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[Roll-P] Remember
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Re: [Roll-P] Remember
- Regresanola - Ordeno Noah. Ken rio-
- Estas loco si crees que lo voy a hacer. - Abrio los brazos como si fuera a acoger el mundo entero. - ¡Atur es el verdadero y único señor! Quienes se atrevan a desafiarlo... Deben morir. Admira y teme el poder sagrado.
Ken se encorvó, como si un dolor de estomago lo hubiera invadido. Su espalda se ensanchó y "explotó" dando lugar a dos alas bañadas en sangre. Sus debiluchos brazos adquirieron volumen, sus pies pasaron a ser garras, su trasero a una cola demoníaca y su rostro... bueno, su rostro era de imaginarse.
- Oi, yo soy caballero, no exorcista. - Se quejó Aker.
- Que pena. - Murmuró Ken en una voz que resonó hasta en los rincones mas ocuros. Sin titubear, dio un zarpazo que ambos caballeros pudieron esquivar sin problemas.
- Cuanto mas grande, mas lento. - Comentó el rubio pero entonces, lo que pasaba a ser una garra lento, se movió casi cuatro veces mas rapido. Noah desprevenido y sorprendido, no pudo evitar el golpe y como consecuencia se estampo contra un muro dolorosamente.
- Tsk. - Aker se acercó rapidamente a Noah y lo llevo mas lejos aprovechando las sombras que había.
- Es demasiado. - El pelirrojo lo miro desconcertado. Era pronto para rendirse y no era propio de el. Noah apoyó un brazo en su hombro con dificultad mientras con otra se apretaba la herida del estómago. - Quizás seamos la guardia de Alice, pero ninguno de nosotros ha recobrado totalmente su memoria y no estamos tan en forma como antes. - Murmuró con dificultad mientras Ken se dedicaba a destruirlo todo enloquecidamente. - ¿O quizás tu lo has recordado todo?
Aker miró los ojos del rubio. Tenía razón. Si no pudieron salvarla en el pasado, ¿Que cambiaría en el futuro? No tenían nada, solo recuerdos y vacíos en sus memorias. Estaban jugando a ser heroes de nuevo sin ninguna jugada magistral en mente.
- Pero... tan lejos...
- Lo sé, pero a veces una retirada puede cambiar una guerra. - Aker no pudo evitar apretar los puños de ira.
- No me iré. - Dijo finalmente con determinacion. - Nadie se levanto contra a Atur. - Miró con cierta tristeza. - Nosotros somos el ultimo milagro para derrocar a ese impostor. Si nos retiramos ¿Quien lo matara?
- Tan terco como siempre. - Sonrió con melancolía. - Lo siento, pero yo ya no puedo luchar. Dejame, necesito descansar solo un momento...
- Ah no, ni se te ocurra hacer de personaje que se muere en el último segundo o ire al infierno a buscarte.
- Ya... claro... - Susurró Noah para finalmente cerrar los ojos.
- Hora de la venganza. - Dijo Aker para si dejando en el suelo a su compañero mientras desenvainaba. Empezó a correr y a llamar la atención del transformado Ken mientras trazaba algún plan. Nunca había hecho eso antes, no era de su estilo. Cuanto mas tiempo pasaba, menos ideas tenía. Aquella bestia era gigante, poderosa, rapida y terriblemente mortal. Estaba desesperado pero entonces sucedio una de las pocas cosas que suceden en la vida, un milagro.
- ¡Abrid fuego!
Un coro de explosiones apareció junto varios haces de luz. Aker miró y divisó un grupo de hombres vestidos con traje negro entrando en la sala armados con rifles, pistolas y diversas armas de fuego. En el centro de grupo, estaba Charles, siendo el mas sereno de todos después de lo que habia visto.
- ¡Disparad, disparad!
- ¡Muere monstruo!
- ¡Akky! - Llamó Mar acercandose al nominado que se detuvo al instante.
- ¿Que es esto? ¿Que haces aquí?
- La guardia de Alice. - Sonrió. - La moderna.
- Ah. Claro. Tiene sentido.
- Sil y Keira ya estan sacando a Noah. Charles ganara suficiente tiempo para que vayamos a por Alice.
- Por supuesto, "mi gran general Marianella" - Dijo Aker divertido mientras la castaña lo fulminaba a miradas asesinas.
Aker lideró el camino hasta una puerta sencilla. La abrió y se encontró con un pasillo que ambos no dudaron en seguir y conforme avanzaban, las paredes temblaban en ocasiones, seguramente porque Ken estaría dando golpes sin sentido alguno. Tras un tiempo, la pareja divisó luz y finalmente, se encontraron a Alice atada, custodiada por su padre, el Gobernador.
- Y las ratas llegaron al nido de los cazadores.
- Atur. - Sentenció Aker.
- El mismo. - Se dio la vuelta revelando el rostro cuyo color de ojos ardian con el rojo de la sangre. - Increible que insignificantes como vosotros llegueis hasta aquí. Pobre Ken, pobre Noah. Pobre Alice. - Dijo lo ultimo con malicia.
Aker enfurecio e intentó rebanarlo con su espada, pero esta al instante se resquebrajo en el aire y pasó a ser polvo.
- Que insensato, desafiar a un dios.
- No eres ningún dios. - Intervino decisa Mar.
- Ah Marianella. Claro que soy tu dios, lo comprenderás algún dia. - Dijo posando una mano en el hombro de Alice quien inmediatamente tembló de miedo. - Pero mataros ahora no me sirve de nada. - Volvio a dar la espada a la pareja. - Esta vez ganais vosotros, os dejaré marchar. Ha sido divertido, seguro que jugaremos de nuevo algún día.
- ¡E-Espera! - Gritó Aker pero entonces el gobernador cayó al suelo.
- ¡Vamos! - Ordenó Mar mientras se disponía a desatar a Alice. - ¡Hay que salir! - Dijo cuando empezaron temblores continuos como si fuera a derrumbarse todo. Akker hizo caso y se dispuso a levantar al gobernador pero entonces se detuvo.
- Mar. - La paró con una mano mirando hacia el padre de Alice. - Ya no está aquí mas.
Termine :9 Muchas ideas
- Estas loco si crees que lo voy a hacer. - Abrio los brazos como si fuera a acoger el mundo entero. - ¡Atur es el verdadero y único señor! Quienes se atrevan a desafiarlo... Deben morir. Admira y teme el poder sagrado.
Ken se encorvó, como si un dolor de estomago lo hubiera invadido. Su espalda se ensanchó y "explotó" dando lugar a dos alas bañadas en sangre. Sus debiluchos brazos adquirieron volumen, sus pies pasaron a ser garras, su trasero a una cola demoníaca y su rostro... bueno, su rostro era de imaginarse.
- Oi, yo soy caballero, no exorcista. - Se quejó Aker.
- Que pena. - Murmuró Ken en una voz que resonó hasta en los rincones mas ocuros. Sin titubear, dio un zarpazo que ambos caballeros pudieron esquivar sin problemas.
- Cuanto mas grande, mas lento. - Comentó el rubio pero entonces, lo que pasaba a ser una garra lento, se movió casi cuatro veces mas rapido. Noah desprevenido y sorprendido, no pudo evitar el golpe y como consecuencia se estampo contra un muro dolorosamente.
- Tsk. - Aker se acercó rapidamente a Noah y lo llevo mas lejos aprovechando las sombras que había.
- Es demasiado. - El pelirrojo lo miro desconcertado. Era pronto para rendirse y no era propio de el. Noah apoyó un brazo en su hombro con dificultad mientras con otra se apretaba la herida del estómago. - Quizás seamos la guardia de Alice, pero ninguno de nosotros ha recobrado totalmente su memoria y no estamos tan en forma como antes. - Murmuró con dificultad mientras Ken se dedicaba a destruirlo todo enloquecidamente. - ¿O quizás tu lo has recordado todo?
Aker miró los ojos del rubio. Tenía razón. Si no pudieron salvarla en el pasado, ¿Que cambiaría en el futuro? No tenían nada, solo recuerdos y vacíos en sus memorias. Estaban jugando a ser heroes de nuevo sin ninguna jugada magistral en mente.
- Pero... tan lejos...
- Lo sé, pero a veces una retirada puede cambiar una guerra. - Aker no pudo evitar apretar los puños de ira.
- No me iré. - Dijo finalmente con determinacion. - Nadie se levanto contra a Atur. - Miró con cierta tristeza. - Nosotros somos el ultimo milagro para derrocar a ese impostor. Si nos retiramos ¿Quien lo matara?
- Tan terco como siempre. - Sonrió con melancolía. - Lo siento, pero yo ya no puedo luchar. Dejame, necesito descansar solo un momento...
- Ah no, ni se te ocurra hacer de personaje que se muere en el último segundo o ire al infierno a buscarte.
- Ya... claro... - Susurró Noah para finalmente cerrar los ojos.
- Hora de la venganza. - Dijo Aker para si dejando en el suelo a su compañero mientras desenvainaba. Empezó a correr y a llamar la atención del transformado Ken mientras trazaba algún plan. Nunca había hecho eso antes, no era de su estilo. Cuanto mas tiempo pasaba, menos ideas tenía. Aquella bestia era gigante, poderosa, rapida y terriblemente mortal. Estaba desesperado pero entonces sucedio una de las pocas cosas que suceden en la vida, un milagro.
- ¡Abrid fuego!
Un coro de explosiones apareció junto varios haces de luz. Aker miró y divisó un grupo de hombres vestidos con traje negro entrando en la sala armados con rifles, pistolas y diversas armas de fuego. En el centro de grupo, estaba Charles, siendo el mas sereno de todos después de lo que habia visto.
- ¡Disparad, disparad!
- ¡Muere monstruo!
- ¡Akky! - Llamó Mar acercandose al nominado que se detuvo al instante.
- ¿Que es esto? ¿Que haces aquí?
- La guardia de Alice. - Sonrió. - La moderna.
- Ah. Claro. Tiene sentido.
- Sil y Keira ya estan sacando a Noah. Charles ganara suficiente tiempo para que vayamos a por Alice.
- Por supuesto, "mi gran general Marianella" - Dijo Aker divertido mientras la castaña lo fulminaba a miradas asesinas.
Aker lideró el camino hasta una puerta sencilla. La abrió y se encontró con un pasillo que ambos no dudaron en seguir y conforme avanzaban, las paredes temblaban en ocasiones, seguramente porque Ken estaría dando golpes sin sentido alguno. Tras un tiempo, la pareja divisó luz y finalmente, se encontraron a Alice atada, custodiada por su padre, el Gobernador.
- Y las ratas llegaron al nido de los cazadores.
- Atur. - Sentenció Aker.
- El mismo. - Se dio la vuelta revelando el rostro cuyo color de ojos ardian con el rojo de la sangre. - Increible que insignificantes como vosotros llegueis hasta aquí. Pobre Ken, pobre Noah. Pobre Alice. - Dijo lo ultimo con malicia.
Aker enfurecio e intentó rebanarlo con su espada, pero esta al instante se resquebrajo en el aire y pasó a ser polvo.
- Que insensato, desafiar a un dios.
- No eres ningún dios. - Intervino decisa Mar.
- Ah Marianella. Claro que soy tu dios, lo comprenderás algún dia. - Dijo posando una mano en el hombro de Alice quien inmediatamente tembló de miedo. - Pero mataros ahora no me sirve de nada. - Volvio a dar la espada a la pareja. - Esta vez ganais vosotros, os dejaré marchar. Ha sido divertido, seguro que jugaremos de nuevo algún día.
- ¡E-Espera! - Gritó Aker pero entonces el gobernador cayó al suelo.
- ¡Vamos! - Ordenó Mar mientras se disponía a desatar a Alice. - ¡Hay que salir! - Dijo cuando empezaron temblores continuos como si fuera a derrumbarse todo. Akker hizo caso y se dispuso a levantar al gobernador pero entonces se detuvo.
- Mar. - La paró con una mano mirando hacia el padre de Alice. - Ya no está aquí mas.
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Nya- **Alma*Contest**
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Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
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Re: [Roll-P] Remember
La oji turquesa dedicó una mirada de sorpresa al pelirrojo.
-P-pero si Alice se despierta ¿cómo le diremos? Tenemos que…-
-Es mucha carga Mar, además que el lugar está por derrumbarse- dijo firme el muchacho. La castaña dudó, realmente quería hacer algo pero sabía que se encontraban en momentos decisivos.
-Mar…- la débil voz de la princesa, la cual estaba siendo sostenida por la joven, la hizo voltear.
-Está bien…- dijo con voz quebrada. Realmente le dolía, pero ella también entendía el riesgo que corrían. Mar asintió y Akky se puso de pie, colocando el otro brazo de la princesa alrededor suyo y empezando a caminar.
-¡Esto no sirve!- dijo unos pasos más allá, para detenerse, coger a la princesa entre los brazos y disponerse a avanzar – Así más fácil- dijo guiñando el ojo.
Los dos jóvenes junto a Alice cruzaron el pasadizo y llegaron a la enorme sala, el escenario no era lo que se podría llamar “favorable”. Habían soldado en el suelo, heridos y otros sin alguna señal de vida, varias de las columnas se habían derrumbado, el lugar era destrozos. El “demonio” Ken se encontraba siendo bombardeado y gritando como una furia, mientras Charles junto a otro grupo disparaban a matar.
-¡Jóvenes! ¡Por aquí!- gritó Charles, llamándoles la atención. Los dos muchachos siguieron a Charles que les cubría las espaldas.
-¿Los demás?- preguntó Marianella.
-No se preocupe señorita, se encuentran a salvo. ¡Ustedes vayan a refugi…!- antes de acabar la palabra, la bestia se había salido de control y se había lanzado contra el techo, haciendo que se desmorone y caiga sobre algunos de la guardia.
-¡Salgamos de aquí!- gritó Aker –Si esto se cae sobre él quizá logremos…-
-No te precupes por él, su energía está disminuyendo, su velocidad es casi nula comparada a la que tenía hace un rato, creo que Atur lo dejó en desbande- habló Mar observando a la bestia saliéndose de control, cogiendo con sus garras su cabeza y soltando un chillido sin control. Charles asintió -¡Retirada!- gritó y todos los soldados que quedaban, serían unos diez, se dispararon hacia la salida.
Aker pasó con Alice y Mar lo siguió, Charles se detuvo en la entrada, y disparó una vez más contra la bestia y esta vez atinó en el pecho, una luz envolvió todo, el techo terminó de desmoronarse y Charles salió disparado hacia la habitación continua. Bajo los escombros, solo quedó la mano, nuevamente humana, del que en vida, fue la reencarnación de Kendar D'Connor.
Corría por un pasadizo sin control se detuvo en la segunda puerta a la derecha y entró sin siquiera tocar. Allí se encontraban sus dos amigas, sentadas con vendas y parches en el cuerpo, a su lado, recostado sobre uno de los muebles, se encontraba el caballero de cabellos rubios, igual o más lastimado que ellas.
-¿Están bien?- preguntó algo agitada con algunas lágrimas asomándose en sus ojos turquesas
-Sí
-Por supuesto – contestaron las dos muchachas. Mar ingresó a la sala, seguida por Aker.
-¿Ustedes? – preguntó Sil, observando a los jóvenes igual de vendados que ellas.
-Puedo soportar el dolor- dijo con supremacía el pelirrojo.
-Ya sí claro, te apuesto que te duele esto- Keira se acercó y tocó una de las vendas del muchachos que inmediatamente se estremeció.
-N-no me duele- dijo con voz queda.
Mientras tanto, Mar e acercó al sillón y tomó asiento al lado del rubio.
-Hey…- lo llamó bajo, esté seguía con los ojos cerrados.
-Sé que estás despierto Noah- reprochó la muchacha, manteniendo el tono.
-¿Cómo lo supiste?- preguntó este.
-Digamos que aún me acuerdo de alguna maña tuya. ¿Cómo te encuentras?- preguntó la chica con voz dulce
-Baah, no moriré – dijo abriendo los ojos y volteando a ver la muchacha que se encontraba cerca de él.
-Qué bueno…-susurró la muchacha con una sonrisa -Porque tienes que hacer la cena – finalizó.
-¿No hay piedad par a un enfermo? – preguntó.
-No- sentenció y golpeo suavemente con su puño la cabeza del joven -¡Esa es por preocuparme!-
-¡Ya déjame! – gritó Akky, ante la risa de Sil y Keira. En ese momento la puerta del lugar de abrió y la figura de Alice apareció en la puerta junto a Charles.
-¡Princesa!- saltó Sil, al darse cuenta se tapó la boca con ambas manos y sus mejillas se colorearon de rosa –Lo siento…Señorita Alice- dijo en tono de murmuro.
-No te preocupes, no tengo problema en cómo me llamen realmente. No tengo forma de expresar mis sentimientos de gratitud para con ustedes- empezó.
-No es nada, es nuestro deber…- dijo Aker.
-No, no lo es. Según lo que me contaron, proteger a la princesa: ERA su misión, sin embargo ahora…-
-Siempre la será- dijo Mar quien se colocaba de pie en ese momento. La joven Alice se quedó observando a los muchachos sin poder comprender del todo.
-Lamento mucho lo de su padre- siguió la muchacha, Alice bajó el rostro.
-No se preocupen…él…él…- empezó en murmuro pero inmediatamente empezó a derramar muchas lágrimas –No entiendo que sucedió… No entiendo nada… Creí saberlo, pensé en creerles, pero… ¡Era mi padre! En mi mente no hay princesa, no hay reinos, no hay rey. Solo mi padre que ahora…- Alice tapó su rostro con sus manos y cayó de rodillas, desconsolada por el llanto. -¿Por qué? ¿Por qué yo no recuerdo como ustedes? ¿Por qué está tras de mí? No entiendo- preguntó más pausada.
-Ya le explicamos todo lo que podíamos, Princesa –
-¿Fue mi culpa? ¿Mi padre está muerto por mi culpa?- preguntó.
-¡No diga eso Señorita Alice! ¡Su padre fue manipulado por el temible Atur! Eso es algo que ya se veía venir- dijo Charles sorprendiendo a todos los presentes. -Tengo cosas que explicar- mencionó el hombre.
-Déjenme presentarme correctamente. Mi nombre es Charleston Feliú, miembro de la prestigiosa: Orden de Alicem- al oír estás palabras, los muchachos se quedaron petrificados.
-Así es niños. Yo soy uno de los últimos descendientes que continúan el legado de aquellos últimos caballeros que entregaron su vida por la princesa. Mi antepasado fue uno de los caballeros que impulsó la huida de la princesa- dijo sin más. –Cómo se lo imaginarán, yo supe quiénes eran desde el momento en que llegaron…-
-----------------------------
De acuerdo, empecé inspirada, luego se fue todo al desagüe.
La última parte si no recuerdan... Lo de la orden y todo eso, está aquí:
Conti~*
Para que quede claro: Murió el padre, murió Ken y Charles fue de la orden siempre.
Espero conti pronto
Amo este roll
-P-pero si Alice se despierta ¿cómo le diremos? Tenemos que…-
-Es mucha carga Mar, además que el lugar está por derrumbarse- dijo firme el muchacho. La castaña dudó, realmente quería hacer algo pero sabía que se encontraban en momentos decisivos.
-Mar…- la débil voz de la princesa, la cual estaba siendo sostenida por la joven, la hizo voltear.
-Está bien…- dijo con voz quebrada. Realmente le dolía, pero ella también entendía el riesgo que corrían. Mar asintió y Akky se puso de pie, colocando el otro brazo de la princesa alrededor suyo y empezando a caminar.
-¡Esto no sirve!- dijo unos pasos más allá, para detenerse, coger a la princesa entre los brazos y disponerse a avanzar – Así más fácil- dijo guiñando el ojo.
Los dos jóvenes junto a Alice cruzaron el pasadizo y llegaron a la enorme sala, el escenario no era lo que se podría llamar “favorable”. Habían soldado en el suelo, heridos y otros sin alguna señal de vida, varias de las columnas se habían derrumbado, el lugar era destrozos. El “demonio” Ken se encontraba siendo bombardeado y gritando como una furia, mientras Charles junto a otro grupo disparaban a matar.
-¡Jóvenes! ¡Por aquí!- gritó Charles, llamándoles la atención. Los dos muchachos siguieron a Charles que les cubría las espaldas.
-¿Los demás?- preguntó Marianella.
-No se preocupe señorita, se encuentran a salvo. ¡Ustedes vayan a refugi…!- antes de acabar la palabra, la bestia se había salido de control y se había lanzado contra el techo, haciendo que se desmorone y caiga sobre algunos de la guardia.
-¡Salgamos de aquí!- gritó Aker –Si esto se cae sobre él quizá logremos…-
-No te precupes por él, su energía está disminuyendo, su velocidad es casi nula comparada a la que tenía hace un rato, creo que Atur lo dejó en desbande- habló Mar observando a la bestia saliéndose de control, cogiendo con sus garras su cabeza y soltando un chillido sin control. Charles asintió -¡Retirada!- gritó y todos los soldados que quedaban, serían unos diez, se dispararon hacia la salida.
Aker pasó con Alice y Mar lo siguió, Charles se detuvo en la entrada, y disparó una vez más contra la bestia y esta vez atinó en el pecho, una luz envolvió todo, el techo terminó de desmoronarse y Charles salió disparado hacia la habitación continua. Bajo los escombros, solo quedó la mano, nuevamente humana, del que en vida, fue la reencarnación de Kendar D'Connor.
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Corría por un pasadizo sin control se detuvo en la segunda puerta a la derecha y entró sin siquiera tocar. Allí se encontraban sus dos amigas, sentadas con vendas y parches en el cuerpo, a su lado, recostado sobre uno de los muebles, se encontraba el caballero de cabellos rubios, igual o más lastimado que ellas.
-¿Están bien?- preguntó algo agitada con algunas lágrimas asomándose en sus ojos turquesas
-Sí
-Por supuesto – contestaron las dos muchachas. Mar ingresó a la sala, seguida por Aker.
-¿Ustedes? – preguntó Sil, observando a los jóvenes igual de vendados que ellas.
-Puedo soportar el dolor- dijo con supremacía el pelirrojo.
-Ya sí claro, te apuesto que te duele esto- Keira se acercó y tocó una de las vendas del muchachos que inmediatamente se estremeció.
-N-no me duele- dijo con voz queda.
Mientras tanto, Mar e acercó al sillón y tomó asiento al lado del rubio.
-Hey…- lo llamó bajo, esté seguía con los ojos cerrados.
-Sé que estás despierto Noah- reprochó la muchacha, manteniendo el tono.
-¿Cómo lo supiste?- preguntó este.
-Digamos que aún me acuerdo de alguna maña tuya. ¿Cómo te encuentras?- preguntó la chica con voz dulce
-Baah, no moriré – dijo abriendo los ojos y volteando a ver la muchacha que se encontraba cerca de él.
-Qué bueno…-susurró la muchacha con una sonrisa -Porque tienes que hacer la cena – finalizó.
-¿No hay piedad par a un enfermo? – preguntó.
-No- sentenció y golpeo suavemente con su puño la cabeza del joven -¡Esa es por preocuparme!-
-¡Ya déjame! – gritó Akky, ante la risa de Sil y Keira. En ese momento la puerta del lugar de abrió y la figura de Alice apareció en la puerta junto a Charles.
-¡Princesa!- saltó Sil, al darse cuenta se tapó la boca con ambas manos y sus mejillas se colorearon de rosa –Lo siento…Señorita Alice- dijo en tono de murmuro.
-No te preocupes, no tengo problema en cómo me llamen realmente. No tengo forma de expresar mis sentimientos de gratitud para con ustedes- empezó.
-No es nada, es nuestro deber…- dijo Aker.
-No, no lo es. Según lo que me contaron, proteger a la princesa: ERA su misión, sin embargo ahora…-
-Siempre la será- dijo Mar quien se colocaba de pie en ese momento. La joven Alice se quedó observando a los muchachos sin poder comprender del todo.
-Lamento mucho lo de su padre- siguió la muchacha, Alice bajó el rostro.
-No se preocupen…él…él…- empezó en murmuro pero inmediatamente empezó a derramar muchas lágrimas –No entiendo que sucedió… No entiendo nada… Creí saberlo, pensé en creerles, pero… ¡Era mi padre! En mi mente no hay princesa, no hay reinos, no hay rey. Solo mi padre que ahora…- Alice tapó su rostro con sus manos y cayó de rodillas, desconsolada por el llanto. -¿Por qué? ¿Por qué yo no recuerdo como ustedes? ¿Por qué está tras de mí? No entiendo- preguntó más pausada.
-Ya le explicamos todo lo que podíamos, Princesa –
-¿Fue mi culpa? ¿Mi padre está muerto por mi culpa?- preguntó.
-¡No diga eso Señorita Alice! ¡Su padre fue manipulado por el temible Atur! Eso es algo que ya se veía venir- dijo Charles sorprendiendo a todos los presentes. -Tengo cosas que explicar- mencionó el hombre.
-Déjenme presentarme correctamente. Mi nombre es Charleston Feliú, miembro de la prestigiosa: Orden de Alicem- al oír estás palabras, los muchachos se quedaron petrificados.
-Así es niños. Yo soy uno de los últimos descendientes que continúan el legado de aquellos últimos caballeros que entregaron su vida por la princesa. Mi antepasado fue uno de los caballeros que impulsó la huida de la princesa- dijo sin más. –Cómo se lo imaginarán, yo supe quiénes eran desde el momento en que llegaron…-
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De acuerdo, empecé inspirada, luego se fue todo al desagüe.
La última parte si no recuerdan... Lo de la orden y todo eso, está aquí:
Conti~*
Para que quede claro: Murió el padre, murió Ken y Charles fue de la orden siempre.
Espero conti pronto
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Re: [Roll-P] Remember
- Entonces la orden también... - Murmuró Noah con sorpresa.
- Sí, y puede que otros más - Asintió el mayor, dandole un vistazo rápido a todos los presentes - Señorita Alice - La nominada lo miró intentando procesar todo lo que había visto y oído hasta el momento, no entendía nada - Sé que todo esto es confuso para usted, también para ustedes - Se dirigió a los demás - Además de haber un problema en esta éspoca.
- Atur sin duda - Dijo Aker de malas.
- Exacto, es peor que en vidas pasadas - Charles pidió que tomaran asiento y continuó - Escuchen con atención, Atur no s lo mismo, ahora tiene más fuerza y subditos que antes. Ustedes saben que Atur era un Dios temido y alabado por muchos, cuando los reinos dejaron de ser reinos y los tiempos empezaron a tener otro rumbo, tradiciones, culturas tecnología, se extendiron mundialmente, así mismo pasó con los Dioses. Las personas fueron conociendolos y pidiendo a ellos, buscando al Dios más milagroso, encontrandolo después de un tiempo.
Atur es ahora ese Dios que todos proclaman.
- ¿Cómo es eso posible? - Rechistó Keira - Todo lo bueno que pudo haber hecho fue destruído por los sacrificios, es imposible - Los demás asintieron.
- Eso mismo pensé yo, pero la realidad es más compleja, Atur no solo ha hecho milagros sino que ha asesinado a otros dioses por ganar más poder, según mi teoría, además de terminar con los deseos que las personas volvieron a pedir a él - Buscó en un estante y mostró un libro.
- ¡Es el libro que está en mi casa! - Saltó Mar al verlo.
- Supongo que lo leyó y sabe que es la misma historia que la que ustedes ven en sus sueños - Aclaró.
- Tuve la sensación de saberla.
- Han cambiado los nombres y escenarios pero el contexto es el mismo - Lo abrió - Además de ser de esas pocas tragedias que existen con tales personajes - Rió para sí al recordar muchas cosas - Este libro fue escrito por el profesor de literatura de Alice, el cual en ese tiempo también pertenecíaa la Orden de Alicem.
- ¿Profesor...? - Mar quedó pensativa - Charlestón Feliu...
- ¿Usted? - Preguntó Sil, todos lo miraron fijamente.
- Recuerdo de mis sueños que me metí en algunos problemas por terminarlo, creo que confiaba a ciegas en aquella promesa. Alice me había dicho lo que pasaria - Todos miraron a Alice - Pero por favor recuerden que ella les pidió no entrometerse, pero fueron tercos - Aclaró - Cuando llegué a mis veinte fue cuando empecé a tener ese tipo de premoniciones, siempre se me hicieron extrañas así que empecé a investigar. Hechos de premoniciones, reencarnaciones e historia antigua por bastante tiempo. De casualidad, o por destino, encontré este libro. Sus personajes me los recordaron así como el final, no había otra explicación además del hecho de 'Reencarnación'
- Wow, hiciste bastante trabajo por algo así - Se asombró Sil.
- No es la gran cosa, en realidad llegó a gustarme todo lo que leía - El mayor sonrió y los miró - También deben de tener la duda de cómo sigo aquí - Los demás asintieron - Más que nada fue una sorpresa, ya que desde el principio fui ayudante del gobernador actual, cuando nació Alice no fue más que una grata sorpresa, y me atrevería a decir que preocupante. Con la aparición de Alice, aún estaba la incertidumbre de lo que podría hacer Atur, también pensé que siendo otra vida y el hecho de no existir más sacrificios éste la dejaría en paz, pero no fue así, con el paso de los años Alice crecía de la misma manera que de no ser por la guardía hubiera tenido una gran cantidad de accidentes que la llevarían a la muerte.
- Yo le diría a eso despiste - Interrumpió Aker.
- ¿Disculpa? - Dijo Alice algo molesta.
- Los pájaros quieren alpiste
- ¿mm? - Alice sonrió de mala gana.
- Lo siento - Suspiró. Charles carraspeó un poco para que le volvieran a prestar atención.
- Dejando eso, Decidí volver a formar la Oden de Alicem con la guardía, creo que aun debe de haber más caballeros con dudas sobre esos sueños y no sería malo encontrarlos. Además lo que acabamos de vivir no es algo tan simple. Atur a conseguido más poder, como les dije antes, y todo ésto que hemos vivido me deja solo con una teoría - Su expresión se volvió seria - Él quiere a Alice, no estoy seguro de si desea asesinarla nuevamente, o si desea su habilidad, pero... - Fue interrumpido.
- ¿Habilidad? - Preguntó Alice con sorpresa.
- Creo entender de lo que habla - Dijo Noah - La habilidad de ser querida por las personas ¿Verdad?
- Exacto, y esto es lo que le a Atur en esta época, es verdad que es el Dios más alabado en estos tiempos gracias a sus sucios métodos; pero "Ni los Dioses son perfectos" - Recalcó - Estamos hablando de Atur alguien que es alabado y odiado, al menos lo último por las personas que conocen sus verdaderas intenciones. Estoy seguro de que Atur quiere a Alice por esa habilidad de poder reunir a todos por una sola creencia
- Entonces ¿Por qué no lo hizo en la vida pasada? - Preguntó Sil confundida.
- No lo sé - Negó - Tengo el presentimiento de que no lo había analizado así en ese tiempo o se dio cuenta de la amenza al 'Reencontrarlos' nuevamente, ya que el hecho de que estemos aquí no es por una simple promesa, es sin duda una fuerza mucho más grande.
- ¿Vas a salir con que Alice es una Diosa? - Bromeó Aker.
- Nada de eso, pero ella tiene la voluntad de muchos de ellos - Concluyó.
- Algo como eso... - Murmuró Alice sin convencerse, trataba de ordenar todos los pensamientos que llegaban, pero seguía en la nada.
- Es verdad que es difícil de creer - Dijo Keira
- No del todo - Noah cerró y abrió los ojos buscando como explicar - Quiero decir, Alice siempre fue querida y respetada por todos en el reino, no había nadie que no viera por ella y su seguridad, y para que una persona tenga tales meritos, no puede ser otra cosa que una bendición o algún tipo de milagro.
- En pocas palabras ustedes han reencarnado por la fuerza de voluntad que los dioses recibieron de Alice - Charles regresó aquel libro al estante - Y ahora no solo Alice sino ustdes estan en la mira de Atur.
- Nosotros no tenemos algo como una habilidad comparada a la de Alice, hasta aquella nota avisando en dónde la encontraríamos fue extraña - Mar estaba pensativa de alguna manera las cosas cuadraban y de otra no -
- Está aburrido - Contestó Aker sin darle vueltas, los demás quedaron interrogantes - Ustedes saben, cuando un niño juega con hormigas, siempre están las obedientes que huyen por miedo y las valientes, por decirlo así, que lo muerden, estás son las que se convierten en el objetivo primordial, por venganza y digamos que se le hace divertido si son rápidas y astutas, al mismo tiempo molesto. Para Atur no somos más que "Hormigas valientes" con las que puede jugar.
- Estás comparando a Atur con un niño - Sil rió.
- Los Dioses son niños con poderes.
- Es decir que por ahora solo nos está dejando huir por diversión - Mar suspiró con cansancio.
- Lo que no sabe es que será el mayor error que pueda cometer - Noah estaba decidido - Vamos a hacer que Atur caiga de una buena vez.
Me lo fumé, está raro y cansino pero bah, no me pidan más... Algún error diganme :3
- Sí, y puede que otros más - Asintió el mayor, dandole un vistazo rápido a todos los presentes - Señorita Alice - La nominada lo miró intentando procesar todo lo que había visto y oído hasta el momento, no entendía nada - Sé que todo esto es confuso para usted, también para ustedes - Se dirigió a los demás - Además de haber un problema en esta éspoca.
- Atur sin duda - Dijo Aker de malas.
- Exacto, es peor que en vidas pasadas - Charles pidió que tomaran asiento y continuó - Escuchen con atención, Atur no s lo mismo, ahora tiene más fuerza y subditos que antes. Ustedes saben que Atur era un Dios temido y alabado por muchos, cuando los reinos dejaron de ser reinos y los tiempos empezaron a tener otro rumbo, tradiciones, culturas tecnología, se extendiron mundialmente, así mismo pasó con los Dioses. Las personas fueron conociendolos y pidiendo a ellos, buscando al Dios más milagroso, encontrandolo después de un tiempo.
Atur es ahora ese Dios que todos proclaman.
- ¿Cómo es eso posible? - Rechistó Keira - Todo lo bueno que pudo haber hecho fue destruído por los sacrificios, es imposible - Los demás asintieron.
- Eso mismo pensé yo, pero la realidad es más compleja, Atur no solo ha hecho milagros sino que ha asesinado a otros dioses por ganar más poder, según mi teoría, además de terminar con los deseos que las personas volvieron a pedir a él - Buscó en un estante y mostró un libro.
- ¡Es el libro que está en mi casa! - Saltó Mar al verlo.
- Supongo que lo leyó y sabe que es la misma historia que la que ustedes ven en sus sueños - Aclaró.
- Tuve la sensación de saberla.
- Han cambiado los nombres y escenarios pero el contexto es el mismo - Lo abrió - Además de ser de esas pocas tragedias que existen con tales personajes - Rió para sí al recordar muchas cosas - Este libro fue escrito por el profesor de literatura de Alice, el cual en ese tiempo también pertenecíaa la Orden de Alicem.
- ¿Profesor...? - Mar quedó pensativa - Charlestón Feliu...
- ¿Usted? - Preguntó Sil, todos lo miraron fijamente.
- Recuerdo de mis sueños que me metí en algunos problemas por terminarlo, creo que confiaba a ciegas en aquella promesa. Alice me había dicho lo que pasaria - Todos miraron a Alice - Pero por favor recuerden que ella les pidió no entrometerse, pero fueron tercos - Aclaró - Cuando llegué a mis veinte fue cuando empecé a tener ese tipo de premoniciones, siempre se me hicieron extrañas así que empecé a investigar. Hechos de premoniciones, reencarnaciones e historia antigua por bastante tiempo. De casualidad, o por destino, encontré este libro. Sus personajes me los recordaron así como el final, no había otra explicación además del hecho de 'Reencarnación'
- Wow, hiciste bastante trabajo por algo así - Se asombró Sil.
- No es la gran cosa, en realidad llegó a gustarme todo lo que leía - El mayor sonrió y los miró - También deben de tener la duda de cómo sigo aquí - Los demás asintieron - Más que nada fue una sorpresa, ya que desde el principio fui ayudante del gobernador actual, cuando nació Alice no fue más que una grata sorpresa, y me atrevería a decir que preocupante. Con la aparición de Alice, aún estaba la incertidumbre de lo que podría hacer Atur, también pensé que siendo otra vida y el hecho de no existir más sacrificios éste la dejaría en paz, pero no fue así, con el paso de los años Alice crecía de la misma manera que de no ser por la guardía hubiera tenido una gran cantidad de accidentes que la llevarían a la muerte.
- Yo le diría a eso despiste - Interrumpió Aker.
- ¿Disculpa? - Dijo Alice algo molesta.
- Los pájaros quieren alpiste
- ¿mm? - Alice sonrió de mala gana.
- Lo siento - Suspiró. Charles carraspeó un poco para que le volvieran a prestar atención.
- Dejando eso, Decidí volver a formar la Oden de Alicem con la guardía, creo que aun debe de haber más caballeros con dudas sobre esos sueños y no sería malo encontrarlos. Además lo que acabamos de vivir no es algo tan simple. Atur a conseguido más poder, como les dije antes, y todo ésto que hemos vivido me deja solo con una teoría - Su expresión se volvió seria - Él quiere a Alice, no estoy seguro de si desea asesinarla nuevamente, o si desea su habilidad, pero... - Fue interrumpido.
- ¿Habilidad? - Preguntó Alice con sorpresa.
- Creo entender de lo que habla - Dijo Noah - La habilidad de ser querida por las personas ¿Verdad?
- Exacto, y esto es lo que le a Atur en esta época, es verdad que es el Dios más alabado en estos tiempos gracias a sus sucios métodos; pero "Ni los Dioses son perfectos" - Recalcó - Estamos hablando de Atur alguien que es alabado y odiado, al menos lo último por las personas que conocen sus verdaderas intenciones. Estoy seguro de que Atur quiere a Alice por esa habilidad de poder reunir a todos por una sola creencia
- Entonces ¿Por qué no lo hizo en la vida pasada? - Preguntó Sil confundida.
- No lo sé - Negó - Tengo el presentimiento de que no lo había analizado así en ese tiempo o se dio cuenta de la amenza al 'Reencontrarlos' nuevamente, ya que el hecho de que estemos aquí no es por una simple promesa, es sin duda una fuerza mucho más grande.
- ¿Vas a salir con que Alice es una Diosa? - Bromeó Aker.
- Nada de eso, pero ella tiene la voluntad de muchos de ellos - Concluyó.
- Algo como eso... - Murmuró Alice sin convencerse, trataba de ordenar todos los pensamientos que llegaban, pero seguía en la nada.
- Es verdad que es difícil de creer - Dijo Keira
- No del todo - Noah cerró y abrió los ojos buscando como explicar - Quiero decir, Alice siempre fue querida y respetada por todos en el reino, no había nadie que no viera por ella y su seguridad, y para que una persona tenga tales meritos, no puede ser otra cosa que una bendición o algún tipo de milagro.
- En pocas palabras ustedes han reencarnado por la fuerza de voluntad que los dioses recibieron de Alice - Charles regresó aquel libro al estante - Y ahora no solo Alice sino ustdes estan en la mira de Atur.
- Nosotros no tenemos algo como una habilidad comparada a la de Alice, hasta aquella nota avisando en dónde la encontraríamos fue extraña - Mar estaba pensativa de alguna manera las cosas cuadraban y de otra no -
- Está aburrido - Contestó Aker sin darle vueltas, los demás quedaron interrogantes - Ustedes saben, cuando un niño juega con hormigas, siempre están las obedientes que huyen por miedo y las valientes, por decirlo así, que lo muerden, estás son las que se convierten en el objetivo primordial, por venganza y digamos que se le hace divertido si son rápidas y astutas, al mismo tiempo molesto. Para Atur no somos más que "Hormigas valientes" con las que puede jugar.
- Estás comparando a Atur con un niño - Sil rió.
- Los Dioses son niños con poderes.
- Es decir que por ahora solo nos está dejando huir por diversión - Mar suspiró con cansancio.
- Lo que no sabe es que será el mayor error que pueda cometer - Noah estaba decidido - Vamos a hacer que Atur caiga de una buena vez.
Me lo fumé, está raro y cansino pero bah, no me pidan más... Algún error diganme :3
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Re: [Roll-P] Remember
El cielo parecía estar a punto de llorar y consigo el viento arrastaba susurros de tristeza. Todos estaban alineados, vestidos de negro y separados en dos grupos para que aquellos enormes ataúdes pudieran pasar hacia el agujero donde la tierra se lo iban a comer para siempre por toda la eternidad.
Había quienes no podían evitar llorar, había quienes estaban afligidos y había quienes estaban muy satisfechos, pero solo una persona rezaba con la peor soledad que le había tocado sufrir y superar.
Pasaron lentamente exhibiendo sus barnizados brillantes que cubrían su firmes y pulidas maderas. Suavemente dejaron los ataúdes a un lado de sus agujeros correspondientes, antes de bajarlo con cuerdas. De todos los ataúdes, tan solo uno exhibia una decoracion minuciosa y dorada donde descansaba el padre de Alice.
A los lados, había otros tantos ataúdes sin tanta decoración, pero igual de hermosas. Los sepultureros se alinearon cada uno mirando hacia el ataúd que habían cargado con la mirada bien alta. Entonces, el cura abrió un libro y comenzó a leer.
- He aquí hoy donde nos hemos reunidos todos para despedirnos de...
- ¿No vas a ir? - Preguntó Aker mirando todas aquellas personas divertidamente. Parecía una fiesta de disfraces.
- ¿Y tu? - Replicó el rubio observando tras la ventada y escuchando la voz del cura como un suave susurro relajante que intentaba traspasar las paredes. Ambos dejaron el aire en silencio. - No son lo mio estas cosas.
- No creo que sea lo mio tampoco. - Ambos se miraron.
- Lo que hay que hacer.
Aquellos jovenes sepultureros comenzaron los preparativos. No sabían quien era el muerto y tampoco querían saberlo. Para ellos aquel cadaver era uno mas del montón. Tan solo iba a ser otro día mas de trabajo.
Cuando se dispusieron a enterrarlo, Alice no lo pudo evitar y corrió hacia el ataúd donde simbolizaba a su padre, un ataud sin cadaver. La fría madera, lejos del calor de aquellas manos tibias, rozó con su piel y sin poder evitarlo, lloró tan fuerte como había podido. Sil se acercó a Alice con los ojos llorosos al igual que Keira y Mar, solo que estas estaban controlando mejor sus sentimientos. La peliblanca la abrazó y seguidamente las otras dos chicas hicieron lo mismo. Todas aquellas lagrimas que Alice había contenido, escaparon.
Aquel día, no solo murieron civiles, también un gobernador. Habían perdido a un rey junto a sus subditos. Fue entonces cuando los sepultureros comenzaron a clavar una medalla en aquellos ataudes excepto la mas importante.
- Podeís comenzar. - Ordenó el cura. Era la señal definitiva.
- ¡Infantería! - Gritó una voz que atrajo la atención de todos interrumpiendo la ceremonia. Alice miró y encontró a Charles y a sus lados, Noah y Aker portando banderas desconocidas pero familiares. Mas atrás estaban un puñado de hombres alineados, armados con rifles y vestidos antiguamente como la guardia real.
- ¡Formación! - Todos bajaron sus armas. - ¡Carguen! - Se oyó el sonido de armas cargandose. - ¡Saluden! - Apuntaron al aire y dispararon. Recargaron, apuntaron y dispararon.
Cada vez que Charles decía "Saluden", se oía el coro de disparos y mientras el sonido llenaba el aire, la tierra se tragaba a los muertos hacia un sueño profundo.
Habían nacido de la tierra y a la tierra volverían. Su lucha había terminado y ahora por fin podían descansar. Pero la lucha de los jovenes aún no había terminado. Sería la última batalla que librarían.
Había quienes no podían evitar llorar, había quienes estaban afligidos y había quienes estaban muy satisfechos, pero solo una persona rezaba con la peor soledad que le había tocado sufrir y superar.
Pasaron lentamente exhibiendo sus barnizados brillantes que cubrían su firmes y pulidas maderas. Suavemente dejaron los ataúdes a un lado de sus agujeros correspondientes, antes de bajarlo con cuerdas. De todos los ataúdes, tan solo uno exhibia una decoracion minuciosa y dorada donde descansaba el padre de Alice.
A los lados, había otros tantos ataúdes sin tanta decoración, pero igual de hermosas. Los sepultureros se alinearon cada uno mirando hacia el ataúd que habían cargado con la mirada bien alta. Entonces, el cura abrió un libro y comenzó a leer.
- He aquí hoy donde nos hemos reunidos todos para despedirnos de...
- ¿No vas a ir? - Preguntó Aker mirando todas aquellas personas divertidamente. Parecía una fiesta de disfraces.
- ¿Y tu? - Replicó el rubio observando tras la ventada y escuchando la voz del cura como un suave susurro relajante que intentaba traspasar las paredes. Ambos dejaron el aire en silencio. - No son lo mio estas cosas.
- No creo que sea lo mio tampoco. - Ambos se miraron.
- Lo que hay que hacer.
Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un pensamiento.
Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.
Amén.
Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.
Amén.
Aquellos jovenes sepultureros comenzaron los preparativos. No sabían quien era el muerto y tampoco querían saberlo. Para ellos aquel cadaver era uno mas del montón. Tan solo iba a ser otro día mas de trabajo.
Cuando se dispusieron a enterrarlo, Alice no lo pudo evitar y corrió hacia el ataúd donde simbolizaba a su padre, un ataud sin cadaver. La fría madera, lejos del calor de aquellas manos tibias, rozó con su piel y sin poder evitarlo, lloró tan fuerte como había podido. Sil se acercó a Alice con los ojos llorosos al igual que Keira y Mar, solo que estas estaban controlando mejor sus sentimientos. La peliblanca la abrazó y seguidamente las otras dos chicas hicieron lo mismo. Todas aquellas lagrimas que Alice había contenido, escaparon.
Aquel día, no solo murieron civiles, también un gobernador. Habían perdido a un rey junto a sus subditos. Fue entonces cuando los sepultureros comenzaron a clavar una medalla en aquellos ataudes excepto la mas importante.
- Podeís comenzar. - Ordenó el cura. Era la señal definitiva.
- ¡Infantería! - Gritó una voz que atrajo la atención de todos interrumpiendo la ceremonia. Alice miró y encontró a Charles y a sus lados, Noah y Aker portando banderas desconocidas pero familiares. Mas atrás estaban un puñado de hombres alineados, armados con rifles y vestidos antiguamente como la guardia real.
- ¡Formación! - Todos bajaron sus armas. - ¡Carguen! - Se oyó el sonido de armas cargandose. - ¡Saluden! - Apuntaron al aire y dispararon. Recargaron, apuntaron y dispararon.
Cada vez que Charles decía "Saluden", se oía el coro de disparos y mientras el sonido llenaba el aire, la tierra se tragaba a los muertos hacia un sueño profundo.
Habían nacido de la tierra y a la tierra volverían. Su lucha había terminado y ahora por fin podían descansar. Pero la lucha de los jovenes aún no había terminado. Sería la última batalla que librarían.
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Re: [Roll-P] Remember
Había pasado un día desde el funeral del gobernador.
Alice salió de su habitación y se encontró con Mar y Keira esperandola frente a la puerta.
- Gracias por esperarme - Hizo una corta inclinación y se reincorporó con una sonrisa. Sus ojos estaban rojos gracias a que el llanto no había parado hasta hace unos minutos atrás - Han sido un gran apoyo.
- No es nada Alice - Mar negó rapidamente con las manos - Siempre estaremos ahí para ti.
- Exacto - Apuró a decir Keira - Puedes contar con nosotros cuando quieras ahora más que nunca.
- Les agradezco, lo mismo por acompañarme a recibir a todas las personas - Empezó a caminar seguida de las dos acompañantes - Tengo unos tantos negocios de herencia - Suspiró con cansancio - Si no es de su agrado pueden ir con los chicos - Giró el rostro en dirección de las dos chicas sonriente.
- Iremos contigo.
- Después de todo, es nuestro deber protegerte mientras ellos están en sus asuntos - Rieron un poco y se encaminaron al despacho de la mansión -
- ¡Hey lento! Apúrate o no es divertido - Gritó Aker mientras saltaba otro obstáculo de aquella pista, la cuál rodeaba un gran gimnasio lleno de diversos deportes, de los más primitivos como el fútbol a los más refinados como el esgrima.
- ¡Te recuerdo quién hizo trampa, sarnoso gordo! - Noah corría como podía completamente empapado y con sus ropas enlodadas. Aker hizo una mueca de burla, a lo que el rubio le lanzó un casco, el cual encontró tirado en el suelo gracias al desastre que el pelirrojo había generado con anterioridad. Aker lo esquivó por los pelos pero chocó con un obstáculo.
- ¡Eso es injusto! - Chilló regresando a la carrera como pudo, con Noah adelantado por unos centímetros.
- La vida no es justa - Le regresó la mueca.
- ¿Realmente necesitan hacer esto? - Preguntó Sil a Charles, los cuales se encontraban en una mesa con parasol, tomando refrescos. Observaban todo el espectáculo. Ella con duda y el mayor con diversión.
- Por supuesto, se están divirtiendo, así que está bien.
Los dos jóvenes se empezaron a empujar entre sí con cara de perros, en un intento de retrasar al otro.
- Eso parece - Sonrió y dio un sorbo a su refresco - Con el calor que hace me sorprende lo que han soportado.
- Flash Back - (Horrores sin usar esto :'D)
- Entonces empezaremos el entrenamiento - Charles estaba frente a los dos jóvenes calmado. los caballeros asintieron - Atur ha incrementado su fuerza es decir que ustedes deben de triplicar la de él para poder vencerlo o al menos tener una mera posibilidad. Sus mentes están acostumbradas pero sus cuerpos no, a pesar de ser iguales el entrenamiento que han recibido no es el mismo.
- Hagamos un ritual y seamos magos - Aker llevó sus manos tras la cabeza despreocupado entendía el porqué de todo eso, pero era demasiado perezoso como para querer hacer algo.
- La peor broma que has dicho - Noah negó dramáticamente - Me sangran los oídos de eso.
- Puedo hacer que te sangren más, venga solo quédate quieto - Sacó una pequeña aguja.
- Como si te fuera a dejar - Se puso en guardía.
- Una perforación más no te matará... Tal vez sí - Se quedó pensativo - Una espada también sirve.
- Veo que tienen mucha energía, perfecto - El mayor interrumpió la tan "Amena" charla de los jóvenes - Y ya que tienen tanta, he preparado una carrera para ustedes - Señaló el camino de obstáculos. No se trataba de una simple carrera, debían atravesar todo aquel espacio del tamaño de el Coliseo pasando por obstáculos y unas que otras trampas - El que pierda deberá hacer el mismo recorrido seis veces más - Resaltó el 'seis' mostrando los dedos de sus manos, los dos jóvenes comenzaron a sudar frío. Estaban familiarizados con el trabajo duro en sus vidas pasadas pero nunca llegó a tal extremo de masoquismo (?
- ¿Ahora? - Preguntaron como si el alma se les fuera a salir.
- Sí - El mayor sonrió de tal manera que daba más miedo que el mismo Atur (? - Les informo que este lugar a sido creado por la Orden, así que vayan haciendose una idea.
- ¿Reglas? - Preguntó Noah mientras se alistaba en la línea de partida, tenían todo el camino señalizado, el cual no era recto sino que daba vuelta, y podría llegar a ser un laberinto.
- Ya se enteraran de ellas mientras avanzan.
- Entnces empezamos - Aker también se puso en posición - Ya que eres el que está más decidido a ser más fuerte te dejaré perder - Dijo Aker tratando de no pensar mucho en aquel castigo.
- Por favor, mírate, dando esas seis vueltas podrás bajar de peso en un instante - Estaba, así como Aker, sudando frío.
- Se te quitará lo lento.
- A ti lo gordo - El sonido de un disparo los hizo reaccionar rápido y empezarona correr como alma que lleva el diablo.
Estaban a la misma distancia una vez llegaron a la mitad de carrera, se encontraron con una prueba de natación con lo cuál Noah no dudó un segundo en tirarse en cambio Aker se dirigió a la orilla y corrió por ahí.
- ¡Eso es trampa! - Plantó en seco el rubio y miró a Charles.
- Es válido - El mayor se encogió de hombros -
- ¿¡Qué!? - Iba a reclamar nuevamente pero fue interrumpido.
- Se te adelantan - Señaló a Aker que ya había avanzado bastante. Noah gruñó para sí, pero continuó como devía.
- ¿Realmente es válido? - Sil llegó con una hielera y ofreció un refresco al mayor.
- Es una carrera sin reglas, pueden hacer lo que les de la gana - Aceptó el refresco y dio un sorbo.
- Me parece un poco... - Tenía una gotita en la nuca de tal comentario.
- Deben de conocerse aun más, si están en batalla estas cosas son muy importantes, saber lo que el otro está pensando en hacer, así reconocen más las acciones imprudentes o prudentes del otro. Aunque se nota la diferencia de prudencia - Suspiró - Además un entrenamiento típico no le valdrá para lo que viene . Concluyó serio.
- Fin Flash Back - (Ay, que bonito :'D)
- Así, la mansión y toda la fortuna es pasada a la Srta. Alice - Concluyó un hombre de mediana edad con taje - claro que todo esto incluye el buen pago a los ayudantes y sirvientes y mantención de su madre.
- Eso lo comprendo perfectamente - Asintió Alice con seriedad, no sabía qué hacer, pero aquel fue el deseo de su padre y no podía rechazarlo así como así.
- Descuida - Habló su madre y la miró - Comprendo que es un gran peso y eres joven todavía, podeos dejarle toda la administración a los mayores de confianza - Hizo una sonrisa quebrada, tenían tantas comodidades, pero la pérdida no se curaba con aquello.
- Gracias madre - Sonrió como pudo la castaña - Prometo hacer buen uso de todo - El abofgado se levantó y con él los demás que se encontraban al rededor de que aquella mesa, que no eran más que el hermano, esposa e hija del gobernado, y Keira y Mar que aemás de sentirse incómodas por haber entrado gracias a insistencia de Alice.
- Por hoy queda concluido - Alice se dirigió a Mar y Keira.
- Debes de estar cansada - Dijo Keira.
- Un poco, pero tengo curiosidad - Sonrió.
- ¿Quiere que hagamos una vsita a los demás? - Preguntó Mar animada.
- Eso me haría bien.
- Estar rodeada de tantas cosas... - El pelirrojo estaba sentado en la ventana mientras observaba el horizonte - ¿No es aburrido? - Giró a ver a la princesa, la cual peinaba sus cabellos con calma.
- Tengo a muchas personas interesantes a mi alrededor, así que no - Sonrió dejando el cepillo de peinar a un lado y dirigió su vista al pelirrojo. Nunca antes lo había visto, pero se lo veía tan calmado, serio e indiferente respecto a aquel lugar, que no le pareció necesidad pedir ayuda.
- La persona que me entrena dice que eres una princesa, pero se supone que las princesas son elegantes y llenas de brillo - La miró decepcionado - Y eres bastante normal.
- ¿Normal? - Era la primera vez que alguien le decía algo así, no pudo evitar reír - Hablas mucho sin conocer - Suspiró calmandose - ¿Cuántos años tienes? ¿Y qué haces aquí?
- Trece y soy nuevo por aquí, me mandaron a ayudar o algo así.
- ¡Tienes la edad de Noah! - Dijo animada, Aker inclinó la cabeza en señal de duda - Uno de mis caballeros.
- Ya me imagino, ser una princesa es de lo mejor, no tienen preocupaciones ni nada por el estilo - Se estiró un poco - Hasta tienen perros protectores que las persigan a todas partes.
- Pues estás muy mal si piensas eso - Frunció el ceño molesta en modo de broma - Además, no deberías de entrar en la habitación de una dama sin invitación.
- Estoy en la ventana, no dentro - Señaló el cuarto como si nada.
- Deberías de ser más precavido también, si te encuentran por aquí no dudarán en castigarte.
- No pasa nada, nadie tiene idea de que estoy aquí.
- ¿Seguro? - Le dirigió una mirada perspicaz.
- No - Negó. Alice lo miró sorprendida de tal sinceridad, pero luego sonrió.
- ¿Serás alguna clase de caballero? - Cuando el "Intruso" iba a contestar el sonido de la puerta abriendo lo puso en alerta y por un reflejo rápido pudo esquivar una espada de gran filo. Quedando en cuquilla al lado de la ventana.
- ¿Quién te crees para entrar aquí? - El rubio que aparentaba tener su misma edad lo miraba amenazante.
- Visita importante inoportuna.
- Solo eres un perro callejero - Volvió a atacar, Aker logró plantar la hoja con una larga joya de diamantes que encontró volviendose a apartar.
Comenzaron un duelo no solo físico sino que también de palabras, No habrian dejado aquel juego de perro - gato, de no ser porque dos de los guardías más respetados llegaron y los detuvieron.
- No sólo se han agredido sino que también dejaron en desastre la habitación de la princesa. Serán castigados, sin cena por tres días - Sentenció un hombre de gran barba castaña con unas cuantas canas demostrado su edad - Además, limpiarán el castillo por esos mismos días - Los dos jóvenes pusieron cara de espanto - Es una orden. Se alejó del lugar, el cual era el comedor para los caballeros reales.
- Ha sido tu culpa - Incriminó Aker.
- Claro que fue tuya, te haz salvado de mucho sin ser nada siquiera.
- Pues seré, al parecer, un nuevo compañero - Alardeó orgulloso.
- No me lo creo - sus ojos se abrieron como platos de la sorpresa y desaliento que le daba aquella noticia.
- ¡Aky...! - Escuchó la voz de Sil llamando por él a gritos. Levantó el rostro y la miró, todos se encontraban ahí ¿Cuándo habían llegado Alice, Mar y Keira? Además sentía que se estaba olvidando de algo importante.
- ¡Te van a ganar! - Esta vez el grito fue de Mar quien usó sus manos para que le escuchara claramente. Recordó y se dio cuenta de que estaba en el suelo de la pista de carrera.
- ¿EH? - Miró hacia la meta, donde Noah estaba apunto de llegar - Espera eso ha sido injusto, me dormí.
- Es válido - Charles se encogió de hombros.
- No me vengas con esas - Chilló y salió a toda carrera, pero para cuando estuvo a unos metros de alcanzar a Noah, éste había cruzado la meta. Llegó, tanto él como el rubio estaban completamente empapados de sudor.
- A bajar la pancita - Le recordó Noah, señalando el recorrido. Aker gruñó molesto y no hizo más que regresar a la línea de partida y continuar con lo mismo, solo que esta vez completaría todo. Noah, se tiró al piso tomando grandes bocanadas de aire.
- De alguna manera siento pena por él - Dijo Mar riendo por lo bajo, veía como el muchahco del cansancio tropezaba o caía de vez en cuando.
- Ha perdido, así que debe cumplir - Continuó Alice - Se me hace un poco extraño, siento que él no es de los que cumplirían una orden así - Sonrió un poco.
- Está en lo correcto - Contestó Noah - Si lo está haciendo es porque sabe que hizo trampa y se lo merece - Se sentó para tomar el refresco que Sil le había servido. Alice los observó con nostalgia todo era tan familiar pero desconocido a la vez, así que decidió que todos los recuerdos deberían de llegar solos en algún momento.
- No levantaran en días - Dijo Mar divertida, ya se los imaginaba quejandose en la mañana.
Ay que escribí mucho :'D
Es una mierda lo hice medio dormida, corregí lo que pude, y eso xDU
Hay faltas a millares surgir y nada espero no les sangren los ojos (?
Alice salió de su habitación y se encontró con Mar y Keira esperandola frente a la puerta.
- Gracias por esperarme - Hizo una corta inclinación y se reincorporó con una sonrisa. Sus ojos estaban rojos gracias a que el llanto no había parado hasta hace unos minutos atrás - Han sido un gran apoyo.
- No es nada Alice - Mar negó rapidamente con las manos - Siempre estaremos ahí para ti.
- Exacto - Apuró a decir Keira - Puedes contar con nosotros cuando quieras ahora más que nunca.
- Les agradezco, lo mismo por acompañarme a recibir a todas las personas - Empezó a caminar seguida de las dos acompañantes - Tengo unos tantos negocios de herencia - Suspiró con cansancio - Si no es de su agrado pueden ir con los chicos - Giró el rostro en dirección de las dos chicas sonriente.
- Iremos contigo.
- Después de todo, es nuestro deber protegerte mientras ellos están en sus asuntos - Rieron un poco y se encaminaron al despacho de la mansión -
- ¡Hey lento! Apúrate o no es divertido - Gritó Aker mientras saltaba otro obstáculo de aquella pista, la cuál rodeaba un gran gimnasio lleno de diversos deportes, de los más primitivos como el fútbol a los más refinados como el esgrima.
- ¡Te recuerdo quién hizo trampa, sarnoso gordo! - Noah corría como podía completamente empapado y con sus ropas enlodadas. Aker hizo una mueca de burla, a lo que el rubio le lanzó un casco, el cual encontró tirado en el suelo gracias al desastre que el pelirrojo había generado con anterioridad. Aker lo esquivó por los pelos pero chocó con un obstáculo.
- ¡Eso es injusto! - Chilló regresando a la carrera como pudo, con Noah adelantado por unos centímetros.
- La vida no es justa - Le regresó la mueca.
- ¿Realmente necesitan hacer esto? - Preguntó Sil a Charles, los cuales se encontraban en una mesa con parasol, tomando refrescos. Observaban todo el espectáculo. Ella con duda y el mayor con diversión.
- Por supuesto, se están divirtiendo, así que está bien.
Los dos jóvenes se empezaron a empujar entre sí con cara de perros, en un intento de retrasar al otro.
- Eso parece - Sonrió y dio un sorbo a su refresco - Con el calor que hace me sorprende lo que han soportado.
- Flash Back - (Horrores sin usar esto :'D)
- Entonces empezaremos el entrenamiento - Charles estaba frente a los dos jóvenes calmado. los caballeros asintieron - Atur ha incrementado su fuerza es decir que ustedes deben de triplicar la de él para poder vencerlo o al menos tener una mera posibilidad. Sus mentes están acostumbradas pero sus cuerpos no, a pesar de ser iguales el entrenamiento que han recibido no es el mismo.
- Hagamos un ritual y seamos magos - Aker llevó sus manos tras la cabeza despreocupado entendía el porqué de todo eso, pero era demasiado perezoso como para querer hacer algo.
- La peor broma que has dicho - Noah negó dramáticamente - Me sangran los oídos de eso.
- Puedo hacer que te sangren más, venga solo quédate quieto - Sacó una pequeña aguja.
- Como si te fuera a dejar - Se puso en guardía.
- Una perforación más no te matará... Tal vez sí - Se quedó pensativo - Una espada también sirve.
- Veo que tienen mucha energía, perfecto - El mayor interrumpió la tan "Amena" charla de los jóvenes - Y ya que tienen tanta, he preparado una carrera para ustedes - Señaló el camino de obstáculos. No se trataba de una simple carrera, debían atravesar todo aquel espacio del tamaño de el Coliseo pasando por obstáculos y unas que otras trampas - El que pierda deberá hacer el mismo recorrido seis veces más - Resaltó el 'seis' mostrando los dedos de sus manos, los dos jóvenes comenzaron a sudar frío. Estaban familiarizados con el trabajo duro en sus vidas pasadas pero nunca llegó a tal extremo de masoquismo (?
- ¿Ahora? - Preguntaron como si el alma se les fuera a salir.
- Sí - El mayor sonrió de tal manera que daba más miedo que el mismo Atur (? - Les informo que este lugar a sido creado por la Orden, así que vayan haciendose una idea.
- ¿Reglas? - Preguntó Noah mientras se alistaba en la línea de partida, tenían todo el camino señalizado, el cual no era recto sino que daba vuelta, y podría llegar a ser un laberinto.
- Ya se enteraran de ellas mientras avanzan.
- Entnces empezamos - Aker también se puso en posición - Ya que eres el que está más decidido a ser más fuerte te dejaré perder - Dijo Aker tratando de no pensar mucho en aquel castigo.
- Por favor, mírate, dando esas seis vueltas podrás bajar de peso en un instante - Estaba, así como Aker, sudando frío.
- Se te quitará lo lento.
- A ti lo gordo - El sonido de un disparo los hizo reaccionar rápido y empezarona correr como alma que lleva el diablo.
Estaban a la misma distancia una vez llegaron a la mitad de carrera, se encontraron con una prueba de natación con lo cuál Noah no dudó un segundo en tirarse en cambio Aker se dirigió a la orilla y corrió por ahí.
- ¡Eso es trampa! - Plantó en seco el rubio y miró a Charles.
- Es válido - El mayor se encogió de hombros -
- ¿¡Qué!? - Iba a reclamar nuevamente pero fue interrumpido.
- Se te adelantan - Señaló a Aker que ya había avanzado bastante. Noah gruñó para sí, pero continuó como devía.
- ¿Realmente es válido? - Sil llegó con una hielera y ofreció un refresco al mayor.
- Es una carrera sin reglas, pueden hacer lo que les de la gana - Aceptó el refresco y dio un sorbo.
- Me parece un poco... - Tenía una gotita en la nuca de tal comentario.
- Deben de conocerse aun más, si están en batalla estas cosas son muy importantes, saber lo que el otro está pensando en hacer, así reconocen más las acciones imprudentes o prudentes del otro. Aunque se nota la diferencia de prudencia - Suspiró - Además un entrenamiento típico no le valdrá para lo que viene . Concluyó serio.
- Fin Flash Back - (Ay, que bonito :'D)
- Así, la mansión y toda la fortuna es pasada a la Srta. Alice - Concluyó un hombre de mediana edad con taje - claro que todo esto incluye el buen pago a los ayudantes y sirvientes y mantención de su madre.
- Eso lo comprendo perfectamente - Asintió Alice con seriedad, no sabía qué hacer, pero aquel fue el deseo de su padre y no podía rechazarlo así como así.
- Descuida - Habló su madre y la miró - Comprendo que es un gran peso y eres joven todavía, podeos dejarle toda la administración a los mayores de confianza - Hizo una sonrisa quebrada, tenían tantas comodidades, pero la pérdida no se curaba con aquello.
- Gracias madre - Sonrió como pudo la castaña - Prometo hacer buen uso de todo - El abofgado se levantó y con él los demás que se encontraban al rededor de que aquella mesa, que no eran más que el hermano, esposa e hija del gobernado, y Keira y Mar que aemás de sentirse incómodas por haber entrado gracias a insistencia de Alice.
- Por hoy queda concluido - Alice se dirigió a Mar y Keira.
- Debes de estar cansada - Dijo Keira.
- Un poco, pero tengo curiosidad - Sonrió.
- ¿Quiere que hagamos una vsita a los demás? - Preguntó Mar animada.
- Eso me haría bien.
- Estar rodeada de tantas cosas... - El pelirrojo estaba sentado en la ventana mientras observaba el horizonte - ¿No es aburrido? - Giró a ver a la princesa, la cual peinaba sus cabellos con calma.
- Tengo a muchas personas interesantes a mi alrededor, así que no - Sonrió dejando el cepillo de peinar a un lado y dirigió su vista al pelirrojo. Nunca antes lo había visto, pero se lo veía tan calmado, serio e indiferente respecto a aquel lugar, que no le pareció necesidad pedir ayuda.
- La persona que me entrena dice que eres una princesa, pero se supone que las princesas son elegantes y llenas de brillo - La miró decepcionado - Y eres bastante normal.
- ¿Normal? - Era la primera vez que alguien le decía algo así, no pudo evitar reír - Hablas mucho sin conocer - Suspiró calmandose - ¿Cuántos años tienes? ¿Y qué haces aquí?
- Trece y soy nuevo por aquí, me mandaron a ayudar o algo así.
- ¡Tienes la edad de Noah! - Dijo animada, Aker inclinó la cabeza en señal de duda - Uno de mis caballeros.
- Ya me imagino, ser una princesa es de lo mejor, no tienen preocupaciones ni nada por el estilo - Se estiró un poco - Hasta tienen perros protectores que las persigan a todas partes.
- Pues estás muy mal si piensas eso - Frunció el ceño molesta en modo de broma - Además, no deberías de entrar en la habitación de una dama sin invitación.
- Estoy en la ventana, no dentro - Señaló el cuarto como si nada.
- Deberías de ser más precavido también, si te encuentran por aquí no dudarán en castigarte.
- No pasa nada, nadie tiene idea de que estoy aquí.
- ¿Seguro? - Le dirigió una mirada perspicaz.
- No - Negó. Alice lo miró sorprendida de tal sinceridad, pero luego sonrió.
- ¿Serás alguna clase de caballero? - Cuando el "Intruso" iba a contestar el sonido de la puerta abriendo lo puso en alerta y por un reflejo rápido pudo esquivar una espada de gran filo. Quedando en cuquilla al lado de la ventana.
- ¿Quién te crees para entrar aquí? - El rubio que aparentaba tener su misma edad lo miraba amenazante.
- Visita importante inoportuna.
- Solo eres un perro callejero - Volvió a atacar, Aker logró plantar la hoja con una larga joya de diamantes que encontró volviendose a apartar.
Comenzaron un duelo no solo físico sino que también de palabras, No habrian dejado aquel juego de perro - gato, de no ser porque dos de los guardías más respetados llegaron y los detuvieron.
- No sólo se han agredido sino que también dejaron en desastre la habitación de la princesa. Serán castigados, sin cena por tres días - Sentenció un hombre de gran barba castaña con unas cuantas canas demostrado su edad - Además, limpiarán el castillo por esos mismos días - Los dos jóvenes pusieron cara de espanto - Es una orden. Se alejó del lugar, el cual era el comedor para los caballeros reales.
- Ha sido tu culpa - Incriminó Aker.
- Claro que fue tuya, te haz salvado de mucho sin ser nada siquiera.
- Pues seré, al parecer, un nuevo compañero - Alardeó orgulloso.
- No me lo creo - sus ojos se abrieron como platos de la sorpresa y desaliento que le daba aquella noticia.
- ¡Aky...! - Escuchó la voz de Sil llamando por él a gritos. Levantó el rostro y la miró, todos se encontraban ahí ¿Cuándo habían llegado Alice, Mar y Keira? Además sentía que se estaba olvidando de algo importante.
- ¡Te van a ganar! - Esta vez el grito fue de Mar quien usó sus manos para que le escuchara claramente. Recordó y se dio cuenta de que estaba en el suelo de la pista de carrera.
- ¿EH? - Miró hacia la meta, donde Noah estaba apunto de llegar - Espera eso ha sido injusto, me dormí.
- Es válido - Charles se encogió de hombros.
- No me vengas con esas - Chilló y salió a toda carrera, pero para cuando estuvo a unos metros de alcanzar a Noah, éste había cruzado la meta. Llegó, tanto él como el rubio estaban completamente empapados de sudor.
- A bajar la pancita - Le recordó Noah, señalando el recorrido. Aker gruñó molesto y no hizo más que regresar a la línea de partida y continuar con lo mismo, solo que esta vez completaría todo. Noah, se tiró al piso tomando grandes bocanadas de aire.
- De alguna manera siento pena por él - Dijo Mar riendo por lo bajo, veía como el muchahco del cansancio tropezaba o caía de vez en cuando.
- Ha perdido, así que debe cumplir - Continuó Alice - Se me hace un poco extraño, siento que él no es de los que cumplirían una orden así - Sonrió un poco.
- Está en lo correcto - Contestó Noah - Si lo está haciendo es porque sabe que hizo trampa y se lo merece - Se sentó para tomar el refresco que Sil le había servido. Alice los observó con nostalgia todo era tan familiar pero desconocido a la vez, así que decidió que todos los recuerdos deberían de llegar solos en algún momento.
- No levantaran en días - Dijo Mar divertida, ya se los imaginaba quejandose en la mañana.
Ay que escribí mucho :'D
Es una mierda lo hice medio dormida, corregí lo que pude, y eso xDU
Hay faltas a millares surgir y nada espero no les sangren los ojos (?
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
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Re: [Roll-P] Remember
La mañana era tranquila, el horizonte parecía pintado por el más fino trazo, además las aves cantaban y el sol brillaba mientras llenaba cada rincón con su luz, con una pequeña excepción, la cual era un pequeño cuarto en el hogar de Alice donde dormitaban profundamente un par de jóvenes, uno de cabello rubio y otro de cabellos rojos. La joven de cabellos castaños comenzó a golpear la puerta, acompañada por Keira y Alice, sin embargo no recibía alguna señal de vida por parte de los somnolientos tras la puerta.
- ¿Ven? Tal y como se los dije - Dijo Mar con una sonrisa, haciendo alusión a lo que había comentado el día anterior.
- Me da igual si están cansados, molidos o lo que sea, a ese par de flojos hay que despertarlos - Expresó Keira cruzándose de brazos y causando una leve risita entre sus acompañantes.
- No seas tan cruel - Comentó la princesa mientras paraba de reír y sonría como de costumbre, después de todo la compañía de los jóvenes de su pasado le era muy grata - ¿Se encontrarán bien?
- Claro, es de Noah y Aky de quien hablamos, pero opino lo mismo que Keira, debemos despertarlos, Charles nos pidió hacerlo. Sólo necesitamos las llaves de este cuarto para poder hacerlo - Contestó la oji turquesa sonriente.
- Por eso no hay problema - Sonrió la joven mientras llamaba la atención de uno de los empleados, quien de inmediato atendió a su petición. En cuanto llegaron, le ofrecieron las llaves a la castaña y esta agradeció amablemente - Aquí están las llaves.
En cuanto entraron al cuarto las tres jóvenes, se encontraron con el par de muchachos completamente profundos y básicamente echados como piedras sobre las camas, sin arroparse, después de todo por lo visto, aparentemente en cuanto entraron en la habitación quedaron tendidos sobre los inmuebles, parecía que nada los fuera a despertar. Mar comenzó a llamarles por sus nombres, pero ninguno reaccionaba, por su parte Alice les tocaba con el dedo índice tratando de ver si en algún momento volvían en sí por los pequeños golpes de sus dedos, sin embargo aún permanecían completamente inmóviles.
- Parece que entraron en una especie de trance - Comentó Alice posicionándose al lado de la oji turquesa.
- Yo diría que más bien entraron en coma - Corrigió la joven mientras se llevaba la mano al mentón, tratando de idear una forma de levantar a los muchachos.
- Vete de aquí, Callejero, no te acerques a la princesa - Habló el rubio entre sueños con voz adormilada -
- Cállate, Perro sarnoso - Dijo Aker de igual forma.
- No, tú cállate, idiota - Continúo Noah.
- Todos sabemos que es mejor que seas tu el que se calle.
- Hasta dormidos discuten, sorprendente - Comentó Mar mirando con un tic en el ojo al par de chicos frente a ella. En ese instante entró la joven restante con un par de baldes llenos de agua, uno en cada mano - ¿Q-Qué piensas hacer, Keira? - Preguntó la joven viéndole con sorpresa.
- Lanzarles agua - Dijo como si nada - ¿Puedo? - Le pidió permiso a la princesa quien con un poco de sorpresa accedió - Bien, ¡Aquí voy! - Comenzó lanzándole un balde a cada uno, justo en cuanto sintieron el agua fría, el par de muchachos despertaron completamente alarmados y comenzaron a atacarse con los baldes. Las jóvenes solo miraban con una “gotita anime” la escena.
- Parece que tardan más de lo esperado - Comentó la albina mientras hacía los últimos retoques al desayuno y pasaba los platos a la amplia mesa.
- No era necesario que hiciera eso, señorita - Dijo el anciano mirándole con vergüenza, después de todo, aparentemente a sirvienta se había adelantado a las labores de los empleados.
- No pasa nada, estuve acostumbrada a esto - Dijo sonriendo ampliamente a la par que depositaba los últimos platos en la mesa - ¡Listo! - Añadió entusiasta mientras se quitaba el delantal que había utilizado, dejándolo en su lugar. Justo en ese instante entraron las tres jóvenes castañas y tras de ellas el par de chicos con ojeras.
- Buenos días - Dijeron a unísono las recién llegadas y tomando asiento junto con los somnolientos, quienes cayeron de lleno en el plato.
- Buenos días - Respondieron la peli plata y el mayormo, Sil imitó la acción de los jóvenes mientras que Charles solo se quedó parado y completamente erguido. Todos comenzaron a comer educadamente a excepción de los jóvenes que comían del plato con el rostro “zambullido” en este.
- Veo que el entrenamiento los dejó bastante agotados - Comentó el mayordomo, mirando a Noah y Aker - Pero bueno, espero que estén preparados para el de hoy - Sonrió con cierta malicia, dejando a los jóvenes blancos como el papel, incluso más de lo que ya estaban.
En ese momento una silueta extraña con aspecto ejecutivo se acercó a Alice y le murmuró en el oído un par de cosas, la castaña tan solo asintió mientras terminaba de comer y se paraba de la mesa. Al ver esto las dos peli cafés restantes se apresuraron a comer por si la princesa tenía que salir para así acompañarle.
- Estuvo delicioso, muchas gracias. Me disculpo, pero tengo que ir a arreglar algunos trámites y asuntos, nos vemos luego - Dijo con cortesía Alice, sonriendo como siempre acostumbraba.
- Nosotras vamos contigo - Hablaron al tiempo Mar y Keira, parándose de la mesa, recibiendo la afirmación de la castaña frente a ellas, comenzaron a caminar para salir del lugar.
- Etto…¿No van a terminar de comer? - Preguntó Sil en cuanto vio como los jóvenes comenzaban a dormirse en el plato.
- Deberían - Sentenció Charles - Después de todo, el entrenamiento de hoy va a ser más largo y difícil - Añadió.
- Te voy a ganar esta vez - Comentó el pelirrojo sin quitar su rostro del plato.
- Sueña todo lo que quieras, voy a aplastarte - Le siguió el rubio.
- Es un poco injusto que ellos sean los únicos que debe entrenar - Dijo la albina con un poco de nervios al ver la expresión malévola del mayordomo y la conversación de los jóvenes con la rostro en la comida. Posteriormente pensó un poco con un dedo en su mentón y luego sonrió alegre - ¡Ya sé! - Apuntó animada la joven - ¡Yo también entrenaré! ¡Quiero ser más fuerte también! - Comentó con decisión y notoria inocencia.
- No, Señorita usted… - Charles iba a refutar pero se vio interrumpido por la albina.
- Por favor, yo también quiero entrenar, se ve divertido ¿Siiiiiiiii? - Suplicó con ojitos brillantes y adorables la peli plata mientras los dos chicos restantes no paraban de discutir entre dormidos.
Por otro lado, no le nieguen a mi Sil entrenar, ella quiere ser fuerte ¿Shi? ówò (?)
Cualquier problema me avisan nwn
- ¿Ven? Tal y como se los dije - Dijo Mar con una sonrisa, haciendo alusión a lo que había comentado el día anterior.
- Me da igual si están cansados, molidos o lo que sea, a ese par de flojos hay que despertarlos - Expresó Keira cruzándose de brazos y causando una leve risita entre sus acompañantes.
- No seas tan cruel - Comentó la princesa mientras paraba de reír y sonría como de costumbre, después de todo la compañía de los jóvenes de su pasado le era muy grata - ¿Se encontrarán bien?
- Claro, es de Noah y Aky de quien hablamos, pero opino lo mismo que Keira, debemos despertarlos, Charles nos pidió hacerlo. Sólo necesitamos las llaves de este cuarto para poder hacerlo - Contestó la oji turquesa sonriente.
- Por eso no hay problema - Sonrió la joven mientras llamaba la atención de uno de los empleados, quien de inmediato atendió a su petición. En cuanto llegaron, le ofrecieron las llaves a la castaña y esta agradeció amablemente - Aquí están las llaves.
En cuanto entraron al cuarto las tres jóvenes, se encontraron con el par de muchachos completamente profundos y básicamente echados como piedras sobre las camas, sin arroparse, después de todo por lo visto, aparentemente en cuanto entraron en la habitación quedaron tendidos sobre los inmuebles, parecía que nada los fuera a despertar. Mar comenzó a llamarles por sus nombres, pero ninguno reaccionaba, por su parte Alice les tocaba con el dedo índice tratando de ver si en algún momento volvían en sí por los pequeños golpes de sus dedos, sin embargo aún permanecían completamente inmóviles.
- Parece que entraron en una especie de trance - Comentó Alice posicionándose al lado de la oji turquesa.
- Yo diría que más bien entraron en coma - Corrigió la joven mientras se llevaba la mano al mentón, tratando de idear una forma de levantar a los muchachos.
- Vete de aquí, Callejero, no te acerques a la princesa - Habló el rubio entre sueños con voz adormilada -
- Cállate, Perro sarnoso - Dijo Aker de igual forma.
- No, tú cállate, idiota - Continúo Noah.
- Todos sabemos que es mejor que seas tu el que se calle.
- Hasta dormidos discuten, sorprendente - Comentó Mar mirando con un tic en el ojo al par de chicos frente a ella. En ese instante entró la joven restante con un par de baldes llenos de agua, uno en cada mano - ¿Q-Qué piensas hacer, Keira? - Preguntó la joven viéndole con sorpresa.
- Lanzarles agua - Dijo como si nada - ¿Puedo? - Le pidió permiso a la princesa quien con un poco de sorpresa accedió - Bien, ¡Aquí voy! - Comenzó lanzándole un balde a cada uno, justo en cuanto sintieron el agua fría, el par de muchachos despertaron completamente alarmados y comenzaron a atacarse con los baldes. Las jóvenes solo miraban con una “gotita anime” la escena.
- Parece que tardan más de lo esperado - Comentó la albina mientras hacía los últimos retoques al desayuno y pasaba los platos a la amplia mesa.
- No era necesario que hiciera eso, señorita - Dijo el anciano mirándole con vergüenza, después de todo, aparentemente a sirvienta se había adelantado a las labores de los empleados.
- No pasa nada, estuve acostumbrada a esto - Dijo sonriendo ampliamente a la par que depositaba los últimos platos en la mesa - ¡Listo! - Añadió entusiasta mientras se quitaba el delantal que había utilizado, dejándolo en su lugar. Justo en ese instante entraron las tres jóvenes castañas y tras de ellas el par de chicos con ojeras.
- Buenos días - Dijeron a unísono las recién llegadas y tomando asiento junto con los somnolientos, quienes cayeron de lleno en el plato.
- Buenos días - Respondieron la peli plata y el mayormo, Sil imitó la acción de los jóvenes mientras que Charles solo se quedó parado y completamente erguido. Todos comenzaron a comer educadamente a excepción de los jóvenes que comían del plato con el rostro “zambullido” en este.
- Veo que el entrenamiento los dejó bastante agotados - Comentó el mayordomo, mirando a Noah y Aker - Pero bueno, espero que estén preparados para el de hoy - Sonrió con cierta malicia, dejando a los jóvenes blancos como el papel, incluso más de lo que ya estaban.
En ese momento una silueta extraña con aspecto ejecutivo se acercó a Alice y le murmuró en el oído un par de cosas, la castaña tan solo asintió mientras terminaba de comer y se paraba de la mesa. Al ver esto las dos peli cafés restantes se apresuraron a comer por si la princesa tenía que salir para así acompañarle.
- Estuvo delicioso, muchas gracias. Me disculpo, pero tengo que ir a arreglar algunos trámites y asuntos, nos vemos luego - Dijo con cortesía Alice, sonriendo como siempre acostumbraba.
- Nosotras vamos contigo - Hablaron al tiempo Mar y Keira, parándose de la mesa, recibiendo la afirmación de la castaña frente a ellas, comenzaron a caminar para salir del lugar.
- Etto…¿No van a terminar de comer? - Preguntó Sil en cuanto vio como los jóvenes comenzaban a dormirse en el plato.
- Deberían - Sentenció Charles - Después de todo, el entrenamiento de hoy va a ser más largo y difícil - Añadió.
- Te voy a ganar esta vez - Comentó el pelirrojo sin quitar su rostro del plato.
- Sueña todo lo que quieras, voy a aplastarte - Le siguió el rubio.
- Es un poco injusto que ellos sean los únicos que debe entrenar - Dijo la albina con un poco de nervios al ver la expresión malévola del mayordomo y la conversación de los jóvenes con la rostro en la comida. Posteriormente pensó un poco con un dedo en su mentón y luego sonrió alegre - ¡Ya sé! - Apuntó animada la joven - ¡Yo también entrenaré! ¡Quiero ser más fuerte también! - Comentó con decisión y notoria inocencia.
- No, Señorita usted… - Charles iba a refutar pero se vio interrumpido por la albina.
- Por favor, yo también quiero entrenar, se ve divertido ¿Siiiiiiiii? - Suplicó con ojitos brillantes y adorables la peli plata mientras los dos chicos restantes no paraban de discutir entre dormidos.
- • -
La verdad dudo que me haya quedado bien, sinceramente quería continuar desde hace rato pero siempre me ganaban ;w;Por otro lado, no le nieguen a mi Sil entrenar, ella quiere ser fuerte ¿Shi? ówò (?)
Cualquier problema me avisan nwn
Dani- **Alma*Contest**
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Re: [Roll-P] Remember
El salón en donde se encontraban era amplio, con grandes ventanales y libros desde el suelo hasta el techo. Las dos jóvenes se encontraban sentadas en unos amplios sillones, mientras Alice estaba sentada en el único escritorio llenando unos papeles.
Mar soltó un bostezo, a lo que Keira le respondió con una mirada severa.
-Compórtate- murmuró esta
-Lo siento- respondió de igual manera la castaña –Es que, no me acostumbro a estar en un lugar tanto tiempo sin hacer demasiado- rio. Keira soltó un leve suspiro.
-¡Mar tienes que…!- iba a reprocharle cuando la risa de Alice se interpuso, ambas giraron a verla.
-Lamentamos mucho haberla interrumpido- dijo de pronto Keira.
-Está bien, no me molesta. Si desean pueden irse…
-¿Y dejarla sola?- preguntó con algo de indignación la castaña
-Pues no le veo el problema, estamos rodeadas por la Orden y si me pasara algo, no dudaría en llamarlas-
-No podemos permitir eso- se apresuró a decir Mar
-Pero se están aburriendo conmigo aquí –dijo en tono comprensivo –Entiendo muy bien que quieran protegerme por el hecho de haber sido mis compañeras en el pasado, sin embargo, ahora somos amigas y me gustaría más que me trataran de esa manera. Y bueno, si ustedes insisten en protegerme, la mejor forma es que estén en sus cinco sentidos y claramente aquí, no los explotan- Las dos jóvenes se quedaron con la cabeza baja. Keira iba a decir algo pero Alice le ganó: -Los chicos están practicando arduamente y Sil está con ellos ¿verdad? ¿Por qué no van ustedes también?-
-¿Enserio nos lo permite?- preguntó tímida Mar.
-Por supuesto- dijo con una sonrisa la joven.
-Bueno, pues paso a retirarme. Si desea algo, cualquier cosa…-
-Sin duda te llamaré a ti antes que a nadie- respondió con una sonrisa y un guiño. Mar asintió y pasó a retirarse.
-¿Y tú Keira? ¿Qué harás?
-Bueno, yo nunca fui buena para hacer lo que ellos hacen. Preferiría quedarme a leer, si me lo permite.
-Claro, toma el libro que desees- dijo Alice con una sonrisa, antes de volver a concentrarse en lo que hacía.
-Gracias-
Mar corría por los pasillos hasta llegar a la puerta que le llevaba al parque, en donde el día de ayer, los chicos habían estado haciendo ejercicios, pero no halló a nadie, excepto a uno de los agentes de la Orden que pasaba por allí, era uno de los más jóvenes –casi de su edad – y nada feo que digamos.
-Señorita Marianella. ¿Cómo está?
-Mar- corrigió ella –Bien ¿Y usted?
-Muy bien, gracias por preguntar. ¿Qué hace aquí afuera?
-Busco a los demás ¿Los ha visto por casualidad?
-Oh claro, Charles se los ha llevado al segundo gimnasio para entrenarlos a los tres-
-¿Tres?
-Sí, al parecer la señorita Silvermist también pidió ser entrenada por el señor Charles.
-Con que si… ¿En dónde se encuentra el segundo gimnasio?
-Con gusto la llevaré allí personalmente –
-No quisiera interrumpirlo –rio Mar
-Nada de eso, es por aquí- sin más, el joven empezó a caminar seguido por Mar, quién solo se encontraba pensando en que tipo de ejercicios estaría haciendo Sil, le emocionaba saber si ella también podría entrenar. Ella a diferencia de sus dos amigas, había sido entrenada en su vida pasada a petición de la Princesa y aunque no era una de las mejores, se supo defender muy bien. Claro que no le llegaba ni a los talones a los dos Caballeros, pero no estaba nada mal.
En esta vida había estado realizando algunas actividades que la acercaban con aquellas que hacía en lo que antes creía: “sueños”. Era un as en gimnasia, artes marciales y entro a porrista, así como también practicó esgrima. Quizá ahora se encontraba más preparada para luchar y defender a Alice, como no lo pudo ser en el pasado. Estaba decidido, le insistiría a Charles para que ella también entrenase.
-Y es por eso que me gustaría invi… ¿Eh, señorita Mar?- llamó el caballero.
-¿Eh? Oh disculpa, ¿qué decías?- preguntó con una sonrisita, honestamente no lo había escuchado en nada.
-No-no era nada… ¡Ya llegamos!- dijo un tanto sonrojado señalando la amplia estructura frente a él.
-Pero este es el gimnasio normal
-Es que el segundo se haya debajo de este, mire…por allí se encuentra las escaleras que llevan a la parte inferior- señaló una entrada al lado del edificio.
-¡Ah! ¡Muchas gracias!- sonrió la muchacha.
-De-de nada- el muchacho se sonrojo lo que pasó inadvertido por la chica –Bueno, me retiro. Si necesita algo, solo llame-
-Sí gracias…Por cierto, no me trates de usted. Eso no va conmigo. Simplemente Mar ¿sí?
-Sería inapropiado…
-Yo no soy la princesa, así que estará bien- sonrió –Bueno, nos vemos- sin más se despidió mientras el muchacho se quedaba observando.
La chica entro por la puerta, caminó unos pasos y bajó unas escaleras hasta llegar a una puerta doble la cual se pasó a toda prisa. Allí se encontró con una escena tan rara como divertida.
-----------------------------------------------------
Bueno aquí lo dejo, porque no se me ocurre que más poner.
Disculpen la porquería que ha sido escrita aquí...pero tengo sueño y ando enferma -w-
Ahora... no lo tomen a mal: el sujeto de la Orden es solo un amigo, el cual cayó bajo los encantos desconocidos de la coquetería de Mar xD
Sigan~*
Mar soltó un bostezo, a lo que Keira le respondió con una mirada severa.
-Compórtate- murmuró esta
-Lo siento- respondió de igual manera la castaña –Es que, no me acostumbro a estar en un lugar tanto tiempo sin hacer demasiado- rio. Keira soltó un leve suspiro.
-¡Mar tienes que…!- iba a reprocharle cuando la risa de Alice se interpuso, ambas giraron a verla.
-Lamentamos mucho haberla interrumpido- dijo de pronto Keira.
-Está bien, no me molesta. Si desean pueden irse…
-¿Y dejarla sola?- preguntó con algo de indignación la castaña
-Pues no le veo el problema, estamos rodeadas por la Orden y si me pasara algo, no dudaría en llamarlas-
-No podemos permitir eso- se apresuró a decir Mar
-Pero se están aburriendo conmigo aquí –dijo en tono comprensivo –Entiendo muy bien que quieran protegerme por el hecho de haber sido mis compañeras en el pasado, sin embargo, ahora somos amigas y me gustaría más que me trataran de esa manera. Y bueno, si ustedes insisten en protegerme, la mejor forma es que estén en sus cinco sentidos y claramente aquí, no los explotan- Las dos jóvenes se quedaron con la cabeza baja. Keira iba a decir algo pero Alice le ganó: -Los chicos están practicando arduamente y Sil está con ellos ¿verdad? ¿Por qué no van ustedes también?-
-¿Enserio nos lo permite?- preguntó tímida Mar.
-Por supuesto- dijo con una sonrisa la joven.
-Bueno, pues paso a retirarme. Si desea algo, cualquier cosa…-
-Sin duda te llamaré a ti antes que a nadie- respondió con una sonrisa y un guiño. Mar asintió y pasó a retirarse.
-¿Y tú Keira? ¿Qué harás?
-Bueno, yo nunca fui buena para hacer lo que ellos hacen. Preferiría quedarme a leer, si me lo permite.
-Claro, toma el libro que desees- dijo Alice con una sonrisa, antes de volver a concentrarse en lo que hacía.
-Gracias-
Mar corría por los pasillos hasta llegar a la puerta que le llevaba al parque, en donde el día de ayer, los chicos habían estado haciendo ejercicios, pero no halló a nadie, excepto a uno de los agentes de la Orden que pasaba por allí, era uno de los más jóvenes –casi de su edad – y nada feo que digamos.
-Señorita Marianella. ¿Cómo está?
-Mar- corrigió ella –Bien ¿Y usted?
-Muy bien, gracias por preguntar. ¿Qué hace aquí afuera?
-Busco a los demás ¿Los ha visto por casualidad?
-Oh claro, Charles se los ha llevado al segundo gimnasio para entrenarlos a los tres-
-¿Tres?
-Sí, al parecer la señorita Silvermist también pidió ser entrenada por el señor Charles.
-Con que si… ¿En dónde se encuentra el segundo gimnasio?
-Con gusto la llevaré allí personalmente –
-No quisiera interrumpirlo –rio Mar
-Nada de eso, es por aquí- sin más, el joven empezó a caminar seguido por Mar, quién solo se encontraba pensando en que tipo de ejercicios estaría haciendo Sil, le emocionaba saber si ella también podría entrenar. Ella a diferencia de sus dos amigas, había sido entrenada en su vida pasada a petición de la Princesa y aunque no era una de las mejores, se supo defender muy bien. Claro que no le llegaba ni a los talones a los dos Caballeros, pero no estaba nada mal.
En esta vida había estado realizando algunas actividades que la acercaban con aquellas que hacía en lo que antes creía: “sueños”. Era un as en gimnasia, artes marciales y entro a porrista, así como también practicó esgrima. Quizá ahora se encontraba más preparada para luchar y defender a Alice, como no lo pudo ser en el pasado. Estaba decidido, le insistiría a Charles para que ella también entrenase.
-Y es por eso que me gustaría invi… ¿Eh, señorita Mar?- llamó el caballero.
-¿Eh? Oh disculpa, ¿qué decías?- preguntó con una sonrisita, honestamente no lo había escuchado en nada.
-No-no era nada… ¡Ya llegamos!- dijo un tanto sonrojado señalando la amplia estructura frente a él.
-Pero este es el gimnasio normal
-Es que el segundo se haya debajo de este, mire…por allí se encuentra las escaleras que llevan a la parte inferior- señaló una entrada al lado del edificio.
-¡Ah! ¡Muchas gracias!- sonrió la muchacha.
-De-de nada- el muchacho se sonrojo lo que pasó inadvertido por la chica –Bueno, me retiro. Si necesita algo, solo llame-
-Sí gracias…Por cierto, no me trates de usted. Eso no va conmigo. Simplemente Mar ¿sí?
-Sería inapropiado…
-Yo no soy la princesa, así que estará bien- sonrió –Bueno, nos vemos- sin más se despidió mientras el muchacho se quedaba observando.
La chica entro por la puerta, caminó unos pasos y bajó unas escaleras hasta llegar a una puerta doble la cual se pasó a toda prisa. Allí se encontró con una escena tan rara como divertida.
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Bueno aquí lo dejo, porque no se me ocurre que más poner.
Disculpen la porquería que ha sido escrita aquí...pero tengo sueño y ando enferma -w-
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Re: [Roll-P] Remember
La castaña empezó a reír al ver la escena Noah, estaba siendo aplastado por Aker y Sil, los dos chicos completamente dormidos en trajes algo singulares, casi se podría decir de mujer (?, con los rostros rayados con marcador negro, mientras Noah lucía rasgos gatunos, Sil terminaba de dibujar Corazones y flores en la cara de Aker.
- ¿Qué pasó? - Preguntó Mar tratando de contener la risa.
- Nos aprovechamos un poco de su cansancio - Charles apareció acercándose al lugar a un lado.
- Esto es divertido - Sil sonrió animada - Cuando Charles les dijo sobre los trajes nisiquiera rechistaron, de lo dormidos no se han dado cuenta que están más femeninos que nosotras - Rió un poco.
- No los veré igual desde ahora - Mar negó riendo - Pero ¿No se supone que estaban entrenando? - Dirigió su mirada al mayor interrogante.
- Los dejaré dormir, hasta que recuperen fuerzas, luego despierten y vean cómo están - Sacó una cámara (? - Por ahora comenzaré el entrenamiento de la señorita Sil, ya que me lo pidió.. - Fue interrumpido por Mar.
- Yo también quiero entrenar - Pidió decidida.
- ¿También? ¿Eh? - Suspiró pesadamente - Le di la oportunidad a la señorita Sil, usted también puede si lo desea.
- ¡Gracias! - La castaña estaba tan animada que le brillaban los ojos.
- Pero como ve - Señaló a los dos jóvenes - Mis entrenamientos no son fáciles, así que... - Se dirigió a las dos damas - Más les vale estar preparadas.
- ¡Seguro! - Contestaron al unisono.
- ¿Ven el camino marcado? - Señaló el gimnasio. Ellas asintieron.
- Deberán de completar todo, sin trampas en menos de 20 minutos. Ahora - Concluyó y se fue a sentar y marcó un cronómetro.
- ¿Ahora? ¿Veinte Minutos? ¿Ocho veces?- Dijeron ambas sorprendidas. Las dos eran buenas en deportes y esfuerzo físico, pero también tenían su límite.
- Sí, y el tiempo se les acaba - Les mostró el cronometro - Cabe recalcar que si no lo logran deberán de repetirlo ocho veces más. ¡Ah! - Recordó - Deben de amarrarse esos grilletes al pie - Señaló unos con una esferas unidos a ellos, de un peso aproximado de 100 lb. Sacó una revista y empezó a leerla.
- Pero... Eso...- Dijo Mar con un tic nervioso.
- No pueden cargar más de lo que pesan, 100 lb es un peso normal para las personas, ¡Oh! ha pasado un minuto - Salieron disparadas a completar el nuevo laberinto que había creado el hombre, Como podían, cargando con ese peso de más.
- Ese es mi pastel... - Murmuraba el peli rojo en sueños - Regresamelo maldito gato...
- Oh, Gatito ¿Necesitas algo? - El delirio también estaba con el rubio (? - ¿Me convidas de tu pastel? Genial...
El sonido de pitidos hizo que los dos jóvenes despertaran de su apacible sueño con cara de pocos amigos. Se sentaron, restregaron sus ojos y vieron a un lado hacia donde se encontraba el otro, al verse comenzaron a burlarse del otro.
- No sabía que se te daba ese lado - Atacó Aker.
- ¿Lado? - Noah se miró y sonrojó de la vergüenza de lo que estaba usando - Pues mírate tú, hasta corazones por ojos tienes, por favor, no te me acerques.
- ¿Corazones? Miró a un vidrio que lo reflejaba viéndose en las mismas condiciones que su compañero teíendo la misma reacción - ¿Quién hizo ésto? - Enfureció.
El sonido de una cámara los hizo girar el rostro para mirar a su entrenador actual, Charles, el cual había hecho uso sin dudar de la cámara.
- Bueno, jóvenes ya han dormido mucho, será mejor que se apuren y empiecen el entrenamiento - Señaló el gimnasio y vieron a sus dos amigas casi muertas del cansancio corriendo como podían.
- Pero primero nos debemos cambiar... - Dijo Noah señalando las ropas.
- Para nada, así están bien.
El color de los dos caballeros cambió de rosa a pálido en un santiamén.
- ¡Chicas! - Llamó el mayordomo - Recuerden cambiar de pierna en cada vuelta ~ - Mar y Sil asintieron al borde de la muerte (?.
- ¿Qué hicieron? - Preguntó Aker tragando saliva.
- No completaron la primer vuelta en el tiempo requerido, así que tienen que hacer ocho más, bueno seis - Se encogió de hombros y señaló otros grilletes de las misma complexión de el que cargaban las chicas.
- ¡Ah! ¿Son esos? - Preguntó Noah casi sin creérselo, pensando que quizá sería fácil. Se acercaron y se los pusieron -
- Tiempo inicia... ¡Ahora! - Salieron disparados pero la voz de Charles los hizo parar - Si hacen eso, van a repetir todo doce veces - Quedaron congelados donde estaban - Los que yo señalé son los que están al lado - Se pudieron avistar unas esferas de unas 200 lb - No esos, además éste entrenamiento es sin trampas o repiten todo... cincuenta veces - Regresaron a la velocidad de Shaggy y Scooby, cuando ven un fantasma - Se han ido dos minutos, suerte en la repetición - Sonrió sin más y regresó a la revista.
- No puedo más... - Dijo Sil, tanto ella como Mar se estaban arrastrando después de haber terminado con todo - Las piernas me tiemblan - Se sentó y las masajeó para que el dolor pasara.
- Esto no es de humanos - Chilló Mar - Terminaré más dotada que Mike Tyson - Se agarró la cabeza y dejó caer al suelo sin fuerzas.
- Bien dicho, nos estamos enfrentando a algo que no es humano - Recordó Charles sin quitar la vista de la revista.
- Nos quedaremos sin fuerzas para combatirlo - Rechistó Mar.
- Eso, eso - Apoyó Sil - Aunque de igual manera me sorprende que esos dos hagan todo lo que ordene y no se quejen - Sil suspiró - Que envidia...
- Es verdad, no lo comprendo.
- Pues... Es porque les dije que si no hacían todo lo que les decía no serían entrenados y pasarían una semana sin comer - El mayor sonrió.
- Ya veo... - La mirada de las dos jóvenes se tornó negra al descubrir la clase de sádico con la que se habían topado.
- Buenos Días~ - Saludó la princesa abriendo la puerta, su sorpresa fue ver aún tiradas en la cama a Sil y Mar, mientras que Keira estaba en buen estado y arreglada.
- Cinco minutitos más - Pidió la castaña, tapándose con las sábanas.
- Por favor mamí solo un ratito - Sil imitó la acción.
- Hay que ver... - Sonrió la princesa.
- No creo que levanten - Negó Keira divertida - Como vio ayer llegaron, creo que, como nunca cansadas.
- Bueno, así han comprendido por lo que pasaron el otro día los chicos - Miró a Keira - ¿Vamos a despertarlos?
- Seguro están peor, pero a ellos si puedo hacerlos despertar.
Entraron a la habitación con dos baldes de agua helada tanto la princesa como Keira tenían uno y se los lanzaron a Noah y Aker respectivamente. La unión de los gritos hizo estremecer aquella mansión, a pesar de que dos personas ni lo notaron.
Bien... Me gusta hacerlos sufrir con ejercicio (?
Pero bah, Charles es el malo no yo :'D
Y bueno sé que les quité un poco de hombría a los... Tan queridos y masculinos personajes que hay, pero jajkahkshaakld no me resistí (?
Y la verdad sería bueno sise dan una vacaciones... Solo humilde opinión (? Lo hubiera hecho de no ser que recién se me ocurre y ya es tarde y tengo sueño y... eso xDU
- ¿Qué pasó? - Preguntó Mar tratando de contener la risa.
- Nos aprovechamos un poco de su cansancio - Charles apareció acercándose al lugar a un lado.
- Esto es divertido - Sil sonrió animada - Cuando Charles les dijo sobre los trajes nisiquiera rechistaron, de lo dormidos no se han dado cuenta que están más femeninos que nosotras - Rió un poco.
- No los veré igual desde ahora - Mar negó riendo - Pero ¿No se supone que estaban entrenando? - Dirigió su mirada al mayor interrogante.
- Los dejaré dormir, hasta que recuperen fuerzas, luego despierten y vean cómo están - Sacó una cámara (? - Por ahora comenzaré el entrenamiento de la señorita Sil, ya que me lo pidió.. - Fue interrumpido por Mar.
- Yo también quiero entrenar - Pidió decidida.
- ¿También? ¿Eh? - Suspiró pesadamente - Le di la oportunidad a la señorita Sil, usted también puede si lo desea.
- ¡Gracias! - La castaña estaba tan animada que le brillaban los ojos.
- Pero como ve - Señaló a los dos jóvenes - Mis entrenamientos no son fáciles, así que... - Se dirigió a las dos damas - Más les vale estar preparadas.
- ¡Seguro! - Contestaron al unisono.
- ¿Ven el camino marcado? - Señaló el gimnasio. Ellas asintieron.
- Deberán de completar todo, sin trampas en menos de 20 minutos. Ahora - Concluyó y se fue a sentar y marcó un cronómetro.
- ¿Ahora? ¿Veinte Minutos? ¿Ocho veces?- Dijeron ambas sorprendidas. Las dos eran buenas en deportes y esfuerzo físico, pero también tenían su límite.
- Sí, y el tiempo se les acaba - Les mostró el cronometro - Cabe recalcar que si no lo logran deberán de repetirlo ocho veces más. ¡Ah! - Recordó - Deben de amarrarse esos grilletes al pie - Señaló unos con una esferas unidos a ellos, de un peso aproximado de 100 lb. Sacó una revista y empezó a leerla.
- Pero... Eso...- Dijo Mar con un tic nervioso.
- No pueden cargar más de lo que pesan, 100 lb es un peso normal para las personas, ¡Oh! ha pasado un minuto - Salieron disparadas a completar el nuevo laberinto que había creado el hombre, Como podían, cargando con ese peso de más.
- Ese es mi pastel... - Murmuraba el peli rojo en sueños - Regresamelo maldito gato...
- Oh, Gatito ¿Necesitas algo? - El delirio también estaba con el rubio (? - ¿Me convidas de tu pastel? Genial...
El sonido de pitidos hizo que los dos jóvenes despertaran de su apacible sueño con cara de pocos amigos. Se sentaron, restregaron sus ojos y vieron a un lado hacia donde se encontraba el otro, al verse comenzaron a burlarse del otro.
- No sabía que se te daba ese lado - Atacó Aker.
- ¿Lado? - Noah se miró y sonrojó de la vergüenza de lo que estaba usando - Pues mírate tú, hasta corazones por ojos tienes, por favor, no te me acerques.
- ¿Corazones? Miró a un vidrio que lo reflejaba viéndose en las mismas condiciones que su compañero teíendo la misma reacción - ¿Quién hizo ésto? - Enfureció.
El sonido de una cámara los hizo girar el rostro para mirar a su entrenador actual, Charles, el cual había hecho uso sin dudar de la cámara.
- Bueno, jóvenes ya han dormido mucho, será mejor que se apuren y empiecen el entrenamiento - Señaló el gimnasio y vieron a sus dos amigas casi muertas del cansancio corriendo como podían.
- Pero primero nos debemos cambiar... - Dijo Noah señalando las ropas.
- Para nada, así están bien.
El color de los dos caballeros cambió de rosa a pálido en un santiamén.
- ¡Chicas! - Llamó el mayordomo - Recuerden cambiar de pierna en cada vuelta ~ - Mar y Sil asintieron al borde de la muerte (?.
- ¿Qué hicieron? - Preguntó Aker tragando saliva.
- No completaron la primer vuelta en el tiempo requerido, así que tienen que hacer ocho más, bueno seis - Se encogió de hombros y señaló otros grilletes de las misma complexión de el que cargaban las chicas.
- ¡Ah! ¿Son esos? - Preguntó Noah casi sin creérselo, pensando que quizá sería fácil. Se acercaron y se los pusieron -
- Tiempo inicia... ¡Ahora! - Salieron disparados pero la voz de Charles los hizo parar - Si hacen eso, van a repetir todo doce veces - Quedaron congelados donde estaban - Los que yo señalé son los que están al lado - Se pudieron avistar unas esferas de unas 200 lb - No esos, además éste entrenamiento es sin trampas o repiten todo... cincuenta veces - Regresaron a la velocidad de Shaggy y Scooby, cuando ven un fantasma - Se han ido dos minutos, suerte en la repetición - Sonrió sin más y regresó a la revista.
- No puedo más... - Dijo Sil, tanto ella como Mar se estaban arrastrando después de haber terminado con todo - Las piernas me tiemblan - Se sentó y las masajeó para que el dolor pasara.
- Esto no es de humanos - Chilló Mar - Terminaré más dotada que Mike Tyson - Se agarró la cabeza y dejó caer al suelo sin fuerzas.
- Bien dicho, nos estamos enfrentando a algo que no es humano - Recordó Charles sin quitar la vista de la revista.
- Nos quedaremos sin fuerzas para combatirlo - Rechistó Mar.
- Eso, eso - Apoyó Sil - Aunque de igual manera me sorprende que esos dos hagan todo lo que ordene y no se quejen - Sil suspiró - Que envidia...
- Es verdad, no lo comprendo.
- Pues... Es porque les dije que si no hacían todo lo que les decía no serían entrenados y pasarían una semana sin comer - El mayor sonrió.
- Ya veo... - La mirada de las dos jóvenes se tornó negra al descubrir la clase de sádico con la que se habían topado.
- Buenos Días~ - Saludó la princesa abriendo la puerta, su sorpresa fue ver aún tiradas en la cama a Sil y Mar, mientras que Keira estaba en buen estado y arreglada.
- Cinco minutitos más - Pidió la castaña, tapándose con las sábanas.
- Por favor mamí solo un ratito - Sil imitó la acción.
- Hay que ver... - Sonrió la princesa.
- No creo que levanten - Negó Keira divertida - Como vio ayer llegaron, creo que, como nunca cansadas.
- Bueno, así han comprendido por lo que pasaron el otro día los chicos - Miró a Keira - ¿Vamos a despertarlos?
- Seguro están peor, pero a ellos si puedo hacerlos despertar.
Entraron a la habitación con dos baldes de agua helada tanto la princesa como Keira tenían uno y se los lanzaron a Noah y Aker respectivamente. La unión de los gritos hizo estremecer aquella mansión, a pesar de que dos personas ni lo notaron.
Bien... Me gusta hacerlos sufrir con ejercicio (?
Pero bah, Charles es el malo no yo :'D
Y bueno sé que les quité un poco de hombría a los... Tan queridos y masculinos personajes que hay, pero jajkahkshaakld no me resistí (?
Y la verdad sería bueno sise dan una vacaciones... Solo humilde opinión (? Lo hubiera hecho de no ser que recién se me ocurre y ya es tarde y tengo sueño y... eso xDU
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Aquel día, se levantaron con el sonido de una trompeta en sus oídos. Las dos jóvenes dieron un salto y un grito que se oyó por toda la mansión. El mayor domo se encontraba frente a ellas: -¡No es hora de descansar! – gritó y sin más se dio la vuelta –Tienen cinco minutos para levantarse, lavarse, comer y salir al gimnasio. Entre más se demoren peor será. Una vuelta a la pista por cada demora. Los chicos les llevan ventaja- Anunció con una sonrisa y sin más se fue. Ambas chicas volvieron a caer rendidas a la cama.
-Tenemos…-empezó a hablar la peli blanca
-que movernos- siguió la castaña. Ambas soltaron un suspiro.
Aquel día fue el inicio de toda una semana de esfuerzo y sufrimiento. Pero poco a poco los resultados se daban a notar. Casi sin pensarlo los cuatro muchachos iban adaptándose al duro entrenamiento.
-Buenos días- saludó la princesa al salir de su habitación y topándose con la castaña que la había acompañado toda la semana -¿Traes los baldes?- dijo divertida.
-Por supuesto. Vamos primero con los muchachos- rió. Ambas se acercaron a la habitación de los dos chicos. Abrieron la puerta esperándose topar con una de las típicas escenas con la que se habían topado toda la semana. En una ocasión, ambos se habían quedado dormidos en el piso y estaban abrasándose, en otra ocasión… estaban tan cansados habían quedado dormidos como cayeron al entrar al cuarto. Alice rió al recordar eso. Sin embargo, la risa desapareció al toparse con la habitación completamente vacía y las camas tendidas.
-¿En dónde están?- preguntó Keira.
-Ni idea, seguramente Charles se los llevó temprano. Vamos con las chicas- y así se encaminaron. Tocaron dos veces la puerta pero no recibieron respuesta, abrieron despacio y la misma escena las había sorprendido. Las chicas no estaban. Muy extrañadas se dirigieron al comedor en donde tampoco los encontraron. Keira le preguntó a una de las mucamas que se encontraban allí, porque sí, habían mucamas que habían estado con Alice desde que ella tenía uso de razón y tenían mucha confianza.
-Oh las señoritas y los jóvenes vinieron a desayunar con el alba, ahora deben de estar en el campo de entrenamiento- dijo una de las más ancianas.
-Gracias- dijeron ambas y luego de desayunar se encaminaron para ver con sus mismos ojos. Allí, en el campo, se encontraban las dos chicas sobre una plataforma en medio de la sala en la que se estaban enfrentando cuerpo a cuerpo usando una especie de muñequeras y cintas para los pies de color negro. Estaban en una dura batalla, mientras los chicos corrían sin ningún problema halando cada uno una cadena que tenía atada al otro lado una esfera enorme de acero, sin contar que también cargaban lo mismo que las chicas.
-Cada una está sosteniendo algo de diez kilos en cada extremidad y los muchachos además de ello, cargan el triple de eso en esas esferas.
-Vaya, han mejorado – soltó sorprendida Alice
-Sí, son muchachos fuertes y tercos- rió Charles.
Keira se había quedado sorprendida observando aquel espectáculo.
Y así terminó la semana y transcurrieron un par de días más.
-¡Basta! – gritó Charles. Las dos damiselas descendieron al piso. Habían estado practicando sobre la plataforma con espadas. Los muchachos habían estado en lo mismo, pero por toda la zona de abajo y a un lado, Keira se recostaba luego de haber tenido un arduo entrenamiento con Charles, y es que ella, luego de haber visto la mejoría de sus compañeros, también decidió practicar un poco, pero pidió que no sea tan estricto ya que ella solo quería un poco de defensa personal. Charles aceptó pero bajo sus términos. Keira llevaba algo de tres días y medio practicando y sentía que había sido más de un año. Alice, por su parte había acabado con las cosas de su padre y tenía más tiempo libre, el cual pasaba sentada observando a los muchachos entrenar.
-Bien, han hecho un trabajo excelente. Ustedes dos jóvenes creo que ya tienen todo lo necesario para poder defenderse y enfrentarse. Su resistencia y velocidad es impresionante- dijo refiriéndose a los dos ex caballeros. –Por otro lado, ustedes damiselas. Son lo que más me ha impresionado. De ellos era de esperarse pero ustedes se han superado así mismas. Keira, fue poco pero fue mucho lo que diste, creo que estás lista para hacer lo que deseabas. Ahora solo me queda decir que su entrenamiento por ahora ha finalizado- dijo sin más-
-¿A qué se refiere?- preguntó Noah mirándolo extrañado.
-¿Qué ya no nos va a enseñar?- siguió Aker.
-No he dicho eso. Solo digo que ha sido suficiente por ahora y ha terminado la primera etapa- habló manteniendo la compostura. –Hablando con la señorita Alice, hemos llegado al acuerdo de que tengan unas vacaciones-
-¡¿Vacaciones?!- soltaron todos al unisonó.
-¿Cómo que vacaciones? ¡Nosotros no podemos tener vacaciones! ¡Athur…!- empezó Noah.
-Athur no ha atacado en más de dos semanas caballeros y esto se debe, según un informe reciente, a que en su última batalla gastó demasiada energía. Tenemos la teoría de que se ha escondido para recuperar esas fuerzas.
-¿Cómo dice? ¿Por qué no lo avisó antes? Este puede ser el momento de atacarlo- habló Aker.
-Oh claro y con el poder incompetente que tenían y aún tiene. Señores, han mejora mucho pero aún no es suficiente-
-Por eso mismo… ¿cómo vamos a descansar si Athur se vuelve cada vez más fuerte?- preguntó Mar
-No sirve de nada que estén entrenando sin descanso, sería lo mismo que nada. Así solo conseguirán perder fuerzas. Todos necesitamos un descanso de vez en cuando-
-Pero…- Sil iba a decir algo, pero prefirió callarse. Alice que miraba un poco preocupada la escena, sonrió y se acercó.
-Chicos entendemos su preocupación, pero Charles tiene razón. Además, necesitan estos días. Sus familias deben de estar preocupadas, sin contar el hecho de que ustedes también tienen una vida en esta era. Han estado casi un mes con todo esto. Desde que me contaron que se conocieron, se infiltraron, me ayudaron, lucharon y todo… No han tenido descanso alguno- Aquellas palabras cayeron como agua helada sobre los chicos. Se habían emocionado tanto cuando sus sueños empezaron a volverse realidad y a tener un sentido, que olvidaron todo lo exterior. En menos de cuatro semanas se habían encerrado en la historia antigua y olvidaron que cada uno tenía otra vida en esa era.
-¿Y usted?- preguntó Keira mirando a la joven.
-Yo estaré bien, estoy rodeada por gente de La Orden, además de que todos los planes que organizamos al venir aquí, están dando resultados- sonrió. Así había sido, se habían mudado a la mansión de verano de la joven, junto a los caballeros y gente de fiar y habían tomado todas las medidas necesarias para no ser encontrados y que la mansión esté protegida. La madre de Alice se había quedado en la otra mansión con un grupo de guardias. Después de todo, ella no corría ningún peligro.
-¿Cómo sabe lo de Athur?- intervino Aker.
-Pues un grupo de agentes de La Orden está pendiente de las señales de Athur. Sospechamos que ha entrado a una etapa de hibernación, por así decirlo. No ha dejado ningún rastro que podamos usar para encontrarlo, es como si la tierra lo hubiera tragado. Por eso, creemos que es el tiempo indicado para esto. Vayan a sus hogares, solucionen todo, tómense unos días de jóvenes normales y vuelvan dentro de una semana. No más, no menos. Estaremos en contacto con ustedes vía esto. –Charles estiró una caja que había tomado de la mesita en donde estaba sentada Alice y lo abrió. Había unos pequeños aparatos de diversos colores.
-¿Celulares?- preguntó Aker tomando uno de color rojo.
-Algo así, están modificados para tenernos en contacto entre todos-
-Ósea celulares con marcación rápida- siguió la broma Noah, quién había cogido uno de color Verde.
-Claro, pero también tiene una que otra alteración, cómo que no se pueden rastrear- sonrió.
-Charles y yo tenemos uno también- dijo mostrando uno de color lila en una mano y en la otra, otro de color negro.
-¿Y que se supone que hagamos con esto?- preguntó Keira, mostrando el suyo que era de color rosa.
-Lo usaremos para estar en contacto. Si tienen algún problema o algo, solo llamen- finalizó Charles.
-¡Son lindos! ¡Gracias!- dijo Sil mientras cogía con ambas manos el pequeño aparato de color blanco.
-No es por nada-
-Entonces está decidido- Mar soltó un suspiro para luego reemplazarlo con una sonrisa –Nos iremos y volveremos pronto. Cualquier cosa, estaremos en contacto- dijo guiñando un ojo y guardando su nuevo objeto sin nombre pensado que parece un celular de color Celeste.
Y así fue… Ese mismo día al atardecer, sin estar seguros, los cinco chicos partieron en vehículos diferentes. Para no ser seguidos. Mar viajó junto a Noah pues sus casas no se encontraban tan lejos y podían irse en la misma dirección. Por otro lado Aker y Sil fueron encaminados mientras que Keira iba sola ya que se hallaba al otro lado de la ciudad.
-Entonces…-empezó a decir la castaña para interrumpir el silencio que se había formado.
-¿Por qué aceptaste tan fácil?- dijo el rubio sin siquiera mirar a la joven, observaba tras la ventana polarizada.
-No ganábamos nada haciéndolo. En lo poco que he conocido a Alice y a Charles, cuando algo se les mete a la cabeza, es imposible sacárselos y… ¿En verdad crees que Charles nos hubiera permitido quedarnos? Nos hubiera hecho sufrir el triple – finalizó con una sonrisa - Además creo que así debe ser, Alice estará bien- intentó animar.
-Puede que tengas razón, ojalá estos días se pasen rápido- finalizó el rubio.
-¿Seguirás entrenando verdad?
-Sí claro, a lo que se pueda
-No te esfuerces demasiado no más o si no, Charles te hará pagar las consecuencias- se bufó
-¿Tú que harás?
-Buscar una buena excusa para mi hermano, tal vez dormir, comer helado e ir a la escuela-
-¿Escuela? ¿Enserio?
-¡Oye! Soy una chica aplicada – reclamó en son de broma, mientras Noah le dirigía una mirada de: ¿enserio?
-Ok, ok no del todo. Pero si volveré a resolver unas cositas- sonrió.
-Eres una chica extraña-
-Capaz sí, pero quiero disfrutar ser una chica normal…al menos por ahora. Desde siempre he sabido que de normal no tengo ni un pelo, era la única chica que soñaba con cosas extrañas y las vivía, todos me creían muy creativa e imaginativa, pero a mi me aterraba por que algo me decía que era verdad… a veces lo deseaba otras me aterraba. Intenté hacer una vida normal…pero algo en mí sabía que tarde o temprano dejaría de serlo. Ese momento llegó, estamos en medio de una lucha Noah, cuando volvamos no sabremos por cuanto tiempo será, si volveremos o no – la joven había adquirido un semblante serio, tenía la vista perdida en la ventana, mientras Noah la observaba.
-Quizá tengas razón- la chica volteo a verlo y sonrió.
-¿Y tú que harás Akky?
-Comer y dormir, hace mucho que no pruebo una buena tarta-
-Jeje ¿te gusta bastante los dulces?
-Hasta el punto de ser diabético- rió sarcásticamente.
-Vaya –rió – Yo quiero ver a mi familia-
-Creo que es verdad eso de que nos olvidamos de todo- habló Akky
-Sí, en verdad que sí- la albina sonrió
-Pero una semana me parece demasiado- exhaló el pelirrojo.
-Yo creo que estará bien para poder resolver cabos sueltos- dijo a joven, el muchacho la observó. –No sé si se han dado cuenta, pero con las chicas estábamos hablando… Una vez que volvamos no sabremos si regresaremos a casa. Tenemos una misión enorme. No es solo pelear y todo eso-
-Puede que tengas razón, pero…- Sil observó a Akky, este se había acomodado en el carro como para echarse a dormir. –Nosotros ganaremos, así que de todas maneras volveremos- Aquellas palabras hicieron sonreír a la albina.
Entró apurada a la casa, había ido antes a la casa de Noah para sacar todos sus objetos que había dejado el día del baile. Entró sigilosamente, la oscuridad de la noche ya se había apoderado del departamento completo.
-¿Hermano? ¿Gian…?- llamó con cuidado. –A lo mejor no está- suspiró. Caminó por el corredizo para dirigirse a su habitación, estaba medias cuando la luz de la cocina se encendió, se giró para allí.
-¿Marianella?- preguntó una voz de un joven. Ella se volteó.
-¿Hermano?- soltó una sonrisa nerviosa.
-¡¿Dónde has estado?!- gritó el joven. Tenía los ojos caramellos y el cabello castaño claro.
-Pues…-
-Casi tres semanas sin saber de ti, mis padres llamaban y ya no sabía que decirles- tomó aire -¿Te fugaste verdad? ¡¿Con quién te fugaste?
-Y según tú…si me fugué ¿Cómo estoy aquí?
-¿Dónde estabas? ¡No has ido a la escuela! ¡No sabía nada de ti! Si no llamé a la policía era porque sabía que estabas bien, además llamó un señor extraño diciendo que te encontrabas en casa de su nieta y que regresarías pronto.
-¿Señor extraño?- se cuestionó la joven. Seguro habrá sido Charles haciéndose pasar por alguien. -Mira hermano… Te prometo que te lo contaré pronto, pero hoy estoy muy cansada
-¡Ni una llamada! ¡Nada! Dime la verdad…estuviste…
-Para que te quede claro, estuve con unos amigos y no hemos hecho nada malo – dijo en tono amenazante – así que ni te atrevas a pensarlo.
-Tu comida está en el microondas –dijo antes de darse la vuelta y dirigirse a la sala a ver televisión.
-Gracias- mencionó la joven. Se sentía mal. Sabía que su hermano no cocinaba y para que la tenga preparada…quería decir que la estaba esperando ¿Cuánto tiempo pudo haberlo hecho? Siempre pensó que su hermano era un extraterrestre que solo se encargaba de hacerle la vida imposible, aunque ambos se habían apoyado y él había cuidado de ella muchas veces. Se sintió mal y no solo por lo que lo hizo pasar sino…por lo que pasaría más adelante.
Entro a su habitación y se recostó un rato. Sacó aquel aparato sin nombre que se parecía a un celular cualquiera y empezó a curiosear. Tenía cuatro mensajes. Todos de sus amigos: Llegué bien. – Todo bien –Acabo de llegar, nos vemos pronto – Por aquí todo bien.
Y es que habían quedado en mandarse el mensaje para estar seguros de que todo estaría bien, entre ellos a Charles y a Alice. Ella cogió el aparato y texteó: -“Llegué bien, me alegro que ustedes igual”- Lo dejó a un lado y se recostó.
-------------------------------------------
Bien es todo lo que tengo por ahora. Me gustaría que no pasen tan rápido la semana de vacaciones y que no le metan tanto drama… no sé, quizá que se encuentren tomando un helado en la dulcería o que se vean en una casa o en la escuela, que disfruten unos días como chicos normales y si los meterán en líos…que pase tiempo pues xD Y
Espero que les guste *-*
Por cierto…esos aparatitos, no sé de donde aparecieron pero me gustaron xD no tengo idea de cómo son, solo que son de colorcitos *-*
Nos leemos. Saludos~*
-Tenemos…-empezó a hablar la peli blanca
-que movernos- siguió la castaña. Ambas soltaron un suspiro.
Aquel día fue el inicio de toda una semana de esfuerzo y sufrimiento. Pero poco a poco los resultados se daban a notar. Casi sin pensarlo los cuatro muchachos iban adaptándose al duro entrenamiento.
-Buenos días- saludó la princesa al salir de su habitación y topándose con la castaña que la había acompañado toda la semana -¿Traes los baldes?- dijo divertida.
-Por supuesto. Vamos primero con los muchachos- rió. Ambas se acercaron a la habitación de los dos chicos. Abrieron la puerta esperándose topar con una de las típicas escenas con la que se habían topado toda la semana. En una ocasión, ambos se habían quedado dormidos en el piso y estaban abrasándose, en otra ocasión… estaban tan cansados habían quedado dormidos como cayeron al entrar al cuarto. Alice rió al recordar eso. Sin embargo, la risa desapareció al toparse con la habitación completamente vacía y las camas tendidas.
-¿En dónde están?- preguntó Keira.
-Ni idea, seguramente Charles se los llevó temprano. Vamos con las chicas- y así se encaminaron. Tocaron dos veces la puerta pero no recibieron respuesta, abrieron despacio y la misma escena las había sorprendido. Las chicas no estaban. Muy extrañadas se dirigieron al comedor en donde tampoco los encontraron. Keira le preguntó a una de las mucamas que se encontraban allí, porque sí, habían mucamas que habían estado con Alice desde que ella tenía uso de razón y tenían mucha confianza.
-Oh las señoritas y los jóvenes vinieron a desayunar con el alba, ahora deben de estar en el campo de entrenamiento- dijo una de las más ancianas.
-Gracias- dijeron ambas y luego de desayunar se encaminaron para ver con sus mismos ojos. Allí, en el campo, se encontraban las dos chicas sobre una plataforma en medio de la sala en la que se estaban enfrentando cuerpo a cuerpo usando una especie de muñequeras y cintas para los pies de color negro. Estaban en una dura batalla, mientras los chicos corrían sin ningún problema halando cada uno una cadena que tenía atada al otro lado una esfera enorme de acero, sin contar que también cargaban lo mismo que las chicas.
-Cada una está sosteniendo algo de diez kilos en cada extremidad y los muchachos además de ello, cargan el triple de eso en esas esferas.
-Vaya, han mejorado – soltó sorprendida Alice
-Sí, son muchachos fuertes y tercos- rió Charles.
Keira se había quedado sorprendida observando aquel espectáculo.
Y así terminó la semana y transcurrieron un par de días más.
-¡Basta! – gritó Charles. Las dos damiselas descendieron al piso. Habían estado practicando sobre la plataforma con espadas. Los muchachos habían estado en lo mismo, pero por toda la zona de abajo y a un lado, Keira se recostaba luego de haber tenido un arduo entrenamiento con Charles, y es que ella, luego de haber visto la mejoría de sus compañeros, también decidió practicar un poco, pero pidió que no sea tan estricto ya que ella solo quería un poco de defensa personal. Charles aceptó pero bajo sus términos. Keira llevaba algo de tres días y medio practicando y sentía que había sido más de un año. Alice, por su parte había acabado con las cosas de su padre y tenía más tiempo libre, el cual pasaba sentada observando a los muchachos entrenar.
-Bien, han hecho un trabajo excelente. Ustedes dos jóvenes creo que ya tienen todo lo necesario para poder defenderse y enfrentarse. Su resistencia y velocidad es impresionante- dijo refiriéndose a los dos ex caballeros. –Por otro lado, ustedes damiselas. Son lo que más me ha impresionado. De ellos era de esperarse pero ustedes se han superado así mismas. Keira, fue poco pero fue mucho lo que diste, creo que estás lista para hacer lo que deseabas. Ahora solo me queda decir que su entrenamiento por ahora ha finalizado- dijo sin más-
-¿A qué se refiere?- preguntó Noah mirándolo extrañado.
-¿Qué ya no nos va a enseñar?- siguió Aker.
-No he dicho eso. Solo digo que ha sido suficiente por ahora y ha terminado la primera etapa- habló manteniendo la compostura. –Hablando con la señorita Alice, hemos llegado al acuerdo de que tengan unas vacaciones-
-¡¿Vacaciones?!- soltaron todos al unisonó.
-¿Cómo que vacaciones? ¡Nosotros no podemos tener vacaciones! ¡Athur…!- empezó Noah.
-Athur no ha atacado en más de dos semanas caballeros y esto se debe, según un informe reciente, a que en su última batalla gastó demasiada energía. Tenemos la teoría de que se ha escondido para recuperar esas fuerzas.
-¿Cómo dice? ¿Por qué no lo avisó antes? Este puede ser el momento de atacarlo- habló Aker.
-Oh claro y con el poder incompetente que tenían y aún tiene. Señores, han mejora mucho pero aún no es suficiente-
-Por eso mismo… ¿cómo vamos a descansar si Athur se vuelve cada vez más fuerte?- preguntó Mar
-No sirve de nada que estén entrenando sin descanso, sería lo mismo que nada. Así solo conseguirán perder fuerzas. Todos necesitamos un descanso de vez en cuando-
-Pero…- Sil iba a decir algo, pero prefirió callarse. Alice que miraba un poco preocupada la escena, sonrió y se acercó.
-Chicos entendemos su preocupación, pero Charles tiene razón. Además, necesitan estos días. Sus familias deben de estar preocupadas, sin contar el hecho de que ustedes también tienen una vida en esta era. Han estado casi un mes con todo esto. Desde que me contaron que se conocieron, se infiltraron, me ayudaron, lucharon y todo… No han tenido descanso alguno- Aquellas palabras cayeron como agua helada sobre los chicos. Se habían emocionado tanto cuando sus sueños empezaron a volverse realidad y a tener un sentido, que olvidaron todo lo exterior. En menos de cuatro semanas se habían encerrado en la historia antigua y olvidaron que cada uno tenía otra vida en esa era.
-¿Y usted?- preguntó Keira mirando a la joven.
-Yo estaré bien, estoy rodeada por gente de La Orden, además de que todos los planes que organizamos al venir aquí, están dando resultados- sonrió. Así había sido, se habían mudado a la mansión de verano de la joven, junto a los caballeros y gente de fiar y habían tomado todas las medidas necesarias para no ser encontrados y que la mansión esté protegida. La madre de Alice se había quedado en la otra mansión con un grupo de guardias. Después de todo, ella no corría ningún peligro.
-¿Cómo sabe lo de Athur?- intervino Aker.
-Pues un grupo de agentes de La Orden está pendiente de las señales de Athur. Sospechamos que ha entrado a una etapa de hibernación, por así decirlo. No ha dejado ningún rastro que podamos usar para encontrarlo, es como si la tierra lo hubiera tragado. Por eso, creemos que es el tiempo indicado para esto. Vayan a sus hogares, solucionen todo, tómense unos días de jóvenes normales y vuelvan dentro de una semana. No más, no menos. Estaremos en contacto con ustedes vía esto. –Charles estiró una caja que había tomado de la mesita en donde estaba sentada Alice y lo abrió. Había unos pequeños aparatos de diversos colores.
-¿Celulares?- preguntó Aker tomando uno de color rojo.
-Algo así, están modificados para tenernos en contacto entre todos-
-Ósea celulares con marcación rápida- siguió la broma Noah, quién había cogido uno de color Verde.
-Claro, pero también tiene una que otra alteración, cómo que no se pueden rastrear- sonrió.
-Charles y yo tenemos uno también- dijo mostrando uno de color lila en una mano y en la otra, otro de color negro.
-¿Y que se supone que hagamos con esto?- preguntó Keira, mostrando el suyo que era de color rosa.
-Lo usaremos para estar en contacto. Si tienen algún problema o algo, solo llamen- finalizó Charles.
-¡Son lindos! ¡Gracias!- dijo Sil mientras cogía con ambas manos el pequeño aparato de color blanco.
-No es por nada-
-Entonces está decidido- Mar soltó un suspiro para luego reemplazarlo con una sonrisa –Nos iremos y volveremos pronto. Cualquier cosa, estaremos en contacto- dijo guiñando un ojo y guardando su nuevo objeto sin nombre pensado que parece un celular de color Celeste.
Y así fue… Ese mismo día al atardecer, sin estar seguros, los cinco chicos partieron en vehículos diferentes. Para no ser seguidos. Mar viajó junto a Noah pues sus casas no se encontraban tan lejos y podían irse en la misma dirección. Por otro lado Aker y Sil fueron encaminados mientras que Keira iba sola ya que se hallaba al otro lado de la ciudad.
-Entonces…-empezó a decir la castaña para interrumpir el silencio que se había formado.
-¿Por qué aceptaste tan fácil?- dijo el rubio sin siquiera mirar a la joven, observaba tras la ventana polarizada.
-No ganábamos nada haciéndolo. En lo poco que he conocido a Alice y a Charles, cuando algo se les mete a la cabeza, es imposible sacárselos y… ¿En verdad crees que Charles nos hubiera permitido quedarnos? Nos hubiera hecho sufrir el triple – finalizó con una sonrisa - Además creo que así debe ser, Alice estará bien- intentó animar.
-Puede que tengas razón, ojalá estos días se pasen rápido- finalizó el rubio.
-¿Seguirás entrenando verdad?
-Sí claro, a lo que se pueda
-No te esfuerces demasiado no más o si no, Charles te hará pagar las consecuencias- se bufó
-¿Tú que harás?
-Buscar una buena excusa para mi hermano, tal vez dormir, comer helado e ir a la escuela-
-¿Escuela? ¿Enserio?
-¡Oye! Soy una chica aplicada – reclamó en son de broma, mientras Noah le dirigía una mirada de: ¿enserio?
-Ok, ok no del todo. Pero si volveré a resolver unas cositas- sonrió.
-Eres una chica extraña-
-Capaz sí, pero quiero disfrutar ser una chica normal…al menos por ahora. Desde siempre he sabido que de normal no tengo ni un pelo, era la única chica que soñaba con cosas extrañas y las vivía, todos me creían muy creativa e imaginativa, pero a mi me aterraba por que algo me decía que era verdad… a veces lo deseaba otras me aterraba. Intenté hacer una vida normal…pero algo en mí sabía que tarde o temprano dejaría de serlo. Ese momento llegó, estamos en medio de una lucha Noah, cuando volvamos no sabremos por cuanto tiempo será, si volveremos o no – la joven había adquirido un semblante serio, tenía la vista perdida en la ventana, mientras Noah la observaba.
-Quizá tengas razón- la chica volteo a verlo y sonrió.
-¿Y tú que harás Akky?
-Comer y dormir, hace mucho que no pruebo una buena tarta-
-Jeje ¿te gusta bastante los dulces?
-Hasta el punto de ser diabético- rió sarcásticamente.
-Vaya –rió – Yo quiero ver a mi familia-
-Creo que es verdad eso de que nos olvidamos de todo- habló Akky
-Sí, en verdad que sí- la albina sonrió
-Pero una semana me parece demasiado- exhaló el pelirrojo.
-Yo creo que estará bien para poder resolver cabos sueltos- dijo a joven, el muchacho la observó. –No sé si se han dado cuenta, pero con las chicas estábamos hablando… Una vez que volvamos no sabremos si regresaremos a casa. Tenemos una misión enorme. No es solo pelear y todo eso-
-Puede que tengas razón, pero…- Sil observó a Akky, este se había acomodado en el carro como para echarse a dormir. –Nosotros ganaremos, así que de todas maneras volveremos- Aquellas palabras hicieron sonreír a la albina.
Entró apurada a la casa, había ido antes a la casa de Noah para sacar todos sus objetos que había dejado el día del baile. Entró sigilosamente, la oscuridad de la noche ya se había apoderado del departamento completo.
-¿Hermano? ¿Gian…?- llamó con cuidado. –A lo mejor no está- suspiró. Caminó por el corredizo para dirigirse a su habitación, estaba medias cuando la luz de la cocina se encendió, se giró para allí.
-¿Marianella?- preguntó una voz de un joven. Ella se volteó.
-¿Hermano?- soltó una sonrisa nerviosa.
-¡¿Dónde has estado?!- gritó el joven. Tenía los ojos caramellos y el cabello castaño claro.
-Pues…-
-Casi tres semanas sin saber de ti, mis padres llamaban y ya no sabía que decirles- tomó aire -¿Te fugaste verdad? ¡¿Con quién te fugaste?
-Y según tú…si me fugué ¿Cómo estoy aquí?
-¿Dónde estabas? ¡No has ido a la escuela! ¡No sabía nada de ti! Si no llamé a la policía era porque sabía que estabas bien, además llamó un señor extraño diciendo que te encontrabas en casa de su nieta y que regresarías pronto.
-¿Señor extraño?- se cuestionó la joven. Seguro habrá sido Charles haciéndose pasar por alguien. -Mira hermano… Te prometo que te lo contaré pronto, pero hoy estoy muy cansada
-¡Ni una llamada! ¡Nada! Dime la verdad…estuviste…
-Para que te quede claro, estuve con unos amigos y no hemos hecho nada malo – dijo en tono amenazante – así que ni te atrevas a pensarlo.
-Tu comida está en el microondas –dijo antes de darse la vuelta y dirigirse a la sala a ver televisión.
-Gracias- mencionó la joven. Se sentía mal. Sabía que su hermano no cocinaba y para que la tenga preparada…quería decir que la estaba esperando ¿Cuánto tiempo pudo haberlo hecho? Siempre pensó que su hermano era un extraterrestre que solo se encargaba de hacerle la vida imposible, aunque ambos se habían apoyado y él había cuidado de ella muchas veces. Se sintió mal y no solo por lo que lo hizo pasar sino…por lo que pasaría más adelante.
Entro a su habitación y se recostó un rato. Sacó aquel aparato sin nombre que se parecía a un celular cualquiera y empezó a curiosear. Tenía cuatro mensajes. Todos de sus amigos: Llegué bien. – Todo bien –Acabo de llegar, nos vemos pronto – Por aquí todo bien.
Y es que habían quedado en mandarse el mensaje para estar seguros de que todo estaría bien, entre ellos a Charles y a Alice. Ella cogió el aparato y texteó: -“Llegué bien, me alegro que ustedes igual”- Lo dejó a un lado y se recostó.
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Bien es todo lo que tengo por ahora. Me gustaría que no pasen tan rápido la semana de vacaciones y que no le metan tanto drama… no sé, quizá que se encuentren tomando un helado en la dulcería o que se vean en una casa o en la escuela, que disfruten unos días como chicos normales y si los meterán en líos…que pase tiempo pues xD Y
Espero que les guste *-*
Por cierto…esos aparatitos, no sé de donde aparecieron pero me gustaron xD no tengo idea de cómo son, solo que son de colorcitos *-*
Nos leemos. Saludos~*
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
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Re: [Roll-P] Remember
Se tumbó en la cama pensativo, no tenía sueño, ya se había acostumbrado a toda esa rutina que se le haría difícil regresar a sus malos hábitos de holgazán. Pero a pesar de todo no era tan malo volver a ver a su familia, de recordarlo se animaba.
Entró como siempre, el sonido de una alarma lo recibió lo cual lo puso de mal humor.
- ¡¿Cuántas veces les he dicho que quiten ese maldito ruido?! - Empezó a pegarle al cajetín principal hasta callarlo - ¡Molestan a los vecino y más importante a mí cuando estoy durmiendo! - Gritó a todo pulmón.
- ¿Aky? - Su hermana salió de la puerta de al frente que conectaba con la cocina - ¡Aky! - Una sonrisa apareció en su rostro y corrió a abrazarlo, pero la dejó con una extraña sensación - ¿Qué has estado haciendo? - Preguntó molesta subiendo la mirada al rostro de su hermano mayor.
- No eres nadie a quien le tenga que contar lo que hago - Le sacó la lengua desinteresado.
- Yo no, pero mamá sí - También le sacó la lengua, pero en su caso molesta - ¡Mamá! - Gritó para soltar a aquí y dirigirse hacia el mismo lugar del que había salido antes - ¡Aky ya no está Pachoncito! - Chilló halando del delantal de la mamá, la cual como sus dos hijos tenía ojos y cabellos rojos, solo que ella lo tenía hasta los hombros, y su hija hasta las caderas.
- ¿Aker? - Vio al joven en la puerta - Que bueno que regresaste - Sonrió.
- Sí, me disculpo por no haber avisado nada - Se llevó una mano a la nuca.
- Ya pasó, toma asiento, apura - El muchacho obedeció, su madre siempre era así, era extraño cuando le reclamaba por algo, ella de algún modo siempre sabía las cosas, y cada vez que se metia en problemas que no valían la pena era cuando se ponía furiosa - ¿Te fue bien? ¿Te divertiste? - El muchacho la miró un poco sorprendido ya que frente a él había uno de sus postres favoritos, Parfait de chocolate.
- Por supuesto - Sonrió - Conocí a más idiotas como ustedes - Comenzó a comer el postre como si alguien se lo fuera a quitar, de hecho estaba su hermana, Lia, tratando de hacerlo.
- Que bueno, eso quiere decir que son buenas personas ¿No?
- Son molestos, necios, extraños, con mal carácter, pero decididos y confiables, me caen terriblemente mal - Dijo con la boca llena y terminó con el parfait. Sus dos familiares sabían que eso quería decir que sin duda los consideraba personas importantes.
- Vaya, se parecen a ti - Dijo Lia. La madre levantó el plato.
- Por cierto - La mayor se acercó al lavabo - Si no regresabas hoy tu cuarto se iba a convertir en un salón de juegos.
- ¡¿Qué?! - Rechistó molesto - ¿No les basta con el que tienen?
- Lia lo quería hacer un salón de canto.
- Canta como perros ladrando a media noche - Recibió un golpe de su hermana - Deberías de hacer más ejercicio golpeas como si fueras una hormiga - Se le burló.
- En serio ¿Qué has estado haciendo?
- No te importa.
Fue una larga charla como las que siempre tenía con su familia, extraña y a la vez divertida, el haberse olvidado de tal cosa por todo un mes hizo que se sintiera un poco mal, pero después le dio lo mismo.
Ya había escrito el mensaje que habían acordado cuando llegó así que simplemente se durmió. Tenía pensado salir a cualquier parte el día siguiente, tal vez ya ni las calles reconocería.
Está muy... si eso (? y se me hizo raro hacerlo así pero bah, también deben de tener tiempo para ellos y si concuerdo que en algún momento se encuentren y planifiquen algo como para los últimos días de las vacaciones *^*/
Pensaba en la playa, pero armar lío en un supermercado también me agrada (? xD
Entró como siempre, el sonido de una alarma lo recibió lo cual lo puso de mal humor.
- ¡¿Cuántas veces les he dicho que quiten ese maldito ruido?! - Empezó a pegarle al cajetín principal hasta callarlo - ¡Molestan a los vecino y más importante a mí cuando estoy durmiendo! - Gritó a todo pulmón.
- ¿Aky? - Su hermana salió de la puerta de al frente que conectaba con la cocina - ¡Aky! - Una sonrisa apareció en su rostro y corrió a abrazarlo, pero la dejó con una extraña sensación - ¿Qué has estado haciendo? - Preguntó molesta subiendo la mirada al rostro de su hermano mayor.
- No eres nadie a quien le tenga que contar lo que hago - Le sacó la lengua desinteresado.
- Yo no, pero mamá sí - También le sacó la lengua, pero en su caso molesta - ¡Mamá! - Gritó para soltar a aquí y dirigirse hacia el mismo lugar del que había salido antes - ¡Aky ya no está Pachoncito! - Chilló halando del delantal de la mamá, la cual como sus dos hijos tenía ojos y cabellos rojos, solo que ella lo tenía hasta los hombros, y su hija hasta las caderas.
- ¿Aker? - Vio al joven en la puerta - Que bueno que regresaste - Sonrió.
- Sí, me disculpo por no haber avisado nada - Se llevó una mano a la nuca.
- Ya pasó, toma asiento, apura - El muchacho obedeció, su madre siempre era así, era extraño cuando le reclamaba por algo, ella de algún modo siempre sabía las cosas, y cada vez que se metia en problemas que no valían la pena era cuando se ponía furiosa - ¿Te fue bien? ¿Te divertiste? - El muchacho la miró un poco sorprendido ya que frente a él había uno de sus postres favoritos, Parfait de chocolate.
- Por supuesto - Sonrió - Conocí a más idiotas como ustedes - Comenzó a comer el postre como si alguien se lo fuera a quitar, de hecho estaba su hermana, Lia, tratando de hacerlo.
- Que bueno, eso quiere decir que son buenas personas ¿No?
- Son molestos, necios, extraños, con mal carácter, pero decididos y confiables, me caen terriblemente mal - Dijo con la boca llena y terminó con el parfait. Sus dos familiares sabían que eso quería decir que sin duda los consideraba personas importantes.
- Vaya, se parecen a ti - Dijo Lia. La madre levantó el plato.
- Por cierto - La mayor se acercó al lavabo - Si no regresabas hoy tu cuarto se iba a convertir en un salón de juegos.
- ¡¿Qué?! - Rechistó molesto - ¿No les basta con el que tienen?
- Lia lo quería hacer un salón de canto.
- Canta como perros ladrando a media noche - Recibió un golpe de su hermana - Deberías de hacer más ejercicio golpeas como si fueras una hormiga - Se le burló.
- En serio ¿Qué has estado haciendo?
- No te importa.
Fue una larga charla como las que siempre tenía con su familia, extraña y a la vez divertida, el haberse olvidado de tal cosa por todo un mes hizo que se sintiera un poco mal, pero después le dio lo mismo.
Ya había escrito el mensaje que habían acordado cuando llegó así que simplemente se durmió. Tenía pensado salir a cualquier parte el día siguiente, tal vez ya ni las calles reconocería.
Está muy... si eso (? y se me hizo raro hacerlo así pero bah, también deben de tener tiempo para ellos y si concuerdo que en algún momento se encuentren y planifiquen algo como para los últimos días de las vacaciones *^*/
Pensaba en la playa, pero armar lío en un supermercado también me agrada (? xD
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Re: [Roll-P] Remember
La joven de largos cabellos blancos abrió lentamente los ojos, dejándolos entrecerrados para adaptarse a la luz del lugar. En cuanto se levantó, se encontró con un cuarto muy bien arreglado, luego de dar un pequeño bostezo se fregó con cuidado los ojos, y posteriormente se estiró un poco. Había llegado a aquel hotel en la noche al no saber que hacer o a donde ir, de modo que con mucha vergüenza de que el conductor fuera por todos lados y ella no pudiese ubicarse, optó que con el poco dinero que poseía, se quedaría en aquel sencillo hotel durante la noche.
Se sentó sobre el borde de la cama y estiró sus brazos, sin más tendió la cama y verificando que todo hubiese quedado tal y como lo encontró, salió del cuarto para posteriormente dejar las llaves de la habitación en la recepción e irse de aquel recinto. Miraba hacia todos lados buscando algo que le resultase familiar, pero simplemente estaba completamente perdida y sin dirección alguna. Silvermist suspiró levemente mientras deambulaba por las calles soleadas, sin prestar mucho cuidado a su alrededor, en ese instante pensó en lo que le había acontecido durante aquel mes, a duras penas recordaba que había sido hallada por una mujer que la había puesto a cargo de Mar, de hay para atrás estaba completamente en blanco, simplemente solo recordaba lo que había vivido actualmente con los muchachos y también sus sueño sobre la vida pasada. Parecía que sus sueños se hubiesen tragado todo lo que había vivido en aquella era.
- ¿Qué haré? No se donde estoy y no recuerdo un lugar o a alguien - Se dijo mientras se sentaba en la banca del pequeño parque en el que se encontraba. Sabía que tenía familia, que tenía una vida, sin embargo no lo recordaba.
Sacó de su bolsillo el aparato blanco que tenía, lo miró con detalle mientras le acariciaba con delicadeza; una suave brisa agitó sus cabellos plateados y sonrió al sentir el viento sobre su rostro, posteriormente dirigió de nuevo al móvil y con cuidado y bastante torpeza, comenzó a escribir un mensaje.
- No debo hacerlo…están de vacaciones…No puedo molestarlos diciéndoles que no sé donde estoy y que no recuerdo nada además de lo que hemos vivido este mes - Pensó mientras miraba su mensaje.
“Estoy perdida…no recuerdo nada, ¿Qué hago?” Leyó de nuevo y caviló un poco en si enviarlo o no, sinceramente no quería molestar, además de que eso sonaba un poco…infantil. Suspiró de nuevo y sin querer presionó la tecla de enviar. Se sobresaltó de inmediato y comenzó a darle a las teclas al azar después de todo ni siquiera tenía idea de a quien le había mandado el texto, obviamente no obteniendo ningún resultado.
- ¡Oh no!… ¿Y ahora que haré? - Se preguntó colocando su mano sobre la cabeza, completamente inmóvil en aquella banca. De nuevo, intentando recordar a su familia y vida, obteniendo sólo una barrera de amnesia en su mente.
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Gomene, no sabía que más poner...n.nU
Espero haya quedado bien, cualquier cosa me avisan nwn
Se sentó sobre el borde de la cama y estiró sus brazos, sin más tendió la cama y verificando que todo hubiese quedado tal y como lo encontró, salió del cuarto para posteriormente dejar las llaves de la habitación en la recepción e irse de aquel recinto. Miraba hacia todos lados buscando algo que le resultase familiar, pero simplemente estaba completamente perdida y sin dirección alguna. Silvermist suspiró levemente mientras deambulaba por las calles soleadas, sin prestar mucho cuidado a su alrededor, en ese instante pensó en lo que le había acontecido durante aquel mes, a duras penas recordaba que había sido hallada por una mujer que la había puesto a cargo de Mar, de hay para atrás estaba completamente en blanco, simplemente solo recordaba lo que había vivido actualmente con los muchachos y también sus sueño sobre la vida pasada. Parecía que sus sueños se hubiesen tragado todo lo que había vivido en aquella era.
- ¿Qué haré? No se donde estoy y no recuerdo un lugar o a alguien - Se dijo mientras se sentaba en la banca del pequeño parque en el que se encontraba. Sabía que tenía familia, que tenía una vida, sin embargo no lo recordaba.
Sacó de su bolsillo el aparato blanco que tenía, lo miró con detalle mientras le acariciaba con delicadeza; una suave brisa agitó sus cabellos plateados y sonrió al sentir el viento sobre su rostro, posteriormente dirigió de nuevo al móvil y con cuidado y bastante torpeza, comenzó a escribir un mensaje.
- No debo hacerlo…están de vacaciones…No puedo molestarlos diciéndoles que no sé donde estoy y que no recuerdo nada además de lo que hemos vivido este mes - Pensó mientras miraba su mensaje.
“Estoy perdida…no recuerdo nada, ¿Qué hago?” Leyó de nuevo y caviló un poco en si enviarlo o no, sinceramente no quería molestar, además de que eso sonaba un poco…infantil. Suspiró de nuevo y sin querer presionó la tecla de enviar. Se sobresaltó de inmediato y comenzó a darle a las teclas al azar después de todo ni siquiera tenía idea de a quien le había mandado el texto, obviamente no obteniendo ningún resultado.
- ¡Oh no!… ¿Y ahora que haré? - Se preguntó colocando su mano sobre la cabeza, completamente inmóvil en aquella banca. De nuevo, intentando recordar a su familia y vida, obteniendo sólo una barrera de amnesia en su mente.
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Gomene, no sabía que más poner...n.nU
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Re: [Roll-P] Remember
- ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago? - Repitió Sil dando vueltas en el mismo sitio con sus manos en la cabeza de la desesperación, estaba en un laberinto gigante, del cuál no conocía nisiquiera la entrada.
Suspiró con pesar y continuó caminando cabizbaja ¿Qué se supone que debía hacer? No quería causarle problemas a nadie, sin embargo el mensaje ya había sido enviado. No pasaron muchos minutos para cuando recibió respuesta: "¿Cómo que no recuerdas nada? ¿Dónde estás?" Fue el mensaje de Mar. Ahí se dio cuenta a quién se lo había enviado y volvió a suspirar, entre calmada y preocupada. Para no causarle muchos problemas decidió llamarla.
- ¡Ah! ¿Mar? - Preguntó - Hola... Si... - Escuchaba la voz alterada de la castaña al otro lado del teléfono - Es que... De antes de conocerlos... No recuerdo nada - Sonrió nerviosa para luego escuchar aún más alterada a su amiga. No le estaba reclamando nada pero se notaba su preocupación - Quizá, es buena idea... ¿Puedo?
- ¿Sil? - Una voz conocida la hizo mirar en otra dirección. Era el peli-rojo quien al parecer estaba dando una carrera matutina por la zona, gracias a su ropa deportiva y el hecho de mantenerse trotando en el mismo lugar lo delataban, la veía extrañado, pues era realmente extraño encontrarla ahí.
- ¡Aky! - Dijo animada, seguramente sabiendo que estaba con alguien Mar se calmaría - ¡Ah! Sí acabo de encontrarlo, ¿Eh? Pero no quiero incomodarle... Pero... Esta bien - Le pasó el teléfono a Aker quien lo llevó a su oído.
- ¿Qué? ¿Y yo por qué? - Hizo una mueca, se alejó el teléfono para no quedar sordo del reclamo que la chica empezó a hacer - Está bien, si así son las cosas - Lo volvió acercar - Hay habitaciones de invitados... ¿Eh? No, vivo con mi hermana y mi madre... ¡¿Qué crees que le voy a hacer?! - Chilló molesto con las mejillas encendidas - No te rías, no es gracioso... Bien, sí, comprendo. Ten - Le regresó el aparato a su dueña.
- ¿En serio? Bueno... Pero... Bien - Suspiró sin más alternativa - Hasta luego - Cortó y guardó aquel aparato - Lo siento mucho - Unió sus manos frente a ella en señal de disculpa.
- No te preocupes - Aker hizo un ademán con la mano quitándole importancia - Después de todo no es la gran cosa - Negó - Y primero, deberás acompañarme a terminar la corrida - Señaló el camino. Sil miró la dirección y parecía que no tenía fin, pero asintió y lo siguió.
Llegaron a la casa del caballero cansados ya que dieron más vueltas de las que tenían planeadas. Aker cedió a Sil ducharse primero y Lia sin problema le prestó ropa.
- Aky... - Llamó a su hermano - ¿Es con quien te escapaste todo este mes? - Lo miró señalando la puerta del baño.
- Es una - A la peli-roja se le puso la piel de gallina.
- ¡Mamá, Aky anda dejando nuestros genes por ahí! - Salió chillando la menor.
- ¡No te inventes cosas! - Gruñó y suspiró pensando que su hermana no cambiaba.
Pasaron unos minutos para cuando intercambiaron lugares. Para cuando Aker salió vio a Sil hablando con sus dos familiares, en la sala, más que nada pidiendo disculpas por la intromisión.
- En serio que no es nada - La mayor negó sonriente - Al contrario es raro que Aky traiga amigos - Rió un poco.
- Mamá... - Fue hacia donde estaban y tomó asiento.
- Gracias por la ropa - Sil se acercó a donde estaba la hermana de Aker.
- No hay de qué, antes estaba preocupada de que no te quedara - Suspiró aliviada.
- ¿No ves todo lo que le sobra? - Dijo Aker - Estás gorda hermanita, deja de comer - La nominada infló las mejillas con molestia, mientras que la peli-blanca rió un poco nerviosa.
- Entonces no queda otra opción que se quede por un tiempo - La voz de Keira salía en altavoz de aquel aparato de color rojo.
- Sí, además ya le advertí a Aky qué no debe de hacer - Se escuchó la risa de Mar en el aparato blanco.
- ¿Advertir? - Sil ladeó la cabeza sin comprender, Aker solo negó con la mano.
- Igualmente está el problema de que no recuerda nada, sería bueno ir a investigar un poco después - Añadió.
- ¿Por qué no ahora? - Preguntó Keira.
- Porque da pereza.
Se escuchó la respiración de alguien en un celular independiente, el cuál pertenecía a Aker.
- Se durmió. Genial - Chasqueó la lengua molesto refiriéndose a Noah.
- Seguro se puso a entrenar - Informó Mar con una pequeña risilla.
- Si estuviera frente a mí lo golpearía.
- Puedes ir a su casa y golpearlo - Fue el comentario del celular blanco (?
- Te puedo acompañar para que no te pierdas, ni tengas miedo - Dijo Sil con determinación. Las risas no se hicieron esperar.
- Me siento tan protegido ahora - Rió un poco. La oji-azul infló las mejillas.
- Entonces, en eso quedamos, informen cuando sepan algo - Pidió Mar.
- Bien, bien - Todos colgaron.
- ¿Terminaste de hablar Aky? - La pelirroja entró con una caja en manos, hacia la pequeña mesa estilo japonés que había en el centro de la sala.
- Sí - Asintió Sil mirando curiosa un tablero que la menor había sacado - ¿Para qué es eso?
- ¡Juguemos! - Pidió animada sacando fichas y dados.
- No quiero - Dijo Aker.
- Me la debes - Le reprochó, el mayor se sentó en el lado abyacente al que estaba su hermana.
- Ganaré.
- Esta vez no - Miro a Sil - Ven también.
- Pero yo no sé jugar - Negó con las manos frente a ella.
- No importa - Aker le señaló el lugar al lado - Aquí aprendes - La peli-blanca hizo caso. Era un Monopolio, seguido de cartas y otro tipo de juegos muy parecidos a los de casinos solo que estos no eran cansados ni apostaban dinero. Así estuvieron hasta la tarde, cuando la madre de Aker llamó para el almuerzo.
Sí... Una linda vida normal (?
Me salió algo.. asjdjfhdf (?
Como sea hay una planificación para esa semana de vacaciones... En serio, no debe de irse tan rápido xD
Digamos que empezaron un Lunes, que es el día en que están actualmente... Un Miércoles Mar invita a todos a un festival escolar... y no sé, armen revuelta (?
Después como para un sábado quedan para descansar juntos ir a la playa y así :3
Aunque no es algo obligado, pero si me parece algo fácil de seguir xD
Y podemos dejar los otros días para sus vidas tranquilas y relajadas, mientras me parece Aker y Sil investigan sobre la vida de Sil (?
Así que igual ¿Qué opinan? :3
Suspiró con pesar y continuó caminando cabizbaja ¿Qué se supone que debía hacer? No quería causarle problemas a nadie, sin embargo el mensaje ya había sido enviado. No pasaron muchos minutos para cuando recibió respuesta: "¿Cómo que no recuerdas nada? ¿Dónde estás?" Fue el mensaje de Mar. Ahí se dio cuenta a quién se lo había enviado y volvió a suspirar, entre calmada y preocupada. Para no causarle muchos problemas decidió llamarla.
- ¡Ah! ¿Mar? - Preguntó - Hola... Si... - Escuchaba la voz alterada de la castaña al otro lado del teléfono - Es que... De antes de conocerlos... No recuerdo nada - Sonrió nerviosa para luego escuchar aún más alterada a su amiga. No le estaba reclamando nada pero se notaba su preocupación - Quizá, es buena idea... ¿Puedo?
- ¿Sil? - Una voz conocida la hizo mirar en otra dirección. Era el peli-rojo quien al parecer estaba dando una carrera matutina por la zona, gracias a su ropa deportiva y el hecho de mantenerse trotando en el mismo lugar lo delataban, la veía extrañado, pues era realmente extraño encontrarla ahí.
- ¡Aky! - Dijo animada, seguramente sabiendo que estaba con alguien Mar se calmaría - ¡Ah! Sí acabo de encontrarlo, ¿Eh? Pero no quiero incomodarle... Pero... Esta bien - Le pasó el teléfono a Aker quien lo llevó a su oído.
- ¿Qué? ¿Y yo por qué? - Hizo una mueca, se alejó el teléfono para no quedar sordo del reclamo que la chica empezó a hacer - Está bien, si así son las cosas - Lo volvió acercar - Hay habitaciones de invitados... ¿Eh? No, vivo con mi hermana y mi madre... ¡¿Qué crees que le voy a hacer?! - Chilló molesto con las mejillas encendidas - No te rías, no es gracioso... Bien, sí, comprendo. Ten - Le regresó el aparato a su dueña.
- ¿En serio? Bueno... Pero... Bien - Suspiró sin más alternativa - Hasta luego - Cortó y guardó aquel aparato - Lo siento mucho - Unió sus manos frente a ella en señal de disculpa.
- No te preocupes - Aker hizo un ademán con la mano quitándole importancia - Después de todo no es la gran cosa - Negó - Y primero, deberás acompañarme a terminar la corrida - Señaló el camino. Sil miró la dirección y parecía que no tenía fin, pero asintió y lo siguió.
Llegaron a la casa del caballero cansados ya que dieron más vueltas de las que tenían planeadas. Aker cedió a Sil ducharse primero y Lia sin problema le prestó ropa.
- Aky... - Llamó a su hermano - ¿Es con quien te escapaste todo este mes? - Lo miró señalando la puerta del baño.
- Es una - A la peli-roja se le puso la piel de gallina.
- ¡Mamá, Aky anda dejando nuestros genes por ahí! - Salió chillando la menor.
- ¡No te inventes cosas! - Gruñó y suspiró pensando que su hermana no cambiaba.
Pasaron unos minutos para cuando intercambiaron lugares. Para cuando Aker salió vio a Sil hablando con sus dos familiares, en la sala, más que nada pidiendo disculpas por la intromisión.
- En serio que no es nada - La mayor negó sonriente - Al contrario es raro que Aky traiga amigos - Rió un poco.
- Mamá... - Fue hacia donde estaban y tomó asiento.
- Gracias por la ropa - Sil se acercó a donde estaba la hermana de Aker.
- No hay de qué, antes estaba preocupada de que no te quedara - Suspiró aliviada.
- ¿No ves todo lo que le sobra? - Dijo Aker - Estás gorda hermanita, deja de comer - La nominada infló las mejillas con molestia, mientras que la peli-blanca rió un poco nerviosa.
- Entonces no queda otra opción que se quede por un tiempo - La voz de Keira salía en altavoz de aquel aparato de color rojo.
- Sí, además ya le advertí a Aky qué no debe de hacer - Se escuchó la risa de Mar en el aparato blanco.
- ¿Advertir? - Sil ladeó la cabeza sin comprender, Aker solo negó con la mano.
- Igualmente está el problema de que no recuerda nada, sería bueno ir a investigar un poco después - Añadió.
- ¿Por qué no ahora? - Preguntó Keira.
- Porque da pereza.
Se escuchó la respiración de alguien en un celular independiente, el cuál pertenecía a Aker.
- Se durmió. Genial - Chasqueó la lengua molesto refiriéndose a Noah.
- Seguro se puso a entrenar - Informó Mar con una pequeña risilla.
- Si estuviera frente a mí lo golpearía.
- Puedes ir a su casa y golpearlo - Fue el comentario del celular blanco (?
- Te puedo acompañar para que no te pierdas, ni tengas miedo - Dijo Sil con determinación. Las risas no se hicieron esperar.
- Me siento tan protegido ahora - Rió un poco. La oji-azul infló las mejillas.
- Entonces, en eso quedamos, informen cuando sepan algo - Pidió Mar.
- Bien, bien - Todos colgaron.
- ¿Terminaste de hablar Aky? - La pelirroja entró con una caja en manos, hacia la pequeña mesa estilo japonés que había en el centro de la sala.
- Sí - Asintió Sil mirando curiosa un tablero que la menor había sacado - ¿Para qué es eso?
- ¡Juguemos! - Pidió animada sacando fichas y dados.
- No quiero - Dijo Aker.
- Me la debes - Le reprochó, el mayor se sentó en el lado abyacente al que estaba su hermana.
- Ganaré.
- Esta vez no - Miro a Sil - Ven también.
- Pero yo no sé jugar - Negó con las manos frente a ella.
- No importa - Aker le señaló el lugar al lado - Aquí aprendes - La peli-blanca hizo caso. Era un Monopolio, seguido de cartas y otro tipo de juegos muy parecidos a los de casinos solo que estos no eran cansados ni apostaban dinero. Así estuvieron hasta la tarde, cuando la madre de Aker llamó para el almuerzo.
Sí... Una linda vida normal (?
Me salió algo.. asjdjfhdf (?
Como sea hay una planificación para esa semana de vacaciones... En serio, no debe de irse tan rápido xD
Digamos que empezaron un Lunes, que es el día en que están actualmente... Un Miércoles Mar invita a todos a un festival escolar... y no sé, armen revuelta (?
Después como para un sábado quedan para descansar juntos ir a la playa y así :3
Aunque no es algo obligado, pero si me parece algo fácil de seguir xD
Y podemos dejar los otros días para sus vidas tranquilas y relajadas, mientras me parece Aker y Sil investigan sobre la vida de Sil (?
Así que igual ¿Qué opinan? :3
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
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Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
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Re: [Roll-P] Remember
- ¡Eres un tramposo! - Chilló la hermanita de Aker mirando con molestia al vencedor por milésima vez consecutiva.
- ¿Tramposo? Disculpa pero he sido totalmente honrado en todas las partidas, la cosa es que tú, pequeñaja, no aceptas la derrota - Contestó el pelirrojo colocando el dedo índice en la frente de la menor, quien hacía pucheros mirándole fijamente.
- Eso no es cierto, no acepto la derrota es porque estoy segura de que has hecho trampa - Insistió la joven sin dejar de mirar retadoramente a su hermano.
- No he hecho trampa, cualquiera puede darse de cuenta de que no hice trampa en ningún momento - Continúo Aker.
- Que si -
- Que no -
- Que si -
- Que no -
- Que si -
- Que no -
- Pruébalo - Le retó la joven -
- No tienes que ordenarme que lo haga, ya lo iba a hacer de todos modos - Comentó el pelirrojo - Sil - Volteó su vista a la peliblanca que miraba con una gotita la escena entre el par de muchachos - Dile que no he hecho trampa -
- ¿Vas a usarla para que mienta? No, eso no. Sil, di que hizo trampa - Dijo la menor mirando a la oji azul con expectación -
- La que quiere que mienta eres tú. Anda Sil, dile que lo que dice no es cierto -
- Deja de intentar manipularla. Sil, dile que hizo trampa -
- Que no hice trampa -
- Si lo hiciste -
- No, no lo hice -
- Que si -
- Que no -
- Que si -
- Que no -
- Que si -
- Que no -
- Etto…- Murmuró la peli plata mirando discutir a los jóvenes, no sabía que decir ni que comentar, sinceramente ni siquiera entendía el por qué peleaban el par de hermanos, más que nada porque ni siquiera entendía del todo el juego.
- ¡Chicos! ¡Vengan a almorzar! - Llamó finalmente la madre de Aker, causando que de repente el conflicto parase. La albina soltó un leve suspiro en cuanto aquella “pelea” terminó.
El almuerzo fue bastante ameno, aunque no dejaban de notarse las pequeñas miradas de recelo, principalmente por parte de la hermana de Aker. Por otro lado, el joven ni siquiera se inmutaba por las miradas asesinas que le mandaba su hermana, después de todo él estaba seguro de que solo era capricho de ella; por su parte la madre de los jóvenes y la peli plata comían con tranquilidad, mirando las actitudes de ambos jóvenes, era evidente que se querían…muy muy en el fondo, pero se querían y lo hacían a su manera, o al menos eso pensaba la oji azul.
- Tengo que ir a realizar algunas compras en el centro comercial que no está muy lejos de aquí - Comentó la albina mirando a los presentes, tratando de romper el silencio.
- ¿Qué cosa? - Preguntó curiosa Lia mirando a la joven.
- Metiche - Murmuró audiblemente el pelirrojo, ocasionando que la menor le sacase la lengua, a lo cual el respondió de la misma manera.
- Algunas ropas y cosas por el estilo, después de todo quiero terminar apropiándome de tu ropa. Además no quiero representar un gasto por lo que también pensaba en comprar algunos utensilios para la cocina y algunos alimentos, también - Explicó la peli plata.
- No tienes que preocuparte por lo último, no representas un gasto, después de todo cualquier amigo de Aker es bienvenido - Comentó amablemente la mujer pelirroja.
- Además casi no comes, así que no creo que por la comida haya problema - Dijo Aker comiendo su postre, reteniendo a su hermana con una mano, pues de nuevo ella quería quitarle su pastel.
- Les agradezco por eso, pero de verdad que quisiera ayudar - Insistió, otorgándole su tarta Lia para que se “calmara”.
- Bien - Dijo finalmente la mujer dando un leve suspiro y llevándose el dedo índice a los labios - Ahora que recuerdo, necesitamos algunos dulces para Aker - Añadió pensativa y sonriendo ladina.
- Entonces iré por ellos - Comentó sonriente la albina - Creo que iré hoy mismo, entre más temprano mejor ¿No? - Finalizó ladeando levemente la cabeza, sonriendo ampliamente.
- ¿Dulces? Me apunto - Dijo Aker dando el último bocado a su postre, de nuevo evitando que su hermana se lo quitase - ¿Podrías dejar de intentar comerte MI POSTRE? - Enfatizó en lo último - ¿No te basta con haberte tragado el tuyo y el de Sil? Vas a engordar - Continuó - O mejor dicho, ya engordaste - Dijo chuzando el vientre de la menor.
- Calla menso - Respondió Lia mostrándole la lengua.
- Bien, creo que mejor voy de una vez - Comentó la albina comenzando a recoger todos los platos, sin darse de cuenta.
- Espera no tienes que…- La frase de la mayor quedó desvanecida en el aire pues antes de que pudiera terminar, la peli plata ya se había levantado y dirigido hacía la cocina, donde el correr del agua la denuncio de estar lavando las vajillas.
- No te preocupes, está acostumbrada a eso - Dijo el pelirrojo estirando con pereza los brazos.
- Nah, da igual - Le tranquilizó entrando junto con ella en el enorme centro comercial - Por cierto, ¿Cómo piensas pagar? - Arqueó una ceja y le miró dudoso.
- Con esto - Contestó la joven sacando una pequeña billetera de uno de sus bolsillos y posteriormente mostrándole al pelirrojo una tarjeta debito - Recuerdo la contraseña, aunque no recuerdo donde la saqué o quien me la dio - Añadió sonriendo levemente.
- Un minuto, ¿Qué es eso? - Dijo parando su caminata y apuntando con su dedo índice a una pequeña tarjeta que a penas se notaba entre la billetera blanca. La peli plata solo tomó la tarjeta y se la pasó al joven - Tal y como lo pensé…es una identificación…-Comentó mirando con cuidado el objeto.
- ¿Y eso? - Preguntó curiosa la menor ladeando la cabeza -
- Pues que con esto podemos saber de donde vienes, o por lo menos pistas sobre tu vida. Esto te identifica como persona vigente, por eso el nombre de “identificación” - Explicó mostrándole los datos en la ficha.
- Ya veo - Dijo pensativa la joven - ¿Te parece si dejamos eso para después? Primero debo realizar las compras, por lo menos como agradecimiento por haberme acogido por el momento.
- Está bien, pero debemos encontrar a tu familia o por lo menos algo sobre tu vida, no se puede vivir nada más con tu vida pasada - Comentó devolviéndole la identificación a la albina.
- Lo sé - La joven sonrió, mientras de nuevo se ponían en marcha hacía algunas tiendas aledañas - Sería divertido ver a los demás - Finalizó sonriendo levemente.
Por otro lado, no sé, es una idea mía pero ¿Y si Sil es de un orfanato o algo así?, la verdad solo lo digo porque me gustaría que fuese algo así...de todos modos, si pueden ayudarme con eso, estaré muy agradecida :3
Cualquier problema, me avisan y edito nwn
- ¿Tramposo? Disculpa pero he sido totalmente honrado en todas las partidas, la cosa es que tú, pequeñaja, no aceptas la derrota - Contestó el pelirrojo colocando el dedo índice en la frente de la menor, quien hacía pucheros mirándole fijamente.
- Eso no es cierto, no acepto la derrota es porque estoy segura de que has hecho trampa - Insistió la joven sin dejar de mirar retadoramente a su hermano.
- No he hecho trampa, cualquiera puede darse de cuenta de que no hice trampa en ningún momento - Continúo Aker.
- Que si -
- Que no -
- Que si -
- Que no -
- Que si -
- Que no -
- Pruébalo - Le retó la joven -
- No tienes que ordenarme que lo haga, ya lo iba a hacer de todos modos - Comentó el pelirrojo - Sil - Volteó su vista a la peliblanca que miraba con una gotita la escena entre el par de muchachos - Dile que no he hecho trampa -
- ¿Vas a usarla para que mienta? No, eso no. Sil, di que hizo trampa - Dijo la menor mirando a la oji azul con expectación -
- La que quiere que mienta eres tú. Anda Sil, dile que lo que dice no es cierto -
- Deja de intentar manipularla. Sil, dile que hizo trampa -
- Que no hice trampa -
- Si lo hiciste -
- No, no lo hice -
- Que si -
- Que no -
- Que si -
- Que no -
- Que si -
- Que no -
- Etto…- Murmuró la peli plata mirando discutir a los jóvenes, no sabía que decir ni que comentar, sinceramente ni siquiera entendía el por qué peleaban el par de hermanos, más que nada porque ni siquiera entendía del todo el juego.
- ¡Chicos! ¡Vengan a almorzar! - Llamó finalmente la madre de Aker, causando que de repente el conflicto parase. La albina soltó un leve suspiro en cuanto aquella “pelea” terminó.
El almuerzo fue bastante ameno, aunque no dejaban de notarse las pequeñas miradas de recelo, principalmente por parte de la hermana de Aker. Por otro lado, el joven ni siquiera se inmutaba por las miradas asesinas que le mandaba su hermana, después de todo él estaba seguro de que solo era capricho de ella; por su parte la madre de los jóvenes y la peli plata comían con tranquilidad, mirando las actitudes de ambos jóvenes, era evidente que se querían…muy muy en el fondo, pero se querían y lo hacían a su manera, o al menos eso pensaba la oji azul.
- Tengo que ir a realizar algunas compras en el centro comercial que no está muy lejos de aquí - Comentó la albina mirando a los presentes, tratando de romper el silencio.
- ¿Qué cosa? - Preguntó curiosa Lia mirando a la joven.
- Metiche - Murmuró audiblemente el pelirrojo, ocasionando que la menor le sacase la lengua, a lo cual el respondió de la misma manera.
- Algunas ropas y cosas por el estilo, después de todo quiero terminar apropiándome de tu ropa. Además no quiero representar un gasto por lo que también pensaba en comprar algunos utensilios para la cocina y algunos alimentos, también - Explicó la peli plata.
- No tienes que preocuparte por lo último, no representas un gasto, después de todo cualquier amigo de Aker es bienvenido - Comentó amablemente la mujer pelirroja.
- Además casi no comes, así que no creo que por la comida haya problema - Dijo Aker comiendo su postre, reteniendo a su hermana con una mano, pues de nuevo ella quería quitarle su pastel.
- Les agradezco por eso, pero de verdad que quisiera ayudar - Insistió, otorgándole su tarta Lia para que se “calmara”.
- Bien - Dijo finalmente la mujer dando un leve suspiro y llevándose el dedo índice a los labios - Ahora que recuerdo, necesitamos algunos dulces para Aker - Añadió pensativa y sonriendo ladina.
- Entonces iré por ellos - Comentó sonriente la albina - Creo que iré hoy mismo, entre más temprano mejor ¿No? - Finalizó ladeando levemente la cabeza, sonriendo ampliamente.
- ¿Dulces? Me apunto - Dijo Aker dando el último bocado a su postre, de nuevo evitando que su hermana se lo quitase - ¿Podrías dejar de intentar comerte MI POSTRE? - Enfatizó en lo último - ¿No te basta con haberte tragado el tuyo y el de Sil? Vas a engordar - Continuó - O mejor dicho, ya engordaste - Dijo chuzando el vientre de la menor.
- Calla menso - Respondió Lia mostrándole la lengua.
- Bien, creo que mejor voy de una vez - Comentó la albina comenzando a recoger todos los platos, sin darse de cuenta.
- Espera no tienes que…- La frase de la mayor quedó desvanecida en el aire pues antes de que pudiera terminar, la peli plata ya se había levantado y dirigido hacía la cocina, donde el correr del agua la denuncio de estar lavando las vajillas.
- No te preocupes, está acostumbrada a eso - Dijo el pelirrojo estirando con pereza los brazos.
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- Lamento haberte hecho venir - Comentó la albina mirando a su acompañante y sonriendo juntando levemente las cejas.- Nah, da igual - Le tranquilizó entrando junto con ella en el enorme centro comercial - Por cierto, ¿Cómo piensas pagar? - Arqueó una ceja y le miró dudoso.
- Con esto - Contestó la joven sacando una pequeña billetera de uno de sus bolsillos y posteriormente mostrándole al pelirrojo una tarjeta debito - Recuerdo la contraseña, aunque no recuerdo donde la saqué o quien me la dio - Añadió sonriendo levemente.
- Un minuto, ¿Qué es eso? - Dijo parando su caminata y apuntando con su dedo índice a una pequeña tarjeta que a penas se notaba entre la billetera blanca. La peli plata solo tomó la tarjeta y se la pasó al joven - Tal y como lo pensé…es una identificación…-Comentó mirando con cuidado el objeto.
- ¿Y eso? - Preguntó curiosa la menor ladeando la cabeza -
- Pues que con esto podemos saber de donde vienes, o por lo menos pistas sobre tu vida. Esto te identifica como persona vigente, por eso el nombre de “identificación” - Explicó mostrándole los datos en la ficha.
- Ya veo - Dijo pensativa la joven - ¿Te parece si dejamos eso para después? Primero debo realizar las compras, por lo menos como agradecimiento por haberme acogido por el momento.
- Está bien, pero debemos encontrar a tu familia o por lo menos algo sobre tu vida, no se puede vivir nada más con tu vida pasada - Comentó devolviéndole la identificación a la albina.
- Lo sé - La joven sonrió, mientras de nuevo se ponían en marcha hacía algunas tiendas aledañas - Sería divertido ver a los demás - Finalizó sonriendo levemente.
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Gomene, pero no se me ocurría nada más ;w;Por otro lado, no sé, es una idea mía pero ¿Y si Sil es de un orfanato o algo así?, la verdad solo lo digo porque me gustaría que fuese algo así...de todos modos, si pueden ayudarme con eso, estaré muy agradecida :3
Cualquier problema, me avisan y edito nwn
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Re: [Roll-P] Remember
Los rayos del sol traspasaban las finas cortinas de tul y alumbraban la habitación entera. La joven castaña se revolcaba entre sábanas intentando cubrir su rostro del sol con una de las almohadas.
-¡Mar!- el grito de un hombre empezó a penetrar su hermoso sueño y la traía a la realidad. -¡Mar!-
-Cinco minutos más Noah…-dijo intentando volver a su mundo de ensueño, cosa que no era fácil.
-¿Charles? ¿Quién es Noah?- se preguntó el joven que se encontraba al lado de la cama de su hermana, la cual había vuelto después de casi un mes sin saber nada.
-Basta…Akky… ese es mi pastel… - decía entre sueños la muchacha. ¿Noah? ¿Akky? ¿Quiénes eran esos sujetos y como estaban relacionados con su pequeña hermanita? Bueno, que tan pequeña no era, pero igual. Inmediatamente, su mente empezó a hacer conjeturas, empezó a horrorizarse y antes de salirse de sus casillas decidió pedir explicaciones. ¿Pero qué demonios había estado haciendo esa mocosa?
-¡MARIANELLA!- gritó haciendo que la joven de un brinco sobre su cama y lentamente, restregándose los ojos volteara hacia él.
-¿Gian? ¿Qué pasa?- dijo mientras un bostezo salía de sus labios.
-¡Se puede saber quiénes son Noah y Akky! –
-¿Noah… Akky…?- Ahora las interrogantes se las hacía ella ¿Por qué su hermano conocía esos nombres? ¿Y por qué estaba tan alterado?... Solo había una explicación para ello.
-¡¿Se puede saber qué demonios estás pensado Gianluca?!- se defendió mientras se levantaba y dejaba a su hermano un tanto enojado.
-¡Responde!- preguntó mientras la seguía por el corredor hacia el baño.
-No tengo que darte explicaciones de nada- mencionó con algo de enfado a lo que su hermano hizo un gesto.
-Te vas un mes, vuelves, mencionas a chicos entre sueños ¿y dices que no me debes explicaciones? – mencionó con gran enojo. –Soy tu hermano mayor-
-Más no mi dueño. Yo también soy mayor por si no te enteras y ya te dije que te contaré luego todo- dijo un tanto más calmada. En cierto modo, su hermano tenía razón. Él solo estaba preocupado sin contar que estaba pasando por un raro caso de celos de hermano, tenía que saberlo, su hermano siempre fue sobreprotector con ella aunque eso no lo detenía para tomarla de punto de bromas y fastidio toda su vida.
-¿Y cuándo será luego?-
-No sé… tal vez hoy, mañana, en una semana, no sé- habló la chica intentando contener una sonrisa, amaba fastidiar a su hermano. Tenía pensado decirle toda la verdad pero estaba esperando el momento adecuado.
-¿Y quiénes son…?- preguntó el joven ya más calmado
-¿Quiénes?
-Ya sabes… los tipos que mencionaste…-
-Oh ¿ellos?–Momento perfecto para hacer una buena jugarreta, usualmente le diría que son sus amigos pero quería torturar a su hermano por el escándalo que le había montado. Observó su rostro en el que aparecía un semblante de interrogación y curiosidad.
-Son mis amantes- respondió la castaña con un guiño antes de cerrar la puerta del baño, dejando a su hermano asimilando las palabras… -Sus…sus ¡SUS AMANTES!- gritó. La joven se echó a reír.
Minutos más tarde, la joven se encontraba tomando desayuno, frente a ella su hermano no dejaba de dedicarle una mirada perspicaz y sospechosa mientras tomaba su café.
-Gian… ¿Quieres dejar de mirarme así?- pidió mientras mordía su tostada y se aguantaba una carcajada. ¿En verdad se lo había creído?- En ese momento, su atención fue concentrada en su aparatito electrónico sin nombre aparente que parecía un celular y les habían dado antes de partir a sus bien merecida vacaciones, el cual sonaba en ese preciso instante y marcaba un dibujo de un mensaje. Era de Sil.
“Estoy perdida…no recuerdo nada, ¿Qué hago?”
La tostada que acababa de pasar por su boca de pronto se atoró con la sorpresa.
-¡Mar!- saltó su hermano al ver que su hermana casi se asfixiaba.
La castaña tomó un trago de su jugo de naranja y tomó el celular. -¡Estoy bien! ¡Tengo que hacer una llamada!- sin más se levantó y se dirigió a la sala.
-Ahora… ¿Cómo funcionaba esta cosa?- dijo mientras analizaba el aparatito y lograba marcar el número de Sil y le enviaba un texto.
"¿Cómo que no recuerdas nada? ¿Dónde estás?" – A lo que en segundos recibió de respuesta una llamada.
-¡Mari!- saltaron unas jóvenes. Mari, así la conocían en ese lugar. Levantó la vista y observó un poco el salón de clases, era algo diferente para una escuela normal, mas no para un instituto como ese: “Darmus” El mejor instituto de arte y diseño de la Ciudad, o eso decía el slogan. Era un salón amplio, con grandes ventanales y mesas reclinables con bancos altos, computadoras y muchos artículos de arte, nada había cambiado. Claro, había pasado solo un mes, aunque para ella había sido mucho más o quizá menos, no lo sabía pero se sentía extraña volver a todo eso.
-¡Qué bueno que volviste!
-¿Cuándo llegas?
-¿Por qué no nos avisaste nada?
La joven solo sonreía mientras caminaba hasta su viejo asiento, se preguntaba que mentira había lanzado su hermano para explicar su ausencia durante un mes.
-¿Estás mejor?- preguntó una joven de cabellos negros y anteojos.
-¿yo? Sí estoy bien- respondió con una sonrisa.
-Tu hermano nos dijo que te habías puesto mal y luego aviso a la escuela que te irías por un tiempo con tus papás allá a Europa-
-¿En-enserio?- Esas excusas, se notaba que su hermano al principio parecía utilizar justificaciones de uno o dos días, pero al ver que ella no volvía tuvo que utilizar algo más grande. Realmente estaba conmovida, pudo haberla reportado con sus padres y estaría en grandes líos.
-¿Estás bien Mari?- preguntó otra pelirroja.
-Eh, sí- respondió con una sonrisa.
-Al menos n o perdiste tu buen gusto en este mes- habló una rubia con cierta diversión. Ahí la castaña calló en cuenta. Hacia un mes no había pensado en aquel mundo material que la rodeaba, siempre había intentado encajar siendo una de las mejores en todo lo que intentaba: Arte, gimnasia, moda y estilo, claro que nunca perdía su esencia, de todas maneras en ese momento se sintió tan tonta que empezó a reír ante la mirada de sus amigas. Ese día se había puesto lo primero que encontró pues no había recordado que volvería a la escuela. Tenía puesto una falda negra tableada, que le llegaba encima de sus rodillas, unos botines del mismo color y un polo un poco suelto, blanco con un dibujo de un número 45 grabado en letras negras grandes. Tenía el cabello amarrado en una trenza con un gorro negro encima, y lógicamente, se había puesto unas que otras pulseras, aretes y collares por inercia. Para ella un conjunto más pero claro, para sus amigas todo lo que ella se pusiera le asentaba bien, claro que eso no era cierto. Empezaba a extrañar a los demás. En ese mes con Noah, Akky, Sil, Kei, Charles y con la Alice, todo había sido genial, no le había importado nada: ni la ropa, ni las clases, ni su absurda reputación. Suspiró.
Las clases dieron inicio, sus amigas la pusieron al margen de todo lo que había pasado, haciendo realce en los chismes de la escuela y sobre todo sobre los galanes. Le comentaron que había otra capitana de porristas y que tendría que hablar con ella si pensaba volver, cosa que no estaba en los planes de la joven. Durante esa mañana solo podía pensar en su hermano y en Sil, luego de aquel mensaje se había asustado, realmente le había cogido un cariño único a esa joven, era como una hermana y estaba dispuesta a volver a su encuentro, hasta que le dijo que se encontró con Akky, eso la tranquilizó, pero igual estaba preocupada por ella. Así que tomó un par de decisiones ese día.
Saliendo de clases, fue “secuestrada” por sus amigas tres amigas, que pedían detalle a detalle lo que había pasado en ese mes, mientras era arrastrada hacia las tiendas cercanas al instituto.
Se dirigieron a uno de los lugares favoritos de la castaña, según ellas porque hacía mucho que ella no iba, y tenían razón. Llegaron a aquella dulcería a la que ella fue hacía exactamente un mes, en donde había empezado todo.
-Muero por comer una torta de chocolate- dijo una de las amigas, tenía el cabello negro y los ojos verdes.
-Yo quiero uno de fresas- respondió la rubia de ojos marrones. -¿y tú Mari?- Al no recibir respuesta la última de las amigas, la pelirroja de ojos azules movió su mano enfrente de la joven.
-¡Ah! ¿Qué? – rió la castaña.
-Estás muy rara Mari, ¿Segura que estás bien?
-Eh, sí, sí, es que estaba pensando en que debo comprarle una tarta a Gian- se excusó, aunque en verdad si pensaba hacerlo.
- Bueno, ¡Vamos a entrar!- saltó la pelinegra mientras jalaba de la joven, entraron apresuradamente, la pelinegra pasó al lado de un joven alto y rubio sin percatarse si quiera, pero la castaña si se fijó, fueron segundos. El chico salió del lugar. -¿Noah? Parpadeó un par de veces, estaba segura que ese era el rubio, pero… ¿Acaso no la vio? ¿
Por qué no la saludó? O quizá si se equivocaba.
-¿Quién es Noah?- indagó la pelinegra
-No me digas que conoces a ese chico, era muy lindo- habló la rubia casi a gritos.
-¿Cómo lo conoces? ¡Cuéntanos!- saltó la tercera.
-No, me pareció, no era nadie- respondió ante la notoria desilusión de sus tres amigas.
___________________________________________________
Ok, siendo honesta, me disculpo por la estupidez que acabo de escribir xD
Solo se me ocurrió eso xD
Para aclarar:
-El hermano de Mar se llama Gianluca es mayor que ella, tiene algo de 24 años por ahí. Es castaño de ojos marrones, pondría una imagen pero no la tengo ahorita Se las debo xD
- Las amigas de Mar son tres:
•Amiga 1: Una pelinegra de ojos verdes
•Amiga 2: Rubia oji marrón
•Amiga tres: Peli roja oji azul.
Y yo creo que... está buena esa idea de que Sil sea de un orfanato
-¡Mar!- el grito de un hombre empezó a penetrar su hermoso sueño y la traía a la realidad. -¡Mar!-
-Cinco minutos más Noah…-dijo intentando volver a su mundo de ensueño, cosa que no era fácil.
-¿Charles? ¿Quién es Noah?- se preguntó el joven que se encontraba al lado de la cama de su hermana, la cual había vuelto después de casi un mes sin saber nada.
-Basta…Akky… ese es mi pastel… - decía entre sueños la muchacha. ¿Noah? ¿Akky? ¿Quiénes eran esos sujetos y como estaban relacionados con su pequeña hermanita? Bueno, que tan pequeña no era, pero igual. Inmediatamente, su mente empezó a hacer conjeturas, empezó a horrorizarse y antes de salirse de sus casillas decidió pedir explicaciones. ¿Pero qué demonios había estado haciendo esa mocosa?
-¡MARIANELLA!- gritó haciendo que la joven de un brinco sobre su cama y lentamente, restregándose los ojos volteara hacia él.
-¿Gian? ¿Qué pasa?- dijo mientras un bostezo salía de sus labios.
-¡Se puede saber quiénes son Noah y Akky! –
-¿Noah… Akky…?- Ahora las interrogantes se las hacía ella ¿Por qué su hermano conocía esos nombres? ¿Y por qué estaba tan alterado?... Solo había una explicación para ello.
-¡¿Se puede saber qué demonios estás pensado Gianluca?!- se defendió mientras se levantaba y dejaba a su hermano un tanto enojado.
-¡Responde!- preguntó mientras la seguía por el corredor hacia el baño.
-No tengo que darte explicaciones de nada- mencionó con algo de enfado a lo que su hermano hizo un gesto.
-Te vas un mes, vuelves, mencionas a chicos entre sueños ¿y dices que no me debes explicaciones? – mencionó con gran enojo. –Soy tu hermano mayor-
-Más no mi dueño. Yo también soy mayor por si no te enteras y ya te dije que te contaré luego todo- dijo un tanto más calmada. En cierto modo, su hermano tenía razón. Él solo estaba preocupado sin contar que estaba pasando por un raro caso de celos de hermano, tenía que saberlo, su hermano siempre fue sobreprotector con ella aunque eso no lo detenía para tomarla de punto de bromas y fastidio toda su vida.
-¿Y cuándo será luego?-
-No sé… tal vez hoy, mañana, en una semana, no sé- habló la chica intentando contener una sonrisa, amaba fastidiar a su hermano. Tenía pensado decirle toda la verdad pero estaba esperando el momento adecuado.
-¿Y quiénes son…?- preguntó el joven ya más calmado
-¿Quiénes?
-Ya sabes… los tipos que mencionaste…-
-Oh ¿ellos?–Momento perfecto para hacer una buena jugarreta, usualmente le diría que son sus amigos pero quería torturar a su hermano por el escándalo que le había montado. Observó su rostro en el que aparecía un semblante de interrogación y curiosidad.
-Son mis amantes- respondió la castaña con un guiño antes de cerrar la puerta del baño, dejando a su hermano asimilando las palabras… -Sus…sus ¡SUS AMANTES!- gritó. La joven se echó a reír.
Minutos más tarde, la joven se encontraba tomando desayuno, frente a ella su hermano no dejaba de dedicarle una mirada perspicaz y sospechosa mientras tomaba su café.
-Gian… ¿Quieres dejar de mirarme así?- pidió mientras mordía su tostada y se aguantaba una carcajada. ¿En verdad se lo había creído?- En ese momento, su atención fue concentrada en su aparatito electrónico sin nombre aparente que parecía un celular y les habían dado antes de partir a sus bien merecida vacaciones, el cual sonaba en ese preciso instante y marcaba un dibujo de un mensaje. Era de Sil.
“Estoy perdida…no recuerdo nada, ¿Qué hago?”
La tostada que acababa de pasar por su boca de pronto se atoró con la sorpresa.
-¡Mar!- saltó su hermano al ver que su hermana casi se asfixiaba.
La castaña tomó un trago de su jugo de naranja y tomó el celular. -¡Estoy bien! ¡Tengo que hacer una llamada!- sin más se levantó y se dirigió a la sala.
-Ahora… ¿Cómo funcionaba esta cosa?- dijo mientras analizaba el aparatito y lograba marcar el número de Sil y le enviaba un texto.
"¿Cómo que no recuerdas nada? ¿Dónde estás?" – A lo que en segundos recibió de respuesta una llamada.
-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-
-Llego tarde, llego tarde- se decía a si misma mientras corría a toda prisa por lo que parecía corredores de una escuela. Cargaba una mochila de color negro y corría a toda velocidad. De pronto se detuvo y abrió una de las puertas y entró intentando recuperar el aliento.-¡Mari!- saltaron unas jóvenes. Mari, así la conocían en ese lugar. Levantó la vista y observó un poco el salón de clases, era algo diferente para una escuela normal, mas no para un instituto como ese: “Darmus” El mejor instituto de arte y diseño de la Ciudad, o eso decía el slogan. Era un salón amplio, con grandes ventanales y mesas reclinables con bancos altos, computadoras y muchos artículos de arte, nada había cambiado. Claro, había pasado solo un mes, aunque para ella había sido mucho más o quizá menos, no lo sabía pero se sentía extraña volver a todo eso.
-¡Qué bueno que volviste!
-¿Cuándo llegas?
-¿Por qué no nos avisaste nada?
La joven solo sonreía mientras caminaba hasta su viejo asiento, se preguntaba que mentira había lanzado su hermano para explicar su ausencia durante un mes.
-¿Estás mejor?- preguntó una joven de cabellos negros y anteojos.
-¿yo? Sí estoy bien- respondió con una sonrisa.
-Tu hermano nos dijo que te habías puesto mal y luego aviso a la escuela que te irías por un tiempo con tus papás allá a Europa-
-¿En-enserio?- Esas excusas, se notaba que su hermano al principio parecía utilizar justificaciones de uno o dos días, pero al ver que ella no volvía tuvo que utilizar algo más grande. Realmente estaba conmovida, pudo haberla reportado con sus padres y estaría en grandes líos.
-¿Estás bien Mari?- preguntó otra pelirroja.
-Eh, sí- respondió con una sonrisa.
-Al menos n o perdiste tu buen gusto en este mes- habló una rubia con cierta diversión. Ahí la castaña calló en cuenta. Hacia un mes no había pensado en aquel mundo material que la rodeaba, siempre había intentado encajar siendo una de las mejores en todo lo que intentaba: Arte, gimnasia, moda y estilo, claro que nunca perdía su esencia, de todas maneras en ese momento se sintió tan tonta que empezó a reír ante la mirada de sus amigas. Ese día se había puesto lo primero que encontró pues no había recordado que volvería a la escuela. Tenía puesto una falda negra tableada, que le llegaba encima de sus rodillas, unos botines del mismo color y un polo un poco suelto, blanco con un dibujo de un número 45 grabado en letras negras grandes. Tenía el cabello amarrado en una trenza con un gorro negro encima, y lógicamente, se había puesto unas que otras pulseras, aretes y collares por inercia. Para ella un conjunto más pero claro, para sus amigas todo lo que ella se pusiera le asentaba bien, claro que eso no era cierto. Empezaba a extrañar a los demás. En ese mes con Noah, Akky, Sil, Kei, Charles y con la Alice, todo había sido genial, no le había importado nada: ni la ropa, ni las clases, ni su absurda reputación. Suspiró.
Las clases dieron inicio, sus amigas la pusieron al margen de todo lo que había pasado, haciendo realce en los chismes de la escuela y sobre todo sobre los galanes. Le comentaron que había otra capitana de porristas y que tendría que hablar con ella si pensaba volver, cosa que no estaba en los planes de la joven. Durante esa mañana solo podía pensar en su hermano y en Sil, luego de aquel mensaje se había asustado, realmente le había cogido un cariño único a esa joven, era como una hermana y estaba dispuesta a volver a su encuentro, hasta que le dijo que se encontró con Akky, eso la tranquilizó, pero igual estaba preocupada por ella. Así que tomó un par de decisiones ese día.
-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-
Saliendo de clases, fue “secuestrada” por sus amigas tres amigas, que pedían detalle a detalle lo que había pasado en ese mes, mientras era arrastrada hacia las tiendas cercanas al instituto.
Se dirigieron a uno de los lugares favoritos de la castaña, según ellas porque hacía mucho que ella no iba, y tenían razón. Llegaron a aquella dulcería a la que ella fue hacía exactamente un mes, en donde había empezado todo.
-Muero por comer una torta de chocolate- dijo una de las amigas, tenía el cabello negro y los ojos verdes.
-Yo quiero uno de fresas- respondió la rubia de ojos marrones. -¿y tú Mari?- Al no recibir respuesta la última de las amigas, la pelirroja de ojos azules movió su mano enfrente de la joven.
-¡Ah! ¿Qué? – rió la castaña.
-Estás muy rara Mari, ¿Segura que estás bien?
-Eh, sí, sí, es que estaba pensando en que debo comprarle una tarta a Gian- se excusó, aunque en verdad si pensaba hacerlo.
- Bueno, ¡Vamos a entrar!- saltó la pelinegra mientras jalaba de la joven, entraron apresuradamente, la pelinegra pasó al lado de un joven alto y rubio sin percatarse si quiera, pero la castaña si se fijó, fueron segundos. El chico salió del lugar. -¿Noah? Parpadeó un par de veces, estaba segura que ese era el rubio, pero… ¿Acaso no la vio? ¿
Por qué no la saludó? O quizá si se equivocaba.
-¿Quién es Noah?- indagó la pelinegra
-No me digas que conoces a ese chico, era muy lindo- habló la rubia casi a gritos.
-¿Cómo lo conoces? ¡Cuéntanos!- saltó la tercera.
-No, me pareció, no era nadie- respondió ante la notoria desilusión de sus tres amigas.
___________________________________________________
Ok, siendo honesta, me disculpo por la estupidez que acabo de escribir xD
Solo se me ocurrió eso xD
Para aclarar:
-El hermano de Mar se llama Gianluca es mayor que ella, tiene algo de 24 años por ahí. Es castaño de ojos marrones, pondría una imagen pero no la tengo ahorita Se las debo xD
- Las amigas de Mar son tres:
•Amiga 1: Una pelinegra de ojos verdes
•Amiga 2: Rubia oji marrón
•Amiga tres: Peli roja oji azul.
Y yo creo que... está buena esa idea de que Sil sea de un orfanato
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
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Edad : 29
Cumpleaños!! : 30/05/1995
Mi llegada : 27/12/2009
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Re: [Roll-P] Remember
- No llames a la malilla - Pidió Aker moviendo su mano como si estuviera espantando algo.
Sil rió un poco al comentario del pelirrojo, siempre era así, y se había acostumbrado rápido a eso.
- Entonces vamos a comprar - La peliblanca alzó la mano como señal para seguir. Aker solo la siguió.
Primero entraron a un local por alimentos.
- Esto.. esto, esto - Sil iba viendo y cogiendo los alimentos que pensaba eran necesarios, mientras los ponía en una carretilla arrastrada por Aker, quien estaba más concentrado en el estante de el frente, el cual estaba repleto de postres y dulces de gran variedad.
- ¿Los quieres? - Le preguntó de repente Sil.
- No es necesario que los compres, ese gasto es mío, solo... - Soltó el carrito y se acercó al paraíso de aquel lugar, agarró unos diez postres, ya que en sus brazos no cabían más. Regresó y los dejó con lo demás - Listo - Estaba sonriendo de oreja a oreja, imaginando la cantidad de postres que se podían preparar con todo eso.
Sil tomó una de las cajas que el pelirrojo había tirado antes y miró atenta.
- Sé hacer postres con esto - Sonrió.
- ¿En serio? - Inquirió Aker tomándola de su mano libre como si hubiera encontrado una salvadora.
- Sí... - Contestó Sil algo confundida por la emoción de su amigo.
- Siempre que lo intento, además de que dejo un desastre, sale terrible - Explicó con una mano en su nuca, apenado.
- Puedo enseñarte - Le sonrió emocionada - Como estamos libres, no es inconveniente.
El pelirrojo se lo pensó un poco. Aún debía de buscar sobre el pasado de la peliblanca.
- Podemos empezar hoy - Añadió Sil ya que lo veía por las nubes. Aker asintió.
- Sería de mucha ayuda - Volvió a arrastrar el carrito - Entonces, apuremos - Dijo adelantándose un poco.
- P-pero, faltan muchas otras cosas - Dijo nerviosa, alcanzándolo.
Estuvieron de esquina a esquina de aquel local. Era asombrosa la cantidad de postres aleatorios, que había en comparación a las compras básicas.
- ¿Está bien que comas tanto dulce? - Inquirió Sil con preocupación.
- Está bien, no me moriré por un poco de azúcar - Se encogió de hombros sin tomarle importancia. Sil quedó mirando la "montaña" de azúcar dudando si solo se trataba de un poco.
Se acercaron a caja amontonando todas las compras. Sil dio su tarjeta para pagar y salieron con las manos llenas de bolsas.
- En la próxima tienda pago yo - Le dijo el pelirrojo. Sil negó rápidamente.
- Estoy comprando esto para ayudarles.
- Te dijeron que no es necesario. No representas gastos y si mi madre se entera que compraste todo tú... - Un tic en su ojo empezó a fastidiarle.
- Pero... - Sil se lo pensó, ni ella ni él servían para la mentira, es más, eran los peores mentirosos sobre la tierra. Suspiró y desistió siquiera de intentarlo - No se puede hacer nada - Suspiró pesadamente. Aunque dijo eso, no se creyó completamente las palabras del pelirrojo, ya que en ningún momento había ido por dinero ni había pedido, así que pasó tranquila.
- Vamos acá - Aker tomó a Sil de la muñeca y la llevó a un local de ropa con un logotipo en la parte superior que decía "Alia" A la pelibanca le sorprendió la acción del chico, pero simplemente lo siguió.
Dejaron las bolsas en los casilleros de la entrada, las dejaron cerradas y Aker se guardó las llaves en los bolsillos.
Sil miró a su alrededor, la cantidad y calidad de ropa que había en ese local.
- ¿No es un poco...Caro? - Preguntó nerviosa, observando aquel lugar como si se tratase de un laberinto sin salida.
- Esta bien, está bien - Aker parecía estar buscando a alguien - ¡Ah! ¡Hey Cleo! - Una mujer que aparenta 25 años le devolvió el saludo con la mano.
- ¿Cómo así por acá? - Preguntó la mujer con una sonrisa.
- Necesito ropa.
- ¿Quieres ropa de mujer? - Se lo quedó mirando como si estuviera viendo a un viejo haciendo skate (?
- No es para mí - Contestó claramente irritado por aquella mirada.
- Comprendo, comprendo - La mujer rió sin ocultar la gracia que le dio siquiera - ¿Novia?
- No... - Desvió la mirada - Es para ella - Señaló a la peliblanca que seguía mirando el lugar como si hubiera llegado a "Nuncajamás" (?
- Ya veo - Canturreó y empezó a buscar por una vestimenta que había visto hace unos segundos que creía le quedaría perfecto - Ahí está - Sacó un conjunto blanco que tenía blusa caída de manga corta murciélago y un pantalón torrero antes de las rodillas, los dos tenía pequeños detalles en azul, como el recorrido del cocido del pantalón y el cuello redondo de la blusa.
Aker se lo quedó mirando pensativo para luego llamar a Sil.
- ¿Qué pasa? - Preguntó cuando llegó al lado del chico. él le señalo el conjunto - Está lindo ~ - Dijo mirándolo atenta - Pero... - Se quedó congelada cuando recordó que debía de comprarlo.
- Anda a probártelo - Aker Tomó el conjunto y arrastró a Sil a los probadores, la dejó en uno con aquella ropa en manos, pensativa de qué haría.
- Cleo, necesito otro favor -
- Estaré por aquí alguna cosa - Dijo la mayor al pelirrojo perdiéndose entre un bosque de ropa.
- Bien - Alzó un poco la voz.
Su vista pasó a otro lado y se fijó en cierta castaña que parecía curiosa de la ropa. Ella también vio a Aker y se acercó.
- ¿Qué haces aquí? - Preguntó Keira con sorpresa - No pensaba que tuvieras esos fetiches - Se llevo una mano a los labios burlona al ver que estaba concentrado en los vestidores.
- Nada de eso - Le dijo molesto - Solo son compras.
- ¿Con quién?
Cuando formuló la pregunta Sil salía cambiada con aquel conjunto con las mejillas sonrosadas de estar usando algo que quizá no podría pagar.
- Ya veo - Dijo al ver a la albina - Te queda lindo ¿Tú que crees Aky? - Miró al pelirrojo el cual miraba a Sil de pies a cabeza como haciéndose la misma pregunta a él mismo.
- No lo sé - Contestó sin más - No soy bueno para estás cosas - Negó -
- ¡Keira! - Saludó a la chica haciendo un ademán con la mano, recibiendo la misma seña de la llegada - Gracias - contestó al comentario anterior de la castaña.
- Es la verdad - Sonrió - Deberías de comprarlo.
- No estoy segura - Dijo nerviosa, a pesar de que era cómodo y le gustaba, cuando estuvo dentro del probador vio el precio y quedó de piedra con solo verlo. No sabía que hacer.
- ¿De qué estás hablando? - Preguntó Aker como si no entendiera - Esa cosa ya es tuya - La señaló. Keira y Sil quedaron atónitas.
- Pero no he pagado - Refutó la peliblanca con nervio.
- ¿No lo vas a robar, verdad? - Preguntó Keira frunciendo el ceño, a lo cual Aker rió con ganas.
- Para nada - Negó, controlando la risa - Esta marca - Señaló una etiqueta de una blusa cercana - Y el local, es de mi familia, bueno, de mi madre - Contestó dejando a las dos damas con la boca abierta - Sé que no se lo esperaban - Quedó pensativo - En realidad nunca recordé contarlo - Se encogió de hombros. Sil se sentía engañada e infló la mejillas haciendo un mojín, mientras que Keira suspiró pesadamente.
- Debiste de haberlo dicho desde un principio - Dijo la castaña apuntándolo de manera acusadora.
- ¿Para que nos dejes sin mercancía? - Le devolvió el gesto - Nunca.
- Es una marca conocida mundialmente y que se quedan sin mercancía ¡Imposible! - Refutó la chica con falsa ofensa.
Aker iba a contestar pero el comentario de Sil hizo olvidarse hasta de aquella absurda discusión.
- Pero entonces igual estaría usando ropa que les pertenece a ustedes - Suspiró.
- En realidad si te la regalo, No. Ya es tuya - Le dijo restandole importancia - Por ahora - Se acercó a Sil y parecía estar buscando con la mirada algo en el ella.
- ¿Qué? - Preguntó sin comprender.
- Las etiquetas - Contestó y miró a su espalda - Allí está - Le apartó unos cabellos y la quitó - Del pantalón si encárgate tú - La peliblanca solo asintió levemente sonrosada.
Regresó al probador para quitar esa etiqueta.
- Se me hace extraño verte de compras - Keira lo miró Inquisitiva.
- Simplemente no tiene ropa - Explicó. Cleo regresó con algunas fundas del almacén y se las dio al pelirrojo. éste agradeció y la mujer volvió a irse.
- ¿Y eso?
- No tiene ropa - Suspiró pesadamente.
- Yo tampoco.
- A ti no te pienso dar nada - La castaña hizo una mueca de disgusto.
- Ya está - La peliblanca volvió a salir, con la misma ropa y la de Lia en mano.
- Bien. Entonces vamos a lo que sigue - Dijo Aker caminando hacia fuera, seguido de las dos chicas.
- Yo me voy por acá, debo hacer unas cuantas compras más, que les vaya bien - Dijo Keira tomando el camino contrario después de despedirse con un gesto de mano.
- Aky - Sil señaló las nuevas bolsas que cargaba el pelirrojo.
- Ropa, ropa ~
Lo dejo ahí porque ya no puedo más, necesito dormir xD
me parece bien la idea del orfanato, en el siguiente día pueden hacerlo xD
Pensaba hacer que se encontraran en la dulcería con Mar, así fuera re-flasheado pero es que... lsjjhsjdsj Sueño :'D
Sil rió un poco al comentario del pelirrojo, siempre era así, y se había acostumbrado rápido a eso.
- Entonces vamos a comprar - La peliblanca alzó la mano como señal para seguir. Aker solo la siguió.
Primero entraron a un local por alimentos.
- Esto.. esto, esto - Sil iba viendo y cogiendo los alimentos que pensaba eran necesarios, mientras los ponía en una carretilla arrastrada por Aker, quien estaba más concentrado en el estante de el frente, el cual estaba repleto de postres y dulces de gran variedad.
- ¿Los quieres? - Le preguntó de repente Sil.
- No es necesario que los compres, ese gasto es mío, solo... - Soltó el carrito y se acercó al paraíso de aquel lugar, agarró unos diez postres, ya que en sus brazos no cabían más. Regresó y los dejó con lo demás - Listo - Estaba sonriendo de oreja a oreja, imaginando la cantidad de postres que se podían preparar con todo eso.
Sil tomó una de las cajas que el pelirrojo había tirado antes y miró atenta.
- Sé hacer postres con esto - Sonrió.
- ¿En serio? - Inquirió Aker tomándola de su mano libre como si hubiera encontrado una salvadora.
- Sí... - Contestó Sil algo confundida por la emoción de su amigo.
- Siempre que lo intento, además de que dejo un desastre, sale terrible - Explicó con una mano en su nuca, apenado.
- Puedo enseñarte - Le sonrió emocionada - Como estamos libres, no es inconveniente.
El pelirrojo se lo pensó un poco. Aún debía de buscar sobre el pasado de la peliblanca.
- Podemos empezar hoy - Añadió Sil ya que lo veía por las nubes. Aker asintió.
- Sería de mucha ayuda - Volvió a arrastrar el carrito - Entonces, apuremos - Dijo adelantándose un poco.
- P-pero, faltan muchas otras cosas - Dijo nerviosa, alcanzándolo.
Estuvieron de esquina a esquina de aquel local. Era asombrosa la cantidad de postres aleatorios, que había en comparación a las compras básicas.
- ¿Está bien que comas tanto dulce? - Inquirió Sil con preocupación.
- Está bien, no me moriré por un poco de azúcar - Se encogió de hombros sin tomarle importancia. Sil quedó mirando la "montaña" de azúcar dudando si solo se trataba de un poco.
Se acercaron a caja amontonando todas las compras. Sil dio su tarjeta para pagar y salieron con las manos llenas de bolsas.
- En la próxima tienda pago yo - Le dijo el pelirrojo. Sil negó rápidamente.
- Estoy comprando esto para ayudarles.
- Te dijeron que no es necesario. No representas gastos y si mi madre se entera que compraste todo tú... - Un tic en su ojo empezó a fastidiarle.
- Pero... - Sil se lo pensó, ni ella ni él servían para la mentira, es más, eran los peores mentirosos sobre la tierra. Suspiró y desistió siquiera de intentarlo - No se puede hacer nada - Suspiró pesadamente. Aunque dijo eso, no se creyó completamente las palabras del pelirrojo, ya que en ningún momento había ido por dinero ni había pedido, así que pasó tranquila.
- Vamos acá - Aker tomó a Sil de la muñeca y la llevó a un local de ropa con un logotipo en la parte superior que decía "Alia" A la pelibanca le sorprendió la acción del chico, pero simplemente lo siguió.
Dejaron las bolsas en los casilleros de la entrada, las dejaron cerradas y Aker se guardó las llaves en los bolsillos.
Sil miró a su alrededor, la cantidad y calidad de ropa que había en ese local.
- ¿No es un poco...Caro? - Preguntó nerviosa, observando aquel lugar como si se tratase de un laberinto sin salida.
- Esta bien, está bien - Aker parecía estar buscando a alguien - ¡Ah! ¡Hey Cleo! - Una mujer que aparenta 25 años le devolvió el saludo con la mano.
- ¿Cómo así por acá? - Preguntó la mujer con una sonrisa.
- Necesito ropa.
- ¿Quieres ropa de mujer? - Se lo quedó mirando como si estuviera viendo a un viejo haciendo skate (?
- No es para mí - Contestó claramente irritado por aquella mirada.
- Comprendo, comprendo - La mujer rió sin ocultar la gracia que le dio siquiera - ¿Novia?
- No... - Desvió la mirada - Es para ella - Señaló a la peliblanca que seguía mirando el lugar como si hubiera llegado a "Nuncajamás" (?
- Ya veo - Canturreó y empezó a buscar por una vestimenta que había visto hace unos segundos que creía le quedaría perfecto - Ahí está - Sacó un conjunto blanco que tenía blusa caída de manga corta murciélago y un pantalón torrero antes de las rodillas, los dos tenía pequeños detalles en azul, como el recorrido del cocido del pantalón y el cuello redondo de la blusa.
Aker se lo quedó mirando pensativo para luego llamar a Sil.
- ¿Qué pasa? - Preguntó cuando llegó al lado del chico. él le señalo el conjunto - Está lindo ~ - Dijo mirándolo atenta - Pero... - Se quedó congelada cuando recordó que debía de comprarlo.
- Anda a probártelo - Aker Tomó el conjunto y arrastró a Sil a los probadores, la dejó en uno con aquella ropa en manos, pensativa de qué haría.
- Cleo, necesito otro favor -
- Estaré por aquí alguna cosa - Dijo la mayor al pelirrojo perdiéndose entre un bosque de ropa.
- Bien - Alzó un poco la voz.
Su vista pasó a otro lado y se fijó en cierta castaña que parecía curiosa de la ropa. Ella también vio a Aker y se acercó.
- ¿Qué haces aquí? - Preguntó Keira con sorpresa - No pensaba que tuvieras esos fetiches - Se llevo una mano a los labios burlona al ver que estaba concentrado en los vestidores.
- Nada de eso - Le dijo molesto - Solo son compras.
- ¿Con quién?
Cuando formuló la pregunta Sil salía cambiada con aquel conjunto con las mejillas sonrosadas de estar usando algo que quizá no podría pagar.
- Ya veo - Dijo al ver a la albina - Te queda lindo ¿Tú que crees Aky? - Miró al pelirrojo el cual miraba a Sil de pies a cabeza como haciéndose la misma pregunta a él mismo.
- No lo sé - Contestó sin más - No soy bueno para estás cosas - Negó -
- ¡Keira! - Saludó a la chica haciendo un ademán con la mano, recibiendo la misma seña de la llegada - Gracias - contestó al comentario anterior de la castaña.
- Es la verdad - Sonrió - Deberías de comprarlo.
- No estoy segura - Dijo nerviosa, a pesar de que era cómodo y le gustaba, cuando estuvo dentro del probador vio el precio y quedó de piedra con solo verlo. No sabía que hacer.
- ¿De qué estás hablando? - Preguntó Aker como si no entendiera - Esa cosa ya es tuya - La señaló. Keira y Sil quedaron atónitas.
- Pero no he pagado - Refutó la peliblanca con nervio.
- ¿No lo vas a robar, verdad? - Preguntó Keira frunciendo el ceño, a lo cual Aker rió con ganas.
- Para nada - Negó, controlando la risa - Esta marca - Señaló una etiqueta de una blusa cercana - Y el local, es de mi familia, bueno, de mi madre - Contestó dejando a las dos damas con la boca abierta - Sé que no se lo esperaban - Quedó pensativo - En realidad nunca recordé contarlo - Se encogió de hombros. Sil se sentía engañada e infló la mejillas haciendo un mojín, mientras que Keira suspiró pesadamente.
- Debiste de haberlo dicho desde un principio - Dijo la castaña apuntándolo de manera acusadora.
- ¿Para que nos dejes sin mercancía? - Le devolvió el gesto - Nunca.
- Es una marca conocida mundialmente y que se quedan sin mercancía ¡Imposible! - Refutó la chica con falsa ofensa.
Aker iba a contestar pero el comentario de Sil hizo olvidarse hasta de aquella absurda discusión.
- Pero entonces igual estaría usando ropa que les pertenece a ustedes - Suspiró.
- En realidad si te la regalo, No. Ya es tuya - Le dijo restandole importancia - Por ahora - Se acercó a Sil y parecía estar buscando con la mirada algo en el ella.
- ¿Qué? - Preguntó sin comprender.
- Las etiquetas - Contestó y miró a su espalda - Allí está - Le apartó unos cabellos y la quitó - Del pantalón si encárgate tú - La peliblanca solo asintió levemente sonrosada.
Regresó al probador para quitar esa etiqueta.
- Se me hace extraño verte de compras - Keira lo miró Inquisitiva.
- Simplemente no tiene ropa - Explicó. Cleo regresó con algunas fundas del almacén y se las dio al pelirrojo. éste agradeció y la mujer volvió a irse.
- ¿Y eso?
- No tiene ropa - Suspiró pesadamente.
- Yo tampoco.
- A ti no te pienso dar nada - La castaña hizo una mueca de disgusto.
- Ya está - La peliblanca volvió a salir, con la misma ropa y la de Lia en mano.
- Bien. Entonces vamos a lo que sigue - Dijo Aker caminando hacia fuera, seguido de las dos chicas.
- Yo me voy por acá, debo hacer unas cuantas compras más, que les vaya bien - Dijo Keira tomando el camino contrario después de despedirse con un gesto de mano.
- Aky - Sil señaló las nuevas bolsas que cargaba el pelirrojo.
- Ropa, ropa ~
Lo dejo ahí porque ya no puedo más, necesito dormir xD
me parece bien la idea del orfanato, en el siguiente día pueden hacerlo xD
Pensaba hacer que se encontraran en la dulcería con Mar, así fuera re-flasheado pero es que... lsjjhsjdsj Sueño :'D
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Re: [Roll-P] Remember
- ¡Hey hey! - Llamó la atención la rubia. - ¿Y si le seguimos? A lo mejor quizás con suerte nos podríamos hacer amigos. - Dijo soltando un gritito.
- ¡Buena idea! - Secundó la pelirroja.
- Chicas, no creo que sea buena idea seguir a la gente así como as...
- Porque tu ya lo conoces. - Espetó la pelinegra con cierto reproche. - Eso es trampa Mari, lo tenías bien escondido.
- Pero...
Antes de que pudiera decir algo, fue arrastrada por sus amigas de nuevo a la calle. Para su desgracia, el cabello del rubio asomaba entre la multitud y aún no había desaparecido por una esquina.
- ¿A donde crees que ira?
- Quien sabe... ¿No es este la zona roja? - Mar soltó un suspiro al escuchar la conversación. - ¿Nos estamos acercando Mari? - Preguntó pícara.
- Hey.... - La azabache llamó la atención de sus tres amigas quienes la miraron y ella señaló al rubio.
- Eso es...
- Un bar caro. - Finalizó la rubia. - No me digas que es uno de esos chicos. - Dijo tapándose la boca.
- ¡Aun no se sabe! - Dijo la pelirroja liderando el paso.
- ¡Hey! Esto es zona para mayores muy mayores. - Habló Mar a lo que ellas la miraron con cierto desdén.
- Solo es un vistazo~ - Dijo la rubia entrelazando un brazo con ella y arrastrándola.
Sin poder rechistar mucho, Mar siguió a sus amigas. La entrada era una escalera que descendía dando paso a un pasillo terminado en unas puertas de cristal. Mas allá de la puerta, se veía el interior del recinto y por fortuna, no había nadie atendiendo en recepción en aquel momento, así que entraron a hurtadas.
- Woah. - Dijo la rubia contemplando los caros muebles y la costosa decoración de tonos oscuros con luces de diversos colores.
Todo estaba divido en secciones y algunos ocupados por grandes magnates o escorias que reían, bebían y por supuesto, intentaban cotejar a mas de una dama a cambio de fondo monetario. Ellas por supuesto, aceptaban y fingían bien pues si mentían, no se notaba en absoluto, ya que ese era su trabajo.
- Si que eres pícara. - Dijo la pelirroja hacia Mar. - Nos lo tienes que presentar. - En ese momento, se escuchó el sonido de una botella romperse.
- Por favor, deje esa botella. Ya le he dicho que no es una dama de compañía. - Las cuatro chicas miraron hacia el origen de la voz, y ahí vieron al rubio, detrás del bar propiamente dicho y con traje.
- ¡Me da igual! - Apenas podía vocalizar. - ¡La quiero!
- Si no baja esa arma, tendremos que echarle.
El hombre intentó clavarle aquellos afilados cristales el cual el rubio esquivó, solo que atrapó el brazo mientras esquivaba y lo retorció con naturalidad casi hasta elegancia, provocando que el hombre quedara con un brazo en la espada y sin escapatoria. Fue en ese momento cuando aparecieron varios hombres de negro y se llevaron a rastras el alborotador.
Siguiente conti para Xio.
- ¡Buena idea! - Secundó la pelirroja.
- Chicas, no creo que sea buena idea seguir a la gente así como as...
- Porque tu ya lo conoces. - Espetó la pelinegra con cierto reproche. - Eso es trampa Mari, lo tenías bien escondido.
- Pero...
Antes de que pudiera decir algo, fue arrastrada por sus amigas de nuevo a la calle. Para su desgracia, el cabello del rubio asomaba entre la multitud y aún no había desaparecido por una esquina.
- ¿A donde crees que ira?
- Quien sabe... ¿No es este la zona roja? - Mar soltó un suspiro al escuchar la conversación. - ¿Nos estamos acercando Mari? - Preguntó pícara.
- Hey.... - La azabache llamó la atención de sus tres amigas quienes la miraron y ella señaló al rubio.
- Eso es...
- Un bar caro. - Finalizó la rubia. - No me digas que es uno de esos chicos. - Dijo tapándose la boca.
- ¡Aun no se sabe! - Dijo la pelirroja liderando el paso.
- ¡Hey! Esto es zona para mayores muy mayores. - Habló Mar a lo que ellas la miraron con cierto desdén.
- Solo es un vistazo~ - Dijo la rubia entrelazando un brazo con ella y arrastrándola.
Sin poder rechistar mucho, Mar siguió a sus amigas. La entrada era una escalera que descendía dando paso a un pasillo terminado en unas puertas de cristal. Mas allá de la puerta, se veía el interior del recinto y por fortuna, no había nadie atendiendo en recepción en aquel momento, así que entraron a hurtadas.
- Woah. - Dijo la rubia contemplando los caros muebles y la costosa decoración de tonos oscuros con luces de diversos colores.
Todo estaba divido en secciones y algunos ocupados por grandes magnates o escorias que reían, bebían y por supuesto, intentaban cotejar a mas de una dama a cambio de fondo monetario. Ellas por supuesto, aceptaban y fingían bien pues si mentían, no se notaba en absoluto, ya que ese era su trabajo.
- Si que eres pícara. - Dijo la pelirroja hacia Mar. - Nos lo tienes que presentar. - En ese momento, se escuchó el sonido de una botella romperse.
- Por favor, deje esa botella. Ya le he dicho que no es una dama de compañía. - Las cuatro chicas miraron hacia el origen de la voz, y ahí vieron al rubio, detrás del bar propiamente dicho y con traje.
- ¡Me da igual! - Apenas podía vocalizar. - ¡La quiero!
- Si no baja esa arma, tendremos que echarle.
El hombre intentó clavarle aquellos afilados cristales el cual el rubio esquivó, solo que atrapó el brazo mientras esquivaba y lo retorció con naturalidad casi hasta elegancia, provocando que el hombre quedara con un brazo en la espada y sin escapatoria. Fue en ese momento cuando aparecieron varios hombres de negro y se llevaron a rastras el alborotador.
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Re: [Roll-P] Remember
-Wow- murmuraron las tres amigas de la castaña al terminar de ver la escena. Mar se había quedado prendida de la misma y solo reaccionó en cuanto los hombres de traje pasaron por su lado jalando al hombre, notoriamente ebrio, que al pasar al lado de las chicas mandó un piropo lo bastante grosero como para que Mar se tuviera que controlar apretando sus puños antes de cortarle la cabeza. Le siguieron con la mirada, una mirada que si matara…créanme que ese hombre estaría más que enterrado.
-Maldito Grosero- dijo la rubia en cuanto los hombres ya habían salido del lugar arrastrando al sujeto escaleras arriba.
-Que desagradable- bufó la pelinegra.
-No puedo creer que haya gente así- reprochó la última.
-Vámonos- dijo casi en murmuro la oji azul, tenía el pensamiento perdido.
-¿Ya te vas Preciosa?- esa vos justo en su espalda hizo que un pequeño escalofrío le recorriera el cuerpo entero. Se volteó lentamente, para toparse con la mirada penetrante del joven rubio.
-No-Noah- dijo con una sonrisa notoriamente nerviosa.
-Vaya, vaya, entonces no me equivoqué-
-No te preocupes yo a me iba- alegó con gracia antes de empezar a caminar pero el joven la tomó de la muñeca y la volvió al lugar.
-Así que vienes, causas toda una revuelta ¿y te quieres ir así como así?- dijo con un murmuro que solo ella y sus amigas lo oyeron.
-¿Eh?- la joven se quedó con anonadada. ¡Espera un minuto! ¿Qué ella qué? La joven parpadeó un par de veces recién asimilando lo dicho. ¿Cómo era posible que le echara la culpa así como así?
-Vamos… no me digas que crees que ese tipo se emocionó por alguna de las damas de aquí- chistó con una sonrisa de sorna. –Pero antes que hagas una escena…Me están viendo, sígueme- mientas iba hablando se iba acercando a la joven hasta decir lo último en susurro en su oído, mientras señalaba ligeramente hacia un lado, en donde se encontraba un hombre de traje. Noah se alejó y dedicó una sonrisa a las chicas, las cuales se sonrojaron y una de ellas le dio un codazo en el estómago a Mar quién entendió el mensaje.
Luego de soltar un ligero gritillo y dedicar una mirada de muerte a su amiga habló con una falsa sonrisa –Noah, te presentó a mis amigas: Jazmín, Rose y Lina – dijo refiriéndose a la rubia, pelirroja y a pelinegra respectivamente.
-Es todo un placer- dijo galante. –Tendré que pedirles que me esperen un segundo- sin más hizo una leve reverencia con la cabeza y se retiró a hablar con aquel hombre de traje. Mar se le quedó mirando.
Lina volvió a codear a la castaña. -¡¿Qué?!- preguntó en susurró.
-¿Cómo que no tenías nada? – reprochó.
-Eso, eso, te lo tenías muy guardado Mari- apoyó Rose picara.
-Es lindo, fuerte y galante. Es todo un caballero- siguió Jaz.
-Ni que lo digan- murmuró para sí la castaña, soltando una sonrisita por el chiste que solo ella entendió. –Pero no sé qué ideas se están haciendo ustedes- replicó.
-Ejem- el joven había vuelto. –Sean tan amables de seguirme por aquí, por favor- sin más se encaminó hacía la barra, en donde se colocó detrás de ella mientras las chicas se acomodaron delante.
-¿Les sirvo algo? La casa invita- susurró.
-¿Enserio? Vaya, cuanta caballerosidad de tu parte- habló la joven con cierto sarcasmo. El muchacho solo se limitó a sonreír y colocó cuatro vasos delante de cada joven, tres de ellos tenía una bebida color blanca y la última era de un color negro y burbujeante.
Mar lo miró extrañado, luego los vasos y luego nuevamente a él.
-Son sodas. Estás tres de lima limón y ya que a ti te gusta más dulce, esta es de vainilla- dijo para luego darse vuelta y atender a un hombre. Mar no podía dejar de mirarlo y sumirse en sus pensamientos. Aquel muchacho lo había conocido apenas un mes atrás, aunque desde que lo vio supo que eso no era así. Literalmente, había soñado con él y con tres jóvenes más durante toda su vida y ya había descubierto el por qué. Lo había conocido desde su vida pasada. A pesar de que no recordaba por completo su vida pasada, recordaba ciertas cosas del muchacho: gustos, pasatiempos, actitudes… sin embargo, ahora que lo pensaba, desde que se conocieron físicamente en ese tiempo, solo habían hablado del pasado y muy poco del presente. Siendo francos, jamás se imaginó que el muchacho podría trabajar en uno de esos bares y menos aún tener esas actitudes tan “galantes”.
Unos minutos después volvió con ellas, en donde soltó un suspiro.
-¿Se puede saber qué demonios haces aquí?- preguntó con un tono cansino.
-Vaya ¿Y dónde quedó el caballero?- se mofó la joven sin soltar el vaso con la soda.
-Se fue cuando mi jefe se dio la vuelta. Ahora responde- dijo un poco amenazante.
-No tengo porque darte explicaciones- murmuró.
-Sí, si tienes, este local no se permiten menores de 21 y mucho menos…- el chico le dirigió una mirada a las cuatro.
-Pues tienen una pésima seguridad- dijo restándole importancia mientras volvía a tomar su soda.
–Y esa no es forma de pedir las cosas- El muchacho volvió a soltar otro suspiro.
-Dale, muy bien. ¿Me puedes decir que haces aquí, por favor?- insistió con una sonrisa intentando mantener la calma.
-¿Ya ves la diferencia?- la castaña sonrió. El chico le dirigió una mirada de pocos amigos. –De acuerdo, te diré, pero antes respóndeme tú. ¿Qué haces aquí?-
-Yo pregunté primero
-¿Dónde dices que quedó el caballero?- preguntó picara. El joven soltó un bufido.
-Trabajo aquí. Y ustedes no deberían estar aquí. ¿Qué hacen aquí? Tuve que decir que ella- dijo señalando a Jaz- es mi prima y que venían a hablar unas cosas, y al rato se iban- bufó.
-¡Yei! ¡Tengo un primo simpático!- alagó Jaz, mientras el chico le dirigía una mirada de diversión para luego volver a concretarse en la castaña. –Responde- dijo con insistencia.
-De acuerdo… Estás tres de aquí quisieron seguirte, ya que me topé contigo en la dulcería y como no me viste, se empeñaron con perseguirte- el chico alzó la ceja. Mar presintió lo que se venía, una estampida de burlas con la frase: “eres una acosadora” estaban por salir de la boca del rubio. –Y antes que pienses en decir eso… fui arrastrada contra mi voluntad. Ellas querían conocerte, dicen que quieren ser tus amigas- se defendió. Las tres chicas que habían oído todo abrieron la boca para reprochar con aire ofendido. Pero la risa del joven las detuvo. -Bueno, ya me conocen ¿Qué quieren saber?-
-Eh, bueno…-la pelirroja empezó a balbucear. La oji azul suspiró, no podía creer que sus amigas se comporten de esa manera frente a Noah, ya las había visto así, claro, pero nunca por un chico como él…aunque realmente no sabía a qué se refería.
-¿Y cómo conociste a Mar?- la mención de su nombre la volvió a sacar de sus pensamientos.
-Sí cuéntanos, ya que ella no desembuchará nada- animó Lina.
-Bueno… es una historia un tanto complicada- dijo el joven con un tono un tanto divertido. Observó a la castaña que había volteado el rostro con un poco de curiosidad por ver que diría y este, aprovechó ese ideal momento para hacerle una galante broma.
-Nuestro encuentro fue cosa del destino… nos topamos un día en mi dulcería favorita. Desde que nuestras miradas se cruzaron algo hizo clic. Nos sentamos juntos en una mesa y allí empezó todo- había dicho con tanta calmar, con tanta ternura que un aura de luz, colores y escarchas había parecido a su alrededor y de cereza del pastel, hasta musiquita de fondo parecía sonar. Las tres chicas estaban embelesadas y hasta la castaña, tenía las mejillas sonrosadas y el corazón a mil. Hasta que el disco se rayó y el aura explotaron con la risa del muchacho.
-¡Noah! ¡Deja de decir tonterías!- chilló la joven inflando sus mejillas. El chico no dejaba de reír.
-Lo siento, lo siento…no pude evitarlo-dijo recuperando la compostura. Las tres amigas se quedaron observándose entre sí sin entender.
-No es verdad chicas, ósea sí…pero no fue así- Mar intentó explicarse, pero más rolló se hacía.
-Digamos que somos amigos de hace mucho tiempo- dijo el muchacho recuperando la compostura y guiñándole el ojo a la chica, la cual no pudo evitar sonrojarse un poco. Cosa que no fue percibida.
-Oh ya veo…-
-Oye, Noah parecer muy fuerte ¿estudias algún arte marcial?- indagó Lina
-Pues…algo así-
Y el interrogatorio continuó, la castaña recostó su rostro sobre su mano apoyada en la mesa, mientras oía aquellas absurdas preguntas que hacían al joven. Cosas básicas como: Su edad, su color favorito: que resultó ser el verde. Su signo del zodiaco y otras cosas que no fueron relevantes o que quizá Mar no pensó en que fueran importantes, hasta que una llamó su atención.
-¿Y desde cuando trabajas aquí?- preguntaron
-Pues hace como un año…desde que mis padres…- ¿Sus padres? Noah jamás había hablado de ellos cuando estuvo con ella o con los demás… es más, estaba segura que no lo había oído hablar sobre su vida privada en todo ese tiempo de conocerse, por algún motivo sintió algo pesado en el pecho. Por un lado estaba el hecho de que era cierto que el joven no tenía por qué contarle…pero después de tanto tiempo y ella se venía enterar porque sus tres amigas querían coquetear con él.
-¿Mari? ¿Estás bien?- preguntó Jaz quién estaba a su lado.
-Sí, sí…me tengo que ir. Mi hermano me estará esperando- Sin más se levantó de la barra.
-Espera, vamos contigo- Jaz hizo el ademan de pararse, pero la joven la detuvo con una mano sobre su hombro. –No se preocupen, quédense un rato más- dijo con una sonrisa –Nos vemos mañana- Se despidió de cada una, luego se volteó donde el chico y le dedicó otra sonrisa –Nos vemos- sin más se dio la vuelta y empezó a caminar.
Su paso era rápido, tenía la cabeza gacha pensando en mil cosas: ¿Por qué había actuado así? ¡Ella no era así! Se había enojado y la única palabra que venía a su mente era: Traición ¿Pero de qué? ¿O por qué? ¿Acaso porque su amigo no le contó antes sobre su pasado? ¿O porque lo que ella logró conocer en casi un mes… sus amigas lo supieron en menos de una hora? Sea como sea, debía una disculpa a Noah: por seguirlo, casi meterlo en problemas y por irse así, y a sus amigas por dejarlas. Suspiró.
En ese momento el sonido del aparatito tecnológico parecido a un celular que aún no tiene un nombre especifico, sonó. Vio en la pantalla y decía: Keira.
-Hola- respondió la joven.
-Hey Marchu ¿Cómo estás?- preguntó desde el otro lado.
-Ahí bien, ¿a qué se debe tu llamada?
-Nada, solo saber cómo estabas y a ver si sabías algo de Noah. Yo me encontré hoy con Akky y Sil en el centro comercial. Sil se estaba comprando ropa y Akky le acompañaba, se veían tan lindos. Y más porque… ¡¿Sabías que la familia de Akky es dueño de “Alia” La mejor tienda de ropa de todo el mundo?!- gritó. Genial, otra cosa que no sabía de sus amigos, aunque esto no le dolía tanto como lo de Noah, quizá sea que lo primero ya había causado el efecto máximo que ya nada sorprendía.
-¿Enserio?- dijo intentando sonar sorprendida
-¿Te pasa algo?- preguntó la otra castaña.
-No, realmente no. Y sí, acabo de estar con Noah, me lo encontré…bueno, realmente lo –la joven dudó en si decirle a su amiga o no –lo seguí hasta donde trabajaba.
-¿Qué hiciste qué?- se sorprendió la muchacha.
-Sí bueno, en realidad fueron mis amigas. Me lo tope saliendo de la pastelería y ni cuenta se dio, luego ellas me jalaron hasta dar con él.
-Oh vaya, eso no me lo esperaba. Bueno. Tengo que dejarte, te llamó al rato. Si lo vuelves a ver mándale saludos – se despidió la chica antes de colgar. Mar colgó y se echó a caminar. La noche ya hacía su llegada y las lámparas de la calle se encendían. ¿Cuánto más no sabía de sus amigos?- suspiró.
-¡Bueno! A darme prisa antes que Gian me mate- dijo antes de apresurar el paso.
---------------------------------
Gracias Ai por reservar la conti por mi♥
Y bueno, tenía muchas ideas en la mente y como no sabía cual plasmar, me salió la peor pastrulada de todas (?
Ojala que esté bien xD
¡Llegamos a la tercera hoja! Wuu vamos gente, tenemos que incrementar las contis(? ~
Por cierto... Las amigas de Mar (?
-Maldito Grosero- dijo la rubia en cuanto los hombres ya habían salido del lugar arrastrando al sujeto escaleras arriba.
-Que desagradable- bufó la pelinegra.
-No puedo creer que haya gente así- reprochó la última.
-Vámonos- dijo casi en murmuro la oji azul, tenía el pensamiento perdido.
-¿Ya te vas Preciosa?- esa vos justo en su espalda hizo que un pequeño escalofrío le recorriera el cuerpo entero. Se volteó lentamente, para toparse con la mirada penetrante del joven rubio.
-No-Noah- dijo con una sonrisa notoriamente nerviosa.
-Vaya, vaya, entonces no me equivoqué-
-No te preocupes yo a me iba- alegó con gracia antes de empezar a caminar pero el joven la tomó de la muñeca y la volvió al lugar.
-Así que vienes, causas toda una revuelta ¿y te quieres ir así como así?- dijo con un murmuro que solo ella y sus amigas lo oyeron.
-¿Eh?- la joven se quedó con anonadada. ¡Espera un minuto! ¿Qué ella qué? La joven parpadeó un par de veces recién asimilando lo dicho. ¿Cómo era posible que le echara la culpa así como así?
-Vamos… no me digas que crees que ese tipo se emocionó por alguna de las damas de aquí- chistó con una sonrisa de sorna. –Pero antes que hagas una escena…Me están viendo, sígueme- mientas iba hablando se iba acercando a la joven hasta decir lo último en susurro en su oído, mientras señalaba ligeramente hacia un lado, en donde se encontraba un hombre de traje. Noah se alejó y dedicó una sonrisa a las chicas, las cuales se sonrojaron y una de ellas le dio un codazo en el estómago a Mar quién entendió el mensaje.
Luego de soltar un ligero gritillo y dedicar una mirada de muerte a su amiga habló con una falsa sonrisa –Noah, te presentó a mis amigas: Jazmín, Rose y Lina – dijo refiriéndose a la rubia, pelirroja y a pelinegra respectivamente.
-Es todo un placer- dijo galante. –Tendré que pedirles que me esperen un segundo- sin más hizo una leve reverencia con la cabeza y se retiró a hablar con aquel hombre de traje. Mar se le quedó mirando.
Lina volvió a codear a la castaña. -¡¿Qué?!- preguntó en susurró.
-¿Cómo que no tenías nada? – reprochó.
-Eso, eso, te lo tenías muy guardado Mari- apoyó Rose picara.
-Es lindo, fuerte y galante. Es todo un caballero- siguió Jaz.
-Ni que lo digan- murmuró para sí la castaña, soltando una sonrisita por el chiste que solo ella entendió. –Pero no sé qué ideas se están haciendo ustedes- replicó.
-Ejem- el joven había vuelto. –Sean tan amables de seguirme por aquí, por favor- sin más se encaminó hacía la barra, en donde se colocó detrás de ella mientras las chicas se acomodaron delante.
-¿Les sirvo algo? La casa invita- susurró.
-¿Enserio? Vaya, cuanta caballerosidad de tu parte- habló la joven con cierto sarcasmo. El muchacho solo se limitó a sonreír y colocó cuatro vasos delante de cada joven, tres de ellos tenía una bebida color blanca y la última era de un color negro y burbujeante.
Mar lo miró extrañado, luego los vasos y luego nuevamente a él.
-Son sodas. Estás tres de lima limón y ya que a ti te gusta más dulce, esta es de vainilla- dijo para luego darse vuelta y atender a un hombre. Mar no podía dejar de mirarlo y sumirse en sus pensamientos. Aquel muchacho lo había conocido apenas un mes atrás, aunque desde que lo vio supo que eso no era así. Literalmente, había soñado con él y con tres jóvenes más durante toda su vida y ya había descubierto el por qué. Lo había conocido desde su vida pasada. A pesar de que no recordaba por completo su vida pasada, recordaba ciertas cosas del muchacho: gustos, pasatiempos, actitudes… sin embargo, ahora que lo pensaba, desde que se conocieron físicamente en ese tiempo, solo habían hablado del pasado y muy poco del presente. Siendo francos, jamás se imaginó que el muchacho podría trabajar en uno de esos bares y menos aún tener esas actitudes tan “galantes”.
Unos minutos después volvió con ellas, en donde soltó un suspiro.
-¿Se puede saber qué demonios haces aquí?- preguntó con un tono cansino.
-Vaya ¿Y dónde quedó el caballero?- se mofó la joven sin soltar el vaso con la soda.
-Se fue cuando mi jefe se dio la vuelta. Ahora responde- dijo un poco amenazante.
-No tengo porque darte explicaciones- murmuró.
-Sí, si tienes, este local no se permiten menores de 21 y mucho menos…- el chico le dirigió una mirada a las cuatro.
-Pues tienen una pésima seguridad- dijo restándole importancia mientras volvía a tomar su soda.
–Y esa no es forma de pedir las cosas- El muchacho volvió a soltar otro suspiro.
-Dale, muy bien. ¿Me puedes decir que haces aquí, por favor?- insistió con una sonrisa intentando mantener la calma.
-¿Ya ves la diferencia?- la castaña sonrió. El chico le dirigió una mirada de pocos amigos. –De acuerdo, te diré, pero antes respóndeme tú. ¿Qué haces aquí?-
-Yo pregunté primero
-¿Dónde dices que quedó el caballero?- preguntó picara. El joven soltó un bufido.
-Trabajo aquí. Y ustedes no deberían estar aquí. ¿Qué hacen aquí? Tuve que decir que ella- dijo señalando a Jaz- es mi prima y que venían a hablar unas cosas, y al rato se iban- bufó.
-¡Yei! ¡Tengo un primo simpático!- alagó Jaz, mientras el chico le dirigía una mirada de diversión para luego volver a concretarse en la castaña. –Responde- dijo con insistencia.
-De acuerdo… Estás tres de aquí quisieron seguirte, ya que me topé contigo en la dulcería y como no me viste, se empeñaron con perseguirte- el chico alzó la ceja. Mar presintió lo que se venía, una estampida de burlas con la frase: “eres una acosadora” estaban por salir de la boca del rubio. –Y antes que pienses en decir eso… fui arrastrada contra mi voluntad. Ellas querían conocerte, dicen que quieren ser tus amigas- se defendió. Las tres chicas que habían oído todo abrieron la boca para reprochar con aire ofendido. Pero la risa del joven las detuvo. -Bueno, ya me conocen ¿Qué quieren saber?-
-Eh, bueno…-la pelirroja empezó a balbucear. La oji azul suspiró, no podía creer que sus amigas se comporten de esa manera frente a Noah, ya las había visto así, claro, pero nunca por un chico como él…aunque realmente no sabía a qué se refería.
-¿Y cómo conociste a Mar?- la mención de su nombre la volvió a sacar de sus pensamientos.
-Sí cuéntanos, ya que ella no desembuchará nada- animó Lina.
-Bueno… es una historia un tanto complicada- dijo el joven con un tono un tanto divertido. Observó a la castaña que había volteado el rostro con un poco de curiosidad por ver que diría y este, aprovechó ese ideal momento para hacerle una galante broma.
-Nuestro encuentro fue cosa del destino… nos topamos un día en mi dulcería favorita. Desde que nuestras miradas se cruzaron algo hizo clic. Nos sentamos juntos en una mesa y allí empezó todo- había dicho con tanta calmar, con tanta ternura que un aura de luz, colores y escarchas había parecido a su alrededor y de cereza del pastel, hasta musiquita de fondo parecía sonar. Las tres chicas estaban embelesadas y hasta la castaña, tenía las mejillas sonrosadas y el corazón a mil. Hasta que el disco se rayó y el aura explotaron con la risa del muchacho.
-¡Noah! ¡Deja de decir tonterías!- chilló la joven inflando sus mejillas. El chico no dejaba de reír.
-Lo siento, lo siento…no pude evitarlo-dijo recuperando la compostura. Las tres amigas se quedaron observándose entre sí sin entender.
-No es verdad chicas, ósea sí…pero no fue así- Mar intentó explicarse, pero más rolló se hacía.
-Digamos que somos amigos de hace mucho tiempo- dijo el muchacho recuperando la compostura y guiñándole el ojo a la chica, la cual no pudo evitar sonrojarse un poco. Cosa que no fue percibida.
-Oh ya veo…-
-Oye, Noah parecer muy fuerte ¿estudias algún arte marcial?- indagó Lina
-Pues…algo así-
Y el interrogatorio continuó, la castaña recostó su rostro sobre su mano apoyada en la mesa, mientras oía aquellas absurdas preguntas que hacían al joven. Cosas básicas como: Su edad, su color favorito: que resultó ser el verde. Su signo del zodiaco y otras cosas que no fueron relevantes o que quizá Mar no pensó en que fueran importantes, hasta que una llamó su atención.
-¿Y desde cuando trabajas aquí?- preguntaron
-Pues hace como un año…desde que mis padres…- ¿Sus padres? Noah jamás había hablado de ellos cuando estuvo con ella o con los demás… es más, estaba segura que no lo había oído hablar sobre su vida privada en todo ese tiempo de conocerse, por algún motivo sintió algo pesado en el pecho. Por un lado estaba el hecho de que era cierto que el joven no tenía por qué contarle…pero después de tanto tiempo y ella se venía enterar porque sus tres amigas querían coquetear con él.
-¿Mari? ¿Estás bien?- preguntó Jaz quién estaba a su lado.
-Sí, sí…me tengo que ir. Mi hermano me estará esperando- Sin más se levantó de la barra.
-Espera, vamos contigo- Jaz hizo el ademan de pararse, pero la joven la detuvo con una mano sobre su hombro. –No se preocupen, quédense un rato más- dijo con una sonrisa –Nos vemos mañana- Se despidió de cada una, luego se volteó donde el chico y le dedicó otra sonrisa –Nos vemos- sin más se dio la vuelta y empezó a caminar.
Su paso era rápido, tenía la cabeza gacha pensando en mil cosas: ¿Por qué había actuado así? ¡Ella no era así! Se había enojado y la única palabra que venía a su mente era: Traición ¿Pero de qué? ¿O por qué? ¿Acaso porque su amigo no le contó antes sobre su pasado? ¿O porque lo que ella logró conocer en casi un mes… sus amigas lo supieron en menos de una hora? Sea como sea, debía una disculpa a Noah: por seguirlo, casi meterlo en problemas y por irse así, y a sus amigas por dejarlas. Suspiró.
En ese momento el sonido del aparatito tecnológico parecido a un celular que aún no tiene un nombre especifico, sonó. Vio en la pantalla y decía: Keira.
-Hola- respondió la joven.
-Hey Marchu ¿Cómo estás?- preguntó desde el otro lado.
-Ahí bien, ¿a qué se debe tu llamada?
-Nada, solo saber cómo estabas y a ver si sabías algo de Noah. Yo me encontré hoy con Akky y Sil en el centro comercial. Sil se estaba comprando ropa y Akky le acompañaba, se veían tan lindos. Y más porque… ¡¿Sabías que la familia de Akky es dueño de “Alia” La mejor tienda de ropa de todo el mundo?!- gritó. Genial, otra cosa que no sabía de sus amigos, aunque esto no le dolía tanto como lo de Noah, quizá sea que lo primero ya había causado el efecto máximo que ya nada sorprendía.
-¿Enserio?- dijo intentando sonar sorprendida
-¿Te pasa algo?- preguntó la otra castaña.
-No, realmente no. Y sí, acabo de estar con Noah, me lo encontré…bueno, realmente lo –la joven dudó en si decirle a su amiga o no –lo seguí hasta donde trabajaba.
-¿Qué hiciste qué?- se sorprendió la muchacha.
-Sí bueno, en realidad fueron mis amigas. Me lo tope saliendo de la pastelería y ni cuenta se dio, luego ellas me jalaron hasta dar con él.
-Oh vaya, eso no me lo esperaba. Bueno. Tengo que dejarte, te llamó al rato. Si lo vuelves a ver mándale saludos – se despidió la chica antes de colgar. Mar colgó y se echó a caminar. La noche ya hacía su llegada y las lámparas de la calle se encendían. ¿Cuánto más no sabía de sus amigos?- suspiró.
-¡Bueno! A darme prisa antes que Gian me mate- dijo antes de apresurar el paso.
---------------------------------
Gracias Ai por reservar la conti por mi♥
Y bueno, tenía muchas ideas en la mente y como no sabía cual plasmar, me salió la peor pastrulada de todas (?
Ojala que esté bien xD
¡Llegamos a la tercera hoja! Wuu vamos gente, tenemos que incrementar las contis(? ~
Por cierto... Las amigas de Mar (?
- Spoiler:
Jazmín, Rose y Lina
Exactas~* La verdad, acabo de encontrar la imagen y editarla a la rápida xD
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 30/05/1995
Mi llegada : 27/12/2009
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Re: [Roll-P] Remember
El pelirrojo se encontraba parado frente a una tienda, esperando a que su acompañante finalmente saliera del lugar; no había entrado por el único motivo de que no lo dejaban entrar con tantas bolsas a cargo. Mientras aguardaba, miraba a quienes deambulaban cerca de él, la cantidad de gente era sorprendente. Al cabo de un tiempo, por fin la joven peli plata salió con otro par de bolsas en las manos y rápidamente se dirigió donde Aker.
- Lamento la demora - Se excusó en cuanto estuvo frente al joven.
- Da igual. ¿Qué compraste? - Inquirió arqueado una ceja a la par que empezaba a alzar varias bolsas.
- Pues una ropa deportiva y además un conjunto para Lia - Respondió imitando la acción del pelirrojo a la par que sonreía.
- No debiste hacerlo - Dijo Aker suspirando levemente - Y tampoco tienes por qué hacer eso - Hizo referencia a que la albina al igual que él, se estaba cargando de varios paquetes.
- Pero no puedo dejarte cargar esto solo - Contestó de inmediato haciendo un leve puchero, lo que causó una leve risa por parte del joven.
- Bien, bien. ¿Sabes? Mejor compraremos un carro o algo para cargar todo esto - Comentó.
- Yo pago - Expresó animada.
- Genial, ahora te volviste una compulsiva de las compras - Bromeó - Y nada de eso, yo pago. No sabemos cuanto queda de saldo en esa tarjeta - Añadió mientras comenzaba a caminar, buscando con la mirada algo que pudiera servirles para evitar tanto ajetreo con las compras.
- ¡Ah! Cierto - Recordó la joven, hasta ahora se había dado de cuenta.
Los dos jóvenes caminaban ya con más facilidad, gracias a que Aker consiguió que le vendieran por un precio módico, un carrito de empujar para llevar las cosas, las deslumbrantes tiendas llenaban su vista, algunas con cosas bastante extravagantes y otras realmente simples. La albina simplemente miraba para todos lados con bastante asombro y el pelirrojo solo se dedicaba a buscar la salida del lugar a la par que empujaba el carrito. Pararon frente a un enorme mapa laminado, para consultar direcciones y tener un panorama general de la salida más cercana a donde se encontraban.
- Estamos aquí - Señaló con un dedo Aker el punto en el que supuestamente se hallaban.
- ¿No estamos aquí? - Preguntó Sil apuntando con su dedo un punto un tanto más alejado del que marcaba el pelirrojo.
- No, estoy seguro de que estamos aquí - Afirmó - Así que la ruta para salir más cercana es…- Deslizó su dedo por el mapa hasta llegar a un punto no muy alejado del de ellos - Aquí.
- ¿Estás seguro? - Preguntó la peli plata ladeando la cabeza.
- Seguro, seguro - Certificó para luego comenzar a empujar el carro y ser seguido por la albina.
Caminaban y caminaba, sin embargo, no se veían resultados. El tiempo transcurría y llegó la tarde, por lo que tuvieron que parar en un local a comer algo, posteriormente continuaron su camino, sin embargo siempre llegaban al mismo punto…El mapa.
- Se supone que ya deberíamos haber salido - Comentó el oji rojo un tanto estresado por la situación.
- Yo creo que estamos caminando en círculos, así - La menor comenzó ha trazar con su dedo un camino cerrado, que como ella decía, trazaba un círculo.
- Imposible - Negó - No hemos visto las mismas tiendas - Apuntó alzando su dedo índice, como tratando de explicarle algo obvio a la albina.
- Cierto - Murmuró la oji azul - Entonces en definitiva nos perdimos - Se encogió levemente de hombros.
- Creo que eso ya es evidente, Sil - Dijo Aker con una gotita al estilo anime por el comentario de la peli plata (?).
- Tengo una idea. ¡Pidamos instrucciones! - Espetó animada la joven, sonriendo ampliamente.
- No, gracias.
- ¿Eh? ¿Por qué no?
- Porque no lo necesitamos. Mejor vamos o nos quedaremos atrapados aquí de por vida - Finalizó mientras de nuevo comenzaba a caminar, empujando el carrito.
- No entiendo por qué los hombres nunca piden instrucciones - Murmuró con un leve suspiro la albina cruzándose de brazos, mientras seguía a Aker.
- ¿Dijiste algo? - Preguntó el pelirrojo volteando a verla.
- N-Nada Aky - Negó con las manos, disimulando realmente mal, sin embargo el joven no le prestó mayor atención. La peli plata solo corrió un poco y se ubicó a su lado, divagando por el centro comercial y buscando alguna salida, olvidando por completo el tema de la “amnesia” de la oji azul y pasando ambos a centrarse plenamente en salir de aquel sitio.
- Lamento la demora - Se excusó en cuanto estuvo frente al joven.
- Da igual. ¿Qué compraste? - Inquirió arqueado una ceja a la par que empezaba a alzar varias bolsas.
- Pues una ropa deportiva y además un conjunto para Lia - Respondió imitando la acción del pelirrojo a la par que sonreía.
- No debiste hacerlo - Dijo Aker suspirando levemente - Y tampoco tienes por qué hacer eso - Hizo referencia a que la albina al igual que él, se estaba cargando de varios paquetes.
- Pero no puedo dejarte cargar esto solo - Contestó de inmediato haciendo un leve puchero, lo que causó una leve risa por parte del joven.
- Bien, bien. ¿Sabes? Mejor compraremos un carro o algo para cargar todo esto - Comentó.
- Yo pago - Expresó animada.
- Genial, ahora te volviste una compulsiva de las compras - Bromeó - Y nada de eso, yo pago. No sabemos cuanto queda de saldo en esa tarjeta - Añadió mientras comenzaba a caminar, buscando con la mirada algo que pudiera servirles para evitar tanto ajetreo con las compras.
- ¡Ah! Cierto - Recordó la joven, hasta ahora se había dado de cuenta.
Los dos jóvenes caminaban ya con más facilidad, gracias a que Aker consiguió que le vendieran por un precio módico, un carrito de empujar para llevar las cosas, las deslumbrantes tiendas llenaban su vista, algunas con cosas bastante extravagantes y otras realmente simples. La albina simplemente miraba para todos lados con bastante asombro y el pelirrojo solo se dedicaba a buscar la salida del lugar a la par que empujaba el carrito. Pararon frente a un enorme mapa laminado, para consultar direcciones y tener un panorama general de la salida más cercana a donde se encontraban.
- Estamos aquí - Señaló con un dedo Aker el punto en el que supuestamente se hallaban.
- ¿No estamos aquí? - Preguntó Sil apuntando con su dedo un punto un tanto más alejado del que marcaba el pelirrojo.
- No, estoy seguro de que estamos aquí - Afirmó - Así que la ruta para salir más cercana es…- Deslizó su dedo por el mapa hasta llegar a un punto no muy alejado del de ellos - Aquí.
- ¿Estás seguro? - Preguntó la peli plata ladeando la cabeza.
- Seguro, seguro - Certificó para luego comenzar a empujar el carro y ser seguido por la albina.
Caminaban y caminaba, sin embargo, no se veían resultados. El tiempo transcurría y llegó la tarde, por lo que tuvieron que parar en un local a comer algo, posteriormente continuaron su camino, sin embargo siempre llegaban al mismo punto…El mapa.
- Se supone que ya deberíamos haber salido - Comentó el oji rojo un tanto estresado por la situación.
- Yo creo que estamos caminando en círculos, así - La menor comenzó ha trazar con su dedo un camino cerrado, que como ella decía, trazaba un círculo.
- Imposible - Negó - No hemos visto las mismas tiendas - Apuntó alzando su dedo índice, como tratando de explicarle algo obvio a la albina.
- Cierto - Murmuró la oji azul - Entonces en definitiva nos perdimos - Se encogió levemente de hombros.
- Creo que eso ya es evidente, Sil - Dijo Aker con una gotita al estilo anime por el comentario de la peli plata (?).
- Tengo una idea. ¡Pidamos instrucciones! - Espetó animada la joven, sonriendo ampliamente.
- No, gracias.
- ¿Eh? ¿Por qué no?
- Porque no lo necesitamos. Mejor vamos o nos quedaremos atrapados aquí de por vida - Finalizó mientras de nuevo comenzaba a caminar, empujando el carrito.
- No entiendo por qué los hombres nunca piden instrucciones - Murmuró con un leve suspiro la albina cruzándose de brazos, mientras seguía a Aker.
- ¿Dijiste algo? - Preguntó el pelirrojo volteando a verla.
- N-Nada Aky - Negó con las manos, disimulando realmente mal, sin embargo el joven no le prestó mayor atención. La peli plata solo corrió un poco y se ubicó a su lado, divagando por el centro comercial y buscando alguna salida, olvidando por completo el tema de la “amnesia” de la oji azul y pasando ambos a centrarse plenamente en salir de aquel sitio.
- . -
Esto es lo único que se me ocurrió, además de que tenía ganas de continuar y eso. Espero que haya quedado bien, si no, cualquier cosa me avisan nwn
Dani- **Alma*Contest**
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Re: [Roll-P] Remember
- ¡No estamos llegando a ninguna parte así! - Chilló Aker, llevando sus manos a la cara en desesperación ¿Desde cuándo el super era un laberinto? Habían regresado al mapa sin saber ya en qué punto estarían o si por lo menos era el mismo mapa -
- ¿Indicaciones? - Preguntó la albina tímidamente, su compañero compuso cara de perros comenzando a caminar, nuevamente mientras refunfuñaba - Esta bien - Suspiró, siguiéndolo sin mucha esperanza, tratar sola al chico era mas difícil de lo que parecía, pero estaba aprendiendo a lidiar con él de manera rápida -
- Esta bien - Dijo, mirando a un lado - Solamente una vez - Indicó con su índice -
- Yei~ - Levantó las manos en celebración sonriendo -
- ¿A quién? - Preguntó Aker mirando de un lado a otro, la peliblanca hizo lo mismo de manera pensativa -
- Ella - Señaló a una señora de mediana edad y se acercó a ella a paso rápido, le explicó la situación, hizo una pequeña reverencia y regresó con Aker -
- ¿Y? - La miró con duda -
- Estamos en el lado más lejano.... - Dijo tratando de no caer ahí mismo llevando sus manos a las mejillas con susto -
- Genial... - Aker pasó una mano por sus cabellos con molestia - ¡A caminar! - Exclamó señalando un camino, Sil haló suavemente de una punta de su camisa y cuando tuvo los ojos del pelirrojo encima le señaló la dirección contraria -
- Por allá... - Dijo en un tono bajo con las mejillas rosadas, ya que, muchas personas lo habían quedado viendo después del grito del chico. Aker al darse cuenta se avergonzó y tomó a Sil de la muñeca para salir corriendo en la dirección indicada llevándose por delante las compras -
- ¿Cuándo se había llenado de tanta gente? - Preguntó Aker una vez se calmó -
- Siempre la hubo... - Sil rió nerviosa por el despiste del muchacho - Etto... - Señaló con sus ojos la mano del pelirrojo, quien al comprender le soltó la muñeca de inmediato -
- A casa - Suspiró pesadamente, empujando el carrito -
Sabían que no podían hacer todo ese recorrido caminando así que cuando lograron salir tomaron un auto, embarcaron las compras y dijeron la dirección.
Una vez llegaron frente a la casa, Aker pagó y bajaron las cosas y las llevaron con ayuda del carrito (Ni idea de cómo le hicieron con eso, pero bah).
Repitiendo el mismo proceso de cuando Aker llegaba a la casa.
- ¡Maldita alarma! - Chilló apagándola mientras Sil llevaba todo a la cocina y miraba para todos lados teniendo un extraño sentimiento ya que el lugar estaba en silencio -
- ¿Dónde están Lia y la Sra? - Preguntó asomandose por la puerta de la cocina encontrando a un Aker que abría una caja para desconectar unos cables. Los cual hizo que una gota de sudor bajara por su nuca -
- Si no hay nadie, debe de haber una nota por ahí, Búscala - La miró cerrando aquel aparato sin cuidado - Nunca más arruinarás mi entrada maldita cosa - Aker empezó a reír en plan villano (? - Me voy a bañar~ - Avisó subiendo por las escaleras.
Sil sudó frío, pero ya pensaba que era algo normal los cambios de humor repentinos del pelirrojo. Se puso a buscar entre la cocina encontrando una nota en lo alto de uno de los anaqueles. Se puso de puntillas para alcanzarlo pero al no tener resultado hizo un puchero y vio a otro lado, allí estaba un banco, eso le dio una idea.
Lo acomodó bajo la nota y subió logrando tomarla para después bajar con cuidado y leyó:
- Debe ser duro... - Murmuró la albina viendo el papel y sabiendo la condición del pelirrojo por su adicción -
Después de unos minutos Aker bajó con una toalla cruzando su nuca y vio que la albina estaba sirviendo la cena.
- Te tomas demasiadas molestias - Le dijo sentándose a la mesa -
- Me agrada cocinar, así que está bien - Sonrió poniendo un plato frente a Aker y después, sentándose con el de ella -
- Bueno... Que aproveche ~ - Canturreó para empezar a comer, Sil lo imitó. Terminaron de comer y después de halagos de la comida por parte de Aker; Sil se dedicó a lavar los platos.
- ¿Intentamos hacer los postres hoy o esperamos a mañana? - Sil cogió una toalla cercana para secarse las manos y le dirigió la mirada al ojirojo -
- Aún es temprano - Dijo mirando el reloj de pared que se encontraba en la cocina. Marcaba las 8:00 p.m - ¡Hagamos postres! - Exclamó levantándose de la silla y acercándose a el mesón de un lado - ¿Con qué empezamos?
- ¿Te parecen galletas? -
- Perfecto -
Me reeeeee fui a no sé donde, pero a contentarse, aún me falla, que aún no me recupero por completo (?
- ¿Indicaciones? - Preguntó la albina tímidamente, su compañero compuso cara de perros comenzando a caminar, nuevamente mientras refunfuñaba - Esta bien - Suspiró, siguiéndolo sin mucha esperanza, tratar sola al chico era mas difícil de lo que parecía, pero estaba aprendiendo a lidiar con él de manera rápida -
- Esta bien - Dijo, mirando a un lado - Solamente una vez - Indicó con su índice -
- Yei~ - Levantó las manos en celebración sonriendo -
- ¿A quién? - Preguntó Aker mirando de un lado a otro, la peliblanca hizo lo mismo de manera pensativa -
- Ella - Señaló a una señora de mediana edad y se acercó a ella a paso rápido, le explicó la situación, hizo una pequeña reverencia y regresó con Aker -
- ¿Y? - La miró con duda -
- Estamos en el lado más lejano.... - Dijo tratando de no caer ahí mismo llevando sus manos a las mejillas con susto -
- Genial... - Aker pasó una mano por sus cabellos con molestia - ¡A caminar! - Exclamó señalando un camino, Sil haló suavemente de una punta de su camisa y cuando tuvo los ojos del pelirrojo encima le señaló la dirección contraria -
- Por allá... - Dijo en un tono bajo con las mejillas rosadas, ya que, muchas personas lo habían quedado viendo después del grito del chico. Aker al darse cuenta se avergonzó y tomó a Sil de la muñeca para salir corriendo en la dirección indicada llevándose por delante las compras -
- ¿Cuándo se había llenado de tanta gente? - Preguntó Aker una vez se calmó -
- Siempre la hubo... - Sil rió nerviosa por el despiste del muchacho - Etto... - Señaló con sus ojos la mano del pelirrojo, quien al comprender le soltó la muñeca de inmediato -
- A casa - Suspiró pesadamente, empujando el carrito -
Sabían que no podían hacer todo ese recorrido caminando así que cuando lograron salir tomaron un auto, embarcaron las compras y dijeron la dirección.
Una vez llegaron frente a la casa, Aker pagó y bajaron las cosas y las llevaron con ayuda del carrito (Ni idea de cómo le hicieron con eso, pero bah).
Repitiendo el mismo proceso de cuando Aker llegaba a la casa.
- ¡Maldita alarma! - Chilló apagándola mientras Sil llevaba todo a la cocina y miraba para todos lados teniendo un extraño sentimiento ya que el lugar estaba en silencio -
- ¿Dónde están Lia y la Sra? - Preguntó asomandose por la puerta de la cocina encontrando a un Aker que abría una caja para desconectar unos cables. Los cual hizo que una gota de sudor bajara por su nuca -
- Si no hay nadie, debe de haber una nota por ahí, Búscala - La miró cerrando aquel aparato sin cuidado - Nunca más arruinarás mi entrada maldita cosa - Aker empezó a reír en plan villano (? - Me voy a bañar~ - Avisó subiendo por las escaleras.
Sil sudó frío, pero ya pensaba que era algo normal los cambios de humor repentinos del pelirrojo. Se puso a buscar entre la cocina encontrando una nota en lo alto de uno de los anaqueles. Se puso de puntillas para alcanzarlo pero al no tener resultado hizo un puchero y vio a otro lado, allí estaba un banco, eso le dio una idea.
Lo acomodó bajo la nota y subió logrando tomarla para después bajar con cuidado y leyó:
"Nos fuimos a una fiesta. No regresaremos hasta la madrugada, cuídense Att. Mamá y Lia
PD: Aky no te comas todos los dulces. Besos."
PD: Aky no te comas todos los dulces. Besos."
- Debe ser duro... - Murmuró la albina viendo el papel y sabiendo la condición del pelirrojo por su adicción -
Después de unos minutos Aker bajó con una toalla cruzando su nuca y vio que la albina estaba sirviendo la cena.
- Te tomas demasiadas molestias - Le dijo sentándose a la mesa -
- Me agrada cocinar, así que está bien - Sonrió poniendo un plato frente a Aker y después, sentándose con el de ella -
- Bueno... Que aproveche ~ - Canturreó para empezar a comer, Sil lo imitó. Terminaron de comer y después de halagos de la comida por parte de Aker; Sil se dedicó a lavar los platos.
- ¿Intentamos hacer los postres hoy o esperamos a mañana? - Sil cogió una toalla cercana para secarse las manos y le dirigió la mirada al ojirojo -
- Aún es temprano - Dijo mirando el reloj de pared que se encontraba en la cocina. Marcaba las 8:00 p.m - ¡Hagamos postres! - Exclamó levantándose de la silla y acercándose a el mesón de un lado - ¿Con qué empezamos?
- ¿Te parecen galletas? -
- Perfecto -
Me reeeeee fui a no sé donde, pero a contentarse, aún me falla, que aún no me recupero por completo (?
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Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
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Re: [Roll-P] Remember
- Entonces me voy.
- Noo~ - Enseguida una chica pelirroja se arrimó al brazo de Noah impidiéndole marchar de ahí.
- Querida, tengo sueño y es hora de cerrar.
- Vamos, si apenas son las seis~
- Como si fuera temprano. - Dijo con cierto odio. - Ya no estoy acostumbrado.
- Bueno, ¿al menos "cenarás" con nosotras? - Intervino otra junto a un grupo de mujeres que acostumbraban a acosarlo pero con "cariño y familiaridad".
- No, tengo cosas que hacer.
- ¡No! - Inmediatamente empezaron a amontonarse una tras otra encima del rubio mientras este luchaba por su vida (?
- Puto. - Susurró el hombre de mantenimiento. - Nunca deberías haber regresado. Ni cuando te fuiste nos librábamos de ti con "¿Ay, donde estará Noah?" "Ay, lo echo tanto de menos" "Era tan joven."
- ¿Por que no dejas de maldecir y te llevas a algunas?
- No. - Dijo tajantemente. - Putín.
- Celos John. No son buenos. - Añadió un cocinero.
- Como sea, me voy. - Dijo esta vez seriamente, lo que ellas entendían perfectamente como algo muy importante así que se apartaron lentamente con desgana.
- Ya no pasas tanto tiempo con nosotras.
- Claro que no, después de todo, Noah ha encontrado a su princesita. - Dijo la pelirroja. Su sonrisa inocente y alegre pasó a ser una sonrisa siniestra por un momento a ojos de Noah. - Un buen guardián siempre debe estar listo.
Aquella actitud pacífica suya se derrumbó por un segundo. Ya había tenido suficiente con despachar a las amigas de Mar con una sarta de mentiras e invenciones y ahora tenía delante de sus ojos a alguien sospechosa de ser agente de Atur.
La conocía desde hacía tiempo durante el trabajo pero nunca habían cruzado mas palabras del que eran habituales. Además, por algún motivo, no lograba recordar su nombre, ni siquiera la primera letra o peor aún, ninguna de ellas.
- Hasta mañana. - Sentenció Noah mientras marchaba a toda prisa hacia la entrada.
Cuando había atravesado varias calles casi vacías a pesar del horario, cogió aquel comunicador que tenía y enseguida envió un mensaje al primero de la lista: Mar. - "Tengo un problema." - Escribió lo mas rápido que podía.
No se detuvo y siguió corriendo hasta que se cansó y tuvo que esconderse en un pequeño callejón desolado. Respiraba rápido y echó un rápido vistazo a su celular. Con desdén se apartó el cabello de la cara y respiró hondo.
- Si que corres rápido, era de esperarse de un caballero de la futura reina. - Noah alzó la mirada y se encontró a la pelirroja bloqueando la salida. Ella no estaba tan cansada a diferencia de él.
- ¿Que eres?
- ¿Yo? Una Relicaria. Pero no hay necesidad de ponerse en guardia.
- Demuestra que no muerdes.
- ¿Demostrar? - Sonrió. - No te queda otra opción que confiar en mi. Ven.
Noah obedeció. Que alguien pudiera alcanzar su velocidad después de aquel entrenamiento infernal de Charles era simplemente imposible por lo que dedujo que ella lo sobrepasaba por cientos de veces, quizás hasta miles. Quizás era alguien con la bendición maldita de Atur o alguien simplemente mejor que él. La última opción le hacía doler el orgullo de caballero que aún tenía.
Salieron del callejón y empezaron a caminar. Ya que Noah mantenía cierta distancia prudente desconfiada y absorto en sus pensamientos, la pelirroja entrelazó brazos con él como si fuera lo mas normal.
- Vamos, tantos meses juntos trabajando, no irás ahora a ponerte nervioso ¿verdad? - Broméo divertida.
- No tiene gracia.
- Si crees que soy tu enemiga, no lo soy. Ya sabía quien eras incluso antes de que empezarás a recordar así que si fuera del otro bando... - Se detuvo y puso un dedo en su pecho. - Bang, te habría matado.
- Bueno, entonces dime quien eres.
- Una relicaria, ya te lo he dicho. No soy tu enemiga pero tampoco tu aliada. Tu decidirás lo que quieres que sea.
- A ver si adivino, quieres algo a cambio de ser mi aliada.
- ¡Exacto! - Dijo animada. - Tu buscas derrotar a Atur, yo te daré las herramientas para eso, pero a cambio quiero que me hagas unos trabajitos.
- Depende de que trabajitos.
- Nada que un caballero de la guardia real no pueda hacer. - Sonrió. - Debo irme pero ya te hablaré mas tarde, hasta entonces, esperare tu respuesta. ¡Ah! Y prohibido decírselo a nadie~ Es un secreto. - Dijo mientras hacía pose pícara y se marchaba a paso ligero.
- Ni así tengo vacaciones. - Se dijo a si mismo mientras se aflojaba la corbata y se pasaba una mano por la frente. - Ni así.... Pero una relicaria... ¿Que se supone que es eso?
No se que hice c:
- Noo~ - Enseguida una chica pelirroja se arrimó al brazo de Noah impidiéndole marchar de ahí.
- Querida, tengo sueño y es hora de cerrar.
- Vamos, si apenas son las seis~
- Como si fuera temprano. - Dijo con cierto odio. - Ya no estoy acostumbrado.
- Bueno, ¿al menos "cenarás" con nosotras? - Intervino otra junto a un grupo de mujeres que acostumbraban a acosarlo pero con "cariño y familiaridad".
- No, tengo cosas que hacer.
- ¡No! - Inmediatamente empezaron a amontonarse una tras otra encima del rubio mientras este luchaba por su vida (?
- Puto. - Susurró el hombre de mantenimiento. - Nunca deberías haber regresado. Ni cuando te fuiste nos librábamos de ti con "¿Ay, donde estará Noah?" "Ay, lo echo tanto de menos" "Era tan joven."
- ¿Por que no dejas de maldecir y te llevas a algunas?
- No. - Dijo tajantemente. - Putín.
- Celos John. No son buenos. - Añadió un cocinero.
- Como sea, me voy. - Dijo esta vez seriamente, lo que ellas entendían perfectamente como algo muy importante así que se apartaron lentamente con desgana.
- Ya no pasas tanto tiempo con nosotras.
- Claro que no, después de todo, Noah ha encontrado a su princesita. - Dijo la pelirroja. Su sonrisa inocente y alegre pasó a ser una sonrisa siniestra por un momento a ojos de Noah. - Un buen guardián siempre debe estar listo.
Aquella actitud pacífica suya se derrumbó por un segundo. Ya había tenido suficiente con despachar a las amigas de Mar con una sarta de mentiras e invenciones y ahora tenía delante de sus ojos a alguien sospechosa de ser agente de Atur.
La conocía desde hacía tiempo durante el trabajo pero nunca habían cruzado mas palabras del que eran habituales. Además, por algún motivo, no lograba recordar su nombre, ni siquiera la primera letra o peor aún, ninguna de ellas.
- Hasta mañana. - Sentenció Noah mientras marchaba a toda prisa hacia la entrada.
Cuando había atravesado varias calles casi vacías a pesar del horario, cogió aquel comunicador que tenía y enseguida envió un mensaje al primero de la lista: Mar. - "Tengo un problema." - Escribió lo mas rápido que podía.
No se detuvo y siguió corriendo hasta que se cansó y tuvo que esconderse en un pequeño callejón desolado. Respiraba rápido y echó un rápido vistazo a su celular. Con desdén se apartó el cabello de la cara y respiró hondo.
- Si que corres rápido, era de esperarse de un caballero de la futura reina. - Noah alzó la mirada y se encontró a la pelirroja bloqueando la salida. Ella no estaba tan cansada a diferencia de él.
- ¿Que eres?
- ¿Yo? Una Relicaria. Pero no hay necesidad de ponerse en guardia.
- Demuestra que no muerdes.
- ¿Demostrar? - Sonrió. - No te queda otra opción que confiar en mi. Ven.
Noah obedeció. Que alguien pudiera alcanzar su velocidad después de aquel entrenamiento infernal de Charles era simplemente imposible por lo que dedujo que ella lo sobrepasaba por cientos de veces, quizás hasta miles. Quizás era alguien con la bendición maldita de Atur o alguien simplemente mejor que él. La última opción le hacía doler el orgullo de caballero que aún tenía.
Salieron del callejón y empezaron a caminar. Ya que Noah mantenía cierta distancia prudente desconfiada y absorto en sus pensamientos, la pelirroja entrelazó brazos con él como si fuera lo mas normal.
- Vamos, tantos meses juntos trabajando, no irás ahora a ponerte nervioso ¿verdad? - Broméo divertida.
- No tiene gracia.
- Si crees que soy tu enemiga, no lo soy. Ya sabía quien eras incluso antes de que empezarás a recordar así que si fuera del otro bando... - Se detuvo y puso un dedo en su pecho. - Bang, te habría matado.
- Bueno, entonces dime quien eres.
- Una relicaria, ya te lo he dicho. No soy tu enemiga pero tampoco tu aliada. Tu decidirás lo que quieres que sea.
- A ver si adivino, quieres algo a cambio de ser mi aliada.
- ¡Exacto! - Dijo animada. - Tu buscas derrotar a Atur, yo te daré las herramientas para eso, pero a cambio quiero que me hagas unos trabajitos.
- Depende de que trabajitos.
- Nada que un caballero de la guardia real no pueda hacer. - Sonrió. - Debo irme pero ya te hablaré mas tarde, hasta entonces, esperare tu respuesta. ¡Ah! Y prohibido decírselo a nadie~ Es un secreto. - Dijo mientras hacía pose pícara y se marchaba a paso ligero.
- Ni así tengo vacaciones. - Se dijo a si mismo mientras se aflojaba la corbata y se pasaba una mano por la frente. - Ni así.... Pero una relicaria... ¿Que se supone que es eso?
No se que hice c:
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Re: [Roll-P] Remember
Carrera contra el tiempo. Lo único se oía en aquel pasadizo eran sus pasos apresurados y el sonido de su acelerado corazón.
-Vamos…- se decía la castaña mientras tomaba un poco más de rapidez. Dio una vuelta rápida, apresuró el paso, estiró su mano para abrir la puerta y entró, cayendo de rodillas por el cansancio. En aquel momento el timbre que daba inicio de clases sonó.
-¡Muy bien Mari!
-Es un nuevo record
La joven alzó la mirada encontrándose con sus tres amigas y mitad de su saló que observaban divertidos a la joven.
-Señorita Marianella, un gusto tenerla aquí- el sonido de la vos del profesor la hizo saltar de un brinco.
-Lo siento- rió nerviosa mientras se encaminaba hacia su asiento seguida de sus compañeras. Tomó asiento y pronto se distrajo entre el paisaje de la ventana, tenía suerte de encontrarse sentada al lado de la ventana que tenía la mejor vista: el mar. Desde su sitio podía observarlo perfectamente, algo lejano pero igual de hermoso. Su mente divagó. Estaba cansada, tenía sueño. No pudo pegar el ojo en toda la noche porque dos simples palabras la habían torturado desde que llegó a casa.
Flash Back.
-¡Hermano! ¡Ya llegué!- habló mientras entraba a su vivienda, la respuesta del silencio le dejó en claro que su hermano había salido y no se encontraba en casa. Dejó el pastelillo en la mesa, había logrado pasar por la tienda antes de ir a su hogar para comprarle algo a Gian antes de que este le echara un sermón encima, sin embargo, ya no importaba. Soltó un ligero suspiro y se encaminó a su pieza. Pasaron varios minutos, cuando recibió una llamada de Rose la cual prefirió ignorar. De seguro se la estaban pasando de lo lindo con Noah y la llamaban para reprocharle que no estuviera con ellas y en verdad, no estaba de humor para oírlas. Decidió irse a escribir, hacía mucho que no escribía y quería ponerse al día con una novela que llevaba escribiendo desde hacía mucho. El sonido de unos cristales la interrumpió, volteó la mirada hacia aquel aparato tecnológico parecido a un celular que debería de tener un nombre. Decía: Noah.
-¿Un mensaje?- la castaña tomó el aparato. Y lo abrió: -“Tengo un problema”-
-¿De qué está hablando?- soltó. Bueno, de seguro lo decía por sus amigas. Baah, cómo si le importara. Dejó el aparatito a un lado y siguió en lo suyo, cuando nuevamente el sonido del teléfono la alertó. Era su celular y en la pantalla rezaba: Jaz.
-¿Qué pasa Jaz?- contestó con desgano. Primero Rose, luego Noah y ahora Jaz, sabía que si no contestaba la que seguía podría ser Lina y esa chica enojada, daba miedo.
-¿Por qué no me contestas? ¿Por qué te fuiste así? ¿Te pasa algo?-
-Lo siento. Discúlpame por irme así, no me sentía muy bien. ¿Todo bien?- dijo sin muchos ánimos.
-Sí, solo llamaba para ver como estabas.
-A vale… Estoy mejor… - Sí claro, se notaba.
-¡Qué bueno! Nos preocupamos, pero preferimos dejarte sola porque ya te conocemos. – dijo con voz de obviedad.
-Jeje… ¿Sigues con las chicas y Noah? - rió, era cierto. Sus amigas la conocían, al menos la parte que daba a mostrar.
-No, tú amigo nos dijo que tenía algunos asuntos importantes y nos despidió más o menos a diez minutos que te habías ido. – Ok, eso si había sido sorpresivo. Imaginó que Noah las pudo haber dejado por el trabajo o algo así, pero… ¿a solo 10 minutos de que ella se fuera? Algo la alertó.
-¿Enserio?- preguntó viendo el reloj que tenía al lado. Eran las 7:00pm por lo que calculó que cuando Noah envió el mensaje estaba ya sin sus amigas.
-Sí, ¿por qué? ¿Pasó algo?- indagó la muchacha al otro lado del teléfono.
-No, nada. Te habló al rato Jaz. Un beso.- sin más colgó y cogió el otro aparatito, en definitva le tenía que encontrar un nombre y además de eso, investigar como pasar sus contactos del otro allí. En fin, buscó el número de Noah y lo llamó. A la tercera timbrada el muchacho contestó.
-¿Si?- su voz se oía tranquila, lo que le brindó un alivio increíble a la muchacha, cosa rara por que no supo en qué momento se había preocupado tanto.
-¡Noah! ¿Estás bien? ¿Qué paso?- preguntó con apuro.
-Sí, estoy bien. – dijo el joven calmado.
-¿Enserio?
-Sí – contestó firme.
-Ah bueno, cómo me escribiste lo del problema… pensé que…-
-Ah eso… Lo decía por lo que te fuiste así no más- ¿Enserio? ¿No tiene una mejor excusa? Su voz se oía a tono de broma.
-¿Ah, eso era un problema? –le siguió con el mismo tono.
-Bueno, no realmente, sé que era porque andabas celosa. – dijo pícaro haciendo crispar un poco a la oji turquesa.
-¿Yo celosa? Sí claro… -soltó una pequeña risotada fingida.
-La verdad, era por tus amigas, me acosaban con tantas preguntas- se quejó él.
-¿enserio? – Mentira. Ella sabía que lo que el joven decía era mentira pues sabía que se había despedido de sus amigas hacía ya rato.
-Sí bueno. Lamento haberte molestado. Ya hablamos luego. –
-Ok vale…- sin más se despidió. Y las llamadas se colgaron.
Fin del Flash Back.
Y así se había distraído… Pensando en el por qué Noah le había mentido, pensando en qué le había pasado, después de todo… ¡Era Noah! Y ella recordaba que él siempre buscaba la forma de resolverse él mismo. A menos que sea algo que quizá no pueda controlar… Aún no les había dicho nada a los demás por qué esperaba que él le dijera o quizá sea ella la que estaba exagerando…
-“Noah ¿Qué estás escondiendo?”- pensó.
-¡Marianella! ¡Señorita Cross! – la joven dio un salto al oír el nombre quedándose de pie, frente a toda la clase que la mirada con grandes sonrisas en sus caras.
-Lo siento profesor- se disculpó sonrosada.
-Entonces usted ayudará en lo que dijo- sentenció él.
-¿Disculpe?- Y ahora esto, ni había oído al profesor desde que tomó asiento.
-¡El festival del instituto señorita! ¡Usted estará encargada de la presentación!- gritó a lo que la joven, solo le quedó aceptar y tomar asiento.
Y así llegó el fin de clases… Mar se había encargado de evitar todo el día platicar a pleno con sus amigas, realmente, no lo hacía por enojada ni por algo así, simplemente no tenía ganas de oír a nadie. Pero sus esfuerzos se vinieron abajo cuando salió del salón.
-¡Hey tú!- Jaz se acercó seguida por Lina y Rose.
-¿Qué pasa chicas? –preguntó.
-¿Qué te pasa a ti? ¿Estás bien? -preguntó la pelinegra
-¿eh? Sí, claro, ¿por qué no lo estaría?- dijo con una sonrisa, restándole importancia.
-Por eso. Mari ¡te conocemos! Escupe ¿Qué sucede?- intervino la rubia.
-No me pasa nada
-¡Mentira! Mari, has estado distraída en toda la clase, ni caso nos has hecho cuando fuimos a hablarte ¿nos estás evitando? –preguntó algo preocupada la pelirroja.
-No, claro que no –se defendió.
-No me digas que te enojaste por lo de ayer
-No
-¿Mari te gusta ese tal Noah?
-¿Qué hay entre ustedes?
-¿De dónde lo conoces? Nunca nos lo dijiste
El mar de preguntas empezaba a marearla.
-¡Basta! – chilló.
-Estoy bien, no las estoy evitando o quizá eso intentaba hasta hace un rato porque necesitaba pensar. No, no me gusta Noah, no hay nada entre nosotros más que solo compañerismo y lo conozco de hace tiempo ¡se los dijo él! – vociferó un poco sacada.
-Ok vale… -las tres chicas soltaron una risilla.
-Mari si querías estar sola solo tenías que decirlo- ánimo Jaz
-Pensé que se enojarían.
-Más nos enojamos cuando nos evades tonta. –sonrió la rubia. -Y bueno ¿quieres seguir sola?
-No, está bien.
-¿Y en que pensabas?
-¿Quizás en Noah?- inquirió Rose con picardía.
-En realidad, sí. Pero no por lo que creen, solo es algo de lo que hablé con él.- dijo Mar colocando un semblante algo más serio, lo que sus amigas entendieron inmediatamente.
-Y bueno Mar… ¿irás a la práctica no?-
-¿Practica?
-De porristas monga, ¿y así te haces llamar vice líder?
-Oh cierto…- Lo había olvidado por un instante, ella se encontraba nuevamente en su mundo real. Donde iba al instituto de arte, donde practicaba gimnasia entre otras cosas y donde su vida seguía común y corriente.
-Mari, ¿por qué no invitas a Noah para el festival? Yo creo que le gustará- preguntó Jazmín.
-Yo creo que es buena idea –apoyó Rose
-Lo que quieren ustedes es verle de nuevo- les reprochó Lina a la mirada divertida de la castaña. En realidad no era mala idea, ese festival se realizaría el viernes, por lo que aún quedaban dos días para preparar todo. En su mente pasó la imagen de Sil, Keira, Aky y Noah, todos paseando y riendo, pensó que quizá a Sil le encantaría los entretenimientos, a Aky la gran variedad de dulces que ella tampoco se perdería, a Kei capaz le guste la exposición de libros y a Noah, la de armas. Para antes que crean que es un festival raro, el festival q se realizaría, sería con un tema en particular y este les venía como anillo al dedo.
-¡Sí, lo haré! invitaré a Noah y otros amigos para que vengan. Mañana que ya estamos libres se los diré.- Eso era lo bueno de los festivales, les daban días libres para que se concentraran en arreglar todo lo necesario. Como todos ayudaban, tenían turnos, horarios y diversas responsabilidades. Ella por suerte estaba casi libre.
-Suertuda, nosotras tenemos que venir mañana todo el día
-Quién las manda a meterse en decoración- e bufó
-Ya ya, vamos rápido que la práctica empieza.
--------------------------------------
Ok no sé que he hecho.
Para evitar confusiones...
Hasta la conti anterior de Locky, todo fue día 1. Ósea un Lunes.
A partir de ahora, es día 2. Ósea Martes.
Ok, espero que esté bien
Saludos~*
-Vamos…- se decía la castaña mientras tomaba un poco más de rapidez. Dio una vuelta rápida, apresuró el paso, estiró su mano para abrir la puerta y entró, cayendo de rodillas por el cansancio. En aquel momento el timbre que daba inicio de clases sonó.
-¡Muy bien Mari!
-Es un nuevo record
La joven alzó la mirada encontrándose con sus tres amigas y mitad de su saló que observaban divertidos a la joven.
-Señorita Marianella, un gusto tenerla aquí- el sonido de la vos del profesor la hizo saltar de un brinco.
-Lo siento- rió nerviosa mientras se encaminaba hacia su asiento seguida de sus compañeras. Tomó asiento y pronto se distrajo entre el paisaje de la ventana, tenía suerte de encontrarse sentada al lado de la ventana que tenía la mejor vista: el mar. Desde su sitio podía observarlo perfectamente, algo lejano pero igual de hermoso. Su mente divagó. Estaba cansada, tenía sueño. No pudo pegar el ojo en toda la noche porque dos simples palabras la habían torturado desde que llegó a casa.
Flash Back.
-¡Hermano! ¡Ya llegué!- habló mientras entraba a su vivienda, la respuesta del silencio le dejó en claro que su hermano había salido y no se encontraba en casa. Dejó el pastelillo en la mesa, había logrado pasar por la tienda antes de ir a su hogar para comprarle algo a Gian antes de que este le echara un sermón encima, sin embargo, ya no importaba. Soltó un ligero suspiro y se encaminó a su pieza. Pasaron varios minutos, cuando recibió una llamada de Rose la cual prefirió ignorar. De seguro se la estaban pasando de lo lindo con Noah y la llamaban para reprocharle que no estuviera con ellas y en verdad, no estaba de humor para oírlas. Decidió irse a escribir, hacía mucho que no escribía y quería ponerse al día con una novela que llevaba escribiendo desde hacía mucho. El sonido de unos cristales la interrumpió, volteó la mirada hacia aquel aparato tecnológico parecido a un celular que debería de tener un nombre. Decía: Noah.
-¿Un mensaje?- la castaña tomó el aparato. Y lo abrió: -“Tengo un problema”-
-¿De qué está hablando?- soltó. Bueno, de seguro lo decía por sus amigas. Baah, cómo si le importara. Dejó el aparatito a un lado y siguió en lo suyo, cuando nuevamente el sonido del teléfono la alertó. Era su celular y en la pantalla rezaba: Jaz.
-¿Qué pasa Jaz?- contestó con desgano. Primero Rose, luego Noah y ahora Jaz, sabía que si no contestaba la que seguía podría ser Lina y esa chica enojada, daba miedo.
-¿Por qué no me contestas? ¿Por qué te fuiste así? ¿Te pasa algo?-
-Lo siento. Discúlpame por irme así, no me sentía muy bien. ¿Todo bien?- dijo sin muchos ánimos.
-Sí, solo llamaba para ver como estabas.
-A vale… Estoy mejor… - Sí claro, se notaba.
-¡Qué bueno! Nos preocupamos, pero preferimos dejarte sola porque ya te conocemos. – dijo con voz de obviedad.
-Jeje… ¿Sigues con las chicas y Noah? - rió, era cierto. Sus amigas la conocían, al menos la parte que daba a mostrar.
-No, tú amigo nos dijo que tenía algunos asuntos importantes y nos despidió más o menos a diez minutos que te habías ido. – Ok, eso si había sido sorpresivo. Imaginó que Noah las pudo haber dejado por el trabajo o algo así, pero… ¿a solo 10 minutos de que ella se fuera? Algo la alertó.
-¿Enserio?- preguntó viendo el reloj que tenía al lado. Eran las 7:00pm por lo que calculó que cuando Noah envió el mensaje estaba ya sin sus amigas.
-Sí, ¿por qué? ¿Pasó algo?- indagó la muchacha al otro lado del teléfono.
-No, nada. Te habló al rato Jaz. Un beso.- sin más colgó y cogió el otro aparatito, en definitva le tenía que encontrar un nombre y además de eso, investigar como pasar sus contactos del otro allí. En fin, buscó el número de Noah y lo llamó. A la tercera timbrada el muchacho contestó.
-¿Si?- su voz se oía tranquila, lo que le brindó un alivio increíble a la muchacha, cosa rara por que no supo en qué momento se había preocupado tanto.
-¡Noah! ¿Estás bien? ¿Qué paso?- preguntó con apuro.
-Sí, estoy bien. – dijo el joven calmado.
-¿Enserio?
-Sí – contestó firme.
-Ah bueno, cómo me escribiste lo del problema… pensé que…-
-Ah eso… Lo decía por lo que te fuiste así no más- ¿Enserio? ¿No tiene una mejor excusa? Su voz se oía a tono de broma.
-¿Ah, eso era un problema? –le siguió con el mismo tono.
-Bueno, no realmente, sé que era porque andabas celosa. – dijo pícaro haciendo crispar un poco a la oji turquesa.
-¿Yo celosa? Sí claro… -soltó una pequeña risotada fingida.
-La verdad, era por tus amigas, me acosaban con tantas preguntas- se quejó él.
-¿enserio? – Mentira. Ella sabía que lo que el joven decía era mentira pues sabía que se había despedido de sus amigas hacía ya rato.
-Sí bueno. Lamento haberte molestado. Ya hablamos luego. –
-Ok vale…- sin más se despidió. Y las llamadas se colgaron.
Fin del Flash Back.
Y así se había distraído… Pensando en el por qué Noah le había mentido, pensando en qué le había pasado, después de todo… ¡Era Noah! Y ella recordaba que él siempre buscaba la forma de resolverse él mismo. A menos que sea algo que quizá no pueda controlar… Aún no les había dicho nada a los demás por qué esperaba que él le dijera o quizá sea ella la que estaba exagerando…
-“Noah ¿Qué estás escondiendo?”- pensó.
-¡Marianella! ¡Señorita Cross! – la joven dio un salto al oír el nombre quedándose de pie, frente a toda la clase que la mirada con grandes sonrisas en sus caras.
-Lo siento profesor- se disculpó sonrosada.
-Entonces usted ayudará en lo que dijo- sentenció él.
-¿Disculpe?- Y ahora esto, ni había oído al profesor desde que tomó asiento.
-¡El festival del instituto señorita! ¡Usted estará encargada de la presentación!- gritó a lo que la joven, solo le quedó aceptar y tomar asiento.
Y así llegó el fin de clases… Mar se había encargado de evitar todo el día platicar a pleno con sus amigas, realmente, no lo hacía por enojada ni por algo así, simplemente no tenía ganas de oír a nadie. Pero sus esfuerzos se vinieron abajo cuando salió del salón.
-¡Hey tú!- Jaz se acercó seguida por Lina y Rose.
-¿Qué pasa chicas? –preguntó.
-¿Qué te pasa a ti? ¿Estás bien? -preguntó la pelinegra
-¿eh? Sí, claro, ¿por qué no lo estaría?- dijo con una sonrisa, restándole importancia.
-Por eso. Mari ¡te conocemos! Escupe ¿Qué sucede?- intervino la rubia.
-No me pasa nada
-¡Mentira! Mari, has estado distraída en toda la clase, ni caso nos has hecho cuando fuimos a hablarte ¿nos estás evitando? –preguntó algo preocupada la pelirroja.
-No, claro que no –se defendió.
-No me digas que te enojaste por lo de ayer
-No
-¿Mari te gusta ese tal Noah?
-¿Qué hay entre ustedes?
-¿De dónde lo conoces? Nunca nos lo dijiste
El mar de preguntas empezaba a marearla.
-¡Basta! – chilló.
-Estoy bien, no las estoy evitando o quizá eso intentaba hasta hace un rato porque necesitaba pensar. No, no me gusta Noah, no hay nada entre nosotros más que solo compañerismo y lo conozco de hace tiempo ¡se los dijo él! – vociferó un poco sacada.
-Ok vale… -las tres chicas soltaron una risilla.
-Mari si querías estar sola solo tenías que decirlo- ánimo Jaz
-Pensé que se enojarían.
-Más nos enojamos cuando nos evades tonta. –sonrió la rubia. -Y bueno ¿quieres seguir sola?
-No, está bien.
-¿Y en que pensabas?
-¿Quizás en Noah?- inquirió Rose con picardía.
-En realidad, sí. Pero no por lo que creen, solo es algo de lo que hablé con él.- dijo Mar colocando un semblante algo más serio, lo que sus amigas entendieron inmediatamente.
-Y bueno Mar… ¿irás a la práctica no?-
-¿Practica?
-De porristas monga, ¿y así te haces llamar vice líder?
-Oh cierto…- Lo había olvidado por un instante, ella se encontraba nuevamente en su mundo real. Donde iba al instituto de arte, donde practicaba gimnasia entre otras cosas y donde su vida seguía común y corriente.
-Mari, ¿por qué no invitas a Noah para el festival? Yo creo que le gustará- preguntó Jazmín.
-Yo creo que es buena idea –apoyó Rose
-Lo que quieren ustedes es verle de nuevo- les reprochó Lina a la mirada divertida de la castaña. En realidad no era mala idea, ese festival se realizaría el viernes, por lo que aún quedaban dos días para preparar todo. En su mente pasó la imagen de Sil, Keira, Aky y Noah, todos paseando y riendo, pensó que quizá a Sil le encantaría los entretenimientos, a Aky la gran variedad de dulces que ella tampoco se perdería, a Kei capaz le guste la exposición de libros y a Noah, la de armas. Para antes que crean que es un festival raro, el festival q se realizaría, sería con un tema en particular y este les venía como anillo al dedo.
-¡Sí, lo haré! invitaré a Noah y otros amigos para que vengan. Mañana que ya estamos libres se los diré.- Eso era lo bueno de los festivales, les daban días libres para que se concentraran en arreglar todo lo necesario. Como todos ayudaban, tenían turnos, horarios y diversas responsabilidades. Ella por suerte estaba casi libre.
-Suertuda, nosotras tenemos que venir mañana todo el día
-Quién las manda a meterse en decoración- e bufó
-Ya ya, vamos rápido que la práctica empieza.
--------------------------------------
Ok no sé que he hecho.
Para evitar confusiones...
Hasta la conti anterior de Locky, todo fue día 1. Ósea un Lunes.
A partir de ahora, es día 2. Ósea Martes.
Ok, espero que esté bien
Saludos~*
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
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Re: [Roll-P] Remember
La mañana era clara y tranquila, el silencio reinaba en el lugar y cierto joven de cabellos rojos dormitaba tranquilamente, parecía que no fuese a despertar durante un largo rato, sin embargo una leve luz se filtró de tal modo que alcanzó uno de sus parpados, se revolcó un poco entre dormido y con molestia del pequeño ardor que provocaba esta, no tuvo mas opción que levantarse. De manera automática y mecánica, se levantó de un salto y, aún con aura perezosa, salió en dirección a la cocina.
- Buenos días - Saludó sonriente la joven peli plata, que como de costumbre, se encontraba cocinando el desayuno. El pelirrojo respondió al saludo, alzando levemente la mano - ¿Vas a desayunar ya? Me falta un poco para terminar.
- No importa, espero - Contestó Aker mientras tomaba asiento, dejando caer su cabeza sobre la mesa y bostezando de vez en cuando.
- ¿Y tu mamá y Lia? - Preguntó mientras sazonaba un poco los huevos que preparaba y posteriormente revolvía con cuidado una masa para panqueques.
- Están casi muertas. El ir a una fiesta y estar sacudiéndose durante toda la noche debió dejarlas exhaustas, si se despiertan antes del medio día, es un milagro - Bromeó estirándose un poco - ¿Qué preparas? - Inquirió curioso al olfatear un poco el aire.
- Pues, hago unos huevos rancheros, unos panqueques y café…no sé si les guste - Respondió.
- Si es tú comida, da igual lo que sea.
- Gracias - Respondió una vez más, sonriendo levemente - Aunque tengo que admitir que tus galletas tampoco estaban tan mal - Añadió riendo suavemente.
- Já ~ Ni me lo recuerdes - Comentó el pelirrojo sonriendo.
- Flashback -
- Muy bien, vamos a empezar. Cualquier inquietud, no dudes en preguntarme - Dijo la albina sonriendo, a la par que se ponía un mandil, su compañero simplemente asintió con la cabeza - Lo primero, debes ponerte un delantal - Apuntó alzando el dedo índice, simulando a una maestra.
- Ni se te ocurra, no voy a usar algo como eso - Comentó Aker, señalando los motivos floreados en el delantal que llevaba la menor.
- Pero si no lo usas arruinarás tu ropa - Respondió llevándose las manos a las caderas y ladeando levemente la cabeza.
- Eso no importa. Mejor sólo comencemos ¿Si? - Espetó en su defensa el joven, mientras se encogía de hombros.
- Está bien, si tú lo dices - Suspiró - Como verás, ya tengo todos los materiales aquí, así que no es necesario ponernos a buscar las cosas - Añadió sonriente - Ahora sí comencemos.
Al cabo de unos minutos, ambos jóvenes terminaron sus mezclas para las galletas, sin embargo hubo unos pequeños percances por parte del pelirrojo, debido a que por instinto, agregó azúcar de más a la mezcla, lo que ocasionó un resultado poco deseado en la consistencia de la misma. Posteriormente después de verter en los moldes los amasijos, la oji azul revisó el trabajo del joven.
- Etto…Creo que te pasaste un poquito en la azúcar - Comentó Sil mientras admiraba los envases donde se hallaba la mezcolanza hecha por el pelirrojo, la cual se veía bastante grumosa y diferente a la hecha por la albina.
- Da igual. Sólo hago que quede más dulce ¿No? - Dijo restándole importancia a la par que se encogía de hombros mi admiraba su obra maestra (?).
- Pues…tal vez - Musitó casi inaudiblemente - Mejor sólo póngamolos en el horno, de lo contrario, jamás van a estar - Sonrió levemente mientras tomaba su bandeja y la introducía con cuidado en el susodicho.
- ¿Cuánto tenemos que dejarlas allí? - Preguntó Aker imitando la acción de la albina.
- Unas dos horas, creo - Respondió Sil, acomodando los grados y el tiempo de cocción bastante concentrada, en cuanto acabó, se separó del horno y yendo a la mesa, seguida por el pelirrojo.
- Fin del Flashback -
- Debo admitir que mis galletas no quedaron muy bien, pero tenían su encanto - Apuntó el joven, apoyando su cabeza sobre sus manos.
- Sí, un encanto muy particular - Correspondió la joven riendo levemente y comenzando a pasar en bandejas los alimentos. Aún con las manos ocupadas, su móvil blanco sonó desde el mesón.
- ¿Puedo? - Pidió el pelirrojo a lo que la oji azul solo asintió. Sin más, contestó, oyó una voz muy familiar tras el aparato…era Mar - Aló…Hola…Bien, ¿Qué necesitas?... ¿Quieres vernos?...Ya veo, tienes algo importante que decirnos… ¿No sería mejor que me lo digas ya? No quiero salir de casa mañana - Sugirió pero del otro lado, se oyó el chillido de la castaña, tanto que el joven apartó su oído del auricular - Si, si, algo importante, no tienes que gritármelo que me dejas sordo… ¿Dónde nos vemos?...Está bien por mí - Volteó a ver la joven quien después de los últimos detalles se sentó a su lado - Sí, voy con Sil …bien, entonces nos vemos mañana - Terminó colgando y dejando el aparato a un lado.
- ¿Quién era? ¿Y para qué llamó? - Preguntó curiosa la peli plata, mirando fijamente al joven.
- Era Mar. Llamó para que nos reunamos mañana con ella, dijo que quiere vernos y proponernos algo divertido e importante- Finalizó mientras comenzaba a devorar su desayuno - ¿No tienes en problema por ir, o si?
- No, claro que no, será divertido ver a Mar - Comentó mientras imitaba al pelirrojo, pero de una manera más tranquila y educada (?) - Le informaré a tu mamá.
- No importa, no es necesario. Si salimos o no de la casa, da completamente igual - Explicó terminando su último bocado - Dentro de poco nos vamos - Indicó
- Está bien ¿Para donde? - Habló un poco difícil Sil, mientras apuraba su comida, después de todo el simple hecho de que Aker usara “nos vamos”, había hecho que la joven comenzara a apurarse, con temor de llegar tarde o algo por el estilo.
- Dije dentro de poco, no ya - Comentó mirando a la pequeña - No te atragantes, podrías ahogarte - Suspiró riendo levemente - Vamos a investigar sobr tu vida actual y tu amnesia. - recordó el joven, por su lado la peli-plata casi escupe su bebida por la sorpresa, despues de todo, ella había olvidado por completo el tema.
- - - - - - - -
Eso es lo que mejor pude hacer, la verdad no tenía más ideas, así que espero que esté bien n.n
Cualquier problema, me avisan nwn
- Buenos días - Saludó sonriente la joven peli plata, que como de costumbre, se encontraba cocinando el desayuno. El pelirrojo respondió al saludo, alzando levemente la mano - ¿Vas a desayunar ya? Me falta un poco para terminar.
- No importa, espero - Contestó Aker mientras tomaba asiento, dejando caer su cabeza sobre la mesa y bostezando de vez en cuando.
- ¿Y tu mamá y Lia? - Preguntó mientras sazonaba un poco los huevos que preparaba y posteriormente revolvía con cuidado una masa para panqueques.
- Están casi muertas. El ir a una fiesta y estar sacudiéndose durante toda la noche debió dejarlas exhaustas, si se despiertan antes del medio día, es un milagro - Bromeó estirándose un poco - ¿Qué preparas? - Inquirió curioso al olfatear un poco el aire.
- Pues, hago unos huevos rancheros, unos panqueques y café…no sé si les guste - Respondió.
- Si es tú comida, da igual lo que sea.
- Gracias - Respondió una vez más, sonriendo levemente - Aunque tengo que admitir que tus galletas tampoco estaban tan mal - Añadió riendo suavemente.
- Já ~ Ni me lo recuerdes - Comentó el pelirrojo sonriendo.
- Flashback -
- Muy bien, vamos a empezar. Cualquier inquietud, no dudes en preguntarme - Dijo la albina sonriendo, a la par que se ponía un mandil, su compañero simplemente asintió con la cabeza - Lo primero, debes ponerte un delantal - Apuntó alzando el dedo índice, simulando a una maestra.
- Ni se te ocurra, no voy a usar algo como eso - Comentó Aker, señalando los motivos floreados en el delantal que llevaba la menor.
- Pero si no lo usas arruinarás tu ropa - Respondió llevándose las manos a las caderas y ladeando levemente la cabeza.
- Eso no importa. Mejor sólo comencemos ¿Si? - Espetó en su defensa el joven, mientras se encogía de hombros.
- Está bien, si tú lo dices - Suspiró - Como verás, ya tengo todos los materiales aquí, así que no es necesario ponernos a buscar las cosas - Añadió sonriente - Ahora sí comencemos.
Al cabo de unos minutos, ambos jóvenes terminaron sus mezclas para las galletas, sin embargo hubo unos pequeños percances por parte del pelirrojo, debido a que por instinto, agregó azúcar de más a la mezcla, lo que ocasionó un resultado poco deseado en la consistencia de la misma. Posteriormente después de verter en los moldes los amasijos, la oji azul revisó el trabajo del joven.
- Etto…Creo que te pasaste un poquito en la azúcar - Comentó Sil mientras admiraba los envases donde se hallaba la mezcolanza hecha por el pelirrojo, la cual se veía bastante grumosa y diferente a la hecha por la albina.
- Da igual. Sólo hago que quede más dulce ¿No? - Dijo restándole importancia a la par que se encogía de hombros mi admiraba su obra maestra (?).
- Pues…tal vez - Musitó casi inaudiblemente - Mejor sólo póngamolos en el horno, de lo contrario, jamás van a estar - Sonrió levemente mientras tomaba su bandeja y la introducía con cuidado en el susodicho.
- ¿Cuánto tenemos que dejarlas allí? - Preguntó Aker imitando la acción de la albina.
- Unas dos horas, creo - Respondió Sil, acomodando los grados y el tiempo de cocción bastante concentrada, en cuanto acabó, se separó del horno y yendo a la mesa, seguida por el pelirrojo.
- Fin del Flashback -
- Debo admitir que mis galletas no quedaron muy bien, pero tenían su encanto - Apuntó el joven, apoyando su cabeza sobre sus manos.
- Sí, un encanto muy particular - Correspondió la joven riendo levemente y comenzando a pasar en bandejas los alimentos. Aún con las manos ocupadas, su móvil blanco sonó desde el mesón.
- ¿Puedo? - Pidió el pelirrojo a lo que la oji azul solo asintió. Sin más, contestó, oyó una voz muy familiar tras el aparato…era Mar - Aló…Hola…Bien, ¿Qué necesitas?... ¿Quieres vernos?...Ya veo, tienes algo importante que decirnos… ¿No sería mejor que me lo digas ya? No quiero salir de casa mañana - Sugirió pero del otro lado, se oyó el chillido de la castaña, tanto que el joven apartó su oído del auricular - Si, si, algo importante, no tienes que gritármelo que me dejas sordo… ¿Dónde nos vemos?...Está bien por mí - Volteó a ver la joven quien después de los últimos detalles se sentó a su lado - Sí, voy con Sil …bien, entonces nos vemos mañana - Terminó colgando y dejando el aparato a un lado.
- ¿Quién era? ¿Y para qué llamó? - Preguntó curiosa la peli plata, mirando fijamente al joven.
- Era Mar. Llamó para que nos reunamos mañana con ella, dijo que quiere vernos y proponernos algo divertido e importante- Finalizó mientras comenzaba a devorar su desayuno - ¿No tienes en problema por ir, o si?
- No, claro que no, será divertido ver a Mar - Comentó mientras imitaba al pelirrojo, pero de una manera más tranquila y educada (?) - Le informaré a tu mamá.
- No importa, no es necesario. Si salimos o no de la casa, da completamente igual - Explicó terminando su último bocado - Dentro de poco nos vamos - Indicó
- Está bien ¿Para donde? - Habló un poco difícil Sil, mientras apuraba su comida, después de todo el simple hecho de que Aker usara “nos vamos”, había hecho que la joven comenzara a apurarse, con temor de llegar tarde o algo por el estilo.
- Dije dentro de poco, no ya - Comentó mirando a la pequeña - No te atragantes, podrías ahogarte - Suspiró riendo levemente - Vamos a investigar sobr tu vida actual y tu amnesia. - recordó el joven, por su lado la peli-plata casi escupe su bebida por la sorpresa, despues de todo, ella había olvidado por completo el tema.
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Eso es lo que mejor pude hacer, la verdad no tenía más ideas, así que espero que esté bien n.n
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Re: [Roll-P] Remember
"Mein Kampf". Ese era el título que rezaba en la cubierta de aquel viejo libro. Su exterior era insípido, su interior lleno de historia.
La luz que traspasaba por la ventana e iluminaba su mesa, le daba un aura de misterio. Empleados de aquella pequeña tienda y clientes lo miraban con curiosidad, pero el caballero apenas prestaba atención excepto a su libro y su té.
- No sabía que te gustaban ese tipo de libros. - Noah apenas alzó la mirada. Reconocía perfectamente aquella voz y siguió leyendo.
- Y no me gustan. Al menos hace un mes. - Ella suspiró.
- ¿Sabes que llamas la atención?
- Como siempre. ¿Es hora de hablar de negocios?
- Es hora. - Sonrió. Alzó la mano llamando la atención de una camarera que vino enseguida. - ¿Puedo uno de esto? - Dijo señalando un dulce del menú.
- Enseguida señorita.
- Espero que pagues tu por eso.
- No seas tan frío~ - Dijo mientras obligaba a cerrar el libro que leía el rubio. - Mi bonito Noah se volvió un tacaño~
- No quiero oír eso de quien tiene un vida secreta. - Bufó. - ¿Y bien? - Ella lo miró interrogante. - Espero que no me hayas acosado solo para tener un cita conmigo en mi preciado lugar.
- ¡Ah! Me encantaría, pero no puedo. - Sonrió. - Antes de que se me olvide, debo presentarme de nuevo. Mi nombre es Heiss, y soy relicaria, una guardiana de muchos que se dedican a preservar la vida de ciertos objetos peligrosos que la amenazan. Tal vez no recuerdes mi nombre lo que es normal, no te preguntes mucho el por qué.
- Bien señorita Heiss, ¿que quiere usted de mi?
- Yo quiero una cita contigo. - Dijo pensativa. - Lo que "queremos" nosotros es unirnos a la guerra contra Atur.
- ¿Que? - Dijo inmediatamente Noah incrédulo.
- Ya sabes que no somos personas normales, mas o menos seríamos como superhéroes, magos o una secta, así que tenernos de aliados sería mas que una gran ventaja en esto. Solo te pedimos que nos entregues a Atur vivo.
- Ni de broma. Cuando vea a ese pedazo de basura, no habrá ni un solo centímetro entre mi espada y su garganta.
- Ah, quizás no me he expresado bien. - Sonrió. - No tienes ni una sola posibilidad de ganar sin nuestra ayuda. Él no solo es un dios, es un mortal que nos robó algunos secretos y que usurpó el trono de Dios. Son mas de tres mil años de venganza lo que guardamos, mas que tu tiempo de ira querido.
- Pero... - En ese momento la camarera llegó y puso un parfait delante de la pelirroja.
- No hay peros. Esa es la verdad. Nosotros guardamos "magia" y nos la robó y hace lo que le da la gana. Por supuesto es inmortal, nadie viviría tantos siglos. - Dijo una vez que se fue la testigo (? - No veo que problema hay, ambos nos beneficiamos: Tu devuelves recuperas tu reino y nosotros lo que nos pertenece, el sufrimiento y lo que nos robó Atur.
- Bueno... No se, no es mi guerra Heiss. No me pertenece. Tendría que hablarlo con ellos.
- Solo te diré algo. - Tomó una cucharada del postre. - La segunda guerra mundial y otras tantas guerras fue culpa suya.
- Te estas quedando conmigo.
- No. Te sorprenderías todo lo que ha estado haciendo ese ladrón.
- Ya bueno. Veré que puedo hacer por ti. Por ahora, me duele la cabeza y necesito asimilar... conceptos.
- Te sorprendería la cantidad de aliados que tienes y aún no conoces. - Ella sacó su celular y tecleó. Enseguida el sonido de un mensaje sonó desde el celular de Noah. - Así tendrás mi número. - Sonrió pícara. - Avísame cuando estés listo y me encargaré de reunir a todos los relicarios y planes.
- Solo una pregunta. ¿Por que nosotros? Es decir, han sido mas de tres mil años que no habéis podido cobrar vuestra venganza. ¿Por qué ahora? ¿Que cambiará?
- Bueno... Es por la princesa a quien proteges, es vuestro destino. Sabrás a lo que me refiero cuando llegue su tiempo, tan sólo sigue haciendo tu trabajo como caballero real de la princesa. ¡Ah! Y acuérdate de que tus amigos no hablen sobre nosotros.
- Claro. - Heiss se levantó. - Nos vemos mas tarde entonces.
- Ey. No pienso pagar tu carísimo Parfait ni de broma.
- Lástima. Quizás lo pague si consigo una cita contigo. Pobre cartera tuya, con solo cinco monedas dentro.
- ¿Pero como...? Hija de... ¿Que he hecho yo para merecer esto?
Y aquí imagen de Heiss xD
La luz que traspasaba por la ventana e iluminaba su mesa, le daba un aura de misterio. Empleados de aquella pequeña tienda y clientes lo miraban con curiosidad, pero el caballero apenas prestaba atención excepto a su libro y su té.
- No sabía que te gustaban ese tipo de libros. - Noah apenas alzó la mirada. Reconocía perfectamente aquella voz y siguió leyendo.
- Y no me gustan. Al menos hace un mes. - Ella suspiró.
- ¿Sabes que llamas la atención?
- Como siempre. ¿Es hora de hablar de negocios?
- Es hora. - Sonrió. Alzó la mano llamando la atención de una camarera que vino enseguida. - ¿Puedo uno de esto? - Dijo señalando un dulce del menú.
- Enseguida señorita.
- Espero que pagues tu por eso.
- No seas tan frío~ - Dijo mientras obligaba a cerrar el libro que leía el rubio. - Mi bonito Noah se volvió un tacaño~
- No quiero oír eso de quien tiene un vida secreta. - Bufó. - ¿Y bien? - Ella lo miró interrogante. - Espero que no me hayas acosado solo para tener un cita conmigo en mi preciado lugar.
- ¡Ah! Me encantaría, pero no puedo. - Sonrió. - Antes de que se me olvide, debo presentarme de nuevo. Mi nombre es Heiss, y soy relicaria, una guardiana de muchos que se dedican a preservar la vida de ciertos objetos peligrosos que la amenazan. Tal vez no recuerdes mi nombre lo que es normal, no te preguntes mucho el por qué.
- Bien señorita Heiss, ¿que quiere usted de mi?
- Yo quiero una cita contigo. - Dijo pensativa. - Lo que "queremos" nosotros es unirnos a la guerra contra Atur.
- ¿Que? - Dijo inmediatamente Noah incrédulo.
- Ya sabes que no somos personas normales, mas o menos seríamos como superhéroes, magos o una secta, así que tenernos de aliados sería mas que una gran ventaja en esto. Solo te pedimos que nos entregues a Atur vivo.
- Ni de broma. Cuando vea a ese pedazo de basura, no habrá ni un solo centímetro entre mi espada y su garganta.
- Ah, quizás no me he expresado bien. - Sonrió. - No tienes ni una sola posibilidad de ganar sin nuestra ayuda. Él no solo es un dios, es un mortal que nos robó algunos secretos y que usurpó el trono de Dios. Son mas de tres mil años de venganza lo que guardamos, mas que tu tiempo de ira querido.
- Pero... - En ese momento la camarera llegó y puso un parfait delante de la pelirroja.
- No hay peros. Esa es la verdad. Nosotros guardamos "magia" y nos la robó y hace lo que le da la gana. Por supuesto es inmortal, nadie viviría tantos siglos. - Dijo una vez que se fue la testigo (? - No veo que problema hay, ambos nos beneficiamos: Tu devuelves recuperas tu reino y nosotros lo que nos pertenece, el sufrimiento y lo que nos robó Atur.
- Bueno... No se, no es mi guerra Heiss. No me pertenece. Tendría que hablarlo con ellos.
- Solo te diré algo. - Tomó una cucharada del postre. - La segunda guerra mundial y otras tantas guerras fue culpa suya.
- Te estas quedando conmigo.
- No. Te sorprenderías todo lo que ha estado haciendo ese ladrón.
- Ya bueno. Veré que puedo hacer por ti. Por ahora, me duele la cabeza y necesito asimilar... conceptos.
- Te sorprendería la cantidad de aliados que tienes y aún no conoces. - Ella sacó su celular y tecleó. Enseguida el sonido de un mensaje sonó desde el celular de Noah. - Así tendrás mi número. - Sonrió pícara. - Avísame cuando estés listo y me encargaré de reunir a todos los relicarios y planes.
- Solo una pregunta. ¿Por que nosotros? Es decir, han sido mas de tres mil años que no habéis podido cobrar vuestra venganza. ¿Por qué ahora? ¿Que cambiará?
- Bueno... Es por la princesa a quien proteges, es vuestro destino. Sabrás a lo que me refiero cuando llegue su tiempo, tan sólo sigue haciendo tu trabajo como caballero real de la princesa. ¡Ah! Y acuérdate de que tus amigos no hablen sobre nosotros.
- Claro. - Heiss se levantó. - Nos vemos mas tarde entonces.
- Ey. No pienso pagar tu carísimo Parfait ni de broma.
- Lástima. Quizás lo pague si consigo una cita contigo. Pobre cartera tuya, con solo cinco monedas dentro.
- ¿Pero como...? Hija de... ¿Que he hecho yo para merecer esto?
Y aquí imagen de Heiss xD
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Re: [Roll-P] Remember
Y allí se encontraban, frente a la puerta de la casa de la castaña.
-¿Y Qué hacemos aquí? – indagó el pelirrojo.
-Me dijiste que tenemos que volver hasta lo último que recuerdo ¿no? Pues lo último que recuerdo es que la vecina de Mar me trajo aquí-
Flash Back
La joven de largos cabellos albinos comenzó a reaccionar y a abrir los ojos lentamente, no recordaba donde estaba ni que le había pasado, solo recordaba ese sueño que al igual que siempre, era muy similar, era la misma época, todo se relacionaba en la historia y todas las veces eran las mismas personas, además provocaba algo en su pecho, un sentimiento algo extraño. Cuando se incorporó, se sentó en el borde de una cama, trataba de recordar que le había pasado, pero extrañamente no lo lograba.
- ¿Te encuentras bien? - Una mujer adulta, de unos 30 años, de cabellos negros, interrumpió sus pensamientos a la par que le ofrecía un té caliente.
- Si, muchas gracias - Contestó la peliblanca tomando la taza y la bebía con cuidado de no quemarse.
- ¿Qué fue lo que te ocurrió? Te encontré desmayada en el suelo a unas pocas calles de aquí - Preguntó la dama cuando la menor hubo acabado.
- No lo se, no lo recuerdo - Dijo con voz preocupada la pequeña, a la par que miraba su tierno vestido y sus muñequeras de tela como si en ellos se encontrara la respuesta.
- Ya veo - Hizo una pausa mientras la albina miraba todo a su alrededor con curiosidad - ¿Como te llamas?
- Soy Silvermist - Sonrió la ojiazul a la par que movía sus piernas como una niña, recuperando su alegría.
- Es un placer conocerte - Le devolvió la sonrisa - Disculpa, no puedo hablar mucho, tengo que irme de viaje y no puedo atenderte, lo siento - Se disculpó apenada la mujer.
- No hay problema - Respondió con una sonrisa tierna la albina.
- Sabes, no sé si puedas estar bien allá fuera tu sola, creo que por el momento te dejo con mi vecina, ella es muy amable y sé que podrá ayudarte a encontrar tu hogar.
Fin del Flash Back
-Eso no ayuda nada- suspiró el joven.
-Lo siento- la muchacha bajó la mirada.
-No es tu culpa… Ni modo –El chico se dio la media vuelta y se dirigió a la puerta 404
-¿Qué haces?
-¿No quieres ver a Mar? De seguro está de vaga.
-Pero… -pero antes de decir algo, el chico ya estaba tocando el timbre. Una vez, dos, tres. Nadie salía.
-Creo que no se encuentra
-Bueno, entonces vamos –
-¿Y ahora, a dónde?
-Esa señora dijo que te encontró a unas calles de aquí, vamos a ver que encontramos.
Sin más el chico siguió su camino, seguido de la peli plata.
-------•
- ¿Pero cómo...? Hija de... ¿Qué he hecho yo para merecer esto?
-¿Noah? – aquella voz lo alertó, se dio media y se encontró con los ojos azules de su compañera.
-Me asustaste
-¿Acaso haces algo indebido? – preguntó en broma.
-¿Qué? No… yo solo…- el joven volteó en dirección en donde segundos antes había estado la pelirroja.
-Es broma tonto. ¿Quién era ella?- Keira tomó asiento en el sitio vacío frente a él.
-Ah ¿Qué?
-La chica, era muy guapa ¿quién era? Quizá… ¿Tu novia?- dijo pícaramente
-¡No! ¿Pero qué dices? – la castaña se echó a reír
-No le veo lo malo, después de todo, eres un chico atractivo no me sorprendería que tengas a una muchedumbre de chicas tras de ti
-¿Me estás coqueteando? – dijo siguiéndole el juego, ya estaba más tranquilo. Por un momento temió que Keira lo haya escuchado.
-Ni de chiste, le soy fiel a mi novio.
-Ah, con que esas traías ¿tienes novio?
-Of course my dear, por eso ando por aquí. Vengo por unos muffins, le encantan.
-Vaya, vaya, tú si traes sorpresas ¿no?
-Unas cuantas…
-Los secretos son malos – rió
-No son secretos cuando nunca se te pasó por la cabeza ocultarlos. Son solo verdades que aún nadie sabe. Pero creo que el de los secretos es otro ¿o no? – Rayos, Noah maldijo el momento en que metió el tema de secretos.
-Quizá –la barajeó.
-¿Mar te llamó? – cambió el tema.
-Sí
-¿Entonces ya sabes lo de mañana?
-¿Mañana? ¿Qué hay mañana? – preguntó curioso. La joven suspiró.
-¿No que sí habías hablado con ella?
-Eh bueno sí, pero no me dijo nada.
-Qué extraño. Bueno, la cosa es que nos pidió que nos juntáramos aquí mañana temprano, no demoraría mucho, quería decirnos algo y me pareció ideal, ya que tenemos que ir viendo unos cuantos puntos-
-¿A qué te refieres?
-Hoy andas demasiado distraído Noah. Me refiero a cuál va a hacer el plan que usemos cuando volvamos. He estado investigando algunos sucesos extraños…
-¿Cómo cuáles?
-Gente extraña, sospechosa, incremento de desastres, etc. No lo sé bien, ya mañana conversamos mejor. Ya llegaron por mí – sonrió antes de ponerse de pie –Nos vemos mañana temprano – sonrió y empezó a caminar, sin embargo, se detuvo de pronto girando hacía el rubio, con una mirada más seria –Cierto, cuando hablé con Mar la oí algo extraña. Me comentó algo que estaba preocupada por ti. Así que más vale que hables con ella tonto, porque si mañana no la veo con su actitud de siempre… morirás – dijo amenazante, antes de volver a sonreír y salir del lugar.
-Esa chica… es extraña –suspiró. Vio cómo su amiga salía de la pastelería al lado de un chico de cabello marrón y ojos verdes, realmente se veían felices. Y ¡Genial! Ahora tenía más en que pensar… ¿Por qué siempre las mujeres le traían problemas? Primero una loca que lo chantajea con lo que podría ser la decisión que defina el futuro del planeta y ahora, su una bipolar dispuesta a asesinarlo por quién sabe qué. Realmente no entendía nada.
Se estiró recostándose sobre la silla y perdiendo su vista en la lámpara con forro turquesa.
-------•
-¡Bien chicos! ¡Gran práctica! – Saltó la castaña -Pueden irse a las duchas, no olviden que tendremos una presentación en el festival el viernes.
-¡Sí!- gritaron en coro antes de partir.
-No has perdido el toque, después de un mes enferma, no sé cómo puedes saltar así de alto –alagó la rubia a su amiga.
-Esto…yo… -Uy sí, enferma. Si supieran que en ese mes se la pasó saltando, corriendo con cadenas, grilletes, manejando espadas, cargando pesas y haciendo carreras – suspiró al recordar todo el entrenamiento especial que Charles la había hecho hacer.
-Por cierto Mari, ¿has recibido más llamadas? – preguntó Lia.
-¿Ah?
-De ya sabes quién –
-¡Verdad! Ayer nos lo encontramos, se enteró que volviste a la Escuela.
-Ten cuidado
-Chicas, hablan como si se tratara de un loco maniático –rió la joven –Igual yo misma puedo encargarme de él si algo sucede.
-¡Esa es nuestra Mari!
-¡Siempre tan valiente! – chillaron sus amigas con tono de burla. Las cuatro amigas se echaron a reír
-Bueno, yo me voy, tengo clases de canto. – habló Jaz
-Y yo de danza – suspiró la pelirroja.
-Y yo tengo que volar a casa, tengo muchos deberes – finalizó Lina -¿Está bien si te vas sola?
-Claro que sí –respondió con una sonrisa su amiga –Ya nos veremos ¿sí?
Las cuatro se despidieron y se encaminaron por distintos rumbos.
Aquel día se había pasado demasiado rápido.
Casi sin pensar ya había atardecido…
Llegó rápido a casa y se recostó en su cama. No tenía ganas de nada en realidad. Planeaba quedarse allí hasta que su celular sonó. Al principio una pequeña sensación de esperanza la nubló esperando ver que el aparatito tecnológico que continua sin nombre y se asemeja a un celular, se encendiera, sin embargo, eso no pasó. Lo que sonó con más insistencia era su teléfono, el antiguo.
-“¿Estás en casa?” “Me enteré que volviste a la escuela, espero que nos veamos pronto. N.”
La joven lo vio y lo dejó a un lado.
Se metió a la ducha, se colocó la piyama y salió hacia la cocina en donde se encontró con una nota en el refri:
-“Monstruo, fui con Eli a cenar, no me esperes. Gian” –
-Maldito, se va a comer y me deja a mi suerte –reprochó. Se sirvió lo que encontró en la refrigeradora y se fue a ver televisión. Ya iba por la mitad de su comida y de la hermosa película que había empezado a ver (Una en donde una mujer se enamora de su jefe, pero este está enamorado de otra chica, sin embargo, le pide ayuda a ella y mientras ella lo va ayudando, él se empieza a enamorar, pero ella comienza a darse cuenta que nunca pasará nada y decide alejarse, y allí es donde él reacciona y va tras ella), cuando el timbre sonó. Maldijo enormemente que le cortaran justo en la parte que él la va a buscar y la toma en sus manos… Se acercó a la puerta y la abrió de golpe.
-¡¿Si?!- preguntó
-Hola… - sus ojos se abrieron como platos. ¿Qué hacía él allí? ¡¿Y a esas horas?!
-------
Lo siento, no se me ocurría que más poner. Pensé en hacer que lo de Sil y Aker, lo cuenten como un Flash Back.
Espero que esté bien y …¡SIGANLA! Amo este roll :’( que no muera!
Lamento la demora, fue culpa de la asquerosa U >.<
Mar.- .::░ღAdmin~Contest.ღ░::.
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Re: [Roll-P] Remember
Aker y Silvermist, caminaron algunas cuadras mientras buscaban con la mirada por las calles, no es que fuera pesado pero le estaba comenzando a molestar al pelirrojo.
- Sil... - Se plantó frente a ella y la tomó de los hombros - No hay nada - La sacudió levemente, tratando de no perder la compostura.
- Sí... - La peliblanca suspiró, confiando en el hecho de que Aker no la dejaría caer - Deberíamos dejarlo por hoy? - Preguntó al ver que el pelirrojo no se veía de buenas.
- No - Contestó inmediatamente y la soltó - Eres la más desesperada teniendo recuerdos de una vida pasada y no de su presente - Hizo una mueca y comenzó a caminar girando en una esquina. La peliblanca se quedó plantada en seco, confundida, hasta reaccionar y apurar el paso para alcanzarlo -
- Quizá en la policía - Dijo alcanzándolo y sacó la tarjeta de débito. Aker la miró - Seguramente han de tener registros. O al menos saber a quién le pertenece... Y muy probablemente sea de mi familia - Sonrió levemente.
- Entonces vamos - Apuró el paso.
- ¿Nos vamos caminando? - Siguió su ritmo.
- Corriendo.
- ¿¡Qué!?
- Tenemos que ejercitarnos de alguna manera - Sonrió señalando al frente y empezando a correr seguido de Sil.
- Si lo hubiera sabido hubiera usado otra ropa - Suspiró, mientras hacía un puchero. Aker le restó importancia haciendo un ademán con la mano.
- ¿Está seguro de eso? - Preguntó la peliblanca al hombre que se encontraba tras el escritorio. Había llegado a la estación de policía, quienes los mandaron al departamento de registro, del banco al que pertenecía aquella tarjeta de débito.
Al encontrarlo pidieron hablar con el encargado de proveer aquellas tarjetas, quién estaba frente a ellos y les había dicho algo que no pudieron creerse en su totalidad, al menos no por parte del pelirrojo quién se quedó mudo, mientras que, la peliblanca, reaccionó más calmada, quizá dentro de ella ya sabía eso.
- Completamente - Aseguró tomando unos papeles y leyéndolos con la vista - Esa tarjeta es una de las anexas a la cuenta del orfanato de la ciudad.
- Comprendo... - Dijo y suspiró con clara decepción - Muchas gracias - Dijo levantándose seguida de el pelirrojo, para después salir de ahí - Deberíamos de regresar ¿No? - Miró a Aker -Va a ser hora del almuerzo y no creo que tu mamá y Lia quieran preparar algo, sonrió levemente.
- Déjalas que pidan comida. Les pasa por excederse - Finalmente habló.
- Pero... ¿Qué hacemos? - Preguntó ladeando la cabeza confundida.
- Vamos a visitar el orfanato - Explicó levantando el índice como algo obvio - Después nos vamos por unos dulces, y regresamos a casa a ahogar nuestras penas con más dulces - Sonrió con cierta emoción por los dulces. Sil rió al ver la expresión que había compuesto, y sabía que lo que decía y hacía era para que se sintiera mejor.
- Entonces, hagamos eso.
- Vamos.
Bieeeen, no hice más porque creo que la parte del orfanato ya no me incumbe a mí xDU
Igualmente, esto es el Flash Back de lo que hicieron Aker y Sil, así que nada no puedo hacer más que eso, teniendo en cuenta, cómo terminó lo anterior y que no me quiero meter con lo que no es mi historia xDU
- Sil... - Se plantó frente a ella y la tomó de los hombros - No hay nada - La sacudió levemente, tratando de no perder la compostura.
- Sí... - La peliblanca suspiró, confiando en el hecho de que Aker no la dejaría caer - Deberíamos dejarlo por hoy? - Preguntó al ver que el pelirrojo no se veía de buenas.
- No - Contestó inmediatamente y la soltó - Eres la más desesperada teniendo recuerdos de una vida pasada y no de su presente - Hizo una mueca y comenzó a caminar girando en una esquina. La peliblanca se quedó plantada en seco, confundida, hasta reaccionar y apurar el paso para alcanzarlo -
- Quizá en la policía - Dijo alcanzándolo y sacó la tarjeta de débito. Aker la miró - Seguramente han de tener registros. O al menos saber a quién le pertenece... Y muy probablemente sea de mi familia - Sonrió levemente.
- Entonces vamos - Apuró el paso.
- ¿Nos vamos caminando? - Siguió su ritmo.
- Corriendo.
- ¿¡Qué!?
- Tenemos que ejercitarnos de alguna manera - Sonrió señalando al frente y empezando a correr seguido de Sil.
- Si lo hubiera sabido hubiera usado otra ropa - Suspiró, mientras hacía un puchero. Aker le restó importancia haciendo un ademán con la mano.
- ¿Está seguro de eso? - Preguntó la peliblanca al hombre que se encontraba tras el escritorio. Había llegado a la estación de policía, quienes los mandaron al departamento de registro, del banco al que pertenecía aquella tarjeta de débito.
Al encontrarlo pidieron hablar con el encargado de proveer aquellas tarjetas, quién estaba frente a ellos y les había dicho algo que no pudieron creerse en su totalidad, al menos no por parte del pelirrojo quién se quedó mudo, mientras que, la peliblanca, reaccionó más calmada, quizá dentro de ella ya sabía eso.
- Completamente - Aseguró tomando unos papeles y leyéndolos con la vista - Esa tarjeta es una de las anexas a la cuenta del orfanato de la ciudad.
- Comprendo... - Dijo y suspiró con clara decepción - Muchas gracias - Dijo levantándose seguida de el pelirrojo, para después salir de ahí - Deberíamos de regresar ¿No? - Miró a Aker -Va a ser hora del almuerzo y no creo que tu mamá y Lia quieran preparar algo, sonrió levemente.
- Déjalas que pidan comida. Les pasa por excederse - Finalmente habló.
- Pero... ¿Qué hacemos? - Preguntó ladeando la cabeza confundida.
- Vamos a visitar el orfanato - Explicó levantando el índice como algo obvio - Después nos vamos por unos dulces, y regresamos a casa a ahogar nuestras penas con más dulces - Sonrió con cierta emoción por los dulces. Sil rió al ver la expresión que había compuesto, y sabía que lo que decía y hacía era para que se sintiera mejor.
- Entonces, hagamos eso.
- Vamos.
Bieeeen, no hice más porque creo que la parte del orfanato ya no me incumbe a mí xDU
Igualmente, esto es el Flash Back de lo que hicieron Aker y Sil, así que nada no puedo hacer más que eso, teniendo en cuenta, cómo terminó lo anterior y que no me quiero meter con lo que no es mi historia xDU
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