Últimos temas
[Roll-P] Siniestra aventura.
+4
Nya
Seira
Litty Monster
Mili-Chan
8 participantes
Página 2 de 4.
Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Ya había pasado la primera cuadra, y estaba segura había dejado en claro con su silencio que no quería ni necesitaba que nadie la acompañase, después de todo, aún a esa hora las calles estaban bien iluminadas, y con el final de la noche que tuvieron, simplemente no estaba de ganas, y más importante, estaba empapada, solo quería tener una caminata tranquila a casa para ducharse y después ir directamente a dormir, pero... Aquella conversación a sus espaldas, que bien no era asunto suyo, estaba comenzando a ser tedioso.
- ¿En serio? - Preguntó Nylah al borde de soltar una risotada, pero lo evitó con su mano, tapando sus labios.
- En serio, si no fuera porque llegó el dueño después, ahora tendría un hada en mi espalda baja. - Matt tembló levemente ante aquel recuerdo, que hasta llegaba a ser perturbador, sobre su primer tatuaje.
- Ósea que es tu héroe.
- Claro, le tengo un altar.
- Algún día iré a adorarlo. - Canturreó.
- Entonces ahora seremos tres los que oremos por su bienestar.
- ¿Tres?
- Sky ha ido, y le guarda respeto.
- Harry... Que hombre tan honorable.- Dijo el moreno, ante aquello ya no soportaron más, Nylah tuvo que dejar escapar la risa al igual que Matt, Sky a penas deslizó vagamente hacia arriba una de las comisuras de sus labios. Y entonces, escucharon un pequeño estornudo, casi parecía haber sido obra de un gato, pero no, la culpable estaba justo frente a ellos, detenida por unos segundos, y volviendo a caminar no muy después.
- Otra... ¿Estás bien? - Preguntó Matt alto. No recibió respuesta y observó a Sky con el ceño fruncido.
- Entendí, entendí. - Dijo el muchacho para después suspirar. - La abuela me regañará... - Murmuró para sí, Matt le escuchó pero solo sonrió. Conocía el carácter de la nominada, era una mujer a quien podía describir como un ángel, sonriente, amable y siempre atenta, pero cuando era referente a algo que afectase al bienestar y salud de su nieto, era capaz de ser el mismo satanás.
Le dio un empujón a su amigo por la espalda, quien solo avanzó más, hasta antes de Aria.
- Ten. - Una camiseta cayó sobre su cabeza, perdiendo por unos segundos el camino.
- ¿Y se supone qué? - La tomó en las manos y la miró, estaba cálida, y era de una tela gruesa, dos o tres tallas más que ella.
- Abriga más que lo que cargas. - Ella le miró de reojo, y de inmediato regresó la mirada al frente.
- Te vas a congelar. - Estiró la mano para entregársela.
- Me lo merezco en todo caso. - Dijo, y no la aceptó, ella suspiró recordando que de hecho, sí que se lo merecía, es más, merecía algo peor. Pero, mientras no enfermase realmente, lo dejaría pasar. Se la colocó como una capa sobre los hombros.
- Yo me voy por aquí. - Nylah se detuvo al recordar la calle dónde debía de girar.
- Te acompañamos. - Dijo Matt.
- Estoy bien. - Le quitó importancia. - Conozco este lugar como la palma de mi mano, además el camino es bastante tranquilo a toda hora.
- Pero... - Ella negó y después observó un rato al muchacho y después a Sky, tanto él como Aria se habían adelantado.
- Por cierto... ¿Viven cerca?
Matt giró la cabeza, y después sonrió.
- No, no, nada que ver. - Dijo al entender a qué se refería. - Hoy me quedo en casa de Sky.
- ¿Eh? - La chica abrió los ojos grandes. Él asintió.
- Mi casa queda un poco lejos, y quise ahorrarme la caminata, por lo que le pedí asilo a Sky por esta noche.
- Suenas como pordiosero.
- En esta vida todos lo somos alguna vez. - Rió levemente, Nylah sonrió.
- Bueno, entonces... - Quiso preguntar algo pero la mirada atenta del chico, la hizo recapacitar y esperar a preguntar al siguiente día. - Nada. - Negó, Matt quedó mudo. - ¡Aria, Sky! ¡Hasta Mañana! - Gritó y cuando vio al muchacho girarse saludó con el brazo, y fue correspondida al instante por un movimiento simple de mano. Aria solo la miró de soslayo, algo que pensó ya había sido un avance, pequeño, pero avance. - Hasta mañana a ti también. Me voy. - Sonrió comenzando a caminar dirección a su hogar.
No pasó mucho tiempo para cuando también se separaron de la muchacha de largos cabellos.
- Ah... Estoy tan emocionado de ver a la abuela Erina. - Dijo Matt. Sky solo lo observó. Y supo que se esperaba lo peor. - Vamos... No ha de ser para tanto. - Le animó golpeando ligeramente sus hombros. - Dime que sobró algo de la cena.
- No.
- ¿Eh?
- Aunque como te vio antes, seguramente ha hecho brochetas.
- Yuju ~ - Gritó en emoción. Antes de ir al instituto Matt había pasado dejando sus cosas para el siguiente día de instituto, como materiales y uniforme; ropa, era algo que Sky tendría que prestarle.
- Entonces reemplazamos la fórmula... - El maestro se vio interrumpido por el disciplinario. Que era acompañado por una joven de cabellos rosas, quien se notaba nerviosa, y mantenía la cabeza gacha.
- Disculpe... Necesitamos a los siguientes estudiantes. - Y entonces comenzó la lista de personas, quienes no eran más que los pertenecientes al club de aventuras.
- Castigados... - Saori suspiró con todo el pesimismo encima.
- No puedo creerlo... - Matt, observó con mala cara a los tres jóvenes que estaban al final, quienes solo le sacaron la lengua en burla. Se habían desquitado acusándoles. El castigo era algo sencillo, permanecer el uno de los pasillos sosteniendo baldes llenos de agua hasta la hora del descanso. y sin poder cambiar su posición, conversar o soltar los materiales metálicos.
Aria por su parte no podía creer que ahora su hoja de vida estuviera manchada con algo tan insulso como eso.
- Esto es aburrido. - Soltó Nylah. Claro que debían de esperarse algo como eso.
- Ni que lo digas, siento que pronto se me van a entumecer las manos. - Blacke observó la derecha con un tic de molestia.
- Se lo tienen merecido. - Dijo uno de los tres causantes de aquello.
- Si no hubieran hecho eso, todo habría quedado para la paz. - Dijo la chica. Matt chasqueó la lengua y les observó de tal manera que sintieron escalofríos.
- Con que nos lo merecemos eh... - Dijo. Miró a Sky y asintieron al mismo tiempo. En menos de lo que esperase alguno aquello chicos estaban empapados, y aunque quisieron defenderse, uno resbaló haciendo caer a los otros dos. Y unas cuantas risas no se hicieron esperar.
Y claro, el disciplinario tampoco.
- ¿En serio? - Preguntó Nylah al borde de soltar una risotada, pero lo evitó con su mano, tapando sus labios.
- En serio, si no fuera porque llegó el dueño después, ahora tendría un hada en mi espalda baja. - Matt tembló levemente ante aquel recuerdo, que hasta llegaba a ser perturbador, sobre su primer tatuaje.
- Ósea que es tu héroe.
- Claro, le tengo un altar.
- Algún día iré a adorarlo. - Canturreó.
- Entonces ahora seremos tres los que oremos por su bienestar.
- ¿Tres?
- Sky ha ido, y le guarda respeto.
- Harry... Que hombre tan honorable.- Dijo el moreno, ante aquello ya no soportaron más, Nylah tuvo que dejar escapar la risa al igual que Matt, Sky a penas deslizó vagamente hacia arriba una de las comisuras de sus labios. Y entonces, escucharon un pequeño estornudo, casi parecía haber sido obra de un gato, pero no, la culpable estaba justo frente a ellos, detenida por unos segundos, y volviendo a caminar no muy después.
- Otra... ¿Estás bien? - Preguntó Matt alto. No recibió respuesta y observó a Sky con el ceño fruncido.
- Entendí, entendí. - Dijo el muchacho para después suspirar. - La abuela me regañará... - Murmuró para sí, Matt le escuchó pero solo sonrió. Conocía el carácter de la nominada, era una mujer a quien podía describir como un ángel, sonriente, amable y siempre atenta, pero cuando era referente a algo que afectase al bienestar y salud de su nieto, era capaz de ser el mismo satanás.
Le dio un empujón a su amigo por la espalda, quien solo avanzó más, hasta antes de Aria.
- Ten. - Una camiseta cayó sobre su cabeza, perdiendo por unos segundos el camino.
- ¿Y se supone qué? - La tomó en las manos y la miró, estaba cálida, y era de una tela gruesa, dos o tres tallas más que ella.
- Abriga más que lo que cargas. - Ella le miró de reojo, y de inmediato regresó la mirada al frente.
- Te vas a congelar. - Estiró la mano para entregársela.
- Me lo merezco en todo caso. - Dijo, y no la aceptó, ella suspiró recordando que de hecho, sí que se lo merecía, es más, merecía algo peor. Pero, mientras no enfermase realmente, lo dejaría pasar. Se la colocó como una capa sobre los hombros.
- Yo me voy por aquí. - Nylah se detuvo al recordar la calle dónde debía de girar.
- Te acompañamos. - Dijo Matt.
- Estoy bien. - Le quitó importancia. - Conozco este lugar como la palma de mi mano, además el camino es bastante tranquilo a toda hora.
- Pero... - Ella negó y después observó un rato al muchacho y después a Sky, tanto él como Aria se habían adelantado.
- Por cierto... ¿Viven cerca?
Matt giró la cabeza, y después sonrió.
- No, no, nada que ver. - Dijo al entender a qué se refería. - Hoy me quedo en casa de Sky.
- ¿Eh? - La chica abrió los ojos grandes. Él asintió.
- Mi casa queda un poco lejos, y quise ahorrarme la caminata, por lo que le pedí asilo a Sky por esta noche.
- Suenas como pordiosero.
- En esta vida todos lo somos alguna vez. - Rió levemente, Nylah sonrió.
- Bueno, entonces... - Quiso preguntar algo pero la mirada atenta del chico, la hizo recapacitar y esperar a preguntar al siguiente día. - Nada. - Negó, Matt quedó mudo. - ¡Aria, Sky! ¡Hasta Mañana! - Gritó y cuando vio al muchacho girarse saludó con el brazo, y fue correspondida al instante por un movimiento simple de mano. Aria solo la miró de soslayo, algo que pensó ya había sido un avance, pequeño, pero avance. - Hasta mañana a ti también. Me voy. - Sonrió comenzando a caminar dirección a su hogar.
No pasó mucho tiempo para cuando también se separaron de la muchacha de largos cabellos.
- Ah... Estoy tan emocionado de ver a la abuela Erina. - Dijo Matt. Sky solo lo observó. Y supo que se esperaba lo peor. - Vamos... No ha de ser para tanto. - Le animó golpeando ligeramente sus hombros. - Dime que sobró algo de la cena.
- No.
- ¿Eh?
- Aunque como te vio antes, seguramente ha hecho brochetas.
- Yuju ~ - Gritó en emoción. Antes de ir al instituto Matt había pasado dejando sus cosas para el siguiente día de instituto, como materiales y uniforme; ropa, era algo que Sky tendría que prestarle.
◘▬◘▬◘
- Entonces reemplazamos la fórmula... - El maestro se vio interrumpido por el disciplinario. Que era acompañado por una joven de cabellos rosas, quien se notaba nerviosa, y mantenía la cabeza gacha.
- Disculpe... Necesitamos a los siguientes estudiantes. - Y entonces comenzó la lista de personas, quienes no eran más que los pertenecientes al club de aventuras.
◘▬◘▬◘
- Castigados... - Saori suspiró con todo el pesimismo encima.
- No puedo creerlo... - Matt, observó con mala cara a los tres jóvenes que estaban al final, quienes solo le sacaron la lengua en burla. Se habían desquitado acusándoles. El castigo era algo sencillo, permanecer el uno de los pasillos sosteniendo baldes llenos de agua hasta la hora del descanso. y sin poder cambiar su posición, conversar o soltar los materiales metálicos.
Aria por su parte no podía creer que ahora su hoja de vida estuviera manchada con algo tan insulso como eso.
- Esto es aburrido. - Soltó Nylah. Claro que debían de esperarse algo como eso.
- Ni que lo digas, siento que pronto se me van a entumecer las manos. - Blacke observó la derecha con un tic de molestia.
- Se lo tienen merecido. - Dijo uno de los tres causantes de aquello.
- Si no hubieran hecho eso, todo habría quedado para la paz. - Dijo la chica. Matt chasqueó la lengua y les observó de tal manera que sintieron escalofríos.
- Con que nos lo merecemos eh... - Dijo. Miró a Sky y asintieron al mismo tiempo. En menos de lo que esperase alguno aquello chicos estaban empapados, y aunque quisieron defenderse, uno resbaló haciendo caer a los otros dos. Y unas cuantas risas no se hicieron esperar.
Y claro, el disciplinario tampoco.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Aquella tarde, todo parecía estar en paz. Las clases habían terminado hacía una hora y los estudiantes se habían retirado casi por completo de las aulas de clases, algunos se habían dirigido hacia sus clubes y talleres extra académicos y otros sin prisa a sus hogares, quizás algunos desviaron el camino hacia una cita o salida especial, quién sabrá.
Todo en aquella escuela parecía marchar en total tranquilidad.
En el último salón del último piso del pabellón B se podía sentir un aura de calma, los pocos miembros que se encontraban dentro se distraían en sus pensamientos o en actividades sencillas: Leer, garabatear una sencilla hoja de papel con dibujos chibis, charlar, dormir... Era una calma casi angustiante, tan tranquila que si se tratase de una película, sería el momento preciso antes de que surgiera un factor desencadenante…
-¡LO ENCONTRÉ! – Y allí estaba aquel factor, entrando con un portazo detrás de ella y con la respiración entrecortada, sobresaltando e irrumpiendo vilmente en aquella atmósfera de paz.
-¿Se puede saber por qué entras de esa forma tan escandalosa?-
-Lo siento mucho Yuu – la joven le dedicó una sonrisa en forma de disculpa mientras se dirigía hacia la mesa central, en dónde se encontraban las dos fundadores, quienes se habían quedado observándola. -¿Y los demás?
-Aún no regresan – habló la peli rosa con cierto nerviosismo en la voz, casi como si tuviera miedo de hablar o decir lo erróneo.
-¿Siguen en el castigo? – La muchacha soltó un suspiro –Es increíble que los tuvieran castigados tanto tiempo. – finalizó casi divertida dirigiéndole una mirada a la peli rosa quién también le respondió de la misma forma.
-Era lógico, después de todo… hicimos algo que no estuvo bien y luego a ellos…-
-Ellos se lo buscaron solos – la voz había provenido de la chica detrás de ellas. Aria se encontraba recostada sutilmente en el sillón del lugar, tenía su mirada perdida en el libro que sostenía y parecía no querer seguir en aquella charla…
-Si pero se metieron en problemas por nuestra idea y…-
-Tranquila Sao, no fue nuestra culpa que se les haya ocurrido empaparlos a los otros en plena hora de clases y frente al disciplinario. Tendrían que ser muy…
-¿Ser qué enana? – Ante aquella voz, la joven se congeló y solo atinó a reír –Más te vale que no estés hablando de nosotros – Ink entraba seguido de su mejor amigo con una sonrisa zorruna en su rostro, y tras ellos, llegaba el maniático de las cámaras.
-Veo que ya los liberaron – río la pelinegra con sorna.
-No entiendo cómo te zafaste del castigo – Black pasó rápidamente a hacerle frente a la pequeña joven. Luego de aquel evento en dónde Matt y Skyler habían optado por bañar a eso fastidiosos, había llegado el guarda más del colegio listo para poner amonestaciones a todo aquel que se lo mereciera, obviamente, Matt y Sky estaban en la lista sin opción a abogar, Blacke por su parte, había soltado sus baldes de agua para poder coger la pequeña cámara que tenía en el bolsillo y grabar lo que sucedía mientras que Nylah había hecho lo propio pero por un ataque de risa, el resto, si es que alguno soltó alguna sonrisa se la guardó en cuanto el disciplinario llegó. Matt, Sky y Blacke recibieron castigo, Nylah logró escaparse ya que aprovechó el pequeño caos para esconderse detrás de los chicos y coger nuevamente los baldes sin que nadie lo notara…así que a las finales, la joven logró salir ilesa.
-Tengo habilidades – expresó con superioridad cómica.
-Ser un pitufo no es una habilidad.- bufó
-Ser un acosador tampoco
-Al menos hago algo.
-Yo también
Aquella pelea era más un intercambio de malas burlas que otra cosa, poco a poco los demás se iban acostumbrando a aquellas peleas que se sacaban de las bromas de ambos muchachos.
-Por cierto, enana ¿Qué haces aquí? Pensé que hoy no vendrías al club – mencionó Matt, quién ya había tomado asiento en una de las sillas, recostándose en la mesa.
-¡Es cierto! – la joven buscó rápidamente en uno de sus bolsillos y sacó un papel y lo colocó en la mesa.
-¿Qué es? – el nadador prestó atención al sobre que tenía la chica y esta dibujó una gran sonrisa que le iluminó el rostro… Lastimosamente fue opacada por el tocar de la puerta. Todos se voltearon. ¿Quién podría ser? Los ocho miembros se encontraban reunidos en aquel lugar.
-Adelante – habló Saori con cierto nerviosismo. Todos los ojos se centraron en el joven que entraba. Era de último grado, tenía un porte rígido y daba aire de ser todo un cerebrito, sin duda alguna era el Presidente del Consejo estudiantil.
-¡Hey Presi! – saludó Matt.
-¿Lo conoces? – preguntó la peli rosa en voz baja, solo para que los jóvenes que estaban en la mesa escuchen.
-Está en mi curso, lo he ayudado un par de veces – respondió de igual manera -¿Qué se te ofrece?
-Ashton. Vengo a hacer un anuncio. – El joven alzó un papel que traía consigo y ajustó sus lentes antes de leer – Saori Tsukino, Cosette Román. – llamó. Ambas joven compartieron una mirada y alzaron las manos dudosas. -¿Ustedes son las responsables de este club?
-Así es – se aventuró a decir la peli rosa.
-Por la presente, les informo que este club debe de desalojar este salón inmediatamente.
-¡¿Qué?! – La impresión fue grande para todos. El presidente dejó la orden de dirección en la mesa y luego se despidió, no escuchó quejas, no escuchó reproches ni dio más explicaciones. Matt, Sky, Nylah y Blacke salieron detrás de él, pero fue inútil. Había dicho que eran órdenes directas y al leer la hoja habían visto que los excluían de los clubes académicos debido a que carecían de un propósito concreto y a su vez infringían varias reglas como no tener un profesor encargado consecuente e iban en contra del código de conducta del Instituto.
-Esto no puede ser… - la joven peli rosa bajó la mirada intentando controlar las ganas de llorar. Cosset la había colocado un brazo alrededor de los hombros consolándola. Los demás parecían un tanto extrañados.
-Esto no es correcto. No pueden hacerlo- espetó Nylah. –Tenemos todo en regla ¿verdad?
-Ese papel tiene razón. Nuestro encargado jamás se aparece, solo nos dio el nombre – Yuu se había puesto de pie y le había tomado el papel de las manos de Saori. –También tiene razón del propósito concreto.
-¿Puedes dejar de ser tan mala onda? Es verdad que el profesor Takedo no es tan atento…- Nylah paseó la vista por la cara de todos –Bueno, quizás si sea algo despreocupado, y ande desaparecido…y bueno, sea un mal encargado ¡Pero bueno! ¿Nos prestó el nombre, no? – intentó animar la chica.
-Esto no puede ser, no pueden disolvernos así. Iré a hablar– Matt salió del salón seguido por Sky…
Resumamos un poco la historia, Matt y Skyler fueron a la dirección pidiendo hablar con el director en persona y… minutos después atravesaban las puertas del club.
-Bueno, las buenas noticias es que no nos van a disolver. Hablaran con el profesor Takedo para que al menos nos hable una vez a la semana para saber lo que hacemos, el club ha quedado como un club con el propósito de “grupo de estudio” y solo nos han suspendido del uso del salón por unas semanas…debido al accidente de ayer – explicó Ink. Un suspiro de alivio y cierto peso salió de encima de varios de los miembros.
-Es bueno que lo hayan reconpilado... –
-Reconsiderado, enana-
-Eso. ¿Y cómo lo hicieron?
-Tenemos nuestras habilidades – sonrió con sorna Matt
-Querrás decir, tengo – Sky lo interrumpió. Ahora la mirada incrédula se posó en el castaño.
-Bueno, digamos que sea una estrella del instituto tiene sus beneficios – el oji rojos palmó la espalda de su amigo. –La cosa es que, estaremos fuera del Instituto por al menos un mes.
-¡¿Un mes?! Eso es mucho – habló Blacke -¿No tendremos reuniones hasta entonces? – aquella frase había parecido robarle el aliento a la joven de coletas rosas, y algunos pudieron darse cuenta.
-¿Y si…?- Cossett había empezado a formular una oración. Sorpresivamente. No era que no hablara jamás, pero solía interactuar muy poco con el resto. -¿Y si nos reunimos en una casa? – su voz serena, casi inmutable y poco audible, pero todos habían entendido. La esperanza había vuelto a los ojos de Saori.
-Me parece buena idea. Por este mes podríamos reunirnos en alguna casa ¿qué dicen? – alentó Nylah.
-Me parece bien – apoyó el teñido esperando la respuesta del resto, se sentía una presión no mencionada…
-No tengo problema – Sky alzó la vista en dirección a la pelinegra frente a él, ella solo esquivó con la mirada.
-No tengo opción – afirmó. El rostro de Saori parecía iluminarse con cada oración.
-¡Yo me uno! Me parece interesante conocer sus casas – Blacke parecía bastante animado. Yuu soltó un suspiro –De acuerdo.
-¡Bien, está decidido! ¡Nos reuniremos en una casa!
-Pero… ¿de quién? – ante esa pregunta todos guardaron silencio. ¿Quién sería el primero en caer en el ojo de la tormenta? Obviamente, ir a la casa de alguna es pasar una nueva frontera, verse en el instituto era algo…su reputaciones ya estaban marcadas pero entrar al santuario de cada uno, significaba superar otra faceta.
-Pueden ir a mi casa…
Al día siguiente, a la hora de salida se encontraban seis de los chicos del: Club Aventurero Especial, esperando en la entrada del Instituto.
-¡Hasta que llegas teñido! – reprochó la pequeña cuando observó al joven acercándose entretenido en el celular.
-Lo siento, tuve que resolver algunos inconvenientes-
-Bueno, ¿Nos vamos?- la joven se dio media vuelta.
-Esto… ¿No falta…Skyler-san*? – preguntó Saori mientras parecía buscar detrás del joven alguna sombra o algo. Matt guardó el celular y ahorró una sonrisa.
-Tiene práctica, irá más tarde – Y todos empezaron a caminar.
-Tengo curiosidad en saber dónde vives renacuaja.
-Está prohibido que filmes sin mi consentimiento – habló severa mientras le dirigía una mirada al muchacho pelinegro mientras sujetaba su cámara como si la chica hubiera escupido un insulto hacia ella.
-¿Y si no lo hago?
-Le diré al teñido que me estás fastidiando.
-Eso no se vale.- Él sabía que ante cualquier injusticia Ink podría entrar a defender y no es que le tenga miedo, y claro está, sabía que el chico no diría nada en realidad, pero preferiría no tentar al destino.
Minutos más tarde, se encontraban frente a lo que parecía unos grandes edificios.
-¿Vives aquí?
-Sip, último piso –
-¿Cuántos pisos son?
-Creo que dieciocho
-¡¿Dieciocho?! – repitió alarmado el de la cámara.
-¿Hay ascensor? – preguntó el peli rosa
-No, está malogrado –
-¿Es enserio? – la joven sacó la lengua divertida
-No, para nada. Vamos. - Entraron hacia la recepción, saludaron al hombre de seguridad y esperaron.
-No eres nada chistosa – mencionó sin gracia.
-Déjame ser. Igual solo entran 4 así que esperen el siguiente o suban por las escaleras chicos. – y dicho esto, literalmente jaló a Saori y Cosset a entrar junto a ella y Aria quién ya estaba dentro.
La joven marcó el número 4.
-¿No era en el piso 18?
-Sí, pero quise hacer una ligera broma. Pero algo me dice que no funcionará.
El departamento no era tan chico, en realidad era más o menos grande y acogedor. Las chicas se quedaron en la sala mientras Nylah se dirigió a su habitación que se encontraba a un lado del pasillo.
-Es un lugar bonito…- mencionó Saori mientras observaba el lugar.
-Gracias. No es mucho, pero es algo – La pelinegra se acercó a la puerta justo cuando el timbre sonó. Abrió la puerta y allí estaban, los cuatro muchachos.
-Oh ¿A qué hora llegó Sky?
-Más o menos, cuando vimos el ascensor detenerse en el piso 4. ¿Nos querías hacer subir más enana?
-Tal vez. Bueno, adelante. Bienvenidos a mi casa.
Los chicos se acomodaron. La joven sirvió un poco de bebidas y pronto se hallaron sentados mirándose los unos a los otros. Blacke parecía contener las ganas de sacar la cámara y Matt movía los ojos de un lado a otro. Había cierta tensión… algunos tenían curiosidad, una curiosidad que debían de sacársela.
-¿Qué hay al fondo del pasillo?
-Mi habitación.-
-¿Podemos….?
-¡No! No pueden – interrumpió la chica severamente…
-Así solo alientas la curiosidad
-La curiosidad mató al teñido ¿No sabías?
-Bueno, concéntrense. ¿Se puede saber qué hacemos aquí? - la reina había hablado.
-Ayer entraste muy emocionada al salón-
-Cierto, gracias por hacerme acordar Saori. Esperen aquí – la chica corrió hacia su habitación antes, dirigiendo una mirada de advertencia a todos, y entró para luego salir con un sobre en las manos.
-Verán, ayer mientras me iba a la reunión, la cual se canceló por diversos motivos, pase por el centro y vi un juego de la lotería. Ya saben, ese que giras la ruedita y sale la bolita y todo ese rollo. En fin, decidí jugar y gané el premio mayor… curiosamente no había mucha gente. Y tarán… - la chica mostró el sobre. – Pensé que era la aventura perfecta para nosotros.
La chica sacó unos boletos y se los entregó a cada uno.
-¿Un viaje a una mansión en el campo?
-Exacto. Venían diez boletos y la casa está a solo treinta minutos en auto de la carretera sur.
-¿Pretendes que vayamos a ese lugar? – esta vez habló Yuu.
-Pensé que no sería mala idea en realidad, andábamos buscando una actividad que hacer ¿no?
-La idea no es mala, además todo esta pagado según esto – apoyó Matt.
-Dice que hay una piscina y termas – Sky pareció animarse.
-¿Y las clases? – Aria había dado en el clavo.
-Las vacaciones están cerca… ¿no? – Saori parecía tomar un poco de fuerza al hablar.
-¿Ir en las vacaciones?
-No es mala idea. Todo está pagado y podemos decir que es un viaje del Instituto…- animó Matt.
-Suena sospechoso. Nadie regala tanto...- empezó la perspicaz Aria.
-Pregunté, dijeron que era debido a que no hay muchos visitantes últimamente, es su forma de publicitarlo.
-¡Bueno! Yo creo que sería genial grabar en el campo.
-Es un buen sitio...- Algunos empezaron una charla extra.
-Ese lugar… me suena de algún lado- Coss se había quedado meditando un poco, había dicho eso más para si que para el resto, pero la pelinegra logró oírla
-Investigué sobre ella, no encontré nada en internet, creo que es porque es un poco antigua. A mí también me suena de algo – Nylah le sonrió, ella solo esquivó la mirada.
Y allí se encontraban, un grupo de ocho jóvenes planeando unas futuras vacaciones a lo que sería una gran aventura…lo que no se esperaban, era los misterios que rodeaban a aquella mansión. Historias capaces de ponerle la piel de gallina a cualquiera y ellos, estaban a punto de vivirlo en carne propia.
-----------------------------------------------------
Cosas que resaltar:
1. Lamento mucho que sea tan larga. Había cosas que quería corregir y hacer.
2. Volví a la idea original de Saori de reunirnos en casa y ya está el inicio de como iniciar esta aventura.
3.(*) Por alguna extraña razón, cada que pienso en la pequeña Saori (personaje) siento que hablaría con terminaciones como: -san, -chan, -senpai. Pese a que no se donde nos encontramos, fue inevitable escribirlo al menos una vez.
4. Lamento si me fui un poco de los personajes y si algunos tuvieron más participación que otros, en realidad es difícil de hacer que todos entren, cuando las personalidades de la mayoría son un poco retraídas, tímidas o simplemente...no hablan. En realidad, intento hacer que todo funcione -No me maten-
Cualquier cosita me dicen ¿si?
Saludos
Todo en aquella escuela parecía marchar en total tranquilidad.
En el último salón del último piso del pabellón B se podía sentir un aura de calma, los pocos miembros que se encontraban dentro se distraían en sus pensamientos o en actividades sencillas: Leer, garabatear una sencilla hoja de papel con dibujos chibis, charlar, dormir... Era una calma casi angustiante, tan tranquila que si se tratase de una película, sería el momento preciso antes de que surgiera un factor desencadenante…
-¡LO ENCONTRÉ! – Y allí estaba aquel factor, entrando con un portazo detrás de ella y con la respiración entrecortada, sobresaltando e irrumpiendo vilmente en aquella atmósfera de paz.
-¿Se puede saber por qué entras de esa forma tan escandalosa?-
-Lo siento mucho Yuu – la joven le dedicó una sonrisa en forma de disculpa mientras se dirigía hacia la mesa central, en dónde se encontraban las dos fundadores, quienes se habían quedado observándola. -¿Y los demás?
-Aún no regresan – habló la peli rosa con cierto nerviosismo en la voz, casi como si tuviera miedo de hablar o decir lo erróneo.
-¿Siguen en el castigo? – La muchacha soltó un suspiro –Es increíble que los tuvieran castigados tanto tiempo. – finalizó casi divertida dirigiéndole una mirada a la peli rosa quién también le respondió de la misma forma.
-Era lógico, después de todo… hicimos algo que no estuvo bien y luego a ellos…-
-Ellos se lo buscaron solos – la voz había provenido de la chica detrás de ellas. Aria se encontraba recostada sutilmente en el sillón del lugar, tenía su mirada perdida en el libro que sostenía y parecía no querer seguir en aquella charla…
-Si pero se metieron en problemas por nuestra idea y…-
-Tranquila Sao, no fue nuestra culpa que se les haya ocurrido empaparlos a los otros en plena hora de clases y frente al disciplinario. Tendrían que ser muy…
-¿Ser qué enana? – Ante aquella voz, la joven se congeló y solo atinó a reír –Más te vale que no estés hablando de nosotros – Ink entraba seguido de su mejor amigo con una sonrisa zorruna en su rostro, y tras ellos, llegaba el maniático de las cámaras.
-Veo que ya los liberaron – río la pelinegra con sorna.
-No entiendo cómo te zafaste del castigo – Black pasó rápidamente a hacerle frente a la pequeña joven. Luego de aquel evento en dónde Matt y Skyler habían optado por bañar a eso fastidiosos, había llegado el guarda más del colegio listo para poner amonestaciones a todo aquel que se lo mereciera, obviamente, Matt y Sky estaban en la lista sin opción a abogar, Blacke por su parte, había soltado sus baldes de agua para poder coger la pequeña cámara que tenía en el bolsillo y grabar lo que sucedía mientras que Nylah había hecho lo propio pero por un ataque de risa, el resto, si es que alguno soltó alguna sonrisa se la guardó en cuanto el disciplinario llegó. Matt, Sky y Blacke recibieron castigo, Nylah logró escaparse ya que aprovechó el pequeño caos para esconderse detrás de los chicos y coger nuevamente los baldes sin que nadie lo notara…así que a las finales, la joven logró salir ilesa.
-Tengo habilidades – expresó con superioridad cómica.
-Ser un pitufo no es una habilidad.- bufó
-Ser un acosador tampoco
-Al menos hago algo.
-Yo también
Aquella pelea era más un intercambio de malas burlas que otra cosa, poco a poco los demás se iban acostumbrando a aquellas peleas que se sacaban de las bromas de ambos muchachos.
-Por cierto, enana ¿Qué haces aquí? Pensé que hoy no vendrías al club – mencionó Matt, quién ya había tomado asiento en una de las sillas, recostándose en la mesa.
-¡Es cierto! – la joven buscó rápidamente en uno de sus bolsillos y sacó un papel y lo colocó en la mesa.
-¿Qué es? – el nadador prestó atención al sobre que tenía la chica y esta dibujó una gran sonrisa que le iluminó el rostro… Lastimosamente fue opacada por el tocar de la puerta. Todos se voltearon. ¿Quién podría ser? Los ocho miembros se encontraban reunidos en aquel lugar.
-Adelante – habló Saori con cierto nerviosismo. Todos los ojos se centraron en el joven que entraba. Era de último grado, tenía un porte rígido y daba aire de ser todo un cerebrito, sin duda alguna era el Presidente del Consejo estudiantil.
-¡Hey Presi! – saludó Matt.
-¿Lo conoces? – preguntó la peli rosa en voz baja, solo para que los jóvenes que estaban en la mesa escuchen.
-Está en mi curso, lo he ayudado un par de veces – respondió de igual manera -¿Qué se te ofrece?
-Ashton. Vengo a hacer un anuncio. – El joven alzó un papel que traía consigo y ajustó sus lentes antes de leer – Saori Tsukino, Cosette Román. – llamó. Ambas joven compartieron una mirada y alzaron las manos dudosas. -¿Ustedes son las responsables de este club?
-Así es – se aventuró a decir la peli rosa.
-Por la presente, les informo que este club debe de desalojar este salón inmediatamente.
-¡¿Qué?! – La impresión fue grande para todos. El presidente dejó la orden de dirección en la mesa y luego se despidió, no escuchó quejas, no escuchó reproches ni dio más explicaciones. Matt, Sky, Nylah y Blacke salieron detrás de él, pero fue inútil. Había dicho que eran órdenes directas y al leer la hoja habían visto que los excluían de los clubes académicos debido a que carecían de un propósito concreto y a su vez infringían varias reglas como no tener un profesor encargado consecuente e iban en contra del código de conducta del Instituto.
-Esto no puede ser… - la joven peli rosa bajó la mirada intentando controlar las ganas de llorar. Cosset la había colocado un brazo alrededor de los hombros consolándola. Los demás parecían un tanto extrañados.
-Esto no es correcto. No pueden hacerlo- espetó Nylah. –Tenemos todo en regla ¿verdad?
-Ese papel tiene razón. Nuestro encargado jamás se aparece, solo nos dio el nombre – Yuu se había puesto de pie y le había tomado el papel de las manos de Saori. –También tiene razón del propósito concreto.
-¿Puedes dejar de ser tan mala onda? Es verdad que el profesor Takedo no es tan atento…- Nylah paseó la vista por la cara de todos –Bueno, quizás si sea algo despreocupado, y ande desaparecido…y bueno, sea un mal encargado ¡Pero bueno! ¿Nos prestó el nombre, no? – intentó animar la chica.
-Esto no puede ser, no pueden disolvernos así. Iré a hablar– Matt salió del salón seguido por Sky…
Resumamos un poco la historia, Matt y Skyler fueron a la dirección pidiendo hablar con el director en persona y… minutos después atravesaban las puertas del club.
-Bueno, las buenas noticias es que no nos van a disolver. Hablaran con el profesor Takedo para que al menos nos hable una vez a la semana para saber lo que hacemos, el club ha quedado como un club con el propósito de “grupo de estudio” y solo nos han suspendido del uso del salón por unas semanas…debido al accidente de ayer – explicó Ink. Un suspiro de alivio y cierto peso salió de encima de varios de los miembros.
-Es bueno que lo hayan reconpilado... –
-Reconsiderado, enana-
-Eso. ¿Y cómo lo hicieron?
-Tenemos nuestras habilidades – sonrió con sorna Matt
-Querrás decir, tengo – Sky lo interrumpió. Ahora la mirada incrédula se posó en el castaño.
-Bueno, digamos que sea una estrella del instituto tiene sus beneficios – el oji rojos palmó la espalda de su amigo. –La cosa es que, estaremos fuera del Instituto por al menos un mes.
-¡¿Un mes?! Eso es mucho – habló Blacke -¿No tendremos reuniones hasta entonces? – aquella frase había parecido robarle el aliento a la joven de coletas rosas, y algunos pudieron darse cuenta.
-¿Y si…?- Cossett había empezado a formular una oración. Sorpresivamente. No era que no hablara jamás, pero solía interactuar muy poco con el resto. -¿Y si nos reunimos en una casa? – su voz serena, casi inmutable y poco audible, pero todos habían entendido. La esperanza había vuelto a los ojos de Saori.
-Me parece buena idea. Por este mes podríamos reunirnos en alguna casa ¿qué dicen? – alentó Nylah.
-Me parece bien – apoyó el teñido esperando la respuesta del resto, se sentía una presión no mencionada…
-No tengo problema – Sky alzó la vista en dirección a la pelinegra frente a él, ella solo esquivó con la mirada.
-No tengo opción – afirmó. El rostro de Saori parecía iluminarse con cada oración.
-¡Yo me uno! Me parece interesante conocer sus casas – Blacke parecía bastante animado. Yuu soltó un suspiro –De acuerdo.
-¡Bien, está decidido! ¡Nos reuniremos en una casa!
-Pero… ¿de quién? – ante esa pregunta todos guardaron silencio. ¿Quién sería el primero en caer en el ojo de la tormenta? Obviamente, ir a la casa de alguna es pasar una nueva frontera, verse en el instituto era algo…su reputaciones ya estaban marcadas pero entrar al santuario de cada uno, significaba superar otra faceta.
-Pueden ir a mi casa…
•••
Al día siguiente, a la hora de salida se encontraban seis de los chicos del: Club Aventurero Especial, esperando en la entrada del Instituto.
-¡Hasta que llegas teñido! – reprochó la pequeña cuando observó al joven acercándose entretenido en el celular.
-Lo siento, tuve que resolver algunos inconvenientes-
-Bueno, ¿Nos vamos?- la joven se dio media vuelta.
-Esto… ¿No falta…Skyler-san*? – preguntó Saori mientras parecía buscar detrás del joven alguna sombra o algo. Matt guardó el celular y ahorró una sonrisa.
-Tiene práctica, irá más tarde – Y todos empezaron a caminar.
-Tengo curiosidad en saber dónde vives renacuaja.
-Está prohibido que filmes sin mi consentimiento – habló severa mientras le dirigía una mirada al muchacho pelinegro mientras sujetaba su cámara como si la chica hubiera escupido un insulto hacia ella.
-¿Y si no lo hago?
-Le diré al teñido que me estás fastidiando.
-Eso no se vale.- Él sabía que ante cualquier injusticia Ink podría entrar a defender y no es que le tenga miedo, y claro está, sabía que el chico no diría nada en realidad, pero preferiría no tentar al destino.
Minutos más tarde, se encontraban frente a lo que parecía unos grandes edificios.
-¿Vives aquí?
-Sip, último piso –
-¿Cuántos pisos son?
-Creo que dieciocho
-¡¿Dieciocho?! – repitió alarmado el de la cámara.
-¿Hay ascensor? – preguntó el peli rosa
-No, está malogrado –
-¿Es enserio? – la joven sacó la lengua divertida
-No, para nada. Vamos. - Entraron hacia la recepción, saludaron al hombre de seguridad y esperaron.
-No eres nada chistosa – mencionó sin gracia.
-Déjame ser. Igual solo entran 4 así que esperen el siguiente o suban por las escaleras chicos. – y dicho esto, literalmente jaló a Saori y Cosset a entrar junto a ella y Aria quién ya estaba dentro.
La joven marcó el número 4.
-¿No era en el piso 18?
-Sí, pero quise hacer una ligera broma. Pero algo me dice que no funcionará.
El departamento no era tan chico, en realidad era más o menos grande y acogedor. Las chicas se quedaron en la sala mientras Nylah se dirigió a su habitación que se encontraba a un lado del pasillo.
-Es un lugar bonito…- mencionó Saori mientras observaba el lugar.
-Gracias. No es mucho, pero es algo – La pelinegra se acercó a la puerta justo cuando el timbre sonó. Abrió la puerta y allí estaban, los cuatro muchachos.
-Oh ¿A qué hora llegó Sky?
-Más o menos, cuando vimos el ascensor detenerse en el piso 4. ¿Nos querías hacer subir más enana?
-Tal vez. Bueno, adelante. Bienvenidos a mi casa.
Los chicos se acomodaron. La joven sirvió un poco de bebidas y pronto se hallaron sentados mirándose los unos a los otros. Blacke parecía contener las ganas de sacar la cámara y Matt movía los ojos de un lado a otro. Había cierta tensión… algunos tenían curiosidad, una curiosidad que debían de sacársela.
-¿Qué hay al fondo del pasillo?
-Mi habitación.-
-¿Podemos….?
-¡No! No pueden – interrumpió la chica severamente…
-Así solo alientas la curiosidad
-La curiosidad mató al teñido ¿No sabías?
-Bueno, concéntrense. ¿Se puede saber qué hacemos aquí? - la reina había hablado.
-Ayer entraste muy emocionada al salón-
-Cierto, gracias por hacerme acordar Saori. Esperen aquí – la chica corrió hacia su habitación antes, dirigiendo una mirada de advertencia a todos, y entró para luego salir con un sobre en las manos.
-Verán, ayer mientras me iba a la reunión, la cual se canceló por diversos motivos, pase por el centro y vi un juego de la lotería. Ya saben, ese que giras la ruedita y sale la bolita y todo ese rollo. En fin, decidí jugar y gané el premio mayor… curiosamente no había mucha gente. Y tarán… - la chica mostró el sobre. – Pensé que era la aventura perfecta para nosotros.
La chica sacó unos boletos y se los entregó a cada uno.
-¿Un viaje a una mansión en el campo?
-Exacto. Venían diez boletos y la casa está a solo treinta minutos en auto de la carretera sur.
-¿Pretendes que vayamos a ese lugar? – esta vez habló Yuu.
-Pensé que no sería mala idea en realidad, andábamos buscando una actividad que hacer ¿no?
-La idea no es mala, además todo esta pagado según esto – apoyó Matt.
-Dice que hay una piscina y termas – Sky pareció animarse.
-¿Y las clases? – Aria había dado en el clavo.
-Las vacaciones están cerca… ¿no? – Saori parecía tomar un poco de fuerza al hablar.
-¿Ir en las vacaciones?
-No es mala idea. Todo está pagado y podemos decir que es un viaje del Instituto…- animó Matt.
-Suena sospechoso. Nadie regala tanto...- empezó la perspicaz Aria.
-Pregunté, dijeron que era debido a que no hay muchos visitantes últimamente, es su forma de publicitarlo.
-¡Bueno! Yo creo que sería genial grabar en el campo.
-Es un buen sitio...- Algunos empezaron una charla extra.
-Ese lugar… me suena de algún lado- Coss se había quedado meditando un poco, había dicho eso más para si que para el resto, pero la pelinegra logró oírla
-Investigué sobre ella, no encontré nada en internet, creo que es porque es un poco antigua. A mí también me suena de algo – Nylah le sonrió, ella solo esquivó la mirada.
Y allí se encontraban, un grupo de ocho jóvenes planeando unas futuras vacaciones a lo que sería una gran aventura…lo que no se esperaban, era los misterios que rodeaban a aquella mansión. Historias capaces de ponerle la piel de gallina a cualquiera y ellos, estaban a punto de vivirlo en carne propia.
-----------------------------------------------------
Cosas que resaltar:
1. Lamento mucho que sea tan larga. Había cosas que quería corregir y hacer.
2. Volví a la idea original de Saori de reunirnos en casa y ya está el inicio de como iniciar esta aventura.
3.(*) Por alguna extraña razón, cada que pienso en la pequeña Saori (personaje) siento que hablaría con terminaciones como: -san, -chan, -senpai. Pese a que no se donde nos encontramos, fue inevitable escribirlo al menos una vez.
4. Lamento si me fui un poco de los personajes y si algunos tuvieron más participación que otros, en realidad es difícil de hacer que todos entren, cuando las personalidades de la mayoría son un poco retraídas, tímidas o simplemente...no hablan. En realidad, intento hacer que todo funcione -No me maten-
Cualquier cosita me dicen ¿si?
Saludos
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 30/05/1995
Mi llegada : 27/12/2009
Mis Mensajes : 2481
241 1689
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Grandes esfuerzos hizo todo el grupo del club aventurero especial para cerrar correctamente el semestre. La unión de todos para estudiar había dado grandes resultados y todos habían pasado. Algunos con notas más altas que otros, pero como suele decirse, pasar es pasar.
La alegría se había hecho presente, las líderes quisieron organizar una fiesta celebrando que todos habían superado este semestre sin problemas, pero tras la oposición de algunos no se hizo.
La joven pelirrosa se encontraba atando su cabello en dos coletas altas tras haber hecho las maletas. Aquél era el día en que irían a la mansión a la cuál Nylah les había dado la oportunidad de asistir. Habían quedado en juntarse en la plaza para tomar locomoción todos juntos. Ella se encontraba realmente atrasada. Ya eran las 17:15 y se reunirían a las 17:00.
Una vez lista, se echó perfume y lo guardó en su maleta de ruedas. Se despidió de su madre y salió corriendo mientras arrastraba sus pertenencias hasta llegar al lugar donde se reunirían. Ya estaban todos, al parecer la única que se había tardado había sido ella. Saludó a todos los presentes con un beso en la mejilla.
-No veo que tu maleta tenga ruedas cuadradas como para excusar tu atraso. -Bromeó Sky. Saori se sonrojó un poco por la vergüenza que le ocasionaba llegar tarde.
-Lo siento mucho... -sus palabras se estaban pareciendo a las de Coss, había sido casi inaudible y con mucha timidez.
-Deja de ser tan miedosa, Sao -dijo Ink mientras le revolvía el flequillo.
-¡Es cierto, le puede haber pasado a cualquiera! -acompañó en el ánimo Nylah, riendo un poco mientras la pelirrosa acomodaba su cabello.
-Bien, ahí viene el transporte. Es el que nos sirve para ir hsta esa mansión -apresuró Aria.
Blacke hizo que el transporte parase, con mucho entusiasmo. se notaba que tenía muchas ganas de llegar al lugar. Los ocho jóvenes subieron al autobús y se acomodaron, para su suerte había asiento para todos.
Matt se encontraba sentado con Sky, tratando de hablar sobre cosas triviales, pero él medio lo ignoraba y medio lo escuchaba, porque iba atento a Aria, que se había sentado en frente, un asiento más adelante que ellos. Ella, por su parte, sólo se encontraba mirando a la ventana. Yuu permanecía a su lado en silencio, al parecer estaba abstraído en sus pensamientos.
Saori y Cossette se sentaron juntas. La primera iba muy entusiasta, pero Coss no demostraba expresión alguna.
Nylah se había sentado junto a Blacke e iban bromeando muy entusiastas. El chico que cabello negro iba grabando el recorrido y a sus compañeros, ya que iban sentados atrás.
Los jóvenes seguían sin saber a qué se enfrentarían en estas vacaciones...
Siento que haya sido tan corto. :c
La alegría se había hecho presente, las líderes quisieron organizar una fiesta celebrando que todos habían superado este semestre sin problemas, pero tras la oposición de algunos no se hizo.
La joven pelirrosa se encontraba atando su cabello en dos coletas altas tras haber hecho las maletas. Aquél era el día en que irían a la mansión a la cuál Nylah les había dado la oportunidad de asistir. Habían quedado en juntarse en la plaza para tomar locomoción todos juntos. Ella se encontraba realmente atrasada. Ya eran las 17:15 y se reunirían a las 17:00.
Una vez lista, se echó perfume y lo guardó en su maleta de ruedas. Se despidió de su madre y salió corriendo mientras arrastraba sus pertenencias hasta llegar al lugar donde se reunirían. Ya estaban todos, al parecer la única que se había tardado había sido ella. Saludó a todos los presentes con un beso en la mejilla.
-No veo que tu maleta tenga ruedas cuadradas como para excusar tu atraso. -Bromeó Sky. Saori se sonrojó un poco por la vergüenza que le ocasionaba llegar tarde.
-Lo siento mucho... -sus palabras se estaban pareciendo a las de Coss, había sido casi inaudible y con mucha timidez.
-Deja de ser tan miedosa, Sao -dijo Ink mientras le revolvía el flequillo.
-¡Es cierto, le puede haber pasado a cualquiera! -acompañó en el ánimo Nylah, riendo un poco mientras la pelirrosa acomodaba su cabello.
-Bien, ahí viene el transporte. Es el que nos sirve para ir hsta esa mansión -apresuró Aria.
Blacke hizo que el transporte parase, con mucho entusiasmo. se notaba que tenía muchas ganas de llegar al lugar. Los ocho jóvenes subieron al autobús y se acomodaron, para su suerte había asiento para todos.
Matt se encontraba sentado con Sky, tratando de hablar sobre cosas triviales, pero él medio lo ignoraba y medio lo escuchaba, porque iba atento a Aria, que se había sentado en frente, un asiento más adelante que ellos. Ella, por su parte, sólo se encontraba mirando a la ventana. Yuu permanecía a su lado en silencio, al parecer estaba abstraído en sus pensamientos.
Saori y Cossette se sentaron juntas. La primera iba muy entusiasta, pero Coss no demostraba expresión alguna.
Nylah se había sentado junto a Blacke e iban bromeando muy entusiastas. El chico que cabello negro iba grabando el recorrido y a sus compañeros, ya que iban sentados atrás.
Los jóvenes seguían sin saber a qué se enfrentarían en estas vacaciones...
Siento que haya sido tan corto. :c
Saori vi Britannia- **Fan*Contest**
-
Edad : 25
Cumpleaños!! : 16/07/1999
Mi llegada : 16/12/2011
Mis Mensajes : 334
35 460
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
- Spoiler:
- Nombre: Gilgamesh North
Alias: Gin
Edad: 17
Apariencia:- Spoiler:
Personalidad:
Muy indiferente a su semblante serio, es una persona alegre, bromista y de trato simpático. Que no duda en comenzar las conversaciones, y tratar como un amigo más, sea quien sea la persona en cuestión. Pues le gusta conocer gente, tanto que si se revisa su celular más de uno estallaría descifrando de dónde salieron tantos contactos. Se debe también a su pensamiento libertino y su odio a las normas, por lo que posee unos pésimos modales en varios aspectos. Llega a ser egocéntrico, y egoísta, especialmente con lo que es de él o piensa que es de él. No le importa el que dirán, es capaz de hacer la ridiculez más grande en el escenario más repleto y no sentirse avergonzado. Pero es buena persona y defiende a los demás a su manera, la cual no es muy abierta ya que no soporta los sentimentalismos y muy pocas personas lo comprenden en ese sentido; además de que capta rápido los sentimientos de otros hacia él, y mucho más rápido los de él hacia los demás, pero normalmente lo reprime, y trata de que no lo tomen en serio, pues malas experiencias lo llevan a no querer profundizar relación con nadie. En pocas palabras aunque lo aparente, él no confía en nadie, menos cuando se trata de sus emociones, por lo que siempre tratará de apartar eso, haciéndose el desentendido, por lo que es tomado como una persona densa, cuando no es así.
Extras:
• Su padre es un fanático de la mitología, por eso tiene ese nombre tan extraño, que he de recalcar, detesta, por lo que nunca dirá como se llama, siempre se presentará como Gin.
• Que por cierto es un apodo dado por compañeros, de una banda a la que pertenece, por sus características, al ser albino, y de que en muchas ocasiones por la luz, su cabello aparenta plateado.
• Su albinismo, solo se nota en su cabello y por un problema medio de miopía, pero como no le agradan las gafas, usa lentes de contacto. En lo demás conserva estándares de salud normales.
• Es compositor. Más de letra, y de vez en cuando también de música, pero prefiere expresarse por escrito.
• No es que sea vicioso, pero es verdad que prefiere el alcohol al café. Y que fuma cuando se siente inquieto, por alguna traba de inspiración, o por sentimientos encontrados. (Sherlock sabía que la nicotina era mala. Murió por otra razón (?) Pero nadie sabe de esto, o hasta ahora solo los de la banda.
Pareja: And another one gone, and another one gone ~ ♪Esto ocurre cuando haces sopa con antiguas fichas (?
- Hagamos algo mientras llegamos. - Ink se arrodilló sobre el asiento para poder observar a las personas que iban en los asientos de atrás. Nylah se encogió de hombros.
- ¿Qué tal un juego de palabras? - Propuso, y entonces los dos miraron a Blacke, quien a pesar de ir grabando escuchó todo; y quedó pensativo.
- Camino. - Dijo de repente.
- Norte. - Siguió Nylah.
- Tetera. - Matt observó a Sky que lo quedó observando como si le estuviera contando un mal chiste.
- Tú sabes... No conozco ninguna palabra que comience con la r sonando de esa manera.
- Era. - Dijo de repente Aria para sorpresa de los demás, sin quitar la mirada del libro que había sacado hace pocos minutos. Sky suspiró.
- No me hagas quedar mal... - Pidió, la muchacha solo se encogió de hombros.
- Apilar. - Continuó Yuu al notar que le insistían con la mirada.
- Árido. - Dijo Coss con simpleza, realmente, aquello no tenía finalidad, pero definitivamente, también estaba entrometida en ello.
- Dormir. - Saori sonrió. - De hecho no sería mala idea...
- Nunca se duerme lo suficiente, eh.. - Comentó Yuu, haciendo referencia al atraso, Saori solo se volvió a disculpar.
- Ya pasó. Ahora importa otra cosa... - Matt observó al moreno. - Te toca penitencia. - Y con una sonrisa macabra (?, comenzó a idear algún plan. Sky comenzó a picarlo para distraerlo, así quizá hasta se olvidaba.
Nylah, por su parte observó a la persona en el asiento al final de esa fila, tenía una revista en la cara, lo que le decía que se había quedado dormido leyendo... Quizá... Pero tenía un leve presentimiento. Entonces, vio caer la revista y el rostro del joven que su primer reacción fue bostezar mientras se estiraba. Y luego supo que le observó a ella y le sonrió.
- Disculpa ¿Nos conocemos? - Preguntó de la nada, ella levantó una ceja con ironía.
- No, en mi vida te he visto.
- Tu sabes, no es una pregunta. Es una propuesta. - Se había acercado unos asientos y Nylah echó una carcajada.
- No te queda para nada. - Negó con una mano mientras con otra golpeó sin querer la cabeza del pelirrosa.
- Oye, estoy tratando de ser genial, no me lo arruines. Renacuajo.
- Gin, eres pésimo. - Continuó riendo. Y aquel apodo ya lo había escuchado, por lo que estaba acostumbrada.
- Oh... - Matt posó sus ojos sobre el nuevo integrante. - ¿Gin?
- ¿También lo conoces? - Preguntó la más baja.
- Es raro que alguien no lo haga. - Suspiró.
- Oye... Haces que sienta que conocerme es lo peor que te ha pasado.
- Puede que sí. - Dijo en broma.
- Me harán llorar.
- Estuvimos juntos en la escuela media. - Explicó el pelirrosa. - ¿Y tú?
- Es amigo de mi hermano. - Dijo la pelinegra regresando la vista al nuevo. - Es extraño verte en un transporte público.
- Ah, eso... - Sacó un ticket. - El otro día me lo regaló una anciana, según que lo ganó en un puesto de no sé que mierda. Total, que no le vi mal en ir. - Nylah se lo quitó de las manos, y quedó perpleja.
- Nosotros también vamos allí.
- Oh, Lucky. - Canturreó, mostrando la V con los dedos. - Al menos ya no me sentiré tan solito. - Sky se asomó un poco, también le conocía, pero por razones como perderse en lugares dónde no debe. Pero los demás quedaron extrañados con la familiaridad que él aparentaba tratar con ellos. - ¿Sus amigos? - Dijo el albino, observando a los demás.
- Estamos en un club.
- Ya veo, ya veo, entonces me presento. - Y sin más se levantó y fue hasta al frente, dónde no solo los del club terminaron sabiendo que se llamaba Gin North, sino también los demás pasajeros.
- Se aleja, y se va a su cueva, refundida en el nunca jamás (? -
Última edición por Fire el Vie 14 Jul - 15:15, editado 1 vez
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Llegaron a la última parada del autobús y el grupo de jóvenes descendió con un tanto de desconfianza: Un viejo paradero en medio del camino, rodeado de campo abierto, ¡Vaya que eso pintaba fenomenal!.
-Bonito paisaje – exclamó el peli blanco observando como se marchaba el bus.
-¿Es el lugar correcto?- preguntó Saori. Nylah sacó sus boletos.
-Sip, aquí dice que nos vendrían a recoger para llevarnos a la propiedad
-Pero yo no veo nada a kilómetros – había dicho Yuu con cierto enfado en su voz.
-Creo que debemos esperar – habló Saori mientras tomaba asiento en la banca debajo del rústico techo, protegiéndose del candente sol.
Pasaron algunos minutos y nadie parecía venir.
-¿Estás segura que confirmaste enana?
-Por supuesto, llamé esta mañana antes de salir y me aseguraron que alguien vendría por nosotros.
-¿Tienes el número allí? A lo mejor podemos llamar… -
-No creo que se pueda –Interrumpió Sky –No hay señal.
Las ganas se volvieron a bajar.
-¡Esto es excelente! ¡Gran viaje eh! ¡Excelente idea! – el sarcasmo y el enfado del joven eran notorios.
-¡Basta Yuu! – reprochó Blacke quién jugaba con su cámara.
-Pero si es verdad. Hace un calor infernal y nosotros aquí varados, y todo por la maravillosa idea de…- un codazo de parte del otro pelinegro y la mirada asesina de Ink hizo que el joven se tragara la última oración pero el daño cayó antes. Nylah se apartó un poco dando la espalda a los demás, observando el camino e intentando desesperadamente ver alguna señal de vida.
-Yo también confirmé así que deben de venir por nosotros tarde o temprano. Solo hay que esperar – habló Gin – Usualmente estos lugares son rústicos, a lo mejor y hasta vienen a recogernos en una carreta y todo –bromeó el joven. Nylah agradeció de todo corazón aquel comentario.
-Eso sería poco probable en estos tiempos – empezó Yuu...pero en ese instante, el galopar de dos caballos se hizo presente, los chicos se voltearon y arrimaron hacia la parte posterior del paradero en dónde un sendero improvisado se habría paso entre los campos verdosos, y una carreta de época con techo de tela blanca se aproximaba hacia ellos.
-¡Oh!, mis dotes de psíquico están saliendo a flote- río Gin. El carruaje se detuvo delante de los muchachos y el hombre que conducía a los caballos se giró hacia ellos. Tenía el semblante serio y los ojos azules vidriosos, profundos. El poco cabello que tenía era cubierto por una gorra de tela. Los bigotes y las grandes cejas canosas le daban aquel aire de vejez. Estaba vestido con una camisa de mangas largas, pantalón de sastre desgastado por el polvo, un chaleco negro y zapatos del mismo color aunque también cubiertos de polvo.
-Señorita Campbell, señor North y amigos, supongo – habló sereno. Su voz se asemejaba a la de un narrador de audio novelas.
-Así es. ¿Usted es?
-Vengo a recogerlos de parte de la Señora Isidora para llevarlos a la Mansión de su familia. ¿Suben?
Los chicos intercambiaron una mirada entre ellos y accedieron rápidamente. Subieron su equipaje y se embarcaron al viaje entre los matorrales.
-Esto es genial – Blacke iba emocionado grabando todo a su paso.
El traquetear de la carreta, el sonido de los galopes de los caballos, el fresco aire en su rostro, pareció envolverlos en una atmósfera somnolienta, poco a poco empezaron a caer uno por uno ante los brazos de Morfeo.
Abrió los ojos rápidamente cuando sintió el tirón del vehículo deteniéndose. Intentó moverse con los ojos aun adormilados pero sintió presión en su cuerpo. Se giró hacia un lado observando al albino apoyado en su brazo. Lo sacudió un poco.
-Gin, Gin. Despierta– El joven se movió recobrando el conocimiento. Nylah se colocó de pie y se giró hacia al otro lado en dónde Matt dormía con la cabeza apoyada en el hombro de Sky. ¡Dios! Por cosas como estás la gente sospechaba de un romance entre esos dos. La pelinegra no pudo evitar sacar el teléfono y tomar una fotografía antes de despertar al resto.
-¿En qué momento nos dormimos? – preguntó el peli rosa despabilándose.
-¿Ya llegamos? – una inocente Saori abría los ojos ante la insistencia de su amiga.
-¡No! No grabé nada del paseo.-
-Creo que podrás grabar algo mejor que puro campo...– Gin ya se encontraba abajo y el chico lo siguió con una gran exclamación.
Nylah bajó y se quedó pasmada ante el lugar. Era simplemente imponente. Grandes ventanales, de ladrillos y tejas, lleno de plantas y con un aire hogareño. Toda una mansión de antaño pero que se conservaba de la mejor manera posible. Un hombre anciano esperaba en la puerta. A diferencia del chofer del carruaje, este parecía un poco más joven y de semblante más amable. Usaba un par de gafas redondas mismo Harry Potter y llevaba el cabello canoso peinado hacia atrás. No tenía ni bigotes ni barba y estaba completamente vestido de traje.
-Buenos días jóvenes, mi nombre es Patrick. Sean ustedes bienvenidos. Adelante por favor- El anciano abrió la puerta y la dejó abierta dando la invitación para que entren.
Gin, Ink, Sky y un muy emocionado Blacke entraron primero, Yuu les siguió el paso y luego siguió Aria; Saori y Coss caminaban un poco temerosas sujetas del brazo y Nylah iba detrás de todos, distraída con el paisaje y emocionada por el lugar, pero aquello fue interrumpido bruscamente en cuanto cruzó la entrada. Una sensación fría caló hasta sus huesos y encrespó su piel. Fue rápido pero lo sintió. Aquello la había aturdió por segundos y se detuvo en la puerta para recuperar el aliento. Fue grande su sorpresa cuando vio que no estaba sola, Ink se encontraba igual de aturdido intentando asimilar aquello.
-¿E-estás bien enana?
-S-sí. ¿Y tú? – preguntó mientras disimulaba aquella reacción repentina.
-Sí, es solo que…el lugar es algo impactante ¿no crees? – sonrió de lado.
La chica dio una repasada rápida al vestíbulo. Una gran escalera daba la bienvenida a todo aquel que cruce las puertas, diversos cuadros adornaban las paredes cubiertas de papel tapiz, un gran candelabro de cristal colgaba del techo y las mesas y muebles de roble oscuros daban vida al lugar con floreros llenos de plantas silvestres.
-Completamente.
-¡Hey! Ustedes dos, apúrense. – gritó Blacke.
Ambos se dieron prisa en alcanzar al resto, los cuales habían sido guiados hasta una habitación a un lado del vestíbulo.
-Esperen aquí, en seguida vendrá la señora Isidora.– Patrick se retiró de aquel saloncito. Estaba decorado con papel tapiz floreado de color azul cielo, había una chimenea a un lado y muebles bastante acogedores de color chocolate. Las repisas estaban llenas de libros. La luz natural se filtraba por dos grandes ventanales que eran cubiertos por una ligera cortina de tul blanca.
Los jóvenes dejaron sus mochilas en el suelo y tomaron asiento.
-¿Esto no les recuerda a algo? – Blacke rompió el silencio que se había establecido en el lugar.
-¿A qué? – respondió Saori.
-Pues a esas típicas películas de terror. Ya saben. Las que comienzan con una mansión encantada con un pasado trágico y lleno de personas aterradoras y misteriosas, y dónde justo llegan un grupo de estudiantes de instituto en un viaje recreativo creyendo que tendrán las mejores vacaciones de la vida pero terminan siendo perseguidos por algún asesino serial o algún ser extra normal-
Ante esas palabras la pequeña pelinegra dio un ligero respingo que pasó desapercibido… ¿Y si era aquello lo que sintió al entrar? ¿O quizás estaba exagerando? Quizás habían sido solo los nervios…
-Pe-pero...e-eso se parece a l-lo de ahora- Saori se pegó un poco a Coss quién parecía no inmutarse ante tal relato.
-Eso es solo cine comercial. No es real– Yuu le restó importancia.
-Yo solo digo que se parece – el joven se encogió de hombros.
Pasaron pocos minutos antes de que la puerta se abriera nuevamente y Patrick entrara haciendo una ligera reverencia con la cabeza.
-Lamento informarles que la señora Isidora no podrá recibirlos en este momento, pero espera que tengan una buena estadía en su mansión. Yo seré quién los lleve a sus habitaciones. Síganme por favor – los muchachos recogieron sus cosas y empezaron a caminar detrás de Patrick
– El desayuno es a las 8 de la mañana, almuerzo a la 1 de la tarde y cena a las 7. Encontraran las diversas comidas servidas en el comedor en los horarios respectivos. Si desean algún bocadillo adicional tengan la libertad de llamar a las mucamas desde sus habitaciones. Si tienen alguna duda, pueden buscarme y preguntarme con mayor confianza. Las actividades de la mansión son variadas tanto de día como de noche, son libres de pasear por todos los ambientes de la casa salvo el sótano y el pasillo final del cuarto piso.–
-¿Qué tipo de actividades hay, señor Patrick?– preguntó Saori.
-Pues le aseguro que encontrará diversas actividades señorita. En el segundo piso se encuentran sus habitaciones, en el primer piso encontrará nuestra incontable y muy especial colección de libros en la biblioteca, así como la sala de música y arte; la piscina y el sauna se encuentra en el edificio del costado. Las aguas termales se hallan a diez minutos de aquí a pie. También encontrarán nuestros establos y nuestros amplios jardines, así como las diversas pistas deportivas. Como dije, ustedes son libres de pasear y divertirse.-
-Nada es tan perfecto – expresó Aria en murmuro con mirada suspicaz pensando que no la oirían pero Sky, Nylah e Ink lo escucharon perfectamente y pensaron que estaba en lo correcto.
-Pero eso sí, a las 11pm la puerta principal es cerrada y no se abre hasta el amanecer del día siguiente. Si tienen alguna duda o si necesitan algo, por favor no duden en llamarme. Siempre estaré a sus servicios ¿alguna otra duda?
-¿Internet, hay? – preguntó Yuu.
-No, lo lamentamos pero no contamos con mucha tecnología en esta mansión pero le aseguro que encontrará algo para divertirse.
-¿Hay otros huéspedes en la mansión? – preguntó Gin alegremente.
-Pues sí, esta misma tarde llegará un huésped más además de ustedes.
-¿Solo un huésped más?
-Pues sí, verán. En estos años modernos las personas optan por hospedarse en mejores lugares y pese a que hemos hecho múltiples remodelaciones, carecemos de gran fama. Es por eso que nos aventuramos en lanzar aquel concurso, esperamos que realmente se sientan a gusto y nos puedan recomendar.– habló con una sonrisa y ellos solo pudieron responder de manera similar aunque para algunos, aquello era demasiado sospechoso.
Llegaron a la segunda planta y el hombre se detuvo.
-Hacia el lado izquierdo se encuentran las habitaciones de los caballeros y hacia el derecho el de las damas. Elijan las habitaciones que más les gusten, tenemos habitaciones para dos y tres personas. Vuelvo a repetir, cualquier cosa que se les ofrezca solo utilicen el teléfono de sus habitaciones para llamar a las mucamas o pueden buscarme. Que tengan una buena estadía– Luego de una sutil reverencia Patrick se marchó dejando al grupo en medio del corredor.
-¿Entonces….?
-Es demasiado raro, creo que debemos irnos – Aria había hablado sin mayor emoción, determinada y un poco fastidiada.
-¿Realmente lo creen? A mí el señor Patrick me pareció una buena persona y además, este lugar necesita…ya saben…un poco de ayuda. Pienso que deberíamos quedarnos…- la voz de Saori pareció degradarse con cada palabra y ante cada mirada de los presentes, aun no lograba acostumbrarse a ello.
-¡Bueno! Yo estoy cansado así que iré a buscar dónde dormir… - Matt tomó su mochila y golpeó el hombro de Sky, quién solo lo siguió. Detrás de ellos fueron el resto.
-¡Hey! Chico fresa ¿Puedo dormir con ustedes? – río Gin acercándose al primer dúo.
-¿A qué viene eso de chico fresa?
-Tu cabello.
-¿Y tú serás chico nieve?
-Si te hace feliz...
Los chicos se perdieron en el pasillo entre conversaciones mientras que las muchachas se quedaron en el lugar.
-Bueno, creo que debemos darle una oportunidad. ¿No lo creen? – animó Saori y Nylah la respaldó con una sonrisa. Caminaron hacia su lado. El corredor de ellas era más pequeño, con una ventana en la parte final que dejaba entrar la luz a ese espacio y dividía dos habitaciones frente a frente.
-Bueno, creo que nos dividiremos en dos.
Las habitaciones eran realmente hermosas y aunque no hubiera sido de su elección, terminaron compartiendo cuarto. Saori y Coss cogieron la primera habitación, así que Nylah y Aria tomaron la segunda…. En realidad mucho no les importó cuando vieron el gran tamaño de esta, así que ambas podrían estar en la misma sin siquiera notar la presencia de la otra, así que todo estaría bien. No es que se llevaran mal pero aún no habían logrado una gran conexión que digamos. Los cuartos contaban con baños privados, pequeñas terrazas y demás, y en el caso de Nylah y Aria, con una cama extra.
No tardaron mucho en desempacar lo necesario para darse una ducha y ponerse cómodas, habían quedado con el resto del grupo en encontrarse antes de la cena para ir a explorar un poco, y aunque no era algo que le quitara el sueño a Aria, pareció interesada en la gran biblioteca que el viejo mayordomo había mencionado.
Nylah se recostó en la cama mientras su compañera se encontraba en la ducha. Quizás luego de ello podrían llevarse bien y hasta ser amigas, quién sabe.
El sonido de la puerta de la habitación llamó su atención, la joven pelinegra se acercó y la abrió encontrándose con una joven rubia. Cabellos cortos, grandes ojos chocolates y una sonrisa en su rostro.
-¡Hola!
-¿Hola…?
-¿Eres Nylah Campbell?
-Sí, soy yo… ¿Tú eres…?
-Oh, Déjame presentarme. Soy Lexi Romero…y al parecer seré su compañera de habitación – dijo con una gran sonrisa en el rostro.
-¿Qué tú qué? – la voz de Aria y de Nylah por primera vez se armonizaron en una misma oración de sorpresa.
-Espero que nos llevemos bien–sonrió la joven aun más.
-----------------------------------------------------------
Bueno, aclaro que cuento con el permiso respectivo de Saori para colocar a todos en habitaciones y agregar a una nueva participante, se las presento:
También les dejo la lista de dormitorios:
Y también les dejo la imagen de la mansión en la que me inspiré para llevarlos allí
Espero que les guste, si hay algún inconveniente, solo me dicen ¿vale?
P.d: MUERAN LEYENDO! xD
Bye~
-Bonito paisaje – exclamó el peli blanco observando como se marchaba el bus.
-¿Es el lugar correcto?- preguntó Saori. Nylah sacó sus boletos.
-Sip, aquí dice que nos vendrían a recoger para llevarnos a la propiedad
-Pero yo no veo nada a kilómetros – había dicho Yuu con cierto enfado en su voz.
-Creo que debemos esperar – habló Saori mientras tomaba asiento en la banca debajo del rústico techo, protegiéndose del candente sol.
Pasaron algunos minutos y nadie parecía venir.
-¿Estás segura que confirmaste enana?
-Por supuesto, llamé esta mañana antes de salir y me aseguraron que alguien vendría por nosotros.
-¿Tienes el número allí? A lo mejor podemos llamar… -
-No creo que se pueda –Interrumpió Sky –No hay señal.
Las ganas se volvieron a bajar.
-¡Esto es excelente! ¡Gran viaje eh! ¡Excelente idea! – el sarcasmo y el enfado del joven eran notorios.
-¡Basta Yuu! – reprochó Blacke quién jugaba con su cámara.
-Pero si es verdad. Hace un calor infernal y nosotros aquí varados, y todo por la maravillosa idea de…- un codazo de parte del otro pelinegro y la mirada asesina de Ink hizo que el joven se tragara la última oración pero el daño cayó antes. Nylah se apartó un poco dando la espalda a los demás, observando el camino e intentando desesperadamente ver alguna señal de vida.
-Yo también confirmé así que deben de venir por nosotros tarde o temprano. Solo hay que esperar – habló Gin – Usualmente estos lugares son rústicos, a lo mejor y hasta vienen a recogernos en una carreta y todo –bromeó el joven. Nylah agradeció de todo corazón aquel comentario.
-Eso sería poco probable en estos tiempos – empezó Yuu...pero en ese instante, el galopar de dos caballos se hizo presente, los chicos se voltearon y arrimaron hacia la parte posterior del paradero en dónde un sendero improvisado se habría paso entre los campos verdosos, y una carreta de época con techo de tela blanca se aproximaba hacia ellos.
-¡Oh!, mis dotes de psíquico están saliendo a flote- río Gin. El carruaje se detuvo delante de los muchachos y el hombre que conducía a los caballos se giró hacia ellos. Tenía el semblante serio y los ojos azules vidriosos, profundos. El poco cabello que tenía era cubierto por una gorra de tela. Los bigotes y las grandes cejas canosas le daban aquel aire de vejez. Estaba vestido con una camisa de mangas largas, pantalón de sastre desgastado por el polvo, un chaleco negro y zapatos del mismo color aunque también cubiertos de polvo.
-Señorita Campbell, señor North y amigos, supongo – habló sereno. Su voz se asemejaba a la de un narrador de audio novelas.
-Así es. ¿Usted es?
-Vengo a recogerlos de parte de la Señora Isidora para llevarlos a la Mansión de su familia. ¿Suben?
Los chicos intercambiaron una mirada entre ellos y accedieron rápidamente. Subieron su equipaje y se embarcaron al viaje entre los matorrales.
-Esto es genial – Blacke iba emocionado grabando todo a su paso.
El traquetear de la carreta, el sonido de los galopes de los caballos, el fresco aire en su rostro, pareció envolverlos en una atmósfera somnolienta, poco a poco empezaron a caer uno por uno ante los brazos de Morfeo.
Abrió los ojos rápidamente cuando sintió el tirón del vehículo deteniéndose. Intentó moverse con los ojos aun adormilados pero sintió presión en su cuerpo. Se giró hacia un lado observando al albino apoyado en su brazo. Lo sacudió un poco.
-Gin, Gin. Despierta– El joven se movió recobrando el conocimiento. Nylah se colocó de pie y se giró hacia al otro lado en dónde Matt dormía con la cabeza apoyada en el hombro de Sky. ¡Dios! Por cosas como estás la gente sospechaba de un romance entre esos dos. La pelinegra no pudo evitar sacar el teléfono y tomar una fotografía antes de despertar al resto.
-¿En qué momento nos dormimos? – preguntó el peli rosa despabilándose.
-¿Ya llegamos? – una inocente Saori abría los ojos ante la insistencia de su amiga.
-¡No! No grabé nada del paseo.-
-Creo que podrás grabar algo mejor que puro campo...– Gin ya se encontraba abajo y el chico lo siguió con una gran exclamación.
Nylah bajó y se quedó pasmada ante el lugar. Era simplemente imponente. Grandes ventanales, de ladrillos y tejas, lleno de plantas y con un aire hogareño. Toda una mansión de antaño pero que se conservaba de la mejor manera posible. Un hombre anciano esperaba en la puerta. A diferencia del chofer del carruaje, este parecía un poco más joven y de semblante más amable. Usaba un par de gafas redondas mismo Harry Potter y llevaba el cabello canoso peinado hacia atrás. No tenía ni bigotes ni barba y estaba completamente vestido de traje.
-Buenos días jóvenes, mi nombre es Patrick. Sean ustedes bienvenidos. Adelante por favor- El anciano abrió la puerta y la dejó abierta dando la invitación para que entren.
Gin, Ink, Sky y un muy emocionado Blacke entraron primero, Yuu les siguió el paso y luego siguió Aria; Saori y Coss caminaban un poco temerosas sujetas del brazo y Nylah iba detrás de todos, distraída con el paisaje y emocionada por el lugar, pero aquello fue interrumpido bruscamente en cuanto cruzó la entrada. Una sensación fría caló hasta sus huesos y encrespó su piel. Fue rápido pero lo sintió. Aquello la había aturdió por segundos y se detuvo en la puerta para recuperar el aliento. Fue grande su sorpresa cuando vio que no estaba sola, Ink se encontraba igual de aturdido intentando asimilar aquello.
-¿E-estás bien enana?
-S-sí. ¿Y tú? – preguntó mientras disimulaba aquella reacción repentina.
-Sí, es solo que…el lugar es algo impactante ¿no crees? – sonrió de lado.
La chica dio una repasada rápida al vestíbulo. Una gran escalera daba la bienvenida a todo aquel que cruce las puertas, diversos cuadros adornaban las paredes cubiertas de papel tapiz, un gran candelabro de cristal colgaba del techo y las mesas y muebles de roble oscuros daban vida al lugar con floreros llenos de plantas silvestres.
-Completamente.
-¡Hey! Ustedes dos, apúrense. – gritó Blacke.
Ambos se dieron prisa en alcanzar al resto, los cuales habían sido guiados hasta una habitación a un lado del vestíbulo.
-Esperen aquí, en seguida vendrá la señora Isidora.– Patrick se retiró de aquel saloncito. Estaba decorado con papel tapiz floreado de color azul cielo, había una chimenea a un lado y muebles bastante acogedores de color chocolate. Las repisas estaban llenas de libros. La luz natural se filtraba por dos grandes ventanales que eran cubiertos por una ligera cortina de tul blanca.
Los jóvenes dejaron sus mochilas en el suelo y tomaron asiento.
-¿Esto no les recuerda a algo? – Blacke rompió el silencio que se había establecido en el lugar.
-¿A qué? – respondió Saori.
-Pues a esas típicas películas de terror. Ya saben. Las que comienzan con una mansión encantada con un pasado trágico y lleno de personas aterradoras y misteriosas, y dónde justo llegan un grupo de estudiantes de instituto en un viaje recreativo creyendo que tendrán las mejores vacaciones de la vida pero terminan siendo perseguidos por algún asesino serial o algún ser extra normal-
Ante esas palabras la pequeña pelinegra dio un ligero respingo que pasó desapercibido… ¿Y si era aquello lo que sintió al entrar? ¿O quizás estaba exagerando? Quizás habían sido solo los nervios…
-Pe-pero...e-eso se parece a l-lo de ahora- Saori se pegó un poco a Coss quién parecía no inmutarse ante tal relato.
-Eso es solo cine comercial. No es real– Yuu le restó importancia.
-Yo solo digo que se parece – el joven se encogió de hombros.
Pasaron pocos minutos antes de que la puerta se abriera nuevamente y Patrick entrara haciendo una ligera reverencia con la cabeza.
-Lamento informarles que la señora Isidora no podrá recibirlos en este momento, pero espera que tengan una buena estadía en su mansión. Yo seré quién los lleve a sus habitaciones. Síganme por favor – los muchachos recogieron sus cosas y empezaron a caminar detrás de Patrick
– El desayuno es a las 8 de la mañana, almuerzo a la 1 de la tarde y cena a las 7. Encontraran las diversas comidas servidas en el comedor en los horarios respectivos. Si desean algún bocadillo adicional tengan la libertad de llamar a las mucamas desde sus habitaciones. Si tienen alguna duda, pueden buscarme y preguntarme con mayor confianza. Las actividades de la mansión son variadas tanto de día como de noche, son libres de pasear por todos los ambientes de la casa salvo el sótano y el pasillo final del cuarto piso.–
-¿Qué tipo de actividades hay, señor Patrick?– preguntó Saori.
-Pues le aseguro que encontrará diversas actividades señorita. En el segundo piso se encuentran sus habitaciones, en el primer piso encontrará nuestra incontable y muy especial colección de libros en la biblioteca, así como la sala de música y arte; la piscina y el sauna se encuentra en el edificio del costado. Las aguas termales se hallan a diez minutos de aquí a pie. También encontrarán nuestros establos y nuestros amplios jardines, así como las diversas pistas deportivas. Como dije, ustedes son libres de pasear y divertirse.-
-Nada es tan perfecto – expresó Aria en murmuro con mirada suspicaz pensando que no la oirían pero Sky, Nylah e Ink lo escucharon perfectamente y pensaron que estaba en lo correcto.
-Pero eso sí, a las 11pm la puerta principal es cerrada y no se abre hasta el amanecer del día siguiente. Si tienen alguna duda o si necesitan algo, por favor no duden en llamarme. Siempre estaré a sus servicios ¿alguna otra duda?
-¿Internet, hay? – preguntó Yuu.
-No, lo lamentamos pero no contamos con mucha tecnología en esta mansión pero le aseguro que encontrará algo para divertirse.
-¿Hay otros huéspedes en la mansión? – preguntó Gin alegremente.
-Pues sí, esta misma tarde llegará un huésped más además de ustedes.
-¿Solo un huésped más?
-Pues sí, verán. En estos años modernos las personas optan por hospedarse en mejores lugares y pese a que hemos hecho múltiples remodelaciones, carecemos de gran fama. Es por eso que nos aventuramos en lanzar aquel concurso, esperamos que realmente se sientan a gusto y nos puedan recomendar.– habló con una sonrisa y ellos solo pudieron responder de manera similar aunque para algunos, aquello era demasiado sospechoso.
Llegaron a la segunda planta y el hombre se detuvo.
-Hacia el lado izquierdo se encuentran las habitaciones de los caballeros y hacia el derecho el de las damas. Elijan las habitaciones que más les gusten, tenemos habitaciones para dos y tres personas. Vuelvo a repetir, cualquier cosa que se les ofrezca solo utilicen el teléfono de sus habitaciones para llamar a las mucamas o pueden buscarme. Que tengan una buena estadía– Luego de una sutil reverencia Patrick se marchó dejando al grupo en medio del corredor.
-¿Entonces….?
-Es demasiado raro, creo que debemos irnos – Aria había hablado sin mayor emoción, determinada y un poco fastidiada.
-¿Realmente lo creen? A mí el señor Patrick me pareció una buena persona y además, este lugar necesita…ya saben…un poco de ayuda. Pienso que deberíamos quedarnos…- la voz de Saori pareció degradarse con cada palabra y ante cada mirada de los presentes, aun no lograba acostumbrarse a ello.
-¡Bueno! Yo estoy cansado así que iré a buscar dónde dormir… - Matt tomó su mochila y golpeó el hombro de Sky, quién solo lo siguió. Detrás de ellos fueron el resto.
-¡Hey! Chico fresa ¿Puedo dormir con ustedes? – río Gin acercándose al primer dúo.
-¿A qué viene eso de chico fresa?
-Tu cabello.
-¿Y tú serás chico nieve?
-Si te hace feliz...
Los chicos se perdieron en el pasillo entre conversaciones mientras que las muchachas se quedaron en el lugar.
-Bueno, creo que debemos darle una oportunidad. ¿No lo creen? – animó Saori y Nylah la respaldó con una sonrisa. Caminaron hacia su lado. El corredor de ellas era más pequeño, con una ventana en la parte final que dejaba entrar la luz a ese espacio y dividía dos habitaciones frente a frente.
-Bueno, creo que nos dividiremos en dos.
Las habitaciones eran realmente hermosas y aunque no hubiera sido de su elección, terminaron compartiendo cuarto. Saori y Coss cogieron la primera habitación, así que Nylah y Aria tomaron la segunda…. En realidad mucho no les importó cuando vieron el gran tamaño de esta, así que ambas podrían estar en la misma sin siquiera notar la presencia de la otra, así que todo estaría bien. No es que se llevaran mal pero aún no habían logrado una gran conexión que digamos. Los cuartos contaban con baños privados, pequeñas terrazas y demás, y en el caso de Nylah y Aria, con una cama extra.
No tardaron mucho en desempacar lo necesario para darse una ducha y ponerse cómodas, habían quedado con el resto del grupo en encontrarse antes de la cena para ir a explorar un poco, y aunque no era algo que le quitara el sueño a Aria, pareció interesada en la gran biblioteca que el viejo mayordomo había mencionado.
Nylah se recostó en la cama mientras su compañera se encontraba en la ducha. Quizás luego de ello podrían llevarse bien y hasta ser amigas, quién sabe.
El sonido de la puerta de la habitación llamó su atención, la joven pelinegra se acercó y la abrió encontrándose con una joven rubia. Cabellos cortos, grandes ojos chocolates y una sonrisa en su rostro.
-¡Hola!
-¿Hola…?
-¿Eres Nylah Campbell?
-Sí, soy yo… ¿Tú eres…?
-Oh, Déjame presentarme. Soy Lexi Romero…y al parecer seré su compañera de habitación – dijo con una gran sonrisa en el rostro.
-¿Qué tú qué? – la voz de Aria y de Nylah por primera vez se armonizaron en una misma oración de sorpresa.
-Espero que nos llevemos bien–sonrió la joven aun más.
-----------------------------------------------------------
Bueno, aclaro que cuento con el permiso respectivo de Saori para colocar a todos en habitaciones y agregar a una nueva participante, se las presento:
- Lexi:
- Nombre: Lexi Romero
Alias: Lex, rubia.
Edad: 16 años
Apariencia:
Personalidad:
Es osada, divertida y bromista. Siempre va de frente con lo que piensa y cree, no tiene frenos ni filtros al actuar y hablar.
Derrocha coquetería innata y le gusta usarla a su favor, le encanta poner nerviosos a los chicos y bromear con ellos. Procura siempre estar de buen humor y con mente optimista. Es traviesa pero no hace cosas malas. -no siempre(?- No le interesa la opinión del resto sobre ella, maneja muy bien su autoestima. Es valiente y aventurera aunque un poco histérica. Puede parecer una diva pero es capaz de noquearte si la haces enfadar. Le gusta mucho el misterio y lo paranormal, sobretodo buscar experiencias nuevas. No tiene trabas en expresar sus sentimientos, es muy directa al respecto. Es amigable y muy protectora, en especial con los débiles. Actúa por instinto y no es raro que si algo le llama la atención vaya tras de él -como el grupete raro de chicos de instituto-. Esta algo loca pero de la forma buena.
Extras:
- Es femenina pero no teme en ensuciarse.
- Le gusta la moda, pero sobre todo estar cómoda~ Ama los zapatos chatos.
- Le gusta el campo y actividades al aire libre.
- El aburrimiento es su principal enemigo, siempre va en busca de algo que hacer~
- Es muy perspicaz e ingeniosa, así que no es de extrañar que ingenie planes raros para molestar, ayudar o bromear con sus compañeros.
-Toca la guitarra y canta muy bien.
-Puede llegar a tener gustos un tanto infantiles y logra verse adorable con sus pucheros.
-Estudia en instituto privado~.
Pareja:Quién sabe~
También les dejo la lista de dormitorios:
- Compañeros de cuartos:
CHICOS:
-Yuu y Blacke.
-Matt, Sky y Gin.
CHICAS:
-Coss y Saori.
-Aria, Nylah y Lexi.
Y también les dejo la imagen de la mansión en la que me inspiré para llevarlos allí
- Mansión Gromwell:
Espero que les guste, si hay algún inconveniente, solo me dicen ¿vale?
P.d: MUERAN LEYENDO! xD
Bye~
Última edición por Mar. el Dom 4 Dic - 0:14, editado 1 vez
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 30/05/1995
Mi llegada : 27/12/2009
Mis Mensajes : 2481
241 1689
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Al ingresar a sus respectivas habitaciones, los chicos solo lanzaron las bolsas a la cama que preferían; sin mucho contratiempo, además de la duda más difícil: ¿Qué hacer?
- ¿Qué hora es? - Preguntó Gin.
- Las once. - Ink observó al reloj de pared que estaba al otro lado, sobre la cama que había escogido Sky, mientras ordenaba algunas de sus cosas.
- Y el almuerzo es a la una. - Pensativo se levantó del cómodo colchón y caminó a paso relajado de un lado a otro.
- ¿Hambre?
- Más bien, estoy pensando en qué hacer... - Rió. - Quiero ver el salón de música, pero la descripción de la biblioteca me dejó pensando, además...
- Piscina. - Se entrometió Sky, salía de darse una ducha rápida, y se dejó caer a la cama de Matt, sin mucho más.
- Exacto. - Afirmó. - Hay Piscina y Sauna... No sé por dónde comenzar. - Y también se dejó caer en la cama del peli rosa. Lo que provocó una expresión de confusión en él.
- Oigan... Es mi cama. - Sky le restó importancia con un ademán y Gin solo levantó la cabeza en aburrimiento. - Además, solo falta menos de dos horas para el almuerzo. - Ahora Sky levantó el rostro observándole con el ceño fruncido.
Matt sabía la razón, quedó pensativo y suspiró. Se acercó a la ventana a observar el paisaje, desde allí aparentaba como una jaula vegetal. Árboles a diestra y siniestra, que le hacían dudar si existía algún final en el horizonte de estos. Recordó la sensación que tuvo cuando ingresó y de solo recordarlo sintió temblar por el escalofrío que lo recorrió. Y decidió acompañar a sus compañeros de cuarto dejándose caer sin más.
- Entonces... ¿Vamos a la piscina después de almuerzo? - Aquello iba para Sky, quien era el único que parecía decidido por una sola cosa. Entonces Gin los observó en sospecha.
- Tengo esta duda desde que los vi en el bus... Por si acaso... Ustedes... - Achinó los ojos, pero después de recibir la mirada confusa de los otros, se quedó mudo. - Vamos allá. - Sonrió dejando a los otros dos aturdidos.
- Hay que avisarle a los demás.
- Sky es el de la idea ¿No? - Nylah salió a recibirlo con una sonrisa.
- Siempre. - Ink dejó las manos en los bolsillos, y sus ojos se abrieron en sorpresa al notar una cabellera que no había visto antes.
- ¿Amigos? - Preguntó la recién llegada, dejando sus cosas sobre la cama y acercándose. - Oh... Amigo. - Sonrió y extendió la Mano. - Lexi.
- Matt... - Correspondió el gesto con duda. No sabía porqué, pero simplemente emanaba un aura diferente, si tuviera que comparar, parecido al de Gin.
Entonces observó a la más baja, quien se encogió de hombros, y le sonrió como algo que no le concernía a ella.
- ¿Hay más personas por aquí? Patrick me dijo que no tenían muchos huéspedes, por eso supuse, solo estaban ustedes y las de a lado. - Hablando con Nylah, soltó la mano de Matt, y continuó sonriente.
- Bueno, supongo escuchaste lo que dije.
- Lo de la piscina después de almuerzo, sí.
- Si deseas...
- ¡Claro! Es genial tener más personas por aquí. - Regresó hasta sus cosas. - Así no habré traído bañador por gusto. - Canturreó, mientras Matt se alejaba lentamente de la puerta, para ir a avisar a Saori y Coss.
La hora del almuerzo llegó más rápido de lo que hubieran deseado, pues desempacando, ordenando y decidiendo, el tiempo no les alcanzó para darse un paseo más allá de lo que habían recorrido con Patrick,y hasta el comedor, dónde como se había dicho, todo estaba servido.
La mesa era la más larga que cualquiera haya visto en su vida, la presentación de la comida daba un aire antiguo y elegante, mientras que el agradable aroma a asado, les invitaba a sentarse, para descubrir qué más encontrarían entre los platillos a escoger.
- Está muy bueno. - Dijo Blacke, quien no se había perdido de nada y grabó la entrada, pero ahora, había dejado la grabadora sobre la pequeña mesa, dónde descansaban una lámpara junto a un portarretrato.
- Solo el aroma te lo dice. - Nylah se dio el placer de otro bocado, y era como si hubiera un festival. Aria por su lado comía con calma, en realidad se sorprendió de lo bien preparado que estaba.
- Y es muy sano. - Lexi habló llamando la atención de unos pocos, los que no la habían visto, pero ellos simplemente la miraron unos segundos, para regresar a comer. Y aunque se sintió un poco ignorada, no dejó que aquello borrara su sonrisa.
- Jóvenes. - La voz del anciano les llamó la atención. - Disculpen el mal momento.
- No se preocupe. - Pidió Saori, dejando los utensilios así mismo como los demás.
- La señora Isidora quiere presentarse a ustedes. - Con una reverencia le dio paso a la mujer que llegaba de la puerta contraria. Sus cabellos rubios desgastado por los años, junto a las arrugas que se extendía por su rostro, de semblante serio, y mirada azul retadora, dando una sensación de intimidación a más de uno; no quitaban aquel aire de elegancia, que se esparcía por toda la mansión y que afirmaban ella era la dueña del lugar.
- Isidora Cromwell. - Se presentó una vez, a un lado del asiento principal. - Es un gusto jóvenes. - Y aún contra las imaginaciones de los menores una delicada sonrisa se había presentado en aquel rígido rostro. - Bienvenidos a la Mansión Cromwell. Les quiero felicitar por haber ganado el premio. Supongo Patrick les habrá explicado las condiciones actuales. Así que, espero de todo corazón que su estadía aquí sea agradable y llena de buenos recuerdos.
Ellos contestaron con un: Gracias, al unísono. Unos con voz más alta que otros.
- ¿No desea comer con nosotros? - Preguntó Gin de manera amable, y hasta galante, lo que hizo a Nylah taparse los labios con una mano para evitar la gracia que le dio.
La mayor negó con un delicado ademán.
- No querido, me temo que ya almorcé, y tengo cosas que atender. Por ahora solo quería saludarlos y conocer los rostros de mis huéspedes. - Juntó sus manos, y con un saludo se despidió saliendo del salón.
Habían terminado de arreglarse, y se dirigieron al cuarto de los chicos, ya que al ser su idea pensaron era mejor ir todos juntos. Pero, su sorpresa fue no encontrar a nadie, ni en el primer cuarto, ni en el segundo.
- Se fueron sin nosotras. - Suspiró Saori, se habían quedado fuera de las habitaciones.
- Definitivamente la caballerosidad no está en su vocabulario. - Mencionó Nylah pensativa; desquitarse con algo no sería malo.
- ¿Es así? - Lexi, abrió la puerta de una habitación e ingresó. - Bien... Empecemos.
- ¿Qué va a hacer? - Coss preguntó a Saori, quien se encogió de hombros.
- ¡Chicos! - Saludando con el brazo en alto saludaba Lexi, mientras unas avergonzadas Saori y Cosette, las seguían, Nylah simplemente parecía expectante.
- ¡Rubia! - Dijo Matt también levantando la mano, Gin hizo lo mismo en general. Pero después el pelirrosa observó cómo Sky salía de la piscina, observando a las chicas de arriba a abajo. Y después observó a Nylah; quien comprendió rápidamente.
- En el edificio principal. - Y después lo vieron irse del lugar.
- ¿Qué es eso de rubia? - Dijo la chica con las manos en las caderas, con ofensa falsa. - Más importante... - Sonrió con malicia.
Sky caminó tranquilo, simplemente se quería asegurar, pues, algo no le agradaba de todo eso.
Encontró a Aria llegando del pasillo de la zona de las chicas, a quien observó de arriba a abajo.
- ¿Qué? - Ella frunció el ceño. Sky se acercó para palmar su cabeza con alivio.
- Buena niña.
- ¿Eh? - Él había sonreído, y ella con sus mejillas levemente rosadas, no comprendía. Pero el estaba tranquilo al verla con ropas normales, una blusa y una falda cómodas, se había preocupado cuando vio el de la chica nueva.
- ¿No vas a la piscina?
- No me llama la atención. - Negó. - Y tienes la culpa en parte.
- Ah... - Solo la observó, ella suspiró.
- Voy a la biblioteca.
- Te acompaño.
- ¿Así? - Lo señaló. Él se encogió de hombros.
- Esperen, no... - Blacke negaba presuroso, con las mejillas enrojecidas. - No es eso.
- Acuérdense de que tuvimos una charla en el instituto y nos dieron eso a todos los hombres. - Les recordó Yuu con una mano en el rostro perdiendo de a poco la paciencia. Lexi tomó la palabra.
- ¿Y era necesario que los trajeran aquí? - El pelinegro se encogió de hombros. Realmente no le interesaba, y aunque le dijera que se había olvidado no parecía que le fuera a creer.
- ¡Oye! No me ignores.
- No puedo creer lo que está pasando. - Gin se reía a carcajadas, Matt tampoco sabía que decir. también se había olvidado de ello.
- No digas nada, tu también cargas... - Nylah lo observó de manera acusadora.
- Oye... Nadie sabe que puede pasar en un viaje... - Sonrió de lado y le guiñó un ojo, ella compuso cara de asco.
- Oye... ¿Por qué eres así conmigo? - Chilló en falsa desesperación.
- La cosa aquí... es... ¿Qué hacían buscando entre nuestras cosas? - Matt las observó con los brazos cruzados. - Sao... - Observó a la que sabía no podría mentirle nunca, pero solo se escondió tras Coss. - No puedo creerlo.
- Ya, ya. Fue mi idea. - La muchacha de ojos chocolates confesó. - Como no pudieron esperarnos al menos, teníamos que hacer algo respecto a ello. Pero nunca supuse encontraría estas cosillas. - Rió dejando caer uno a la piscina.
- No tires eso ahí... - Pidió la pelirrosa.
- Vamos, está en el envoltorio no hay problema. - Le restó importancia.
- ¿Sabes que esto puede ser considerado acoso? - Dijo Yuu. Ella se encogió de hombros.
- Intenta demandar. - Él resopló.
Luego llegó Sky junto a Aria.
- Oh... ¿Lograste traerla? - Nylah se acercó el movió la cabeza de lado a lado.
- Vengo por unas cosas. - Y entonces observó el ambiente. - ¿Qué pasó?
- Esto es tuyo~ - Canturreó la muchacha rubia, A Sky se le ensombreció la mirada y observó a la chica a su lado, quien se apartó a una distancia prudente.
- N..No es lo que piensas...
lol
ay, me disculpo si ofendí a alguien (?
Pero bueno, allí está, mueran leyendo, de nuevo lol
- ¿Qué hora es? - Preguntó Gin.
- Las once. - Ink observó al reloj de pared que estaba al otro lado, sobre la cama que había escogido Sky, mientras ordenaba algunas de sus cosas.
- Y el almuerzo es a la una. - Pensativo se levantó del cómodo colchón y caminó a paso relajado de un lado a otro.
- ¿Hambre?
- Más bien, estoy pensando en qué hacer... - Rió. - Quiero ver el salón de música, pero la descripción de la biblioteca me dejó pensando, además...
- Piscina. - Se entrometió Sky, salía de darse una ducha rápida, y se dejó caer a la cama de Matt, sin mucho más.
- Exacto. - Afirmó. - Hay Piscina y Sauna... No sé por dónde comenzar. - Y también se dejó caer en la cama del peli rosa. Lo que provocó una expresión de confusión en él.
- Oigan... Es mi cama. - Sky le restó importancia con un ademán y Gin solo levantó la cabeza en aburrimiento. - Además, solo falta menos de dos horas para el almuerzo. - Ahora Sky levantó el rostro observándole con el ceño fruncido.
Matt sabía la razón, quedó pensativo y suspiró. Se acercó a la ventana a observar el paisaje, desde allí aparentaba como una jaula vegetal. Árboles a diestra y siniestra, que le hacían dudar si existía algún final en el horizonte de estos. Recordó la sensación que tuvo cuando ingresó y de solo recordarlo sintió temblar por el escalofrío que lo recorrió. Y decidió acompañar a sus compañeros de cuarto dejándose caer sin más.
- Entonces... ¿Vamos a la piscina después de almuerzo? - Aquello iba para Sky, quien era el único que parecía decidido por una sola cosa. Entonces Gin los observó en sospecha.
- Tengo esta duda desde que los vi en el bus... Por si acaso... Ustedes... - Achinó los ojos, pero después de recibir la mirada confusa de los otros, se quedó mudo. - Vamos allá. - Sonrió dejando a los otros dos aturdidos.
- Hay que avisarle a los demás.
◘▬◘▬◘
- Sky es el de la idea ¿No? - Nylah salió a recibirlo con una sonrisa.
- Siempre. - Ink dejó las manos en los bolsillos, y sus ojos se abrieron en sorpresa al notar una cabellera que no había visto antes.
- ¿Amigos? - Preguntó la recién llegada, dejando sus cosas sobre la cama y acercándose. - Oh... Amigo. - Sonrió y extendió la Mano. - Lexi.
- Matt... - Correspondió el gesto con duda. No sabía porqué, pero simplemente emanaba un aura diferente, si tuviera que comparar, parecido al de Gin.
Entonces observó a la más baja, quien se encogió de hombros, y le sonrió como algo que no le concernía a ella.
- ¿Hay más personas por aquí? Patrick me dijo que no tenían muchos huéspedes, por eso supuse, solo estaban ustedes y las de a lado. - Hablando con Nylah, soltó la mano de Matt, y continuó sonriente.
- Bueno, supongo escuchaste lo que dije.
- Lo de la piscina después de almuerzo, sí.
- Si deseas...
- ¡Claro! Es genial tener más personas por aquí. - Regresó hasta sus cosas. - Así no habré traído bañador por gusto. - Canturreó, mientras Matt se alejaba lentamente de la puerta, para ir a avisar a Saori y Coss.
◘▬◘▬◘
La hora del almuerzo llegó más rápido de lo que hubieran deseado, pues desempacando, ordenando y decidiendo, el tiempo no les alcanzó para darse un paseo más allá de lo que habían recorrido con Patrick,y hasta el comedor, dónde como se había dicho, todo estaba servido.
La mesa era la más larga que cualquiera haya visto en su vida, la presentación de la comida daba un aire antiguo y elegante, mientras que el agradable aroma a asado, les invitaba a sentarse, para descubrir qué más encontrarían entre los platillos a escoger.
- Está muy bueno. - Dijo Blacke, quien no se había perdido de nada y grabó la entrada, pero ahora, había dejado la grabadora sobre la pequeña mesa, dónde descansaban una lámpara junto a un portarretrato.
- Solo el aroma te lo dice. - Nylah se dio el placer de otro bocado, y era como si hubiera un festival. Aria por su lado comía con calma, en realidad se sorprendió de lo bien preparado que estaba.
- Y es muy sano. - Lexi habló llamando la atención de unos pocos, los que no la habían visto, pero ellos simplemente la miraron unos segundos, para regresar a comer. Y aunque se sintió un poco ignorada, no dejó que aquello borrara su sonrisa.
- Jóvenes. - La voz del anciano les llamó la atención. - Disculpen el mal momento.
- No se preocupe. - Pidió Saori, dejando los utensilios así mismo como los demás.
- La señora Isidora quiere presentarse a ustedes. - Con una reverencia le dio paso a la mujer que llegaba de la puerta contraria. Sus cabellos rubios desgastado por los años, junto a las arrugas que se extendía por su rostro, de semblante serio, y mirada azul retadora, dando una sensación de intimidación a más de uno; no quitaban aquel aire de elegancia, que se esparcía por toda la mansión y que afirmaban ella era la dueña del lugar.
- Isidora Cromwell. - Se presentó una vez, a un lado del asiento principal. - Es un gusto jóvenes. - Y aún contra las imaginaciones de los menores una delicada sonrisa se había presentado en aquel rígido rostro. - Bienvenidos a la Mansión Cromwell. Les quiero felicitar por haber ganado el premio. Supongo Patrick les habrá explicado las condiciones actuales. Así que, espero de todo corazón que su estadía aquí sea agradable y llena de buenos recuerdos.
Ellos contestaron con un: Gracias, al unísono. Unos con voz más alta que otros.
- ¿No desea comer con nosotros? - Preguntó Gin de manera amable, y hasta galante, lo que hizo a Nylah taparse los labios con una mano para evitar la gracia que le dio.
La mayor negó con un delicado ademán.
- No querido, me temo que ya almorcé, y tengo cosas que atender. Por ahora solo quería saludarlos y conocer los rostros de mis huéspedes. - Juntó sus manos, y con un saludo se despidió saliendo del salón.
◘▬◘▬◘
Habían terminado de arreglarse, y se dirigieron al cuarto de los chicos, ya que al ser su idea pensaron era mejor ir todos juntos. Pero, su sorpresa fue no encontrar a nadie, ni en el primer cuarto, ni en el segundo.
- Se fueron sin nosotras. - Suspiró Saori, se habían quedado fuera de las habitaciones.
- Definitivamente la caballerosidad no está en su vocabulario. - Mencionó Nylah pensativa; desquitarse con algo no sería malo.
- ¿Es así? - Lexi, abrió la puerta de una habitación e ingresó. - Bien... Empecemos.
- ¿Qué va a hacer? - Coss preguntó a Saori, quien se encogió de hombros.
◘▬◘▬◘
- ¡Chicos! - Saludando con el brazo en alto saludaba Lexi, mientras unas avergonzadas Saori y Cosette, las seguían, Nylah simplemente parecía expectante.
- ¡Rubia! - Dijo Matt también levantando la mano, Gin hizo lo mismo en general. Pero después el pelirrosa observó cómo Sky salía de la piscina, observando a las chicas de arriba a abajo. Y después observó a Nylah; quien comprendió rápidamente.
- En el edificio principal. - Y después lo vieron irse del lugar.
- ¿Qué es eso de rubia? - Dijo la chica con las manos en las caderas, con ofensa falsa. - Más importante... - Sonrió con malicia.
◘▬◘▬◘
Sky caminó tranquilo, simplemente se quería asegurar, pues, algo no le agradaba de todo eso.
Encontró a Aria llegando del pasillo de la zona de las chicas, a quien observó de arriba a abajo.
- ¿Qué? - Ella frunció el ceño. Sky se acercó para palmar su cabeza con alivio.
- Buena niña.
- ¿Eh? - Él había sonreído, y ella con sus mejillas levemente rosadas, no comprendía. Pero el estaba tranquilo al verla con ropas normales, una blusa y una falda cómodas, se había preocupado cuando vio el de la chica nueva.
- ¿No vas a la piscina?
- No me llama la atención. - Negó. - Y tienes la culpa en parte.
- Ah... - Solo la observó, ella suspiró.
- Voy a la biblioteca.
- Te acompaño.
- ¿Así? - Lo señaló. Él se encogió de hombros.
◘▬◘▬◘
- Esperen, no... - Blacke negaba presuroso, con las mejillas enrojecidas. - No es eso.
- Acuérdense de que tuvimos una charla en el instituto y nos dieron eso a todos los hombres. - Les recordó Yuu con una mano en el rostro perdiendo de a poco la paciencia. Lexi tomó la palabra.
- ¿Y era necesario que los trajeran aquí? - El pelinegro se encogió de hombros. Realmente no le interesaba, y aunque le dijera que se había olvidado no parecía que le fuera a creer.
- ¡Oye! No me ignores.
- No puedo creer lo que está pasando. - Gin se reía a carcajadas, Matt tampoco sabía que decir. también se había olvidado de ello.
- No digas nada, tu también cargas... - Nylah lo observó de manera acusadora.
- Oye... Nadie sabe que puede pasar en un viaje... - Sonrió de lado y le guiñó un ojo, ella compuso cara de asco.
- Oye... ¿Por qué eres así conmigo? - Chilló en falsa desesperación.
- La cosa aquí... es... ¿Qué hacían buscando entre nuestras cosas? - Matt las observó con los brazos cruzados. - Sao... - Observó a la que sabía no podría mentirle nunca, pero solo se escondió tras Coss. - No puedo creerlo.
- Ya, ya. Fue mi idea. - La muchacha de ojos chocolates confesó. - Como no pudieron esperarnos al menos, teníamos que hacer algo respecto a ello. Pero nunca supuse encontraría estas cosillas. - Rió dejando caer uno a la piscina.
- No tires eso ahí... - Pidió la pelirrosa.
- Vamos, está en el envoltorio no hay problema. - Le restó importancia.
- ¿Sabes que esto puede ser considerado acoso? - Dijo Yuu. Ella se encogió de hombros.
- Intenta demandar. - Él resopló.
Luego llegó Sky junto a Aria.
- Oh... ¿Lograste traerla? - Nylah se acercó el movió la cabeza de lado a lado.
- Vengo por unas cosas. - Y entonces observó el ambiente. - ¿Qué pasó?
- Esto es tuyo~ - Canturreó la muchacha rubia, A Sky se le ensombreció la mirada y observó a la chica a su lado, quien se apartó a una distancia prudente.
- N..No es lo que piensas...
lol
ay, me disculpo si ofendí a alguien (?
Pero bueno, allí está, mueran leyendo, de nuevo lol
- Isadora Gromwell♥:
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Se produjo un breve silencio, un tanto incómodo, en el cual Aria mantuvo distancia de Sky, aunque luego le dirigió la mirada un tanto extrañada.
-Fue... Por una charla que nos dieron -No se sabría decir si Sky estaba avergonzado, indeciso sobre qué responder, tratando de mantener la calma, o simplemente las tres simultáneamente.
-Sí, fue por eso -Habló con calma Matt, retirando de la piscina uno de los sobres que Lexi había tirado- Y más allá de hacer una travesura, no está bien que tires cosas a la piscina de una mansión donde te hospedas -Sacudió levemente el envoltorio frente a ella.
-Oh, vamos -Canturreó alegremente la rubia- Sólo fue una bromita.
-¿Que diría Madame Cromwell si te hubiese visto arrojando cosas en su propiedad? -El tono de voz del pelirrosa denotaba seriedad, más en su rostro se asomaba una sonrisa desafiante.
-La pregunta es, ¿Que diría de ustedes al saber que traen ese tipo de cosas para acá? -Respondió ella con sorna.
-No diría nada, puesto que no se enteraría. A menos que alguien se dedicase a husmear en las propiedades ajenas, de quienes apenas conoce -El joven mantenía su sonrisa intacta y su mirada rojiza clavada en la chica.
Lexi sonrió aún más ampliamente, dando por hecho que había sido una buena respuesta, más no parecía dispuesta a rendirse, sin embargo se detuvo al ver que alguien tomaba levemente el brazo del muchacho, quien volteó en esa dirección.
-¿Puedes guardarlo? Viene... Viene el señor -Era Saori, quien rápidamente desvió la mirada de él y soltó su brazo.
-Oh, cierto -Le sonrió y guardó el envoltorio rápidamente- Gracias por avisar.
-No hay de qué -Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
-Y... Sao.
-¿Eh? -Susurró suavemente, volviendo la vista a la mirada de él.
-No puedo creer que no te opusieras a lo que la rubia hizo -A pesar de sus palabras, sonreía, esta vez con una ceja en alto.
-L-lo lamento, es que... Ella no quería escuchar razones -Volvió a dirigir sus ojos al suelo.
-Oye, está bien, tranquila. Sólo bromeo -Se agachó un poco para poder verle el rostro y le alborotó levemente el cabello.
La chica de largos cabellos color rosa asintió levemente, más segura. En ese momento, llegó Patrick anunciándoles que se les haría un pequeño recorrido en el pasillo central del primer piso de la mansión, les pidió amablemente que cambiaran sus ropas para poder acceder a la zona. Los chicos obedecieron pues no querían causar molestias ya que eran huéspedes allí y, hasta ahora, los habían tratado bien.
Habían pasado quince minutos desde aquel aviso y el grupo de jóvenes ya se encontraba caminando tranquilamente por el enorme vestíbulo de la estancia, siendo guiados por el Sr. Patrick, todos cambiados a ropa casual y, claramente, secos.
-La primera habitación -Señaló hacia la derecha con solemnidad- Es el salón de música.
Todos giraron su vista. Ante sus ojos se extendía una majestuosa puerta doble de madera oscura, con grabados dorados y de hermoso relieve. Estas fueron abiertas por el mayordomo, dejando ver un lugar aún más impresionante: Un enorme salón de mármol, iluminado por extensos ventanales ante los cuales ondeaban larguísimas cortinas de seda de un color crema suave. Varios instrumentos brillantes y perfectamente mantenidos reflejaban la luz del atardecer. Y en el medio, como objeto principal, se erigía un imponente piano de color negro.
-¡Impresionante! -Exclamó Blacke, quien entró de primero con los ánimos por el cielo y grabando cada detalle desde varios ángulos.
Entretanto, los demás lo siguieron aunque más calmadamente, ante la petición de Patrick. Al entrar, Nylah se veía maravillada con todos los artefactos musicales, tanto así que ignoró el corto escalofrío que había recorrido su espalda, confundiéndolo con emoción.
-Hay muchísimas antigüedades, tan sólo en esta habitación -Observó Gin, con su semblante sonriente.
-¿Tú que vas a saber? -Habló sarcásticamente la pelinegra para molestarlo.
-Sé más de lo que aparento, eh, no seas tan cruel -Fingió llanto. Percibió una suave risa a sus espaldas, pertenecía a Aria.
-¿De cuándo es, entonces, aquella flauta? -Señaló a su derecha, increíblemente metiéndose en la conversación.
-Esto... -El albino dio una pausa, parecía tratar pero no daba con la respuesta.
-1901, es un instrumento único -Interrumpió Aria nuevamente, viendo de cerca la marca del objeto- Sólo realizaron dos, y uno de ellos sufrió un percance en manos de su dueño.
-Já -Nylah miró a Gin con burla.
-Me tomó desprevenido -Se encogió de hombros, sin dejar de sonreír.
En el medio de la sala, Mattheus se acercaba al piano que, sin duda, era el instrumento que más llamaba la atención en ese lugar.
-Tomé algunas clases de piano cuando era pequeño -Relató a quienes tenía cerca, que eran Sky, Saori y Yuu, el último parecía ni prestar atención.
-Y no eras muy bueno que digamos -Puntualizó el nadador- ... ¿Lo vas a intentar? -Alzó una ceja al ver que el pelirrosa tomaba asiento en el refinado banco frente al teclado del piano.
-Pues, luego de tanto tiempo, no está mal retomarlo -Sonrió mirando al instrumento- ¿No hay problema? -Esta vez dirigió su palabra a Patrick, quien sonrió amablemente y negó con la cabeza.
Ink se arremangó la camisa, dejando ver parte del tatuaje que tenía en uno de sus brazos, y posó sus dedos sobre ciertas teclas. El sonido de éstas hicieron un eco en el salón y los demás voltearon hacia esa dirección. Tal eco había sido ciertamente algo tenebroso, había causado una tonada algo vacía y frívola, los muchachos se mantuvieron en silencio. Los ojos rojos de Matt parecieron perdidos mirando hacia el frente, sin mirar a un punto en específico.
-¿Matt? -Llamó Sky, quien se había percatado de ello y se acercó con prontitud hacia su amigo- Matt. -Volvió a llamar, con un tono bastante serio.
-¿Eh...? -El pelirrosa volvió en sí y miró al castaño, quien a su vez denotaba preocupación en su semblante- No pasa nada.
Se levantó del asiento, disimulando un leve mareo que había tenido. Esa sensación... Al tocar las teclas, una extraña corriente se desplegó por su cuerpo y la melodía lo había alejado hasta de sus propios pensamientos. Luego, un escalofrío, misma sensación que había tenido al entrar a la mansión horas antes. Algo... Algo no estaba bien.
-¿Todo en orden? -La sonrisa del Sr. Patrick se mantenía implacable.
-... -Skyler lo miró con recelo, luego observó a Matt, quien restó importancia con un gesto de su mano y una sonrisa- Sí.
-Bueno, ahora los llevaré a la biblioteca -Ante esto, los chicos asintieron y salieron del lugar.
La caminata fue relativamente silenciosa, cada quien se encontraba perdido en sus pensamientos.
-¿Qué te ocurrió? -Preguntó el castaño.
-Que no es nada, Sky, no te preocupes -Matt le dio un leve golpe amistoso en el hombro, parecía recuperado del mareo, que nadie había notado a excepción de su amigo.
-Ajá -Habló, para nada convencido con esa respuesta.
-Fue... Por una charla que nos dieron -No se sabría decir si Sky estaba avergonzado, indeciso sobre qué responder, tratando de mantener la calma, o simplemente las tres simultáneamente.
-Sí, fue por eso -Habló con calma Matt, retirando de la piscina uno de los sobres que Lexi había tirado- Y más allá de hacer una travesura, no está bien que tires cosas a la piscina de una mansión donde te hospedas -Sacudió levemente el envoltorio frente a ella.
-Oh, vamos -Canturreó alegremente la rubia- Sólo fue una bromita.
-¿Que diría Madame Cromwell si te hubiese visto arrojando cosas en su propiedad? -El tono de voz del pelirrosa denotaba seriedad, más en su rostro se asomaba una sonrisa desafiante.
-La pregunta es, ¿Que diría de ustedes al saber que traen ese tipo de cosas para acá? -Respondió ella con sorna.
-No diría nada, puesto que no se enteraría. A menos que alguien se dedicase a husmear en las propiedades ajenas, de quienes apenas conoce -El joven mantenía su sonrisa intacta y su mirada rojiza clavada en la chica.
Lexi sonrió aún más ampliamente, dando por hecho que había sido una buena respuesta, más no parecía dispuesta a rendirse, sin embargo se detuvo al ver que alguien tomaba levemente el brazo del muchacho, quien volteó en esa dirección.
-¿Puedes guardarlo? Viene... Viene el señor -Era Saori, quien rápidamente desvió la mirada de él y soltó su brazo.
-Oh, cierto -Le sonrió y guardó el envoltorio rápidamente- Gracias por avisar.
-No hay de qué -Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
-Y... Sao.
-¿Eh? -Susurró suavemente, volviendo la vista a la mirada de él.
-No puedo creer que no te opusieras a lo que la rubia hizo -A pesar de sus palabras, sonreía, esta vez con una ceja en alto.
-L-lo lamento, es que... Ella no quería escuchar razones -Volvió a dirigir sus ojos al suelo.
-Oye, está bien, tranquila. Sólo bromeo -Se agachó un poco para poder verle el rostro y le alborotó levemente el cabello.
La chica de largos cabellos color rosa asintió levemente, más segura. En ese momento, llegó Patrick anunciándoles que se les haría un pequeño recorrido en el pasillo central del primer piso de la mansión, les pidió amablemente que cambiaran sus ropas para poder acceder a la zona. Los chicos obedecieron pues no querían causar molestias ya que eran huéspedes allí y, hasta ahora, los habían tratado bien.
...
Habían pasado quince minutos desde aquel aviso y el grupo de jóvenes ya se encontraba caminando tranquilamente por el enorme vestíbulo de la estancia, siendo guiados por el Sr. Patrick, todos cambiados a ropa casual y, claramente, secos.
-La primera habitación -Señaló hacia la derecha con solemnidad- Es el salón de música.
Todos giraron su vista. Ante sus ojos se extendía una majestuosa puerta doble de madera oscura, con grabados dorados y de hermoso relieve. Estas fueron abiertas por el mayordomo, dejando ver un lugar aún más impresionante: Un enorme salón de mármol, iluminado por extensos ventanales ante los cuales ondeaban larguísimas cortinas de seda de un color crema suave. Varios instrumentos brillantes y perfectamente mantenidos reflejaban la luz del atardecer. Y en el medio, como objeto principal, se erigía un imponente piano de color negro.
-¡Impresionante! -Exclamó Blacke, quien entró de primero con los ánimos por el cielo y grabando cada detalle desde varios ángulos.
Entretanto, los demás lo siguieron aunque más calmadamente, ante la petición de Patrick. Al entrar, Nylah se veía maravillada con todos los artefactos musicales, tanto así que ignoró el corto escalofrío que había recorrido su espalda, confundiéndolo con emoción.
-Hay muchísimas antigüedades, tan sólo en esta habitación -Observó Gin, con su semblante sonriente.
-¿Tú que vas a saber? -Habló sarcásticamente la pelinegra para molestarlo.
-Sé más de lo que aparento, eh, no seas tan cruel -Fingió llanto. Percibió una suave risa a sus espaldas, pertenecía a Aria.
-¿De cuándo es, entonces, aquella flauta? -Señaló a su derecha, increíblemente metiéndose en la conversación.
-Esto... -El albino dio una pausa, parecía tratar pero no daba con la respuesta.
-1901, es un instrumento único -Interrumpió Aria nuevamente, viendo de cerca la marca del objeto- Sólo realizaron dos, y uno de ellos sufrió un percance en manos de su dueño.
-Já -Nylah miró a Gin con burla.
-Me tomó desprevenido -Se encogió de hombros, sin dejar de sonreír.
En el medio de la sala, Mattheus se acercaba al piano que, sin duda, era el instrumento que más llamaba la atención en ese lugar.
-Tomé algunas clases de piano cuando era pequeño -Relató a quienes tenía cerca, que eran Sky, Saori y Yuu, el último parecía ni prestar atención.
-Y no eras muy bueno que digamos -Puntualizó el nadador- ... ¿Lo vas a intentar? -Alzó una ceja al ver que el pelirrosa tomaba asiento en el refinado banco frente al teclado del piano.
-Pues, luego de tanto tiempo, no está mal retomarlo -Sonrió mirando al instrumento- ¿No hay problema? -Esta vez dirigió su palabra a Patrick, quien sonrió amablemente y negó con la cabeza.
Ink se arremangó la camisa, dejando ver parte del tatuaje que tenía en uno de sus brazos, y posó sus dedos sobre ciertas teclas. El sonido de éstas hicieron un eco en el salón y los demás voltearon hacia esa dirección. Tal eco había sido ciertamente algo tenebroso, había causado una tonada algo vacía y frívola, los muchachos se mantuvieron en silencio. Los ojos rojos de Matt parecieron perdidos mirando hacia el frente, sin mirar a un punto en específico.
-¿Matt? -Llamó Sky, quien se había percatado de ello y se acercó con prontitud hacia su amigo- Matt. -Volvió a llamar, con un tono bastante serio.
-¿Eh...? -El pelirrosa volvió en sí y miró al castaño, quien a su vez denotaba preocupación en su semblante- No pasa nada.
Se levantó del asiento, disimulando un leve mareo que había tenido. Esa sensación... Al tocar las teclas, una extraña corriente se desplegó por su cuerpo y la melodía lo había alejado hasta de sus propios pensamientos. Luego, un escalofrío, misma sensación que había tenido al entrar a la mansión horas antes. Algo... Algo no estaba bien.
-¿Todo en orden? -La sonrisa del Sr. Patrick se mantenía implacable.
-... -Skyler lo miró con recelo, luego observó a Matt, quien restó importancia con un gesto de su mano y una sonrisa- Sí.
-Bueno, ahora los llevaré a la biblioteca -Ante esto, los chicos asintieron y salieron del lugar.
La caminata fue relativamente silenciosa, cada quien se encontraba perdido en sus pensamientos.
-¿Qué te ocurrió? -Preguntó el castaño.
-Que no es nada, Sky, no te preocupes -Matt le dio un leve golpe amistoso en el hombro, parecía recuperado del mareo, que nadie había notado a excepción de su amigo.
-Ajá -Habló, para nada convencido con esa respuesta.
Cris- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
-
Edad : 27
Cumpleaños!! : 09/07/1997
Mi llegada : 29/11/2009
Mis Mensajes : 2048
305 1803
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Ella lo había visto. Sabía que algo no estaba yendo bien en cuanto el joven peli rosa tocó aquella letra. Vio su comportamiento extraño e inmediatamente recordó la sensación que la recorrió al ingresar a la mansión…quizás… tan solo quizás no era la única…
-Bueno –interrumpió el hombre mayor –Esta es nuestra biblioteca.
En cuanto las puertas de roble se abrieron frente a ellos, fueron transportados a un mundo distinto. Paredes y paredes llenas de estantes con cientos de libros en ellos. Al parecer, en ese lugar se abría paso entre los pisos superiores, puesto que había balcones interiores con escaleras, algunos escritorios y muebles, mesitas con lámparas y alguna que otra decoración, grandes ventanales, pero la cantidad de libros eran exuberante. Para la mitad de los presentes aquel lugar era un paraíso.
–Siéntanse confiados de tomar cualquier libro y llevárselo por toda la casa, solo recuerden cuidarlo y regresarlo cuando hayan terminado.
Aquellas palabras solo resonaron en el ambiente pues la mayoría ya se encontraba esparcido entre los anaqueles observando los títulos de los libros.
-¿Qué clases de libros hay en este lugar Sr. Patrick? – preguntó Saori. El señor Patrick le dedicó una sonrisa amable.
-Pues aquí encontrarán libros de todo tipo, desde la Biblia católica hasta la saga de Harry Potter. Hay libros bastante antiguos y también muy nuevos.
-¿A qué se deben tantos libros? – esta vez preguntó Aria.
-Pues la Señora es muy apasionada a la lectura y gusta variar en gran cantidad, todos en su familia son grandes amantes de los libros.
- ¡Esto es otra onda! ¡Se parece sin duda a la biblioteca de Hogwarts! – saltó Blacke con la cámara.
-Es cierto…me da la impresión de que es un lugar muy especial. Además, que sería un perfecto escenario de película. ¡¿A que sí?! - Lexi se encontraba junto a una de las mesas examinando un libro de tapa gruesa.
-Quizás y podamos filmar una película amateur. ¿Qué opinan? Ya tenemos al director y todo – apoyó Gin.
- ¡Si! Ya están locaciones y todo, me gusta como piensas amigo. Secundo la moción. – saltó con un brazo en alto la rubia ante la mirada un tanto desconcertada del grupo.
-Yo también – Blacke apoyó - ¡Por fin podré poner mis dotes de director en acción!
-No es mala idea… Sería divertido – sonrió la chica de coletas rosadas.
A Nylah le había encantado la idea y hubiera querido saltar con una gran afirmación en el rostro, pero las palabras se habían quedado atracadas en su garganta. Por algún motivo tenía un presentimiento… no era bueno, pero tampoco malo. No estaba segura, así que solo atinó a sonreír.
Aria por su parte no estaba interesada en participar, ella solo quería explorar aquella maravilla frente suyo, pero algo le decía que no se podría mantener al margen de aquella situación aunque quisiera, así que solo suspiró.
-Bueno, si me permiten aún queda el salón de artes y otros salones que me gustaría enseñarles. Por aquí – guió el anciano. Y ellos lo siguieron.
-Oye pitufina - el albino se acercó a la joven que se había rezagado un poco del grupo.
-No me digas así… ya te lo he dicho.
-Te digo como quiero. A ti te pasa algo. ¿No es cierto?
-¿Eso es pregunta o afirmación?
-Pues depende…si me quieres mentir y hacer como si no tienes nada o ser honesta y hablar ya.
-¿Cómo sabes que me pasa algo?
-Por Dios mujer ¿no te ves en un espejo? ¡Oh cierto! Se puede romper – el joven soltó una sonrisa zorruna. La chica abrió la boca un poco ofendida y divertida a su vez.
-Malvado. ¿Tanto se nota?
-Te conozco desde que tenías pañales
-Solo me llevas un año Gin
-E igual te conozco desde que usabas pañales.
-Eso no es cierto…
-Bueno, cómo quieras pitufina. ¿Pero segura que estás bien?
-¿Estás preocupado por mí? Oww que tierno – se burló la joven.
-No te emociones, si te pasa algo y tu hermano se entera de que estuve aquí…pues ya sabes – el chico movió su dedo índice por su cuello dibujando un trazo de un lado para otro dando a entender la idea de un cuchillo pasando por él. Nylah soltó una pequeña risa.
-No te preocupes, no es nada. Gracias por la preocupación, aunque es fingida – dijo divertida dándole un ligero golpe en su espalda con su mano y saliendo de la biblioteca.
Fue rápido, casi podría jurar que lo imaginó, pero la sensación helada volvió a recorrerla de pies a cabeza y esta vez junto a una palabra… -“No”- ¿había sido una niña? Aquella voz…Se giró rápidamente pero solo se halló en el lugar vacío.
-¿Pitu, vamos? – se giró Gin
-Si. – La chica se volteó hacia él con una sonrisa nerviosa y cambió de tema rápidamente -¿Oye, de verdad quieres hacer una película? – la chica salió del lugar junto al albino y siguieron su camino por el corredor.
-¿Y por qué no? Tú estarías genial de monstruo
-No me hagas agredirte Frost.- determinó la joven con mirada amenazante y así caminaron hasta la siguiente habitación.
El resto de salones no habían sido de menor impresión. Todos amplios y llenos de cosas de época completamente impresionantes. Finalmente, Patrick los llevó hasta los jardines traseros y los dejó para que se distraigan, asegurando que luego los llevaría a los establos. Los jardines eran amplios y limitaban en un lado con un bosque. Había una huerta y un vivero, en dónde se cosechaba lo que se comía en la mansión, así como un invernadero más adelante. Era increíble todo lo que ese lugar tenía, era casi mágico.
Nylah se recostó en una parte del grass en dónde había estirado su chaqueta beige quedándose solo en su short y polo blanco. Hacía un día realmente fresco y más aún estando debajo de ese gran árbol.
-¿Qué haces? – la rubia se encontraba sobre ella tapándole la luz que caía sobre su rostro. Nylah solo abrió los ojos sin moverse.
-Descanso
-¿Por qué?
-¿Cómo que por qué? Por qué se me antojó. - No lo había dicho en mala gana, su voz salió cansina y hasta un poco ronca.
-Oh. ¿No estás aburrida?
-No…
-¿Entonces que tienes?
-¿Eh? ¿Por qué crees que tengo algo?
-Pues…- Lexi tomó asiento al lado suyo. –Te he estado observando.
-Te conozco apenas unas horas.
-Y han sido unas horas muy provechosas…para mí al menos.
Nylah se acomodó sentándose a su lado. -¿En serio? ¿Y qué has observando de mí?
-Qué no eres el tipo de chica que se aburre tan rápido, es más, juraría que eres hasta divertida pero notoriamente te está sucediendo algo. ¿Tiene que ver con algo que pasó?
Lo meditó un poco… pero se rehusó a mencionar lo que sucedía -Eh no…
-¿Entonces, con alguno de estos chicos?
-¿Qué? ¡No! Estos chicos son solo mis amigos…
-¿Estás segura de eso?
-Sí, obvio. Solo amigos.
-¿Estás hablando en serio? - la rubia pareció sorprenderse, casi alarmarse –Tremendos caños y ¿Nada?
-¿Caños? – repitió una extrañada Nylah.
-Sí, ósea. Potros, caños, guapos, churros, casi modelos… ¡Ay por favor! No me digas que ni te has fijado. ¿Qué no has visto al nadador? ¿O al de tatuajes con mirada sensual? ¿O al rayito de nieve? ¡Incluso hasta él de la cámara tiene lo suyo! – dijo la muchacha mientras señalaba a cada uno de los chicos, quienes se encontraban apartados de ellas, sentados debajo de la sombra de un manzano y otros un poco más allá haciendo quién sabe qué –Aunque déjame decirte que el nadador y el sensualón de ojitos rubíes me parecen algo raros ¿no son pareja o sí?
Ok, esa chica tenía algo especial y no solo hablábamos de su forma de ser. Con aquella última frase había logrado que Nylah deje las preocupaciones y se echara a reír.
-Dime que no, porque me pego un tiro ahora mismo, eso sería un total desperdicio- Nylah no podía dejar de reír y no podía articular palabra, así que solo atinó a mover la cabeza en negación –Uff menos mal. Hubiera sido un desperdicio para el mundo. Pero con lo que he podido observar…creo que igual no tengo chance con alguno ¿o sí? ¿Tú que opinas? – La chica se giró hacia la pelinegra a quién tomó un poco de sorpresa.
-Pues en verdad, no sabría decirte. Hasta ahora no he visto a ninguno con alguna chica además de las del club así que…no sé… pero sí… me parece que existe algo de química entre algunos – dijo con media sonrisa. La rubia la observó un instante, achinó un poco su mirada y luego soltó una sonrisa- Entiendo. Así que…
-Hola. ¿Qué hacen chicas? – Las dos muchachas se giraron encontrándose con las tres muchachas faltantes. Aria traía un libro entre sus manos y Coss solo se limitó a sentarse.
-Hola, conversamos un poco – sonrió Nylah -¿También vienes Aria?
-Este lugar se ve cómodo para leer –respondió mientras tomaba asiento y abría su libro.
-¿Y de que hablan? – Sao se sentó al lado de Nylah.
-Pues…
-¡De chicos! – interrumpió Lexi con una sonrisa pícara en sus labios.
-¿eh? ¿de que chicos? – preguntó inocentemente la pelirrosa.
-Pues de los únicos que están delante suyo – señaló con una mano
-¿Pasó algo con ellos?
-Ay preciosura de la vida… ¿Dónde has estado escondida todo este tiempo? – Lexi la miró entre divertida y con pena, no sabía si la inocente Saori lo decía en serio o apropósito, pero según su mirada, parecía la primera opción. Suspiró – Pues hablábamos de lo guapo que son esos muchachos. Hasta una ciega podría notarlo. Entonces le preguntaba a la moracha aquí a mi lado si cree que tengo posibilidades con alguno de ellos. Ya saben, son vacaciones, somos jóvenes – la chica sonrió con malicia mientras movía las cejas en un gesto que causaba gracia y a la vez otra interpretación.
-¡Ay! – la pelirrosa se había sonrojado con lo dicho por la chica lo que ocasionó que esta soltara una pequeña risita.
-Se nota que ustedes no salen mucho ¿eh?
-Pues no, a decir verdad es la primera vez que salimos todos juntos. – respondió Nylah.
-¿Qué son una especie de club o algo así?
-Pues sí, somos un club del instituto. Y digamos que no somos de los más populares – admitió la chica con una sonrisa media nostálgica.
-Entiendo… Pero oigan, están en una mansión en el campo. AL menos piensen en descarrilarse un poco- alentó la joven.
-¿De-descarrilarnos? – fue lo único que pudo pronunciar la joven de coletas.
-Oh miren que casualidad, ellos son cinco y nosotras también. ¿Y si elegimos uno cada una? – propuso la joven de cabellos cortos con una enorme sonrisa en los labios.
-¡¿Qué?! – Incluso Aria se había sumado con la sorpresa ante las palabras de aquella chica.
------------------------------------------
Bueno, ojalá esté bien~ Cualquier cosa me dicen
-Bueno –interrumpió el hombre mayor –Esta es nuestra biblioteca.
En cuanto las puertas de roble se abrieron frente a ellos, fueron transportados a un mundo distinto. Paredes y paredes llenas de estantes con cientos de libros en ellos. Al parecer, en ese lugar se abría paso entre los pisos superiores, puesto que había balcones interiores con escaleras, algunos escritorios y muebles, mesitas con lámparas y alguna que otra decoración, grandes ventanales, pero la cantidad de libros eran exuberante. Para la mitad de los presentes aquel lugar era un paraíso.
–Siéntanse confiados de tomar cualquier libro y llevárselo por toda la casa, solo recuerden cuidarlo y regresarlo cuando hayan terminado.
Aquellas palabras solo resonaron en el ambiente pues la mayoría ya se encontraba esparcido entre los anaqueles observando los títulos de los libros.
-¿Qué clases de libros hay en este lugar Sr. Patrick? – preguntó Saori. El señor Patrick le dedicó una sonrisa amable.
-Pues aquí encontrarán libros de todo tipo, desde la Biblia católica hasta la saga de Harry Potter. Hay libros bastante antiguos y también muy nuevos.
-¿A qué se deben tantos libros? – esta vez preguntó Aria.
-Pues la Señora es muy apasionada a la lectura y gusta variar en gran cantidad, todos en su familia son grandes amantes de los libros.
- ¡Esto es otra onda! ¡Se parece sin duda a la biblioteca de Hogwarts! – saltó Blacke con la cámara.
-Es cierto…me da la impresión de que es un lugar muy especial. Además, que sería un perfecto escenario de película. ¡¿A que sí?! - Lexi se encontraba junto a una de las mesas examinando un libro de tapa gruesa.
-Quizás y podamos filmar una película amateur. ¿Qué opinan? Ya tenemos al director y todo – apoyó Gin.
- ¡Si! Ya están locaciones y todo, me gusta como piensas amigo. Secundo la moción. – saltó con un brazo en alto la rubia ante la mirada un tanto desconcertada del grupo.
-Yo también – Blacke apoyó - ¡Por fin podré poner mis dotes de director en acción!
-No es mala idea… Sería divertido – sonrió la chica de coletas rosadas.
A Nylah le había encantado la idea y hubiera querido saltar con una gran afirmación en el rostro, pero las palabras se habían quedado atracadas en su garganta. Por algún motivo tenía un presentimiento… no era bueno, pero tampoco malo. No estaba segura, así que solo atinó a sonreír.
Aria por su parte no estaba interesada en participar, ella solo quería explorar aquella maravilla frente suyo, pero algo le decía que no se podría mantener al margen de aquella situación aunque quisiera, así que solo suspiró.
-Bueno, si me permiten aún queda el salón de artes y otros salones que me gustaría enseñarles. Por aquí – guió el anciano. Y ellos lo siguieron.
-Oye pitufina - el albino se acercó a la joven que se había rezagado un poco del grupo.
-No me digas así… ya te lo he dicho.
-Te digo como quiero. A ti te pasa algo. ¿No es cierto?
-¿Eso es pregunta o afirmación?
-Pues depende…si me quieres mentir y hacer como si no tienes nada o ser honesta y hablar ya.
-¿Cómo sabes que me pasa algo?
-Por Dios mujer ¿no te ves en un espejo? ¡Oh cierto! Se puede romper – el joven soltó una sonrisa zorruna. La chica abrió la boca un poco ofendida y divertida a su vez.
-Malvado. ¿Tanto se nota?
-Te conozco desde que tenías pañales
-Solo me llevas un año Gin
-E igual te conozco desde que usabas pañales.
-Eso no es cierto…
-Bueno, cómo quieras pitufina. ¿Pero segura que estás bien?
-¿Estás preocupado por mí? Oww que tierno – se burló la joven.
-No te emociones, si te pasa algo y tu hermano se entera de que estuve aquí…pues ya sabes – el chico movió su dedo índice por su cuello dibujando un trazo de un lado para otro dando a entender la idea de un cuchillo pasando por él. Nylah soltó una pequeña risa.
-No te preocupes, no es nada. Gracias por la preocupación, aunque es fingida – dijo divertida dándole un ligero golpe en su espalda con su mano y saliendo de la biblioteca.
Fue rápido, casi podría jurar que lo imaginó, pero la sensación helada volvió a recorrerla de pies a cabeza y esta vez junto a una palabra… -“No”- ¿había sido una niña? Aquella voz…Se giró rápidamente pero solo se halló en el lugar vacío.
-¿Pitu, vamos? – se giró Gin
-Si. – La chica se volteó hacia él con una sonrisa nerviosa y cambió de tema rápidamente -¿Oye, de verdad quieres hacer una película? – la chica salió del lugar junto al albino y siguieron su camino por el corredor.
-¿Y por qué no? Tú estarías genial de monstruo
-No me hagas agredirte Frost.- determinó la joven con mirada amenazante y así caminaron hasta la siguiente habitación.
El resto de salones no habían sido de menor impresión. Todos amplios y llenos de cosas de época completamente impresionantes. Finalmente, Patrick los llevó hasta los jardines traseros y los dejó para que se distraigan, asegurando que luego los llevaría a los establos. Los jardines eran amplios y limitaban en un lado con un bosque. Había una huerta y un vivero, en dónde se cosechaba lo que se comía en la mansión, así como un invernadero más adelante. Era increíble todo lo que ese lugar tenía, era casi mágico.
Nylah se recostó en una parte del grass en dónde había estirado su chaqueta beige quedándose solo en su short y polo blanco. Hacía un día realmente fresco y más aún estando debajo de ese gran árbol.
-¿Qué haces? – la rubia se encontraba sobre ella tapándole la luz que caía sobre su rostro. Nylah solo abrió los ojos sin moverse.
-Descanso
-¿Por qué?
-¿Cómo que por qué? Por qué se me antojó. - No lo había dicho en mala gana, su voz salió cansina y hasta un poco ronca.
-Oh. ¿No estás aburrida?
-No…
-¿Entonces que tienes?
-¿Eh? ¿Por qué crees que tengo algo?
-Pues…- Lexi tomó asiento al lado suyo. –Te he estado observando.
-Te conozco apenas unas horas.
-Y han sido unas horas muy provechosas…para mí al menos.
Nylah se acomodó sentándose a su lado. -¿En serio? ¿Y qué has observando de mí?
-Qué no eres el tipo de chica que se aburre tan rápido, es más, juraría que eres hasta divertida pero notoriamente te está sucediendo algo. ¿Tiene que ver con algo que pasó?
Lo meditó un poco… pero se rehusó a mencionar lo que sucedía -Eh no…
-¿Entonces, con alguno de estos chicos?
-¿Qué? ¡No! Estos chicos son solo mis amigos…
-¿Estás segura de eso?
-Sí, obvio. Solo amigos.
-¿Estás hablando en serio? - la rubia pareció sorprenderse, casi alarmarse –Tremendos caños y ¿Nada?
-¿Caños? – repitió una extrañada Nylah.
-Sí, ósea. Potros, caños, guapos, churros, casi modelos… ¡Ay por favor! No me digas que ni te has fijado. ¿Qué no has visto al nadador? ¿O al de tatuajes con mirada sensual? ¿O al rayito de nieve? ¡Incluso hasta él de la cámara tiene lo suyo! – dijo la muchacha mientras señalaba a cada uno de los chicos, quienes se encontraban apartados de ellas, sentados debajo de la sombra de un manzano y otros un poco más allá haciendo quién sabe qué –Aunque déjame decirte que el nadador y el sensualón de ojitos rubíes me parecen algo raros ¿no son pareja o sí?
Ok, esa chica tenía algo especial y no solo hablábamos de su forma de ser. Con aquella última frase había logrado que Nylah deje las preocupaciones y se echara a reír.
-Dime que no, porque me pego un tiro ahora mismo, eso sería un total desperdicio- Nylah no podía dejar de reír y no podía articular palabra, así que solo atinó a mover la cabeza en negación –Uff menos mal. Hubiera sido un desperdicio para el mundo. Pero con lo que he podido observar…creo que igual no tengo chance con alguno ¿o sí? ¿Tú que opinas? – La chica se giró hacia la pelinegra a quién tomó un poco de sorpresa.
-Pues en verdad, no sabría decirte. Hasta ahora no he visto a ninguno con alguna chica además de las del club así que…no sé… pero sí… me parece que existe algo de química entre algunos – dijo con media sonrisa. La rubia la observó un instante, achinó un poco su mirada y luego soltó una sonrisa- Entiendo. Así que…
-Hola. ¿Qué hacen chicas? – Las dos muchachas se giraron encontrándose con las tres muchachas faltantes. Aria traía un libro entre sus manos y Coss solo se limitó a sentarse.
-Hola, conversamos un poco – sonrió Nylah -¿También vienes Aria?
-Este lugar se ve cómodo para leer –respondió mientras tomaba asiento y abría su libro.
-¿Y de que hablan? – Sao se sentó al lado de Nylah.
-Pues…
-¡De chicos! – interrumpió Lexi con una sonrisa pícara en sus labios.
-¿eh? ¿de que chicos? – preguntó inocentemente la pelirrosa.
-Pues de los únicos que están delante suyo – señaló con una mano
-¿Pasó algo con ellos?
-Ay preciosura de la vida… ¿Dónde has estado escondida todo este tiempo? – Lexi la miró entre divertida y con pena, no sabía si la inocente Saori lo decía en serio o apropósito, pero según su mirada, parecía la primera opción. Suspiró – Pues hablábamos de lo guapo que son esos muchachos. Hasta una ciega podría notarlo. Entonces le preguntaba a la moracha aquí a mi lado si cree que tengo posibilidades con alguno de ellos. Ya saben, son vacaciones, somos jóvenes – la chica sonrió con malicia mientras movía las cejas en un gesto que causaba gracia y a la vez otra interpretación.
-¡Ay! – la pelirrosa se había sonrojado con lo dicho por la chica lo que ocasionó que esta soltara una pequeña risita.
-Se nota que ustedes no salen mucho ¿eh?
-Pues no, a decir verdad es la primera vez que salimos todos juntos. – respondió Nylah.
-¿Qué son una especie de club o algo así?
-Pues sí, somos un club del instituto. Y digamos que no somos de los más populares – admitió la chica con una sonrisa media nostálgica.
-Entiendo… Pero oigan, están en una mansión en el campo. AL menos piensen en descarrilarse un poco- alentó la joven.
-¿De-descarrilarnos? – fue lo único que pudo pronunciar la joven de coletas.
-Oh miren que casualidad, ellos son cinco y nosotras también. ¿Y si elegimos uno cada una? – propuso la joven de cabellos cortos con una enorme sonrisa en los labios.
-¡¿Qué?! – Incluso Aria se había sumado con la sorpresa ante las palabras de aquella chica.
------------------------------------------
Bueno, ojalá esté bien~ Cualquier cosa me dicen
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 30/05/1995
Mi llegada : 27/12/2009
Mis Mensajes : 2481
241 1689
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
- Tranquilas, relájense. - Pidió la rubia con tono divertido ante la reacción de las demás. - Parece como si hubieran visto un fantasma. - Bromeó. - Pero, vamos ¿Acaso no les emociona la idea de un amor de verano... O bueno, de mansión antigua?
- Etto... - Saori comenzó a jugar con sus dedos ante la idea, y bajo la mirada avergonzada.
- Están todos los implementos para tener el romance de sus vidas. - Volvió a tomar Lexi la palabra. - Piscina, salón de arte, música, por si fuera poco, hay establos, áreas verdes... Y lo más importante... Están los chicos.
- Eso es un poco... - Nylah quedó pensativa.
- ¿Fabuloso?
- Extraño...
La rubia resopló.
- No te desinfles... Te acabamos de conocer como para que ahora te vayas volando. - Bromeó. Lexi volteó la mirada.
- Si ustedes no los quieren, me quedaré con todos entonces. Más que alarmadas las demás quedaron atónitas.
- Poligamia... - Murmuró Coss. Lexi rió.
- Es una gran idea.
- Es ridículo. - Dijo Aria, quien cerró el libro para alejarse un poco por la distracción que resultaba la plática de esa chica.
- No eres quien para decir nada. - No recibió respuesta la chica simplemente se dedicó a su libro, pero la verdad es que su expresión había cambiado, pues su ceja se había levantado, más que con molestia, con duda. Y aun contra lo que hubiese deseado, recibió la respuesta que se había formulado internamente. - ¿Me vas a decir que el bronceadito no te mueve el piso? - Aria no contestó y se ocultó más con el libro. - El silencio dice todo. - Asintió victoriosa.
- Lexi... - La llamó Nylah con preocupación de que fuera a decir algo más que no debiese, sabía que a pesar de que Aria tuviera paciencia y la conservaba ignorando muchas veces, también tenía sus momentos.
- ¿Qué? La fue a buscar... - Entonces escuchó un: No es nada de eso, que si no fuera por la fina manera de hablar que tenía la pelinegra, se notaría la brusquedad que usó, y luego unos pasos se hacían presentes y se alejaban. Lexi suspiró. - Todas son un poco rudas en este tema ¿Eh?
Nylah suspiró y observó alejarse a Aria, si en algún momento pensó que estaba teniendo progresos con ella como amiga, ahora sentía que aun era complicado.
- ¿Estará bien? - Preguntó la pelirrosa. Nylah solo le sonrió vagamente, de que lo estaba, seguro, pero, algo no le terminaba de agradar, especialmente no le parecía bueno que se separasen.
- ¿Qué tal aquí? - Preguntó Gin, señalando la zona cercana al bosque, Blacke no pareció convencerse.
- No sé... Debería de ser un lugar más impactante, algo para una bienvenida.
- Entonces la entrada del vivero. - Comenzó a caminar en esa dirección. - Es un umbral con bastante dedicación. - Sonrió.
- Claro, porque las plantas se esfuerzan mucho. - Rió al ver el rostro pensativo de Gin. - De hecho, sí, estaba pensando en ello desde el principio, tiene el ambiente perfecto, aunque ahora de día más que miedo, da la sensación de ser el lugar perfecto para un documental de plantas.
- Regresamos de noche. Antes de las once ¿Qué tal?
- ¿No están llevando esto un poco lejos? - Preguntó Yuu, quien simplemente estaba con ellos porque le pidieron opiniones, de hecho prefería quedarse en un solo lugar admirando el lugar.
- Para nada. - El albino restó importancia.
- Es emocionante. - Apoyó el castaño.
- ¿Verdad? - Sonrió, girando un poco la cabeza y encontrando en su rango visual a la pelinegra de largos cabellos, lo que le trajo confusión ¿No estaba con las demás? Pero en lugar de seguirla con la mirada, se giró comenzando a caminar de espaldas, y observando el lugar dónde había visto antes se habían quedado todas; Nylah se había levantado, reconoció que indecisa, y tomó la misma dirección de la otra muchacha. Solo sonrió, cuando se percató de que ella lo había notado, y saludó; aquello hizo que se distraiga, y cayera sentado por una roca que se interpuso. Cuando levantó la mirada, al principio la vio preocupada, pero después la burla se hizo presente en su rostro. Él solo resopló sin dejar de sonreír al verla avanzar nuevamente.
- ¿Estás bien? - Preguntó el castaño extendiendo la mano, él acepto aun cuando éste estaba riendo.
- Te advertimos. - Le dijo Yuu. Gin se encogió de hombros, una vez de pie.
- Oh. - Un Blacke sorprendido llamó la atención de ambos chicos. - Que raro... - Giró la cámara una y otra vez. - No recuerdo haberla puesto a grabar....
- Se te habrá pasado por alto.
- Quizá...
Sky y Matt decidieron quedarse bajo el árbol tranquilos, teniendo el atrevimiento de tomar algunas manzanas, que ahora comían, apoyados al tronco. Matt observaba cómo los rayos de sol pasabas por los espacios vacíos entre hojas y ramas, para algunas personas aquello no era nada, pero a él lograba relajarlo, era algo así como el escenario perfecto para comenzar reflexionar, por tanto le ayudaba a inspirarse.
- Ah... - Murmuró Sky, Matt no apartó la vista.
- ¿Qué pasa? - Preguntó sin más.
- No, nada. - Dijo, la verdad es que se había sorprendido de ver a la chica separarse del grupo pero como después vio a la más baja ir tras ella se quedó tranquilo.
- Aja... - Lo observó.
- ¿Qué te ocurrió? - Volvió a insitir, en ello, Matt abrió los ojos grandes.
- Ya te dije que no pasa nada.
- Bien, acá igual. - Se encogió de hombros. Y después observó sus muñecas. Y aunque su rostro permaneció sereno, se sentía inquieto.
- ¿Y ahora? - Posó la mirada en la misma dirección, en la muñeca derecha de Sky reposaba una pulsera artesana, de hilos y con decoraciones en madera, pequeñas, de esas que no molestan; y más importante colgaba un dije en cruz de esta. - Se te ha soltado.
Sky no contestó, y simplemente la volvió a amarrar.
Aquello era un regalo de su abuela, se lo había dado de pequeño, no recordaba bien las condiciones del porqué, pero siempre le pidió que no se la quitase. Y de hecho, nunca lo había hecho, el nudo era lo suficiente fuerte para que quedara fijo, y solo se pudiera sacar cortándola. Lo sabía porque aún con todo el esfuerzo que hacía en las competencias de nado, esta permanecía en su sitio, y porque él mismo lo había intentado con los dientes.
Pero desde que entró a esa mansión había comenzado a aflojarse de a poco, hasta ese momento en que volvió a dejarla con el antiguo nudo.
- Ya está.
- ¿Cómo te la puedes amarrar solo? - Sky se encogió de hombros. - Es la primera vez que te veo hacerlo, de hecho.
- Es la segunda vez en mi vida que lo hago. - Matt simplemente lo observó con el ceño fruncido.
- Hey, Aria. - Llamó Nylah cuando la alcanzó. - ¿Estás bien? - Recibió la mirada de la de cabellos largos y lo comprendió. No estaba molesta, tampoco había perdido la paciencia, simplemente no soportó la vergüenza, que aunque intentaba ocultar con el libro, ella pudo entenderlo. Pero, no le preguntaría sobre aquello. - No es bueno que nos separemos.
- ¿A qué te refieres? - Sus palabras seguían siendo las usuales, así mismo como su tono.
- No sé... Simplemente... Es una corazonada.
- Etto... - Saori comenzó a jugar con sus dedos ante la idea, y bajo la mirada avergonzada.
- Están todos los implementos para tener el romance de sus vidas. - Volvió a tomar Lexi la palabra. - Piscina, salón de arte, música, por si fuera poco, hay establos, áreas verdes... Y lo más importante... Están los chicos.
- Eso es un poco... - Nylah quedó pensativa.
- ¿Fabuloso?
- Extraño...
La rubia resopló.
- No te desinfles... Te acabamos de conocer como para que ahora te vayas volando. - Bromeó. Lexi volteó la mirada.
- Si ustedes no los quieren, me quedaré con todos entonces. Más que alarmadas las demás quedaron atónitas.
- Poligamia... - Murmuró Coss. Lexi rió.
- Es una gran idea.
- Es ridículo. - Dijo Aria, quien cerró el libro para alejarse un poco por la distracción que resultaba la plática de esa chica.
- No eres quien para decir nada. - No recibió respuesta la chica simplemente se dedicó a su libro, pero la verdad es que su expresión había cambiado, pues su ceja se había levantado, más que con molestia, con duda. Y aun contra lo que hubiese deseado, recibió la respuesta que se había formulado internamente. - ¿Me vas a decir que el bronceadito no te mueve el piso? - Aria no contestó y se ocultó más con el libro. - El silencio dice todo. - Asintió victoriosa.
- Lexi... - La llamó Nylah con preocupación de que fuera a decir algo más que no debiese, sabía que a pesar de que Aria tuviera paciencia y la conservaba ignorando muchas veces, también tenía sus momentos.
- ¿Qué? La fue a buscar... - Entonces escuchó un: No es nada de eso, que si no fuera por la fina manera de hablar que tenía la pelinegra, se notaría la brusquedad que usó, y luego unos pasos se hacían presentes y se alejaban. Lexi suspiró. - Todas son un poco rudas en este tema ¿Eh?
Nylah suspiró y observó alejarse a Aria, si en algún momento pensó que estaba teniendo progresos con ella como amiga, ahora sentía que aun era complicado.
- ¿Estará bien? - Preguntó la pelirrosa. Nylah solo le sonrió vagamente, de que lo estaba, seguro, pero, algo no le terminaba de agradar, especialmente no le parecía bueno que se separasen.
◘▬◘▬◘
- ¿Qué tal aquí? - Preguntó Gin, señalando la zona cercana al bosque, Blacke no pareció convencerse.
- No sé... Debería de ser un lugar más impactante, algo para una bienvenida.
- Entonces la entrada del vivero. - Comenzó a caminar en esa dirección. - Es un umbral con bastante dedicación. - Sonrió.
- Claro, porque las plantas se esfuerzan mucho. - Rió al ver el rostro pensativo de Gin. - De hecho, sí, estaba pensando en ello desde el principio, tiene el ambiente perfecto, aunque ahora de día más que miedo, da la sensación de ser el lugar perfecto para un documental de plantas.
- Regresamos de noche. Antes de las once ¿Qué tal?
- ¿No están llevando esto un poco lejos? - Preguntó Yuu, quien simplemente estaba con ellos porque le pidieron opiniones, de hecho prefería quedarse en un solo lugar admirando el lugar.
- Para nada. - El albino restó importancia.
- Es emocionante. - Apoyó el castaño.
- ¿Verdad? - Sonrió, girando un poco la cabeza y encontrando en su rango visual a la pelinegra de largos cabellos, lo que le trajo confusión ¿No estaba con las demás? Pero en lugar de seguirla con la mirada, se giró comenzando a caminar de espaldas, y observando el lugar dónde había visto antes se habían quedado todas; Nylah se había levantado, reconoció que indecisa, y tomó la misma dirección de la otra muchacha. Solo sonrió, cuando se percató de que ella lo había notado, y saludó; aquello hizo que se distraiga, y cayera sentado por una roca que se interpuso. Cuando levantó la mirada, al principio la vio preocupada, pero después la burla se hizo presente en su rostro. Él solo resopló sin dejar de sonreír al verla avanzar nuevamente.
- ¿Estás bien? - Preguntó el castaño extendiendo la mano, él acepto aun cuando éste estaba riendo.
- Te advertimos. - Le dijo Yuu. Gin se encogió de hombros, una vez de pie.
- Oh. - Un Blacke sorprendido llamó la atención de ambos chicos. - Que raro... - Giró la cámara una y otra vez. - No recuerdo haberla puesto a grabar....
- Se te habrá pasado por alto.
- Quizá...
◘▬◘▬◘
Sky y Matt decidieron quedarse bajo el árbol tranquilos, teniendo el atrevimiento de tomar algunas manzanas, que ahora comían, apoyados al tronco. Matt observaba cómo los rayos de sol pasabas por los espacios vacíos entre hojas y ramas, para algunas personas aquello no era nada, pero a él lograba relajarlo, era algo así como el escenario perfecto para comenzar reflexionar, por tanto le ayudaba a inspirarse.
- Ah... - Murmuró Sky, Matt no apartó la vista.
- ¿Qué pasa? - Preguntó sin más.
- No, nada. - Dijo, la verdad es que se había sorprendido de ver a la chica separarse del grupo pero como después vio a la más baja ir tras ella se quedó tranquilo.
- Aja... - Lo observó.
- ¿Qué te ocurrió? - Volvió a insitir, en ello, Matt abrió los ojos grandes.
- Ya te dije que no pasa nada.
- Bien, acá igual. - Se encogió de hombros. Y después observó sus muñecas. Y aunque su rostro permaneció sereno, se sentía inquieto.
- ¿Y ahora? - Posó la mirada en la misma dirección, en la muñeca derecha de Sky reposaba una pulsera artesana, de hilos y con decoraciones en madera, pequeñas, de esas que no molestan; y más importante colgaba un dije en cruz de esta. - Se te ha soltado.
Sky no contestó, y simplemente la volvió a amarrar.
Aquello era un regalo de su abuela, se lo había dado de pequeño, no recordaba bien las condiciones del porqué, pero siempre le pidió que no se la quitase. Y de hecho, nunca lo había hecho, el nudo era lo suficiente fuerte para que quedara fijo, y solo se pudiera sacar cortándola. Lo sabía porque aún con todo el esfuerzo que hacía en las competencias de nado, esta permanecía en su sitio, y porque él mismo lo había intentado con los dientes.
Pero desde que entró a esa mansión había comenzado a aflojarse de a poco, hasta ese momento en que volvió a dejarla con el antiguo nudo.
- Ya está.
- ¿Cómo te la puedes amarrar solo? - Sky se encogió de hombros. - Es la primera vez que te veo hacerlo, de hecho.
- Es la segunda vez en mi vida que lo hago. - Matt simplemente lo observó con el ceño fruncido.
◘▬◘▬◘
- Hey, Aria. - Llamó Nylah cuando la alcanzó. - ¿Estás bien? - Recibió la mirada de la de cabellos largos y lo comprendió. No estaba molesta, tampoco había perdido la paciencia, simplemente no soportó la vergüenza, que aunque intentaba ocultar con el libro, ella pudo entenderlo. Pero, no le preguntaría sobre aquello. - No es bueno que nos separemos.
- ¿A qué te refieres? - Sus palabras seguían siendo las usuales, así mismo como su tono.
- No sé... Simplemente... Es una corazonada.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Ambas chicas caminaban por aquel pasadizo que llevaba hacia el interior de la casa. Aria caminaba con el mismo paso de siempre, aunque en su mente rodeaban las últimas palabras que había dicho su compañera, mientras que la más pequeña caminaba con calma a su lado. Se dirigían hacia las escaleras que las conducían hacia el segundo piso, en un silencio impuesto mutuamente en un acuerdo tácito.
Cada paso en ese corredor se le empezaba a hacerse pesado. Sentía algo más en ese lugar además de ellas, pero por más que agudizaba la vista no podía verlo, sabía que no podía decir nada porque a su lado caminaba Aria y no quería inquietarla. Suspiró para tranquilizarse.
Llegaron a las escaleras y empezaron a subir, de pronto, sus pasos empezaron a tener eco. Nylah intentó ignorarlo y seguir su caminar por el pasillo con tranquilidad, pero los pasos se hicieron presentes. Sonaban a tacos. Zapatos de tacos en piso de madera. Imposible que sean de ellas, tanto Aria como ella tenían zapatillas y estas no provocaban aquellos sonidos tan fuertes… Ya no iba a poder ocultarlo más.
-Oye…- la voz de Aria sonaba tranquila. –Tú también…
Nylah aceleró un poco el paso, adelantándose hacia la habitación, abrió la puerta y entró, detrás suyo entró Aria cerrando la puerta.
- ¿Oye, ¿qué fue eso?
- ¿Qué fue qué? – preguntó casi automáticamente, fingiendo normalidad en su voz.
-Eso. ¿No oíste algo en el corredor?
-No, nada. ¿Por qué? ¿Tú sí?
-Bueno…no. No sé. Olvídalo – Aria se quedó pensativa pero no siguió con la conversación, algo que Nylah agradeció para sus adentros. La joven de cabellos largos se dirigió hacia sus pertenencias y guardó el libro que traía en las manos.
- ¿Qué harás ahora? – preguntó los ojos café
-Pensaba ir a la biblioteca.
-Acabas de guardar un libro en tu maleta ¿irás a ver otro? Perdóname si te ofendo pero creo que deberías aprovechar las vacaciones, hay otros salones aquí ¿sabes no? – la joven le dedicó una pequeña sonrisa. Aria solo se le quedó mirando un instante, iba a decir algo pero el sonido de alguien llamando a la puerta la detuvo. Dos toques seguidos… Nylah se acercó a la puerta y la abrió, pero no había nadie en el corredor.
- ¿Tú también…? – se había girado a preguntarle a su compañera si también había escuchado aquel toque o quizás estaba delirando, pero aquella sensación la volvió a abrumar. “Biblioteca” Había logrado percibir aquella palabra muy fuertemente en su interior.
- ¿Estás bien? – Aria había visto como el semblante de la chica había cambiado en unos instantes en cuanto abrió la puerta y aquellos toques también habían producido una sensación de curiosidad en ella.
-Sí – volvió a retomar la compostura, pero ya no podía ignorarlo, algo estaba sucediendo en ese lugar y tenía que averiguar qué era. Movió un poco cabeza para disipar aquellos pensamientos y centrarse nuevamente en la realidad -¿Querías…Tú querías ir a la biblioteca no?
Aria alzó una ceja un poco extrañada y asintió con la cabeza.
-Bueno, ¿te puedo acompañar? –
•••
Por otro lado, los chicos se habían cansado los jardines y se aventuraban de vuelta al interior.
Sky, Matt y Gin se habían adelantado ya que, Skyler había recordado la piscina y su intención de ir antes del atardecer, mientras que los otros se rezagaron un poco más.
-Oigan. Por acá – Blacke había encontrado otro corredor hacía un lado de los jardines, que los llevaba también al interior de la casa, siendo más precisos hacía un pequeño vestíbulo lleno de pinturas y fotografías en las paredes.
- ¿No deberíamos ir por dónde el Señor Patrick nos había indicado? – preguntó un tanto tímida Saori.
-Oh vamos ternurita, este sitio se ve demasiado interesante como para dejarlo pasar – animó Lexi mientras seguía al chico de la cámara por aquel corredor empujando un poco a Saori y Coss consigo, Yuu los seguía de cerca arrepintiéndose por no haberse marchado cuando tuvo la oportunidad.
-Esto es genial, me pregunto ¿Quiénes serán todas esas personas? – habló Blacke mientras enfocaba los cuadros con su cámara.
-Quizás miembros de la familia de la doñita – respondió Lexi mientras curioseaba los objetos a su alrededor. Avanzaron un poco más, salieron de aquel vestíbulo hacia un corredor anexo, el cual parecía estar más oscuro que el resto.
- ¿Dónde estamos? Este no es el corredor principal, ¿verdad? – indagó la chica de coletas.
-Nop, al parecer entramos a un corredor secreto – dijo con entusiasmo la rubia.
-Es extraño- dijo el castaño.
- ¿Qué es extraño? – preguntó Saori, Blacke se había detenido a observar la pantalla de su cámara.
-Qué se ve borroso.
- ¿Eh?
-La cámara, se ve borroso cuando quiero enfocar, cómo si la señal se fuera. Es extraño.
- ¿No será la batería o algo así? – intervino Yuu.
-No, imposible. Además, solo se distorsiona cuando enfoco hacia allá. ¿Ven? – el chico apuntó la cámara hacia el final del pasillo mostrando la pequeña pantallita al resto.
-ES cierto, es raro. – determinó Lexi.
-Esto me da un poco de escalofríos. ¿Podemos volver? – la vocecita de Saori empezaba a flaquear por los nervios.
-Creo que es mejor regresar.
-Estoy de acuerdo. – apoyó Coss.
-Bueno, mayoría manda. Vamos cineasta. A lo mejor si es lo de la batería. – dijo Lexi mientras empezaba a caminar de regreso por el pasillo hacia la salida por dónde habían entrado.
-Quizás sea eso… - Sin embargo, Blacke se quedó intrigado, él sabía que su cámara no podía fallar de esa manera, así que era algo más… ¿Pero qué?.
-------------------------------
Es todo, mi mente no tiene más~
Cada paso en ese corredor se le empezaba a hacerse pesado. Sentía algo más en ese lugar además de ellas, pero por más que agudizaba la vista no podía verlo, sabía que no podía decir nada porque a su lado caminaba Aria y no quería inquietarla. Suspiró para tranquilizarse.
Llegaron a las escaleras y empezaron a subir, de pronto, sus pasos empezaron a tener eco. Nylah intentó ignorarlo y seguir su caminar por el pasillo con tranquilidad, pero los pasos se hicieron presentes. Sonaban a tacos. Zapatos de tacos en piso de madera. Imposible que sean de ellas, tanto Aria como ella tenían zapatillas y estas no provocaban aquellos sonidos tan fuertes… Ya no iba a poder ocultarlo más.
-Oye…- la voz de Aria sonaba tranquila. –Tú también…
Nylah aceleró un poco el paso, adelantándose hacia la habitación, abrió la puerta y entró, detrás suyo entró Aria cerrando la puerta.
- ¿Oye, ¿qué fue eso?
- ¿Qué fue qué? – preguntó casi automáticamente, fingiendo normalidad en su voz.
-Eso. ¿No oíste algo en el corredor?
-No, nada. ¿Por qué? ¿Tú sí?
-Bueno…no. No sé. Olvídalo – Aria se quedó pensativa pero no siguió con la conversación, algo que Nylah agradeció para sus adentros. La joven de cabellos largos se dirigió hacia sus pertenencias y guardó el libro que traía en las manos.
- ¿Qué harás ahora? – preguntó los ojos café
-Pensaba ir a la biblioteca.
-Acabas de guardar un libro en tu maleta ¿irás a ver otro? Perdóname si te ofendo pero creo que deberías aprovechar las vacaciones, hay otros salones aquí ¿sabes no? – la joven le dedicó una pequeña sonrisa. Aria solo se le quedó mirando un instante, iba a decir algo pero el sonido de alguien llamando a la puerta la detuvo. Dos toques seguidos… Nylah se acercó a la puerta y la abrió, pero no había nadie en el corredor.
- ¿Tú también…? – se había girado a preguntarle a su compañera si también había escuchado aquel toque o quizás estaba delirando, pero aquella sensación la volvió a abrumar. “Biblioteca” Había logrado percibir aquella palabra muy fuertemente en su interior.
- ¿Estás bien? – Aria había visto como el semblante de la chica había cambiado en unos instantes en cuanto abrió la puerta y aquellos toques también habían producido una sensación de curiosidad en ella.
-Sí – volvió a retomar la compostura, pero ya no podía ignorarlo, algo estaba sucediendo en ese lugar y tenía que averiguar qué era. Movió un poco cabeza para disipar aquellos pensamientos y centrarse nuevamente en la realidad -¿Querías…Tú querías ir a la biblioteca no?
Aria alzó una ceja un poco extrañada y asintió con la cabeza.
-Bueno, ¿te puedo acompañar? –
•••
Por otro lado, los chicos se habían cansado los jardines y se aventuraban de vuelta al interior.
Sky, Matt y Gin se habían adelantado ya que, Skyler había recordado la piscina y su intención de ir antes del atardecer, mientras que los otros se rezagaron un poco más.
-Oigan. Por acá – Blacke había encontrado otro corredor hacía un lado de los jardines, que los llevaba también al interior de la casa, siendo más precisos hacía un pequeño vestíbulo lleno de pinturas y fotografías en las paredes.
- ¿No deberíamos ir por dónde el Señor Patrick nos había indicado? – preguntó un tanto tímida Saori.
-Oh vamos ternurita, este sitio se ve demasiado interesante como para dejarlo pasar – animó Lexi mientras seguía al chico de la cámara por aquel corredor empujando un poco a Saori y Coss consigo, Yuu los seguía de cerca arrepintiéndose por no haberse marchado cuando tuvo la oportunidad.
-Esto es genial, me pregunto ¿Quiénes serán todas esas personas? – habló Blacke mientras enfocaba los cuadros con su cámara.
-Quizás miembros de la familia de la doñita – respondió Lexi mientras curioseaba los objetos a su alrededor. Avanzaron un poco más, salieron de aquel vestíbulo hacia un corredor anexo, el cual parecía estar más oscuro que el resto.
- ¿Dónde estamos? Este no es el corredor principal, ¿verdad? – indagó la chica de coletas.
-Nop, al parecer entramos a un corredor secreto – dijo con entusiasmo la rubia.
-Es extraño- dijo el castaño.
- ¿Qué es extraño? – preguntó Saori, Blacke se había detenido a observar la pantalla de su cámara.
-Qué se ve borroso.
- ¿Eh?
-La cámara, se ve borroso cuando quiero enfocar, cómo si la señal se fuera. Es extraño.
- ¿No será la batería o algo así? – intervino Yuu.
-No, imposible. Además, solo se distorsiona cuando enfoco hacia allá. ¿Ven? – el chico apuntó la cámara hacia el final del pasillo mostrando la pequeña pantallita al resto.
-ES cierto, es raro. – determinó Lexi.
-Esto me da un poco de escalofríos. ¿Podemos volver? – la vocecita de Saori empezaba a flaquear por los nervios.
-Creo que es mejor regresar.
-Estoy de acuerdo. – apoyó Coss.
-Bueno, mayoría manda. Vamos cineasta. A lo mejor si es lo de la batería. – dijo Lexi mientras empezaba a caminar de regreso por el pasillo hacia la salida por dónde habían entrado.
-Quizás sea eso… - Sin embargo, Blacke se quedó intrigado, él sabía que su cámara no podía fallar de esa manera, así que era algo más… ¿Pero qué?.
-------------------------------
Es todo, mi mente no tiene más~
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 30/05/1995
Mi llegada : 27/12/2009
Mis Mensajes : 2481
241 1689
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Se quedaron frente a la puerta de la biblioteca. Nylah se había quedado viéndola con detenimiento, por lo que parecía estar escudriñado el objeto, más solo lo observaba en totalidad, como un cuadro en un salón de arte, dónde el que llama más la atención, y por el cual muchos se quedan perplejos, más no hacen más que mirar, sin pensar siquiera sobre alguna línea en particular, o de su contenido, mucho menos en su significado.
Nylah, solo sabía que detrás de esa gran puerta algo le esperaba, por lo que, desde que la vio a lo lejos, su mente tuvo que obligar a su cuerpo avanzar, pues había un rechazo, dónde sus pies no querían dar un solo paso más.
- Oye... - La voz de Aria la sacó del trance más no del aturdimiento, por lo que cuando volvió la vista a la de cabellos largos, ésta compuso una expresión extrañada. - ¿Vas a entrar o no? - Preguntó, pues ya tenía muchos segundos esperando a que la otra joven alcanzara su paso, lo que resultó más extraño porque al principio era ella la que iba más adelante, aunque fuera solo por un paso.
- Oh, claro. - Sonrió como pudo, un tanto nerviosa, lo que sabía Aria no percibiría pues ya estaba abriendo la puerta, pero tenía una duda muy grande: ¿qué les esperaría del otro lado?
- Con una vez al día creo que es suficiente. - Gin se llevó las manos a la nuca después de una corta y caminada sesión de estiramientos en los brazos. Estaban caminado por el pasillo de camino a los cuartos.
- Dile eso a nuestro vicecapitan. - Bromeó Matt, después notó el ceño fruncido de Sky y rió. - Vamos, a veces me pregunto si en tu antigua vida fuiste una sirena o algo así.
- Veamos... entrelaza las manos. - Pidió Gin al moreno, quien simplemente giró el rostro confundido pero lo hizo. - Fue mujer...
- ¿Eh? - Fue lo único que atinó a decir.
- Verás, cuando juntas tus manos así. - También lo hizo. - Si tu pulgar izquierdo queda arriba es que fuiste mujer, a mi me dijeron que fui hombre porque dejo arriba el derecho. - Los otros dos lo quedaron viendo con los ojos como platos.
- ¿Y te crees eso? - Preguntó Matt.
- De hecho no, pero es divertido ver la reacción de la gente. - Sonrió divertido.
- Objetos de prueba... - Dijo Sky mostrando una mueca de inconformidad.
- Más o menos eso. - Se encogió de hombros. Entonces sintió algo extraño, un escalofrío, como si el ambiente hubiera cambiado por completo, y el aire se hubiera vuelto pesado. - ¿Eh? - Observó el rededor. Al no notar nada extraño, simplemente lo dejó como que alguno de sus nervios tuvo ganas de jugarle una broma. Matt por su parte si que sintió frío, y respirar se le dificultó, pero no quiso alarmar a los demás, por lo que pasó como que si nada, o eso, hasta que escuchó un ruido, un golpe, pero no a una puerta, que era lo más razonable, a una ventana, que estando en el segundo piso, no era algo que debería pasar, sin la presencia de por lo menos un trabajador.
- ¿Qué fue eso? - Preguntó el albino acercándose al lugar de dónde provino aquel golpe.
- ¿Lo escuchaste? - Preguntó Matt, que solo lo observó abrir la ventana revisar el exterior. De alguna manera no le parecía correcto quedarse callado pero tampoco le agradaba la idea de alarmarlos.
- ¿Qué fue qué? - Preguntó Sky regresando a verlos, impasible, pero tenía curiosidad.
- ¿No escuchaste? El golpe. - Explicó Gin, Sky negó. - Que raro... Estoy seguro de haber escuchado como si golpeasen la ventana. - Gin quedó pensativo. - ¿Y si fue un fantasma?
- O estás demente.
- Puede ser. - Se encogió de hombros. - Bueno, vamos, no perdamos tiempo que la cena está al cruzar la esquina.
Matt los siguió sin entrometerse mucho pero regresó la vista por un momento y lo vio, una mano, translúcida, estaba saludando desde fuera. Se le heló la sangre, pero solo regresó la vista y avanzó.
- Señoritas. - Patrick al notar la presencia de las dos jóvenes se les acercó, haciendo que Nylah diera un pequeño repingo pues la tomó desprevenida al estar tan concentrada cuando Aria estaba ingresando. - ¿Qué hacen aquí? - Preguntó de manera amable.
- Vinimos a ver unos libros. - Contestó Aria.
- Oh... Por favor, si no es molestia ¿Podrían dejar eso para mañana? O para después de la cena, justamente estaba regresando al jardín para llevarlos a los establos.
- Supongo... - Dijo, no muy convencida.
- Entonces... Si me hacen el favor de seguirme. - Comenzó a caminar seguido de las dos chicas, una que resopló, y la otra que quedó observando la puerta que ahora estaba tras de sí. Nuevamente, sería en otra ocasión.
Solo quiero aclarar algo que no dije en a anterior conti.
Sky, posee una pulsera, básicamente es un sello lol. Él no va a percibir absolutamente nada, que no sea causado por un humano, es decir, sonidos, el verlos, o la simple sensación, mientras la mantenga puesta, prácticamente es inmune. Solo eso (?.
Nylah, solo sabía que detrás de esa gran puerta algo le esperaba, por lo que, desde que la vio a lo lejos, su mente tuvo que obligar a su cuerpo avanzar, pues había un rechazo, dónde sus pies no querían dar un solo paso más.
- Oye... - La voz de Aria la sacó del trance más no del aturdimiento, por lo que cuando volvió la vista a la de cabellos largos, ésta compuso una expresión extrañada. - ¿Vas a entrar o no? - Preguntó, pues ya tenía muchos segundos esperando a que la otra joven alcanzara su paso, lo que resultó más extraño porque al principio era ella la que iba más adelante, aunque fuera solo por un paso.
- Oh, claro. - Sonrió como pudo, un tanto nerviosa, lo que sabía Aria no percibiría pues ya estaba abriendo la puerta, pero tenía una duda muy grande: ¿qué les esperaría del otro lado?
◘▬◘▬◘
- Con una vez al día creo que es suficiente. - Gin se llevó las manos a la nuca después de una corta y caminada sesión de estiramientos en los brazos. Estaban caminado por el pasillo de camino a los cuartos.
- Dile eso a nuestro vicecapitan. - Bromeó Matt, después notó el ceño fruncido de Sky y rió. - Vamos, a veces me pregunto si en tu antigua vida fuiste una sirena o algo así.
- Veamos... entrelaza las manos. - Pidió Gin al moreno, quien simplemente giró el rostro confundido pero lo hizo. - Fue mujer...
- ¿Eh? - Fue lo único que atinó a decir.
- Verás, cuando juntas tus manos así. - También lo hizo. - Si tu pulgar izquierdo queda arriba es que fuiste mujer, a mi me dijeron que fui hombre porque dejo arriba el derecho. - Los otros dos lo quedaron viendo con los ojos como platos.
- ¿Y te crees eso? - Preguntó Matt.
- De hecho no, pero es divertido ver la reacción de la gente. - Sonrió divertido.
- Objetos de prueba... - Dijo Sky mostrando una mueca de inconformidad.
- Más o menos eso. - Se encogió de hombros. Entonces sintió algo extraño, un escalofrío, como si el ambiente hubiera cambiado por completo, y el aire se hubiera vuelto pesado. - ¿Eh? - Observó el rededor. Al no notar nada extraño, simplemente lo dejó como que alguno de sus nervios tuvo ganas de jugarle una broma. Matt por su parte si que sintió frío, y respirar se le dificultó, pero no quiso alarmar a los demás, por lo que pasó como que si nada, o eso, hasta que escuchó un ruido, un golpe, pero no a una puerta, que era lo más razonable, a una ventana, que estando en el segundo piso, no era algo que debería pasar, sin la presencia de por lo menos un trabajador.
- ¿Qué fue eso? - Preguntó el albino acercándose al lugar de dónde provino aquel golpe.
- ¿Lo escuchaste? - Preguntó Matt, que solo lo observó abrir la ventana revisar el exterior. De alguna manera no le parecía correcto quedarse callado pero tampoco le agradaba la idea de alarmarlos.
- ¿Qué fue qué? - Preguntó Sky regresando a verlos, impasible, pero tenía curiosidad.
- ¿No escuchaste? El golpe. - Explicó Gin, Sky negó. - Que raro... Estoy seguro de haber escuchado como si golpeasen la ventana. - Gin quedó pensativo. - ¿Y si fue un fantasma?
- O estás demente.
- Puede ser. - Se encogió de hombros. - Bueno, vamos, no perdamos tiempo que la cena está al cruzar la esquina.
Matt los siguió sin entrometerse mucho pero regresó la vista por un momento y lo vio, una mano, translúcida, estaba saludando desde fuera. Se le heló la sangre, pero solo regresó la vista y avanzó.
◘▬◘▬◘
- Señoritas. - Patrick al notar la presencia de las dos jóvenes se les acercó, haciendo que Nylah diera un pequeño repingo pues la tomó desprevenida al estar tan concentrada cuando Aria estaba ingresando. - ¿Qué hacen aquí? - Preguntó de manera amable.
- Vinimos a ver unos libros. - Contestó Aria.
- Oh... Por favor, si no es molestia ¿Podrían dejar eso para mañana? O para después de la cena, justamente estaba regresando al jardín para llevarlos a los establos.
- Supongo... - Dijo, no muy convencida.
- Entonces... Si me hacen el favor de seguirme. - Comenzó a caminar seguido de las dos chicas, una que resopló, y la otra que quedó observando la puerta que ahora estaba tras de sí. Nuevamente, sería en otra ocasión.
Solo quiero aclarar algo que no dije en a anterior conti.
Sky, posee una pulsera, básicamente es un sello lol. Él no va a percibir absolutamente nada, que no sea causado por un humano, es decir, sonidos, el verlos, o la simple sensación, mientras la mantenga puesta, prácticamente es inmune. Solo eso (?.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Nylah no tenía ninguna gana en ir al establo y Aria tampoco tenía ilusiones en visitarlo. Pero no tenían como decírselo al mayor. Si se lo decían iba a ser descortés, si no se lo decían se iban a tragar toda la amargura del mundo.
Así pues la petiza no hizo nada mas que guardar silencio hasta que como si una lectura de mente fuese, Aria habló por ella.
- Patrick. - Lo llamó y este se detuvo en seco. - Nos gustaría seguir con esto otro día. Estamos algo cansadas. -
El mayor no respondió, simplemente se quedó inmóvil, dando la espalda, tan inmóvil que daba la sensación de haber muerto, una sensación que solo imponía mas y mas presión a ojos de Nylah cada segundo que pasaba.
Patrick comenzó a girarse lentamente. Nylah sintió una presión mayor, como si la distancia entre ella y el mayordomo se alargara, como si el propio mundo comenzara a ir mas lento, como si la animase a huir, dándole la oportunidad de correr, dándole el momento para comenzar a entender que no debía estar ahí, que Dios nunca había pasado por aquel lugar. Y sin embargo no se movió pues se sintió aterrada al ver el rostro ensombrecido del mayor, en un negro perpetuo como una noche sin luna, mas un punto rojo: su ojo izquierdo que atrasaba con toda furia su alma.
- Nylah. -
La nominada sintió una mano en su hombro que la volvió a traer al mundo. La presencia de Aria, le alivió y Patrick, ya no estaba donde se suponía que debía estar. Y eligiendo las palabras mas acertadas, Aria le formuló una de esas tantas preguntas que las acercaban.
- Llevas bastante tiempo perdida ¿Estás bien? -
- Sí. - Respondió tal vez por impulso.
- No lo estás. - Los ojos de Aria denotaban seguridad aunque su voz seguía tan suave como siempre. - Estás sudando y ni siquiera hace calor. -
Aria comenzó a andar, pero la pequeña solo que quedó plantada observando como ella se alejaba. Al ver que no la seguía, volvió, tomó su mano y la arrastró, en dirección a la habitación.
- De verdad que estoy bien. - Aria le miró a lo ojos.
- No lo estás. Se te ve en el rostro. -
Aquello le sentó como una piedra en el estómago. Nunca había sido tan predecible... o quizás los demás eran demasiado perspicaces.
- Quizás una ducha me despeje. -
No tenéis verguenza escribiendo tanto
Así pues la petiza no hizo nada mas que guardar silencio hasta que como si una lectura de mente fuese, Aria habló por ella.
- Patrick. - Lo llamó y este se detuvo en seco. - Nos gustaría seguir con esto otro día. Estamos algo cansadas. -
El mayor no respondió, simplemente se quedó inmóvil, dando la espalda, tan inmóvil que daba la sensación de haber muerto, una sensación que solo imponía mas y mas presión a ojos de Nylah cada segundo que pasaba.
Patrick comenzó a girarse lentamente. Nylah sintió una presión mayor, como si la distancia entre ella y el mayordomo se alargara, como si el propio mundo comenzara a ir mas lento, como si la animase a huir, dándole la oportunidad de correr, dándole el momento para comenzar a entender que no debía estar ahí, que Dios nunca había pasado por aquel lugar. Y sin embargo no se movió pues se sintió aterrada al ver el rostro ensombrecido del mayor, en un negro perpetuo como una noche sin luna, mas un punto rojo: su ojo izquierdo que atrasaba con toda furia su alma.
- Nylah. -
La nominada sintió una mano en su hombro que la volvió a traer al mundo. La presencia de Aria, le alivió y Patrick, ya no estaba donde se suponía que debía estar. Y eligiendo las palabras mas acertadas, Aria le formuló una de esas tantas preguntas que las acercaban.
- Llevas bastante tiempo perdida ¿Estás bien? -
- Sí. - Respondió tal vez por impulso.
- No lo estás. - Los ojos de Aria denotaban seguridad aunque su voz seguía tan suave como siempre. - Estás sudando y ni siquiera hace calor. -
Aria comenzó a andar, pero la pequeña solo que quedó plantada observando como ella se alejaba. Al ver que no la seguía, volvió, tomó su mano y la arrastró, en dirección a la habitación.
- De verdad que estoy bien. - Aria le miró a lo ojos.
- No lo estás. Se te ve en el rostro. -
Aquello le sentó como una piedra en el estómago. Nunca había sido tan predecible... o quizás los demás eran demasiado perspicaces.
- Quizás una ducha me despeje. -
No tenéis verguenza escribiendo tanto
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
El caer del agua sobre su cuerpo y el sonido de la misma ayudaban a su calma, pero era imposible sacarse aquella imagen de su mente. Soltó un ligero suspiro mientras cerraba la llave del agua. Salió de la ducha al rato, aun lo sentía, sentía que algo no estaba bien y sabía por qué se debía aquello. No era la primera vez que se enfrentaba a cosas paranormales, todo lo contrario, vivía tan acostumbrada a ellos que hasta le parecía normal, sin embargo, no era algo que le agradase del todo…y menos, en aquella casa. Las energías eran distintas y ella quería averiguar el por qué. Abrió la puerta del baño y tuvo que detenerse de golpe por la presencia delante de ella. No era un fantasma sino su compañera de cuarto quién detenía su camino con una mirada severa y una postura de rudeza.
-¿No me dejarás pasar hasta que te diga verdad? – la pelinegra solo le dedicó una mirada la cual a petiza entendió perfectamente. –Bien, de acuerdo…pero déjame cambiarme, ¿sí? - Aria se movió un poco dejando un espacio para que la muchacha pase por allí, y eso hizo, mientras ella se dirigía hacia su cama. Hubo segundos de silencio, mientras la más pequeña sacaba su ropa y disponía a cambiarse. Segundos que se volvieron minutos, y eso no lo soportaba, cuando ella quería una respuesta, la tenía, no era de las que esperaran pacientes… Iba a soltar un carraspeo para hacer notar su fastidio pero Nylah la interrumpió con una pregunta que la descuadró completamente.
-¿Crees en fantasmas? – Aria alzó una ceja.
-¿Disculpa?
-Ya sabes, fantasmas, almas en pena, cosas paranormales ¿crees en ello? – La pelinegra examinó a su compañera de enfrente, ¿era enserio esa pregunta o le estaba tomando el pelo? Buscó en el rostro de la joven Campbell alguna señal de risas o algo, pero la seriedad en su rostro era incluso, hasta extraña. Era enserio. Ella asintió.
-Se podría decir que no niego su existencia, sé que existen pero no he sido capaz de experimentar algo similar como para darlo por hecho.
-Ya veo – la joven de ojos caramelos bajó la mirada hacia la toalla que había estado usando para secar su cabello, dudando si lo que iba a hacer era lo correcto o no…
-¿Por qué la pregunta?- Nylah miró a Aria, parecía interesada.
-¿Qué pasaría si te digo que yo soy capaz de ver y sentir cosas paranormales? – Aria volvió a hacer un gesto con las cejas. No le gustaba que le respondieran con otra pregunta, sin embargo, aquella la había hecho pensar…
-¿Lo haces? – Nylah asintió.
-Desde que era pequeña…
-Pero… ¿Cómo? ¿Lo controlas?
-No es exactamente algo que controle, simplemente está allí.- La joven se acomodó en su cama, ya estaba cambiada, salvo por el cabello que lo llevaba suelto, porque seguía húmedo. –Aprendí a vivir con ello, antes era solo sentir presencias y esas cosas…pero cuando empezaron a aparecer delante de mí y a intentar comunicarse, busqué ayuda…o bueno, algo así. No es algo que me guste mucho que digamos, y tampoco es de todos los días, es solo cuando ellos quieren comunicarse…por así decirlo. El problema, es que desde que pisé esta casa sentí que algo no estaba bien, pero pensé que era solo mi imaginación…
-¿Por eso recomendaste que no nos separáramos?
-Se podría decir, pero…a decir verdad creo que es solo mi paranoia – soltó una risa nerviosa –No quiero alertar a los demás por cosas que no estoy segura, por eso quería averiguar si en la biblioteca podría encontrar algo referente a esta casa, a lo mejor eso me ayuda un poco a calmarme. No veo a los demás inquietos, así que creo que soy yo.- hubo un silencio…
-¿Te sentirás mejor si vamos a la biblioteca? – Nylah la observó un poco atónita. Aria había sido la primera persona que al enterarse de su “don” no había dudado o cuestionado demasiado y eso, le sorprendió.
-Se podría decir que sí, pero no quiero incomodarte….
-De acuerdo. Vamos…- Al acabar la frase, se escuchó un pequeño golpe en la puerta y ambas se giraron hacia allí. Se dedicaron una mirada rápida antes de que Aria se levantara y se acercara con cautela hacia la puerta…muy suavemente colocó su mano en la perilla y la giró, abriendo de un tirón la puerta.
-¡Tú!
•••
-¿Quieren jugar cartas? - había repetido el albino por sexta vez en el trascurso de diez minutos. Matt volvió a negar con la mano, tenía la cabeza metida debajo de su almohada e intentaba conciliar un poco de sueño.
-¡Que aburrido!
-¿Por qué no le dices a alguien más?
-La sirena está tomando un baño de dos horas y los demás, no abren su puerta. Creo que iré dónde las chicas… - ante aquellas palabras, el joven peli rosa sacó la cabeza de la almohada y se sentó casi por impulso.
-Ah claro, ahora sí te animas…- se burló el joven, recibiendo un almohadazo directo en el rostro. Sky por su parte, salía de la ducha con una toalla secándose el cabello.
-¿Cuántas veces al día tomas un baño? – El moreno lo observó meditando…
-Las que sean necesarias.
-Vaya… Entonces ¿Juegan o vamos con las chicas? – preguntó con una gran sonrisa el joven. Ambos amigos se miraron. Matt soltó un suspiro.
-Salgo y vamos – dijo mientras entraba al baño cerrando la puerta tras de sí. Se colocó delante del espejo con las manos apoyadas en el lavabo. En verdad sentía que algo no cuadraba pero no quería pensar que era “eso”. Mojó su cara y recorrió la vista por el baño, pese a ser antiguo poseía algunas cosas modernas… salvo el espejo, aquel típico espejo frente al lavabo…de seguro era de aquellos en los que podías abrir y guardar cosas en el interior… Matt estiró la mano y aló el marco de aquel espejo y efectivamente, se abría dejando ver unos pequeños estantes…vacíos por supuesto. El joven soltó una risa casi sin gracia. Era tan cliché… y se dispuso a cerrar…cuando de pronto…
Su rostro pálido y sus ojos con la mirada que detonaba advertencia. -“NO” –
Abrió los ojos de sorpresa y contuvo el aliento. Esta vez no podía atribuirle aquello a su imaginación. La había visto. Justo detrás de él…una niña pequeña de cabellos ondulados y con vestido de época…. Y también la había escuchado. Se giró rápidamente, pero se encontró con un espacio vacío. Se detuvo un segundo…sabía lo que tenía que hacer.
-¿Estás ahí? ¿Necesitas algo? – preguntó, pero sus palabras quedaron en el aire, no hubo respuesta alguna. Usualmente aquellos que se le presentan, es porque necesitan de su ayuda o buscan la forma de comunicarse… ¿por qué ella no? Quizás no estaba lista…
-¡Oye fresita, apura o nos vamos sin ti!- la voz de Gin atreves de la puerta lo hizo despabilar, ya luego investigaría al respecto, ahora lo mejor era no alertar a ninguno de sus compañeros… pues en primera ninguno lo entendería y no querría malograrles el viaje.
•••
-Lo siento mucho, iba a entrar pero no quería interrumpir – Lexi entró y cerró la puerta tras de sí, parecía un poco afligida por haber sido sorprendida escuchando tras la puerta.
-¿Oíste algo? – preguntó Nylah con algo de temor, no quería que nadie más se enterara al respecto, no quería molestar al resto ni mucho menos fastidiarles el viaje.
-No puedo mentir, escuché todo.
-Espiar no es correcto – sentenció Aria con una mirada de reproche.
-Lo sé, pero la conversación parecía muy interesante como para contarla ¿qué te puedo decir? No quería ser mal educada e interrumpir, estaba entre la espada y la pared…pero me alegra haberlo hecho – la joven se acercó a Nylah que la miraba algo extrañada, se sentó delante de ella y cogió sus manos, mientras dibujaba una sonrisa en sus labios.
-Lo sé…puedo ver que algo te inquieta.
-¿Disculpa? – Nylah se sorprendió. -¿Es una broma?
-No corazón, no podría bromear con algo así. Pero ya que escuché una conversación privada sin querer, les diré una confesión para estar iguales. ¿De acuerdo?
-No nos interesa – habló cortante Aria desde el otro lado de la habitación.
-Igual lo haré, aunque doña amargura no quiera – Lexi hizo una mueca sacando la lengua hacia la dirección de la oji azul, quién solo volteó los ojos ante tal comportamiento tan infantil. La rubia se giró hacia la joven pelinegra –A ver pequeña…Tú eres una psíquica, quizás no muy desarrollada pero tienes un “don”, bueno, pues yo también tengo un don…algo menos genial que lo tuyo, pero no me quejo.
-No es tan genial que digamos
-¿Estás bromeando? Puedes hablar con seres de otro plano. ¡Eso es asombroso!
-Sí, pero si eres una niña tienes miedo…
-Bueno, creo que tienes razón… en fin, te seguía hablando mí. Perdón pero esta vez, exigiré un poco de protagonismo. Verás, yo soy lo que se conoce como una persona “empática”
-Eso no es algo tan extraordinario – Aria no lo había dicho tan fuerte, pero igual se escuchó. Había sido un golpe certero hacia la rubia.
-Para ti lo sería, a veces me pregunto si tienes corazón de hielo o simplemente no lo tienes… Ah no, espera…Ahí está – dijo divertida Lexi recibiendo una mirada completamente enfadada de Aria –No te enfades, solo bromeo. En fin, sí, sé que no es algo totalmente extraordinario, pero en mi caso es un poco más especial…yo soy capaz de compartir las emociones o vivencias de las otras personas, puedo sentir lo que ellos sienten o si tienen algún problema puedo ayudarlos, sea atreves del contacto- Lexi alzó sus manos que aún sujetaban a las de Nylah –O simplemente, observándolas…
-Por eso me preguntaste si estaba bien hace un rato ¿verdad?- la rubia sonrió
-Exacto. Por suerte aprendí a controlarlo. Mi tío es psíquico y aprendí mucho de él, puedo ayudarte a controlar esto, sí lo deseas… -Los ojos caramelos de Nylah la examinaron unos segundos con un poco de desconfianza.
-¿En verdad, podrías?
-Si me dejas, sí. De todas formas, estoy de acuerdo contigo, esta casa tiene algo distinto…también lo sentí desde que entré y estoy de acuerdo con ustedes, así que… ¿puedo acompañarlas a la biblioteca? – Nylah le dirigió una mirada a Aria, intentaba convencerla…
-Supongo – suspiró la joven.
-¡Genial! Entonces… ¿vamos?
Y la puerta volvió a sonar. Esta vez certeros toques.
-Adelante – dijo Nylah desde su lugar. Y la puerta se abrió dejando ver a Gin seguido de los otros dos chicos.
-Uy, tenemos vista – rio por lo bajo Lexi -¿Y a qué se debe el honor, caballeros? – dijo en tono coqueto y alegre mientras se levantaba a su encuentro.
-Pues venimos a jugar cartas y no aceptaré un no como respuesta. Ya he tenido muchos por parte de estos dos…-
-Bueno, creo que la biblioteca tendrá que esperar – soltó Nylah, conocía al albino, y él decía que no aceptaba un no, era exactamente ello.
-Bien, iré a llamar a las otras chicas. ¿Y por qué no llaman a los otros dos? Será divertido si hacemos competencia- animó la rubia… y así lo hicieron.
Minutos después, un Blacke entraba halando de un Yuu regañadientes, una adormitada Saori entraba junto de una inexpresiva Coss y todos se sentaban en medio de la habitación, en un círculo en el suelo.
-Jugaremos Ginker
-¿Qué es Ginker? – preguntó Lexi.
-Oh, es algo así como el póker pero con las reglas de Gin – explicó Nylah
-Gracias querida asistente...pero en esta oportunidad, creo que debemos hacer parejas porque las cartas no alcanzaran. – Lexi le dirigió una mirada pícara al albino y sonrío divertida.
-Es buena idea, yo creo que puedo ayudar en eso – habló animada.
--------------------------------------
Ok, falta para la cena~ Había que hacer que hagan algo!
-¿No me dejarás pasar hasta que te diga verdad? – la pelinegra solo le dedicó una mirada la cual a petiza entendió perfectamente. –Bien, de acuerdo…pero déjame cambiarme, ¿sí? - Aria se movió un poco dejando un espacio para que la muchacha pase por allí, y eso hizo, mientras ella se dirigía hacia su cama. Hubo segundos de silencio, mientras la más pequeña sacaba su ropa y disponía a cambiarse. Segundos que se volvieron minutos, y eso no lo soportaba, cuando ella quería una respuesta, la tenía, no era de las que esperaran pacientes… Iba a soltar un carraspeo para hacer notar su fastidio pero Nylah la interrumpió con una pregunta que la descuadró completamente.
-¿Crees en fantasmas? – Aria alzó una ceja.
-¿Disculpa?
-Ya sabes, fantasmas, almas en pena, cosas paranormales ¿crees en ello? – La pelinegra examinó a su compañera de enfrente, ¿era enserio esa pregunta o le estaba tomando el pelo? Buscó en el rostro de la joven Campbell alguna señal de risas o algo, pero la seriedad en su rostro era incluso, hasta extraña. Era enserio. Ella asintió.
-Se podría decir que no niego su existencia, sé que existen pero no he sido capaz de experimentar algo similar como para darlo por hecho.
-Ya veo – la joven de ojos caramelos bajó la mirada hacia la toalla que había estado usando para secar su cabello, dudando si lo que iba a hacer era lo correcto o no…
-¿Por qué la pregunta?- Nylah miró a Aria, parecía interesada.
-¿Qué pasaría si te digo que yo soy capaz de ver y sentir cosas paranormales? – Aria volvió a hacer un gesto con las cejas. No le gustaba que le respondieran con otra pregunta, sin embargo, aquella la había hecho pensar…
-¿Lo haces? – Nylah asintió.
-Desde que era pequeña…
-Pero… ¿Cómo? ¿Lo controlas?
-No es exactamente algo que controle, simplemente está allí.- La joven se acomodó en su cama, ya estaba cambiada, salvo por el cabello que lo llevaba suelto, porque seguía húmedo. –Aprendí a vivir con ello, antes era solo sentir presencias y esas cosas…pero cuando empezaron a aparecer delante de mí y a intentar comunicarse, busqué ayuda…o bueno, algo así. No es algo que me guste mucho que digamos, y tampoco es de todos los días, es solo cuando ellos quieren comunicarse…por así decirlo. El problema, es que desde que pisé esta casa sentí que algo no estaba bien, pero pensé que era solo mi imaginación…
-¿Por eso recomendaste que no nos separáramos?
-Se podría decir, pero…a decir verdad creo que es solo mi paranoia – soltó una risa nerviosa –No quiero alertar a los demás por cosas que no estoy segura, por eso quería averiguar si en la biblioteca podría encontrar algo referente a esta casa, a lo mejor eso me ayuda un poco a calmarme. No veo a los demás inquietos, así que creo que soy yo.- hubo un silencio…
-¿Te sentirás mejor si vamos a la biblioteca? – Nylah la observó un poco atónita. Aria había sido la primera persona que al enterarse de su “don” no había dudado o cuestionado demasiado y eso, le sorprendió.
-Se podría decir que sí, pero no quiero incomodarte….
-De acuerdo. Vamos…- Al acabar la frase, se escuchó un pequeño golpe en la puerta y ambas se giraron hacia allí. Se dedicaron una mirada rápida antes de que Aria se levantara y se acercara con cautela hacia la puerta…muy suavemente colocó su mano en la perilla y la giró, abriendo de un tirón la puerta.
-¡Tú!
•••
-¿Quieren jugar cartas? - había repetido el albino por sexta vez en el trascurso de diez minutos. Matt volvió a negar con la mano, tenía la cabeza metida debajo de su almohada e intentaba conciliar un poco de sueño.
-¡Que aburrido!
-¿Por qué no le dices a alguien más?
-La sirena está tomando un baño de dos horas y los demás, no abren su puerta. Creo que iré dónde las chicas… - ante aquellas palabras, el joven peli rosa sacó la cabeza de la almohada y se sentó casi por impulso.
-Ah claro, ahora sí te animas…- se burló el joven, recibiendo un almohadazo directo en el rostro. Sky por su parte, salía de la ducha con una toalla secándose el cabello.
-¿Cuántas veces al día tomas un baño? – El moreno lo observó meditando…
-Las que sean necesarias.
-Vaya… Entonces ¿Juegan o vamos con las chicas? – preguntó con una gran sonrisa el joven. Ambos amigos se miraron. Matt soltó un suspiro.
-Salgo y vamos – dijo mientras entraba al baño cerrando la puerta tras de sí. Se colocó delante del espejo con las manos apoyadas en el lavabo. En verdad sentía que algo no cuadraba pero no quería pensar que era “eso”. Mojó su cara y recorrió la vista por el baño, pese a ser antiguo poseía algunas cosas modernas… salvo el espejo, aquel típico espejo frente al lavabo…de seguro era de aquellos en los que podías abrir y guardar cosas en el interior… Matt estiró la mano y aló el marco de aquel espejo y efectivamente, se abría dejando ver unos pequeños estantes…vacíos por supuesto. El joven soltó una risa casi sin gracia. Era tan cliché… y se dispuso a cerrar…cuando de pronto…
Su rostro pálido y sus ojos con la mirada que detonaba advertencia. -“NO” –
Abrió los ojos de sorpresa y contuvo el aliento. Esta vez no podía atribuirle aquello a su imaginación. La había visto. Justo detrás de él…una niña pequeña de cabellos ondulados y con vestido de época…. Y también la había escuchado. Se giró rápidamente, pero se encontró con un espacio vacío. Se detuvo un segundo…sabía lo que tenía que hacer.
-¿Estás ahí? ¿Necesitas algo? – preguntó, pero sus palabras quedaron en el aire, no hubo respuesta alguna. Usualmente aquellos que se le presentan, es porque necesitan de su ayuda o buscan la forma de comunicarse… ¿por qué ella no? Quizás no estaba lista…
-¡Oye fresita, apura o nos vamos sin ti!- la voz de Gin atreves de la puerta lo hizo despabilar, ya luego investigaría al respecto, ahora lo mejor era no alertar a ninguno de sus compañeros… pues en primera ninguno lo entendería y no querría malograrles el viaje.
•••
-Lo siento mucho, iba a entrar pero no quería interrumpir – Lexi entró y cerró la puerta tras de sí, parecía un poco afligida por haber sido sorprendida escuchando tras la puerta.
-¿Oíste algo? – preguntó Nylah con algo de temor, no quería que nadie más se enterara al respecto, no quería molestar al resto ni mucho menos fastidiarles el viaje.
-No puedo mentir, escuché todo.
-Espiar no es correcto – sentenció Aria con una mirada de reproche.
-Lo sé, pero la conversación parecía muy interesante como para contarla ¿qué te puedo decir? No quería ser mal educada e interrumpir, estaba entre la espada y la pared…pero me alegra haberlo hecho – la joven se acercó a Nylah que la miraba algo extrañada, se sentó delante de ella y cogió sus manos, mientras dibujaba una sonrisa en sus labios.
-Lo sé…puedo ver que algo te inquieta.
-¿Disculpa? – Nylah se sorprendió. -¿Es una broma?
-No corazón, no podría bromear con algo así. Pero ya que escuché una conversación privada sin querer, les diré una confesión para estar iguales. ¿De acuerdo?
-No nos interesa – habló cortante Aria desde el otro lado de la habitación.
-Igual lo haré, aunque doña amargura no quiera – Lexi hizo una mueca sacando la lengua hacia la dirección de la oji azul, quién solo volteó los ojos ante tal comportamiento tan infantil. La rubia se giró hacia la joven pelinegra –A ver pequeña…Tú eres una psíquica, quizás no muy desarrollada pero tienes un “don”, bueno, pues yo también tengo un don…algo menos genial que lo tuyo, pero no me quejo.
-No es tan genial que digamos
-¿Estás bromeando? Puedes hablar con seres de otro plano. ¡Eso es asombroso!
-Sí, pero si eres una niña tienes miedo…
-Bueno, creo que tienes razón… en fin, te seguía hablando mí. Perdón pero esta vez, exigiré un poco de protagonismo. Verás, yo soy lo que se conoce como una persona “empática”
-Eso no es algo tan extraordinario – Aria no lo había dicho tan fuerte, pero igual se escuchó. Había sido un golpe certero hacia la rubia.
-Para ti lo sería, a veces me pregunto si tienes corazón de hielo o simplemente no lo tienes… Ah no, espera…Ahí está – dijo divertida Lexi recibiendo una mirada completamente enfadada de Aria –No te enfades, solo bromeo. En fin, sí, sé que no es algo totalmente extraordinario, pero en mi caso es un poco más especial…yo soy capaz de compartir las emociones o vivencias de las otras personas, puedo sentir lo que ellos sienten o si tienen algún problema puedo ayudarlos, sea atreves del contacto- Lexi alzó sus manos que aún sujetaban a las de Nylah –O simplemente, observándolas…
-Por eso me preguntaste si estaba bien hace un rato ¿verdad?- la rubia sonrió
-Exacto. Por suerte aprendí a controlarlo. Mi tío es psíquico y aprendí mucho de él, puedo ayudarte a controlar esto, sí lo deseas… -Los ojos caramelos de Nylah la examinaron unos segundos con un poco de desconfianza.
-¿En verdad, podrías?
-Si me dejas, sí. De todas formas, estoy de acuerdo contigo, esta casa tiene algo distinto…también lo sentí desde que entré y estoy de acuerdo con ustedes, así que… ¿puedo acompañarlas a la biblioteca? – Nylah le dirigió una mirada a Aria, intentaba convencerla…
-Supongo – suspiró la joven.
-¡Genial! Entonces… ¿vamos?
Y la puerta volvió a sonar. Esta vez certeros toques.
-Adelante – dijo Nylah desde su lugar. Y la puerta se abrió dejando ver a Gin seguido de los otros dos chicos.
-Uy, tenemos vista – rio por lo bajo Lexi -¿Y a qué se debe el honor, caballeros? – dijo en tono coqueto y alegre mientras se levantaba a su encuentro.
-Pues venimos a jugar cartas y no aceptaré un no como respuesta. Ya he tenido muchos por parte de estos dos…-
-Bueno, creo que la biblioteca tendrá que esperar – soltó Nylah, conocía al albino, y él decía que no aceptaba un no, era exactamente ello.
-Bien, iré a llamar a las otras chicas. ¿Y por qué no llaman a los otros dos? Será divertido si hacemos competencia- animó la rubia… y así lo hicieron.
Minutos después, un Blacke entraba halando de un Yuu regañadientes, una adormitada Saori entraba junto de una inexpresiva Coss y todos se sentaban en medio de la habitación, en un círculo en el suelo.
-Jugaremos Ginker
-¿Qué es Ginker? – preguntó Lexi.
-Oh, es algo así como el póker pero con las reglas de Gin – explicó Nylah
-Gracias querida asistente...pero en esta oportunidad, creo que debemos hacer parejas porque las cartas no alcanzaran. – Lexi le dirigió una mirada pícara al albino y sonrío divertida.
-Es buena idea, yo creo que puedo ayudar en eso – habló animada.
--------------------------------------
Ok, falta para la cena~ Había que hacer que hagan algo!
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 30/05/1995
Mi llegada : 27/12/2009
Mis Mensajes : 2481
241 1689
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
*Music on* *Evil and Madness on too* (???
- Oh... - Gin la miró cómplice. - Entonces... ¿Te dejamos los honores?
- Es sencillo. - Se levantó un momento para buscar entre sus cosas. Regresando pronto con una bolsita de tela. - Aquí hay fichas, dónde se repite el color dos veces. - Sonrió. - Primero necesito que los chicos tomen un color cada uno.
- Entiendo para dónde va esto. - Yuu suspiró, siendo obligado a integrarse a ello por la misma rubia que insistió para que tomara un color. Después de que los chicos terminaran aquello, fue el turno de las chicas; quienes accedieron simplemente por no echar a perder el ánimo. Aunque Aria fue complicada de convencer, al final terminó accediendo. Distraerse un momento con algo como eso tampoco la iba a matar.
- Ahora que estamos ~ - Sonrió Gin. - Voy a explicar las reglas. Por favor sientense con su compañero. - Pidió. Unos no se lo pensaron dos veces y otros dudaron. Pues los grupos no terminaron siendo del agrado especial de todos.
Lexi - Skyler.
Cosette - Yuu.
Nylah - Mattheus.
Saori - Gin.
Aria - Blacke.
En realidad, los tres primeros no tuvieron mucho problema, fueron los otros dos.
- Vamos, Saori - Gin palmó el lugar a lado suyo. - No muerdo. - Canturreó. Pero Saori solo estaba acostumbrada a los del club y por eso con ellos a veces podía ser un poco más abierta, pero justamente le tocó con alguien que no conocía. Por lo que, realmente no estaba segura de moverse de dónde estaba. - Oh, bien. - Gin se levantó y se colocó a su lado. Lo mismo que le tocó hacer a Blacke por la actitud testaruda de su compañera. - ¿Ves? No muerdo. - Ella simplemente bajó la mirada, el chico no conocía el espacio personal, y parecía importarle poco su incomodidad. - Pasemos a las reglas. - Comenzó a barajar las cartas.
- ¿Has jugado antes esto? - Preguntó Matt a su compañera.
- Algo así... - Se encogió de hombros. - Tu sabes, de todas maneras... Las reglas siempre cambian.
- Eso es lo que me inquieta...
- Esto es emocionante ¿No crees? - Le preguntó Lexi a un Sky que como siempre parecía estar en otro mundo, gracias a su impasibilidad. - ¿Eres bueno? - A ello el moreno la observó. - En el póker.
- Nunca antes he jugado. - Negó.
- Aquí aprendes. Aunque algo me dice que será diferente. - Le restó importancia. Había algo que le intrigaba sobe el muchacho, y era, que por alguna razón, a él no podía leerlo como a los demás.
- Si alguna vez han jugado póker, sabrán que esto se trata de actitud. - Comenzó Gin llamando la atención de los demás. - Pero como tengo una persona un poco nerviosa conmigo, tendré que cambiar las cosas un poco.
- ¿Eh? - Saori quedó de piedra. Ella sabía eso, pero él lo recalcaba como si nada.
- ¡Eso es trampa! - Le recriminó Nylah, señalándolo.
- Es Ginker, tengo que tratar de que las cosas vayan en orden por el bien común.
- Por tu bien querrás decir. - Se unió Lexi con los brazos cruzados. Aria volteaba la mirada a los comentarios sin sentido.
- Oh, no, no. Realmente no me importa perder. - Negó. - Pero, en serio ¿Quieren que pierda? - Señaló a la peli rosa. - Solo mírenla. Tan desprotegida y adorable. ¿No pueden tener algo de compasión?
- Psicología inversa ¿Eh? - Dijo Matt comprendiendo por donde iba el asunto, su espíritu competitivo había comenzado a aflorar. Y aunque Aria no había dicho palabra aquello había empezado a interesarle. Así mismo como a los demás concursantes.
- Básicamente, la mano lo es todo, solo se puede hacer un cambio, y hay que buscar la manera de hacer que los demás abandonen al no tener cómo refutar. - Dejó de barajar las cartas. - ¿Comenzamos? - No tardó en repartir. Y los demás las tomaban sin pensarlo mucho.
- Por cierto... - Lexi tomó la palabra. - No tenemos fichas que apostar... - A eso Nylah comenzó a hacer señas para que callase. Lo cual no resultó. - ¿Qué usamos?
- Pues... - El albino quedó pensativo. - ¿Qué tal prendas? - Sonrió.
- ¡¿Qué?! - El coro casi gritado de la mayoría dejó un silencio incómodo tras de sí.
- Pues que no hay fichas, y no creo que apostar nuestro dinero sea una opción. - Explicó. - Mostrar un poco no los matará, ya nos hemos visto en traje de baño ¿No? - Entonces, un almohadazo fue a su rostro, y él conocía aquella fuerza, por lo que su mirada se dirigió directamente a la pelinegra. - ¿Te avergüenza? - Se burló regresando el objeto que no tardó en volver.
- No es tanto por mí. - Tranquila señaló a una muy sonrojada Saori, una Aria que miraba al suelo, y una Coss muda, más de lo normal... Más bien atónita... ya me entienden (?.
- Pues yo no tengo problemas. - Dijo Lexi, sin cambiar expresión. - De hecho es interesante, todos salimos ganando.
- A mi no me convence. - Dijo Matt frunciendo el ceño. No se trataba de que si a él le molestaba o no, era que sus compañeras no estarían cómodas con ello, de hecho muchos de sus compañeros tampoco lo estarían.
- Jo... - Gin sonrió de una manera que nunca esperarían los demás, excepto quienes le conocían. Sin duda, era una sonrisa de maldad, que escondía más de una intención venenosa tras esta. - ¿Huelo miedo? No te recordaba así...
- No es eso...
- Gallina.
- Que no es...
- Cobarde.
- Ya te dije...
- Panda... - Se entrometió Sky, a lo que le quedaron mirando. - No lo han visto en modo Po.
- ¿Gordo? - Gin giró la cabeza, pues aquello salió en referencia al personaje.
El peli rosa suspiró pesadamente.
- Como sea la cosa es que...
- Acepto. - Se arriesgó Aria, pues todas esas palabras de denigración no solo estaban dirigidas a el muchacho, sino a todos los que estaban a punto de renunciar. Sky abrió los ojos perplejos, y con la mirada trato de hacer señas para que no se dejara llevar, tarde fue cuando ella lo vio y escucharon otra voz.
- Igual yo. - Nylah se prometió a sí misma que lo haría pagar por ello, pero en ese momento no dejaría que hablara por hablar.
- E-Entonces... - Saori tomó la palabra nerviosa, se estaba dejando influenciar aunque aquello no terminara de agradarle. - Yo también...
- Ese es el entusiasmo. - Animó el albino, quien sonrió victorioso. Matt suspiró, y terminó aceptando, al ver que los demás así lo hicieron. Pero algo estaba claro desde que había conocido al chico, y es que, no era bueno dejarse llevar por sus juegos.
Está quedando demasiado largo, mejor se lo dejo al que siga xDD
así sea una pequeña parte, no me importa continuar con esta locura por un rato, me voy a reír (?
Pd: Las parejas fueron escogidas por un generador, yo no hice nada (?
- Oh... - Gin la miró cómplice. - Entonces... ¿Te dejamos los honores?
- Es sencillo. - Se levantó un momento para buscar entre sus cosas. Regresando pronto con una bolsita de tela. - Aquí hay fichas, dónde se repite el color dos veces. - Sonrió. - Primero necesito que los chicos tomen un color cada uno.
- Entiendo para dónde va esto. - Yuu suspiró, siendo obligado a integrarse a ello por la misma rubia que insistió para que tomara un color. Después de que los chicos terminaran aquello, fue el turno de las chicas; quienes accedieron simplemente por no echar a perder el ánimo. Aunque Aria fue complicada de convencer, al final terminó accediendo. Distraerse un momento con algo como eso tampoco la iba a matar.
- Ahora que estamos ~ - Sonrió Gin. - Voy a explicar las reglas. Por favor sientense con su compañero. - Pidió. Unos no se lo pensaron dos veces y otros dudaron. Pues los grupos no terminaron siendo del agrado especial de todos.
Lexi - Skyler.
Cosette - Yuu.
Nylah - Mattheus.
Saori - Gin.
Aria - Blacke.
En realidad, los tres primeros no tuvieron mucho problema, fueron los otros dos.
- Vamos, Saori - Gin palmó el lugar a lado suyo. - No muerdo. - Canturreó. Pero Saori solo estaba acostumbrada a los del club y por eso con ellos a veces podía ser un poco más abierta, pero justamente le tocó con alguien que no conocía. Por lo que, realmente no estaba segura de moverse de dónde estaba. - Oh, bien. - Gin se levantó y se colocó a su lado. Lo mismo que le tocó hacer a Blacke por la actitud testaruda de su compañera. - ¿Ves? No muerdo. - Ella simplemente bajó la mirada, el chico no conocía el espacio personal, y parecía importarle poco su incomodidad. - Pasemos a las reglas. - Comenzó a barajar las cartas.
- ¿Has jugado antes esto? - Preguntó Matt a su compañera.
- Algo así... - Se encogió de hombros. - Tu sabes, de todas maneras... Las reglas siempre cambian.
- Eso es lo que me inquieta...
- Esto es emocionante ¿No crees? - Le preguntó Lexi a un Sky que como siempre parecía estar en otro mundo, gracias a su impasibilidad. - ¿Eres bueno? - A ello el moreno la observó. - En el póker.
- Nunca antes he jugado. - Negó.
- Aquí aprendes. Aunque algo me dice que será diferente. - Le restó importancia. Había algo que le intrigaba sobe el muchacho, y era, que por alguna razón, a él no podía leerlo como a los demás.
- Si alguna vez han jugado póker, sabrán que esto se trata de actitud. - Comenzó Gin llamando la atención de los demás. - Pero como tengo una persona un poco nerviosa conmigo, tendré que cambiar las cosas un poco.
- ¿Eh? - Saori quedó de piedra. Ella sabía eso, pero él lo recalcaba como si nada.
- ¡Eso es trampa! - Le recriminó Nylah, señalándolo.
- Es Ginker, tengo que tratar de que las cosas vayan en orden por el bien común.
- Por tu bien querrás decir. - Se unió Lexi con los brazos cruzados. Aria volteaba la mirada a los comentarios sin sentido.
- Oh, no, no. Realmente no me importa perder. - Negó. - Pero, en serio ¿Quieren que pierda? - Señaló a la peli rosa. - Solo mírenla. Tan desprotegida y adorable. ¿No pueden tener algo de compasión?
- Psicología inversa ¿Eh? - Dijo Matt comprendiendo por donde iba el asunto, su espíritu competitivo había comenzado a aflorar. Y aunque Aria no había dicho palabra aquello había empezado a interesarle. Así mismo como a los demás concursantes.
- Básicamente, la mano lo es todo, solo se puede hacer un cambio, y hay que buscar la manera de hacer que los demás abandonen al no tener cómo refutar. - Dejó de barajar las cartas. - ¿Comenzamos? - No tardó en repartir. Y los demás las tomaban sin pensarlo mucho.
- Por cierto... - Lexi tomó la palabra. - No tenemos fichas que apostar... - A eso Nylah comenzó a hacer señas para que callase. Lo cual no resultó. - ¿Qué usamos?
- Pues... - El albino quedó pensativo. - ¿Qué tal prendas? - Sonrió.
- ¡¿Qué?! - El coro casi gritado de la mayoría dejó un silencio incómodo tras de sí.
- Pues que no hay fichas, y no creo que apostar nuestro dinero sea una opción. - Explicó. - Mostrar un poco no los matará, ya nos hemos visto en traje de baño ¿No? - Entonces, un almohadazo fue a su rostro, y él conocía aquella fuerza, por lo que su mirada se dirigió directamente a la pelinegra. - ¿Te avergüenza? - Se burló regresando el objeto que no tardó en volver.
- No es tanto por mí. - Tranquila señaló a una muy sonrojada Saori, una Aria que miraba al suelo, y una Coss muda, más de lo normal... Más bien atónita... ya me entienden (?.
- Pues yo no tengo problemas. - Dijo Lexi, sin cambiar expresión. - De hecho es interesante, todos salimos ganando.
- A mi no me convence. - Dijo Matt frunciendo el ceño. No se trataba de que si a él le molestaba o no, era que sus compañeras no estarían cómodas con ello, de hecho muchos de sus compañeros tampoco lo estarían.
- Jo... - Gin sonrió de una manera que nunca esperarían los demás, excepto quienes le conocían. Sin duda, era una sonrisa de maldad, que escondía más de una intención venenosa tras esta. - ¿Huelo miedo? No te recordaba así...
- No es eso...
- Gallina.
- Que no es...
- Cobarde.
- Ya te dije...
- Panda... - Se entrometió Sky, a lo que le quedaron mirando. - No lo han visto en modo Po.
- ¿Gordo? - Gin giró la cabeza, pues aquello salió en referencia al personaje.
El peli rosa suspiró pesadamente.
- Como sea la cosa es que...
- Acepto. - Se arriesgó Aria, pues todas esas palabras de denigración no solo estaban dirigidas a el muchacho, sino a todos los que estaban a punto de renunciar. Sky abrió los ojos perplejos, y con la mirada trato de hacer señas para que no se dejara llevar, tarde fue cuando ella lo vio y escucharon otra voz.
- Igual yo. - Nylah se prometió a sí misma que lo haría pagar por ello, pero en ese momento no dejaría que hablara por hablar.
- E-Entonces... - Saori tomó la palabra nerviosa, se estaba dejando influenciar aunque aquello no terminara de agradarle. - Yo también...
- Ese es el entusiasmo. - Animó el albino, quien sonrió victorioso. Matt suspiró, y terminó aceptando, al ver que los demás así lo hicieron. Pero algo estaba claro desde que había conocido al chico, y es que, no era bueno dejarse llevar por sus juegos.
Está quedando demasiado largo, mejor se lo dejo al que siga xDD
así sea una pequeña parte, no me importa continuar con esta locura por un rato, me voy a reír (?
Pd: Las parejas fueron escogidas por un generador, yo no hice nada (?
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Movió sus cartas, acomodándolas en su baraja y alzó una ceja mientras inspeccionaba el rostro de sus compañeros… Aquella ronda había recién iniciado, pero se podía sentir la tensión en el ambiente… Las miradas de los jóvenes pasaban de uno a otro. Ninguno estaba dispuesto a perder, había mucho en juego. Lexi sonrío divertida mientras alzaba sus cartas para ella, tenía la mirada fija en el chico peli blanco frente a ella. Gin parecía relajado ante su actual baraja, pero la joven a su costado no parecía haber captado del todo las reglas y se encontraba algo nerviosa.
-Cálmate…- susurró el peliblanco –Aquí el truco es actuar confiado, descuida, no perderemos- con aquellas palabras la peli rosa pareció relajarse un poco y le dedicó una ligera sonrisa al muchacho. La vista de Gin chocó con la de Nylah, quién sonreía tiernamente, había visto cómo había tranquilizado a su compañera y eso le había enternecido. Gin le sonrío amablemente y fue allí en dónde la mirada de la joven cambió a una casi desafiante y él le respondió de igual forma. Nylah se acercó más a su compañero para examinar las cartas que tenía, eso la tranquilizó. Matt había bajado la baraja hacia su compañera y aprovechó ese instante para dedicarle una mirada a su amigo, Sky parecía bastante entretenido en lo que observaba. Matt había jurado, que por un instante lo había visto dibujar una sonrisa en los labios, intentó seguirle la mirada, pero en ese momento Nylah llamó su atención para preguntarle algo.
La mirada del moreno se había enfocado en la actitud de cierta pelinegra, quién no apartaba la vista de su baraja, mientras su compañero parecía más entretenido en filmar las reacciones de todos en la sala. Si bien era cierto, a ella no le había interesado lo más mínimo entrar en esa absurda apuesta, ya estaba en ella y no pensaba perder. Aria siempre ganaba y ese juego no sería la excepción. Blacke, por su lado había logrado captar la reacción de todos, pero su último enfoque había sido cierta pareja silenciosa… Yuu y Coss. En realidad, había sido una sorpresa que les haya tocado juntos, pero parecían entenderse entre su silencio. Coss observaba las cartas que tenía Yuu en las manos y asentía de vez en cuando a lo que él decía. Yuu por su lado, parecía no estar tan arisco como siempre.
-Y bien…- las palabras de Gin rompió el silencio que se había efectuado ante la entrega de las cartas… -Empecemos-
El sonido del reloj, la saliva que pasaba por la garganta de alguien, las gotas de sudor frío en la frente de otro, el pequeño gritillo que se ahogó en la garganta de Saori ante las palabras, la tensión en el aire…
Toc Toc Toc
- ¡Oh bendita puerta! – saltó Lexi. Un suspiro de alivio colectivo se liberó en el ambiente.
- ¿Y si la ignoramos? – sugirió la rubia con un pequeño puchero.
-Sería una total falta de respeto – habló Gin con una voz de mala imitación de alguien “estricto” y un dejo de diversión.
-Bueno…- la rubia se levantó y se acercó a la puerta, dejando ver al mayordomo. A la petiza le recorrió un pequeño escalofrío al recordar su anterior “visión” y se pegó un poco más a Matt, que se encontraba a su lado y en perspectiva, la ocultaba. Aquello no fue desapercibido por el peli rosa, pero se ahorró la pregunta para después.
-Oh, qué bueno que los encuentro a todos juntos – habló el hombre con amabilidad. –No los encontraban por ningún lado, y nos preocupó un poco.
-Lo sentimos, solo estábamos pasando tiempo de calidad. - habló la joven en la puerta.
-Entiendo perfectamente.
- ¿Se le ofrecía algo?
-Oh, cierto… veníamos a decirle que la cena ya está lista. Si son tan amables de acompañarme, los esperaré en el pasillo para conducirlos al comedor principal – Sin más, él hombre retrocedió y salió de la habitación cerrando la puerta.
-Bueno, creo que dejaremos el juego para después – había dicho con cierta tristeza en la voz. Pero aquellas palabras, fueron llaves de libertad para algunos en esa habitación. Saori se puso rápidamente de pie y salió al pasillo junto con Aria y Yuu, Cossett lo siguió y posteriormente todos los demás, quedándose al final una de las parejas de juego.
-Oye, petiza…- la pelinegra alzó la vista hacia el teñido.
-Dime.
- ¿Pasó algo con respecto al señor Patrick? – la joven abrió un poco los ojos por la inesperada pregunta.
-Eh…no, ¿por qué lo dices?
-Solo me pareció. – el joven se dio media vuelta hacia la puerta. –Pero si pasa algo, puedes decirme ¿de acuerdo? Si te molesta algo, no debes ocultarlo. – Y sin más salió. Nylah se quedó un poco pensativa y esfumó aquellos pensamientos con un simple movimiento de cabeza, antes de seguir al resto.
La cena había sido un real banquete, los muchachos tomaron asiento a lo largo de la mesa y empezaron a degustar los diversos platillos. Al finalizar, Gin había propuesto seguir con el juego, pero inmediatamente Nylah y Aria se negaron. Ellas tenían algo en mente y lo iban a cumplir, pese a las insistencias del albino lograron zafar cuando Lexi se las llevó de allí casi a rastras. El resto del grupo, prefirió irse a explorar.
Y allí se encontraban nuevamente, frente a la puerta de la biblioteca. Nylah se dio valor a sí misma, no sabía que podría encontrar tras esas puertas. Aria abrió la puerta y entraron hacia el gran salón.
- ¿Y bien? ¿Por dónde empezamos? – preguntó Lexi. Nylah cerró los ojos e intentó sentir alguna presencia, pero no lo logró.
-Lo siento, no tengo ninguna pista.
-Bueno, creo que iniciaremos a la antigua – Aria se dirigió al primer estante. Y las demás la siguieron.
----------------------------------------------
Oky, nos libramos del GINKER por un tiempito~
-Cálmate…- susurró el peliblanco –Aquí el truco es actuar confiado, descuida, no perderemos- con aquellas palabras la peli rosa pareció relajarse un poco y le dedicó una ligera sonrisa al muchacho. La vista de Gin chocó con la de Nylah, quién sonreía tiernamente, había visto cómo había tranquilizado a su compañera y eso le había enternecido. Gin le sonrío amablemente y fue allí en dónde la mirada de la joven cambió a una casi desafiante y él le respondió de igual forma. Nylah se acercó más a su compañero para examinar las cartas que tenía, eso la tranquilizó. Matt había bajado la baraja hacia su compañera y aprovechó ese instante para dedicarle una mirada a su amigo, Sky parecía bastante entretenido en lo que observaba. Matt había jurado, que por un instante lo había visto dibujar una sonrisa en los labios, intentó seguirle la mirada, pero en ese momento Nylah llamó su atención para preguntarle algo.
La mirada del moreno se había enfocado en la actitud de cierta pelinegra, quién no apartaba la vista de su baraja, mientras su compañero parecía más entretenido en filmar las reacciones de todos en la sala. Si bien era cierto, a ella no le había interesado lo más mínimo entrar en esa absurda apuesta, ya estaba en ella y no pensaba perder. Aria siempre ganaba y ese juego no sería la excepción. Blacke, por su lado había logrado captar la reacción de todos, pero su último enfoque había sido cierta pareja silenciosa… Yuu y Coss. En realidad, había sido una sorpresa que les haya tocado juntos, pero parecían entenderse entre su silencio. Coss observaba las cartas que tenía Yuu en las manos y asentía de vez en cuando a lo que él decía. Yuu por su lado, parecía no estar tan arisco como siempre.
-Y bien…- las palabras de Gin rompió el silencio que se había efectuado ante la entrega de las cartas… -Empecemos-
El sonido del reloj, la saliva que pasaba por la garganta de alguien, las gotas de sudor frío en la frente de otro, el pequeño gritillo que se ahogó en la garganta de Saori ante las palabras, la tensión en el aire…
Toc Toc Toc
- ¡Oh bendita puerta! – saltó Lexi. Un suspiro de alivio colectivo se liberó en el ambiente.
- ¿Y si la ignoramos? – sugirió la rubia con un pequeño puchero.
-Sería una total falta de respeto – habló Gin con una voz de mala imitación de alguien “estricto” y un dejo de diversión.
-Bueno…- la rubia se levantó y se acercó a la puerta, dejando ver al mayordomo. A la petiza le recorrió un pequeño escalofrío al recordar su anterior “visión” y se pegó un poco más a Matt, que se encontraba a su lado y en perspectiva, la ocultaba. Aquello no fue desapercibido por el peli rosa, pero se ahorró la pregunta para después.
-Oh, qué bueno que los encuentro a todos juntos – habló el hombre con amabilidad. –No los encontraban por ningún lado, y nos preocupó un poco.
-Lo sentimos, solo estábamos pasando tiempo de calidad. - habló la joven en la puerta.
-Entiendo perfectamente.
- ¿Se le ofrecía algo?
-Oh, cierto… veníamos a decirle que la cena ya está lista. Si son tan amables de acompañarme, los esperaré en el pasillo para conducirlos al comedor principal – Sin más, él hombre retrocedió y salió de la habitación cerrando la puerta.
-Bueno, creo que dejaremos el juego para después – había dicho con cierta tristeza en la voz. Pero aquellas palabras, fueron llaves de libertad para algunos en esa habitación. Saori se puso rápidamente de pie y salió al pasillo junto con Aria y Yuu, Cossett lo siguió y posteriormente todos los demás, quedándose al final una de las parejas de juego.
-Oye, petiza…- la pelinegra alzó la vista hacia el teñido.
-Dime.
- ¿Pasó algo con respecto al señor Patrick? – la joven abrió un poco los ojos por la inesperada pregunta.
-Eh…no, ¿por qué lo dices?
-Solo me pareció. – el joven se dio media vuelta hacia la puerta. –Pero si pasa algo, puedes decirme ¿de acuerdo? Si te molesta algo, no debes ocultarlo. – Y sin más salió. Nylah se quedó un poco pensativa y esfumó aquellos pensamientos con un simple movimiento de cabeza, antes de seguir al resto.
La cena había sido un real banquete, los muchachos tomaron asiento a lo largo de la mesa y empezaron a degustar los diversos platillos. Al finalizar, Gin había propuesto seguir con el juego, pero inmediatamente Nylah y Aria se negaron. Ellas tenían algo en mente y lo iban a cumplir, pese a las insistencias del albino lograron zafar cuando Lexi se las llevó de allí casi a rastras. El resto del grupo, prefirió irse a explorar.
Y allí se encontraban nuevamente, frente a la puerta de la biblioteca. Nylah se dio valor a sí misma, no sabía que podría encontrar tras esas puertas. Aria abrió la puerta y entraron hacia el gran salón.
- ¿Y bien? ¿Por dónde empezamos? – preguntó Lexi. Nylah cerró los ojos e intentó sentir alguna presencia, pero no lo logró.
-Lo siento, no tengo ninguna pista.
-Bueno, creo que iniciaremos a la antigua – Aria se dirigió al primer estante. Y las demás la siguieron.
----------------------------------------------
Oky, nos libramos del GINKER por un tiempito~
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 30/05/1995
Mi llegada : 27/12/2009
Mis Mensajes : 2481
241 1689
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
*En esquina depresiva* Y el Ginker se fue a la... - Le tiran piedras (? -
Revisó su bolso de viaje una y otra vez. Estaba seguro de que lo había dejado junto a los demás, en un compartimento escondido, pero, no lo encontraba; y eso le hizo perder la calma.
- ¿Qué pasa? - Preguntó Matt. Gin giró el rostro dejando lo que estaba haciendo, regresando a un estado tranquilo, y volviendo a guardar lo que había sacado.
- Nada, simplemente parece que se me olvidó algo.
- ¿Tan importante?
- No, pero se me hizo raro no haberlo guardado. - Sonrió simplemente terminando de arreglar el pequeño alboroto que había hecho.
- ¿Es así? - Gin asintió.
- Adelántate con Sky, yo luego los alcanzo. - Hizo una pausa ante la mirada de sospecha del peli rosa. - Solo buscaré un poco más.
- Como quieras. - Matt se encogió de hombros, sabía que si Gin le decía que luego los alcanzaba, era que tenía que resolver algo.
- ¿Van a ver las pistas, verdad? - Preguntó para asegurarse. Matt asintió antes de cerrar la puerta de la habitación, a la que habían regresado justamente porque Gin les pidió que le acompañaran.
- ¿Y? - Preguntó el moreno al notar solo a su amigo.
- Algo tendrá que hacer. - Golpeó su hombro de manera amistosa para comenzar a caminar. - Vamos. Veamos si podemos aprender algunas cosas antes de las once. - Animó. Sky solo asintió impasible y continuó. La verdad, le daban curiosidad también las pistas, pero creía en un momento que en la noche se quedarían en el interior, pues le había dado curiosidad, el camino que tomaron Nylah y Aria cuando él regresaba de preguntarle a Patrick, los horarios del uso de cada zona. especialmente de las exteriores. Pero no dijo nada, por el simple hecho de que no lo creyó importante, y porque solo lograría hacer notar cada vez más el interés que tenía en Aria.
▬
Gin esperó a que Matt y Sky terminaran de pasar el pasillo para él poder salir, y suspirar con pesadez. Si no encontraba aquello, estando seguro de que lo había guardado, estaba seguro de que no había otra explicación, además de lo mismo que había ocurrido en la piscina antes de almuerzo: Lexi.
Pasó hasta las habitaciones de las chicas y una vez frente a la de quien buscaba, notó que estaba entreabierta, lo que le pareció extraño; especialmente cuando un viento helado corrió hasta su rostro "¿Tendrán alguna ventana abierta?" Se preguntó a sí mismo, y con prudencia para que no se abriera más, tocó la puerta, sin recibir respuesta, por lo que, solo la empujó encontrándose con nadie.
Revisó el rededor, y de hecho las ventanas estaban cerradas.
Y encontrar la puerta abierta no era tanto sorpresa a cualquiera le pasa un despiste como ese, más bien fue encontrar las luces prendidas, y aún con las ventanas cerradas sentir una leve brisa helada.
Pasó sin prestarle mucha atención a ello, y cerró la puerta; recordando de dónde sacó Lexi las fichas con anterioridad. Solo observó por encima, aunque fuera una persona extrovertida, nunca se atrevería a andar entre las cosas ajenas, y menos en las de una chica. Pero en ese momento realmente lo estaba dudando, no solo porque ella lo había hecho, sino que se trataba de un cajetín de cigarrillos. Poco le importaba si ella se enteraba, pero no quería que personas en específico lo hicieran.
Y cuando estiró la mano para aventurarse en una de las más grandes odiseas de su vida, el chirrido de la puerta abriendo lo detuvo.
Giró con pánico pensando que quizá habían regresado, pero, no era así, nadie se mostró una vez abierta.
Chasqueó la lengua molesto ¿Olvidó cerrarla acaso?
No, estaba seguro de que la había cerrado. Siempre ha sido alguien precavido cuando sabe que tiene que serlo.
Y de nuevo aquella brisa helada. Lo que le hizo suspirar pesadamente.
¿Era una broma acaso? Es verdad que se trataba de una mansión antigua, mas, él como persona nunca podría asegurar algo como la existencia de seres del más allá. Lo que lo tenía realmente sin cuidado. Y que eso estuviera pasando, estaba empezando a tocar un nervio de curiosidad, y adrenalina de pánico en él.
Inhaló profundo, para calmar su acelerado pulso. Y exhaló ya más tranquilo regresando a la puerta para salir y cerrarla tras de sí. Con las manos en los bolsillos dejó salir una pequeña risa. Quizá si se estaba volviendo loco.
Y comenzó a tararear.
- Doraemon puede hacer, que se cumplan todos. – Es verdad, se trataba de una canción infantil, y aun con su voz grave moderada y un poco rasposa, seguía pudiendo entonar canciones como aquella sin problemas. Continuó así mientras caminaba con calma. – Con su bolsillo mágico tus sueños se harán realidad. Quisiera poder volar por el cielo azul. – Llegó al final, y observó hacia atrás un momento, había cerrado la puerta, y apagado la luz, pero ya no era así, había vuelto a abrirse, y la luz estaba encendida. – Ja-ja-ja – Y con rostro impasible, simplemente salió de ahí. – Tú siempre ganas Doraaaemon. – Continuó tranquilo su camino hacia las pistas deportivas. El aire fresco del exterior seguramente le haría bien.
Pero... ¿Debería de contarles a los demás?
En realidad no era tan importante, y seguramente estaba alucinando por la presión de no haber encontrado el cajetín.
orco de mordor (?
- ¿Qué pasa? - Preguntó Matt. Gin giró el rostro dejando lo que estaba haciendo, regresando a un estado tranquilo, y volviendo a guardar lo que había sacado.
- Nada, simplemente parece que se me olvidó algo.
- ¿Tan importante?
- No, pero se me hizo raro no haberlo guardado. - Sonrió simplemente terminando de arreglar el pequeño alboroto que había hecho.
- ¿Es así? - Gin asintió.
- Adelántate con Sky, yo luego los alcanzo. - Hizo una pausa ante la mirada de sospecha del peli rosa. - Solo buscaré un poco más.
- Como quieras. - Matt se encogió de hombros, sabía que si Gin le decía que luego los alcanzaba, era que tenía que resolver algo.
- ¿Van a ver las pistas, verdad? - Preguntó para asegurarse. Matt asintió antes de cerrar la puerta de la habitación, a la que habían regresado justamente porque Gin les pidió que le acompañaran.
- ¿Y? - Preguntó el moreno al notar solo a su amigo.
- Algo tendrá que hacer. - Golpeó su hombro de manera amistosa para comenzar a caminar. - Vamos. Veamos si podemos aprender algunas cosas antes de las once. - Animó. Sky solo asintió impasible y continuó. La verdad, le daban curiosidad también las pistas, pero creía en un momento que en la noche se quedarían en el interior, pues le había dado curiosidad, el camino que tomaron Nylah y Aria cuando él regresaba de preguntarle a Patrick, los horarios del uso de cada zona. especialmente de las exteriores. Pero no dijo nada, por el simple hecho de que no lo creyó importante, y porque solo lograría hacer notar cada vez más el interés que tenía en Aria.
▬
Gin esperó a que Matt y Sky terminaran de pasar el pasillo para él poder salir, y suspirar con pesadez. Si no encontraba aquello, estando seguro de que lo había guardado, estaba seguro de que no había otra explicación, además de lo mismo que había ocurrido en la piscina antes de almuerzo: Lexi.
Pasó hasta las habitaciones de las chicas y una vez frente a la de quien buscaba, notó que estaba entreabierta, lo que le pareció extraño; especialmente cuando un viento helado corrió hasta su rostro "¿Tendrán alguna ventana abierta?" Se preguntó a sí mismo, y con prudencia para que no se abriera más, tocó la puerta, sin recibir respuesta, por lo que, solo la empujó encontrándose con nadie.
Revisó el rededor, y de hecho las ventanas estaban cerradas.
Y encontrar la puerta abierta no era tanto sorpresa a cualquiera le pasa un despiste como ese, más bien fue encontrar las luces prendidas, y aún con las ventanas cerradas sentir una leve brisa helada.
Pasó sin prestarle mucha atención a ello, y cerró la puerta; recordando de dónde sacó Lexi las fichas con anterioridad. Solo observó por encima, aunque fuera una persona extrovertida, nunca se atrevería a andar entre las cosas ajenas, y menos en las de una chica. Pero en ese momento realmente lo estaba dudando, no solo porque ella lo había hecho, sino que se trataba de un cajetín de cigarrillos. Poco le importaba si ella se enteraba, pero no quería que personas en específico lo hicieran.
Y cuando estiró la mano para aventurarse en una de las más grandes odiseas de su vida, el chirrido de la puerta abriendo lo detuvo.
Giró con pánico pensando que quizá habían regresado, pero, no era así, nadie se mostró una vez abierta.
Chasqueó la lengua molesto ¿Olvidó cerrarla acaso?
No, estaba seguro de que la había cerrado. Siempre ha sido alguien precavido cuando sabe que tiene que serlo.
Y de nuevo aquella brisa helada. Lo que le hizo suspirar pesadamente.
¿Era una broma acaso? Es verdad que se trataba de una mansión antigua, mas, él como persona nunca podría asegurar algo como la existencia de seres del más allá. Lo que lo tenía realmente sin cuidado. Y que eso estuviera pasando, estaba empezando a tocar un nervio de curiosidad, y adrenalina de pánico en él.
Inhaló profundo, para calmar su acelerado pulso. Y exhaló ya más tranquilo regresando a la puerta para salir y cerrarla tras de sí. Con las manos en los bolsillos dejó salir una pequeña risa. Quizá si se estaba volviendo loco.
Y comenzó a tararear.
- Doraemon puede hacer, que se cumplan todos. – Es verdad, se trataba de una canción infantil, y aun con su voz grave moderada y un poco rasposa, seguía pudiendo entonar canciones como aquella sin problemas. Continuó así mientras caminaba con calma. – Con su bolsillo mágico tus sueños se harán realidad. Quisiera poder volar por el cielo azul. – Llegó al final, y observó hacia atrás un momento, había cerrado la puerta, y apagado la luz, pero ya no era así, había vuelto a abrirse, y la luz estaba encendida. – Ja-ja-ja – Y con rostro impasible, simplemente salió de ahí. – Tú siempre ganas Doraaaemon. – Continuó tranquilo su camino hacia las pistas deportivas. El aire fresco del exterior seguramente le haría bien.
Pero... ¿Debería de contarles a los demás?
En realidad no era tan importante, y seguramente estaba alucinando por la presión de no haber encontrado el cajetín.
orco de mordor (?
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Revisando libro por libro, cada cubierta y cada título no mostraban interés alguno. Intentaron aplicar la ley de "no juzgues a un libro por su portada" pero la cantidad de papeles era tan grande, que ni después de muerto se podía terminar de leer todos aquellos libros que solo Dios sabría cuanto tiempo llevaban sin tocar.
Pero sus ojos no tardarían en reparar en un estante concreto cuya temática era exactamente lo que andaba buscando: temas espirituales. El primer pensamiento fue una burla a todo el que creyera eso. Pero el universo era demasiado grande para decir que era imposible que los fantasmas existiesen y por tanto, tomó uno de aquellos libros y al azar lo abrió por la mitad cuyas hojas rezaban:
Pero sus ojos no tardarían en reparar en un estante concreto cuya temática era exactamente lo que andaba buscando: temas espirituales. El primer pensamiento fue una burla a todo el que creyera eso. Pero el universo era demasiado grande para decir que era imposible que los fantasmas existiesen y por tanto, tomó uno de aquellos libros y al azar lo abrió por la mitad cuyas hojas rezaban:
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las {huestes} espirituales de maldad en las {regiones} celestiales.
Aria soltó un bufido. ¿Hasta que punto tan creíble era tener dos "hechiceras"? No lo creía de no ser por las reacciones de sus compañeras que no estaban para nada siendo forzosamente actuadas.
Fue entonces cuando sintió una brisa pasar al lado suya. Por supuesto giró pero no había nadie en aquel pasillo y menos aún al otro lado donde había estado mirando todo el rato. Achicó los ojos en sospecha pero no tardó en abrirlos de nuevo cuando unas manos se posaron en su cintura, haciéndola gritar.
Al girarse, estaba Lexi, con manos en los oídos en una mueca de dolor insoportable y un rostro entre pena y lástima. Al ver el rostro de ira de la azabache se vio obligada a responder algo.
- Fue una broma... - Rio forzadamente. - No me mires así, me he asustado mas yo que tu... -
- Tu... -
Le iba a lanzar en la cara la ira celestial y el peso del mundo sobre ella de no ser porque su corazón estaba latiendo por mil.
- ¿¡Que pasó!? - Dijo Nylah atendiendo a la escena. Las dos tenían el rostro pálido. - ¿¡Fue un espectro!? -
Okay, no mas ideas, im out.
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
-Te tardaste -Dijo Matt al recién llegado, quien los saludó sonriente- ¿Encontraste lo que buscabas?
-Meeeh -El albino ladeó la cabeza y se encogió de hombros- No importa, será después -Habló despreocupadamente- ¿De qué me perdí?
-No mucho, la verdad, recorrimos un poco la pista y aprovechamos de correr un tanto -Contó el pelirrosa sonriendo- Sobretodo Sky... Lo hubieras visto, parecía una lagartija...
-Já -Articuló el moreno con su usual rostro sereno, aunque internamente le había causado cierta gracia el chiste, si no lo hubiese hecho frente a Gin, hasta se habría reído.
-Ohhh, yo también quiero correr -Canturreó el ojiazul, empezando a trotar de la nada- ¿No me acompañan? -Los otros dos se limitaron a verlo y el soltó una sonrisa un tanto burlona.
Este último gesto fue comprendido por ambos, más aún por Sky quien se notaba desafiado y empezó a trotar impasible. Matt observó a su amigo y suspiró con una sonrisa en el rostro y empezó a trotar tras ellos, hasta alcanzarlos.
-Quiero una gaseosa... -Mencionó en un susurro, se imaginó una Coca-Cola bien fría y con hielitos, sus ojos brillaron ante el pensamiento.
-Cuando entremos -Aseguró Skyler luego de echarle un vistazo al pelirrosa.
-Nada, nada, nada... -Los ojos de Nylah recorrían el montón de estantes repletos de libros, pero la biblioteca parecía no querer contarle nada sobre espectros.
-Llevamos una hora buscando -Recordó Aria ya algo desesperanzada. No le molestaba estar metida en una biblioteca, pero esta búsqueda se había vuelto tediosa.
-Oh, quizás haya que buscar más tarde -Soltó Lexi despreocupadamente.
-¿Por qué? -Preguntó la más baja. La rubia se limitó a señalar con un gesto de la cabeza.
Patrick, nuevamente, se acercaba a ellas. A Nylah le recorrió un escalofrío por toda la espalda, al recordar el evento anterior, pero se mantuvo tranquila.
-Señoritas, ya ha oscurecido y les pido cordialmente que vuelvan a sus habitaciones. Sus otros compañeros también han sido llamados a devolverse -Con una pequeña reverencia, las incitó a seguirlo.
Las muchachas intercambiaron miradas y se resignaron a seguirlo. La pelinegra de ojos color caramelo clavó su vista en la espalda del hombre, ya no parecía una casualidad, al menos para ella, que cada vez que intentaban averiguar algo, el mayordomo les interrumpiera a medio hacer. Algo aquí no cuadraba y eso... Sólo hacía la situación aún más extraña.
-Uhhh, qué aburrimiento -Exclamó Lexi desde su cama, estirándose con ganas- Oigan -Se enderezó y las otras dos voltearon hacia ella- ¿Creen que el juego siga en pie? -Sonrió, su cara era la viva imagen de la palabra "Travesura".
-No lo sé, y no me interesa -Sentenció con voz suave Aria, tomando un librito de su mesa de noche y empezando a leer para apartarse de la conversación.
-Gin no deja las cosas a medias, menos si es un juego suyo -Rió Nylah- Supongo que se retomará luego -Ante su propio comentario, la pelinegra sintió un poco de nervios.
-Eso espero, se estaba poniendo interesante -La rubia se recostó de nuevo.
Escucharon desde fuera las voces de Gin y Matt, quienes parecían dirigirse a su habitación, eran tres pares de pasos, así que claramente Sky iba con ellos. Lexi soltó una risita traviesa.
-¿Qué ocurre? -Le preguntó la joven de ojos caramelo.
-¿Qué tal si se lo proponemos nuevamente? -Aventuró. Aria suspiró cansinamente ante el comentario.
-Meeeh -El albino ladeó la cabeza y se encogió de hombros- No importa, será después -Habló despreocupadamente- ¿De qué me perdí?
-No mucho, la verdad, recorrimos un poco la pista y aprovechamos de correr un tanto -Contó el pelirrosa sonriendo- Sobretodo Sky... Lo hubieras visto, parecía una lagartija...
-Já -Articuló el moreno con su usual rostro sereno, aunque internamente le había causado cierta gracia el chiste, si no lo hubiese hecho frente a Gin, hasta se habría reído.
-Ohhh, yo también quiero correr -Canturreó el ojiazul, empezando a trotar de la nada- ¿No me acompañan? -Los otros dos se limitaron a verlo y el soltó una sonrisa un tanto burlona.
Este último gesto fue comprendido por ambos, más aún por Sky quien se notaba desafiado y empezó a trotar impasible. Matt observó a su amigo y suspiró con una sonrisa en el rostro y empezó a trotar tras ellos, hasta alcanzarlos.
-Quiero una gaseosa... -Mencionó en un susurro, se imaginó una Coca-Cola bien fría y con hielitos, sus ojos brillaron ante el pensamiento.
-Cuando entremos -Aseguró Skyler luego de echarle un vistazo al pelirrosa.
...
-Nada, nada, nada... -Los ojos de Nylah recorrían el montón de estantes repletos de libros, pero la biblioteca parecía no querer contarle nada sobre espectros.
-Llevamos una hora buscando -Recordó Aria ya algo desesperanzada. No le molestaba estar metida en una biblioteca, pero esta búsqueda se había vuelto tediosa.
-Oh, quizás haya que buscar más tarde -Soltó Lexi despreocupadamente.
-¿Por qué? -Preguntó la más baja. La rubia se limitó a señalar con un gesto de la cabeza.
Patrick, nuevamente, se acercaba a ellas. A Nylah le recorrió un escalofrío por toda la espalda, al recordar el evento anterior, pero se mantuvo tranquila.
-Señoritas, ya ha oscurecido y les pido cordialmente que vuelvan a sus habitaciones. Sus otros compañeros también han sido llamados a devolverse -Con una pequeña reverencia, las incitó a seguirlo.
Las muchachas intercambiaron miradas y se resignaron a seguirlo. La pelinegra de ojos color caramelo clavó su vista en la espalda del hombre, ya no parecía una casualidad, al menos para ella, que cada vez que intentaban averiguar algo, el mayordomo les interrumpiera a medio hacer. Algo aquí no cuadraba y eso... Sólo hacía la situación aún más extraña.
...
-Uhhh, qué aburrimiento -Exclamó Lexi desde su cama, estirándose con ganas- Oigan -Se enderezó y las otras dos voltearon hacia ella- ¿Creen que el juego siga en pie? -Sonrió, su cara era la viva imagen de la palabra "Travesura".
-No lo sé, y no me interesa -Sentenció con voz suave Aria, tomando un librito de su mesa de noche y empezando a leer para apartarse de la conversación.
-Gin no deja las cosas a medias, menos si es un juego suyo -Rió Nylah- Supongo que se retomará luego -Ante su propio comentario, la pelinegra sintió un poco de nervios.
-Eso espero, se estaba poniendo interesante -La rubia se recostó de nuevo.
Escucharon desde fuera las voces de Gin y Matt, quienes parecían dirigirse a su habitación, eran tres pares de pasos, así que claramente Sky iba con ellos. Lexi soltó una risita traviesa.
-¿Qué ocurre? -Le preguntó la joven de ojos caramelo.
-¿Qué tal si se lo proponemos nuevamente? -Aventuró. Aria suspiró cansinamente ante el comentario.
Cris- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
-
Edad : 27
Cumpleaños!! : 09/07/1997
Mi llegada : 29/11/2009
Mis Mensajes : 2048
305 1803
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
- No. - Volvió a decir Aria. Todos estaban en a habitación, y no solo ella se rehusaba. Gin se rascó la cabeza demostrando un vago recelo. Y luego resopló, se estaba hartando de lo poco liberal que era aquel grupo.
- Ya, ya. - Tranquilo, movió los brazos pidiendo calma. - Ustedes en serio parece que hay que arrinconarlos para que acepten algo. - Suspiró.
- No es tanto así, vamos, no te desanimes. - Matt le palmó la espalda en apoyo.
- Tú porque los defiendes. - Resopló. - De todas maneras... - Movió la cabeza vacilante. - Tenemos esta mansión y muchas horas por delante ¿Debemos de hacer algo no creen?
- ¿Cómo dormir? - Dijo Yuu, como si fuera lo obvio. Había sido arrastrado a ello nuevamente, por Blacke a quien no le pareció mala idea, pues un poco de diversión estaba bien, y podía conseguir todavía más escenas de aquel viaje.
- Exacto. - Apoyó Aria.
- Oh, vamos, es demasiado temprano ¿Qué son? - Los miró unos segundos. - ¿Pollos? - Nylah dejó escapar una risa ante ello.
- Bueno, creo que si jugamos algo diferente al Ginker nadie se quejaría. - Opinó. Gin la miró y le sonrió levantando el pulgar. - ¿Qué dicen? - Los demás se vieron entre si, y se encogieron de hombros, yendo a buscar un lugar en el cual sentarse. Aria buscó su cama, para sentarse a orillas de esta ¿Qué más tenía que soportar? No solo supuestas psíquicas, sino que un loco de las cartas.
- De hecho, venia mentalizado a jugar otra cosa. - Inspiró en resignación. - Cuando fuimos interrumpidos todas las ganas de Jugar Ginker se fueron, así que pensé que mejor algo más sencillo, pues no todos saben jugar póker.
Se escuchó el resoplido de Lexi, el cual llamó la atención de los presentes, especialmente del albino, pues estaba seguro tenía algo que le pertenecía, y no estaría tranquilo hasta tenerlo de vuelta.
- ¿Y qué jugaremos entonces?
- Burro. - Contestó sin más. - Pero como siempre, son pocas cartas, hagan parejas. - Pidió divertido dando libre elección.
No fue más cuando Sky estaba sentado a un lado de Aria. Había pensado en hacer grupo con Matt, pero sinceramente, estaban todo el día juntos, uno de esos días iban a terminar hasta durmiendo juntos... Esperen... ¡Que si que han compartido cama!
- ¿Qué? - Preguntó la pelinegra.
- Juego. - Se encogió de hombros señalando a los naipes que estaban siendo barajados.
- Paso. - Suspiró con cansancio. Sky solo la escrutó un momento en el que ella se cohibió levemente, de manera casi imperceptible. Él se acercó un poco más y murmuró para que solo ella escuchase.
- No te dejaré dormir. - Dijo. Aria quedó callada, y después lo alejó de un empujón.
- ¡Acoso! - Chilló. Sky, simplemente había regresado a su posición anterior, y con una mano tapó la pequeña risa de diversión que se había formado en su rostro tan acostumbrado a la impasibilidad. Aria notó aquello, y simplemente lo observó extrañada, siempre se preguntaba por qué solo la fastidiaba a ella así. No era como que le molestara, pues hasta conocía más facetas del chico que la mayoría, pero de vez en cuando llegaba a ser demasiado para su sensible corazoncito de hielo (?.
- Al parecer me abandonaron... - Matt dejó salir una sonrisa tras un suspiro, y en la primera que pensó fue en Nylah, pero, al parecer Gin estaba hablando con ella y a menos que fuera para hacer grupo no encontraba otra razón.
Miró un momento a su alrededor y un suave jalón a su camiseta llamó su atención. Era Saori.
- Verás... - Jugó nerviosa con sus dedos, Matt le sonrió comprensivo.
- Hagamos grupo. - Se adelanto. Ella lo observó un momento en silencio para después asentir con una sonrisa. - Pero ¿Y Coss? - Preguntó, la chica de coletas se rascó la mejilla nerviosa.
- Para cuando me di cuenta me la quitaron. - Señaló a dónde Yuu estaba terminando de hacer trato con la castaña. Muy seguramente porque era una de las más tranquilas, y no era molesto tenerla alrededor.
- Ya veo...
- Entonces, supongo quedamos nosotros. - Dijo Blacke acercándose a Lexi quien lo recibió animada.
- Se puede decir que sí. - Sonrió.
- Creo que no me he presentado... - Se quedó pensativo. - Blacke, o Black, lo que prefieras. - Se encogió de hombros, Lexi pareció quedar confusa un momento. - ¿Pasa algo?
- Para nada, Blaky. - Sonrió en sorna, el chico correspondió la risa ante el apodo.
- Entonces... ¿Comenzamos? - Se sentó en el suelo, a lo indio, como horas antes invitando a los demás a hacerlo también, no tardaron en ello. Mientras que a Nylah le hizo una invitación especial. - Hey, Hobbit. - Palmó sobre sus propias piernas, la pelinegra resopló ante ello, y lo hubiera hecho solo por molestarlo, y demostrarle que no era una cobarde, pero algo le decía que hacer eso solo terminaría incomodando a algunas personas, por lo que solo se sentó a un lado suyo. - ¿Todos conocen el juego, no? - Los asentimientos no se hicieron esperar. - Bien, actualmente... Tengo algo en mente, porque tiene que haber un castigo para los que pierden. - Sonrió ampliamente.
- ¿Ahora qué? - Yuu volteó la mirada.
- Cada partida perdida, es ir a tomar un snacks y algún que otro refresco de la cocina con su equipo, nada complicado y a demás provechoso ¿Qué dicen?
lel
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
No pasó mucho tiempo hasta que la mala suerte decidió acompañar a Aria y Sky coronandose ambos como los primeros perdedores. Mientras Sky era quien tenía las cartas. Aria se frustraba con la increible mala suerte que tenían, tanto que en un momento dado dejó de mirar la partida para resignarse en un suspiro.
- Eres terrible jugando. - Dijo, sin mirarlo.
- No es culpa mía. -
La poca conversación que mantenían a ratos, no era muy profunda y quizás porque ambos no le encontraban mucho mas sentido hablar y malgastar fuerza en discusiones sin valor alguno. Preferían el silencio aunque en aquellos pasillos, ahora el silencio era mortal, tanto provocar ruido con las pisadas parecía pecado.
Aria se detuvo y Sky quien le seguía detrás aunque de muy cerca, también lo hizo. Miró a ambos lados antes de decir nada.
- ¿Donde? - Preguntó clavando sus ojos en los suyos. El moreno simplemente señaló una dirección con indiferencia. A pesar de la intensidad de la mirada de la chica, el moreno se mantuvo a raya.
No fue mucho cuando después de apenas diez minutos caminando, la luz se extinguió de las pasillos inundando todo de una oscuridad perpetua. El repentino apagón hizo que Aria soltara un suave grito ahogado sin exagerarlo, pero lo suficientemente sorprendente para romper esa fría actitud.
- ¿Sky? - Llamó. Era raro que lo llamase.
- Aquí. - Consiguió localizarla palpando a ciegas y acercarla. Aria se dejó acercar, de hecho, quería eso. Aquello no es un simple apagón, porque estaban en medio de una oscuridad inmensa en la que todo se veía completamente negro. Ni siquiera había ventanas así que ni había farolas, ni una luna que iluminase.
Por suerte, aunque los celulares no funcionasen en llamadas, podían hacer otras tareas y que lo llevase encima para poder usarlo de linterna era la suerte que venía después de la mala. Así que Sky lo sacó de su bolsillo, lo encendió, y en medio de la nada, el rostro del moreno se iluminó lo cual hizo salir un suspiro de alivio en ella al verlo.
Encendió el flash para usarlo de linterna, revelando ahora a Aria quien inmediatamente se defendió con un ojo entreabierto y las manos sobre el rostro. A Sky le pareció lindo y sacó una foto, lástima que se escuchó (?)
- Hey. -
- No la voy a borrar. -
Se estaba sonrojando. No quería parecer vulnerable, no quería que se recordase aquello, pero sabía muy bien que iba a cumplir su palabra y que por muy amenazante que lo mirase, con ese calor que notaba en la cara no iba a parecer nada serio sobretodo porque Sky parecía satisfecho de aquello.
- Borralo. -
- Nop. - Dijo mientras tocaba la pantalla. Ahora tenía un vestigio de su vulnerabilidad en sus manos (?)
- ¿Que hacemos? - Preguntó en un intento de cambiar de tema tras un breve lapso de silencio cuando ya estaba mas tranquila. Miró el reloj de su muñeca que no era muy grande y que como correa solo tenía dos hilos de cuero fino, algo sencillo y femenino. - Son las once y nos advirtieron que esta era la hora límite. -
- Estamos tan solo a una esquina del comedor. - Aria tan solo puso cara insegura por primera vez. - O podemos volver. -
- ¿Crees que acepten que volvamos con manos vacías? -
- No. - Aria suspiró.
Skyler no necesitó oir una orden, sabía que había que continuar. Parte de aquella situación era buena, solo porque la pelinegra se estaba pegando a él (?) Tanto que apenas al mas mínimo ruido anormal, era excusa para ella para esconderse tras él y es que había una sensación de incomodidad en aquel sitio a pesar de que todo era completamente normal.
Aria tiró de la camiseta del moreno. - Oigo... algo.... -
Sky afinó el oido y realmente se oía un siseo continuo, un sonido como el mismo que cuando se va al dentista.
- Creo que deberíamos volver. -
Has sido bendecido por mi. Dale like a este post y recibirás dinero para toda tu vida. Ignora este mensaje y tendrás cancer (?)
- Eres terrible jugando. - Dijo, sin mirarlo.
- No es culpa mía. -
La poca conversación que mantenían a ratos, no era muy profunda y quizás porque ambos no le encontraban mucho mas sentido hablar y malgastar fuerza en discusiones sin valor alguno. Preferían el silencio aunque en aquellos pasillos, ahora el silencio era mortal, tanto provocar ruido con las pisadas parecía pecado.
Aria se detuvo y Sky quien le seguía detrás aunque de muy cerca, también lo hizo. Miró a ambos lados antes de decir nada.
- ¿Donde? - Preguntó clavando sus ojos en los suyos. El moreno simplemente señaló una dirección con indiferencia. A pesar de la intensidad de la mirada de la chica, el moreno se mantuvo a raya.
No fue mucho cuando después de apenas diez minutos caminando, la luz se extinguió de las pasillos inundando todo de una oscuridad perpetua. El repentino apagón hizo que Aria soltara un suave grito ahogado sin exagerarlo, pero lo suficientemente sorprendente para romper esa fría actitud.
- ¿Sky? - Llamó. Era raro que lo llamase.
- Aquí. - Consiguió localizarla palpando a ciegas y acercarla. Aria se dejó acercar, de hecho, quería eso. Aquello no es un simple apagón, porque estaban en medio de una oscuridad inmensa en la que todo se veía completamente negro. Ni siquiera había ventanas así que ni había farolas, ni una luna que iluminase.
Por suerte, aunque los celulares no funcionasen en llamadas, podían hacer otras tareas y que lo llevase encima para poder usarlo de linterna era la suerte que venía después de la mala. Así que Sky lo sacó de su bolsillo, lo encendió, y en medio de la nada, el rostro del moreno se iluminó lo cual hizo salir un suspiro de alivio en ella al verlo.
Encendió el flash para usarlo de linterna, revelando ahora a Aria quien inmediatamente se defendió con un ojo entreabierto y las manos sobre el rostro. A Sky le pareció lindo y sacó una foto, lástima que se escuchó (?)
- Hey. -
- No la voy a borrar. -
Se estaba sonrojando. No quería parecer vulnerable, no quería que se recordase aquello, pero sabía muy bien que iba a cumplir su palabra y que por muy amenazante que lo mirase, con ese calor que notaba en la cara no iba a parecer nada serio sobretodo porque Sky parecía satisfecho de aquello.
- Borralo. -
- Nop. - Dijo mientras tocaba la pantalla. Ahora tenía un vestigio de su vulnerabilidad en sus manos (?)
- ¿Que hacemos? - Preguntó en un intento de cambiar de tema tras un breve lapso de silencio cuando ya estaba mas tranquila. Miró el reloj de su muñeca que no era muy grande y que como correa solo tenía dos hilos de cuero fino, algo sencillo y femenino. - Son las once y nos advirtieron que esta era la hora límite. -
- Estamos tan solo a una esquina del comedor. - Aria tan solo puso cara insegura por primera vez. - O podemos volver. -
- ¿Crees que acepten que volvamos con manos vacías? -
- No. - Aria suspiró.
Skyler no necesitó oir una orden, sabía que había que continuar. Parte de aquella situación era buena, solo porque la pelinegra se estaba pegando a él (?) Tanto que apenas al mas mínimo ruido anormal, era excusa para ella para esconderse tras él y es que había una sensación de incomodidad en aquel sitio a pesar de que todo era completamente normal.
Aria tiró de la camiseta del moreno. - Oigo... algo.... -
Sky afinó el oido y realmente se oía un siseo continuo, un sonido como el mismo que cuando se va al dentista.
- Creo que deberíamos volver. -
Has sido bendecido por mi. Dale like a este post y recibirás dinero para toda tu vida. Ignora este mensaje y tendrás cancer (?)
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
- Aunque... - Hizo una pausa dubitativa, y tan silenciosa que hasta parecía que el sonido lejano había desaparecido. - Ya estamos a la puerta de la cocina... - Sky alumbró lo nombrado, la distancia a ello no distaba de los dos o tres pasos, pero al alumbrar a Aria y notar su incomodidad se replanteó la idea de seguir.
- Pero... - Aria lo miró sin prestar mucha atención a la linterna, después de todo Sky no apuntó directamente a ella. Y aunque la impasible reacción del chico no ayudaba nada, sabía de alguna manera que lo estaba considerando, especialmente cuando lo escuchó suspirar.
Y al cambiar la dirección de la linterna notó que buscaba el camino de regreso. Por lo que no evitó dejar escapar una pequeña sonrisa de alivio, de la que nadie se percató, ni siquiera ella.
- Hay un problema. - Dijo, ella observó al lugar dónde la luz terminaba. - ¿Por dónde vinimos? - Entonces se sintió perdida ¿Desde cuando eran tres entradas? O quizá el miedo la estaba haciendo alucinar... Pero si Sky también lo veía no podía ser cosa de ella solamente.
Sky sabía que no podía esperar mucho, después de todo, él tuvo que guiar hasta la cocina, por lo que, al notarse entre ella y aquello que parecía una mala broma, apagó la linterna, la tomó de la mano e ingresó a la cocina de manera tan súbita que no dio tiempo a la ojiazul de reaccionar.
- ¿Qué pasa? - Preguntó al notarse atrapada entre la puerta cerrada y un Sky un tanto distraído, el que con una mímica pidió silencio, agradecía la tenue luz que brindaba una ventanilla, y entonces, escuchó, aquel siseo, se había vuelto más fuerte, prácticamente cada vez se acercaba más. Haciendo que sus nervios se helaran; a tal punto de creer que si se movía siquiera un milímetro algo malo pasaría.
Mas, también se sentía intranquila por la presencia del muchacho, pues estaba cerca, con la oreja pegada a la puerta, y tan concentrado en ello que quizá no se daba cuenta de el poco aire que le dejaba para respirar.
El sonido se alejó nuevamente, hasta que se volvió mudo a sus oídos, y sintió un alivio parcial, pues Sky seguía en la misma posición.
- Oye... - Llamó en susurro, al notar que no le escuchaba, le haló de la manga de la camiseta que le quedaba más cerca, llamando por fin su atención. Seguía ido, tanto que, casi malinterpreta el acercamiento, cuando agachó la cabeza para suspirar.
- ¿Nos vamos? - Preguntó, Aria asintió. Y él se alejó no sin antes notar el rededor. Y entonces señalar la alacena.
- ¿En serio?
El muchacho se encogió de hombros y asintió.
▬
- Se están tardando un poco... ¿No creen? - Mencionó Blacke regresando la vista a la puerta por quinta vez en ese rato, estaba ancioso por los snacks.
- Cálmate, quizá se fueron a hacer bebés. - Lexi le quitó importancia. Y tiró una carta. - ¡Save! - Levantó los brazos. - Hemos salido. - Sonrió, y chocó las manos con el castaño.
- ¿Cómo es posible? - Nylah veía las cartas en las manos de Gin sin creérselo, habían perdido.
- Cosas que pasan. - En peliblanco e encogió de hombros.
- Sabía que no debía de dejarte esta partida. - Resopló. Matt le sonrió en sorna, habían sido los segundos en salir después de Yuu y Cossette.
- Ahora solo queda a que Sky y Aria regresen.
Y como invocados, la puerta se abrió, mostrando tras de sí a los nombrados.
- ¡Al fin! - Black levantó a ver los bocadillos, que solo eran unas patatas, y unos cuantos refrescos. - ¿Solo esto?
- Bueno, es solo una cosa por pareja. - Recordó Gin poniéndose de pie. - Vamos renacuajo. - Dijo refiriéndose a Nylah, la que se levantó y antes de salir robó unas cuantas patatas, pues ya habían sido abiertas, y además de eso, también quitó un refresco de las manos del moreno.
- No creo que deban de ir... - Dijo Aria, pero era demasiado tarde para cuando se fueron.
- ¿Por qué lo dices? - Preguntó Matt, Aria negó.
- Pasó algo extraño, y no hay luz en ese piso.
- ¿Qué?
- ¿Y? - dijo Yuu. - Esto fue idea de ese rarito de pelo blanco, que tenga un poco de su propia medicina.
Sky no dijo nada, y simplemente se acercó a Matt para dejarle una lata de coca cola. Pero él lo observó con curiosidad, por lo que Sky levantó la mirada al techo un momento meditabundo.
- Un extraño sonido. - Explicó simplemente, y después revisó su muñeca la sentía incompleta, y de hecho, su pulsera estaba suelta, con suerte había quedado enganchada en su chamarra; no tardó mucho para volverla a poner en su sitio. Y recordó que de regreso, de hecho, ya solo habían las dos entradas que siempre habían estado.
- ¿Cómo?
- ¿Has ido al dentista?
- Regularmente.
- Más o menos así.
Eso dejó pensativo al pelirrosa... ¿Deberían de parar con aquello?
▬
- ¿Y? - Nylah lo miró inconforme.
- ¿Y? - Repitió él con una sonrisa.
- Es extraño que pierdas.
- Quizá la suerte hoy no está de mi lado. - Se encogió de hombros. - ¿Y tú?
- ¿Yo qué? No fui yo la que perdió. - Dio un sorbo al refresco tranquila, él la miró unos segundos, y después le quitó el envase. - Oye.
- ¿Cómo te sientes? - Preguntó ante los intentos flojos de ella de recuperar lo que había quitado primero, y se quedó tranquila, caminando al mismo ritmo al recibir aquella pregunta.
- Bastante bien, y estaría mejor si me regresases mi bebida.
- No, me refiero a él. - Dijo, ella simplemente quedó muda ¿A qué se refería?.
- ¿Quién?
- No te hagas la tontita conmigo. - Le picó levemente la cabeza con la mano libre.
- Gin... ¿Estás borracho? - Preguntó inocente, él rió. Y después bebió un poco de refresco.
- Hoy no, ando abstemio. - Le regresó la botella. Y dejó en silencio aquella conversación. - Unos dulces estarían genial.
hice lo que pude, lo que mi cerebro saturado pudo (?
- Pero... - Aria lo miró sin prestar mucha atención a la linterna, después de todo Sky no apuntó directamente a ella. Y aunque la impasible reacción del chico no ayudaba nada, sabía de alguna manera que lo estaba considerando, especialmente cuando lo escuchó suspirar.
Y al cambiar la dirección de la linterna notó que buscaba el camino de regreso. Por lo que no evitó dejar escapar una pequeña sonrisa de alivio, de la que nadie se percató, ni siquiera ella.
- Hay un problema. - Dijo, ella observó al lugar dónde la luz terminaba. - ¿Por dónde vinimos? - Entonces se sintió perdida ¿Desde cuando eran tres entradas? O quizá el miedo la estaba haciendo alucinar... Pero si Sky también lo veía no podía ser cosa de ella solamente.
Sky sabía que no podía esperar mucho, después de todo, él tuvo que guiar hasta la cocina, por lo que, al notarse entre ella y aquello que parecía una mala broma, apagó la linterna, la tomó de la mano e ingresó a la cocina de manera tan súbita que no dio tiempo a la ojiazul de reaccionar.
- ¿Qué pasa? - Preguntó al notarse atrapada entre la puerta cerrada y un Sky un tanto distraído, el que con una mímica pidió silencio, agradecía la tenue luz que brindaba una ventanilla, y entonces, escuchó, aquel siseo, se había vuelto más fuerte, prácticamente cada vez se acercaba más. Haciendo que sus nervios se helaran; a tal punto de creer que si se movía siquiera un milímetro algo malo pasaría.
Mas, también se sentía intranquila por la presencia del muchacho, pues estaba cerca, con la oreja pegada a la puerta, y tan concentrado en ello que quizá no se daba cuenta de el poco aire que le dejaba para respirar.
El sonido se alejó nuevamente, hasta que se volvió mudo a sus oídos, y sintió un alivio parcial, pues Sky seguía en la misma posición.
- Oye... - Llamó en susurro, al notar que no le escuchaba, le haló de la manga de la camiseta que le quedaba más cerca, llamando por fin su atención. Seguía ido, tanto que, casi malinterpreta el acercamiento, cuando agachó la cabeza para suspirar.
- ¿Nos vamos? - Preguntó, Aria asintió. Y él se alejó no sin antes notar el rededor. Y entonces señalar la alacena.
- ¿En serio?
El muchacho se encogió de hombros y asintió.
▬
- Se están tardando un poco... ¿No creen? - Mencionó Blacke regresando la vista a la puerta por quinta vez en ese rato, estaba ancioso por los snacks.
- Cálmate, quizá se fueron a hacer bebés. - Lexi le quitó importancia. Y tiró una carta. - ¡Save! - Levantó los brazos. - Hemos salido. - Sonrió, y chocó las manos con el castaño.
- ¿Cómo es posible? - Nylah veía las cartas en las manos de Gin sin creérselo, habían perdido.
- Cosas que pasan. - En peliblanco e encogió de hombros.
- Sabía que no debía de dejarte esta partida. - Resopló. Matt le sonrió en sorna, habían sido los segundos en salir después de Yuu y Cossette.
- Ahora solo queda a que Sky y Aria regresen.
Y como invocados, la puerta se abrió, mostrando tras de sí a los nombrados.
- ¡Al fin! - Black levantó a ver los bocadillos, que solo eran unas patatas, y unos cuantos refrescos. - ¿Solo esto?
- Bueno, es solo una cosa por pareja. - Recordó Gin poniéndose de pie. - Vamos renacuajo. - Dijo refiriéndose a Nylah, la que se levantó y antes de salir robó unas cuantas patatas, pues ya habían sido abiertas, y además de eso, también quitó un refresco de las manos del moreno.
- No creo que deban de ir... - Dijo Aria, pero era demasiado tarde para cuando se fueron.
- ¿Por qué lo dices? - Preguntó Matt, Aria negó.
- Pasó algo extraño, y no hay luz en ese piso.
- ¿Qué?
- ¿Y? - dijo Yuu. - Esto fue idea de ese rarito de pelo blanco, que tenga un poco de su propia medicina.
Sky no dijo nada, y simplemente se acercó a Matt para dejarle una lata de coca cola. Pero él lo observó con curiosidad, por lo que Sky levantó la mirada al techo un momento meditabundo.
- Un extraño sonido. - Explicó simplemente, y después revisó su muñeca la sentía incompleta, y de hecho, su pulsera estaba suelta, con suerte había quedado enganchada en su chamarra; no tardó mucho para volverla a poner en su sitio. Y recordó que de regreso, de hecho, ya solo habían las dos entradas que siempre habían estado.
- ¿Cómo?
- ¿Has ido al dentista?
- Regularmente.
- Más o menos así.
Eso dejó pensativo al pelirrosa... ¿Deberían de parar con aquello?
▬
- ¿Y? - Nylah lo miró inconforme.
- ¿Y? - Repitió él con una sonrisa.
- Es extraño que pierdas.
- Quizá la suerte hoy no está de mi lado. - Se encogió de hombros. - ¿Y tú?
- ¿Yo qué? No fui yo la que perdió. - Dio un sorbo al refresco tranquila, él la miró unos segundos, y después le quitó el envase. - Oye.
- ¿Cómo te sientes? - Preguntó ante los intentos flojos de ella de recuperar lo que había quitado primero, y se quedó tranquila, caminando al mismo ritmo al recibir aquella pregunta.
- Bastante bien, y estaría mejor si me regresases mi bebida.
- No, me refiero a él. - Dijo, ella simplemente quedó muda ¿A qué se refería?.
- ¿Quién?
- No te hagas la tontita conmigo. - Le picó levemente la cabeza con la mano libre.
- Gin... ¿Estás borracho? - Preguntó inocente, él rió. Y después bebió un poco de refresco.
- Hoy no, ando abstemio. - Le regresó la botella. Y dejó en silencio aquella conversación. - Unos dulces estarían genial.
hice lo que pude, lo que mi cerebro saturado pudo (?
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Quería regresar a su habitación y dormir, dejar que el día pasase como una suave brisa pero de algún modo, tenía miedo. Solo de pensar que tenía que cruzar la puerta la aterraba siendo así que la parte racional la culpaba de ser una cobarde por tal idiotez mientras que la parte emocional, la del instinto, le dictaba que debía huir lo antes posible y cuanto mas lejos mejor con o si compañía.
- ¿A donde vas? - Llamó Lexi al ver como se acercaba a la puerta.
- Quiero descansar. - Respondió Aria.
Sky enseguida se levantó y caminó hasta ponerse delante de ella. Parecía que la diferencia de altura entre ambos era abismal.
- Te acompaño. -
- No hace falta. - En realidad quería que la acompañase, ¿pero estando la habitación a tres pasos? No, eso era patético (?)
- Insisto. -
- Pero... -
- Ya tan solo vayan. - Dijo Lexi empujando a los dos fuera de la habitación. - No se queden en la puerta haciendo despedidas de novios. -
- No es así como piensas... - Estaba alterando la compostura de la azabache.
- Ya ya. - La tomó de la mano y la obligó acercarse para susurrarle. - Úsalo con sabiduría. - Depositó algo en la mano de Aria quien por el ruido y la textura parecía el envoltorio de un caramelo. Pero al ver de que se trataba, era un objeto para un uso totalmente diferente. - No acepto devoluciones. - Y sin mas cerró la puerta.
- ¿Que es eso? - Preguntó Sky.
- Nada. - Respondió enseguida Aria ocultando aquello tras la espalda, en sus puños. Apretaba tan fuerte con la esperanza de hacerlo polvo, es decir, aquello era estúpido, ¿acaso era legal a esa edad? Ni quería preguntárselo.
Mientras tanto, a Sky le gustaba aquella leve timidez que podía contemplar. Por un momento tuvo la tentación de molestarla, pero dejó correr la oportunidad poniéndose en marcha. Aria no tardó en seguirlo caminando a su lado ahora en la mente sobre como deshacerse de aquello cuyo uso solo era para el género masculino.
- ¿Quieres? - Ofreció la lata de coca (?) ya abierta.
Sin responder, Aria tomó gentilmente el refresco dándole un pequeño trago. ¿No era aquello a lo que llamaban beso indirecto? Para cuando Sky cayó en la cuenta de eso, ya era tarde, y ahora había un algo que al tomar de nuevo la lata, no se atrevía a beber de ella a pesar de que su garganta le pedía otro sorbo de aquel dulce veneno gaseoso.
En cuanto Aria abrió la puerta, se detuvo. Cuando un tiempo prudente había pasado, Sky iba a formular una pregunta que fue muy tarde hecha, pues Aria tomó la delantera sin dejarle tiempo a pronunciar ni una letra.
- Tal vez... ¿quieras pasar un momento? - Se arrepintió de haberlo dicho. Sky asintió y aquello solo empeoró sus latidos que ahora era insoportablemente intensos y rápidos.
Ambos entraron y la primera acción de Aria fue entrar en el baño para enterrar aquel condón en la basura. Es destino natural de todo hombre y mujer, pasar a la adultez, pero hoy... hoy no era aquel día (?)
Cancer para mi, cancer para ti, si lees esto, sida también (?)
Edit: Al parecer me confundí con las habitaciones. tenganse en cuenta por si ven algo raro xD
- ¿A donde vas? - Llamó Lexi al ver como se acercaba a la puerta.
- Quiero descansar. - Respondió Aria.
Sky enseguida se levantó y caminó hasta ponerse delante de ella. Parecía que la diferencia de altura entre ambos era abismal.
- Te acompaño. -
- No hace falta. - En realidad quería que la acompañase, ¿pero estando la habitación a tres pasos? No, eso era patético (?)
- Insisto. -
- Pero... -
- Ya tan solo vayan. - Dijo Lexi empujando a los dos fuera de la habitación. - No se queden en la puerta haciendo despedidas de novios. -
- No es así como piensas... - Estaba alterando la compostura de la azabache.
- Ya ya. - La tomó de la mano y la obligó acercarse para susurrarle. - Úsalo con sabiduría. - Depositó algo en la mano de Aria quien por el ruido y la textura parecía el envoltorio de un caramelo. Pero al ver de que se trataba, era un objeto para un uso totalmente diferente. - No acepto devoluciones. - Y sin mas cerró la puerta.
- ¿Que es eso? - Preguntó Sky.
- Nada. - Respondió enseguida Aria ocultando aquello tras la espalda, en sus puños. Apretaba tan fuerte con la esperanza de hacerlo polvo, es decir, aquello era estúpido, ¿acaso era legal a esa edad? Ni quería preguntárselo.
Mientras tanto, a Sky le gustaba aquella leve timidez que podía contemplar. Por un momento tuvo la tentación de molestarla, pero dejó correr la oportunidad poniéndose en marcha. Aria no tardó en seguirlo caminando a su lado ahora en la mente sobre como deshacerse de aquello cuyo uso solo era para el género masculino.
- ¿Quieres? - Ofreció la lata de coca (?) ya abierta.
Sin responder, Aria tomó gentilmente el refresco dándole un pequeño trago. ¿No era aquello a lo que llamaban beso indirecto? Para cuando Sky cayó en la cuenta de eso, ya era tarde, y ahora había un algo que al tomar de nuevo la lata, no se atrevía a beber de ella a pesar de que su garganta le pedía otro sorbo de aquel dulce veneno gaseoso.
En cuanto Aria abrió la puerta, se detuvo. Cuando un tiempo prudente había pasado, Sky iba a formular una pregunta que fue muy tarde hecha, pues Aria tomó la delantera sin dejarle tiempo a pronunciar ni una letra.
- Tal vez... ¿quieras pasar un momento? - Se arrepintió de haberlo dicho. Sky asintió y aquello solo empeoró sus latidos que ahora era insoportablemente intensos y rápidos.
Ambos entraron y la primera acción de Aria fue entrar en el baño para enterrar aquel condón en la basura. Es destino natural de todo hombre y mujer, pasar a la adultez, pero hoy... hoy no era aquel día (?)
Cancer para mi, cancer para ti, si lees esto, sida también (?)
Edit: Al parecer me confundí con las habitaciones. tenganse en cuenta por si ven algo raro xD
Última edición por Nya el Lun 13 Feb - 13:32, editado 1 vez
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
Sky observó de un lado a otro, mientras esperaba por la pelinegra. Mentiría si dijera que no le sorprendió el hecho de que lo invitara a pasar, a pesar de que siempre mantuviera aquel gesto impasible, no es que fuera un robot. Y las reacciones de la chica le divertían mucho, que aunque no riera por fuera, muy dentro de él, se moría a carcajadas, y no negaría que también un poco de la vergüenza. Él no era un chico tímido, tampoco era un inocente, pero no es como si aquello pasara todos los días... Propuestas quizá, que el aceptase, era otra historia.
Por otro lado... Recién había comenzado a recapacitar sobre el que estaba haciendo allí... ¿Acompañarla? Solo tenía que dejarla en la puerta de su habitación, entonces ella le preguntó si no se quedaba... ¿Por qué le preguntó eso?
Y el no haberse negado a entrar...
Se llevó las manos a los cabellos y se dio un golpe en la frente con la pared más cercana. Estaban pasando cosas extrañas, no solo en esa mansión, sino que con él mismo.
- ¿Qué haces? - La voz de Aria lo hizo pegar un pequeño brinco del susto, si bien no se notaba en su rostro, se sintió idiota.
- Comprobar la dureza de la pared. - Mintió, Aria quedó muda observándolo, sabiendo que se trataba de una mala excusa, y simplemente sonrió, no comprendía pero aquel chico que solo denotaba seriedad para muchos, a ella lograba calmarla. Que aunque el latido insistente no paraba, casi y se había olvidado de eso.
- No, en serio... - Se cruzó de brazos, y observó unos momentos la frente de Sky, no parecía haberse hecho daño. Él respiró hondo y negó.
- Me puse a pensar de más. - Reconoció, haciendo que los colores llegaran a las mejillas de Aria.
- Q-que sorpresa que pensaras. - Aparentó como si no hubiese ido más allá del significado literal. Sky ladeó la cabeza, y mostró una leve sonrisa. Era ofensivo quizá, pero al menos bajaba la tensión.
Buscó dónde sentarse, decidiéndose por un cofre, grande y rectangular, pegado a la pared, como se notaba que era de adorno, no pidió permiso.
- ¿No te quedabas con Nylah y Lexi? - Preguntó. Aria, quedó en silencio un momento, y vacilante en responder, se sentó a un lado, pero alejada, de él, en el rango que más le permitió el cofre.
Aquello tenía su gracia, pues mientras ella mantenía una postura típica, siendo el cofre del mismo largo que sus piernas, Sky sobrepasaba ese alto, por lo que se notaba encogido.
- Algo así... - Contestó. Él solo la miró interrogante. - Han estado pasando cosas extrañas ¿No? - Él se encogió de hombros. - Entonces es que eres tan normal como yo. - Sonrió. Sky seguía sin comprender. - ¿Crees en los fantasmas?
Él resopló, ella dejó escapar una pequeña risa de la que se arrepintió pronto cortándola súbitamente.
- Pues... Nylah y Lexi, sí. - Bajó un momento la mirada a sus piernas. ¿Qué le estaba diciendo?
- ¿Tú crees? - Preguntó.
- No le veo la diferencia.
- Sí la hay.
- ¿Cuál? - Lo observó curiosa.
- Quizá y me intereso.
Otra vez silencio, y las mejillas de Aria mostraron un leve rosa, que no pasó desapercibido por el moreno, pero ella rápidamente giró el rostro, y parte de su cabello cayó a un lado, ayudando a ocultarlo.
- No seas tonto.
- Bueno, contestame. - Cambió de tema, pues se estaba volviendo incómodo hasta para él.
- La cosa es que... - volvió la mirada al frente, es verdad que aquella habitación le daba más aire para respirar. Y agradecía que Patrick se la dejara, pues había sido algo con lo que las tres estuvieron de acuerdo llegado un momento. - Si me quedo en la misma habitación con ellas no soportaré el escándalo por cada pequeña cosa que ocurra.
- ¿Te da miedo?
- ¡Por supuesto que no!
- Aja...
- Me importa poco si me crees. - Con soberbia, recompuso su postura, y arregló su cabello. estaba comenzando a irse casi todo al frente, y no era algo propio de ella.
- No es lo mismo que noté enante.
- Eso... No cuenta, no sabía por donde ir, es todo. - Volvió a mentir. Sky le picó una mejilla haciendo que ella frunciera el ceño. Y girara en esa dirección. - ¿Qué?
- Y si te dijera que... - La tomó de las mejillas con cuidado, y se inclinó hacia ella. Dejando unos segundos pasar. Aquello dejó sin aliento a Aria. Como nunca encontraba una mirada de decisión en sus ojos. Y entonces el murmuro del mismo la despertó. - Estoy muerto.
- ¿Qué?... - Se apartó con espanto. Y Sky se tapó el rostro, no solo para evitar burlarse más de lo que ya había hecho, sino porque, dejó que le ganara la cobardía.
- Te la creíste. - Dijo bajo, pero ella lo escuchó, y apretó los puños. - Tu rostro...
- ¡En serio que eres tonto! - Y antes de que ella misma reaccionase, le había dado un golpe en el hombro, claro que al chico no pareció afectarle pues continuó en la misma posición.
Cosas de la vida (?
Por otro lado... Recién había comenzado a recapacitar sobre el que estaba haciendo allí... ¿Acompañarla? Solo tenía que dejarla en la puerta de su habitación, entonces ella le preguntó si no se quedaba... ¿Por qué le preguntó eso?
Y el no haberse negado a entrar...
Se llevó las manos a los cabellos y se dio un golpe en la frente con la pared más cercana. Estaban pasando cosas extrañas, no solo en esa mansión, sino que con él mismo.
- ¿Qué haces? - La voz de Aria lo hizo pegar un pequeño brinco del susto, si bien no se notaba en su rostro, se sintió idiota.
- Comprobar la dureza de la pared. - Mintió, Aria quedó muda observándolo, sabiendo que se trataba de una mala excusa, y simplemente sonrió, no comprendía pero aquel chico que solo denotaba seriedad para muchos, a ella lograba calmarla. Que aunque el latido insistente no paraba, casi y se había olvidado de eso.
- No, en serio... - Se cruzó de brazos, y observó unos momentos la frente de Sky, no parecía haberse hecho daño. Él respiró hondo y negó.
- Me puse a pensar de más. - Reconoció, haciendo que los colores llegaran a las mejillas de Aria.
- Q-que sorpresa que pensaras. - Aparentó como si no hubiese ido más allá del significado literal. Sky ladeó la cabeza, y mostró una leve sonrisa. Era ofensivo quizá, pero al menos bajaba la tensión.
Buscó dónde sentarse, decidiéndose por un cofre, grande y rectangular, pegado a la pared, como se notaba que era de adorno, no pidió permiso.
- ¿No te quedabas con Nylah y Lexi? - Preguntó. Aria, quedó en silencio un momento, y vacilante en responder, se sentó a un lado, pero alejada, de él, en el rango que más le permitió el cofre.
Aquello tenía su gracia, pues mientras ella mantenía una postura típica, siendo el cofre del mismo largo que sus piernas, Sky sobrepasaba ese alto, por lo que se notaba encogido.
- Algo así... - Contestó. Él solo la miró interrogante. - Han estado pasando cosas extrañas ¿No? - Él se encogió de hombros. - Entonces es que eres tan normal como yo. - Sonrió. Sky seguía sin comprender. - ¿Crees en los fantasmas?
Él resopló, ella dejó escapar una pequeña risa de la que se arrepintió pronto cortándola súbitamente.
- Pues... Nylah y Lexi, sí. - Bajó un momento la mirada a sus piernas. ¿Qué le estaba diciendo?
- ¿Tú crees? - Preguntó.
- No le veo la diferencia.
- Sí la hay.
- ¿Cuál? - Lo observó curiosa.
- Quizá y me intereso.
Otra vez silencio, y las mejillas de Aria mostraron un leve rosa, que no pasó desapercibido por el moreno, pero ella rápidamente giró el rostro, y parte de su cabello cayó a un lado, ayudando a ocultarlo.
- No seas tonto.
- Bueno, contestame. - Cambió de tema, pues se estaba volviendo incómodo hasta para él.
- La cosa es que... - volvió la mirada al frente, es verdad que aquella habitación le daba más aire para respirar. Y agradecía que Patrick se la dejara, pues había sido algo con lo que las tres estuvieron de acuerdo llegado un momento. - Si me quedo en la misma habitación con ellas no soportaré el escándalo por cada pequeña cosa que ocurra.
- ¿Te da miedo?
- ¡Por supuesto que no!
- Aja...
- Me importa poco si me crees. - Con soberbia, recompuso su postura, y arregló su cabello. estaba comenzando a irse casi todo al frente, y no era algo propio de ella.
- No es lo mismo que noté enante.
- Eso... No cuenta, no sabía por donde ir, es todo. - Volvió a mentir. Sky le picó una mejilla haciendo que ella frunciera el ceño. Y girara en esa dirección. - ¿Qué?
- Y si te dijera que... - La tomó de las mejillas con cuidado, y se inclinó hacia ella. Dejando unos segundos pasar. Aquello dejó sin aliento a Aria. Como nunca encontraba una mirada de decisión en sus ojos. Y entonces el murmuro del mismo la despertó. - Estoy muerto.
- ¿Qué?... - Se apartó con espanto. Y Sky se tapó el rostro, no solo para evitar burlarse más de lo que ya había hecho, sino porque, dejó que le ganara la cobardía.
- Te la creíste. - Dijo bajo, pero ella lo escuchó, y apretó los puños. - Tu rostro...
- ¡En serio que eres tonto! - Y antes de que ella misma reaccionase, le había dado un golpe en el hombro, claro que al chico no pareció afectarle pues continuó en la misma posición.
Cosas de la vida (?
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
El sonido de un portazo interrumpió la tranquilidad. Ambos miraron extrañados la entrada porque estaba desde un principio cerrada, o así lo recordaba Sky, el último en entrar. El moreno no tardó en levantarse hasta la puerta y Aria tuvo la intención de detenerlo y que de hehcho ya había alzado la mano pero no se atrevió a agarrarlo.
Sky abrió la puerta y literalmente, el pasillo ya no era el mismo de antes, de hecho era una versión ruinosa con decorados y materiales totalmente diferentes.
- Que... - Fue lo unico que pudo balbucear Aria. Si bien era obra de un fantasma en un supuesto caso de que existiesen, no estaban siendo nada agradables.
Agachó su cabeza y se sostuvo con las manos, le dolía la cabeza de tanta poca ciencia por el día de hoy. Sky por su parte cerró de nuevo la puerta y antes de dirigirse de nuevo hacia Aria, echó el cierre de seguridad por precaución.
- ¿Estas bien? - Aria alzó una mano como respuesta.
- Tan solo... estoy cansada. Necesito refrescarme. - Y sin esperar respuesta, entró al baño. Si alguna vez la había visto estresada, hoy era la primera vez.
El sonido del agua, delataba una ducha y mientras trababa de no prestarle mucha atención, devolvió su vista al pasillo a través de la mira de la puerta. Nada había cambiado salvo el interior de la habitación.
Tenía tan poco que hacer que revisó cada rincón posible, intentando no invadir la privacidad de la azabache. En un momento dado, oyó la puerta del baño abrirse, revelando solo el rostro de Aria.
- Hmm... - Intentó decir, sonrojada.
- ¿Hm? -
- Se me olvidó coger recambio. - Murmuró demasiado bajo y que aun así oyó Sky. Se culpó a si misma de aquel error tan novato, sabía que estaba siendo mas estúpida de lo normal. - ¡No mires! - Señaló, intentando ocultar la verguenza en ¿ira?
- No miro. - Sky se tapó los ojos (?)
Aria dejó pasar unos segundos antes de salir y cuando salió, lo hizo a toda prisa mientras que el pobre de Sky mantenía una lucha interna (?) Como la azabache no dijo nada, mantuvo sus ojos cerrados un buen rato.
- ¿Aún sigues con ojos cerrados? - Dijo mientras bufaba por primera vez y disimuladamente.
- Tu me dijiste. - Dijo Sky. Observó el nuevo atuendo de Aria y se sintió satisfecho (?) una blusa de tonos pálidos y unos pantalones vaqueros genéricos cualquiera. Sus cabellos, recogidos en una coleta hacia atrás con un lazo rojo. - Te queda bien. - Y con esas palabras, la hizo sonrojar suavemente de nuevo.
- Ya... -
Ñe, sin tiempo de revisar.
Sky abrió la puerta y literalmente, el pasillo ya no era el mismo de antes, de hecho era una versión ruinosa con decorados y materiales totalmente diferentes.
- Que... - Fue lo unico que pudo balbucear Aria. Si bien era obra de un fantasma en un supuesto caso de que existiesen, no estaban siendo nada agradables.
Agachó su cabeza y se sostuvo con las manos, le dolía la cabeza de tanta poca ciencia por el día de hoy. Sky por su parte cerró de nuevo la puerta y antes de dirigirse de nuevo hacia Aria, echó el cierre de seguridad por precaución.
- ¿Estas bien? - Aria alzó una mano como respuesta.
- Tan solo... estoy cansada. Necesito refrescarme. - Y sin esperar respuesta, entró al baño. Si alguna vez la había visto estresada, hoy era la primera vez.
El sonido del agua, delataba una ducha y mientras trababa de no prestarle mucha atención, devolvió su vista al pasillo a través de la mira de la puerta. Nada había cambiado salvo el interior de la habitación.
Tenía tan poco que hacer que revisó cada rincón posible, intentando no invadir la privacidad de la azabache. En un momento dado, oyó la puerta del baño abrirse, revelando solo el rostro de Aria.
- Hmm... - Intentó decir, sonrojada.
- ¿Hm? -
- Se me olvidó coger recambio. - Murmuró demasiado bajo y que aun así oyó Sky. Se culpó a si misma de aquel error tan novato, sabía que estaba siendo mas estúpida de lo normal. - ¡No mires! - Señaló, intentando ocultar la verguenza en ¿ira?
- No miro. - Sky se tapó los ojos (?)
Aria dejó pasar unos segundos antes de salir y cuando salió, lo hizo a toda prisa mientras que el pobre de Sky mantenía una lucha interna (?) Como la azabache no dijo nada, mantuvo sus ojos cerrados un buen rato.
- ¿Aún sigues con ojos cerrados? - Dijo mientras bufaba por primera vez y disimuladamente.
- Tu me dijiste. - Dijo Sky. Observó el nuevo atuendo de Aria y se sintió satisfecho (?) una blusa de tonos pálidos y unos pantalones vaqueros genéricos cualquiera. Sus cabellos, recogidos en una coleta hacia atrás con un lazo rojo. - Te queda bien. - Y con esas palabras, la hizo sonrojar suavemente de nuevo.
- Ya... -
Ñe, sin tiempo de revisar.
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll-P] Siniestra aventura.
El silencio reinó en la habitación, no es como que no hubiera de qué hablar, sino que no sabían cómo regresar a la charla trivial de antes.
Por lo que, sin esperar que más tortuosos segundos pasasen; Aria emitió las primeras palabras.
- Voy a revisar un momento. - Se acercó a la puerta dejando a un Sky dubitativo entre si decirle algo o no. Mas, al final no terminó de girar la perilla cuando la voz del mismo la detuvo.
- No es buena idea. - Dio unos cuantos pasos.
- ¿Por qué? - Se volteó, no desconfiada pero dentro de ella había un mal presentimiento que le decía que Sky estaría en lo correcto sí o sí.
- Nada ha cambiado. - Señaló hacia la puerta, Aria hizo una mueca desconforme.
¿Acaso deberían de esperar ahí hasta la mañana siguiente? Y ¿Qué pasaba si nunca regresaba a la normalidad? ¿Se quedarían ahí para siempre? ¡No! Es decir... Sky no es que le cayera mal, pero... No soportaría un encierro infinito con ese hombre, sería como ataques cardíacos cada diez segundos.
Pero, tampoco quería salir, pues no sabía qué se podría encontrar fuera de esa habitación que parecía la única que todavía mantenía esa esencia de calma.
- ¿Entonces?
- ¿Entonces qué? - Secamente se acercó a volver a ver por la mira, y todo continuaba igual. - No me responsabilizo si nos perdemos. - Aclaró. Aria bufó.
- ¿Tendrá otra estructura? - El muchacho se encogió de hombros, y ella respiró hondo. No quería dar la sugerencia de salir, así que solo lo miró. El moreno extrañado solo mantuvo su gesto impasible sin quitar los ojos de ella, hasta que la intensidad cambió por lo que comprendió algo. Y señaló la puerta como si el asunto no importase.
- Vamos. - Dijo sin más. Sabía que aunque no le molestara quedarse ahí, tampoco podían no hacer nada por su propio bien.
Aria amagó el girar la perilla, pero la realidad era que sentía el brazo pesado para abrir la puerta, mas, con todo el valor que se dio a sí misma, lo logró, mostrando a ambos jóvenes el mismo paisaje de antes, el mismo pasillo ruinoso, que dejaba en duda la existencia de vida, aunque ellos supieran que de hecho debía de haberla, en alguna parte.
Sintió la presencia de Sky a espaldas de ella, y dio un saltito del susto, Sky alcanzó a presenciarlo, pero no dijo nada al respecto y decidió solo topar su hombro, ella giro el rostro un poco para verlo, y asintiendo avanzó seguida de cerca del muchacho.
- Se supone que deben de estar ahí. - Señaló Aria, Sky asintió y abrió la puerta, para mala suerte, no había más que la inmensa oscuridad.
- ¿Qué hacemos? - Preguntó. Aria simplemente quedó muda. Ni siquiera había escuchado con atención.
- ¿Eh? ¿Qué? - Reaccionó cuando sintió cómo su oreja era halada suavemente.
Sky solo la quedó mirando un momento, y pensando en sí debería de hacer algo respecto a ello.
- Este ambiente... - Murmuró. - Es el perfecto para hacer bebés.
- ¡¿Qué?! - A ella se le subieron los colores al rostro, él simplemente negó, aclarando la broma, y le pidió con un ademán que le siguiese. - No es gracioso.
- Pero tampoco podemos quedarnos aquí. - Miró hacia atrás un momento, Aria pellizcaba y halaba su camisa, detuvieron el paso, y volvió a reinar el silencio, antes también se había pegado a él por miedo.
Dudó un momento pero después, hizo que le soltase para tomar su mano, y así continuar caminando, y a pesar de las protestas, no la soltó.
- No es necesario...
- Claro.
▬
Gin miró de un lado a otro.
- Esto es extraño...
- ¿Ah sí? - Nylah se abrazaba a sí misma sentía una sensación de malestar, aquello no estaba bien, solo habían abierto la puerta de la cocina para salir, y de pronto ya nada era como antes, el lugar parecía que pronto se iría sobre ellos, y no solo eso, no era su imaginación, pues, ella no pensaba decir nada, pero Gin terminó dejando caer la soda que tenía en las manos de la sorpresa.
Después decidieron aventurarse un poco, aun inseguros, no salían de lo que conocían como comedor, o que creían que era, pues, el aspecto era muy diferente.
- Pues sí... - La miró a ella por un momento con sigilo, y sonrió con delicadeza. - ¿Te hace mal? - Preguntó a su lado, agachándose a su altura. La pelinegra simplemente negó.
- Es algo de frío.
Gin suspiró. Como tenía un estilo bastante casual de vestir, usaba una camisa sobre una camiseta, por lo que se quitó la camisa para ponerla sobre los hombros de Nylah sin decir más, y después seguió observando el lugar. No sabía si no quería ser sincera con él por vergüenza o por no preocuparle, pero se inclinaba más por la segunda opción. Y ese momento no era el indicado para presionarla tampoco, después de todo, nisiquiera sabía dónde estaba parado, algo que raramente pasaba. nisiquiera cuando se juntaba con los de la banda en sus ratos de ocio se sentía tan nublado como en ese momento.
- ¿Nos aventuramos más? - Señaló uno de los pasillos que se abrían ante sus ojos. Él era aventurero, y aquello no disponía gran esfuerzo, aunque claro que estaba que aún así la valentía no es la misma como cuando todo está normal, pero tampoco podía flaquear, especialmente porque no estaba solo, y parecía que Nylah tenía mejor aceptación que él en ello, aunque él solo demostrase lo contrario.
- ¿Estás bien con ello? - Preguntó Nylah, apretó un poco la camisa, pues diversas sensaciones llegaban de todas partes, ninguna relativamente buena.
Él se encogió de hombros.
- No tengo idea de qué está pasando pero... Es mejor a quedarse en un solo lugar ¿No crees?
Por lo que, sin esperar que más tortuosos segundos pasasen; Aria emitió las primeras palabras.
- Voy a revisar un momento. - Se acercó a la puerta dejando a un Sky dubitativo entre si decirle algo o no. Mas, al final no terminó de girar la perilla cuando la voz del mismo la detuvo.
- No es buena idea. - Dio unos cuantos pasos.
- ¿Por qué? - Se volteó, no desconfiada pero dentro de ella había un mal presentimiento que le decía que Sky estaría en lo correcto sí o sí.
- Nada ha cambiado. - Señaló hacia la puerta, Aria hizo una mueca desconforme.
¿Acaso deberían de esperar ahí hasta la mañana siguiente? Y ¿Qué pasaba si nunca regresaba a la normalidad? ¿Se quedarían ahí para siempre? ¡No! Es decir... Sky no es que le cayera mal, pero... No soportaría un encierro infinito con ese hombre, sería como ataques cardíacos cada diez segundos.
Pero, tampoco quería salir, pues no sabía qué se podría encontrar fuera de esa habitación que parecía la única que todavía mantenía esa esencia de calma.
- ¿Entonces?
- ¿Entonces qué? - Secamente se acercó a volver a ver por la mira, y todo continuaba igual. - No me responsabilizo si nos perdemos. - Aclaró. Aria bufó.
- ¿Tendrá otra estructura? - El muchacho se encogió de hombros, y ella respiró hondo. No quería dar la sugerencia de salir, así que solo lo miró. El moreno extrañado solo mantuvo su gesto impasible sin quitar los ojos de ella, hasta que la intensidad cambió por lo que comprendió algo. Y señaló la puerta como si el asunto no importase.
- Vamos. - Dijo sin más. Sabía que aunque no le molestara quedarse ahí, tampoco podían no hacer nada por su propio bien.
Aria amagó el girar la perilla, pero la realidad era que sentía el brazo pesado para abrir la puerta, mas, con todo el valor que se dio a sí misma, lo logró, mostrando a ambos jóvenes el mismo paisaje de antes, el mismo pasillo ruinoso, que dejaba en duda la existencia de vida, aunque ellos supieran que de hecho debía de haberla, en alguna parte.
Sintió la presencia de Sky a espaldas de ella, y dio un saltito del susto, Sky alcanzó a presenciarlo, pero no dijo nada al respecto y decidió solo topar su hombro, ella giro el rostro un poco para verlo, y asintiendo avanzó seguida de cerca del muchacho.
- Se supone que deben de estar ahí. - Señaló Aria, Sky asintió y abrió la puerta, para mala suerte, no había más que la inmensa oscuridad.
- ¿Qué hacemos? - Preguntó. Aria simplemente quedó muda. Ni siquiera había escuchado con atención.
- ¿Eh? ¿Qué? - Reaccionó cuando sintió cómo su oreja era halada suavemente.
Sky solo la quedó mirando un momento, y pensando en sí debería de hacer algo respecto a ello.
- Este ambiente... - Murmuró. - Es el perfecto para hacer bebés.
- ¡¿Qué?! - A ella se le subieron los colores al rostro, él simplemente negó, aclarando la broma, y le pidió con un ademán que le siguiese. - No es gracioso.
- Pero tampoco podemos quedarnos aquí. - Miró hacia atrás un momento, Aria pellizcaba y halaba su camisa, detuvieron el paso, y volvió a reinar el silencio, antes también se había pegado a él por miedo.
Dudó un momento pero después, hizo que le soltase para tomar su mano, y así continuar caminando, y a pesar de las protestas, no la soltó.
- No es necesario...
- Claro.
▬
Gin miró de un lado a otro.
- Esto es extraño...
- ¿Ah sí? - Nylah se abrazaba a sí misma sentía una sensación de malestar, aquello no estaba bien, solo habían abierto la puerta de la cocina para salir, y de pronto ya nada era como antes, el lugar parecía que pronto se iría sobre ellos, y no solo eso, no era su imaginación, pues, ella no pensaba decir nada, pero Gin terminó dejando caer la soda que tenía en las manos de la sorpresa.
Después decidieron aventurarse un poco, aun inseguros, no salían de lo que conocían como comedor, o que creían que era, pues, el aspecto era muy diferente.
- Pues sí... - La miró a ella por un momento con sigilo, y sonrió con delicadeza. - ¿Te hace mal? - Preguntó a su lado, agachándose a su altura. La pelinegra simplemente negó.
- Es algo de frío.
Gin suspiró. Como tenía un estilo bastante casual de vestir, usaba una camisa sobre una camiseta, por lo que se quitó la camisa para ponerla sobre los hombros de Nylah sin decir más, y después seguió observando el lugar. No sabía si no quería ser sincera con él por vergüenza o por no preocuparle, pero se inclinaba más por la segunda opción. Y ese momento no era el indicado para presionarla tampoco, después de todo, nisiquiera sabía dónde estaba parado, algo que raramente pasaba. nisiquiera cuando se juntaba con los de la banda en sus ratos de ocio se sentía tan nublado como en ese momento.
- ¿Nos aventuramos más? - Señaló uno de los pasillos que se abrían ante sus ojos. Él era aventurero, y aquello no disponía gran esfuerzo, aunque claro que estaba que aún así la valentía no es la misma como cuando todo está normal, pero tampoco podía flaquear, especialmente porque no estaba solo, y parecía que Nylah tenía mejor aceptación que él en ello, aunque él solo demostrase lo contrario.
- ¿Estás bien con ello? - Preguntó Nylah, apretó un poco la camisa, pues diversas sensaciones llegaban de todas partes, ninguna relativamente buena.
Él se encogió de hombros.
- No tengo idea de qué está pasando pero... Es mejor a quedarse en un solo lugar ¿No crees?
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Temas similares
» [Review] Siniestra aventura.
» Spin-off Rollers!
» [Roll-P] Remember
» [Roll] Pokehuman Génesis
» [Roll] La Edad Dorada
» Spin-off Rollers!
» [Roll-P] Remember
» [Roll] Pokehuman Génesis
» [Roll] La Edad Dorada
Página 2 de 4.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun 18 Nov - 21:30 por Dani
» A Poison Called Love
Dom 17 Nov - 2:49 por Mihrimoonx
» [Único] ¡Confesionario!
Mar 12 Nov - 20:14 por Dani
» Te Baneo
Mar 12 Nov - 15:55 por Dani
» Dime tus Gustos
Mar 12 Nov - 15:53 por Dani
» ¿Qué harías si...?
Mar 12 Nov - 15:50 por Dani
» [Único] ¿Qué estás escuchando ahora?
Sáb 2 Nov - 17:25 por Shiba
» ★~Pokécedario!~★
Sáb 2 Nov - 17:21 por Shiba
» [Único] Ops & Eds: Música para los oídos~
Sáb 7 Sep - 11:58 por Seira
» [Música]♥~¿Cantante favorito?~♥
Sáb 7 Sep - 11:32 por Seira
» [One-Shot] Recuérdame
Sáb 7 Sep - 10:59 por Seira
» [ONE-SHOT] Lecciones de vuelo
Sáb 7 Sep - 10:42 por Seira
» [ONE-SHOT] En pocas palabras
Sáb 7 Sep - 9:59 por Seira
» A U R I C U L A R E S
Sáb 7 Sep - 9:06 por Seira
» [One-Shot] A B A N I C O
Sáb 13 Jul - 22:11 por Xanath