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A Different Love Story!
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Re: A Different Love Story!
¡Extraordinario capitulo!
Sí estas en lo correcto, no me agrado para nada, si no que me fascino y aparte de ser una gran escritora tienes muy buenos gustos en música; y lo digo porque adoro Green Day. Es enserio quiero que continúes esta historia ya que tiene mucho potencial, tomate el tiempo que sea necesario. Ame lo que hizo May a la rata chillona, perdón, Brianna.
Saludos y cuídate.
Sí estas en lo correcto, no me agrado para nada, si no que me fascino y aparte de ser una gran escritora tienes muy buenos gustos en música; y lo digo porque adoro Green Day. Es enserio quiero que continúes esta historia ya que tiene mucho potencial, tomate el tiempo que sea necesario. Ame lo que hizo May a la rata chillona, perdón, Brianna.
Saludos y cuídate.
Abichu- **Miembro*Contest**
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Edad : 27
Cumpleaños!! : 10/12/1996
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Re: A Different Love Story!
Nee-chan! (me sabrás disculpar por llegar hasta ahora n.nU)
Me encantó lo que le ocurrió a Brianna xD
Wiii pelea con Agua de lo mejor >w< Parte contest y se unieron algo xD
Nya! Misty! >w< eso quiere decir Poke!!! >w< ¿Verdad? ¿Verdad? owo
y con respecto a lo los Culbs
voy a apostar con Saki xD
Saki: Perderás uwu
¬3¬ nee aun hay que ver ¬¬*
Bueno me encantó el cap >w<
espero el próximo capi *w*
l3@!...!!*
Me encantó lo que le ocurrió a Brianna xD
Wiii pelea con Agua de lo mejor >w< Parte contest y se unieron algo xD
Nya! Misty! >w< eso quiere decir Poke!!! >w< ¿Verdad? ¿Verdad? owo
y con respecto a lo los Culbs
voy a apostar con Saki xD
Saki: Perderás uwu
¬3¬ nee aun hay que ver ¬¬*
Bueno me encantó el cap >w<
espero el próximo capi *w*
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Re: A Different Love Story!
aaaa me eh qedado sin palabras!! may como rebelde? eso es tan.... interesante! sinceramente jamas me habia imaginado a may como una chica rebelde ni a drew siendo novio de brianna! espero pongas conti pronto, ya que simplemente me has dejado anodada! ame tu fic espero que locontinues pronto! y pues aqui nueva lectora! espero lo sigas y pues volvere a repetir lo mismo
AME TU FIC
que pasara en el proximo capitulo? no puedo esperar para leerlo!y bueno sin mas que decir
sayoO
AME TU FIC
que pasara en el proximo capitulo? no puedo esperar para leerlo!y bueno sin mas que decir
sayoO
Re: A Different Love Story!
Oh! Cómo me he demorado o_oU
Lo siento tanto queridas onee-chans T.T Realmente he estado deprimida porque soy una mala hija u_u y mi madre sufre por eso, y yo también y -suspiro- por eso no abrí el word por varios días, pero no merezco perdón. Aun así, aquí les dejo un capítulo más que espero les guste. Y gracias Kisa-neechan n_n Tu comentario es muy bonito.
Ya estaba haciendo mucho calor y el peli verde no llegaba.
Claro, como se creía niño bonito llegaba a la hora que él quería. Ya se lo imaginaba. Cinco minutos, trece minutos, treinta y cinco minutos. Y el colmo era ese.
No era una cita como para decir que la habían dejado plantada pero sí era una nota para la clase de ese profesor gruñón el cuál la había quedado viendo burlón cuando fue con el director a su condena —recuerden la pelea de comidas en la cafetería—.
Bien, si en un minuto no llegaba entraría y haría el trabajo sola y que él se fuera a la —por el alcantarillado—. Caminó hasta la entrada de la enorme biblioteca y empezó a buscar por los estantes libros de historia japonesa. Había demasiados pero al final se decidió por unos tres. Se fue a sentar a una de las mesas vacías. Y sacó su cuaderno de apuntes empezando a anotar lo más importante y leyendo.
Había descubierto cosas muy importantes e interesantes en la historia de ese país que no se había percatado de la presencia de cierto peli verde que la miraba ceñudo.
Solo se dio cuenta cuando él le quitó el libro que estaba leyendo y la miró sonriendo burlonamente.
—Así que ratita de biblioteca —se mofó. La castaña le hizo una mueca de “Qué chistoso” siendo sarcástica con su gesto y le arrebató el objeto.
—Llegas tarde —dijo cuando él se sentó al frente de ella empezando a abrir otro libro.
—Habíamos acordado que a las diez estaría bien.
—Dije a las nueve. Pronto cerrarán la biblioteca.
—Pero tú ya has hecho la mayor parte del trabajo. Yo lo pasaré a computadora y te lo entregaré después —movió su flequillo hacia atrás como si fuera algo muy normal. A May la venita de la frente se le estaba inflamando cada vez más con su actitud relajada.
—Sí, claro —dijo irónica.
—Ya regreso —se levantó de su asiento y desapareció entre los estantes. Pero se había olvidado de algo. Su celular el cual empezó a sonar cada cinco segundos. Mensajes, mensajes y más mensajes. La castaña ya estaba harta de ese ruido que no le permitía concentrarse. Así que en una de esas en un intento de apagarlo leyó el mensaje que había llegado.
—“¿Y a qué hora es el casting?” —El remitente era Ash. El chico indecente y despistado del otro día. Pero una pregunta le llegó a la mente: ¿Casting? ¿De qué? Le restó importancia al asunto y luego de un rato otro mensaje llegó, esta vez no era del mismo Ash, sino de la Burrana. Pero a ella no le importaba lo que ella le fuera a escribir así que lo dejó pasar. Aunque ya saben lo que dice ese dicho, la curiosidad mató al gato y en este caso a May que estaba leyendo lo que decía cuando regresó Drew.
— ¿Revisando mi celular? —Chasqueó con la lengua como si estuviera ofendido—. Eso no se hace May —sonrió de nuevo de medio lado. Ese gesto solo decía una cosa: Me estoy riendo de ti May Balance.
¿Qué se creía él? Se levantó de donde se encontraba y fue a devolver los libros quedándose del otro lado de la biblioteca un buen rato. El peli verde la siguió. ¿Y ahora por qué se molestaba? ¿A caso era bipolar?
— ¿Qué te sucede? —Preguntó cuando salieron de la biblioteca.
—Nada —contestó cortante. Se había recordado esa mañana que esa clase de amistad con chicos populares estaba fuera de su alcance. Y peor con la bruja rondando cerca con su escoba.
— ¿Nada? ¿Y tú crees que yo nací ayer?
—Pues parece —respondió irritando al peli verde. ¡El jueves había conseguido entablar una conversación amena con ella y ahora se mostraba difícil de nuevo! Ay, no. Parece que perdería en ese juego, pero eso nunca. Nadie le ganaba a Drew LaRousse.
—Entonces veamos lo que dice este mensaje —sacó su celular de su bolsillo y empezó a leerlo en su presencia. La castaña se hacía como si esperara que un taxi pasara cerca pero eso no impidió escuchar lo que había leído—. Drew, te espero esta noche en mi casa, mi daddy quiere que cenemos juntos de nuevo como la vez anterior —leyó el mensaje a lo que May imitaba los gestos de Brianna. El dueño de las esmeraldas la alcanzó a ver y rió de su actitud. ¿Estaba celosa? —. ¡Oh! Qué interesante invitación la que me ha hecho mi novia —lo último lo dijo mirándola. May solo levantó la ceja haciendo parecer como si no le importara y él se estuviera tomando muy a pecho la “broma”.
—Hmp —bufó la chica mientras caminaba fuera del área de la biblioteca. El peli verde la siguió.
—Si quieres te llevo —indicó mostrando las llaves de lo que se imaginaba era su auto.
—No —cortó mientras buscaba con la mirada algún transporte. A esa hora muchas personas hacían lo mismo que ella intentando ganarse los pocos autos que pasaban por ahí.
—No quieres quedarte aquí todo el día esperando un taxi, ¿verdad? —Se interpuso entre su “preciosa” vista (la carretera) sonriendo de lado.
—Puedo tomar el bus —dijo sin expresión alguna aunque por dentro queriendo tumbar al peli verde por ser tan metido.
—Vamos que un aventón no te hará daño —empezó a decir pero al segundo fue interrumpido por una llamada. Chasqueó la lengua molesto y cogió el teléfono después de decirle que le esperara un rato. Ella hizo caso omiso y se fue a la esquina a esperar el bus mientras él hablaba—. Dije que estaría ocupado. No, no sin mí. Ni se te ocurra. Hmp. Dentro de una hora. Está bien. Adiós.
Y colgó. Pero cuando volteó la castaña ya se estaba subiendo al transporte público y le sacaba la lengua.
—Kuso —exclamó. Y para empeorarla el fatídico sonido de su celular volvió a retumbar en su bolsillo. Lo cogió molesto y contestó algo grosero—. ¿Y ahora qué?
— ¡Ay, no me hables así! —Contestó al otro lado una voz femenina—. Quería saber a qué hora pasas por mí antes de la cena.
— ¿No va a ser en tu casa?
—Sí, pero antes de eso quería salir contigo. Hace tiempo que no salimos solos.
—Eso es porque siempre llevas a tus amigas a todas partes —no es que le gustara salir con Brianna siempre, aunque había algo de ella que lo atraía, pero el punto es que siempre andaba con sus amigas chismorreando y parloteando como cacatúas.
—No metas a mis amigas en esto. Sabes que fue una coincidencia la otra vez que nos hayamos encontrado.
—Sí, claro —pensó Drew.
—Entonces nos vemos a las tres.
—Hmp —articuló antes de colgar. Se regresó a su auto y condujo hasta su casa-mansión esperando que Jimmy y Ash ya estuvieran allá para iniciar con el ensayo y el posible “casting” para un nuevo integrante.
Se encontró con su hermana sentada en la enorme sala leyendo un libro con los pies sobre el mueble.
—Qué modales —murmuró el chico como saludo.
—Y los tuyos son de un príncipe —regresó la burla ella mientras bajaba el libro dejando ver su rostro.
— ¡Ah! —Gritó el peli verde del susto al verla bien.
— ¡No grites! —Dijo ella con el mismo tono de voz. Se acercó a él a taparle la boca—. Asustarás a mamá.
— ¿Está aquí?
—Sí, llegó hace una media hora y dijo que estaba demasiado cansada así que fue a darse un baño en el jacuzzy —dijo como si nada volviendo al mueble y a su libro.
— ¿Y a ti qué te dio que estás así? —Cuestionó Drew mientras ella lo fulminaba con la mirada. Estaba enredada en una salida de baño anaranjada, pantalones rojos de lana, pantuflas rosas, el cabello envuelto en una toalla melón y la cara embarrada con una especie de máscara verde que más parecía vómito, y sin omitir el libro que titulaba: “Cómo ser atractiva y natural frente a una cita”.
— ¿Tiene algo de malo que me quiera ver más bonita? —Respondió con otra pregunta Marian cogiendo una de las frutas que estaba en la mesa circular central de la sala.
—Más bien creo que así le ganarías a cualquier payaso —iba caminando hacia las escaleras dejando atrás a su hermana la cual hervía en llamas y estaba a punto de caerle a golpes cuando una voz encantadora y bonita los detuvo.
—Drew, cariño —sí, era su mamá. Una mujer hermosa de cabellera verde (¿Qué tienen en esta familia? Solo falta que la mascota sea del mismo color u_u) que vestía un sencillo pero espectacular vestido blanco y bajaba las escaleras abriendo los brazos recibiendo a su “pequeño” después de dos meses de no haberlo visto—. No sabes cuánto te he extrañado.
No importaba cuán vanidosa fuera, a sus hijos nunca los dejaría de tratar como lo que son. Sus hijos.
— ¿Cómo te ha ido en la escuela? ¿Qué hay de tu novia? —Preguntó a lo que Marian refunfuñaba al escuchar la última cuestión.
—Todo muy bien, pero no tanto como veo que a ti. Cada vez te ves más joven, mamá —la mujer rió encantada mientras le agarraba los cachetes a Drew.
—Tan galante como tu padre —lo dejó y siguió bajando los cuatro escalones que le faltaba—. Sí me fue bien, pero eso no impidió que los echara de menos —cogió una pera que estaba en el platillo y se sentó al lado de Marian—. Querida, creo que deberías enjuagar tu cara ya antes de que eso se quede en tu piel.
—Pero el tratamiento dice que debo permanecer así un rato más.
—Sí, pero mamá sabe más que todos esos cosmetólogos, ve y apura. Quiero tener una tarde divertida contigo en el centro comercial y el salón de belleza, ¿te parece? —La chica asintió emocionada mientras subía al otro piso a cambiarse y obviamente quitarse eso de la cara.
Drew se dirigía a su habitación cuando su mamá lo llamó.
— ¿Vas a salir a algún lado hoy?
—Eh… Voy a esperar a que los chicos lleguen —respondió el peli verde mirando a la puerta—; ya sabes, ensayo de banda y eso.
—Aun no comprendo por qué no me dejas ser su manager —hizo un adorable puchero. Drew rió ante el gesto de su madre y terminó de bajar las escaleras dejando lo que iba a hacer en su habitación para después y sentarse con su progenitora.
—Sabes que no somos famosos y no saldremos a la luz pública dentro de algún tiempo.
—Pero ¿cuándo piensas decírselo a tu padre? Realmente no creo que le parezca mal saber que tiene un gran talento en casa.
—Él siempre está viajando, y no le gusta nada que tenga que ver con esto. Además solo lo molestaría y me metería en problemas, mamá —la conversación se estaba tornando un poco incómoda. Si su padre no fuera tan ogro como parecía, él simplemente le hubiera dicho hace tiempo sus planes de convertirse en famoso.
—Entonces eso es un no. Un no se lo dirás pero también un no voy a dejar sucio el garaje luego de practicar —la peli verde se levantó del mueble caminando a la gran cocina. El chico solo bufó divertido. Ya lo estaba comprometiendo a limpiar el garaje. De pronto su teléfono empezó a sonar.
— ¿Aló?
—Hey, Drew. Oye, ya tenemos aquí a varias personas que quieren participar —habló la voz al otro lado del teléfono.
—Les dije que mejor sería en mi casa, Jimmy. ¿Y cuántos hay?
—Aaam… —se escuchó un silencio y luego varios murmullos—. Unos siete.
—Bien, iré en un momento, ¿dónde están?
—En la casa de Ash.
—Está bien —colgó y se levantó del mueble para ir a su alcoba.
Mientras que en otra parte de la ciudad, no muy lejana, en un departamento dos castañas miraban muy entretenidas unas revistas de arte y pintura.
—Así que… ¿Cuándo llega Max?
—Mañana —su mamá tenía puestos los lentes (hippies) y se concentraba en hallar la imagen correcta para su cuadro.
—Oh, eso es bueno. Prepararé de las tartas que más le gusta.
—Claro, y yo puedo ayudarte. ¡Mira! —Señaló una imagen donde la gama del rojo resaltaba en el dibujo a blanco y negro.
La castaña rodó los ojos divertida. Su mamá no le estaba prestando atención. Se acercó a ver lo que indicaba con su dedo pero su vista se desvió hacia otra parte.
— ¿Verdad que la combinación es hermosa? —May asintió sin fijarse bien en el cuadro. Estaba leyendo la noticia que había debajo de esas fotografías—. Creo que si hago algo parecido quedaría mejor…
Mayra seguía hablando de lo que dibujaría en la galería mientras May leía la noticia. O más bien, detallaba el rostro del personaje que estaba ahí. Era un pelinegro sonriente y de mirada intensa, ataviado en un traje oscuro. Se le hacía conocido de alguna parte, pero no sabía de dónde. Era muy posible que solo fuera su imaginación así que volvió a lo que su madre decía.
—Creo que la comida se está quemando —dijo May y la castaña mayor en seguida reaccionó corriendo a la cocina a verificar su almuerzo –quemado-.
Aprovechó el momento y se llevó la revista al cuarto. Era intrigante lo que veía pero averiguaría algo. De eso estaba segura.
Empezó a leer la noticia que redactaba lo siguiente.
“El muy conocido empresario dueño de la cadena hotelera “Petalburg” ha comprado una de las pocas réplicas del cuadro de Van Gogh valorado en millones (dólares). Este será exhibido en su nuevo hotel en Tokio el día de la inauguración del inmueble”.
Eso era muy interesante. ¿Pero por qué le tenía que importar? Leyó más abajo a cerca de lo último citado.
“La apertura se dará efecto los primeros días del mes de abril del presente año. Se cuenta con la presencia de una de las bandas más importantes del país para dar inicio a la gala que se realizará esa noche. Famosos empresarios, actores y cantantes serán invitados a presenciar la inauguración del nuevo hotel de la cadena hotelera más importante de Asia”.
—Oye… ¿Sabes dónde dejé… —la pregunta quedó suspendida en el aire mientras Mayra se acercaba a May viendo lo que leía; observó la foto y en seguida le arranchó la revista de las manos.
— ¡Mamá! ¿Qué pasó? —Se sobresaltó la menor. Era muy poco común que su madre se enojara por tan simples cosas, pero algo muy peligroso de ver.
— ¡No te di permiso para que cogieras mis revistas! —Salió de la alcoba llevándose el objeto y encerrándose en su habitación. May se levantó de su cama y la siguió pero le había echado la puerta en la nariz.
— ¡Oye! Al menos dame una explicación para que te pongas así. ¡Solo estaba leyendo el artículo!
—Soy tu madre ¿sí? —indicó lo obvio enojada abriendo la puerta—. Así que no tienes que interrogarme de lo que hago o no ¿ok?
—Es que no me explicas el porqué de tu actitud —rezongó siguiéndola por la cocina mientras la mayor buscaba condimentos incómoda por la presencia de su hija—. Mamá —llamó su atención—. Dime algo o me harás pensar que hay algo importante en ese artículo que no quieres que lea.
La mayor respingó deteniéndose.
—Estás actuando demasiado obvia —acusó May.
—Ya basta May —llenó un vaso con agua y se lo bebió de una.
— ¿Quién era el de la revista? ¿Por qué cuando te diste cuenta que estaba leyendo esa página me la quitaste?
—Ya basta —susurró mirando hacia otro lado.
— ¿Tiene que ver conmigo? Dime ¿es así?
—Por favor —la voz se le iba perdiendo cada vez más mientras finas lágrimas asomaban por sus ojos.
—Por favor nada. ¡Mamá, estoy harta de que siempre me estés ocultando cosas! Yo siempre te digo todo pero tú vas por ahí, ves algo y me lo ocultas. ¡Eso no es justo!
— ¡Entiende que no quiero hablar del tema! —Gritó imitando los gestos de la hija. El ambiente se puso tenso mientras las dos se desafiaban a hablar.
— ¡Es que nunca quieres hablar del tema! Es más ¡siempre te escondes en tontas excusas! ¡Por Kami-sama! ¡Eres tú mi madre! ¡Eres tú la que debe asumir la verdad!
—Hablas como si supieras de algo. ¡Dime ¿qué sabes?! —Los nervios se hicieron notar con esa frase. ¿Y si May conocía toda la verdad?
—No sé nada. ¡Compréndelo! ¡Eso es lo que me molesta! ¡No sé nada y tú solo lo escondes! —May estaba en el mismo estado que su madre. Pensaba que quizás en Japón dejarían de discutir como lo hacían en América, pero su suerte las perseguía a todas partes.
— ¡Hay cosas que tú no debes saber! Eso te debe bastar.
—Sí… Cosas como mi padre —Mayra abrió los ojos y luego sus manos empezaron a temblar en un tic nervioso—. Tú me estás escondiendo eso por algo… ¿Verdad? —Empezó a indagar acusadoramente mientras las lágrimas bajaban por su rostro—. Tiene que ver con mi padre ¿no es así?
La mayor solo negó escondiendo su cara en sus manos.
—Por ¡kami-sama! Deja de mentir… Eso duele —su voz se apagó al igual que sus ganas de seguir discutiendo y saber la verdad—. Duele y mucho… —ahora sollozaba, llamando la atención de su madre—. Saldré a tomar aire.
—May… —susurró Mayra pero la chica ya no estaba. Escuchó el portazo y se derrumbó sobre sus rodillas soltando lágrimas de dolor. Ya no era una, sino muchas las veces que terminaban así por su estúpida inseguridad.
Había aprendido a cuidar a sus hijos sola, y hasta hace algunos años con el padre de Max… Pero su hija ya estaba creciendo y ella sabía que su ex padrastro no era su verdadero progenitor. Era hora de decirle quién era, se repetía. Pero el miedo de que su pequeña se alejara de ella para irse con ese hombre le carcomía el alma.
Solo tenía que esperar a que ella regresara y poder conversar.
Pero eso no era lo mismo que pasaba por la mente de May. Hacía un hermoso sol que con el humor que llevaba solo empeoraba su día. Buscaba secarse las lágrimas porque para ella llorar estaba prohibido.
Pero realmente le dolía. Era su madre la que le estaba mintiendo. ¡Que le mintiera todo el mundo! Pero no ella… No el ser que le dio la vida.
Siempre era lo mismo. Preguntas que quedaban en el ambiente tenso sin resolver. ¿Por qué no simplemente le decía todo y dejaba sus teatros para otro día?
Eso tenía mucho que ver con su padre, estaba segura. ¿Pero por qué a ella le interesaba saber sobre el hombre que nunca había conocido? Su mamá le había entregado todo el amor del mundo, nunca le había faltado nada… O quizás sí.
El cariño paterno.
Jack había sido un buen padrastro y nunca había establecido diferencias entre su hermano y ella, pero no era lo mismo que su padre biológico y al hombre que quería conocer.
Pero solo era por una sola cosa: quería que le respondiera a tantas preguntas que su mente guardaba, que sabía, solo él podría responder.
Su estómago emitió un rugido: tenía hambre. Pero cómo regresar.
Volteó la mirada en dirección al edificio en el que actualmente vivía. ¿Sería prudente entrar, comer y hacer como si nada hubiera pasado? Eso era imposible.
Tenía que pedir perdón y aclarar todo, después de todo ella era su madre, y por más inmadura que se comportara tenía que respetarla a ella y a sus decisiones, aun cuando eso implicara quedarse con la intriga por mucho tiempo más. Tan solo esperaba que no fuera tarde.
Horas más tarde, en una lujosa mansión, se encontraban dos jóvenes sentados en la mesa platicando y esperando a alguien.
El peli verde estaba engalanado en un traje negro que lo hacía ver más atractivo de lo que ya era, y su acompañante, la peli roja vestía un vestido de coctel rosado detallando su figura delicada. Parecían muy aburridos, y hasta casi dormidos pero se levantaron enseguida cuando las puertas del comedor se abrieron.
Por ellas entró una pareja muy sofisticada. Un pelinegro de intensos ojos oscuros y su llamativa esposa, peli roja —al igual que Brianna— de hermosos ojos verdes.
Drew hizo un gesto con la cabeza en forma de saludo y luego estrechó la mano con el hombre.
—Es un gusto que hayas aceptado nuestra invitación, Drew —habló el hombre una vez sentados mientras hacía señas para que sirvieran la comida—. Es bueno saber que la relación que llevas con mi hija es respetable.
—Y muy bonita —dijo la mujer mirando tiernamente a su hija que tomaba la mano del peli verde. El chico seguía serio atendiendo a las palabras de su –como decían Ash y Jimmy- futuro suegro.
—Así es, cariño.
—Me ha llamado mucho la atención la maravilla de obra de arte que tiene en su recibidor —exclamó Drew mientras servían vino en su copa.
—Lo he comprado hace unos días. ¿Tengo buen gusto, no?
—Así es, padre. Nunca fallas cuando elijes —halagó su hija moviendo frenéticamente las pestañas.
—Es bueno escuchar eso. Pero solo lo presenciaremos por un corto tiempo. Pronto estará exhibiéndose en mi nuevo hotel.
—Llamará la atención de muchas personas —intervino la hermosa mujer.
—Realmente sabe de arte, señor.
—Dime Norman, Drew. Solo Norman.
—Claro —y de pronto la mesa se sumió en un amplio silencio donde solo se escuchaban sus respiraciones y el frenético ruido de los cubiertos y cuchillos al chocar contra el plato.
¡Continuará!
Ow! :3
Espero que realmente les haya gustado porque me saqué un tiempito hoy para escribirlo... Y me voy -porque tengo gripe- no sin antes decirles que se pasen por mi blog Hope's Feelings el cual ha sido re-diseñado por mi persona el día de hoy.
No se olviden de comentar y de nuevo lo siento por la demora.
Háganme feliz diciéndome que les dejé con la intriga y si puedo estaré aquí el jueves o el sábado dejando otro capítulo nOn
Sayonara!
Lo siento tanto queridas onee-chans T.T Realmente he estado deprimida porque soy una mala hija u_u y mi madre sufre por eso, y yo también y -suspiro- por eso no abrí el word por varios días, pero no merezco perdón. Aun así, aquí les dejo un capítulo más que espero les guste. Y gracias Kisa-neechan n_n Tu comentario es muy bonito.
CHAPTER 5
FREAK OUT
FREAK OUT
Ya estaba haciendo mucho calor y el peli verde no llegaba.
Claro, como se creía niño bonito llegaba a la hora que él quería. Ya se lo imaginaba. Cinco minutos, trece minutos, treinta y cinco minutos. Y el colmo era ese.
No era una cita como para decir que la habían dejado plantada pero sí era una nota para la clase de ese profesor gruñón el cuál la había quedado viendo burlón cuando fue con el director a su condena —recuerden la pelea de comidas en la cafetería—.
Bien, si en un minuto no llegaba entraría y haría el trabajo sola y que él se fuera a la —por el alcantarillado—. Caminó hasta la entrada de la enorme biblioteca y empezó a buscar por los estantes libros de historia japonesa. Había demasiados pero al final se decidió por unos tres. Se fue a sentar a una de las mesas vacías. Y sacó su cuaderno de apuntes empezando a anotar lo más importante y leyendo.
Había descubierto cosas muy importantes e interesantes en la historia de ese país que no se había percatado de la presencia de cierto peli verde que la miraba ceñudo.
Solo se dio cuenta cuando él le quitó el libro que estaba leyendo y la miró sonriendo burlonamente.
—Así que ratita de biblioteca —se mofó. La castaña le hizo una mueca de “Qué chistoso” siendo sarcástica con su gesto y le arrebató el objeto.
—Llegas tarde —dijo cuando él se sentó al frente de ella empezando a abrir otro libro.
—Habíamos acordado que a las diez estaría bien.
—Dije a las nueve. Pronto cerrarán la biblioteca.
—Pero tú ya has hecho la mayor parte del trabajo. Yo lo pasaré a computadora y te lo entregaré después —movió su flequillo hacia atrás como si fuera algo muy normal. A May la venita de la frente se le estaba inflamando cada vez más con su actitud relajada.
—Sí, claro —dijo irónica.
—Ya regreso —se levantó de su asiento y desapareció entre los estantes. Pero se había olvidado de algo. Su celular el cual empezó a sonar cada cinco segundos. Mensajes, mensajes y más mensajes. La castaña ya estaba harta de ese ruido que no le permitía concentrarse. Así que en una de esas en un intento de apagarlo leyó el mensaje que había llegado.
—“¿Y a qué hora es el casting?” —El remitente era Ash. El chico indecente y despistado del otro día. Pero una pregunta le llegó a la mente: ¿Casting? ¿De qué? Le restó importancia al asunto y luego de un rato otro mensaje llegó, esta vez no era del mismo Ash, sino de la Burrana. Pero a ella no le importaba lo que ella le fuera a escribir así que lo dejó pasar. Aunque ya saben lo que dice ese dicho, la curiosidad mató al gato y en este caso a May que estaba leyendo lo que decía cuando regresó Drew.
— ¿Revisando mi celular? —Chasqueó con la lengua como si estuviera ofendido—. Eso no se hace May —sonrió de nuevo de medio lado. Ese gesto solo decía una cosa: Me estoy riendo de ti May Balance.
¿Qué se creía él? Se levantó de donde se encontraba y fue a devolver los libros quedándose del otro lado de la biblioteca un buen rato. El peli verde la siguió. ¿Y ahora por qué se molestaba? ¿A caso era bipolar?
— ¿Qué te sucede? —Preguntó cuando salieron de la biblioteca.
—Nada —contestó cortante. Se había recordado esa mañana que esa clase de amistad con chicos populares estaba fuera de su alcance. Y peor con la bruja rondando cerca con su escoba.
— ¿Nada? ¿Y tú crees que yo nací ayer?
—Pues parece —respondió irritando al peli verde. ¡El jueves había conseguido entablar una conversación amena con ella y ahora se mostraba difícil de nuevo! Ay, no. Parece que perdería en ese juego, pero eso nunca. Nadie le ganaba a Drew LaRousse.
—Entonces veamos lo que dice este mensaje —sacó su celular de su bolsillo y empezó a leerlo en su presencia. La castaña se hacía como si esperara que un taxi pasara cerca pero eso no impidió escuchar lo que había leído—. Drew, te espero esta noche en mi casa, mi daddy quiere que cenemos juntos de nuevo como la vez anterior —leyó el mensaje a lo que May imitaba los gestos de Brianna. El dueño de las esmeraldas la alcanzó a ver y rió de su actitud. ¿Estaba celosa? —. ¡Oh! Qué interesante invitación la que me ha hecho mi novia —lo último lo dijo mirándola. May solo levantó la ceja haciendo parecer como si no le importara y él se estuviera tomando muy a pecho la “broma”.
—Hmp —bufó la chica mientras caminaba fuera del área de la biblioteca. El peli verde la siguió.
—Si quieres te llevo —indicó mostrando las llaves de lo que se imaginaba era su auto.
—No —cortó mientras buscaba con la mirada algún transporte. A esa hora muchas personas hacían lo mismo que ella intentando ganarse los pocos autos que pasaban por ahí.
—No quieres quedarte aquí todo el día esperando un taxi, ¿verdad? —Se interpuso entre su “preciosa” vista (la carretera) sonriendo de lado.
—Puedo tomar el bus —dijo sin expresión alguna aunque por dentro queriendo tumbar al peli verde por ser tan metido.
—Vamos que un aventón no te hará daño —empezó a decir pero al segundo fue interrumpido por una llamada. Chasqueó la lengua molesto y cogió el teléfono después de decirle que le esperara un rato. Ella hizo caso omiso y se fue a la esquina a esperar el bus mientras él hablaba—. Dije que estaría ocupado. No, no sin mí. Ni se te ocurra. Hmp. Dentro de una hora. Está bien. Adiós.
Y colgó. Pero cuando volteó la castaña ya se estaba subiendo al transporte público y le sacaba la lengua.
—Kuso —exclamó. Y para empeorarla el fatídico sonido de su celular volvió a retumbar en su bolsillo. Lo cogió molesto y contestó algo grosero—. ¿Y ahora qué?
— ¡Ay, no me hables así! —Contestó al otro lado una voz femenina—. Quería saber a qué hora pasas por mí antes de la cena.
— ¿No va a ser en tu casa?
—Sí, pero antes de eso quería salir contigo. Hace tiempo que no salimos solos.
—Eso es porque siempre llevas a tus amigas a todas partes —no es que le gustara salir con Brianna siempre, aunque había algo de ella que lo atraía, pero el punto es que siempre andaba con sus amigas chismorreando y parloteando como cacatúas.
—No metas a mis amigas en esto. Sabes que fue una coincidencia la otra vez que nos hayamos encontrado.
—Sí, claro —pensó Drew.
—Entonces nos vemos a las tres.
—Hmp —articuló antes de colgar. Se regresó a su auto y condujo hasta su casa-mansión esperando que Jimmy y Ash ya estuvieran allá para iniciar con el ensayo y el posible “casting” para un nuevo integrante.
Se encontró con su hermana sentada en la enorme sala leyendo un libro con los pies sobre el mueble.
—Qué modales —murmuró el chico como saludo.
—Y los tuyos son de un príncipe —regresó la burla ella mientras bajaba el libro dejando ver su rostro.
— ¡Ah! —Gritó el peli verde del susto al verla bien.
— ¡No grites! —Dijo ella con el mismo tono de voz. Se acercó a él a taparle la boca—. Asustarás a mamá.
— ¿Está aquí?
—Sí, llegó hace una media hora y dijo que estaba demasiado cansada así que fue a darse un baño en el jacuzzy —dijo como si nada volviendo al mueble y a su libro.
— ¿Y a ti qué te dio que estás así? —Cuestionó Drew mientras ella lo fulminaba con la mirada. Estaba enredada en una salida de baño anaranjada, pantalones rojos de lana, pantuflas rosas, el cabello envuelto en una toalla melón y la cara embarrada con una especie de máscara verde que más parecía vómito, y sin omitir el libro que titulaba: “Cómo ser atractiva y natural frente a una cita”.
— ¿Tiene algo de malo que me quiera ver más bonita? —Respondió con otra pregunta Marian cogiendo una de las frutas que estaba en la mesa circular central de la sala.
—Más bien creo que así le ganarías a cualquier payaso —iba caminando hacia las escaleras dejando atrás a su hermana la cual hervía en llamas y estaba a punto de caerle a golpes cuando una voz encantadora y bonita los detuvo.
—Drew, cariño —sí, era su mamá. Una mujer hermosa de cabellera verde (¿Qué tienen en esta familia? Solo falta que la mascota sea del mismo color u_u) que vestía un sencillo pero espectacular vestido blanco y bajaba las escaleras abriendo los brazos recibiendo a su “pequeño” después de dos meses de no haberlo visto—. No sabes cuánto te he extrañado.
No importaba cuán vanidosa fuera, a sus hijos nunca los dejaría de tratar como lo que son. Sus hijos.
— ¿Cómo te ha ido en la escuela? ¿Qué hay de tu novia? —Preguntó a lo que Marian refunfuñaba al escuchar la última cuestión.
—Todo muy bien, pero no tanto como veo que a ti. Cada vez te ves más joven, mamá —la mujer rió encantada mientras le agarraba los cachetes a Drew.
—Tan galante como tu padre —lo dejó y siguió bajando los cuatro escalones que le faltaba—. Sí me fue bien, pero eso no impidió que los echara de menos —cogió una pera que estaba en el platillo y se sentó al lado de Marian—. Querida, creo que deberías enjuagar tu cara ya antes de que eso se quede en tu piel.
—Pero el tratamiento dice que debo permanecer así un rato más.
—Sí, pero mamá sabe más que todos esos cosmetólogos, ve y apura. Quiero tener una tarde divertida contigo en el centro comercial y el salón de belleza, ¿te parece? —La chica asintió emocionada mientras subía al otro piso a cambiarse y obviamente quitarse eso de la cara.
Drew se dirigía a su habitación cuando su mamá lo llamó.
— ¿Vas a salir a algún lado hoy?
—Eh… Voy a esperar a que los chicos lleguen —respondió el peli verde mirando a la puerta—; ya sabes, ensayo de banda y eso.
—Aun no comprendo por qué no me dejas ser su manager —hizo un adorable puchero. Drew rió ante el gesto de su madre y terminó de bajar las escaleras dejando lo que iba a hacer en su habitación para después y sentarse con su progenitora.
—Sabes que no somos famosos y no saldremos a la luz pública dentro de algún tiempo.
—Pero ¿cuándo piensas decírselo a tu padre? Realmente no creo que le parezca mal saber que tiene un gran talento en casa.
—Él siempre está viajando, y no le gusta nada que tenga que ver con esto. Además solo lo molestaría y me metería en problemas, mamá —la conversación se estaba tornando un poco incómoda. Si su padre no fuera tan ogro como parecía, él simplemente le hubiera dicho hace tiempo sus planes de convertirse en famoso.
—Entonces eso es un no. Un no se lo dirás pero también un no voy a dejar sucio el garaje luego de practicar —la peli verde se levantó del mueble caminando a la gran cocina. El chico solo bufó divertido. Ya lo estaba comprometiendo a limpiar el garaje. De pronto su teléfono empezó a sonar.
— ¿Aló?
—Hey, Drew. Oye, ya tenemos aquí a varias personas que quieren participar —habló la voz al otro lado del teléfono.
—Les dije que mejor sería en mi casa, Jimmy. ¿Y cuántos hay?
—Aaam… —se escuchó un silencio y luego varios murmullos—. Unos siete.
—Bien, iré en un momento, ¿dónde están?
—En la casa de Ash.
—Está bien —colgó y se levantó del mueble para ir a su alcoba.
Mientras que en otra parte de la ciudad, no muy lejana, en un departamento dos castañas miraban muy entretenidas unas revistas de arte y pintura.
—Así que… ¿Cuándo llega Max?
—Mañana —su mamá tenía puestos los lentes (hippies) y se concentraba en hallar la imagen correcta para su cuadro.
—Oh, eso es bueno. Prepararé de las tartas que más le gusta.
—Claro, y yo puedo ayudarte. ¡Mira! —Señaló una imagen donde la gama del rojo resaltaba en el dibujo a blanco y negro.
La castaña rodó los ojos divertida. Su mamá no le estaba prestando atención. Se acercó a ver lo que indicaba con su dedo pero su vista se desvió hacia otra parte.
— ¿Verdad que la combinación es hermosa? —May asintió sin fijarse bien en el cuadro. Estaba leyendo la noticia que había debajo de esas fotografías—. Creo que si hago algo parecido quedaría mejor…
Mayra seguía hablando de lo que dibujaría en la galería mientras May leía la noticia. O más bien, detallaba el rostro del personaje que estaba ahí. Era un pelinegro sonriente y de mirada intensa, ataviado en un traje oscuro. Se le hacía conocido de alguna parte, pero no sabía de dónde. Era muy posible que solo fuera su imaginación así que volvió a lo que su madre decía.
—Creo que la comida se está quemando —dijo May y la castaña mayor en seguida reaccionó corriendo a la cocina a verificar su almuerzo –quemado-.
Aprovechó el momento y se llevó la revista al cuarto. Era intrigante lo que veía pero averiguaría algo. De eso estaba segura.
Empezó a leer la noticia que redactaba lo siguiente.
“El muy conocido empresario dueño de la cadena hotelera “Petalburg” ha comprado una de las pocas réplicas del cuadro de Van Gogh valorado en millones (dólares). Este será exhibido en su nuevo hotel en Tokio el día de la inauguración del inmueble”.
Eso era muy interesante. ¿Pero por qué le tenía que importar? Leyó más abajo a cerca de lo último citado.
“La apertura se dará efecto los primeros días del mes de abril del presente año. Se cuenta con la presencia de una de las bandas más importantes del país para dar inicio a la gala que se realizará esa noche. Famosos empresarios, actores y cantantes serán invitados a presenciar la inauguración del nuevo hotel de la cadena hotelera más importante de Asia”.
—Oye… ¿Sabes dónde dejé… —la pregunta quedó suspendida en el aire mientras Mayra se acercaba a May viendo lo que leía; observó la foto y en seguida le arranchó la revista de las manos.
— ¡Mamá! ¿Qué pasó? —Se sobresaltó la menor. Era muy poco común que su madre se enojara por tan simples cosas, pero algo muy peligroso de ver.
— ¡No te di permiso para que cogieras mis revistas! —Salió de la alcoba llevándose el objeto y encerrándose en su habitación. May se levantó de su cama y la siguió pero le había echado la puerta en la nariz.
— ¡Oye! Al menos dame una explicación para que te pongas así. ¡Solo estaba leyendo el artículo!
—Soy tu madre ¿sí? —indicó lo obvio enojada abriendo la puerta—. Así que no tienes que interrogarme de lo que hago o no ¿ok?
—Es que no me explicas el porqué de tu actitud —rezongó siguiéndola por la cocina mientras la mayor buscaba condimentos incómoda por la presencia de su hija—. Mamá —llamó su atención—. Dime algo o me harás pensar que hay algo importante en ese artículo que no quieres que lea.
La mayor respingó deteniéndose.
—Estás actuando demasiado obvia —acusó May.
—Ya basta May —llenó un vaso con agua y se lo bebió de una.
— ¿Quién era el de la revista? ¿Por qué cuando te diste cuenta que estaba leyendo esa página me la quitaste?
—Ya basta —susurró mirando hacia otro lado.
— ¿Tiene que ver conmigo? Dime ¿es así?
—Por favor —la voz se le iba perdiendo cada vez más mientras finas lágrimas asomaban por sus ojos.
—Por favor nada. ¡Mamá, estoy harta de que siempre me estés ocultando cosas! Yo siempre te digo todo pero tú vas por ahí, ves algo y me lo ocultas. ¡Eso no es justo!
— ¡Entiende que no quiero hablar del tema! —Gritó imitando los gestos de la hija. El ambiente se puso tenso mientras las dos se desafiaban a hablar.
— ¡Es que nunca quieres hablar del tema! Es más ¡siempre te escondes en tontas excusas! ¡Por Kami-sama! ¡Eres tú mi madre! ¡Eres tú la que debe asumir la verdad!
—Hablas como si supieras de algo. ¡Dime ¿qué sabes?! —Los nervios se hicieron notar con esa frase. ¿Y si May conocía toda la verdad?
—No sé nada. ¡Compréndelo! ¡Eso es lo que me molesta! ¡No sé nada y tú solo lo escondes! —May estaba en el mismo estado que su madre. Pensaba que quizás en Japón dejarían de discutir como lo hacían en América, pero su suerte las perseguía a todas partes.
— ¡Hay cosas que tú no debes saber! Eso te debe bastar.
—Sí… Cosas como mi padre —Mayra abrió los ojos y luego sus manos empezaron a temblar en un tic nervioso—. Tú me estás escondiendo eso por algo… ¿Verdad? —Empezó a indagar acusadoramente mientras las lágrimas bajaban por su rostro—. Tiene que ver con mi padre ¿no es así?
La mayor solo negó escondiendo su cara en sus manos.
—Por ¡kami-sama! Deja de mentir… Eso duele —su voz se apagó al igual que sus ganas de seguir discutiendo y saber la verdad—. Duele y mucho… —ahora sollozaba, llamando la atención de su madre—. Saldré a tomar aire.
—May… —susurró Mayra pero la chica ya no estaba. Escuchó el portazo y se derrumbó sobre sus rodillas soltando lágrimas de dolor. Ya no era una, sino muchas las veces que terminaban así por su estúpida inseguridad.
Había aprendido a cuidar a sus hijos sola, y hasta hace algunos años con el padre de Max… Pero su hija ya estaba creciendo y ella sabía que su ex padrastro no era su verdadero progenitor. Era hora de decirle quién era, se repetía. Pero el miedo de que su pequeña se alejara de ella para irse con ese hombre le carcomía el alma.
Solo tenía que esperar a que ella regresara y poder conversar.
Pero eso no era lo mismo que pasaba por la mente de May. Hacía un hermoso sol que con el humor que llevaba solo empeoraba su día. Buscaba secarse las lágrimas porque para ella llorar estaba prohibido.
Pero realmente le dolía. Era su madre la que le estaba mintiendo. ¡Que le mintiera todo el mundo! Pero no ella… No el ser que le dio la vida.
Siempre era lo mismo. Preguntas que quedaban en el ambiente tenso sin resolver. ¿Por qué no simplemente le decía todo y dejaba sus teatros para otro día?
Eso tenía mucho que ver con su padre, estaba segura. ¿Pero por qué a ella le interesaba saber sobre el hombre que nunca había conocido? Su mamá le había entregado todo el amor del mundo, nunca le había faltado nada… O quizás sí.
El cariño paterno.
Jack había sido un buen padrastro y nunca había establecido diferencias entre su hermano y ella, pero no era lo mismo que su padre biológico y al hombre que quería conocer.
Pero solo era por una sola cosa: quería que le respondiera a tantas preguntas que su mente guardaba, que sabía, solo él podría responder.
Su estómago emitió un rugido: tenía hambre. Pero cómo regresar.
Volteó la mirada en dirección al edificio en el que actualmente vivía. ¿Sería prudente entrar, comer y hacer como si nada hubiera pasado? Eso era imposible.
Tenía que pedir perdón y aclarar todo, después de todo ella era su madre, y por más inmadura que se comportara tenía que respetarla a ella y a sus decisiones, aun cuando eso implicara quedarse con la intriga por mucho tiempo más. Tan solo esperaba que no fuera tarde.
Horas más tarde, en una lujosa mansión, se encontraban dos jóvenes sentados en la mesa platicando y esperando a alguien.
El peli verde estaba engalanado en un traje negro que lo hacía ver más atractivo de lo que ya era, y su acompañante, la peli roja vestía un vestido de coctel rosado detallando su figura delicada. Parecían muy aburridos, y hasta casi dormidos pero se levantaron enseguida cuando las puertas del comedor se abrieron.
Por ellas entró una pareja muy sofisticada. Un pelinegro de intensos ojos oscuros y su llamativa esposa, peli roja —al igual que Brianna— de hermosos ojos verdes.
Drew hizo un gesto con la cabeza en forma de saludo y luego estrechó la mano con el hombre.
—Es un gusto que hayas aceptado nuestra invitación, Drew —habló el hombre una vez sentados mientras hacía señas para que sirvieran la comida—. Es bueno saber que la relación que llevas con mi hija es respetable.
—Y muy bonita —dijo la mujer mirando tiernamente a su hija que tomaba la mano del peli verde. El chico seguía serio atendiendo a las palabras de su –como decían Ash y Jimmy- futuro suegro.
—Así es, cariño.
—Me ha llamado mucho la atención la maravilla de obra de arte que tiene en su recibidor —exclamó Drew mientras servían vino en su copa.
—Lo he comprado hace unos días. ¿Tengo buen gusto, no?
—Así es, padre. Nunca fallas cuando elijes —halagó su hija moviendo frenéticamente las pestañas.
—Es bueno escuchar eso. Pero solo lo presenciaremos por un corto tiempo. Pronto estará exhibiéndose en mi nuevo hotel.
—Llamará la atención de muchas personas —intervino la hermosa mujer.
—Realmente sabe de arte, señor.
—Dime Norman, Drew. Solo Norman.
—Claro —y de pronto la mesa se sumió en un amplio silencio donde solo se escuchaban sus respiraciones y el frenético ruido de los cubiertos y cuchillos al chocar contra el plato.
¡Continuará!
Ow! :3
Espero que realmente les haya gustado porque me saqué un tiempito hoy para escribirlo... Y me voy -porque tengo gripe- no sin antes decirles que se pasen por mi blog Hope's Feelings el cual ha sido re-diseñado por mi persona el día de hoy.
No se olviden de comentar y de nuevo lo siento por la demora.
Háganme feliz diciéndome que les dejé con la intriga y si puedo estaré aquí el jueves o el sábado dejando otro capítulo nOn
Sayonara!
Última edición por Musae el Sáb 24 Dic - 11:29, editado 1 vez
Re: A Different Love Story!
JUM >-< me haveis dejado con la intriga!! jaja
espero pongas la conti prontin y de nada por lo del comentario esa es mi mas sincera verdad
espero te mejores de tu gripa
y pues nos estaremos leyendo pronto por aca espero contii y sin mas que decir me despido
sayoO
PD: jeje se me olvido me pasare por ahi :9 te cuidas y suerte!
espero pongas la conti prontin y de nada por lo del comentario esa es mi mas sincera verdad
espero te mejores de tu gripa
y pues nos estaremos leyendo pronto por aca espero contii y sin mas que decir me despido
sayoO
PD: jeje se me olvido me pasare por ahi :9 te cuidas y suerte!
Re: A Different Love Story!
no,no,no norman el padre de brianna? WTF!?, perdón pero solo el echo de pensar que brianna y may fueran hermanas me da trauma x_x, pero eso hace la trama mas interesante te felicito! pocas personas harian eso en verdad tienes talento de escritora *o*, te deseo suerte y que te mejores de la gripe espero tu conti con muchas ansias en fin te deseo suerte!
Michelle- **Fan*Contest**
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Re: A Different Love Story!
Noooooo Norman el padre de Brianna noooo
pero como a pasado eso
bueno dejando atras eso
muy buena conti,espero la siguiente
bye
pero como a pasado eso
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Re: A Different Love Story!
!¿Qué?! ¡¿Son Hermanas?!
¿Cómo puede ser posible? Estoy completamente pasmada con este capitulo, de verdad que tu sabes como dejar intrigados y deseosos a los lectores.
No te angusties pues las cosas mejoran, a veces se cae pero hay que levantarse, espero ya no estés deprimida.
Además la espera valió mucho la pena y esta historia tan maravillosa se pone cada vez mas interesante. ¡Aggh! Tengo ansiedad por saber lo que pasara.
Un abrazo especial para ti y cuídate mucho, espero la continuación pronto.
¿Cómo puede ser posible? Estoy completamente pasmada con este capitulo, de verdad que tu sabes como dejar intrigados y deseosos a los lectores.
No te angusties pues las cosas mejoran, a veces se cae pero hay que levantarse, espero ya no estés deprimida.
Además la espera valió mucho la pena y esta historia tan maravillosa se pone cada vez mas interesante. ¡Aggh! Tengo ansiedad por saber lo que pasara.
Un abrazo especial para ti y cuídate mucho, espero la continuación pronto.
Abichu- **Miembro*Contest**
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Re: A Different Love Story!
hola!!!!
me encanta tu fic esta realmente interesante y me parece muy original
adoro la actitud de may en este fic muy bien may... tu defiendete como se debe
esta conti estuvo padrisima... acaso sera verdad lo de brianna y may ¡¿hermanas?! WTF
me dejas con la intriga >.< quiero conti para quitarmela...la esperare con muchas ansias ^^
se despide tu nueva lectora
bye!!!!
me encanta tu fic esta realmente interesante y me parece muy original
adoro la actitud de may en este fic muy bien may... tu defiendete como se debe
esta conti estuvo padrisima... acaso sera verdad lo de brianna y may ¡¿hermanas?! WTF
me dejas con la intriga >.< quiero conti para quitarmela...la esperare con muchas ansias ^^
se despide tu nueva lectora
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Ameko- **Alma*Contest**
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Re: A Different Love Story!
TTwTT Oh! Mi gente hermosa! No tengo perdón ;w;
No seas fastidiosa y ve al grano ¬¬
Bien, no le hagan caso a mi celosa inner u_u Es solo que a la pobre nadie la quiere.
Nadie ha dicho eso ¬u¬
Sí, sí, como sea, bueno, verán, me ausenté demasiado de este fic proque me había quedado embelesada con otro libro (sí, ya van como siete libros que me leo seguidita >w< -pero es que son cortos ;w; tan solo 100 y pico de páginas u.u-). Y bueno, la imaginación se me fue, no sabía qué letra seguía después de la otra, el colegio me presionó con tareas y por fin me di mi descanso hoy un día miércoles! nOn
Así que los complaceré con otro capi más, espero no esté tan corto y ahora sí la trama empieza a tornarse confusa, divertida e ¡interesante! >w<
Corre fic
No es una película ¬¬U
No me cortes la inspiración, Ann TTwTT
Empezar otra semana como si la otra no hubiera sido extraña era bastante difícil.
“Deberían hacer un libro”, era el pensamiento mañanero de May mientras alisaba la falda del colegio. Y es que el fin de semana no había sido de lo mejor como para alardearlo.
Había sufrido y lamentado pidiendo perdón pero era imposible conseguirlo sabiendo lo terca, triste y resentida que estaba su mamá. Al final del día, sus sonrisas sinceras aliviaron el ambiente tenso, como todas las veces.
Ahora su prioridad era sobrevivir a una fatídica semana más de clases sin meterse en problemas. O era eso lo que en un principio pensaba, antes de que la clase de matemática tuviera un sello diciendo: “Bienvenidos a la casa del terror, —digo— aburrimiento”.
Dirigió su vista hacia la ventana que era más divertida que la cara de aburridos y confundidos de sus compañeros. Alumnos pasaban corriendo de un lado al otro buscando llegar a clases antes de que el maestro iniciara. Y entre ellos estaba ese chico despistado. ¿Cómo era que se llamaba? ¿Ash? ¡Sí, eso! Ash.
—Señorita Balance, no sé qué es lo que hay de interesante en esa ventana pero si no pone atención los números la reprobarán, ¿entendido? —La castaña asintió obligando a su ceja a no levantarse en un gesto rebelde.
Pero solo cinco segundos duró el show de las ecuaciones bailarinas cuando sus azules ojos cambiaron de dirección.
Por otro lado, afuera un morocho caminaba —corría— apresurado sin fijarse por dónde pasaba o con quién tropezaba hasta que el leve gemido de dolor de una chica lo hizo regresar a la realidad. Volteó y se encontró con sus hermosos ojos aguamarina. Ella recogía sus cuadernos mientras se reincorporaba sobándose el trasero.
—Lo siento —musitó luego de un rato el moreno mirándola avergonzado. Ella por otra parte se sonrojó y sonrió tan gentil como siempre.
—No tienes que disculparte, realmente no veía por donde cruzaba y al final terminé como dijo mamá.
Los dos rieron nerviosos.
—Aaam… Bueno, creo que mejor me voy a mi clase porque se me hará tarde.
—Este… La clase, es hora, se hace tarde —dijeron los dos al mismo tiempo (ya sabrán quién dijo el segundo, ¿no?) mientras se despedían con la mano en un suave estrechón. Después amagaron con caminar confundiendo los caminos y llegando al mismo pasillo.
—¿Coincidencia? —Preguntó divertida la peli naranja.
—Ya lo creo —respondió el morocho antes de entrar a su aula sin pedir permiso a lo que el profesor lo quedó viendo como perro mira a un gato (o más bien como Hope mirando a Facebook).
El hombre carraspeó logrando llamar su atención y Ash retrocedió rascándose la nuca en un gesto nervioso.
—La clase de matemáticas ha empezado señor Ketchum. ¿Tiene algo que objetar? —El chico negó intimidado. El resto rió—. ¿Debo castigarlo por su falta de respeto? —Volvió a negar—. ¿Ah, no? ¿Y qué tal unas cincuentas ecuaciones? —Todos hicieron el típico sonido de “Ihh” y el chico palideció—. Entonces que así sea. Pase, siéntese y no interrumpa otra vez, por favor.
—Hey, ¿cuándo es el ensayo? —Preguntó Kenny enseguida se sentó a su lado.
—Hoy en la tarde, no te olvides de…
—Muy interesante su plática señores, ¿tienen algo que comentar a la clase? —Ambos chicos negaron con la cabeza y el profesor tan solo retomó la palabra con la explicación del ejercicio.
Pasadas las tétricas horas de terrible estudio llegó el tan esperado receso. Pero señores y señoras, hoy no hay en el menú una guerra de comidas, tampoco una fuga en el colegio, y aún peor que este se destruya, todo era paz, serenidad, actitud que caracteriza mucho a las japoneses.
Pero como siempre, hay una persona, apodada: la oveja negra que tiene que arruinar la paz del ambiente. ¿Y quién más si no es la bullosa de Brianna?
Esta caminaba contorneándose por todo el pasillo que hacían las mesas del comedor. Directo hacia un peli verde que comía platicando con sus amigos de la banda y uno que otro integrante del club de deportes.
Todos posaron su vista en la “gloriosa” caminata de la peli marrón —hoy será peli marrón, no peli roja— mientras ella daba una vuelta guiñando un ojo a su novio.
— ¿Y? —Preguntó cuando, después de haber pasado unos tormentoso cinco segundos nadie dijo nada.
— ¿Y qué? ¿Estás mareada? —Esta vez el atrevido fue el propio Drew.
— ¿¡Mareada!? ¡Estaba modelando!
Todos en la mesa rieron ante lo dicho. ¿A eso se le podía llamar modelar? Sí, claro. Y Hope es Charlotte Elizabetta di Borbon d’Orleans.
Inner: Deja tus fantasías de lado ¬¬
T.T Ok; como decía, a la chica se le hinchó una venita en la frente disgustada. Últimamente su novio no la estaba apoyando mucho, más bien salía con sus comentarios nada agradables para su perspectiva. Respiró hondo y cerró los ojos.
— ¿Y para qué quieres aprender a modelar? —Intervino el moreno.
—Pues, dúh. Voy a participar en un desfile de moda realizado por los mejores diseñadores de moda de Japón y Europa. ¡Designada como la mejor modelo juvenil de la temporada! —Gritó terminando en una pose mientras su séquito (dos chicas más huecas que ella) hacían lo mismo—. ¡Y no voy a aprender a modelar! ¡Ya sé hacerlo!
Las risas se confundieron con una tos fingida por parte de los muchachos mientras sus amigas y demás mujeres tan solo miraban otras partes ocultando su sonrisa.
—Y bien. No se queden ahí estáticos. Quiero mi comida —mandó empujando a los jugadores fuera del banco y sentándose al lado de Drew. Melosa le besó la mejilla. El chico tan solo se apartó un poco (pero muy visible para los demás).
Por otra parte, una castaña caminaba por las instalaciones del colegio con sus auriculares puestos escuchando música. Pasó cerca de la biblioteca y entró. No había mucha gente, como siempre, pero esto no le importó y continuó hasta llegar a la recepción.
En ella estaba Zoey acomodando en una pirámide la última carta.
—Hola —saludó la castaña. La otra chica pegó un salto del susto (ya que estaba concentrada) y su hermosa pirámide se vino abajo—. Caramba, qué mala suerte —rió la dueña de los zafiros.
—Bonita forma de aparecerte ¡pareces fantasma! —Concordó Zoey—. Ni te noté cuando llegaste —empezó a recoger una por una las cartas volviendo a formar la inmensa pirámide.
—Ea, si he pasado recorriendo los estantes no creo que no me hayas visto.
—Estaba concentrada.
—Eso es diferente. Vine a entregarte el libro de la vez pasada.
— ¿Qué te pareció? —Dejó de lado las cartas y cogió el libro.
—Interesante, aunque ordinaria la actitud de la protagonista tras salvar a su hermano de las garras de la oscuridad. Es algo muy común que siempre pasa en las pelis y ahora en los libros.
—No me sorprende tu crítica, pero si lo ves del lado positivo, eso ayudó a atraer la atención del demonio y que la lucha se hiciera más interesante, sino, no hubiera sido la trama completa —agregó Zoey.
—Eso mismo iba a decir. ¿Sabías que te estás convirtiendo en mi ídola?
— ¿En dos días?
—Suficiente para darme cuenta que no eres como el resto.
—Vale, ¡ahora tengo nueva amiga! —Comentó divertida la chica tras el mostrador. May negó riendo y salió del lugar.
Afuera, un pelinegro esperaba recostado en la pared con los brazos cruzados. Cuando vio a la chica salir caminó hasta ella desinteresadamente, como si solo caminara por ahí. Chocó con ella por “casualidad” sin derribarla.
—Fíjate por donde andas —contestó ella sin mirarlo y sin levantar la voz.
—Oh, lo siento preciosa dama, no estaba concentrado en mi camino —habló todo galante ladeando su sonrisa. La castaña no se inmutó ante la acción y cuando iba a seguir con su camino, el muchacho la interrumpió—. Eres May ¿no?
—La misma.
—Claro, ya nos habíamos visto en otra ocasión cerca de la entrada, ¿no?
—Así que tú eres el chico problemático del curso superior —rió la joven. Hace varios días atrás se había encontrado con él llamando la atención de varios (como la suya) provocando en ella la diversión al ver semejante pleito que se pegó con una más grande que él.
— ¡Ey, ey, ey! Que no soy problemático, tan solo demostraba mi capacidad suficiente para defenderme de esos universitarios que vienen a dejar a sus hermanitas.
—Sí, claro —y de repente los dos se encontraban caminando juntos y platicando. Sinceramente yo misma me estoy confundiendo con esta protagonista.
Un día viene y se enoja con el peli verde, luego le sonríe al moreno y más tarde no quiere saber de nadie. Lo que sí creo es que hay que mandarla a un tratamiento psicológico para curar la bipolaridad.
Inner: Así como tú ¬¬
Estaba contando a cerca de la confusión de nuestros lectores hasta que interrumpió mi inner, pero como decía, ¿cómo no actuaría así si es un ser humano con sentimientos? El punto es, que cuando no tienes una infancia soñada, una adolescencia prudente el resultado —a cerca de tu personalidad— no va a ser el esperado.
La castaña de pequeña había sido la más dulce y hermosa niña del jardín de infantes, creciendo cambió como los demás pero no dejó de lado su actitud chillona y llamativa. Más tarde vinieron las preguntas —como la época Media en la que Europa (más bien los muy conocidos filósofos de la historia) se alzaba como una quinceañera y su típica mentalidad adolescente haciéndose las típicas preguntas filosóficas ¿Por qué? ¿De dónde venimos? ¿Para qué venimos? Y dejando a la clase de filosofía de lado—, e inquietudes acerca de su procedencia.
¿Quién era su padre? ¿Por qué ella no se parecía a Jack?
Y la actitud de su mamá, más sus nuevos descubrimientos y la primer pelea entre Jack y Mayra rebosaron el vaso y el agua rodó.
Más bien explotó porque fue así como se sintió tras el primer conflicto con su madre por esto. Se calmaron, pero más tarde vinieron más y más. Hasta que el tema quedó como incógnita.
Pero ella sabía algo; el solo recordar a esa persona a su mamá le dolía. Esa persona la había lastimado y destrozado el corazón pero había salido adelante.
Sus nuevas amiga empezaban a alejarse de ella y a regresar a ella por conveniencia propia: cuando sus novios la dejaban buscaban el calor del abrazo amistoso de la amiga aisladita y la que siempre estaba ahí con los brazos abiertos para dejarte desahogar hasta que otra o esa misma conquista regresara a ti como imán.
Así que se había prometido, no una, sino muchas cosas:
“Nunca saques el tema de tu progenitor al aire, a mamá le dolerá el recordarlo”, error, no lo estaba cumpliendo.
“No te encariñes mucho con las personas; no siempre son sinceras y te harán sentir mal, usada así como en el anterior colegio, eras solo el plato de segunda mesa cuando sus problemas se salían del carril”, parecía querer cumplirlo pero no siempre había sido así de fría así que no podía controlar su personalidad divertida y amistosa. ¡Era un logro aún no tener amigos! Aunque estos misteriosamente se estaban pegando a ella.
“Nunca te enamores”, y esta última muy parecida a la promesa que se hizo Remy en el libro de “This Lullaby” de Sarah Dessen la cual no cumplió. Pero algo que May sí estaba acatando. ¡No tenía ni razones para enamorarse de algún desconocido, en un ambiente desconocido y en un país ultra desconocido para ella!
Así que al menos estaba bien con eso.
Llegaron a un punto en el que la conversación se volvió vacía y chistosa. Cada quien se dirigió a su aula y terminaron la jornada felices como lombrices.
Pero como eso suena a final de cuento ordinario llegó la hora en la que todos los talleres empezaban.
La castaña se dirigió a la amplia cancha de tenis donde más de uno se alistaba para comenzar con la práctica. Había conseguido la raqueta de tenis entre las cajas de las antigüedades de Mayra, pero una antigüedad muy hermosa y resistente.
Se cambió en el vestidor a una ropa más cómoda para jugar y caminó hasta donde estaban algunos reunidos.
Un maestro daba algunas indicaciones señalando el área y sus instalaciones y después de un rato ya se encontraban debatiéndose entre los jugadores.
Nunca había practicado tal deporte, pero era bastante buena. Y no es que tuviera experiencia —estoy siendo redundante con esta oración ¬¬U— sino que era demasiado orgullosa como para dejarse vencer por una materia —deporte—.
Al rato, varios desafiantes estaban esperando poder jugar contra ella.
Terminada la sesión se fue a sentar y bebió de su botella de —con; ¡la botella no está hecha de agua, sino de plástico! Es el contenido que es de agua u.u— agua.
La peli naranja se acercó a ella para felicitarla.
—Gran juego.
—Gracias.
—Es un honor para nosotros que te hayas inscrito al club. Espero que quieras participar con nosotros en competencias.
—Eso estaría bueno.
—Entonces me voy. Por cierto, ¿no quieres venir esta noche con nosotros a algún pub?
— ¿Nosotros quienes? —Preguntó mirando el lugar que estaba aparentemente solitario.
—Los chicos del club. Generalmente salimos los viernes, pero ya que eres la única que se nos ha unido este año hemos decidido hacer una excepción, ¿te parece?
—Suena bien.
—Entonces nos vemos en este lugar a las 7 —anotó una dirección en un papelito y se lo entregó—. Adiós May.
—Buen día, Misty.
Cada una se fue por diferentes direcciones a sus casas. La castaña llegó casi al atardecer y su mamá la esperaba impaciente en el mueble de la sala.
— ¿Por qué llegas a estas horas, May?
—Vengo de la práctica de tenis, ¿no recuerdas?
—Es cierto. Creo que deberías avisarle a Kohana que no puedes ser su asistente los lunes, miércoles y viernes —para cuando se volteó May a ver a su mamá, esta estaba cruzada de brazos y levantando una ceja—. Así que ¿asistente?
—Así que ¿te enteraste?
—Cómo no me voy a enterar si ella acaba de llamar diciendo que no has ido a trabajar casi toda la semana contando este día. ¿Qué explicación me puedes dar?
—¿Necesitaba un trabajo?
—Ay, cariño. Sabes que de los gastos me ocupo yo, así que búscate una mejor excusa, ¿sí? Mientras voy a terminar la merienda.
— ¿Y cuándo viene Max?
—Dijo que el fin de semana, pero pasó y no llegó. De seguro él y tu tía están tramando algo y por eso se tardan —respondió acomodando los platos en la mesa.
—Entonces, hay que seguir esperando.
—Claro, ve poniendo la sal en su lugar.
— ¿Dónde está?
—No lo sé —sí, esa era Mayra Balance, la madre más cariñosa pero más despistada del mundo, según May.
—Esta noche habrá una fiesta en un pub.
— ¿Vas a ir?
—No lo sé, me invitaron. ¿Será bueno?
—Claro que sí, debes socializar más y qué mejor que en una fiesta. Eso sí, quiero que recuerdes…
—Ya lo sé má.
—Yo también cariño, pero debo repetirlo: no hables con extraños, no aceptes nada que venga de ellos y por sobre todas las cosas: diviértete.
Ambas sonrieron sentándose en la mesa —por fin— armada.
Así de pronto llegó la noche y con esta se encendió la fiesta en un club muy asistido por adolescentes donde el alcohol estaba restringido pero no las bebidas algo fuertes y picantes.
El dj ponía su música a alto volumen mientras los demás bailaban. Y May estaba ahí, compartiendo una mesa con sus compañeros de tenis y Misty que conversaba animadamente. Había platicado con ella y descubierto muchas cosas: la chica sabía cantar, a parte era buena nadadora y su papá tenía un gimnasio en la ciudad.
Sin contar que era excelente estudiante ¡y gran hija!
Mejor dicho, la chica perfecta. Sin defectos. La envidia de muchas.
Pero ella no se sentía así. Estaba contenta con lo que era y tenía y así se quedaría. Una que otra ocasión la invitaron a bailar y aceptó resignada. No quedaba de otra ¿no?
Entonces, en la pista de baile demostró sus habilidades de bailarina americana profesional y atrajo la mirada de muchos. Hasta la de un peli verde que se estaba situando con sus amigos en el escenario.
La música de a poco paró y dio paso a la banda del momento. Cuatro chicos estaban ahí, listos para comenzar con su música haciéndose llamar: “Bad boys”.
Dando la presentación del nuevo integrante de la banda —Kenny—, empezaron a tocar su nueva canción y la típica que siempre tocaban.
Drew al mando del micrófono y de la guitarra eléctrica principal cantaba mirando un solo punto, y no precisamente la peli marrón —Burrana—.
Todos aplaudieron cuando la canción llegó a su final y la música electro volvió a sonar mezclada con el ritmo asiático moderno que retumbaba en el aire.
¡Continuará!
¿Les gustó la conty?
Espero que sí >w< Y sí, yo también me quedé helada cuando me di cuenta: May y Brianna :0 Pero no nos apuremos n_nU
Por cierto, no se olviden de pasar por mi lindo blog en donde estoy subiendo mis historias originales (libros). Apóyenme por fis y háganme saber si les gusta o no n_n
Y bueno, ahora sí me voy a dar mi sueño de belleza porque últimamente he estado irresistible ¬w¬
¿No será irritante? ¬¬
¬¬# Yo también te quiero, Ann. No estoy irritante u-u Como sea, compréndala, el "J" no la quiere y la ha dejado abandonada ¬w¬
u///ú Eso no es verdad.
Sí, claro y yo soy... ¡Yo soy yo! Como sea.
Sayoo! >w<
No seas fastidiosa y ve al grano ¬¬
Bien, no le hagan caso a mi celosa inner u_u Es solo que a la pobre nadie la quiere.
Nadie ha dicho eso ¬u¬
Sí, sí, como sea, bueno, verán, me ausenté demasiado de este fic proque me había quedado embelesada con otro libro (sí, ya van como siete libros que me leo seguidita >w< -pero es que son cortos ;w; tan solo 100 y pico de páginas u.u-). Y bueno, la imaginación se me fue, no sabía qué letra seguía después de la otra, el colegio me presionó con tareas y por fin me di mi descanso hoy un día miércoles! nOn
Así que los complaceré con otro capi más, espero no esté tan corto y ahora sí la trama empieza a tornarse confusa, divertida e ¡interesante! >w<
Corre fic
No es una película ¬¬U
No me cortes la inspiración, Ann TTwTT
CHAPTER 6
"FIVE COLOURS IN HER HAIR"
"FIVE COLOURS IN HER HAIR"
Empezar otra semana como si la otra no hubiera sido extraña era bastante difícil.
“Deberían hacer un libro”, era el pensamiento mañanero de May mientras alisaba la falda del colegio. Y es que el fin de semana no había sido de lo mejor como para alardearlo.
Había sufrido y lamentado pidiendo perdón pero era imposible conseguirlo sabiendo lo terca, triste y resentida que estaba su mamá. Al final del día, sus sonrisas sinceras aliviaron el ambiente tenso, como todas las veces.
Ahora su prioridad era sobrevivir a una fatídica semana más de clases sin meterse en problemas. O era eso lo que en un principio pensaba, antes de que la clase de matemática tuviera un sello diciendo: “Bienvenidos a la casa del terror, —digo— aburrimiento”.
Dirigió su vista hacia la ventana que era más divertida que la cara de aburridos y confundidos de sus compañeros. Alumnos pasaban corriendo de un lado al otro buscando llegar a clases antes de que el maestro iniciara. Y entre ellos estaba ese chico despistado. ¿Cómo era que se llamaba? ¿Ash? ¡Sí, eso! Ash.
—Señorita Balance, no sé qué es lo que hay de interesante en esa ventana pero si no pone atención los números la reprobarán, ¿entendido? —La castaña asintió obligando a su ceja a no levantarse en un gesto rebelde.
Pero solo cinco segundos duró el show de las ecuaciones bailarinas cuando sus azules ojos cambiaron de dirección.
Por otro lado, afuera un morocho caminaba —corría— apresurado sin fijarse por dónde pasaba o con quién tropezaba hasta que el leve gemido de dolor de una chica lo hizo regresar a la realidad. Volteó y se encontró con sus hermosos ojos aguamarina. Ella recogía sus cuadernos mientras se reincorporaba sobándose el trasero.
—Lo siento —musitó luego de un rato el moreno mirándola avergonzado. Ella por otra parte se sonrojó y sonrió tan gentil como siempre.
—No tienes que disculparte, realmente no veía por donde cruzaba y al final terminé como dijo mamá.
Los dos rieron nerviosos.
—Aaam… Bueno, creo que mejor me voy a mi clase porque se me hará tarde.
—Este… La clase, es hora, se hace tarde —dijeron los dos al mismo tiempo (ya sabrán quién dijo el segundo, ¿no?) mientras se despedían con la mano en un suave estrechón. Después amagaron con caminar confundiendo los caminos y llegando al mismo pasillo.
—¿Coincidencia? —Preguntó divertida la peli naranja.
—Ya lo creo —respondió el morocho antes de entrar a su aula sin pedir permiso a lo que el profesor lo quedó viendo como perro mira a un gato (o más bien como Hope mirando a Facebook).
El hombre carraspeó logrando llamar su atención y Ash retrocedió rascándose la nuca en un gesto nervioso.
—La clase de matemáticas ha empezado señor Ketchum. ¿Tiene algo que objetar? —El chico negó intimidado. El resto rió—. ¿Debo castigarlo por su falta de respeto? —Volvió a negar—. ¿Ah, no? ¿Y qué tal unas cincuentas ecuaciones? —Todos hicieron el típico sonido de “Ihh” y el chico palideció—. Entonces que así sea. Pase, siéntese y no interrumpa otra vez, por favor.
—Hey, ¿cuándo es el ensayo? —Preguntó Kenny enseguida se sentó a su lado.
—Hoy en la tarde, no te olvides de…
—Muy interesante su plática señores, ¿tienen algo que comentar a la clase? —Ambos chicos negaron con la cabeza y el profesor tan solo retomó la palabra con la explicación del ejercicio.
Pasadas las tétricas horas de terrible estudio llegó el tan esperado receso. Pero señores y señoras, hoy no hay en el menú una guerra de comidas, tampoco una fuga en el colegio, y aún peor que este se destruya, todo era paz, serenidad, actitud que caracteriza mucho a las japoneses.
Pero como siempre, hay una persona, apodada: la oveja negra que tiene que arruinar la paz del ambiente. ¿Y quién más si no es la bullosa de Brianna?
Esta caminaba contorneándose por todo el pasillo que hacían las mesas del comedor. Directo hacia un peli verde que comía platicando con sus amigos de la banda y uno que otro integrante del club de deportes.
Todos posaron su vista en la “gloriosa” caminata de la peli marrón —hoy será peli marrón, no peli roja— mientras ella daba una vuelta guiñando un ojo a su novio.
— ¿Y? —Preguntó cuando, después de haber pasado unos tormentoso cinco segundos nadie dijo nada.
— ¿Y qué? ¿Estás mareada? —Esta vez el atrevido fue el propio Drew.
— ¿¡Mareada!? ¡Estaba modelando!
Todos en la mesa rieron ante lo dicho. ¿A eso se le podía llamar modelar? Sí, claro. Y Hope es Charlotte Elizabetta di Borbon d’Orleans.
Inner: Deja tus fantasías de lado ¬¬
T.T Ok; como decía, a la chica se le hinchó una venita en la frente disgustada. Últimamente su novio no la estaba apoyando mucho, más bien salía con sus comentarios nada agradables para su perspectiva. Respiró hondo y cerró los ojos.
— ¿Y para qué quieres aprender a modelar? —Intervino el moreno.
—Pues, dúh. Voy a participar en un desfile de moda realizado por los mejores diseñadores de moda de Japón y Europa. ¡Designada como la mejor modelo juvenil de la temporada! —Gritó terminando en una pose mientras su séquito (dos chicas más huecas que ella) hacían lo mismo—. ¡Y no voy a aprender a modelar! ¡Ya sé hacerlo!
Las risas se confundieron con una tos fingida por parte de los muchachos mientras sus amigas y demás mujeres tan solo miraban otras partes ocultando su sonrisa.
—Y bien. No se queden ahí estáticos. Quiero mi comida —mandó empujando a los jugadores fuera del banco y sentándose al lado de Drew. Melosa le besó la mejilla. El chico tan solo se apartó un poco (pero muy visible para los demás).
Por otra parte, una castaña caminaba por las instalaciones del colegio con sus auriculares puestos escuchando música. Pasó cerca de la biblioteca y entró. No había mucha gente, como siempre, pero esto no le importó y continuó hasta llegar a la recepción.
En ella estaba Zoey acomodando en una pirámide la última carta.
—Hola —saludó la castaña. La otra chica pegó un salto del susto (ya que estaba concentrada) y su hermosa pirámide se vino abajo—. Caramba, qué mala suerte —rió la dueña de los zafiros.
—Bonita forma de aparecerte ¡pareces fantasma! —Concordó Zoey—. Ni te noté cuando llegaste —empezó a recoger una por una las cartas volviendo a formar la inmensa pirámide.
—Ea, si he pasado recorriendo los estantes no creo que no me hayas visto.
—Estaba concentrada.
—Eso es diferente. Vine a entregarte el libro de la vez pasada.
— ¿Qué te pareció? —Dejó de lado las cartas y cogió el libro.
—Interesante, aunque ordinaria la actitud de la protagonista tras salvar a su hermano de las garras de la oscuridad. Es algo muy común que siempre pasa en las pelis y ahora en los libros.
—No me sorprende tu crítica, pero si lo ves del lado positivo, eso ayudó a atraer la atención del demonio y que la lucha se hiciera más interesante, sino, no hubiera sido la trama completa —agregó Zoey.
—Eso mismo iba a decir. ¿Sabías que te estás convirtiendo en mi ídola?
— ¿En dos días?
—Suficiente para darme cuenta que no eres como el resto.
—Vale, ¡ahora tengo nueva amiga! —Comentó divertida la chica tras el mostrador. May negó riendo y salió del lugar.
Afuera, un pelinegro esperaba recostado en la pared con los brazos cruzados. Cuando vio a la chica salir caminó hasta ella desinteresadamente, como si solo caminara por ahí. Chocó con ella por “casualidad” sin derribarla.
—Fíjate por donde andas —contestó ella sin mirarlo y sin levantar la voz.
—Oh, lo siento preciosa dama, no estaba concentrado en mi camino —habló todo galante ladeando su sonrisa. La castaña no se inmutó ante la acción y cuando iba a seguir con su camino, el muchacho la interrumpió—. Eres May ¿no?
—La misma.
—Claro, ya nos habíamos visto en otra ocasión cerca de la entrada, ¿no?
—Así que tú eres el chico problemático del curso superior —rió la joven. Hace varios días atrás se había encontrado con él llamando la atención de varios (como la suya) provocando en ella la diversión al ver semejante pleito que se pegó con una más grande que él.
— ¡Ey, ey, ey! Que no soy problemático, tan solo demostraba mi capacidad suficiente para defenderme de esos universitarios que vienen a dejar a sus hermanitas.
—Sí, claro —y de repente los dos se encontraban caminando juntos y platicando. Sinceramente yo misma me estoy confundiendo con esta protagonista.
Un día viene y se enoja con el peli verde, luego le sonríe al moreno y más tarde no quiere saber de nadie. Lo que sí creo es que hay que mandarla a un tratamiento psicológico para curar la bipolaridad.
Inner: Así como tú ¬¬
Estaba contando a cerca de la confusión de nuestros lectores hasta que interrumpió mi inner, pero como decía, ¿cómo no actuaría así si es un ser humano con sentimientos? El punto es, que cuando no tienes una infancia soñada, una adolescencia prudente el resultado —a cerca de tu personalidad— no va a ser el esperado.
La castaña de pequeña había sido la más dulce y hermosa niña del jardín de infantes, creciendo cambió como los demás pero no dejó de lado su actitud chillona y llamativa. Más tarde vinieron las preguntas —como la época Media en la que Europa (más bien los muy conocidos filósofos de la historia) se alzaba como una quinceañera y su típica mentalidad adolescente haciéndose las típicas preguntas filosóficas ¿Por qué? ¿De dónde venimos? ¿Para qué venimos? Y dejando a la clase de filosofía de lado—, e inquietudes acerca de su procedencia.
¿Quién era su padre? ¿Por qué ella no se parecía a Jack?
Y la actitud de su mamá, más sus nuevos descubrimientos y la primer pelea entre Jack y Mayra rebosaron el vaso y el agua rodó.
Más bien explotó porque fue así como se sintió tras el primer conflicto con su madre por esto. Se calmaron, pero más tarde vinieron más y más. Hasta que el tema quedó como incógnita.
Pero ella sabía algo; el solo recordar a esa persona a su mamá le dolía. Esa persona la había lastimado y destrozado el corazón pero había salido adelante.
Sus nuevas amiga empezaban a alejarse de ella y a regresar a ella por conveniencia propia: cuando sus novios la dejaban buscaban el calor del abrazo amistoso de la amiga aisladita y la que siempre estaba ahí con los brazos abiertos para dejarte desahogar hasta que otra o esa misma conquista regresara a ti como imán.
Así que se había prometido, no una, sino muchas cosas:
“Nunca saques el tema de tu progenitor al aire, a mamá le dolerá el recordarlo”, error, no lo estaba cumpliendo.
“No te encariñes mucho con las personas; no siempre son sinceras y te harán sentir mal, usada así como en el anterior colegio, eras solo el plato de segunda mesa cuando sus problemas se salían del carril”, parecía querer cumplirlo pero no siempre había sido así de fría así que no podía controlar su personalidad divertida y amistosa. ¡Era un logro aún no tener amigos! Aunque estos misteriosamente se estaban pegando a ella.
“Nunca te enamores”, y esta última muy parecida a la promesa que se hizo Remy en el libro de “This Lullaby” de Sarah Dessen la cual no cumplió. Pero algo que May sí estaba acatando. ¡No tenía ni razones para enamorarse de algún desconocido, en un ambiente desconocido y en un país ultra desconocido para ella!
Así que al menos estaba bien con eso.
Llegaron a un punto en el que la conversación se volvió vacía y chistosa. Cada quien se dirigió a su aula y terminaron la jornada felices como lombrices.
Pero como eso suena a final de cuento ordinario llegó la hora en la que todos los talleres empezaban.
La castaña se dirigió a la amplia cancha de tenis donde más de uno se alistaba para comenzar con la práctica. Había conseguido la raqueta de tenis entre las cajas de las antigüedades de Mayra, pero una antigüedad muy hermosa y resistente.
Se cambió en el vestidor a una ropa más cómoda para jugar y caminó hasta donde estaban algunos reunidos.
Un maestro daba algunas indicaciones señalando el área y sus instalaciones y después de un rato ya se encontraban debatiéndose entre los jugadores.
Nunca había practicado tal deporte, pero era bastante buena. Y no es que tuviera experiencia —estoy siendo redundante con esta oración ¬¬U— sino que era demasiado orgullosa como para dejarse vencer por una materia —deporte—.
Al rato, varios desafiantes estaban esperando poder jugar contra ella.
Terminada la sesión se fue a sentar y bebió de su botella de —con; ¡la botella no está hecha de agua, sino de plástico! Es el contenido que es de agua u.u— agua.
La peli naranja se acercó a ella para felicitarla.
—Gran juego.
—Gracias.
—Es un honor para nosotros que te hayas inscrito al club. Espero que quieras participar con nosotros en competencias.
—Eso estaría bueno.
—Entonces me voy. Por cierto, ¿no quieres venir esta noche con nosotros a algún pub?
— ¿Nosotros quienes? —Preguntó mirando el lugar que estaba aparentemente solitario.
—Los chicos del club. Generalmente salimos los viernes, pero ya que eres la única que se nos ha unido este año hemos decidido hacer una excepción, ¿te parece?
—Suena bien.
—Entonces nos vemos en este lugar a las 7 —anotó una dirección en un papelito y se lo entregó—. Adiós May.
—Buen día, Misty.
Cada una se fue por diferentes direcciones a sus casas. La castaña llegó casi al atardecer y su mamá la esperaba impaciente en el mueble de la sala.
— ¿Por qué llegas a estas horas, May?
—Vengo de la práctica de tenis, ¿no recuerdas?
—Es cierto. Creo que deberías avisarle a Kohana que no puedes ser su asistente los lunes, miércoles y viernes —para cuando se volteó May a ver a su mamá, esta estaba cruzada de brazos y levantando una ceja—. Así que ¿asistente?
—Así que ¿te enteraste?
—Cómo no me voy a enterar si ella acaba de llamar diciendo que no has ido a trabajar casi toda la semana contando este día. ¿Qué explicación me puedes dar?
—¿Necesitaba un trabajo?
—Ay, cariño. Sabes que de los gastos me ocupo yo, así que búscate una mejor excusa, ¿sí? Mientras voy a terminar la merienda.
— ¿Y cuándo viene Max?
—Dijo que el fin de semana, pero pasó y no llegó. De seguro él y tu tía están tramando algo y por eso se tardan —respondió acomodando los platos en la mesa.
—Entonces, hay que seguir esperando.
—Claro, ve poniendo la sal en su lugar.
— ¿Dónde está?
—No lo sé —sí, esa era Mayra Balance, la madre más cariñosa pero más despistada del mundo, según May.
—Esta noche habrá una fiesta en un pub.
— ¿Vas a ir?
—No lo sé, me invitaron. ¿Será bueno?
—Claro que sí, debes socializar más y qué mejor que en una fiesta. Eso sí, quiero que recuerdes…
—Ya lo sé má.
—Yo también cariño, pero debo repetirlo: no hables con extraños, no aceptes nada que venga de ellos y por sobre todas las cosas: diviértete.
Ambas sonrieron sentándose en la mesa —por fin— armada.
Así de pronto llegó la noche y con esta se encendió la fiesta en un club muy asistido por adolescentes donde el alcohol estaba restringido pero no las bebidas algo fuertes y picantes.
El dj ponía su música a alto volumen mientras los demás bailaban. Y May estaba ahí, compartiendo una mesa con sus compañeros de tenis y Misty que conversaba animadamente. Había platicado con ella y descubierto muchas cosas: la chica sabía cantar, a parte era buena nadadora y su papá tenía un gimnasio en la ciudad.
Sin contar que era excelente estudiante ¡y gran hija!
Mejor dicho, la chica perfecta. Sin defectos. La envidia de muchas.
Pero ella no se sentía así. Estaba contenta con lo que era y tenía y así se quedaría. Una que otra ocasión la invitaron a bailar y aceptó resignada. No quedaba de otra ¿no?
Entonces, en la pista de baile demostró sus habilidades de bailarina americana profesional y atrajo la mirada de muchos. Hasta la de un peli verde que se estaba situando con sus amigos en el escenario.
La música de a poco paró y dio paso a la banda del momento. Cuatro chicos estaban ahí, listos para comenzar con su música haciéndose llamar: “Bad boys”.
Dando la presentación del nuevo integrante de la banda —Kenny—, empezaron a tocar su nueva canción y la típica que siempre tocaban.
Drew al mando del micrófono y de la guitarra eléctrica principal cantaba mirando un solo punto, y no precisamente la peli marrón —Burrana—.
“She was all I thought about
A girl I couldn’t live without…
…And now she’s just a weirdo with no name”
A girl I couldn’t live without…
…And now she’s just a weirdo with no name”
Todos aplaudieron cuando la canción llegó a su final y la música electro volvió a sonar mezclada con el ritmo asiático moderno que retumbaba en el aire.
¡Continuará!
¿Les gustó la conty?
Espero que sí >w< Y sí, yo también me quedé helada cuando me di cuenta: May y Brianna :0 Pero no nos apuremos n_nU
Por cierto, no se olviden de pasar por mi lindo blog en donde estoy subiendo mis historias originales (libros). Apóyenme por fis y háganme saber si les gusta o no n_n
Y bueno, ahora sí me voy a dar mi sueño de belleza porque últimamente he estado irresistible ¬w¬
¿No será irritante? ¬¬
¬¬# Yo también te quiero, Ann. No estoy irritante u-u Como sea, compréndala, el "J" no la quiere y la ha dejado abandonada ¬w¬
u///ú Eso no es verdad.
Sí, claro y yo soy... ¡Yo soy yo! Como sea.
Sayoo! >w<
Última edición por Musae el Lun 6 Feb - 22:34, editado 1 vez
Re: A Different Love Story!
genial
primis en comentar
a quien miraba drew seguramente a una pelicastaña de ojos zafiros
espero conti chao
primis en comentar
a quien miraba drew seguramente a una pelicastaña de ojos zafiros
espero conti chao
may_shappire- **Fan*Contest**
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Re: A Different Love Story!
Muy buena la conti
estoy de acuerdo con may_shappire
Drew tenia que estar mirando a May,¿a quien sino?a Burrana cofcof, quiero decir a Brianna no creo
espero la conti
bye
estoy de acuerdo con may_shappire
Drew tenia que estar mirando a May,¿a quien sino?a Burrana cofcof, quiero decir a Brianna no creo
espero la conti
bye
sair- **Miembro*Contest**
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Re: A Different Love Story!
may no se metio en problemas en esta conti... wow creo q eso es un record XD jaja
muy buena conti
espero la nueva con muchas ansias >w<
q es lo q sigue??? q es lo q sigue???!!
perdona mi desesperesacion... tu no le hagas caso ^^U
bye
muy buena conti
espero la nueva con muchas ansias >w<
q es lo q sigue??? q es lo q sigue???!!
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Ameko- **Alma*Contest**
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Edad : 31
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Re: A Different Love Story!
la ame la ame la ame!! jeje espero pongas conti pronto como siempre me ha facinado!
eres muy buena escritora y no me cansare de decirlo, me he qedado intrigada! que pasara? estoy ansiosa por saberlo! pro claro tomate tu tiempo para subir la conti pero aun asi ... ADORO TU FIC!!
sin mas que decir me despido
sayoO
eres muy buena escritora y no me cansare de decirlo, me he qedado intrigada! que pasara? estoy ansiosa por saberlo! pro claro tomate tu tiempo para subir la conti pero aun asi ... ADORO TU FIC!!
sin mas que decir me despido
sayoO
Re: A Different Love Story!
Primero que todo: Gomen por no haberme pasado la conti anterior, he estado muy ocupada D:
Segundo: Kya!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! me encantaron las contis *w*, lo he dicho pero lo seguire repitiendo. ¡Nee-chan eres una gran escritora! >w<
Sabía que May iba a terminar decidiéndose por el club de tenis e.e... y ella y briana hermanas .-., eso no me lo creo ._.
Nya!!! me encanta tu fic, LO AMO *w*, ya quiero conti >w<
Mi se despide. Sayo...
Segundo: Kya!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! me encantaron las contis *w*, lo he dicho pero lo seguire repitiendo. ¡Nee-chan eres una gran escritora! >w<
Sabía que May iba a terminar decidiéndose por el club de tenis e.e... y ella y briana hermanas .-., eso no me lo creo ._.
Nya!!! me encanta tu fic, LO AMO *w*, ya quiero conti >w<
Mi se despide. Sayo...
Re: A Different Love Story!
Bueno...
Sayonara for a short/long time! :')
- Spoiler:
- Se supone que este post deba ser para subir la conti pero por desgracia no la he terminado, no es por falta de imaginación, porque tengo un nivel altísimo de ella, el problema es que el tiempo no me alcanza para entrar a la compu y escribir así que debo dejar notas e ideas en pedacitos de papeles de mi cuaderno de apuntes para no olvidarme.
Además, últimamente me canso mucho -haciendo artes marciales y ejercicios- y por lo general me termino durmiendo temprano (espero no tener anemia D:).
Hoy tengo sueño pero no puedo hacerlo porque mañana debo presentar bastante tarea y no la he terminado -recién llego del kung-fu - y bueno.
Sinceramente no quiero decepcionar a nadie, ya creo que he llegado al límite de "Hope (Musa) decepciona mundo", sí, sí, algo raro el nombre pero así le he llamado yo al dolor que siento en el pecho cuando veo que las personas no aprecian lo que hago o los defraudo.
Y bueno, espero no hacerlo con ustedes :')
Esto parece despedida xDD Yaa, me puse sentimental porque no pude ir en las vacas a la casa de Silvi y se tomaron fotos chéveres y me duele no haber podido estar ahí, pero qué se le puede hacer .___.
Es un hasta luego (los exámenes se acercan y la casa está hecha un relajo, tengo una madre de 66 años que está cansada y un padre que no vive aquí, somos las dos ¿quién debe hacer todo? Yo. Pero adoro hacerlo porque lo hago por ella ) y los quiero.
Disculpen las molestias ya que no debería escribir esto, va en contra de las Reglas del foro, o eso creo, y bueno, adiosito... No se olviden, vendré cargada de contis!
Sayonara for a short/long time! :')
Re: A Different Love Story!
no hay problema hope... entiendo tu situacion y no me molesta q te tardes mucho en poner conti... lo unico q quiero es q las sigas haciendo con la gran calidad q siempre tienen ^w^... yo estare muy paciente esperando n.n y te deseo q te vaya muy bien en tus examenes, en tu casa y en las demas cosas de tu vida ^^
bye!!! suerte!!!
bye!!! suerte!!!
Ameko- **Alma*Contest**
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Re: A Different Love Story!
Me encanta este fic esta genial,eres una gran escritora y tienes mucha imaginación!!!
SOY NUEVA AQUI PERO ESPERO LA CONTI Y TRANQUILA NO PASA NADA QUE TARDES.
MCUHA SUERTE Y ME DESPIDO
SOY NUEVA AQUI PERO ESPERO LA CONTI Y TRANQUILA NO PASA NADA QUE TARDES.
MCUHA SUERTE Y ME DESPIDO
mirai- .::₪Mod~Especial.₪::.
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Re: A Different Love Story!
Nee-chan no te preocupes, te entiendo. Uno a veces desearía tener tiempo para alcanzar a hacer todo, pero eso no es posible -.-
*Pero esa no es la razón por la cual no haces tus tareas ¬¬
Nah, eso es porque me da flojera -.-
Bueno ojala te vaya superhipermega bien en tus exámenes y pronto estés con más tiempo libre e.e, yo esperare ansiosa la conti, no importa cuanto tardes n.n
Mi se despide. Sayo....
*Pero esa no es la razón por la cual no haces tus tareas ¬¬
Nah, eso es porque me da flojera -.-
Bueno ojala te vaya superhipermega bien en tus exámenes y pronto estés con más tiempo libre e.e, yo esperare ansiosa la conti, no importa cuanto tardes n.n
Mi se despide. Sayo....
Re: A Different Love Story!
Wow, es increíble, me fui unos días y el foro ha tenido gran actividad
Extrañaba entrar a la página :') Hoy pude, sin embargo nOn
Me siento contenta, he pasado una parte de la etapa difícil, ahora se vienen los exámenes (los empiezo el miércoles) y con ellos una rutina pesada, pero hoy no tenía mucho que hacer así que decidí completar el capi, rebuscar en mi mente una canción que me guste que tenga que ver con el tema y más que nada con el fic y subirles las conty agradeciendo su apoyo.
Me siento contenta y con ganas de seguir adelante gracias a su apoyo n_n Las amo onee-chans!
Sin más rodeos, aquí la conty:
No me quiere, sí me quiere. No me quiere. Sí me quiere.
Y así sucesivamente. Hasta que llegamos al último pétalo de la flor y decidimos que, si ese es un “No me quiere”, el centro de la flor cuenta como un “sí me quiere”, ¿no?
Es extraño. ¿Por qué llenarnos la cabeza con este tipo de cosas si es mejor afrontar la realidad y preguntar de una vez por todas si es verdad que no nos quiere?
Pues, me respondo a mí misma, es para crearnos esas falsas y tontas ilusiones en la cabeza y así hacer más interesante nuestra historia de amor porque sabemos que el destino está tan ocupado separando familias, matando gente y haciendo miles de cosas que no tiene tiempo —irónico— para voltearse a ver a una enamoradiza chica, ¿y por qué no? Chico.
El punto es que, por más que intentemos meternos en la cabeza que esa persona nos quiere es difícil que la otra persona escuche nuestros pensamientos. ¿Y decírselo? Oh, no. Qué vergüenza.
Entonces esperemos sentados a que él o ella venga y nos diga “me gustas”; o simplemente nos mande a la alcantarilla.
Como decía al principio —o lo que trataba de decir— es divertido arrancar los pétalos de una flor, ¡uy sí! Muy divertido, porque aparte de matar una vida —las flores tienen más vida que nosotros— y utilizarla en vano, engañamos a nuestro corazón con tontas ilusiones.
Eso mismo estaba haciendo —no, amigos, no es May. Además con la actitud media desequilibrada y rebelde que tiene nuestra protagonista en este fic, ¿creen que haría eso? Nop— Dawn.
Estaba en el patio de su hermosa casa, con una flor a medio dañar en sus manos, viéndola antes de cortar los dos últimos pétalos.
—Sí me quiere… —uno más y el destino le diría la verdad. Llevaba así la mayoría de la tarde. Y es que no es que ella se pusiera así de sentimental siempre, pero le era difícil dejar de pensar en su mirada, la cual, le había dicho todo sin hablar: —No me quiere.
Poco a poco las lágrimas empezaron a rodar bañando su delicado rostro de muñeca.
Era miércoles y había salido temprano del entrenamiento de las porristas. Todas se veían magníficas ya que como ya empezaban las clases, también se venían las olimpiadas y la tan esperada ¡feria!
Sí, habían decidido realizarla con anticipación, cambiando un poco el orden. Se acercaba “la floración de los cerezos (Sakura)” y la mayoría de colegios estaban preparando un festival para darle inicio a la primavera.
Así también el deporte se sumaba a estas actividades, y la peli azul como líder las porristas no quería quedar para nada mal. Pero también estaban sus sentimientos que la desplomaban poco a poco.
Era ya costumbre para los japoneses, que, así como el 14 de febrero las chicas entregaran un presente —chocolates— a los chicos en demostración de afecto y admiración, el 14 de marzo ellos hicieran lo mismo con ellas.
Y estaba tan ilusionada que eso pasara, pero las cosas no siempre son como uno quiere, o como ya he dicho, el mundo no es para nada rosa.
La realidad le había caído encima como un balde de agua helada, y bien helada. No la quería. Para nada. Y se lo había demostrado. Con una sola mirada. Habían sido constantes sus cartas de amor y demostraciones a través del chat que pensaba, se podría ganar su corazón.
Eso no sucedió, sin embargo. Él era lo suficiente maduro como para pensar en ella como algo más que una conocida siquiera. Ella era tan popular y famosa en el colegio por su verdadera y tierna forma de ser. Pensó que quizás podría ganarse su corazón. Qué equivocada estaba.
La flor cayó en el suelo, destrozada, sin ningún pétalo más a su alrededor como para decir que había una oportunidad. Había caído, como su corazón lo hizo.
—Mira, ¡está allá! —Había chillado Crystal cuando la práctica había terminado y estaban por ir a las duchas para arreglarse e irse.
—Yo también lo veo, ¡y creo que viene para acá! Alístate, Dawn. Quizás insistirle no fue tan malo como pensábamos —agregó Leaf saltando a su alrededor y moviendo los pompones.
La peli azul obviamente hizo caso a sus sugerencias y arregló su cabello. Con una toallita secó las gotitas de sudor que caían por su cara y acomodó su falda. Entonces, se paró recta y empezó a caminar en su dirección. Llegó hasta donde él estaba, o más bien, el punto de encuentro pero él pasó de largo, solo dirigiéndole una mirada seria y caminó detrás de ella, llegando hasta donde una de las nuevas porristas —de primer año— dándole un casto abrazo y cruzándose de brazos.
Se quedó boquiabierta e indignada cuando él cruzó de nuevo su mirada y sonrió burlón. Eso no era justo. Se suponía que tenía que hablar con ella.
Fue a los camerinos donde todas las chicas alistaban sus bolsos para regresar a sus casas. Entre ellas estaba esa chiquilla a la que su amor platónico había abrazado. Y lo peor del caso era que se estaba riendo junto a otras más como si tuviera la amistad de todas. El coraje se dispersó por sus venas tan rápido como cuando tienes sed y tomas agua helada, sientes el líquido recorrer tu esófago.
El punto es, que ella dominó el sentimiento. No era justo para aquella chica hacerla quedar mal frente a otras solo porque ella sí podía estar con él, cerca, abrazarlo y no como ella, a la distancia, soñando con ese preciso momento en el que él desmontara de su caballo —un Mazda—, alisara su vestuario —el del equipo de básquet— y caminara a ella para entregarle el más precioso regalo que su hermosura podría conseguir — ¿nada? No tengo algo que decir para este punto—. En serio injusto.
¡El destino era el injusto! Pero no había nada que se le pudiera hacer. Tan solo esperar con que un día él se aburriera de esa chiquilla y corriera a sus brazos a pedirle estar juntos.
Seguía soñando, con el bolso rosa pastel alojado en su hombro y la mirada perdida en el campo de béisbol cuando sintió un golpecito en el hombro desocupado. Se volteó y en seguida sus mejillas se tornaron rosas: por la vergüenza —de haber estado soñando despierta con cara de idiota— y por la vergüenza —de haber estado soñando despierta con cara de idiota con la persona que justamente estaba al frente de ella, bueno, más bien a un costado de la persona que le había tocado el hombro—.
—Eh, ¿qué sucede? —Tartamudeó aún roja de la pena.
—Es que he encontrado esto en los pasillos y pregunté por el dueño. Una chica me ha dicho que es suyo —la novata un poquito más bajita que ella y de hermosos ojos oscuros le extendió un bonito reloj blanco. Dawn lo cogió un poco emocionada.
— ¡Oh! ¡Gracias en serio! No sé qué hubiera hecho si lo hubiera perdido. Es un recuerdo —parloteó llenando también de emoción a la chica que enseguida pegó un saltito.
— ¡Kya! Es bueno saber que te salvé de perderlo —las estrellitas en sus ojos brillaban como las piedritas en su vestuario—. En serio que lo digo.
—Wow, ¿en serio te emociona?
—Claro, he visto desde que entré a la secundaria la manera en que bailabas, y luego que la ex líder se retiró del colegio y te dejó a cargo el liderazgo pasaste a ser mi modelo a seguir ¡me gustaría ser como tú! Bailar como tú, y —la chica tomó un respiro y continuó— ¡ser tan divertida y refrescante como tú! Es mi sueño —suspiró terminando su drama.
—Hehe, no sigas que me apenas —rió al peli azul no creyéndoselo. Es verdad que muchas chicas tenían el mismo sueño que la que estaba al frente, pero nunca se lo habían dicho.
—Ve al carro Naomi, por favor —por primera vez habló él poniendo nerviosas a ambas jóvenes que habían olvidado su presencia.
—Eh, claro, en seguida —con un leve tartamudeo y torpeza en los pies se despidió de la peli azul y corrió a la salida, donde en la calle estaban algunos autos estacionados aún.
—Es una chica interesante —opinó Dawn cuando se quedaron solos y parecía que él no quería irse pero tampoco hablar. Tan solo asintió así que ella algo dudosa continuó—. ¿Es, digo, algo contigo?
—Quizás —respondió encogiéndose de hombros. Ese quizá podría decir: sí, somos amigos, o sí, somos novios. Duda, duda, duda y más duda.
—Oh, ya veo. Pues, espero le mandes mis saludos, me ha caído realmente bien. Yo, etto, bueno, creo que me tengo que ir pues —pero fue interrumpida cuando él puso una mano en su hombro. Su corazón parecía que se iba a salir de su pecho y sus latidos los podía escuchar a millares de kilómetros.
Tan pronto como ella quedó en shock él acercó su rostro al de ella y sus labios a su oído susurrando las palabras que más habían consternado su existencia.
Por esas palabras estaba así. ¿Las cartas no habían surtido efecto o era lo contrario? ¿Debía tomar eso como una aceptación o como un rechazo? ¡Era lo más confuso que le había pasado en su vida! ¿Qué podía hacer? ¿Pedirle explicaciones? ¿Cómo? Si él ya había cruzado el campo y ahora, del otro lado de las vallas que separaban al colegio de la calle.
Entonces, llegando a casa, con la cabeza llena de posibilidades marcó el número de su mayor confidente en la tierra. Zoey.
Y ella remató, clavando con el martillo de la verdad y la indiferencia en ese punto en el que comprendió todo.
Era un rechazo.
“Lo siento”.
¡Qué ridículo! Sí, ridículo, era lo que se repetía en su mente. Qué ridículo haber pensado que ese “lo siento” era por haberla hecho esperar tanto tiempo ilusionada con que él vendría ya hora las cosas cambiarían para bien.
No, no era por eso. Y estaba más que claro. Era un lo siento, de no puedo, no quiero, no lo haré. No saldré contigo.
Ahora en su habitación lloraba a mares como una tonta por un amor no correspondido. Por una ilusión rota. Por las mariposas ahora muertas en su estómago. Y por su corazón marchito.
¡Por eso y por todo!
—Dawn, la cena está servida, cariño —al otro lado su mamá llamó con una voz tan tierna y hermosa que ablandó más su sentir.
—No quiero comer —respondió con voz rasposa y la nariz y ojos tan rojos de tanto llorar. Esto lo notó su progenitora porque en seguida entró y al verla abrazada a sus piernas decidió pasar a abrazarla.
— ¡Oh, cariño! ¿Qué te ha pasado?
—Nada importante mamá —desvió la mirada. Si seguía observando la intensidad en los ojos de su mamá terminaría diciendo todo.
—Sabes que cuando eso que no es para nada importante sea importante podrás decírmelo. Mamá siempre tiene buenos consejos.
—No creo que para esto tengas alguno.
—Ay, cariño. He vivido mucho más que tú, es decir, no tanto como para considerarme una vieja —ambas rieron, aunque Dawn algo llorosa—, pero, entiendes lo que quiero decir.
—Sí.
Su mamá se levantó y caminó hasta la puerta.
—Creo que esta noche solo seremos tu papá y yo. Entonces, espero estés bien, y recuerda, no es el único chico en este mundo.
Su corazón volvió a latir fuerte. ¿Cómo se había enterado? ¿Era adivina o qué? Lo que importa es que en la soledad de su habitación volvió a llorar. Y así hasta quedarse dormida.
Solo que… La flor no estaba completamente dañada.
Aún estaba ese pequeño pétalo, que estaba empezando a crecer cuando fue arrancado. Aún estaba esa pequeña migaja de esperanza.
Ya era jueves. ¡Un día más y por fin salían del colegio!
Las cosas estaban pasando muy rápido para cierta castaña. En los escasos días se había hecho muy amiga de Misty y Ash.
Había encontrado cierta atracción entre ambos. Pero era tan sosa su historia que se reía de ellos cuando pensaba en lo extraños que se verían juntos.
Mientras ella soñaba despierta con él, él pensaba en cuerdas nuevas, baquetas pulidas y un nuevo ritmo para la canción. Qué chistoso. A parte, también estaba el morocho, Brendan.
No parecía ser el típico idiota como los que había conocido pero tampoco le daba tan buena espina. Aun así no tenía nada de malo coincidir con él en los descansos.
Pero esto sí que era extraño para ella. Más que nada, para ella. ¿Verse a sí misma con curiosidad de saber qué pasaba con la peli azul viéndola sentada en el inodoro con las manos en la cara sollozando?
Sí. Muy extraño.
Su cerebro le decía: aléjate, es otra niñata más que llora por todo y por nada. Nada interesante. Pero también estaba su corazón que solidario y enternecido aclamaba quedarse y escucharla. Mientras se debatía el qué hacer la peli azul notó su presencia y se secó las lágrimas levantándose de una del retrete.
Tan pronto se reincorporó salió corriendo del cubículo directo al lavamanos para arreglar el desastre que era su rostro ahora. La castaña también se acercó a lavarse las manos —ya que hace poco había salido del curso de pintura y ese día se habían manchado las manos pintando—.
— ¿Sientes pena verdad? —Susurró con voz apagada la peli azul.
— ¿Mmm?
—Claro, has de pensar, ¡uy, esa chica es realmente detestable! Mira que encontrarla llorando —May la miró horrorizada, ni que ella fuera un monstruo. Pero continuó con su indiferencia peinando la larga cabellera café hacia un lado en un moño algo desarreglado.
—Has leído mi mente —comentó y en eso Dawn volvió a llorar—. Hey, hey. ¿Crees que lo he dicho en serio? No soy como tú piensas.
— ¿Entonces cómo? Es que todos han de pensar lo mismo de mí. Creen que soy tonta porque estoy llorando. En seguida entré al colegio con los ojos rojos han empezado los tontos rumores y me hacen sentir peor. Entonces, lo único que me queda es pensar que eres como ellos.
—Lo siento, pero te has equivocado de persona para describir con esa personalidad —murmuró antes de salir, pero una delgada y delicada mano agarró su brazo deteniéndola—. Mira, no me quedaré para seguirte oyendo decir lo que soy o lo que el mundo dice, solo comprende que no siempre le caerás bien a todos. Eres linda, sí, pero eso despierta envidia en muchos. Solo entiende que no soy como ellos.
—Solo quiero que me escuches.
—Perdóname, no tengo tiempo para escuchar quejas de una fresita.
—Por favor —esta vez lo dijo con una voz tan lastimera que ablandaría hasta el corazón más frío. May suspiró. ¿Qué le estaba pasando? Le costaba irse de ahí y dejarla como la habían dejado a ella. Pero ahí estaba la cosa. Así la habían dejado cuando ella se había sentido mal. No la habían querido escuchar y al final terminó siendo lo que es, influenciada por otros.
Sinceramente se había sentido tan mal que no quería que otros se sintieran como ella.
—Está bien.
— ¿En serio? Puedes ser reportada por perder clases y no es justo para ti… —empezó a decir la peli azul cuando May puso su mano en frente creando un “Stop” a sus palabras.
— ¿Insistes en que me quede para luego hacerme dudar si quedarme o irme? Las clases ahora no importan, además, ¿qué hay de ti? ¿No pierdes saliendo de clases?
—Me reporté como enferma, así que en enfermería me dejaron el día libre, pero no quiero llegar a casa y que mamá me vea así y me empiece a cuestionar el por qué llegué tarde —suspiró—. ¿Vamos a la cafetería?
Asintió.
Y ya en la cafetería le contó todo. El porqué de su llanto y su cara hinchada. De por qué no quería que nadie la viera y por qué estaba tan susceptible.
Un chico.
¿Y su opinión?
—Idiota —así, sin más ni menos lo dijo. La peli azul abrió desmesuradamente sus ojos incitando a las lágrimas volver a rodar—. No pienses que te lo digo a ti. Más bien a él. Aunque estás actuando como tal llorando por un chico que ni un centavo tiene de ganancia para merecerte.
Esas palabras sorprendieron a ambas. ¿No se suponía que May nunca halagaba en cierto modo a alguien?
— ¿Qué quieres decir?
—Dime, ¿es bueno que un chico que no te presta atención y te rechace de tal manera odiosa esté aún en tu mente? —Ella negó con la cabeza—. Obvio que no. Mira. No te conozco del todo pero sé que no eres una chica conflictiva u odiosa —y en su mente apareció la imagen de Brianna—, y él es un tonto al no aceptar a una fresita como tú.
—Fresita —repitió sonriendo—. Suena como a niña pequeña y…
— ¿Aniñada?
—Ujú.
—Lo dije porque pensé que lo eras —ambas rieron—. Pienso que deberías dejar de llorar y darle en el clavo. Darle celos.
—Pero se supone que no me quiere, no le darán celos el verme con otra persona.
—Es que eso es lo que tú no sabes —comentó May sonriendo vilmente—. Pero si no quieres, no hay problema.
Se levantó de la silla y se fue dejando pensativa a la peli azul. ¿Qué había significado lo que había dicho la morena al final? No tenía caso seguirlo preguntando: tenía que actuar.
Estaba caminando por los pasillos buscándola cuando lo vio. Otra vez. Estaba sentado en uno de los bancos que estaban por los pasillos leyendo tan concentrado un libro que ni se fijó en su presencia. O eso creyó ella.
Corrió avergonzada tratando de que no la viera cruzando las puertas en busca de May para pedirle su ayuda, pero no la encontró.
Ya en la tarde, la castaña revisaba los cuadros que Kohana le había dicho que echara un ojo cuando se encontró con el mismo de siempre. El que tanto conmovía su corazón. Todas las tardes que podía ir a ayudar a Kohana lo observaba por minutos hasta que se acordaba qué tenía que hacer.
Esta vez su interrupción fue la bullosa voz de un chico y los tacos de una chica que entraban a la galería.
— ¡Ha sido espectacular el show! Quiero regresar. En cuanto puedas prométeme ir.
—Claro, Harley. Pero eso no será hoy, quizás mañana o la próxima semana.
— ¡Mira qué chulis se ve! —Gritó ignorando el comentario de la peli rosa cuando vio a May. Esta vestía un overol café encima de una blusa de tirantes blancas. Un estilo relajado y lindo-
—Y ahí va de nuevo —suspiró la chica siguiéndolo. May no sabía qué hacer cuando este se le acercó y en un idioma extraño le habló presentándose y preguntando acerca de la ropa que cargaba. Al final solo entendió “Soy Harley y ¡¿dónde compraste eso?!”
—Esto… —y tampoco sabía qué responder.
—Lo sentimos, es que adora los estilos diferentes y no se contiene de preguntar —esta vez se dirigió a ella la peli rosa—. Soy Solidad.
— ¡Hey, lo dices como si fuera algún loco, lo cual no lo soy! —Exclamó extravagante el peli morado.
May iba a contestar eso con algo sarcástico cuando Solidad la interrumpió.
—Harley, estás asustando a la pobre chica.
—Pero si solo le estoy preguntando —chilló esta vez.
—Está bien, lo comprendo —susurró pasiva Solidad.
— ¿Cómo te llamas?
—May —contestó la chica conteniendo la risa.
—Un gusto May, pero debemos irnos.
— ¿Trabajan aquí? —Preguntó la chica.
— ¡Claro! ¡Soy un gran artista! ¡De los mejores! ¡Espectacular! —Ya sabrán quién fue, ¿no?
—Oh, claro, es por eso que Kohana dijo que está decayendo la calidad de los pintores aquí —murmuró May con una sonrisa ladeada. El peli morado se ofendió y chilló de nuevo.
—A ver si tú me puedes ganar pintando —la retó.
—Yo no, pero mi madre sí.
—No estoy metiendo a tu madre.
—Claro que puedo.
—Entonces te reto.
— ¿Qué cosa?
—Hacer un cuadro en una semana.
—Hecho.
—Y tendrás que dibujar mejor que yo.
—Hecho.
—Y será un modelo.
—Hecho.
—Y será él.
—Hecho —giró a ver quién era cuando se fijó en la persona reaccionó—. ¡No!
— ¿Por qué no? —Preguntó susurrando luego—. Qué despistada.
—Porque no. ¡Es imposible! Además, ¿a quién vas a dibujar tú?
—A ella —señaló a Solidad.
—Pero, ella, él, es decir, nosotros, ¡no! —Esta vez la que chillaba era May. Entonces, la persona menos querida por ella llegó a su lado viéndola extrañado.
— ¿Te pasa algo May? —Preguntó el peli verde una vez que estuvo junto a ella.
— ¿Qué haces aquí?
—Hey, yo pregunté primero, pero soy un caballero y responderé. Es un lugar público, ¿no? Además, hay una gran posibilidad de que en un futuro sea dueño de esto —señaló a toda la Galería.
— ¿Pero justo hoy?
—Entonces, ¿qué dices? Es decir, ¡ya lo dijiste! —Gritó Harley mientras Solidad negaba con la cabeza y May temblaba de nervios.
— ¿Decir qué? —Interrogó el peli verde.
—Dibujarte a ti y tratar de ganarme.
—Qué interesante —sonrió de lado el dueño de las esmeraldas—. ¿Lo harás?
—Suenas como si el mundo dependiera de ello. Y no. Además, nunca acepté hacerlo.
—Claro que lo hiciste —contestó Harley.
—Que no.
—Que sí.
—No.
—Sí.
—No.
—No.
—Sí. No. ¡Es decir: no!
—Dijiste sí. Está hecho. En una semana debes entregar el dibujo —exclamó Harley bailando victorioso. May tan solo se golpeaba la frente con el muro.
—Harley, una semana es poco, mejor un mes —declaró Solidad en defensa de la chica.
— ¡Uf! Está bien. Un mes. Un mes tienes para dibujar al lechuguín y demostrarme que no hay buenos artistas aquí.
—Está bien —suspiró resignada la castaña volteándose a continuar con su labor mientras el peli verde la seguía y el otro par se iban a una sala para artistas.
—Así que… ¿me dibujarás?
—No te ilusiones. No es como si fuera lo mejor.
—Me imagino que tengo que desvestirme —susurró divertido ignorando su comentario.
— ¡No! —Se sobresaltó la castaña horrorizada.
— ¡Hey! Solo bromeaba, aunque te veo entusiasmada —murmuró picarón, la chica se puso roja y se marchó enojada mientras el peli verde reía con emoción. Esto se le haría mucho más fácil. ¿Quién diría que un mandado de su padre le haría más fácil su objetivo?
¡Continuará!
Hoy estoy sentimental ewé. El punto es que, la letra de la canción es lo importante, mejor dicho: está resumido lo que May -en este fic- y yo pensamos del amor e.e
No se desilusionen que ¡por fin entró en acción Harley! Soñé tanto con este capi x'D
Okay, me voy a estudiar y a escuchar a mis amores en mi reproductor de música, hace tiempo que no lo hacía :')
Deséenme suerte en los exámenes.
¡Los AMO! :'D
Bye bye -al estilo japonés -
Extrañaba entrar a la página :') Hoy pude, sin embargo nOn
Me siento contenta, he pasado una parte de la etapa difícil, ahora se vienen los exámenes (los empiezo el miércoles) y con ellos una rutina pesada, pero hoy no tenía mucho que hacer así que decidí completar el capi, rebuscar en mi mente una canción que me guste que tenga que ver con el tema y más que nada con el fic y subirles las conty agradeciendo su apoyo.
Me siento contenta y con ganas de seguir adelante gracias a su apoyo n_n Las amo onee-chans!
Sin más rodeos, aquí la conty:
CHAPTER 7
"LOVE HURTS"
"LOVE HURTS"
No me quiere, sí me quiere. No me quiere. Sí me quiere.
Y así sucesivamente. Hasta que llegamos al último pétalo de la flor y decidimos que, si ese es un “No me quiere”, el centro de la flor cuenta como un “sí me quiere”, ¿no?
Es extraño. ¿Por qué llenarnos la cabeza con este tipo de cosas si es mejor afrontar la realidad y preguntar de una vez por todas si es verdad que no nos quiere?
Pues, me respondo a mí misma, es para crearnos esas falsas y tontas ilusiones en la cabeza y así hacer más interesante nuestra historia de amor porque sabemos que el destino está tan ocupado separando familias, matando gente y haciendo miles de cosas que no tiene tiempo —irónico— para voltearse a ver a una enamoradiza chica, ¿y por qué no? Chico.
El punto es que, por más que intentemos meternos en la cabeza que esa persona nos quiere es difícil que la otra persona escuche nuestros pensamientos. ¿Y decírselo? Oh, no. Qué vergüenza.
Entonces esperemos sentados a que él o ella venga y nos diga “me gustas”; o simplemente nos mande a la alcantarilla.
Como decía al principio —o lo que trataba de decir— es divertido arrancar los pétalos de una flor, ¡uy sí! Muy divertido, porque aparte de matar una vida —las flores tienen más vida que nosotros— y utilizarla en vano, engañamos a nuestro corazón con tontas ilusiones.
Eso mismo estaba haciendo —no, amigos, no es May. Además con la actitud media desequilibrada y rebelde que tiene nuestra protagonista en este fic, ¿creen que haría eso? Nop— Dawn.
Estaba en el patio de su hermosa casa, con una flor a medio dañar en sus manos, viéndola antes de cortar los dos últimos pétalos.
—Sí me quiere… —uno más y el destino le diría la verdad. Llevaba así la mayoría de la tarde. Y es que no es que ella se pusiera así de sentimental siempre, pero le era difícil dejar de pensar en su mirada, la cual, le había dicho todo sin hablar: —No me quiere.
Poco a poco las lágrimas empezaron a rodar bañando su delicado rostro de muñeca.
Era miércoles y había salido temprano del entrenamiento de las porristas. Todas se veían magníficas ya que como ya empezaban las clases, también se venían las olimpiadas y la tan esperada ¡feria!
Sí, habían decidido realizarla con anticipación, cambiando un poco el orden. Se acercaba “la floración de los cerezos (Sakura)” y la mayoría de colegios estaban preparando un festival para darle inicio a la primavera.
Así también el deporte se sumaba a estas actividades, y la peli azul como líder las porristas no quería quedar para nada mal. Pero también estaban sus sentimientos que la desplomaban poco a poco.
Era ya costumbre para los japoneses, que, así como el 14 de febrero las chicas entregaran un presente —chocolates— a los chicos en demostración de afecto y admiración, el 14 de marzo ellos hicieran lo mismo con ellas.
Y estaba tan ilusionada que eso pasara, pero las cosas no siempre son como uno quiere, o como ya he dicho, el mundo no es para nada rosa.
La realidad le había caído encima como un balde de agua helada, y bien helada. No la quería. Para nada. Y se lo había demostrado. Con una sola mirada. Habían sido constantes sus cartas de amor y demostraciones a través del chat que pensaba, se podría ganar su corazón.
Eso no sucedió, sin embargo. Él era lo suficiente maduro como para pensar en ella como algo más que una conocida siquiera. Ella era tan popular y famosa en el colegio por su verdadera y tierna forma de ser. Pensó que quizás podría ganarse su corazón. Qué equivocada estaba.
La flor cayó en el suelo, destrozada, sin ningún pétalo más a su alrededor como para decir que había una oportunidad. Había caído, como su corazón lo hizo.
—Mira, ¡está allá! —Había chillado Crystal cuando la práctica había terminado y estaban por ir a las duchas para arreglarse e irse.
—Yo también lo veo, ¡y creo que viene para acá! Alístate, Dawn. Quizás insistirle no fue tan malo como pensábamos —agregó Leaf saltando a su alrededor y moviendo los pompones.
La peli azul obviamente hizo caso a sus sugerencias y arregló su cabello. Con una toallita secó las gotitas de sudor que caían por su cara y acomodó su falda. Entonces, se paró recta y empezó a caminar en su dirección. Llegó hasta donde él estaba, o más bien, el punto de encuentro pero él pasó de largo, solo dirigiéndole una mirada seria y caminó detrás de ella, llegando hasta donde una de las nuevas porristas —de primer año— dándole un casto abrazo y cruzándose de brazos.
Se quedó boquiabierta e indignada cuando él cruzó de nuevo su mirada y sonrió burlón. Eso no era justo. Se suponía que tenía que hablar con ella.
Fue a los camerinos donde todas las chicas alistaban sus bolsos para regresar a sus casas. Entre ellas estaba esa chiquilla a la que su amor platónico había abrazado. Y lo peor del caso era que se estaba riendo junto a otras más como si tuviera la amistad de todas. El coraje se dispersó por sus venas tan rápido como cuando tienes sed y tomas agua helada, sientes el líquido recorrer tu esófago.
El punto es, que ella dominó el sentimiento. No era justo para aquella chica hacerla quedar mal frente a otras solo porque ella sí podía estar con él, cerca, abrazarlo y no como ella, a la distancia, soñando con ese preciso momento en el que él desmontara de su caballo —un Mazda—, alisara su vestuario —el del equipo de básquet— y caminara a ella para entregarle el más precioso regalo que su hermosura podría conseguir — ¿nada? No tengo algo que decir para este punto—. En serio injusto.
¡El destino era el injusto! Pero no había nada que se le pudiera hacer. Tan solo esperar con que un día él se aburriera de esa chiquilla y corriera a sus brazos a pedirle estar juntos.
Seguía soñando, con el bolso rosa pastel alojado en su hombro y la mirada perdida en el campo de béisbol cuando sintió un golpecito en el hombro desocupado. Se volteó y en seguida sus mejillas se tornaron rosas: por la vergüenza —de haber estado soñando despierta con cara de idiota— y por la vergüenza —de haber estado soñando despierta con cara de idiota con la persona que justamente estaba al frente de ella, bueno, más bien a un costado de la persona que le había tocado el hombro—.
—Eh, ¿qué sucede? —Tartamudeó aún roja de la pena.
—Es que he encontrado esto en los pasillos y pregunté por el dueño. Una chica me ha dicho que es suyo —la novata un poquito más bajita que ella y de hermosos ojos oscuros le extendió un bonito reloj blanco. Dawn lo cogió un poco emocionada.
— ¡Oh! ¡Gracias en serio! No sé qué hubiera hecho si lo hubiera perdido. Es un recuerdo —parloteó llenando también de emoción a la chica que enseguida pegó un saltito.
— ¡Kya! Es bueno saber que te salvé de perderlo —las estrellitas en sus ojos brillaban como las piedritas en su vestuario—. En serio que lo digo.
—Wow, ¿en serio te emociona?
—Claro, he visto desde que entré a la secundaria la manera en que bailabas, y luego que la ex líder se retiró del colegio y te dejó a cargo el liderazgo pasaste a ser mi modelo a seguir ¡me gustaría ser como tú! Bailar como tú, y —la chica tomó un respiro y continuó— ¡ser tan divertida y refrescante como tú! Es mi sueño —suspiró terminando su drama.
—Hehe, no sigas que me apenas —rió al peli azul no creyéndoselo. Es verdad que muchas chicas tenían el mismo sueño que la que estaba al frente, pero nunca se lo habían dicho.
—Ve al carro Naomi, por favor —por primera vez habló él poniendo nerviosas a ambas jóvenes que habían olvidado su presencia.
—Eh, claro, en seguida —con un leve tartamudeo y torpeza en los pies se despidió de la peli azul y corrió a la salida, donde en la calle estaban algunos autos estacionados aún.
—Es una chica interesante —opinó Dawn cuando se quedaron solos y parecía que él no quería irse pero tampoco hablar. Tan solo asintió así que ella algo dudosa continuó—. ¿Es, digo, algo contigo?
—Quizás —respondió encogiéndose de hombros. Ese quizá podría decir: sí, somos amigos, o sí, somos novios. Duda, duda, duda y más duda.
—Oh, ya veo. Pues, espero le mandes mis saludos, me ha caído realmente bien. Yo, etto, bueno, creo que me tengo que ir pues —pero fue interrumpida cuando él puso una mano en su hombro. Su corazón parecía que se iba a salir de su pecho y sus latidos los podía escuchar a millares de kilómetros.
Tan pronto como ella quedó en shock él acercó su rostro al de ella y sus labios a su oído susurrando las palabras que más habían consternado su existencia.
Por esas palabras estaba así. ¿Las cartas no habían surtido efecto o era lo contrario? ¿Debía tomar eso como una aceptación o como un rechazo? ¡Era lo más confuso que le había pasado en su vida! ¿Qué podía hacer? ¿Pedirle explicaciones? ¿Cómo? Si él ya había cruzado el campo y ahora, del otro lado de las vallas que separaban al colegio de la calle.
Entonces, llegando a casa, con la cabeza llena de posibilidades marcó el número de su mayor confidente en la tierra. Zoey.
Y ella remató, clavando con el martillo de la verdad y la indiferencia en ese punto en el que comprendió todo.
Era un rechazo.
“Lo siento”.
¡Qué ridículo! Sí, ridículo, era lo que se repetía en su mente. Qué ridículo haber pensado que ese “lo siento” era por haberla hecho esperar tanto tiempo ilusionada con que él vendría ya hora las cosas cambiarían para bien.
No, no era por eso. Y estaba más que claro. Era un lo siento, de no puedo, no quiero, no lo haré. No saldré contigo.
Ahora en su habitación lloraba a mares como una tonta por un amor no correspondido. Por una ilusión rota. Por las mariposas ahora muertas en su estómago. Y por su corazón marchito.
¡Por eso y por todo!
—Dawn, la cena está servida, cariño —al otro lado su mamá llamó con una voz tan tierna y hermosa que ablandó más su sentir.
—No quiero comer —respondió con voz rasposa y la nariz y ojos tan rojos de tanto llorar. Esto lo notó su progenitora porque en seguida entró y al verla abrazada a sus piernas decidió pasar a abrazarla.
— ¡Oh, cariño! ¿Qué te ha pasado?
—Nada importante mamá —desvió la mirada. Si seguía observando la intensidad en los ojos de su mamá terminaría diciendo todo.
—Sabes que cuando eso que no es para nada importante sea importante podrás decírmelo. Mamá siempre tiene buenos consejos.
—No creo que para esto tengas alguno.
—Ay, cariño. He vivido mucho más que tú, es decir, no tanto como para considerarme una vieja —ambas rieron, aunque Dawn algo llorosa—, pero, entiendes lo que quiero decir.
—Sí.
Su mamá se levantó y caminó hasta la puerta.
—Creo que esta noche solo seremos tu papá y yo. Entonces, espero estés bien, y recuerda, no es el único chico en este mundo.
Su corazón volvió a latir fuerte. ¿Cómo se había enterado? ¿Era adivina o qué? Lo que importa es que en la soledad de su habitación volvió a llorar. Y así hasta quedarse dormida.
Solo que… La flor no estaba completamente dañada.
Aún estaba ese pequeño pétalo, que estaba empezando a crecer cuando fue arrancado. Aún estaba esa pequeña migaja de esperanza.
Ya era jueves. ¡Un día más y por fin salían del colegio!
Las cosas estaban pasando muy rápido para cierta castaña. En los escasos días se había hecho muy amiga de Misty y Ash.
Había encontrado cierta atracción entre ambos. Pero era tan sosa su historia que se reía de ellos cuando pensaba en lo extraños que se verían juntos.
Mientras ella soñaba despierta con él, él pensaba en cuerdas nuevas, baquetas pulidas y un nuevo ritmo para la canción. Qué chistoso. A parte, también estaba el morocho, Brendan.
No parecía ser el típico idiota como los que había conocido pero tampoco le daba tan buena espina. Aun así no tenía nada de malo coincidir con él en los descansos.
Pero esto sí que era extraño para ella. Más que nada, para ella. ¿Verse a sí misma con curiosidad de saber qué pasaba con la peli azul viéndola sentada en el inodoro con las manos en la cara sollozando?
Sí. Muy extraño.
Su cerebro le decía: aléjate, es otra niñata más que llora por todo y por nada. Nada interesante. Pero también estaba su corazón que solidario y enternecido aclamaba quedarse y escucharla. Mientras se debatía el qué hacer la peli azul notó su presencia y se secó las lágrimas levantándose de una del retrete.
Tan pronto se reincorporó salió corriendo del cubículo directo al lavamanos para arreglar el desastre que era su rostro ahora. La castaña también se acercó a lavarse las manos —ya que hace poco había salido del curso de pintura y ese día se habían manchado las manos pintando—.
— ¿Sientes pena verdad? —Susurró con voz apagada la peli azul.
— ¿Mmm?
—Claro, has de pensar, ¡uy, esa chica es realmente detestable! Mira que encontrarla llorando —May la miró horrorizada, ni que ella fuera un monstruo. Pero continuó con su indiferencia peinando la larga cabellera café hacia un lado en un moño algo desarreglado.
—Has leído mi mente —comentó y en eso Dawn volvió a llorar—. Hey, hey. ¿Crees que lo he dicho en serio? No soy como tú piensas.
— ¿Entonces cómo? Es que todos han de pensar lo mismo de mí. Creen que soy tonta porque estoy llorando. En seguida entré al colegio con los ojos rojos han empezado los tontos rumores y me hacen sentir peor. Entonces, lo único que me queda es pensar que eres como ellos.
—Lo siento, pero te has equivocado de persona para describir con esa personalidad —murmuró antes de salir, pero una delgada y delicada mano agarró su brazo deteniéndola—. Mira, no me quedaré para seguirte oyendo decir lo que soy o lo que el mundo dice, solo comprende que no siempre le caerás bien a todos. Eres linda, sí, pero eso despierta envidia en muchos. Solo entiende que no soy como ellos.
—Solo quiero que me escuches.
—Perdóname, no tengo tiempo para escuchar quejas de una fresita.
—Por favor —esta vez lo dijo con una voz tan lastimera que ablandaría hasta el corazón más frío. May suspiró. ¿Qué le estaba pasando? Le costaba irse de ahí y dejarla como la habían dejado a ella. Pero ahí estaba la cosa. Así la habían dejado cuando ella se había sentido mal. No la habían querido escuchar y al final terminó siendo lo que es, influenciada por otros.
Sinceramente se había sentido tan mal que no quería que otros se sintieran como ella.
—Está bien.
— ¿En serio? Puedes ser reportada por perder clases y no es justo para ti… —empezó a decir la peli azul cuando May puso su mano en frente creando un “Stop” a sus palabras.
— ¿Insistes en que me quede para luego hacerme dudar si quedarme o irme? Las clases ahora no importan, además, ¿qué hay de ti? ¿No pierdes saliendo de clases?
—Me reporté como enferma, así que en enfermería me dejaron el día libre, pero no quiero llegar a casa y que mamá me vea así y me empiece a cuestionar el por qué llegué tarde —suspiró—. ¿Vamos a la cafetería?
Asintió.
Y ya en la cafetería le contó todo. El porqué de su llanto y su cara hinchada. De por qué no quería que nadie la viera y por qué estaba tan susceptible.
Un chico.
¿Y su opinión?
—Idiota —así, sin más ni menos lo dijo. La peli azul abrió desmesuradamente sus ojos incitando a las lágrimas volver a rodar—. No pienses que te lo digo a ti. Más bien a él. Aunque estás actuando como tal llorando por un chico que ni un centavo tiene de ganancia para merecerte.
Esas palabras sorprendieron a ambas. ¿No se suponía que May nunca halagaba en cierto modo a alguien?
— ¿Qué quieres decir?
—Dime, ¿es bueno que un chico que no te presta atención y te rechace de tal manera odiosa esté aún en tu mente? —Ella negó con la cabeza—. Obvio que no. Mira. No te conozco del todo pero sé que no eres una chica conflictiva u odiosa —y en su mente apareció la imagen de Brianna—, y él es un tonto al no aceptar a una fresita como tú.
—Fresita —repitió sonriendo—. Suena como a niña pequeña y…
— ¿Aniñada?
—Ujú.
—Lo dije porque pensé que lo eras —ambas rieron—. Pienso que deberías dejar de llorar y darle en el clavo. Darle celos.
—Pero se supone que no me quiere, no le darán celos el verme con otra persona.
—Es que eso es lo que tú no sabes —comentó May sonriendo vilmente—. Pero si no quieres, no hay problema.
Se levantó de la silla y se fue dejando pensativa a la peli azul. ¿Qué había significado lo que había dicho la morena al final? No tenía caso seguirlo preguntando: tenía que actuar.
Estaba caminando por los pasillos buscándola cuando lo vio. Otra vez. Estaba sentado en uno de los bancos que estaban por los pasillos leyendo tan concentrado un libro que ni se fijó en su presencia. O eso creyó ella.
Corrió avergonzada tratando de que no la viera cruzando las puertas en busca de May para pedirle su ayuda, pero no la encontró.
Ya en la tarde, la castaña revisaba los cuadros que Kohana le había dicho que echara un ojo cuando se encontró con el mismo de siempre. El que tanto conmovía su corazón. Todas las tardes que podía ir a ayudar a Kohana lo observaba por minutos hasta que se acordaba qué tenía que hacer.
Esta vez su interrupción fue la bullosa voz de un chico y los tacos de una chica que entraban a la galería.
— ¡Ha sido espectacular el show! Quiero regresar. En cuanto puedas prométeme ir.
—Claro, Harley. Pero eso no será hoy, quizás mañana o la próxima semana.
— ¡Mira qué chulis se ve! —Gritó ignorando el comentario de la peli rosa cuando vio a May. Esta vestía un overol café encima de una blusa de tirantes blancas. Un estilo relajado y lindo-
—Y ahí va de nuevo —suspiró la chica siguiéndolo. May no sabía qué hacer cuando este se le acercó y en un idioma extraño le habló presentándose y preguntando acerca de la ropa que cargaba. Al final solo entendió “Soy Harley y ¡¿dónde compraste eso?!”
—Esto… —y tampoco sabía qué responder.
—Lo sentimos, es que adora los estilos diferentes y no se contiene de preguntar —esta vez se dirigió a ella la peli rosa—. Soy Solidad.
— ¡Hey, lo dices como si fuera algún loco, lo cual no lo soy! —Exclamó extravagante el peli morado.
May iba a contestar eso con algo sarcástico cuando Solidad la interrumpió.
—Harley, estás asustando a la pobre chica.
—Pero si solo le estoy preguntando —chilló esta vez.
—Está bien, lo comprendo —susurró pasiva Solidad.
— ¿Cómo te llamas?
—May —contestó la chica conteniendo la risa.
—Un gusto May, pero debemos irnos.
— ¿Trabajan aquí? —Preguntó la chica.
— ¡Claro! ¡Soy un gran artista! ¡De los mejores! ¡Espectacular! —Ya sabrán quién fue, ¿no?
—Oh, claro, es por eso que Kohana dijo que está decayendo la calidad de los pintores aquí —murmuró May con una sonrisa ladeada. El peli morado se ofendió y chilló de nuevo.
—A ver si tú me puedes ganar pintando —la retó.
—Yo no, pero mi madre sí.
—No estoy metiendo a tu madre.
—Claro que puedo.
—Entonces te reto.
— ¿Qué cosa?
—Hacer un cuadro en una semana.
—Hecho.
—Y tendrás que dibujar mejor que yo.
—Hecho.
—Y será un modelo.
—Hecho.
—Y será él.
—Hecho —giró a ver quién era cuando se fijó en la persona reaccionó—. ¡No!
— ¿Por qué no? —Preguntó susurrando luego—. Qué despistada.
—Porque no. ¡Es imposible! Además, ¿a quién vas a dibujar tú?
—A ella —señaló a Solidad.
—Pero, ella, él, es decir, nosotros, ¡no! —Esta vez la que chillaba era May. Entonces, la persona menos querida por ella llegó a su lado viéndola extrañado.
— ¿Te pasa algo May? —Preguntó el peli verde una vez que estuvo junto a ella.
— ¿Qué haces aquí?
—Hey, yo pregunté primero, pero soy un caballero y responderé. Es un lugar público, ¿no? Además, hay una gran posibilidad de que en un futuro sea dueño de esto —señaló a toda la Galería.
— ¿Pero justo hoy?
—Entonces, ¿qué dices? Es decir, ¡ya lo dijiste! —Gritó Harley mientras Solidad negaba con la cabeza y May temblaba de nervios.
— ¿Decir qué? —Interrogó el peli verde.
—Dibujarte a ti y tratar de ganarme.
—Qué interesante —sonrió de lado el dueño de las esmeraldas—. ¿Lo harás?
—Suenas como si el mundo dependiera de ello. Y no. Además, nunca acepté hacerlo.
—Claro que lo hiciste —contestó Harley.
—Que no.
—Que sí.
—No.
—Sí.
—No.
—No.
—Sí. No. ¡Es decir: no!
—Dijiste sí. Está hecho. En una semana debes entregar el dibujo —exclamó Harley bailando victorioso. May tan solo se golpeaba la frente con el muro.
—Harley, una semana es poco, mejor un mes —declaró Solidad en defensa de la chica.
— ¡Uf! Está bien. Un mes. Un mes tienes para dibujar al lechuguín y demostrarme que no hay buenos artistas aquí.
—Está bien —suspiró resignada la castaña volteándose a continuar con su labor mientras el peli verde la seguía y el otro par se iban a una sala para artistas.
—Así que… ¿me dibujarás?
—No te ilusiones. No es como si fuera lo mejor.
—Me imagino que tengo que desvestirme —susurró divertido ignorando su comentario.
— ¡No! —Se sobresaltó la castaña horrorizada.
— ¡Hey! Solo bromeaba, aunque te veo entusiasmada —murmuró picarón, la chica se puso roja y se marchó enojada mientras el peli verde reía con emoción. Esto se le haría mucho más fácil. ¿Quién diría que un mandado de su padre le haría más fácil su objetivo?
¡Continuará!
Hoy estoy sentimental ewé. El punto es que, la letra de la canción es lo importante, mejor dicho: está resumido lo que May -en este fic- y yo pensamos del amor e.e
No se desilusionen que ¡por fin entró en acción Harley! Soñé tanto con este capi x'D
Okay, me voy a estudiar y a escuchar a mis amores en mi reproductor de música, hace tiempo que no lo hacía :')
Deséenme suerte en los exámenes.
¡Los AMO! :'D
Bye bye -al estilo japonés -
Última edición por Musae el Lun 6 Feb - 21:58, editado 1 vez
Re: A Different Love Story!
me encanto!!!!
adoro tu forma de narrar el fic... se me hace tan original n.n
te luciste en la escena de harley... como me rei con lo hecho hecho XD y la psicologia inversa con el no me encanto!!!! XD
cada dia me sorprendo mas con este fic y me pico mas XD
te hecho todas las buenas vibras para tus examenes
byee
PD: primer post mio tururu
adoro tu forma de narrar el fic... se me hace tan original n.n
te luciste en la escena de harley... como me rei con lo hecho hecho XD y la psicologia inversa con el no me encanto!!!! XD
cada dia me sorprendo mas con este fic y me pico mas XD
te hecho todas las buenas vibras para tus examenes
byee
PD: primer post mio tururu
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Re: A Different Love Story!
hellow x3
ia llegue :3
bueno, para empzar... ME ENCANTO X3
*w* ia quiero ver como Drew se las apaña para tan siquiera hacerse amigo de May xDD
y amo que Harley aparesca para molestar a May con Drew xDDD
bueno, mi se despide
Matta nee~
ia llegue :3
bueno, para empzar... ME ENCANTO X3
*w* ia quiero ver como Drew se las apaña para tan siquiera hacerse amigo de May xDD
y amo que Harley aparesca para molestar a May con Drew xDDD
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Re: A Different Love Story!
me encanto!, sinceramente tu forma de narrar y de escribir ademas de ser muy divertida es también exquisita *w*
PD:-tienes un gusto musical excelente que viva el rock!
hasta luego y buena suerte!
PD:-tienes un gusto musical excelente que viva el rock!
hasta luego y buena suerte!
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Re: A Different Love Story!
me encantooooo
sigue sigue
las cosas se pondran interesantes por aqui may y drew solos en algun sitio mientras ella lo pinta a el
espero conti¡¡¡¡¡¡
sigue sigue
las cosas se pondran interesantes por aqui may y drew solos en algun sitio mientras ella lo pinta a el
espero conti¡¡¡¡¡¡
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Re: A Different Love Story!
JAJAJAJAJAJAJAJA Ya tengo ganas de saver como pinta may a drew espero la conti con ganasssss BY !!!!
mirai- .::₪Mod~Especial.₪::.
-
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