•••

-… ¿Sky? –Mattheus abrió los ojos, de nuevo estando en la camilla.
-Matt –Reaccionó al instante- ¿Estás bien?
-No sé… -La pregunta lo desconcertó un poco- ¿Por qué? ¿Cuándo llegaste?
-Nada… Te explico luego –Skyler se dio cuenta de que, al parecer, su amigo no recordaba nada del incidente.

Ink, por su parte, notó una extraña sensación reconfortante en su espalda. No entendía cómo podría haber sido, pero estaba sacando conclusiones que corfirmó al ponerse de pie y mirarse la espalda en el espejo: Las marcas de manos habían desaparecido. Incluso su moretón en el costado había disminuido considerablemente.

-¿Qué ocurre? –Preguntó Sky, algo extrañado por el repentino acto de Matt.
-Nada… -Se recostó de nuevo.

Súbitamente, la imagen de un halo de luz brillante en forma de… ¿Mujer? Pasó por su mente como un flash, acompañado de una melodía de piano. Ella… Ella había sido…

-¿Qué fue lo que pasó? –Fijó sus ojos rubíes en los ámbar de su amigo, con genuina curiosidad.

El chico le explicó lo que había sucedido entre calma y algo de sorpresa aún, lo que ayudó a Matt a recordar más vívidamente esa figura que Sky pareció no haber notado en el momento. Estaba seguro de que había sido algún estilo de espectro con un poder de sanación pero... ¿Sería eso posible? ¿Qué tenía ese lugar?

Aunque luego del incidente con el caballo y la extraña fuerza que irrumpió en él con el choque, le parecía fiable la conclusión de que en esa mansión pasaban cosas extrañas.



~~~~~~
Diiiiiisculpen lo largo. Esto es lo que pasa cuando acumulas las ideas sin poder plasmarlas, y de paso en el momento de escribir también te inspiras, lol.
Disculpen también el protagonismo de ambos chicos. Pero necesitaba hacerlo así, y ya a partir de aquí Matt puede salir de la enfermería. Matty is back~
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[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Empty Re: [Roll-P] Siniestra aventura.

Mensaje por Shiba Sáb 4 Nov - 2:53

Skyler, miró a su amigo una vez más con preocupación. Se podría decir que sin él saber mucho del tema, fácilmente se enteraba que algo no estaba bien. No con su amigo, ni con ninguno de sus compañeros de club, sino con el lugar en sí. Hasta Gin le platicó de algo de manera muy ambigua que lo dejó pensando.
- ¿Qué harías si alguna vez te encuentras un clon de Matt, te habla y luego desaparece? - Recordaba que se iba a meter al baño justo en ese momento y cuando estuvo a punto de responderlo con una broma sin sentido alguno, el rostro serio del albino se cruzó en su mirada. Por lo que simplemente abrió la puerta y contestó:
- No sé. Rogaría porque fuese una alucinación. - Se encogió de hombros.
- ¿Y si no lo es? - Sky quedó en silencio unos segundos en los que entró al cuarto de baño.
- Me pensaría seriamente en contratar un exorcista. - Dijo, y cerró la puerta, luego escuchó las risas del peliblanco seguidas de un comentario que le hizo entender que no le creyó.
- ¿Crees en esas cosas, eh?
- No lo suficiente.
- Entiendo... ¿Sabes cuándo Matt saldrá de la enfermería?
- No.
- Bueno, avísame.
- ¿Por?
- Hay que celebrarlo ¿No crees?
- No estoy seguro... - Sus palabras fueron interrumpidas por la puerta cerrándose y el silencio que se estancó. Gin se había ido. Pero no le tomó importancia y solo se duchó (Fanservice we :v), para después de terminar de arreglarse.

Y ahora estaba ahí con su mejor amigo diciéndole que todo estaba bien, o que nada pasaba. Sabía que no quería involucrarlo en algo que quizá estaría fuera de su alcance o razonamiento, tampoco le insistiría. Pero si le preocupaba. Además, no solo era él.


♦▬♦


Aria había terminado de contar lo que había ocurrido, dejando a Nylah con duda y a Lexi con una mayor.
-  ¿Qué? Ustedes deberían de saber de esto.
- No, está claro que fuiste poseída. - Le aclaró la rubia. - Te vi, de hecho te seguí. Y... bueno... No es que hayas despertado por arte de magia o algo así.
- ¿A qué te refieres? - Aria se notó curiosa. Pues recordó que Sky le platicó sobre ello, no entró en mucho detalle, pero sí le dijo que no había pasado a mayores, además de un simple desmayo, algo que obvió en sus explicaciones pues quería llegar al punto.
- Bueno verás... - La lluvia se había intensificado en ese momento, y aunque el estruendo las asustó. No dejó que eso las sacara de su platica.


♦▬♦


- ¿Está bien que camines así como si nada?
- Bueno, ya  estoy mejor; y no quiero estar en cama por gusto. - El pelirrosa adelantó el paso, y el moreno simplemente lo contempló unos segundos, para luego alcanzarlo, seguramente tendría hambre pues la dirección que estaban tomando era al comedor; y pronto sería la hora de merendar.
Al llegar se encontraron con el peliblanco quien se acercó y saludó a Matt.
- ¿Ya estás bien?
- Bueno, estoy de pie.
- Me doy cuenta.
- ¿Y eso es? - Señaló la botella que Gin cargaba en el suéter, casi escondido.
- Bueno. - Lo sacó. - Era una sorpresa. - Dejó a la vista un Whisky que se notaba en medida caro.
- Espera... ¿Qué? - Rechistó. - No pretenderás.
- Es para celebrar tu recuperación.
- No.
- No hará ningún daño.
Matt señaló a Sky.
- No ha probado alcohol en la vida.
- Mejor. - El chico sonrió, Sky mantuvo su rostro impasible, pero algo dentro de él estaba sufriendo (?. - ¿No hay problema, verdad? - Lo miró.
- Bueno... - Entonces fue interrumpido.
- ¡Skyler! - Escucharon desde la entrada y al voltearse pudieron observar a una Aria muy molesta, quizá demasiado. El nominado se inquietó y observó a sus espaldas, estaban Nylah y Lexi, realmente no entendía que podría haber sido el motivo por el que ahora ella estaba tan molesta. Al menos se salvó de responder lo del alcohol.
- ¿Algo mal? - Preguntó, Aria se acercó a velocidad a él, le plantó una cara horrorosa que su interior sintió miedo. Y entonces un golpe cayó en su mejilla, pintándola de un rojo no tan visible gracias a su color de piel, aunque las marcas podían apreciarse sin problemas. - Algo mal. - Afirmó. Iba a preguntar qué ocurría, pero ella dio media vuelta y se alejó a paso fuerte hasta sus compañeras de cuarto.
- ¿No íbamos a la biblioteca? - Preguntó de mala gana. Lexi y Nylah solo la miraron boquiabiertas, no se esperaban tal cachetada. y después solo se despidieron con un ligero movimiento de manos, no debían dejar a la pelinegra sola.
- ¿Qué haces acá? - Gritó Nylah antes de salir completamente.
- ¡Ya estoy bien!
- ¿En serio? - Al ver el asentimiento solo trato de confiar y de seguir a sus amigas. A lo que los chicos regresaron la mirada a Sky.
- ¿Qué le hiciste? - Preguntó el pelirrosa.
- ¿Te vio con otra chica acaso? - Esta vez fue Gin. Sky quedó pensativo, y solo podía concluir que se había enterado del rcp.
- Se enojó porque la salvé.
- ¿Eh? - Los dos quedaron extrañados ¿Quién se molestaría por eso?
- Bueno, creo que más bien... - Se llevó una mano a la marca un poco perdido. - Fue porque le mentí.
- Uhhhh.... - Reaccionaron ambos, sabían que eso no era nada bueno.
- Está bien.  - Miró al peliblanco quien quedó confuso. - Esa cosa. - Señaló la botella. - Está bien.
- No caigas, Sky, regresa en ti. - Matt lo zarandeó. Pero el muchacho no parecía regresar en sí.
- Entonces, noche de fiesta. - Celebró el peliblanco. recibiendo la mala mirada del chico tatuado.


♦▬♦


- ¿Eso era necesario? - Nylah miró a Aria quien todavía se apreciaba furiosa. Tenía un libro en las manos y revisaba su contenido, sin ser el que realmente necesitaban.
- Se lo merecía. - Dejó el libro nuevamente en el estante sin mucho cuidado, la verdad era que algo le ardía la palma de la mano. Lo que le hacía pensar qué tan fuerte había golpeado al moreno, pero sacudió su cabeza y quitó sus pensamientos compasivos para concentrarse. Se habían tragado todo lo que Lexi les contó y ahora debían de buscar aquel libro familiar como pudiesen. lo que sin una bibliotecaria era complicad, pero pedírselo a Patrick no era una opción que le convenciera a ninguna.
- ¿Por qué?
- Él sabía que no debía de hacer algo como eso.
- ¿En serio? - Dejó el libro cuando Aria tomó otro.
- Si me lo hubiera dicho desde el principio quizá estaría perdonado ya. Pero no lo hizo. - Se explicó. - Igual, no importa, busquemos ese libro.
- Pero a ti te gusta ¿No? - Preguntó con inocencia fingida, Aria sintió que toda ella se tensó. Y rápidamente negó.
- ¡Por supuesto que no! - Estalló. - El juntarme con él solo me ha traído problemas. - Se llevó una mano a la cara tratando de ocultar su vergüenza y recordando todos los problemas por los que estaba pasando en la escuela por culpa de sus locas fans.
-  Ya veo... - Nylah recordó que de hecho eran verdad esos problemas, a ella misma le tocó vivirlo alguna vez. - Pero de todas maneras es una buena persona.
- Aunque me digas eso... - Quedó pensativa rozando el lomo de el libro frente a ella. -  Necesita una lección. - Lo tomó decidida y lo abrió comenzando a leer su contenido.
- ¡Creo que lo encontré! - Lexi saltó con un libro forrado en cuero marrón y un broche de cobre. No tenía nombre ni en la caratula ni en el lomo, pero si mucho contenido desde la primer página, y hasta con sus propias imágenes.
- ¿Y ahora?
- No sé si vamos al cuarto de la fotos para hacer una comparación.
Nylah quedó pensativa y observó su reloj.
- Pronto será hora de merendar... ¿Más tarde?
- Es verdad. - Lexi lo miró inconforme. - Pero primero dejemos esto en la habitación.
- Bien. - Aria caminó tras la rubia en cuanto las rebasó, Nylah las siguió con una duda en su mente. Había recordado el extraño comportamiento de Gin de hace unas horas, y también el del comedor, estaba ocultando algo. Lo sabía porque era raro que dejase sus manos en la espada por nada ¿En qué estaría metido ahora?
- ¿Nylah? - La llamó la rubia ella espabiló y las alcanzó.


¿QUÉ HE HECHO? (?
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[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Empty Re: [Roll-P] Siniestra aventura.

Mensaje por Mar. Lun 29 Ene - 1:29

El reloj marcaba las ocho en punto cuando ellas entraron al comedor. Todos se sentados en sus lugares frente a la mesa rebosante de comida apetitosa.  Las tres jóvenes se encaminaron a los asientos vacíos mientras los demás continuaban con sus acciones. Las menores del grupo platicaban sobre una novela gráfica que acaban de empezar a leer, y la cual, había sido llevada al viaje por la castaña. En su delante, Blake se encontraba contrariado mientras analizaba detalladamente su cámara, entre apretar botones y mover el lente, algunos murmullos escapaban de él. Yuu acababa de levantarse, era fácil determinarlo por la mirada cansina y el gesto desganado. Su semblante serio se enfocaba en el gran ventanal del otro extremo del comedor, siendo más precisos, observaba la lluvia detrás de los vidrios opacados. Gin, Sky y Matt, estaban enfrascados en una curiosa plática que se vio interrumpida al llegar de las tres jóvenes. Nylah se acercó casi mecánica al lado del peliblanco y tomó asiento en aquella silla. 
Gin sonrió burlesco, Nylah lo sabía se aproximaba una broma estilo Gin…
-Hay pasta de este lado – justificó antes de que él pudiera decir algo, provocando que él soltara una risotada.


Aria observó a su alrededor, había un par de sillas extras cerca, podría haberse sentado cerca de Nylah si así lo habría querido, pero cuando la idea cruzó su mente, sus ojos se toparon con los ámbar del moreno. Dos segundos le tomó darse vuelta y caminar hacia el otro extremo de la mesa, al lado de la peli rosa, quién le dio la bienvenida con una sonrisa. Aria tomó un plato y se sirvió ensalada y con la misma intensidad, tomó asiento. Sky escondió la sonrisa traviesa detrás de su mano, no estaba seguro el por qué, pero ver actuar de esa forma a la pelinegra le era demasiado entretenido.


Lexi por su parte, caminó hacia el medio de los jóvenes restantes y sin aviso, ni preocupaciones, tomó asiento en la silla sobrante.
-Hey! What’s up? – canturreó y empezó a servirse la comida cercana a su plato: un par de trozos de pollo con unas cuantas papas. Un manjar. Blacke volteó a verla y le dedicó una sonrisa antes de regresar su concentración a su amada cámara. Yuu, como siempre afectivo y entusiasta, solo bufó.
-¿Sigues preocupado por eso? – El castaño se giró nuevamente.
-Es extraño, Cally nunca había fallado así – soltó.
-¿Cally?
-Oh es cierto, a ti no te la he presentado correctamente. Rubia, ella es Cally – Blacke acercó su cámara a la joven, como si se tratara de una inofensiva mascota resguardad entre sus manos. Ella lo miró curiosa antes de ahogar una risilla.
-Un placer conocerte Cally – Y él no notó ni burla ni sarcasmo en sus palabras. Sin querer, el tiempo de la cena transcurrió. Algunas conversaciones se elevaban entre el silencio: Sao y Coss,  Lex y Black, Gin molestando a Ny… y nadie notó el silencio atípico del moreno. Se había pasado la velada observando cuidadosamente a su mejor amigo, aún había algo que no le cuadraba del todo y cuando este se levantó, él lo siguió.


-¡Bien!- El albino dio un golpe en la mesa llamando la atención de los presentes. Empujó la silla para atrás cuando se colocaba de pie, tenía una sonrisa en la cara y una mirada entretenida: planeaba algo. Todos giraron su vista hacia él, menos Nylah.


Fue un segundo, incluso menos…o eso le pareció a ella. Todo a su alrededor pareció congelarse por un instante excepto el joven al que había seguido con la mirada. En cuanto Matt se colocó de pie, un frío recorrió su espalda. Claramente había visto una silueta femenina detrás del joven. Estaba tan sorprendida que no pudo reaccionar en el acto y para ese momento, ya no había nada. El peli rosa giró y sus miradas se encontraron, ambos sabían algo y ambos lo ocultaban.
-Eh ¿me estás escuchando piojo? – las palabras de Gin la regresaron a la realidad. Parpadeó rápido y movió su cabeza ¿Qué había sido aquello?
-¿Eh?
-Maleducada. Tienes que escuchar a tus mayores cuando hablan- resondró en broma mientras batía su cabello con la palma de su mano.
-Aich. ¡Gin! – se quejó la chica.
-Nos vemos más tarde- dio un brinco hacia atrás y se puso en marcha, siguiendo a sus amigos que se habían adelantado. Él no era estúpido. Había notado aquella distracción en su amiga en cuanto observó al peli rosa colocarse de pie, pero nuevamente, esperaría a que ella se abriera con él. Sonrió sutil y siguió su andar.


Nylah se había quedado sentada en aquella mesa, repasando una y otra vez la escena, hasta que una mano se posicionó en su hombro. Giró encontrándose con la mirada seria de Lexi, y supo que no había sido simplemente, nada.
-No sé muy bien que fue eso, pero te aseguro que él esconde algo.- habló casi en murmullo. Nylah iba a preguntar, pero Aria se aproximó sutil hacia ellas.
-Bien. ¿Vamos? Tenemos que revisar aquel libro.
-¡Oh! ¿En serio? Pensé que lo dejaríamos para después… ¿Qué tal si nos arreglamos para la celebración de la noche? – Lexi había cambiado rápidamente de tema con cierta alegría. Aria la miró perspicazmente.
-¿Qué esconden? – soltó rápidamente. Lex pareció pensárselo rápidamente.
-Bueno, creo que no tiene caso ocultártelo, y además…creo que podrías ayudar – dijo con cierta malicia pícara.
-¿Eh? – ambas pelinegras habían soltado el monosílabo.
-¿Chicas, irán a la celebración?- en ese momento, Sao se aproximaba junto a Coss. Y allí Nylah cayó en cuenta. ¿Celebración? Oh… quizás era eso lo que Gin había dicho. Un segundo… Oh rayos, eso terminaría mal. Ella conocía muy bien las “celebraciones” organizadas por su amigo de la infancia. Más de una vez, había tenido que lidiar con las consecuencias de ellas, de  parte de su hermano y él. Suspiró.
-¡Obvio! No nos lo perderemos- guiñó Lex.
-Supongo que no tendremos opción después de todo- habló Nylah con cierta risa nerviosa.
Sao pareció alegrarse por eso.
-En verdad suena muy divertido ¿no crees? – sonrió
–Por supuesto que lo será…Pero antes, nosotras iremos a terminar unas cosillas pendientes. Nos vemos bonitas – y antes de lo pensado, Lexi salió del comedor arrastrando a Aria y Nylah con ella, sin escuchar reproches y objeciones.
-Vaya que tenían prisa- soltó Saori, antes de voltearse hacia los dos faltantes.
-¿Y ustedes? – Black y Yuu alzaron la vista. Nuevamente, los cuatro habían quedado rezagados
-¿Disculpa?- El castaño pareció recién reaccionar, en verdad, se había pedido revisando nuevamente su cámara y no había escuchado lo que la joven había preguntado.
-¿Está bien tu cámara? – la menor se acercó hacia dónde seguían sentados los dos jóvenes.
-No lo sé, es raro. A veces falla y no encuentro el por qué. En fin, imagino que ya se habrá reparado – sonrió. -¿Qué preguntabas presidenta?  -la joven se sonrojó ante el apodo.
-Pues… si irían a lo de esta noche… - finalmente. Los cuatro jóvenes, mejor dicho, dos de los cuatro jóvenes presentes, se quedaron conversando en el comedor siendo acompañados por los otros dos.



-No – reafirmó la oji azul. Ya habían llegado a su habitación y la rubia se había tomado el atrevimiento de contarle que sentía que Matt ocultaba algo, algo que podría ser importante. Y a su paso, había tenido la idea de distraer a sus dos guardabosques, para que el hombre se pueda abrir con Nylah, quién había sido la elegida por la confianza y el allego al “objetivo”.
-¿Pero por qué eres tan testaruda? Esto es por un bien mayor- soltó la joven. Aria la miró con enojo y cruzándose de brazos.  –Es lo más lógico. Se nota que el nadador te haría caso y queremos alejarlo un par de minutos. Yo me encargo de Frosty y dejamos a Ny con el resto.- habló confiada. Nylah se había quedado pensativa ¿Realmente era necesario todo eso?
-Sí, lo es. –Los ojos caramelo de Nylah se abrieron de sorpresa dirigidos a la rubia, quien solo restó importancia con un gesto manual.  –Solo supuse por tu rostro. Ya me parecía extraño lo que le pasó en los establos, así que fui a averiguar… no encontré a ningún corcel con los rasgos que las dulces nos dieron. Ya de por sí, esta casa me trae con muchos misterios y creo que Matt sabe más de lo que dice, y eso, podría ayudarnos.- finalizó la joven. Su voz había adquirido un tono serio. Y es que en cierto punto, todas sabían que tenía razón, esa casa poseía un encanto de misterio y demás.
-¿Y esto de que nos servirá? Pensé que bastaba con el libro-soltó nuevamente Aria.
-Nunca está demás tener más fuentes…además, ¿Es su amigo, no? ¿No les preocupa que esté pasando por algo? – Aria iba a refutar, pero prefirió callar. Nylah solo observó a la rubia. Tenía razón.  


-Y dicho esto, empecemos con ese libro – soltó la rubia antes de colocarse de pie e ir hacia dónde habían ocultado el libro para empezar a leerlo.


----------------------------------------------------------------------------
En verdad, mi idea era totalmente diferente a esta xD Pero bueno, lo que sale sale. 
No quise extenderme más, pero dejo las pautas: 
1. Hora de la conversación Mattlah sobre lo paranormal(? o algo así. Ustedes vean como le hacen.
2. HORA DE MOLESTAR AL EQUIPO EN OFF xD Saori, Coss, Yuu y Black serán nuevas víctimas de pequeños espantos. Por favor, no abusar de lo paranormal~
3. Iba a incluir muchas ideas más, pero preferí que sea corto, para que los demás puedan seguir. 


Por favor, disculpar lo que sea que haya hecho aquí. Tengo sueño~
Mar.
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[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Empty Re: [Roll-P] Siniestra aventura.

Mensaje por Shiba Sáb 3 Feb - 13:49

- Manos a la obra. - Lexi cerró el libro, habían decidido que se debía de hablar antes de toda la locura de la celebración de Matt, pues medio esta, o después quizá fuese misión imposible.
Salieron de la habitación, e iban a ir hasta la habitación de los chicos, pero los vieron pasar antes.
- ¿Dónde van? - Se acercó a paso rápido la rubia.
- A buscar, dónde y con qué hacer la “celebración” - Matt miró a Gin con regaño, el que solo se encogió de hombros.
- Será divertido, se excusó.
Por su parte Sky estaba concentrado en Aria, quien se mantuvo alejada y casi pegada a Nylah. Ya no lo podía ver a la cara.
- Verán… - Dijo Lexi - También quiero ayudar. - Sonrió. - Tú eres el celebrado así que deberías descansar. - Dijo mirando a Matt. Él se iba a oponer pero la chica continuó hablando. - Y… Aria necesita hablar con Sky. - Sonrió. La nominada compuso cara de espanto, y por alguna razón el moreno no dejaba de mirarla.
- Pero yo…
- Vamos, ya lo dije, ahora depende de ti. - Lexi miró a Aria y le insistió con la mirada, sabía que si no hacía eso esa chica en la vida iba a decir algo. Ella puso una mueca rendida, se acercó a Sky y este solo la continuaba mirando, demasiado.
- Emmm… ¿A solas? - Preguntó. Y Sky miró a los demás en una forma que entendieron como un: “Lárguense” (?.
Lo demás quedaron estáticos un momento pero se alejaron, Aria entonces comenzó a cuestionarse que podría hacer.


- Entonces te acompaño a buscar las cosas. - Dijo Lexi halando a Gin, el que no se opuso nada realmente.
- Claro, claro. - Había notado todo el rato la atención de su amiga de la infancia. Y con eso sabía que se traían algo entre manos.
- Solo debemos de escoger algunas… - Gin no prestó mucha atención a lo dicho, pues disimuladamente observó el camino que tomaron Matt y Nylah. Si en algún momento dudó, eso le confirmaba algunas cosas, y una era que de hecho, algunas cosas se habían perdido, entre ellas la pelinegra.
- ¡Oye! - La voz de Lexi retumbó en sus oídos, regresando a su realidad. La celebración. - ¿Me estás escuchando?
- La verdad no. - Sonrió sincero, ella mando la mirada al cielo.
- Que falta de respeto. - Se cruzó de brazos fingiendo ofensa. Gin se encogió de hombros.
- Bueno, señorita “valores” ¿Dónde vamos?
- A conseguir todo.
- Y ¿Qué es “todo” para ti?
- Adornos, comida, bebidas, un pastel si es posible. - Enumeró con los dedos, Gin quedó pensativo. (Aquí viene Sab a tirarme una silla por lo de pastel :v).
- No creo que consigamos eso último.
- Siempre se lo puede hacer.
- ¿Sabes prepararlo?
- ¿Con quién crees que estás hablando?
- Con una mujer extraña.
- Vaya que eres halagador.
- Lo sé, deberían de darme el Oscar a mejor piropo del año.
- También a mejor actor.
- ¿Ah sí? - Ella se encogió de hombros.
- Dime tú.
- A mejor rostro, gracias. - Ella rio.
- Creo que hay otros que se merecen más el premio.
- Créeme que no.
Siguieron caminando, y se encontraron con uno de los encargados de limpieza, quien los ayudó a encontrar un cuarto en la planta baja, el que además de una mesa y un aparador no poseía más cosas, además de la enorme ventana que permitía el paso de la luz y con eso lograba alumbrar el lugar casi por completo.

Luego se acercaron a la cocina, donde los dejaron tomar unos snacks.
Gin miró su reloj.
- No parece que haya tiempo para un pastel, así que…
- ¿Por qué no? A penas son las nueve y media.
- ¿Y a qué hora comenzaremos la celebración? ¿En la madrugada? - Lexi lo sabía, pero, necesitaba mantener al chico distraído, después de todo, Aria tenía la suerte de que al menos Sky, ya no se iba a alejar de ella por ese día, pero Gin… Era un caso aparte,
- ¿Qué tal bocadillos?
- Los snacks.
- Algo más elaborado. - Ella rodó los ojos, el chico era difícil.
- ¿Acaso vamos a recibir a la reina de Inglaterra?
- No, pero no tiene nada de malo ser detallistas.
- Aja… - Sabía que el chico sospechaba de algo, pero ya no había paso atrás. Lo tomó de la muñeca y lo hizo caminar hasta un mesón, los cocineros se iban de a poco, pues ya no tenían nada que hacer, y les permitieron quedarse.
Gin dejó los envoltorios de Snacks en un lado y observó a la rubia buscar de un lado a otro, diferentes cosas.
- Solo somos diez, no un ejército.
- ¿Y si hay algún pozo sin fondo?
- Creo que soy yo.
- ¿En serio? - Ella lo miró con duda, él sonrió.
- Sé que no lo parezco. Tengo figura de modelo. - Entonces ella rio. Gin se acercó a ver todo el proceso de todo el problema que habían sido los “bocadillos”. Poniéndose a espaldas de ella, y luego poniendo su barbilla en su hombro sin tocarlo realmente, ella notó una extraña sensación y al girar la cabeza se espantó, no brincó, ni se alejó pero sintió un vuelco entre sorpresa y bochorno. Realmente no se esperaba eso, todos los chicos parecían ser más bien tímidos, aunque es verdad que indiferente a las facetas en grupo, al albino no lo conocía.
- ¿Qué es?… - Ella le acercó un poco con su mano. Él lo miró con duda, no se veía mal, y abrió la boca. Lexi iba a decir algo pero al final decidió dárselo simplemente, aunque sus mejillas sintieron quemar. - Está bueno.
- ¿Verdad? - Sonrió para continuar con lo suyo. Gin decidió alejarse, se apoyó a un lado mientras ella continuaba con eso.
- Puedo ayudarte. - Le dijo.
- No hay problema…
- Insisto. - Se giró frente a todos los ingredientes - A veces ayudo a mi mamá con la comida.
- ¿Y sabes cocinar?
- No es algo para morirse de lo bueno que está, pero sobrevivo.
Lexi le pasó unos utensilios y le indicó qué hacer. El problema con todo eso fue que quizá estaban demasiado cerca. Y la realidad es que no estaría tan consciente de ello, si no hubiese pasado lo de antes. Lo peor de todo, es que el albino parecía hacerlo a propósito, no sabía si para molestarla o incomodarla. Pero no lo lograría. Era un juego que podían llevar los dos.



Caminaban por un pasillo, el que además de provocar el eco de sus pasos no podía escuchar nada más.
- ¿Qué ocurre?
- ¿Eh? - Preguntó la pelinegra desviando el rostro para verlo.
- Según esta chica… ah…
- Lexi…
- Ella. Tienes que decirme algo. - Ella se puso nerviosa, en serio ¿No había otra manera? Una en donde ellos dos no se quedaran solos.
- Es sobre… - Quedó un momento pensativa, pero estaba tan nerviosa que realmente no sabía que decir.
- Si es sobre lo de la piscina… Lo siento.
- ¿Qué?
- Me puse nervioso y no recordé que hay enfermería… - Se excusó.
- ¡Es verdad! No había necesidad de besarme - Dijo, y luego se arrepintió al ver la confusión en los ojos de Sky.
- No te he besado. - Dijo.
- RCP o beso, es lo mismo.
- No.
- Sí.
- No.
- Sí.
-¿Debería de mostrarte? - Preguntó, su rostro continuaba impasible, nada nuevo, y aun así logró hacer que Aria se sobresaltara por el atrevimiento.
- ¡¿Qué?!
- Tu sabes, la diferencia entre el RCP y un... - Aria no lo dejó terminar poniendo su mano como un stop, para ello. Sky se detuvo inmediatamente.
- ¡No! - Sus mejillas estaban hirviendo lo sentía claramente, y solo rogaba que Sky tuviese tanta minuciosidad como expresiones faciales.
- ¿No qué? - Aria no había quitado su mano y solo la miró un momento meditabundo, para después desviar su atención al rostro de ella. Es verdad que Sky no se veía muy inteligente, según los estereotipos los deportistas no pueden ser buenos en ciencias, pero algo como eso no existía, y a Sky tampoco aplicaba, porque él no tenía buenas notas en matemáticas solo por la suerte.
- No lo digas. - Aria sentía esa mirada que parecía estudiarla como un crítico a la comida de un nuevo restaurant. Aquello la estaba tensando en medida, y lo odiaba.
- ¿Beso? - Desobedeció a propósito y el rojo en la cara de la chica era simplemente un poema que Sky no escribiría nunca. No solo por ser malo en ello, sino también porque era algo que guardaría para él, porque también era egoísta.
Aria desvió la mirada avergonzada y comenzó a bajar la mano, con la intención de irse. Que Nylah y Lexi la disculpasen, pero ya no aguantaba más estar así con ese chico.
Y fue interrumpida por la mano de Sky, que la tomó de sorpresa de los dedos, e hizo que sobresaltase. Y se giró nuevamente frente a él.
- ¿Q-Qué? - Preguntó, Sky sostenía en puño sin apretar, como evitando ponerla nerviosa, sin lograrlo. Ella inclinó su espalda hacia atrás; él se había acercado demasiado como para mantenerse ahí, lo que de nada sirvió porque, de la nuca, fue reincorporada por la mano libre de Sky. - Te dije que no. - Le recordó cuando aún podía verle todo el rostro. Él sonrió tan satisfecho que la dejó muda.
Si alguien tenía la oportunidad de ver a Skyler Hawk así, podía decir que lo había visto casi todo, esa era la entrada a ese pequeño mundo alterno, el que muy raramente afloraba.
- Que no dijera, no que no lo hiciera.
- También lo incluía. - Su voz salió tambaleante y llorosa. Y sus mejillas encendieron furiosamente; notando esto solo pudo apartar la mirada.
Eso solo rompió el pequeño camino bromista que pensaba tomar Sky. Él lo sabía claramente, Aria tenía tantas cosas que lo hacían cuestionarse una y mil veces, al punto de querer molestarla; y al mismo tiempo, sabía que esas mismas cosas lo atraían tanto para de hecho molestarla cada que pudiese, y así dejarle en claro que de hecho solo trataba de ser sincero y demostrarle todo lo que había logrado atraparlo. Por eso, solo quería asustarla un poco, y aun así… solo bastó un pequeño movimiento para que se decidiera casi tanto como cuando se lanzaba a una piscina.
Ella trató de apartarlo con su mano empujando su pecho, no hubo resultado, y tampoco es que ella tuviera fuerzas para ello. La mirada que tenía encima suyo le decían demasiadas cosas que comprendía cualquier cosa que dijese o hiciese no iba a funcionar.
- ¿RCP? - Preguntó tímida, evitando encontrar su mirada. Sky se había acercado más y si el corazón de Aria seguía en su lugar, era un milagro andante.
- Eso es cuando te ahogues. - Y quizá se arrepintió solo un poquito de reclamar aquello. Su rostro era la nueva luz roja de neón en la avenida más oscura, haciendo que sus ojos azules destaquen con fuerza, e hicieron a Sky acercarse como para que ella los cerrara con fuerza en cuanto tuvo la respiración de él sobre su rostro.
Estaba nerviosa, y sus pensamientos eran un lío, claro que habían maneras de liberarse, hasta de interrumpirlo. Pero también se sentía atrapada, Sky era alto, y poseía mucha fuerza, y todo era culpa de la natación.
Y aunque siguiese buscando más excusas para ello, la verdad es que, no terminaba de desagradarle, la sostenía con firmeza, y hasta ligeramente, como permitiendo el paso al arrepentimiento prematuro, y además, tenía un fresco aroma, era obvio que había salido de bañarse, y que no usaba perfume.
En serio ¿En qué pensaba Skyler? Y ella misma ¿Qué estaba pensando cediendo a ello?
A penas hubo un roce entre sus labios entreabiertos y sintió un agradable, pero al mismo tiempo inquietante y pesado cosquilleo. Que hizo sus mejillas ruborizarse todavía más.
Entreabrió los ojos y se encontró con los ámbares de Sky, y lo supo, a pesar de lo filosa e indescriptible de su mirada, él también estaba nervioso, no solo eso, también notaba un ligero cambio en su tono de piel, queriendo asemejar el carmesí de sus propias mejillas. Y aun cuando notó más seguridad en el siguiente segundo, nunca pudo preguntarle que había sido eso, ni si iba a haber otro después.
- ¡Sky! - La voz de Blacke obligó a ambos a mirar a un lado encontrándose con los ojos sorprendidos del chico. - Ah… - Se quedó un momento mudo y ellos se separaron, Aria más brusca y Sky más tranquilo, en realidad con una tranquilidad muy oculta. - ¡Lo siento! - Dijo inmediatamente y después sintió un aura asesina sobre sus hombros. Y se concentró en Sky, a quien juró, nunca en la vida hacer enfadar. Pues solo con eso, ya sentía que de hecho le estaban dando la paliza de su vida. - ¡LO SIENTO! - Y salió del lugar rápidamente.

- Yo… - Sky iba a decir algo, pero Aria ya estaba caminando rápido para alejarse de ahí. Él la alcanzó poniéndose de frente y ella sintió escalofrío. - No haré nada. - Dijo antes de que siquiera pensase en correr. - Solo… lo siento.
- ¿Por qué te disculpas?
- Por haberte be… - Y lo detuvo.
- No cuenta.
- ¿Qué?
- Como los demás. No cuenta… - Estaba nerviosa. Sky la miró un segundo.
- Sí cuenta. - Refutó.
- ¿Eh?
- No es que sea mi primer… eh… - Desvió la mirada. - Beso, pero, cuenta como primero.
- ¿Por qué?
- Porque es con la persona que me gusta. - Entonces el carmesí en el rostro de ambos encendió hasta iluminar el lugar. Las luces que en su momento estaban apagadas encendieron sin razón alguna, algo a lo que no prestaron atención.
- ¡¿Por qué eres así?! - Aria se tapó el rostro. Ya no sabía a dónde correr.
- Porque me…
- Ya, no digas nada. - Lo miró alterada, seguía demasiado roja. Sentía que iba a explotar. Y Sky había regresado a mirarla. Él solo sonrió sin calmarse realmente y la tomó de una mano para destaparle el rostro, agachándose un poco para quedar a altura.
- Vamos a pasear un momento. - Le dijo, ella asintió con suavidad, y empezaron a andar camino al exterior, no se iban a decir mucho, pero necesitaban calmarse. ¿Pero que tanto se podía calmar si no soltaba su mano?



- ¿Y? - Yuu miró a Black regresando con la cara roja.
- Parecía ocupado. - Dijo y ya tranquilo, miró a su cámara, habían decidido probarla, pero necesitaba de una persona que le hiciese de modelo para tener una mejor conclusión de lo que le ocurría. Y preguntándoles a los demás, realmente a ninguno le agradaba tomarse fotos, así que le recomendaron a Sky ya que él debiera de estar acostumbrado después de tantos campeonatos, y las entrevistas que a veces le hacían.
Sabía que quizá el chico no le diría que no, pero en esa situación, lo más seguro es que ahora lo odiase, o quien sabe, quizá le preguntaría más tarde.

Cuando eres maldad pura (???
Lo siento (??
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[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Empty Re: [Roll-P] Siniestra aventura.

Mensaje por Cris Dom 4 Feb - 2:06

Con la mirada de Sky, se entendía perfectamente que todos los demás debían seguir su camino por el pasillo mientras los otros dos se desviaban. Matt giró el rostro en dirección a su amigo, quien en una situación normal habría volteado a verlo también, ya fuese por inercia, para decirse “nos vemos luego”, o sólo un gesto, pero esta vez el moreno se alejó con su atención puesta en la muchacha de cabellos negros. El pelirrosa lo observó en esos segundos y formó una sonrisa en su rostro que mostraba comprensión y cómica picardía.

Volvió su mirada al frente y caminó junto a los otros, escuchando hablar a la rubia y a Gin, cuando de pronto sintió que alguien le había picado una mejilla con el dedo, bajó la mirada y era Nylah, quien lo observaba con una expresión difícil de descifrar.

-Oye, Tattoo Boy -Le dijo en broma.
-¿Sí, Nai-Nai? -Canturreó con su típica sonrisa fresca.
-Necesito hablar contigo -Habló en voz más baja, haciendo que el chico se agachara un poco para poder escucharla mejor.
-¿Hablar? -Alzó una ceja manteniendo su sonrisa. La chica le mantuvo la mirada- Ow… Nai-nai me va a castigar por algo, ¿No? Eh, pero no he hecho nada hace poco más allá de estar postrado en una cama -Bromeó cruzando sus brazos tras su cabeza.
-Bueno, hablaremos de eso -Sonrió levemente- Ven.
-Oook -Soltó relajado siguiendo a la pequeña.

Se desviaron hacia un corto pasadizo con una puerta que daba a un pequeño segmento del jardín el cual estaba cercado con árboles y poseía un lindo banco de madera blanca tallada centrado al fondo.

-Debo decir, que escoges lindos lugares para charlar -Halagó él con sinceridad. Su mirada rojiza reparaba en cada detalle, como tomando notas mentales- Tengo que volver aquí con mis materiales… -Susurró para sí sonriente. Nylah rió.
-Dibujar luego, ahora… Hay algo… Uhm… De lo que tenemos que hablar.
-Esa es la frase más temida por todo el mundo, ¿Sabes?
-Es cierto.
-¿Entonces? Estoy listo -Dijo haciendo pose de lucha una vez ya sentado en un extremo del banco. Ella suspiró y tomó asiento a su lado.
-Primero. ¿Te sientes bien? -Lo examinó con la mirada.
-¿Bien? Pues, claro -Notó que ella observaba más que todo su costado- Oh, te refieres al ataque. Pues sí, ya mejor.
-¿Qué pasó en ese momento? -Inquirió disimuladamente, tratando de llegar al grano.
-Ahm, un caballo me lanzó por el aireee -Elevó su mano- Y luego, paf, barrí el suelo -Golpeó su muslo con la misma mano. Nylah soltó una risotada inevitable.
-Jajajajaja, tonto, eso ya lo sé. Lo haces sonar tan simple así.
-Eso pasó -Se encogió de hombros sonriendo.
-Pero me gustaría saber… ¿Por qué?

La imagen de los ojos encendidos del caballo pasó como un flash por la mente de Mattheus. Después, recordó el momento en el que luchó contra algo extraño dentro de él, luego cuando contempló esa escena estando en la enfermería…

-¿De qué hablas?
-Los animales están entrenados aquí, que uno se te lanzara de la nada no es normal…
-Entiendo que te preocupes, aunque no deberías -Reprochó con aire de “yo soy fuerte”- Pero… No sé, a lo mejor le molestó algo.
-Mmmm…
-No estás convencida.
-¿Se nota?
-Lo veo en tus ojos de caramelo -Bromeó.
-¿Lees mentes?
-No… Pero conozco tus expresiones -Sonrió de nuevo.
-Entonces… Explícame -Lo miró, en sus ojos había una mezcla de inquietud, suspenso y preocupación.

El pelirrosa desvió la mirada tranquilamente, tomando un poco de aire. Sus pensamientos siguieron avanzando hasta el momento del ardor en su espalda, las marcas de manos en la misma, y después… Después estaba ese recuerdo que él mismo había estado tratando de recuperar, una silueta de mujer, un sonido de piano, un sentimiento de alivio… Pero no recordaba cómo o cuándo había sucedido. Sólo sabía que de un momento a otro despertó en la enfermería con Sky a su lado, quien le explicó lo que había pasado.

-Sé que sabes algo, y no lo has dicho -La voz de Nylah lo sacó de su ensimismamiento.
-¿Eh?
-¿Qué escondes? -Insistió. No quería obligarlo, pero el tema ameritaba respuestas.
-No oculto nada… Es sólo que, quería entenderlo antes de contarlo -Habló sin rodeos y la miró fijamente.
-Oh… -No supo qué decir, quedó atrapada en la decisión que destellaba en sus ojos rojos.
-Pero… Ya que te has dado cuenta pronto, supongo que te explicaré como lo he comprendido hasta ahora -Se llevó una mano a la barbilla, pensativo.

«Segundos antes de que el caballo me golpeara -explicó- pude ver en sus ojos un destello… algo espeluznante si me dejas decir, eso me dejó helado, no pude moverme. Y al siguiente momento me embistió. Cuando toqué suelo, estaba fuera de mí -la pelinegra lo miró sin entender- es decir, no veía ni sabía nada de lo que estaba ocurriendo a mi alrededor. Sólo sentía como una presencia extraña invadía mi cuerpo desde el golpe que me había propinado el animal. Para ponerlo en palabras simples, luché contra lo que sea que hacía de intruso en mí, y de hecho se fue. Pero su entrada en mi cuerpo y su separación fueron tan bruscas que me derribaron. -la chica abrió los ojos con sorpresa- Lo último que sentí fue un dolor en mi costado, recuerdo haber puesto la mano en éste y luego… Me desmayé.»

Hizo una pausa en la cual Nylah lo miraba muy atentamente, tratando de entender todo lo que le contaba.

-¿Tiene sentido para ti o ya piensas que estoy demente? -Preguntó mirándola.
-En realidad… Te entiendo.

Nylah observó a su amigo. Siempre tan espontáneo y sincero, le había contado ya parte de la historia sin siquiera preguntar si ella creía en cosas así, pudiendo quedar como un demente o un mentiroso. Sonrió hacia el muchacho, si él iba a sincerarse, era momento de que ella lo hiciera también, y estaba segura de que ambos se entenderían bastante.

-Presencia extraña, dijiste. -Él asintió- Bueno. Digamos que desde pequeña -Suspiró- Tengo la capacidad de sentir la presencia de almas y otros seres sobrenaturales; diferenciarlas entre buenas y malas. -Alzó la mirada para dar con la de él- Y… puedo verlas si esa es su voluntad -Una sensación de desagrado invadió su estómago, esa capacidad que tenía, nunca le había gustado.
-Oh -Pronunció simplemente abriendo un poco los ojos.
-¿Oh? ¿Eso vas a decir? -La corta respuesta la dejó descolocada y de hecho, confundida.
-No, no, es que… Mira lo que es la vida, ¿eh? Ha juntado a dos cazafantasmas.
-¿Cazafan…? Pfff -Nylah volvió a reír con ganas- Matt, deja de hacerme reír, es serio -En su cara se apreciaba más risa contenida.
-Ok, ok. Bueno, hagamos intercambio de información. -Se cruzó de brazos decidido- Yo -Se señaló- Desde que era un niño de tu altura… O sea muy, muy pequeño.
-¡Oye!
-Tengo la “habilidad” -Hizo el gesto de comillas con los dedos- De comunicarme con los espíritus, me buscan cuando necesitan transmitir algo.
-Increíble… ¿Y te ha pasado varias veces?
-Sip, no suelen ser experiencias agradables, pero sí.
-Y… ¿No te da miedo? -Soltó.
-Bueno, es extraño, pero… No es fácil asustarme, ¿Sabes? -Alzó un brazo haciendo fuerza.
-Jajaja, cierto, perdona, señor valentía.
-Bueno, no dije que fuera imposible.
-Y… ¿Qué pasó luego?
-Ah sí… -Se aclaró la garganta.

«Luego, en la enfermería, sentía un ardor que empezaba en mi costado -la miró- y ya que sé que entiendes de estas cosas, te diré que no era una sensación física, sentía que era el alma lo que me ardía. -Nylah se tensó- Y en ese momento, mi mente se llenó de pensamientos extraños, pude escuchar a una voz vacía decirme algo como… -dudó un momento en decirle- bueno… “el peligro se avecina”. No sé muy bien a qué se refería con esto, en fin.

Para hacer rápida la explicación: -Habló rápidamente- Desperté, todo parecía estar bien, dejando a un lado el dolor del golpe del caballo. Estuve un rato acompañado, me quedé dormido. -Ahora volvía a hablar en velocidad normal- Y luego… De nuevo el revoltijo de voces e incluso imágenes en mi mente, eran tan rápidas que no podía reconocerlas. Sentí nuevamente un ardor, esta vez en mi espalda, me levanté y al revisar, tenía marcas de manos de color negro, en toda esa parte. -A la petiza la recorrió un escalofrío por todo el cuerpo- Luego llegaron Sao y Coss. Ah, ese té estaba diviiiinooo -desvarió- Sao llegó como un ángel al rescate, en verdad, me calmó bastante la bebida y su presencia. -Nylah sonrió- Al cabo de unos minutos volvió el dolor en la espalda, después me quedé dormido… Y al despertar… Me senté en la cama, sentía el cuerpo cansado, como si… Como si no pudiera manejarlo del todo. Y luego… luego…»

El joven tatuado se llevó una mano a la frente, cerrando los ojos con fuerza. Esa era la parte que había estado tratando de descifrar desde antes, no podía recordarlo.

-¿L-luego? -Dudó Nylah. Lo miraba asustada, esas cosas le daban miedo, y además estaba preocupada, su amigo había pasado por episodios muy extraños.
-No recuerdo… -Respondió sinceramente.
-Oh…
-Ahora que lo pienso, es extraño. Desde la vez que me levanté a revisar mi espalda y ver que tenía esas marcas, no había nadie en la enfermería. Ningún empleado ni nada -Meditó el pelirrosa mirando el paisaje.
-Tienes razón -Eso, era un punto que considerar, pensó la ojiámbar.
-Recuerdo… -Dijo de repente- Que vi a Sky, de hecho lo nombré. Pero… Sólo recuerdo verlo de pie, no el ambiente… Luego estaba en la camilla, con Sky al lado. Y… Él me explicó algo, que no tiene mucha lógica en realidad… ¿Quieres saber eso también?

Nylah tragó saliva, la historia le traía una sensación muy desagradable de miedo e intriga, pero asintió, tenía que entenderlo todo.

-Bueno, me dijo que Sao y Coss le pidieron que fuese a verme, y cuando llegó mi camilla estaba vacía. Corrió por los pasillos cuando escuchó la melodía de un piano, ese sonido sí lo recuerdo, y… Llegó hasta la biblioteca, donde dice haberme visto tocando una canción. Al parecer le dije que se fuera, pero según Sky no hablé igual que siempre. Después me desmayé y desperté en la enfermería con él.
-Qué… Qué situación. Ay, Matt -La joven se llevó una mano al pecho- ¿Qué crees que podría haber pasado? Ha tenido que ser un espíritu, porque sí.
-Dos.
-¿Dos?
-Uno fue el que entró en mí con la embestida del caballo, y sospecho que luego fue el mismo quien me hizo esas marcas de manos, supongo que por… ¿Venganza? Porque logré deshacerme de éste antes. Y el otro… El otro me curó.
-¿Cómo que te curó?
-Cuando ocurrió lo del piano, entre mis pocas memorias tengo la de un halo de luz brillante en forma de… mujer. Luego de este incidente, ya no tenía las marcas en la espalda, de hecho, sentía aliviada la zona -Explicó.
-¡Mujer! -Se sobresaltó de repente la petiza. Matt la miró sorprendido.
-¿Qué pasa?
-Bueno… Eso explica lo que vi -Él la observó sin entender- En la cena… Matt… Por un momento, vi a una mujer detrás de ti -Soltó algo indecisa.
-¿Cómo era? -Preguntó intrigado, acercándose a ella.
-Eh, era… Oye, ¿No te da miedo? Acabo de decirte que había un algo extraño detrás de ti en ese lugar -Le reprochó, y vio que él ni se inmutó- Ah, bueno… Un halo de luz con forma de mujer, creo que es lo mismo que tú recuerdas.
-Entonces es así.
-Eso parece.
-Pero antes dijiste que puedes ver a los entes si éstos te lo permiten. Eso quiere decir, que quiso ser vista… ¿Por qué?
-Eso… No lo sé… Y no logro descifrar si es buena o mala, es… Es decir, “hizo” una buena acción al curarte, pero en el momento en que la vi, tuve una sensación algo negativa por su parte.
-Qué extraño… -Matt se incorporó de nuevo.
-Sí… Lexi también notó algo extraño en ese momento -Dijo sin pensar.
-¿La rubia? -Habló con fastidio- ¿Y ella por qué? -Ahora se preguntaba cómo es que esa chica parecía tener todas las herramientas para entrometerse en cualquier cosa.
-Oh, bueno, eso te lo explico en el camino. Creo que deberíamos ir con los demás.
-Cierto, se nos fue el tiempo -Revisó su reloj de muñeca- Vamos, chiquita.
-Chiquita -Repitió con reproche- Prefiero Nylah.
-Entonces… ¿Blacky?
-Ese es más bonito -Sonrió- Y… ¿Le has dicho a Sky sobre ésto? -Matt suspiró.
-No. Es que… Sé que es un tema que él no comprende mayormente, pero más que todo no he querido preocuparlo.
-En ese caso has hecho bien, yo no sé cómo no me ha dado algo del susto. Vaya cosas que te pasan… O mejor dicho, vaya cosas que han pasado en este lugar…
-Bueno, es una mansión antigua, ha de haber algo así, como en las películas -Se encogió de hombros, sonriente.
-¿No te asusta?
-En realidad, me gustaría encarar a lo que sea que me hizo daño. Le diría, ¿Qué pasa, amigo? ¿Algún problema?
-Jajajaja, tanta tinta en la piel te quitó la cordura.
-Oye, más respeto a la tinta -Sentenció para después reír.
-Jajaja, bueno, bueno.
-Y… Gracias por escuchar, es bueno tener a alguien con quien hablar de estas cosas.
-No ha sido nada -Sonrió Nylah.

Matt rodeó los hombros de ella con un brazo en señal de agradecimiento mientras caminaban de vuelta al interior y le platicaba, esto tomó desprevenida a la pelinegra, quien sintió sus mejillas arder.

[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Separa11



-Sao, vamos, ayúdame -Pedía un Blacke algo desesperado. Con Sky descartado por el momento, seguía sin un modelo para probar su cámara.
-Es que… No… No quiero -Se negó tímidamente la pelirrosa, ocultando su rostro tras sus manos.
-¿Coss entonces? -La castaña simplemente le desvió la mirada, él lo tomó como un no- ¿Yuu?
-Ni en broma. Tómale fotos a la pared.
-No me sirve -Habló en tono de reproche.
-¡Hey! -Saludó Matt llegando a la habitación- Creí escuchar sus dulces voces. ¿Estás bien? -Rápidamente reparó en Saori, quien seguía tapándose la cara.
-¿Eh? -Apartó un poco sus manos, dejando ver una expresión dulce y avergonzada- Ah, sí, sí… No pasa na-da… -Matt ladeó la cabeza, nada convencido.
-Es que le pedí que me ayudara a probar la cámara, necesito un modelo -Explicó el castaño al borde del colapso.
-Oh, llegué a tiempo entonces. Yo tomo su lugar -Le guiñó un ojo en complicidad a Sao, quien se sobresaltó.
-¿Qué? -Preguntó el de la cámara.
-La “celebración” es porque me levanté de esa cama, ¿No? Pues no estaría mal tener unas fotos post-recuperación -Sonrió triunfante.
-¡Al fin! -Exclamó entre euforia y alivio el pobre Cam-Boy.

Ajustó la cámara hacia Matt, quien sin dejar de sonreír hizo rápidamente una pose de fuerza con el brazo. Blacke se contagió con la sonrisa y se emocionó haciendo varias tomas, con poses diferentes de parte del pelirrosa.

Nylah miraba la escena sonriendo ante la actitud de su amigo tatuado, quien justamente pedía que en esa toma se apreciaran más los tatuajes. Saori se quedó observando algo perpleja y embelesada, sin darse cuenta del sutil sonrojo que se abría paso en sus mejillas.

-Y como si no bastara, hay una “fiesta” -Comentó Yuu fastidiado, más al fondo.
-Al menos algo que hacer -Respondió Cossette.

Ambos se miraron un momento y se encogieron de hombros al mismo tiempo.

-Ay, Cally, ¡Has vuelto! -Gritó Blacke abrazando su preciada cámara, dando por terminada la “sesión de fotos”.
-¿Qué tal?
-Eres buen modelo, te contrato -Bromeó el castaño.
-Greaaat -Sonrió Matt- Oh, ya te veo mejor, Sao -Se acercó a ella.
-Sí, estoy mejor, gracias por eso -Le sonrió con una dulzura que enterneció al chico.
-Por cierto, gracias de nuevo por el té.
-No ha sido nada, en verdad -Le restó importancia agitando suavemente sus manos.
-Para mí ha sido bastante -Compuso una sonrisa brillante- ¿Qué puedo hacer para compensarlo?
-No sé, no, no es necesario -Dudó la pelirrosa.
-¡Ya sé! Un abrazo -Propuso el tatuado.
-¿Un…?

A la menor no le dio tiempo de decir más, pues Matt se había adelantado hasta ella y la había rodeado en un suave abrazo, agachándose sólo un poco para que su rostro quedara a la altura del hombro de ella. El rostro de Saori enrojeció violentamente y, aunque correspondió el gesto, su mente y cuerpo no reaccionaban como para hacer algo más.

En ese momento, llegaban Sky y Aria, ya sin tomarse de la mano. El moreno reparó en la escena de los pelirrosa sin pensar mucho en el asunto, en realidad ya tenía la mente algo ocupada, aunque el paseo lo había ayudado a despejarse. Aria, por su lado, parecía tranquila aunque algo perdida en sus pensamientos, y un poco incómoda, todavía estaba procesando una y otra vez lo que había ocurrido.

-Gracias -Le dijo Matt una vez más a Saori antes de soltarla con suavidad, y le sonrió una vez que estaban de frente. Sao trató de reaccionar, y agradeció la llegada de los otros dos, pues distrajeron al muchacho frente a ella.
-¡Sky! Bienvenido -Canturreó.

El nadador asintió tranquilamente aunque su mirada -sin que Sky mismo lo planeara- le decía que algo había ocurrido, o eso sintió Matt al menos. Es difícil ocultar algo de un amigo que te conoce tan bien. Pasaron unos minutos cuando una voz los hizo voltear a todos.

-¡Llegamos! No estaría mal una ayuda -Exclamó Lexi con ánimo, entrando a la habitación donde estaba el resto, que es donde harían la celebración. Tenía dos bandejas medianas en las manos, aunque Gin, que estaba detrás de ella, llevaba más cosas. Más atrás, un empleado ayudaba con las bebidas.
-Esto es demasiado -Soltó Matt algo desconcertado pero sonriente.

Todos ayudaron a poner los bocadillos y bebidas en la mesa, y de último Gin colocó triunfante la botella de alcohol en el centro. Matt la vio y rodó los ojos, eso era lo más innecesario de todo, luego recordó al moreno y volteó hacia él, tenía que evitar que probara mucho de esa cosa.

-Para dentro de un rato -Sonrió Gin señalando la botella a todos, mientras empezaban a comer.


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Mensaje por Shiba Mar 13 Mar - 9:36

Todo estaba tranquilo mientras tomaban unos que otros bocados de los aperitivos.
Hasta el momento nadie había dado por comentar nada en general, o si debían de hacer algo en particular para pasar el rato, en ese momento solo parecían conversar.

Matt y Sky se habían acomodado a la pared y sentado al suelo después de tomar porciones para ambos, además de una soda para Matt y un vaso de agua para Sky. Se habían mantenido en silencio observando a los demás.
- ¿Y? ¿Algo pasó? - Preguntó el pelirrosa, si bien Sky no era muy expresivo, o él indiferente de algunas cosas. Tenía maneras de entenderse, aun cuando no sabían muy bien cómo era. Siempre podían decir cómo se encontraba el otro sin mucho esfuerzo.
- Pues... - Tomó un poco de agua, notó una pequeña sonrisa, eso y presenció un aura llena de rosas, que solo él podía ver. Lo sabía, de alguna manera, estaba feliz. Lo que hacía que se pudiera relajar. Antes cuando estaban en el comedor y después de eso había estado quizá demasiado cabizbajo. - Creo que tengo esperanza. - Matt resopló con diversión. Su mejor amigo nunca había sido así, de hecho cada que una chica se le acercaba era normal que se terminara escondiendo, y si era una confesión no tardaba tanto pues a veces nisiquiera las dejaba terminar de hablar, por lo que nunca esperó ver el día en que fuese él quien insistiera.
- Ya veo... - Sonrió ampliamente y golpeó levemente el hombro para empujarlo un poco. - Ve por ello. - Lo animó. Sky asintió, pero luego bajó la cabeza. - ¿Y ahora?
- Es que...
- ¿Es que...? - Entonces Sky negó.
- Nada importante. Solo pensé en la posibilidad del rechazo. - Se quedó un momento meditabundo y observó a Aria quien lo había regresado a ver también pero rápidamente desvió su atención a la conversación que estaba teniendo con las chicas, o que bueno, ella escuchaba, o intentaba escuchar mientras trataba de arreglar todo el lío que había formado su cabeza.
- ¿En serio? - El moreno balanceó la cabeza dando a entender que tenía sus dudas. - Bueno, puedes seguir insistiendo. ¿Te imaginas? El deportista estrella y la reina de hielo, ya puedo verlo en los anuncios del club de periodismo. - Rió. Mantenían una plática en un tono normal-bajo, por tanto solo se escuchaban entre ellos, y si alguien prestaba especial atención al acercarse. Sky se quedó inmóvil un momento y con su mano libre tapó su rostro. Matt al notar esto se sorprendió al parecer si le hacía ilusión algo como eso. - Nunca esperé verte así por una chica.
- ¿Por un hombre sí? - Levantó una ceja, su expresión impasible había regresado.
- Por mí. - Sky rió ante eso.
- No te enceles, sabes que te amo. - Y entonces ambos rieron. - ¿Qué hay de ti?
- ¿Yo? - El castaño asintió. Matt quedó pensativo.
- La abuela Erina está casada ya.
- Oye... existe el adulterio.
- Mi abuelo era cazador.
- Entonces tachado (?.
- Ahora en serio... - Matt observó la lata de soda.
- ¿Por qué la pregunta? - Vio al menor encogerse de hombros.
- Simplemente tengo curiosidad.
- ¿De?
- Lo que no me quieres decir. - Matt compuso rostro de malestar ¿Y cómo se supone que le explicaba todo eso? - Pero está bien. No es como que lo necesite saber. - Se llevó un bocadillo a la boca y después de terminarlo tomó un poco de agua. - ¡Ah! - Señaló la botella. - Ya no lo necesito. - Matt simplemente sonrió y luego reparó su atención en Gin, pues había hecho ruido con una bandeja ya vacía, todos lo miraban.

- No nos olvidemos por qué estamos aquí. Matt. - Lo nombró al observarlo. - ¿Algo en específico que te gustaría hacer? Después de todo es tu celebración. - Hubo un corto silencio. - Quitar el alcohol no es opción. - Sonrió ampliamente, el pelirrosa ya se esperaba algo así, y aunque se estaba divirtiendo y sabía que lo seguiría haciendo... esa sería una larga noche.


me apeteció :v
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Mensaje por Mar. Lun 26 Mar - 0:47

Nylah observaba divertida la escena mientras tomaba un refresco. Agradecía que Gin no se había dado vuelta aún, ya que sin duda la retaría por tener gaseosa sola en el vaso. Todos parecían estar pasándola bien, y eso le agradaba. Sin embargo, algo no terminaba de cuadrarle, había algo en el ambiente que no la dejaba del todo tranquila. Reconocía esa sensación, era ese pequeño escalofrío que te recorre cuando una mirada se clava en ti. En un inicio creyó que era su imaginación, pero a la insistencia empezó a buscar en la habitación. Paseó su vista por alrededor pero todos parecían estar en sus propios asuntos, incluso Gin, quién se encontraba conversando con Lex en ese momento. Nota a recordar: eso le había dejado una sensación extraña pero nada comparado a la insistencia de aquella mirada fantasma… Fantasma. Quizás se trataba de un espíritu o alma en pena que buscaba su ayuda, pero no veía nada alrededor. Observó su bebida por un segundo, quizás por obra de magia alguien había puesto algo en su bebida. Okno. Estaba alucinando. Así que optó por dirigirse al baño a refrescarse la cara.
El agua del grifo corrió, empapó sus manos y se las restregó en el rostro un par de veces. Se quedó quieta por un instante con los ojos cerrados: ya no sentía esa mirada intensa. Se observó en el espejo, quizás si era solo su imaginación. Volvió a mojarse el rostro y cuando alzó la vista, justo en el reflejo detrás de ella, una pequeña niña la observaba. Tenía los ojos grandes y caramelos, su cabello en risos caían casi hasta la mitad de su espalda. Lucía la piel blanquecina y un vestido de época impecable. Ny sabía de lo que se trataba, y no, no era exactamente por su pequeño cuerpo casi transparente o por su repentina aparición que lo supo.
-Hola- intentó sonar amable mientras cerraba la perilla del lavabo. -¿Cómo te llamas?
Pero la pequeña no se inmutó. Seguía mirándola fijamente a través del espejo.
-¿Está todo bien? ¿Necesitas que te ayude con algo? – su tono seguía siendo calmado y amistoso, pero la pequeña solo parecía observarla curiosa. Y allí Ny se percató, ella había visto a esa pequeña antes.
-Espera, tú…- se giró rápidamente y justo en ese instante, la puerta del baño sonó y con ella, la pequeña desapareció. Pero ¿qué rayos? Nylah se apresuró a salir del baño y abrió la puerta, pero no halló a nadie allí. Sin importarle mucho, caminó hacia dónde estaban todos.
-No nos olvidemos por qué estamos aquí. Matt. – Gin había obtenido la atención de los presentes. - ¿Algo en específico que te gustaría hacer? Después de todo es tu celebración. - Hubo un corto silencio. - Quitar el alcohol no es opción. - Sonrió ampliamente. Matt dibujó una ligera sonrisa.
-¿Algo de música?
-¿Música?
-Si, después de todo es una fiesta. Creo que todos estaríamos más a gusto así- habló el peli rosa. Gin sonrió divertido.
-¿Alguien tiene parlantes o algo como para poner la música? – Blacke alzó la mano ante la pregunta.
-Tengo mi laptop-
-Bien, tráela-
Y mientras se empezaban a organizar para cumplir el pedido del celebrado, Nylah logró escabullirse casi hasta la entrada, pero justo antes de salir, su vista se cruzó con la de Matt. Una conversación visual… lo que faltaba:

-¿A dónde vas enana? – inquirió. Nylah tomó la perilla.
-Cosas que hacer
-¿Peligrosas?
-¿Quieres averiguar?
-¿Es una invitación?- la joven frunció el ceño.
-Date prisa teñido, tengo cosas que hacer.
-Vale, vale. Allí voy. – finalizó divertido.


Matt se colocó de pie. Skyler se había entretenido observando el intercambio de gestos y miradas de esos dos y no se sorprendió que el joven se colocara de pie de un salto.
-Ya vuelvo.- el moreno solo asintió.
 
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-Entonces, a ver si te entiendo. Me dices que una niña estaba observándote.
-Si- respondió la joven, mientras su mirada se concentraba en el pasadizo apenas iluminado con las lámparas de noche de las mesitas que se encontraban esparcidas por el mismo.
-¿Y por qué no hablaste con ella?
-No quería eso. Le pregunté pero no me dejó ningún mensaje… fue extraño.
-Ya. Y si no quería comunicarse entonces ¿por qué estamos aquí?
-Porque ella quería… ¿Qué tengo que explicarte todo? – la pelinegra se giró refunfuñando.
-Eh, petiza, allí – interrumpió Ink señalando al fondo del pasadizo.
-Vamos – Nylah empezó a correr seguida del joven. Ambos entraron a aquella habitación.
Dieron unos pasos y la puerta se cerró de golpe. La habitación estaba a oscuras salvo por la luz del exterior que se filtraba por la ventana abierta.
-¿Hola?- preguntó Nylah. -¿Estás aquí?
-Lo sabía – y por primera vez en la noche, escucharon con claridad aquella dulce voz infantil. Provenía desde el rincón cerca de la ventana.
-¿Qué sabías?- se atrevió a preguntar Matt.
-¿Eh? ¿Tú también? – Poco a poco, la pequeña empezaba a mostrase.
-Dinos ¿Quién eres? ¿Qué es lo que buscar?- Ny dio un paso al frente.
-Mi nombre es MaryAnne y vivo aquí.
-¿MaryAnne? – Nylah estaba segura haber leído ese nombre antes pero ¿dónde?
-Si. ¿Es lindo verdad? Me gusta mi nombre. ¿Y ustedes quiénes son?
-Yo soy Matt y ella es mi amiga Nylah. – respondió con una sonrisa el joven. La pequeña pareció alegrarse.
-Dime MaryAnne nosotras ya nos conocemos, ¿verdad?- MaryAnne asintió. –Lo sabía. En el laberinto y en otros lados también, he escuchado tu voz.
-Ah, es cierto. También la vi en el baño de mi habitación-
-Lo siento, es que quería estar segura de que puedan verme
-No te preocupes, en realidad tengo la impresión de que me has ayudado mucho- sonrió la pelinegra.
-¿saben? Aquí no hay muchas personas con las que pueda jugar. Y cuando han venido visitantes para jugar, siempre terminan gritando y huyendo. – habló con tristeza la pequeña.
-Oh, ya veo.
-A veces me siento algo sola. Mis papis ya no están y los otros de aquí, son…- un fuerte sonido se escuchó desde la planta superior interrumpiendo a la pequeña fantasma.- ¡Ups! – MaryAnne se tapó la boca con sus dos manitos. –Lo siento, me debo de ir ya. Pero juguemos luego ¿sí? ¿No van a salir corriendo, verdad? –Nylah se enterneció, por alguna razón se sentía muy identificada con esa pequeña, ella solo quería jugar.
-No, no vamos a correr. Y esperaré para jugar en otro momento – sonrió la joven.
-Está bien. Nos vemos, Nai Nai, Matty –y sin siquiera darse cuenta. La pequeña desapareció ante sus ojos.
-Vaya, quién diría que esto pasaría.
-¿Qué hablemos con un fantasma?
-No, que tengamos una cita para jugar con una niña fantasma- sonrió el ojo rubí.
-Es tierna. Imagino que tendrá entre 8 o 9 años…me pregunto…- un silenció reinó entre ambos. Sabían a qué se refería con esa palabra: ¿cómo una niña de 8 o 9 años terminaba en ese plano? ¿Quién o qué podría haberle hecho aquello?
-¿Recibiste algo más de ella?
-No, solo nos ha dejado saber lo que nos ha dicho. Imagino que Lexi podría saberlo…
-Pues la próxima vez, se la presentamos- animó el joven colocando una mano en el hombro de la petiza. Ella sonrió.
-Ahora vamos.
 
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Había visto como la petiza se escabullía de la habitación junto al pinipón rosa y una parte suya hubiera preferido no ver aquella escena, eso solo le confirmaba lo que ya de por sí estaba seguro. Y no es que le agradase del todo tampoco.
-Ya está. ¿Qué ponemos?- habló Blacke llamando la atención del albino. Habían decidido conectar el celular de Gin a la laptop y escuchar la música desde allí. Algo suave para no molestar al personal pero lo suficiente como para divertirse.
-Busca…- Y en un instante, las luces de la habitación titilaron y de pronto, la electricidad se fue. Hubo silencio.
-¿Q-qué pasó?- la voz de Saori parecía algo temblorosa.
-Se fue la luz al parecer – respondió Lexi, quién estaba cerca al interruptor de la luz y empezaba a subirlo y  bajarlo.
-Rayos, mi laptop no durará mucho con la batería
-Apágala no más, no desperdicies la electricidad. Supongo que la luz llegará pronto ¿verdad?- continuó Lex.
-Está todo muy oscuro – Habló Coss desde algún lado cerca de Sao.
-Es cierto, da algo de miedo.
-Las cortinas están abiertas, pero la luz de afuera no ayuda mucho- intervino Blacke.
-¿Y entonces? ¿Qué haremos? – la pregunta de la pelinegra quedó suspendida en el aire.
-¿Nos vamos a dormir?- sugirió Sao.
-¡De eso nada! Tomen lo necesario chicos, ¡Nos vamos!- alentó la rubia.
-¿Eh?
-Sí, en el primer piso hay muchos más ventanales y de seguro encontramos velas, así que muévanse. ¿O se quieren quedar aquí solos? – Inmediatamente, los menores empezaron a levantarse. Blacke tomó a Cally, estaba emocionado.
-Esto es genial, es como empiezan las historias de terror: Un grupo de chicos de viaje en una mansión embrujada, se va la luz durante una tormenta y todos empiezan a desaparecer poco a poco…- entre más hablaba, bajaba un poco más su voz.
-Tss, tonteras – soltó Aria.
-No son tonteras, son historias basadas en hechos reales. Todo empieza con un fuerte golpe –y en ese momento. Un sonido proveniente desde la planta superior les encrespo los nervios a todos.
-¿Qué fue eso?
-¿Quieren ir averiguar?
-Sería mejor quedarse aquí –
-Secundo la noción de la reina del hielo- habló Yuu, quien recibió una mirada un tanto fulminante de parte de la oji azul y una algo divertida de parte del moreno.
-Ya, creo que podemos buscar velas por aquí, si no, tenemos que bajar – opinó el albino. Y así lo hicieron, empezaron a buscar en los cajones y lugares cercanos con ayuda de sus teléfonos.
-Oigan chicas… ¿escucharon la historia del knock knock?
-¿Es un chiste?- preguntó Coss, mientras procuraba ignorar al castaño, aunque su amiga parecía bastante interesando en la historia.
-No. Se dice que en los lugares de campo como este, hay un ser que se le conoce como el Knock Knock. En noches oscuras como estás, entra sigilosamente a las casas buscando cuerpos humanos. Se dice, que su nombre proviene de lo último que se escucha antes de que alguien desaparezca. Cuenta la leyenda, que perdió su cuerpo en un accidente y ahora busca alguno que le quede bien. Llega a las casas y cuidadosamente toca: Knock Knock y la puerta rechine sutilmente, y cuando la persona que abre alza la mirada, no hay nada más que un collage de rostros sangrientos observándote… ¡Auch!-
-No le hagan caso niñas, es una historia tonta- Animó Lex, quien recogía el libro que le había tirado en la cabeza al castaño. Sao y Coss parecieron recuperar su el aliento.
En ese instante, se escucharon un par de golpes en el exterior. La vista de todos los presentes se  concentró en la puerta. La perilla giró suavemente y la puerta empezó a abrirse. En ese preciso instante, un trueno cayó en el exterior provocando el grito de Saori, mientras la puerta se abría y dejaba ver a Nylah seguida de Matt.
-¡Chicos! ¿Qué pasó?
-Oh, son ustedes- soltó Sky. Ny tenía su celular encendido en modo linterna y con eso alumbraba los rostros de los muchachos.
-La luz se fue de pronto ¿dónde estaban ustedes?- inquirió Aria, mientras la petiza se acercaba a ella.
-Fuimos a…-Ny buscó la mirada de Matt pero este se encontraba igual que ella.
-¿Vieron que está lloviendo de repente?
-Es cierto. Por eso estaba tan oscura la noche.
-Entonces chicos ¿nos quedamos o nos vamos?- intervino Lex. Todos intercambiaron una mirada. Sabían que lo más sensato era volver a sus respectivas habitaciones y dormir…pero ya que ellos eran adolescentes y no eran nada sensatos, decidieron bajar. Tomaron algunas mantas y sus celulares, y se encaminaron hacia el primer piso.
 
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Vale: en verdad lo siento por esto! quería dejar algo antes de empezar una semana de tortura.~ Tenía la intensión de hacerlo algo diferente, pero de lo que tenía en el papel a esto, pasó por muchas modificaciones!

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Mensaje por Nya Sáb 7 Abr - 14:02

Lo poco que se alumbraba del camino bastaba para no tropezar con cualquier irregularidad del suelo tales como unas escaleras por ejemplo. De vez en cuando, algún gracioso del grupo se dedicaba a deslumbrar a otro con el modo linterna del celular y dependiendo de la víctima, recibiría la mayor paliza de su vida o no.
Mientras, al final del grupo quedaba Aria pendiente de su celular, leyendo algo. Era muy mala idea hacer eso, sabiendo la mala suerte que les iluminaba por encima a todos, sabiendo que fuese fantasmal o no, era mas sensato quedarse plantado en un mismo sitio sin hacer nada. La parte positiva es que si delante se encontraba algo maligno, se lo comerían antes los demás, salvo que claro está, apareciese por atrás.
Pensar en ello fue un grave error. Enseguida tuvo la necesidad de mirar hacia atrás. Improbable que ocurriese algo, en las películas a veces si pasaba y aunque Hollywood era pura ciencia ficción, ahora mismo estaba en el mismo punto de muerte inminente que los personajes secundarios.
No necesito mucho coraje para mirar atrás, no es que creyese mucho en lo etéreo pero iluminar con el celular si fue mala idea porque se encontró de repente con Sky. Como era moreno, era doblemente mas difícil de notarlo.
Pegó un grito, pero uno sutil, no uno mortal como en las películas. Aun así, todos se dieron la vuelta, señalándola con la mirada y avergonzandola.
- ¿¡Que paso!? - Fue la primera reacción de Matt.
- Eh... - Fue lo único que logró articular Aria mientras en su cabeza ordenaba alguna excusa para no quedar mal.
- Perdón, es culpa mía. - Respondió Sky.
Todos le regalaron una mirada de semi desprecio y continuaron su camino. El moreno vio como la pequeña le dedicaba miradas de muerte.
- ¿Que haces? - Le susurró.
- Solo quería ver que tanto mirabas. - Le respondió también en susurro.
- ¡Podrías avisar! -
- Te veías concentrada. -
- Ugh. - Suspiró. Un suave dolor de cabeza comenzaba a taladrar su cabeza.
Aria se esforzaba por ignorarlo, intentando prestar atención a que estaba haciendo previamente. Pero también tenía que prestar atención al grupo y tener que dividir su concentración también provocaba que estuviera pendiente de el.
Mientras Sky se esforzaba por no decir nada. Quería preguntar, o decir algo, al menos saber la respuesta, pero lo único que respondía ante su silencio era su eco, la misma respuesta.

Había mas ventanales, sí, pero el resultado era el mismo si llovía mas. De vez en cuando un rayo partía el cielo y dejaba todo iluminado, una miseria pues apenas era un par de segundos de luz. En uno de los tantos rayos, un estruendo le siguió al instante, ensordeciendo los oídos y ahogando los gritos.
- Eso estuvo cerca. - Dijo Matt entre risas.
- No es gracioso. - Respondió Lexi.
- ¿Ah no? A mi me parece divertido. -
Señaló con el pulgar hacia atrás y pudo observar parte del miedo entre el grupo. Mas que miedo, era el ruido repentino, que era el peor de los sustos posibles.


Bueno, no tengo ideas para escribir nada de la trama, pero ahi tienen, queria seguirlo.
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Mensaje por Shiba Lun 7 Mayo - 0:29

Aria se había pegado a su brazo tras el susto, por lo que el peso en este le avisó que era ella al no tener nadie más cerca, aún cuando no había regresado su rostro a ella, era algo simple de determinar. La observó y quiso molestarla, pero se detuvo a meditar después de recordar que había decidido ir en serio con ella, y no solo eso, ya lo había arruinado anteriormente, hasta la había besado sin permiso alguno, por lo que acercarse mucho para él no era una opción. Mas, quería que las cosas avanzaran y si ese era el caso tampoco se podía quedar viendo al horizonte como héroe caído.

Entendía que el amor, o el simple gustar de atracción, eran cosas complicadas, no solo identificarlas sino que molestas porque los sentimientos podían jugar en contra para todo, hasta para ellos mismos. Y era por eso que nunca estuvo interesado en esas cosas, además de que era diariamente hostigado a más no poder por locas. Pero, de alguna manera cuando Aria se atravesó con su perfecta frialdad en su camino, aquello cambió. Algo atípico, según lo que alcanzaba a escuchar de relaciones entre los murmullos chismosos del salón de clases, o las mismas experiencias que su abuelo y abuela le contaban. E igual, no importaba, no estaba bien de la cabeza en primer lugar, y al parecer tampoco del corazón.

Dejó escapar un suspiro pesado.

Suspiro que notó la pelinegra, quien no tardó en plantarle cara tras eso. Llevaban caminando un ventanal más allá después del estruendo, y no lo había soltado. Más que no darse cuenta, el que él estuviese tan distraído y pensativo le llamó la atención, era algo normal en realidad, en el salón de clases o en el club se pasaba de esa misma manera… Pero no cuando estaba con Matt o con ella, de hecho quizá salía mucho de lo normal a lo que todos estaban acostumbrados. Y aun así, resultó conveniente, pues no parecía tener intenciones de decirle algo para molestarla sobre haber tomado su brazo con tanta confianza. En primera, porque hablando de confianza, Sky, por muy Sky que fuera, era uno en los que más confianza tenía, y en segunda, Nylah estaba más lejos y la notaba extraña, por lo que si acercarse a ella significaba encontrarse con cosas desagradables, prefería arriesgarse con el moreno hasta que la energía eléctrica regresase.

Su celular le avisó que debía lo debía poner a cargar. Lo apagó, y lo guardó, quedando en una tenue oscuridad gracias a las linternas que ayudaban a la vista más adelante.

Al notar lo que hizo la pelinegra, Sky sacó su celular y se lo dio con la linterna encendida. E hizo ademán de dárselo, pero ella quedó extrañada.

- La necesitas más que yo. - Fue su respuesta a la expresión de duda que pudo notar. La chica suspiró y tomó el celular. La verdad es que aunque hubiese algo de luz frente a ellos, no era lo mismo cuando podías apuntar al lugar que quisieras cuando quisieras por ti mismo. Después de todo, eran los últimos en el grupo, y estaban un poco alejados.
- Supongo. - Dijo, y por error al cambiar de posición el celular aplastó el botón central del mismo, pudiendo ver la pantalla y encontrándose con el horror. (?
- ¿Qué es esto? - Preguntó con una extraña monotonía en su expresión.
- Un celular. - Contestó Sky de la misma manera, pero en él, era normal. Aria le mostró la pantalla.
- Hablo de esto ¿Cuando la tomaste? - El moreno se notó pensativo.
- El día antes de la reunión en casa de Nylah.
- ¿Por qué me tomas fotos? ¿Qué eres? ¿Un acosador?
- Bueno, te quedas quieta, creo que te ves bien, tengo el celular a la mano… - Se encogió de hombros. - Es todo.
- La voy a borrar.
- Solo tengo esa y la de ayer.
- También la borraré. - Sky le quitó el celular.
- Te doy mías a cambio.
- No las necesito. - Sin que alguno de los dos cayera en cuenta habían comenzado un juego donde Aria intentaba quitar y Sky lo impedía ganando más bien por altura. Lo que hizo que la distancia entre ellos y el grupo aumentase.
- ¿Segura?
- ¿Por qué querría una?
- Cada que me extrañes. - Aria quedó muda ante el desconcierto y dejó de pelear.
- Si va a ser así… - Sacó su celular y volvió a encenderlo. - Me voy. - Avanzó unos pasos hasta que Sky la detuvo extendiendo una vez más el celular.
- Lo siento. - Dijo, ella quedó mirando el objeto, realmente a veces era un dolor de cabeza. - El tuyo está muriendo. - Insistió con un movimiento al ver que no tenía intenciones de tomarlo.
- Lo sé. - Cedió, volvió a guardar el de ella, y tomó el de él con cierta inquietud. Realmente… ¿Por qué fotos de ella? ¿Tanto así le gustaba? En realidad… si esa foto era de ese tiempo… ¿Desde cuando? Bueno, la había besado ya, así que puede que ya tuviera su tiempo con eso. - … - Sus mejillas enrojecieron solo de recordarlo, una cosa era inconsciente, por un accidente, y que se lo contaran y otra era que lo hiciera con toda la intención.

De alguna manera agradeció la poca luz que reposaba sobre ellos, tan débil y suave que era casi imposible notar el cambio de color.

Volvió su vista a él, solo miraba al frente mientras caminaba tranquilo, se había rendido por completo. Y pensó en dejarlo ser, pero la curiosidad pudo con ella esta vez, por lo que entró en la galería delatando el azul más acuático que podía encontrar en un celular. Había suficiente agua para un acuario de orcas.

No tardó en encontrar la de ella del día anterior, pero continuó bajando en búsqueda de la anterior, encontrando con más agua, y más personas además de ella sorpresivamente. Tenía algunas con Matt, otras solo, con dos ancianos, o en grupos grandes, las últimas deducía que las habían mandado pues él aparecía más bien mirando en otra dirección, o distraído. Y normalmente en las que se encontraba solo también parecía no percatarse de su alrededor. Entendió que él no era de tomarse selfies ni esas cosas, y por ese lado lo entendía de alguna manera. Por lo que era fácil deducir de dónde salían muchas de esas fotos.  Quizá lo más sorpresivo fue ver gatos.

Luego llegó por fin a la que le había tomado tiempo atrás. y a su lado estaba una que llamó su atención, una mujer que fácilmente podía deducirse como alguien mayor que ellos, pero joven, a lo mucho tendría cuarenta, y estaba exagerando. Y quizá le estaba prestando demasiada atención.

- Es mi mamá. - Respondió a una pregunta que nisiquiera había llegado a la cabeza de la chica, pero que igual le ayudaba a comprender mejor el por qué estaba ahí.
- ¿Qué? - Preguntó casi en shock, de todas las personas, realmente no se lo esperaba.
- No es como que guste hablar de mí.

No es que Aria conociese sobre lo que aquella mujer hablase o no, pero sabía que muchas personas eran algo así como fanáticos de su trabajo, y además en épocas anteriores se podía ver el rostro de esa mujer en prácticamente todas partes, desde pancartas publicitarias en las calles, hasta en la telenovela de las cinco en la televisión. No podía creérselo, no porque fuese famosa, sino porque no se parecían en nada, nisiquiera en algún rasgo pequeñito, de hecho, si los veía por la calle de la mano con él siendo un niño de cinco años, hasta decía que era adoptado.

- Heredé la mayoría de mis genes de la familia de mi padre.
- Me doy cuenta, nadie los relacionaría con verlos.
- Es que, de ella solo saqué lo divo. - Dijo, y con eso un sonido que nunca esperó resonando a traves de sus oídos, abrió paso a una de las pocas expresiones que podría hacer Sky alguna vez, de sorpresa.

Aria estaba riendo. Y maldijo su situación como humano al no poseer una buena vista nocturna; lo que pronto se le pasó, pues algún paso había dado, y aun con lo complicados que podían llegar a ser entre ellos y aún más con otros, no podían jactarse de decir que tenía una mala relación, simplemente eran malos expresándose, como cualquier adolescente de dieciséis que a penas se entienden a sí mismos. Pero, aprendió algo nuevo sobre la chica, Hasta para reír tenía ese aire de niña sofisticada, y de élite.

Por lo que suspiró pesadamente. No podría burlarse de ella, al menos no de su risa, no solo porque era así, sino porque solo lo hizo entender que estaba cayendo cada vez más en un pozo, y al parecer, era caída libre, no había dónde sostenerse siquiera.

- ¿Qué pasa? - Lo notó ido.
- Nada, solo que… Debo esforzarme más… Creo.
- ¿Con?
- No me hagas decirlo.
Entendió eso quizá, demasiado bien, por lo que mandó la luz de la linterna hacia el rostro del moreno, quien por acto reflejo tapó sus ojos con una mano.
- ¿Qué haces?
- Nada, me aseguro de que no eres una sombra. - Fácil fue entender que, de hecho era una broma. - Veo de que no es así, pero igual, das miedo.
Sky no se lo pensó dos veces y en cuanto ella retiró la luz frente a él, tomó su mano libre.
- ¿Qué haces? - Miró las manos juntas, y aun en esa tenue luz podía notar la diferencia del color de piel. Era un poco extraño, no porque fuesen casi opuestos, sino porque aunque se estaba acostumbrando al acercamiento físico con él, nunca podía estar tranquila, era incómodo, e inquietante, especialmente cuando todavía lograba ponerla nerviosa.
- Aseguro que entiendas que no lo soy. - Y el impulso lo hubiera ganado una vez más, solo por verla retroceder un paso. Pero la pregunta que recibió después lo hizo entrar en razón y regresar a la incertidumbre que no lo había dejado en paz desde la llegada a ese lugar.
- ¿Oíste eso? - Él negó. - ¿En serio? - Sonó titubeante. Sky no entendía realmente el porqué, pero Aria en cambio, pronto podría haber empezado a correr de no ser que no se sentía del todo sola. Habían sido pasos, sin duda, detrás de ellos, había escuchado pasos, los que eran imposibles porque no había nadie tras ellos, nada más que aire y suelo con alfombras. Pero en cuanto Sky dejó de hablar, se habían detenido. Y no podía estarse inventando cosas, por lo que habían dos opciones, o ella se había vuelto paranoica, o Skyler estaba sordo de tanta agua con cloro entrando por sus orejas, de hecho eso explicaría también el mal estado de su cerebro, pues a veces lo creía en total blanco. Y al no poder ser la primer opción, debía ser lo segundo.

Sky apretó su mano recordando que estaba ahí, pues la notaba más intranquila de lo normal, y lo más importante, no parecía querer regresar la vista al camino que habían dejado atrás.

- Mejor es que avancemos más rápido. - Sky asintió simplemente. No le iba a refutar nada, y solo camino al paso de ella, quien se estaba acelerando en su caminata, y por lo cual no tardaron tanto en alcanzar a los demás.

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El sonido casi sincronizado de pasos que había logrado el grupo se había perdido ya un buen tiempo atrás, desde que el dúo detrás de él decidió comenzar a jugar entre ellos en lugar de avanzar al mismo paso que los demás.

Gilgamesh, era muy perceptible a los sonidos, y su ritmo, es decir, todo su mundo estaba lleno de sonidos, él mismo era un sonido, y hasta el silencio era un sonido. Y por esa naturaleza, no podía evitar retroceder su mirada hacia atrás para encontrarse con con algo que él llamaba: “Un lindo (Atípico) romance de verano” y estaba bien, no estaba en contra de nada, simplemente que era una manera algo diferente a la que se había acostumbrado a ver o hasta vivir. Y por eso quizá estaba más que bien, al menos se notaba que no había odio.

Pero, tenía también que aclarar que no es que las relaciones de aquel grupo le interesen, de hecho, ni un poco, en la mínima solo era un aire de curiosidad.

El intentar conquistar a alguien por un enamoramiento era algo que en sus recuerdos veía muy poco. Él mismo, hace cuánto que no se sentía así… ¿Unos cinco años atrás? Vaya que el tiempo pasaba volando y no perdonada, antes hasta el mismo recordaba ser un niño más bien tierno. ¿Qué le pasó? Quizá hubo uno que otro error en la digievolución.

Y no solo él, Nylah también había crecido, no tanto, pero lo había hecho. Y no es que hubiese cambiado en realidad seguía siendo la de siempre, o eso podía notar cuando estaba con los demás. es decir, por muy amigos que fuesen y lo más cercanos que se viesen, su trato no era el mismo, desde hace un tiempo atrás había cambiado ya, y claro que se podía culpar siempre por ello, y por eso no quería meterse mucho en lo que ella hiciese o no. Pero la duda lo estaba carcomiendo, no solo desde que la vio salir de la habitación con el pelirrosa, y verlos regresar juntos solo fue un bonus. De hecho estaba bastante consciente de ello desde su encuentro en el bus. Y además en ese momento, a pesar de no ir juntos, iban bastante cerca, y hasta parecían esperar algo, o estar pendientes del otro por alguna razón que él no comprendía. No era como si el Coco fuera a salir de la nada y comérselos a todos.

Recordó su breve encuentro con una Nylah, que a pesar de verse igual, era obvio que no era la misma. Por lo que en realidad, quizá sí podía pasar que el coco saliese por un bocado al menos. Por lo que sabía que no estaban en la mejor situación como para distraerse a pensar cosas que no eran asunto suyo en primer lugar, no podía se podía permitir sentir molestia ante algo tan simple como ello. Nylah podía hacer lo que quisiese, y Matt también, nada del otro mundo. Es decir, hasta cualquier cosa que estuviese pasando en ese lugar era de ese mundo, el qué, quién sabe, pero no era que sintiese realmente la necesidad de alarmarse. Quizá aprender a relajarse en los peores momento había sido mala idea, pues más que pensar rápido, se retrasaba en procesar algunas cosas, pero, estaban en grupo, más que un susto no se iban a llevar.

- ¿Ocurre algo? - Observó de soslayo, era Lexi, sabía que era bastante atenta, y de hecho eso si asustaba.
- ¿Por? ¿Te preocupa que no esté listo para correr? - Con una sonrisa calmada claramente le contesto que no era algo que le importase a ella. Y ella solo supo contestar con otra sonrisa un poco más forzada. Después de todo, de alguna manera la misma pregunta tenía encerrado el hecho de que él comprendía que no era un simple apagón de luz.
- Me preocupa más que alguien regrese por ti para cuando te atrapen.
- Si es una mujer bonita no me importaría. Hasta los detendría de rescatarme.
- ¿Aunque fuese una asesina? - Preguntó en tono misterioso.
- Puedo aceptar esas cosas. - Se encogió de hombros.
- ¿Y si eres la víctima?
- Moriré con gusto. - Extendió los brazos a los lados, como si estuviese listo para recibir un disparo  al pecho.
- Estás un poco mal de la cabeza ¿No? - Lexi rió de aquella pose. Gin se notó bastante más animado.
- ¿Tú no?
- No sé si a tu nivel. - Se encogió de hombros y luego quedó pensativa. - Ya, ¿Y si es una de las chicas de este grupo? - Ante ello, Gin observó al techo, o lo que podía de este, pensó en ello por unos tres segundos, y luego asintió.
- Imposible, ninguna encaja en el prototipo de asesina que tengo en mi cabeza.
- No quiero saber qué tipo de persona tienes en tu mente. - Gin rió.
- Es mejor así, la verdad.
- Pero no decía como asesina, realmente. - Se inclinó un poco hacia al frente para notar mejor la expresión de Gin, pero mucho no había cambiado realmente, solo había quedado pensativo, de nuevo. En realidad, lo más seguro es que en los dos casos se hubiera puesto a imaginar muchas cosas. Y al final su cabeza quizá  descuadraba un poco las cosas. Es decir, sabía perfectamente que no era normal. Y no porque tuviese algún tipo de poder o algo así, sino porque en serio era raro.

- Saori es muy tranquila, Coss… no la conozco realmente, Aria… No gracias, Sky me mataría. Y...Nylah está loca y es un hamster raro, de hecho ¿Entra en la categoría de chica? - Dijo con calma, en realidad su análisis era bastante torpe, y lo sabía, pero era  la mejor respuesta que podía dar en ese momento.
- Ya veo… Realmente estás mal de la cabeza. - Dijo entre una leve risa. - ¿Y qué tal yo? - Se señaló en clara broma. Gin la quedó mirando achinando los ojos.

- ¿Eres mujer?
- Ah… sí, tienes problemas de la cabeza. - Dijo com si realmente le hubiera ofendido. - Para tu información sí. - Gin hizo un sonido de entendimiento. - ¿En serio? ¿Lo descubriste ahora? - Gin echó una carcajada que era casi imposible que no lo hayan escuchado los demás.
- Lo siento. - Dijo al notar las miradas sobre él. Estaba riendo, y sus ojos empezaron a aguarse al contenerse. - En serio. no fue mi intención. - Ya más calmado los demás regresaron su vista al frente y con claros signos de relajación en sus rostro. Una risa tan repentina en medio de la oscuridad no le hacía bien al corazón de nadie. - Lo siento. - Esta vez fue una disculpa para Lexi, ella no evitó comenzar a reír más bajo.
- Que cambio, el de ahora con como estabas antes.
- Bueno… ¿Por qué no?
- ¿Qué cosa?
- Te dejo intentarlo. - Lexi abrió los ojos grandes, ese chico debía de estar bromeando.
- Claro, claro.- Le restó importancia.
- Me lastima que no me creas. - Sonrió. Lexi le regresó el gesto. - Esta vez, iba en serio.
- Ah, sí, estás mal de la cabeza.

Nylah, a pesar de no poder escuchar lo que decían entendía que se estaban divirtiendo, de hecho, Gin tenía un tiempo sin reír de esa manera tan escandalosa. Sabía que Lexi era una chica bastante especial, y aunque lograr eso con Gin no era una gran hazaña, de hecho hacerlo perder el control en una situación así, sí lo era. O bien quizá había sido misma culpa de él. En realidad… ¿No estaban pasando mucho tiempo juntos? …  En realidad… No era asunto de ella ¿Verdad?


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[Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 Empty Re: [Roll-P] Siniestra aventura.

Mensaje por Mar. Miér 10 Oct - 4:44

Llegaron a la planta baja, después de lo que les había parecido casi una eternidad caminando en la oscuridad de aquella mansión
-Creo que aquí está bien – Matt abrió la puerta de la primera habitación que se encontraron en el primer piso. Para su suerte, el estudio parecía estar más iluminado, gracias a los enormes ventanales que dejaban filtrar un poco de luz del exterior, aunque la noche seguía opacada por la intensidad de la tormenta.
-Supongo que es mejor que estar arriba- soltó la rubia detrás de él mientras ingresaba en la pequeña habitación. Los demás los siguieron.
-¿No es aquí donde estuvimos ayer? – preguntó Saori, mientras tomaba asiento en uno de los muebles junto a Coss.
-Sí, es el mismo lugar donde nos recibieron- Blacke había decidido grabar cada detalle de lo ocurrido con el modo nocturno de Cally.
-Busquen velas o algo en los cajones. Debe de haber algo – Algunos empezaron a buscar entre los cajones del escritorio, de las mesitas e incluso, en los gabinetes de los libreros.
-Aquí, encontré una – saltó Lexi mientras sostenía lo que parecía un pequeño cofre, pero que en su interior tenía una vela. -¿Alguno tiene un fósforo o encendedor? – Nadie dijo nada. -¿En serio? ¿Ninguno?
-Eh…yo tengo encendedor, si te sirve
-Sirve. ¿Por qué no hablaste antes?- el peliblanco solo se encogió de hombros mientras se acercaba a la joven y encendían aquella vela. -Con esto basta – sonrió encantada. Lexi la colocó en la mesita del centro, iluminando un poco más la habitación.


Un silencio se había asentado en el lugar, cada quién parecía perdido en algún punto enfocado en sus propios pensamientos y había sido inevitable, aquel ambiente tan tranquilo, con la lluvia golpeteando desde el exterior y la luz de la vela tan firme e hipnotizante, provocaba un embelesamiento casi instantáneo.  
-¿Y ahora?- aquella pregunta había escapado de los labios de la peli rosa. Casi como un susurro, pretendía no ser oída por alguien, pero su compañero al lado no pudo evitar escuchar claramente esa interrogante.
-¿Qué opinan si continuamos con las historias de terror?- sugirió Blacke. La vista de varios se dirigió hacia el castaño. –Vamos chicos, este es el mejor momento. Además, es eso o aburrirnos sin más…- pero nadie dijo algo.


Nylah se había acomodado en el sillón cerca a uno de los estantes, desde dónde podía observar claramente al albino, quién había tomado asiento en el suelo al lado de la rubia. Por alguna razón eso le causó algo de fastidio… ¿Qué hacía pensando en eso, después de todo? Así soltó un ligero suspiro y prestó atención a lo que había dicho el castaño. Al parecer nadie lo iba a secundar si lo decía tan directamente, y al parecer, estaba bastante interesado en continuar con aquella charla, así que decidió ayudarlo. Nylah se colocó de pie y pasó su mano por el estante cercano, mientras hacía el supuesto de buscar un libro.
-¿No les ha pasado alguna vez, que se encuentran en una habitación solos y de pronto sienten que alguien los está observando desde algún lugar? – soltó con voz calma y serena, como si lo que hubiera dicho no era algo de otro mundo. La mirada de algunos empezó a seguirla, mientras ella, seguía prendida en su falsa búsqueda de un libro. –A veces, no solo es una mirada, a veces es un ruido. Cómo cuando estás en tu cuarto a media noche entretenido en la computadora y de pronto, oyes como en la cocina se empiezan a mover las cosas…platos, tazas, la refrigeradora sonando… o quizás, oyes las típicas canicas en el techo de la casa– la atención de todos había recaído en ella. Tomó un libro cualquiera y empezó a ojearlo sin detener su monologo -¿No les ha pasado? Muchos aseguran que son solo las energías que los objetos acumulan durante el día y son liberadas en la noche, pero otros, menos escépticos aseguran que es más que eso…-Nylah se dio media vuelta, encontrándose con la mirada de todos hacia ella. ¿Habría funcionado? O quizás…


-A mí me ha pasado. Un par de veces en casa- La pequeña peli rosa soltó una sonrisa nerviosa.-  Usualmente cuando me quedo viendo algo en la computadora. Pero mi mamá dice que es solo mi imaginación.
-Oh, sí. También me ha pasado. ¿A ustedes no les ha pasado que a veces dejan la luz apagada o encendida y cuando vuelven, las cosas están al revés? A mí me ha pasado un par de veces, pero como soy despistado, le doy crédito a eso- siguió Blake, quién fugazmente le dio una mirada de casi agradecimiento a Nylah.
-¿A alguno se le ha apagado la música o puesto play? Una vez me pasó eso…- Y pronto, una conversación sobre las cosas “paranormales” y cotidianas empezó. Al principio solo había sido Blake y Sao, pero poco a poco los demás se habían unido. Algunos simplemente con un par de comentarios afirmando o contradiciendo lo que otro decía, otros solo escuchaban atentos y otros –“los más especializados”- simplemente se limitaban a contar algunas experiencias sin evidenciarse. Pronto, la conversación se tornó más intensa…


-¿A ti nunca te ha sucedido algo así, Yuu? – preguntó el castaño a su compañero de cuarto. Por un momento, Nylah pensó que este se quedaría callado, pero el pelinegro empezó a hablar.
-Una vez. Había ido con mis padres a la casa de campo de mis abuelos en la parte de la sierra. Recuerdo que siempre contaban historias acerca de esa casa, pero nunca me había sucedido nada hasta aquel día. Un día en que decidí quedarme solo en la casa mientras todos habían salido de compras. Había una habitación en la que no me dejaban entrar porque le pertenecía a mi abuelo. Pero tenía curiosidad, así que entré… Era un estudio, casi igual a este. Recuerdo que estaba curioseando entre los estantes cuando empecé a escuchar ruidos en la ventana. Como pequeñas piedras golpeando la ventana. Era raro, ya que todo el jardín de la casa era cercado, por lo que los extraños no podían entrar. Para este momento, toda la sala se había mantenido en un silencio tenso. Saori se había acercado cada vez más a Coss y lo mismo, en completa inconciencia, Aria había hecho con Sky. - Así que me aproximé lentamente hacia la ventana…corrí las cortinas lentamente y allí, justo de pie frente a la venta se encontraba…- y Paff, un rayo resonó en la habitación iluminándola en un segundo. Saori gritó y el grito se contagió.
-¿Qué rayos te pasó?- soltó Yuu algo enojado.
-¡En la ventana! ¡Había una sombra! ¡Yo lo vi!- dijo mientras se escondía entre el hombro de Coss. Nylah se acercó rápidamente hacia la ventana, pero no pudo percibir nada, giró para encontrarse con los ojos del pelirosa, pero se dio con la sorpresa que ya estaba a su lado.
-¿Crees que haya sido MaryAnn?
-No, no está por aquí. ¿Habrá sido otra presencia?- murmuró.
-Lo dudo…-
-Calma, calma. No era nada ¿Verdad chicos?- soltó Blacke.
-Sí, creo que el rayo habrá alumbrado el árbol o algo así, descuida Sao, cualquier cosa estamos aquí para protegerte – soltó el pelirosa con una sonrisa, que hizo relajar a la menor. Ny sonrió también.
-¿Y que había en tu ventana?- La pregunta de Coss había atraído la atención de todos nuevamente, iba dirigida hacia el pelinegro y esto, sin mayor misterio reveló
-Un árbol. No había más que eso. Lo demás, supongo que fue pura psicosis. – se cogió de hombros.
-¿Es enserio? ¿Esa era la gran historia paranormal? – empezó a reclamar la rubia.
-Yo nunca dije que fuera una gran historia paranormal.
-A mi sí me dio bastante miedo –siguió Sao. Y un pequeño barullo empezó a crearse en el ambiente, cuando de pronto…
-Shs. Guarden silencio- había dicho el moreno.
-¿Qué pasó? ¿Escuchaste algo?
-¡Shs!– volvió a repetir con un sutil gesto de la mano. Aria dio un brinquito y todos empezaron a callarse.


Clap. Clap. Clap.


-¿E-e-esos son pasos?- soltó Aria. Todos se habían colocado de pie y casi por inercia se fueron acercando lentamente a la puerta. Los pasos se hacían más fuerte y al parecer, la lluvia de exterior también.
-¿Será alguna persona de limpieza?
-No creo, dijeron que la servidumbre se va a costar temprano. ¿Recuerdan? Todos ya estaban durmiendo antes de empezar la fiesta- recalcó el castaño ante la pregunta de Coss.
Cada vez más cerca. Un aliento en el aire. Un grito suelto. El golpe de la puerta abriéndose de par en par mostrando una silueta alargada. Algunos gritaron y en aquel momento, las luces volvieron, dejando ver la imagen del mayordomo frente a ellos.
-Se-señor Patrick – soltó la rubia.
-Oh, señoritos. Que gusto verlos bien a todos. – saludó el caballero. Los demás aprovecharon en volver a respirar.
-Señor Patrick, está usted mojado- señaló Saori acercándose a él.
-Así es. Acababa de llegar con la señora, cuando nos hemos percatado de la falta de luz. Por lo que he tenido que ir hacia la parte trasera y arreglar los circuitos. – explicó el hombre.
-¿Acaba de llegar?- esas palabras se quedaron grabadas en la mente de la joven. ¿Cómo era eso posible? Y allí recordó, en la mañana el hombre había dicho que saldría todo el día con la señora de la casa…y si era así ¿a quién habían visto en la tarde?
-Sí, ¿hubo algún inconveniente, señorita?- preguntó preocupado.
-Oh, no, no. Ninguno. Más bien, lamentamos haber entrado sin permiso, es solo que no encontrábamos las velas.
-Entiendo. No se preocupe. Ahora, pueden ir a descansar. Yo paso a retirarme. Buenas noches.
-Buenas noches- despidieron todos antes que el mayor domo, luego de hacer una ligera reverencia, se marchara por uno de los corredores del vestíbulo. Lex por su lado, se quedó pensativa. ¿Qué había sido eso, después de todo?
-¡Muy bien! – el grito del peliblanco la sacó de sus pensamientos. -¡sigamos con la fiesta!
-¿Qué? ¿Pero no es muy tarde?- soltó Saori.
-¡Nunca es muy tarde para celebrar!- alegó el chico con una sonrisa zorruna.
-¿Vamos? Y por si las dudas, llevemos la vela salvadora – habló el joven. Sao volteó la mirada hacia la de Matt, por alguna razón, sentía que si alguien podría intentar detener al peliblanco era él…pero Ink solo se limitó a sonreír y encogerse de hombros. Y es así, como todos volvieron hacia la habitación de los chicos.


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Lo siento, es lo que mi cerebro tenía~ 
¡Sigamos con la fiesta! Es hora de embriagarlos y ponerlos a hacer tonteras como adolescentes que son!
Mar.
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Mensaje por Shiba Dom 21 Abr - 4:27

Situaciones, casualidades, acciones, Proceso.

Todo llega a un momento partiendo de lo más inimaginable o hasta opuesto a lo mismo. La casa Gromwell se encargó de dejarle bien claro esto a todos sus visitantes y clientes desde el momento en que pusieron un pie en sus tierras. Pero esa noche en especial, al peliblanco, con su tan marcada coherencia destrozada y falsa, volvería a perderla, y la reemplazaría por algo como la nostalgia.

El grupo de jóvenes, sin separarse, continuó su camino hacia la habitación donde habían dejado los bocadilllos y demás  de la mini fiesta que estaban teniendo, la idea fue de Gin, nadie más en ese grupo, además de Lexi, tenía un alma fiestera que apoyara al comienzo de una, pero varios sí, de que continuase. Por lo que, los que no deseaban realmente estar ahí, solo se tuvieron que acomodar al resto ¿Por qué? Intentar divertirse en grupo, y el miedo que ya les había invadido del quedar solos, eran buenas razones. Nadie quería quedarse solo en una mansión tan antigua si llegase a ocurrir otro corto circuito o peor aun que la casa comenzase a cantar en armoniosos rechinidos. Menos después de que mínimo hayan estado en una sola situación que todos traducirían como: Poco común. Aún hasta para los más experimentados o escépticos.

Los bocadillos seguían en la mesa, o bien lo que quedaba. que era más o menos la mitad. Gin se había dedicado a matar de a poco la mayoría de sus faltantes antes de que la energía se fuese.
-¿Continuamos con la fiesta? - Preguntó el responsable de la bandeja medio vacía y tomó la botella del centro de la mesa, varios pusieron cara de horror, aunque otros más inocentes de curiosidad, mientras que unos por ahí hasta parecieron ansiosos. - No me pongan esas caras, esto no los matará, además solo es una botella y un poco menos, somos diez, no les hará ni cosquillas. - Se explicó como todo un conocedor en el tema. Pero con 16 años eran muy pocos los adolescentes que conocían mínimo preparar bien una bebida de ese tipo, y él entendía un poco la sorpresa, pero no era algo que le interese mucho por lo que solo les sonrió nuevamente y de manera más comprensiva. - Esta bien, solo los que quieran. - Se encogió de hombros y no tardó en coger un vaso cercano y servirse un poco. Había tomado un sorbo cuando sin mucho problema Lexi y Matt se le acercaron, de alguna manera ellos mismos ya se conocían la resistencia que tenían para el alcohol, por lo que no les molestaba tomar un poco. Beber solo cuando se está rodeado de personas era algo poco común.

Los tres comenzaron una pequeña charla, tenía que ver con las “mañas” al beber, aunque realmente ninguno había desarrollado bien una “costumbre” así que solo podían hablar de anécdotas que involucraran a conocidos. Y era más que obvio que muchos si sintieron curiosidad por querer inmiscuirse en tal charla, después de todo, eran justamente, tres de los más parlanchines del grupo, y no es que los demás tardasen en continuar con ello, no tenían por qué beber pero podían perfectamente conversar sobre varios tipos de recuerdos, mientras seguían disfrutando de los bocadillos y la gaseosa, desde: “Mi tía canta a Rocio Durcal y despierta al barrio” hasta el más tranquilo de: “Mi primo se quedó dormido en la escalera mientras abrazaba la botella pretendiendo que era su ex”. Y continuó una amena charla con unas cuantas risas y otros descontentos ante malas bromas. O eso, hasta que a los minutos el celular que los ayudaba a mantener el ambiente musical dejó escapar el sonido de batería baja tan característico que hizo reír a varios de los presentes.

- Lo siento. - Dijo rápidamente Black. El celular de Gin había muerto sin que lo notase antes de que volviese la electricidad. - Con lo que pasó antes, usé la linterna y ya no da el pobre. - Tomó su celular y sin perder tiempo lo conectó al tomacorriente más cercano, para su suerte, siempre tenía consigo implementos como ese.

- Está bien. - Le calmó Matt desde donde estaba, parecía todo un hombre de negocios, apoyado un brazo a la mesa y él de espaldas, con el vaso de whisky a las rocas (el más barato de la vida) levantado en la otra mano mientras quitaba importancia a aquello y señalaba con elegancia de aquí a allá. - Es decir, hay más celulares.

- El problema es que lo quieran prestar. - Le recordó Yuu, él era uno de los que no prestaría su celular para la música, sabía perfectamente que lo que escuchaba no era del agrado de todos y tampoco servía para algo como una “Fiesta”. No siendo el único, puesto que Saori y Coss lo secundaban, Sky nisiquiera tenía algo a lo que se le podría decir: música en el celular. Y habían otras personas que tenían de todo pero que el aleatorio público les aterraba.

Gin suspiró notando que mucho el ambiente había decaído un poco, por lo que no se lo pensó mucho y recordó lo que había visto en una habitación cercana.

- Esperen un momento. - Se pegó un gran trago de segundo, y dejó el vaso vacío en la mesa y fue caminando con toda la calma fuera de la habitación, los demás lo quedaron viendo hasta que desapareció.

- ¿Sabes a qué fue? - Preguntó Matt a Nylah, después de todo, se suponía que ella era quién más conocía al albino sin freno, pero Nylah solo se encogió de hombros. Es verdad que lo conocía de hace mucho, pero aceptaba que a veces no sabía que se le metía en esa cabeza extrovertida.

Sky y Aria por su lado se había quedado conversando en otro lado de la habitación,  hablando de nada en específico, comenzando con cómo el alcohol afecta al sistema nervioso, y siguiendo con cosas como de que la abuela del moreno se toma mínimo un shot por día de su propio preparado, y regresando al tema de la brujería, y vagando por intocables nudos de las veces que han ocupado los baños de ese lugar, de manera muy extraña, Sky ese día le empató a la muchacha, ya que prácticamente se dieron el mismo número de duchas. Teniendo en cuenta que una había sido por la misma razón: La piscina.

-¿En serio no sabes cómo llegaste ahí? - Preguntó el moreno con su típica calma. Aria notó su preocupación, pero no podía evitarlo; así que negó.

- Solo recuerdo cuando desperté.
El chico quedó pensativo.

-También me han estado pasando cosas extrañas. - Dijo. Aria recordó todas las conversaciones que había tenido con su compañeras de cuarto, y aunque ella fuese completamente normal en cuanto a todo lo que contaron, Sky también tuvo que haber pasado por algo similar aunque fuese como ella.

- ¿Cómo? - Preguntó curiosa, Sky solo abrió la boca y se vio interrumpido por Gilgamesh. A lo que el joven solo le hizo señas de que esperase, que se lo contaría luego.

- ¡La solución! - El muchacho había regresado con una guitarra acústica en la mano y una gran sonrisa. Y para sorpresa de todos no tardó en entrar y comenzar a dar órdenes. - ¿Matt, todavía tocas?

- ¿Quién me crees?

- ¿Ashtton?

- Por supuesto que recuerdo. - Reaccionó con una sonrisa ante su apellido y tomó la guitarra sin más. Gin sonrió y miró un momento a Lexi, que con un movimiento de cabeza le pidió ayuda, aunque ella solo lo miró confundida. - ¿En serio quieres hacer esto? - El pelirrosa lo miró con sospecha y diversión. El peliblanco solo se encogió de hombros.

- Necesitamos música, en otras palabras, ambiente. Además… Verano, noche de celebración, no se puede terminar sin un poco más de música  en vivo ¿No? - El joven sonrió y no tardó en buscar un asiento cercano, y comenzó sin esperar mucho a comprobar las cuerdas y su sonido, era algo complicado sin una referencia a mano, pero podía hacer algo según lo que recordaba.

- ¿Vas a cantar? - Preguntó de la nada sin quitar su atención de la guitarra, así como los demás curiosos por entender cómo se las arreglaba para mejorar el sonido de aquel instrumento. Gin pareció absorto ante la pregunta en cambio, pues parecía que no estaba en sus planes aquello de ser el vocal.

- ¿Por qué no? - Terminó por decir. Nylah al escuchar esto sonrió, tenía tiempo sin escuchar al joven cantar, solo tarareaba de vez en cuando, pero no era lo mismo a que cantase. - ¿Me ayudas? - Miró a Lexi, quien solo se señaló. El chico asintió. Y Nylah se preguntó el por qué no le dijo nada a ella, después de todo, ya habían cantado antes juntos, cuando al muchacho le daban sus ataques de “inspiración” y necesitaba escuchar de alguien más el cómo quedaba. Claro que a veces resultaba torpe, pero según él, nunca había estado mal.

- Nunca me has escuchado cantar. - Le dijo cuando se le acercó.

- No es tan necesario. - Dijo sin más. Escuchó el rasgueo de la guitarra y sonrió al mirar a Matt. - Así está bien. - El joven levantó la cabeza, no esperaba que con un solo rasgueo el peliblanco supiese que todo estaba ya acomodado en su lugar. Acordaron en una canción que los tres se supiesen, y aunque fue difícil de encontrar pudieron dar con una.

Todos buscaron donde sentarse y bocadillos para disfrutar de lo que iban a presenciar, a pesar de ser un club era la primera vez que verían a Mattheus tocar la guitarra, y por supuesto a los otros dos cantar, pero ellos era más irrelevante para la mayoría puesto que recién los conocían. Excepto para Sky, él ya había escuchado a Matt tocar y hasta cantar, por lo que no sentía que se perdía de mucho si se iba en ese momento, pero estaba con todos, y además Aria se notó curiosa, claro que no de una manera tan vistosa como el rostro de Saori, que con cierto brillo en los ojos sentía que iba a presenciar un nuevo acto de fuegos artificiales. Blacke comenzó a vitorear un poco antes de que comenzasen, a lo que los demás rieron un poco por su ánimo, pero como iba a grabar, nadie le podía quitar ese sentimiento del momento. Ni Yuu que solo se quedó cruzado de brazos junto a la ventana mientras observaba el exterior. Y antes del comienzo, solo un segundo, no supo si fue paranoia, pero notó cómo alguien caminaba por el jardín a paso bastante pesado, pero lo dedujo como la dueña de la casa, no había nadie tan mayor en ese lugar tampoco como para tener esa postura y ese paso tan prosudo. El problema fue cuando desapareció sin más. Pensó en decir algo, pero de inmediato, el cantar de la guitarra inundó el cuarto, todo estaba cerrado, y la habitación era relativamente pequeña, por lo que ayudaba a que un efecto eco llegase sin problema a todos.

La melodía era suave, y agradable, simples toques que daban a cuestionarse que clase de canción iba a ser aquella. Y luego la ahumada voz de Gin se dio a notar de ninguna parte, haciendo juego con el suave sonar de la guitarra. Y todo era silencio excepto por ellos. Aquella suavidad era perfecta para sentir que podían echarse una siesta, era relajante y cómodo, tanto como para olvidarse de lo malo y angustioso por un pequeño momento de magia, algunos reconocieron la canción, y ya se esperaban la participación de Lexi, mientras otros, realmente no sabían ni de dónde había salido aquello. Solo coincidían en que de hecho, ambos muchachos tenían un talento que les habían ocultado. Si hubiese estado a las afueras con una fogata, sería perfecto.

https://youtu.be/hKSPHuh9Yz4 have fun (?

Lexi, no tardó en continuar cuando Gin se calló, a diferencia ella tenía una voz más limpia y aguda en relación, era difícil ver que sus diferentes tonos combinacen, pero cuando comenzaron las partes a dueto, la sorpresa era más que nada, por lo bien que se mezclaron, con un contraste bastante único pero bonito, una perfecta canción de cuna, si no fuese que estaban hablando de romance. Y es que en ese momento, la realidad es que aunque pensaron en una canción tipo: “What’s New Pussycats?” Gin dijo que no, pues tenían que dar un mejor ambiente, obviamente estaba jugando un poco con los demás, pero a Matt no te importó, y Lexi lo comprendió de alguna manera, y no iba a rechazar aquello.

Los aplausos de sus amigos no se hicieron de esperar al cúlmino, y el pedido de otra canción por parte de Blacke animó a que los demás lo imitaran, y ellos con un acuerdo de miradas, no se dejaron intimidar y continuaron dos canciones más, con un ritmo más animado y que despertó un mayor entusiasmo en sus escuchantes.

De vez en cuando era gracioso verlos tomando mientras seguían cantando, en la segunda corearon algunas partes y en la tercera ya cantaron todos. Menos Sky, Aria y Yuu… ellos… Son un caso especial (?
Continuaron, de una manera, que Gin no dejó la oportunidad para ofrecer un poco de licor a los demás, y algunos aceptaban (Matt, Lexi, Nylah, Sky que por curiosidad dio un sorbo y Yuu), y mientras otros rechazaron desde el momento en que lo veían cerca. (Saori, Coss, Blacke por su cámara y Aria.)

La habitación en un momento se llenó de risas, eso quizá llamaría la atención del Sr Patrick, pero nunca llegó a decirles nada. Aria y Saori les pidieron que bajasen la voz, pero para algunos ya era demasiado tarde.

-¿Y eso por qué? - Preguntaba Nylah con mucha risa esperando a que Aria le contestara, la misma solo suspiró pesadamente. No le bastaba con el hecho de que Sky se había quedado dormido en su hombro (¡Solo había dado un sorbo y eso lo dejó fuera de juego!) Sino que tenía que soportar las risas de Nylah, que contagiaban a Blacke y se reía cuando volteaba a verla, por supuesto, no perdía la oportunidad de grabarlos en ese estado. Luego se acercó a Gin, este parecía normal.

- Es como agua para ti ¿O qué? - Le preguntó.

- Oye… no soy el único. - Le sonrió señalando a Lexi que estaba frente a él, y quien no tardó en dar un saludo a la cámara con la mano y luego a Matt que se encontraba al otro lado.

- Pero eres el que más ha bebido, desde el principio de hecho.

- Se puede decir que tengo buena resistencia. - Se encogió de hombros. Blacke pareció decepcionado y fue con Matt, quien estaba conversado con Saori y Coss.

- ¿Y cuándo aprendiste a tocar la guitarra? - Preguntó animada la más joven, Matt contestó con su siempre amable sonrisa.

- Tengo tiempo con ello, desde pequeño.

- Quien diría ¿No? - Se unió el castaño, Matt primero lo quedó mirando confundido y apuntó a la cámara.

- ¿Estás grabando? - Recibió un asentimiento como respuesta. - ¿Todo? - La acción se repitió, y Matt rió con ganas.

- Cuando nos vayamos y enseñes eso, muchos estarán avergonzados, bastante.

- Esa es la idea. - Concluyó. Coss solo los miraba tranquila, no tenía de qué hablar realmente, y no sentía la necesidad de, pero luego se encontró con el lente de la cámara frente a ella, aquello le sorprendió y hasta dio un leve brinquito con los hombros. - ¿Y?

- ¿Y…? - Preguntó al alejarse un poco, tratando de que fuese imperceptible y mirando a otro lado.

- Es divertido ¿No? - Su rostro sonriente salió de detrás de la cámara por un momento, Cossette lo miró por un largo segundo, y luego solo asintió levemente. En cuanto el chico se alejó no tardó en prenderse del brazo de Saori. La que al notarlo la miró y le dio una sonrisa relajante, ella suspiró en calma.

- ¿Y Tu Yuu? - Preguntó, y no recibió más respuesta que el rostro de Yuu enfocado en el paisaje del jardín. - Tierra llamando a Yuu. - Dijo, el nominado entonces, elevó el mentón a lo mucho un centímetro, y dijo:

- ¿Crees que la Luna emita un tipo de radiación peligrosa?

- ¿Qué? - Se sintió descolocado.

- Tu sabes, algo que nos altere, es decir, altera el mar ¿Acaso a nosotros no? - Y miró a su amigo, quien se notó más confundido y pronto estaba aguantando la risa.

- No lo sé… quizá… Queso. - Respondió como lo primero que se le ocurrió, y esperando una negativa, escuchó.

- ¡Eso! El queso hace daño para varias cosas, no sería extraño que afectase el curso de universo, es decir, mueve dinero, mucho más de lo que haría solo la vaca… - Y así un extraño discurso del Yuu perdido comenzó, Blacke lo dejó ser, y se mantuvo preguntando cosas y dando ideas, un momento así no tendría jamás de nuevo.

- ¿Ves lo que has ocasionado? - Sonrió Lexi en mofa del espectáculo que se había formado, Gin se encogió de hombros.

- Somos jóvenes, está bien, todos aquí son muy reprimidos en primer lugar.

- ¿Todos? - Preguntó al ocultar su sorpresa. - ¿Te incluye?

- ¿Lo parezco?

- El que más. - Gin dio una carcajada simple e irónica.

- Creo que tienes buen ojo para estas cosas. - Aceptó simplemente.

- No creo que sean los ojos…

- ¿Sentido? - Levantó las manos mostrando que le daba muy igual que fuese realmente, Lexi solo fingió demencia, Gin sonrió divertido, y Lexi le imitó. - Lo que sea, eres buena con estas cosas, es decir, por alguna extraña razón te ganaste rápido la confianza de alguien como Nylah, y hasta un poco de Aria al parecer, eso es bastante a mis ojos.

- ¿Ahora son los tuyos? - Gin volvió a reír, ella lo imitó.

- ¿Qué se traen? - Preguntó por fin. Lexi negó.

- Cosas de chicas, privado.

- Parece que no le voy a sacar nada por ahora. - Dio un sorbo más a su vaso, Lexi solo lo observó. Sospechaba demasiado, no sabía si siempre había sido así, pero era molesto hasta cierto punto, por otro intrigante, que entre todos, solo él tuviese la curiosidad de preguntar eso.

- No lo sé. - Gin dejó el vaso en la mesa y se encogió de hombros.

- ¿Al menos sabes dónde hay un baño por aquí?

---


Salió de esa habitación, Lexi le había dicho que una puerta después le había entendido al Sr. Patrick que había uno. Él sin perder tiempo fue sin más. No iba a estarle pidiendo a alguien que lo acompañase.

Y por ello quizá, llegar a dicha puerta se le hizo eterno, sin bien solo dio 10 pasos, sintió que se triplicaron cuando el pasillo se alargó ante su borrosa vista.

En cuanto llegó prendió el foco y cerró la puerta. Se acercó al lavavo y se lavó el rostro restregándose la cara con fuerza, por alguna razón sentía nauseas. Lo cual para él no tenía lógica, no si era cosa del alcohol, era imposible.

- ¿Acaso me he vuelto débil? - Se preguntó antes de destapar su rostro que goteando, se reflejó en aquel espejo, se veía agitado, era como si en ese corto camino hubiese cargado su peso multiplicado muchas veces, realmente se sentía pesado, y su cabello desordenado lo comprobaba.

Una vez más se lavó el rostro, y se mantuvo en un leve trance repitiendo lo mismo hasta cuatro veces. Sentía algo a sus espaldas, como si lo observasen. No quería voltear, y tampoco mirar al espejo.

Él sabía que estaba solo. Tragó en seco al intentar mentalizarse y respiró profundamente unas diez veces para calmarse. Le recordaba a los ataques de ansiedad que había vivido algunas veces en el pasado, solo que ahí se podía mantener en pie sin problemas. Por eso sabía que no estaba borracho, sabía que no era el alcohol y que estaba completamente consciente.

Levantó la mirada, y lo primero que percibió fueron sus ojos azules en pánico. Justo detrás, la sombra de la chica que había visto anteriormente estaba ahí, ya no como Nylah, sino como quien era, parecía brillar con aquella sonrisa dulce y madura, ojos amedrentados y cabello rojo.

No, era plateado en realidad, lo rojo goteaba, goteaba sin parar, tanto que tuvo que voltearse para asegurarse  y ya no estaba, solo quedó el pequeño charco oscuro en la blanca baldosa, el cuál desapareció en cuanto sacudió su cabeza, y así mismo toda la pesadez se fue, sentía como su cuerpo volvía a sentirse normal, aunque podía jurar que aquel baño se transformó de la nada en el escenario de un crimen, así mismo como llegó se fue, por tanto era una locura dar aviso a alguien más.

Regresó a mirarse al espejo, solo él, y de esa manera toda su cabeza terminó siendo inundada desde el grifo, una vez lo cerró parecía que se había dado un baño, por lo que intentó secarlo como pudo.

Había una toalla de manos justo al lado, la que no dudó en usar al notar que estaba limpia, irónicamente, en su visión anterior también tenía parches de sangre. Salió de ahí olvidando por completo que su priner intención era usar el excusado, para sustos ya podía estar agradeciendo que no hubiese sido lo contrario.

Regresó con los demás, y solo notó el mal estado de muchos, Matt ya estaba en planes de llevar a Sky al cuarto, estaba muy dormido, pero medio pudo despertar como para poderlo llevar cargado del hombro.

- Ya es hora de terminar con esto. - Le dijo, Gin solo se aguantó la risa y luego asintió. Buscó entre las personas y Blacke estaba ayudando a Yuu para que no perdiese el camino.

Nylah seguía riendose de todo, y aunque Lexi también le dijo para que se fuesen a descansar, ésta se negó entre más risas. Aria no es que pudiese hacer mucho por ello tampoco. Saori las miraba preocupada, por lo que Gin decidió acercarse.

- ¿Necesitas ayuda? - Preguntó, Lexi lo miró y suspiro.

- No sabría decirlo. - Sonrió. Él quedó frente a la pelinegra, quien lo quedó mirando bastante atenta.

- Gin… - Murmuró a penas, el muchacho prestó atención. - ¿Sabías que te ves como un anciano con esas canas? - Y volvió a reír con fuerza, los demás que ecucharon aguantaron la burla, pero esto no pasó desapercibido por el peliblanco.

- Eso me hace mayor ¿No? Entonces debes de obedecerme. - Dijo. Y la tomó de la mano para comenzar a caminar. Ella se tambaleó casi cayendo.

- Siempre has sido un anciano. Continuó riendo. - Gin suspiró.

- Me puedo encargar de esto, sigan. - Dijo simpemente. Aunque Matt ya había avanzado hasta la puerta con Sky, detrás iban Blacke y Yuu, éste último continuaba con sin sentidos.

- Estamos yendo a Narnia.

- Sí, sí. - asintió el castaño ya un tanto cansado. Era bastante tarde y no sabía ni como haría para despertar a tiempo para el desayuno del día siguiente.

- ¿Podemos confiar en ti? - Preguntó Aria con sospecha. Gin rio.

- Por favor, esta cosa es un niño. - Gin sonrió al señalar a Nylah. Aria rodó los ojos  y solo avanzó junto a Saori y Coss, la pelirrosa ya se notaba cansada también, Coss si estaba un poco más despierta, gracias a los desvelos de animes y más cosas. Pero no era mentira que había sido un largo día para todos.

Lexi las siguió después de notar que la solución de Gin fue tomar a Nylah como princesa mientras esta pataleó un poco con mala cara, pues aunque estaba cansada, él no había desaprovechado el momento para decirle: “Has engordado” de una manera bastante natural, como si estuviese acostumbrado a decírselo por a o b motivo.

- Eres tú quien se ha vuelto debilucho. Ah, siempre lo has sido. - volvió a reír. Gin solo sabía que las demás chicas iban a unos pasos frente a ellos, lo que de alguna manera lo ayudaba a los nervios que se habían revuelto.

- ¿Ah sí? - Su rostro se mostró monótono sin dejar de mirar al frente. Ella asintió, él no la vio pero si supo que lo había hecho por el pequeño sonido de afirmación que salió de ella. Si la anterior frase ya había salido somnolienta, aquello solo fue el punto quiebre en el que la chica se comenzó a acomodar en su pecho para empezar a dormitar. Por consiguiente su paso se hizo más lento, alejándose un poco de las demás chicas, y olvidándose que debía de mirar al frente.

Clavó sus ojos en la chica, quien parecía un poco incómoda por la posición, pero que aun así dormía como si nada. Respiró profundo para sacar un suave suspiro, seguía siendo una niña, no tenía duda.

- Eres una mocosa, aunque crescas de estatura, lo seguirás siendo ¿Sabes? - Habló bajo, sabía que no lo escuchaban, ya que frente a él iban echando charla, de esa manera seguramente sentían más confianza de andar por los oscuros pasillos. - Aquella vez fue igual, bajaste la guardia de esta manera ¿Entonces cómo esperas que me quede con los brazos cruzados? - Miró un momento al frente seguían en su charla, él reprimió una burla a su persona, y después lo escuchó, su nombre, no por un extraño viento que pasaba, no. Sino por la suave y drogada voz de Nylah, lo cuál lo terminó por encerrar y embriagar, sí, estaba un poco borracho, aunque se lo hubiese negado antes, lo estaba a cierto nivel. Ella solo lo hizo peor, lo convirtió en droga peligrosa, haciendolo pecar de travieso y juntar sus labios en un corto y olvidado beso. Ella no lo recordaría, así como no sabía de la existencia del anterior, pero en cuanto se separó para regresar su vista de dónde no debía de haber sacado se pronetió que no la iba a dejar beber nunca más, no en esa mansión, ni su presenecia, como mínimo.


---


Una vez en la habitación de las chicas (la que no le era desconocida) dejó a Nylah donde le indicaron, y se retiró al desearles buenas noches.

Cuando llegó a su habitación con bastante calma, Mattheus, que ya estaba en sus ropas de dormir, parecía un poco pensativo en su cama, mientras que Sky dormía como roca, no se movía,  y el único sonido que producía era el de su tranquila respiración.

Gin entonces recordó que necesitaba ir al baño, y sin decir nada pasó al lugar mencionado, al menos en ese monento no había nada raro, quizá hasta aprovecharía a darse una ducha rápida, así refrescaba su mente, no estaba en sus cinco sentidos, eso lo notó en cuanto se le ocurrió la maravillosa idea de besar a Nylah porque sí. Se sentía idiota, lo era, pero no le gustaba actuar como uno, y aun asi, lo hizo.






Y así haces cuando no tienes internet... terminas las contis que dejaste comenzadas desde el año pasado o más (?
Pdta. La disque escritora de esta mierda no se responsabiliza por sangrado ocular ni derrame cerebral ante contenido inapropiado para la buena salud mental ni vocabla (??
Gracias por su atención, son un público maravilloso, que tengan lindo año (?

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Mensaje por Mar. Sáb 10 Ago - 20:25

PARA ENTRAR EN AMBIENTE:


Escuchaba el sonido de las gotas de lluvia golpeando el vidrio de la ventana. Ello la sacó de su ensoñación, por más que intentaba tener los ojos cerrados, no podía volver a conciliar el sueño. Fijó su atención en aquel ruido, ¿era lluvia? ¿Estaba lloviendo? Prestó más atención. No...Eso no podía ser la lluvia, era más constante, más intenso, eran como pequeños golpes en la ventana. ¿Alguien estaría tocando la ventana?
Abrió los ojos de golpe.
Su habitación estaba en un segundo piso, así que era imposible.
La habitación aún estaba a oscuras, se giró en la cama y observó sus dos compañeras aun durmiendo. Corrió las sábanas y se colocó de pie, despacio y con cuidado. No podía sentir nada raro, por lo que se armó de valor y empezó a caminar hacia la ventana. Iba paso a paso, con cuidado de no chocar con ningún mueble y fijando su vista en la pequeña ranura entre las cortinas de tul que dejaba ver el cielo azulado. Iba concentrada en los pequeños golpeteos.
Toc, toc, toc…
Se detuvo de golpe en medio de la habitación.
Toc, toc, toc…
Su cuerpo se inmovilizó, lo sintió pesado y su garganta seca.
Toc, toc, toc…
Su respiración se volvió irregular. Giró lentamente… Ese sonido…
-No puede ser -
El sonido no provenía del vidrio de la ventana, sino del vidrio del espejo. Aquel que se encontraba al lado de ella. No quería voltear, no quería mirar, pero algo la obligaba. Lexi miró de reojo y  fue observando como una silueta negra se iba formando.  Se giró lentamente hacia el espejo y en ese momento… unas manos saltaron desde el fondo golpeando el vidrio del espejo, haciendo que ella soltara un grito y cayera hacia atrás.

----
Toc toc toc
-Aria, abréme.
Toc toc toc
-¡Aria! Abre, me quedé afuera.
Toc toc toc
-¿Aria?

¿Qué podía hacer? No podía moverse. Abrió los ojos en el preciso momento en que escuchó los toques en la puerta e iba a levantarse al escuchar a Nylah llamándola desde el otro lado, pero cuando abrió sus ojos y estos se encontraron con la imagen de la pelinegra durmiendo justo en la cama de al lado, empezó a temblar. Sintió frío e intentó cubrirse con la manta. Cerró los ojos, mientras la voz seguía imitando a Nylah y la seguía llamando, aún más insistente, mientras movía la perilla. Llevó sus manos hacia sus oídos e intentó encogerse aún más dentro de las sábanas. Y fue cuando lo escuchó… los gritos y golpes cesaron. El sonido de la perilla también, pero el chasquido de la puerta hizo que abriera los ojos de golpe. La puerta se abrió lentamente haciendo un chillido desgarrador.
Un paso.
Dos pasos.
Tres pasos.
Aria cerró sus ojos nuevamente y lamentó que su cama esté tan cerca a la puerta. Sintió frío y su cuerpo pesado. Sintió como alguien se movía dentro de la habitación y se aproximaba a ella. Estaba a solos unos pasos. Se iba acercando cada vez más. Lo sintió al lado.
-¿Aria? ¿Por qué no abriste?- esta vez no era la voz de Nylah, esta vez, era una voz tergiversada que no pudo reconocer. Lo sintió sobre ella y sintió como sus sábanas empezaban a deslizarse sobre su cuerpo y de pronto, sintió un tirón en sus pies. Ella gritó.

---

Ella había escuchado, había escuchado a sus dos amigas gritar pero no podía hacer nada. Su cuerpo no se lo permitía. Nylah estaba en su cama con el cuerpo inmóvil, por más que intentó moverse algo no se lo permitía. Cuando escuchó a Lexi gritar intentó levantarse pero no lo había conseguido. No podía hablar, no podía gritar, no podía moverse. Sintió como unas frías manos la abrazaba desde atrás y escuchó claramente, como una voz le susurraba en el oído: “No puedo dormir”
Nylah cerró sus ojos e intentó moverse, pero la presión en su pecho se hacía más potente. La respiración se le cortaba. Intentaba gritar pero no podía.  
“Vendrás conmigo”
Y de pronto, el grito salió desde lo más profundo de su ser, logrando el sentarse sobre su cama con la respiración agitada y llena de sudor. Se giró y sus dos compañeras se encontraban en la misma situación. El grito de las tres se había fusionado en uno mismo y ahora estaban recuperando el aliento. Lexi dio un brinco sobre su cama y corrió a encender la luz. Las tres se miraron, tenían algunas lágrimas en los ojos.
-¿Les parece dormir con la luz encendida? - soltó Lex aún con la respiración entrecortada.
-¿Juntas? - siguió Ny. Y pronto, las tres se fueron a la cama de Nylah, que era la de mayor tamaño y sin hablar del tema, intentaron volver a recobrar el sueño.

---------

Abrió los ojos lentamente. ¿Qué había sido ese sueño? Lexi y Aria aún dormían. Observó por su ventana, detrás de las cortinas de tul, podía notar el brillo matutino.  Caminó hacia allí y con una mano movió la tela dejando en descubierto aquel vidrio, apañado por el rocío de verano. ¿Qué clase de sueño había sido ese? Había sido diferente a los otros sueños que la habían atormentado desde que llegó a esa casa, éste realmente le había causado un impacto en el corazón. Pero no podía recordar de qué se trataba. Tomó aire y más decidida se encaminó al cuarto del baño. Cuando salió de ducharse se detuvo frente al espejo. Observó su rostro, se notaba cansado. Se obligó a sonreír.
-Te ves más linda cuando sonríes – Dio un pequeño brinco y se giró, allí, al lado de la puerta se encontraba MaryAnn observándola con sus grandes ojos castaños.
-¡Cielos! – llevó su mano al pecho. –No me di cuenta que estabas aquí.
MaryAnn la observó, como si estuviera analizando algo en ella y finalmente sonrió.
-Estás bien, menos mal.
-¿A qué te refieres? - preguntó Nylah. MaryAnn solo atinó a sonreír.
-Juguemos hoy, Nai Nai
-Espera. Dime, a qué te refieres.
-Juguemos hoy, en la tarde en el laberinto. Los estaré esperando - Y sin más se fue. Nylah se quedó pensativa. ¿Es que ella sabía de algo de lo que les había sucedido anoche?
Salió del baño y se fue a cambiar.

-Buenos días.-
-Hola, ¿lograron dormir?-  preguntó la petiza. Las tres intercambiaron miradas, pero ninguna se atrevía a mencionar lo que había pasado la noche anterior.
-¿Qué fue eso?
-Honestamente, no lo sé - Lexi miró sus manos. -Es la primera vez que no pude percibir nada. Incluso ahora, no puedo percibir nada. ¿Tú Ny? - ella negó con la cabeza.
-¿Habrá sido sugestiones? Digo, ayer se fue la luz, hablamos de historias de terror y además el trago…- Aria intentaba buscarle una explicación.
-Puede ser - Lexi se giró a Ny, quién se había quedado meditabunda. -¿Está todo bien Ny?
-¿Eh? Sí, es que, luego de eso, tampoco pude dormir mucho - se excusó la petiza. -En fin, ¿vamos a desayunar? - dibujó una sonrisa del rostro y ambas compañeras asintieron.

------

Bajaron al comedor.
-Vaya, y yo que pensé que se levantarían a las 12 - soltó Gin socarrón. Él, Matt, Sky y Yuu se encontraban comiendo.
-La sorpresa es mutua - soltó Lexi, mientras tomaba un plato y empezaba a servirse el desayuno.
Sin darse cuenta, ambos empezaron una conversación, que aunque banal, parecía ser solo de ellos dos. O eso sintió Nylah, quién sin decir nada, tomó asiento al lado de Matt y Yuu. Sintió una sensación extraña, lo mismo que había sentido ayer en la reunión antes de atreverse a tomar un trago de un sopetón e intentar perderse en los estragos del alcohol, pero aun así lo seguía sintiendo. Era una punzada en el pecho, una espada que se estaba volviendo familiar cada que observaba al peliblanco. Sus miradas se cruzaron y ella lo esquivó velozmente y llevó su taza con café a sus labios.
-No te ves de muy buenos ánimos. ¿Qué pasa petiza?- Matt se volteó hacia ella y la observó con esos ojos rojizos y ella sonrío, él siempre preocupandose por las personas.
- No es nada, solo que no dormimos muy bien.
-¿En serio? ¿Y eso? ¿Resaca?-  se burló él.
-¡Nada de eso teñido! - soltó la joven aunque con una ligera sonrisa. - Por cierto... - Ny se acercó a su oído para hablarle sobre la cita de juegos con MaryAnne y esté, luego de la sorpresa inicial, accedió.

Gin simplemente la observaba desde el otro lado de la mesa, no quería inmiscuirse, pero sabía que en algún momento tendría que hablar con ella.

-Yuu ¿Y dónde está el chico cámara? - Yuu simplemente alzó los hombros antes la pregunta de Lexi.
-Durmiendo, supongo.
-Y ya volvió a ser el mismo borde de antes- rió por lo bajo la rubia.
-Entonces… ¿Cuándo lo repetimos? - esta vez, la pregunta fue para todos.
-------------------------------

Blacke se encontraba en su habitación, había cerrado las cortinas y estaba concentrado en su computadora. Había aprovechado en descargar la memoria de Cally y de paso, ver los videos que habían grabado. Había iniciado por los últimos. Los vídeos de la reunión parecían divertidos y eso, sin duda sería un buen recuerdo pero algo le llamó la atención. En algunos vídeos la imagen parecía entrecortarse, en otros había luz o se distorsiona. Pensó que era a causa de la batería de Cally o en la borrachera había apretado algo. Así que no le dió mayor importancia y copió las fotos. Sin querer, dio doble clic y las fotos se colocaron en presentación, pronto el castaño abrió los ojos de sorpresa… Lo que acaba de encontrar podría causar impresión a todos.

--------------------------------
-Coss, ¿ya estás lista? - preguntó la pelirrosa desde el tocador en su habitación,su amiga se había metido al baño hacía varios minutos y aún no salía, por algún motivo, quería bajar a desayunar rápido para encontrarse con los demás. Después de anoche, sentía una revitalización increíble. Sonreía hacia su reflejo, mientras peinaba sus coletas y tarareaba una de las canciones que había cantado con todos ayer. Sentía que por fin, todos se estaban integrando, ya parecían un club de verdad.
-Coss - volvió a llamar e hizo el ademán de levantarse, pero justo la castaña salió del baño y se quedó observándola. Sus ojos violáceos se abrieron de par en par y su mirada se fijó en su compañera al otro extremo de la habitación.
-¿uh? ¿Qué pasa? - Coss tragó saliva y con un ligero tinte de nerviosismo alzó su mano apuntando hacia el espejo. Saori no entendió pero igual se giró y su rostro ensombreció. Su reflejo la observaba fijamente, con la cara sonriente y los ojos fijos en ella. Saori dió un salto hacia atrás y soltó un grito. La puerta se abrió de golpe y Black entró, ambas se giraron hacia él y cuando volvieron la vista, el reflejo de Saori no estaba, solo se veía la realidad reflejada.
-¿Están bien?
-Yo… quiero salir de aquí- lloró Saori levantándose y yendo hacia Cosset, quien la sujetó del brazo. Ella también se había asustado.
-¿Qué pasó? ¿Por qué gritaste?
-El reflejo. El reflejo me estaba…- Black se giró pero no vio nada anormal en el espejo.
-Salgamos, tengo que mostrarles algo a todos - dicho esto, los tres salieron de la habitación.



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Hola! Bueno, sé que esto es como un poco mucho [Roll-P] Siniestra aventura. - Página 3 644295  pero tenía que poner mis ideas antes que se pierdan. Llevaba intentando hacer esta conti hace mucho, y al final salió otra cosa. Espero que lo entiendan y algún día lo continúen~


Última edición por Mar. el Sáb 28 Mar - 18:21, editado 1 vez
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