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A Different Love Story!
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Re: A Different Love Story!
Ay! por dios pero esta esta de locos!!!!
Me encana me facina lo adoro ^^ encerio... pero me deja una sensación media fea lo de Brianna... ¿Qué ira a hacer ahora? además lo de Norman tambien (Para sete franca en este fic Norman no me cae muy bie que digamos) ¿defendera a su querida (idioa) hijita? ¿O notará algo familiar en May?
UY ahora con e capi... fabuloso... el beso... las peleas... las agarradas de las greñas xd !todo!
en fin espero conty super anciosa...lo digo encerio !quiero saber que pasa! T.T
cuidate! bue!
Me encana me facina lo adoro ^^ encerio... pero me deja una sensación media fea lo de Brianna... ¿Qué ira a hacer ahora? además lo de Norman tambien (Para sete franca en este fic Norman no me cae muy bie que digamos) ¿defendera a su querida (idioa) hijita? ¿O notará algo familiar en May?
UY ahora con e capi... fabuloso... el beso... las peleas... las agarradas de las greñas xd !todo!
en fin espero conty super anciosa...lo digo encerio !quiero saber que pasa! T.T
cuidate! bue!
kendra- **Miembro*Contest**
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Edad : 31
Cumpleaños!! : 26/08/1993
Mi llegada : 24/05/2009
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Re: A Different Love Story!
Hahaha. Esta vez ustedes se han lucido con sus comentarios.
¡Hola! n.n Lamento haberme demorado..., es que ando algo ocupada x'D Y bueno he pasado llorando todos estos días por estupideces. Pensé que era el colegio lo que me ponía así pero parece que lo llevo conmigo siempre x'D
Como sea, ahora eso me causa risa. Y siento un cosquilleo en la pansa de la emoción porque leí sus comentarios >w<
Kya~! Las adoro, todas son mis onee-chans, así que me pueden decir onee-chan. Para mí es un enorme honor *o*
Bien... Y ahora el capi.
Espero haya valido la pena la espera y la intriga nOn
«¡Oh!, miren. ¡Hemos llegado al capi 14! >w< Según Word son 113 páginas :'D ¡Qué emoción! >w<»
Mayra Balance había recibido la noticia de que su hija se había metido en un nuevo problema y eso la había puesto histérica. A penas había dejado el pincel en su respectivo lugar, salió despavorida por la puerta principal sin escuchar los quejidos de Kohana.
May le había prometido que no volvería a hacer de las suyas. Aún lo recordaba, y aunque su mente le decía «solo es una adolescente, es común que suceda», su instinto de madre aclamaba darle una reprimenda. Sus días habían sido tranquilos, Max pasaba fuera del departamento cuando no hacía tarea pero ella sabía que no hacía nada malo.
En cambio, May… A veces no le daba explicaciones para cada salida y siempre la encontraba con el mismo muchacho, ¿Drew, o era Brendan? Ah, claro. Los dos. Y hasta en ocasiones ocupaba el teléfono mucho tiempo. En América no había sido así, ni porque fuera tierna ni rebelde.
¿Y ahora? Justo cuando parecía tener todo bajo control. Los nervios le crispaban. Ya vería esa niña.
Abrió la puerta del escarabajo rojo y lo encendió sintiendo de repente su ronroneo. Pero este empezó a hacer un ruido espantoso sin permitirle avanzar en su camino.
—Ay por Dios, bebé, avanza —musitó al auto esperando que sus súplicas fueran escuchadas—. No me dejes estancada aquí —volvió a hablar sintiendo cómo la paciencia se le agotaba. Miró su reloj. Ya debía estar en el colegio recibiendo la reprimenda del director por el comportamiento de su hija.
Intentó una vez más dar marcha al transporte y este le respondió con un bufido, de nuevo. Sacó su teléfono y marcó el primer número en la lista.
—Jack, venme a ver ahora.
La escuela se abría paso ante sus ojos. No era como si nunca la hubiera visto, porque lo había hecho. Pero ahora, caminar por el pasillo que formaban el color verde del césped hacía que los nervios aumentaran. ¿Qué podía haber hecho May? No era una chica violenta, pero tampoco tan ilusa como para dejarse de los demás. Y ni tanto le preocupaba lo que le pasara a la castaña, sino los daños que pudo haber dejado en otra persona.
Pero tenía que calmarse. No podía pensar en su hija como una delincuente.
—Recuerda tranquilizarte, es solo una chica —habló Jack pasando un brazo sobre sus hombros.
—Sí, una chica que no sabe medir ni sus palabras, ni sus actos —recordó Mayra entrando en la oficina del director.
—Buenos días, ¿en qué les puedo ayudar? —preguntó la secretaria que se veía algo distraída con unos papeles.
—Somos los padres de Balance May —dijo Mayra sintiéndose algo insegura. May siempre había considerado a Jack un buen hombre, y ella se alegraba de eso. Pero aún no le llamaba papá. Ni siquiera padrastro. Así que decir que ambos eran sus padres la turbaba un poco. ¿Cuándo su hija aceptaría la realidad y dejaría de buscar en cada rincón al que viera, un padre?
Porque Mayra era consciente que cuando estaba con su hija, esta pasaba mirando a cualquier lado buscando caras conocidas. Y aquella costumbre acrecentó cuando llegaron a Japón.
Negó con la cabeza alejando esos pensamientos y se centró en la chica que ordenaba unas carpetas en el escritorio.
—Claro, en un segundo le comunico al director. Pueden sentarse —señaló las sillas y se levantó para avisarle al profesor Oak. Pero Mayra no se sentó. Tan solo esperó parada a que el ambiente tenso pasara y que la dejaran ver a su hija—. Pasen, por favor.
Mayra entró seguida de Jack y otra pareja más, y su mirada se estableció en la castaña cabellera de May. Entre preocupación y enojo. Había otra chica al lado de ella que estaba en las mismas condiciones que su hija, así que dedujo lo que había pasado y se cruzó de brazos.
—¿Podría explicarnos lo que pasó? —Mayra sintió un leve escalofrío correr por su columna vertebral y en seguida se giró, aunque lentamente, a ver al hombre de porte elegante y millonario que se encontraba al lado de ella.
Sus ojos se fueron desorbitando poco a poco y la presión de la sangre en sus venas incrementó, como los latidos de su corazón. Él no la miraba, y ella tan solo observaba su perfil aristocrático. Él… ¿Qué hacía ahí?
¿Cómo no lo había visto cuando había entrado?, bueno… Eso ya no importaba. Pero su cabeza daba vueltas alrededor de esas preguntas. Él… Él había desaparecido de su vida hace tanto. A él lo había olvidado hace mucho. Y él ya no era parte de su vida.
¿Entonces qué hacía ahí? Sus manos empezaron a temblar, y mientras el profesor Oak daba una ligera explicación de lo que había pasado, Mayra no podía desviar su mirada de su rostro. ¿Era eso un sueño? O quizás… una pesadilla. Porque ella había tenido que dejarlo, con el más profundo dolor en su alma. Lo había soñado, lo había recordado y en cada segundo en el que se engañaba pensando en que él ya no era nada, se recordaba lo tanto que lo amaba.
Pero eso era parte del sueño. Porque después de tanto, su imagen no se había borrado de su mente, y ahora él llegaba para perfeccionar su memoria. La pesadilla, se recordó, estaba entre ellos. Y más que eso, en la pregunta curiosa de una adolescente malcriada que solo buscaba a su verdadero padre.
Desvió la mirada asustada hacia su hija y los nervios que en ese momento había logrado calmar se volvieron a encender haciendo que el calor y la tensión aumentaran: May también miraba a aquel hombre con una pregunta tan clara en sus ojos.
Su respiración se hizo más pesada y se agarró fuertemente del brazo de Jack. Este había estado concentrado en lo que decía el director que se dio un sobresalto cuando Mayra gimió de sufrimiento. Un gemido tan callado…, pero demasiado doloroso que desconcertó a todos los que estaban en la sala.
—Señora, ¿desea un vaso con agua? —preguntó Oak al verla en tan mal estado y tanto May como Brianna se voltearon a verla.
—¡Mamá! —May se levantó de su silla buscando su mano. Ella sabía que esos ataques de nervios le daban muy pocas veces.
—Mayra… ¿te encuentras bien? —escuchó la voz de Jack al lado y sintió cómo su cuerpo se desvanecía. Ahora sus rostros asustados y totalmente confusos se hacían nada como la neblina después de una tormenta.
May se había salvado de la enorme reprimenda del director. Pero no de su castigo. Y quizás ni el de su madre… Pero eso no era lo que la preocupaba ahora. No había visto a su mamá en tan mal estado desde hace mucho tiempo, quizás desde la última vez que se dignó a preguntarle por su verdadero padre.
Así que ahora, sentada al lado de ella en la enfermería, buscaba razones para su actitud. Jack había ido a terminar la conversación con el profesor Oak mientras ella se quedaba a cuidarla hasta que el siguiente periodo terminara. Aún estaba en clases pero eso no importaba ahora.
Miró a su mamá como una niña mira a su muñeca favorita después de que ha descubierto que su perro le sacó la cabeza, y para rematarlo, la dejó babeada.
En tanto…, se sentía egoísta. Porque Mayra estaba acostada en aquella camilla de enfermería con la presión muy baja como para siquiera levantarse sola y ella estaba pensando en aquel hombre misterioso. Debería cuidar de su mamá y no dirigir sus pensamientos hacia él… pero era inevitable.
Una sonrisa fue creciendo en su rostro y ella quiso quitar el gesto. Pero era imposible. ¡Ese hombre la hacía sonreír y ella ni siquiera sabía el por qué! Recordaba haberlo visto en alguna parte… ¡Oh, claro! En la revista de su mamá. Y en la televisión. Y…, en el cuadro de aquella sala en la Galería.
Ese hombre era el dueño de la Galería, ¡por supuesto! Cómo no lo recordaría…, pero era el papá de Brianna. Eso la desanimó un poco, y tal como las comisuras de sus labios se bajaron, sus hombros también.
Él, más allá de lo que parecía ser, era el que consentía a esa niñata. ¡Pero si eran tan parecidos! ¿Por qué no se pudo haber dado cuenta? Su desánimo incrementó y se reprendió mentalmente. Ella no era así. Es decir, May Balance, no se desanimaba por poca cosa.
¿A caso se estaba haciendo ilusiones de que él fuera su padre? Ay, por Kami-sama. Claro que no, se recordó pero de inmediato las dudas volvieron.
«No May, no busques más a un padre. Tienes a… Jack. Y si Mayra es feliz con él, tú debes serlo», pensó pero aquello no llegó a su corazón que latía demasiado fuerte.
Se levantó de la silla en la que había estado sentada y empezó a dar vueltas en la sala. Aún recordaba las pistas que había escrito en un papel para descifrar quién era su padre.
La primera… Su padre vivía en Japón, más específico: Tokio. Y, ¡oh por Dios!, estaban en Tokio. Eso era totalmente confirmado…, a menos que Mayra estuviera huyendo de él en América. ¡Pero no podía ser así! Porque —se acercó al espejo en la pared— ella tenía rasgos asiáticos en sus ojos y pómulos. Y aunque no se notaban mucho ya que sus ojos eran saltones, ella sí los delineaba cada día.
¿Cuál era la segunda…? ¡Ah sí! A su mamá le caían mal los ricachones. ¡Y ese hombre era millonario, se notaba!
«No May. Cualquiera puede ser tu padre, menos él. ¡Por Kami! Es el papá de Brianna, y además… Tan solo deja de comparar todas tus pistas con él», pensó poniendo su frente en el espejo. Estaba cansada de eso. Aquello de jugar a “adivina quién es tu padre”. ¡Quería conocerlo y ya! ¿Pero qué pasaría después…? Mayra tenía una relación con Jack. Y Max, su hermano; él también podía salir afectado de eso.
Porque…, conocer a tu padre verdadero implicaba convivir con él un tiempo, ¿no? ¿Y las tardes que él quisiera salir contigo? Claro, si es que le llegas a caer bien, porque si no, lo más seguro es que te deseche a la primera.
Pero ¿dónde quedaba ella? May no estaba siendo egoísta, se dio cuenta. Porque desde la última vez que su madre le había pedido llorando que dejara de preguntar por su progenitor, ella lo había hecho. Se había dado cuenta que a Mayra le hacía daño hablar de eso y había guardado silencio.
Así que conocer la verdad no era ser egoísta. May no quería nada más…, nada más que eso. Y podría encontrar las respuestas, aunque fuera sola —como en un principio—. ¿Pero dónde?
La tercera y última pista llegó a su mente en ese momento. ¡Claro, la Galería! Ese era el punto de encuentro con su padre… Porque a Mayra le daban lindos recuerdos y siempre miraba la fachada del lugar con melancolía. Y el cuadro de la mujer embarazada…
¡Ow! Justo cuando las piezas empezaban a encajar, ese punto enigmático llegaba a ella. Podía dejar esa pieza de lado, es decir; quizás ni encajaba en el rompe cabezas. Pero le causaba tanta curiosidad el hecho de que ese boceto inquietara a ambas castañas.
No importaba. Iría a la Galería tan pronto como pudiera. Y ya que el plazo de trabajar ahí con Kohana se acababa esa semana, le pediría devuelta el empleo. Así de fácil. Además tenía que enfrentarse a Harley —y obviamente a Drew— y conseguir terminar el cuadro.
Esa Galería era muchas cosas para ella, pero más que nada: el punto de encuentro con su padre. Con su verdadera sangre.
Escuchó como alguien abría la puerta de la enfermería, y pensó en Jack. Quizás el director ya le había dicho cuál sería su castigo. Hora de enfrentar su sanción, se dijo.
Pero se sorprendió al ver que no se trataba de su padrastro. Era ese señor.
Este fijó su vista en ella. Al parecer no se había dado cuenta de su presencia. Pero la forma en que la miraba la sorprendió: era como si se conmocionara de su rostro, de su porte, de su cabello, de ella.
—¿Cómo se encuentra? —preguntó entrando completamente a la habitación. May se acercó más a su madre, como prohibiéndole que se acercara. Él lo interpretó así y se quedó parado en media sala.
—Está mejor —contestó fría. Quería ser amable con él, quería preguntarle muchas cosas pero su sola presencia la inquietaba. Quería actuar como una chica agradable, y ni sabía por qué. Quería caerle bien a él y que le dijera todo lo que sabía.
«Pero saber qué, May. Tal vez él no tiene nada que ver contigo», se dijo resignada.
—¿Tú eres…? —preguntó él, mirándola intrigado.
—May —susurró la castaña sintiéndose cohibida—. May...
—¿Balance? —en la voz de aquel hombre había un ápice de esperanza. Él podía estar esperando que ella fuera su hija…
«No, May. No te hagas más esperanzas».
—Sí —asintió dejando ir un suspiro.
—Es tu madre —dijo, aunque parecía más una pregunta. May volvió a asentir observando a la aludida que se removía en la camilla. Norman la miró también, con la dulzura y la confusión impregnada en sus ojos, para luego ser sustituida por el rencor.
—Ella es una gran mujer —dijo May, sintiendo el calor de la mano de su madre entre las suyas.
—Supongo —respondió Norman. Y May lo miró. Ella siempre respondía así.
«¡Ya basta! Entiende que tu único padre es… Jack».
—¿Qué hace usted aquí? —preguntó y se felicitó mentalmente. ¡Había dejado la timidez de lado para avanzar! Ahora él tenía que responder.
—El director Oak me llamó por un problema en el que mi hija se ha metido —respondió sabiendo que ella no preguntaba por ello, aun así la miró reprochándola.
—No hablaba de eso —dijo apartando la mirada apenada. Ella no había comenzado la pelea, pero no quería quedar mal ante él.
«Deja de comportarte como una idiota», se recordó cerrando los ojos.
—¿Entonces… —pero Norman no alcanzó a terminar su pregunta que May lo cortó.
—No de eso. Es decir, ¿qué hace aquí, en la enfermería? —volvió a preguntar mirándolo fijamente esta vez.
—Me preocupó lo que le pasó a tu madre, es todo —respondió acercándose un poco más. May lo miró confusa.
—¿Por qué le tendría que preocupar lo que le suceda a una desconocida? —su voz se fue apagando en un susurro, que él perfectamente pudo escuchar.
—No es ninguna desconocida para mí —y el tono grave que él usó la asustó. ¡Ellos se conocían! Esa era una pista más, él era un sospechoso.
«Un candidato a ser tu padre, querrás decir».
—¿Qué quiere decir? —preguntó cuidadosamente. Como si excederse en alguna palabra hiciera tambalear la pirámide de dudas respondidas que estaba construyendo en ese momento.
—Es algo que quizás no debas saber —dijo él, y esta vez se encontraba al lado de ella, mirando a Mayra.
—¿Por qué no? —su voz salió en un chillido lastimado. ¡Quería dejar de actuar como una tonta mimada! Pero no le gustaba estar excluida en los temas que correspondieran a su madre.
—May… —habló él con tal confianza que parecía que se conocieran de hace mucho—. A veces, ustedes, los adolescentes no logran comprender ciertas cosas hasta que maduran, realmente.
—Pero es mi mamá… —musitó mirando a la castaña recostada. Esta empezó a abrir los ojos poco a poco desorientada.
—May… —susurró volviendo a cerrar los ojos—. Hija…
—Mayra —antes de que siquiera May pudiera responder a su madre, Norman le había interrumpido.
La mayor de las castañas se incorporó súbitamente al escuchar aquella voz y la piel se le puso pálida. Pero aún no lo miraba.
—Mamá… —murmuró May poniendo una mano en su hombro y con la otra empujándola a que se recostara—. No te encuentras bien aún. Será mejor que reposes.
—No, estoy bien —respondió ubicando una mano en su frente. Él estaba ahí, pero Mayra no podía hacer un escándalo, mucho peor frente a su hija. ¡Ella podía sospechar!, y si es que no lo hacía ya. Así que retomó una mejor postura y se sentó completamente en la camilla.
—Llamaré a Jack. Ya es hora de que regreses a casa —dijo May aún no convencida de lo que iba a hacer. Aunque aquel hombre le agradaba y le hacía sentir curiosidad, no sabía cómo reaccionaría su mamá.
—Por favor —dijo Mayra e instó con la mirada a su hija a que saliera de la habitación. May lo hizo, pero no fue más allá de la puerta donde se quedó parada.
Mayra se ubicó las zapatillas ignorando la presencia de Norman. Cuánto tiempo, ¿no?, quiso decir pero las palabras no salían de sus labios. Se levantó cabizbaja y respiró hondo. Él estaba cerca, como hace mucho no lo había estado… Pero ya no era nada para ella. Así que podía tratarlo como a un extraño más.
—Ha pasado mucho —murmuró Norman desde una distancia prudente para lo que ellos eran, “desconocidos”.
—Así es —Mayra levantó la cabeza, sorprendiéndose con lo poco que sus rasgos habían cambiado. Seguía siendo el mismo chico risueño de antes…, solo que con esposa, dinero y empresas por todas partes.
—¿Te gustaría… ir a tomar un café? —preguntó algo dubitativo. Él no era así, pero ella era Mayra. Su Mayra.
—No realmente —respondió sorprendiéndose de sus palabras. Se sentía impotente, enojada. Pero ni siquiera esos sentimientos era para él, sino para ella misma. ¿Quién había dejado a quién? Ella. Ella se había ido. Por cobarde…, o por protegerlos.
—Entonces… —musitó mirando a través de la ventana—. Fue un gusto volverte a ver, Mayra.
Y el oír pronunciar su nombre con aquella cálida voz que ahora se tornaba fría le dolió.
No respondió a sus palabras. Tan solo se marchó por la puerta, sin mirar a ningún lado. Tenía que encontrar a Jack e irse muy pronto de ahí. ¿Pero de Tokio? ¿Tendría eso alguna lógica? Había viajado hasta ahí con la esperanza de que su hija se familiarizara con la tierra en la que nació. ¡Para que conociera un mundo nuevo!
«No seas tonta, Mayra. No viniste por ella, lo hiciste por ti», y ese pensamiento hizo tambalear su decisión. ¿Debía regresar a esa habitación y aceptar hablar con él sobre su pasado?
—No, no puedo —murmuró dejando ir una lágrima que se había quedado en sus orbes esperando salir… así como sus sentimientos—. May tiene razón, debo dejar de ser una chiquilla.
El recuerdo de aquellos días felices junto a Norman le impedía que las lágrimas se quedaran en sus ojos. Estas rodaban como una fuerte lluvia en un día soleado. Porque el sol está radiante y las nubes se ven tan claras, pero las gotas de lluvia son tan deprimentes que opacan todo. ¿Y el arco iris…? No, tan solo es una ilusión óptica; una ilusión que quieres encontrar con la esperanza de que la lluvia valga la pena.
Y si sus lágrimas se debían a Norman… ¿aún lo amaba? La misma pregunta la asustó, y lo hizo más al ver a Jack, parado junto a su auto esperándola.
Como siempre.
May aún no podía creer que su mamá no la hubiera escuchado. Había salido corriendo por la puerta sin mirar atrás, ni siquiera a ella que le insistía en que se quedara. ¡Y nada!
Pero… no había visto al señor ese salir de ahí. Si aún estaba en la enfermería, ella tenía una oportunidad de poder hablar con él y averiguar toda la información que tuviera sobre su mamá y su pasado. Porque si él no era su papá —cosa que le extrañaba pensar— al menos había formado parte de la vida de Mayra cuando ella nació.
¡Sí!
Así que apuró a sus piernas a correr de regreso al lugar de partida y tal como pensó, el hombre de cabellera oscura estaba ahí. Parecía desconcertado.
«Algo pasó aquí», se dijo.
—¿Por qué quería invitar a mamá a tomar un café? —interrogó, ya que él no hablaba ni porque ella había entrado causando ruido con sus zapatos. Norman pareció reaccionar y la miró como si fuera la primera vez que lo hiciera.
—Hace mucho que no la veo, quería… platicar —respondió Norman.
—¿Cómo… hace cuanto? —preguntó cruzándose de brazos y ladeando su sonrisa. Una de sus cejas se había levantado interrogante. El hombre rió negando la cabeza y se acercó a ella.
—¿Qué tanto quieres saber sobre eso?
—Mucho más de lo que usted piensa —respondió sin ponerse a la defensiva. Quizás podía sacar algo bueno de ahí.
—Mira niña —dijo él sin llegar a ofenderla porque su tono era suave—. Tú quieres saber sobre esto, y yo sobre tu mamá. Te propongo un trato.
¿Un trato? ¿Dar información de su mamá a un hombre que la había conocido antes a cambio de saber la verdad sobre su pasado? Era algo interesante…, aunque era como traicionar a su mamá. Pero no se trataba sobre Mayra, era sobre su curiosidad por saber quién era su padre y no podía desaprovechar la oportunidad. Además, no pasaba nada si Mayra se enteraba.
Faltaban algunas horas para terminar la escuela, que se fugara nuevamente no era otro problema. Ya lo había hecho antes y podía pedirle a Ash que la cubriera… No, mejor no. Ash era demasiado despistado como para decir cualquier tontera y dejarla en problemas —aunque no fuera su intención. Mejor le hablaba a Dawn, total, ya se llevaba mejor con la «chaparra» como la llamaba Zoey.
—Trato —dijo respondiéndole el gesto con la mano. Ambos sonrieron.
—Soy Uchida Norman.
—Un gusto, Norman. Soy May Balance —y aunque ya presentado; esto era formal.
Brianna esperaba dentro del auto de sus padres a que Norman llegara. Su mamá estaba junto a ella jugando con sus manos sobre su regazo como lo hacía normalmente cuando su papá no llegaba. Norman se estaba demorando.
—Así que… ¿quién es esa chica? —preguntó la elegante mujer, que había notado una similitud en aquella muchacha.
—Solo una tonta más —musitó Brianna con enojo. Oak la había dejado ir con la condición de que cumpliera con el castigo. ¡Ser tutora de chicos de bajo rendimiento! Y mucho peor… Volver a fregar el suelo de la cafetería, aunque no hubiera sucedido nada ahí.
—¿Ah, sí?
—Sí, y americana, todavía —dijo despectivamente. Su madre solo desvió la mirada a la ventana. Así que americana… ¿eh? Su teléfono empezó a sonar y ella contestó a la llamada.
—Te estamos esperando —musitó y Brianna supo que hablaba con su padre—. Ella está aquí. Sí. Mmm… Está bien. Pero regresa para la cena. Claro, adiós.
—¿Qué dijo?
—No vendrá con nosotras —guardó el teléfono en su fina cartera e hizo señas al conductor de que arrancara de una buena vez. ¿Qué tanto tenía que hacer Norman esa tarde para dejarlas plantadas? Algo le decía que ese era solo el comienzo. Y sus suegros se lo habían advertido.
¡Continuará!
Bien... nwn
¿Qué les pareció? >w< Yo amé este capi y estoy escribiendo el siguiente... Pero no lo subiré pronto porque quiero dejarlas con la intriga! Muahahaha...
Oqno x'D Ya la historia va tomando forma ¿se dan cuenta? :'D
Bueno, quiero hacerles preguntas.
Respondan porfis >3<
Ok, ahí va: ¿cómo se supone que sabes que estás enamorado/a? O sea, los síntomas y eso x'D
No es para mí, lo juro ¬¬U
Es para mi inocente curiosidad :3
Hahaha, ok. Ya, ya. Dije preguntas así que la siguiente es... ¿Cómo están? nwn
Yo ando súper bien. Algo cabizbaja pero a la vez hiperactiva ¡LOL! Pero más que nada feliz porque el 22 de febrero mi blog cumplió un año! nOn Yay! Yay! Yay!
Ahora sí, nos vemos~
Sayonara! nOn
¡Hola! n.n Lamento haberme demorado..., es que ando algo ocupada x'D Y bueno he pasado llorando todos estos días por estupideces. Pensé que era el colegio lo que me ponía así pero parece que lo llevo conmigo siempre x'D
Como sea, ahora eso me causa risa. Y siento un cosquilleo en la pansa de la emoción porque leí sus comentarios >w<
Kya~! Las adoro, todas son mis onee-chans, así que me pueden decir onee-chan. Para mí es un enorme honor *o*
Bien... Y ahora el capi.
Espero haya valido la pena la espera y la intriga nOn
«¡Oh!, miren. ¡Hemos llegado al capi 14! >w< Según Word son 113 páginas :'D ¡Qué emoción! >w<»
CHAPTER 14
"BETTER IN TIME"
"BETTER IN TIME"
Mayra Balance había recibido la noticia de que su hija se había metido en un nuevo problema y eso la había puesto histérica. A penas había dejado el pincel en su respectivo lugar, salió despavorida por la puerta principal sin escuchar los quejidos de Kohana.
May le había prometido que no volvería a hacer de las suyas. Aún lo recordaba, y aunque su mente le decía «solo es una adolescente, es común que suceda», su instinto de madre aclamaba darle una reprimenda. Sus días habían sido tranquilos, Max pasaba fuera del departamento cuando no hacía tarea pero ella sabía que no hacía nada malo.
En cambio, May… A veces no le daba explicaciones para cada salida y siempre la encontraba con el mismo muchacho, ¿Drew, o era Brendan? Ah, claro. Los dos. Y hasta en ocasiones ocupaba el teléfono mucho tiempo. En América no había sido así, ni porque fuera tierna ni rebelde.
¿Y ahora? Justo cuando parecía tener todo bajo control. Los nervios le crispaban. Ya vería esa niña.
Abrió la puerta del escarabajo rojo y lo encendió sintiendo de repente su ronroneo. Pero este empezó a hacer un ruido espantoso sin permitirle avanzar en su camino.
—Ay por Dios, bebé, avanza —musitó al auto esperando que sus súplicas fueran escuchadas—. No me dejes estancada aquí —volvió a hablar sintiendo cómo la paciencia se le agotaba. Miró su reloj. Ya debía estar en el colegio recibiendo la reprimenda del director por el comportamiento de su hija.
Intentó una vez más dar marcha al transporte y este le respondió con un bufido, de nuevo. Sacó su teléfono y marcó el primer número en la lista.
—Jack, venme a ver ahora.
~*~
La escuela se abría paso ante sus ojos. No era como si nunca la hubiera visto, porque lo había hecho. Pero ahora, caminar por el pasillo que formaban el color verde del césped hacía que los nervios aumentaran. ¿Qué podía haber hecho May? No era una chica violenta, pero tampoco tan ilusa como para dejarse de los demás. Y ni tanto le preocupaba lo que le pasara a la castaña, sino los daños que pudo haber dejado en otra persona.
Pero tenía que calmarse. No podía pensar en su hija como una delincuente.
—Recuerda tranquilizarte, es solo una chica —habló Jack pasando un brazo sobre sus hombros.
—Sí, una chica que no sabe medir ni sus palabras, ni sus actos —recordó Mayra entrando en la oficina del director.
—Buenos días, ¿en qué les puedo ayudar? —preguntó la secretaria que se veía algo distraída con unos papeles.
—Somos los padres de Balance May —dijo Mayra sintiéndose algo insegura. May siempre había considerado a Jack un buen hombre, y ella se alegraba de eso. Pero aún no le llamaba papá. Ni siquiera padrastro. Así que decir que ambos eran sus padres la turbaba un poco. ¿Cuándo su hija aceptaría la realidad y dejaría de buscar en cada rincón al que viera, un padre?
Porque Mayra era consciente que cuando estaba con su hija, esta pasaba mirando a cualquier lado buscando caras conocidas. Y aquella costumbre acrecentó cuando llegaron a Japón.
Negó con la cabeza alejando esos pensamientos y se centró en la chica que ordenaba unas carpetas en el escritorio.
—Claro, en un segundo le comunico al director. Pueden sentarse —señaló las sillas y se levantó para avisarle al profesor Oak. Pero Mayra no se sentó. Tan solo esperó parada a que el ambiente tenso pasara y que la dejaran ver a su hija—. Pasen, por favor.
Mayra entró seguida de Jack y otra pareja más, y su mirada se estableció en la castaña cabellera de May. Entre preocupación y enojo. Había otra chica al lado de ella que estaba en las mismas condiciones que su hija, así que dedujo lo que había pasado y se cruzó de brazos.
—¿Podría explicarnos lo que pasó? —Mayra sintió un leve escalofrío correr por su columna vertebral y en seguida se giró, aunque lentamente, a ver al hombre de porte elegante y millonario que se encontraba al lado de ella.
Sus ojos se fueron desorbitando poco a poco y la presión de la sangre en sus venas incrementó, como los latidos de su corazón. Él no la miraba, y ella tan solo observaba su perfil aristocrático. Él… ¿Qué hacía ahí?
¿Cómo no lo había visto cuando había entrado?, bueno… Eso ya no importaba. Pero su cabeza daba vueltas alrededor de esas preguntas. Él… Él había desaparecido de su vida hace tanto. A él lo había olvidado hace mucho. Y él ya no era parte de su vida.
¿Entonces qué hacía ahí? Sus manos empezaron a temblar, y mientras el profesor Oak daba una ligera explicación de lo que había pasado, Mayra no podía desviar su mirada de su rostro. ¿Era eso un sueño? O quizás… una pesadilla. Porque ella había tenido que dejarlo, con el más profundo dolor en su alma. Lo había soñado, lo había recordado y en cada segundo en el que se engañaba pensando en que él ya no era nada, se recordaba lo tanto que lo amaba.
Pero eso era parte del sueño. Porque después de tanto, su imagen no se había borrado de su mente, y ahora él llegaba para perfeccionar su memoria. La pesadilla, se recordó, estaba entre ellos. Y más que eso, en la pregunta curiosa de una adolescente malcriada que solo buscaba a su verdadero padre.
Desvió la mirada asustada hacia su hija y los nervios que en ese momento había logrado calmar se volvieron a encender haciendo que el calor y la tensión aumentaran: May también miraba a aquel hombre con una pregunta tan clara en sus ojos.
Su respiración se hizo más pesada y se agarró fuertemente del brazo de Jack. Este había estado concentrado en lo que decía el director que se dio un sobresalto cuando Mayra gimió de sufrimiento. Un gemido tan callado…, pero demasiado doloroso que desconcertó a todos los que estaban en la sala.
—Señora, ¿desea un vaso con agua? —preguntó Oak al verla en tan mal estado y tanto May como Brianna se voltearon a verla.
—¡Mamá! —May se levantó de su silla buscando su mano. Ella sabía que esos ataques de nervios le daban muy pocas veces.
—Mayra… ¿te encuentras bien? —escuchó la voz de Jack al lado y sintió cómo su cuerpo se desvanecía. Ahora sus rostros asustados y totalmente confusos se hacían nada como la neblina después de una tormenta.
~*~
May se había salvado de la enorme reprimenda del director. Pero no de su castigo. Y quizás ni el de su madre… Pero eso no era lo que la preocupaba ahora. No había visto a su mamá en tan mal estado desde hace mucho tiempo, quizás desde la última vez que se dignó a preguntarle por su verdadero padre.
Así que ahora, sentada al lado de ella en la enfermería, buscaba razones para su actitud. Jack había ido a terminar la conversación con el profesor Oak mientras ella se quedaba a cuidarla hasta que el siguiente periodo terminara. Aún estaba en clases pero eso no importaba ahora.
Miró a su mamá como una niña mira a su muñeca favorita después de que ha descubierto que su perro le sacó la cabeza, y para rematarlo, la dejó babeada.
En tanto…, se sentía egoísta. Porque Mayra estaba acostada en aquella camilla de enfermería con la presión muy baja como para siquiera levantarse sola y ella estaba pensando en aquel hombre misterioso. Debería cuidar de su mamá y no dirigir sus pensamientos hacia él… pero era inevitable.
Una sonrisa fue creciendo en su rostro y ella quiso quitar el gesto. Pero era imposible. ¡Ese hombre la hacía sonreír y ella ni siquiera sabía el por qué! Recordaba haberlo visto en alguna parte… ¡Oh, claro! En la revista de su mamá. Y en la televisión. Y…, en el cuadro de aquella sala en la Galería.
Ese hombre era el dueño de la Galería, ¡por supuesto! Cómo no lo recordaría…, pero era el papá de Brianna. Eso la desanimó un poco, y tal como las comisuras de sus labios se bajaron, sus hombros también.
Él, más allá de lo que parecía ser, era el que consentía a esa niñata. ¡Pero si eran tan parecidos! ¿Por qué no se pudo haber dado cuenta? Su desánimo incrementó y se reprendió mentalmente. Ella no era así. Es decir, May Balance, no se desanimaba por poca cosa.
¿A caso se estaba haciendo ilusiones de que él fuera su padre? Ay, por Kami-sama. Claro que no, se recordó pero de inmediato las dudas volvieron.
«No May, no busques más a un padre. Tienes a… Jack. Y si Mayra es feliz con él, tú debes serlo», pensó pero aquello no llegó a su corazón que latía demasiado fuerte.
Se levantó de la silla en la que había estado sentada y empezó a dar vueltas en la sala. Aún recordaba las pistas que había escrito en un papel para descifrar quién era su padre.
La primera… Su padre vivía en Japón, más específico: Tokio. Y, ¡oh por Dios!, estaban en Tokio. Eso era totalmente confirmado…, a menos que Mayra estuviera huyendo de él en América. ¡Pero no podía ser así! Porque —se acercó al espejo en la pared— ella tenía rasgos asiáticos en sus ojos y pómulos. Y aunque no se notaban mucho ya que sus ojos eran saltones, ella sí los delineaba cada día.
¿Cuál era la segunda…? ¡Ah sí! A su mamá le caían mal los ricachones. ¡Y ese hombre era millonario, se notaba!
«No May. Cualquiera puede ser tu padre, menos él. ¡Por Kami! Es el papá de Brianna, y además… Tan solo deja de comparar todas tus pistas con él», pensó poniendo su frente en el espejo. Estaba cansada de eso. Aquello de jugar a “adivina quién es tu padre”. ¡Quería conocerlo y ya! ¿Pero qué pasaría después…? Mayra tenía una relación con Jack. Y Max, su hermano; él también podía salir afectado de eso.
Porque…, conocer a tu padre verdadero implicaba convivir con él un tiempo, ¿no? ¿Y las tardes que él quisiera salir contigo? Claro, si es que le llegas a caer bien, porque si no, lo más seguro es que te deseche a la primera.
Pero ¿dónde quedaba ella? May no estaba siendo egoísta, se dio cuenta. Porque desde la última vez que su madre le había pedido llorando que dejara de preguntar por su progenitor, ella lo había hecho. Se había dado cuenta que a Mayra le hacía daño hablar de eso y había guardado silencio.
Así que conocer la verdad no era ser egoísta. May no quería nada más…, nada más que eso. Y podría encontrar las respuestas, aunque fuera sola —como en un principio—. ¿Pero dónde?
La tercera y última pista llegó a su mente en ese momento. ¡Claro, la Galería! Ese era el punto de encuentro con su padre… Porque a Mayra le daban lindos recuerdos y siempre miraba la fachada del lugar con melancolía. Y el cuadro de la mujer embarazada…
¡Ow! Justo cuando las piezas empezaban a encajar, ese punto enigmático llegaba a ella. Podía dejar esa pieza de lado, es decir; quizás ni encajaba en el rompe cabezas. Pero le causaba tanta curiosidad el hecho de que ese boceto inquietara a ambas castañas.
No importaba. Iría a la Galería tan pronto como pudiera. Y ya que el plazo de trabajar ahí con Kohana se acababa esa semana, le pediría devuelta el empleo. Así de fácil. Además tenía que enfrentarse a Harley —y obviamente a Drew— y conseguir terminar el cuadro.
Esa Galería era muchas cosas para ella, pero más que nada: el punto de encuentro con su padre. Con su verdadera sangre.
Escuchó como alguien abría la puerta de la enfermería, y pensó en Jack. Quizás el director ya le había dicho cuál sería su castigo. Hora de enfrentar su sanción, se dijo.
Pero se sorprendió al ver que no se trataba de su padrastro. Era ese señor.
Este fijó su vista en ella. Al parecer no se había dado cuenta de su presencia. Pero la forma en que la miraba la sorprendió: era como si se conmocionara de su rostro, de su porte, de su cabello, de ella.
—¿Cómo se encuentra? —preguntó entrando completamente a la habitación. May se acercó más a su madre, como prohibiéndole que se acercara. Él lo interpretó así y se quedó parado en media sala.
—Está mejor —contestó fría. Quería ser amable con él, quería preguntarle muchas cosas pero su sola presencia la inquietaba. Quería actuar como una chica agradable, y ni sabía por qué. Quería caerle bien a él y que le dijera todo lo que sabía.
«Pero saber qué, May. Tal vez él no tiene nada que ver contigo», se dijo resignada.
—¿Tú eres…? —preguntó él, mirándola intrigado.
—May —susurró la castaña sintiéndose cohibida—. May...
—¿Balance? —en la voz de aquel hombre había un ápice de esperanza. Él podía estar esperando que ella fuera su hija…
«No, May. No te hagas más esperanzas».
—Sí —asintió dejando ir un suspiro.
—Es tu madre —dijo, aunque parecía más una pregunta. May volvió a asentir observando a la aludida que se removía en la camilla. Norman la miró también, con la dulzura y la confusión impregnada en sus ojos, para luego ser sustituida por el rencor.
—Ella es una gran mujer —dijo May, sintiendo el calor de la mano de su madre entre las suyas.
—Supongo —respondió Norman. Y May lo miró. Ella siempre respondía así.
«¡Ya basta! Entiende que tu único padre es… Jack».
—¿Qué hace usted aquí? —preguntó y se felicitó mentalmente. ¡Había dejado la timidez de lado para avanzar! Ahora él tenía que responder.
—El director Oak me llamó por un problema en el que mi hija se ha metido —respondió sabiendo que ella no preguntaba por ello, aun así la miró reprochándola.
—No hablaba de eso —dijo apartando la mirada apenada. Ella no había comenzado la pelea, pero no quería quedar mal ante él.
«Deja de comportarte como una idiota», se recordó cerrando los ojos.
—¿Entonces… —pero Norman no alcanzó a terminar su pregunta que May lo cortó.
—No de eso. Es decir, ¿qué hace aquí, en la enfermería? —volvió a preguntar mirándolo fijamente esta vez.
—Me preocupó lo que le pasó a tu madre, es todo —respondió acercándose un poco más. May lo miró confusa.
—¿Por qué le tendría que preocupar lo que le suceda a una desconocida? —su voz se fue apagando en un susurro, que él perfectamente pudo escuchar.
—No es ninguna desconocida para mí —y el tono grave que él usó la asustó. ¡Ellos se conocían! Esa era una pista más, él era un sospechoso.
«Un candidato a ser tu padre, querrás decir».
—¿Qué quiere decir? —preguntó cuidadosamente. Como si excederse en alguna palabra hiciera tambalear la pirámide de dudas respondidas que estaba construyendo en ese momento.
—Es algo que quizás no debas saber —dijo él, y esta vez se encontraba al lado de ella, mirando a Mayra.
—¿Por qué no? —su voz salió en un chillido lastimado. ¡Quería dejar de actuar como una tonta mimada! Pero no le gustaba estar excluida en los temas que correspondieran a su madre.
—May… —habló él con tal confianza que parecía que se conocieran de hace mucho—. A veces, ustedes, los adolescentes no logran comprender ciertas cosas hasta que maduran, realmente.
—Pero es mi mamá… —musitó mirando a la castaña recostada. Esta empezó a abrir los ojos poco a poco desorientada.
—May… —susurró volviendo a cerrar los ojos—. Hija…
—Mayra —antes de que siquiera May pudiera responder a su madre, Norman le había interrumpido.
La mayor de las castañas se incorporó súbitamente al escuchar aquella voz y la piel se le puso pálida. Pero aún no lo miraba.
—Mamá… —murmuró May poniendo una mano en su hombro y con la otra empujándola a que se recostara—. No te encuentras bien aún. Será mejor que reposes.
—No, estoy bien —respondió ubicando una mano en su frente. Él estaba ahí, pero Mayra no podía hacer un escándalo, mucho peor frente a su hija. ¡Ella podía sospechar!, y si es que no lo hacía ya. Así que retomó una mejor postura y se sentó completamente en la camilla.
—Llamaré a Jack. Ya es hora de que regreses a casa —dijo May aún no convencida de lo que iba a hacer. Aunque aquel hombre le agradaba y le hacía sentir curiosidad, no sabía cómo reaccionaría su mamá.
—Por favor —dijo Mayra e instó con la mirada a su hija a que saliera de la habitación. May lo hizo, pero no fue más allá de la puerta donde se quedó parada.
Mayra se ubicó las zapatillas ignorando la presencia de Norman. Cuánto tiempo, ¿no?, quiso decir pero las palabras no salían de sus labios. Se levantó cabizbaja y respiró hondo. Él estaba cerca, como hace mucho no lo había estado… Pero ya no era nada para ella. Así que podía tratarlo como a un extraño más.
—Ha pasado mucho —murmuró Norman desde una distancia prudente para lo que ellos eran, “desconocidos”.
—Así es —Mayra levantó la cabeza, sorprendiéndose con lo poco que sus rasgos habían cambiado. Seguía siendo el mismo chico risueño de antes…, solo que con esposa, dinero y empresas por todas partes.
—¿Te gustaría… ir a tomar un café? —preguntó algo dubitativo. Él no era así, pero ella era Mayra. Su Mayra.
—No realmente —respondió sorprendiéndose de sus palabras. Se sentía impotente, enojada. Pero ni siquiera esos sentimientos era para él, sino para ella misma. ¿Quién había dejado a quién? Ella. Ella se había ido. Por cobarde…, o por protegerlos.
—Entonces… —musitó mirando a través de la ventana—. Fue un gusto volverte a ver, Mayra.
Y el oír pronunciar su nombre con aquella cálida voz que ahora se tornaba fría le dolió.
No respondió a sus palabras. Tan solo se marchó por la puerta, sin mirar a ningún lado. Tenía que encontrar a Jack e irse muy pronto de ahí. ¿Pero de Tokio? ¿Tendría eso alguna lógica? Había viajado hasta ahí con la esperanza de que su hija se familiarizara con la tierra en la que nació. ¡Para que conociera un mundo nuevo!
«No seas tonta, Mayra. No viniste por ella, lo hiciste por ti», y ese pensamiento hizo tambalear su decisión. ¿Debía regresar a esa habitación y aceptar hablar con él sobre su pasado?
—No, no puedo —murmuró dejando ir una lágrima que se había quedado en sus orbes esperando salir… así como sus sentimientos—. May tiene razón, debo dejar de ser una chiquilla.
El recuerdo de aquellos días felices junto a Norman le impedía que las lágrimas se quedaran en sus ojos. Estas rodaban como una fuerte lluvia en un día soleado. Porque el sol está radiante y las nubes se ven tan claras, pero las gotas de lluvia son tan deprimentes que opacan todo. ¿Y el arco iris…? No, tan solo es una ilusión óptica; una ilusión que quieres encontrar con la esperanza de que la lluvia valga la pena.
Y si sus lágrimas se debían a Norman… ¿aún lo amaba? La misma pregunta la asustó, y lo hizo más al ver a Jack, parado junto a su auto esperándola.
Como siempre.
~*~
May aún no podía creer que su mamá no la hubiera escuchado. Había salido corriendo por la puerta sin mirar atrás, ni siquiera a ella que le insistía en que se quedara. ¡Y nada!
Pero… no había visto al señor ese salir de ahí. Si aún estaba en la enfermería, ella tenía una oportunidad de poder hablar con él y averiguar toda la información que tuviera sobre su mamá y su pasado. Porque si él no era su papá —cosa que le extrañaba pensar— al menos había formado parte de la vida de Mayra cuando ella nació.
¡Sí!
Así que apuró a sus piernas a correr de regreso al lugar de partida y tal como pensó, el hombre de cabellera oscura estaba ahí. Parecía desconcertado.
«Algo pasó aquí», se dijo.
—¿Por qué quería invitar a mamá a tomar un café? —interrogó, ya que él no hablaba ni porque ella había entrado causando ruido con sus zapatos. Norman pareció reaccionar y la miró como si fuera la primera vez que lo hiciera.
—Hace mucho que no la veo, quería… platicar —respondió Norman.
—¿Cómo… hace cuanto? —preguntó cruzándose de brazos y ladeando su sonrisa. Una de sus cejas se había levantado interrogante. El hombre rió negando la cabeza y se acercó a ella.
—¿Qué tanto quieres saber sobre eso?
—Mucho más de lo que usted piensa —respondió sin ponerse a la defensiva. Quizás podía sacar algo bueno de ahí.
—Mira niña —dijo él sin llegar a ofenderla porque su tono era suave—. Tú quieres saber sobre esto, y yo sobre tu mamá. Te propongo un trato.
¿Un trato? ¿Dar información de su mamá a un hombre que la había conocido antes a cambio de saber la verdad sobre su pasado? Era algo interesante…, aunque era como traicionar a su mamá. Pero no se trataba sobre Mayra, era sobre su curiosidad por saber quién era su padre y no podía desaprovechar la oportunidad. Además, no pasaba nada si Mayra se enteraba.
Faltaban algunas horas para terminar la escuela, que se fugara nuevamente no era otro problema. Ya lo había hecho antes y podía pedirle a Ash que la cubriera… No, mejor no. Ash era demasiado despistado como para decir cualquier tontera y dejarla en problemas —aunque no fuera su intención. Mejor le hablaba a Dawn, total, ya se llevaba mejor con la «chaparra» como la llamaba Zoey.
—Trato —dijo respondiéndole el gesto con la mano. Ambos sonrieron.
—Soy Uchida Norman.
—Un gusto, Norman. Soy May Balance —y aunque ya presentado; esto era formal.
~*~
Brianna esperaba dentro del auto de sus padres a que Norman llegara. Su mamá estaba junto a ella jugando con sus manos sobre su regazo como lo hacía normalmente cuando su papá no llegaba. Norman se estaba demorando.
—Así que… ¿quién es esa chica? —preguntó la elegante mujer, que había notado una similitud en aquella muchacha.
—Solo una tonta más —musitó Brianna con enojo. Oak la había dejado ir con la condición de que cumpliera con el castigo. ¡Ser tutora de chicos de bajo rendimiento! Y mucho peor… Volver a fregar el suelo de la cafetería, aunque no hubiera sucedido nada ahí.
—¿Ah, sí?
—Sí, y americana, todavía —dijo despectivamente. Su madre solo desvió la mirada a la ventana. Así que americana… ¿eh? Su teléfono empezó a sonar y ella contestó a la llamada.
—Te estamos esperando —musitó y Brianna supo que hablaba con su padre—. Ella está aquí. Sí. Mmm… Está bien. Pero regresa para la cena. Claro, adiós.
—¿Qué dijo?
—No vendrá con nosotras —guardó el teléfono en su fina cartera e hizo señas al conductor de que arrancara de una buena vez. ¿Qué tanto tenía que hacer Norman esa tarde para dejarlas plantadas? Algo le decía que ese era solo el comienzo. Y sus suegros se lo habían advertido.
¡Continuará!
Bien... nwn
¿Qué les pareció? >w< Yo amé este capi y estoy escribiendo el siguiente... Pero no lo subiré pronto porque quiero dejarlas con la intriga! Muahahaha...
Oqno x'D Ya la historia va tomando forma ¿se dan cuenta? :'D
Bueno, quiero hacerles preguntas.
Respondan porfis >3<
Ok, ahí va: ¿cómo se supone que sabes que estás enamorado/a? O sea, los síntomas y eso x'D
No es para mí, lo juro ¬¬U
Es para mi inocente curiosidad :3
Hahaha, ok. Ya, ya. Dije preguntas así que la siguiente es... ¿Cómo están? nwn
Yo ando súper bien. Algo cabizbaja pero a la vez hiperactiva ¡LOL! Pero más que nada feliz porque el 22 de febrero mi blog cumplió un año! nOn Yay! Yay! Yay!
Ahora sí, nos vemos~
Sayonara! nOn
Re: A Different Love Story!
Ahhhhhh ...!!!!
Gracias. !!!!
El Capítulo estuvo súpermegaincreible XD
Mañana empieza mis clases u.u
Y has publicado el cap que mas
esperaba del fic XD ( bueno al menos uno de los
Que mas esperaba del fic x3 )
Ahhhhh !! Pero me has dejado con
Mucha intrigaaaaaaa >.<
Bueno espero pronto la contiiii
Sayoooo
^^ !!
Pd: sobre tu pregunta es algo difícil de decir >\\\<
Gracias. !!!!
El Capítulo estuvo súpermegaincreible XD
Mañana empieza mis clases u.u
Y has publicado el cap que mas
esperaba del fic XD ( bueno al menos uno de los
Que mas esperaba del fic x3 )
Ahhhhh !! Pero me has dejado con
Mucha intrigaaaaaaa >.<
Bueno espero pronto la contiiii
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Pd: sobre tu pregunta es algo difícil de decir >\\\<
Utau- **Fan*Contest**
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Re: A Different Love Story!
Este capi estuvo archi recontra mega super genial!!!! x3
es que estuvo muy intenso acerca del reencuentro de Mayra y Norman... solo hubiera faltado una musica de fondo de suspenso como "ti ri ti ri ti ri" o "chan chan chan!!" (me he dado cuenta, que me moriria de hambre si fuera compositora XDD)
que sigue?? que sigue?? X3
me dejaste muy picada con el final... que planean May y Norman?? owo
estare espereando ansiosa la conti musa ne-chan X3
y ahora las preguntas XD
¿cómo se supone que sabes que estás enamorado/a?
mm.. este... es algo dificil de describir ^^U... en mi caso yo me pongo muy nerviosa, timida (mas de lo que ya soy XD) y siempre estoy pensando en esa persona u//u... jamas me he declarado (y creo que nunca lo hare por que yo sigo con el pensamiento de que los hombres siempre son los que se tienen que declarar XD)
y otra cosa que me pasa es que tengo sueños acerca de esa persona o.O... me gustan pero a la vez me desesperan por que soy muy cobarde para estas cosas T.T
ups... me explaye de mas X'D
¿Cómo están?
muy bien jeje X'D
nos vemos musa-chan :3
y me alegra que a esos momentos tristes les respondas con risas X3... no hay nada mejor que las risas :'3 (segun mi humilde opinion X'D)
byee n.n
es que estuvo muy intenso acerca del reencuentro de Mayra y Norman... solo hubiera faltado una musica de fondo de suspenso como "ti ri ti ri ti ri" o "chan chan chan!!" (me he dado cuenta, que me moriria de hambre si fuera compositora XDD)
que sigue?? que sigue?? X3
me dejaste muy picada con el final... que planean May y Norman?? owo
estare espereando ansiosa la conti musa ne-chan X3
y ahora las preguntas XD
¿cómo se supone que sabes que estás enamorado/a?
mm.. este... es algo dificil de describir ^^U... en mi caso yo me pongo muy nerviosa, timida (mas de lo que ya soy XD) y siempre estoy pensando en esa persona u//u... jamas me he declarado (y creo que nunca lo hare por que yo sigo con el pensamiento de que los hombres siempre son los que se tienen que declarar XD)
y otra cosa que me pasa es que tengo sueños acerca de esa persona o.O... me gustan pero a la vez me desesperan por que soy muy cobarde para estas cosas T.T
ups... me explaye de mas X'D
¿Cómo están?
muy bien jeje X'D
nos vemos musa-chan :3
y me alegra que a esos momentos tristes les respondas con risas X3... no hay nada mejor que las risas :'3 (segun mi humilde opinion X'D)
byee n.n
Ameko- **Alma*Contest**
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Edad : 31
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Re: A Different Love Story!
NYA! >w<
Me puse sentimental con este cap TwT
Será que me identifico un poco con esta May? ahh.. No tanto x'D
Uhh... Algo curioso xD Justo cuando describiste Las lagrimas de Mayra acá estaba lloviendo igualito xD Eso me puso aun más sentimental ;w;
Y sigue la lluvia xD
Me has dejado picada con éste cap ¬¬
Ósea May y Norman tendrán momentos padre e Hija y May ni enterada xD (Según yo xD) O bueno con la ligera sospecha xD
Me gusta la clase de relación que al parecer llevaran estos dos *w*
Porque soy sincera me gustan bastantes los momentos padres e hijos -w-
Y la esposa de Norman ¿Está sospechando? .-." Uff... Tengo una ligera mala espina con eso xD
Ahora Quiero saber que traman *.*
y ahora las preguntas xD
¿cómo se supone que sabes que estás enamorado/a?
Si me preguntas según mi punto de vista, serán los días más raros de tú vida xD ósea las personas no actúan como de costumbre, se ponen a dar largos suspiros cada vez que ven a esa persona y lo peor es que luego no saben el porqué xD. Se desea hablar o estar con esa persona. También viene la contradicción en estos puntos xD. Y lo más normal: los amigos se dan cuenta menos el que está enamorado(Hasta ya después de un tiempo y que se lo repiten tanto xD) y la persona de la que se está enamorado xD. Es el ciclo típico de de los enamorados xD. También comparto lo que dijo Lu-Chii, las personas se vuelven más reservadas xD Además de andar en un mundo completamente paralelo al real xD. Cada vez que le nombran a esa persona estoy segura que siente un escalofrío - Agradable - Pero escalofrío xD. Al final se terminan comportando como la mejor persona del mundo frente a esa persona xD. Y aun así después de hablar con esa persona - y cuando se está hablando - Sienten que el corazón se les va a salir y no saben que hacer además de tratar de seguir en el tema y no perderse por otro lado xD.
Y hasta aquí mi opinión de eso xD(Ojo no he tenido ese caso xD Creo... xD)
Por otro lado creo que no lo dije xD
AMÉ Este Cap *.* por todas las razones que dije anteriormente xD
Espero el siguiente muy ansiosa >w<
l3@!...!!*
PD: ¡Viva! Un añito >w< Recientemente he estado entrando bastante - Por Solo un minuto más - Porque trato de ganarme las ganas de leer Escalofriante xD. Pero dejando eso de lado xD ¡Felicitaciones! nwn
Me puse sentimental con este cap TwT
Será que me identifico un poco con esta May? ahh.. No tanto x'D
Uhh... Algo curioso xD Justo cuando describiste Las lagrimas de Mayra acá estaba lloviendo igualito xD Eso me puso aun más sentimental ;w;
Y sigue la lluvia xD
Me has dejado picada con éste cap ¬¬
Ósea May y Norman tendrán momentos padre e Hija y May ni enterada xD (Según yo xD) O bueno con la ligera sospecha xD
Me gusta la clase de relación que al parecer llevaran estos dos *w*
Porque soy sincera me gustan bastantes los momentos padres e hijos -w-
Y la esposa de Norman ¿Está sospechando? .-." Uff... Tengo una ligera mala espina con eso xD
Ahora Quiero saber que traman *.*
y ahora las preguntas xD
¿cómo se supone que sabes que estás enamorado/a?
Si me preguntas según mi punto de vista, serán los días más raros de tú vida xD ósea las personas no actúan como de costumbre, se ponen a dar largos suspiros cada vez que ven a esa persona y lo peor es que luego no saben el porqué xD. Se desea hablar o estar con esa persona. También viene la contradicción en estos puntos xD. Y lo más normal: los amigos se dan cuenta menos el que está enamorado(Hasta ya después de un tiempo y que se lo repiten tanto xD) y la persona de la que se está enamorado xD. Es el ciclo típico de de los enamorados xD. También comparto lo que dijo Lu-Chii, las personas se vuelven más reservadas xD Además de andar en un mundo completamente paralelo al real xD. Cada vez que le nombran a esa persona estoy segura que siente un escalofrío - Agradable - Pero escalofrío xD. Al final se terminan comportando como la mejor persona del mundo frente a esa persona xD. Y aun así después de hablar con esa persona - y cuando se está hablando - Sienten que el corazón se les va a salir y no saben que hacer además de tratar de seguir en el tema y no perderse por otro lado xD.
Y hasta aquí mi opinión de eso xD(Ojo no he tenido ese caso xD Creo... xD)
Por otro lado creo que no lo dije xD
AMÉ Este Cap *.* por todas las razones que dije anteriormente xD
Espero el siguiente muy ansiosa >w<
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PD: ¡Viva! Un añito >w< Recientemente he estado entrando bastante - Por Solo un minuto más - Porque trato de ganarme las ganas de leer Escalofriante xD. Pero dejando eso de lado xD ¡Felicitaciones! nwn
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Re: A Different Love Story!
¿Cuantas veces te he dicho ya que adoro tus contis?
Creo que unas 100 veces, pero aun asi no es suficiente para decirte que me encanta!!!
He tardado un monton en comentar, pero me e leido todas las contis de una vez y son....como decirlo....ah! Impresionantes!!!
Bueno resolviendo tu pregunta
¿cómo se supone que sabes que estás enamorado/a?
Pues supongo que lo sabes cuando te pones muy nervios@ al verle, no sabes que decirle, te preguntas si estas bien arreglada.....quieres que te vea...muchas cosas mas, pero hay una que puede ser la mas confusa: No paras de pensar en esa persona.
No soy muy buena explicandome No se si te he ayudado.
me despido
bye
Creo que unas 100 veces, pero aun asi no es suficiente para decirte que me encanta!!!
He tardado un monton en comentar, pero me e leido todas las contis de una vez y son....como decirlo....ah! Impresionantes!!!
Bueno resolviendo tu pregunta
¿cómo se supone que sabes que estás enamorado/a?
Pues supongo que lo sabes cuando te pones muy nervios@ al verle, no sabes que decirle, te preguntas si estas bien arreglada.....quieres que te vea...muchas cosas mas, pero hay una que puede ser la mas confusa: No paras de pensar en esa persona.
No soy muy buena explicandome No se si te he ayudado.
me despido
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Re: A Different Love Story!
Por falta de tiempo, había dejado de seguir esta maravillosa historia que por cierto no deja de sorprenderme, he leído los tres capítulos seguidos y creo que esta demás decirte que amo el estilo que tienes para redactar. No importa cuanto te tardes, yo esperaré muy impaciente:3
~¿Cómo se supone que sabes que estás enamorado/a?
Siéndote sincera; no lo se, no lo digo porque quiera escapara de tu pregunta por el camino fácil, si no porque cada persona es diferente y no todas tiene la capacidad de darse cuenta cuando de verdad lo están, el amor es tan complejo que se puede manifestar de muchas formas: agresivas, dulces, aterradoras, etc. De hecho creo que nadie tiene la capacidad suficiente como para darse cuenta de que lo están, salvo por aquellas que han vivido muchas cosas y conocen lo que es el amor, no obstante hay muchas que a pesar de esto no pueden ver todo con claridad.
Cuando una persona esta enamorada puede ser que el cuerpo lo demuestre con el sonrojo, el nerviosismo y otras cosas más; pero como he dicho, cada persona es diferente así que no reaccionarán todas igual.
En mi opinión creo que sabes que estas enamorado de alguien cuando sientes que de verdad ese amor es puro, cuando sientes esa tranquilidad reconfortante al encontrarte con él/ella, cuando al recordarle ríes si sentido alguno, cuando al tenerle cerca sientes un calor recorrer tu cuerpo, cuando de verdad... duele.
~¿Cómo están?
Muy bien, gracias por preguntar. Espero me desees suerte en mi concurso de oratoria que es en Mayo:D
Cuídate mucho, cuentas conmigo y espero la continuación.
~¿Cómo se supone que sabes que estás enamorado/a?
Siéndote sincera; no lo se, no lo digo porque quiera escapara de tu pregunta por el camino fácil, si no porque cada persona es diferente y no todas tiene la capacidad de darse cuenta cuando de verdad lo están, el amor es tan complejo que se puede manifestar de muchas formas: agresivas, dulces, aterradoras, etc. De hecho creo que nadie tiene la capacidad suficiente como para darse cuenta de que lo están, salvo por aquellas que han vivido muchas cosas y conocen lo que es el amor, no obstante hay muchas que a pesar de esto no pueden ver todo con claridad.
Cuando una persona esta enamorada puede ser que el cuerpo lo demuestre con el sonrojo, el nerviosismo y otras cosas más; pero como he dicho, cada persona es diferente así que no reaccionarán todas igual.
En mi opinión creo que sabes que estas enamorado de alguien cuando sientes que de verdad ese amor es puro, cuando sientes esa tranquilidad reconfortante al encontrarte con él/ella, cuando al recordarle ríes si sentido alguno, cuando al tenerle cerca sientes un calor recorrer tu cuerpo, cuando de verdad... duele.
~¿Cómo están?
Muy bien, gracias por preguntar. Espero me desees suerte en mi concurso de oratoria que es en Mayo:D
Cuídate mucho, cuentas conmigo y espero la continuación.
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Re: A Different Love Story!
Aw~ Gente hermosa
Perdonen a esta chiquilla que no encontraba manera de continuar con el capi x'D Por eso me demoré ewe
Adoro sus comentarios! *o* No saben cómo me alegra leer cada vez que la inspiración amenaza con tomarse unas vacaciones, creo que es un gran incentivo leer sus comentarios varias veces :'D
Y bueno... Sus respuestas a mi pregunta son muy creativas, y podría decir que... acertadas, dependiendo de la persona. Gracias por responder.
Y Abichu: ¡Te deseo muchas buenas vibras! >w< Espero salgas genial, y si te equivocas, ¡sonríe que así nadie lo nota! Pero cuentas con mi apoyo onee nwn
Ahora... ¡a disfrutar del capi! nOn
Los pies parecían haberle echado raíces, porque no podía moverse de donde estaba.
Mayra secó las lágrimas que rodaban por sus mejillas inspirando fuertemente el aire. Necesitaba darse un gran respiro, y no precisamente como el de ese momento. Tenía que salir de ahí sin que Jack le hiciera preguntas. Se sentía sofocada y sin fuerzas para seguir con su vida.
Tan solo quería que la Tierra se le tragara y la expulsara hacia otra parte.
Pero las cosas nunca resultan fáciles para una madre que debe mantener el equilibrio emocional de los que la rodean, así que volvió a inspirar, serenando parte de sus nervios. Sus pies parecieron reaccionar y empezaron a moverse en dirección del auto. Jack tenía el ceño fruncido, pero no dijo nada cuando le abrió la puerta para que entrara.
En cuanto él encendió el auto, el ambiente se llenó de una intensidad mortífera. Mayra aguantaba las lágrimas con los labios apretados mientras miraba al frente. El hombre junto a ella suspiró varias veces, antes de que aquello se convirtiera en un infierno.
—A May le han concedido un gran castigo —dijo él luego de un rato. Faltaba poco para llegar a la Galería, se dio cuenta Mayra.
—Quiero ir a casa —contestó sin hacer caso a lo que él había dicho. Su rostro estaba levemente sonrojado por las lágrimas contenidas y su corazón latía fuertemente.
—Pensé que seguirías trabajando —Jack parecía algo incómodo con el tono que había usado la morena.
—No hoy —Mayra agachó la cabeza. Lo estaba haciendo sentir mal, y eso que él ni se había atrevido a conjeturar algo por su repentina fatiga.
—Está bien.
Y sin más, siguió de largo, pasando del majestuoso edificio que hacía de Galería. Sería un infierno para Mayra quedarse ahí después de ver al hombre con el que había compartido tantos momentos de su vida. Ella había enterrado parte de su pasado cuando regresó por segunda vez a América, decidida a que los fantasmas de la depresión y los recuerdos se alejaran de ella. Pero era imposible, y la razón de aquello tenía cabello castaño, grandes ojos color zafiro, y una sonrisa encantadora: May.
La niña se parecía en rasgos a su padre, pensó de repente y los nervios la volvieron a atacar.
Ellos eran como dos gotas de agua. Hasta en sus expresiones, sus gestos, su mirada. ¡Todo! Y era por esa razón que nunca había podido olvidarlo, pero se había acostumbrado a ponerle un ‘stop’ a la película de sus sentimientos y seguir adelante.
Aun así, llegó el tan aterrador día. Y alguien había dejado que aquello que había quedado en pausa, siguiera con su curso normal. Y Mayra no estaba preparada para afrontar los sentimientos que eso causaba.
Tan solo esperaba que nadie se diera cuenta de la similitud. O ella tendría que dar muchas explicaciones, las cuales no había formulado ni siquiera.
«¡Oh, pero qué tonta, Mayra! Cualquiera se da cuenta del parecido… Es más que obvio, mucho más ahora que se han visto», pensó y la idea de que él quedara en el colegio la aterró. ¿Y si había ido a buscar a May? No, no podía. Es decir, él no sabía nada de ella.
Porque aquella vez que había colapsado en el pavimento no había visto su mirada oscura posarse sobre ella, solo la de esa mujer. Entonces él no era el problema.
Pero May lo había visto…, se dijo. Y en cuanto estuvieran solas su hija la atacaría a preguntas. ¿Qué le respondería? Que sí, él era el padre que tanto había buscado. ¡No! Desearía volver con él y Mayra no se había alejado de Asia para que se vieran.
No quería ser una mala madre separando a su hija de su padre, pero sí de una vida en la que podría correr peligro, y aunque le dolía mantener las distancias con Norman, tenía que hacerlo por el bien de su familia.
Aun así, no había soportado mucho y había regresado a la tierra en la que sus muchas aventuras se dieron a conocer. Y lo había hecho con la ingenua idea de que nunca se toparían sus caminos. ¡Lo habían hecho! Pero ella lo había sabido desde un principio, tan solo que su corazón mandaba a la basura toda ley que su cerebro dictara.
Y estaba ahí… Como una masoquista tragándose las lágrimas de un sufrimiento que ella misma se había buscado.
—Mayra —la voz de Jack la hizo sobresaltar, y se giró hacia él. Las lágrimas habían dejado de rodar, pero su rostro estaba distorsionado por una mueca de frustración—, no te enfades con May. Solo es una chica.
No sabía si asentir, o gritar. Si hablaba la voz se le quebraría y nada coherente en su mente pasaba como para responder a esas cortas palabras. Si no se sacaba ese rebullicio terminaría por soltar todo lo que en años había mantenido en secreto, con dificultad, pero lo había hecho.
Solo suspiró y a Jack eso le bastó.
May miraba distraída a las personas que pasaban al otro lado del ventanal de la cafetería mientras jugaba con la servilleta. Había sido fácil fugarse de aquel colegio, aunque le había costado un poco tener que ir a ver sus zapatos al casillero, por suerte, no había nadie por ahí.
Ahora, esperaba al tal Norman que había salido a contestar una llamada de urgencia. Dejó la servilleta en la mesa y se puso a repasar los puntos: tenía que preguntarle sobre el pasado de su madre, que también le pertenecía a ella pero tenía que ser cuidadosa. No podía levantar sospechas de ningún tipo.
«¿Quién fue el novio de mi mamá?»
No, eso no.
«¿Ustedes dos… fueron amigos?»
¡Qué tonto! Se notaba que lo habían sido…, al menos.
«¿Qué significa la Galería para mamá?»
¡Mucho, lo sabía!
«¿Quién es mi papá?»
Su vista se posó sobre el jovial rostro de Norman, que le sonreía mientras se sentaba al frente de ella, no había notado cuando había llegado pero eso no era de importancia.
Nervios que no conocía se habían apoderado de su cuerpo entero, así que tuvo que recurrir a la servilleta otra vez para calmarlos.
—Y… —empezó a decir Norman sin saber qué decir, de pronto una Maid apareció a lado de ellos tomando su orden. Aquello lo salvó, por ahora—. ¿Qué quieres tomar, May?
—Un… café está bien —contestó indiferente ordenándole a su cerebro no agachar la cabeza.
—Para mí también, por favor —dijo Normman y May se acordó de una de las tantas películas americanas en las que el detective invitaba a la dama sospechosa de la desaparición de su marido a un café.
«Ya deja de pensar tonterías», se dijo sonriéndose a sí misma.
—Así que May… —Norman parecía estar en la misma situación que ella, solo que sus gestos algo cansados y adultos lo ocultaban con facilidad—. ¿Me cuentas algo sobre ti?
May levantó una ceja divertida. Habían ido a hablar de su madre, no de ella.
—¿Soy yo de tu interés, Norman? —tuteó sin pudor alguno dejando el objeto de su entretenimiento en la mesa, otra vez. El hombre ahogó una risa por las palabras de la chica, a simple vista era agradable.
—Mayra es tu madre, así que sí —contestó él de la misma forma que ella posando los brazos sobre la mesa mirándola directamente a los ojos mientras los dos cafés y unos cuantos dulces eran depositados frente a ellos. A la castaña le brillaron los ojos: no se había dado cuenta de que tenía hambre y eso pareció serle tierno para Norman, quien frunció el ceño.
—Entonces… ¿qué quieres saber de ella?
—Muchas cosas, realmente —May levantó ambas cejas mientras su boca se curvaba en una sonrisa—. ¿Cómo ha estado ella? —preguntó tomándola por sorpresa, no pensaba que eso fuera lo primero que él quisiera saber sobre su madre. Y aun así, su cara era tan seria que no parecía bromear.
—Ella… Bien —dijo y al ver el rostro de Norman se dio cuenta de que esperaba una respuesta más amplia—. Es una madre normal y corriente, así que se toma las cosas muy bien —May quiso contradecirse pues su madre era lo inverso a eso.
—¿Es así? —interrogó bebiéndose el café. Pero tenía una expresión de sorpresa y desconcierto.
—Eh… sí —respondió jugando esta vez con la cuchara. Sin embargo se rindió y suspiró con pesar fingido—. No lo es. Llora peor que magdalena y cambia muy rápido de estado de ánimo. A veces pareciera que yo estuviera hablando con una adolescente y es difícil calmarla —la última palabra la susurró con una gran sonrisa en sus labios. Su madre era única—. Ella es grandiosa…
—Lo sé —murmuró Norman que miraba un punto en la mesa—. Siempre fue única.
—Y lo sigue siendo —dijo May con sorpresa por la actitud del hombre.
—Ustedes… ¿desde cuándo están aquí? —preguntó cautelosamente.
—Algunas semanas —May bajó la voz dejándose llevar por sus sentimientos que convulsionaban en su interior por salir de esa fachada de niña malcriada que con muy poco éxito había podido fingir.
—¿Estuvieron en América antes, verdad?
—Sí —contestó—. Desde que nací conozco esa tierra como mía —dijo levantando la barbilla—. Sin embargo…
—¿Sin embargo? —Norman la instó a continuar ladeando la cabeza hacia un lado.
—Este lugar también lo siento mío —dijo refiriéndose a Tokio.
—¿Cómo es eso? —indagó bebiendo de su café. May negó, pues ni ella misma sabía cómo responder eso, entonces, una idea se le ocurrió.
—Mamá dice que nací aquí, creo que es eso —comentó mirando hacia el cristal, mientras por el rabillo del ojo veía la expresión de sorpresa en el rostro de Norman—. Tengo los rasgos asiáticos… ¿no es fantástico?
—Lo es —murmuró atragantándose con el líquido. May rió pasándole una servilleta—. Siento que te he hecho muchas preguntas, y parte del trato es que tú me indagues también, ¿qué quieres saber?
—Oh, por eso no te preocupes —confesó May con un movimiento de mano—. La cosas suceden a su tiempo, y este no es el momento de preguntar, así que tú prosigue con tu interrogatorio —dijo recostándose en el respaldar de la silla; una actitud relajada que muy pocas y sinceras veces pertenecía a ella.
—Así que con tiempo —repitió Norman repitiendo su gesto—. Bien —dio una respiración pausada—, tu mamá… —se aclaró la garganta—; es decir, ella es una mujer adulta. Y creo que es obvio que ha tenido alguna que otra relación sentimental con —una tos—, tú comprendes… —pausa—. Lo que quiero decir…
Pero May aguantaba la risa al ver el leve, casi imperceptible rubor en las mejillas del hombre que tenía al frente. Su actitud en ese momento era como la de un crío, y eso hacía que sus dudas flotaran alrededor de su mente.
Algo había pasado entre esos dos…
—Sí —respondió cruzándose de brazos con la sonrisa aún en su rostro.
—¿Sí? —preguntó Norman como si no se creyera lo que la chica decía—. ¿Sí qué? —instó a que continuara con una tranquilidad inesperada: parecía al hombre que había entrado en la oficina del director y no la persona llena de dudas en su mente capaz de dejar brillar sus ojos por una respuesta.
—Sí ha salido con alguien más —contestó poniéndose seria de repente—. Pero solo con una persona. El papá de mi hermano.
—¿Tienes un hermano? —preguntó cogiendo la servilleta como si los modales se hubieran presentado en ese momento.
—Max —respondió May—. Pronto se integrará a la secundaria.
—Aquel hombre… —susurró él, sin que May lo pudiera escuchar—. May…, tú…
—Momento de que pregunte —interrumpió ella acercando su cuerpo más a la mesa—. ¿Qué fue usted para mi mamá?
Norman levantó ambas cejas. Se había entretenido escuchando a aquella chica hablar de Mayra con tal familiaridad que lo había contagiado. Pero su mundo de esperanzas se vio roto cuando ella mencionó sobre la nueva relación amorosa de su antiguo amor. ¡Y todavía había tenido otro hijo! De ese hombre…
Intentaba no ponerse celoso, pero tenía muchas razones para estarlo: Mayra se había ido de su lado sin ninguna explicación más que una carta. ¡Y sin firma, todavía! Cuánto había soñado con el futuro de ambos y aquella americana traicionera se los había truncado.
Aún la amaba, en ese entonces.
Pero era un adulto ahora, y había madurado lo suficiente como para ignorar el hecho de que ella se hubiera marchado como una adolescente sin escrúpulos, lo cual era. No era rencoroso, pero un corazón roto no perdona con facilidad.
Así que…, era difícil responder a aquella pregunta. Después de tanto sufrimiento, una sola palabra que definiera lo que ellos dos habían tenido en un pasado era imposible de encontrar, y mucho peor, de decir.
Todos esos recuerdos ahora eran un sueño que nunca había sido real… Porque había durado tan poco que parecía una ilusión cruel…, y nostálgica.
Y aun así, no había dejado nunca que su sonrisa soñadora se borrara de su mente. Masoquista. Masoquista e idiota por amar a una mujer que lo había abandonado como el ser más cruel del mundo.
No se explicaba cómo podía anhelar que el destino los juntara una sola vez más...
May, por su parte, intentaba ver entre el ceño fruncido de Norman y sus ojos oscuros algún sentimiento que respondiera lo que él parecía pensar. No era buena descifrando rostros, así que eso podía ser contrariedad…, o molestia.
¡Oh! Quizás lo había incordiado con esa pregunta y todas sus oportunidades de averiguar el pasado de Mayra ahora eran nulas.
Pero no podía ser así, porque él había dicho que cumpliría con su trato.
—Conocidos —y cuando por fin respondió, sus esperanzas se echaron abajo. ¡¿Conocidos?! ¿Sólo eso? ¿Entonces por qué tanto interés en Mayra si no eran más que unos simples conocidos? Ni siquiera amigos… ¡Qué pérdida de tiempo, se dijo!
—Así que conocidos… —musitó levantando una ceja, algo más había detrás de esas palabras. Y algo mejor pasó por su mente—. Norman, eres dueño de la Galería, ¿no es así?
El hombre asintió sintiéndose momentáneamente aliviado de que la chica no preguntara más sobre el tema. Aun así, su interrogante era más confusa.
—Pues, yo soy asistente de Kohana —dijo advirtiéndose de su reacción—. Hay algo que quiero enseñarte.
—¿En la Galería? —terminó dando un sorbo al café. May ni se lo había terminado.
—Síp —asintió apartando una mecha de cabello.
—Entonces, déjame pagar y salimos hacia allá.
May sonrió sincera.
Drew buscaba con su mirada a May sin obtener ningún resultado. La chica parecía haber desaparecido de la Tierra desde la mañana y eso, lo preocupaba.
—Ya amigo, ha de estar por ahí —dijo Jimmy bostezando.
—Jim tiene razón, Drew. Aunque es raro… —argumentó Ash, ¡pensando!—. Brianna tampoco ha estado por aquí.
—Lo más seguro es que esté lloriqueando en alguna parte. No te sorprendas si aparece en una nube de fuego y secuestra a Drew —rió Jimmy chocando las palmas con Ash.
—Habría que ver eso —murmuró Kenny, quien se había integrado al grupo hace unos días, y ahora hacía parte del chisme del momento.
—Drew se quitó un peso de encima —comentó Jimmy riendo.
—No olviden que estoy aquí —refunfuñó Drew. Se había distraído con la conversación de sus amigos y había olvidado lo que hacía. De repente, Dawn pasó por su lado distraída y la tomó del brazo—. Hey, ¿has visto a May?
—Se ha de haber marchado —dijo encogiéndose de hombros. Raro en ella, pero a Drew no le importaba la peli azul.
—¿Pero por qué?
—Me imagino que sus padres se la llevaron. Después de semejante pelea lo más seguro es que reciba castigo doble —dijo en tono de sincero lamento.
—Kuso —murmuró él y Dawn se sonrojó al extremo—. Disculpa, disculpa.
La chica seguía impactada, no era como si no escuchara esa clase de palabras, pero seguían aturdiéndola los malos modales de algunos. Difícil de cambiarla.
—Gracias —susurró Drew liberándola del agarre y volviendo con sus amigos.
—Aún sigo pensando que esa pelea fue ¡impresionante! Quién pensaría que May fuera tan fuerte —alucinó Ash con emoción exagerada, los otros dos asintieron mientras Drew lo fusilaba con la mirada.
—Eres suertudo Drew, dos chicas peleando por ti —dijo Jimmy socarrón.
Drew chasqueó con la lengua girando el rostro. Ellos se seguían burlando de lo anterior mientras él pensaba en la castaña.
Tenía que hablar con ella pronto, y arreglar lo que no había comenzado bien.
May amplió su sonrisa cuando la majestuosa Galería se abrió paso ante sus azules ojos. Había llegado la hora de buscar la respuesta a aquel acertijo que tanto la intrigaba.
—Entremos —dijo más entusiasmada de lo normal.
¡Continuará!
Ahora sí... ¿Qué les pareció el capi? *w* Acepto que me digan que no les gustó u//u Pero a mí sí >w<
Ñañañañaña! :3 El mundo es tan lindo~ (Ando hiperactiva, normal en mí)
Aaaam... No sé qué decir. ¡Esperen! Tengo una pregunta òwó
¿Qué es lo que más les gusta de su habitación? ¿Un objeto, persona, animal o... extraterrestre? owo
Haha, creo que me acostumbraré a las preguntas.
Ahora me voy, ya va a comenzar Forenses al Extremo y no me lo pierdo por nada *o*
Sayonara~
PD: En el próximo cap les digo qué es lo que me gusta de mi habitación nwn
Perdonen a esta chiquilla que no encontraba manera de continuar con el capi x'D Por eso me demoré ewe
Adoro sus comentarios! *o* No saben cómo me alegra leer cada vez que la inspiración amenaza con tomarse unas vacaciones, creo que es un gran incentivo leer sus comentarios varias veces :'D
Y bueno... Sus respuestas a mi pregunta son muy creativas, y podría decir que... acertadas, dependiendo de la persona. Gracias por responder.
Y Abichu: ¡Te deseo muchas buenas vibras! >w< Espero salgas genial, y si te equivocas, ¡sonríe que así nadie lo nota! Pero cuentas con mi apoyo onee nwn
Ahora... ¡a disfrutar del capi! nOn
CHAPTER 15
"HERE WITHOUT YOU"
"HERE WITHOUT YOU"
Los pies parecían haberle echado raíces, porque no podía moverse de donde estaba.
Mayra secó las lágrimas que rodaban por sus mejillas inspirando fuertemente el aire. Necesitaba darse un gran respiro, y no precisamente como el de ese momento. Tenía que salir de ahí sin que Jack le hiciera preguntas. Se sentía sofocada y sin fuerzas para seguir con su vida.
Tan solo quería que la Tierra se le tragara y la expulsara hacia otra parte.
Pero las cosas nunca resultan fáciles para una madre que debe mantener el equilibrio emocional de los que la rodean, así que volvió a inspirar, serenando parte de sus nervios. Sus pies parecieron reaccionar y empezaron a moverse en dirección del auto. Jack tenía el ceño fruncido, pero no dijo nada cuando le abrió la puerta para que entrara.
En cuanto él encendió el auto, el ambiente se llenó de una intensidad mortífera. Mayra aguantaba las lágrimas con los labios apretados mientras miraba al frente. El hombre junto a ella suspiró varias veces, antes de que aquello se convirtiera en un infierno.
—A May le han concedido un gran castigo —dijo él luego de un rato. Faltaba poco para llegar a la Galería, se dio cuenta Mayra.
—Quiero ir a casa —contestó sin hacer caso a lo que él había dicho. Su rostro estaba levemente sonrojado por las lágrimas contenidas y su corazón latía fuertemente.
—Pensé que seguirías trabajando —Jack parecía algo incómodo con el tono que había usado la morena.
—No hoy —Mayra agachó la cabeza. Lo estaba haciendo sentir mal, y eso que él ni se había atrevido a conjeturar algo por su repentina fatiga.
—Está bien.
Y sin más, siguió de largo, pasando del majestuoso edificio que hacía de Galería. Sería un infierno para Mayra quedarse ahí después de ver al hombre con el que había compartido tantos momentos de su vida. Ella había enterrado parte de su pasado cuando regresó por segunda vez a América, decidida a que los fantasmas de la depresión y los recuerdos se alejaran de ella. Pero era imposible, y la razón de aquello tenía cabello castaño, grandes ojos color zafiro, y una sonrisa encantadora: May.
La niña se parecía en rasgos a su padre, pensó de repente y los nervios la volvieron a atacar.
Ellos eran como dos gotas de agua. Hasta en sus expresiones, sus gestos, su mirada. ¡Todo! Y era por esa razón que nunca había podido olvidarlo, pero se había acostumbrado a ponerle un ‘stop’ a la película de sus sentimientos y seguir adelante.
Aun así, llegó el tan aterrador día. Y alguien había dejado que aquello que había quedado en pausa, siguiera con su curso normal. Y Mayra no estaba preparada para afrontar los sentimientos que eso causaba.
Tan solo esperaba que nadie se diera cuenta de la similitud. O ella tendría que dar muchas explicaciones, las cuales no había formulado ni siquiera.
«¡Oh, pero qué tonta, Mayra! Cualquiera se da cuenta del parecido… Es más que obvio, mucho más ahora que se han visto», pensó y la idea de que él quedara en el colegio la aterró. ¿Y si había ido a buscar a May? No, no podía. Es decir, él no sabía nada de ella.
Porque aquella vez que había colapsado en el pavimento no había visto su mirada oscura posarse sobre ella, solo la de esa mujer. Entonces él no era el problema.
Pero May lo había visto…, se dijo. Y en cuanto estuvieran solas su hija la atacaría a preguntas. ¿Qué le respondería? Que sí, él era el padre que tanto había buscado. ¡No! Desearía volver con él y Mayra no se había alejado de Asia para que se vieran.
No quería ser una mala madre separando a su hija de su padre, pero sí de una vida en la que podría correr peligro, y aunque le dolía mantener las distancias con Norman, tenía que hacerlo por el bien de su familia.
Aun así, no había soportado mucho y había regresado a la tierra en la que sus muchas aventuras se dieron a conocer. Y lo había hecho con la ingenua idea de que nunca se toparían sus caminos. ¡Lo habían hecho! Pero ella lo había sabido desde un principio, tan solo que su corazón mandaba a la basura toda ley que su cerebro dictara.
Y estaba ahí… Como una masoquista tragándose las lágrimas de un sufrimiento que ella misma se había buscado.
—Mayra —la voz de Jack la hizo sobresaltar, y se giró hacia él. Las lágrimas habían dejado de rodar, pero su rostro estaba distorsionado por una mueca de frustración—, no te enfades con May. Solo es una chica.
No sabía si asentir, o gritar. Si hablaba la voz se le quebraría y nada coherente en su mente pasaba como para responder a esas cortas palabras. Si no se sacaba ese rebullicio terminaría por soltar todo lo que en años había mantenido en secreto, con dificultad, pero lo había hecho.
Solo suspiró y a Jack eso le bastó.
~*~
May miraba distraída a las personas que pasaban al otro lado del ventanal de la cafetería mientras jugaba con la servilleta. Había sido fácil fugarse de aquel colegio, aunque le había costado un poco tener que ir a ver sus zapatos al casillero, por suerte, no había nadie por ahí.
Ahora, esperaba al tal Norman que había salido a contestar una llamada de urgencia. Dejó la servilleta en la mesa y se puso a repasar los puntos: tenía que preguntarle sobre el pasado de su madre, que también le pertenecía a ella pero tenía que ser cuidadosa. No podía levantar sospechas de ningún tipo.
«¿Quién fue el novio de mi mamá?»
No, eso no.
«¿Ustedes dos… fueron amigos?»
¡Qué tonto! Se notaba que lo habían sido…, al menos.
«¿Qué significa la Galería para mamá?»
¡Mucho, lo sabía!
«¿Quién es mi papá?»
Su vista se posó sobre el jovial rostro de Norman, que le sonreía mientras se sentaba al frente de ella, no había notado cuando había llegado pero eso no era de importancia.
Nervios que no conocía se habían apoderado de su cuerpo entero, así que tuvo que recurrir a la servilleta otra vez para calmarlos.
—Y… —empezó a decir Norman sin saber qué decir, de pronto una Maid apareció a lado de ellos tomando su orden. Aquello lo salvó, por ahora—. ¿Qué quieres tomar, May?
—Un… café está bien —contestó indiferente ordenándole a su cerebro no agachar la cabeza.
—Para mí también, por favor —dijo Normman y May se acordó de una de las tantas películas americanas en las que el detective invitaba a la dama sospechosa de la desaparición de su marido a un café.
«Ya deja de pensar tonterías», se dijo sonriéndose a sí misma.
—Así que May… —Norman parecía estar en la misma situación que ella, solo que sus gestos algo cansados y adultos lo ocultaban con facilidad—. ¿Me cuentas algo sobre ti?
May levantó una ceja divertida. Habían ido a hablar de su madre, no de ella.
—¿Soy yo de tu interés, Norman? —tuteó sin pudor alguno dejando el objeto de su entretenimiento en la mesa, otra vez. El hombre ahogó una risa por las palabras de la chica, a simple vista era agradable.
—Mayra es tu madre, así que sí —contestó él de la misma forma que ella posando los brazos sobre la mesa mirándola directamente a los ojos mientras los dos cafés y unos cuantos dulces eran depositados frente a ellos. A la castaña le brillaron los ojos: no se había dado cuenta de que tenía hambre y eso pareció serle tierno para Norman, quien frunció el ceño.
—Entonces… ¿qué quieres saber de ella?
—Muchas cosas, realmente —May levantó ambas cejas mientras su boca se curvaba en una sonrisa—. ¿Cómo ha estado ella? —preguntó tomándola por sorpresa, no pensaba que eso fuera lo primero que él quisiera saber sobre su madre. Y aun así, su cara era tan seria que no parecía bromear.
—Ella… Bien —dijo y al ver el rostro de Norman se dio cuenta de que esperaba una respuesta más amplia—. Es una madre normal y corriente, así que se toma las cosas muy bien —May quiso contradecirse pues su madre era lo inverso a eso.
—¿Es así? —interrogó bebiéndose el café. Pero tenía una expresión de sorpresa y desconcierto.
—Eh… sí —respondió jugando esta vez con la cuchara. Sin embargo se rindió y suspiró con pesar fingido—. No lo es. Llora peor que magdalena y cambia muy rápido de estado de ánimo. A veces pareciera que yo estuviera hablando con una adolescente y es difícil calmarla —la última palabra la susurró con una gran sonrisa en sus labios. Su madre era única—. Ella es grandiosa…
—Lo sé —murmuró Norman que miraba un punto en la mesa—. Siempre fue única.
—Y lo sigue siendo —dijo May con sorpresa por la actitud del hombre.
—Ustedes… ¿desde cuándo están aquí? —preguntó cautelosamente.
—Algunas semanas —May bajó la voz dejándose llevar por sus sentimientos que convulsionaban en su interior por salir de esa fachada de niña malcriada que con muy poco éxito había podido fingir.
—¿Estuvieron en América antes, verdad?
—Sí —contestó—. Desde que nací conozco esa tierra como mía —dijo levantando la barbilla—. Sin embargo…
—¿Sin embargo? —Norman la instó a continuar ladeando la cabeza hacia un lado.
—Este lugar también lo siento mío —dijo refiriéndose a Tokio.
—¿Cómo es eso? —indagó bebiendo de su café. May negó, pues ni ella misma sabía cómo responder eso, entonces, una idea se le ocurrió.
—Mamá dice que nací aquí, creo que es eso —comentó mirando hacia el cristal, mientras por el rabillo del ojo veía la expresión de sorpresa en el rostro de Norman—. Tengo los rasgos asiáticos… ¿no es fantástico?
—Lo es —murmuró atragantándose con el líquido. May rió pasándole una servilleta—. Siento que te he hecho muchas preguntas, y parte del trato es que tú me indagues también, ¿qué quieres saber?
—Oh, por eso no te preocupes —confesó May con un movimiento de mano—. La cosas suceden a su tiempo, y este no es el momento de preguntar, así que tú prosigue con tu interrogatorio —dijo recostándose en el respaldar de la silla; una actitud relajada que muy pocas y sinceras veces pertenecía a ella.
—Así que con tiempo —repitió Norman repitiendo su gesto—. Bien —dio una respiración pausada—, tu mamá… —se aclaró la garganta—; es decir, ella es una mujer adulta. Y creo que es obvio que ha tenido alguna que otra relación sentimental con —una tos—, tú comprendes… —pausa—. Lo que quiero decir…
Pero May aguantaba la risa al ver el leve, casi imperceptible rubor en las mejillas del hombre que tenía al frente. Su actitud en ese momento era como la de un crío, y eso hacía que sus dudas flotaran alrededor de su mente.
Algo había pasado entre esos dos…
—Sí —respondió cruzándose de brazos con la sonrisa aún en su rostro.
—¿Sí? —preguntó Norman como si no se creyera lo que la chica decía—. ¿Sí qué? —instó a que continuara con una tranquilidad inesperada: parecía al hombre que había entrado en la oficina del director y no la persona llena de dudas en su mente capaz de dejar brillar sus ojos por una respuesta.
—Sí ha salido con alguien más —contestó poniéndose seria de repente—. Pero solo con una persona. El papá de mi hermano.
—¿Tienes un hermano? —preguntó cogiendo la servilleta como si los modales se hubieran presentado en ese momento.
—Max —respondió May—. Pronto se integrará a la secundaria.
—Aquel hombre… —susurró él, sin que May lo pudiera escuchar—. May…, tú…
—Momento de que pregunte —interrumpió ella acercando su cuerpo más a la mesa—. ¿Qué fue usted para mi mamá?
Norman levantó ambas cejas. Se había entretenido escuchando a aquella chica hablar de Mayra con tal familiaridad que lo había contagiado. Pero su mundo de esperanzas se vio roto cuando ella mencionó sobre la nueva relación amorosa de su antiguo amor. ¡Y todavía había tenido otro hijo! De ese hombre…
Intentaba no ponerse celoso, pero tenía muchas razones para estarlo: Mayra se había ido de su lado sin ninguna explicación más que una carta. ¡Y sin firma, todavía! Cuánto había soñado con el futuro de ambos y aquella americana traicionera se los había truncado.
Aún la amaba, en ese entonces.
Pero era un adulto ahora, y había madurado lo suficiente como para ignorar el hecho de que ella se hubiera marchado como una adolescente sin escrúpulos, lo cual era. No era rencoroso, pero un corazón roto no perdona con facilidad.
Así que…, era difícil responder a aquella pregunta. Después de tanto sufrimiento, una sola palabra que definiera lo que ellos dos habían tenido en un pasado era imposible de encontrar, y mucho peor, de decir.
Todos esos recuerdos ahora eran un sueño que nunca había sido real… Porque había durado tan poco que parecía una ilusión cruel…, y nostálgica.
Y aun así, no había dejado nunca que su sonrisa soñadora se borrara de su mente. Masoquista. Masoquista e idiota por amar a una mujer que lo había abandonado como el ser más cruel del mundo.
No se explicaba cómo podía anhelar que el destino los juntara una sola vez más...
May, por su parte, intentaba ver entre el ceño fruncido de Norman y sus ojos oscuros algún sentimiento que respondiera lo que él parecía pensar. No era buena descifrando rostros, así que eso podía ser contrariedad…, o molestia.
¡Oh! Quizás lo había incordiado con esa pregunta y todas sus oportunidades de averiguar el pasado de Mayra ahora eran nulas.
Pero no podía ser así, porque él había dicho que cumpliría con su trato.
—Conocidos —y cuando por fin respondió, sus esperanzas se echaron abajo. ¡¿Conocidos?! ¿Sólo eso? ¿Entonces por qué tanto interés en Mayra si no eran más que unos simples conocidos? Ni siquiera amigos… ¡Qué pérdida de tiempo, se dijo!
—Así que conocidos… —musitó levantando una ceja, algo más había detrás de esas palabras. Y algo mejor pasó por su mente—. Norman, eres dueño de la Galería, ¿no es así?
El hombre asintió sintiéndose momentáneamente aliviado de que la chica no preguntara más sobre el tema. Aun así, su interrogante era más confusa.
—Pues, yo soy asistente de Kohana —dijo advirtiéndose de su reacción—. Hay algo que quiero enseñarte.
—¿En la Galería? —terminó dando un sorbo al café. May ni se lo había terminado.
—Síp —asintió apartando una mecha de cabello.
—Entonces, déjame pagar y salimos hacia allá.
May sonrió sincera.
~*~
Drew buscaba con su mirada a May sin obtener ningún resultado. La chica parecía haber desaparecido de la Tierra desde la mañana y eso, lo preocupaba.
—Ya amigo, ha de estar por ahí —dijo Jimmy bostezando.
—Jim tiene razón, Drew. Aunque es raro… —argumentó Ash, ¡pensando!—. Brianna tampoco ha estado por aquí.
—Lo más seguro es que esté lloriqueando en alguna parte. No te sorprendas si aparece en una nube de fuego y secuestra a Drew —rió Jimmy chocando las palmas con Ash.
—Habría que ver eso —murmuró Kenny, quien se había integrado al grupo hace unos días, y ahora hacía parte del chisme del momento.
—Drew se quitó un peso de encima —comentó Jimmy riendo.
—No olviden que estoy aquí —refunfuñó Drew. Se había distraído con la conversación de sus amigos y había olvidado lo que hacía. De repente, Dawn pasó por su lado distraída y la tomó del brazo—. Hey, ¿has visto a May?
—Se ha de haber marchado —dijo encogiéndose de hombros. Raro en ella, pero a Drew no le importaba la peli azul.
—¿Pero por qué?
—Me imagino que sus padres se la llevaron. Después de semejante pelea lo más seguro es que reciba castigo doble —dijo en tono de sincero lamento.
—Kuso —murmuró él y Dawn se sonrojó al extremo—. Disculpa, disculpa.
La chica seguía impactada, no era como si no escuchara esa clase de palabras, pero seguían aturdiéndola los malos modales de algunos. Difícil de cambiarla.
—Gracias —susurró Drew liberándola del agarre y volviendo con sus amigos.
—Aún sigo pensando que esa pelea fue ¡impresionante! Quién pensaría que May fuera tan fuerte —alucinó Ash con emoción exagerada, los otros dos asintieron mientras Drew lo fusilaba con la mirada.
—Eres suertudo Drew, dos chicas peleando por ti —dijo Jimmy socarrón.
Drew chasqueó con la lengua girando el rostro. Ellos se seguían burlando de lo anterior mientras él pensaba en la castaña.
Tenía que hablar con ella pronto, y arreglar lo que no había comenzado bien.
~*~
May amplió su sonrisa cuando la majestuosa Galería se abrió paso ante sus azules ojos. Había llegado la hora de buscar la respuesta a aquel acertijo que tanto la intrigaba.
—Entremos —dijo más entusiasmada de lo normal.
¡Continuará!
Ahora sí... ¿Qué les pareció el capi? *w* Acepto que me digan que no les gustó u//u Pero a mí sí >w<
Ñañañañaña! :3 El mundo es tan lindo~ (Ando hiperactiva, normal en mí)
Aaaam... No sé qué decir. ¡Esperen! Tengo una pregunta òwó
¿Qué es lo que más les gusta de su habitación? ¿Un objeto, persona, animal o... extraterrestre? owo
Haha, creo que me acostumbraré a las preguntas.
Ahora me voy, ya va a comenzar Forenses al Extremo y no me lo pierdo por nada *o*
Sayonara~
PD: En el próximo cap les digo qué es lo que me gusta de mi habitación nwn
Re: A Different Love Story!
me gusto mucho el capi X3
te quedo genial el interrogatorio de may y norman
y drew preocupado por may owo buscala, buscala X3 para que las cosas se pongan mas buenas XD ok no XD
aunque estuvo cortito lo goce mucho :3 y eso hace que quiera conti >.<
que picada estoy XD pero esperare nwn
¿Qué es lo que más les gusta de su habitación?
bueno... jamas me habia planteado esa pregunta XD... en realidad me gusta todo de mi cuarto ya que por fin lo pude decorar como a mi me gusta (se terminaron los dias de compartir cuarto con mis hermanas XD)
pero si tengo que escojer las cosas que mas me gustan son... el cuadro de San Miguel de Allende que hizo mi tia en repujado :3, un peluche de un golden retriver por que se parece mucho a mi perra que murio hace mucho u.u, y la cajita, que la misma tia que hizo el cuadro XD me regalo en navidad, es de una especie de carton pero coloreada y en la tapa tiene los kanjis de los dias de la semana y a pucca en repujado ^w^, de hecho este fue el regalo que mas me gusto de navidad X3 (y tambien el sueter que YO misma me compre XD)
me volvi a explañar jeje ups .w.U
mejor ya me voy que si no voy a escribir todo un libro aqui X'D
nos vemos musa onne-chan :3
te quedo genial el interrogatorio de may y norman
y drew preocupado por may owo buscala, buscala X3 para que las cosas se pongan mas buenas XD ok no XD
aunque estuvo cortito lo goce mucho :3 y eso hace que quiera conti >.<
que picada estoy XD pero esperare nwn
¿Qué es lo que más les gusta de su habitación?
bueno... jamas me habia planteado esa pregunta XD... en realidad me gusta todo de mi cuarto ya que por fin lo pude decorar como a mi me gusta (se terminaron los dias de compartir cuarto con mis hermanas XD)
pero si tengo que escojer las cosas que mas me gustan son... el cuadro de San Miguel de Allende que hizo mi tia en repujado :3, un peluche de un golden retriver por que se parece mucho a mi perra que murio hace mucho u.u, y la cajita, que la misma tia que hizo el cuadro XD me regalo en navidad, es de una especie de carton pero coloreada y en la tapa tiene los kanjis de los dias de la semana y a pucca en repujado ^w^, de hecho este fue el regalo que mas me gusto de navidad X3 (y tambien el sueter que YO misma me compre XD)
me volvi a explañar jeje ups .w.U
mejor ya me voy que si no voy a escribir todo un libro aqui X'D
nos vemos musa onne-chan :3
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Edad : 31
Cumpleaños!! : 10/09/1993
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Re: A Different Love Story!
1.- ¿Qué les pareció el capi?
¡Alucinante! *0*
¡Me quedé aun más con la intriga del pasado de Mayra!
Estoy segura que parte de la culpa la tiene la madre de Brianna e.é
Por otro lado pobre de Norman siente celos x'D
¡Me encantó la conversación de esos dos! Especialmente las partes en las que no saben que contestar xD
y el... "Conocidos!" Hasta yo me quedé: "¿¡Qué!?" xD
También me encanta que se tuteen xD
Pobre Drew... Él preocupado, mientras los otros se burlan x'D
Aunque yo me imagine a Brianna sobre una escoba en vez de una nube xD
jajaja Dawn Pobre... Es verdad ya nadie respeta a Nadie, aunque bueno Drew estaba nervioso hay que comprender ewe (?
Uh... ¡Quiero saber qué pasará en la galería!maldita siempre es lo mismo contigo è.é
2.- ¿Qué es lo que más les gusta de su habitación?
De mi cuarto... Creo que todo xD. Pero es tétrico cuando está oscuro xD (Tu ya has entrado así que comprendes xD) pero si tengo que escoger algo favorito... Es mi cama y los peluches >w< xD. Aunque tener el televisor hay tampoco es malo La repisa me encanta y... Saben qué mejor hay me quedo x'D, y si hablamos de lo que realmente detesto es el teléfono (Si soy rara xD) Es que me gusta dormir! xD y a cada rato llaman a esta casa ¬¬*
bueno eso es todo nwn
Me voy no sin antes escribir que... ¡Me encantó este Capi! >w<
Y me dejaste con intriga así que espero el próximo! >w<
l3@!...!!
¡Alucinante! *0*
¡Me quedé aun más con la intriga del pasado de Mayra!
Estoy segura que parte de la culpa la tiene la madre de Brianna e.é
Por otro lado pobre de Norman siente celos x'D
¡Me encantó la conversación de esos dos! Especialmente las partes en las que no saben que contestar xD
y el... "Conocidos!" Hasta yo me quedé: "¿¡Qué!?" xD
También me encanta que se tuteen xD
Pobre Drew... Él preocupado, mientras los otros se burlan x'D
Aunque yo me imagine a Brianna sobre una escoba en vez de una nube xD
jajaja Dawn Pobre... Es verdad ya nadie respeta a Nadie, aunque bueno Drew estaba nervioso hay que comprender ewe (?
Uh... ¡Quiero saber qué pasará en la galería!
2.- ¿Qué es lo que más les gusta de su habitación?
De mi cuarto... Creo que todo xD. Pero es tétrico cuando está oscuro xD (Tu ya has entrado así que comprendes xD) pero si tengo que escoger algo favorito... Es mi cama y los peluches >w< xD. Aunque tener el televisor hay tampoco es malo La repisa me encanta y... Saben qué mejor hay me quedo x'D, y si hablamos de lo que realmente detesto es el teléfono (Si soy rara xD) Es que me gusta dormir! xD y a cada rato llaman a esta casa ¬¬*
bueno eso es todo nwn
Me voy no sin antes escribir que... ¡Me encantó este Capi! >w<
Y me dejaste con intriga así que espero el próximo! >w<
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Re: A Different Love Story!
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