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- Prólogo:
¡Venid y escuchad, pues es la última vez que la contaré! ¡Incautos, descuidados, soñadores y atrevidos! ¡Acercáos, acercáos!
Es esta la historia de una hermosa princesa de un lejano reino, en las profundidades de los bosques y montañas. Dicha princesa, era la encarnación de la bondad y alegría. Sus manos calentaban las mejillas de los que no tenían hogares y su corazón recibía a todos quienes buscase consejo de la joven muchacha.
Era de destacar que en aquel reino todos servían al Dios Emperador Atur, Rey del Sol. Sus grandes manos hacían florecer las extensas llanuras, sus lágrimas llenaban todos los días los grandes lagos y su soplo, inundaba de vida los bosques.
Cortesanos, Aldeanas, Reyes y princesas, pájaros y perros, todos dedicaban de devoción al Dios Atur una lealtad por el regalo de la Vida y el Disfrute de grandes años por vivir. Sin embargo, aquel Dios era tan perezoso que de trabajar tanto, exigía un sacrificio humano mensual.
Fue entonces cuando la princesa de aquel hermoso reino fue elegida para el sacrificio. Desolada y melancólica, llena de tristeza, lágrimas de sus ojos brotaron por días y semanas, noches y Lunas.
Una noche, de repente, tres cortesanos entraron en secreto en la habitación de la princesa e hincando una rodilla en el tapizado del suelo, recitaron su lealtad a su futura majestad.
La princesa confusa, no entendió nada, pero enseguida, los tres hombres explicaron a su alteza, la gran desconfianza que poseían ante Atur. Sus bocas nombraron blasfemias y rechazaron la idea de sacrificar aldeanos por un solo dios que los protegía de todo mal. Embaucaron a la joven princesa a huir a lejanas tierras donde Atur no tenía poder, donde su nombre no era nada mas que meras palabras de un loco analfabeto.
Fue así como los cuatro, añadiendo otros tantos, se dieron a la fuga y huyeron a lejanas tierras.
Sin embargo, el Dios Emperador supo de esta traición y furioso, manifestóse en tierra y castigó a la princesa y sus leales sirvientes hasta la muerte.
Lo que aquel Dios no sabía, es que no iba a ser victorioso. Aquel mentiroso iba a ser desenmascarado y fue por eso que el Destino decidió dar una segunda oportunidad a aquel comité de huida.
Hete aquí la historia de los mas jóvenes de aquella huida cuya misión será derrocar al gran (asqueroso) Atur cientos de años mas tarde. ¿Recordarán su pasado? ¿Recordarán su lealtad y su traición a Atur?
Heh, si queréis saber mas, tendréis que esperar porque este cuentacuentos, esta cansado de contar, buajajaja.
Nota:
- Resumen: La historia se trata de recordar el pasado y será una mezcla entre presente y pasado. No hay protagonismo, nadie será la princesa o cosas por el estilo.
- Si se unen, tendrán la seguridad de que puedan subir contis.
- Este rol irá hasta el final, el que me diga lo contrario lo fusilo (?
- Ah, no es un rol que irá sujeto a la realidad literalmente.
- Para evitar fichas hiper largas, la apariencia, nombre y personalidad será la misma que en el pasado.
Ficha
Nombre:
Edad:
Apariencia:
Personalidad: Sencilla C: no un pergamino del monseñor por favor (?)
Historia: Breve historia de su pasado... dije breve >:C (?)
Extras:
Pareja:
~~~~~~~~
Nombre: Noah
Edad: 18
Apariencia:
- Spoiler:
Historia: Fue un caballero personal de la Princesa. Se unió a la fuga cuando descubrió que la futura reina salía de su habitación. Como no le agradó la idea del sacrificio, decidió seguirla hasta el fin.
Extras:
- Podría hacerse amigo de todo un bosque de animales.
- Amante de la noche. Duerme de día cuando no tiene nada que hacer.
- Es la única persona que verás comer y dormir por aburrimiento xD
- Su especialidad: técnicas secretas de tortura psicológica (?
Pareja:
Nombre: Alice
Edad: ??
Apariencia:
- Spoiler:
Historia: Princesa del Reino de Atur
Extras: ??
Pareja: ??
PD: Editaré ficha mas tarde.
Última edición por Lock el Miér 1 Ene - 0:30, editado 1 vez
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
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Re: [Roll-P] Remember
Nombre: Keira
Edad: 17
Apariencia:
Keira es una persona decidida, valiente, fuerte y muy feminista (?. Hay veces en las que su personalidad alegre, espontánea y noble puede ser literalmente como una patada en el trasero (?). Puede ser considerada una persona bipolar, porque si en un momento la ves hiperactiva, al otro la puedes ver en un mar de lágrimas xD. Es leal y cariñosa, lo que puede afectar a muchas personas, muy tierna y alegre con una personalidad muy variada C:
Historia: Fue la dama de compañía de los reyes y de la princesa. Siempre estuvo apoyandólos de cualquier manera posible. Hasta qué.. Huyó.
Extras:
• Le fascina leer, y siempre se le puede ver leyendo novelas.
• Toca muy bien el arpa, y la lira :3.
• Tiene muy buena condición física, es muy atlética, flexible y ágil.
• Es alta, y delgada, de tez blanca, y ojos azules, con cabello largo color café claro :3
• Es naturalista (? Le encantan los animales, y cualquier cosa que esté con vida.
• Tiene una debilidad por el chocolate (?
• Es alérgica a cualquier cosa que tenga picante. Y odia las verduras xD
Pareja:... Someone?? :3
Edad: 17
Apariencia:
- Spoiler:
Keira es una persona decidida, valiente, fuerte y muy feminista (?. Hay veces en las que su personalidad alegre, espontánea y noble puede ser literalmente como una patada en el trasero (?). Puede ser considerada una persona bipolar, porque si en un momento la ves hiperactiva, al otro la puedes ver en un mar de lágrimas xD. Es leal y cariñosa, lo que puede afectar a muchas personas, muy tierna y alegre con una personalidad muy variada C:
Historia: Fue la dama de compañía de los reyes y de la princesa. Siempre estuvo apoyandólos de cualquier manera posible. Hasta qué.. Huyó.
Extras:
• Le fascina leer, y siempre se le puede ver leyendo novelas.
• Toca muy bien el arpa, y la lira :3.
• Tiene muy buena condición física, es muy atlética, flexible y ágil.
• Es alta, y delgada, de tez blanca, y ojos azules, con cabello largo color café claro :3
• Es naturalista (? Le encantan los animales, y cualquier cosa que esté con vida.
• Tiene una debilidad por el chocolate (?
• Es alérgica a cualquier cosa que tenga picante. Y odia las verduras xD
Pareja:... Someone?? :3
Última edición por Yuno. el Dom 29 Dic - 20:39, editado 2 veces
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Edad : 24
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Re: [Roll-P] Remember
Nombre: Marianella
Edad: 17
Apariencia:
Historia: Era una amiga cercana de la princesa desde que era pequeña. Fue rescatada de las calles por los reyes cuando tenía cuatro años y desde entonces se volvió inseparable. No dudó en seguirla cuando escuchó que lo que los caballeros planeaban.
Extras:
- Casi nunca la llaman por su nombre completo, siempre le dicen Mar.
- Es Porrista y estudió artes marciales, por lo que es muy ágil, rápida,flexible y fuerte.
- Ama la luna y el agua. (Todo lo relacionado a esto también)
- Fanática de las historias de fantasía, misterio, magia, romance y rarezas, por lo que tiene muchos conocimientos de todo ello.
- Adora los dulces (tortas, helados, pasteles, caramelos,etc) SIEMPRE anda con algún tipo de dulce cerca.
- Siempre anda preparada para cualquier situación.
- Ama lo antiguo, lo vintage y cosas fuera de lo común.
- Es dulce con los animales y apreciadora de lo natural.
- Buena en deportes y en el arte.
- Siempre lleva un cuadernillo en donde escribe ideas o historias.
Pareja: ¿Alguien?
Edad: 17
Apariencia:
- Spoiler:
Historia: Era una amiga cercana de la princesa desde que era pequeña. Fue rescatada de las calles por los reyes cuando tenía cuatro años y desde entonces se volvió inseparable. No dudó en seguirla cuando escuchó que lo que los caballeros planeaban.
Extras:
- Casi nunca la llaman por su nombre completo, siempre le dicen Mar.
- Es Porrista y estudió artes marciales, por lo que es muy ágil, rápida,flexible y fuerte.
- Ama la luna y el agua. (Todo lo relacionado a esto también)
- Fanática de las historias de fantasía, misterio, magia, romance y rarezas, por lo que tiene muchos conocimientos de todo ello.
- Adora los dulces (tortas, helados, pasteles, caramelos,etc) SIEMPRE anda con algún tipo de dulce cerca.
- Siempre anda preparada para cualquier situación.
- Ama lo antiguo, lo vintage y cosas fuera de lo común.
- Es dulce con los animales y apreciadora de lo natural.
- Buena en deportes y en el arte.
- Siempre lleva un cuadernillo en donde escribe ideas o historias.
Pareja: ¿Alguien?
Última edición por Mar. el Mar 1 Sep - 18:41, editado 5 veces
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Edad : 29
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Re: [Roll-P] Remember
Nombre: Aker (para cercanos Aky e.é)
Edad: 18
Apariencia:
Personalidad: Personalidad 4D, nunca sabes con que saldrá en cualquier situación.
Hace las cosas a su manera. Es fácil hacerlo enojar así como a él se le hace fácil sacar de casillas a los demás con sus comportamientos y lo que dice; bromista. Su sinceridad es tan amplia como el universo, nunca lo oirás mentir.
Es un idiota. Fin (?
Historia: Caballero independiente, nunca trabajó para la el reino en sí,solo hacía tratos con la princesa y la protegía desde las sombras.
Extras:
- Está cerca de ser diabetico gracias a su Adicción a los dulces.
- Nunca entromete a los demás, prefiere hacer las cosas solo.
- Su vida es la improvisación misma, No le gusta pensar más de lo que necesita.
- Es fiel y amable con sus amigos a su manera, así sea que siempre les esté gritando que ya se mueran, es la forma en la que él trata a las personas que le agradan (A golpe e insulto)
- Prefiere hacerle el vago, odia el trabajo y los estudios.
- Es experto en las luchas cuerpo a cuerpo o armado, es lo mismo para él.
- Más terco que una mula pero se hace querer de alguna u otra manera(?
- Los animales le odian.
Pareja: ??
Edad: 18
Apariencia:
- Spoiler:
Personalidad: Personalidad 4D, nunca sabes con que saldrá en cualquier situación.
Hace las cosas a su manera. Es fácil hacerlo enojar así como a él se le hace fácil sacar de casillas a los demás con sus comportamientos y lo que dice; bromista. Su sinceridad es tan amplia como el universo, nunca lo oirás mentir.
Es un idiota. Fin (?
Historia: Caballero independiente, nunca trabajó para la el reino en sí,solo hacía tratos con la princesa y la protegía desde las sombras.
Extras:
- Está cerca de ser diabetico gracias a su Adicción a los dulces.
- Nunca entromete a los demás, prefiere hacer las cosas solo.
- Su vida es la improvisación misma, No le gusta pensar más de lo que necesita.
- Es fiel y amable con sus amigos a su manera, así sea que siempre les esté gritando que ya se mueran, es la forma en la que él trata a las personas que le agradan (A golpe e insulto)
- Prefiere hacerle el vago, odia el trabajo y los estudios.
- Es experto en las luchas cuerpo a cuerpo o armado, es lo mismo para él.
- Más terco que una mula pero se hace querer de alguna u otra manera(?
- Los animales le odian.
Pareja: ??
Última edición por Fire el Sáb 8 Jul - 15:53, editado 1 vez
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Edad : 28
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Re: [Roll-P] Remember
Nombre: Silvermist (Abreviado Sil o Silver) Adoro este nombre :3 (?)
Edad: 17
Apariencia:
Historia:
Desde que nació, estuvo en el palacio de la princesa pues era hija de una de las sirvientas más cercanas a la princesa, por lo que la conocía muy bien a la joven y sus costumbres, a pesar de nunca haber hablado con ella (Sil sabe todo lo relacionado con etiqueta y aristocracia :3). Cuando creció lo suficiente, pasó a ejercer el cargo de su madre hasta que la princesa tuvo que irse.
Extras:
- Posee una condición física perfecta, teniendo excelente flexibilidad, velocidad, agilidad y resistencia, además es una la mejor en gimnasia y las acrobacias. Es una excelente deportista, pues en cualquier deporte se descata
- Es vegetariana por lo que ama las frutas y vegetales. Además al ver sangre de algún ser vivo fuera de su cuerpo (?), le asusta mucho
- Se toma todo muy literal o de manera muy infantil
- Tiene un don natural para cantar, además de que sabe interpretar: La ocarina, la flauta, el piano y el arpa.
- Su voz es tan suave que no puede gritar como se debe, es un esfuerzo sobrehumano para ella (?)
- Ella se lleva de maravilla con cualquier ser vivo, pues logra tener un silencio interno lo que le permite entender y sentir lo que los seres vivos sienten.
- Le tiene un terrible miedo a la oscuridad
- Siempre viste de manera tierna, además de que en su actitud y vestimenta siempre será la más pequeña
- Le encanta lo dulce, pero no puede comerlo o se pone muy hiperactiva
- Es poco enamoradiza porque no comprende el tema del romance y el amor
- Es ambidiestra (Maneja ambas manos perfectamente), por lo que es muy buena en el manejo de armas desde que no sean de fuego
Pareja:
Edad: 17
Apariencia:
- Spoiler:
Historia:
Desde que nació, estuvo en el palacio de la princesa pues era hija de una de las sirvientas más cercanas a la princesa, por lo que la conocía muy bien a la joven y sus costumbres, a pesar de nunca haber hablado con ella (Sil sabe todo lo relacionado con etiqueta y aristocracia :3). Cuando creció lo suficiente, pasó a ejercer el cargo de su madre hasta que la princesa tuvo que irse.
Extras:
- Posee una condición física perfecta, teniendo excelente flexibilidad, velocidad, agilidad y resistencia, además es una la mejor en gimnasia y las acrobacias. Es una excelente deportista, pues en cualquier deporte se descata
- Es vegetariana por lo que ama las frutas y vegetales. Además al ver sangre de algún ser vivo fuera de su cuerpo (?), le asusta mucho
- Se toma todo muy literal o de manera muy infantil
- Tiene un don natural para cantar, además de que sabe interpretar: La ocarina, la flauta, el piano y el arpa.
- Su voz es tan suave que no puede gritar como se debe, es un esfuerzo sobrehumano para ella (?)
- Ella se lleva de maravilla con cualquier ser vivo, pues logra tener un silencio interno lo que le permite entender y sentir lo que los seres vivos sienten.
- Le tiene un terrible miedo a la oscuridad
- Siempre viste de manera tierna, además de que en su actitud y vestimenta siempre será la más pequeña
- Le encanta lo dulce, pero no puede comerlo o se pone muy hiperactiva
- Es poco enamoradiza porque no comprende el tema del romance y el amor
- Es ambidiestra (Maneja ambas manos perfectamente), por lo que es muy buena en el manejo de armas desde que no sean de fuego
Pareja:
Última edición por Dani el Sáb 11 Feb - 10:07, editado 3 veces
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Re: [Roll-P] Remember
Noah miró al horizonte a través de la única ventana que ocupaba la inmensa habitación. Sin abandonar su postura erguida, sus ojos se clavaban en el firmamento del cielo, esperando a que algo ocurriese que pudiera ocupar sus ociosos ojos por un momento.
- ¿Por qué estás tan tenso? Deberías relajarte en un gran día como este.
El rubio reconoció inmediatamente el dueño de tal melodiosa voz, la princesa. Ella miraba mediante el espejo del tocador que tenía delante para observar a Noah mientras una chica de cabellos claros peinaba su largos cabellos tarareando alguna canción que Noah desconocía.
- Eso es imposible para mi. Jamás me permitiría descansar en un día como este cuando la seguridad de su Alteza corre mas peligro que otros días. - Dijo como si un maestro diera clases, sin abandonar su postura anclada a la puerta. La joven no pudo evitar soltar una leve risa ante tal comentario.
- Es el fin del Solsticio de Invierno, todos deberían relajarse en un día como este. Quiero decir, mira. - Dijo observando la ventana. - Las calles se llenan de alegría, de color y de vida. ¿Que podría salir mal?
- No puedes negarlo de su trabajo. - Habló la muchacha que peinaba sus largos cabellos que relucían a luz del sol.
- Pero Mar. - Dijo mientras hacía pucheros. - ¡Noah siempre está detrás mía todos los días!
- Estate quieta. - La regañó para luego pasar a una mirada tierna. - Hoy tienes que estar bella para la fiesta de la santa Primavera. - Noah no pudo evitar sonreír ante la situación que estaba pasando. Era impensable que alguien como una princesa se preocupase de un peón como él.
En ese momento, varios toques en la puerta recorrieron la habitación trayendo la mirada de las dos chicas hacia el rubio que puso cara de desconcierto como señal de desconocía que pasaba.
- La dama Keira desea ver a su alteza. - Gritó un guardia al otro lado de la entrada. La princesa asintió y seguidamente Noah con cuidado, puso su mano en la puerta y la abrió mientras hacía una reverencia.
- Hermoso vestido. - Fue lo primero que dijo la castaña tras hacer una pequeña reverencia con gran elegancia.
Noah abrió los ojos. Los molestos chirridos del despertador hicieron que lo golpease a muerte estando a punto de destrozarlo, estaba teniendo un sueño demasiado interesante como para despertar.
Antes de vestirse dedicó varios minutos a anotar en un cuaderno todo aquel sueño, hasta el detalle de su uniforme como guarda. Sabía que solo era un sueño pero tenía la necesitad irremediable de anotarlo hasta que se dio cuenta de estaba escribiendo caracteres incomprensibles nunca vistos en un idioma raro. Su mano empezó a temblar y enseguida soltó el lápiz.
Para su sorpresa, podía comprender aquel idioma. Le costaba, pero lo comprendía a duras penas y cuando intentó escribirlo de nuevo, su mente ahora estaba vacía de conocimientos.
- No entiendo. - Se dijo a sí mismo para levantarse de su escritorio y vestirse.
Pero de pronto, un gran dolor de cabeza invadió su cuerpo. Noah se llevó ambas manos a la cabeza y no pudo evitar caer al suelo del intenso dolor. Entonces, unas imágenes pasaron por su mente.
- ¡Lo traje! - Gritó Mar saludando a su amiga mientras Noah seguía a la castaña apurado.
- ¡Alteza! ¿Estáis bien?
- ¿Que?
- Perdón pero Noah estaba tan profundamente dormido que para despertarlo le dije que estabas en peligro. - Dijo Mar mientras recibía miradas acusadoras del caballero.
- Ya no te enfades. - Dijo la princesa colocando una corona de flores en la cabeza del rubio. - Hemos hecho esto para ti. No te sobreesfuerces. - Ambas miraron a Noah cuyo rostro se había quedado sin habla. Cuando parecía que iba a decir algo, se quedaba en silencio y aquello provocó una risa irremediable en las dos.
- ¡No es gracioso! Casi se me para el corazón del susto.
- Yo sé que estarás ahí para protegerme cuando lo necesite. - Sonrió. - Y a Mar también, por supuesto. - Noah emitió un leve gruñido como aceptación entre sonrojos.
- Me hacéis pasar malos tiempos.
- ¿Por qué estás tan tenso? Deberías relajarte en un gran día como este.
El rubio reconoció inmediatamente el dueño de tal melodiosa voz, la princesa. Ella miraba mediante el espejo del tocador que tenía delante para observar a Noah mientras una chica de cabellos claros peinaba su largos cabellos tarareando alguna canción que Noah desconocía.
- Eso es imposible para mi. Jamás me permitiría descansar en un día como este cuando la seguridad de su Alteza corre mas peligro que otros días. - Dijo como si un maestro diera clases, sin abandonar su postura anclada a la puerta. La joven no pudo evitar soltar una leve risa ante tal comentario.
- Es el fin del Solsticio de Invierno, todos deberían relajarse en un día como este. Quiero decir, mira. - Dijo observando la ventana. - Las calles se llenan de alegría, de color y de vida. ¿Que podría salir mal?
- No puedes negarlo de su trabajo. - Habló la muchacha que peinaba sus largos cabellos que relucían a luz del sol.
- Pero Mar. - Dijo mientras hacía pucheros. - ¡Noah siempre está detrás mía todos los días!
- Estate quieta. - La regañó para luego pasar a una mirada tierna. - Hoy tienes que estar bella para la fiesta de la santa Primavera. - Noah no pudo evitar sonreír ante la situación que estaba pasando. Era impensable que alguien como una princesa se preocupase de un peón como él.
En ese momento, varios toques en la puerta recorrieron la habitación trayendo la mirada de las dos chicas hacia el rubio que puso cara de desconcierto como señal de desconocía que pasaba.
- La dama Keira desea ver a su alteza. - Gritó un guardia al otro lado de la entrada. La princesa asintió y seguidamente Noah con cuidado, puso su mano en la puerta y la abrió mientras hacía una reverencia.
- Hermoso vestido. - Fue lo primero que dijo la castaña tras hacer una pequeña reverencia con gran elegancia.
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Noah abrió los ojos. Los molestos chirridos del despertador hicieron que lo golpease a muerte estando a punto de destrozarlo, estaba teniendo un sueño demasiado interesante como para despertar.
Antes de vestirse dedicó varios minutos a anotar en un cuaderno todo aquel sueño, hasta el detalle de su uniforme como guarda. Sabía que solo era un sueño pero tenía la necesitad irremediable de anotarlo hasta que se dio cuenta de estaba escribiendo caracteres incomprensibles nunca vistos en un idioma raro. Su mano empezó a temblar y enseguida soltó el lápiz.
Para su sorpresa, podía comprender aquel idioma. Le costaba, pero lo comprendía a duras penas y cuando intentó escribirlo de nuevo, su mente ahora estaba vacía de conocimientos.
- No entiendo. - Se dijo a sí mismo para levantarse de su escritorio y vestirse.
Pero de pronto, un gran dolor de cabeza invadió su cuerpo. Noah se llevó ambas manos a la cabeza y no pudo evitar caer al suelo del intenso dolor. Entonces, unas imágenes pasaron por su mente.
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- ¡Lo traje! - Gritó Mar saludando a su amiga mientras Noah seguía a la castaña apurado.
- ¡Alteza! ¿Estáis bien?
- ¿Que?
- Perdón pero Noah estaba tan profundamente dormido que para despertarlo le dije que estabas en peligro. - Dijo Mar mientras recibía miradas acusadoras del caballero.
- Ya no te enfades. - Dijo la princesa colocando una corona de flores en la cabeza del rubio. - Hemos hecho esto para ti. No te sobreesfuerces. - Ambas miraron a Noah cuyo rostro se había quedado sin habla. Cuando parecía que iba a decir algo, se quedaba en silencio y aquello provocó una risa irremediable en las dos.
- ¡No es gracioso! Casi se me para el corazón del susto.
- Yo sé que estarás ahí para protegerme cuando lo necesite. - Sonrió. - Y a Mar también, por supuesto. - Noah emitió un leve gruñido como aceptación entre sonrojos.
- Me hacéis pasar malos tiempos.
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Re: [Roll-P] Remember
El sonido del mar inundaba todo el lugar, la brisa marina chocaba contra su rostro y hacía bailar sus claros cabellos castaños. Sus pies descalzos sentían la arena húmeda y su azulina mirada se perdía en el horizonte que despedía al sol entre franjas naranjas y violetas, dando la bienvenida a la noche.
-¿Qué haces Mar?- una dulce voz se oyó a sus espaldas, la castaña volteó para encontrarse con un rostro sonriente.
-Veo el Mar- respondió-
-Jeje es gracioso, Mar viendo el mar.
-Sí, supongo- sonrió.
-¡Princesa! ¡Marianella! – llamó otra voz -¡Es hora de volver!- gritó el joven rubio.
-¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?- saltó la joven haciendo un puchero.
-Jejeje pero es tú nombre Mar, es muy lindo.
-Sí, pero no me acostumbro- La princesa soltó una risa por lo bajo –Ven vamos o “Don vinagre” vendrá por nosotras- sin más, jaló sutilmente de la mano a la joven y las dos caminaron hacia el fin de la playa, para encontrarse con el joven caballero.
-Aquí estamos Noah- sonrío la princesa
-¿Se puede saber porque salieron del palacio sin mi autorización y en mi descuido?
-Por eso mismo, ¿sabes lo difícil que es hacer algo sin tu vigilancia?- recalcó la castaño
-No te preocupes, estamos bien. Solo quisimos darte un respiro de vez en cuanto- Dijo la princesa con un guiño, mientras la joven a su lado asentaba y sonreía.
-¡Mar!- Un grito de un hombre se combinaba con el sueño, hasta que se la trajo a la realidad.
-¿Me quede dormida?- la joven se restregó los ojos. Se encontraba sentada en su escritorio, sobre un libro abierto.
-¡Mar!- nuevamente el grito, ahora más alto, estaba afuera de su habitación.
-¿Qué ¿- respondió la joven
-¿Puedes ir al mercado?- preguntó.
-Sí, ahí voy- respondió ahogando un bostezo. -“Justo cuando era más nítido el sueño” – soltó un corto suspiro, tuvo la intención de voltear y levantarse pero fijó su mirada en un libro al lado derecho de su escritorio. Era un cuaderno forrado de turquesa. Lo tomó y se dirigió a la última página escrita y la releyó.
Desde hace unos días los sueños que la joven había tenido desde su infancia, se hacían más nítidos y cada vez, le causaba más intriga. Siempre se presentaban las mismas personas, una misma época y todo le resultaba muy familiar.
Cogió un lápiz y empezó a anotar lo que había soñado.
-Podría hacer un buen libro- río para sí.
-¡Mariella!- Nuevamente la voz se oyó desde afuera de su habitación -¿Vas a ir?
-¡Sí, ya voy!- La joven se puso de pie y de repente sintió un leve tambaleo, y cayó recostándose en la cama.
Corría por los inmensos pasillos de un castillo. Las paredes eran de color plomizo, al lado derecho infinidad de cuadros y algunos floreros, y al lado izquierdo, enormes ventanales que alumbraban el corredor.
Entro por una puerta y viró por tres pasadizos más, iba en la última vuelta cuando tuvo que frenar precipitadamente.
-¡Marianella!- llamó la joven delante de ella con un tono de mando.
-Lo siento mucho Keira- se disculpó la joven con las manos delante
-No corras por los pasillos, puedes golpear a alguien- suspiró con un tono más sereno -¿A dónde ibas tan a prisa?- preguntó.
-Iba a encontrarme con Sil, es que prometió enseñarme …- la joven se silenció con las mejillas sonrosadas.
-¿Etiqueta social?- preguntó la joven adivinando lo que la castaña iba a decir, y es que no era la primera vez que Marianella se escabullía a esas clases, después de todo, siempre quería sorprender a la princesa. La joven sonrío cuando la joven asentó.
-Ok anda, pero cualquier cosa, no dudes en decirme ¿sí?-
-Si Keira- sin más, salió corriendo con dirección a la cocina.
-¿Qué haces Mar?- una dulce voz se oyó a sus espaldas, la castaña volteó para encontrarse con un rostro sonriente.
-Veo el Mar- respondió-
-Jeje es gracioso, Mar viendo el mar.
-Sí, supongo- sonrió.
-¡Princesa! ¡Marianella! – llamó otra voz -¡Es hora de volver!- gritó el joven rubio.
-¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?- saltó la joven haciendo un puchero.
-Jejeje pero es tú nombre Mar, es muy lindo.
-Sí, pero no me acostumbro- La princesa soltó una risa por lo bajo –Ven vamos o “Don vinagre” vendrá por nosotras- sin más, jaló sutilmente de la mano a la joven y las dos caminaron hacia el fin de la playa, para encontrarse con el joven caballero.
-Aquí estamos Noah- sonrío la princesa
-¿Se puede saber porque salieron del palacio sin mi autorización y en mi descuido?
-Por eso mismo, ¿sabes lo difícil que es hacer algo sin tu vigilancia?- recalcó la castaño
-No te preocupes, estamos bien. Solo quisimos darte un respiro de vez en cuanto- Dijo la princesa con un guiño, mientras la joven a su lado asentaba y sonreía.
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-¡Mar!- Un grito de un hombre se combinaba con el sueño, hasta que se la trajo a la realidad.
-¿Me quede dormida?- la joven se restregó los ojos. Se encontraba sentada en su escritorio, sobre un libro abierto.
-¡Mar!- nuevamente el grito, ahora más alto, estaba afuera de su habitación.
-¿Qué ¿- respondió la joven
-¿Puedes ir al mercado?- preguntó.
-Sí, ahí voy- respondió ahogando un bostezo. -“Justo cuando era más nítido el sueño” – soltó un corto suspiro, tuvo la intención de voltear y levantarse pero fijó su mirada en un libro al lado derecho de su escritorio. Era un cuaderno forrado de turquesa. Lo tomó y se dirigió a la última página escrita y la releyó.
Desde hace unos días los sueños que la joven había tenido desde su infancia, se hacían más nítidos y cada vez, le causaba más intriga. Siempre se presentaban las mismas personas, una misma época y todo le resultaba muy familiar.
Cogió un lápiz y empezó a anotar lo que había soñado.
-Podría hacer un buen libro- río para sí.
-¡Mariella!- Nuevamente la voz se oyó desde afuera de su habitación -¿Vas a ir?
-¡Sí, ya voy!- La joven se puso de pie y de repente sintió un leve tambaleo, y cayó recostándose en la cama.
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Corría por los inmensos pasillos de un castillo. Las paredes eran de color plomizo, al lado derecho infinidad de cuadros y algunos floreros, y al lado izquierdo, enormes ventanales que alumbraban el corredor.
Entro por una puerta y viró por tres pasadizos más, iba en la última vuelta cuando tuvo que frenar precipitadamente.
-¡Marianella!- llamó la joven delante de ella con un tono de mando.
-Lo siento mucho Keira- se disculpó la joven con las manos delante
-No corras por los pasillos, puedes golpear a alguien- suspiró con un tono más sereno -¿A dónde ibas tan a prisa?- preguntó.
-Iba a encontrarme con Sil, es que prometió enseñarme …- la joven se silenció con las mejillas sonrosadas.
-¿Etiqueta social?- preguntó la joven adivinando lo que la castaña iba a decir, y es que no era la primera vez que Marianella se escabullía a esas clases, después de todo, siempre quería sorprender a la princesa. La joven sonrío cuando la joven asentó.
-Ok anda, pero cualquier cosa, no dudes en decirme ¿sí?-
-Si Keira- sin más, salió corriendo con dirección a la cocina.
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Re: [Roll-P] Remember
Se movió sigilosamente hasta la ventana, para su suerte estaba mal cerrada y bastó solo un empujón para que éstas cedieran; cual ninja ingresó. Su objetivo: El estante con comida. Sabía que no sería fácil con tantos cocineros cerca pero era algo que estaba dispuesto a hacer así le costara la mano por culpa de los cuchillos que veía frente a él. cualquier espacio vacío le bastaba para moverse como ratón sin gato en casa. Fue más que de maravilla ya que llegó sin ser visto y se escondió tras un hueco del estante que siempre había usado. Una vez llegó sabía que tenía el camino libre. Pan, queso, leche y unas cuantas perdices recién hechas, éstas últimas fueron lo extraño pero ya se lo suponía.
Pudo leer en aquella nota. Era un horror que aquellas personas siempre anticiparan todo, pero así era mejor. Sonrió y se escabulló por la puerta principal de la cocina terminando en la ventana de la habitación donde la princesa normalmente se sentaba tranquilamente a tomar el té.
- Llegó Romeo con la comida para Julieta ~ - Dijo al entrar como un gato mal entrenado.
- Disculpa ¿Qué dijiste? No escuché bien. Perro callejero - Noah tenía un Bokken apuntando al cuello del llegado listo para decapitarlo si era necesario. No era por compasión pero la princesa al ver como se trataban entre ellos pidió que cuando se pusieran en plan de amenaza entre ellos usarán éstos solo por precaución. A pesar de que continuaba siendo peligroso.
- Tsk, salió el perro guardián - masculló lo suficiente alto para ser escuchado y que Noah intentara terminar lo que iba a hacer en un principio, pero fue esquivado - malhumorado, no aceptas ni una bromilla - Dijo el pelirojo, se apartó y dejó las cosas sobre la mesita - ¿Verdad su alteza? - Preguntó dirigiendo su mirada a la princesa la cual reía por lo bajo.
- Ustedes nunca cambian ¿No? - Los miró divertida de la escena, normalmente no le gustaban las peleas pero las de los dos eran demasiado tontas, como para contener la risa.
- No sé cómo acepta el trato con éste individuo - Negó Noah, la verdad no es que se llevaran mal, simplemente sus personalidades llegaban a chocar en momentos, otros eran más relajados.
- Princesa ¿Cuándo le piensa cortar la cabeza? - Dijo señalando a Noah.
- No antes que a ti, definitivamente.
- Ya los dos, Noah, Aker - Los calmó con una sonrisa - Como Mar, está al parecer ocupada ahora deben de hacerme compañía femenina, así que hablemos de cosas de chicas - Dijo con una sonrisa, A Noah y Aker se les fue el alma al piso en ese momento. La princesa rió - Buenas expresiones, Ahora coman - Les ofreció lo que Aker había robado de la cocina - Especialmente tú Aky - La princesa le había puesto aquel diminutivo a su nombre como señal de confianza - debes de estar hambriento ya que nunca aceptas comer con los demás, y claro Noah por estar muy ocupado protegiéndome de cualquier "Maldad"
- Es porque es mi deber - Noah suspiró y sonrió -
- Si también el mío - Dijo Aker con la boca llena de pan y sosteniendo una presa de perdiz.
- Un perro callejero nunca dejará de ser uno - el rubio alzó los hombros ya se había acostumbrado a esos malos modales.
Escuchó el molesto cantar de su hermana menor, se levantó, abrió la puerta de su cuarto, pateó la puerta del cuarto de su hermana y le lanzó un zapato.
- ¡Cantas peor que una gata cuando está pariendo! - Le gritó.
- Esas no son maneras de tratar a una Dama Aky - Dijo entre pucheros la chica que ahora estaba sentada en el suelo y había esquivado aquel zapato por los pelos. Mejor dicho sabía que su hermano había fallado a propósito.
- Ese es el problema, no eres ninguna dama - Negó - deja de cantar que estoy tratando de dormir.
- No duermas mucho, mamá me dijo que hoy teníamos la visita de unos parientes... Lejanos... - Se quedó pensativa.
- Diles que no me interesan - Regresó a su habitación y se volvió a tumbar en la cama como buen vago, pero se sentía extraño por aquel sueño lo recordaba perfectamente así como una extraña sensación de deja vu, Después de pensarlo muy poco volvió a quedarse dormido.
Abrió sus ojos rojos como su cabello para ver como un grupo de personas platicaban animadas.
- Veo que has despertado Aky - Dijo la princesa - Después de comer tanto no me sorprende que hayas caído sin más.
- Así que eso pasó... - Trató de recordar el hecho de haber quedado dormido, pero como su especialidad no era pensar prefirió dejarlo rápido.
- Bajar la guardia en estos momentos, que mal perrito resultaste - Dijo Noah conociendo el temperamento de Aker.
- Ya ves no todos somos perros dementes - Se defendió.
- Princesa no debería de estar con los dos presentes o aprenderá un vocabulario que no es debido - Keira Negó.
- Pues yo intento librarme un poco, pero además de que me persiguen como dicen sus propios apodos, con verlos una vez es algo contagioso.
- Siento que me han denigrado - Dijo tranquilo pero con pesar Noah.
- ¿Eh? No, definitivamente el denigrado soy yo.
- ¿Ves? - Recalcó sonriente la princesa -
- Con toda claridad - Dijo Keira imitando a la princesa -
"La Princesa te pidió comida ¿No? Pues llévale algo digno - Sil"
Pudo leer en aquella nota. Era un horror que aquellas personas siempre anticiparan todo, pero así era mejor. Sonrió y se escabulló por la puerta principal de la cocina terminando en la ventana de la habitación donde la princesa normalmente se sentaba tranquilamente a tomar el té.
- Llegó Romeo con la comida para Julieta ~ - Dijo al entrar como un gato mal entrenado.
- Disculpa ¿Qué dijiste? No escuché bien. Perro callejero - Noah tenía un Bokken apuntando al cuello del llegado listo para decapitarlo si era necesario. No era por compasión pero la princesa al ver como se trataban entre ellos pidió que cuando se pusieran en plan de amenaza entre ellos usarán éstos solo por precaución. A pesar de que continuaba siendo peligroso.
- Tsk, salió el perro guardián - masculló lo suficiente alto para ser escuchado y que Noah intentara terminar lo que iba a hacer en un principio, pero fue esquivado - malhumorado, no aceptas ni una bromilla - Dijo el pelirojo, se apartó y dejó las cosas sobre la mesita - ¿Verdad su alteza? - Preguntó dirigiendo su mirada a la princesa la cual reía por lo bajo.
- Ustedes nunca cambian ¿No? - Los miró divertida de la escena, normalmente no le gustaban las peleas pero las de los dos eran demasiado tontas, como para contener la risa.
- No sé cómo acepta el trato con éste individuo - Negó Noah, la verdad no es que se llevaran mal, simplemente sus personalidades llegaban a chocar en momentos, otros eran más relajados.
- Princesa ¿Cuándo le piensa cortar la cabeza? - Dijo señalando a Noah.
- No antes que a ti, definitivamente.
- Ya los dos, Noah, Aker - Los calmó con una sonrisa - Como Mar, está al parecer ocupada ahora deben de hacerme compañía femenina, así que hablemos de cosas de chicas - Dijo con una sonrisa, A Noah y Aker se les fue el alma al piso en ese momento. La princesa rió - Buenas expresiones, Ahora coman - Les ofreció lo que Aker había robado de la cocina - Especialmente tú Aky - La princesa le había puesto aquel diminutivo a su nombre como señal de confianza - debes de estar hambriento ya que nunca aceptas comer con los demás, y claro Noah por estar muy ocupado protegiéndome de cualquier "Maldad"
- Es porque es mi deber - Noah suspiró y sonrió -
- Si también el mío - Dijo Aker con la boca llena de pan y sosteniendo una presa de perdiz.
- Un perro callejero nunca dejará de ser uno - el rubio alzó los hombros ya se había acostumbrado a esos malos modales.
Escuchó el molesto cantar de su hermana menor, se levantó, abrió la puerta de su cuarto, pateó la puerta del cuarto de su hermana y le lanzó un zapato.
- ¡Cantas peor que una gata cuando está pariendo! - Le gritó.
- Esas no son maneras de tratar a una Dama Aky - Dijo entre pucheros la chica que ahora estaba sentada en el suelo y había esquivado aquel zapato por los pelos. Mejor dicho sabía que su hermano había fallado a propósito.
- Ese es el problema, no eres ninguna dama - Negó - deja de cantar que estoy tratando de dormir.
- No duermas mucho, mamá me dijo que hoy teníamos la visita de unos parientes... Lejanos... - Se quedó pensativa.
- Diles que no me interesan - Regresó a su habitación y se volvió a tumbar en la cama como buen vago, pero se sentía extraño por aquel sueño lo recordaba perfectamente así como una extraña sensación de deja vu, Después de pensarlo muy poco volvió a quedarse dormido.
Abrió sus ojos rojos como su cabello para ver como un grupo de personas platicaban animadas.
- Veo que has despertado Aky - Dijo la princesa - Después de comer tanto no me sorprende que hayas caído sin más.
- Así que eso pasó... - Trató de recordar el hecho de haber quedado dormido, pero como su especialidad no era pensar prefirió dejarlo rápido.
- Bajar la guardia en estos momentos, que mal perrito resultaste - Dijo Noah conociendo el temperamento de Aker.
- Ya ves no todos somos perros dementes - Se defendió.
- Princesa no debería de estar con los dos presentes o aprenderá un vocabulario que no es debido - Keira Negó.
- Pues yo intento librarme un poco, pero además de que me persiguen como dicen sus propios apodos, con verlos una vez es algo contagioso.
- Siento que me han denigrado - Dijo tranquilo pero con pesar Noah.
- ¿Eh? No, definitivamente el denigrado soy yo.
- ¿Ves? - Recalcó sonriente la princesa -
- Con toda claridad - Dijo Keira imitando a la princesa -
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Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
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Re: [Roll-P] Remember
El Sol brillaba con fuerza y al entrar en el edificio, su vista se nubló al tener que soportar tan poca luz repentinamente.
Al abrir la puerta, el sonido de una pequeña campana se creó al igual que cuando la cerró llamando la atención de la dependienta que sonrió de la manera mas dulce que pudo aprovechando su hermosa apariencia joven.
- ¡Bienvenido!
Noah sonrió como gesto de gratitud y empezó a observar el amplio escaparate que estaba lleno de dulces, pasteles y otros tantos alimentos dulzones aunque mas que decidir que iba a pedir, su mente estaba trabajando en otras cosas.
Aquellos sueños que había tenido, eran demasiado reales y lo que era peor, todos tenían conexión entre sí y la probabilidad era 0,1% porque jamás había tenido dos sueños que fueran prácticamente casi iguales. Quedaba añadir las visiones que había tenido porque cuando desaparecían, el seguía consciente de la realidad.
- ¿Que va a pedir? - Preguntó la sirvienta a una muchacha de cabellos castaños claros que cargaba varias bolsas en una mano.
- Hmmm uno de esto, esto y esto. - Dijo señalando varios trozo de pasteles. - Ah, los dos últimos para llevar.
- Marchando~ Una de doce, tres y sesenta y cuatro - Dijo mientras marcaba unas teclas en la pantalla del ordenador. - Su mesa será esa de ahí, la número siete. - Señaló.
La chica levantó las bolsas y se dispuso a ir, pero cuando levantó la mirada, se tomó con el rostro de Noah y ambos intercambiaron una breve mirada que hasta dentro de un dos pares de segundos, no reconocieron uno del otro.
- ¡Tu! - Fue lo primero que dijo el rubio sin pensar en sus consecuencias.
- ¡N-Noah! - Imitó su imprudencia por el asombro.
En ese preciso instante, otro individuo entró en la tienda, de cabellos rojos oscuros y al igual que sus ojos. El sonido de la campana llamó la atención de los dos hacia la entrada y en ese momento, los tres intercambiaron una mirada.
- ¿Oh vaya, se conocen? ¿Debería elegir una mesa mas grande señorita?
- El perrito guardián sigue aquí...
- ¿A quién llamas tú perrito guardián? Chucho sarnoso.
- H-Hey chicos, no se peleen... - Intentó calmar la castaña. Los dos chicos dejaron de discutir, Noah puso la mirada al frente con los ojos cerrados y de brazos cruzados mientras que Aker dirigió la vista hacia la ventana. - Vamos, no discutan... Después de todo, nos conocemos...
Aquella frase dejó la pelea entre los dos y volvió a unir sus miradas en la castaña. Dejando las hostilidades a un lado, había un tema delicado.
- ¿Como sabes mi nombre? - Preguntó el rubio. - Lo dijiste antes, en la entrada.
- Soñé varias veces con ello. - Mar recibió la aprobación de Noah.
- Igual. Si no me equivoco, Mar es tu nombre. - La castaña asintió.
- ¿Hola? ¿Alguien se acuerda de mi persona? - Preguntó Aker recibiendo una respuesta negativa de Noah con la cabeza.
- Yo si, Aky. - Dijo sonriente.
- Lo siento pero yo apenas he...
Dos guardias de la caravana cayeron lentamente mientras sus lanzas hacían un sonido hueco al tocar el suelo alertando toda la escolta.
Allí estaba un hombre de pie sin moverse, enmascarado por una oscura capa que no dejaba ver si rostro o la figura de su cuerpo pero sin dudarlo, todos los guardias rodearon al sujeto y con sus afiladas lanzas apuntaron su cuerpo. Algunos echaron varios vistazos a sus compañeros caídos cuyas flechas atravesaban su armadura y hacían brotar la sangre mancillando la verde tierra del camino.
- Apresadlo. - Ordenó Noah.
Sin embargo, en ese momento, desde algún lugar, varias flechas traspasaron la fina armadura de los soldados matándolos y finalmente cayendo lentamente al suelo.
- Nosotros nos encargaremos. - Habló un soldado montado a caballo desenvainando su espada al igual que otros tantos y creando así un coro del sonido del acero deslizarse sobre la funda del mismo material.
- Por favor. - Susurró Noah para luego dar un fuerte latizago en las riendas de los caballos y tirasen a toda velocidad del carro.
- No los van a frenar, ni siquiera son caballeros, la mayoría son escuderos vestidos de caballeros. - Dijo Aker quien se sentaba al lado del rubio.
- No podemos hacer otra cosa.
- Claro que podemos. Yo los entretendré. - Murmuró a punto de saltar del carro pero Noah lo detuvo.
- Nada de tonterías... Si tu y yo caemos, será una pluma lo que vaya a defender a su Alteza.
- Sabes que no hay escapatoria. - Rechistó el pelirrojo - Los carros no vuelan, no vamos a lograr salir del reino a tiempo. Prefiero ir a distraerlo e intentarlo.
- Haz lo que quieras...
Noah puso sus brazos en la mesa y cubrió su rostro con ellas. Estaba sudando frío y su respiración se había vuelto agitada de repente por arte de magia.
- ¿Estas bien? - Preguntó Mar con clara preocupación.
- Ya... ya lo ví... - Murmuró mientras hacía una seña con un mano para que no se preocuparan por él.
- No son... simples sueños ¿verdad?
- Parece que todos hemos tenido las mismas... "visiones" - Dijo Mar intentando escoger la palabra correcta.
- La princesa. - Interrumpió Noah. - La princesa... ¿Todos hemos visto a ella? - Los dos respondieron en afirmación.
Mar sacó un trozo de papel de un recibo de la compra y un bolígrafo de su bolso y empezó a anotar varias cosas.
- "Cosas importantes: La princesa. Todos poseemos la misma apariencia. Hemos "soñado" con el otro. Los sueños se ven casi iguales." - Leyó Aker. - Me parece que esto es mas profundo de lo que parece. - Dijo mientras clavaba sin contemplación el tenedor en el pastel y de un bocado se lo terminaba.
Al abrir la puerta, el sonido de una pequeña campana se creó al igual que cuando la cerró llamando la atención de la dependienta que sonrió de la manera mas dulce que pudo aprovechando su hermosa apariencia joven.
- ¡Bienvenido!
Noah sonrió como gesto de gratitud y empezó a observar el amplio escaparate que estaba lleno de dulces, pasteles y otros tantos alimentos dulzones aunque mas que decidir que iba a pedir, su mente estaba trabajando en otras cosas.
Aquellos sueños que había tenido, eran demasiado reales y lo que era peor, todos tenían conexión entre sí y la probabilidad era 0,1% porque jamás había tenido dos sueños que fueran prácticamente casi iguales. Quedaba añadir las visiones que había tenido porque cuando desaparecían, el seguía consciente de la realidad.
- ¿Que va a pedir? - Preguntó la sirvienta a una muchacha de cabellos castaños claros que cargaba varias bolsas en una mano.
- Hmmm uno de esto, esto y esto. - Dijo señalando varios trozo de pasteles. - Ah, los dos últimos para llevar.
- Marchando~ Una de doce, tres y sesenta y cuatro - Dijo mientras marcaba unas teclas en la pantalla del ordenador. - Su mesa será esa de ahí, la número siete. - Señaló.
La chica levantó las bolsas y se dispuso a ir, pero cuando levantó la mirada, se tomó con el rostro de Noah y ambos intercambiaron una breve mirada que hasta dentro de un dos pares de segundos, no reconocieron uno del otro.
- ¡Tu! - Fue lo primero que dijo el rubio sin pensar en sus consecuencias.
- ¡N-Noah! - Imitó su imprudencia por el asombro.
En ese preciso instante, otro individuo entró en la tienda, de cabellos rojos oscuros y al igual que sus ojos. El sonido de la campana llamó la atención de los dos hacia la entrada y en ese momento, los tres intercambiaron una mirada.
- ¿Oh vaya, se conocen? ¿Debería elegir una mesa mas grande señorita?
- El perrito guardián sigue aquí...
- ¿A quién llamas tú perrito guardián? Chucho sarnoso.
- H-Hey chicos, no se peleen... - Intentó calmar la castaña. Los dos chicos dejaron de discutir, Noah puso la mirada al frente con los ojos cerrados y de brazos cruzados mientras que Aker dirigió la vista hacia la ventana. - Vamos, no discutan... Después de todo, nos conocemos...
Aquella frase dejó la pelea entre los dos y volvió a unir sus miradas en la castaña. Dejando las hostilidades a un lado, había un tema delicado.
- ¿Como sabes mi nombre? - Preguntó el rubio. - Lo dijiste antes, en la entrada.
- Soñé varias veces con ello. - Mar recibió la aprobación de Noah.
- Igual. Si no me equivoco, Mar es tu nombre. - La castaña asintió.
- ¿Hola? ¿Alguien se acuerda de mi persona? - Preguntó Aker recibiendo una respuesta negativa de Noah con la cabeza.
- Yo si, Aky. - Dijo sonriente.
- Lo siento pero yo apenas he...
Dos guardias de la caravana cayeron lentamente mientras sus lanzas hacían un sonido hueco al tocar el suelo alertando toda la escolta.
Allí estaba un hombre de pie sin moverse, enmascarado por una oscura capa que no dejaba ver si rostro o la figura de su cuerpo pero sin dudarlo, todos los guardias rodearon al sujeto y con sus afiladas lanzas apuntaron su cuerpo. Algunos echaron varios vistazos a sus compañeros caídos cuyas flechas atravesaban su armadura y hacían brotar la sangre mancillando la verde tierra del camino.
- Apresadlo. - Ordenó Noah.
Sin embargo, en ese momento, desde algún lugar, varias flechas traspasaron la fina armadura de los soldados matándolos y finalmente cayendo lentamente al suelo.
- Nosotros nos encargaremos. - Habló un soldado montado a caballo desenvainando su espada al igual que otros tantos y creando así un coro del sonido del acero deslizarse sobre la funda del mismo material.
- Por favor. - Susurró Noah para luego dar un fuerte latizago en las riendas de los caballos y tirasen a toda velocidad del carro.
- No los van a frenar, ni siquiera son caballeros, la mayoría son escuderos vestidos de caballeros. - Dijo Aker quien se sentaba al lado del rubio.
- No podemos hacer otra cosa.
- Claro que podemos. Yo los entretendré. - Murmuró a punto de saltar del carro pero Noah lo detuvo.
- Nada de tonterías... Si tu y yo caemos, será una pluma lo que vaya a defender a su Alteza.
- Sabes que no hay escapatoria. - Rechistó el pelirrojo - Los carros no vuelan, no vamos a lograr salir del reino a tiempo. Prefiero ir a distraerlo e intentarlo.
- Haz lo que quieras...
Noah puso sus brazos en la mesa y cubrió su rostro con ellas. Estaba sudando frío y su respiración se había vuelto agitada de repente por arte de magia.
- ¿Estas bien? - Preguntó Mar con clara preocupación.
- Ya... ya lo ví... - Murmuró mientras hacía una seña con un mano para que no se preocuparan por él.
- No son... simples sueños ¿verdad?
- Parece que todos hemos tenido las mismas... "visiones" - Dijo Mar intentando escoger la palabra correcta.
- La princesa. - Interrumpió Noah. - La princesa... ¿Todos hemos visto a ella? - Los dos respondieron en afirmación.
Mar sacó un trozo de papel de un recibo de la compra y un bolígrafo de su bolso y empezó a anotar varias cosas.
- "Cosas importantes: La princesa. Todos poseemos la misma apariencia. Hemos "soñado" con el otro. Los sueños se ven casi iguales." - Leyó Aker. - Me parece que esto es mas profundo de lo que parece. - Dijo mientras clavaba sin contemplación el tenedor en el pastel y de un bocado se lo terminaba.
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Re: [Roll-P] Remember
-En definitiva. Para empezar, el solo hecho de ver estas imágenes y la manera en que se presentan es, extraña. Y más ahora que es con más frecuencia- suspiró la joven empezando a comer una tarta de fresas.
-¿Con más frecuencia?- repitió el rubio mirando a la castaña, que disfrutaba su postre.
-Aja… - dejó su tenedor a un lado de la mesa – Desde que tengo memoria, he tenido algunos sueños similares, pero eran irregulares y algunos un tanto borrosos. A veces soñaba lo mismo, pero en diferente tiempo o también sucedía que no recordaba del todo el sueño, es por ello que empecé a escribirlos, pensé que sería una buena idea para un libro- Sonrío – Sin embargo, hace un tiempo empecé a tener los sueños con más frecuencia y con más nitidez, algunos me dejaban con una sensación rara en el pecho, y lo peor… que vienen de un momento a otro- finalizó ante la mirada curiosa de ambos muchachos. -No me digan, ¿ustedes también?- Preguntó inocente y perpleja. Ambos asintieron.
- Esto no es normal- dijo Aker hincando el diente a otra porción de torta.
-Lo que no es normal, es la cantidad de dulces que comen ustedes dos- Mencionó el muchacho observando a los dos jóvenes que acaba de conocer. Mar finalizaba una torta de chocolate dejando el plato sobre una pila de unos cinco a seis platos, mientras que Aker, hacía lo propio con un cheescake de limón y apilaba el plato en un motón decenas de veces mayor al de la joven.
-Tú comes muy lento- bufó el pelirrojo. Noah le dedicó una mirada fría y este le respondió de igual manera. Iba a empezar otra revuelta.
-Ya…ya muchachos, no empiecen- volvió a intervenir la muchacha. Justo en aquel momento, el sonido de un teléfono interrumpió toda la escena que habían montado. Mar cogió el teléfono y no respondió sin antes haber comprobado qué número llamaba.
-Sí, sí…No me he detenido en nada, ahí voy, bye- Cortó. – Lo siento muchachos debo irme a dejar esto – dijo levantándose y mostrando las pesadas bolsas que llevaba en las manos. –Pero no hemos terminado de hablar…- la castaña hizo una especie de puchero, mientras los dos jóvenes la observaban curiosos e impacientes por su reacción - ¡YA SE! Vengan a mi casa, mi hermano no estará y allí podemos conversar más tranquilos. ¿Se animan? – preguntó con una sonrisa. Ambos muchachos intercambiaron una vez más miradas de preguntas y respuestas.
Iban los tres caminando por la calle cercana al parque. De nuevo el Sol golpeaba con toda su fuerza en los ojos provocando una ola de insultos y maldiciones que salieron en un idioma incomprensible.
- ¿Perdón? - Inquirió Aker a lo que Noah alzó los hombros en señal de que no sabía lo que había dicho.
- Es para volverse loco. - Dijo haciendo referencia a los recuerdos que comenzaban a invadir toda su mente.
Mar llevaba una bolsa en una mano y con la otra comía un helado de la forma más lenta y atractiva degustando cada gota de helado. A sus lados, iban ambos muchachos que cortésmente, se habían ofrecido a ayudarla con las bolsas que de nada mas cogerlas, parecían piedras en lugar de objetos consumibles.
-No puedo creer que aún te entre eso- Soltó una sonrisa.
-Siempre hay espacios para los dulces- respondió en tono infantil colocándose delante de ellos y guiñándoles un ojo, en tono divertido y permitiendo que la suave brisa ondease sus ligeros cabellos, y su vestido con suavidad y elegancia.
Pero en ese momento, se escuchó un grito a lo lejos, un "¡Cuidado!"
En cuestión de segundos, Noah jaló a Mar contra sí mientras se deslizaba por el suelo y golpeaba el balón hacía arriba. Aker saltó y lo pateo en el aire, regresándolo al parque, donde unos sorprendidos niños los observaban con las bocas abiertas.
-¿Estás bien?- preguntó Noah, levantándose mientras se sacudía el polvo del suelo. Ella asintió.
–Gracias, pero no tenían que…-
-Fue un reflejo- contestó Aker quitándole importancia con un gesto despreocupado. La joven sonrío. Era un sentimiento bastante cálido de alguna forma.
–Muchas Gracias Caballeros- Dijo divertida mientras hacía un leve reverencia lo cual sacó el lado modesto de los dos hombres que miraban a otro lado.
Pronto llegaron al apartamento de la muchacha donde no había nadie. El interior del edificio era mucho más lujoso de lo que parecía por fuera.
-Tomen asiento, en seguida vuelvo- Dijo nada más abrir la puerta y entrar. El par de hombres obedecieron y se sentaron en el sofá del amplio salón.
-Te noto callado- empezó a hablar Noah luego de unos minutos en completo silencio.
-No tengo idea de cómo salió eso – confesó el chico recostándose sobre el mueble cerrando los ojos.
-Ni yo-
Minutos en silencios después…
-Que silencio, me sorprende que no se hayan matado- río. Ella llegaba con una bandeja con vasos de jugo y lo colocaba en la mesa. Los jóvenes la miraron. -Lo sé, es extraño que una chica que los acaba de conocer hace una hora les diga eso… pero, siento que los conozco desde siempre ¿a ustedes no les pasa?- preguntó mientras tomaba un vaso y se sentaba.
-Sí bueno… creo que eso es debido a los sueños- respondió el rubio
-Me pregunto… ¿Dónde estarán los demás?-
-¿Te refieres a los otros del sueño? ¿A la princesa, caballeros y demás?- ahora preguntó el pelirrojo.
-Más o menos, por alguna razón no sé si la princesa o los caballeros, pero…últimamente he soñado al menos con dos chicas más… Una castaña de ojos azules y una joven de cabello plateado, el nombre no recuerdo…-
-Keira, la dama de compañía de la princesa y la otra, realmente no lo sé, no recuerdo…- empezó el rubio.
-Silvermist o Sil, es algo así como una de las sirvientas- respondió Aker.
-Alguno… ¿tiene la menor idea porqué soñamos esto? ¿Por qué nos vemos nosotros mismos en una época diferente? ¿Qué significa esto?- cuestionó el rubio.
-Una vez leí sobre algo así – la castaña se puso de pie y empezó a caminar, haciendo un gesto con la mano para que los chicos la siguieran. Los encaminó hasta un cuarto lleno de estantes en las paredes con diversos libros, de todos los colores y tamaños, en un extremo frente a una ventana, un escritorio con una computadora, al lado opuesto, un sillón con una mesita frente a él, todo lo demás, estaba repleto de libros. La joven se acercó a uno de los estantes y luego de leer algunos lomos, cogió un libro con la pasta color marrón, lo llevó a la mesa y lo colocó frente a los dos muchachos que estaban allí sentados. En la caratula decía: Misterios de la vida.
-Ábranlo, capitulo 5- dijo. Así lo hizo Noah, Akky se acercó y leyó: -“Reencarnación: los misterios de la vida, después de la vida”
-Leí el terminó en un libro cuando era pequeña y lo investigué, así que podría ser, aunque hay personas que no creen en absoluto en que esto sea cierto- mencionó la muchacha.
Gracias a Locky por ayudarme a darle orden y agregarle cositas a la conti :3
-¿Con más frecuencia?- repitió el rubio mirando a la castaña, que disfrutaba su postre.
-Aja… - dejó su tenedor a un lado de la mesa – Desde que tengo memoria, he tenido algunos sueños similares, pero eran irregulares y algunos un tanto borrosos. A veces soñaba lo mismo, pero en diferente tiempo o también sucedía que no recordaba del todo el sueño, es por ello que empecé a escribirlos, pensé que sería una buena idea para un libro- Sonrío – Sin embargo, hace un tiempo empecé a tener los sueños con más frecuencia y con más nitidez, algunos me dejaban con una sensación rara en el pecho, y lo peor… que vienen de un momento a otro- finalizó ante la mirada curiosa de ambos muchachos. -No me digan, ¿ustedes también?- Preguntó inocente y perpleja. Ambos asintieron.
- Esto no es normal- dijo Aker hincando el diente a otra porción de torta.
-Lo que no es normal, es la cantidad de dulces que comen ustedes dos- Mencionó el muchacho observando a los dos jóvenes que acaba de conocer. Mar finalizaba una torta de chocolate dejando el plato sobre una pila de unos cinco a seis platos, mientras que Aker, hacía lo propio con un cheescake de limón y apilaba el plato en un motón decenas de veces mayor al de la joven.
-Tú comes muy lento- bufó el pelirrojo. Noah le dedicó una mirada fría y este le respondió de igual manera. Iba a empezar otra revuelta.
-Ya…ya muchachos, no empiecen- volvió a intervenir la muchacha. Justo en aquel momento, el sonido de un teléfono interrumpió toda la escena que habían montado. Mar cogió el teléfono y no respondió sin antes haber comprobado qué número llamaba.
-Sí, sí…No me he detenido en nada, ahí voy, bye- Cortó. – Lo siento muchachos debo irme a dejar esto – dijo levantándose y mostrando las pesadas bolsas que llevaba en las manos. –Pero no hemos terminado de hablar…- la castaña hizo una especie de puchero, mientras los dos jóvenes la observaban curiosos e impacientes por su reacción - ¡YA SE! Vengan a mi casa, mi hermano no estará y allí podemos conversar más tranquilos. ¿Se animan? – preguntó con una sonrisa. Ambos muchachos intercambiaron una vez más miradas de preguntas y respuestas.
Iban los tres caminando por la calle cercana al parque. De nuevo el Sol golpeaba con toda su fuerza en los ojos provocando una ola de insultos y maldiciones que salieron en un idioma incomprensible.
- ¿Perdón? - Inquirió Aker a lo que Noah alzó los hombros en señal de que no sabía lo que había dicho.
- Es para volverse loco. - Dijo haciendo referencia a los recuerdos que comenzaban a invadir toda su mente.
Mar llevaba una bolsa en una mano y con la otra comía un helado de la forma más lenta y atractiva degustando cada gota de helado. A sus lados, iban ambos muchachos que cortésmente, se habían ofrecido a ayudarla con las bolsas que de nada mas cogerlas, parecían piedras en lugar de objetos consumibles.
-No puedo creer que aún te entre eso- Soltó una sonrisa.
-Siempre hay espacios para los dulces- respondió en tono infantil colocándose delante de ellos y guiñándoles un ojo, en tono divertido y permitiendo que la suave brisa ondease sus ligeros cabellos, y su vestido con suavidad y elegancia.
Pero en ese momento, se escuchó un grito a lo lejos, un "¡Cuidado!"
En cuestión de segundos, Noah jaló a Mar contra sí mientras se deslizaba por el suelo y golpeaba el balón hacía arriba. Aker saltó y lo pateo en el aire, regresándolo al parque, donde unos sorprendidos niños los observaban con las bocas abiertas.
-¿Estás bien?- preguntó Noah, levantándose mientras se sacudía el polvo del suelo. Ella asintió.
–Gracias, pero no tenían que…-
-Fue un reflejo- contestó Aker quitándole importancia con un gesto despreocupado. La joven sonrío. Era un sentimiento bastante cálido de alguna forma.
–Muchas Gracias Caballeros- Dijo divertida mientras hacía un leve reverencia lo cual sacó el lado modesto de los dos hombres que miraban a otro lado.
Pronto llegaron al apartamento de la muchacha donde no había nadie. El interior del edificio era mucho más lujoso de lo que parecía por fuera.
-Tomen asiento, en seguida vuelvo- Dijo nada más abrir la puerta y entrar. El par de hombres obedecieron y se sentaron en el sofá del amplio salón.
-Te noto callado- empezó a hablar Noah luego de unos minutos en completo silencio.
-No tengo idea de cómo salió eso – confesó el chico recostándose sobre el mueble cerrando los ojos.
-Ni yo-
Minutos en silencios después…
-Que silencio, me sorprende que no se hayan matado- río. Ella llegaba con una bandeja con vasos de jugo y lo colocaba en la mesa. Los jóvenes la miraron. -Lo sé, es extraño que una chica que los acaba de conocer hace una hora les diga eso… pero, siento que los conozco desde siempre ¿a ustedes no les pasa?- preguntó mientras tomaba un vaso y se sentaba.
-Sí bueno… creo que eso es debido a los sueños- respondió el rubio
-Me pregunto… ¿Dónde estarán los demás?-
-¿Te refieres a los otros del sueño? ¿A la princesa, caballeros y demás?- ahora preguntó el pelirrojo.
-Más o menos, por alguna razón no sé si la princesa o los caballeros, pero…últimamente he soñado al menos con dos chicas más… Una castaña de ojos azules y una joven de cabello plateado, el nombre no recuerdo…-
-Keira, la dama de compañía de la princesa y la otra, realmente no lo sé, no recuerdo…- empezó el rubio.
-Silvermist o Sil, es algo así como una de las sirvientas- respondió Aker.
-Alguno… ¿tiene la menor idea porqué soñamos esto? ¿Por qué nos vemos nosotros mismos en una época diferente? ¿Qué significa esto?- cuestionó el rubio.
-Una vez leí sobre algo así – la castaña se puso de pie y empezó a caminar, haciendo un gesto con la mano para que los chicos la siguieran. Los encaminó hasta un cuarto lleno de estantes en las paredes con diversos libros, de todos los colores y tamaños, en un extremo frente a una ventana, un escritorio con una computadora, al lado opuesto, un sillón con una mesita frente a él, todo lo demás, estaba repleto de libros. La joven se acercó a uno de los estantes y luego de leer algunos lomos, cogió un libro con la pasta color marrón, lo llevó a la mesa y lo colocó frente a los dos muchachos que estaban allí sentados. En la caratula decía: Misterios de la vida.
-Ábranlo, capitulo 5- dijo. Así lo hizo Noah, Akky se acercó y leyó: -“Reencarnación: los misterios de la vida, después de la vida”
-Leí el terminó en un libro cuando era pequeña y lo investigué, así que podría ser, aunque hay personas que no creen en absoluto en que esto sea cierto- mencionó la muchacha.
Gracias a Locky por ayudarme a darle orden y agregarle cositas a la conti :3
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
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Re: [Roll-P] Remember
En la cocina real, una joven de cabellos plateados preparaba un plato para la joven princesa, era una de las sirvientas del palacio, aunque a diferencia de las demás, llevaba su cabello suelto, ya que no podía recogerselo por si misma. A pesar de ser una de las servidoras reales más jóvenes, debía realizar todo tipo de tareas al ser una de las más cercanas a la princesa, aunque sin llegar a cruzar palabra con ella, no porque no quisiera, sino por su "estrato", según muchos. Básicamente debía ser capaz de realizar cualquier tipo de encargo y suplir toda clase de necesidad que le ordenasen. La muchacha albina a la par que revolvía una sopa, pensaba en con que acompañarla, debía tener extremo cuidado y pensar con detalle el plato que iba a preparar, sin embargo su concentración se vio interrumpida una pequeña visita.
- Hola Sil - Colgado del techo de la ventana, apareció un joven con cabellos rojos.
- Aker - Sonrió durante un momento para después volver a sus labores.
- ¿Qué preparas? - Dijo mirando las ollas, buscando donde agarrar algo.
- Algo especial para la princesa. Y por favor, no tomes la sopa o los ingredientes que tengo allí para comértelos - La joven volteó levemente su cabeza y le miró. Como suponía, el muchacho estaba a punto de tomar una cucharada de la sopa - Igual que siempre - Suspiró.
- No me culpes, el tonto Noah casi nunca me deja comer en paz.
- Ya sabes, es aplicado en su trabajo, es todo - La albina sonrió dulcemente.
- Total, ¿Y Mar a avanzado? - Preguntó el joven.
- Si te refieres a su etiqueta, pues si, ha avanzado mucho - Volvió a sonreír, a la par que tomaba un cesto y se dirigía al bosque, no sin antes dejar bien tapada la olla donde se encontraba la sopa, para evitar que Aker tomara de esta, el joven optó por seguirla a ver si lograba encontrar que comer, además no tenia más que hacer.
A afueras del castillo, en un pequeño bosque no muy lejano, lleno de hortalizas, frutas y vegetales variados, perteneciente al rey, se podía ver como la sirvienta de cabellos claros como la nieve, recogía varios de los frutos de la tierra, introduciéndolos en la cesta, mientras su acompañante pelirrojo le pedía que le diera algo para poder alimentarse, esta obviamente no hacía mucho caso a su petición.
- ¿Te encuentras bien? - Una mujer adulta, de unos 30 años, de cabellos negros, interrumpió sus pensamientos a la par que le ofrecía un té caliente.
- Si, muchas gracias - Contestó la peliblanca tomando la taza y la bebía con cuidado de no quemarse.
- ¿Qué fue lo que te ocurrió? Te encontré desmayada en el suelo a unas pocas calles de aquí - Preguntó la dama cuando la menor hubo acabado.
- No lo se, no lo recuerdo - Dijo con voz preocupada la pequeña, a la par que miraba su tierno vestido y sus muñequeras de tela como si en ellos se encontrara la respuesta.
- Ya veo - Hizo una pausa mientras la albina miraba todo a su alrededor con curiosidad - ¿Como te llamas?
- Soy Silvermist - Sonrió la ojiazul a la par que movía sus piernas como una niña, recuperando su alegría.
- Es un placer conocerte - Le devolvió la sonrisa - Disculpa, no puedo hablar mucho, tengo que irme de viaje y no puedo atenderte, lo siento - Se disculpó apenada la mujer.
- No hay problema - Respondió con una sonrisa tierna la albina.
- Sabes, no sé si puedas estar bien allá fuera tu sola, creo que por el momento te dejo con mi vecina, ella es muy amable y sé que podrá ayudarte a encontrar tu hogar.
Mientras los jóvenes estaban en la biblioteca, investigando la relación que podrían tener sus sueños y su sentimiento de una vida pasada, la puerta sonó, por lo que Mar parándose se dirigió a ver quien o quienes eran.
- Buenas Mar - Sonrió la mujer apenas le abrieron la puerta, Sil por su parte se hizo detrás de la pelinegra mientras esta le explicaba la situación a Mar - Vengo a pedirte un favor.
- Espero que no sea lo de la sal de nuevo - Comentó en broma sonriendo -
- No, claro que no - Negó - Es que me encontré a una pequeña extraviada y tengo que irme de viaje, será que... ¿Te puedes hacer a cargo de ella? - Dijo casi en tono de suplica.
- Claro, no creo que haya problema - Sonrió con amabilidad la castaña.
- Muchísimas gracias.
- No hay de que. Pasa - Invitó Marianella a la chica detrás de la mujer.
- ¿Qué esperas, querida? - Miró la mujer a sus espaldas. La joven albina tomó aire y salió de su "escondite"
- Hola, me llamo Silvermist. Es un gusto conocerte - Se presentó educadamente y con voz suave y pausada - Gracias por tu ayuda - Sonrió con dulzura.
- Yo soy Mar - Dijo la castaña - Espera...¿Dijiste Silvermist? - La peliblanca asintió, en ese instante Mar la jaló, dejando perpleja a la mujer, quien después de reaccionar se dirigió a realizar su viaje.
- Espera, ¿Qué ocurre? - Preguntó confusa la albina mientras era jalada por la castaña hacia la biblioteca.
- ¿Qué no me has visto en otro lado, Sil? - Dijo sin para sus carrera, mientras le sonreía dudosa a la nominada, quien quedó perpleja ante esa pregunta.
- ¿Marianella? - Murmuró la menor de cabellos plateados. La castaña asintió.
- ¡La encontré! Ya solo nos falta encontrar a una - Sonrió entrando en la biblioteca, llamando la atención de ambos muchachos.
- Etto...Hola - Habló débilmente Sil.
Espero que esté bien, cualquier problema me avisan nwn
- Hola Sil - Colgado del techo de la ventana, apareció un joven con cabellos rojos.
- Aker - Sonrió durante un momento para después volver a sus labores.
- ¿Qué preparas? - Dijo mirando las ollas, buscando donde agarrar algo.
- Algo especial para la princesa. Y por favor, no tomes la sopa o los ingredientes que tengo allí para comértelos - La joven volteó levemente su cabeza y le miró. Como suponía, el muchacho estaba a punto de tomar una cucharada de la sopa - Igual que siempre - Suspiró.
- No me culpes, el tonto Noah casi nunca me deja comer en paz.
- Ya sabes, es aplicado en su trabajo, es todo - La albina sonrió dulcemente.
- Total, ¿Y Mar a avanzado? - Preguntó el joven.
- Si te refieres a su etiqueta, pues si, ha avanzado mucho - Volvió a sonreír, a la par que tomaba un cesto y se dirigía al bosque, no sin antes dejar bien tapada la olla donde se encontraba la sopa, para evitar que Aker tomara de esta, el joven optó por seguirla a ver si lograba encontrar que comer, además no tenia más que hacer.
A afueras del castillo, en un pequeño bosque no muy lejano, lleno de hortalizas, frutas y vegetales variados, perteneciente al rey, se podía ver como la sirvienta de cabellos claros como la nieve, recogía varios de los frutos de la tierra, introduciéndolos en la cesta, mientras su acompañante pelirrojo le pedía que le diera algo para poder alimentarse, esta obviamente no hacía mucho caso a su petición.
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La joven de largos cabellos albinos comenzó a reaccionar y a abrir los ojos lentamente, no recordaba donde estaba ni que le había pasado, solo recordaba ese sueño que al igual que siempre, era muy similar, era la misma época, todo se relacionaba en la historia y todas las veces eran las mismas personas, además provocaba algo en su pecho, un sentimiento algo extraño. Cuando se incorporó, se sentó en el borde de una cama, trataba de recordar que le había pasado, pero extrañamente no lo lograba.- ¿Te encuentras bien? - Una mujer adulta, de unos 30 años, de cabellos negros, interrumpió sus pensamientos a la par que le ofrecía un té caliente.
- Si, muchas gracias - Contestó la peliblanca tomando la taza y la bebía con cuidado de no quemarse.
- ¿Qué fue lo que te ocurrió? Te encontré desmayada en el suelo a unas pocas calles de aquí - Preguntó la dama cuando la menor hubo acabado.
- No lo se, no lo recuerdo - Dijo con voz preocupada la pequeña, a la par que miraba su tierno vestido y sus muñequeras de tela como si en ellos se encontrara la respuesta.
- Ya veo - Hizo una pausa mientras la albina miraba todo a su alrededor con curiosidad - ¿Como te llamas?
- Soy Silvermist - Sonrió la ojiazul a la par que movía sus piernas como una niña, recuperando su alegría.
- Es un placer conocerte - Le devolvió la sonrisa - Disculpa, no puedo hablar mucho, tengo que irme de viaje y no puedo atenderte, lo siento - Se disculpó apenada la mujer.
- No hay problema - Respondió con una sonrisa tierna la albina.
- Sabes, no sé si puedas estar bien allá fuera tu sola, creo que por el momento te dejo con mi vecina, ella es muy amable y sé que podrá ayudarte a encontrar tu hogar.
Mientras los jóvenes estaban en la biblioteca, investigando la relación que podrían tener sus sueños y su sentimiento de una vida pasada, la puerta sonó, por lo que Mar parándose se dirigió a ver quien o quienes eran.
- Buenas Mar - Sonrió la mujer apenas le abrieron la puerta, Sil por su parte se hizo detrás de la pelinegra mientras esta le explicaba la situación a Mar - Vengo a pedirte un favor.
- Espero que no sea lo de la sal de nuevo - Comentó en broma sonriendo -
- No, claro que no - Negó - Es que me encontré a una pequeña extraviada y tengo que irme de viaje, será que... ¿Te puedes hacer a cargo de ella? - Dijo casi en tono de suplica.
- Claro, no creo que haya problema - Sonrió con amabilidad la castaña.
- Muchísimas gracias.
- No hay de que. Pasa - Invitó Marianella a la chica detrás de la mujer.
- ¿Qué esperas, querida? - Miró la mujer a sus espaldas. La joven albina tomó aire y salió de su "escondite"
- Hola, me llamo Silvermist. Es un gusto conocerte - Se presentó educadamente y con voz suave y pausada - Gracias por tu ayuda - Sonrió con dulzura.
- Yo soy Mar - Dijo la castaña - Espera...¿Dijiste Silvermist? - La peliblanca asintió, en ese instante Mar la jaló, dejando perpleja a la mujer, quien después de reaccionar se dirigió a realizar su viaje.
- Espera, ¿Qué ocurre? - Preguntó confusa la albina mientras era jalada por la castaña hacia la biblioteca.
- ¿Qué no me has visto en otro lado, Sil? - Dijo sin para sus carrera, mientras le sonreía dudosa a la nominada, quien quedó perpleja ante esa pregunta.
- ¿Marianella? - Murmuró la menor de cabellos plateados. La castaña asintió.
- ¡La encontré! Ya solo nos falta encontrar a una - Sonrió entrando en la biblioteca, llamando la atención de ambos muchachos.
- Etto...Hola - Habló débilmente Sil.
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Agradezco a Rokku por las ideas n.nEspero que esté bien, cualquier problema me avisan nwn
Dani- **Alma*Contest**
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Re: [Roll-P] Remember
- Sil – Reaccionó Aker al verla.
- ¿Aker? – Vio al peli rojo - ¿Noah – Centró su vista en el rubio - ¿Cómo es esto posible? – No se lo podía creer esas personas… Se supone que eran parte de sus sueños, pero en aquel momento los tenía justo en frente – Seguro aún estoy soñando – pensó en voz alta, Mar dejó escapar una risilla.
- No es así, realmente somos nosotros – Explicó – Estábamos igual en un principio.
- Aun estamos investigando en porqué ha ocurrido esto – Dijo Noah mientras abría un libro que había llamado su atención.
- ¿Algo interesante? – Preguntó Aker –
- Nada en especial, solo una historia antigua - Leyó de forma superficial - Termina en una extraña promesa, no sé pero me recuerda a algo - Los demás se acercaron por curiosidad.
- Es como si hubiera escuchado eso en otra parte - Dijo Sil esforzando por recordar sin resultado - Es más pesado de lo que creí - Suspiró.
- Es como si estuviéramos en alguna especie de laberinto - Suspiró Mar - Conocemos la entrada, como regresar, pero no el camino de salida - Se sentó en el sillón e intentó razonar todo lo que estaba pasando, Además de la reencarnación había algo más en todo lo que estaba pasando. No era un asunto sencillo.
- No creo que pensar en eso lleve a algún lado - Mencionó Aker sentado en el piso y recostándose en la pared con un libro en mano.
- Si, se nota que el pensar no es tu fuerte - Dijo Noah mientras volvía a leer el mismo libro con más atención.
- Para nada - negó el peli rojo fulminándolo con la mirada.
- Chicos... - Regañó Mar.
- Vaya... - La voz de Silvermist llamó la atención - Eh... Bueno, la verdad que entre los sueños y ésto no hay diferencia alguna - Sonrió. Los demás hicieron lo mismo.
- Iré por un poco de... - Mar se iba a levantar pero de pronto la necesidad de dormir hizo que cerrara los ojos y quedará justo donde estaba, pasando los mismo con los demás.
- Esto no es bueno – Negó la princesa. Estaba dentro del carro junto a tres muchachas más – Si seguimos así todo el reino caerá, por favor están haciendo demasiado por una sola persona – Estaba preocupada, las personas que la estaban protegiendo eran las personas que menos quería perder.
- Princesa, entiéndanos a nosotros – Pidió Mar, nunca antes le había llevado la contraria a la princesa pero en esa ocasión no podía aceptarlo – Usted es quien mantiene éste reino, si usted desaparece nosotros… No podríamos siquiera seguir – La mirada de la castaña se apagó. La princesa suspiró.
- Dejaré que ustedes me guíen, como siempre lo han hecho en ese caso – Dijo, para sorpresa de los que estaban tanto dentro como fuera del carro.
- Saldremos de ésta, sin duda – Animó la peli-blanca. Los demás asintieron.
- Oye, perro guardián – El peli-rojo llamó la atención del rubio, éste hizo ademán de que lo estaba escuchando sin quitar la vista del camino – Más te vale conducir bien o no hay más croquetas.
- No creo que sea momento de estar bromeando sarnoso – El peli rojo rió.
- Cualquier momento es bueno para eso – Entrecerró los ojos para divisar mejor de lejos – No parece que nos vayan a dejar en paz.
- Nunca pretendieron eso – Cuando se acercaron más descubrieron que si querían pasar necesitaban de un milagro, como el hecho de poder volar. Estaban completamente rodeados.
- ¿Y ahora? – Preguntó Keira desde el carro, ya que podían ver por una ventanilla lo que estaba frente a ellos – Todos los escuderos y espadachines se quedaron atrás. Nunca prevenimos esto – Chasqueó la lengua molesta.
- No podemos hacer mucho – Aker se bajó pasando las riendas del caballo que él tenía por la ventanilla – Solo seguir recto.
- ¿Estás loco? ¿Te piensas que puedes solo contra todo ese ejército? – Preguntó Noah Molesto.
- ¿Qué más puedo hacer? Sólo míralos, están ahí esperando a que avancemos, saben que son como una pared y que nosotros no somos fantasmas.
- Eres molesto – También bajó del carro, no sin antes dejar sus riendas por la ventanilla – Sil, Mar – Llamó – Los caballos seguirán recto, por nada del mundo suelten las riendas. La princesa ahora queda a su cuidado.
- ¿De qué están hablando ustedes? – La princesa alzó la voz, algo que nunca hacía.
- Desde el momento en que se abra el camino avanzaran sin dudarlo, solo basta un estirón – Prosiguió Noah ignorando las palabras anteriores.
- ¡Están completamente locos, es suicidio! – Volvió a rechistar la princesa.
- Mas les vale tenernos buena comida para cuando nos reunamos – Esta vez fue Aker el que habló.
- Por supuesto – Contestó Sil sin ánimos pero decidida. La princesa iba a decir algo nuevamente pero fue interrumpida.
- Ahora no nos queda más que confiar, su alteza – Dijo Mar en el mismo tono de Sil – Ahora mismo nosotras no podemos hacer más que confiar en ellos – Vio como los dos caballeros se lanzaron al ataque sin pensárselo dos veces – Aunque quisiéramos pelear, solo terminaríamos sucumbiendo más rápido.
El camino comenzó a abrirse. Aker usaba Senbon atacado a puntos que incapacitaba para mover atacando a cinco u ocho por vez, mientras Noah se deshacía de ellos cortándolos, para así poder dar espacio al carro a pasar. Mar y Sil tiraron de las riendas avanzando tan rápido como los caballos podían. El camino se había vuelto brusco gracias a los cadáveres pero no podían darse el lujo de ir despacio.
- ¡Deberías de matarlos de una! – Regañó Noah.
- ¡¿Qué te crees que soy un jodido Shinigami?!
- ¡Te estoy diciendo que apuntes mejor!
Escucharon el roce de acero con madera, lo que hizo que regresaran su vista al carro, lo había cortado a lo ancho quedando sin cubierta, se asustaron por unos segundos, pero luego vieron el bulto de las tres chicas rodeando a la princesa, estaban haciendo de escudo para protegerla. El sonido de arcos templados fue lo siguiente, pero n veían a los arqueros por ninguna parte, antes de pensárselo Aker y Noah corrieron al carruaje ubicándose en los extremos siguiendo el sonido de las flechas cuando rompen el viento. Algunas las cortaron otras fueron directo a sus cuerpos al no ser capaz de esquivarlas. Si esquivaban iban directo a lo que estaban protegiendo. Los efectos de la anemia llegaron más rápido de lo que esperaban. Perdieron el conocimiento en ese momento.
Abrió los ojos e inmediatamente sintió el dolor en el brazo y una pierna. Se sentó y miró a su alrededor. Era lúgubre y las rejas de metal se veían peligrosas ya que contaban con púas.
- Veo que despertaste – Dijo Mar animada.
- ¿Qué ha ocurrido? – Preguntó Sil sin entender - ¿Aún estamos vivos?
- Así parece – Keira se acercó también – Nos han traído a un calabozo.
- Y ¿Noah y Aker? – Preguntó preocupada.
- En la celda de allá – Mar señaló justo la de al frente dónde vio a dos chicos abatidos sin siquiera cruzar palabra.
- ¿La princesa? – Recibió una respuesta negativa.
- La separaron de nosotros cuando estábamos inconscientes. Como vez a todos nos atrapó una o más flechas, pero por suerte ya hemos hecho lo que pudimos con la hemorragia. – Sil miró que tenía pedazos de ropa rodeando las heridas, eran parte de los trajes de Keira y Mar.
- Gracias.
- No hay de qué.
- ¿Cómo están los chicos? Lo que ya sé es que nada bien, como nosotras – Suspiró.
- Hasta donde tengo entendido un ojo menos de parte de Aky, una pierna rota de parte de Noah y un pésimo humor de parte de los dos, pero los comprendo.
- Ahora la pregunta es ¿Qué hacemos vivos? – Dijo Keira aun extrañada de todo.
- Somos traidores – Dijo Sil – Mi madre me dijo una vez que el traicionar al Dios Atur, es lo mismo a la peor tortura que se le pueda ocurrir. Ha de ser por eso que nos ha dejado con vida.
- La peor tortura para nosotros… - Mar quedó pensativa – Ah… Comprendo. La princesa – Estaba desganada, apenas sabía cómo poder reaccionar a eso.
- Entonces ahora solo nos queda aceptarlo – Dijo Keira resignada, todos estaban de la misma manera, no tenían armas, estaban heridos y rodeados de la armada del Dios Atur. Era obvio lo que les esperaba, así intentaran algo el día de la ejecución sería en vano.
El día estaba soleado. Las cinco personas acusadas de traición llegaron al lugar de ejecución, amarrados de manos, acompañados por guardias. Sus miradas estaban perdidas, más que perdidas buscando por una persona: La princesa. El lugar no era más de lo que parecía un coliseo, todo estaba rodeado de los caballeros de Atur. Era imposible no distinguir un civil rodeado de tantas armaduras. Cuando se dieron cuenta vieron a la princesa subiendo al lugar de ejecución donde el verdugo la esperaba. Trataron de ir con ella pero los guardias por los cuales eran rodeados los detuvieron.
- ¿Pudo decir unas últimas palabras? - Se acercó al verdugo sin miedo, éste tenía órdenes del Dios Atur quien le permitió aquel último deseo. Hincó la cabeza en forma afirmativa – Gracias – Su vista se dirigió a las cinco personas que la habían protegido. Ellos apenas la podían mirar a la cara sin sentirse avergonzados por lo ocurrido – Muestren su rostro a mí: La princesa Alice quien por primera vez les está imponiendo una orden – Hicieron caso sin rechistar, nunca la habían desobedecido a pesar de que ella nunca había hecho tal cosa como mandarlos con autoridad – Por favor no estén tristes nosotros nos volveremos a encontrar – La sorpresa en los rostros era obvia – Puede que no sea en unos días, ni en unos pocos años, es más puede que pasen siglos o milenios. Pero nosotros regresaremos, iguales, sin cambios dónde no seremos princesa y súbditos reconocidos por la sociedad, sino simples personas unidas por una gran amistad ¿Me lo prometen? – Sonrió, esa sonrisa que siempre había calmado los corazones de todos ahora los estaba ahogando por la desesperación.
- los cinco se hincaron en una pierna como podían - Nosotros, simples súbditos en nombre a la lealtad que le tenemos a usted princesa Alice. Lo hemos de prometer y cumplir – Corearon aquellas palabras con las cuales se respondían a las promesas reales en aquel reino. Sus voces se quebraban cada vez que pronunciaban una palabra mientras de sus ojos las lágrimas no dejaban de salir.
- Que lo que han prometido no se esfume en simples palabras – Aquellas gotas saladas estaban cayendo por las mejillas de la princesa – Ahora, solo tengo un favor que pedirles: Sonrían – A pesar de que pidió eso y ellos lo intentaron las sonrisas eran irregulares y claramente forzadas – Como siempre, son los únicos que pueden hacer expresiones así de agradables – Sin decir más se hincó frente una roca lisa y fina, llevó su rostro al otro lado, dejando su cuello a la vista. El verdugo sin contemplaciones dejó caer el hacha sobre aquel delicado cuello. La cabeza y el cuerpo no eran más uno solo.
Los rostros de los llamados traidores claramente destellaban ira y tristeza. Sus lagrimas pararon.
- Nosotros… También tenemos derecho a unas últimas palabras ¿No es así? – Preguntó Mar tratando de ocultar su voz quebradiza. Los verdugos y caballeros se miraron unos a otros sin saber que hacer – No importa igual las diremos – Decidió – Al que se hace llamar Dios Atur, sin duda has escuchado y visto todo lo ocurrido. Déjame decirte que no flaquearemos ante ti. Tú no eres ningún Dios, nadie con semejantes actos puede serlo.
- No importa lo que ocurra hemos decidido que tú y tu reino caerán – Prosiguió Keira, Mar se sorprendió ya que en un principio estaba hablando por ella misma no esperaba que alguno fuera a decir algo más.
- Ya hemos decidido que regresaremos – Habló Sil, lo más fuerte que pudo dar su débil voz – Sin importar cuantas veces nos tortures o mutiles nunca seremos parte de tus fechorías.
- Y así como regresaremos, haremos que odies ser tú. Iremos a castrarte y a por tu cabeza – Esta vez fue Aker quien en ese momento no podía pensar en otra cosa además de exterminar a aquel ser. Los demás lo querían regañar por lo que dijo pero se dieron cuenta que era por gusto en ese momento.
- Si es necesario nos levantaremos de nuestras tumbas. Lo hemos de prometer así, en el nombre de la Princesa Alice a quien juramos lealtad – Concluyó Noah. Todos los caballeros y verdugos estaban en silencio, estaban retando a un Dios, un ser todo poderoso; no sabían si reírse de la locura o aplaudirles por las agallas. No hicieron ninguna de las dos, los empujaron para terminar en posición para la ejecución. Solo se pudo apreciar el sonido de las hachas atravesando cuellos humanos.
Despertaron sudando, como si de una pesadilla se tratase ¿Se habían quedado dormidos? Se miraron los unos a los otros asegurándose de no ser los únicos.
- Al parecer – Llamó la atención Mar, en su rostro se podían apreciar el llanto previo por la realidad de aquella “Visión” – Ya tenemos algunas cosas aclaradas – Usó su muñeca para limpiar su rostro.
- Aun no puedo creer todo eso – Dijo Sil levantándose de un pilo de libros en los cuales había caído. Imitando la acción de Mar. Noah y Aker por su parte aprovechando que no les estaban prestando mucha atención limpiaron sus rostros lo más rápido que podían.
- Por favor, están actuando peor que niños – Sonrió Mar. Sil se sentó al lado de ella.
- ¿De qué hablas? – Preguntó Aker sacando un caramelo de su bolsillo – Es picante, como no lo soporto mis ojos empiezan a lagrimear – Se excusó, sabía que no le iban a creer pero más le valía decir eso.
- ¿Y qué ocurre contigo Noah? – Preguntó Sil sonriendo - ¿Tampoco soportas lo picante?
- No es eso… Yo… A mis ojos les dio calor de estar tanto tiempo cerrados, por eso los ves sudando – No es que pensara que era una buena excusa pero tampoco tenía nada mejor que decir. Las chicas rieron.
- Mira que poner esas excusas – Negó Mar.
- Sea como sea – Interrumpió Noah – Parece que estamos metidos en un buen lío – Los demás cayeron en cuenta al recordar las promesas.
- No importa, solo es ir y castrar a un “Dios” – Dijo Aker haciendo señas con las manos.
Mueran leyendo (?
- ¿Aker? – Vio al peli rojo - ¿Noah – Centró su vista en el rubio - ¿Cómo es esto posible? – No se lo podía creer esas personas… Se supone que eran parte de sus sueños, pero en aquel momento los tenía justo en frente – Seguro aún estoy soñando – pensó en voz alta, Mar dejó escapar una risilla.
- No es así, realmente somos nosotros – Explicó – Estábamos igual en un principio.
- Aun estamos investigando en porqué ha ocurrido esto – Dijo Noah mientras abría un libro que había llamado su atención.
- ¿Algo interesante? – Preguntó Aker –
- Nada en especial, solo una historia antigua - Leyó de forma superficial - Termina en una extraña promesa, no sé pero me recuerda a algo - Los demás se acercaron por curiosidad.
- Es como si hubiera escuchado eso en otra parte - Dijo Sil esforzando por recordar sin resultado - Es más pesado de lo que creí - Suspiró.
- Es como si estuviéramos en alguna especie de laberinto - Suspiró Mar - Conocemos la entrada, como regresar, pero no el camino de salida - Se sentó en el sillón e intentó razonar todo lo que estaba pasando, Además de la reencarnación había algo más en todo lo que estaba pasando. No era un asunto sencillo.
- No creo que pensar en eso lleve a algún lado - Mencionó Aker sentado en el piso y recostándose en la pared con un libro en mano.
- Si, se nota que el pensar no es tu fuerte - Dijo Noah mientras volvía a leer el mismo libro con más atención.
- Para nada - negó el peli rojo fulminándolo con la mirada.
- Chicos... - Regañó Mar.
- Vaya... - La voz de Silvermist llamó la atención - Eh... Bueno, la verdad que entre los sueños y ésto no hay diferencia alguna - Sonrió. Los demás hicieron lo mismo.
- Iré por un poco de... - Mar se iba a levantar pero de pronto la necesidad de dormir hizo que cerrara los ojos y quedará justo donde estaba, pasando los mismo con los demás.
- Esto no es bueno – Negó la princesa. Estaba dentro del carro junto a tres muchachas más – Si seguimos así todo el reino caerá, por favor están haciendo demasiado por una sola persona – Estaba preocupada, las personas que la estaban protegiendo eran las personas que menos quería perder.
- Princesa, entiéndanos a nosotros – Pidió Mar, nunca antes le había llevado la contraria a la princesa pero en esa ocasión no podía aceptarlo – Usted es quien mantiene éste reino, si usted desaparece nosotros… No podríamos siquiera seguir – La mirada de la castaña se apagó. La princesa suspiró.
- Dejaré que ustedes me guíen, como siempre lo han hecho en ese caso – Dijo, para sorpresa de los que estaban tanto dentro como fuera del carro.
- Saldremos de ésta, sin duda – Animó la peli-blanca. Los demás asintieron.
- Oye, perro guardián – El peli-rojo llamó la atención del rubio, éste hizo ademán de que lo estaba escuchando sin quitar la vista del camino – Más te vale conducir bien o no hay más croquetas.
- No creo que sea momento de estar bromeando sarnoso – El peli rojo rió.
- Cualquier momento es bueno para eso – Entrecerró los ojos para divisar mejor de lejos – No parece que nos vayan a dejar en paz.
- Nunca pretendieron eso – Cuando se acercaron más descubrieron que si querían pasar necesitaban de un milagro, como el hecho de poder volar. Estaban completamente rodeados.
- ¿Y ahora? – Preguntó Keira desde el carro, ya que podían ver por una ventanilla lo que estaba frente a ellos – Todos los escuderos y espadachines se quedaron atrás. Nunca prevenimos esto – Chasqueó la lengua molesta.
- No podemos hacer mucho – Aker se bajó pasando las riendas del caballo que él tenía por la ventanilla – Solo seguir recto.
- ¿Estás loco? ¿Te piensas que puedes solo contra todo ese ejército? – Preguntó Noah Molesto.
- ¿Qué más puedo hacer? Sólo míralos, están ahí esperando a que avancemos, saben que son como una pared y que nosotros no somos fantasmas.
- Eres molesto – También bajó del carro, no sin antes dejar sus riendas por la ventanilla – Sil, Mar – Llamó – Los caballos seguirán recto, por nada del mundo suelten las riendas. La princesa ahora queda a su cuidado.
- ¿De qué están hablando ustedes? – La princesa alzó la voz, algo que nunca hacía.
- Desde el momento en que se abra el camino avanzaran sin dudarlo, solo basta un estirón – Prosiguió Noah ignorando las palabras anteriores.
- ¡Están completamente locos, es suicidio! – Volvió a rechistar la princesa.
- Mas les vale tenernos buena comida para cuando nos reunamos – Esta vez fue Aker el que habló.
- Por supuesto – Contestó Sil sin ánimos pero decidida. La princesa iba a decir algo nuevamente pero fue interrumpida.
- Ahora no nos queda más que confiar, su alteza – Dijo Mar en el mismo tono de Sil – Ahora mismo nosotras no podemos hacer más que confiar en ellos – Vio como los dos caballeros se lanzaron al ataque sin pensárselo dos veces – Aunque quisiéramos pelear, solo terminaríamos sucumbiendo más rápido.
El camino comenzó a abrirse. Aker usaba Senbon atacado a puntos que incapacitaba para mover atacando a cinco u ocho por vez, mientras Noah se deshacía de ellos cortándolos, para así poder dar espacio al carro a pasar. Mar y Sil tiraron de las riendas avanzando tan rápido como los caballos podían. El camino se había vuelto brusco gracias a los cadáveres pero no podían darse el lujo de ir despacio.
- ¡Deberías de matarlos de una! – Regañó Noah.
- ¡¿Qué te crees que soy un jodido Shinigami?!
- ¡Te estoy diciendo que apuntes mejor!
Escucharon el roce de acero con madera, lo que hizo que regresaran su vista al carro, lo había cortado a lo ancho quedando sin cubierta, se asustaron por unos segundos, pero luego vieron el bulto de las tres chicas rodeando a la princesa, estaban haciendo de escudo para protegerla. El sonido de arcos templados fue lo siguiente, pero n veían a los arqueros por ninguna parte, antes de pensárselo Aker y Noah corrieron al carruaje ubicándose en los extremos siguiendo el sonido de las flechas cuando rompen el viento. Algunas las cortaron otras fueron directo a sus cuerpos al no ser capaz de esquivarlas. Si esquivaban iban directo a lo que estaban protegiendo. Los efectos de la anemia llegaron más rápido de lo que esperaban. Perdieron el conocimiento en ese momento.
Abrió los ojos e inmediatamente sintió el dolor en el brazo y una pierna. Se sentó y miró a su alrededor. Era lúgubre y las rejas de metal se veían peligrosas ya que contaban con púas.
- Veo que despertaste – Dijo Mar animada.
- ¿Qué ha ocurrido? – Preguntó Sil sin entender - ¿Aún estamos vivos?
- Así parece – Keira se acercó también – Nos han traído a un calabozo.
- Y ¿Noah y Aker? – Preguntó preocupada.
- En la celda de allá – Mar señaló justo la de al frente dónde vio a dos chicos abatidos sin siquiera cruzar palabra.
- ¿La princesa? – Recibió una respuesta negativa.
- La separaron de nosotros cuando estábamos inconscientes. Como vez a todos nos atrapó una o más flechas, pero por suerte ya hemos hecho lo que pudimos con la hemorragia. – Sil miró que tenía pedazos de ropa rodeando las heridas, eran parte de los trajes de Keira y Mar.
- Gracias.
- No hay de qué.
- ¿Cómo están los chicos? Lo que ya sé es que nada bien, como nosotras – Suspiró.
- Hasta donde tengo entendido un ojo menos de parte de Aky, una pierna rota de parte de Noah y un pésimo humor de parte de los dos, pero los comprendo.
- Ahora la pregunta es ¿Qué hacemos vivos? – Dijo Keira aun extrañada de todo.
- Somos traidores – Dijo Sil – Mi madre me dijo una vez que el traicionar al Dios Atur, es lo mismo a la peor tortura que se le pueda ocurrir. Ha de ser por eso que nos ha dejado con vida.
- La peor tortura para nosotros… - Mar quedó pensativa – Ah… Comprendo. La princesa – Estaba desganada, apenas sabía cómo poder reaccionar a eso.
- Entonces ahora solo nos queda aceptarlo – Dijo Keira resignada, todos estaban de la misma manera, no tenían armas, estaban heridos y rodeados de la armada del Dios Atur. Era obvio lo que les esperaba, así intentaran algo el día de la ejecución sería en vano.
El día estaba soleado. Las cinco personas acusadas de traición llegaron al lugar de ejecución, amarrados de manos, acompañados por guardias. Sus miradas estaban perdidas, más que perdidas buscando por una persona: La princesa. El lugar no era más de lo que parecía un coliseo, todo estaba rodeado de los caballeros de Atur. Era imposible no distinguir un civil rodeado de tantas armaduras. Cuando se dieron cuenta vieron a la princesa subiendo al lugar de ejecución donde el verdugo la esperaba. Trataron de ir con ella pero los guardias por los cuales eran rodeados los detuvieron.
- ¿Pudo decir unas últimas palabras? - Se acercó al verdugo sin miedo, éste tenía órdenes del Dios Atur quien le permitió aquel último deseo. Hincó la cabeza en forma afirmativa – Gracias – Su vista se dirigió a las cinco personas que la habían protegido. Ellos apenas la podían mirar a la cara sin sentirse avergonzados por lo ocurrido – Muestren su rostro a mí: La princesa Alice quien por primera vez les está imponiendo una orden – Hicieron caso sin rechistar, nunca la habían desobedecido a pesar de que ella nunca había hecho tal cosa como mandarlos con autoridad – Por favor no estén tristes nosotros nos volveremos a encontrar – La sorpresa en los rostros era obvia – Puede que no sea en unos días, ni en unos pocos años, es más puede que pasen siglos o milenios. Pero nosotros regresaremos, iguales, sin cambios dónde no seremos princesa y súbditos reconocidos por la sociedad, sino simples personas unidas por una gran amistad ¿Me lo prometen? – Sonrió, esa sonrisa que siempre había calmado los corazones de todos ahora los estaba ahogando por la desesperación.
- los cinco se hincaron en una pierna como podían - Nosotros, simples súbditos en nombre a la lealtad que le tenemos a usted princesa Alice. Lo hemos de prometer y cumplir – Corearon aquellas palabras con las cuales se respondían a las promesas reales en aquel reino. Sus voces se quebraban cada vez que pronunciaban una palabra mientras de sus ojos las lágrimas no dejaban de salir.
- Que lo que han prometido no se esfume en simples palabras – Aquellas gotas saladas estaban cayendo por las mejillas de la princesa – Ahora, solo tengo un favor que pedirles: Sonrían – A pesar de que pidió eso y ellos lo intentaron las sonrisas eran irregulares y claramente forzadas – Como siempre, son los únicos que pueden hacer expresiones así de agradables – Sin decir más se hincó frente una roca lisa y fina, llevó su rostro al otro lado, dejando su cuello a la vista. El verdugo sin contemplaciones dejó caer el hacha sobre aquel delicado cuello. La cabeza y el cuerpo no eran más uno solo.
Los rostros de los llamados traidores claramente destellaban ira y tristeza. Sus lagrimas pararon.
- Nosotros… También tenemos derecho a unas últimas palabras ¿No es así? – Preguntó Mar tratando de ocultar su voz quebradiza. Los verdugos y caballeros se miraron unos a otros sin saber que hacer – No importa igual las diremos – Decidió – Al que se hace llamar Dios Atur, sin duda has escuchado y visto todo lo ocurrido. Déjame decirte que no flaquearemos ante ti. Tú no eres ningún Dios, nadie con semejantes actos puede serlo.
- No importa lo que ocurra hemos decidido que tú y tu reino caerán – Prosiguió Keira, Mar se sorprendió ya que en un principio estaba hablando por ella misma no esperaba que alguno fuera a decir algo más.
- Ya hemos decidido que regresaremos – Habló Sil, lo más fuerte que pudo dar su débil voz – Sin importar cuantas veces nos tortures o mutiles nunca seremos parte de tus fechorías.
- Y así como regresaremos, haremos que odies ser tú. Iremos a castrarte y a por tu cabeza – Esta vez fue Aker quien en ese momento no podía pensar en otra cosa además de exterminar a aquel ser. Los demás lo querían regañar por lo que dijo pero se dieron cuenta que era por gusto en ese momento.
- Si es necesario nos levantaremos de nuestras tumbas. Lo hemos de prometer así, en el nombre de la Princesa Alice a quien juramos lealtad – Concluyó Noah. Todos los caballeros y verdugos estaban en silencio, estaban retando a un Dios, un ser todo poderoso; no sabían si reírse de la locura o aplaudirles por las agallas. No hicieron ninguna de las dos, los empujaron para terminar en posición para la ejecución. Solo se pudo apreciar el sonido de las hachas atravesando cuellos humanos.
Despertaron sudando, como si de una pesadilla se tratase ¿Se habían quedado dormidos? Se miraron los unos a los otros asegurándose de no ser los únicos.
- Al parecer – Llamó la atención Mar, en su rostro se podían apreciar el llanto previo por la realidad de aquella “Visión” – Ya tenemos algunas cosas aclaradas – Usó su muñeca para limpiar su rostro.
- Aun no puedo creer todo eso – Dijo Sil levantándose de un pilo de libros en los cuales había caído. Imitando la acción de Mar. Noah y Aker por su parte aprovechando que no les estaban prestando mucha atención limpiaron sus rostros lo más rápido que podían.
- Por favor, están actuando peor que niños – Sonrió Mar. Sil se sentó al lado de ella.
- ¿De qué hablas? – Preguntó Aker sacando un caramelo de su bolsillo – Es picante, como no lo soporto mis ojos empiezan a lagrimear – Se excusó, sabía que no le iban a creer pero más le valía decir eso.
- ¿Y qué ocurre contigo Noah? – Preguntó Sil sonriendo - ¿Tampoco soportas lo picante?
- No es eso… Yo… A mis ojos les dio calor de estar tanto tiempo cerrados, por eso los ves sudando – No es que pensara que era una buena excusa pero tampoco tenía nada mejor que decir. Las chicas rieron.
- Mira que poner esas excusas – Negó Mar.
- Sea como sea – Interrumpió Noah – Parece que estamos metidos en un buen lío – Los demás cayeron en cuenta al recordar las promesas.
- No importa, solo es ir y castrar a un “Dios” – Dijo Aker haciendo señas con las manos.
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Re: [Roll-P] Remember
- ¿Que haremos? - Preguntó Sil preocupada.
- Buscar a quien juramos lealtad. - Dijo casi instantáneamente Noah. - Quien sabe lo que "él" piensa, quizás ya sabe que hemos vuelto y quizás esté yendo tras... la princesa. - Finalizó con pesar.
- ¿Y como la buscamos? - Preguntó Aker
- Y yo que se.
- Perro inútil.
- Al menos yo NO estoy gordito como tú. - Noah dio varios toques con su dedo índice en el estómago de Aker
- ¡Ja! Habló el que se retrasó 0.5 segundos en proteger a Mar de aquella pelota.
- ¡Gordo!
- ¡Lento!
- ¡Chicos! - Gritó la castaña. - Dejen de mostrar su "rudeza" ante las damas, no van a conquistar así a nadie. - Ambos caballeros hicieron caso omiso a la castaña y siguieron intercambiándose miradas asesinas y a demostrar quien era el más macho con tonterías como un combate de pulsos (?
- No han cambiado nada. - Sonrió Sil
- Para nada. - Respondió Mar con un suspiro. - Se hace tarde, pronto será hora de cenar...
- ¿Debemos separarnos ahora que nos hemos reunido? - Cuestionó la sirvienta con desgana. - Tal vez si estamos juntos recordemos mas. - Intentó dar una excusa. Realmente no quería marcharse.
- No me importa. - Intervino Noah. - ¿Pero en que casa? - Todos se quedaron en silencio.
- P-Pero estamos todos juntos... y-y...
- Lo hablaremos otro día. - Interrumpió el rubio.
- Espera. - Mar enseñó su celular y sonrió ampliamente. - No te dejaré ir tan fácil después de tantos años. - Noah suspiró.
- Fue patético la forma en que hemos muerto. - Dijo el pelirrojo con las manos en la nuca observando el oscuro cielo mientras caminaba.
- Y eso que eramos la Guardia Personal. - Dijo sin importancia en su tono de voz, pero cuando pateó una lata vacía de la calle, los envío a varios metros.
- ¿Que harás?
- Es obvio ¿no? Con estos músculos apenas lograremos algo. - Se detuvo, puso una mano en el hombro del pelirrojo y lo miró a los ojos. - Siete días de entrenamiento, después, a la guerra.
- ¿Guerra eh?... Espera... Mira eso. - Dijo mientras señalaba una intersección de la vacía calle en la que estaban.
Noah miró y vio a una mujer de cabellos castaños siendo perseguida de un par de hombres con pasa montaña. Como caballeros que eran, se dejaron influenciar por los modales y justicias del pasado y sin dudar, fueron a salvarla pero cuando reconocieron la mujer que estaba siendo abusada, tenían mas razones para ir a salvarla. Era Keira.
Aker sentenció a uno con su puño y Noah a otro con una salvaje patada en el rostro al hombre que tiraba los cabellos de Keira.
- ¡Llevala! - Dijo Aker mientras robaba los instrumentos que portaban los hombres para el asalto que apenas podían hacer algo del aturdimiento.
- ¡Lo haré cuando llames a Mar! Dile que vamos a mi casa. Me parece que ya nos han descubierto.
- Tu...
- Shh no hables. Ya hablaremos mas tarde. - Susurró Noah mientras cargaba a Keira y junto a Aker, corrían hasta un par de calles y llegaron a una casa decente.
Entraron sin dudar y nada mas dejar a Keira en el sofá, Noah comenzó a blindar la casa tapando las cortinas, cubriendo las ventanas con protecciones de madera y cerrando con seguro ventanas y puertas, tanto dentro de la casa como fuera del patio.
- ¿Como está?
- Durmiendo - Respondió Aker. - ¿Donde tienes el té? Le vendrá bien a la señorita cuando despierte del shock.
- En el segundo estante de la primera fila.
En ese momento, un pitido llamó la atención del rubio que inmediatamente fue a abrir la puerta no sin antes comprobar quien se encontraba al otro lado por la mirilla. Tras asegurarse de que era Mar, abrió la puerta y esta la acosó a preguntas.
- ¿Donde esta Keira? ¿Esta bien? ¿Y tu? Ah bueno estas bien.
La espada saltó hacia los aires como si quisiera volar pero irremediablemente cayó al suelo. Noah aprovechó ese corto espacio de tiempo para derribar a su contrincante con un ágil movimiento sin peligro de daños y colocando un pie en su pecho, apuntó su espada hacia su cara.
- ¡Victoria para Noah! - Alzó la voz un hombre mientras levantaba una bandera hacia el lado en que estaba el rubio.
- Y-Ya es la novena vez que gana... ¿acaso nadie puede igualarlo?
- Yo puedo.
Ambos jóvenes muchachos escuderos miraron a sus espaldas y observando a un hombre de cabellos rojos y con una mirada de pocos amigos dirigida hacia el caballero rubio que le devolvió la mirada de desafío cuando lo notó.
En ese momento, Noah y Aker se acercaron corriendo e intercambiaron golpes de armas. El metal vibraba con fuerza y ambos parecían igualados en agilidad, precisión, reacción y fuerza hasta que Aker empezó a huir.
Pero en realidad no huía, asaltó el grupo que rodeaba Alice y tomando a Mar, se la tiró a Noah haciendo que el rubio la tuviese que cargar con un brazo, esquivar con el cuerpo y golpear con el otro brazo. Entonces, Noah hizo lo mismo solo que la víctima, era Keira.
- ¡Paren!
El grito sacó a ambos caballeros de su concentración y observaron como la princesa se acercaba hacia ellos con un rostro bastante enojado.
- Wops, la hiciste buena. - Dijo Aker con toda naturalidad mientras intentaba reanimar con disimulo a Keira.
- Ya claro... Y tu asaltaste a Mar. - Acusó cuando se había dado cuenta de que la rodeaba con un brazo la cintura y tenía cara de muerta.
- ¡Chicos! - Gritó la castaña. - Mas vale que tengan una buena excusa para esto.
- Ha sido él. - Fue lo primero que dijo Noah.
- Ah, los caballeros de Atur si que son grandes mentirosos.
- ¿Quieres que te rebane como un pan?
- Ni me estabas rozando.
- Seguro. Se ve que está lloviendo sobre tu cuerpo y no es sudor.
- ¡Paren! - Volvió a gritar. - No quiero oir una palabra mas, están castigados. Vayan con Sil y recapaciten en lo que han hecho. - Dijo con enfado fingido.
Keira abrió los ojos con lentitud y lo primero que vio fue el techo de un lugar que no reconocía. En su cabeza resonaban diversos voces que no pudo entender hasta que su oído pudo enfocar el sonido y entonces se dio cuenta de que aquellos sonidos le resultaban demasiado familiares.
Con delicadeza retiró la manta que la envolvía y se levantó del sofá con cuidado. Miró a su alrededor intentando reconocer el lugar o recordar cómo había llegado hasta ahí pero entonces el sonido de un vaso caer llamó su atención. Vio a una chica de cabellos plateados que la miraba fijamente y después corrió hacia ella para abrazarla seguida de Mar solo que esta no estaba llorando, mantenía la calma con una gran sonrisa.
- Y con ella ya estamos todos. - Susurró Aker hacia el rubio con una leve sonrisa de satisfacción.
- Si... hemos vuelto... los cinco acompañantes... me trae tantos recuerdos. - Dijo mientras cerraba sus ojos para recordar. - ¿Averiguaste algo?
- Sí... Corporación Luth, eso llevan escrito todo el equipaje de "guerra" que llevaban esos dos asaltantes.
- Jamás he oído ese nombre, lo buscaremos luego por internet. Debo hacer la cena. - Dijo mientras iba a la cocina no sin antes pararse un momento y susurrar. - Ni una palabra a las chicas. Si a una le da por hacerlo solo... tendremos que esperar otros siglos.
- Claro que si, capitán obvio. - Respondió mientras aún contemplaba la escena y las chicas comenzaba a bombardear a Keira de información quien estaba perpleja de asombro.
- Buscar a quien juramos lealtad. - Dijo casi instantáneamente Noah. - Quien sabe lo que "él" piensa, quizás ya sabe que hemos vuelto y quizás esté yendo tras... la princesa. - Finalizó con pesar.
- ¿Y como la buscamos? - Preguntó Aker
- Y yo que se.
- Perro inútil.
- Al menos yo NO estoy gordito como tú. - Noah dio varios toques con su dedo índice en el estómago de Aker
- ¡Ja! Habló el que se retrasó 0.5 segundos en proteger a Mar de aquella pelota.
- ¡Gordo!
- ¡Lento!
- ¡Chicos! - Gritó la castaña. - Dejen de mostrar su "rudeza" ante las damas, no van a conquistar así a nadie. - Ambos caballeros hicieron caso omiso a la castaña y siguieron intercambiándose miradas asesinas y a demostrar quien era el más macho con tonterías como un combate de pulsos (?
- No han cambiado nada. - Sonrió Sil
- Para nada. - Respondió Mar con un suspiro. - Se hace tarde, pronto será hora de cenar...
- ¿Debemos separarnos ahora que nos hemos reunido? - Cuestionó la sirvienta con desgana. - Tal vez si estamos juntos recordemos mas. - Intentó dar una excusa. Realmente no quería marcharse.
- No me importa. - Intervino Noah. - ¿Pero en que casa? - Todos se quedaron en silencio.
- P-Pero estamos todos juntos... y-y...
- Lo hablaremos otro día. - Interrumpió el rubio.
- Espera. - Mar enseñó su celular y sonrió ampliamente. - No te dejaré ir tan fácil después de tantos años. - Noah suspiró.
- Fue patético la forma en que hemos muerto. - Dijo el pelirrojo con las manos en la nuca observando el oscuro cielo mientras caminaba.
- Y eso que eramos la Guardia Personal. - Dijo sin importancia en su tono de voz, pero cuando pateó una lata vacía de la calle, los envío a varios metros.
- ¿Que harás?
- Es obvio ¿no? Con estos músculos apenas lograremos algo. - Se detuvo, puso una mano en el hombro del pelirrojo y lo miró a los ojos. - Siete días de entrenamiento, después, a la guerra.
- ¿Guerra eh?... Espera... Mira eso. - Dijo mientras señalaba una intersección de la vacía calle en la que estaban.
Noah miró y vio a una mujer de cabellos castaños siendo perseguida de un par de hombres con pasa montaña. Como caballeros que eran, se dejaron influenciar por los modales y justicias del pasado y sin dudar, fueron a salvarla pero cuando reconocieron la mujer que estaba siendo abusada, tenían mas razones para ir a salvarla. Era Keira.
Aker sentenció a uno con su puño y Noah a otro con una salvaje patada en el rostro al hombre que tiraba los cabellos de Keira.
- ¡Llevala! - Dijo Aker mientras robaba los instrumentos que portaban los hombres para el asalto que apenas podían hacer algo del aturdimiento.
- ¡Lo haré cuando llames a Mar! Dile que vamos a mi casa. Me parece que ya nos han descubierto.
- Tu...
- Shh no hables. Ya hablaremos mas tarde. - Susurró Noah mientras cargaba a Keira y junto a Aker, corrían hasta un par de calles y llegaron a una casa decente.
Entraron sin dudar y nada mas dejar a Keira en el sofá, Noah comenzó a blindar la casa tapando las cortinas, cubriendo las ventanas con protecciones de madera y cerrando con seguro ventanas y puertas, tanto dentro de la casa como fuera del patio.
- ¿Como está?
- Durmiendo - Respondió Aker. - ¿Donde tienes el té? Le vendrá bien a la señorita cuando despierte del shock.
- En el segundo estante de la primera fila.
En ese momento, un pitido llamó la atención del rubio que inmediatamente fue a abrir la puerta no sin antes comprobar quien se encontraba al otro lado por la mirilla. Tras asegurarse de que era Mar, abrió la puerta y esta la acosó a preguntas.
- ¿Donde esta Keira? ¿Esta bien? ¿Y tu? Ah bueno estas bien.
La espada saltó hacia los aires como si quisiera volar pero irremediablemente cayó al suelo. Noah aprovechó ese corto espacio de tiempo para derribar a su contrincante con un ágil movimiento sin peligro de daños y colocando un pie en su pecho, apuntó su espada hacia su cara.
- ¡Victoria para Noah! - Alzó la voz un hombre mientras levantaba una bandera hacia el lado en que estaba el rubio.
- Y-Ya es la novena vez que gana... ¿acaso nadie puede igualarlo?
- Yo puedo.
Ambos jóvenes muchachos escuderos miraron a sus espaldas y observando a un hombre de cabellos rojos y con una mirada de pocos amigos dirigida hacia el caballero rubio que le devolvió la mirada de desafío cuando lo notó.
En ese momento, Noah y Aker se acercaron corriendo e intercambiaron golpes de armas. El metal vibraba con fuerza y ambos parecían igualados en agilidad, precisión, reacción y fuerza hasta que Aker empezó a huir.
Pero en realidad no huía, asaltó el grupo que rodeaba Alice y tomando a Mar, se la tiró a Noah haciendo que el rubio la tuviese que cargar con un brazo, esquivar con el cuerpo y golpear con el otro brazo. Entonces, Noah hizo lo mismo solo que la víctima, era Keira.
- ¡Paren!
El grito sacó a ambos caballeros de su concentración y observaron como la princesa se acercaba hacia ellos con un rostro bastante enojado.
- Wops, la hiciste buena. - Dijo Aker con toda naturalidad mientras intentaba reanimar con disimulo a Keira.
- Ya claro... Y tu asaltaste a Mar. - Acusó cuando se había dado cuenta de que la rodeaba con un brazo la cintura y tenía cara de muerta.
- ¡Chicos! - Gritó la castaña. - Mas vale que tengan una buena excusa para esto.
- Ha sido él. - Fue lo primero que dijo Noah.
- Ah, los caballeros de Atur si que son grandes mentirosos.
- ¿Quieres que te rebane como un pan?
- Ni me estabas rozando.
- Seguro. Se ve que está lloviendo sobre tu cuerpo y no es sudor.
- ¡Paren! - Volvió a gritar. - No quiero oir una palabra mas, están castigados. Vayan con Sil y recapaciten en lo que han hecho. - Dijo con enfado fingido.
Keira abrió los ojos con lentitud y lo primero que vio fue el techo de un lugar que no reconocía. En su cabeza resonaban diversos voces que no pudo entender hasta que su oído pudo enfocar el sonido y entonces se dio cuenta de que aquellos sonidos le resultaban demasiado familiares.
Con delicadeza retiró la manta que la envolvía y se levantó del sofá con cuidado. Miró a su alrededor intentando reconocer el lugar o recordar cómo había llegado hasta ahí pero entonces el sonido de un vaso caer llamó su atención. Vio a una chica de cabellos plateados que la miraba fijamente y después corrió hacia ella para abrazarla seguida de Mar solo que esta no estaba llorando, mantenía la calma con una gran sonrisa.
- Y con ella ya estamos todos. - Susurró Aker hacia el rubio con una leve sonrisa de satisfacción.
- Si... hemos vuelto... los cinco acompañantes... me trae tantos recuerdos. - Dijo mientras cerraba sus ojos para recordar. - ¿Averiguaste algo?
- Sí... Corporación Luth, eso llevan escrito todo el equipaje de "guerra" que llevaban esos dos asaltantes.
- Jamás he oído ese nombre, lo buscaremos luego por internet. Debo hacer la cena. - Dijo mientras iba a la cocina no sin antes pararse un momento y susurrar. - Ni una palabra a las chicas. Si a una le da por hacerlo solo... tendremos que esperar otros siglos.
- Claro que si, capitán obvio. - Respondió mientras aún contemplaba la escena y las chicas comenzaba a bombardear a Keira de información quien estaba perpleja de asombro.
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Re: [Roll-P] Remember
-Es increíble- murmuró Keira al terminar de oír todo lo que las chicas tenían para contarles.
-¿Verdad?- apoyó Mar mientras tomaba un poco de té que había traído el dueño de la casa hacia unos minutos.
-¡HEY LENTO! ¡TENGO HAMBRE!- gritó el pelirrojo que se encontraba recostado en uno de los muebles con una revista en mano.
-¡Ven a cocinar tú!- fue la respuesta del rubio desde la cocina.
-¡No quiero! ¡Pero tengo hambre!- volvió a repetir empezando una pelea de extremo a extremo.
Las chicas rieron.
-Es curioso…-empezó a decir Keira con una sonrisa – Parece que se conocen toda la vida-
-Yo dije lo mismo, aunque es medianamente verdad- dijo Mar, ante la mirada algo extraña de las jóvenes, ya que los otros, seguían discutiendo por el demoro de la cena.
-¿Medianamente?- empezó Sil.
-Claro. Puede que nos conociéramos en una vida pasadas: tenemos los mismos nombres, los mismos rostros y al parecer, la misma personalidad, sin embargo, somos distintos. Nacimos en otra era, con otras familias y con otras vidas. A pesar de ello, nos tratamos como si nos conociéramos de siempre, como si nunca nos dejamos de ver-
-Tienes razón. A mí al menos, me gustaría que me conocieran como la persona que soy ahora, no la anterior- dijo Sil animada, recibiendo una sonrisa de parte de las otras dos.
-Creo que todos tendremos que hacerlo- siguió Keira con una sonrisa.
-Muy bien muchachos, a cenar- el rubio entro a la sala, llamando a todos a la mesa del comedor. En la mesa había platos varios y una jarra con refresco.
-Vaya, te luciste rubio- musitó Aker antes de jalar una silla, sin embargo, en vez de sentarse, le cedió el asiento a Sil, que se encontraba más cerca al muchachos.
-Muchas gracias- río la peliplata tomando asiento. El rubio hizo lo propio con Keira, quién estaba a su lado. Ambos intercambiaron miradas competitivas. Mar estaba a punto de tomar asiento al lado de Keira, cuando ambos jalaron la silla y ella cayó.
-¡Yo lo haré!
-Calla Lento
-Ve a comer Gordo
-¡Basta! ¡Yo puedo sola, Gracias!- sin más la joven castaña jaló su silla y tomó asiento enojada.
La cena transcurrió amenamente mientras conversaban sobre sus actuales vidas.
El sonido del metal de las copas sobre las mesas de madera, los cubiertos golpeando los platos y el sonido del agua correr en el fregadero era todo lo que se oía en ese momento. Ninguno de los presentes podían decir algo, habían perdido el apetito, por lo que los platos se encontraban prácticamente intactos, salvo el de algunos que habían picado pequeños bocados o simplemente, habían revuelto todo perdido en sus pensamientos.
El caño soltó una gota y con ella se desató el llanto de una de las jóvenes presentes, quién se cubrió el rostro con sus manos.
-N-no…no puede ser- hipaba entre sollozos.
-Mar…tienes que – intentó decir el joven al lado suyo, pero las palabras se le hicieron muy pesadas. Su murmuro fue cortado por una voz quebrada. –Ella no quiere que nosotros…-
-No es justo- lloraba la muchacha.
En el rostro de los otros cuatro presentes se podía ver el sentimiento de tristeza. Silvermist y Keira reprimían sus lágrimas, mientras los dos muchachos intentaban ver a otro lado.
-¡Aún no sé qué hacemos aquí!¡Deberíamos estar con ella!- gritó Aker golpeando la silla contra la pared.
-Es inútil, ella quiere estar sola y debemos respetar eso, así como también debemos respetar su decisión de acatar las normas del Dios Atur- habló Keira, apretando una servilleta
-¡Qué Dios ni que nada! Ese no es un Dios. ¿Qué clase de Dios protector es aquel que pide la vida de uno de sus súbditos? Y más aún alguien como Alice- Ahora Noah fue quién golpeó la mesa con su puño. Mar alzó la vista, aún tenía aquellas gotas cristalinas en sus hermosos zafiros. -Basta… Keira tiene razón, Alice lo acepto…-
-¡Pero no le quedó elección!- replicó Sil. Nuevamente un silencio se apoderó de todo. Noah tomó asiento junto con Aker
-La celebración se realizará en dos días, en el Solsticio de verano justo al medio día, cuando el sol esté en lo más alto…- dijo Keira
-Maldito Atur- dijo Noah.
-Shs… - calló Sil – No lo insultes, al menos no aquí… -
-¿Sigues pensando en el maldito como un Dios?- habló con reproche el rubio.
-No, no es eso… pero es que aún hay muchos que le siguen teniendo lealtad- finalizó la joven.
-Nosotros mismos la teníamos…hasta hace unas horas- prosiguió Keira.
-No es verdad, a nosotros nos daba igual, la única que tenía las palabras y brindaba protección era Alice, y ahora ella morirá- finalizó Noah. Silencio en la sala nuevamente.
Mar había dejado de llorar. –Tenemos que hacer algo…- murmuro con voz aún llena de emociones.
-No podemos ir en contra de todo…- siguió Keira
-¡Debe de haber algo!- soltó. En ese momento, la puerta de la cocina se abrió de golpe sorprendiendo a los cinco muchachos sentados en la mesa frente a ella.
-¡Caballeros, hemos venido a pedir su ayuda!- habló uno de los soldados que había llegado.
-¿Qué sucedió?- preguntó Noah poniéndose de pie inmediatamente junto con Aker.
-Señor, han entrado intrusos al palacio. Según nos informan son tres encapuchados, todas las tropas los están buscando-
-Demonios, ¿cómo fue que sucedió?- preguntó el pelirrojo cogiendo su espada de la banca.
-No sabemos cómo se escabulleron, al parecer burlaron al guardia de la entrada- dijo otro de los soldados.
-Iremos allá, ustedes adelántense. ¡Damiselas, vuelvan a sus habitaciones!- avisó el rubio antes de empezar a correr.
-¡Noah!¡Akky!- gritó Mar, ambos se voltearon. En cuestión de segundos todos intercambiaron miradas.
-¡Alice!- gritaron al unisonó. Los dos jóvenes salieron corriendo en dirección del cuarto de la princesa, las doncellas se miraron y en cuestión de segundos los siguieron.
El pasillo era largo y los ventanales que siempre solían alumbrar todo con la luz de la luna, se encontraban cubiertos por gruesas cortinas negras, demostrando el luto que se llevaba en aquel castillo por la pronta decisión que había tomado el Dios Atur y había transmitido a todos los reinos. Él quería un sacrificio y había elegido a la doncella más hermosa y bondadosa de todo el reino y esa era… la princesa Alice. Los reyes consternados se habían negado en un inicio, pero Atur los amenazó con lanzar una maldición sobre el reino, así que la princesa accedió con la condición de que dejara al pueblo en paz, seguro y a salvo.
Pronto los dos caballeros se encontraron fuera de la última habitación del quinto piso, al lado de un ventanal. La puerta se encontraba junta, se veía la luz de las velas y unas siluetas con capas. Noah hizo una señal de silencio para Akky y ambos entraron cautelosamente, quedándose a una distancia prudente, ambos pudieron observar lo que sucedía.
En mitad de la pequeña sala de estar de la habitación de la princesa, se encontraban tres caballeros arrodillados frente a la princesa.
-Su majestad, venimos en paz. No le haremos daño. Somos fieles a usted y a nadie más que usted.- habló uno de barba rubia del mismo tono que su cabello, se veía un hombre joven bastante apuesto de ojos verdes.
- Nosotros somos parte de un grupo llamado Magnatum Verum, parte de La Orden de Alicem. Una orden que se creó con personas de todo el reino fieles a usted, para apoyarla cuando se convirtiera en reina-siguió un caballero de cabello negro y ojos ámbar, parecía más viejo que el anterior.
-¿Apoyarme? ¿Con qué?- cuestionó la castaña.
- Verá, La Orden de Alicem tiene una ideología y esa está en contra al Dios Atur. – dijo el tercer hombre, un señor de cabellos castaños y ojos como el mar, tenía arrugas y ojeras, pero se podía ver señales de que en su juventud había sido muy apuesto.
-¿Cómo…puede?- la princesa estaba sorprendida, no tenía palabras. ¿Cómo era posible? ¿Alguien en contra del Dios que le había dado todo?-
-Verá su majestad, nosotros creemos que Atur no es más que un engaño, una farsa. Un simple pelele que se ha encargado de someter a todo una región bajo trucos baratos. Desde hace muchos años, algunos pocos empezaron a investigar sobre este supuesto Dios y se encontraron con una gran verdad. El día que fueron a revelar ese misterio, desaparecieron de la faz de la tierra. Fue desde ese momento que más personas empezaron a sospechar, pero ninguno habló por miedo a represalias. Aquellos mártires dejaron un diario con la gran verdad, pero este fue escondido por un largo tiempo.- dijo el rubio
-Muchos que empezamos a sospechar empezamos a investigar y nos topamos con escritos sobre ese diario, y se dio a inicio a una búsqueda. Con ese diario tendríamos las pruebas suficientes para desenmascarar a Atur y hacer que los reinos se revelasen. Muchos que nos veían y oían de nosotros empezaron a apoyarnos, y fue ahí donde el Dios Atur se percató de esto y empezó a castigar a todo aquel que demostrará señales de deslealtad. Muchos murieron. – siguió el castaño.
-Fue entonces donde decidimos ocultarnos y movernos bajo las sombras. Un grupo empezó a buscar otra manera de desenmascarar a Atur y fue allí donde vimos una luz de esperanza. Justo el día que usted nació. – siguió el pelinegro.
-En aquellos días, ese grupo de personas idearon un plan, para cuando usted se haga reina. Mientras crecía pudimos observar las bondades que tenía y el don que lleva consigo con el que logra llegar a muchos corazones. Era perfecto. En el momento que se hiciera reina podría transmitirle la verdad al público y así derrocaríamos a Atur. Sus padres, pertenecían a este grupo. Fue gracias a ellos que creamos La Orden de Alicem.
-Mientras La Orden de Alicem se encargaba de vigilar a su majestad, también se encargaba de cubrir los rastros de una rama de esta orden: El grupo de: Magnatum Verum, quienes aún buscábamos el diario bajo las sombras, hasta obtenerlo. Sin embargo y muy a nuestro pesar. Atur se enteró, al parecer tuvimos espías dentro… Así que mandó a asesinar a todos los involucrados, ocultando cualquier rastro de ellos.
-Todos nuestros compañeros perecieron, menos nosotros tres. Todos desaparecieron. Sus padres fueron perdonados bajo la condición de estar bajo las órdenes inminentes de Atur. Aun así, su padre pidió que cualquier cosa, la protegiéramos y dimos nuestra palabra.
-Al parecer, Atur desconoce los planes futuros pero sospecha, es por ello que la nombró como primer sacrificio. Creemos que ese ser asesinará cada mes a una persona que pueda ser líder en su contra y usted es la primera, su majestad.
-Es por ello que hemos venido a advertirle y a expresarle nuestros sentimientos de lealtad eterna.- habló el pelinegro.
-Su Majestad, por favor, huya- pidió el rubio de ojos verdes –No podemos pensar siquiera en la idea de que usted fallezca. Su vida vale mucho, para el reino y para todos.
-Pero yo…no puedo huir, mi familia, mis amigos y mis sirvientes queridos… No puedo dejar todo porque así- habló con voz temblorosa.
-Su majestad- La voz de Noah, alertó a los tres hombres que voltearon inmediatamente sacando cada uno un arma: una espada, un arco y una lanza.
-Noah…Aker…- La princesa contempló a los dos muchachos frente a ella.
-Tranquilos, somos leales a la princesa.
-Oímos todo y apoyamos completamente la decisión- habló el pelirrojo.
-Princesa, si ha de huir, iremos con usted- la voz de Mar tras los muchachos la sorprendió.
-Si nuestra amada princesa se va, iremos con ella- siguió Keira.
-Así es, nosotros…queremos protegerla a usted, como usted lo hizo con nosotros- habló Sil por primera vez ante la princesa, la cual le sonrío.
-Chicos…. –murmuró -¿Y mis padres?- preguntó.
-Sus padres estarán a salvo, al parecer, Atur los tiene bajo su control de alguna u otra manera. Por favor princesa, huyamos- el caballero rubio tendió su mano, la joven lo dudo un poco, pero accedió.
-De acuerdo, huyamos, para poder darle fin a esta mentira-
La joven abrió los ojos y se percató del lugar. Se encontraba recostada sobre un sofá de color negro, giró la vista y observó a todos sus “nuevos” amigos recostados en los demás sillones y en el suelo. Al parecer, se habían quedado dormidos luego de la cena.
El sonido del celular la alarmó, lo cogió y contestó.
-Hermano…sí, sí, lo siento. No creo que vuelva hoy, me quedaré en casa de un amigo. No es lo que piensas… estoy con amigas y amigos don alterado. Te deje la cena servida. Aja. Nos vemos. Bye- Mar colgó el celular y se dio vuelta, allí se encontraban los demás, aun durmiendo.
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Pues... creo que me pasé un tantito jijiji
Síganla
-¿Verdad?- apoyó Mar mientras tomaba un poco de té que había traído el dueño de la casa hacia unos minutos.
-¡HEY LENTO! ¡TENGO HAMBRE!- gritó el pelirrojo que se encontraba recostado en uno de los muebles con una revista en mano.
-¡Ven a cocinar tú!- fue la respuesta del rubio desde la cocina.
-¡No quiero! ¡Pero tengo hambre!- volvió a repetir empezando una pelea de extremo a extremo.
Las chicas rieron.
-Es curioso…-empezó a decir Keira con una sonrisa – Parece que se conocen toda la vida-
-Yo dije lo mismo, aunque es medianamente verdad- dijo Mar, ante la mirada algo extraña de las jóvenes, ya que los otros, seguían discutiendo por el demoro de la cena.
-¿Medianamente?- empezó Sil.
-Claro. Puede que nos conociéramos en una vida pasadas: tenemos los mismos nombres, los mismos rostros y al parecer, la misma personalidad, sin embargo, somos distintos. Nacimos en otra era, con otras familias y con otras vidas. A pesar de ello, nos tratamos como si nos conociéramos de siempre, como si nunca nos dejamos de ver-
-Tienes razón. A mí al menos, me gustaría que me conocieran como la persona que soy ahora, no la anterior- dijo Sil animada, recibiendo una sonrisa de parte de las otras dos.
-Creo que todos tendremos que hacerlo- siguió Keira con una sonrisa.
-Muy bien muchachos, a cenar- el rubio entro a la sala, llamando a todos a la mesa del comedor. En la mesa había platos varios y una jarra con refresco.
-Vaya, te luciste rubio- musitó Aker antes de jalar una silla, sin embargo, en vez de sentarse, le cedió el asiento a Sil, que se encontraba más cerca al muchachos.
-Muchas gracias- río la peliplata tomando asiento. El rubio hizo lo propio con Keira, quién estaba a su lado. Ambos intercambiaron miradas competitivas. Mar estaba a punto de tomar asiento al lado de Keira, cuando ambos jalaron la silla y ella cayó.
-¡Yo lo haré!
-Calla Lento
-Ve a comer Gordo
-¡Basta! ¡Yo puedo sola, Gracias!- sin más la joven castaña jaló su silla y tomó asiento enojada.
La cena transcurrió amenamente mientras conversaban sobre sus actuales vidas.
El sonido del metal de las copas sobre las mesas de madera, los cubiertos golpeando los platos y el sonido del agua correr en el fregadero era todo lo que se oía en ese momento. Ninguno de los presentes podían decir algo, habían perdido el apetito, por lo que los platos se encontraban prácticamente intactos, salvo el de algunos que habían picado pequeños bocados o simplemente, habían revuelto todo perdido en sus pensamientos.
El caño soltó una gota y con ella se desató el llanto de una de las jóvenes presentes, quién se cubrió el rostro con sus manos.
-N-no…no puede ser- hipaba entre sollozos.
-Mar…tienes que – intentó decir el joven al lado suyo, pero las palabras se le hicieron muy pesadas. Su murmuro fue cortado por una voz quebrada. –Ella no quiere que nosotros…-
-No es justo- lloraba la muchacha.
En el rostro de los otros cuatro presentes se podía ver el sentimiento de tristeza. Silvermist y Keira reprimían sus lágrimas, mientras los dos muchachos intentaban ver a otro lado.
-¡Aún no sé qué hacemos aquí!¡Deberíamos estar con ella!- gritó Aker golpeando la silla contra la pared.
-Es inútil, ella quiere estar sola y debemos respetar eso, así como también debemos respetar su decisión de acatar las normas del Dios Atur- habló Keira, apretando una servilleta
-¡Qué Dios ni que nada! Ese no es un Dios. ¿Qué clase de Dios protector es aquel que pide la vida de uno de sus súbditos? Y más aún alguien como Alice- Ahora Noah fue quién golpeó la mesa con su puño. Mar alzó la vista, aún tenía aquellas gotas cristalinas en sus hermosos zafiros. -Basta… Keira tiene razón, Alice lo acepto…-
-¡Pero no le quedó elección!- replicó Sil. Nuevamente un silencio se apoderó de todo. Noah tomó asiento junto con Aker
-La celebración se realizará en dos días, en el Solsticio de verano justo al medio día, cuando el sol esté en lo más alto…- dijo Keira
-Maldito Atur- dijo Noah.
-Shs… - calló Sil – No lo insultes, al menos no aquí… -
-¿Sigues pensando en el maldito como un Dios?- habló con reproche el rubio.
-No, no es eso… pero es que aún hay muchos que le siguen teniendo lealtad- finalizó la joven.
-Nosotros mismos la teníamos…hasta hace unas horas- prosiguió Keira.
-No es verdad, a nosotros nos daba igual, la única que tenía las palabras y brindaba protección era Alice, y ahora ella morirá- finalizó Noah. Silencio en la sala nuevamente.
Mar había dejado de llorar. –Tenemos que hacer algo…- murmuro con voz aún llena de emociones.
-No podemos ir en contra de todo…- siguió Keira
-¡Debe de haber algo!- soltó. En ese momento, la puerta de la cocina se abrió de golpe sorprendiendo a los cinco muchachos sentados en la mesa frente a ella.
-¡Caballeros, hemos venido a pedir su ayuda!- habló uno de los soldados que había llegado.
-¿Qué sucedió?- preguntó Noah poniéndose de pie inmediatamente junto con Aker.
-Señor, han entrado intrusos al palacio. Según nos informan son tres encapuchados, todas las tropas los están buscando-
-Demonios, ¿cómo fue que sucedió?- preguntó el pelirrojo cogiendo su espada de la banca.
-No sabemos cómo se escabulleron, al parecer burlaron al guardia de la entrada- dijo otro de los soldados.
-Iremos allá, ustedes adelántense. ¡Damiselas, vuelvan a sus habitaciones!- avisó el rubio antes de empezar a correr.
-¡Noah!¡Akky!- gritó Mar, ambos se voltearon. En cuestión de segundos todos intercambiaron miradas.
-¡Alice!- gritaron al unisonó. Los dos jóvenes salieron corriendo en dirección del cuarto de la princesa, las doncellas se miraron y en cuestión de segundos los siguieron.
El pasillo era largo y los ventanales que siempre solían alumbrar todo con la luz de la luna, se encontraban cubiertos por gruesas cortinas negras, demostrando el luto que se llevaba en aquel castillo por la pronta decisión que había tomado el Dios Atur y había transmitido a todos los reinos. Él quería un sacrificio y había elegido a la doncella más hermosa y bondadosa de todo el reino y esa era… la princesa Alice. Los reyes consternados se habían negado en un inicio, pero Atur los amenazó con lanzar una maldición sobre el reino, así que la princesa accedió con la condición de que dejara al pueblo en paz, seguro y a salvo.
Pronto los dos caballeros se encontraron fuera de la última habitación del quinto piso, al lado de un ventanal. La puerta se encontraba junta, se veía la luz de las velas y unas siluetas con capas. Noah hizo una señal de silencio para Akky y ambos entraron cautelosamente, quedándose a una distancia prudente, ambos pudieron observar lo que sucedía.
En mitad de la pequeña sala de estar de la habitación de la princesa, se encontraban tres caballeros arrodillados frente a la princesa.
-Su majestad, venimos en paz. No le haremos daño. Somos fieles a usted y a nadie más que usted.- habló uno de barba rubia del mismo tono que su cabello, se veía un hombre joven bastante apuesto de ojos verdes.
- Nosotros somos parte de un grupo llamado Magnatum Verum, parte de La Orden de Alicem. Una orden que se creó con personas de todo el reino fieles a usted, para apoyarla cuando se convirtiera en reina-siguió un caballero de cabello negro y ojos ámbar, parecía más viejo que el anterior.
-¿Apoyarme? ¿Con qué?- cuestionó la castaña.
- Verá, La Orden de Alicem tiene una ideología y esa está en contra al Dios Atur. – dijo el tercer hombre, un señor de cabellos castaños y ojos como el mar, tenía arrugas y ojeras, pero se podía ver señales de que en su juventud había sido muy apuesto.
-¿Cómo…puede?- la princesa estaba sorprendida, no tenía palabras. ¿Cómo era posible? ¿Alguien en contra del Dios que le había dado todo?-
-Verá su majestad, nosotros creemos que Atur no es más que un engaño, una farsa. Un simple pelele que se ha encargado de someter a todo una región bajo trucos baratos. Desde hace muchos años, algunos pocos empezaron a investigar sobre este supuesto Dios y se encontraron con una gran verdad. El día que fueron a revelar ese misterio, desaparecieron de la faz de la tierra. Fue desde ese momento que más personas empezaron a sospechar, pero ninguno habló por miedo a represalias. Aquellos mártires dejaron un diario con la gran verdad, pero este fue escondido por un largo tiempo.- dijo el rubio
-Muchos que empezamos a sospechar empezamos a investigar y nos topamos con escritos sobre ese diario, y se dio a inicio a una búsqueda. Con ese diario tendríamos las pruebas suficientes para desenmascarar a Atur y hacer que los reinos se revelasen. Muchos que nos veían y oían de nosotros empezaron a apoyarnos, y fue ahí donde el Dios Atur se percató de esto y empezó a castigar a todo aquel que demostrará señales de deslealtad. Muchos murieron. – siguió el castaño.
-Fue entonces donde decidimos ocultarnos y movernos bajo las sombras. Un grupo empezó a buscar otra manera de desenmascarar a Atur y fue allí donde vimos una luz de esperanza. Justo el día que usted nació. – siguió el pelinegro.
-En aquellos días, ese grupo de personas idearon un plan, para cuando usted se haga reina. Mientras crecía pudimos observar las bondades que tenía y el don que lleva consigo con el que logra llegar a muchos corazones. Era perfecto. En el momento que se hiciera reina podría transmitirle la verdad al público y así derrocaríamos a Atur. Sus padres, pertenecían a este grupo. Fue gracias a ellos que creamos La Orden de Alicem.
-Mientras La Orden de Alicem se encargaba de vigilar a su majestad, también se encargaba de cubrir los rastros de una rama de esta orden: El grupo de: Magnatum Verum, quienes aún buscábamos el diario bajo las sombras, hasta obtenerlo. Sin embargo y muy a nuestro pesar. Atur se enteró, al parecer tuvimos espías dentro… Así que mandó a asesinar a todos los involucrados, ocultando cualquier rastro de ellos.
-Todos nuestros compañeros perecieron, menos nosotros tres. Todos desaparecieron. Sus padres fueron perdonados bajo la condición de estar bajo las órdenes inminentes de Atur. Aun así, su padre pidió que cualquier cosa, la protegiéramos y dimos nuestra palabra.
-Al parecer, Atur desconoce los planes futuros pero sospecha, es por ello que la nombró como primer sacrificio. Creemos que ese ser asesinará cada mes a una persona que pueda ser líder en su contra y usted es la primera, su majestad.
-Es por ello que hemos venido a advertirle y a expresarle nuestros sentimientos de lealtad eterna.- habló el pelinegro.
-Su Majestad, por favor, huya- pidió el rubio de ojos verdes –No podemos pensar siquiera en la idea de que usted fallezca. Su vida vale mucho, para el reino y para todos.
-Pero yo…no puedo huir, mi familia, mis amigos y mis sirvientes queridos… No puedo dejar todo porque así- habló con voz temblorosa.
-Su majestad- La voz de Noah, alertó a los tres hombres que voltearon inmediatamente sacando cada uno un arma: una espada, un arco y una lanza.
-Noah…Aker…- La princesa contempló a los dos muchachos frente a ella.
-Tranquilos, somos leales a la princesa.
-Oímos todo y apoyamos completamente la decisión- habló el pelirrojo.
-Princesa, si ha de huir, iremos con usted- la voz de Mar tras los muchachos la sorprendió.
-Si nuestra amada princesa se va, iremos con ella- siguió Keira.
-Así es, nosotros…queremos protegerla a usted, como usted lo hizo con nosotros- habló Sil por primera vez ante la princesa, la cual le sonrío.
-Chicos…. –murmuró -¿Y mis padres?- preguntó.
-Sus padres estarán a salvo, al parecer, Atur los tiene bajo su control de alguna u otra manera. Por favor princesa, huyamos- el caballero rubio tendió su mano, la joven lo dudo un poco, pero accedió.
-De acuerdo, huyamos, para poder darle fin a esta mentira-
La joven abrió los ojos y se percató del lugar. Se encontraba recostada sobre un sofá de color negro, giró la vista y observó a todos sus “nuevos” amigos recostados en los demás sillones y en el suelo. Al parecer, se habían quedado dormidos luego de la cena.
El sonido del celular la alarmó, lo cogió y contestó.
-Hermano…sí, sí, lo siento. No creo que vuelva hoy, me quedaré en casa de un amigo. No es lo que piensas… estoy con amigas y amigos don alterado. Te deje la cena servida. Aja. Nos vemos. Bye- Mar colgó el celular y se dio vuelta, allí se encontraban los demás, aun durmiendo.
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Re: [Roll-P] Remember
- ¿Que es todo esto? - Preguntó Mar. El suelo estaba cubierto de hojas sueltas, montañas de libros se apilaban en cada rincón que podían ocupar.
- Intentamos recordar. - Contestó Aker tumbándose en el sofá.
- ¿Y habéis conseguido algo? - La castaña apuró el secado de su cabello una vez más con la toalla. La ducha de la mañana le había sentado mejor de lo esperado.
- No. No hay ni un puñetero rastro de "Atur" - Dijo Noah mientras tiraba el montón de hojas que sostenía a la mesa. - Me voy por un café.
- Tráeme uno. - Dijo perezosamente Aker mientras la almohada le abrazaba el rostro.
- ¿Se han quedado toda la noche despiertos?
- En realidad no podíamos dormir después de haber dormido tanto. Así que para distraernos hicimos esto...
Mar tomó de unas hojas cuyas escrituras eran casi incomprensibles tras haber sido escritas de forma rápida por no añadir que no era de ningún idioma conocido. Apenas pudo entender y fue aquellas líneas que la hicieron recordar varias escenas.
"En lo más alto de nuestro reino, crecen montañas y océanos de agua continuamente. En las montañas esculpimos nuestros hogares y del abundante agua sacábamos nuestros alimentos.
Puentes, ríos, lagos, estanques, canales, altos edificios sobre el agua y también por debajo de ella. Enormes agujeros en el mar donde estaban nuestros patios y en el centro de todo, allí estaba el gran castillo. No solo era un castillo, también era el signo del reino."
- Wow, si que han hecho un buen trabajo. - Susurró Mar a lo que el pelirrojo solo levantó un pulgar como muestra de aceptación.
- Buenos días~
- Buenos días Sil...
- Desayuno, desayuno... - Fue lo primero que dijo tras ir a la cocina.
- ¿Eh? Aun no hice el desayuno. - Murmuró Noah.
- Ah no te preocupes, ya lo haré yo... Osea tú... no, yo... - Había ido a la cocina no porque tenía hambre, sino porque estaba acostumbrada a prepararlo en el pasado y en el momento que se dio cuenta, empezó a entrar en pánico.
- No me importa que lo hagas... pero no hay comida en la despensa. Todo fue devorado la noche anterior por cierta persona. - Dijo mientras le echaba miradas a Aker quien le devolvía lo mismo.
- No es problema. - Fue lo primero que dijo casi al instante tras abrir la despensa. - Puedo hacer algo con esto.
- ¡Comida de Sil! - Gritó Aker poniéndose de pie hacia la cocina. Mar no pudo evitar dejar escapar alguna que cierta sonrisa.
- ¿Y Keira? - Preguntó la castaña
- Creo que sigue durmiendo en la habitación de arriba. - Musitó sacando una sartén. - ¡Bien! - Se dijo a sí misma.
- Ire a despertarla.
Mar se dispuso a subir no sin antes dejar la toalla que cargaba en el baño. Subió las escaleras y tras entrar en el cuarto donde dormía Keira, la vio allí, despacharrada en la cama de forma desordenada y con un rostro de baba cayendo (?
- La señorita si que tiene modales. - Susurró Mar para si con mirada acusadora. Sacó un bolígrafo y con mirada maligna, se dispuso a "maquillar" a su alteza (?
- Yei, aquí traigo a Keira~
- Buenos días... - Dijo dando un bostezo pero cuando los demás la vieron, no sabían si reírse o llorar de pena.
- Esto... ¿Pasa algo? - Preguntó a lo que los demás contenían la risa mientras que Noah y Aker simplemente intentaban ignorarlo.
- ¿P-Porque no te vas a lavar el rostro? Seguro que te despertará. - Sugirió Sil con gran dificultad.
- Okay...
El grito que produjo la dama al ver su rostro en el espejo fue ensordecedor y en ese momento, mas de uno echó a reír hasta que la castaña se dispuso a perseguir a Mar quien corría felizmente por toda la casa (?
- Iré a comprar. - Interrumpió Noah terminando el desayuno. - La despensa está que llora...
- Te acompaño. - Dijo Sil apurando su comida a lo que el rubio acarició su cabeza como haría hacia una niña chica.
- No hay prisa. - Cogió suavemente un tenedor y con un ágil movimiento se lo lanzó con desdén a Aker quien intentaba usurpar un armario en busca de dulces. - Te voy a partir como un pan si sigues rebuscando.
- No me cogerás con vida. - Sonrió falsamente mientras cogía el tenedor en el aire.
- Chicos... - Murmuró la sirvienta dando a otro bocado tímidamente puesto que los dos estaban prácticamente casi encima de ella.
- Intentamos recordar. - Contestó Aker tumbándose en el sofá.
- ¿Y habéis conseguido algo? - La castaña apuró el secado de su cabello una vez más con la toalla. La ducha de la mañana le había sentado mejor de lo esperado.
- No. No hay ni un puñetero rastro de "Atur" - Dijo Noah mientras tiraba el montón de hojas que sostenía a la mesa. - Me voy por un café.
- Tráeme uno. - Dijo perezosamente Aker mientras la almohada le abrazaba el rostro.
- ¿Se han quedado toda la noche despiertos?
- En realidad no podíamos dormir después de haber dormido tanto. Así que para distraernos hicimos esto...
Mar tomó de unas hojas cuyas escrituras eran casi incomprensibles tras haber sido escritas de forma rápida por no añadir que no era de ningún idioma conocido. Apenas pudo entender y fue aquellas líneas que la hicieron recordar varias escenas.
"En lo más alto de nuestro reino, crecen montañas y océanos de agua continuamente. En las montañas esculpimos nuestros hogares y del abundante agua sacábamos nuestros alimentos.
Puentes, ríos, lagos, estanques, canales, altos edificios sobre el agua y también por debajo de ella. Enormes agujeros en el mar donde estaban nuestros patios y en el centro de todo, allí estaba el gran castillo. No solo era un castillo, también era el signo del reino."
- Wow, si que han hecho un buen trabajo. - Susurró Mar a lo que el pelirrojo solo levantó un pulgar como muestra de aceptación.
- Buenos días~
- Buenos días Sil...
- Desayuno, desayuno... - Fue lo primero que dijo tras ir a la cocina.
- ¿Eh? Aun no hice el desayuno. - Murmuró Noah.
- Ah no te preocupes, ya lo haré yo... Osea tú... no, yo... - Había ido a la cocina no porque tenía hambre, sino porque estaba acostumbrada a prepararlo en el pasado y en el momento que se dio cuenta, empezó a entrar en pánico.
- No me importa que lo hagas... pero no hay comida en la despensa. Todo fue devorado la noche anterior por cierta persona. - Dijo mientras le echaba miradas a Aker quien le devolvía lo mismo.
- No es problema. - Fue lo primero que dijo casi al instante tras abrir la despensa. - Puedo hacer algo con esto.
- ¡Comida de Sil! - Gritó Aker poniéndose de pie hacia la cocina. Mar no pudo evitar dejar escapar alguna que cierta sonrisa.
- ¿Y Keira? - Preguntó la castaña
- Creo que sigue durmiendo en la habitación de arriba. - Musitó sacando una sartén. - ¡Bien! - Se dijo a sí misma.
- Ire a despertarla.
Mar se dispuso a subir no sin antes dejar la toalla que cargaba en el baño. Subió las escaleras y tras entrar en el cuarto donde dormía Keira, la vio allí, despacharrada en la cama de forma desordenada y con un rostro de baba cayendo (?
- La señorita si que tiene modales. - Susurró Mar para si con mirada acusadora. Sacó un bolígrafo y con mirada maligna, se dispuso a "maquillar" a su alteza (?
- Yei, aquí traigo a Keira~
- Buenos días... - Dijo dando un bostezo pero cuando los demás la vieron, no sabían si reírse o llorar de pena.
- Esto... ¿Pasa algo? - Preguntó a lo que los demás contenían la risa mientras que Noah y Aker simplemente intentaban ignorarlo.
- ¿P-Porque no te vas a lavar el rostro? Seguro que te despertará. - Sugirió Sil con gran dificultad.
- Okay...
El grito que produjo la dama al ver su rostro en el espejo fue ensordecedor y en ese momento, mas de uno echó a reír hasta que la castaña se dispuso a perseguir a Mar quien corría felizmente por toda la casa (?
- Iré a comprar. - Interrumpió Noah terminando el desayuno. - La despensa está que llora...
- Te acompaño. - Dijo Sil apurando su comida a lo que el rubio acarició su cabeza como haría hacia una niña chica.
- No hay prisa. - Cogió suavemente un tenedor y con un ágil movimiento se lo lanzó con desdén a Aker quien intentaba usurpar un armario en busca de dulces. - Te voy a partir como un pan si sigues rebuscando.
- No me cogerás con vida. - Sonrió falsamente mientras cogía el tenedor en el aire.
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Re: [Roll-P] Remember
Habían pasado unos minutos después de que Noah y Sil salieron a comprar.
- Ahora ¿Qué se supone que haremos? - Preguntó Keira viendo cómo Mar peleaba por quitarle pockys a Aker, los cuales había saqueado del cuarto de Noah.
- ¿Buscar a Atur y dejarlo sin cabeza? - Preguntó Aker mordiendo un pocky, esquivando todos los intentos de Mar por conseguir uno.
- ¿Por qué contestas con otra pregunta? - Regañó Mar.
- Mira quién fue a decir... - Se burló Keira. Mar cayó en cuenta y rió - Pero realmente estamos los cinco reunidos, pero ahora no ganamos nada con eso.
- Solo relájate - Dijo Aker dejando que le robaran algunos pockys - Eso es mío.
- Son de Noah - Corrigió Mar.
- Pero los robé así que eran míos.
- Ladrón que roba a ladrón~ - Concluyó mordiendo uno - Según lo que he podido apreciar - continuó con lo de antes- Por ahora hemos de estar bien, quiero decir recién nos hemos reunido así que poder estar así es una oportunidad para conocernos mejor - sonrió.
- Es verdad, pero aun siento que nos falta algo... O alguien.
- También está el hecho de que no sabemos si la princesa está o no en las mismas.
- ¡Eso es. La princesa! ¿Deberíamos de buscarla o algo así? No sabemos si ella también nos esté buscando.
- Nisiquiera sabemos si estará por aquí - Comentó Aker ganándose malas miradas - ¿Qué? Pero en su antigüedad era una princesa ahora no puede ser menos - Explicó.
- ¿Alguna famosa? O ¿Seguirá en la realeza?
- Creo que lo más probable sea la realeza - Dijo Mar mientras buscaba algo con la mirada - Por ahora - Cogió papel y lápiz, se sentó en la mesa y comenzó a dibujar.
- ¿Qué haces?
- Bueno... - Levantó el papel con un retrato de el rostro de Alice - Pensé que como al parecer tenemos mucho tiempo libre podríamos salir preguntando por ahí.
- Gran dibujo - Halagó Aker.
- ¡Es verdad, podemos hacer eso! - Celebró Keira.
- Vaya... La felicidad es porque no pintó en tu cara ¿No? - Aker comenzó a correr cuando vio que la castaña iba tras él con un marcador, accidentalmente rayó Mar la cual no perdió tiempo de coger otro.
- ¿Te parece si llevamos esto? - Preguntó Sil señalando una repisa con flan - Los dulces son algo esencial entre nosotros - Dijo recordando a dos en específico.
- ¿Por qué no? Así tal vez tenga un poco de paz acerca de los dulces - Contestó Noah, quien cargaba el carrito con las compras.
- Quien sabe, porque con todo lo que a pasado lo más seguro es que pasemos mucho tiempo juntos - Revisó cada flan y los guardó en el carrito.
- Mi bolsillo llorará.
- ¿Por qué solo el tuyo? El de Aker también lo hará - Bromeó. el rubio sonrió.
- Claro que los hombres paguen.
- Eso es lo que siempre he escuchado - Sonrió - Parece que ya está todo
- Si, ya solo paguemos, tengo una mala espina de haber dejado a esos tres ahí - Se acercaron a la caja registradora y dejaron que la encargada hiciera su trabajo. Pagaron y salieron de local.
Una vez fuera se disponían en ir directo a casa pero algo o mejor dicho alguien llamó su atención. Al otro lado de la calle pudieron divisar la elegante figura de una castaña.
- Ella es... - Dijo sil sin creerlo.
- La Princesa... - Completó Noah. Empezaron a correr en su dirección pero un gran y lujoso auto se atravesó en su camino y a pesar de los intentos al llamarla no recibieron otra respuesta que una chica desconcertada que apuró a subir al auto.
- ¿Qué está..?
- No lo sé pero debemos de avisarle a los demás y buscarla - Apuraron el paso hacia la casa.
- Regresamos... - La palabra fue perdiendo fuerza de voz cuando Sil vio como los tres jóvenes estaban enfrente peleando con marcadores y rayados. Noah solo miraba en silencio el desastre que ahora era su casa.
- ¡Mamá, Mamá! - se acercó Aker a los recién llegados y miró a Noah, éste se señalo intentando no matarlo. Aker asintió.
- ¡Hay tres mujeres ¿Por qué yo soy la mamá?!
- Fue culpa de Keira, se volvió loca y atacó - Explicó señalando a la nominada.
- ¡No ignores lo anterior!
- ¡Es mentira Amá, el único culpable aquí es Apá! - Se defendió señalando a Aker. Noah quería fallecer.
- ¡¿Por qué él?! ¡Cualquiera de las tres podía ser el padre ¿No?! - Intentó calmarse - Pero no es de extrañarse que él fuera el culpable.
- Yei~ ¡Mamí nos apoya! - Celebró Mar.
- ¿Tú también?
- Sociedad Feminista la de éstos tiempos - Aker sacó su celular - Debería de Denunciar ésta casa y todo el que viva en ella... Aló, por favor quiero un abogado ¿Causa? Violencia doméstica.
- ¡Nos quitarán la casa mamí! - Chilló Mar -
- Ustedes planearon todo ésto ¿Verdad? Definitivamente lo hicieron - Aseguró Noah. Sil solo miraba el teatro con una gotita en la cabeza mientras se dirigía a la cocina con las compras.
- Así que la vieron... - Dijo Mar dando un sorbo a su té. Ya se habían calmado y estaban reunidos en la sala. Todos habían escuchado con atención las noticias de Noah y Sil.
- Pero a pesar de lo mucho que la llamamos no nos hizo caso - La peli-blanca suspiró.
- Tal vez no escuchó o no los vio bien - Dijo Keira sin creer lo que decían, la princesa nunca los hubiera ignorado así como así.
- Nos vio, definitivamente, pero hasta parece que se asustó, no reaccionó con una sonrisa ni diciendo nuestros nombres siquiera, como lo haría la princesa que conocemos... "conocemos" - Dijo Noah pensativo.
- Si es así, entonces es que ha ocurrido algo, y puede que sea malo - Dijo Mar.
- Es probable.
- ¡Bah! Simplemente no los quiere - aker se levantó a prender el televisor.
- ¿Por qué... - Noah no terminó lo que iba a preguntar.
- Es hora de mi programa favorito ~
- Por favor, cambiémoslo por un burro, sería más útil - Las malas miradas no se hicieron esperar.
- En las últimas noticias - Se escuchó en la televisión.
- Espera, espera ¡Mi programa! - Chilló Aker.
- Bien merecido.
- Pobrecito - Dijo Sil intentando no reír al igual que los demás.
- La hija del gobernador a regresado de su largo viaje de estudios por el mundo, como vemos la señorita Alice, ha bajado del coche y su padre ésta ahí para recibirla. Como saben ésta joven regresa después de muchos años, ya que su viaje empezó mucho antes de que él fuera el gobernador. Se ha puesto en marcha una fiesta para celebrar la llegada de la señorita, dónde familia y seguro personas famosas asistirán. - Terminó de reportar el hombre del noticiero mientras el vídeo se mostraba en pantalla. El asombro de los cinco jóvenes en la sala era más que grande, la hija del gobernador era la princesa Alice, no podían estar más que atónitos. La canción de un show infantil comenzó en ese momento rompiendo el silencio del lugar (?
- Esto es un problema... - Dijo Noah.
- La hemos encontrado pero... Es demasiado - Keira no estaba de buen ánimo.
- Será imposible acercarnos a ella siquiera - Dijo Sil.
- Diría que "Casi"... - Mar estaba pensativa.
- ¿Qué tienes en mente?
- Bueno, si nos la jugamos bien podríamos entrar a esa fiesta...
- Ni en broma - Noah no se lo creía.
- ¿Por qué no? - Preguntó Sil - Tal vez ni se den cuenta con tanta gente por ahí.
- Hay invitaciones...
- Por eso uno debe entrenar para ser Ninja - Esta vez fue Aker que estaba completamente pegado al televisor.
- ¡Tú mejor no opines! - Noah miró a las chicas y se lo volvió a pensar - Si no lo llevamos más que seguro que nos hacen pasar por famosos - Señaló a Aker.
- ¡¿Qué quieres decir?!
- Entonces ya está - Celebraron las tres.
Se me borró y tuve que volverla a hacer D<
ya saben errores y cosas así, avisarme
- Ahora ¿Qué se supone que haremos? - Preguntó Keira viendo cómo Mar peleaba por quitarle pockys a Aker, los cuales había saqueado del cuarto de Noah.
- ¿Buscar a Atur y dejarlo sin cabeza? - Preguntó Aker mordiendo un pocky, esquivando todos los intentos de Mar por conseguir uno.
- ¿Por qué contestas con otra pregunta? - Regañó Mar.
- Mira quién fue a decir... - Se burló Keira. Mar cayó en cuenta y rió - Pero realmente estamos los cinco reunidos, pero ahora no ganamos nada con eso.
- Solo relájate - Dijo Aker dejando que le robaran algunos pockys - Eso es mío.
- Son de Noah - Corrigió Mar.
- Pero los robé así que eran míos.
- Ladrón que roba a ladrón~ - Concluyó mordiendo uno - Según lo que he podido apreciar - continuó con lo de antes- Por ahora hemos de estar bien, quiero decir recién nos hemos reunido así que poder estar así es una oportunidad para conocernos mejor - sonrió.
- Es verdad, pero aun siento que nos falta algo... O alguien.
- También está el hecho de que no sabemos si la princesa está o no en las mismas.
- ¡Eso es. La princesa! ¿Deberíamos de buscarla o algo así? No sabemos si ella también nos esté buscando.
- Nisiquiera sabemos si estará por aquí - Comentó Aker ganándose malas miradas - ¿Qué? Pero en su antigüedad era una princesa ahora no puede ser menos - Explicó.
- ¿Alguna famosa? O ¿Seguirá en la realeza?
- Creo que lo más probable sea la realeza - Dijo Mar mientras buscaba algo con la mirada - Por ahora - Cogió papel y lápiz, se sentó en la mesa y comenzó a dibujar.
- ¿Qué haces?
- Bueno... - Levantó el papel con un retrato de el rostro de Alice - Pensé que como al parecer tenemos mucho tiempo libre podríamos salir preguntando por ahí.
- Gran dibujo - Halagó Aker.
- ¡Es verdad, podemos hacer eso! - Celebró Keira.
- Vaya... La felicidad es porque no pintó en tu cara ¿No? - Aker comenzó a correr cuando vio que la castaña iba tras él con un marcador, accidentalmente rayó Mar la cual no perdió tiempo de coger otro.
- ¿Te parece si llevamos esto? - Preguntó Sil señalando una repisa con flan - Los dulces son algo esencial entre nosotros - Dijo recordando a dos en específico.
- ¿Por qué no? Así tal vez tenga un poco de paz acerca de los dulces - Contestó Noah, quien cargaba el carrito con las compras.
- Quien sabe, porque con todo lo que a pasado lo más seguro es que pasemos mucho tiempo juntos - Revisó cada flan y los guardó en el carrito.
- Mi bolsillo llorará.
- ¿Por qué solo el tuyo? El de Aker también lo hará - Bromeó. el rubio sonrió.
- Claro que los hombres paguen.
- Eso es lo que siempre he escuchado - Sonrió - Parece que ya está todo
- Si, ya solo paguemos, tengo una mala espina de haber dejado a esos tres ahí - Se acercaron a la caja registradora y dejaron que la encargada hiciera su trabajo. Pagaron y salieron de local.
Una vez fuera se disponían en ir directo a casa pero algo o mejor dicho alguien llamó su atención. Al otro lado de la calle pudieron divisar la elegante figura de una castaña.
- Ella es... - Dijo sil sin creerlo.
- La Princesa... - Completó Noah. Empezaron a correr en su dirección pero un gran y lujoso auto se atravesó en su camino y a pesar de los intentos al llamarla no recibieron otra respuesta que una chica desconcertada que apuró a subir al auto.
- ¿Qué está..?
- No lo sé pero debemos de avisarle a los demás y buscarla - Apuraron el paso hacia la casa.
- Regresamos... - La palabra fue perdiendo fuerza de voz cuando Sil vio como los tres jóvenes estaban enfrente peleando con marcadores y rayados. Noah solo miraba en silencio el desastre que ahora era su casa.
- ¡Mamá, Mamá! - se acercó Aker a los recién llegados y miró a Noah, éste se señalo intentando no matarlo. Aker asintió.
- ¡Hay tres mujeres ¿Por qué yo soy la mamá?!
- Fue culpa de Keira, se volvió loca y atacó - Explicó señalando a la nominada.
- ¡No ignores lo anterior!
- ¡Es mentira Amá, el único culpable aquí es Apá! - Se defendió señalando a Aker. Noah quería fallecer.
- ¡¿Por qué él?! ¡Cualquiera de las tres podía ser el padre ¿No?! - Intentó calmarse - Pero no es de extrañarse que él fuera el culpable.
- Yei~ ¡Mamí nos apoya! - Celebró Mar.
- ¿Tú también?
- Sociedad Feminista la de éstos tiempos - Aker sacó su celular - Debería de Denunciar ésta casa y todo el que viva en ella... Aló, por favor quiero un abogado ¿Causa? Violencia doméstica.
- ¡Nos quitarán la casa mamí! - Chilló Mar -
- Ustedes planearon todo ésto ¿Verdad? Definitivamente lo hicieron - Aseguró Noah. Sil solo miraba el teatro con una gotita en la cabeza mientras se dirigía a la cocina con las compras.
- Así que la vieron... - Dijo Mar dando un sorbo a su té. Ya se habían calmado y estaban reunidos en la sala. Todos habían escuchado con atención las noticias de Noah y Sil.
- Pero a pesar de lo mucho que la llamamos no nos hizo caso - La peli-blanca suspiró.
- Tal vez no escuchó o no los vio bien - Dijo Keira sin creer lo que decían, la princesa nunca los hubiera ignorado así como así.
- Nos vio, definitivamente, pero hasta parece que se asustó, no reaccionó con una sonrisa ni diciendo nuestros nombres siquiera, como lo haría la princesa que conocemos... "conocemos" - Dijo Noah pensativo.
- Si es así, entonces es que ha ocurrido algo, y puede que sea malo - Dijo Mar.
- Es probable.
- ¡Bah! Simplemente no los quiere - aker se levantó a prender el televisor.
- ¿Por qué... - Noah no terminó lo que iba a preguntar.
- Es hora de mi programa favorito ~
- Por favor, cambiémoslo por un burro, sería más útil - Las malas miradas no se hicieron esperar.
- En las últimas noticias - Se escuchó en la televisión.
- Espera, espera ¡Mi programa! - Chilló Aker.
- Bien merecido.
- Pobrecito - Dijo Sil intentando no reír al igual que los demás.
- La hija del gobernador a regresado de su largo viaje de estudios por el mundo, como vemos la señorita Alice, ha bajado del coche y su padre ésta ahí para recibirla. Como saben ésta joven regresa después de muchos años, ya que su viaje empezó mucho antes de que él fuera el gobernador. Se ha puesto en marcha una fiesta para celebrar la llegada de la señorita, dónde familia y seguro personas famosas asistirán. - Terminó de reportar el hombre del noticiero mientras el vídeo se mostraba en pantalla. El asombro de los cinco jóvenes en la sala era más que grande, la hija del gobernador era la princesa Alice, no podían estar más que atónitos. La canción de un show infantil comenzó en ese momento rompiendo el silencio del lugar (?
- Esto es un problema... - Dijo Noah.
- La hemos encontrado pero... Es demasiado - Keira no estaba de buen ánimo.
- Será imposible acercarnos a ella siquiera - Dijo Sil.
- Diría que "Casi"... - Mar estaba pensativa.
- ¿Qué tienes en mente?
- Bueno, si nos la jugamos bien podríamos entrar a esa fiesta...
- Ni en broma - Noah no se lo creía.
- ¿Por qué no? - Preguntó Sil - Tal vez ni se den cuenta con tanta gente por ahí.
- Hay invitaciones...
- Por eso uno debe entrenar para ser Ninja - Esta vez fue Aker que estaba completamente pegado al televisor.
- ¡Tú mejor no opines! - Noah miró a las chicas y se lo volvió a pensar - Si no lo llevamos más que seguro que nos hacen pasar por famosos - Señaló a Aker.
- ¡¿Qué quieres decir?!
- Entonces ya está - Celebraron las tres.
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Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
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Re: [Roll-P] Remember
-¿Cómo fue que terminamos aquí?- preguntó el pelirrojo mientras se recostaba en uno de los muros de la tienda. Se encontraba cargando tres bolsas en cada mano.
-Pregúntales a ellas- señaló el rubio tomando un bocado de aire. Las tres damas se encontraban caminando animadamente entre tienda y tienda del centro comercial.
-Andando, aún falta muchas cosas más- ánimo Mar.
-¿Por qué tantas cosas? ¿Qué tanto necesitan las mujeres?- preguntó con tono de fastidio Noah.
- Muy fácil decir eso, cuando solo necesitan un esmoquin- suspiró Sil, a lo que las otras dos asentaron. Ambos chicos solo suspiraron y siguieron.
Las horas habían pasado y se encontraban en casa de Marianella, quién había insistido puesto que su hermano había salido aquella noche.
Los dos jóvenes se encontraban de terno recostados en los muebles.
-Primero medio día en el centro comercial y luego dos horas para alistarse- dijo Noah viendo su reloj
-Son mujeres ¿qué esperabas?- siguió Aker
-Lamento la demora- la voz de una de ellas hizo levantar la vista. En aquel momento, una de las jóvenes se asomaba al borde del pasadizo luciendo una prenda realmente hermosa. Llevaba un vestido de color turquesa, que realzaba su mirada; era corto (hasta arriba de las rodillas), sin mangas y sujeto debajo del busto. Era un hermoso vestido de tul.
-¿Cómo me veo?- preguntó con una sonrisa Mar, mientras que un leve sonrojo se presentaba en el rostro de los dos jóvenes al ver a la muchacha y detrás de ella, a sus otras dos amigas. El rubio apartó la mirada, Aker se quedó inmovilizado y el sonrojo no se le pasó tan fácilmente... ha decir verdad, la cara de ambos se puso como un tomate en cuando apareció Keira detrás de Mar, luciendo un vestido corto negro de encaje, con una sola manga y con un cinturón plateado. Inmediatamente después, salió Sil, con un vestido morado oscuro con detalles en plateado, era un poco más largo que el de sus compañeras, pero seguía estando más arriba que las rodillas, tenía mangas caídas con detalles sencillos en brillos.
-Creo que se quedaron sin palabras- río Keira, seguida de las chicas, mientras los muchachos evitaban el contacto visual.
-Esto me recuerda…- empezó a hablar Mar, mientras se acomodaba el tul en un espejo. –Cuando en la otra vida, tuvimos nuestro primer baile, los cinco…- sonrío
-Es verdad, fue la primera vez que la princesa Alice quiso hacer una fiesta para los pobladores y sirvientes, sin embargo aquel día, tuvo que salir del reino por encargo del rey pero aun así insistió en hacerlo…-prosiguió Keira
-Fue la primera vez que yo asistí a uno de esos bailes ¿no?- dijo emocionada la peliplata.
-Sí, también fue la primera vez donde Marianella…-prosiguió Keira
-MAR- la corrigió inmediatamente la otra castaña
-Ok, MAR – dio énfasis – Iba a demostrar sus lecciones de modales y clases de baile.
-Y fue espantoso- se quejó –Recuerdo bien que me di pena ajena- siguió la muchacha.
-Yo recuerdo algo sobre eso- mencionó el rubio, a lo que Aker le acertó.
-También fue la primera vez que estuvieron lejos de Alice, me refiero a ustedes dos- aclaró Mar señalando a los dos jóvenes – Pero… no les duró mucho, se embriagaron y la mayoría de cosas que hicieron, creo que nadie las recuerda- las muchachas rieron, mientras los dos chicos negaban la mirada.-
-Entonces…- empezó el rubio para cortar el tema, las chicas pararon las risas y se vieron.
-Calma, ya tenemos todo planeado- empezó a decir Mar. –Tengo un plan A, B y C-
-¿Y esos son?- cuestionó Akky.
-Plan A: nos intentamos infiltra entre la multitud. Plan B: intentamos colarnos a método espías -
-¿Y el plan c?- Noah preguntó, pero inmediatamente se arrepintió de haberlo hecho; la joven esbozó una sonrisa. – El plan C…es restringido, nunca llego al plan C, siempre resultan los dos primero, así que andando… En todo caso, tengo un plan de resguardo para el A- sonrió picara.
……………..
Los cinco jóvenes llegaron a las puertas de la casa del Gobernador, bajaron del carro y observaron. Era una casa estilo occidental antigua, con hermosos jardines y detalles únicos. Estaba decorada enteramente de luces y más flores que de costumbre, ha de haber sido por la llegada de Alice. Caminaron a la entrada, siguiendo a un grupo de personas con aires de “realeza” y burlaron al primer guardia… Ingresaron Keira y Sil, pero cuando iba a entrar Noah y Aker, uno de los “mastodontes” de la entrada se percató de su falta de invitación y no les permitieron el pase.
-¡Tenemos nuestra entrada, solo que nos la olvidamos!- argumentó el rubio.
-Sin invitación, no hay entrada- afirmó el hombre de lentes oscuros que lo había sacado de la fila.
Aker y Noah iban a empezar a discutir, pero Mar los jaló a un lado, cogió su teléfono envió un texto y volvió a jalar a los dos jóvenes por el lado lateral de la casa.
-¿Qué estás haciendo?- preguntó el pelirrojo.
-Keira y Sil chequearán la situación mientras nosotros intentaremos entrar.
-¿Y cómo lo haremos?- siguió el rubio.
-Oh, muy simple… solo esperemos- dijo sin más. Luego de unos minutos de preguntas sin respuesta, llegó un texto, la joven sonrió luego de leerlo.
-Bien, tendremos que escalar, según Keira, hay una ventana en la segundo piso por el lado derecho que está abierta y no hay muchos guardias- habló la castaña, mientras daba unos pasos dando vuelta por el lugar siempre percatándose de no ser vistos, y la vio.
-Bien, subamos- dijo como si nada la oji turquesa, empezando a calcular su método para escalar.
-Eso está muy alto, dudo que puedas subir y si lo logras, bueno, estás con falda primor- recordó el pelirrojo, señalando a la muchacha-
-He sido porrista los últimos cinco años de mi vida, estudie diferentes artes marciales, gimnasia, entre otros deportes. Estoy completamente capacitada para escalar alturas de este nivel y eso es. Y sobre la falda no importa, siempre llevo un short corto, además de ello… no hay otra opción- respondió con disgusto.
-No lo permitiremos, aún tenemos de caballeros y eso, nos impide dejarte hacerlo- finalizó el pelirrojo mientras la joven hacia un puchero.
-Oh de acuerdo, perdemos tiempo… bien, si no me equivoco, a la derecha hay un…¡Aquí está!- la joven había dado vuelta y tanteando por una ventana del primer piso, logró abrir una de las ventanas por completo.
-Sil me aviso que le había parecido ver algo así- finalizó con tono de enojo, mientras, se apoyaba en la baranda y dando un ligero salto, llegaba a dentro de la habitación, sin haberse dañado algo de su aspecto.
-Rápido tortugas- suspiró. Los dos muchachos se miraron.
-Me siento como idiota, ahora ellas son las que nos ordenan- suspiró Noah
-¿Orgullo de caballero herido, Perro?-
-No tanto como el tuyo, Tortuga- le siguió el pelirrojo.
-Apúrense- llamó la castaña desde dentro.
Entraron con un leve salto y cerraron todo.
-¿Dónde estamos?- cuestionó Noah al ver el lugar.
-Al parecer un estudio…- le contestó Aker mientras rebuscaba en los cofres de allí: encontró un chocolate y se lo guardó en el bolsillo. Mar observaba por una rendija de la puerta.
-¿Qué haces?- preguntó el pelirrojo.
-Observando si hay muros en las costas. Quedamos con las chicas en separarnos para buscar a Alice. Pero antes, nos avisarán si es seguro salir-
-oh ya veo…- finalizó
-Oye Mar, quería preguntarte algo- empezó Noah, la chica lo miró, mientras acomodaba su cabello atrás de su oreja.
-¿Cuáles eran tus planes C y el de respaldo?- respondió curioso.
-Bueno, el plan C, no se los puedo decir , pero el de respaldo, era esto- la joven sacó de su cartera de mano cinco invitaciones a la fiesta-
-Pero si son… ¿cómo las conseguiste?- preguntó sorprendido
-Digamos que una fuente me pasó la invitación y luego la… “cloné”- sonrió
-¿Eso no es ilegal? Eso es falsificación- preguntó Aker.
-Si me descubren lo es, por eso no preferí usarlos- le mandó un guiño mientras volvía la vista a la rendija.
-Pero son muy buenas…- corroboró Noah tomando una de ellas.
-Gracias… muy bien. Vamos, salgamos de aquí- avisó, luego se apresuraron a salir, no sin antes haber ordenado rápidamente todo y dejarlo como lo encontraron.
-----------------------------------------------------------------------
Bueno, lamento la demora... seguido de que no sé realmente que he puesto, ando algo zombie -w- Quería escribir la conti :(llegué al punto de escribirlo en mis breaks del trabajo en papel y lápiz! ojala les guste, continuándolo! <3
Cualquier error o cosita, me avisan para cambiarlo ¿si?
~Bye*
-Pregúntales a ellas- señaló el rubio tomando un bocado de aire. Las tres damas se encontraban caminando animadamente entre tienda y tienda del centro comercial.
-Andando, aún falta muchas cosas más- ánimo Mar.
-¿Por qué tantas cosas? ¿Qué tanto necesitan las mujeres?- preguntó con tono de fastidio Noah.
- Muy fácil decir eso, cuando solo necesitan un esmoquin- suspiró Sil, a lo que las otras dos asentaron. Ambos chicos solo suspiraron y siguieron.
Las horas habían pasado y se encontraban en casa de Marianella, quién había insistido puesto que su hermano había salido aquella noche.
Los dos jóvenes se encontraban de terno recostados en los muebles.
-Primero medio día en el centro comercial y luego dos horas para alistarse- dijo Noah viendo su reloj
-Son mujeres ¿qué esperabas?- siguió Aker
-Lamento la demora- la voz de una de ellas hizo levantar la vista. En aquel momento, una de las jóvenes se asomaba al borde del pasadizo luciendo una prenda realmente hermosa. Llevaba un vestido de color turquesa, que realzaba su mirada; era corto (hasta arriba de las rodillas), sin mangas y sujeto debajo del busto. Era un hermoso vestido de tul.
-¿Cómo me veo?- preguntó con una sonrisa Mar, mientras que un leve sonrojo se presentaba en el rostro de los dos jóvenes al ver a la muchacha y detrás de ella, a sus otras dos amigas. El rubio apartó la mirada, Aker se quedó inmovilizado y el sonrojo no se le pasó tan fácilmente... ha decir verdad, la cara de ambos se puso como un tomate en cuando apareció Keira detrás de Mar, luciendo un vestido corto negro de encaje, con una sola manga y con un cinturón plateado. Inmediatamente después, salió Sil, con un vestido morado oscuro con detalles en plateado, era un poco más largo que el de sus compañeras, pero seguía estando más arriba que las rodillas, tenía mangas caídas con detalles sencillos en brillos.
-Creo que se quedaron sin palabras- río Keira, seguida de las chicas, mientras los muchachos evitaban el contacto visual.
-Esto me recuerda…- empezó a hablar Mar, mientras se acomodaba el tul en un espejo. –Cuando en la otra vida, tuvimos nuestro primer baile, los cinco…- sonrío
-Es verdad, fue la primera vez que la princesa Alice quiso hacer una fiesta para los pobladores y sirvientes, sin embargo aquel día, tuvo que salir del reino por encargo del rey pero aun así insistió en hacerlo…-prosiguió Keira
-Fue la primera vez que yo asistí a uno de esos bailes ¿no?- dijo emocionada la peliplata.
-Sí, también fue la primera vez donde Marianella…-prosiguió Keira
-MAR- la corrigió inmediatamente la otra castaña
-Ok, MAR – dio énfasis – Iba a demostrar sus lecciones de modales y clases de baile.
-Y fue espantoso- se quejó –Recuerdo bien que me di pena ajena- siguió la muchacha.
-Yo recuerdo algo sobre eso- mencionó el rubio, a lo que Aker le acertó.
-También fue la primera vez que estuvieron lejos de Alice, me refiero a ustedes dos- aclaró Mar señalando a los dos jóvenes – Pero… no les duró mucho, se embriagaron y la mayoría de cosas que hicieron, creo que nadie las recuerda- las muchachas rieron, mientras los dos chicos negaban la mirada.-
-Entonces…- empezó el rubio para cortar el tema, las chicas pararon las risas y se vieron.
-Calma, ya tenemos todo planeado- empezó a decir Mar. –Tengo un plan A, B y C-
-¿Y esos son?- cuestionó Akky.
-Plan A: nos intentamos infiltra entre la multitud. Plan B: intentamos colarnos a método espías -
-¿Y el plan c?- Noah preguntó, pero inmediatamente se arrepintió de haberlo hecho; la joven esbozó una sonrisa. – El plan C…es restringido, nunca llego al plan C, siempre resultan los dos primero, así que andando… En todo caso, tengo un plan de resguardo para el A- sonrió picara.
……………..
Los cinco jóvenes llegaron a las puertas de la casa del Gobernador, bajaron del carro y observaron. Era una casa estilo occidental antigua, con hermosos jardines y detalles únicos. Estaba decorada enteramente de luces y más flores que de costumbre, ha de haber sido por la llegada de Alice. Caminaron a la entrada, siguiendo a un grupo de personas con aires de “realeza” y burlaron al primer guardia… Ingresaron Keira y Sil, pero cuando iba a entrar Noah y Aker, uno de los “mastodontes” de la entrada se percató de su falta de invitación y no les permitieron el pase.
-¡Tenemos nuestra entrada, solo que nos la olvidamos!- argumentó el rubio.
-Sin invitación, no hay entrada- afirmó el hombre de lentes oscuros que lo había sacado de la fila.
Aker y Noah iban a empezar a discutir, pero Mar los jaló a un lado, cogió su teléfono envió un texto y volvió a jalar a los dos jóvenes por el lado lateral de la casa.
-¿Qué estás haciendo?- preguntó el pelirrojo.
-Keira y Sil chequearán la situación mientras nosotros intentaremos entrar.
-¿Y cómo lo haremos?- siguió el rubio.
-Oh, muy simple… solo esperemos- dijo sin más. Luego de unos minutos de preguntas sin respuesta, llegó un texto, la joven sonrió luego de leerlo.
-Bien, tendremos que escalar, según Keira, hay una ventana en la segundo piso por el lado derecho que está abierta y no hay muchos guardias- habló la castaña, mientras daba unos pasos dando vuelta por el lugar siempre percatándose de no ser vistos, y la vio.
-Bien, subamos- dijo como si nada la oji turquesa, empezando a calcular su método para escalar.
-Eso está muy alto, dudo que puedas subir y si lo logras, bueno, estás con falda primor- recordó el pelirrojo, señalando a la muchacha-
-He sido porrista los últimos cinco años de mi vida, estudie diferentes artes marciales, gimnasia, entre otros deportes. Estoy completamente capacitada para escalar alturas de este nivel y eso es. Y sobre la falda no importa, siempre llevo un short corto, además de ello… no hay otra opción- respondió con disgusto.
-No lo permitiremos, aún tenemos de caballeros y eso, nos impide dejarte hacerlo- finalizó el pelirrojo mientras la joven hacia un puchero.
-Oh de acuerdo, perdemos tiempo… bien, si no me equivoco, a la derecha hay un…¡Aquí está!- la joven había dado vuelta y tanteando por una ventana del primer piso, logró abrir una de las ventanas por completo.
-Sil me aviso que le había parecido ver algo así- finalizó con tono de enojo, mientras, se apoyaba en la baranda y dando un ligero salto, llegaba a dentro de la habitación, sin haberse dañado algo de su aspecto.
-Rápido tortugas- suspiró. Los dos muchachos se miraron.
-Me siento como idiota, ahora ellas son las que nos ordenan- suspiró Noah
-¿Orgullo de caballero herido, Perro?-
-No tanto como el tuyo, Tortuga- le siguió el pelirrojo.
-Apúrense- llamó la castaña desde dentro.
Entraron con un leve salto y cerraron todo.
-¿Dónde estamos?- cuestionó Noah al ver el lugar.
-Al parecer un estudio…- le contestó Aker mientras rebuscaba en los cofres de allí: encontró un chocolate y se lo guardó en el bolsillo. Mar observaba por una rendija de la puerta.
-¿Qué haces?- preguntó el pelirrojo.
-Observando si hay muros en las costas. Quedamos con las chicas en separarnos para buscar a Alice. Pero antes, nos avisarán si es seguro salir-
-oh ya veo…- finalizó
-Oye Mar, quería preguntarte algo- empezó Noah, la chica lo miró, mientras acomodaba su cabello atrás de su oreja.
-¿Cuáles eran tus planes C y el de respaldo?- respondió curioso.
-Bueno, el plan C, no se los puedo decir , pero el de respaldo, era esto- la joven sacó de su cartera de mano cinco invitaciones a la fiesta-
-Pero si son… ¿cómo las conseguiste?- preguntó sorprendido
-Digamos que una fuente me pasó la invitación y luego la… “cloné”- sonrió
-¿Eso no es ilegal? Eso es falsificación- preguntó Aker.
-Si me descubren lo es, por eso no preferí usarlos- le mandó un guiño mientras volvía la vista a la rendija.
-Pero son muy buenas…- corroboró Noah tomando una de ellas.
-Gracias… muy bien. Vamos, salgamos de aquí- avisó, luego se apresuraron a salir, no sin antes haber ordenado rápidamente todo y dejarlo como lo encontraron.
-----------------------------------------------------------------------
Bueno, lamento la demora... seguido de que no sé realmente que he puesto, ando algo zombie -w- Quería escribir la conti :(llegué al punto de escribirlo en mis breaks del trabajo en papel y lápiz! ojala les guste, continuándolo! <3
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Última edición por Xio* el Mar 21 Ene - 15:28, editado 1 vez
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Re: [Roll-P] Remember
- Hay algo en esta fiesta que no me convence. - Dijo Noah observando a su alrededor. Sus ojos se movían de vestido a vestido, de traje en traje.
- Tengo la misma sensación. - Añadió Aker.
- Subamos. - Ordenó Mar mientras pulsaba un botón para llamar el ascensor de mantenimiento. Pero cuando las puertas se abrieron, revelaron a un joven doncella que de no ser por los rápidos gestos de Aker, la mandó a dormir con cloroformo.
- Todo un caballero. - Ironizó Noah recibiendo malas vibraciones.
El ascensor subió exactamente una mísera planta revelando un pasillo muy solitario donde a un lado se podía ver el piso inferior ya que no había muro ni suelo. Al otro lado, había puertas y más puertas.
- Ah ahí esta nuestra dama. - Mencionó Aker mientras la apuntaba. Alice parecía estar desganada mientras hablaba con uno de los tantos de la sala.
- Como imaginaba... Mas que una fiesta, parece un tema de paso para buscar pretendiente para la princesa... - Susurró la castaña recibiendo dos miradas incrédulas de los dos caballeros que no sabían como reaccionar. - Vamos chicos, pueden hacer una reacción mejor, no me fallen. - Sonrió.
- ¿Que te parece si lo asesinamos? - Preguntó Aker pasando un brazo por los hombros de Noah.
- Mejor lo amenazamos.
- Chicos, dejen de hacer planes conspiratorias. - Suspiró. - ¿Donde están Keira y Sil?
- Como sea, debemos darnos prisa y alcanzar a Alice. - Dijo Aker como si fuera a punto de salir disparado hacia ella.
- Tu lo que quieres es matar a todo el que se acerque. - Acusó Mar.
- También (?
- Ah, sonrió a ese jovencito de ahí. - El rubio sacó un pequeño prismático de bolsillo y miró. - Matemoslo. - Dijo esta vez Noah pasando un brazo por los hombros de Aker.
- ¡Dije que paren de hacer planes conspiratorios!
- Keira Kei~ - Nombró Sil en pánico. - ¿Donde estamos? ¿Nos hemos perdido verdad? Lo sabía, lo sabía.
- ¡Shhhh! - Regañó la castaña observando su alrededor. - No se como hemos llegado al sótano donde están los fusibles de la luz. - Sacó su celular y empezó a teclear en él. Cuando terminó, se sentó con mucho cuidado en una caja de madera y suspiró.
- ¿Que hacemos?
- Esperar. Quizás nos sirva de algo haber llegado hasta aquí. - Se quitó los tacones y suspiró de alivio. No eran cómodos precisamente.
- Tengo la misma sensación. - Añadió Aker.
- Subamos. - Ordenó Mar mientras pulsaba un botón para llamar el ascensor de mantenimiento. Pero cuando las puertas se abrieron, revelaron a un joven doncella que de no ser por los rápidos gestos de Aker, la mandó a dormir con cloroformo.
- Todo un caballero. - Ironizó Noah recibiendo malas vibraciones.
El ascensor subió exactamente una mísera planta revelando un pasillo muy solitario donde a un lado se podía ver el piso inferior ya que no había muro ni suelo. Al otro lado, había puertas y más puertas.
- Ah ahí esta nuestra dama. - Mencionó Aker mientras la apuntaba. Alice parecía estar desganada mientras hablaba con uno de los tantos de la sala.
- Como imaginaba... Mas que una fiesta, parece un tema de paso para buscar pretendiente para la princesa... - Susurró la castaña recibiendo dos miradas incrédulas de los dos caballeros que no sabían como reaccionar. - Vamos chicos, pueden hacer una reacción mejor, no me fallen. - Sonrió.
- ¿Que te parece si lo asesinamos? - Preguntó Aker pasando un brazo por los hombros de Noah.
- Mejor lo amenazamos.
- Chicos, dejen de hacer planes conspiratorias. - Suspiró. - ¿Donde están Keira y Sil?
- Como sea, debemos darnos prisa y alcanzar a Alice. - Dijo Aker como si fuera a punto de salir disparado hacia ella.
- Tu lo que quieres es matar a todo el que se acerque. - Acusó Mar.
- También (?
- Ah, sonrió a ese jovencito de ahí. - El rubio sacó un pequeño prismático de bolsillo y miró. - Matemoslo. - Dijo esta vez Noah pasando un brazo por los hombros de Aker.
- ¡Dije que paren de hacer planes conspiratorios!
- Keira Kei~ - Nombró Sil en pánico. - ¿Donde estamos? ¿Nos hemos perdido verdad? Lo sabía, lo sabía.
- ¡Shhhh! - Regañó la castaña observando su alrededor. - No se como hemos llegado al sótano donde están los fusibles de la luz. - Sacó su celular y empezó a teclear en él. Cuando terminó, se sentó con mucho cuidado en una caja de madera y suspiró.
- ¿Que hacemos?
- Esperar. Quizás nos sirva de algo haber llegado hasta aquí. - Se quitó los tacones y suspiró de alivio. No eran cómodos precisamente.
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Las dos estaban sentadas y descalzas, Sil se estiró un poco y miró a su alrededor, el lugar era aburrido, tanto que por poco empezaba a cabecear de no ser por Keira que le avisó que le habían devuelto el mensaje.
- Parece que ya vienen por nosotras - Mostró la pantalla del celular.
- Que bien - Se animó - Pero... ¿Ellos saben dónde queda éste lugar? - El teléfono cayó pero Sil rápidamente lo atrapó. Suspiró.
- ¿Ahora qué? - la peliblanca se encogió de hombros - Entonces... No queda de otra, esperaremos hasta que nos encuentren, si nos vamos irá peor. Además es el sótano, por simple lógica irán hacia abajo... Espero que no sean tan idiotas
- Quizá tengas razón - Rió aturdida -
Había terminado de responder el mensaje así que rápidamente dirigió su mirada a los dos jóvenes frente a ella, los cuales seguían haciendo planes de alguna u otra manera.
- Noah, Akky... - Los llamó pero no recibió respuesta - Chicos...
- Shhh... - Dijo el pelirojo, tanto él como Noah estaban de espaldas a la castaña - Estamos en algo importante - Apuntaba una liga cargada con algún pedazo de algo que encontró por ahí, siendo lo mismo que Noah hacía.
- ¿Qué hacen? - Mar decidió mantener la calma.
- Apuntando a los casanovas - Noah soltó la liga - Wuuu ¡Le di! - Celebró. El chico al que le había dado buscaba con la mirada lo que que fuera aquel golpe, pero los dos caballeros ocultaron sus armas de última tecnología (? antes de que los pudiera ver.
- Buen tiro - Apoyó Aker. chocaron las manos como buenos amigos.
- Ustedes solo están de acuerdo cuando no deben - Mar suspiró - Debemos de ir a buscar a Sil y a Keira, se han perdido.
- Vaya problema - Noah le dio a otro.
- Que recojan sus pasos - Dijo Aker, imitando a Noah - Con ese son diez menos.
- Si supieran cómo no me habrían dicho eso.
- Bueno, que busquen hasta encontrar.
- ¡Akky! - Regañó Mar - Solo es un ratito no pierden nada.
- Se pierde mucho - Negó Noah - Cualquier don nadie puede sacar ventaja de nuestra ausencia, solo imagina. La princesa va caminando con elegancia por el enorme escenario, está tan concentrada en caminar bien que no se fija que hay un bache en el suelo, tropezando y entonces alguien la rescata de aquella horripilante caída.
- Oh~ Mi Dios, que susto Dirá la princesa - Aker hizo una mala imitación de la voz de la princesa.
- ¿Se encuentra bien, milady? Dirá el salvador.
- ¡Oh! Me disculpo tanto por ésto La princesa se sonrojará y mostrará su lado avergonzado.
- Es un placer servirle él sonreirá para que ella no se preocupe, cruzaran sus miradas y ¡Bam! Pensarán que se han enamorado, pero no es así simplemente a sido una mera ilusión.
- Pero de esa ilusión, pedirán la bendición para casarse, el gobernador sin duda la aceptará, entonces la princesa vvirá con éste hombre.
- Pero... Al vivir con él se dará cuenta de que es solo un abusivo y que nunca la quizo... Y por eso...
- ¡Vamos a impedir que la princesa sufra tal futuro terrible! - Dijeron al unisono como si de un drama teatral tratase.
- Ustedes... tienen un serio completo de Princesscon... - Mar suspiró con cansancio.
- Ahora si nos permites - Regresaron a su "Trabajo"
- ¡Me cansé! Vamos a buscarlas. Aun si no quieren - Los empezó a arrastrar del cuello de sus trajes con mala cara. Los chicos iban a protestar pero luego de una mirada asesina lo dejaron pasar. Las mujeres pueden dar mucho miedo, pensaron.
Suspiraron.
- Que cansancio - Dijo Keira.
- Es un poco aburrido - Sil salió un momento a ver el pasillo por un si acaso - No hay ni un pequeño rastro... ¡Oh! - su mirada se desvió más allá al final de aquel largo camino, en la pared, el cuadro de una joven le llamó la atención - Hey, Keira. Mira - La castaña se levanto aun descalza y sacó solo la cabeza.
- Vaya...
- ¿Lo recuerdas? - Keira asintió - Y pensar que está aquí... Vaya destino.
- ¿No será que simplemente lo volvieron a pintar? - Se acercaron al enorme retrato.
- Pero... se ve tan antiguo... - posó su mano en el frío vidrio que lo protegia, la princesa, como siempre sonreía en aquella pose, si no mal recordaba ese día, el pintor más famoso del reino había llegado y pidió la oportunidad de hacer un retrato a la princesa, a pesar de que a ésta no le parecía muy buena idea terminó aceptando por insistencia de sus subditos.
- Ahora que lo dices...
- ¡Ah! Ese cuadro... - Un hombre de edad avanzada, y vestimenta de mayordomo - Tantos recuerdos... - Las dos jóvenes lo quedaron viendo atónitas.
El hombre acomodó su monóculo para distinguirlas mejor.
- ¿Amigas de la Srta. Alice? - Preguntó al no reconocerlas.
- eh.. ¡Si! Antiguas amigas - Dijo Keira nerviosa - Tanto que ya ni nos recuerda - susurró lo último.
- Bueno, veo que se han interesado en éste cuadro, - Empezó a contar la historia de cómo lo encontraron hace ya muchos años en unas ruinas, se lo había conservado porque la chica en el retrato le había parecido de lo más adorable al gobernador - Me sorprende mucho el parecido de ésta joven con la Srta. Alice, es simplemente facinante ¿Destino se le podría decir? - El hombre rió - Por cierto ¿Qué hacen aquí? La fiesta es arriba.
- Etto... Queriamos hacer un pequeño tour por el lugar.. - Excusó Sil.
- Ya veo, es verdad que esta mansión es muy bonita, pero...
- Chicas~~ Aquí están~ - Dijo Mar al verlas, se acercó con los dos caballeros detrás con auras de preocupación.
- ¿Qué les pasa a ellos? - Preguntó Keira.
- Ya sabes, el complejo del que sufren.
- ¿De ser extraños? - Preguntó Sil inocente.
- Eso y mucho más - Mar y Keira rieron.
- Entonces... Ya podemos regresar... - Celebró Sil. Keira fue por las zapatillas de las dos y se las pusieron.
- Que pocos modales que tienen - Negó Aker.
- ¿Piensas que usar tacos es fácil? - Keira tenía mirada amenazante. Sil hizo su intento pero nada que diera miedo.
- Que tierna~~ - Dijeron todos al unísono. Sil hizo puchero - Ahora lo es más~
- Sigue intentandolo - Aker posó su mano en la coronilla de la peliblanca. Ésta negó, se rindió al hecho de poder asustar a alguien.
- Ahora para regresar... - dijo Mar - Por aquí ~
- ¿No era por acá? - Refutó Noah.
- No, recuerdo que fue éste camino.
- No, definitivamente el de acá - Empezaron a discutir sobre qué camino tomar, a uno de los dos les había afectado el "Moe Attack" (?
- Jóvenes... Si desean yo los ayudo, justo me dirijo para el salón principal - Dijo el Mayordomo.
- Sería de mucha ayuda - Dijo Keira.
- ¿Quién es usted? - Preguntó Noah luego de que comenzaron a seguirle.
- ¡Ah! Me llamo Charles, Charli si desean - Sonrió, los demás lo vieron extrañados - Hasta ahora he sido el protector de la joven Alice. Gusto en conocerlos - En ese momento se preguntaban qué tipo de persona sería Alice en la presente época.
- Parece que ya vienen por nosotras - Mostró la pantalla del celular.
- Que bien - Se animó - Pero... ¿Ellos saben dónde queda éste lugar? - El teléfono cayó pero Sil rápidamente lo atrapó. Suspiró.
- ¿Ahora qué? - la peliblanca se encogió de hombros - Entonces... No queda de otra, esperaremos hasta que nos encuentren, si nos vamos irá peor. Además es el sótano, por simple lógica irán hacia abajo... Espero que no sean tan idiotas
- Quizá tengas razón - Rió aturdida -
Había terminado de responder el mensaje así que rápidamente dirigió su mirada a los dos jóvenes frente a ella, los cuales seguían haciendo planes de alguna u otra manera.
- Noah, Akky... - Los llamó pero no recibió respuesta - Chicos...
- Shhh... - Dijo el pelirojo, tanto él como Noah estaban de espaldas a la castaña - Estamos en algo importante - Apuntaba una liga cargada con algún pedazo de algo que encontró por ahí, siendo lo mismo que Noah hacía.
- ¿Qué hacen? - Mar decidió mantener la calma.
- Apuntando a los casanovas - Noah soltó la liga - Wuuu ¡Le di! - Celebró. El chico al que le había dado buscaba con la mirada lo que que fuera aquel golpe, pero los dos caballeros ocultaron sus armas de última tecnología (? antes de que los pudiera ver.
- Buen tiro - Apoyó Aker. chocaron las manos como buenos amigos.
- Ustedes solo están de acuerdo cuando no deben - Mar suspiró - Debemos de ir a buscar a Sil y a Keira, se han perdido.
- Vaya problema - Noah le dio a otro.
- Que recojan sus pasos - Dijo Aker, imitando a Noah - Con ese son diez menos.
- Si supieran cómo no me habrían dicho eso.
- Bueno, que busquen hasta encontrar.
- ¡Akky! - Regañó Mar - Solo es un ratito no pierden nada.
- Se pierde mucho - Negó Noah - Cualquier don nadie puede sacar ventaja de nuestra ausencia, solo imagina. La princesa va caminando con elegancia por el enorme escenario, está tan concentrada en caminar bien que no se fija que hay un bache en el suelo, tropezando y entonces alguien la rescata de aquella horripilante caída.
- Oh~ Mi Dios, que susto Dirá la princesa - Aker hizo una mala imitación de la voz de la princesa.
- ¿Se encuentra bien, milady? Dirá el salvador.
- ¡Oh! Me disculpo tanto por ésto La princesa se sonrojará y mostrará su lado avergonzado.
- Es un placer servirle él sonreirá para que ella no se preocupe, cruzaran sus miradas y ¡Bam! Pensarán que se han enamorado, pero no es así simplemente a sido una mera ilusión.
- Pero de esa ilusión, pedirán la bendición para casarse, el gobernador sin duda la aceptará, entonces la princesa vvirá con éste hombre.
- Pero... Al vivir con él se dará cuenta de que es solo un abusivo y que nunca la quizo... Y por eso...
- ¡Vamos a impedir que la princesa sufra tal futuro terrible! - Dijeron al unisono como si de un drama teatral tratase.
- Ustedes... tienen un serio completo de Princesscon... - Mar suspiró con cansancio.
- Ahora si nos permites - Regresaron a su "Trabajo"
- ¡Me cansé! Vamos a buscarlas. Aun si no quieren - Los empezó a arrastrar del cuello de sus trajes con mala cara. Los chicos iban a protestar pero luego de una mirada asesina lo dejaron pasar. Las mujeres pueden dar mucho miedo, pensaron.
Suspiraron.
- Que cansancio - Dijo Keira.
- Es un poco aburrido - Sil salió un momento a ver el pasillo por un si acaso - No hay ni un pequeño rastro... ¡Oh! - su mirada se desvió más allá al final de aquel largo camino, en la pared, el cuadro de una joven le llamó la atención - Hey, Keira. Mira - La castaña se levanto aun descalza y sacó solo la cabeza.
- Vaya...
- ¿Lo recuerdas? - Keira asintió - Y pensar que está aquí... Vaya destino.
- ¿No será que simplemente lo volvieron a pintar? - Se acercaron al enorme retrato.
- Pero... se ve tan antiguo... - posó su mano en el frío vidrio que lo protegia, la princesa, como siempre sonreía en aquella pose, si no mal recordaba ese día, el pintor más famoso del reino había llegado y pidió la oportunidad de hacer un retrato a la princesa, a pesar de que a ésta no le parecía muy buena idea terminó aceptando por insistencia de sus subditos.
- Ahora que lo dices...
- ¡Ah! Ese cuadro... - Un hombre de edad avanzada, y vestimenta de mayordomo - Tantos recuerdos... - Las dos jóvenes lo quedaron viendo atónitas.
El hombre acomodó su monóculo para distinguirlas mejor.
- ¿Amigas de la Srta. Alice? - Preguntó al no reconocerlas.
- eh.. ¡Si! Antiguas amigas - Dijo Keira nerviosa - Tanto que ya ni nos recuerda - susurró lo último.
- Bueno, veo que se han interesado en éste cuadro, - Empezó a contar la historia de cómo lo encontraron hace ya muchos años en unas ruinas, se lo había conservado porque la chica en el retrato le había parecido de lo más adorable al gobernador - Me sorprende mucho el parecido de ésta joven con la Srta. Alice, es simplemente facinante ¿Destino se le podría decir? - El hombre rió - Por cierto ¿Qué hacen aquí? La fiesta es arriba.
- Etto... Queriamos hacer un pequeño tour por el lugar.. - Excusó Sil.
- Ya veo, es verdad que esta mansión es muy bonita, pero...
- Chicas~~ Aquí están~ - Dijo Mar al verlas, se acercó con los dos caballeros detrás con auras de preocupación.
- ¿Qué les pasa a ellos? - Preguntó Keira.
- Ya sabes, el complejo del que sufren.
- ¿De ser extraños? - Preguntó Sil inocente.
- Eso y mucho más - Mar y Keira rieron.
- Entonces... Ya podemos regresar... - Celebró Sil. Keira fue por las zapatillas de las dos y se las pusieron.
- Que pocos modales que tienen - Negó Aker.
- ¿Piensas que usar tacos es fácil? - Keira tenía mirada amenazante. Sil hizo su intento pero nada que diera miedo.
- Que tierna~~ - Dijeron todos al unísono. Sil hizo puchero - Ahora lo es más~
- Sigue intentandolo - Aker posó su mano en la coronilla de la peliblanca. Ésta negó, se rindió al hecho de poder asustar a alguien.
- Ahora para regresar... - dijo Mar - Por aquí ~
- ¿No era por acá? - Refutó Noah.
- No, recuerdo que fue éste camino.
- No, definitivamente el de acá - Empezaron a discutir sobre qué camino tomar, a uno de los dos les había afectado el "Moe Attack" (?
- Jóvenes... Si desean yo los ayudo, justo me dirijo para el salón principal - Dijo el Mayordomo.
- Sería de mucha ayuda - Dijo Keira.
- ¿Quién es usted? - Preguntó Noah luego de que comenzaron a seguirle.
- ¡Ah! Me llamo Charles, Charli si desean - Sonrió, los demás lo vieron extrañados - Hasta ahora he sido el protector de la joven Alice. Gusto en conocerlos - En ese momento se preguntaban qué tipo de persona sería Alice en la presente época.
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Re: [Roll-P] Remember
- Hey, tengo cosas importantes que hacer. - Miró hacia la dueña de aquel dulce voz femenina y le dedicó una sonrisa espontánea.
- Nadie se dará cuenta, total, solo es un momentito.
El pasillo estaba tan recargado de decoración, que era asfixiante y daban ganas de salir al exterior. Cuadros por doquier, tapizados caros y viejos candelabros que aún desistían de caer de la pared.
Tomó la mano de Alice y la obligó a andar un buen camino evadiendo cualquier individuo con el que podrían encontrarse. Finalmente, llegaron a una habitación que no era excesivamente grande pero si caro y sobretodo, era el cuarto de Alice.
- ¿Que pretendes?
- ¿Yo? Nada querida. No te veo desde hace años y ya me tratas mal.
- Me hiciste correr toda la mansión en estos zapatos solo por uno de tus caprichos. - Era obvio que estaba algo irritada.
- Vamos, no me dejes apartado. - Tomó una de sus manos y le dedicó en ella un beso ligero. La miró por largo rato los misteriosos colores de sus ojos.
- No te queda bien hacer de príncipe. - Suspiró retirando su mano y sentándose sobre la cama
- Parece que no. - Sonrió. La siguió hasta donde estaba sentándose excesivamente cerca de ella. - No nos hemos visto desde que jugábamos de críos.
- Ken, por favor. - Con un mano, la colocó en su pecho y lo alejó de ella con suavidad. - Ya no somos niños pequeños.
- Vamos solo...
- ¡Basta! - Interrumpió. - Basta...
- Listo. Ahora si me permiten, debo ir con Alice y terminar los últimos preparativos.
El Mayordomo se giró con elegancia típica de un señor respetable y desapareció tras una esquina.
- ¿A dónde vas? - Preguntó Mar al ver como el rubio se dirigía al mismo sitio por donde había ido el mayordomo.
- Bueno, ¿a buscar nuestra princesita tal vez?
- ¿No es un poco arriesgado? - Preguntó esta vez Sil
- No creo. Quizás encontremos un momento donde ella esté sola... y no hay problemas mayores si está el viejo Charli.
- Oh si el viejo Charli... que hombre... - Comentó Aker mientras sobreactuaba con Noah mirando al horizonte con melancolía. - Era tan jóven.
- Yo a ustedes no les entiendo. - La castaña suspiró.
- Nadie se dará cuenta, total, solo es un momentito.
El pasillo estaba tan recargado de decoración, que era asfixiante y daban ganas de salir al exterior. Cuadros por doquier, tapizados caros y viejos candelabros que aún desistían de caer de la pared.
Tomó la mano de Alice y la obligó a andar un buen camino evadiendo cualquier individuo con el que podrían encontrarse. Finalmente, llegaron a una habitación que no era excesivamente grande pero si caro y sobretodo, era el cuarto de Alice.
- ¿Que pretendes?
- ¿Yo? Nada querida. No te veo desde hace años y ya me tratas mal.
- Me hiciste correr toda la mansión en estos zapatos solo por uno de tus caprichos. - Era obvio que estaba algo irritada.
- Vamos, no me dejes apartado. - Tomó una de sus manos y le dedicó en ella un beso ligero. La miró por largo rato los misteriosos colores de sus ojos.
- No te queda bien hacer de príncipe. - Suspiró retirando su mano y sentándose sobre la cama
- Parece que no. - Sonrió. La siguió hasta donde estaba sentándose excesivamente cerca de ella. - No nos hemos visto desde que jugábamos de críos.
- Ken, por favor. - Con un mano, la colocó en su pecho y lo alejó de ella con suavidad. - Ya no somos niños pequeños.
- Vamos solo...
- ¡Basta! - Interrumpió. - Basta...
- Listo. Ahora si me permiten, debo ir con Alice y terminar los últimos preparativos.
El Mayordomo se giró con elegancia típica de un señor respetable y desapareció tras una esquina.
- ¿A dónde vas? - Preguntó Mar al ver como el rubio se dirigía al mismo sitio por donde había ido el mayordomo.
- Bueno, ¿a buscar nuestra princesita tal vez?
- ¿No es un poco arriesgado? - Preguntó esta vez Sil
- No creo. Quizás encontremos un momento donde ella esté sola... y no hay problemas mayores si está el viejo Charli.
- Oh si el viejo Charli... que hombre... - Comentó Aker mientras sobreactuaba con Noah mirando al horizonte con melancolía. - Era tan jóven.
- Yo a ustedes no les entiendo. - La castaña suspiró.
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Re: [Roll-P] Remember
-¡Oh genial! ¡Eres un Idiota!- gritó el pelirrojo con un tono fingido de sorpresa.
-¡No ha sido mi culpa! ¡Fueron ellas!- se excusó Noah, mientras se daba media vuelta y señalaba a las tres jóvenes.
-¿Perdón?- preguntaron con indignación
-No nos eches la culpa de tu estupidez- sentenció Keira, el rubio iba a reprochar pero fue cortado por la peliplata, quién había saltado en medio de Keira, Mar y Noah.
-¡Basta! Así no solucionaremos nada- recobró la compostura y soltó un ligero suspiro, mientras los mencionados se cruzaban de manos.
Los cinco jóvenes se encontraban dando vueltas en círculos por enésima vez en esa noche, por una distracción de Noah, había perdido el rastro de Charles por un pasadizo y no sabía por dónde seguir.
-Sil tiene razón… a ver- mencionó Keira mientras se volteaba hacia Mar, quien tenía una postura pensativa.
-Me acabo de percatar de algo, este es un lugar un tanto antiguo… ¿y si?- le dedicó una mirada cómplice a Keira y luego a Sil.
-Yo estaba pensando lo mismo- aseguró la castaña
-Yo igual- siguió sonriente la menor.
-¡Y nosotros no! ¿podrían dejar de hablar idioma Chica?- explotó el rubio
-¿Idioma chica?- las tres se miraron y echaron a reír
-No es tiempo de que se burlen de la idiotez del animal aquí presente- prosiguió Akky en su intento de ayudar, sin embargo… Noah estaba a segundos de estrangular a alguien.
-Ok, ok… verán… Es un lugar antiguo y su estructura es similar a la de un castillo- explicó Mar
-Claro que en una menor escala y quitando ciertos detalles- siguió Keira.
-Por lo que podemos guiarnos del mapa que nosotros conocemos desde hace...No sé ¿unas vidas atrás?- finalizó Sil con una sonrisa, los jóvenes intercambiaron una mirada. -Nos dimos cuenta por los pasadizos y el sótano en donde estábamos, la ubicación me hizo acordar al del castillo de la princesa-
-Exacto- siguieron las otras dos.
-Entonces… ¿por dónde?- volvió a preguntar Akker
-Solo sigan su instinto- aseguró una de las castañas.
-Bueno, entonces vamos- los dos jóvenes empezaron a caminar por donde creían que era el camino adecuado, sin darse cuenta, empezaron a acelerar el paso… doblaron hacia la derecha y casi chocan contra el mayor domo.
-¡Jóvenes!- exclamó –La señorita Alice ha desparecido de la fiesta, no la hayo en ningún lugar y necesita presentarse con su padre- informó, los cinco muchachos se quedaron paralizados, Noah y Aker no esperaron y salieron rápidamente hacia uno de los lados.
-¡Espe…!- el mayordomo fue interrumpido.
-Le ayudaremos a buscar- habló Mar
-Por favor, déjennos ayudarle- Charles iba a objetar, pero la mirada de las tres señoritas era demasiado determinada.
-De acuerdo, yo iré a buscarla en los pisos superiores, ustedes pueden ir a los otros pisos-
-Sí, gracias- sin más, el anciano se marchó y las tres siguieron el camino de sus amigos.
La velocidad iba en aumento, ambos tenían un sentimiento raro en el pecho y su instinto de caballero los guiaban, corrieron y saltaron por varias escaleras, volvieron a inmiscuirse en el salón y pasaron rápidamente entre el gentío que bailaba y se conversaba sin percatarse siquiera de la situación, llegaron al otro extremo y entraron nuevamente a los pasadizos.
-¡ALICE!- gritaron ambos a tonos desiguales, las chicas los habían alcanzado.
Fueron entre pasillos abriendo todas las puertas, encontrándose con nada, hasta hallarse frente a uno de los últimos pasadizos, abarrotado de cuatros y arreglos caros. En su delante se encontraban dos puertas, una a cada lado del pasillo. Noah movió la manija pero se encontraba con llave. Se miraron. Sin más… ambos jóvenes se lanzaron contra la puerta y esta se abrió de par en par.
-¡Alice!- gritaron, la escena era realmente asquerosa.
El joven se encontraba encima de la ex princesa, sostenía sus brazos sobre su cabeza y besaba su rostro.
-¡Maldito!- gritaron ambos, el joven había volteado a ver a los intrusos y soltó un poco el amarre de la princesa, la cual, aprovechó la situación y alzó una de las piernas para darle con la rodilla en la parte baja del abdomen. El hombre se dobló en dos por el dolor. Alice se soltó y salió como pudo de su agarre. Noah y Aker lo cogieron de los hombros y empezaron a proporcionarle una buena paliza.
-¿Se encuentra bien, princesa?- preguntó Sil
-¿Princesa…?- repitió en murmuro con una expresión atónita, que se transformó en una dulce sonrisa, luego de ver a los jóvenes delante de ella -Sí, gracias- afirmó
-Bastardo-
-Asqueroso insecto
-No te acerques a Alice-
Los dos jóvenes se alternaban para proporcionarle un golpe al muchacho.
-Ya basta- habló la castaña con calma, mientras se ponía de pie –No merece que se ensucien las manos por él- habló con un tono comprensivo.
-Pero…- iban a replicar, pero esta los detuvo con la mano.
-¡Alice! ¡Señorita Alice!- unos gritos provenientes desde fuera de la habitación advirtió a los muchachos.
-Vamos, sería una lata que nos encuentren aquí- sin más, la joven salió del lugar y todos la siguieron, no sin antes darle otro golpe al joven mal herido.
-¿A dónde vamos?- cuestionó Mar
-¿Pues a donde más? A conversar…creo que tenemos mucho de qué hablar- sonrió la joven.
-------------------------
Bueno, es lo único que se me ocurrió, tengo que ir a trabajar!
-¡No ha sido mi culpa! ¡Fueron ellas!- se excusó Noah, mientras se daba media vuelta y señalaba a las tres jóvenes.
-¿Perdón?- preguntaron con indignación
-No nos eches la culpa de tu estupidez- sentenció Keira, el rubio iba a reprochar pero fue cortado por la peliplata, quién había saltado en medio de Keira, Mar y Noah.
-¡Basta! Así no solucionaremos nada- recobró la compostura y soltó un ligero suspiro, mientras los mencionados se cruzaban de manos.
Los cinco jóvenes se encontraban dando vueltas en círculos por enésima vez en esa noche, por una distracción de Noah, había perdido el rastro de Charles por un pasadizo y no sabía por dónde seguir.
-Sil tiene razón… a ver- mencionó Keira mientras se volteaba hacia Mar, quien tenía una postura pensativa.
-Me acabo de percatar de algo, este es un lugar un tanto antiguo… ¿y si?- le dedicó una mirada cómplice a Keira y luego a Sil.
-Yo estaba pensando lo mismo- aseguró la castaña
-Yo igual- siguió sonriente la menor.
-¡Y nosotros no! ¿podrían dejar de hablar idioma Chica?- explotó el rubio
-¿Idioma chica?- las tres se miraron y echaron a reír
-No es tiempo de que se burlen de la idiotez del animal aquí presente- prosiguió Akky en su intento de ayudar, sin embargo… Noah estaba a segundos de estrangular a alguien.
-Ok, ok… verán… Es un lugar antiguo y su estructura es similar a la de un castillo- explicó Mar
-Claro que en una menor escala y quitando ciertos detalles- siguió Keira.
-Por lo que podemos guiarnos del mapa que nosotros conocemos desde hace...No sé ¿unas vidas atrás?- finalizó Sil con una sonrisa, los jóvenes intercambiaron una mirada. -Nos dimos cuenta por los pasadizos y el sótano en donde estábamos, la ubicación me hizo acordar al del castillo de la princesa-
-Exacto- siguieron las otras dos.
-Entonces… ¿por dónde?- volvió a preguntar Akker
-Solo sigan su instinto- aseguró una de las castañas.
-Bueno, entonces vamos- los dos jóvenes empezaron a caminar por donde creían que era el camino adecuado, sin darse cuenta, empezaron a acelerar el paso… doblaron hacia la derecha y casi chocan contra el mayor domo.
-¡Jóvenes!- exclamó –La señorita Alice ha desparecido de la fiesta, no la hayo en ningún lugar y necesita presentarse con su padre- informó, los cinco muchachos se quedaron paralizados, Noah y Aker no esperaron y salieron rápidamente hacia uno de los lados.
-¡Espe…!- el mayordomo fue interrumpido.
-Le ayudaremos a buscar- habló Mar
-Por favor, déjennos ayudarle- Charles iba a objetar, pero la mirada de las tres señoritas era demasiado determinada.
-De acuerdo, yo iré a buscarla en los pisos superiores, ustedes pueden ir a los otros pisos-
-Sí, gracias- sin más, el anciano se marchó y las tres siguieron el camino de sus amigos.
La velocidad iba en aumento, ambos tenían un sentimiento raro en el pecho y su instinto de caballero los guiaban, corrieron y saltaron por varias escaleras, volvieron a inmiscuirse en el salón y pasaron rápidamente entre el gentío que bailaba y se conversaba sin percatarse siquiera de la situación, llegaron al otro extremo y entraron nuevamente a los pasadizos.
-¡ALICE!- gritaron ambos a tonos desiguales, las chicas los habían alcanzado.
Fueron entre pasillos abriendo todas las puertas, encontrándose con nada, hasta hallarse frente a uno de los últimos pasadizos, abarrotado de cuatros y arreglos caros. En su delante se encontraban dos puertas, una a cada lado del pasillo. Noah movió la manija pero se encontraba con llave. Se miraron. Sin más… ambos jóvenes se lanzaron contra la puerta y esta se abrió de par en par.
-¡Alice!- gritaron, la escena era realmente asquerosa.
El joven se encontraba encima de la ex princesa, sostenía sus brazos sobre su cabeza y besaba su rostro.
-¡Maldito!- gritaron ambos, el joven había volteado a ver a los intrusos y soltó un poco el amarre de la princesa, la cual, aprovechó la situación y alzó una de las piernas para darle con la rodilla en la parte baja del abdomen. El hombre se dobló en dos por el dolor. Alice se soltó y salió como pudo de su agarre. Noah y Aker lo cogieron de los hombros y empezaron a proporcionarle una buena paliza.
-¿Se encuentra bien, princesa?- preguntó Sil
-¿Princesa…?- repitió en murmuro con una expresión atónita, que se transformó en una dulce sonrisa, luego de ver a los jóvenes delante de ella -Sí, gracias- afirmó
-Bastardo-
-Asqueroso insecto
-No te acerques a Alice-
Los dos jóvenes se alternaban para proporcionarle un golpe al muchacho.
-Ya basta- habló la castaña con calma, mientras se ponía de pie –No merece que se ensucien las manos por él- habló con un tono comprensivo.
-Pero…- iban a replicar, pero esta los detuvo con la mano.
-¡Alice! ¡Señorita Alice!- unos gritos provenientes desde fuera de la habitación advirtió a los muchachos.
-Vamos, sería una lata que nos encuentren aquí- sin más, la joven salió del lugar y todos la siguieron, no sin antes darle otro golpe al joven mal herido.
-¿A dónde vamos?- cuestionó Mar
-¿Pues a donde más? A conversar…creo que tenemos mucho de qué hablar- sonrió la joven.
-------------------------
Bueno, es lo único que se me ocurrió, tengo que ir a trabajar!
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- Ah querida. ¿Estás bien, completamente bien? - Alice asintió. - ¿Estás completamente totalmente segura? - Volvió a preguntar.
- Charles, ya soy mayorcita. - Le espetó con un bufido. Era obvio que estaba preocupado por ella. Quería protegerla pero Alice no quería eso lo que provocaba que el hombre pareciese que iba hacer algo pero desistía constantemente.
- Entonces... ¿Quiénes son mis salvadores?
Aquella pregunta atrajo la atención de todos, puesto que había llegado el momento de revelar la verdad. Brevemente, cada uno se presentó, señalaron sus diferencias, sus igualdades, sus razones para vivir y su extraño destino.
Mientras Noah hablaba, Alice no paraba de poner cara de sorpresa mientras que Charles dudaba de la historia. Seguidamente Mar nombró algunos momentos importantes mientras que Keira, Aker y Silvermist, se limitaban a escuchar o añadir alguna que otra frase suelta.
- Es increíble... - Dijo el mayordomo.
- No creo que mientan.
- ¡Pero señorita Alice! - La castaña interrumpió a su sirviente con una dura mirada que al cabo de un rato se relajó.
- No hay nada más que discutir. Sin embargo yo no recuerdo nada. - Dijo suavemente provocando una decepción en el rostro de Sil.
- Aún no ha llegado vuestro momento. - Dijo Noah.
- Se me hace raro escuchar palabras tan viejas. - Sonrió con tristeza. - Deberíais marcharos.
- Pero...
- No os preocupéis, esta vez seremos más cuidadosos. Me ocuparé de que Charles os guíe hasta la salida. - Hizo un gesto con la cabeza para que el mayordomo abriese la puerta.
- Por aquí - El mayor empezó a caminar, seguido por los cinco jóvenes.
- Pensar que pasaría esto – Sil caminaba cabizbaja, quería hablar más con Alice. Pensó un poco más y llegó a la conclusión de que se podría dar otra oportunidad – Es bueno saber que a pesar de no tener los recuerdos sigue siendo la misma – Sonrió ampliamente, los giraron a verla y asintieron.
- La próxima vez hay que venir preparados para todo – Dijo Mar poniéndose al lado de la peli-blanca.
- Con un tanque de guerra.
- No exageres – Keira haló de la oreja de Aker.
- Eso duele – Puso cara de perros.
- La expresión te queda – Dijo Noah, todos rieron menos el pelirrojo.
Charles iba captando todo lo que aquellos jóvenes hacían y decían, no eran malas personas, o no lo parecían, pero aquella historia era imposible de creer, con todos sus años era la primera vez que escuchaba un caso así.
- Charmander – El pelirrojo topó el hombro del mayor.
- Es Charles.
- Si, Charco. – Charles llevó una mano a la cien manteniendo la paciencia que podía – ¿Qué día y hora la princesa está libre?
- ¿Princesa?
- Alice – Corrigió Noah.
- Al menos que el gobernador de su aprobación es imposible que pasen otros días.
- Tocara trepar de nuevo… - Pensó Mar en voz alta. Aker y Noah hicieron gesto de ‘Silencio’ y se llevó las manos a la boca al darse cuenta de lo que había dicho.
- ¿Qué hicieron qué? – Charles los quedó viendo acusador, los jóvenes empezaron a sudar frío – Ya no importa. Sé que por salvar a la Srta. Alice no tienen malas intenciones – Hizo una pausa - Pero sean más precavidos. – Concluyó.
Continuaron caminando hasta que llegaron al jardín de la mansión.
Escucharon pasos tras ellos así que se detuvieron.
- ¿Qué creen que sea? - Murmuró Keira.
- Si están tras nosotros habiendo tanto millonario dentro no son ladrones – Explicó Mar – Artur – Los demás la vieron atónitos.
- ¿Por qué nos están siguiendo y no nos han atacado? – Sil Miró a Mar esperando una respuesta ésta negó.
Alice caminaba por los pasillos divagando en sus pensamientos, aquellas personas, a pesar de no saber quiénes eran sentía que podía confiar en ellos, además de que al ver sus rostros tenía la leve sensación de Dejavú y felicidad, como que si supiera como van a actuar o a decir con sólo mirarlos.
- ¡Alice! Te estaba buscando.
- ¿Qué quieres ahora Ken? – Su expresión cambió radicalmente a molestia - ¿Otra patada?
- No es nada de eso, tú padre pidió que te lleve con él, tiene que hablar contigo de algo importante – caminó hasta quedar hombro con hombro con la castaña.
- Él no me ha dicho nada y si fuera así, me lo mandaría a decir con uno de sus ayudantes, lo cual no eres.
- Déjame explicarte mejor… - Se llevó la mano al mentón pensativo – Es tu padre por fuera, pero no lo es… ¿Internamente? Si eso se puede decir.
- ¿Qué? ¿La comida te ha hecho daño? – Preguntó preocupada. (?
- No, solo debemos ir – La iba a tomar de la muñeca pero Alice apartó el brazo a tiempo – Bueno, hay problemas de disciplina - Ken sonrió y unas personas extrañas salieron de los dos extremos del pasillo.
- ¿Qué es esto? – Sus ojos se habían abierto con espanto.
- Los nuevos ayudantes de papí.
- Hay cuatro – Tres hombres estaban escondidos tras las enormes plantas de aquel jardín esperando no delatar su ubicación.
- ¿Dónde están los dos hombres? – Sus compañeros se encogieron de hombros –
- Seguro están por ahí sino que los confundes con algo, Math, los binoculares nocturnos – Estiró su mano hacia atrás, recibiendo lo pedido – Sigo sin verlos – chasqueó la lengua con molestia.
- Pues no, no hay nadie – Noah estaba al lado entrecerrando los ojos para visualizar mejor, el persecutor iba a propinarle un golpe, pero una patada en el estómago y un golpe limpio en la nuca lo dejó inconsciente – Que raro… - Miró los implementos que cargaban, no había más que herramientas de visualización y una que otra daga pequeña.
- ¿Encontraste algo interesante? – Preguntó Aker con una regadera en mano – Atrás había otro, cargaba esto – Mostró unas gafas para moto que se había puesto en la cabeza - ¿A qué están geniales?
- La pregunta es: ¿Para qué la regadera?
- Si mi madre te tira una de estas es una semana inconsciente o la muerte.
- Ni tu madre te soporta ¿Eh?
- Solo la hago enojar de vez en cuando. El problema ahora es… Estos chicos no han venido a por nosotros.
- Si, eso es obvio, solo nos están vigilando… Quieren que salgamos de aquí – Se lo pensó un poco y se maldijo a sí mismo por no darse cuenta antes - ¡Alice!
Bueno como sea hecha por Nii y yo...
Y más o menos la idea es... El padre de Alice o es o ha sido poseído por Atur (Preferible segunda opción, me daría pena que no tuviera casa a la que regresar (? )
En fin sé que luego obviamente rescatan a Alice, bajo qué sicunstancias allá el que siga xD
Yo lo iba a hacer pero ya no me da tiempo xD
- Charles, ya soy mayorcita. - Le espetó con un bufido. Era obvio que estaba preocupado por ella. Quería protegerla pero Alice no quería eso lo que provocaba que el hombre pareciese que iba hacer algo pero desistía constantemente.
- Entonces... ¿Quiénes son mis salvadores?
Aquella pregunta atrajo la atención de todos, puesto que había llegado el momento de revelar la verdad. Brevemente, cada uno se presentó, señalaron sus diferencias, sus igualdades, sus razones para vivir y su extraño destino.
Mientras Noah hablaba, Alice no paraba de poner cara de sorpresa mientras que Charles dudaba de la historia. Seguidamente Mar nombró algunos momentos importantes mientras que Keira, Aker y Silvermist, se limitaban a escuchar o añadir alguna que otra frase suelta.
- Es increíble... - Dijo el mayordomo.
- No creo que mientan.
- ¡Pero señorita Alice! - La castaña interrumpió a su sirviente con una dura mirada que al cabo de un rato se relajó.
- No hay nada más que discutir. Sin embargo yo no recuerdo nada. - Dijo suavemente provocando una decepción en el rostro de Sil.
- Aún no ha llegado vuestro momento. - Dijo Noah.
- Se me hace raro escuchar palabras tan viejas. - Sonrió con tristeza. - Deberíais marcharos.
- Pero...
- No os preocupéis, esta vez seremos más cuidadosos. Me ocuparé de que Charles os guíe hasta la salida. - Hizo un gesto con la cabeza para que el mayordomo abriese la puerta.
- Por aquí - El mayor empezó a caminar, seguido por los cinco jóvenes.
- Pensar que pasaría esto – Sil caminaba cabizbaja, quería hablar más con Alice. Pensó un poco más y llegó a la conclusión de que se podría dar otra oportunidad – Es bueno saber que a pesar de no tener los recuerdos sigue siendo la misma – Sonrió ampliamente, los giraron a verla y asintieron.
- La próxima vez hay que venir preparados para todo – Dijo Mar poniéndose al lado de la peli-blanca.
- Con un tanque de guerra.
- No exageres – Keira haló de la oreja de Aker.
- Eso duele – Puso cara de perros.
- La expresión te queda – Dijo Noah, todos rieron menos el pelirrojo.
Charles iba captando todo lo que aquellos jóvenes hacían y decían, no eran malas personas, o no lo parecían, pero aquella historia era imposible de creer, con todos sus años era la primera vez que escuchaba un caso así.
- Charmander – El pelirrojo topó el hombro del mayor.
- Es Charles.
- Si, Charco. – Charles llevó una mano a la cien manteniendo la paciencia que podía – ¿Qué día y hora la princesa está libre?
- ¿Princesa?
- Alice – Corrigió Noah.
- Al menos que el gobernador de su aprobación es imposible que pasen otros días.
- Tocara trepar de nuevo… - Pensó Mar en voz alta. Aker y Noah hicieron gesto de ‘Silencio’ y se llevó las manos a la boca al darse cuenta de lo que había dicho.
- ¿Qué hicieron qué? – Charles los quedó viendo acusador, los jóvenes empezaron a sudar frío – Ya no importa. Sé que por salvar a la Srta. Alice no tienen malas intenciones – Hizo una pausa - Pero sean más precavidos. – Concluyó.
Continuaron caminando hasta que llegaron al jardín de la mansión.
Escucharon pasos tras ellos así que se detuvieron.
- ¿Qué creen que sea? - Murmuró Keira.
- Si están tras nosotros habiendo tanto millonario dentro no son ladrones – Explicó Mar – Artur – Los demás la vieron atónitos.
- ¿Por qué nos están siguiendo y no nos han atacado? – Sil Miró a Mar esperando una respuesta ésta negó.
Alice caminaba por los pasillos divagando en sus pensamientos, aquellas personas, a pesar de no saber quiénes eran sentía que podía confiar en ellos, además de que al ver sus rostros tenía la leve sensación de Dejavú y felicidad, como que si supiera como van a actuar o a decir con sólo mirarlos.
- ¡Alice! Te estaba buscando.
- ¿Qué quieres ahora Ken? – Su expresión cambió radicalmente a molestia - ¿Otra patada?
- No es nada de eso, tú padre pidió que te lleve con él, tiene que hablar contigo de algo importante – caminó hasta quedar hombro con hombro con la castaña.
- Él no me ha dicho nada y si fuera así, me lo mandaría a decir con uno de sus ayudantes, lo cual no eres.
- Déjame explicarte mejor… - Se llevó la mano al mentón pensativo – Es tu padre por fuera, pero no lo es… ¿Internamente? Si eso se puede decir.
- ¿Qué? ¿La comida te ha hecho daño? – Preguntó preocupada. (?
- No, solo debemos ir – La iba a tomar de la muñeca pero Alice apartó el brazo a tiempo – Bueno, hay problemas de disciplina - Ken sonrió y unas personas extrañas salieron de los dos extremos del pasillo.
- ¿Qué es esto? – Sus ojos se habían abierto con espanto.
- Los nuevos ayudantes de papí.
- Hay cuatro – Tres hombres estaban escondidos tras las enormes plantas de aquel jardín esperando no delatar su ubicación.
- ¿Dónde están los dos hombres? – Sus compañeros se encogieron de hombros –
- Seguro están por ahí sino que los confundes con algo, Math, los binoculares nocturnos – Estiró su mano hacia atrás, recibiendo lo pedido – Sigo sin verlos – chasqueó la lengua con molestia.
- Pues no, no hay nadie – Noah estaba al lado entrecerrando los ojos para visualizar mejor, el persecutor iba a propinarle un golpe, pero una patada en el estómago y un golpe limpio en la nuca lo dejó inconsciente – Que raro… - Miró los implementos que cargaban, no había más que herramientas de visualización y una que otra daga pequeña.
- ¿Encontraste algo interesante? – Preguntó Aker con una regadera en mano – Atrás había otro, cargaba esto – Mostró unas gafas para moto que se había puesto en la cabeza - ¿A qué están geniales?
- La pregunta es: ¿Para qué la regadera?
- Si mi madre te tira una de estas es una semana inconsciente o la muerte.
- Ni tu madre te soporta ¿Eh?
- Solo la hago enojar de vez en cuando. El problema ahora es… Estos chicos no han venido a por nosotros.
- Si, eso es obvio, solo nos están vigilando… Quieren que salgamos de aquí – Se lo pensó un poco y se maldijo a sí mismo por no darse cuenta antes - ¡Alice!
Bueno como sea hecha por Nii y yo...
Y más o menos la idea es... El padre de Alice o es o ha sido poseído por Atur (Preferible segunda opción, me daría pena que no tuviera casa a la que regresar (? )
En fin sé que luego obviamente rescatan a Alice, bajo qué sicunstancias allá el que siga xD
Yo lo iba a hacer pero ya no me da tiempo xD
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Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
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Re: [Roll-P] Remember
El sonido de los zapatos corriendo por el pasillo. La primera puerta abriéndose de golpe.
-Nada- la voz de una de las chicas.
-Aquí tampoco- el sonido de otra puerta continúa y la voz de la albina.
-Ni aquí – La otra castaña cerró la puerta. Las tres chicas se miraron.
-Sigamos- las tres asentaron y siguieron recorriendo todos las habitaciones de ese piso.
-¡Maldición! ¡¿Por qué no nos dimos cuenta antes?!- gritaba el rubio mientras aceleraba el paso, entró a la habitación frente a él. Era un salón de estar. -¡Nada!- gritó.
-¡Mierda!- bufó el pelirrojo a su lado. -¡Esto no puede ser!- gritó mientras golpeaba una pared con su puño.
Flash back.
- ¿Encontraste algo interesante? – Preguntó Aker con una regadera en mano – Atrás había otro, cargaba esto – Mostró unas gafas para moto que se había puesto en la cabeza - ¿A qué están geniales?
- La pregunta es: ¿Para qué la regadera?
- Si mi madre te tira una de estas es una semana inconsciente o la muerte.
- Ni tu madre te soporta ¿Eh?
- Solo la hago enojar de vez en cuando. El problema ahora es… Estos chicos no han venido a por nosotros.
- Si, eso es obvio, solo nos están vigilando… Quieren que salgamos de aquí – Se lo pensó un poco y se maldijo a sí mismo por no darse cuenta antes - ¡Alice!
No se detuvieron ni un segundo antes de salir corriendo en dirección a la habitación en donde habían dejado a Alice. Entraron rápidamente pero la habitación estaba desierta y todo estaba como lo habían dejado. Salieron por los pasillos.
-¡Así no la encontraremos a tiempo!- gritó Aker.
-¡Vamos por Chales!- apoyó Noah, era consiente que se perdería en la tremenda mansión sin alguien que los pudiera guiar y no había tiempo. Aceleraron el paso. Habían perdido el rastro a las chicas y al mayordomo al salir disparados, que ni tiempo tuvieron de comentarles algo.
-¿Dónde estarán?- preguntó Keira suspirando. Habían salido corriendo tras los chicos dejando atrás a Charles, quién no había entendido nada lo que sucedía.
-Es obvio que fueron por Alice. Seguro se habrán dado cuenta que no iban por nosotros- Continuó Mar.
-¿Eso quiere decir que Alice está en peligro?- preguntó Sil mirando con preocupación a sus dos amigas. En ese momento oyeron pasos apresurados, giraron y se toparon con los dos ex- caballeros que recuperaban la respiración.
-¡Noah! ¡¿Qué sucedió?!- preguntó Mar mirando preocupada al rubia y al pelirrojo.
-¡Tienen a Alice!- dijo con rabia.
-¡¿Cómo?! ¿No llegaron a tiempo?- preguntó Keira.
-No ¡Maldición! No estaban en su habitación y no había rastro de nada… lo único que el idiota ese no estaba- respondió
-¡El idiota!- saltó Aker.
-¡De seguro ese imbécil se la llevó!- apoyó Sil.
-¿Será posible de que esté con Atur?- consultó la oji zafiro.
-Eso no podemos saberlo- siguió Keira.
-¡No es momento de perder el tiempo sacando estúpidas conclusiones!- gritó Noah. -¡Tenemos que encontrar a Alice!-
-Es verdad. Pero a esta hora ya se la habrán llevado- habló fríamente Keira.
-¿Qué estás diciendo?- preguntó incrédulo el rubio, no podía aceptar aquella idea. ¡No podía! Así de simple, acaba de encontrar a la Princesa y se la habían llevado.
-Es duro y da cólera, pero Keira tiene razón- se apresuró a decir Aker.
-¿Tú también?- espetó el muchacho.
-¡Piénsalo! Mientras corrimos, mientras nos distrajimos con esos idiotas y todo eso… lo más probable es que se la llevaron-
-¡Maldición!-
-Aún no todo está perdido- habló esta vez Mar, todos la miraron. –La encontraremos, solo necesitamos algún rastro y una pequeña ayuda visual– dijo sin más
-¿Qué pretendes?- preguntó la otra castaña.
-¡Es una mansión moderna ¿no?- inquirió.
-Oh ¡Cámaras de seguridad!- descifró Sil.
-Exacto. Debe de haber un cuarto con todas las pantallas de las cámaras. ¡Hay que buscarlo! – Las chicas asentaron, mientras los dos muchachos, estaban callados apretando los puños con fuerza -¡Hey! ¡Dejen de llorar sobre leche derramada! Hagan algo útil y busquen pistas, el cuarto o a Charles porque nos separamos de él- ordenó, los muchachos se quedaron mirándola. -¡Ahora!- ordenó, antes de empezar a caminar.
-Tiene razón, no sirve de nada que se queden lamentándose, perdemos tiempo – siguió Keira seguida de Sil.
-Odio que nos haya pasado esto y lo que más odio, es que ella tengan razón- dijo Aker antes de seguir. El rubio quedó unos segundos quieto, antes de seguirlos
Fin del Flash Back.
-¿Ellos habrán encontrado algo?- preguntó Sil, mientras abría la última puerta del nivel. Mismo resultado: Nada.
-No creo, sino hubieran llamado- dijo Keira.
-¡Chicas! Llamó Mar, quién se encontraba tras una pared desde donde podía ver el salón principal. –Los invitados se van, no nos queda mucho tiempo.
-Si el salón se vacía, no tendremos ruido para opacar nuestras acciones y estaremos en más líos- siguió la otra castaña.
-Démonos prisa- habló Sil empezando la marcha hacia el piso inferior.
-Esperen… miren ¿Qué es esto?- preguntó luego de andar un rato, se agachó para recoger lo que parecía un sobre pequeño de color blanco con un sello en cera roja con un símbolo de un escudo con un sol.
-Atur- mencionó Keira observándolo.
-Es su escudo- finalizó Mar.
-¡Ábrelo!- animó Sil. Lo abrieron y se encontraron con una nota en la que rezaba:
-¡¿Qué demonios es esto?! – saltó Keira.
- Es un acertijo… al parecer- respondió la albina. Las tres se miraron…
En ese momento, la habitación empezó a dar vueltas, un sonido fuerte se oía dentro de sus cabezas.
-¿Qué sucede Keira?- preguntó calmadamente.
-Oh princesa, han solicitado su presencia en el gran salón-
-¿Y eso? No tenía nada programado para el día de hoy- habló curiosa.
-Verá, hoy nos visita el famoso pintor: Kendar D’connor.
-¿Kendar?- preguntó Mar emocionada. -¿El pintor más famoso de todo el reino?- siguió con el mismo tono.
-Así es. Y pide el honor de poder retratar a la princesa- dijo seria Keira.
-Dile que gracias por la oferta pero…no gracias- dijo sin más la princesa.
-Oh no princesa, debe de aceptar- ánimo Keira.
-Es verdad, es un gran honor- le siguió Mar –Además que hace mucho que no tiene un cuadro de usted-
-Es que no estoy muy segura…- habló casi en susurro. -¿Ustedes que opinan? ¿Noah, Aker?- a la mención del segundo caballero, todos voltearon hacia la ventana, en donde se encontraba apoyado el pelirrojo.
-¿A qué hora llegó el perro?- bufó Noah.
-¡Cállate lento!- saltó el muchacho. El sonido de la aclaración de garganta de la princesa se hizo presente y cada que eso sucedía significaba: SILENCIO.
-¿Y bien?- preguntó luego dulcemente la Princesa.
-Bueno princesa, no hace daño tener un nuevo retrato- siguió Aker.
-Además no tiene nada más que hacer por hoy- siguió Keira.
-Lo que usted decida estará bien- dijo Noah, a la mirada suplicante de la princesa.
-Por favor, Princesa- animó Mar.
-Oh de acuerdo- suspiró Alice.
Todos se encaminaron hacia la planta baja, hacia el salón secundario: Era una estancia pequeña con algunos muebles de tela y estantes con libros, con el fondo de un gran vitral.
-Bueno, ¿Por dónde empezamos?- dijo la princesa.
-Hace un lindo día… ¿Qué tal si lo hacemos afuera?- sonrió el Pintor, por algún motivo…el rostro no se le vio. La princesa, lo siguió atravesando los jardines y tomó asiento en un pequeño quiosco al estilo colonial, con el fondo de la fuente y de los diversos rosales.
-No me convence… mejor vamos para otro lado- se paró y siguió caminando.
-¡Señoritas! ¿Se encuentran bien?- Mar abrió los ojos, estaba siendo sacudida por unas manos, cuando visualizó bien, era Charles. -¿Qué sucedió?- preguntó esta.
-Eso mismo quiero preguntar, ¿La señorita Alice? ¿Qué hacían tiradas en el piso?- preguntó el mayordomo ayudando a levantarse.
-Ese cuadro…-murmuró Sil, las chicas le dirigieron la mirada junto con Charles.
-¡Ese cuadro! ¡Se encuentra en la parte de abajo!- gritó.
-Sabía que lo había visto antes- dijo Keira, terminando de recobrar la compostura.
-¡Vamos!- apresuró Mar. –Charles, busque por favor a nuestros amigos y envíelos a…-buscó ayuda en su amiga.
-El último piso- terminó la albina –En donde está el cuadro de la señorita Alice-
-¡Es urgente! ¡Alice está en peligro!- dijo Keira antes de empezar a correr junto a sus amigas, dejando al mayordomo en un estado de shock.
-Ese recuerdo…- dijo Noah recobrándose y cogiéndose la cabeza.
-Fue la vez que insistimos con el retrato de Alice- finalizó su compañero.
-Eso me tiene sin cuidado, lo que me preocupa es el tipo- dijo el rubio.
-¿El pintor?- preguntó Akky.
-Aja, no pude recordar su rostro. ¿Tú?-
-No, era como si hubieran sacado su rostro de mis recuerdos- siguió.
-Aja, lo único que recuerdo es que después de eso, se aficionó con Alice por mucho tiempo. Quería retratarla a cada momento, se coló en el castillo varias veces- siguió Noah.
-Parecía que se enamoró de Alice obsesionadamente – siguió el Pelirrojo dedicándole una mirada a su compañero.
-Ese tipo…- empezó el rubio.
-No me da buena espina…- pensó en voz alta Mar mientras seguía corriendo tras las muchachas. –“Kendar D’Connor”- se repitió, en eso, la respuesta llegó a su cabeza como un baldazo de agua fría.
-¡Fue él!- gritó deteniéndose, sus amigas la miraron. -¡El pintor que se obsesionó con Alice! ¿Recuerdan? ¡Era Kendar D’Connor! ¡Ken! ¡El tipo que quiso abusar hoy de Alice! Recuerdo haber oído su nombre…¡Él se llevó a Alice!- gritó.
-Tenía razón- saltó Sil –Ese imbécil se lo llevó- frunció el ceño.
-No es momento, ¡vamos a ver la pintura!- ordenó Keira mientras apresuraba el paso.
-¡Chicos! ¡Dense prisa!- animó Mar en su pensamiento.
--------------------------------
Ok, me pase (? Lo siento, me inspiré!
E iba a continuar pero me contuve
Díganme ¿La idea se entiende?
NOTA: El cuadro que menciono, es el mismo que Sil y Keira vieron en contis atrás, exactamente en una conti de Silvy el 9 de Febrero.
No dejen que muera! amo este roll!
Nos vemos~*
-Nada- la voz de una de las chicas.
-Aquí tampoco- el sonido de otra puerta continúa y la voz de la albina.
-Ni aquí – La otra castaña cerró la puerta. Las tres chicas se miraron.
-Sigamos- las tres asentaron y siguieron recorriendo todos las habitaciones de ese piso.
-¡Maldición! ¡¿Por qué no nos dimos cuenta antes?!- gritaba el rubio mientras aceleraba el paso, entró a la habitación frente a él. Era un salón de estar. -¡Nada!- gritó.
-¡Mierda!- bufó el pelirrojo a su lado. -¡Esto no puede ser!- gritó mientras golpeaba una pared con su puño.
Flash back.
- ¿Encontraste algo interesante? – Preguntó Aker con una regadera en mano – Atrás había otro, cargaba esto – Mostró unas gafas para moto que se había puesto en la cabeza - ¿A qué están geniales?
- La pregunta es: ¿Para qué la regadera?
- Si mi madre te tira una de estas es una semana inconsciente o la muerte.
- Ni tu madre te soporta ¿Eh?
- Solo la hago enojar de vez en cuando. El problema ahora es… Estos chicos no han venido a por nosotros.
- Si, eso es obvio, solo nos están vigilando… Quieren que salgamos de aquí – Se lo pensó un poco y se maldijo a sí mismo por no darse cuenta antes - ¡Alice!
No se detuvieron ni un segundo antes de salir corriendo en dirección a la habitación en donde habían dejado a Alice. Entraron rápidamente pero la habitación estaba desierta y todo estaba como lo habían dejado. Salieron por los pasillos.
-¡Así no la encontraremos a tiempo!- gritó Aker.
-¡Vamos por Chales!- apoyó Noah, era consiente que se perdería en la tremenda mansión sin alguien que los pudiera guiar y no había tiempo. Aceleraron el paso. Habían perdido el rastro a las chicas y al mayordomo al salir disparados, que ni tiempo tuvieron de comentarles algo.
-¿Dónde estarán?- preguntó Keira suspirando. Habían salido corriendo tras los chicos dejando atrás a Charles, quién no había entendido nada lo que sucedía.
-Es obvio que fueron por Alice. Seguro se habrán dado cuenta que no iban por nosotros- Continuó Mar.
-¿Eso quiere decir que Alice está en peligro?- preguntó Sil mirando con preocupación a sus dos amigas. En ese momento oyeron pasos apresurados, giraron y se toparon con los dos ex- caballeros que recuperaban la respiración.
-¡Noah! ¡¿Qué sucedió?!- preguntó Mar mirando preocupada al rubia y al pelirrojo.
-¡Tienen a Alice!- dijo con rabia.
-¡¿Cómo?! ¿No llegaron a tiempo?- preguntó Keira.
-No ¡Maldición! No estaban en su habitación y no había rastro de nada… lo único que el idiota ese no estaba- respondió
-¡El idiota!- saltó Aker.
-¡De seguro ese imbécil se la llevó!- apoyó Sil.
-¿Será posible de que esté con Atur?- consultó la oji zafiro.
-Eso no podemos saberlo- siguió Keira.
-¡No es momento de perder el tiempo sacando estúpidas conclusiones!- gritó Noah. -¡Tenemos que encontrar a Alice!-
-Es verdad. Pero a esta hora ya se la habrán llevado- habló fríamente Keira.
-¿Qué estás diciendo?- preguntó incrédulo el rubio, no podía aceptar aquella idea. ¡No podía! Así de simple, acaba de encontrar a la Princesa y se la habían llevado.
-Es duro y da cólera, pero Keira tiene razón- se apresuró a decir Aker.
-¿Tú también?- espetó el muchacho.
-¡Piénsalo! Mientras corrimos, mientras nos distrajimos con esos idiotas y todo eso… lo más probable es que se la llevaron-
-¡Maldición!-
-Aún no todo está perdido- habló esta vez Mar, todos la miraron. –La encontraremos, solo necesitamos algún rastro y una pequeña ayuda visual– dijo sin más
-¿Qué pretendes?- preguntó la otra castaña.
-¡Es una mansión moderna ¿no?- inquirió.
-Oh ¡Cámaras de seguridad!- descifró Sil.
-Exacto. Debe de haber un cuarto con todas las pantallas de las cámaras. ¡Hay que buscarlo! – Las chicas asentaron, mientras los dos muchachos, estaban callados apretando los puños con fuerza -¡Hey! ¡Dejen de llorar sobre leche derramada! Hagan algo útil y busquen pistas, el cuarto o a Charles porque nos separamos de él- ordenó, los muchachos se quedaron mirándola. -¡Ahora!- ordenó, antes de empezar a caminar.
-Tiene razón, no sirve de nada que se queden lamentándose, perdemos tiempo – siguió Keira seguida de Sil.
-Odio que nos haya pasado esto y lo que más odio, es que ella tengan razón- dijo Aker antes de seguir. El rubio quedó unos segundos quieto, antes de seguirlos
Fin del Flash Back.
-¿Ellos habrán encontrado algo?- preguntó Sil, mientras abría la última puerta del nivel. Mismo resultado: Nada.
-No creo, sino hubieran llamado- dijo Keira.
-¡Chicas! Llamó Mar, quién se encontraba tras una pared desde donde podía ver el salón principal. –Los invitados se van, no nos queda mucho tiempo.
-Si el salón se vacía, no tendremos ruido para opacar nuestras acciones y estaremos en más líos- siguió la otra castaña.
-Démonos prisa- habló Sil empezando la marcha hacia el piso inferior.
-Esperen… miren ¿Qué es esto?- preguntó luego de andar un rato, se agachó para recoger lo que parecía un sobre pequeño de color blanco con un sello en cera roja con un símbolo de un escudo con un sol.
-Atur- mencionó Keira observándolo.
-Es su escudo- finalizó Mar.
-¡Ábrelo!- animó Sil. Lo abrieron y se encontraron con una nota en la que rezaba:
“Lo que ustedes más quieren, lo tenemos.
Donde todo comenzó, nos veremos.
En donde un pedazo de su alma quedó cautiva.
Encontraran a la dama perdida”
Donde todo comenzó, nos veremos.
En donde un pedazo de su alma quedó cautiva.
Encontraran a la dama perdida”
-¡¿Qué demonios es esto?! – saltó Keira.
- Es un acertijo… al parecer- respondió la albina. Las tres se miraron…
En ese momento, la habitación empezó a dar vueltas, un sonido fuerte se oía dentro de sus cabezas.
~•~•~
-¡Princesa! – llamó la castaña entrando a la habitación en donde la joven dama se encontraba conversando amenamente con Mar y frente a ella, el joven Noah se encontraba recostado sobre una pared observando la escena.-¿Qué sucede Keira?- preguntó calmadamente.
-Oh princesa, han solicitado su presencia en el gran salón-
-¿Y eso? No tenía nada programado para el día de hoy- habló curiosa.
-Verá, hoy nos visita el famoso pintor: Kendar D’connor.
-¿Kendar?- preguntó Mar emocionada. -¿El pintor más famoso de todo el reino?- siguió con el mismo tono.
-Así es. Y pide el honor de poder retratar a la princesa- dijo seria Keira.
-Dile que gracias por la oferta pero…no gracias- dijo sin más la princesa.
-Oh no princesa, debe de aceptar- ánimo Keira.
-Es verdad, es un gran honor- le siguió Mar –Además que hace mucho que no tiene un cuadro de usted-
-Es que no estoy muy segura…- habló casi en susurro. -¿Ustedes que opinan? ¿Noah, Aker?- a la mención del segundo caballero, todos voltearon hacia la ventana, en donde se encontraba apoyado el pelirrojo.
-¿A qué hora llegó el perro?- bufó Noah.
-¡Cállate lento!- saltó el muchacho. El sonido de la aclaración de garganta de la princesa se hizo presente y cada que eso sucedía significaba: SILENCIO.
-¿Y bien?- preguntó luego dulcemente la Princesa.
-Bueno princesa, no hace daño tener un nuevo retrato- siguió Aker.
-Además no tiene nada más que hacer por hoy- siguió Keira.
-Lo que usted decida estará bien- dijo Noah, a la mirada suplicante de la princesa.
-Por favor, Princesa- animó Mar.
-Oh de acuerdo- suspiró Alice.
Todos se encaminaron hacia la planta baja, hacia el salón secundario: Era una estancia pequeña con algunos muebles de tela y estantes con libros, con el fondo de un gran vitral.
-Bueno, ¿Por dónde empezamos?- dijo la princesa.
-Hace un lindo día… ¿Qué tal si lo hacemos afuera?- sonrió el Pintor, por algún motivo…el rostro no se le vio. La princesa, lo siguió atravesando los jardines y tomó asiento en un pequeño quiosco al estilo colonial, con el fondo de la fuente y de los diversos rosales.
-No me convence… mejor vamos para otro lado- se paró y siguió caminando.
~•~•~
-¡Señoritas! ¿Se encuentran bien?- Mar abrió los ojos, estaba siendo sacudida por unas manos, cuando visualizó bien, era Charles. -¿Qué sucedió?- preguntó esta.
-Eso mismo quiero preguntar, ¿La señorita Alice? ¿Qué hacían tiradas en el piso?- preguntó el mayordomo ayudando a levantarse.
-Ese cuadro…-murmuró Sil, las chicas le dirigieron la mirada junto con Charles.
-¡Ese cuadro! ¡Se encuentra en la parte de abajo!- gritó.
-Sabía que lo había visto antes- dijo Keira, terminando de recobrar la compostura.
-¡Vamos!- apresuró Mar. –Charles, busque por favor a nuestros amigos y envíelos a…-buscó ayuda en su amiga.
-El último piso- terminó la albina –En donde está el cuadro de la señorita Alice-
-¡Es urgente! ¡Alice está en peligro!- dijo Keira antes de empezar a correr junto a sus amigas, dejando al mayordomo en un estado de shock.
-Ese recuerdo…- dijo Noah recobrándose y cogiéndose la cabeza.
-Fue la vez que insistimos con el retrato de Alice- finalizó su compañero.
-Eso me tiene sin cuidado, lo que me preocupa es el tipo- dijo el rubio.
-¿El pintor?- preguntó Akky.
-Aja, no pude recordar su rostro. ¿Tú?-
-No, era como si hubieran sacado su rostro de mis recuerdos- siguió.
-Aja, lo único que recuerdo es que después de eso, se aficionó con Alice por mucho tiempo. Quería retratarla a cada momento, se coló en el castillo varias veces- siguió Noah.
-Parecía que se enamoró de Alice obsesionadamente – siguió el Pelirrojo dedicándole una mirada a su compañero.
-Ese tipo…- empezó el rubio.
-No me da buena espina…- pensó en voz alta Mar mientras seguía corriendo tras las muchachas. –“Kendar D’Connor”- se repitió, en eso, la respuesta llegó a su cabeza como un baldazo de agua fría.
-¡Fue él!- gritó deteniéndose, sus amigas la miraron. -¡El pintor que se obsesionó con Alice! ¿Recuerdan? ¡Era Kendar D’Connor! ¡Ken! ¡El tipo que quiso abusar hoy de Alice! Recuerdo haber oído su nombre…¡Él se llevó a Alice!- gritó.
-Tenía razón- saltó Sil –Ese imbécil se lo llevó- frunció el ceño.
-No es momento, ¡vamos a ver la pintura!- ordenó Keira mientras apresuraba el paso.
-¡Chicos! ¡Dense prisa!- animó Mar en su pensamiento.
--------------------------------
Ok, me pase (? Lo siento, me inspiré!
E iba a continuar pero me contuve
Díganme ¿La idea se entiende?
NOTA: El cuadro que menciono, es el mismo que Sil y Keira vieron en contis atrás, exactamente en una conti de Silvy el 9 de Febrero.
No dejen que muera! amo este roll!
Nos vemos~*
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
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Re: [Roll-P] Remember
El pasillo era completamente recto y largo. Una gran alfombra roja en el medio, pilares y armaduras alineados a ambos lados y al final, una enorme puerta de madera.
Noah tomo tres espadas de aquellas estatuas de hierro vacias por dentro. Paso una al pelirrojo y que la atrapo al aire y continuaron corriendo hasta llegar al final. Ambos se miraron y empujaron con decision la enorme puerta de madera que chirrio y cuando llego al tope hizo resonar algunas cadenas que no estaban a la vista.
Todo aquel lugar les recordaba una sola cosa: sorprendentemente, la sala del trono tanto el pasillo como la habitacion inmesa.
- Ah llegaron los invitados.
Los dos caballeros miraron con frialdad al que habian pateado una vez y ahora se alzaba como un principe. Paseaba de un lado a otro mientras Alice permanecia encadenada en una silla tan elegante como la silla del Rey, pero no tan grande sino que permanecia a su lado y unos pocos centimetros atras. En el asiento del Rey, se encontraba un hombre de masa considerable, quizas porque se pasaba mucho tiempo sentado, pero no por gula ni nada parecido.Todo estaba oscuro excepto luces que caian del techo de cristal hacia el trono.
- Sueltala - Ordeno Noah.
- ¿O si no que? - Espeto y rio para si. - ¿De verdad crees que estas en posicion para pedirme algo asi?
- Lo veremos. - Dijo Aker desenvainando.
- Ah ah ah. - Dio unas palmadas y tras las sombras aparecieron armaduras vacias, aparentemente, las del pasillo quizas. Aker no tardo en destrozar las dos que se acercaban pero aparecieron mas que rodearon a los dos caballeros. - ¡Que bravo, que divertido! Que valentia osar desafiarme.
De pronto, algo golpeo a una de aquellas armaduras partiendolo en pedazos al igual que los otros.
- ¡Por fin! - Dijo una voz femenina. Noah y Aker miraron atras y vieron a sus chicas y Charles obviamente con cacerolas, solo que el mayordomo llevaba un arma de fuego en comparacion.
- Llegas tarde Mar. - Dijo Aker.
- ¿Y bien? Que va a ser? - Pregunto Noah al secuestrador quien fruncio el ceño.
- ¡Guardias del Rey! - Grito esta vez solo que en vez de armaduras, esta vez si tenian un usuario dentro y esta vez, no era armadura ligera, sino una gruesa y pesada lo cual significaba baja movilidad pero gran defensa por no mencionar las alabardas que llevaban y todo con detalles dorados.
- Sera mejor que os deis prisa. - A quien ocupada el trono principal, se levanto para soltar a Alice y llevarla en brazos con una lentitud como si estuviera cansado pero sin ser extremadamente lento.
- ¡Gobernador! - Lo llamo Charles, pero no le hizo caso y junto a Ken se esfumaron entre las sombras.
Noah cerro los ojos. Estaban perdiendo a Alice despues de tantos años, siglos quizas y probablemente, perdela ahora significaria que iban a necesitar mas que sudor para recuperarla.
- ¿Sabes por que seras siempre tan debil? - Clavo su espada en el suelo y apoyandose en ella lo miro duramente. - No tienes determinacion, andas girando sin sentido tu espada de madera, como si fueras a romper tierra y cielo con ella.
No era cierto.
- Tener un arma, no significa que puedas defender. Jamas traera vida. Tampoco se trata de justicia, valor o verdad.
- ¡¿Entonces para que sirve?! - Grito. Dejo el silencio antes de contestar.
- ¡Un arma es un arma, esta hecha para matar idiota! El verdadero valor ni siquiera esta en saber cuando quitar una vida con ella. El verdadero valor se encuentra en saber cuando perdonar. Nunca olvides eso, alumno tonto.
- Les demostraremos quien es el mas fuerte. - Acompano Aker preparandose para atacar.
- Ganamos. - Festejo Mar por lo bajo.
- ¿Como? - Preguntó Keira sin entender cuando la batalla ni habia comenzado.
- Conozco lo suficiente a esos dos. Esta vez van en serio. La postura de Aker y la tecnica secreta de doble filo de Noah, combinacion mortal (?
- ¿En serio? - Pregunto Sil
- En serio, en serio. Noah nunca lucha con dos espadas y Aker nunca se pensaria en guardar tiempo para atacar.
- Hmmm supongo... - Susurro Keira intentando recordar batarras de ambos caballeros.
De pronto un de aquellos soldados, saltó sobre Aker quien ya estaba listo para hacer su jugada hasta que un sonido ensordecedor interrumpio y el hombre fue empujado hacia atras como si hubiera chocado contra un muro invisible y rebotado.
- Yo tampoco me quedare atras. - Dijo Charles con determinacion. El arma con el que habia disparado estaba humeando. Sin embargo, apenas hizo daño a su oponente gracias a su blindaje sorprendentemente. - No se que es lo que sucede aun, pero Alice no ira a ninguna parte sin mi.
Noah tomo tres espadas de aquellas estatuas de hierro vacias por dentro. Paso una al pelirrojo y que la atrapo al aire y continuaron corriendo hasta llegar al final. Ambos se miraron y empujaron con decision la enorme puerta de madera que chirrio y cuando llego al tope hizo resonar algunas cadenas que no estaban a la vista.
Todo aquel lugar les recordaba una sola cosa: sorprendentemente, la sala del trono tanto el pasillo como la habitacion inmesa.
- Ah llegaron los invitados.
Los dos caballeros miraron con frialdad al que habian pateado una vez y ahora se alzaba como un principe. Paseaba de un lado a otro mientras Alice permanecia encadenada en una silla tan elegante como la silla del Rey, pero no tan grande sino que permanecia a su lado y unos pocos centimetros atras. En el asiento del Rey, se encontraba un hombre de masa considerable, quizas porque se pasaba mucho tiempo sentado, pero no por gula ni nada parecido.Todo estaba oscuro excepto luces que caian del techo de cristal hacia el trono.
- Sueltala - Ordeno Noah.
- ¿O si no que? - Espeto y rio para si. - ¿De verdad crees que estas en posicion para pedirme algo asi?
- Lo veremos. - Dijo Aker desenvainando.
- Ah ah ah. - Dio unas palmadas y tras las sombras aparecieron armaduras vacias, aparentemente, las del pasillo quizas. Aker no tardo en destrozar las dos que se acercaban pero aparecieron mas que rodearon a los dos caballeros. - ¡Que bravo, que divertido! Que valentia osar desafiarme.
De pronto, algo golpeo a una de aquellas armaduras partiendolo en pedazos al igual que los otros.
- ¡Por fin! - Dijo una voz femenina. Noah y Aker miraron atras y vieron a sus chicas y Charles obviamente con cacerolas, solo que el mayordomo llevaba un arma de fuego en comparacion.
- Llegas tarde Mar. - Dijo Aker.
- ¿Y bien? Que va a ser? - Pregunto Noah al secuestrador quien fruncio el ceño.
- ¡Guardias del Rey! - Grito esta vez solo que en vez de armaduras, esta vez si tenian un usuario dentro y esta vez, no era armadura ligera, sino una gruesa y pesada lo cual significaba baja movilidad pero gran defensa por no mencionar las alabardas que llevaban y todo con detalles dorados.
- Sera mejor que os deis prisa. - A quien ocupada el trono principal, se levanto para soltar a Alice y llevarla en brazos con una lentitud como si estuviera cansado pero sin ser extremadamente lento.
- ¡Gobernador! - Lo llamo Charles, pero no le hizo caso y junto a Ken se esfumaron entre las sombras.
Noah cerro los ojos. Estaban perdiendo a Alice despues de tantos años, siglos quizas y probablemente, perdela ahora significaria que iban a necesitar mas que sudor para recuperarla.
~~~~
Noah volvio a caer al suelo. Estaba adolorido y magullado pero volvio a agarrar su espada y con dificultad intento levantarse pero pateticamente cayo de nuevo al suelo. El cielo nuboso y el viento que surrraba no le reconfortaban en absoluto. Miro con ira a su contrincante, que no era otra cosa que un viejo barbudo pero fornido y ademas, su mentor.- ¿Sabes por que seras siempre tan debil? - Clavo su espada en el suelo y apoyandose en ella lo miro duramente. - No tienes determinacion, andas girando sin sentido tu espada de madera, como si fueras a romper tierra y cielo con ella.
No era cierto.
- Tener un arma, no significa que puedas defender. Jamas traera vida. Tampoco se trata de justicia, valor o verdad.
- ¡¿Entonces para que sirve?! - Grito. Dejo el silencio antes de contestar.
- ¡Un arma es un arma, esta hecha para matar idiota! El verdadero valor ni siquiera esta en saber cuando quitar una vida con ella. El verdadero valor se encuentra en saber cuando perdonar. Nunca olvides eso, alumno tonto.
~~~~
- Vamos alla. - Noah desenfundo con decision, creando un silbido al sacar su espada. - No nos eligieron como guardias de Alice por nada. - Desenfundo su segunda espada, cosa que pocas veces hacia.- Les demostraremos quien es el mas fuerte. - Acompano Aker preparandose para atacar.
- Ganamos. - Festejo Mar por lo bajo.
- ¿Como? - Preguntó Keira sin entender cuando la batalla ni habia comenzado.
- Conozco lo suficiente a esos dos. Esta vez van en serio. La postura de Aker y la tecnica secreta de doble filo de Noah, combinacion mortal (?
- ¿En serio? - Pregunto Sil
- En serio, en serio. Noah nunca lucha con dos espadas y Aker nunca se pensaria en guardar tiempo para atacar.
- Hmmm supongo... - Susurro Keira intentando recordar batarras de ambos caballeros.
De pronto un de aquellos soldados, saltó sobre Aker quien ya estaba listo para hacer su jugada hasta que un sonido ensordecedor interrumpio y el hombre fue empujado hacia atras como si hubiera chocado contra un muro invisible y rebotado.
- Yo tampoco me quedare atras. - Dijo Charles con determinacion. El arma con el que habia disparado estaba humeando. Sin embargo, apenas hizo daño a su oponente gracias a su blindaje sorprendentemente. - No se que es lo que sucede aun, pero Alice no ira a ninguna parte sin mi.
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Re: [Roll-P] Remember
-Bien dicho Charles- felicitó Aker.
-No hay tiempo para esto- renegó Noah. -¡Quédense atrás! – gritó este mientras daba un paso adelante y saltaba, seguido por Akky.
Lo siguiente que sucedió fue tan rápido que el mayordomo a apenas pudo entender lo sucedido. En un minuto, el suelo estaba lleno con todos los cuerpos de las armaduras, casi no presentaban ningún rasguño.
-¡Tenemos que darnos prisa!- gritó Noah, justo en ese momento, las puertas se abrieron y más soldados con armaduras aparecieron.
-¡¿Estos no se cansan?!- habló al borde de la desesperación Akky. Podían acabar con ellos en segundos y lo hicieron, pero volvieron a aparecer más.
-No hay tiempo para esto- renegó Noah. Habían detenido a la tercera ola de soldados.
-Esto es el colmo…- murmuró Keira.
Todos se habían reunido en el centro de la sala.
-¿Están…muertos?- preguntó en murmuro Sil, con un poco de miedo.
-No, claro que no. Solo están inconscientes- empezó a decir Mar.
-Sí, pero ganas no nos faltaban. De todos modos estaban siendo controlados, así que no era su culpa- mencionó Aker.
-Ese no era el gobernador- habló Charles saliendo del asombro.
-Eso es obvio mi estimado amigo, está siendo manipulado. Pero déjanos a nosotros- empezó Aker señalándose a él y a Noah.
-Iré con ustedes – afirmó el hombre.
-No quiero ser mal educado, pero no creo que ayude mucho – siguió el rubio.
-Haré lo que pueda- dijo el hombre.
-¡Nosotras también vamos!- se aventuró Mar.
-No, ustedes se quedan- dijo el joven.
-¿Disculpa? Nosotras vamos- volvió a afirmar la castaña con un poco de enfado.
-No lo harán, olvídense de eso. ¡Ahora nos vamos!- El rubio empezó a andar y tras de sí, Aker.
-¡Estamos juntos en esto!- gritó Mar haciendo que ambos se detuvieran
-¡Nosotras también somos fuertes! ¡Y podemos manejar bien una espada!
-¡Entonces háganlo!- gritó el rubio. –Vienen más- dijo deteniéndose de golpe-
-¡Mar!- llamó el pelirrojo, la joven volteó y en sus manos cayó una de las espadas de un soldado. La joven lo observó.
-Entiendo. De acuerdo. ¡Cuenten con ello!- dijo sin más.
-¿Pero qué? ¿Así de simple?- preguntó un poco exaltada Keira.
-Necesitamos que se queden aquí a cubrirnos las espaldas ¿pueden?- Keira iba a decir algo, pero en ese momentos, muchos de los cuerpos empezaban a levantarse nuevamente, al igual que las armaduras que estaban solas.
Aker colocó una de las espadas que acababa de tomar del piso y se la colocó en las manos a Keira.
-Ok, está bien- aceptó
-Charles ¡Por favor cuide de ellas! ¡Nosotros traeremos de vuelta a la princesa!- dijo el rubio.
-De acuerdo, se las encargó “Caballeros”- dijo sin más.
Los dos chicos dieron la vuelta y se perdieron entre las sombras.
-¡Está en sus manos chicas!- gritó Akky.
-¡No se lastimen! ¡Tienen que hacer a cena!- siguió el rubio.
-¡Anda! ¡¿Quién te ha dicho que haremos la cena?!- gritó con gracia Mar, mientras se daba la vuelta a para empezar su batalla.
------------
Los dos chicos habían seguido entre las sombras y pronto se percataron de la profundidad de la misma. Pasaron una trampilla y llegaron a lo que parecía un pasadizo. Noah tenía en alto sus dos espadas y Aker la suya, caminaban a tientas, no podían observar nada, a excepción de ellos mismos, como que irradiaban luz. Pronto la luz se incrementó y se encontraron en un espacio amplio.
-¡Bienvenidos! – Dijo una voz grave –A su fin- rió con malicia.
-------------
-¡Maldición! ¿Cuántos guardias tiene el gobernador?- preguntó una Mar desesperada, por la cantidad de sujetos con los que habían tenido que pelear.
-La mayoría de estos no son de aquí- expresó Charles, que se acercaba a la castaña y le tendía una mano para que esta se coloque de pie, pues había caído sentada.
Las otras dos damas, se encontraban de igual manera.
-¿Dónde aprendieron a manejar una espada de esa manera?- preguntó el mayordomo, que se había quedado impactado viendo a las señoritas y a los jóvenes.
-Ya le hemos dicho, Charles. Nosotros no somos normales. Tenemos recuerdos de una vida pasada. En aquella vida yo era una huérfana que fue adoptada por la familia real, allí conocí a la princesa Alice y a todos los demás. La princesa fue la que decidió por mí, le pidió a nuestros queridos caballeros privados –los dos chicos que acaban de irse -que me enseñaran a defenderme por alguna emergencia y bueno, todos tuvimos que aprender al menos lo básico cuando escapamos del palacio. Ellas dos son muy ágiles y muy buenas con las espadas, aunque… a ninguna nos motiva el hecho de pelear como a los otros dos. Oh y además de ello, en este tiempo he practicado esgrima y una que otras artes marciales. – finalizó.
-Ya veo, realmente ustedes son personas excepcionales, mis disculpas si he dudado – dijo el hombre haciendo una pequeña reverencia.
-¡Mar! – Keira se había acercado con Sil, ambas estaban igual de cansadas y magulladas con ella, pero no era nada de gravedad.
-Sí, tenemos que irnos- sin más se pusieron de pie.
-Yo iré también, prometí cuidar de ustedes- dijo Charles, mientras sacaba de su bolsillo algunas balas y recargaba su pistola.
Los cuatro se dispusieron a seguir a sus dos amigos.
-¿Estarán bien?- preguntó Sil, a lo que Keira y Mar intercambiaron una mirada.
-Obvio, son muy fuertes- respondió Mar con sonrisa.
-Además de idiotas y como dice el dicho: Los idiotas nunca mueren- rió Keira.
-Kei, creo que así no era el dicho- expresó con una gotita Sil.
-Bueno, pero es cierto. Además… ellos no pueden dejarse derrotar tan fácil, tienen que salvar a Alice-
-Eso y si están en líos, allí vamos nosotras- sonrió Mar. Sil les dedicó una pequeña sonrisa.
Mar se volvió para el frente. Esos dos estarían bien ¿verdad? Un ligero punzón en el pecho la hizo dudar. Conocía a esos dos desde apenas hacía unos días, sin embargo, en su vida pasada los había conocido mucho más, gracias a la princesa, en especial al rubio. ¡Ellos tenían que estar bien!
-----------------------------------------
Sin más ideas por ahora :/
Pero se me ocurren muchas más para después
Estaría bueno retomar algunas cosas que ya mencionamos
Espero que la sigan!~*
-No hay tiempo para esto- renegó Noah. -¡Quédense atrás! – gritó este mientras daba un paso adelante y saltaba, seguido por Akky.
Lo siguiente que sucedió fue tan rápido que el mayordomo a apenas pudo entender lo sucedido. En un minuto, el suelo estaba lleno con todos los cuerpos de las armaduras, casi no presentaban ningún rasguño.
-¡Tenemos que darnos prisa!- gritó Noah, justo en ese momento, las puertas se abrieron y más soldados con armaduras aparecieron.
-¡¿Estos no se cansan?!- habló al borde de la desesperación Akky. Podían acabar con ellos en segundos y lo hicieron, pero volvieron a aparecer más.
-No hay tiempo para esto- renegó Noah. Habían detenido a la tercera ola de soldados.
-Esto es el colmo…- murmuró Keira.
Todos se habían reunido en el centro de la sala.
-¿Están…muertos?- preguntó en murmuro Sil, con un poco de miedo.
-No, claro que no. Solo están inconscientes- empezó a decir Mar.
-Sí, pero ganas no nos faltaban. De todos modos estaban siendo controlados, así que no era su culpa- mencionó Aker.
-Ese no era el gobernador- habló Charles saliendo del asombro.
-Eso es obvio mi estimado amigo, está siendo manipulado. Pero déjanos a nosotros- empezó Aker señalándose a él y a Noah.
-Iré con ustedes – afirmó el hombre.
-No quiero ser mal educado, pero no creo que ayude mucho – siguió el rubio.
-Haré lo que pueda- dijo el hombre.
-¡Nosotras también vamos!- se aventuró Mar.
-No, ustedes se quedan- dijo el joven.
-¿Disculpa? Nosotras vamos- volvió a afirmar la castaña con un poco de enfado.
-No lo harán, olvídense de eso. ¡Ahora nos vamos!- El rubio empezó a andar y tras de sí, Aker.
-¡Estamos juntos en esto!- gritó Mar haciendo que ambos se detuvieran
-¡Nosotras también somos fuertes! ¡Y podemos manejar bien una espada!
-¡Entonces háganlo!- gritó el rubio. –Vienen más- dijo deteniéndose de golpe-
-¡Mar!- llamó el pelirrojo, la joven volteó y en sus manos cayó una de las espadas de un soldado. La joven lo observó.
-Entiendo. De acuerdo. ¡Cuenten con ello!- dijo sin más.
-¿Pero qué? ¿Así de simple?- preguntó un poco exaltada Keira.
-Necesitamos que se queden aquí a cubrirnos las espaldas ¿pueden?- Keira iba a decir algo, pero en ese momentos, muchos de los cuerpos empezaban a levantarse nuevamente, al igual que las armaduras que estaban solas.
Aker colocó una de las espadas que acababa de tomar del piso y se la colocó en las manos a Keira.
-Ok, está bien- aceptó
-Charles ¡Por favor cuide de ellas! ¡Nosotros traeremos de vuelta a la princesa!- dijo el rubio.
-De acuerdo, se las encargó “Caballeros”- dijo sin más.
Los dos chicos dieron la vuelta y se perdieron entre las sombras.
-¡Está en sus manos chicas!- gritó Akky.
-¡No se lastimen! ¡Tienen que hacer a cena!- siguió el rubio.
-¡Anda! ¡¿Quién te ha dicho que haremos la cena?!- gritó con gracia Mar, mientras se daba la vuelta a para empezar su batalla.
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Los dos chicos habían seguido entre las sombras y pronto se percataron de la profundidad de la misma. Pasaron una trampilla y llegaron a lo que parecía un pasadizo. Noah tenía en alto sus dos espadas y Aker la suya, caminaban a tientas, no podían observar nada, a excepción de ellos mismos, como que irradiaban luz. Pronto la luz se incrementó y se encontraron en un espacio amplio.
-¡Bienvenidos! – Dijo una voz grave –A su fin- rió con malicia.
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-¡Maldición! ¿Cuántos guardias tiene el gobernador?- preguntó una Mar desesperada, por la cantidad de sujetos con los que habían tenido que pelear.
-La mayoría de estos no son de aquí- expresó Charles, que se acercaba a la castaña y le tendía una mano para que esta se coloque de pie, pues había caído sentada.
Las otras dos damas, se encontraban de igual manera.
-¿Dónde aprendieron a manejar una espada de esa manera?- preguntó el mayordomo, que se había quedado impactado viendo a las señoritas y a los jóvenes.
-Ya le hemos dicho, Charles. Nosotros no somos normales. Tenemos recuerdos de una vida pasada. En aquella vida yo era una huérfana que fue adoptada por la familia real, allí conocí a la princesa Alice y a todos los demás. La princesa fue la que decidió por mí, le pidió a nuestros queridos caballeros privados –los dos chicos que acaban de irse -que me enseñaran a defenderme por alguna emergencia y bueno, todos tuvimos que aprender al menos lo básico cuando escapamos del palacio. Ellas dos son muy ágiles y muy buenas con las espadas, aunque… a ninguna nos motiva el hecho de pelear como a los otros dos. Oh y además de ello, en este tiempo he practicado esgrima y una que otras artes marciales. – finalizó.
-Ya veo, realmente ustedes son personas excepcionales, mis disculpas si he dudado – dijo el hombre haciendo una pequeña reverencia.
-¡Mar! – Keira se había acercado con Sil, ambas estaban igual de cansadas y magulladas con ella, pero no era nada de gravedad.
-Sí, tenemos que irnos- sin más se pusieron de pie.
-Yo iré también, prometí cuidar de ustedes- dijo Charles, mientras sacaba de su bolsillo algunas balas y recargaba su pistola.
Los cuatro se dispusieron a seguir a sus dos amigos.
-¿Estarán bien?- preguntó Sil, a lo que Keira y Mar intercambiaron una mirada.
-Obvio, son muy fuertes- respondió Mar con sonrisa.
-Además de idiotas y como dice el dicho: Los idiotas nunca mueren- rió Keira.
-Kei, creo que así no era el dicho- expresó con una gotita Sil.
-Bueno, pero es cierto. Además… ellos no pueden dejarse derrotar tan fácil, tienen que salvar a Alice-
-Eso y si están en líos, allí vamos nosotras- sonrió Mar. Sil les dedicó una pequeña sonrisa.
Mar se volvió para el frente. Esos dos estarían bien ¿verdad? Un ligero punzón en el pecho la hizo dudar. Conocía a esos dos desde apenas hacía unos días, sin embargo, en su vida pasada los había conocido mucho más, gracias a la princesa, en especial al rubio. ¡Ellos tenían que estar bien!
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Sin más ideas por ahora :/
Pero se me ocurren muchas más para después
Estaría bueno retomar algunas cosas que ya mencionamos
Espero que la sigan!~*
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