[Roll] Endless World Lie

por **Shiba** Miér 26 Jul - 23:16

Endless World Lie
[Roll] Endless World Lie Fc1kbs

“No puedo recordar todavía lo que ▒▒, todavía no reco░░o todos los fragm░ ░ tos que ocurrieron ante la caída, toda▒ a no tengo la ce▒eza de cómo he sobrevivido. Pero si hay algo que es preciso y sin ░ ░los, es que ▒ s han men░do, el cread ▒r no |-|/\ ▓ ▒▒▒▒”

En el pasado ellos estuvieron presentes, aun antes de la creación, ellos ya pertenecían al mundo, a la vida; y aun en su olvido, todos saben que alguna vez existieron.

En la tierra todavía quedan los fragmentos de la verdad, los fragmentos que nadie quiere recordar pero que constantemente son contados de manera silenciosa en cada movimiento, en cada pisada, en cada florecimiento, en cada latido, del mundo que conocemos.

Todo fue obra de sus enormes garras escamosas e imponentes alas. Obra de su aliento incomparable y su interminable cola. Obra de sus deseos por dejar la soledad, por sentir lo que significa en realidad vivir, de crear la perfección.
Pero hubo errores que llevaron todo a la ruina.

La imponencia de los Dioses, el descontrol de los demonios, el miedo de los humanos.

La guerra no tardó en llegar, y con ello la extinción de lo que es conocido como “Creador” y sus semejantes procedió de manera espontánea y progresiva. Hasta que no quedó nada, nada que derrotar, nada que destruir, nada que apreciar, nada que amar.

Solo se podía intentar restaurar, y así con el dolor de haber aniquilado su mundo más de una vez, se procedió a mantener un acuerdo de paz, donde todos pudieran tener libertad y seguridad, dónde el mundo pueda disfrutar de un mañana lleno de bendiciones gracias a los Dioses, piedad de los demonios, y aceptación de los seres humanos.

Continuando así hasta el siglo XXX, dónde la tecnología reina, y no solo humanos se benefician de esta. Pues hasta los seres más impensables han llegado a adaptarse a ella, y sus ventajas.

Ya no hay Dioses, ya no hay demonios, simplemente seres conviviendo como iguales. O eso ha sido, hasta el desencadenamiento de todas las mentiras, y cómo el mundo solo ha buscado su final.

• Reglas y aclaraciones:

▬ ¡Respeto!
▬ Si se unen tener la plena confianza en que continuarán. Como siempre digo, en este mundo no es complicado matar :'D´
▬ Lo abrí sin avisar porque... Yolo (?
▬ Está bien se puede ser demonios, Dioses, Humanos, Dragones. Lo que gusten pero eso sí, sin exagerar, es decir... No me vas a hacer un Lucifer, o un Dios todo poderoso, habilidades que me las pueda creer, ósea hay un Demonio para cada cosa y lo mismo pasa para con los Dioses (Estos también incluyen ángeles). No son omnipotentes ni omnipresentes.
▬ Están en un año dónde la tecnología está muy avanzada, es decir, existen robots, vamos, hasta pueden ser un pinche robot, y sigue teniendo las mismas limitaciones que mencioné antes.
▬ Todo o la mayoría será realizado en la ciudad capital, y por ahora hay paz. Yep hay paz.

• Código Ficha:

Código:: [b]○ Nombre:[/b] [b]○ Edad:[/b] [b]○ Raza:[/b] [b]○ Apariencia:[/b] [b]○ Personalidad:[/b] [b]○ Extras:[/b] [b]○ Pareja:[/b]

• Mi ficha:

○ Nombre: Aileen "Desconocido"

○ Edad: 17 años.

○ Raza: Dragona

○ Apariencia:

Spoiler:

○ Personalidad: Es una chica optimista a extremos inimaginables, esto puede llegar a ser muy molesto, pues su ropa puede estar siendo comida de insectos y solo podrá decir que ellos también deben de alimentarse (?, muy risueña, es decir, es fácil hacerla reír, no es que siempre esté alegre, pero si le cuentas un chiste así sea uno muy malo, ella no podrá evitar reírse y después continuar riendo cada que lo recuerde. Es servicial, pero escandalosa, sí, hace mucho ruido, sea porque grita, chilla, o con cualquier objeto que encuentre y pueda ser golpeado. Es honesta y nada disimulada, a ella no se le puede decir que sea discreta porque es como gastar saliva por gusto. Es hiperactiva, en sentidos de desorden mental, es decir, no puede quedarse quieta, y de hecho duerme poco; esto también acarrea el hecho de que es impulsiva, y no se lo piensa a la hora de hacer o decir las cosas, se desconcentra muy fácilmente, y muchas veces habla en demasía, o es muy molesta con preguntas, además si por algún motivo logra concentrarse en algo, y la sacan de ello, cualquier cosa, puede ser agresiva, pero no con insultos o golpes, solo con quejidos, y reproches, más a sí misma que a su rededor. Es ansiosa, es decir, gracias a su falta de concentración, es fácil que no se percate de muchas cosas que hace, o dice, por tanto, después de un rato, puede comenzar a impacientarse sobre lo que ha, o no ha pasado.

○ Extras:

- ¿Dragona de Fuego? Who Knows.
- Como dragona que es, come de manera incontrolable. En su forma humana posee una gran fuerza, tipo puedo vencer en pulso al macho más fuerte y rudo que me pongan en frente (?, y es bastante rápida, tampoco flash pero si más que un humano, pudiendo alcanzar lo que es una bicicleta.
- Como dragón es otro cuento porque bueno, lanza fuego, vuela, tiene garras, y escamas que sirven de protección. Y no es tan grande e imponente como los conocidos, a los mucho llega al tamaño de una casa de dos o tres pisos, unos diez metros sin contar la cola.
- Pero tiene un problema, ella, no se puede transformar sola. Nunca ha podido, solo lo logra cuando alguien del género opuesto logra que su pulso acelere, aunque puede controlarse (Tiene debilidad por chicos guapos :v).
- No tiene padres, o bien no los conoce, yo no tengo idea(??
- Solo necesita 4 horas de sueño diarias para estar completamente recuperada, por cualquier motivo de cansancio.
- Su comida favorita, son las donas, que aunque no sean consideradas comida para un almuerzo, a ella no le digas eso, porque te mirará como un asesino hambriento de venganza hacia su victima. (?

○ Pareja: ~

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○ Nombre: Evan Haunt

○ Edad: 35 añitos.

○ Raza: Híbrido (Humano - Licántropo: Hombre lobo)

○ Apariencia:

Spoiler:

○ Personalidad: Es un hombre serio y extravagante, está un poco chiflado, sí. Posee una actitud quizá demasiado relajada ante cualquier situación, y su mente siempre se mantiene fría.
Es bastante molestoso; como persona que se le da la broma de una manera muy especial, hasta llegar a lo creepy, sin dar opción a respuestas, ya que es muy certero y malvado cuando lo hace, pues es hasta su manera de ser directo con los males de los demás. Pero, es muy difícil contestarle, tiene el aura de persona sabia a la que no se le puede tutear porque sí. Y no solo en apariencia, es muy inteligente y racional. Pero tiene problemas, es bastante complejo en sus maneras de actuar, especialmente cuando llegan a meterse en un territorio que él prohíbe; pues puede que nisiquiera se enoje en realidad, pero su sadismo es muy acentuado en ese sentido; llegando a dar más de un rostro de miedo.

○ Extras:

- Es profesor en la universidad. Da física, específicamente: estática. Sí, en esos tiempo todavía son importantes cosas como esa. (?
- Es viudo y tiene una hija de diez años. La cuál lleva tres años secuestrada por un grupo demoníaco "Mafioso", que usan para chantajearlo y mandarlo a diferentes tipos de misiones.
- No fuma, no nos hagamos la idea equivocada, pero siempre tiene un palito en la boca, los de paletitas. De hecho es raro verlo sin uno hasta cuando está dando clases.
- Su condición como mitad hombre lobo radica en el hecho de que no se transforma. no posee colmillos ni garras pero sí una gran velocidad, una fuerza media, gran visión, por tanto buena puntería, y una terrible mala costumbre de la necesidad de estar masticando algo.
- Al estar bajo chantaje ha tenido que recurrir a aprender a utilizar sus habilidades al máximo, y no solo eso a inventarse maneras para salir librado. Sí, es muy ingenioso, y aún con lo simple llega a hacer maravillas. Como utiliza en su mayoría trajes. Lo ha arreglado para poder guardar unas cuchillas tipo aguja de titanio (Aparentan ser los palitos de las paletas) que son controladas por largos hilos y que con el tiempo, Evan, ha ido perfeccionando; y aumentando la cantidad.
- Es bisexual, pero no está ni medio interesado en cosas referente al romance o la amistad. Tiene otras cosas por las que preocuparse.

○ Pareja: ~

por Nya Miér 26 Jul - 23:17

○ Nombre: Aqua
○ Edad: (Desconocido) 25
○ Raza: Dragona
○ Apariencia:

Spoiler:

○ Personalidad: Con sus años vividos, no tiene dificultad en afrontarse a los problemas de la vida. Junto a su madurez, también tiene una parte maternal la cual siempre salta a la vista principalmente cuando está junto a Aileen, actúa como una buena segunda madre. Solo trata de esa forma aquellos que son cercanos e importante para ella y debido a ello, mas de una vez han confundido su cariño por interés de otro tipo. Es tranquila y bastante paciente con una sonrisa casi permanente capaz de engatusar a cualquier incauto. A pesar de su aura de chica inocente de alta clase y paciente, no le falta carácter cuando se le acaba la paciencia. Es fácil notarla molesta porque a pesar de su sonrisa, se vuelve pasivamente agresiva y solo cuando en casos extremos muestra un mueca de pocos amigos lo cual significa sentencia de muerte. A pesar de todo, no es poco femenina ni mucho menos, le gusta mantener su apariencia pero es el tipo de persona que raramente usaría un vestido de tonos pasteles por ejemplo.
○ Extras:
- Es una dragona de agua lo que quiere decir que: Vuela como el resto a diferencia de la opinión pública, de hecho usa sus alas y cola para impulsarse sobre el agua pero raramente sale al aire libre a volar. Lo que no es capaz es de expulsar bolas de fuego, en su lugar lo hace con jets de agua.
- Su forma de dragón es escamosa y con garras como el resto, con pequeñas partes como aletas pero ninguna esencial para nadar en el agua. Sus escamas son pulidas y brillantes de tonos azules y verdosos.
- Tiene un don natural para cutivar a cualquiera, después de todo su especie se considera una de las mas bellas.
○ Pareja: -

○ Nombre: Justice
○ Edad: 23
○ Raza: Humano
○ Apariencia:

Spoiler:

○ Personalidad: No habla mucho debido a que no posee habilidades para socializar porque cuando lo intenta, le acaba saliendo un desastre o malinterpretan su intención por lo que generalmente permanece en silencio dándole un aspecto serio. Es bastante apasionado en su trabajo tomándoselo bastante a pecho a veces y salvo por su silencio y su rostro inexcrutable la mayoría del tiempo, es una persona bastante normal sin nada que destacar.
○ Extras:
- Es detective. Se le da bien hurgar en temas que no debe y en meterse en problemas "calculados" de los que de alguna forma siempre saldrá victorioso. Toda su suerte esta ahí.
- Su pasatiempo es molestar a Rudy todo el rato tratándola como un perro.
○ Pareja: -

○ Nombre: Rudy
○ Edad: 25
○ Raza: Licántropo
○ Apariencia:

Spoiler:

○ Personalidad:
○ Extras:
- Es la acompañante de Justice. Lo mantiene controlado.
- A pesar de ser un licántropo, no cambia a su forma humana.
○ Pareja: -

por **Cris** Mar 1 Ago - 0:52

Nombre: Fawn
Edad: Indefinida (Aparenta 21).
Raza: Ninfa.
Apariencia:

Spoiler:

Personalidad: Liberal, es lo primero que la define. Le encanta correr y juguetear con los animales, le gusta todo lo que implique actividad física. Muy inquieta y curiosa, siempre estará buscando qué hacer. Es muy ágil y escurridiza, por lo tanto no es para nada torpe, y de hecho es difícil que tropiece. Tiene gran instinto y conexión con los demás seres, así como sentidos agudos. Le gusta reír, de hecho su risa es algo escandalosa y contagiosa. Gusta de ayudar a los demás y se molesta cuando la persona es terca y no quiere aceptar su apoyo. Justa, amigable y elocuente. Es directa pero no hiriente. Es decidida y sincera con sus sentimientos. Algo olvidadiza (leer extras). Si siente buena vibra, se encariña con la gente. Es maternal. Las discusiones la irritan, y cuando está involucrada se pone a la defensiva.

Extras:

-Es una ninfa de los animales, por lo tanto puede comunicarse con ellos e incluso pedir su ayuda si la requiere.
-Puede tomar la forma de los animales que desee. La transformación es temporal, al exceder cierto tiempo vuelve a su forma humana y puede cambiar nuevamente, pero a un animal distinto al anterior. O puede directamente cambiar a la forma de otro animal antes de exceder el tiempo del anterior.
-Siendo un ser enviado a la tierra por los mismos dioses, tenía conocimiento de algunas leyendas antiguas. Sin embargo, en algún momento de su vida sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder esas memorias e información, pero sabe perfectamente que ella es una ninfa y su papel en la Tierra.
-Este golpe también es responsable de que, en ocasiones, sea algo olvidadiza.
-Le gustan mucho las fresas, así como el pan y todos sus derivados.
-No es vegetariana, aunque su dieta se basa más en frutas y vegetales.
-Si alguien hace daño innecesario a algún ser inocente, enfurecerá.
-Le gusta mucho abrazar a los demás o tomarlos del brazo.
-Siendo ninfa le gusta andar al natural (sin ropa). Tiene conocimiento de que en las ciudades no puede hacerlo por código de etiqueta, pero si está en un ambiente natural, es muy probable que de vez en cuando se desprenda de su ropa, y sin nada de pudor.
-Tiene un lenguaje musical típico de su raza.
-Prefiere vivir en bosques, pero también aprende de la vida citadina cuando puede.
-Le encanta hacer artesanías con madera y otros materiales naturales, también sabe tejer. Vende sus creaciones, y con ese dinero compra lo que necesite (o algún antojo).
-Aprecia la esencia de los seres y sostiene la creencia de que todos somos energía.

Pareja: ~

Nombre: Bryce Owen
Edad: 21
Raza: Cyborg.
Apariencia:

Spoiler:

Personalidad: Es auténtico e ingenioso, siempre tiene nuevas ideas. Relajado y confiado la mayoría del tiempo, pero de actitud enérgica. Carismático, espontáneo y conversador. La paciencia no es su virtud, se irrita con facilidad aunque generalmente se exaspera de una manera más bien cómica. Persistente y, en ocasiones, obstinado. Algo penoso cuando se trata de situaciones románticas, aunque ésto no significa que no sea afectuoso. Es rebelde, no le gusta obedecer órdenes ni tampoco darlas. Le gusta actuar a su manera, más cooperará con gusto si se necesita trabajo en equipo, contribuyendo a su estilo.

Extras:

-Estudia y trabaja en el campo de la mecánica robótica y la biónica, al igual que sus padres. Aunque Bryce exploró en diversas áreas de estudio, siempre retornó a esas dos, siendo éstas su pasión.
-A los 12 años sufrió un accidente en el que perdió sus brazos y piernas. Sus padres le fabricaron piezas robóticas para que pudiese recuperar el movimiento. Posteriormente, él mismo fabricó las suyas propias. Pasa mucho tiempo desarrollándolas y mejorándolas, le emociona bastante.
-También perdió su ojo derecho en el accidente. Lo reemplazó con uno mecánico, por ello ese ojo tiene otro color y un halo de brillo. Le añadió la funcionalidad de un radar (detector de objetos, distancia, rastreo), más otras funciones útiles.
-Su proceso de rehabilitación fue largo y tortuoso, aunque no lo aparente.
-A raíz del accidente desarrolló cierto trauma a las explosiones de gran escala.
-Sus brazos y piernas pueden transformarse en muchos tipos de objetos y armamento. En batalla, analiza estratégicamente lo que debe hacer con su mecanismo y una vez en la práctica se emociona bastante.
-Le encanta escuchar música, su gusto musical es bastante variado. Y, más que todo, le fascina escuchar a las personas cantar acapella.
-Le agrada hacer largas caminatas, le parecen la mejor terapia ante cualquier desánimo.
-Es algo sensible al frío, por lo que suele llevar suéteres o abrigos.
-Realiza ejercicio constantemente tanto para fortalecer su parte humana como para equilibrarla con su parte máquina y adaptarse a esta última como si fuese natural.
-La torta tres leches es su favorita, si alguien se la quita recibirá un impacto de láser. Bueno, no tanto, pero sí se irritará.

Pareja: ~

por **Mar.** Mar 1 Ago - 22:06

○ Nombre: Zale Lerman
○ Edad: Indefinida (aparenta 22)
○ Raza: Semidiós
○ Apariencia:

Spoiler:

○ Personalidad:
Que su apariencia de chico serio no te engañe, él es bastante juguetón y bromista. Es un chico galante y muy rebelde, con una coquetería innata sin igual. Suele ser muy protector y amable cuando se lo propone, pero no es de aquellos que van demostrando sus emociones a todo público. Es alguien bastante elocuente y sincero. Un amigo fiel y leal, con el que se puede pasar un buen rato. Sin embargo, es capaz de guardar la compostura en los momentos correctos. Es inteligente y hábil en condiciones físicas. Posee un lado misterioso, egoísta y fuerte que no muchos conocen. Es gentil, intrépido y noble, y también puede llegar a ser alguien bastante dulce.

○ Extras:
- Su nombre se pronuncia Zeil, proviene del griego que significa: la fuerza del mar.
- Su padre es un dios del mar y su madre, una oceánide (ninfa del océano). Sin embargo, fue criado junto a su hermana melliza, Aleyda, en el mundo terrestre por un matrimonio, quienes al morir, les heredaron su apellido y sus bienes. Pasados muchos años, ambos hermanos emprendieron su vida como seres humanos normales y viven viajando por diversas partes del mundo. Ambos conocen sobre su origen, pero no le toman mayor relevancia.
-Al ser hijo del dios del mar y una oceánide, heredó parte de sus poderes, teniendo la capacidad de controlar el mar (en menor grado), comunicarse con criaturas marinas, poderes curativos y un don para el canto, heredado de su madre.
-Es bueno en los negocios, con la herencia de sus padres adoptivos, logró poner una empresa de tecnología que ha ido haciéndose nombre.
-Le encanta el dulce.
-Se le da muy bien la actuación.
-Es alguien muy culto y apasionado por las artes.
○ Pareja:~

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○ Nombre: Haizea
○ Edad: Indefinida
○ Raza: Hada del Aire
○ Apariencia:

Spoiler:

○ Personalidad:Hermosa e Inteligente, con apariencia casi angelical. Tiene una personalidad fresca que la lleva donde el viento le diga. A pesar de su apariencia delicada, es una joven bastante fuerte y alegre. Tiene un carácter sereno que puede transformarse en una tempestad cuando se enoja. Es astuta y hasta algo seductora, siempre tiene un comentario ingenioso para todo.
Siempre amable y con un brillo juguetón en su rostro, constantemente acompañada con una sonrisa ya sea amable, socarrona o soñadora. Posee un aire misterioso y astuto. Es una persona altruista y justa, aunque le encanta hacer trucos y travesuras, siempre manteniendo su perfil de aire angelical. Le gusta estar al aire libre y conectada a la naturaleza.

○ Extras:
-Su nombre tiene origen Euskera (Vasco) significa: Viento.
-Como hada del viento, es capaz de manipular las brisas, el clima, poderes de la naturaleza y algo de magia general.
-Ama la música, posee un hermoso don para el canto y la danza. También, toca el arpa y la flauta.
-Cuida mucho de los animales, principalmente de los voladores que acuden a ella.
-Le encanta la comida natural.
-Le gusta vivir en el mundo actual, compartir la vida de hada y humana.
-Le gusta ir siempre arreglada.

○ Pareja:~

por **Shiba** Jue 3 Ago - 1:33

El susurrante rezo en la oscuridad, el eco sordo de los pasos, el fiel aullido del viento, y parpados abriendo paso a la luz olvidada.

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

- ¡Aqua, Aqua! - Llamó una chica de cabellos cortos rubios a su amiga, dejando la puerta medio abierta, y llamando la atención de las pocas personas que estaban en ese lugar.
- Dime. - Preguntó la de cabellos celestes, se estaba secando las manos con una toalla pequeña.
- ¡Ahí adentro hay un espíritu! - Señaló hacia dentro, al retrete. Aqua ya sabía por donde iba el asunto, intentó sacarla de su error, pero la otra chica no dejó de hablar, por lo que no la interrumpió. - Estaba tranquila, y de pronto empezó a hablarme, fue muy amable, hasta puso algo de música, según que de relajación, pero después, me jugó una mala broma, y yo no le hice nada, pero no sabía cómo cobrármelas, por lo que simplemente he salido en cuanto he podido ¿Tú sabes cómo tratar con espíritus?
- Aileen... - La chica le sonrió con toda la comprensión que pudo. Los ojos lilas de la otra observaron a los celestes de la mayor. - Eso no es un espíritu. - Explicó. Aileen pareció sorprenderse. - Es un sistema del mismo baño. - La menor hizo un sonido de comprensión y asintió.
- ¿Debo de revelarme a los baños de aquí? - Preguntó casi con inocencia.
- ¿Qué? - Entró en pánico, uno no visible. Sabía que ella no bromeaba. - No, no. Eso no es correcto. - Aileen solo la observó unos segundos con cara de descontento, pero después solo sonrió tranquila, y procedió a lavarse las manos, un pitido llamó su atención y entonces podía sentir un aire caliente rozar sus manos.
- Espíritus. - Aqua decidió solo reír ante ello, ya debería de explicarle cómo funcionaban las cosas en la capital, pues tanto ella como Aileen, pertenecían a una antigua isla, demasiado tradicional y rústica para los tiempos que corrían. Por tanto, Aileen como recién llegada no estaba al día con nada de eso. En su tiempo ella misma tuvo reacciones de sorpresa, mas normales que la rubia. Pero sabía que si ella pudo la otra chica no sería una excepción.

Salieron del aeropuerto, no sin antes recibir la despedida de una chica "Fantasma" pues se trataba del sistema del lugar, robots de diferentes tipos; desde una tableta, hasta un sensor de movimiento.

El clima estaba fresco, y el paisaje lleno de edificios con diferentes proyecciones, personas, letras, anuncios, las mismas señales de tránsito eran paneles flotantes, que hacían el trabajo para todo tipo de vehículos que circulaban en la carretera.

- Este lugar es... - Comenzó Aileen sin encontrar realmente la palabra correcta. - ¡Wow! - Pudo decir, después un cíclope que le ganaba al menos por medio metro más pasó frente ella y no evitó seguirlo moviendo su cabeza hacia su dirección, y boquiabierta. - ¿Viste eso? ¡En la isla nadie es tan grande!
- Ya te acostumbrarás. - Le sonrió, y le hizo una seña para que la siguiese, Aileen lo hizo sin dejar de observar su rededor distraidamente. Entonces, se topó con un rostro que no se podía dejar pasar por alto, era como un Adonis del futuro, y pasó tan cerca que no evitó que sus mejillas se encendieran en el momento, y una sensación la embargó, por lo que tuvo que apurar un poco el paso para calmarse. - ¡Contrólate, contrólate, contrólate! - Se repitió hasta que dio un gran respiro y por las mismas lo dejó escapar.
- Eso estuvo cerca. - Suspiró ya tranquila. Y regresó al lado de Aqua.
- ¿Qué ocurrió? - Preguntó. - Espera... - Se llevó una mano a la cabeza, la de cabellos cortos inmediatamente se puso nerviosa. - ¿Continúas con ese problema? - La chica hizo a su respuesta tambalear, así como su cabeza.
- ¿Algo así? - Sonrió mostrando los dientes. Sabía que estaba en problemas.
- No puede ser...
- ¡Espera! - La hizo detenerse colocándose frente a ella. - Ya puedo controlarme un poco. Ósea... Mientras no haya contacto, todo irá bien. - Se llevó las manos a la cintura en puños y se sentía victoriosa, de hecho lo daba a mostrar con gran orgullo.
- Nuestros padres te lo dijeron ¿No? Cuál era la condición para que vinieses.
- Ya, pero.... - Se quejó. - En primera, ya soy mayor.
- Mentira.
- ¡Sí lo soy! - Resopló, y luego regresó a sonreír como siempre. - Y tengo mucho tiempo sin que me ocurra. Estaré bien, además... - Se lanzó a abrazarla. La mayor solo le palmó la cabeza. - Te extrañaba mucho.
- Entiendo.
Ellas dos habían sido criadas como hermanas, aunque no lo eran, eso lo sabían, así mismo como sabían que sus criadores, las personas a las que llamaban "padres" no eran en realidad los biológicos. Y tampoco tenían esperanzas en descubrir la verdad de ello.

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

- Primero hay que inscribirte. - Le dijo, ella solo prestó atención como pudo a todo lo que le indicaba, pero en seguida comenzaba a ver otras cosas, o a pensar en algo que la hacía sonreír, pues trataba de no reírse fuerte. - Y recuerda. Aquí no somos "dragones".
- ¿Eh? - Preguntó. Sabía que había terminado de hablar, pero realmente no sabía desde cuando.
- No me prestaste atención ¿verdad?
- Claro que lo hice. - Asintió muchas veces. - Por ahí estaba la palabraaaa... - Quedó pensativa un momento, y veía todo lo que le podría dar una pista. - ¿Deténgase?
- Veo que no. - Suspiró. - No importa. Por ahora, solo debes de recordar que en esta ciudad solo somos "demonios"
- ¿Es lo que somos, no?
- Supongo, pero dicen que mi ADN no concuerda con ninguna raza inscrita, y como no pueden dejar eso en el aire, decidieron colocar solo "demonio". Al ser iguales ha de ser lo mismo contigo.
- ¡Entiendo! ¿Me van a sacar sangre?
- No, aquí es diferente, es más como un escaneo.
- Ya veo. ¿Es divertido? - La muchacha se abrazó a sí misma recordándolo, y no contestó directamente.
- No sé qué tal sea la experiencia para ti.
- Oh, bien, seguro que será entretenido. - Comenzó a caminar estirando las piernas un poco, y con los brazos a la espalda. Parecía entretenida, y lo estaba.

Me apeteció ~ xDD

por **Cris** Miér 23 Ago - 2:30

-Y cuando el Sol se asome y te llene con su luz,
cierra tus párpados,
y duerme hasta que la Luna brille
en el firmamento azul.

Una voz melodiosa inundaba el ambiente. El alba había abierto el paso al Sol en el cielo, ya se apreciaban los rayos de luz sobre la tierra, todo se iluminaba con mayor fuerza al paso de los minutos.

La criatura dueña de esa voz era una ninfa, quien ahora arrullaba a un lobezno con su canto, éste se había separado de su manada la noche anterior y ella acudió al escuchar sus aullidos de temor. El pequeño se rindió al sueño al finalizar la canción y la joven sonrió enternecida, levantándose con cuidado para no despertarlo.

Su plan del día consistía en ayudar al lobezno a volver con su manada, pero primero lo dejaría dormir unas horas, pues el pequeño había tenido una noche agitada. Y en ese tiempo, iría a la capital a comprar un poco de mermelada de fresa porque, oh, cómo se le había antojado esa mañana. Buscó en su ropa y encontró algo de dinero que había recaudado días antes al vender algunas de sus artesanías, y recordó que debía terminar otras.

Dejó al cachorro durmiendo en una pequeña cueva que ella utilizaba para guardar sus cosas y como refugio para descansar en la noche. Se encaminó por el bosque y su estómago rugió. Bueno… Era más rápido si hacía un pequeño cambio. Su cuerpo hizo una muy veloz metamorfosis convirtiéndose en un gato montés -era de las transformaciones preferidas de la chica-, y emprendió una rápida carrera en dirección a la capital.

…

-¡Fawn! ¿Cómo estás? –Saludó un joven al otro lado de la acera que ella utilizaba. Era uno de los mercaderes con los que solía encontrarse en sus ventas de artesanía.
-¡Eh! Todo bien –Saludó alegremente con la mano y siguió caminando.

Oh, vaya. Cómo amaba las fresas, y la mermelada de fresa. Quien hubiese inventado esa delicia merecía un premio enorme. Éstos eran los pensamientos de Fawn, quien degustaba con rapidez -y amor puro- ese frasco de mermelada… Bueno, el segundo. Había comprado tres y ya iba por la mitad del segundo. Es que sabía tan bien.

Pasó otra hora y ya se había terminado todos los frascos de mermelada, que desechó en el lugar correspondiente. Se dirigió a un callejón solitario y se transformó nuevamente en una gata montés. Salió del lugar y caminó a paso calmado por la acera. La curiosidad le ganó y paseó exactamente cincuenta y cinco minutos, mirando en varias direcciones y trepando algunos obstáculos. Cuando de repente unas manos la tomaron por el abdomen, levantándola del suelo: Miró con atención y cierta sorpresa a quien la sostenía, una joven de cabellos rubios que le sonreía con ilusión.

-¡Qué linduuura! –Gritó la chica cargándola contra su pecho y emprendiendo una veloz carrera- ¡Aqua! ¡Aqua! ¡Mira lo que encontré!
-Aileen, te dije que te quedaras a esperar tu turno –Habló la peliazul con voz serena, pero esbozó una suave sonrisa- ¿Qué encont…?
-¡A esta belleza! –Extendió sus brazos con la gata sostenida por sus manos, justo en frente del rostro de Aqua- ¿Podemos quedárnosla? ¿Podemos, podeeeemos? –Suplicó con la mirada, sin dejar de sonreír y volvió a aferrar a la gata a su pecho como un bebé.
-¿Prometes cuidarla?
-¡Sí!
-¿Alimentarla, bañarla?
-¡Sí, sí!
-¿Y prestarle la atención necesaria?
-¡Oh, claro que sí! Haré eso y mucho m…

La frase de Aileen se vio interrumpida por un súbito “poof” que ocurrió en sus brazos, donde ya no descansaba una gatita, sino una joven de unos veintiún años con expresión de circunstancia. La rubia no movió ni un músculo, al parecer el cambio de peso no la había afectado en lo más mínimo, en cambio, miró a la chica con los ojos muy abiertos y abrió la boca dejando escapar un grito de asombro.

-¡¡Ha evolucionado!!

Aileen dio un saltito de feliz sorpresa aún cargando a Fawn, quien la miraba atónita, pues acababa de transformarse frente a ella, por el límite de tiempo.

-Disculpa… -Habló la chica de largos cabellos.
-¡Y habla! –Gritó.
-¿Puedes…? –Se señaló a sí misma y la rubia entendió, soltándola- Gracias –Sonrió alegremente.
-¿Cómo? –Cuestionó Aileen. Sus ojos morados exigían una explicación, rebosando de asombro.

Fawn miró a su alrededor, montones de criaturas mágicas se mezclaban en la multitud. No era nada malo revelar su naturaleza, no le molestaba, más solía preferir que sus transformaciones ocurrieran en solitario.

-Ninfa de los animales –Explicó con un tono de voz animado.
-Aaaahh –Alargó, en comprensión- Oh, y yo que quería llevarte conmigo –Se rascó la nuca riendo.
-Te pasan unas cosas –Dijo Aqua suavemente, casi riendo.
-Bueno, supongo que nos veremos en otro momento –Fawn les dedicó una sonrisa cálida.
-¿Ya debes irte? –Aileen la miró con tristeza empezando un puchero cómico.
-Pues, tengo algunas cosas que atender –Explicó- Y… ¡Oh! ¿Vienen a registrarse? –Analizó el lugar donde estaban.
-¡Sip! Yo –La rubia alzó un brazo.
-Ya veo, bueno el proceso no tarda, seguro saldrán pronto. ¿Y ustedes son…? –Preguntó, la curiosidad ganándole como siempre.
-Somos demonios –Respondió Aqua rápidamente, aunque con su tono de voz sereno, no se notó.
-Entiendo –Las miró con atención, sin borrar la sonrisa de su rostro.
-Soy Aileen –La chica estiró su brazo hacia ella.
-Fawn –Cerró los ojos y amplió su sonrisa.
-Aqua –Se presentó con la peliazul también.
-Bueno, Aileen, Aqua, debo irme ya. Ha sido un placer, espero coincidir nuevamente con ustedes –Se despidió alegremente y se alejó de ellas.

La chica se mezcló con la multitud rápidamente, y una vez que hubo cruzado toda la parte “civilizada” del lugar, se adentró en el bosque y volvió a cambiar su cuerpo, esta vez por una guacamaya. Necesitaba llegar rápido a la cueva, y dos alas eran una buena opción. Además, le encantaban las guacamayas, sobre todo de la que había tomado forma: las que tenían azul y amarillo en sus plumas.

Batió sus alas y siguió su camino.

~~~~~~~~~
Crédito a Sil por las ideas del encuentro entre las chicas xD
En otra conti llegará Bryce ♥

Saludos~

por **Shiba** Sáb 23 Sep - 3:22

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"Error: Sin coincidencia"

Era lo que aparecía en la gran pantalla una vez el scaner de mano había hecho su trabajo.
El trol miró el artefacto, y se rascó la cabeza; mientras Aileen sonreía de oreja a oreja como si fuese divertido, y de hecho, era divertido para ella.
En primera no era ningún personaje atractivo por lo que estaba a salvo de cualquier imprevisto. Y aunque ya sabía lo que iba a pasar gracias a Aqua el vivirlo era más gracioso, además de que aquel escaner hacía cosquillas.
El trol levantó los hombros confuso, lo cual a pesar de su gran tamaño y horrible aspecto lo hacía ver tierno, o eso pensó la rubia.
- ¿No estará averiada? - Preguntó la peliazul. - Somos de la misma especie así que debería de estar guardado ¿No? - Una vez más hubo un encogimiento de hombros, y lo que hizo el monstruo fue aplastar el botón naranja de "Averiado" y rápidamente la llegada de varios mini robots guiados por un enano con un panel portable, empezaron a revisar el aparato desde fuera hasta desarmarlo.
- ¡Wow! - La menor se llevó las manos a las mejillas con alegría. - Mira Aqua, se parece al peluche que compramos esa vez en el festival. - Se agachó a tal punto de poder estar al nivel del hombrecito y le picó el rostro.
- No soy un peluche, mocosa. - renegó, apartando la mano de la joven. Ella sonrió más.
- Tiene hasta la misma mala actitud.
Ante esto se escuchó la risa del trol, y Aqua con señas le pidió que levantase.
- Aileen, este lugar no es como el pueblo, aquí te pueden demandar por ofender a la gente.
- Pero si no lo estoy ofendiendo, simplemente me parece lindo. ¿Verdad Tiri? - Miró al trol.
- Oww... - Dijo el nominado ladeando la cabeza dándole la razón enternecido.
El enano refunfuñó avergonzado y llamó la atención con un carraspeo.
- ¿Por qué no van al escaner de a lado y nos dejan trabajar aquí tranquilos.
- Esta bien señor gruñón. - Dejó su mano en saludo militar mientras Aqua la halaba del brazo solo unos pasos más adelante. - Tontín es más amigable ¿A qué sí?
- ¿De qué hablas? - La de cabellos celestes la detuvo, y observó primero al que las atendería. Y maldijo todo cuando se dio cuenta de que se trataba de un elfo. Aileen iba a contestar a su pregunta cuando la interrumpió.- Ponte esto. - Le pasó una bandana.
- ¡Ah, que linda! Gracias. - Dijo colocándosela en la cabeza.
- No.. Aileen. - Se señaló los ojos a lo que la nominada entendió e hizo pucheros. - Por favor. - Escuchó un resoplido de rendición para cuando la chica se había acomodado la tela de tal manera que no veía nada.
- Es tela gruesa, ni la luz veo. - Se quejó, y Aqua la ayudó a llegar hasta el pequeño asiento frente a la pantalla.
- Sé que no soy el más apuesto de mi raza, pero nunca creí que alguien llegaría con los ojos tapados. - El hombre saludó a la peliceleste con una sonrisa, y ella correspondió del mismo modo. - ¿También es? - Preguntó, era la misma persona que le había hecho el favor de colocar la diferencia de razas cuando ella llegó. Pues él mismo le explicó los peligros a los que se exponía dejando su realidad guardada.
- Algo así.
- ¿Y la venda es por? - Activó el escaner, Aileen comenzó a reír ante el cosquilleo.
- Mucha luz... - Inventó de momento, él la miró confundido, ella lo ignoró olímpicamente y decidió no preguntar más. Cuando terminó su trabajo, en la pantalla apareció la raza de demonio. A Aqua todavía le parecía muy ambiguo el término, pero si realmente utilizaba una raza más específica no podría explicar muchas cosas.
El elfo sacó lo que parecía una tarjeta. y se la dio a Aqua, la cual la observó con cuidado, casi que agradecía que todos los demás datos así mismo como la foto de identificación fueran antes de la clasificación.
- Vamos Aileen. - La nominada levantó una vez su acompañante la tomó de la mano ayudándola a guiarse. Y se despidió con un animado movimiento de mano.
- Gracias señor que no sé donde está.
No muy después Aileen pudo sacarse la venda y obtener su identificación, y una vez en sus manos, Aqua fue a arreglar unos problemas de traslado y Aileen fue donde el trol donde después de mostrarle la tarjeta como si se tratase de un logro, comenzaron a celebrar levantando los brazos y gritando "Yay~".
- ¡Listo! - Dijo el enano acercándose al trol. - Era un pequeño problema de actualización... - Observó al más grande de ellos con molestia. - Toriko ¿Desde cuando no aprietas ese botón? - Señaló uno azul con flechitas que formaban una circunferencia. El trol se volvió a rascar la cabeza recordando, sin encontrar nada. E enano sin saber que decir solo suspiró pesadamente y se alejó.
- Gracias don Gruñón. - Dijo la rubia.
- ¡Me llamo Charl! - Corrigió de lejos, la chica solo rió ante ello.
- Es simpático. - Continuó conversando con el trol.

- "¿Sin coincidencia?" - Pensó. El peliblanco no estaba muy interesado en los problemas de dos chicas demonio, pero, era muy extraño que el escaner soltara un "Error" así como así, solo por una falta de actualización.
Había llegado ahí por información para su actual caso. Y solo quería husmear un poco en los registros. Pero nunca esperó encontrarse de pantallazo en su camino algo como eso. Y aunque lo traía con curiosidad, lo dejaría para después. Ahora debía de hurgar en otros asuntos.
Pasó como siempre, como cualquier persona, y sin llamar la atención, nisiquiera sus pisadas hacían ruido. Y aún así podía jurar que una mirada se posó en él. Y encontrando eso, se encontró con los lilas de la misma chica a la que el escaner no reconoció. Su rostro mantuvo la seriedad, no se detuvo y quitando importancia regresó la mirada al frente.

- Tiri... - La mejillas de Aileen rebosaban en un colorido rojo tan evidente que lograría proveer energía a un pueblo. - ¿Por qué no son todos como tú? - Se escondió a sí misma en cuanto se agachó y se abrazó ocultando su vergüenza y controlándose. Si en ese momento se transformaba, lograría hacer más de un desastre. Pero... Lo más seguro es que ya no se toparía con nadie así, y después de salir tendría a Aqua para prevenirla... ¡Estaría bien! Por supuesto que sí, solo... Necesitaba un poco de tiempo y acostumbrarse. ¡Y quizá quedarse en la tierra de los Trol! Ellos eran más simpáticos, bueno, al menos les podía mirar a la cara y hablar tranquilamente.
- Listo. - Aqua regresó y en cuando la vio agachada hizo una mueca de hastio. - ¿Alguien se acercó? - Vio negar a los cabellos de Aileen, pues todavía no levantaba rostro. - Entonces simplemente viste a alguien. - Y el asentimiento ante ello fue peor. si se ponía así solo por ver una acara bonita, quien sabe qué pasaría si intentara hablarle a alguien. - Ya te inscribí en la escuela.
Ante eso la menor levantó de un salto, con susto.
- ¿Escuela?
- Por supuesto.
- Pero...
- Es de chicas así que no hay de qué preocuparse.
- Yay~ - Entonces la abrazó, y a ese abrazo se sumó el trol que las levantó en uno, con alegría. Aqua quedó confusa y Aileen solo reía. No fue mucho después para cuando abandonaron el lugar.

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cosas de la life (?
Pedí permiso forzado para usar a Justice así que todo bien (?

por Nya Mar 3 Oct - 10:30

Justice entró en el auto. Nada mas sentarse en el asiento del piloto, su acompañante silenciosa lo observó.
- Si me sigues mirando así no podre evitar acariciarte. - Mencionó Justice.
- Grosero. -
- Culpa tuya. - Se formó un breve silencio. - ¿Obtuviste lo necesario? -
- Sí y no. - Empezó a teclear en la pantalla del auto. Ya no había necesidad de aprender a manejar pues se conducían solos. Así que lo único que había que hacer era poner el lugar del destino y el auto elegiría el camino mas rápido. La ventaja es que los atascos ya eran cosa del pasado, pues todo iba automático.
- ¿Y eso quiere decir? -
- Pues que obtuve lo que queríamos. Pero traje algo de mas. -
- ¿Es una inquietud? -
- Sí. -
Inmediatamente posó una zarpa en su rostro. Cada vez que se interesaba por algo, siempre acababa de la peor manera posible. Aunque al final tenía su final feliz de cuento, el proceso siempre era algo retorcido.
- No otra vez. - Justice sonrió ante el comentario.
- Nos pagan por esto. -
- Uh... -
- ¿Quieres ir a comer primero? -
Odiaba admitirlo pero del mismo modo que ella lo conocía, Justice la conocía bien. Si algo le podía conquistar era la comida y aquello se reflejó en su cola, que comenzó a moverse sigilosamente de un lado a otro.
- Carne. -
- Siempre carne, ¿nunca has pensado en cuidarte un poco mas? Te estás poniendo gorda. -
- Yo elijo lo que como. Respétame. - Ante el comentario, Justice alzó ambas manos.
- Lo que digas Rudy. -

- Aqua~ - Llamó Aileen. - Tengo hambre~ -
Llegaba un momento en que a veces no sabía que clase de relación tenían. A veces parecía su madre, a veces parecían mejores amigas, a veces su niñera y solo faltaría que también se incluyese en el pack, que también fuera su pareja.
- ¿Que quieres comer? - Preguntó.
- Algo rico. -
No había mucho que elegir. Aunque podían comer verdura, era lo mismo que comer cartón. Podrías echarle toda la sal de mundo pero aún así, no alimentaría. Así que solo se reduciría a pescado o carne, como siempre.

Spoiler:

por **Shiba** Miér 4 Oct - 18:52

- ¡Wo! - Aileen había quedado estática en cuanto atravesaron la puerta del restaurante.
Habían mesas flotantes, con pantallas que permitían el pedido de una manera más rápida y eficaz, meseros con zapatos especiales para mantenerse en el aire y transportarse con muchas bandejas en sus manos, además de una pared llena de maquinaria en la que solo había que aplastar un botón para que apareciera el plato deseado.
Pero, eso no fue lo que llamó la atención de la rubia, algo ya había entendido de que la diferencia con la isla, era mucha. Allá los restaurantes eran pocos y pequeños, impidiendo tal dispersión de mesas y manteniendolas fijas al suelo, lo que en ese lugar también era una opción para seres que prefiriesen un estilo más antiguo de vida, o que odiasen las alturas al mismo nivel de ver su comida siendo escupida por una máquina de dudosa proveniencia, y aún con todo eso, la chica solo podía centrar sus ojos en aquellas orejas que se habían quedado atentas en el momento que sintieron el peligro acercarse, y aunque buscase algo peor, la realidad era que ese peligro no era algo tan grande o aterrador, por lo que una mirada hostil haría todo si se atrevía a corromper su zona de confort.
- ¿Te gustaría una de las...? - Aqua giró a ver a su acompañante en cuanto dejó de escrutar el área por una mesa desocupada, encontrándose con algo que no debía. Y entendía que si continuaba así, uno de esos días realmente la iban a denunciar o en el peor de los casos, alguien terminaría herido.
- ¡Aqua! - Llamó alegre desde dónde estaba, y levantó una mano para que la ubicase. - ¡Mira qué Suave! - Se atrevió a abrazar a la loba por el cuello, en cuento Aqua se acercó a detenerla; o eso era lo que tenía planeado. - ¿¡Me la puedo quedar!? - Rudy despertó entonces, había dejado a la chica hacer todo eso pues se acercó muy rápido, quizá demasiado para la criatura que aparentaba ser. y había acariciado sus orejas haciendo que su cola comenzase a mover, y después se había atrevido a acariciar sus mofletes. Por lo que realmente olvidó que debía de espantarla.
- ¡No soy una mascota! - Dijo. Aileen abrió los ojos grandes y la soltó mirándola atenta. - ¿Qué? - Preguntó, en primera no iba a armar un escándalo tratándose de un lugar público.
- ¿No vas a hacer "Poof"?
- ¿Poof? - Preguntó con duda, y componiendo expresión de hastio. Aileen asintió.
- Enante conocí una gata que hizo "Poof" y ya no era gata. - Sonrió.
- Yo no soy una gata.
- Ya, pero... ¡Eres tan suave! ¡Y Hablas! - Hizo el intento de volver a abrazarla, pero Aqua la detuvo. - Buuu. - Hizo puchero (?.
- Disculpe, recién se está adaptando a la capital. - La excusó. - Ya nos retiramos. - Dijo halando a la rubia mientras la misma solo miraba atrás con el brazo extendido como si perdiese algo.
- ¡Vayamos a jugar alguna vez! ¿Sí? - Chilló. Llamando la atención de algunas personas.
Rudy llevó sus garras hacia su rostro en cansancio, tenía suficiente con el problemático de Justice, el cual no tardó en regresar.
- ¿Dónde estabas? Fui atacada.
- Baño. - Contestó tranquilo. - Y algo así vi. - Sonrió, al recordar la situación.
- ¿Y nisiquiera podías venir, no sé... a decirles que no soy una mascota?
- Ya se los dijiste tú. - Tomó la pantalla y comenzó a tocar por los pedidos. - Pero... No seria mala idea que vayas a jugar con ella.
- Ni loca.
- Bueno, será después de terminar este caso, y te hablaré del porqué mientras nos traen la carne. - Mencionó, haciendo que su acompañante prestase atención.

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- ¡Woah! - Dijo Aileen en cuanto vio hacia abajo.
- ¿Te gusta?
- Es la primera vez que vuelo sin esfuerzo alguno. - Aplaudió. - ¿Y qué hacemos? ¿Se pide? - Estaba levantando la mano con la intención de llamar a uno de los meseros.
- No es necesario. - Se inclinó un poco encendiendo aquella tableta frente a la rubia. - Escoge. - Aileen quedó pensativa.
- ¿Hay donas de Carne?
- No.
- Ow.

Lo que hay (?

por Nya Lun 9 Oct - 4:19

El plato de Justice consistía en un filete hecho en su punto, acompañado de unas patatas al horno y poco mas de una salsa. Sencillo pero no muy cargado, la carne ya daba de por si trabajo y por tanto no era necesario añadir mas detalles al plato. Y mientras tanto, el plato de Rudy consistía en trozos de carne que juntos, eran mas grande que el propio filete de Justice. Era gracioso ver que mientras Justice comía con elegancia, Rudy simplemente daba mordiscos y se iba llevando trozo a trozo a la boca. Usar la patas sería menos práctico ya que los de su raza, no podían agarrar instrumentos como los demás.
En otros tiempos se hubieran burlado cruelmente de ella pero ahora era algo mas normal y a lo mucho, tan solo hacía algo de gracia.
Otra diferencia es que ella terminaba siempre mas rápido que él así que mientras apenas iba por la mitad, ella ya esperaba impaciente a que terminase.
- Deberías masticar mas en lugar de engullir. - Ella sonrió.
- No es necesario. -
- Que lujo, eso si es ahorrarse en trabajo. - Volvió a cortar otro trozo y cuando estaba a punto de meterselo en la boca, vio la mirada penetrante de Rudy. Causaría ternura de no ser porque tenía el tamaño de una persona y si no la conocías, era dificil distinguir sus emociones. Aunque mas dificil era distinguir la belleza entre su raza. - Si quieres mas no hace falta que me mires así. -
- ¿Hm? Yo solo estoy esperando a que termines. - Dijo tomando un sucedáneo de refresco, de peor calidad pero edible para ella.
- Ajá. - Elevó el trozo de carne y ella misma se delató sin darse cuenta siguiendo con la mirada. - No suelo ser generoso pero te dejaré esta vez. -
Rudy abrió la boca aceptando la invitación. Justice puso cara de asco fingida y tomó con los dedos el pedazo de carne para lanzarselo. Enseguida se perdió en ese agujero negro hacia el estómago infinito de la canina.
- Engordarás. -
- No lo haré. Como si pudiera comer otra cosa. -

Como estaba atenta, el chico no pasó desapercibido por sus ojos. Recordaba bien ese rostro y enseguida empezó a notar como su corazón empezaba a latir deprisa, mas y mas deprisa. Si no intervenía, se descontrolaría así que intentó relajarse. Aun sabiendo que si seguía mirandolo, sería peor, no pudo evitarlo, hasta que en un momento vio como daba de comer a la... ¿perra? (?)

Aquello hizo que sus latidos descontrolados parasen en seco. ¿Estaba celosa? Por supuesto que lo estaba.

- Aileen. - Llamó Aqua. - ¿Estas bien? -

- Uuu... - Fue lo único que dijo.

Por supuesto, sabía lo que pasaba. Había seguido con la mirada que es lo que pretendía la menor que tenía la mala costumbre de ir deslizando miradas sutiles a pesar de que ya sabía las consecuencias.

- Aqua, no es justo... -

- ¿Que no es justo? -

Y sin mas se abrazó a ella.

por **Cris** Miér 25 Oct - 2:39

Apretó un diminuto botón no superficial en un costado de la maquinaria de su brazo, con lo que se abrió una pequeña ranura que dejó ver un artefacto el cual saltó al instante a su oreja izquierda y por cuenta propia empezó a ampliar su forma y composición convirtiéndose en unos audífonos supra-aurales (que rodean la oreja, tienen almohadillas). Sin necesidad de tocarlos, empezaron a reproducir una canción electrónica de sus favoritas y empezó a ladear su cabeza al ritmo de la música.

Ese día tenía que realizar algunos pedidos de la tienda que atendía con sus padres, bostezó levemente recordando que la noche anterior se había quedado hasta tarde trabajando en sus propios experimentos. Debía buscar unas piezas que le faltaban en un taller a unas cuadras de la tienda. Salió a la calle recibiendo la cálida luz del Sol y chasqueando los dedos al son de la música que lo mantenía distraído.

•••

-Gracias, señor Platnum –Se despidió el joven con la pesada caja en una mano.
-De nada, Bryce, cuando quieran.
-Que tenga buen día.

Salió de la tienda con calma rotando la caja levemente con el brazo, esta parecía ser de mucha carga pero no era algo que su maquinaria considerara pesado.

Aileen caminaba dando pequeños saltitos, llevaba un uniforme de colegio que de hecho le quedaba bastante bonito. Pensaba en su primer día de clases cuando se distrajo con una melodía que apareció en su mente de pronto y empezó a tararear y agitar los brazos.

-Si tú lo deseas, puedes volaaar –Canturreaba Aileen al tiempo que alzaba un brazo y lo dejaba caer de golpe.

Lo que no esperaba es que el movimiento produjera un sonido seco como el que escuchó. Quitó su mirada del cielo y la deslizó al suelo, donde vio una caja y varias piezas de algún tipo de maquinaria típica de esa curiosa ciudad. Se agachó para recogerlas mientras se disculpaba sin fijarse en la persona.

-Oww, lo lamento, no estaba atenta –Dijo sin perder el ánimo.
-No te preocupes, yo puedo.

Sus oídos en seguida captaron esa voz. Era una voz hermosa, atrapante diría ella. Jovial, no tan grave, lo suficiente. Alzó la mirada sin poder resistir al impulso y ahí lo vio: El muchacho retiró con un toque los audífonos de sus orejas y sacudió levemente la cabeza, sus cabellos platinados ondeando con el movimiento. La rubia quedó literalmente boquiabierta, sentía que el corazón se le iba a salir del pecho.

-Gracias –Bryce tomó una de las piezas que ella sujetaba en la mano- ¿Te dolió el golpe?
-¿Qué?
-El golpe, le diste con la mano a la caja –Recalcó con una sonrisa tranquila, recogiendo el resto de las cosas.
-¡No, no! ¡Perdón! ¡Espero no se haya roto nada! –Exclamó sin hacer pausa, si no se iba, no habría vuelta atrás.
-No pasa nada, son de un material fuer…
-¡PERDÓN! ¡ADIÓOOS! –Gritó Aileen corriendo como alma que se la llevaba el diablo.
-…te –Completó el chico mirando en su dirección algo perplejo.

La muchacha corría con las manos en las mejillas y los ojos cerrados, sin atender a que su velocidad era algo impresionante. Ella sólo quería quitarse esa imagen de su mente, aunque no estaba funcionando del todo, la escena del chico agitando sus cabellos, más esos intensos ojos de colores, la piel, las facciones, ¡Wooow!

Bueno, por lo menos ya no lo tenía cerca, pensó tratando de calmarse un poco más en camino a la casa donde vivía ahora con Aqua.

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Crédito en algunas partes de la conti para Sil y sus cómicas ideas~ xD
Te dije que también aplicaría esta xD

por **Mar.** Dom 29 Oct - 19:57

Subió a su vehículo y se acomodó en su asiento. No necesitó abrir la puerta, ya que la nave lo hacía por sí misma, en cuanto estuvo dentro las luces se encendieron. Estiró sus manos hacia el volante, y es que sí, aquel vehículo futurista contaba con un timón en el tablero de control, y no, no porque lo necesitara sino que el propietario así lo quería. A él siempre le habían fascinado las tendencias antiguas, de aquellos años antiguos que quizás muchos habían olvidado. Pasó su mano por el pequeño escáner al lado del timón y el motor se encendió. Inmediatamente el asiento se acomodó a sus lados, dándole comodidad al conductor y proporcionándole un soporte ante accidentes. Sintió como una especie de seguro lo rodeaba aunque no podría verlo. El vehículo se alzó sobre la autopista un par de centímetros, suficiente para manejar libre y cómodamente. Movió su mano hacia el lado del asiento, en donde antiguamente los carros llevaban la palanca de cambios, e hizo el movimiento, como si aquella palanca siguiera en el lugar, la llevó hacia adelante y el vehículo aceleró. Sonrío para sí, parece que las mejoras en sus vehículos estaban funcionando maravillosamente. Presionó un botón en medio del tablero y un sonido se hizo presente.
-Archivo música, año 2013-
-Entendido. Estas son las canciones más populares del año 2013 d.c según archivos prehistóricos-
-Reproducir – dijo el joven peliazul y enseguida, una música pegajosa empezó a filtrarse en la cabina, era un sonido envolvente y optimista. El chico sonrió mientras golpeaba el timón y pedía bajar la luna del vehículo. ¡Estaba listo!

Se encontraba manejando en dirección a la capital, podía haber utilizado un trasbordador o algo similar, pero prefirió ir por sus propios medios, así a la aventura. Tampoco es que le faltase mucho, había pasado un par de años desde que no iba a la capital, pero ya hacía hora de que le echara un ojo a las oficinas que tenía allá. Iba entretenido en el camino, tarareando la canción que sonaba en ese instante, cuando una pequeña luz azul parpadeó desde el brazalete que llevaba en su muñeca. El volumen del auto bajó considerablemente.
-Llamada entrante de “Aleyda”- se escuchó. Zale soltó un bufido, ni en su día libre lo dejaba en paz. Movió ligeramente su muñeca hacia la derecha e inmediatamente, un holograma apareció en el tablero delante de él. Era una joven bastante guapa, con el cabello del mismo tono que el suyo y grandes ojos plomizos. La joven sonrío.
-Hermanito.
-¿Qué pasa ahora, hermanita? –
-Nada, solo llamo para saludar – sonrió la joven. -Oh, parece que andas conduciendo. ¿A dónde vas? – preguntó con evidente curiosidad.
-Con que era eso. Ya te fueron con el chisme… Y bien ¿Qué quieres que te lleve?- la cara de la joven se iluminó y él lamentó preguntar.

•••
Caminaba distraído por aquella calle de la ciudad, se había tenido que desviar de su ruta original pero tenía que conseguir lo que su hermana le había hecho prometer, y es que esa muchacha podría parecer un ángel, pero si algo había aprendido en todos sus años de existencia era a no hacerla enojar y por tal motivo, a lo hecho pecho. Tomó una fresa de la pequeña bolsa que traía y se la llevó a su boca, para su suerte, había encontrado un lindo puestecito rústico en el cual vendían deliciosas frutas y él, no pudo resistirse a ese manjar.

Caminó un par de puestos más, cuando algo llamó su atención en uno de los puestos de artesanías, eran unos collares hechos con maderas y una especie de cristal, que encerraban caracoles y otros elementos del mar. Incluso, podría jurar que brillaban o se movían, era mágico. Zale se quedó totalmente encantado y embelesado con ello.
-¿Te interesa algo? – aquella voz risueña lo sacó de sus pensamientos, se giró hacia dónde había escuchado a la voz, y observó a una joven de grandes ojos cafés y cabello chocolate.
-Bueno, sí, en realidad, sí. Estos son preciosos – señaló el lugar en dónde se encontraba colgado aquel collar tan peculiar.
-Oh esos, sí. A mí también me parecen hermosos, me gusta pensar que son como burbujas de cristal que atrapan el océano. ¿No lo crees? –El joven la observó por un instante y sonrió.
-Sí, ¿tú los haces? – Ella asintió orgullosa. –Pues tienes mucho talento.
-Gracias. Y bien ¿buscas algo para alguien especial? – El joven se la pensó un segundo con una mueca fingida.
-Ni tanto, es para mi hermana.
-Oh bueno, tengo unos anillos que se asemejan mucho a esos dijes por si te interesan- La joven se aproximó a un pequeño mostrador y sacó una cajita con diversas sortijas talladas y con cristales que encerraban paisajes asombrosos.
-Vaya son hermosos- Zale se aproximó al mostrador y dejó la bolsa que llevaba en su mano sobre el mismo, mientras se centraba en lo que la castaña le mostraba. No le tomó mucho tiempo en elegir uno.

-Creo que me llevo ese, aunque es demasiado para esa chica- alzó la vista y se topó con la mirada perdida de la castaña, quién parecía encontrarse en un mundo del ensueño mientras se llevaba distraídamente una fresa a la boca, sí, sus fresas. En otro contexto se habría enojado ante aquel arrebato de confianza pero era imposible hacerlo con el rostro tan risueño de aquella joven, incluso, le pareció graciosa. La joven se encontraba con los ojos cerrados, disfrutando cada bocado, Zale agitó su mano enfrente de la joven, pero esta no pareció prestarle mayor atención. Sonrío burlón mientras jalaba sutilmente la bolsa de las fresas lejos del alcance de la castaña, quien empezó a tantear la mesa de forma casi automática, pero cada que se acercaba, el peli turquesa lo movía, aquello era entretenido. La joven atrapó la bolsa con las fresas con una mano y Zale, casi sin pensar, colocó su mano encima de la de ella. Al sentir el contecto, la joven abrió los ojos. Su mirada se paseó desde la bolsa de fresas, su mano debajo de la de un extraño y posteriormente, fue recorriendo el torso del chico hasta llegar al rostro del oji celeste, quién intentaba mantener su expresión de seriedad pero la risa se le escapaba. La chica volvió a repasar todo el paseo de la mirada una vez más y algo hizo clic en su cabeza.
-¡ah! ¡Lo siento! – la joven alzó las manos rápidamente alejándose del mostrador. Zale no pudo evitar reír.
-No te preocupes… ¿Te gustan mucho las fresas, verdad? – había dicho entre risas.
-Yo, en verdad lo siento. No fue mi intención.
-No te preocupes, yo hubiera hecho lo mismo- le sonrío con un guiño. –Ahora ¿me podrías dar ese anillo y el colgante, por favor? – la joven asintió, al principio no sabía descifrar la reacción del muchacho ¿estaría enfadado o molesto? Quizás indignado… pero, ante la sonrisa del mismo, no pudo evitar hacer lo mismo.

•••

-Entonces, muchas gracias – Zale se encaminó hacia la salida.
-A ti, gracias por tu compra y por las… fresas- aquella palabra la había dicho casi tímida. Zale se detuvo dándole la espalda y sonrío.
-Sobre eso…- El joven giró su rostro con una sonrisa -¿Crees que podrías decirme tu nombre a cambio de las fresas? – Ella lo miró algo extrañada pero no podía evitarlo, sonrío.
-Mi nombre es Fawn. ¿Y tú?-lo miró con atención sin quitar la sonrisa de su rostro.
-Zale, Zale Lerman. Y Fawn, algo me dice que nos volveremos a encontrar – y con aquella sonrisa caminó hacia la salida, no sin antes, dejar la bolsa de fresas que aún conservaba sobre una de las mesitas que estaban al lado. Hizo un gesto con su mano y se alejó. Fawn ensanchó más su sonrisa, ¡Alguien le había obsequiado fresas! Y se apresuró a tomarlas para empezar a comerlas.
Mientras tanto, el joven Lerman se encaminaba hacia su vehículo, cargando los pequeños paquetes que acaba de conseguir en su bolsillo y lucía una impecable sonrisa dibujada en su rostro. Llegó hacia el auto, subió y sacó uno de los paquetes. Lo abrió, sacó el collar y se lo colocó escondiéndolo debajo de la camisa.
-Así está mejor – dijo. Ese había sido un lindo recorrido después de todo. Ahora, tocaba llegar hasta las oficinas.

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Aquí les dejo el collar y el anillo!

Spoiler:

por **Shiba** Dom 29 Oct - 22:32

- ¡Llegué!- Animada Aileen cerró la puerta y corrió hasta la cocina, dónde encontró a Aqua preparando el almuerzo, y simplemente se acercó, la saludó con un abrazo de costado y ella giró el rostro encontrando el sonriente de la rubia.
- Oh, bienvenida. - Quedó estática, tenía tiempo que las cosas no eran así, y se había acostumbrado a vivir sola, por lo que tener a Aileen ahí al final de cuentas no era tan malo. - Casi está el almuerzo pero antes ve a acomodarte. - Con los avances tecnológicos, no era necesario el cocinar, para nadie, pero ellas estaban adaptadas a las costumbres de la isla, por lo que cada que tenía tiempo Aqua decidía hacerlo por ella misma, y la verdad es que el resultado siempre era mejor a dejarlo a los robots de cocina.
- Si, señora. - La menor hizo un saludo militar acompañada de una sonrisa gatuna y dando saltitos fue hasta su alcoba, dónde escuchó la voz de la otra chica.
- ¿Cómo te fue? - Hizo una pausa, Aileen pudo percibir el aroma a verduras hirviendo y pudo comenzar a ilusionarse. - Después de todo fue tu primer día.
- Bastante bien. - Calmada buscó entre sus ropas algo limpio, planeaba ducharse, el uniforme era lindo pero no era cómodo si quería desparramarse más tarde en el sillón, o si necesitaba saltar de la ventana por algún imprevisto. O al menos no era algo que Aqua la dejara hacer. - Las profesoras son muy amables, hay un grupo de "populares" y otro de chicas un tanto.. - Quedó pensativa. - Oscuras. Si no mal recuerdo unas eran brujas. Me siento muy en la mitad, pero ya hablé con la mayoría y son agradables todas. - Concluyó para entrar al cuarto de baño. Por suerte había un pequeño comunicador en la paredes, que permitía la comunicación auditiva de cuarto a cuarto y pudieron seguir conversando, ya que el mismo aparato disipaba el sonido del agua al caer. Pero Aileen se quedó callada sobre su casi transformación en público en su regreso a casa. Si le decía que de hecho casi ocurre, lo más seguro es que la regresaría a casa y era algo que realmente no quería.

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Almorzando, decidieron encender un momento la pantalla holográfica que poseía la mesa. Donde una noticia captó la atención de la rubia. Quien se levantó y comenzó a pasar su dedo a través de aquella imagen tridimensional del reportero.
Y rió suavemente ante su acción.
- Esto es divertido, es como si lo estuviera degollando muchas veces y se volviera a unir.
Aqua solo la observó un momento, tal vez, debería decir que ya nada sobre las extrañas acciones de la chica la sorprendían, pero la realidad es que segundo a segundo la menor se superaba a ella misma. Y no es que la chica fuese tonta, eso lo sabía, solo le gustaba jugar por aquí y por allá, pero de vez en cuando si llegaba a dudarlo.
- "Éste será el lugar para la celebración de la visión lunar de mañana. Como se puede apreciar, muchas de las calles ya están siendo monopolizadas, y cerradas por las autoridades para tener todo listo, las plataformas también están siendo ubicadas para todas las especies sin habilidades de vuelo. Además muchos ya están marcando su punto de mercancía para montar."
- ... ¿Visión lunar? - Preguntó la menor, una vez regresó a su asiento.
- Bueno, una vez cada año en ésta ciudad se puede apreciar el lado oculto de la luna, el que siempre trae una luz con ello. Muchos van porque es relajante, otros porque recogen suficiente energía para algún tipo de maquinaria especial que dura unos años. Y otros simplemente porque lo han hecho festival y les gustan los productos, sean recargables o solo representantes de la ocasión.
- Ohhh. - Los ojos de la chica brillaron. - ¿Has ido?
- No. Digamos que a veces es un poco complicado movilizarse entre tantas especies.
- ¡Vamos! - Palmó la mesa emocionada, distorsionando levemente la imagen del holograma.
- Aileen, tienes escuela...
- ¡Pero es en la noche, además sabes que no importa que tan tarde regresemos! - Insistió. Aqua suspiró.
- Solo un rato.
- Hasta que termine.
- Aileen... - Regañó.
- Está bien. - Resopló.

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Sí, tengo pensado que cosas ocurran en ese festival xDDD

por Nya Vie 16 Feb - 13:42

El cachorro le miraba curioso, daba vueltas, se agitaba y volvía a sentarse esperando algún tipo de respuesta de parte de ella. Y ella simplemente lo observaba impasible, con aquella mirada tan indescifrable que tenía provocando que el can le ladrase y volviese a alterarse de un lado a otro incapaz de mantenerse en calma.
- Largo. - Ordenó y el can como si hubiera entendido, salió corriendo hacia alguna parte del parque.
- No sabía que eras capaz de hablar con los animales. - Dijo Justice apareciendo.
- No funciona así. - Respondió Rudy. - ¿Acaso tu entiendes a un mono cuando te habla? Es casi lo mismo conmigo. Es primitivo. -
- Habló la que bebe a lametones. -
- ¿Quieres morir? Parece que así lo quieres. -
- Es con cariño. - Dijo sentándose a su lado.
El silencio se apoderó mientras esperaban pacientemente a que empezara sus turnos en escasos minutos. Mientras Justice contemplaba el cielo, Rudy observaba su "tablet" si es que podía llamarse así. Era muy conveniente de que con solo su pensamiento podía manejarlo, prescindiendo de las garras salvo para sujetarlo.
- ¿Hiciste algo interesante ayer? -
- No realmente. - Respondió ella sin mirarlo.
- Que aburrida. -
- Lo mismo digo, debes estar muy desesperado para pasar tiempo con alguien aburrido. -
- Que puedo decir, con esa carita nadie puede decir que no. - Rudy puso cara de asco. Incluso para su rostro indescifrable, se podía notar. - Que poco sentido del humor. -

Una melodía enérgica interrumpió la breve ópera de los pájaros y no era otra persona que Aileen dando saltos mientras caminaba y cantaba. No molestaba pues había demasiado gente rara en aquella ciudad en especial como para tomarla como una molestia, pero no consiguió pasar inadvertido ante los ojos de Justice porque la recordaba del otro día.
Y entonces sucedió, Aileen divisó por el rabillo del ojo a Rudy y enseguida, con toda la ilusión del mundo, echó a correr hacia ella hasta abrazarla.
- Te eché de menos, Anastasia... - Dijo restregando su mejilla en su cachete.
- ¿Que? ¿¡Anastasia!? Que grosero. - Justice se aguantó la risa. - ¡Te he oído! -
- No por favor, prosiga con sus amistades, quien soy yo para interrumpir. - Lo miró con odio mientras Aileen proseguía con sus acaricias.
- Bájate, no soy tu mascota. -
- Pero eres taaaan suave~ y taaan hermosa~ -
- B-Basta, dije que bajes... - Se obligó decir. De vez en cuando sentaba bien recibir algún tipo de cumplido y al alegrarse por ello, internamente se tachó de traidora a sus principios: de que no era mascota.
- Ya oíste a la jefa. - Intervino Justice.
Al ver al joven, su actitud cambió repentinamente, de tal modo que lentamente se bajó de Rudy y siguió con su camino, acelerando cada vez mas el paso.
- Sabes Anastasia... - Volteó para mirarla y la vio con sus afiladas garras fuera de sus patas. - Ya no te enfades. El caso es que... se le cayó la identificación. -
- No. -
- ¿Que clase de policía eres renegando de tu deber? -
- Me da igual. -
- No seas tímida, mi am- -
Y ahí acabó la frase, porque le estaba clavando las zarpas en la espalda.

Tal como pasaba, podía notar miradas clavándose en ella algo muy natural que se había dado cuenta mediante observación. Tanto hombres como mujeres, dedicaban gran parte de su tiempo a juzgar y prejuzgar a quienes les rodeaba, sobretodo cuando se trataba de algún sitio como una cafetería o restaurante donde sus ojos dejaban de enterrarse en los platos para contemplar el paisaje mientras el paladar deleitaba los placeres de la vida. A veces era molesto, pero siempre recordaba que podía borrarlos de la historia si así lo quisiera y si lo hiciera, siempre imaginaba a su padre orgulloso aunque causase la catástrofe planetaria. Lo recordaba y siempre le venía aquella cara de irresponsabilidad absoluta.
Siguió caminando y en el momento que se sentó junto a su amiga que la esperaba ya desde hace buen tiempo, podía notar cierto desánimo como un coro de "Ohh" apenado pero lo que no sabía era si era por ella o por su amiga. Fuera la respuesta que fuera, igualmente no tendrían posibilidad con ninguna.
- Te tardaste. -
- No me tardé, llegué puntual. - Respondió Aqua sentándose y tomando la comanda, que no tardó mas de dos minutos en llegar: una simple tarta de fresa y vainilla y un té. Nada elaborado o engordaría.
- ¿Que tal la vida de ciudad? - Preguntó sonriente. Ella torció el labio hastiada a lo que su compañera rió. - Debe ser duro. -
- Casi. -
- ¿Harás algo esta noche? Quizás podría pasarme por tu casa. - Sugirió mientras le dedicaba una mirada con intenciones muy claras. Ella siempre había sido así, le enviaba mensajes que captaba muy bien y que ademas no aceptaba un no por respuesta porque tomaba las riendas al instante. Pero siempre se detenía ella misma con un "era broma, era broma" y echando a reír sin control alguno.
- Tengo planes para esta noche. - Ella suspiró.
- Ya no me dedicas la misma atención que antes. - Sin permiso alguno y con cierta grosería, le robó a Aqua un pedazo de su tarta.
- ¡Oye! - Dijo mientras la veía masticar con irritación.
- Ya entendí, se feliz con ella, abandoname. -
- Te estás tu sola montando drama. -
- Jum. - Al ver el rostro de hastío en Aqua, sus labios no pudieron evitar dibujar una fina sonrisa. Le gustaba molestarla. - Si saldrás estas noche... no deberías. -
- ¿Y eso por que? - Preguntó cansada, pues ya se esperaba otra de sus tonterías.
- Es en serio. ¿No has oído los rumores? - Aqua negó con la cabeza y ella suspiró. - Nada bueno se cuece esta noche. -
La mayor pensó por un momento. ¿Que podría tan siquiera suponer algo ante su raza? Solo un creador de mundos, un hacedor de planetas y universos sería capaz de exterminarla. - "Y aun así casi nos extinguimos." - Pensó, lo cual le hizo sentir aún mas peor.

por **Shiba** Sáb 17 Feb - 23:39

Un rezo susurrante inundaba el subterráneo cementerio. Llenando sus túneles de un cántico espeluznante, atrayendo una briza capaz de congelar el alma, y de romper la cordura de cualquier ser, no solo un peso de miedo, era un peso que se imponía del poder que se podía percibir, un poder tan extinto como su existencia.

Los preparativos todavía no estaban listos.

▬

- El lugar en donde se encuentran todas estas fuerzas se ve reflejado en cada nodo, y solo hay que tener en cuenta para dónde va cada uno, normalmente es fácil identificar su dirección si son horizontales o verticales, eso ya lo sabemos, pero ¿Qué pasa si es una fuerza inclinada? - Y lo escuchó, un ronquido que lo hizo cerrar su pequeño libro antiguo, y morder con fuerza el sabor de frutilla cristalizado que tenía entre sus muelas. Algo que nunca hacía, prefería dejar que el sabor desapareciera con solo derretirse, y de vez en cuando si masticaba un poco, pero sin romper. Mas, esa era la quinta vez en la semana, estaban en en tercer día de clases, y su paciencia no había sido bendecida por los dioses, pero sí heredada de sus padres, eran tan temperamentales como él mismo.
Todo el salón se tensó, sabían que a alguien le tocaría pasarla mal.
El lápiz digital se fue impulsado hasta aquel sonido, dando en una cabeza de raíces castañas y hebras rubias.
Haciendo que el chico en cuestión levantase la cabeza asustado y mirándo para todos lados. Vio el lápiz digital en la mesa y ya sabía lo que pasaba… Era la quinta vez en la semana. Y su quinto chichón en la cabeza. Agradecía tener el cabello un poco largo en situaciones así, no se notaban las montañas sobre su cabeza, lo peor es que lo hacía a propósito, esta vez le había dado sobre el mismo que le había dejado el día anterior.
- ¿Qué se hace con las fuerzas inclinadas, Marek? - Preguntó el encargado de clase, se sabía el nombre de todos, especialmente el de jovencitos vagos como él. - y mientras me contestas, traeme el lápiz.
El chico rodó los ojos, ya poco le importaba que el pelinegro le dijera algo, aunque si le incomodaba tener que hacer cosas como obedecer y de paso que todos reconocieran que de hecho sí se había quedado dormido. Y sabía que era justo por eso que lo hacía levantarse hasta dónde él.

Se levantó y comenzò a caminar rápido.
- ¿Se las anula?
- No.
- ¿Se pone el valor dos veces en vertical y horizontal?
- Cerca, pero no.
- ¿Se las reparte?
- ¿Cómo?
- No sé. - Y en ese momento le entregó el bolígrafo, y recibió un golpe de ese libro, que si no tuviese la cabeza dura, se la rompía en dos.
- Porque no lo he explicado, ahora ve a sentarte y presta atención.
- Sí, sí. - Rodò los ojos nuevamente y regresó a su puesto, pudo escuchar unas risas en su paso por ahí.
- Regresando a la clase, estas fuerzas se descomponen ¿Y qué usamos para ello? Las benditas funciones trigonométricas con las que muchos sufren. - Continuó con su clase de manera tranquila, al menos ya nadie roncaba, pero seguían habiendo preguntas que no tenía problema en contestar, de hecho, tampoco se le hacía problema repetir un proceso. Simplemente no le agradaba cuando hacían el tonto en su clase.

- Profesor Haunt. - Dos chicas se acercaron a él una vez concluyó la clase él estaba recogiendo sus cosas y les pidió que prosiguiera con lo que quisieran preguntar.
- Es sobre la tarea ¿Podría dejarla para la próxima semana?
- ¿Por qué?
- Es que… - Ellas se vieron, Evan ya sabía lo que vendría después. - Esta noche es el festival de la visión lunar y…
- ¿Y?
- Solo ocurre una vez cada año…
- ¿Y?
- Queremos ir…
- Pueden ir, y no entregar.
- ¿En serio? - Las dos jóvenes se ilusionaron.
- Por supuesto, solo se quedarán sin esa nota.
- ¿Qué? - Y se deprimieron.
- Escuchen, sé que es algo injusto, pero así es la vida, además ya han ido antes seguramente, no se pierden de nada.
- ¿Usted irá? - Preguntó la otra.
- No creo.
- ¿Y su esposa e hijos no querrán ir?
- No tengo esposa ni hijos.
- ¿Ehhhh? - Ambas quedaron atónitas, era verdad que su maestro era un poco pesado, pero no era mala persona, y además tampoco era feo.
Él les sonrió.
- ¿No tengo derecho a estar soltero?
- ¿Y el anillo?
- Ah… - Él miró su mano, era un anillo antiguo que nunca se sacaba. - Es… un recuerdo familiar. - Se encogió de hombros. - Igual, no importa, piensen primero en sus tareas y luego en salir de fiesta, pueden ver el festival por la tele, o en realidad virtual. Le restó importancia, ambas hicieron un puchero y pusieron cara de resentimiento. Él suspiró pesadamente. - Bien, bien, avisenles a todos que es para la próxima semana.
- ¡Gracias! - Dijeron al unísono, y aunque tuvieron ganas de abrazarlo, solo se alejaron cuchicheando sobre el anillo que cargaba. Estaba claro que si fuese un humano normal no las escucharía, pero ese no era el caso. Aquella universidad tenía clasificación para prevenciones. Dónde estaba la separación de humanos, demonios, y dioses, en diferentes edificios. Él le enseñaba a humanos ocultando que de hecho era un híbrido. Además habían unos cuantos demonios en ese lugar, ya que no llamaban tanto la atención por sus apariencias, y porque preferían tranquilidad. Como era el caso de Marek, ese muchacho era un mostruo de ronquidos. A veces se preguntaba qué raza sería. Pero después simplemente no le importaba.

Escuchó sonar su comunicador del reloj.
▬

¡No podía ser en serio! ¡La había perdido! Esa identificación que debía de cuidar con la vida, no estaba en su bolsillo… Quizá ya no debería de usar faldas hechas por su mamá, con los acabados reconocibles de su pueblo, sino que cambiar a esos pantalones ajustados que veía de moda en la capital, que aunque no era su estilo, lo más probables es que fueran más seguros para esas cosas.
Pero, ese no era el problema, el problema era que ¡No tenía la identificación y sin esa identificación estaba muy, pero que muy jodida! Ya que era lo que la ayudaba a viajar en los transportes públicos o pagar cosas de manera que no tendría que cargar dinero en mano… Pero lo más importante… ¡Era la llave de la casa! ¡Aqua la iba a matar!

¿Qué hacía? ¡¿Qué hacía?! ¡¿QUÉ HACÍA?!
Escuchó una campanita que reconoció como al robot de los helados… y sus ojos comenzaron a sollozar… ¡Quería helado y ya no podía comprar! ¡Todo estaba mal!
Pero… ¿Y si regresaba en sus pasos?

Empezó a retroceder de espaldas observando el suelo que iba deslizandose en su mirada, y no había nada, por suerte, se le hacía nornal esquivar a las personas, pues toda una vida desde pequeña tuvo que acostumbrarse a hacer cosas como esa por su falta de atención.
Pero entonces recordó a dónde iba a terminar si continuaba por ese camino… ¡Anastasia! Y el problema no era ella, de hecho quería jugar con ella un poco más ¡Pero ese compañero suyo! No es que le cayese mal, pero no podía estar cerca de él. Era simplemente imposible para ella, se arriesgaba mucho…. Pero aún así podía que se hubiesen ido, había pasado ya un rato, o eso sentía, pues había corrido bastante, lo suficiente lejos para no encontrarlos en ese parque. Por lo que, no detuvo su paso pero… ¿Y si estaban ahí? La invadió el pánico, pero sacudió su cabeza y mantuvo la fe, entonces algo había chocado con ella, o ella había chocado con algo, era grande, o más que ella, y era suave, se giró, y frente a ella estaba.
- ¡Anastasia! - Chilló emocionada y la abrazó.
- ¡Qué no me llamo así! ¡No soy tu mascota! - Y entonces se encontró con los ojos lilas y acuosos de la chica. Y se sintió mal por reclamarle.
- ¿Sabes? Perdí mi identificación, no puedo regresar a casa, y tampoco comprar helado, y… - Hipaba mientras escondía su rostro en el abundante pelaje de la… loba. (No quiero decirle perra, ni zorra, aunque creo que si es una zorrita… ¿Una Kitsune, quizá?(?) - Si no la encuentro lo más probable es que Aqua me mande de vuelta a casa… y… y… No quiero, bueno, no ahora, porque si voy ahora voy a tener problemas, porque me fui dejando confiados a…. - La loba le pidió que se calmara poniendo su zarpa en el hombro de la chica, ella dejó de hablar pero sus lágrimas seguían sin detenerse.
Rudy suspiró pesadamente, la única manera para que niños como ella dejaran su drama era dejarles jugar con ella pero…

- ¿Alguien pidió helado? - Los ojos de Aileen se iluminaron al ver el vaso lleno de aquel cremoso dulce, luego observó de parte de quién era, sus mejillas encendieron y volvió a esconder el rostro en el pelaje, la abrazó más fuerte haciendo que se quejara.
- Oye… oye… calma…. - Tratando de alejarla, Aileen estaba sosteniendo con demasiada fuerza, la había visto hacer ese drama ¡Qué vergüenza!. - Te vamos a ayudar con tu identificación. - Al escuchar eso sus ojos se abrieron grandes y después de restregarse un poco, solo se separo y caminó para esconderse tras Rudy.
- Pero hay que buscar bastante… - Dijo mirando a Rudy, sus mejillas seguían rosadas, pero necesitaba ayuda y debía controlarse.
Justice sintió que en serio lo ignoraba. Después de todo le había ofrecido helado, y ni así le dirigió una palabra.

- ¿No quieres esto no? - Hizo ademán de botar el postre, la rubia se espantó, no podían desperdiciar eso así…
- Ah… - Soltó a Rudy nerviosa y con cuidado acercó su mano hasta el vaso, no quería tocarlo, por lo que de hecho estaba sudando frío dando su mejor esfuerzo, para no pasarse y para no romper el vaso. Pero de todas maneras una vez lo tomó, él lo seguía sosteniendo, y su consciencia casi se pierde. Pero sacudió su cabeza con fuerza y lo arrebató. - Eh… Gra… Gracias. - Dijo en una suave inclinación y regresando con Rudy para comenzar a comer el helado.
- ¿No te agrada? - Le preguntó, ella negó.
- No es eso, nisiquiera lo conozco.
- ¿Entonces?
- Eh… - Quedó tiesa, y en silencio por un buen rato. - E… Eso no importa, que no se me acerque. - Justice levantó la ceja, ¿Le compraba un helado y esa era su reacción? Al menos dijo gracias.
- Como sea… - Tomó la palabra. - ¿Dónde viste por última vez esa identificación? - La realidad, es que se la iba a dar en el mismo momento pero ella era insoportable.
Rudy lo observó en molestía, ella nuevamente lo recordó y su sonrisa que se había mantenido desde que probó el helado desapareció.
- No lo sé. - Bajó la cabeza.
- Bien, haz memoria. - hizo ademán para que regresasen a caminar. Ella miraba al suelo mientras comía el helado.

- Mira Anastasia, agua. - Dijo y señaló al pequeño bosque que ahora estaba siendo regado por pequeños drones.
- ¡Que no me llamo Anastasia!
- ¿Cómo? - Preguntó con una gran sonrisa.
- ¿Eh?
- ¿Cómo te llamas?
- Rudy… - Contestó tranquila, Aileen dejo ver sus ojos brillar una vez más.
- ¡Qué nombre tan bonito! Yo me llamo Aileen. Emmm…. - Se inclinó hacia adelante y con duda, pero de todas maneras tomó valor. - ¿Usted?
- ¿Usted? - Rudy rio ante eso, nunca esperó er el día en que alguien tratase de usted a su compañero.
- Tiene canas, supongo que ya tiene su edad… - Y pudo reírse más fuerte. - ¿Eh….? - Aileen se puso nerviosa. - ¿No es así…?
- Justice. - Contestó con calma. - Tengo 80 años.
- ¡No te creo! - Dijo asombrada.
- Tu misma dijiste que estoy viejo.
- ¡Te creía mayor!
- ¡¿Qué?! - Rudy se sostuvo la panza y se detuvo para poder soportar la risa. No es que diese risa el hecho de que le hayan dicho eso, sino la sinceridad con la que hablaba.
- Eh… ¡Lo siento! - Ella se alteró y miró en otra dirección, y como ya había terminado su helado caminó rápido hacia el primer bote de basura que vio.

Los dos la quedaron viendo, esa velocidad, no era normal.
Entonces regresó.

- No eres humana ¿Verdad? - Preguntó Rudy.
- ¿Mm? - Ella quedó pensativa - ¿Lo parezco?
- Algo.
- Soy un demonio. - Sonrió.
- ¿Por dónde? - Preguntó Justice.
- Ehhh… - Aileen entonces empezo a recordar, todos los demonios tenías algo que los identificaba como de una raza. - Simplemente un demonio…. ¿De luz?
- Eso es más raro. - Ella se encogió de hombros. No podía decir la verdad, y Aqua y sus padres ya le habían advertido el porqué: “Cazadores”. No es que ellos se vieran como malas personas, simplemente no debía decirlo. Y no solo eso… Se suponía que eran una raza extinta. No podía armar un alboroto.

- ¡Ah! Hoy es la visión lunar. - Cambio de tema.
- ¿Vas a ir? - Ella asintió.
- Aunque Aqua no me dejará quedar hasta el final…
- ¿Aqua?
- ¡Ah! Mi hermana mayor. - Sonrió.
- ¿Es la que te matará si no llegas con la identificación? - Habló Justice. Aileen nuevamente se había olvidado y se lo había recordado.
Se llevó las manos a la cabeza despeinandose a sí misma, por lo que se puso en cuclillas y comenzó a buscar con seriedad.
- ¡No está! - Estaba conteniendo las lágrimas. Justice simuló recoger algo en un pasto alto y después se acercó a ella.
- ¿Es esta? - Preguntó estirando la mano ella se sentó sobre sus tobillos y lo miró, nuevamente casi desvanece su consciencia, pero volvió a sacudir la cabeza y miró al suelo, tomó con rapidez la tarjeta y se levantó.
La miró un momento, y sin duda, era la de ella.
- ¡Sí es! - Levantó los brazos alegre y se lanzó a abrazar a Rudy, de hecho casi comete el error de lanzarse sobre Justice pero se detuvo a mitad de camino con el rostro encendido. - Gracias. - Le dijo. - Otra vez… - Bajó la mirada.
- Ahora que la tienes ¿No deberías volver a casa? - Rudy la miró ella quedó pensativa y asintió. Y comenzó a caminar en dirección a su hogar pero se regresó en un momento cuando ellos ya se iban.
- ¿Van a la visión lunar?
- ¿Qué?
- Eh… - Su rostro era un poema, tan rojo que no pasaba desapercibido por nadie. - ¿Si van? Yo… Eh… - Se estaba forzando, normalmente no era así, pero con Justice mirándola era difícil. - ¡Vayan! ¿Sí? Sería bueno verlos de nuevo. - Trató de sonreír, y entonces sí, salió corriendo a toda velocidad.

▬

- ¿Estás lista?
- Sí.
Aileen salió y Aqua abrió los ojos grandes.
- Veo que todavía lo usas. - Dijo al notar lo que cargaba puesto. Era un vestido sencillo, mate y rosa en su mayoría pero con suaves decoraciones de flores brillantes.
- Es lo que me hizo mamá para ocasiones especiales, así que lo quiero usar.
- ¿Es tan especial ir a ese festival? - Aileen balanceaba la cabeza y luego de sonreír ampliamente asintió. - ¿Por? - Aqua la miró suspicaz, la rubia simplemente se enganchó de su brazo y sonrió.
- Allá te digo.

▬

La oscuridad mezclada con aquella luz azul de los foco de la ciudad de aquella calle, más todos los seres que habían asistido y estaban comprando, comiendo, jugando o solo paseando, daba el aura de la feria de una vez al año que se vivía en el lugar, y no había nadie más feliz que los niños, pero también no había nadie más en peligro que los mismos.

▬

No malinterpreten a Aileen, está feliz porque ha hecho amigos xDD
Ý bueno, ahí tienen, mueran leyendo (?

por **Cris** Lun 26 Feb - 0:31

-¿Llevas todo?

Su padre lo veía desde la puerta, mientras él empacaba algunos artefactos en una mochila con tantas modalidades de almacenamiento que parecía no tener límite de capacidad, aunque esa vez la estaba llenando con pocas cosas.

-Casi -Dijo con voz serena.
-Tu mamá y yo iremos un rato también, pero volvemos aquí en una hora -El joven asintió.

Sus progenitores ya habían asistido a muchos de esos festivales, así que no sentían la necesidad de quedarse tanto tiempo allí. Él, por su lado, quería aprovechar la oportunidad de estirar las piernas, dar una caminata, eso lo relajaba. Además, así veía el espectáculo, siempre era una buena experiencia y, oh, podía probar las nuevas funciones de alcance y medida de su escáner ocular, más la recepción luminosa…

Se entretuvo pensando en todas las posibilidades mientras caminaba por las calles, con sus padres un poco atrás de él. Cuando llegaron, un enorme cartel digitalizado con letras neón les dio la bienvenida “FESTIVAL LUNAR: Descubre el lado oculto que quizás no conocías”, rezaba. Bryce lo leyó con rostro sereno y alzó levemente una ceja, si no fuera por la tranquilidad del lugar, ese mensaje podría tener otro sentido.

Montones de seres de todas las especies caminaban de un lado a otro recorriendo los puestos de venta, riendo, hablando, comiendo. Todos haciendo tiempo para el momento del espectáculo.

-¡Mamá, papá! -Exclamó para que pudieran escucharlo en medio del bullicio- ¡Creo que lo mejor es buscar un sitio desde ya! ¡Creo que por ahí está bien!

El joven los miraba con el cuerpo levemente girado hacia ellos, y señalaba con una mano un punto más adelante, desde donde se podía observar personas acomodando sus espacios para ver el “show”, y otros asegurando la maquinaria que iba a grabar todo para la posteridad. Sus padres tuvieron, como un súbito flashback, la imagen de un niño pequeño, con los mismos cabellos platinados y una mirada azul que brillaba de ilusión, señalando hacia el mismo lugar. Ambos se observaron con un gesto de comprensión y nostalgia, y caminaron para alcanzar al muchacho.

-Vamos -Le dijo su madre tomando una de sus manos, Bryce inclinó un poco la cabeza.
-¿Y eso? -Preguntó con ánimo.
-Es una salida familiar, ¿no? -Explicó su papá tomando su otra mano libre.

Bryce asintió y soltó una suave risa fresca, encaminándose con ellos a donde había señalado antes. Él tenía puestos unos guantes negros que no permitían a quienes lo tomaban de las manos sentir el frío material de sus brazos mecánicos.

Llevaban media hora sentados en una lona que habían colocado sobre el suelo, cuando el joven se puso de pie.

-Voy a mirar los puestos que están por allá, esos no los revisamos.
-Ok, pero vuelve antes de que empiece el espectáculo -Le sonrió su mamá.
-No te preocupes, no tardo -Y se alejó.

Caminaba tranquilamente entre la multitud, y alzó ambos brazos detrás de su cabeza, quien lo viera notaría un aire muy casual y tranquilo en él. Probaba las funciones integradas de su escáner ocular, midiendo la cantidad de personas que lo rodeaban y más que todo escudriñando los puestos de venta sin tener que acercarse uno a uno, y con visiones detalladas que un ojo natural no podría generar. En eso, uno de los lugares llamó su atención así que se acercó, era un puesto de artesanías con muchos accesorios relacionados al evento, y otras cosas diferentes también.

-Bienvenido -Le habló una voz animada, él alzó la mirada para toparse con unos ojos achocolatados, porque… eran marrones, y dulces también.
-¿Qué tal, Fawn? -Saludó despreocupadamente con una sonrisa calmada- ¿Cómo van las ventas?

Ambos se conocían desde una vez que el joven pasaba por la calle donde ella siempre montaba su tienda de artesanías, y a partir de allí se encontraban ocasionalmente. No eran demasiado cercanos, pero habían ido una vez a tomar un café para platicar, ella pidió como extra un trozo de torta de fresa enorme, que comió como si fuese una maravilla del mundo.

-Pues si te refieres al día de hoy, muy bien. Al parecer gustaron mis accesorios -Sonrió ampliamente- Oh, y el otro día vendí el dije y anillo marino que te comenté esa vez.
-Aaah, el que te esmeraste tanto en hacer -Siguió él, animado, mientras tomaba en sus manos una bola de cristal con una luna que flotaba delicadamente en el centro y brillaba con una luz que atrapaba la mirada de cualquiera.
-¿Qué haces? -La castaña se inclinó para mirarlo mejor, sus largos cabellos ondearon con el movimiento.
-Mido la intensidad de esta luz.
-Oh, ¿función mejorada?
-Sip -La miró sonriendo- Y debo decir que escogiste un buen tono de iluminación, queda muy bonito.
-Si quieres lo llevas -Dijo riendo un poco.
-Me lo estoy pensando, ¿eh? Pero también me gusta esto.

Tomó un collar con un dije circular, en el cual a un lado se apreciaba una media luna azul resplandeciente, y el espacio restante era negro pero tenía unas pequeñas escarchas que nadaban en él brillando con luz blanca.

-Está ingenioso y bonito -Elogió Bryce fascinado.
-Oh, gracias, no es para tanto -Sonrió Fawn aún más animada.
-Mira lo que me haces -Suspiró fingiendo resignación- Me llevo ambos -Extendió los objetos, uno en cada mano.
-¡Genial! Déjame guardarlos en una bolsa… -Rebuscó a su lado.
-Sólo la bola de cristal, creo que el collar me lo pondré de una vez.
-Oook -Canturreó ella, guardando con cuidado la esfera en una bonita bolsa de compra.
-¿Y vas a ver el espectáculo? -Preguntó mientras pagaba.
-¡Claro! Un poco antes de que empiece, cerraré el puesto y voy allá.
-Qué bien, si quieres te sientas con nosotros, ya apartamos un lugar.
-¿Vienes con tus padres? -Sonrió cálidamente.
-Sí, aunque sólo se quedarán un rato. Y yo voy a aprovechar para recolectar energía…
-Ah, para tu maquinaria, ¿no?
-Sí, y otros proyectos que tengo pensados -Sonrió también.
-Bueno, entonces nos vemos allá.

Se despidieron con un gesto de la mano, y ahora el joven de cabellos platinados volvía al lugar donde estaban sus padres. Se puso el collar con cuidado y lo admiró un momento mientras andaba. Su escáner le avisaba de obstáculos en el camino, así que no se preocupaba por tropezar con alguien o con algo aún cuando estaba distraído.

por **Shiba** Lun 12 Mar - 1:52

Bryce seguía con su vista en el collar, cuando una ráfaga pasó, haciendo que sus cabello ondearan, no es que fuese difícil que en esa ciudad hubieran vientos fuertes, sino que había sido una criatura, y solo desvió el rostro para comprobar.
Sin duda era la misma chica de hace unos días, la que había hecho caer la caja de un golpe. Y lo sabía gracias a su memoria, ya que solo le había visto el rostro unos instantes antes de que saliera corriendo casi como lo había hecho cuando pasó a su lado. Luego se lo pensó un poco, y la verdad, sería extraño saludarla, después de todo, había salido en carrera cuando lo vio.
- ¡Aileen! - Una muchacha de cabellos celestes también pasó por ahí, a una velocidad normal, y luego pudo divisar que se detuvo en el mismo lugar que la rubia, la tienda de la que acababa de salir. - No corras así, hay mucha gente, te puedes perder. - ¿Acaso era la mamá? Bueno, ya sabía cómo se llamaba la pequeña tiradora de cajas.
- Lo siento. - Se disculpó, y señalò hacia el interior. - ¡Es Poof!
- ¿Poof?
- ¿Recuerdas que cuando llegué me quería llevar a una gata?
- Ah… ella. - Observó el interior y vio a la castaña acercarse con una amplia sonrisa. - No se llama así.
- Lo sé. - Aileen sonrió.
- Ustedes son las del registro ¿No? - Vio a ambas asentir. - Que coincidencia, ¿Todo fue sin problemas? - Miró a Aileen, ella balanceaba la cabeza en duda.
- Al principio no me reconocían pero al final todo fue bien.
- ¿Por qué no? - Preguntó curiosa. Aileen quedó pensativa.
- Una avería en la máquina. - Respondió Aqua. La rubia solo sonrió e ingresó al local maravillandose con su rededor.
- ¿Trabajas aquí? - Se acercó a un pequeño mostrador y comenzó a revisar con la vista.
- Algo así, de hecho es mio el lugar.
- ¡Oh! ¿Quién las hace?
- Yo.
- ¡Wow! - Dijo asombrada. - Todo está lindísimo. - Aqua ingresó entonces. Aileen parecía demasiado feliz como para decirle que no comprase nada. Por lo que simplemente se dejó llevar por la curiosidad. - Esto está bellísimo. - Se acercó a una pequeña vitrina, una pulsera dorada de cadena delicada, con dos estrellas como atractivo, y una libélula al final, aún después del broche para cerrar, hicieron que a Aileen le brillaran los ojos. Luego bajó la mirada al precio y se quedó de piedra. Si la quería debía de conseguir trabajo. No se la quería pedir a Aqua, y tampoco podía gastar lo que le mandaban sus padres.
- ¿Te gusta? - Le preguntó Fawn. Ella hizo un movimiento robótico para regresar la vista a ella.
- Ah… - Se rascó la cabeza y rió nerviosamente. - Está muy bonita, - Hizo una pausa. - y el precio también. - Soltó con nervios. Fawn sonrió con diversión ante esto. - Voy a seguir viendo. - Sonrió, entonces encontró un collar más sencillo con una estrella en magenta y blanco. Y el precio se acomodaba mucho más a su bolsillo. Y una pulsera tejida en trenza que hacía juego con ello, tenía los mismos colores, solo que aumentaba un azul índigo. Las tomó y se acercó a la castaña. - Las llevo.
- ¿En serio? - Aileen ladeó la cabeza. - Es que es más normal que compren cosas relacionadas al día.
- ¿Estas nada que ver? - Fawn negó. - Ah… Igual, las quiero. - Sonrió y después de dar su tarjeta y de recibir las dos cosas en su respectiva bolsita las sacó para ponerlas, guardándose las bolsitas como un recuerdo. - Aqua, mira ¿Cómo me quedan? - Preguntó, la ojiceleste se acercó, y después de acomodar el collar, pues se lo había dejado un poco chueco, le sonrió.
- Va contigo. Brillante y rosa.
- Esto me recuerda a algo. - Dijo Fawn en alto, ella la quedaron mirando. - Bueno, no lo entiendo muy bien, pero cuando hice esas dos piezas recuerdo haber estado pensando en una leyenda… - Se quedó pensativa. Y observó nuevamente lo que Aileen cargaba ahora ¿Hace cuanto tiempo lo había hecho?
- ¿De qué trata? - Preguntó la rubia animada.
- Tampoco lo recuerdo bien. - Se rasco la nuca. Su memoria no era la mejor. - Pero, a ver… Tenía que ver con una raza en específico, y la manera en que antiguamente fueron cazados por el miedo que causaban a los demás.
Aileen dejó salir un pequeño sonido de admiración y observó la estrella que colgaba de su cuello, la realidad es que a ella esos colores siempre se le hicieron demasiado hermosos, así mismo como las estrellas, la atraían de cierta manera, como un pirata su tesoro, o un cachorro su juguete que chilla cada que lo mastica, pero nada como la otra pulsera, no sabía como decirle a la chica frente a ella que se la guardara hasta que consiguiera lo suficiente. Pero, ya no importaba, estaba feliz de todas maneras.
Aqua por su parte se podía hacer sus propias ideas sobre lo que estaba contando la chica, y la verdad es que era una leyenda tan antigua como los humanos. Alguna vez su padre se la contò a ambas, y era una razón por la cual tenían miedo de dejarlas ir a la capital, pero el problema realmente nunca fue ella, sino Aileen, por quien todavía temía su presencia en ese lugar. Y eso podía ser perjudicial en muchos sentidos, esa chica no sabía controlarse, ni en su transformación, ni sus poderes.

---

- Vamos a esperar a un poco más. - Su cabellera negra se vio agitada suavemente por la brisa que recibió. Era una buena noche para estar en casa leyendo el periódico, con una deliciosa taza de café recién hecho. Mientras su pequeña hija come unos caramelos y lee un libro de cuentos, para después levantarse a preguntarle qué era lo que pasaba en una escena que no comprendía.
Pero, no tenía a su hija, por tanto, tampoco tendría el café y el periódico.
- ¿Por qué no ahora? - Y un palito blanco de plástico fue a dar a la frente del que habló. - ¿Ahora por qué? - Se le notó irritado y con una vena hinchada mientras sobaba la parte afectada, había dejado rojo.
- Parece que tanto en clases como en la vida cotidiana eres tonto Marek. - Suspiró pesadamente. - Ahora entiendo por qué tu padre no te reconocía para misiones.
- ¡Oye! ¿Quieres que te mate? - Preguntó al borde de la cólera.
- Ven e inténtalo mocoso, serás un maldito hijo de demonio, pero yo estoy a cargo. - Dijo tranquilo llevándose una nueva paleta de cereza a la boca. El menor se le iba a lanzar encima pero él tronó los dedos para cuando otros demonios sostuvieron al rebelde. - Y si digo que esperemos, esperamos. ¿Comprendido? - Lo observó sobre el hombro con repulsión, no solo por él, sino a todos los de su clase y que estaban relacionados con aquella fuerza del mal. A veces no podía creer que hasta hubieran dioses involucrados en aquello, era simplemente asqueroso.
Observó una vez más las instrucciones que le habían mandado mientras caminaba a donde podía observar gran parte del lugar, las luces lo exponían, pero no era como si fuesen a sospechar de él por estar parado en la azotea de un edificio, después de todo, todos buscaban el mejor lugar para disfrutar del espectáculo. Pero… había algo que seguía haciendo querer dar marcha atrás…
Miró con odio la pantalla proyectada por su reloj una vez más antes de apagarla.
¿Por qué siempre debían de ser niños?

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- ¿Te vas a quedar aquí durante el espectáculo? - Preguntó Aqua, se habían quedado platicando un momento mientras no había nuevos clientes.
- No, cerraré un poco antes.
- Ya veo. - Sonrió. Aileen seguía viendo los accesorios distraídamente mientras de vez en cuando hacía una que otra pregunta, era como ese niño pequeño que no se metía en la conversación de adultos, aunque ella ya tuviese edad para hablar de muchas cosas, pero se distraía muy fácilmente.
- Ustedes me dan una extraña sensación ¿Sabes?
- ¿Eh? - Aqua abrió los ojos con duda.
- Es una buena, no me malinterpretes. - Sonrió, la verdad es que sentía haber tenido interacción o acercamiento con una esencia parecida antes. Pero no lo sabía.
Aqua solo sonrió ante ello, y luego le pidió que se acercara para pedirle un favor.
- ¡Por supuesto!
- Gracias.
- ¡Oh! - Las dos observaron a Aileen, quien había exclamado. Y luego salió corriendo mientras gritaba: - Anastaaaasiiiaaaaaaa.
- Parece que ha encontrado a alguien más a quien molestar. - Aqua rió al ver a la menor lanzarse a la loba que antes había encontrado en el restaurante, con la diferencia de que esta vez, parecía que, la misma, ya comprendía la personalidad un poco brusca de la rubia. Pero luego sus ojos se clavaron en el acompañante de la criatura peluda a la que Aileen se esmeraba por acariciar.
Eso no era buen augurio.
- Tengo que ir, hasta luego. - Se despidió con un gesto de mano.
- Espero que nos veamos luego. - Dijo amable con una sonrisa al verla salir, Fawn entendió que la menor tenía una seria obsesión por los animales y mascotas, y eso era algo agradable.

---

- ¡Vinieron! - Abrazó a Rudy con una gran sonrisa, hasta que por fin la liberó, luego vio a Justice, y solo sonrió levemente con nervios. - Hola… - Dijo antes de ocultarse tras el abundante pelaje.
- Aileen. - Aqua llegó donde la nominada con claro reproche en su semblante.
- ¡Ah! Lo siento. - Se acercó a su hermana para tomarla del brazo. - Aqua, ellos son Justice, y Anastasia. - Sonrió, después de señalar a cada uno, la diferencia fue que a la can la pudo ver de frente mientras que al peliblanco, ella le dedicó una mirada al suelo. La loba compuso rostro de hastio. - En realidad se llama Rudy. - Rió levemente. - Chicos, ella es mi hermana, Aqua. - La presentó.
- ¿La que te iba a matar por la tarjeta? - Preguntó Justice con una sonrisa un tanto vengativa, Aileen comenzó a hacer muecas para que no dijera más.
- ¿Tarjeta? - Preguntó la mayor mirando a los lilas de su hermana.
- Es… una larga y divertida historia, algún día te la contaré. - Dijo con voz tambaleante. - Por el momento, como puedes ver tengo amigos. Aqua se quedó analizando a las dos personas frente a ella, pero le preocupaba el humano, Aileen no podía estar mucho tiempo con él. - ¿Y qué hacen aquí? - Y como ella esperaba, Aileen solo le hablaba a la loba, aunque preguntase en general.
- No te emociones, no es por ti. - Soltó el peliblanco, la ojilila infló las mejillas con sonrojo.
- Rudy si vino por mí ¿No? - Sus ojos se habían convertido en gelatina tambaleante y brillante pidiendo consuelo, era como ver un cachorro, pero más grande.
- En parte. - Y la menor saltó de emoción.
- Yaaii ~~
- En realidad estamos en medio de algo… un trabajo.
- Ohhh… ¿Qué trabajo?
- Secreto. - Y volvió a inflar las mejillas.
- Bueno, vamos a jugar entonces.
- ¿Qué? - Preguntaron los tres.
- Hay muchos juegos, quiero ir ahí, ahí, y ahí, además al fondo hay una presentación de algo, quiero ver, vaaamooosss. - Dijo tomando la garra de Rudy para comenzar a caminar no sin antes hacer un gesto de despedida al interior del local.
- Disculpa… - Dijo Aqua.
- Ha de ser difícil. - Justice solo se encogió de hombros. - Al menos no te has de aburrir.
- Eso es verdad. - Los alcanzaron.

por Soul Serena Sáb 7 Abr - 14:33

Holis, me uno~

○ Nombre: Zendaya Skyward

○ Edad: 22

○ Raza: Demonio de Veneno

○ Apariencia:

Spoiler:

○ Personalidad: La de la sonrisa eterna. Es difícil verla de otro modo a parte de sonriente. Es de la opinión de que sonreír atrae a la felicidad. También es un poco gamberra y bromista, si puede, lo hará. En los momentos en los que es necesario sabe mantener la compostura y comportarse, solo que se aburre enseguida y le cuesta, por eso prefiere estar de broma ante todo.

○ Extras: -Junto con Ikfes forma un pack, como los típicos payasos de clase pero con más estilo y saliendo airosos de todo.
-Aunque no lo parezca, es muy maternal, se le da bien calar a la gente y calmar los ánimos.
-A pesar de que su poder la acerca a los animales venenosos, no le hacen mucha gracia. En especial las serpientes y los reptiles.
-Ikfes y ella son como hermanos, aunque les gusta vacilar a la gente cuando les preguntan si son pareja.
-Se pone nerviosa solo cuando tiene que usar sis poderes porque le dan algo de miedo.
-Sus poderes, aclaro, incluyen: poder manipular cualquier clase de veneno sin protección, respirar y purificar gases venenosos (y viceversa), su sangre es venenosa.
-Puesto que tiene miedo de sus poderes, esta estudiando por su cuenta todo aquello que pueda contrarrestar el veneno.
-Trabaja enseñando baile, antiguo y tradicional principalmente. Trabaja sobre todo con niñ@s.
-Sabe defenderse cuerpo a cuerpo gracias a las clases de Ikfes.

○ Pareja:

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○ Nombre: Ikfes Skyward

○ Edad: 24

○ Raza: Grifo.

○ Apariencia:

Spoiler:

○ Personalidad: Al principio impone mucho y la gente suele evitarle, pero en cuanto te acercas un poco y le ves sonreír se cae toda la fachada. En realidad es un trozo de pan que no puede enfadarse y que siempre cede ante los demás. Eso sí, cuando hay que tomar una decisión importante (de esas que nadie quiere tomar) él es el que da el paso adelante y asume la responsabilidad.

○ Extras: -Junto con Zendaya son los típicos payasos de clase pero con más estilo y saliendo bien parados de todo.
-Cuando se le cae la fachada ruda, la gente cree que es un idiota buenazo y muy crédulo. Él no les corrige, prefiere ver la cara de tontos que se les queda cuando descubren la verdad.
-Tiene una memoria prodigiosa.
-Aún no domina del todo su forma de Grifo, así que cuando se transforma hay que tener cuidado. Se maneja mejor con la forma humanoide (pico, garras, alas y cola).
-No es que hable con los pájaros, pero sienten respeto mutuo y se ayudan cuando lo necesitan.
-Trabaja en seguridad nocturna.
-Domina las artes marciales y a veces se saca un dinerillo extra dando clases.

○ Pareja:

por Soul Serena Sáb 7 Abr - 14:34

Después de pararse en todos los sitios interesantes habidos y por haber, el grupo de Aileen consiguió llegar hasta el escenario justo a tiempo para ver como se atenuaban las luces y un leve tamborileo empezase. El siguiente sonido que se hizo presente un tintineo de campanillas, muy suave, acompañadas de una capa baja de niebla.

Poco a poco, a golpe de cascabel, iban apareciendo las chicas, todas adolescentes, y se notaba perfectamente que estaban nerviosas, pues era su primera actuación. ¡Y en la Visión Lunar! Y su profesora lo sabía mejor que nadie, por eso estaba en un lateral del escenario moviéndose a su vez, guiándolas por si se perdían.

Aquel baile era especial, no solo por ser el primero, sino porque también era un baile para “exhibir” la integridad de razas, por eso, a medida que se movían y la música aumentaba el ritmo, transformándose en una polka, muchas de ellas empezaron a mostrar rasgos de su especie: plumas, escamas, cuernos, garras, incluso algunos colmillos y brillos metálicos…

La idea de que fuese una Polka había surgido de querer que el público se uniese al baile también. La maestra, Zendaya, había prometido, a sabiendas, con su sempiterna sonrisa que la gente estaría encantada con ellas y se unirían de buena gana. Mas al mirar a la gente se dio cuenta de que se había adelantado a los hechos: la gente sí que estaba encantada, pero tan metida en la actuación que no se estaban moviendo. Rápidamente volvió la vista hacia sus niñas y se percato de que ellas creían que no bailaban porque no les gustaba lo que veían y eso estaba haciendo que detuviesen el baile.

Con resolución, buscó una salida. Cuando las chicas se detuvieron por completo ella entro al escenario a golpe de palmada, puesto que cuando estaban en clase significaba “girad”. Por costumbre, lo hicieron, pese a la situación. Zendaya avanzó, bailando con ellas, con el pelo casi blanco girando a su alrededor y los ojos negros llenos de diversión, devolviendo el ritmo a la música, convirtiendo el asunto en un juego, tal como eran las clases. Pero su plan no acababa solo con devolver la “vida” a sus chicas, no señor, ella había prometido algo e iba a cumplir. Así que al llegar al borde de la tarima se dejó caer agitando los bajos del vestido. Se acercó haciendo sonar los cascabeles de sus muñecas a la persona que parecía más predispuesta a ayudarla en su empresa.

Y esa no era otra que Aileen, quién se quedó pasmada durante unos segundos cuando la bailarina se paró delante de ella, con una palmada y un giro, tendiéndole la mano con una reverencia y con un guiño de ojo. Incluso antes de saber que estaba haciendo, ya daba vueltas por todas partes guiada por Zendaya. Y pasó lo que tenía que pasar, el publico se animo y también bailó. Sus niñas volvían a sonreír y todos se divertían. Los tres que iban con Aileen, sin mucho interés por la danza, se retiraron discretamente del tumulto.

Vuelta tras salto tras vuelta la canción llegó al final, las jóvenes hicieron una reverencia y se retiraron de escena, con sonrisas muy amplias en las caras. Zendaya puede estar tranquila, así que se vuelve hacia la chiquilla rubia y con una inclinación de cabeza le habla:

—Gracias por unirte a la danza, sin ti las chicas habrían acabado apenadas.

—¡Ha sido genial! —Exclama ella, girando sobre sí misma —¡Os movéis muy bien! —sus ojillos brillaban, la mayor no pudo evitar reír.

—¿Quieres probar una clase algún día? —preguntó entretenida.

—Woah… —Creía que la exclamación era por la oferta, pero tenía la vista clavada en su pelo, con tanta intensidad que no pudo evitar acariciárselo, extrañada. —¿Cómo has hecho eso? —No entendía nada. —¡Y tus ojos también!

—¿Mis ojos…? ¡Ah! —Ahora comprendía. —Solo he vuelto a mi apariencia humana —Se fijó en el mechón de pelo que tenía entre los dedos, ahora de un lila muy vivo. Volver a su forma humana era un tic, lo hacía sin darse cuenta.

—Mola —Iba a preguntar algo más cuando alguien llego corriendo y se detuvo al lado de Zendaya. Era un chico pelirrojo, que parecía apurado…

—¡Escondeme! —Y se ocultó a su espalda… Se le seguía viendo, pues era más alto y ancho que ella. ¿Qué estaba pasando? Un grupo de feriantes paso corriendo y gritando esquivando a la multitud. La mayor alzó una ceja y esperó a que se perdiesen de vista antes de volverse hacia él.

—¿Y bien? —el chico sacudió las manos, sonrió con inocencia y se encogió de hombros. —Ikfes…

—Oye —la interrumpió cambiando de tema —, habéis bailado muy bien —entonces se fijo en Aileen —. Tu también has estado muy bien —y ensanchó la sonrisa. Y esa sonrisa era un problema para la rubia, que rápidamente se escondió tras Zendaya. Dejando a cuadros a Ikfes —Pero qué…

—Tu cara da miedo, te lo he dicho muchas veces —la chica sonrió de lado, no pudo evitarlo, le habían dado una excusa para meterse con su mejor amigo, pensaba aprovecharla. A la vez, casi imperceptiblemente, cubrió a Aileen, si quería esconderse, ella la escondería, sin problemas.

—¡Venga ya! Hace un segundo estaba riendo —tenía el ceño fruncido pero en realidad estaba a punto de echarse a reír, la actitud de la joven le hacia gracia, mucha. Sacudiendo la cabeza fijo la vista en su amiga —¡Tu cara es la que da miedo!

Y mientras entraban en un bucle típico de ellos, se escuchó el grito de alguien pidiendo ayuda. Los acontecimientos se precipitaron y un apagón repentino hizo mella en el ambiente general. El pánico no tardó mucho en cundir. Los dos chicos se pusieron en guardia, Zendaya en un acto reflejo acerco a su lado a la pequeña y se preocupo por sus alumnas. Por otro lado Aileen solo quería correr a buscar a Aqua…

por **Shiba** Vie 13 Abr - 5:19

- Por favor quédate quieto. - La mujer sostenía a su hijo con sus brazos con toda la fuerza que podía, más el pequeño seguía intentando alcanzar algo, como si fuese un juguete el que quería de hace mucho tiempo.
Una gran cantidad de personas pasaron a su lado en un tipo de maratón por salir del lugar separando a la mujer del niño. El cual perdido continuó por un camino en el que su madre lo perdió de vista.

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- ¿Qué se supone que harás si vienen por ellos? - Marek se recostó al camión con bastante pereza mientras veía cómo la luz de un campo de energía iluminaba el perfil de aquel pelinegro. Le molestaba tanto que su padre lo haya mandado a aprender de ese anciano. No era más que un ser desdichado, que solo hacía eso por conseguir dinero.
- ¿Qué crees tú? - Levantó una ceja casi incrédulo, pero regresó a su seriedad al instante.
- ¿Enfrentarte a ellos?
- ¿Crees que quiero sudar? No, gracias. - Terminó la paleta, pero mantuvo el plástico entre sus dientes. - Tu padre solo me mandó a secuestrar niños no ha enfrentarme a padres de nada. Así que si vienen y arman alboroto nos largamos con lo que haya.
- ¿Y así de simple?
- Así de simple. - El menor se acercó a donde estaba el hombre de traje, y observó hacia abajo, era un espectáculo de pequeños entrando al campo de energía, y estos eran tomados por un brazo mecánico para llevarlos a cajas de un material transparente pero resistente, de a grupos.
- ¿Cómo es que llegan todos ahí? - Evan suspiró, no esperaba tener que explicar cosas fuera de clases. - Se llama conjuro. - Aclaró al sacar el pequeño tubo de su boca. - Tu padre contrató a un tipo de brujo, Chaman, mago, lo que haya sido. Para hacer que en lugar de ir a buscar a los pequeños ellos vengan a nosotros. Son atraídos por una luz la cuál refleja alguna cosa que quieren mucho, y que solo pueden ver ellos. Los llama como un alma en pena a su pasado.
- ¿A dónde los vamos a llevar?
- En serio te mandaron sin saber nada ¿No? - Marek hizo una mueca de molestia, pero era verdad, solo lo enviaron sin explicarle detalles. Tenía suerte de hecho de que ese hombre fuese profesor, pues aunque su impaciencia se notara mantenía una calma que le decía que sin duda le respondería, como un buen maestro a su alumno. - La familia Norteam necesita reserva de caramelos.
Marek abrió los ojos grandes y hasta con espanto. Esa familia eran vampiros, la más conocida en la capital, y reconocida por ser los primeros en la historia de aceptar la paz. Y vaya que mantuvieron su secreto.
- ¿Que conveniente no? - Evan prestó atención a lo que iba a decir el muchacho. - Disfrazarte de profesor para poder hacer cosas como esta ¿El dinero no alcanza? - Preguntó, El mayor por fin dio a mostrar una sonrisa en la noche pero, no era cualquiera, era una burlona y descarada. Que sólo decía lo poco que el menor sabía de él.
- Si te da curiosidad, - Hizo una pausa al buscar entre sus bolsillo otra paletita, esta era de frutilla. No tardó mucho para cuando la sacó de su envoltorio. - No me pagan con dinero. - Concluyó para llevar aquel sabor cristalizado a su boca.
Marek lo vio alejarse, al parecer se había aburrido de observar lo mismo una y otra vez, además tenía que ver el embarcamiento de cada camión.
Pero aun así, respondió tantas preguntas sobre lo que necesitaba saber y lo dejó con tantas dudas sobre algo en lo que quizá, no debería meter sus narices. Algo que solo un buen profesor sabía hacer.
Si no era dinero, entonces ¿Con qué le pagaban?

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- ¡Tengo que buscar a mi hermana! - Dijo, estaba casi acurrucada a espaldas de Zendaya, no solo por el chico de cabellos rojos, sino también por la sorpresa de aquella oscuridad. A ella no le gustaba una oscuridad tan caótica.
La mujer desvió su mirada hacia atrás, notaba que no era la mejor situación para una chiquilla, pero de hecho para nadie, nunca había pasado algo como un apagón antes del espectáculo principal.
Sus alumnas parecían no saber que hacer tampoco. Así que lo mejor que pudo pensar fue: tras el escenario parecía seguro, ya que los transeúntes no pasaban por ahí así que con Aileen tras ella fue a calmar a sus alumnas.
- Pequeñas, estén tranquilas. - Pidió con su típica sonrisa. Ikfes había quedado fuera por cualquier imprevisto y porque lograba ver mejor en esa casi tiniebla. - Ya pasará. - Al ver el rostro de sus alumnas comenzó a preguntarse. Pero sin querer realmente, había retenido a la rubia con ella alejándola de su grupo. Y luego sintió su espalda libre, la chica se había alejado, y se giró para encontrarla caminando fuera del lugar. Con una seña le dijo a sus alumnas que se quedasen ahí hasta nuevo aviso y avanzó hasta alcanzar a la rubia.
- Es peligroso que vayas sola. - Le advirtió. Aileen solo la miró con sentido perdido, luego pestañeó unas cuantas veces y sintió como si despertase.
- Ah, eh… - Aileen bajó la mirada nerviosa, no sabía si la podía encontrar en un lugar tan oscuro la verdad, menos ella sola, eso lo sabía, pero terminó perdida al encontrarse con algo brillante. Tan brillante como esa pulsera que había visto antes. - Lo sé…
- Parece que solo ha sido un apagón. - Ikfes se acercó a ellas, Aileen se tensó inmediatamente y volvió a ocultarse tras los largos cabellos de Zendaya. El oji rubí trató de no echarse a reír, pero su sonrisa si deformó en una que amenazaba con dejar salir una carcajada. Y entonces otro ruido llamó la atención de todos. Pasos pesados y en sincronía. Al parecer la policía estaba controlando a los que estaban perdiendo el control por el repentino suceso. - O no. - Giro el torso en busca de las pisadas, y en cuanto tuvo a un uniformado frente a él su ceja levantó.
- ¿Están bien? - Preguntó con su voz rasposa y el claro olor a tabaco, inundó las fosas nasales de los tres jóvenes.
- Sí. Gracias. Contestó Zendaya sin cambiar su semblante el hombre pasó una mirada general que les decía que no tenía mucho trabajo por ahí.
- Quédense donde están por favor, mientras todo regresa a la normalidad. - Se acomodó el gorro, y se alejó de ahí, Se quedó con un grupo de persona en la parte de abajo del escenario.
- ¿No es extraño que la policía venga por un simple apagón?
- Es la primera vez que me entero pasa algo así, podría ser. - Zendaya contestó a la interrogante de Ikfes, y giró levemente la cabeza para encontrarse con que Aileen ya no estaba tras ella, otra vez.
- ¡Aileen! - El grito improvisado de una mujer acercándose los hizo prestar atención a la culpable de éste, poseía cabellos y ojos celestes; su expresión denotaba clara preocupación. - ¡Ah! - Se acercó el dúo y observó a la pelimorada, ahí notaron que seguía acompañada de el hombre de cabellos blancos y el perro. - ¿Dónde está? - Pareció buscar de u lado y atrás con la mirada, claramente sabía que era ella la que había invitado a la rubia a bailar.
- ¿Quién? - Preguntó Ikfes, realmente no se terminaba de enterar.
- Mi hermana. - Recalcó, no la veía en el escenario, debía de buscarla en otra parte.
- Habla de la chica que estaba conmigo. - Le explicó Zendaya, quién también estaba buscando.
- ¡Ah! - Miró a Aqua y después de inhalar soltó: - Acaba de desaparecer.
- ¡¿Qué?! - Zendaya como estaba cerca le dio un golpe a la espalda al grifo, quien tuvo intención de reclamar, pero la verdad es que ese no era el momento.
- Estaba aquí, pero la perdí en cuanto terminamos de hablar con un policía.
- ¿Policía? - Preguntó Justice, la chica asintió.

Algo no cuadraba, la policía no tenía necesidad de meterse entre la gente, después de todo tenían gran cantidad de elementos para manejar grandes masas desde el cielo, pero claro eran materiales que no habían utilizado desde el convenio de paz, o eso tenía entendido. Y aunque así fuese solo era un apagón.

- Por ahí. - Siguieron la garra de Rudy, y sin duda era Aileen, parecía perseguir algo, y había comenzado a caminar rápido. Aqua no esperó para ir tras ella, y aunque Justice y Rudy se lo pensaron para seguirla, luego de mirarse el uno al otro, decidieron que no era mala idea.

Seguidos de Zendaya, quien debía responsabilizarse por la otra joven, e Ikfes, porque nunca se sabía cuando iban a necesitar a un payaso (?.

---

Cuando se dio cuenta que había estado siguiendo algo sin sentido, su mente abrió paso a un gran espacio rodeado de lo más parecido a un globo gigante verde y ella estaba dentro de este. No veía nada fuera, pero veía cómo muchos brazos mecánicos volaban de aquí para allá atrapando a pequeños niños y los guardaba en una caja, de hecho, solo veía niños, de diferentes tamaños y razas. Estaban asustados y no podían salir de ahí.
- ¿Qué está pasando? - Preguntó al aire. Entonces una tenaza abrió frente ella, y su rostro se complicó, decidiendo entonces escapar, claramente en velocidad podía hacer algo, pero, una vez llegó a la luz verde no podía pasar. Tampoco había puertas, y no veía nada.
Puso sus manos sobre lo que parecía una pared. Y aunque sentía aire, no podía avanzar. Aileen puso su mano en puño y golpeó con todas sus fuerzas, lo que no era poco, más nada, ni un rasguño o algo que le dijera que aquello había servido.
Y de nuevo quería echarse a llorar ¿Dónde estaba Aqua?

---

- Aileen. - Vio a su hermana al otro lado de una pared transparente, y aunque intentó llamarla ella no parecía escucharla, ni mucho menos la veía pues la notó perdida.
- ¿No se pude pasar? - Rudy colocó su garra, y efectivamente tampoco la podía atravesar. Mas, los niños podía cruzar sin problemas, más no regresar. - No, no se puede. Justice intentó también sin resultado alguno. Y entonces pudieron ver cómo las tenazas atraparon a la rubia, quien en lugar de luchar se puso a observar de un lado a otro. Por una salida quizá pero terminando en una caja junto a más niños.
- Bien... Parece que hay trabajo. - Dijo Justice. y se alejó un poco para poder ver mejor el domo brillante. - ¿Alguien aquí vuela? - Preguntó.

---

- Ten. - Evan le pasó una careta a Marek quien quedó descolocado. - Es por si acaso, no querrás que sepan quien eres.
- Pero...
- Solo pontela.
El menor hizo caso, todos se habían puesto una, y eran diferentes, la suya le recordaba a Domo-kun, por el contrario el pelinegro se había puesto una que le recordaba a la cara de un lobo, pero este era completamente negro.
- ¿Por qué un lobo?
- Son buenas mascotas. - Contestó tranquilo.
- ¡Ah! - Le señaló hacia una caja. - Eso no es una niña, es una adolescente. - Evan solo quedó pensativo observando y luego ladeó la cabeza.
- Bueno, depende de las razas, quizá para la que pertenece ella todavía es una niña. Tu sabes, una tortuga de treinta años entra sin problemas.
- No tiene sentido.
- O eso, o estabas en el interior desde un principio, o atrapas una luz. ¿Quieres entrar, acaso?
- Es que, bueno... - Señaló nuevamente la caja, la rubia había comenzado a golpearla.
- Cuanta energía...

---

- Trataré de sacarnos ¿Bien? - Dijo mientras continuaba dando golpes con sus puños sin mucho resultado, además de ciertos rasguños, los pequeño junto a ella se habían apartado un poco para dejarla ser. Pero terminó suspirando con fuerza. - Yo pensaba que no existían cosas así. - Dijo al dejarse caer. Y luego observó a un pequeño niño, con orejitas, patas y cola de zorro, a lo que solo se pudo quedar viéndolo con ilusión. - ¿Puedo abrazarte? - Preguntó con el pequeño ya entre sus brazos.
- ¡Oye! - Comenzó a moverse en un intento de escapar, reconociendo que no había posibilidad se calmó. - Suéltame ¿sí?
-¡Oh! Sí. Lo siento. - Infló las mejillas. - Acabo de separarme de Rudy, y no la acaricié lo suficiente para estar feliz. - Se llevó las manos a la cara con clara expresión de disgusto. De todas manera la perrita nunca la dejaba ser del todo, y con Justice cerca se complicaba, a veces le gustaría patearlo lejos, pero su educación no le dejaba hacer ese tipo de cosas... Esperen ¿Patear?
Pensó en seguida, solo había estado tratando con los puños pero eso nunca se compararía a una patada.
- Niños. - Los alarmó. todos los que puedan volar, ayuden a los que no. - Concluyó, se levantó y una vez más se puso en guardia, pero esta vez tomo impulso y además dio un salto para así poder romper la caja... en su totalidad. Entonces ahí recordó que ella tampoco podía volar. - Ups.
Todos comenzaron a caer y aunque los brazos mecánicos intentaron atraparlos de nuevo, en su mayoría no fue el caso, luego se escuchó un poof, y luego llegó al suave y blando suelo.
Bien, eso no era el suelo, había caído en una criatura rosa que estaba haciendo de colchón a todos, era grande pero no tanto como para no poder saltar de él al piso. Luego aquella bola rosa hizo el mismo sonido que antes se había escuchado, y ahora era el pequeño zorro que había abrazado en la caja.
- ¡Oh! Nos salvaste. - Aileen volvió a abrazarlo. y otra vez la tenaza intentó atraparlos, pero soltó a el pequeño y detuvo el brazo, debía de mandarlo a volar aunque la estuviese haciendo utilizar ya bastante fuerza.
- No creo que sea buena idea. - Una voz masculina la hizo estrujar con sus dedos una parte de aquel metal, al que por la distracción tuvo que esquivarlo yendo hacia abajo y luego a un lado. Y tenía enfrente entonces a... ¿Un ser de extraña procedencia?
- eh... ¿Pou?
- ¡Domo! - Se quejó.
- Ah... - Quedó pensativa. Pero por ello casi es golpeada de no ser que dio un salto hacia atrás a tiempo. -¿Por qué me atacas? - Preguntó confundida.
- Porque estás causando problemas.
- Solo quiero salir de aquí.
- Exacto. - Y otro golpe fue dirigido a ella, y de nuevo solo alcanzó a esquivar. La verdad es que por mucha fuerza que poseyera, Aileen no sabía pelear, o al menos no sabía hacerlo bien, por eso se concentraba solo en esquivar cada que su padre le enseñaba a Aqua y a ella.

---

- ¿Encontraste algo? - Ikfes aterrizó con cuidado cuando escucho a Justice y además de algunos adultos que pudo observar al rededor, y los niños, parecía que la visión lunar se había transformado en un mal día para salir de casa.
- Hay un cristal en forma de rosa en lo alto, no lo puedo tocar porque está en el interior del domo, pero parece mayormente lo que crea esta cosa.
- Entonces, jefa ¿Qué hay que hacer? - Justice observó a Rudy quien suspiró pesadamente.
- Necesitamos magia.

Luego explico todo necesito descansar al menos xD.

por **Cris** Sáb 7 Jul - 3:04

-¿Qué tipo de magia? -Preguntó Aqua, su tono de voz era calmado pero su lenguaje corporal delataba su preocupación por su hermana. Alternaba su vista de Aileen al grupo que la acompañaba, prestando atención a alguna solución que pudieran dar.
-Algo… -Rudy alzó la voz, pues las voces de los padres desesperados colmaban el ambiente- Algo que nos ayude a entender cómo esa cosa de cristal está controlando todo.
-¿Como un sensor? -Justice apoyó una mano en su mentón, pensativo.
-Sí…
-¿Y cómo conseguimos algo así?

-¡Eh eh eh! Quieto -Advirtió Bryce con voz apresurada a la par que tomaba a un niño en sus brazos- ¿A dónde vas?

La pregunta era retórica pues el muchacho ya sabía la respuesta: El pequeño caminaba perdidamente hacia un espacio donde muchos niños habían quedado atrapados. Cuando comenzó la conmoción, lo primero que hizo fue alejarse a sí mismo y a sus padres de la estampida de gente que corría despavorida ya que en una situación así era fácil caer e incluso ser pisoteado por los demás. Cuando estuvo en un área más tranquila, activó su radar y observó con atención: Tenía que hacer algo, y pronto. Con un movimiento, de las plantas de sus pies robóticos surgió una plataforma que se unió en segundos formando un estilo de patineta muy avanzada y se deslizó hacia el centro del problema, indicando a sus padres que se quedaran en el lugar.

-Son… Demasiados -Musitó en sorpresa cuando llegó a unos metros frente al domo. Sus palabras hicieron a los demás girarse hacia él.
-Es esa cosa -Aqua señaló hacia arriba, desde ahí no se apreciaba bien la rosa por la distancia, pero el rubio podía detallarla perfectamente gracias a su ojo cyborg- Es lo que está generando todo esto -Sin poder disimularlo, su voz se quebró un poco, no de llanto, pero sí de desesperación.
-El problema es que no sabemos cómo lo está haciendo -Habló Rudy, observando al muchacho que aún levitaba unos centímetros del suelo sobre su patineta.
-Debe ser algún tipo de hechizo, por eso necesitamos algo que lo pueda percibir -Ifkes se veía bastante sereno ante la situación.
-No hay problema -Sonrió Bryce- Veamos qué tal funciona.

El joven cyborg se giró, activando su sensor de calor. Al instante, recibió señales calóricas de todas partes del terreno: Eran una especie de esferas mágicas que parecían hipnotizar a los niños, quienes las seguían perdiendo el control sobre ellos mismos. Subió la mirada: Efectivamente, los orbes provenían de aquella estructura rosácea de cristal. Si destruían esa cosa, podían salvar a los niños.

-Esa rosa está emanando esferas hechizadas -Los demás lo miraron un momento sin entender, hasta que un destello naranja del ojo cyborg de Bryce respondió sus dudas internas- ¡Éstas son las que convencen a los niños de venir aquí! -Exclamó con disgusto, las voces de los padres cada vez se hacían más fuertes y empezaban a aturdir.
-¿Qué hacemos? -Esta vez habló Zendaya, con un semblante de preocupación.
-El problema es… Que hay algo que la protege, una estructura en forma de semi-circunferencia… Como un domo -Explicó el rubio.
-Hay que debilitarla entonces -Contempló Justice, su compañera canina asintió.

En ese momento, una niña se acercaba correteando con los brazos extendidos hacia adelante, como tratando de alcanzar algo. Zendaya actuó rápido y la tomó en brazos, a su vez, Bryce atrapó con su mano el orbe que había conducido a la niña hasta ahí y cerró sus dedos, sólo con ello la esfera desapareció.

-Eso… fue sencillo -Alzó una ceja.
-¿Qué hiciste? -Preguntó Ifkes.
-La esfera, la tomé, y en cuanto hice presión se desvaneció.
-¡Bien! Eso puede debilitar a la flor -Animó Rudy- Pero sería más rápido que lo hagamos todos. ¿Hay alguna manera en que podamos verlas?
-Hmmm… ¡Ya sé! El efecto será temporal, pero puedo mostrarles una pantalla holográfica frente a los ojos de cada uno, con la que verán las esferas a través de un sensor de calor.
-¿Te gustan mucho estas cosas de la tecnología, eh? -Cuestionó Ifkes sonriente, con una ceja alzada.
-Es parte de mí -Dijo Bryce encogiéndose de hombros, también sonriente.
-Oh.
-Luego habrá tiempo para hablar -Los apuró Aqua.

Como lo había dicho, Bryce implantó unas pequeñas pantallas holográficas frente a los rostros de cada uno de los jóvenes, que no era más que un pequeño reflejo de su propio escáner. Sin esperar, todos corrieron a desvanecer cuantas esferas podían, con esto los niños se quedaban de pie, aturdidos, y volvían en sí en pocos segundos.

-¡Surte efecto! -Gritó el rubio, quien escaneaba la rosa de cristal, esta lucía más opaca que antes.
-Es el momento entonces, ¿Con qué atacamos? -Preguntó Zendaya.
-¡Bryce! ¿Qué sucede? -Una voz familiar lo hizo voltear, era Fawn, que llegaba abriéndose paso entre la gente.
-En pocas palabras, hay que destruir esa flor gigante -La señaló- Se está llevando a los niños.
-¡Entiendo! -Se giró hacia Zendaya- Supongo que cualquier cosa que corte le hará daño. Quizá… ¿Garras?
-Me apunto entonces -Llegó el pelirrojo animadamente.
-Somos dos -Asintió la castaña.
-¿Ambos pueden llegar allí arriba solos? -Preguntó Bryce rápidamente, a lo que recibió una respuesta afirmativa- Voy con ustedes.

Ifkes se alzó en vuelo en su forma de grifo humanoide, Fawn se transformó en un águila y subió con él, y Bryce levitó con su patineta mecánica junto a ellos. Al llegar, con la fuerza combinada de los tres -las garras de ellos, y un láser emitido por una de las manos del rubio- lograron hacer una grieta en el domo debilitado.

En el suelo, Aqua corrió de nuevo hacia la pared transparente, posando sus manos con desesperación. No podía ayudar a su hermana, no podía cooperar con los demás pues su transformación acarrearía más problemas que soluciones. Sólo podía ver a la rubia esquivar un ataque tras otro de un sujeto enmascarado que la seguía.

-¡Aileen! ¡Aileen! -Sabía que no la escucharía, pero aún así golpeaba el domo invisible con preocupación.

-A ver… Niños despojados del hechizo, padres involucrados… -Evan contaba con la mirada las obstrucciones en la misión- Un grupo de jóvenes agrietaron el domo… Como dije, nos llevaremos lo que haya, no hay necesidad de lidiar con esto.

Exhaló pesadamente y movió el palito de su paleta de un lado a otro de su boca. Se giró e hizo una seña a quienes conducían los camiones, para que marcharan rumbo a su destino con la carga que habían logrado recolectar.

-¿Por qué me atacas? -Volvió a preguntar Aileen, más preocupada y aún inocente, algo cansada de esquivar los ataques del enmascarado.
-Trajiste problemas -Respondió simplemente.

Marek miró hacia arriba al escuchar un estruendo y notó la grieta en el domo. Recordando las palabras de Evan, probablemente se estaban retirando… Y él se había distraído allí, maldición.

En un arranque de rabia, lanzó otro ataque a la chica, el cual produjo un estruendo que asustó a uno de los niños que estaban cerca, uno que al parecer tenía el poder de inflarse como un globo gigante. Aileen, al esquivar el ataque, saltó sin querer sobre el globo, lo que la hizo rebotar bastante alto. De hecho, su espalda dio con la base de la flor en el techo del domo, e hizo que el cristal se agitara y retumbara. Marek aprovechó de salir del domo, sabía que si se quedaba iba a estar en problemas.

Afuera, los tres muchachos aprovecharon que la rosa había sido debilitada de nuevo y, al esperar que Aileen cayera de nuevo al suelo -en realidad, al niño globo- lanzaron un ataque al mismo tiempo con lo que la flor se encendió en un color vivo, dando claras señales de una implosión pronta a destruirla.

-¡Los niños! -Gritó Zendaya desde abajo. Si los cristales caían, podían dañar a los pequeños severamente.
-Creo que no calculamos hasta ahí -Comentó Ifkes con su aire vivaracho, muy fuera de lugar.

Rápidamente, Bryce implantó un campo tecnológico que cubrió a la flor, justo cuando la implosión de la misma se extendía y la hacía pedazos. Los tres se alejaron rápidamente del lugar. Fawn, sin embargo, antes de bajar por completo, observó con su vista de águila a unos camiones en una cima marchándose a toda velocidad… No todos se habían salvado.

Luego de la explosión, el escudo se desvaneció, y únicamente una lluvia de polvo de cristal cayó lentamente del aire. Las personas miraron cómo los niños empezaban a correr asustados hacia la multitud y sus padres hacia ellos.

-Los brazos metálicos de esa cosa, se llevaron a varios niños -Habló la castaña luego de transformarse de vuelta a su forma humana.
-¿A dónde? -Preguntó Justice, que junto a Rudy y Zendaya había ayudado a los niños que salían de las cajas.
-No estoy segura, vi unos camiones en aquella cima -Señaló- Debieron ser ellos.
-… Hay que revisar el lugar -Se adelantó Rudy con severidad.

Mientras Justice y Rudy se organizaban con Fawn para ver si podría llevarlos hasta arriba, Aileen y Aqua se reunían a unos metros de ellos.

En ese momento, la luz del lado oculto de la Luna resplandeció en el lugar. Para unos, iluminaba su reencuentro con sus familiares, para otros, sólo destellaba sobre el terreno donde los habían despojado de sus pequeños hijos.

por **Shiba** Dom 19 Ago - 19:40

Tengo tanto tiempo sin escribir o sin leer algo mínimamente que pueda ser considerado literatura fantástica a lo mucho demasiado técnico... Nada decente va a salir so.. se aguantan xD

No sé ni como comenzar, kill me (?

- ¿Estás bien? - Preguntó Aqua, Aileen solo asintió cuando se lanzó a abrazarla. No se lo iba a decir pero en realidad había tenido bastante miedo. - ¿Cómo llegaste ahí?

- No lo sé. - Explicó. - Solo seguí una luz y de pronto estaba dentro de una caja.

- Aileen, tu sabes que...

- Que debo ser más cuidadosa, hasta que el resto, lo sé. - Bajó la mirada con pesar, pero lo anterior había sido inevitable. - Pero no pasó nada, aquí estoy. - Se excusó con su típico optimismo. Aqua le acarició la cabeza con cariño y la menor sonrió, volviéndose a aferrar a ella.

- Ya, ya. Lo sé.

- ¿Dices que tomaron esa ruta? - Preguntó Justice, su mirada afiló en ese momento. No le terminaba de sorprender ese hecho al igual que a Rudy.

Fawn asintió.

- Parecían llevar bastante carga. - Explicó con clara molestia, después de todo eran niños que quien sabe estarían planeando hacer con ellos.

- Tengo una idea de a dónde los habrán llevado. - Suspiró Rudy. - Pero no podemos actuar ahora como si nada. - Explicó.

- ¿Por qué?

- Si quieres invadir propiedad privada y ser denunciada por mínimo unos cien años, adelante. - Fawn levanto la mano con el dedo índice hacia arriba tratando de refutarlo, pero al final solo volvió a bajar la mano con un rostro de: No ha pasado nada(?.

Mantuvo sus ojos cerrados hasta que el camión se detuvo, sabía que ya habían llegado, el olor a mosquito en plaga lo delataba.

Por lo que bajó sin mucho ánimo, los encargados no tardaron en comenzar a bajar la carga y llevarla hacia dentro de la casa, aquel lugar estaba un poco alejado de la civilización y aunque tenía cámaras de seguridad se notaban apagadas, Evan solo le daba la espalda a todo, los llantos de los niños, y al futuro que les aguardaba. Pero él también tenía cosas que proteger, y por mucha culpa que sintiese, no podía comenzar un alboroto ahí.

Dos personas tan pálidas como una lápida se acercaron, eran los mayores del lugar, y se notaba en sus hermosos cabellos grises y largos, los cuales casi topaban el suelo, y en sus sonrisas adornadas con colmillos más largos y afilados que los de los jóvenes que se encontraban a sus espaldas viendo con atención el lugar hacia donde se llevaban todo.
- Muchas gracias. - La voz acentuada y femenina hizo rebote en los oídos de Evan, y gruñó para sus adentros con clara rabia. - Llévale esto a tu jefe - Le pasó un cheque, que solo le hizo sentir peor. aunque su rostro se mantuviese tan impasible como siempre.

Una vez que terminaron de bajar todo regresó a los camiones para salir de ahí, ahora estaban camuflados como camiones de mudanza y algunos de otras cosas, como compañías conocidas.
- Dale esto a tu padre. - Le dio el papel a Marek, éste se quedó pensando en porqué el papel cuando existían las transacciones ya desde hace muchos años. - Y también dile que no me joda durante toda la maldita semana, al menos que sea algo que me importe. - Le advirtió con mascullos de perro rabioso.
Esa maldita mujer trató de hipnotizarlo ahí mismo, y la cabeza comenzó a dolerle por el esfuerzo que tuvo que hacer para aguantarse romperle la cara.
Al menos esa noche ya solo tenía que regresar a casa y esperar por su recompensa. Tenía la esperanza de que faltase poco para liberarse de ese tormento, aunque al final del día siempre recapacitaba y sabía que en realidad no era el caso.

---

Al termino del festival, las pantallas gigantes de toda la ciudad se prendieron, dando luz para iluminar todas partes.
- Tenemos un aviso para esta festividad. - Una hermosa mujer de cabellos grises, y piel pálida y grisácea apareció en las pantallas junto a una gran Familia. - Los Norteam, estamos agasajados de invitarlos a nuestro humilde hogar, el día de mañana desde las ocho de la noche. - Continuó hablando y la gente prestando especial atención. Muchos ya estaban haciendo sus planes para la siguiente noche.

- Bueno, ya sabemos como entrar. - Comentó Justice. Rudy simplemente asintió. - No se preocupen por los niños, como saben, esta noche ni los tocaran, van a esperar a mañana. - Explicó ante algunas caras largas. El mecanismo de los vampiros siempre era tener un banquete después de ofrecer otro banquete, por lo que sabía que estaban fuera de peligro.

- Hermanita. - Aileen notó que tocaron su mano y era ese mismo niño zorro que había estado dentro, a lo lejos pudo ver a dos adultos de su misma raza a quienes supuso sus padres. - Mi hermanito... mi hermanito.... - Dijo entre sollozos. La rubia no supo que hacer y se puso nerviosa.
- ¿Estará por aquí? - Fue lo que dijo buscando con la cabeza mientras sonreía. El pequeño negó.
- Se lo llevaron. - Aquello cayó como un balde de agua helada a sus espaldas. No recordaba haber visto a un niño con las mismas características dentro de la caja, bien pudo ser su torpeza o el hecho de que lo habían atrapado antes.
- ¡Vamos a encontrarlo! - Le dijo con certeza. Aqua se alarmó.
- Aileen... -
- Es que... - Miró a su hermana, quien la miró con reproche, pero el niño se notó tan ilusionado ante las palabras de la chica que la abrazó esta vez con ilusión. Y Aqua ante aquello suspiró resignada. Aileen ya sabía a quien debía de pedirle (Rogarle) ayuda en ese momento, y quizá se esperaría a que saliesen de la multitud.

Halá!
Está lol

por **Mar.** Jue 9 Abr - 20:04

por **Cris** Vie 29 Ene - 2:40

Tema Re-Abierto.
¡Bienvenido de vuelta, Endless World Lie!

por **Shiba** Vie 5 Feb - 18:52

El desayuno estaba servido en cuanto Aileen salió de su cuarto ya arreglada para un nuevo día escolar. Cualquiera diría que con los eventos nocturnos del día anterior, las clases serían postergadas por seguridad o simple empatía hacia las familias que perdieron: hijos, nietos, sobrinos; pero las cosas no funcionaban así en ese lugar. Era una capital, y una de las metrópolis más agitadas del planeta;así como tenían varias celebraciones por razones culturales y de razas, también tenían sus obligaciones como ciudadanos. Una de estas obligaciones era el mandar a la escuela de manera puntual a cualquier menor que estuviese inscrito en una; algo que Aqua no se permitiría irrespetar.

Y aun así no podía dejar de pensar en lo desanimada que se veía su hermana menor jugando con un tenedor y las moras azules que tanto le gustaban al menearlos de un lado del plato al otro. La discusión de la víspera había sacado muchas discrepancias entre ambas, por consiguiente, Aqua sabía perfectamente que su hermana estaba molesta con ella por haberle negado ayuda, pero era una camisa de once varas que no la permitiría cargar. Sí la comprendía, no era un asunto cualquiera, pero no podía permitirle inmiscuirse en problemas que no eran de ellas, no valía la pena hundir su comodidad por ello.

- Aileen... - La llamó, la joven apenas levantó la mirada. Aqua entrecerró los ojos intentando encontrar la manera de sacarla de ese trance. - No te puedo prometer nada. Sabes que no puedes ir. - Dijo en parsimonia, la rubia solo siguió sintiéndose dolida y volviendo a bajar la cabeza, no podía refutar ese hecho, sabía perfectamente que para ella no era la mejor situación con lo reconocida que era la belleza de estos entes. - Son vampiros. - Le recordó. - Pero, si realmente quieres hacer algo por el pequeño que conociste, debes de ser más razonable.
- ¿A qué te refieres? - Ladeó la cabeza desconcertada.
- Aileen, nosotras dos... solo sería un desastre.
- ¿Le digo a la policía? - su tono fue inocencia mezclada con decepción, y no es que siguiese tan enojada con Aqua, era que se sentía decepcionada. Antes de intentar convencer a su hermana, le pidió ayuda a su compañero, a pesar de que solo habló con Rudy, y la misma solo se negó aun a pesar del esfuerzo que puso para regresar a hablarle con Justice cerca, aunque él parecía más enfrascado en sus pensamientos que otra cosa.
- No cariño, eso sería peor para nosotras. - Tomó su mano y le sonrió. - Si prometes no llamar la atención y centrarte en lo que debes, me lo pensaré. Y veré si algunos conocidos creen poder ir esta noche. - Le dijo. La expresión de Aileen cambió por completo a una más animada, Aqua le sonrió. - Todavía no entiendo cómo las otras razas te pueden causar furor. - Exhaló un suspiro. - La belleza de un dragón no tiene límites.
Esto hizo reír a la menor y ayudó a refrescar el ambiente pesado que antes se había formado. La mayor pudo dejar ir a su hermana con tranquilidad al instituto sabiendo que no iba a cometer una barbarie.

Aileen por su parte, fue al instituto, aunque animada como siempre, no menos preocupada que la noche anterior. Y solo empeoraba a cada momento; sus compañeras no dejaban de hablar sobre el extraño incidente que involucra el repentino apagón en media celebración y la desaparición de varios niños, y cómo ni siquiera los padres con el mejor olfato fueron capaces de recuperar algún rastro de ellos. Mientras que en otros cursos un chisme se empezó a escabullirse por toda la institución que involucró a más de una estudiante y la desaparición de sus hermanos.

Eso la puso a pensar en cómo sería su vida en ese momento si no tuviese a Aqua con ella. Pero sin importar el escenario en el que se colocara, ella por su cuenta, era un caso perdido, a esas alturas lo más probable es que estuviese encerrada en algún tipo de jaula como mejor escenario, y muerta en uno menos fantasioso.

Así mismo, la fiesta de los Norteam no pasó sin mención, en realidad, opacó por completo el verdadero problema de lo ocurrido, pues tendían a ser en su mayoría quejas hacia los correspondientes progenitores de las alumnas, al prohibir el permiso para asistir.
- ¿Tú irás, verdad? - Esta pregunta fue para Aillen, por su compañera de mesa: Una joven de larga cabellera negra y ojos color cielo, una bruja según le había contado.
- La verdad… No estoy segura. - A penas y sonrió nerviosa, otra joven en frente suyo quedó sorprendida de esto.
- Pero vives con tu hermana ¿No? Prácticamente no tienes quién te prohíba ir.
- En realidad… - Fue interrumpida por otra de sus compañeras, a quien la emoción de hablar sobre cómo llevaría su vida si viviese con su hermano. Las demás solo escucharon para terminar riendo de sus extraños hábitos revelados de manera inconsciente, olvidando completamente el comienzo de la conversación y comenzando a platicar sobre trivialidades.

De regreso a casa, en su pequeño recorrido del autobús escolar pudo divisar el pelaje brillante y castaño que tanto le gustaba, por lo que sin pensarlo se bajó en la parada más cercana y corrió hasta chocar con la espalda de la conocida.
- ¡Rudy Anastasia! - Chilló la joven subiéndose a su espalda y abrazándola. La loba apenas y pudo suspirar pesadamente.
- Eres como las garrapatas. - Reprochó a penas. Aileen la miró con las mejillas infladas.
- Ah, es verdad, estoy molesta contigo. - Se bajó de ella y se cruzó de brazos.
- ¿Sigues con eso? - Se giró a mirarla, si tuviese que decirlo ella sí que parecía una mascota molesta y hambrienta. Solo recibió un resoplido. - ¿Qué haces aquí? - Le preguntó, el uniforme que cargaba la menor solo le hacía recordar el por qué se lo negó. Solo era una adolescente.
- Eso pregunto yo, pasaba en el autobús y te vi, así que no me lo pensé para cuando me bajé. - Sonrió ampliamente. Rudy no quería creerlo pero era como si la rubia hubiese desarrollado en muy poco tiempo un tipo de afecto complicado de explicar, pero definitivamente no tenía que ver con su apariencia, si fuese así se le habría lanzado a más de uno ya, pero solo parecía insistir con ella, aun cuando habían tantos transeúntes de tantas razas y culturas.
- Estoy esperando. - Señaló la puerta de lo que aparentaba ser un edificio de oficinas.
- Ah… ¿Siempre es así? - Preguntó clavando la vista en las puertas.
- ¿Insoportable? Sí.
- Me refiero… Tiene alguna necesidad de entrar?. - Rudy entonces recordó, ella era la extraña jovencita de la que habían hablado con Justice, así que entendía esa curiosidad.
- Simplemente hace lo que quiere.
- Se va a meter en problemas.
- Yo evito eso. - Contestó con seguridad. Aileen comprendió.
- Entonces debería de ir contigo a la fiesta. - Se agarró de su pata anterior con una sonrisa.
- Otra vez…
- Así no me meto en líos.
- Creo que eso no pasará. - Le recordó. Aileen volvió a inflarse las mejillas.
- Bien, si algo me pasa será tu culpa.
- No estarás en serio pensando en ir…
- Aqua me dio permiso… A medias. - Manifestó volviendo a centrarse en Rudy, las puertas se habían abierto y había podido notar la cabellera blanca. El camino que tardó el humano en alcanzarlas, Aileen aprovechó a ocultarse detrás del licántropo.
- Parece que te olfatea. - El peliblanco bromeó con una Rudy que apenas y vio al cielo por paciencia. - ¿Qué hace aquí?
- Tú lo has dicho, me olfatea.
Justice mantuvo su rostro monótono como si eso fuese realmente lo que esperaba escuchar, pero Rudy sabía que no era el caso, si acaso hasta le estaba cuestionando aquello, pues hasta se atrevió a dar un vistazo a las espaldas de la loba, a penas observando la brillante cabellera rubia.
- Ha sido una coincidencia.- Le explicó.
- Que pequeño es el mundo.
- Es una zona comercial… - Se atrevió a decir Aileen sin la intención de salir de dónde estaba.
- También es verdad. - Le hizo señas a Rudy sobre qué ocurría realmente, la loba parecía reacia a querer explicar eso. - ¿Estás enojada o algo? - Preguntó de la nada, y la espalda de Rudy sintió el peso de Aileen al haberse aferrado.
- Escucha... - La loba le explicó la situación al humano, éste solo se encogió de hombros.
- Que vaya.
- Cállate.
- Serías una buena chaperona. Ya eres una perfecta compañera…
Justice estuvo a punto de acariciar su cabeza, pero la pata de Rudy lo detuvo. Él pareció decepcionado.
- ¿Estás de acuerdo? - Aileen medio asomó la cabeza para observar al hombre a penas sobre el pelaje.
- Me da igual. - Respondió él indiferente.
- No digas eso… - Pidió su compañera. Él le quitó importancia, la había visto antes, no es que no supiera defenderse. Y el hecho de que justamente la joven con la que hablaban, de tantas jóvenes que asistirán, se metiese en problemas era casi nula.
- ¿Ustedes van?
- Algo así. - Contestó Rudy quien apenas movió la cola en ansiedad. Aileen pareció ilusionarse.
- Eso nos hace cuatro.- Dio un saltito. - ¡Le voy a decir a Aqua! - Dijo sin esperar nada más antes de salir corriendo en la misma dirección que antes había tomado el autobús.
- ¿Te huele a demonio? - Preguntó Justice, Rudy le pisó el pie.

Quedó más largo de lo que tenía en mente, peor más corto que otras veces... 'Toy satisfecha, creo (?

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