Últimos temas
[Roll~P] Last Hope
2 participantes
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
[Roll~P] Last Hope
Conocí a un viajero de una tierra antigua
quien dijo: «dos enormes piernas pétreas, sin su tronco
se yerguen en el desierto. A su lado, en la arena,
semihundido, yace un rostro hecho pedazos, cuyo ceño
y mueca en la boca, y desdén de frío dominio,
cuentan que su escultor comprendió bien esas pasiones
las cuales aún sobreviven, grabadas en estos inertes objetos,
a las manos que las tallaron y al corazón que las alimentó.
Y en el pedestal se leen estas palabras:
"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!"
Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia
de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas»
Nos hemos convertido en un pasaje en la historia.
Pero al menos no hemos sido el punto final.
Si lo hubiera sabido...
Habría hecho tantas cosas...
El fin se acerca . . .
quien dijo: «dos enormes piernas pétreas, sin su tronco
se yerguen en el desierto. A su lado, en la arena,
semihundido, yace un rostro hecho pedazos, cuyo ceño
y mueca en la boca, y desdén de frío dominio,
cuentan que su escultor comprendió bien esas pasiones
las cuales aún sobreviven, grabadas en estos inertes objetos,
a las manos que las tallaron y al corazón que las alimentó.
Y en el pedestal se leen estas palabras:
"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!"
Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia
de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas»
Nos hemos convertido en un pasaje en la historia.
Pero al menos no hemos sido el punto final.
Si lo hubiera sabido...
Habría hecho tantas cosas...
El fin se acerca . . .
Nombre: Sophia Akerman
Edad: 21
Apariencia:
Extras:
- Tiene cierta tendencia a recoger cosas que le parezcan cute.
- Le gusta los animales e intentar ganarse su amistad.
- El alcohol le sienta como agua. No hace efecto pero tampoco es inmortal.
- Es hija única. Sus padres están de viaje.
- Va a la universidad. ¿Que estudia? Pues todavía no se, cuando se me ocurra algo decente lo edito xD
Pareja:
Edad: 21
Apariencia:
- Spoiler:
Extras:
- Tiene cierta tendencia a recoger cosas que le parezcan cute.
- Le gusta los animales e intentar ganarse su amistad.
- El alcohol le sienta como agua. No hace efecto pero tampoco es inmortal.
- Es hija única. Sus padres están de viaje.
- Va a la universidad. ¿Que estudia? Pues todavía no se, cuando se me ocurra algo decente lo edito xD
Pareja:
Nombre: Lin Ling
Edad: 22
Apariencia:
Extras:
- De apodo Lily. Casi nadie conoce su nombre completo real.
- Cuando esta sola o seria, siempre adquiere su aura de mujer madura.
- No le gusta dar rodeos en temas serios.
- Sin familia.
Pareja:
Edad: 22
Apariencia:
- Spoiler:
Extras:
- De apodo Lily. Casi nadie conoce su nombre completo real.
- Cuando esta sola o seria, siempre adquiere su aura de mujer madura.
- No le gusta dar rodeos en temas serios.
- Sin familia.
Pareja:
Última edición por Nya el Jue 3 Oct - 22:08, editado 7 veces
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
Nombre: Cassidy Burton
Edad: 22
Apariencia:
Extras:
- Es mecánica. Y le encanta hacer inventos, de diferentes tipos, ya sean juguetes, artilugios para uso común, hasta autos, y si se lo piden y le permiten hasta se entrometería en la robótica, y armas de diferentes tipos. Por lo tanto es muy buena con cosas tipo algoritmos, junto a la programación y mecanismos computarizados, por tanto su meta es alcanzar una inteligencia artificial única, y lo mayormente parecida a la humana que se le sea posible.
- Viene de una familia con dinero.
- Siempre le ha gustado peinarse como si aparentase tener orejas de gato, por tanto, esos mechones que se ven, son cabello y ya.
- Le dicen Cassi.
- Es algo así como una tomboy, por la manera que tiene de vestirse, prefiriendo la ropa sencilla de chico a la de chica, ya que se siente mucho más cómoda con esta que con una falda, vestido o tacones (Para una fiesta por ejemplo usará traje). Pero no olvidemos que es una chica de todas maneras, por lo que el uso de shorts, blusas jeans, y hasta licras o leggins, mientras lo sienta cómodo, tanto para cargar y para ver, es decir, es muy conservadora consigo misma, más que del hecho de querer parecer hombre o algo así.
- A veces la confunden con un chico (Uno lindo) por su misma manera de vestir, en primer lugar no es algo que le moleste y a veces juega con eso.
- También es conservadora con los demás. De una forma que hasta parece natural que si una chica está subiendo la escalera y anda en falda ella hará pantalla, o será la primera en acomodar la ropa que esté mal puesta exponiendo demasiada piel. o lo que a ella le parezca excesivo. Y no es un tipo de complejo, simplemente le da vergüenza.
- Tiene una hermana menor, por lo que puede que sea la principal razón de que está acostumbrada a hacer cosas como esa, aunque sean personas que no conozca bien.
- Así que es un poco mano floja con el cuerpo de los demás, a veces no lo hace apropósito.
- Sus hobbies son la fotografía y el baile. Cuando ha tenido una mala racha cualquiera de las dos cosas la animan. Además sus animales favoritos son los gatos, ellos también la alegran, tiene dos en casa.
- Su voz es de contralto. Ojo ella no canta, simplemente posee una voz profunda. Una que se sigue distinguiendo como de chica, solo que se tenga mal oído, lo que a veces pasa.
- No es muy fuerte que digamos, hasta se le puede considerar una debilucha, puede con una caja de herramientas, pero con el peso de una persona, a menos que sea más pequeño que ella no.
Pareja:
------
Nombre: Elisa Burton
Edad: 15
Apariencia:
Extras:
- A pesar de querer mucho a su hermana, esta misma es la razón de un gran resentimiento. Ya que ella no es la hija modelo que su hermana sí, por eso ha crecido de tal manera para ser su opuesto. Por esto mismo se ha pintado el cabello de negro a pesar de ser plateado también. Aun así está muy acostumbrada al hecho de que su mayor la malcría demasiado, y cuida demasiado de ella, por tanto cuando necesita ayuda ella siempre es su primera opción.
- Algo que siempre le hecha en cara a su hermana es que por esa fama que tiene nunca va a conseguir novio, pero nunca usa un tono que no sea de broma, la primera vez que se lo dijo de verdad, acusándola de robarle a sus nuevas amigas (? la hizo llorar a tal punto que la mayor no le dirigió la palabra durante un mes.
- Su materia extracurricular es basquet, por tanto es muy hábil y corre rápido. No es fácil que se canse.
- Tiene las de perder en un juego mental, pero en uno físico tiene oportunidad.
- Su voz es mucho más ligera que la de Cassi. y su estilo de vestir es por mucho más femenino.
- Como usa maquillaje, o está acostumbrada a ello, es normal que la confundan como la mayor, a pesar de ser unos centímetros más baja que su hermana. Además de que da un aire más cálido.
Pareja:
Edad: 22
Apariencia:
- Spoiler:
Extras:
- Es mecánica. Y le encanta hacer inventos, de diferentes tipos, ya sean juguetes, artilugios para uso común, hasta autos, y si se lo piden y le permiten hasta se entrometería en la robótica, y armas de diferentes tipos. Por lo tanto es muy buena con cosas tipo algoritmos, junto a la programación y mecanismos computarizados, por tanto su meta es alcanzar una inteligencia artificial única, y lo mayormente parecida a la humana que se le sea posible.
- Viene de una familia con dinero.
- Siempre le ha gustado peinarse como si aparentase tener orejas de gato, por tanto, esos mechones que se ven, son cabello y ya.
- Le dicen Cassi.
- Es algo así como una tomboy, por la manera que tiene de vestirse, prefiriendo la ropa sencilla de chico a la de chica, ya que se siente mucho más cómoda con esta que con una falda, vestido o tacones (Para una fiesta por ejemplo usará traje). Pero no olvidemos que es una chica de todas maneras, por lo que el uso de shorts, blusas jeans, y hasta licras o leggins, mientras lo sienta cómodo, tanto para cargar y para ver, es decir, es muy conservadora consigo misma, más que del hecho de querer parecer hombre o algo así.
- A veces la confunden con un chico (Uno lindo) por su misma manera de vestir, en primer lugar no es algo que le moleste y a veces juega con eso.
- También es conservadora con los demás. De una forma que hasta parece natural que si una chica está subiendo la escalera y anda en falda ella hará pantalla, o será la primera en acomodar la ropa que esté mal puesta exponiendo demasiada piel. o lo que a ella le parezca excesivo. Y no es un tipo de complejo, simplemente le da vergüenza.
- Tiene una hermana menor, por lo que puede que sea la principal razón de que está acostumbrada a hacer cosas como esa, aunque sean personas que no conozca bien.
- Así que es un poco mano floja con el cuerpo de los demás, a veces no lo hace apropósito.
- Sus hobbies son la fotografía y el baile. Cuando ha tenido una mala racha cualquiera de las dos cosas la animan. Además sus animales favoritos son los gatos, ellos también la alegran, tiene dos en casa.
- Su voz es de contralto. Ojo ella no canta, simplemente posee una voz profunda. Una que se sigue distinguiendo como de chica, solo que se tenga mal oído, lo que a veces pasa.
- No es muy fuerte que digamos, hasta se le puede considerar una debilucha, puede con una caja de herramientas, pero con el peso de una persona, a menos que sea más pequeño que ella no.
Pareja:
------
Nombre: Elisa Burton
Edad: 15
Apariencia:
- Spoiler:
Extras:
- A pesar de querer mucho a su hermana, esta misma es la razón de un gran resentimiento. Ya que ella no es la hija modelo que su hermana sí, por eso ha crecido de tal manera para ser su opuesto. Por esto mismo se ha pintado el cabello de negro a pesar de ser plateado también. Aun así está muy acostumbrada al hecho de que su mayor la malcría demasiado, y cuida demasiado de ella, por tanto cuando necesita ayuda ella siempre es su primera opción.
- Algo que siempre le hecha en cara a su hermana es que por esa fama que tiene nunca va a conseguir novio, pero nunca usa un tono que no sea de broma, la primera vez que se lo dijo de verdad, acusándola de robarle a sus nuevas amigas (? la hizo llorar a tal punto que la mayor no le dirigió la palabra durante un mes.
- Su materia extracurricular es basquet, por tanto es muy hábil y corre rápido. No es fácil que se canse.
- Tiene las de perder en un juego mental, pero en uno físico tiene oportunidad.
- Su voz es mucho más ligera que la de Cassi. y su estilo de vestir es por mucho más femenino.
- Como usa maquillaje, o está acostumbrada a ello, es normal que la confundan como la mayor, a pesar de ser unos centímetros más baja que su hermana. Además de que da un aire más cálido.
Pareja:
Última edición por Fire. el Jue 10 Oct - 22:09, editado 1 vez
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
Eran las últimas, ya no quedaba nadie que pudiera rescatarlas; la última fortaleza de la humanidad y que se convertía en cenizas y pasto de las llamas y la destrucción. Ni si siquiera hubo tiempo para descargar toda la munición durante la invasion que, antes las llamas, ahora simplemente se convertían en pequeñas bombas que explotaban aleatoriamente por aquí y por alla.
Ella siempre había puesto a sus amigos por encima de si y aunque eso le había traído siempre problemas, esta vez no parecía tener un final feliz. Su cuerpo ahora simplemente se desangraba en sus brazos y no podía aceptar aquello, las lágrimas que hace tiempo se habían secado simplemente brotaban por sus ojos hasta caer en las mejillas de la castaña.
HIzo el intento de apartar sus largos cabellos rubios de su rastro con la intención de volver a verla antes de despedirse y lo único que logró fue dejar una marca de sangre su mejilla derecha. No le quedaba mucho tiempo y lo sabía.
- Es la primera vez que te veo llorar. - Susurró. Intentó reir pero se detuvo al sentir un punzante dolor en su cuerpo. - También es la primera vez que haces un rostro tan feo. ¿Y Cass? - No respondió nada, en su lugar negó con la cabeza.
- Es el fin ¿verdad? -
Lily no mencionó nada, en su lugar simplemente cerró sus ojos con una leve sonrisa, lo más que le permitía su cuerpo.
- Espero poder encontrarme contigo de nuevo... Algún día. - Dijo abrazándola.
- Seguro que sí. -
No entendía muy bien lo que pasaba y de hecho tardó varias horas en asimilarlo todo. Cuando se había tranquilizado, solo dos cosas le venían a la cabeza, o había muerto y estaba en el paraíso o había retrocedido de alguna forma atrás en el tiempo ya que justamente, era una semana antes del comienzo del apocalipsis según indicaba la fecha en su móvil.
Cuando había abierto sus ojos, simplemente estaba ahí parada en mitad de la calle comercial, en el mismo lugar, con la misma ropa e incluso la misma cantidad de dinero antes de que sucediera todo. Por supuesto, la misma fecha.
Y al menos de que se hubiese dado un golpe bastante serio en la cabeza, tenía la sensación de que lo que había vivido no era un sueño y si realmente había viajado hacia atrás, una teoría improbable, tenía que prepararse inmediatamente para el fin del mundo. En parte le hacía algo de gracia porque a pesar de todas las teorías sobre el fin de la humanidad, la gran extinción o como se quiera titular el apocalipsis, ninguno acertó lo que iba a suceder. Pero si de verdad había retrocedido en el tiempo, esta vez sabría lo que iba a pasar y podía adelantarse a todo antes de que ocurriese. No hizo falta que se autoconvenciera mucho para que se pusiera en marcha a buscar sus compañeros y salvarlos de un destino fatal.
Al principio tenía grandes ideas pero conforme mas pensaba, mas se desanimaba. ¿Quien la iba a creer? No podía ir así sin mas y soltar "El fin se acerca, ven conmigo."
Al final decidió que la mejor parte por donde empezar era cambiarse su ropa a algo mas cómodo y útil pero no por ello menos elegante. Hubiera preferido su atuendo de siempre pero no tenía poder para quejarse de su segunda oportunidad. Su anterior yo le hubiera dolido gastar el dinero de la forma que estaba a punto de hacer pero ahora no dudaría ni un segundo en ello. Y si acaso no sucedía nada... sería un buen regalo para ella misma.
No tardó mucho en encontrar las partes de su atuendo o por lo menos lo mas que se parecía y por supuesto, no retrasaría mas en ponerselo en ese mismo instante. Pero se dio cuenta de que en ese mismo lapso de compras, se había cansado; su condición física había vuelto al mismo estado que en el pasado. Estaba sudando y se obligó a sentarse justo en la orilla de una fuente.
Se permitió disfrutar de la brisa y del murmurllo de la multitud despreocupada y sin miedo a perecer en cualquier momento, que duró poco cuando una sombra tapó su rostro.
- ¡Hola! -
Dos chicos mas alto que ella estaban delante suya. Por supuesto ya sabía de que iba el asunto.
- ¿Estás sola? Mi amigo quiere conocerte mejor. - "Patéeetico" Susurraba una voz interna suya.
- No me uses como excusa. -
- Estoy esperando a alguien. Gracias. - Intentó excusarse. Sobraba decir que era mentira.
- No seas así, dale una oportunidad. Nos llamó la atención tu forma tan rara de vestir. -
- De verdad que estoy ocupada. -
- Al menos danos tu número, luego si quieres me bloqueas. - Dijo tomándola de la mano.
- Ugh, te he dicho que-
- La molestais. -
Los tres miraron hacia atrás a una tercera voz, que se abrió paso por si misma hasta enlazar su brazo con la rubia arrebatándola del chico. - ¿Algún problema? - Los dos se encogieron los hombros y decidieron marcharse sin mas.
- Cassi... -
La chica le miró con cierta sorpresa. - ¿Como sabes mi nombre?
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
Su día hasta un momento, había sido como siempre, aburrido igual a toda su rutinaria vida, Aunque tuvo la excepción de que terminó sus labores temprano, y su hermana había decidido encerrarse en su cuarto con un berrinche al ella prohibirle ir a una pijamada con chicas que ella misma no conocía.
A pesar de estar golpeando todo el rato la puerta de su habitación la menor decidió que no quería salir y que no la quería ver más, además de decidir en ese momento que la odiaba.
Retuvo el llanto durante tres segundos, cuando sonó la puerta del cuarto de su hermana. Pasó un minuto para que dejase de llorar, otros dos minutos gritándole a la puerta del cuarto de su hermana cosas como que estaba siendo una malcriada y malagradecida. Su hermana diciendo cosas sin sentido era una de las pocas cosas que la hacían entrar en demencia como nadie.
Eso la hizo ofuscar a tal nivel que decidió tomar la primer sudadera negra que vio jeans flojos, gorra, y salir de ahí con cara de pocos amigos.
Se quedó un buen rato en el primer columpio que encontró vacío, por suerte un fuerte suspiro, le impidió ponerse a llorar de nuevo, eso junto a todo el escándalo del rededor. Era una hora dónde las personas transitaban mucho, especialmente jóvenes sin nada mejor que hacer además de pasear de un parque a un centro comercial o todo lo contrario.
Después de que una pequeña niña se le acercase con las mejillas sonrojadas y ojos de perrito, comprendió que necesitaba el columpio, por lo que se levantó cediéndolo, le palmó la cabeza y se fue de ahí.
Todo había regresado a la calma hasta que vio a una joven desconocida siendo molestada por personas que podrían saber de todo, menos coquetear correctamente.
Realmente no le gustaba entrometerse en los asuntos de nadie, y mucho menos en los ajenos, pero, no era una escena que pudiese dejar pasar por alto.
Y aunque la ayudó en cuanto ellos se fueron sin decir nada, sabía que nuevamente la confundieron con el género opuesto y quizá hasta como el novio de la misma, cosa que le importaba poco, pero luego escuchar aquel diminutivo de su nombre la dejó completamente perpleja, y sabía al notar la expresión de la chica que algo raro había.
- Casi... me llevaban a rastras. - Se excusó rápidamente, cosa que dejó a la otra joven con una ceja levantada. - Lo siento, por eso... Y gracias. - Hizo una suave seña con los ojos, la otra joven todavía la sostenía del brazo, y al entender esto, la soltó.
- Seguro. - Dijo simplemente con una suave pero extraña sonrisa ladeada, se notaba que todavía le parecía extraño lo anterior. - Si me dejas darte una recomendación... - La miró de arriba a abajo, era algo casi imposible a lo que acostumbrarse, aunque a ella ya le diese igual, y ya supiese que venía después. - Deberías de intentar otro tipo de vestuario. - Se puso nerviosa al ver cómo la otra chica la miraba, parecía como si no estuviese de acuerdo con lo que le decía; o estuviera en las nubes una de dos. - Ya sabes, así, solo atraes la atención de personas como esos que se acaban de ir. - Señaló en la dirección en que los otros jóvenes habían desaparecido. En cambio la rubia se debatía entre reír o llorar. - ¿Me estás escuchando al menos? - Sonó hasta preocupada, mientras pasaba una mano frente a la mirada perdida de ella.
- Emm... Sí. - Reaccionó. Eso solo le confirmaba que ella era la única con el recuerdo de una guerra perdida entre manos. Y eso solo lo hacía más difícil. Algo diferente es que... en su tiempo real, nunca se haría imaginado que podía haberse encontrado con esa chica justamente ahí.
- ¿Segura? - Y solo recibió un asentimiento. Hizo una mueca y terminó encogiéndose de hombros.
- Entonces... ¿Quieres ir por algo dulces? - Preguntó. La rubia levantó la mirada casi hasta asustada, como si viese un fantasma. Claro que por lo pálida ya lo parecía, pero esto más bien era del recuerdo. - Si no quieres no hay problema, hasta puede que estés ocupada. - Se apresuró a decir. - Simplemente... No sé que hacer ahora, y no me vendría mal un poco de compañía. - Añadió con una suave sonrisa, hasta parecía que estaba coqueteando con ella, aunque ya sabía que era algo muy inconsciente de la joven.
- No veo por qué no.
- ¿En serio? Vaya...
- No tengo nada que hacer. - Hizo un encogimiento de hombros mucho más delicado y de gracia. La otra joven sonrió.
- Conozco un buen lugar. - Dijo simplemente comenzando a caminar seguida de la extraña. - Cassidy. - Dijo acomodándose la gorra, la otra joven solo la miró como si no fuese nada nuevo, Cassidy, se la quedó mirando en cambio esperando una respuesta. - ¿Y tu eres...?
- Ah... Sophia. - Reaccionó mientras continuaban su camino.
- Un gusto, Sophia. - Sonrió ampliamente. - Los dulces de este lugar te van a encantar, ya verás.
A pesar de estar golpeando todo el rato la puerta de su habitación la menor decidió que no quería salir y que no la quería ver más, además de decidir en ese momento que la odiaba.
Retuvo el llanto durante tres segundos, cuando sonó la puerta del cuarto de su hermana. Pasó un minuto para que dejase de llorar, otros dos minutos gritándole a la puerta del cuarto de su hermana cosas como que estaba siendo una malcriada y malagradecida. Su hermana diciendo cosas sin sentido era una de las pocas cosas que la hacían entrar en demencia como nadie.
Eso la hizo ofuscar a tal nivel que decidió tomar la primer sudadera negra que vio jeans flojos, gorra, y salir de ahí con cara de pocos amigos.
Se quedó un buen rato en el primer columpio que encontró vacío, por suerte un fuerte suspiro, le impidió ponerse a llorar de nuevo, eso junto a todo el escándalo del rededor. Era una hora dónde las personas transitaban mucho, especialmente jóvenes sin nada mejor que hacer además de pasear de un parque a un centro comercial o todo lo contrario.
Después de que una pequeña niña se le acercase con las mejillas sonrojadas y ojos de perrito, comprendió que necesitaba el columpio, por lo que se levantó cediéndolo, le palmó la cabeza y se fue de ahí.
Todo había regresado a la calma hasta que vio a una joven desconocida siendo molestada por personas que podrían saber de todo, menos coquetear correctamente.
Realmente no le gustaba entrometerse en los asuntos de nadie, y mucho menos en los ajenos, pero, no era una escena que pudiese dejar pasar por alto.
Y aunque la ayudó en cuanto ellos se fueron sin decir nada, sabía que nuevamente la confundieron con el género opuesto y quizá hasta como el novio de la misma, cosa que le importaba poco, pero luego escuchar aquel diminutivo de su nombre la dejó completamente perpleja, y sabía al notar la expresión de la chica que algo raro había.
- Casi... me llevaban a rastras. - Se excusó rápidamente, cosa que dejó a la otra joven con una ceja levantada. - Lo siento, por eso... Y gracias. - Hizo una suave seña con los ojos, la otra joven todavía la sostenía del brazo, y al entender esto, la soltó.
- Seguro. - Dijo simplemente con una suave pero extraña sonrisa ladeada, se notaba que todavía le parecía extraño lo anterior. - Si me dejas darte una recomendación... - La miró de arriba a abajo, era algo casi imposible a lo que acostumbrarse, aunque a ella ya le diese igual, y ya supiese que venía después. - Deberías de intentar otro tipo de vestuario. - Se puso nerviosa al ver cómo la otra chica la miraba, parecía como si no estuviese de acuerdo con lo que le decía; o estuviera en las nubes una de dos. - Ya sabes, así, solo atraes la atención de personas como esos que se acaban de ir. - Señaló en la dirección en que los otros jóvenes habían desaparecido. En cambio la rubia se debatía entre reír o llorar. - ¿Me estás escuchando al menos? - Sonó hasta preocupada, mientras pasaba una mano frente a la mirada perdida de ella.
- Emm... Sí. - Reaccionó. Eso solo le confirmaba que ella era la única con el recuerdo de una guerra perdida entre manos. Y eso solo lo hacía más difícil. Algo diferente es que... en su tiempo real, nunca se haría imaginado que podía haberse encontrado con esa chica justamente ahí.
- ¿Segura? - Y solo recibió un asentimiento. Hizo una mueca y terminó encogiéndose de hombros.
- Entonces... ¿Quieres ir por algo dulces? - Preguntó. La rubia levantó la mirada casi hasta asustada, como si viese un fantasma. Claro que por lo pálida ya lo parecía, pero esto más bien era del recuerdo. - Si no quieres no hay problema, hasta puede que estés ocupada. - Se apresuró a decir. - Simplemente... No sé que hacer ahora, y no me vendría mal un poco de compañía. - Añadió con una suave sonrisa, hasta parecía que estaba coqueteando con ella, aunque ya sabía que era algo muy inconsciente de la joven.
- No veo por qué no.
- ¿En serio? Vaya...
- No tengo nada que hacer. - Hizo un encogimiento de hombros mucho más delicado y de gracia. La otra joven sonrió.
- Conozco un buen lugar. - Dijo simplemente comenzando a caminar seguida de la extraña. - Cassidy. - Dijo acomodándose la gorra, la otra joven solo la miró como si no fuese nada nuevo, Cassidy, se la quedó mirando en cambio esperando una respuesta. - ¿Y tu eres...?
- Ah... Sophia. - Reaccionó mientras continuaban su camino.
- Un gusto, Sophia. - Sonrió ampliamente. - Los dulces de este lugar te van a encantar, ya verás.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
Tenía ganas insoportables de llevársela de ahí a otro lugar pero que le podía decir, ¿que el fin del mundo estaba a la vuelta de la esquina? La Cassidy que conocía puede que sí le creyese, pero la que estaba delante de ella no era la misma porque en su tiempo, se habían conocido en otro momento. Si era la segunda oportunidad, intentaría esta vez arreglar las cosas con ella.
La cabeza ya le estaba doliendo con todo ese tema y sentía que de un momento a otro le iba a estallar la cabeza. Por suerte, una idea le vino a la cabeza para acabar con ese mal. Si de verdad estaba atrás en el pasado, entonces ocurrirían cosas que ya sabía como por ejemplo, el incendio que justo que declaró aquel día, osea, ahora mismo en la ciudad, pero lejos de ellas.
- Para dos. -
Aquella frase la sacó de sus pensamientos y volvió a la realidad. Sin darse cuenta ya estaba en aquel acogedor lugar, una mezcla entre cafetería, bar y pastelería; no muy grande pero tampoco de tamaño ínfimo.
Nada mas sentarse, Cassi se hizo hueco a su lado quedando un tanto demasiado cerca de ella para recién haberse conocido. A pesar de no ser la misma, seguía haciendo esas cosas que podrían darte un micro infarto de los nervios. "Cosas que nunca cambiarán." Pensó.
- Espero que te guste el chocolate. - Sophia suspiró con gracia.
- A quien no le gusta el chocolate. - Dijo a lo que Cassi le sonrió.
- Este y este. - Le dijo a la camarera. - ¿Quieres algo de beber? - Sophia pensó por un largo tiempo. Realmente no quería parecer un agujero negro pidiendo demasiado.
- Es suficiente para mí. -
- Okay. - Cassi volvió hacia la chica. - Y uno de este entonces. - Dijo cerrando el pequeño libro de la carta y devolviendoselo a la joven. Una vez que se había marchado lo suficientemente lejos, se volvió hacia la rubia. - Entonces, ¿que haces con un atuendo así de gracioso? Es como un disfraz. No te queda mal, de hecho te sienta bien pero no es típico. - Sophia dejó escapar una suave sonrisa.
- Mientras me quede bien todo está bien. ¿No se viste la gente por eso? -
- Supongo. -
A pesar de que estaban a una semana del comienzo del fin de la humanidad, Sophia recordó que en realidad ya había comenzado. Cierta gente comenzaría a desmayarse sin más y al principio nadie notaría nada pero al séptimo día, todo iba a colapsar repentinamente sin más y entre el séptimo día y el octavo, comenzaría el fin de los tiempos, el momento en que nosotros mismos seríamos nuestros enemigos.
Su aviso serían las noticias. En el momento en que aumentaran los reportajes de problemas repentinos entre la sociedad u hospitales colapsados, sabía que sería el último aviso de que se preparara para todo y ese momento, sería el último día que tenía para arrastrar a Cassidy consigo.
Aunque tenía mucho que pensar, la tarta que se puso delante suya cortó su concentración. El porción de tarta de Cassidy era de un crema de chocolate, parecido al flan pero mas blando y parecía que con un soplo se iba a desmoronarse por si misma. A su lado, un vaso de tamaño decente y generoso de alguna bebida, presumiblemente un batido por su color rojizo.
El plato sorpresa de Sophia, nada que ver con la de Cassidy, era un bizcocho de tres capas, siendo la mitad presumiblemente de chocolate así como las capas de crema y el topping. Enseguida tomó la cuchara para darle un bocado y aunque efectivamente estaba delicioso, tenía la boca seca. Se arrepintió de no haber pedido nada para beber. Lo peor de todo es que tenía que soportar ver como Cassi disfrutaba de su tarta, intercambiando cucharadas con un sorbo de su batido. "Sigue siendo igual de mala que antes."
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
Una tarta siempre es disfrutable, pero cuando una tarta es a base de harina y no se tiene ningún acompañamiento líquido para que resbale con facilidad, y tener a una persona en frente tener ese gusto no era algo agradable.
-¿Pasa algo? - El último pedazo de tarta descansaba en los dientes de aquel mini tenedor, mientras que el batido parecía aún mantenerse a la mitad. No sabía si pedir un poco era prudente. - ¿No te gusta? - La mirada de tristeza de aquellos ojos grises le sentaron mal, no es que pareciese muy feliz antes, pero en ese momento ya se veía devastada. Y aunque la había visto peor, era fácil condolerse de ella, especialmente sabiendo lo sensible que llegaba a ser.
- No es eso. - Su voz salió un poco ronca gracias a lo seca que la sentía, y tuvo que aclararse la garganta de la manera más disimulada que pudo. Y escuchó lo más parecido a un resoplido de burla de parte de Cassidy, y después la mitad del batido estaba junto a su tarta. - Tampoco era eso. - Sus mejillas rosas en vergüenza la delataban, y vio como la chica frente suyo solo se aguantó la risa apretando los labios y desviando el rostro.
- Yo estoy llena. - Se explicó tranquila, Sophia bajó la mirada a la tarta nuevamente, y no esperó dos segundos más para tomar del batido, el que también estaba muy bueno. Iba perfecto con la tarta. - ¿No vienes mucho por aquí? - Preguntó apoyando la barbilla en la mano, cualquiera aceptaría que aquella mesa no era muy cómoda para cualquier codo, y quizá por eso la peligris sólo apoyó medianamente el antebrazo al borde, y quizá también por educación.
- Diría que sí, pero no tanto como para comprar, ni recorrer mucho. - Fue por el siguiente bocado, y ¡Qué diferencia era!
- Ya veo. - Sonrió. - Eso explica mucho.
Sophia esperó a tragar.
- ¿Cómo?
- Bueno, la vestimenta, más que nada. - Se explicó. - Y a veces vengo con mi hermana, es un poco obsesiva con las tiendas. - Se encogió de hombros.
- ¿Tienes hermana? - Preguntó fingiendo demencia. Recordaba que en el tiempo del gran final, Cassi había terminado en muy malos términos con la otra joven, a un nivel que nunca se perdonó el haberla perdido justo en un momento donde la molestia entre ambas era muy fuerte.
Cassidy asintió tranquila.
-Es menor que yo, es una buena niña a pesar de ser algo berrinchuda. - Se rió con cierta traba, recordaba la discusión que había tenido antes con la misma. - Se llama Elisa. Nunca entendí porqué le pusieron un nombre tan simplón ¿Sabes? A esta fecha hasta me pregunto si en algún momento reconocerá la canción o no. - Empezó a hablar tranquila, no era que pareciera como si se percatara de que estaba hablando, pero tampoco era como si estuviese sacando conversación a la fuerza, más bien, estaba sacando cualquier cosa. La otra joven rió suavemente, ya solo le faltaba menos de la cuarta parte de la torta. - ¿Y tú, tienes hermanos?
- ¿Yo? - La miró con sorpresa de la pregunta, y respiró hondo. - Pues, si los tengo no lo conozco. - Dijo con una sonrisa. Cassidy quedó en silencio un momento, pero luego sonrió.
- Ha de ser genial eso de ser hija única.
- No tanto… - Se debatió internamente, algo que se notó en el suave movimiento de cabeza que hizo.
- No tener con quien discutir y arañarse a de ser aburrido ¿Eh?
- ¿Ustedes se arañan? - Preguntó casi horrorizada.
- Más ella a mí. - Subió un poco la manga dejando ver su antebrazo y la marca de dos arañazos, a menos que fuesen gatos, su hermana tenía las uñas demasiado largas.
- ¿Segura que no fue un gato?
- ¿Cómo sabes? - Le dijo en una sorpresa divertida. - Antes de ayer uno de mis gatos por jugar me metió un poco las uñas. - Rió. - Las de mi hermana son estas. - Giró el brazo dejando ver la reversa. Aquello era un poco más grueso pero menos profundo. Al menos todo parecía haber cicatrizado ya.
- ¿También tienes dos gatos, eh? - Murmuró más para sí. Aquello si no lo sabía. Muy seguramente cuando se conocieron los felinos tuvieron que haber huido o algo peor. - ¿No deberían de tratarse mejor?
- ¿Tu crees? - Se volvió a tapar el brazo. - Supongo es lo justo, ese día yo le eché un tazón de cereal con leche en la cara. - Relató sin nada de pena y como lo más normal del mundo. - Creo que fue justo.
- Veo que no se aburren. - Terminó su tarta entre una sonrisa tranquila y un extraño pesar. Esa normalidad para ella ya no se sentía normal. Disfrutar de una tarta mientras Cassi contaba cualquier cosa extraña era algo que había sentido muy lejano hace apenas horas. Pero ahora estaba frente a ella, más viva y tranquila, de una manera que no se esperaba. - No deberías de pelear tanto con ella… - Murmuró mirando al plato, pero lo suficientemente fuerte para que la otra joven la escuchase.
- ¿A qué te refieres? - Preguntó en clara duda. Sophia levantó el rostro.
- Bueno… nunca se sabe cuando más necesites a un hermano ¿No? O eso dicen… - Dijo, no parecía tan animada como hace dos segundos, pero Cassidy no lo podía tomar tan seriamente.
- No te preocupes. - Le restó importancia. - Nos llevamos bien, simplemente que a veces tenemos nuestras disputas tontas. - Vio como ya no había nada en el plato ni en el vaso y se levantó. - Ya vengo. - Dijo levantándose y se acercó hasta la caja, donde la atendió una joven que parecía más que encantada con la presencia de la peligris.
Sophia observó esto y luego a la ventana, y no muy después la sirena del camión de los bomberos inundó todo el lugar con su monótono y molesto sonido.
Cassidy se acercó nuevamente y señaló a la salida.
-¿Nos vamos? - Dijo, Sophia asintió y fue junto a ella.
Al salir varias personas tanto en auto como a pie parecían ir en la misma dirección, parecía algo grande.
-¿Qué ha ocurrido? - Cassi se veía sorprendida mirando en la dirección que todos corrían.
- Un incendio.
- Bueno, eso explicaría ese sonido. Pero el alboroto que hacen los demás es demasiado.
- Es en otra zona, y no es pequeño. - Dijo simplemente habían empezado a caminar contra la corriente. Cassidy pestañeó perpleja mientras la miraba, aunque no recibía ni una respuesta a las dudas que tenía.
- Entonces menos hacen alborotandose así. - Se llevó las manos tras la cabeza. No era buena con esas cosas, significaban problemas y era algo con lo que no quería lidiar.
-¿Pasa algo? - El último pedazo de tarta descansaba en los dientes de aquel mini tenedor, mientras que el batido parecía aún mantenerse a la mitad. No sabía si pedir un poco era prudente. - ¿No te gusta? - La mirada de tristeza de aquellos ojos grises le sentaron mal, no es que pareciese muy feliz antes, pero en ese momento ya se veía devastada. Y aunque la había visto peor, era fácil condolerse de ella, especialmente sabiendo lo sensible que llegaba a ser.
- No es eso. - Su voz salió un poco ronca gracias a lo seca que la sentía, y tuvo que aclararse la garganta de la manera más disimulada que pudo. Y escuchó lo más parecido a un resoplido de burla de parte de Cassidy, y después la mitad del batido estaba junto a su tarta. - Tampoco era eso. - Sus mejillas rosas en vergüenza la delataban, y vio como la chica frente suyo solo se aguantó la risa apretando los labios y desviando el rostro.
- Yo estoy llena. - Se explicó tranquila, Sophia bajó la mirada a la tarta nuevamente, y no esperó dos segundos más para tomar del batido, el que también estaba muy bueno. Iba perfecto con la tarta. - ¿No vienes mucho por aquí? - Preguntó apoyando la barbilla en la mano, cualquiera aceptaría que aquella mesa no era muy cómoda para cualquier codo, y quizá por eso la peligris sólo apoyó medianamente el antebrazo al borde, y quizá también por educación.
- Diría que sí, pero no tanto como para comprar, ni recorrer mucho. - Fue por el siguiente bocado, y ¡Qué diferencia era!
- Ya veo. - Sonrió. - Eso explica mucho.
Sophia esperó a tragar.
- ¿Cómo?
- Bueno, la vestimenta, más que nada. - Se explicó. - Y a veces vengo con mi hermana, es un poco obsesiva con las tiendas. - Se encogió de hombros.
- ¿Tienes hermana? - Preguntó fingiendo demencia. Recordaba que en el tiempo del gran final, Cassi había terminado en muy malos términos con la otra joven, a un nivel que nunca se perdonó el haberla perdido justo en un momento donde la molestia entre ambas era muy fuerte.
Cassidy asintió tranquila.
-Es menor que yo, es una buena niña a pesar de ser algo berrinchuda. - Se rió con cierta traba, recordaba la discusión que había tenido antes con la misma. - Se llama Elisa. Nunca entendí porqué le pusieron un nombre tan simplón ¿Sabes? A esta fecha hasta me pregunto si en algún momento reconocerá la canción o no. - Empezó a hablar tranquila, no era que pareciera como si se percatara de que estaba hablando, pero tampoco era como si estuviese sacando conversación a la fuerza, más bien, estaba sacando cualquier cosa. La otra joven rió suavemente, ya solo le faltaba menos de la cuarta parte de la torta. - ¿Y tú, tienes hermanos?
- ¿Yo? - La miró con sorpresa de la pregunta, y respiró hondo. - Pues, si los tengo no lo conozco. - Dijo con una sonrisa. Cassidy quedó en silencio un momento, pero luego sonrió.
- Ha de ser genial eso de ser hija única.
- No tanto… - Se debatió internamente, algo que se notó en el suave movimiento de cabeza que hizo.
- No tener con quien discutir y arañarse a de ser aburrido ¿Eh?
- ¿Ustedes se arañan? - Preguntó casi horrorizada.
- Más ella a mí. - Subió un poco la manga dejando ver su antebrazo y la marca de dos arañazos, a menos que fuesen gatos, su hermana tenía las uñas demasiado largas.
- ¿Segura que no fue un gato?
- ¿Cómo sabes? - Le dijo en una sorpresa divertida. - Antes de ayer uno de mis gatos por jugar me metió un poco las uñas. - Rió. - Las de mi hermana son estas. - Giró el brazo dejando ver la reversa. Aquello era un poco más grueso pero menos profundo. Al menos todo parecía haber cicatrizado ya.
- ¿También tienes dos gatos, eh? - Murmuró más para sí. Aquello si no lo sabía. Muy seguramente cuando se conocieron los felinos tuvieron que haber huido o algo peor. - ¿No deberían de tratarse mejor?
- ¿Tu crees? - Se volvió a tapar el brazo. - Supongo es lo justo, ese día yo le eché un tazón de cereal con leche en la cara. - Relató sin nada de pena y como lo más normal del mundo. - Creo que fue justo.
- Veo que no se aburren. - Terminó su tarta entre una sonrisa tranquila y un extraño pesar. Esa normalidad para ella ya no se sentía normal. Disfrutar de una tarta mientras Cassi contaba cualquier cosa extraña era algo que había sentido muy lejano hace apenas horas. Pero ahora estaba frente a ella, más viva y tranquila, de una manera que no se esperaba. - No deberías de pelear tanto con ella… - Murmuró mirando al plato, pero lo suficientemente fuerte para que la otra joven la escuchase.
- ¿A qué te refieres? - Preguntó en clara duda. Sophia levantó el rostro.
- Bueno… nunca se sabe cuando más necesites a un hermano ¿No? O eso dicen… - Dijo, no parecía tan animada como hace dos segundos, pero Cassidy no lo podía tomar tan seriamente.
- No te preocupes. - Le restó importancia. - Nos llevamos bien, simplemente que a veces tenemos nuestras disputas tontas. - Vio como ya no había nada en el plato ni en el vaso y se levantó. - Ya vengo. - Dijo levantándose y se acercó hasta la caja, donde la atendió una joven que parecía más que encantada con la presencia de la peligris.
Sophia observó esto y luego a la ventana, y no muy después la sirena del camión de los bomberos inundó todo el lugar con su monótono y molesto sonido.
Cassidy se acercó nuevamente y señaló a la salida.
-¿Nos vamos? - Dijo, Sophia asintió y fue junto a ella.
Al salir varias personas tanto en auto como a pie parecían ir en la misma dirección, parecía algo grande.
-¿Qué ha ocurrido? - Cassi se veía sorprendida mirando en la dirección que todos corrían.
- Un incendio.
- Bueno, eso explicaría ese sonido. Pero el alboroto que hacen los demás es demasiado.
- Es en otra zona, y no es pequeño. - Dijo simplemente habían empezado a caminar contra la corriente. Cassidy pestañeó perpleja mientras la miraba, aunque no recibía ni una respuesta a las dudas que tenía.
- Entonces menos hacen alborotandose así. - Se llevó las manos tras la cabeza. No era buena con esas cosas, significaban problemas y era algo con lo que no quería lidiar.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
Su mirada resbalaba por los escaparates saltando hacia la calle, la gente y de nuevo hacia las tiendas. Todo parecía tan normal y tranquilo, que para lo que la mayoría consideraban la vida cotidiana de siempre, para ella parecía algo de ensueño, como si en Disney estuviera. Mas razón no le faltaba porque cuando aún vivía en la miseria entre los últimos humanos, nunca había dormido bien, intranquila de montar guardia e incapaz de conciliar el sueño por el hambre y el miedo. Pero esta vez podría enmendar muchos errores, uno de ellos el fatídico final entre ella y Cassidy.
- ¿En qué piensas? - Preguntó Cassidy colocándose delante suya. Sophia dudó por un momento para después poner una sutil sonrisa.
- En nada. -
- Mientes horrible. -
Sin siquiera pedir permiso, la tomó de la mano y comenzó a arrastrarla por las calles de la ciudad. Era esa misma confianza que daba por hecho de que tuviera casi siempre alguna que otra fan detrás suya y recordó con amargura aquellos días en los campamentos de refugiados donde siempre la mantenían ocupada alguna que otra chica. Por supuesto, ella no se metería en asuntos de su amiga por lo que al final siempre la observaba desde la distancia, preguntándose si alguna vez elegiría a una de ellas y su amistad con ella cambiaría porque normalmente eso sucedía con las relaciones; personas que aparecen de Dios sabe donde y ocupan el trono de mejores amigos y al día siguiente (si había suerte), descubrías de que eras destronado y hundido en el olvido. Pero aun así ni siquiera sabía que prefería Cassidy
y tampoco era de su incumbencia por lo que solo se mantenía en su lugar ajeno a todo observándola como siempre. Al final cuando se libraba de todas, Cassi siempre regresaba con ellas.
Para cuando Sophia salió de sus pensamientos, ya estaba subiéndose a la noria de la ciudad todavía aún siendo arrastrada por Cassi y tan solo en breves momentos, ya estaba dando vueltas en el momento culminante de la atracción.
- ¿No te parece bonito? - Un manto dorado bañaba la ciudad entera que resplandecía con el ocaso reflejando luz oro, ya anunciando la llegada del anochecer y el fin de un día mas, un día menos que le quedaba al mundo.
- No te diré que no lo es. - Sonrió con melancolía.
- No se que es lo que te perturba tanto, pero no hay algo así como una felicidad repentina cuando pasan cosas malas. Lo único que tenemos son pequeños trozos y momentos que hay que atesorar. - Aquello no hizo desaparecer la sonrisa melancólica de Sophia quien permaneció en silencio observando el paisaje. La pequeña conversación que habían tenido de vez en cuando hasta ahora, se murió y ambas observando en silencio el ocaso hasta que ya en tierra firme, la atracción terminó. Caminaron un rato juntas hasta que Cassi rompió el silencio.
- Supongo que es hora de despedirnos. Aunque me enfade con ella... mi hermana me espera. -
- No pasa nada. ¿Estarás bien sola? - Cassi rió.
- Se cuidarme sola, me preocupas mas tú. - Dijo refiriéndose al pequeño incidente que las unió. - ¿Quieres... intercambiar número? -
- Que atrevida. - Suspiró Sophia. Sacó su celular y le llamó a la joven. - Cuídate. - Dijo marchándose sin mas. Pero solo bastó unos pocos metros para que se detuviera de nuevo. -"Pequeños momentos que nos hicieron inseparables y sin embargo aquí estoy, incapaz de contarte lo que sucederá. ¿Me creerías?" - Se detuvo y miró al cielo ya de tonos oscuros dando paso a la noche. Se dio la vuelta y comenzó a seguir a Cassidy desde la distancia. Con ese color de cabellos, no tardó en encontrarla y tampoco la perdería de vista.
- ¿En qué piensas? - Preguntó Cassidy colocándose delante suya. Sophia dudó por un momento para después poner una sutil sonrisa.
- En nada. -
- Mientes horrible. -
Sin siquiera pedir permiso, la tomó de la mano y comenzó a arrastrarla por las calles de la ciudad. Era esa misma confianza que daba por hecho de que tuviera casi siempre alguna que otra fan detrás suya y recordó con amargura aquellos días en los campamentos de refugiados donde siempre la mantenían ocupada alguna que otra chica. Por supuesto, ella no se metería en asuntos de su amiga por lo que al final siempre la observaba desde la distancia, preguntándose si alguna vez elegiría a una de ellas y su amistad con ella cambiaría porque normalmente eso sucedía con las relaciones; personas que aparecen de Dios sabe donde y ocupan el trono de mejores amigos y al día siguiente (si había suerte), descubrías de que eras destronado y hundido en el olvido. Pero aun así ni siquiera sabía que prefería Cassidy
y tampoco era de su incumbencia por lo que solo se mantenía en su lugar ajeno a todo observándola como siempre. Al final cuando se libraba de todas, Cassi siempre regresaba con ellas.
Para cuando Sophia salió de sus pensamientos, ya estaba subiéndose a la noria de la ciudad todavía aún siendo arrastrada por Cassi y tan solo en breves momentos, ya estaba dando vueltas en el momento culminante de la atracción.
- ¿No te parece bonito? - Un manto dorado bañaba la ciudad entera que resplandecía con el ocaso reflejando luz oro, ya anunciando la llegada del anochecer y el fin de un día mas, un día menos que le quedaba al mundo.
- No te diré que no lo es. - Sonrió con melancolía.
- No se que es lo que te perturba tanto, pero no hay algo así como una felicidad repentina cuando pasan cosas malas. Lo único que tenemos son pequeños trozos y momentos que hay que atesorar. - Aquello no hizo desaparecer la sonrisa melancólica de Sophia quien permaneció en silencio observando el paisaje. La pequeña conversación que habían tenido de vez en cuando hasta ahora, se murió y ambas observando en silencio el ocaso hasta que ya en tierra firme, la atracción terminó. Caminaron un rato juntas hasta que Cassi rompió el silencio.
- Supongo que es hora de despedirnos. Aunque me enfade con ella... mi hermana me espera. -
- No pasa nada. ¿Estarás bien sola? - Cassi rió.
- Se cuidarme sola, me preocupas mas tú. - Dijo refiriéndose al pequeño incidente que las unió. - ¿Quieres... intercambiar número? -
- Que atrevida. - Suspiró Sophia. Sacó su celular y le llamó a la joven. - Cuídate. - Dijo marchándose sin mas. Pero solo bastó unos pocos metros para que se detuviera de nuevo. -"Pequeños momentos que nos hicieron inseparables y sin embargo aquí estoy, incapaz de contarte lo que sucederá. ¿Me creerías?" - Se detuvo y miró al cielo ya de tonos oscuros dando paso a la noche. Se dio la vuelta y comenzó a seguir a Cassidy desde la distancia. Con ese color de cabellos, no tardó en encontrarla y tampoco la perdería de vista.
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
Cassidy quedó mirando su celular mientras caminaba distraída, prácticamente solo la había llamado, como si ya se supiese su número o ya lo tuviese, lo que la dejó aturdida en muchos sentidos.
Esa chica era realmente rara… O eso fue lo que pudo pensar, pero no tardó en su distracción en guardar el número como: "Chocphia" en relación a las tartas de chocolate que habían comido ese día.
Le dio gracia el apodo y lanzó una carcajada que le hizo ganar varias miradas. De las que se dio cuenta, no era tonta como para no darse cuenta de que había salido demasiado alto, y lo único con lo que pudo salir en ese momento fue con un "Lo siento" el que ni ella misma entendía del porqué debía de dar en lugar de simplemente seguir de largo como: "Aquí no ha pasado nada".
Guardó el celular en el bolsillo de su pantalón, benditos sean los que colocaban los bolsillos a los pantalones, y también malditos al no poder de igual manera poner a los jeans de mujeres. Nada se los impedía, si querían le subían el precio, realmente no le.importaba, pero estaba segura de que en su armario habrían más pantalones femeninos si los actuales mínimo tuviesen bolsillos. Lo cual no era el caso y seguiría yendo holgada por la vida.
Al mantener la mirada distraída de una dirección a otra reconoció unos rostros familiares, eran los chicos que habían molestado a la chica más temprano, e iban en la dirección que había visto partir a la chica.
Sabía que las probabilidades eran prácticamente nulas, Sophia pudo haber hasta llegado a su casa, pero se preocupó, y en el momento tomó su celular y llamó en el mismo momento que se estaba dando la vuelta para regresar por el mismo camino.
Aunque pronto la tonada casi inmediata la hizo quitar sus ojos del suelo, y ver que Sophia estaba apenas a unos 4 metros de ella.
Había contestado, y hasta dijo: "Hola" sabiendo claramente que ahora se estaban mirando la una a la otra como si aquello fuese el momento menos esperado de la vida de ambas. Cassidy no dijo nada por un momento que sus neuronas trataban de funcionar, arregló su postura, carraspeó y miró al cielo lanzando el suspiro más profundo y reflexivo que había dado en el día, y quizá en la vida hasta ese momento.
No es como si no le hubiese ocurrido antes, algo que era quizá inimaginable para muchas personas para ella no era tan raro, y no era molesto, en este caso, pero era porque alguna que otra vez ya sabía cuál era la razón en esta ocasión con Sophia no se le venía nada a la mente que armase alguna razón, ni aunque hubiesen tantas personas a su alrededor yendo y viniendo nunca se le podría ocurrir que siguiese a alguien más.
La rubia saludó con una pequeña sonrisa, como si en realidad no quisiese estar ahí y se hubiese arrepentido, un poquito al menos.
Cassidy se apresuró hacia ella, y a mitad de camino se encontró con una mano en el hombro que la detuvo. Ella era consciente de su propia fuerza, por lo que era muy inútil intentar avanzar. Desvió su rostro a un lado y era uno de los chicos de la tarde, a veces odiaba no tener ni tiempo ni ganas de aprender algún arte marcial.
Cuando su vista regresó a la rubia supo que estaba pasando por la misma situación y pensó con la mayor desgana del mundo: "¿Ahora qué?"
- Ha de ser divertido engañar a los demás ¿No pequeña? - Resaltó el "Pequeña" entre dientes, lo que la hizo colocar la expresión más iracunda e incrédula de la vida.
- ¿Pensaron que era... hombre? - No se lo creía para nada, y más cuando el tipo asintió apuntándola de pies a cabeza como si realmente fuese culpa suya. - A ver amigo... - Le dio un zape en el brazo, sabía que daño no había hecho pero no quería que un desconocido que la confundía la tocase. - Si una Drag Queen viene y la confunden, vaya problema en el que se meten ¿No? - Sophia desde donde estaba que era lo suficiente para escucharla a pesar de su tono calmo de voz se tuvo que tapar los labios para no reír. El que había hecho el trabajo de detenerla veía la escena casi igual de incrédulo que el otro.
Cuando Sophia notó esto supo que tenía una oportunidad, había perdido sus habilidades físicas, pero definitivamente no sus recuerdos, y mientras Cassidy explicaba los detalles negativos sobre el prejuzgar como si realmente no las hubiesen intentado amenazar; Sophia salió corriendo en su dirección, la tomó de la mano y la obligó a correr con ella a todo lo que les daban las piernas, y perdiendose entre la gente de un lado a otro cuando se dieron cuenta de que las seguían, hasta que por fin cansadas terminaron apartadas de la multitud, en una calle transversal, a penas y pasaban autos en una vía, pero lo importante era que ya habían salido de aquel problema.
- Y esto... es lo que pasa... - Cassidy pidió un segundo para recuperar el aliento, en serio que era muy mala para lo físico. - Cuando vas por ahí con ropas extrañas. - Completó, Sophia igualmente estaba medianamente a falta de aire, pero no como Cassidy que parecía que se le iba a salir un pulmón en cualquier momento. Y el comentario de la misma, agregado a ese estado tenía su gracia.
- ¿Podemos hablar? - Dijo una vez ambas se recuperaron, Cassidy la miró extrañada, recordó el celular y frunció el entrecejo.
- Debemos hablar... - Corrigió como algo serio. Y un segundo después el reloj de calle marcó las 7:23 p.m. y un fuerte temblor comenzó a remover el suelo. Sophia entonces miró hacia el cielo estaban usando las rejas del cerco de una casa para sostenerse ¿Eso había pasado antes? No tuvo mucho tiempo de hacer memoria, en segundos ya se había detenido.
- Vaya, esto es nuevo, casi no hay temblores en esta época... - Expresó la peliplata viendo a su alrededor, personas habían salido de sus casa por precaución. Sophia entonces recordó, aquello no era un temblor natural, había sido una explosión; una que sería ocultada como simple accidente de minería por construcción de un nuevo edificio.
- Es en serio, tenemos que hablar. - Repitió, Cassidy se sorprendió de aquella seriedad y solo asintió.
- Estamos cerca de mi casa...
- En serio que eres una atrevida...
- ¿Quieres hablar o no? - Y con eso se pusieron en camino, En la casa de la joven no había nadie más que su hermana menor, y en cualquier parte de la calle podía ser un dilema.
Esa chica era realmente rara… O eso fue lo que pudo pensar, pero no tardó en su distracción en guardar el número como: "Chocphia" en relación a las tartas de chocolate que habían comido ese día.
Le dio gracia el apodo y lanzó una carcajada que le hizo ganar varias miradas. De las que se dio cuenta, no era tonta como para no darse cuenta de que había salido demasiado alto, y lo único con lo que pudo salir en ese momento fue con un "Lo siento" el que ni ella misma entendía del porqué debía de dar en lugar de simplemente seguir de largo como: "Aquí no ha pasado nada".
Guardó el celular en el bolsillo de su pantalón, benditos sean los que colocaban los bolsillos a los pantalones, y también malditos al no poder de igual manera poner a los jeans de mujeres. Nada se los impedía, si querían le subían el precio, realmente no le.importaba, pero estaba segura de que en su armario habrían más pantalones femeninos si los actuales mínimo tuviesen bolsillos. Lo cual no era el caso y seguiría yendo holgada por la vida.
Al mantener la mirada distraída de una dirección a otra reconoció unos rostros familiares, eran los chicos que habían molestado a la chica más temprano, e iban en la dirección que había visto partir a la chica.
Sabía que las probabilidades eran prácticamente nulas, Sophia pudo haber hasta llegado a su casa, pero se preocupó, y en el momento tomó su celular y llamó en el mismo momento que se estaba dando la vuelta para regresar por el mismo camino.
Aunque pronto la tonada casi inmediata la hizo quitar sus ojos del suelo, y ver que Sophia estaba apenas a unos 4 metros de ella.
Había contestado, y hasta dijo: "Hola" sabiendo claramente que ahora se estaban mirando la una a la otra como si aquello fuese el momento menos esperado de la vida de ambas. Cassidy no dijo nada por un momento que sus neuronas trataban de funcionar, arregló su postura, carraspeó y miró al cielo lanzando el suspiro más profundo y reflexivo que había dado en el día, y quizá en la vida hasta ese momento.
No es como si no le hubiese ocurrido antes, algo que era quizá inimaginable para muchas personas para ella no era tan raro, y no era molesto, en este caso, pero era porque alguna que otra vez ya sabía cuál era la razón en esta ocasión con Sophia no se le venía nada a la mente que armase alguna razón, ni aunque hubiesen tantas personas a su alrededor yendo y viniendo nunca se le podría ocurrir que siguiese a alguien más.
La rubia saludó con una pequeña sonrisa, como si en realidad no quisiese estar ahí y se hubiese arrepentido, un poquito al menos.
Cassidy se apresuró hacia ella, y a mitad de camino se encontró con una mano en el hombro que la detuvo. Ella era consciente de su propia fuerza, por lo que era muy inútil intentar avanzar. Desvió su rostro a un lado y era uno de los chicos de la tarde, a veces odiaba no tener ni tiempo ni ganas de aprender algún arte marcial.
Cuando su vista regresó a la rubia supo que estaba pasando por la misma situación y pensó con la mayor desgana del mundo: "¿Ahora qué?"
- Ha de ser divertido engañar a los demás ¿No pequeña? - Resaltó el "Pequeña" entre dientes, lo que la hizo colocar la expresión más iracunda e incrédula de la vida.
- ¿Pensaron que era... hombre? - No se lo creía para nada, y más cuando el tipo asintió apuntándola de pies a cabeza como si realmente fuese culpa suya. - A ver amigo... - Le dio un zape en el brazo, sabía que daño no había hecho pero no quería que un desconocido que la confundía la tocase. - Si una Drag Queen viene y la confunden, vaya problema en el que se meten ¿No? - Sophia desde donde estaba que era lo suficiente para escucharla a pesar de su tono calmo de voz se tuvo que tapar los labios para no reír. El que había hecho el trabajo de detenerla veía la escena casi igual de incrédulo que el otro.
Cuando Sophia notó esto supo que tenía una oportunidad, había perdido sus habilidades físicas, pero definitivamente no sus recuerdos, y mientras Cassidy explicaba los detalles negativos sobre el prejuzgar como si realmente no las hubiesen intentado amenazar; Sophia salió corriendo en su dirección, la tomó de la mano y la obligó a correr con ella a todo lo que les daban las piernas, y perdiendose entre la gente de un lado a otro cuando se dieron cuenta de que las seguían, hasta que por fin cansadas terminaron apartadas de la multitud, en una calle transversal, a penas y pasaban autos en una vía, pero lo importante era que ya habían salido de aquel problema.
- Y esto... es lo que pasa... - Cassidy pidió un segundo para recuperar el aliento, en serio que era muy mala para lo físico. - Cuando vas por ahí con ropas extrañas. - Completó, Sophia igualmente estaba medianamente a falta de aire, pero no como Cassidy que parecía que se le iba a salir un pulmón en cualquier momento. Y el comentario de la misma, agregado a ese estado tenía su gracia.
- ¿Podemos hablar? - Dijo una vez ambas se recuperaron, Cassidy la miró extrañada, recordó el celular y frunció el entrecejo.
- Debemos hablar... - Corrigió como algo serio. Y un segundo después el reloj de calle marcó las 7:23 p.m. y un fuerte temblor comenzó a remover el suelo. Sophia entonces miró hacia el cielo estaban usando las rejas del cerco de una casa para sostenerse ¿Eso había pasado antes? No tuvo mucho tiempo de hacer memoria, en segundos ya se había detenido.
- Vaya, esto es nuevo, casi no hay temblores en esta época... - Expresó la peliplata viendo a su alrededor, personas habían salido de sus casa por precaución. Sophia entonces recordó, aquello no era un temblor natural, había sido una explosión; una que sería ocultada como simple accidente de minería por construcción de un nuevo edificio.
- Es en serio, tenemos que hablar. - Repitió, Cassidy se sorprendió de aquella seriedad y solo asintió.
- Estamos cerca de mi casa...
- En serio que eres una atrevida...
- ¿Quieres hablar o no? - Y con eso se pusieron en camino, En la casa de la joven no había nadie más que su hermana menor, y en cualquier parte de la calle podía ser un dilema.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
No sabía muy bien como reaccionar ante aquello. Sin quererlo, se encontraba en la habitación de Cassidy y una parte de su alma se sintió culpable por haber hecho "sniff" y haber catado ese aroma dulce mentolado que ella desprendía, mientras otra parte suya la reconfortaba porque aunque no lo hiciera, tenía que respirar sí o sí. En cualquier caso, era agradable y se sentía bastante tranquila para estar en el sitio mas íntimo de la peliplata.
Recorrió su vista por la habitación y no se diferenciaba mucho del suyo: un espejo, una estantería, una cama... pero definitivamente la suya era mucho mas de tonos rosas que la de Cassi. Había también dos mesas, una en la esquina con herramientas de primeras marcas y varios libros y revistas de mecánica que nunca conseguiría entender con profundidad, y otra en el centro mas pequeña junto a la cama que era donde estaba ella sentada en el suelo ahora mismo.
Pensó en la tarta de chocolate que habían comprado por el camino. La idea original sugerida por Sophia, era comprar un poco para la hermana de Cassidy pero también habían aprovechado para tomarse también un lujo ellas dos en casa, no muy seguras de aquello al final porque si seguían así, iban a engordar. No se arrepentiría si Cassidy y su hermana hacían las paces porque en su tiempo, Cassi nunca terminaba de lamentarse haber perdido a su familia sin despedirse de ella, cosa que le recordó la muerte de la peliplata y provocó cierta punzada en su pecho y mientras divagaba en sus recuerdos agrios, Cassidy entró en la habitación con una bandeja en la mano: un plato con la tarta y dos vasos con lo que parecía zumo de manzana. Le hizo cierta gracia a la rubia ver como la chica cerraba la puerta con la pierna al tener las manos ocupadas.
Puso la bandeja en la mesa y se sentó al lado de Sophia, un tanto demasiado cerca para la rubia.
- ¿Sigue enfadada? - Cassidy suspiró.
- Le dejé su parte en la puerta. No te preocupes, es como un berrinche, ya se le pasará. -
- Espero que sí. - Dijo Sophia viendo como tranquilamente su amiga tomaba un trago de su vaso. - No era necesario entrar en tu habitación, no quiero mole. -
- Está bien. - Interrumpió. - Hace frío y la casa es grande, aquí es mas reconfortante. -
- ¿Trayendo personas que acabas de conocer? - La pregunta la hizo pensar. Realmente no, no era normal traer a alguien que acababa de conocer a su casa y menos aún a su habitación, todo el mundo con cierto sentido común sabía que era peligroso. Pero el aura que desprendía Chocphia no le daba aquellas sensaciones de desconfianza aunque estuviera el hecho de que la rubia sabía su número desde un principio. Tampoco le cuadraba, algo que había notado desde hace un rato, que la chica siempre la observaba distraída y con un rostro ciertamente apenada de ella como si estuviera observando a un... ¿pobre vagabundo?
- Creo que contigo puedo hacer una excepción. - Se sinceró, a lo que Sophia sonrió.
- Harás que me enamore de ti. - Bromeó.
- No me importa si fueras tú. - Bromeó Cassi también sin saber que había matado la conversación. Provocó un incómodo silencio que se estaba volviendo demasiado insoportable, tanto que hasta podría jurar que podría escuchar sus propios latidos. - Entonces... lo que tenías que decirme... -
- Ah. - Fue lo único que escapó automáticamente de los labios de Sophia. Intentó recomponer sus ideas en la cabeza pero era difícil crear una historia coherente para convencer a su amiga. - El mundo acabará en siete... no, seis días. - Dijo.
Aquello le sentó como una broma a la mecánica y estaba a punto de reírse hasta que vio de que Sophia no estaba para nada sonriente, su mirada estaba muerta, sin ni una pizca de broma.
- Es... ¿En serio? - Dudó.
- Es en serio. - Puso una sonrisa melancólica. - Sé que es difícil creerme, pero sucederá. - Dijo tomándola de las manos. Ahora estaba peligrosamente cerca de ella. - El fin del mundo llegará en menos de una semana y... he de evitar que suceda como sea. - Cassi apartó la mirada. - Yo te protegeré. Por favor, confía en mi. - Suplicó.
Recorrió su vista por la habitación y no se diferenciaba mucho del suyo: un espejo, una estantería, una cama... pero definitivamente la suya era mucho mas de tonos rosas que la de Cassi. Había también dos mesas, una en la esquina con herramientas de primeras marcas y varios libros y revistas de mecánica que nunca conseguiría entender con profundidad, y otra en el centro mas pequeña junto a la cama que era donde estaba ella sentada en el suelo ahora mismo.
Pensó en la tarta de chocolate que habían comprado por el camino. La idea original sugerida por Sophia, era comprar un poco para la hermana de Cassidy pero también habían aprovechado para tomarse también un lujo ellas dos en casa, no muy seguras de aquello al final porque si seguían así, iban a engordar. No se arrepentiría si Cassidy y su hermana hacían las paces porque en su tiempo, Cassi nunca terminaba de lamentarse haber perdido a su familia sin despedirse de ella, cosa que le recordó la muerte de la peliplata y provocó cierta punzada en su pecho y mientras divagaba en sus recuerdos agrios, Cassidy entró en la habitación con una bandeja en la mano: un plato con la tarta y dos vasos con lo que parecía zumo de manzana. Le hizo cierta gracia a la rubia ver como la chica cerraba la puerta con la pierna al tener las manos ocupadas.
Puso la bandeja en la mesa y se sentó al lado de Sophia, un tanto demasiado cerca para la rubia.
- ¿Sigue enfadada? - Cassidy suspiró.
- Le dejé su parte en la puerta. No te preocupes, es como un berrinche, ya se le pasará. -
- Espero que sí. - Dijo Sophia viendo como tranquilamente su amiga tomaba un trago de su vaso. - No era necesario entrar en tu habitación, no quiero mole. -
- Está bien. - Interrumpió. - Hace frío y la casa es grande, aquí es mas reconfortante. -
- ¿Trayendo personas que acabas de conocer? - La pregunta la hizo pensar. Realmente no, no era normal traer a alguien que acababa de conocer a su casa y menos aún a su habitación, todo el mundo con cierto sentido común sabía que era peligroso. Pero el aura que desprendía Chocphia no le daba aquellas sensaciones de desconfianza aunque estuviera el hecho de que la rubia sabía su número desde un principio. Tampoco le cuadraba, algo que había notado desde hace un rato, que la chica siempre la observaba distraída y con un rostro ciertamente apenada de ella como si estuviera observando a un... ¿pobre vagabundo?
- Creo que contigo puedo hacer una excepción. - Se sinceró, a lo que Sophia sonrió.
- Harás que me enamore de ti. - Bromeó.
- No me importa si fueras tú. - Bromeó Cassi también sin saber que había matado la conversación. Provocó un incómodo silencio que se estaba volviendo demasiado insoportable, tanto que hasta podría jurar que podría escuchar sus propios latidos. - Entonces... lo que tenías que decirme... -
- Ah. - Fue lo único que escapó automáticamente de los labios de Sophia. Intentó recomponer sus ideas en la cabeza pero era difícil crear una historia coherente para convencer a su amiga. - El mundo acabará en siete... no, seis días. - Dijo.
Aquello le sentó como una broma a la mecánica y estaba a punto de reírse hasta que vio de que Sophia no estaba para nada sonriente, su mirada estaba muerta, sin ni una pizca de broma.
- Es... ¿En serio? - Dudó.
- Es en serio. - Puso una sonrisa melancólica. - Sé que es difícil creerme, pero sucederá. - Dijo tomándola de las manos. Ahora estaba peligrosamente cerca de ella. - El fin del mundo llegará en menos de una semana y... he de evitar que suceda como sea. - Cassi apartó la mirada. - Yo te protegeré. Por favor, confía en mi. - Suplicó.
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
A lo último Cassidy quedó muda y luego dio una carcajada ahogada ¿Qué clase de cuento estaba escuchando?
La miró quizá de una manera que parecía amenazante, pero estaba confundida, tanto que se quedó con la boca abierta por más tiempo del que pudo procesar.
Se soltó de su agarre como pudo y se puso de pie, y caminó de un lado a otro de su cuarto, estiró los brazos, miró a Sophia, desvió el rostro, encogió sus brazos hasta detrás de su nuca y la volvió a mirar. No sabía ni como comenzar a hablar, hasta parecía haber perdido la cualidad para ello, y eso que no era alguien que se quedase sin tema de conversación fácil.
- Calmémonos... - Fue lo primero que dijo, Sophia solo la podía quedar mirando mientras veía a la chica tener un claro conflicto existencial, hasta podría jurar estar viendo el inicio de algo así como un ataque de ansiedad. Había comenzado a sacar palabras de aquí y allá mientras no dejaba de pasear por la habitación mientras se despeinaba o movía los brazos sin ningún objetivo en realidad. - ¡Es que no tiene sentido! ¡¿Cómo siquiera sabes eso?! - Concluyó, y parecía más confundida que antes.
- ¿No me crees? - Su rostro aunque tranquilo no parecía estar nada de acuerdo con recibir una respuesta afirmativa.
- No es eso... - Dejó escapar un tortuoso suspiro y se tumbó a la cama, e inmediatamente se sentó con las manos en la cabeza. - El problema en realidad es que te creo. - Dijo sin levantar mirada. - Que sepas mi nombre, el celular... Es demasiado extraño... Por eso te creo... - Se atrevió a mirarla, quizá el suelo no era el lugar más cómodo para una chica, no tardó en levantarse y caminar hasta ella. - Excepto la parte de que me vas a proteger... ¿Cómo se supone que harás algo así? - Resopló, esta vez fue el turno de Sophia de bajar la mirada. Casidy no pudo evitar notarlo. - Además... Si realmente es el fin de los tiempos... ¿Qué podrías hacer?... - Quedó muda, eso era algo que no podía plantear porque sí, no la conocía. Se agachó a su altura y puso la mano en su hombro. - Perdón... ¿Qué podría hacer yo? - Cuestionó, Sophia levantó entonces la mirada, en realidad decir que no estuvo a punto de llorar con lo anterior era una gran mentira, y en cierto grado, la desesperación en los ojos de Cassidy tenían mucha razón para estar ahí.
- Creo que es mejor que vayamos por partes... - Se calmó a si misma e intentó calmar a Cassidy que parecía a punto de empezar a llorar si la empezaba a matar a silencios. - Pero primero... Debemos de buscar a alguien.
- ¿Me estás pidiendo que vaya a buscar a alguien a las nueve y media de la noche? - Ahora se cruzó de brazos, Sophia se encogió de hombros. - Mira... Tengo ciertas reglas en esta casa ¿Sabes? - Se llevó una mano a la sien, empezaba a sentir malestar. - Mi hermana me va a matar si se entera. - Sophia al escuchar esto pudo sentir cómo poco a poco reconocía aun más a la Cassidy que conocía; y eso la alivió dando una sonrisa nostálgica que dejó dudosa nuevamente a la peliplata. - Pero en el camino explícame algunas cosas. - Extendió la mano para ayudarla a levantar, Sophia no se negó. El pastel y los jugos quedaron aparte en la memoria de ambas.
- ¿Algo en específico?
- Quién es esta persona que buscamos, cómo sabes esto y quién te ha aconsejado en moda. - Ante lo último le mostró una sonrisa burlona. Y Sophia no evitó darle un suave empujón que Cassidy recibió con una risa.
La miró quizá de una manera que parecía amenazante, pero estaba confundida, tanto que se quedó con la boca abierta por más tiempo del que pudo procesar.
Se soltó de su agarre como pudo y se puso de pie, y caminó de un lado a otro de su cuarto, estiró los brazos, miró a Sophia, desvió el rostro, encogió sus brazos hasta detrás de su nuca y la volvió a mirar. No sabía ni como comenzar a hablar, hasta parecía haber perdido la cualidad para ello, y eso que no era alguien que se quedase sin tema de conversación fácil.
- Calmémonos... - Fue lo primero que dijo, Sophia solo la podía quedar mirando mientras veía a la chica tener un claro conflicto existencial, hasta podría jurar estar viendo el inicio de algo así como un ataque de ansiedad. Había comenzado a sacar palabras de aquí y allá mientras no dejaba de pasear por la habitación mientras se despeinaba o movía los brazos sin ningún objetivo en realidad. - ¡Es que no tiene sentido! ¡¿Cómo siquiera sabes eso?! - Concluyó, y parecía más confundida que antes.
- ¿No me crees? - Su rostro aunque tranquilo no parecía estar nada de acuerdo con recibir una respuesta afirmativa.
- No es eso... - Dejó escapar un tortuoso suspiro y se tumbó a la cama, e inmediatamente se sentó con las manos en la cabeza. - El problema en realidad es que te creo. - Dijo sin levantar mirada. - Que sepas mi nombre, el celular... Es demasiado extraño... Por eso te creo... - Se atrevió a mirarla, quizá el suelo no era el lugar más cómodo para una chica, no tardó en levantarse y caminar hasta ella. - Excepto la parte de que me vas a proteger... ¿Cómo se supone que harás algo así? - Resopló, esta vez fue el turno de Sophia de bajar la mirada. Casidy no pudo evitar notarlo. - Además... Si realmente es el fin de los tiempos... ¿Qué podrías hacer?... - Quedó muda, eso era algo que no podía plantear porque sí, no la conocía. Se agachó a su altura y puso la mano en su hombro. - Perdón... ¿Qué podría hacer yo? - Cuestionó, Sophia levantó entonces la mirada, en realidad decir que no estuvo a punto de llorar con lo anterior era una gran mentira, y en cierto grado, la desesperación en los ojos de Cassidy tenían mucha razón para estar ahí.
- Creo que es mejor que vayamos por partes... - Se calmó a si misma e intentó calmar a Cassidy que parecía a punto de empezar a llorar si la empezaba a matar a silencios. - Pero primero... Debemos de buscar a alguien.
- ¿Me estás pidiendo que vaya a buscar a alguien a las nueve y media de la noche? - Ahora se cruzó de brazos, Sophia se encogió de hombros. - Mira... Tengo ciertas reglas en esta casa ¿Sabes? - Se llevó una mano a la sien, empezaba a sentir malestar. - Mi hermana me va a matar si se entera. - Sophia al escuchar esto pudo sentir cómo poco a poco reconocía aun más a la Cassidy que conocía; y eso la alivió dando una sonrisa nostálgica que dejó dudosa nuevamente a la peliplata. - Pero en el camino explícame algunas cosas. - Extendió la mano para ayudarla a levantar, Sophia no se negó. El pastel y los jugos quedaron aparte en la memoria de ambas.
- ¿Algo en específico?
- Quién es esta persona que buscamos, cómo sabes esto y quién te ha aconsejado en moda. - Ante lo último le mostró una sonrisa burlona. Y Sophia no evitó darle un suave empujón que Cassidy recibió con una risa.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
- ¿Te meterás con mi vestimenta siempre? -
- Hasta el fin de los tiempos. - Sophia bufó.
- Es cómodo. -
- Pero yo prefiero más mis pantalones. -
Tan solo habían caminado unos pocos metros y el frío ya se le estaba calando por debajo su falda. Tanta memoria que había hecho y se le había olvidado que de noche, la temperatura bajaba drásticamente al modo estilo desierto. Enseguida se arrepintió de no haber comprado algo como un abrigo o haber seguido el consejo de Cassi sobre usar pantalones, pero no le gustaba ir nada con algo tan apretado en un mundo apocalíptico y tampoco le gustaba el estilo holgado como el de Cassidy. Por orgullo, simplemente calló su sufrimiento, cosa que no pasó de largo por los ojos de la peliplata.
- Si quieres podemos volver a por un abrigo o algo para ti. -
- No, está bien. Cuanto antes terminemos mejor. - Al verla temblar esporádicamente, decidió tomar una mano de la rubia, entrelazarla con la suya y resguardarla en el bolsillo de su chaqueta.
- No pases frío tontamente. - Sophia sonrió.
- Contigo a mi lado, no parece que lo haga. - Bromeó.
- Entonces, ¿Como sabes todo... lo que sabes? - La rubia alzó la vista al cielo, ya oscuro y sin apenas estrellas, una vista bastante sosa porque en su tiempo, la parte positiva es que podía contemplar la Vía Láctea ante la ausencia de tantas luces de ciudad.
- Lo sé porque estaba en el fin del mundo. - Cassi la miró inquisitiva, esa respuesta era como dar vueltas sobre uno mismo. - De alguna forma... retrocedí en el tiempo supongo... - Apretó su mano con Cassidy. - Y en ese tiempo, éramos amigas. - Sonrió con pena. - De ahí que sepa tantas cosas sobre tí. -
- Wow. - Fue lo único que articuló. Un día y tenía que digerir bastante información, ni en el último día antes del examen en la escuela había tenido tanta presión por memorizar cosas. - Siento que mi privacidad se fue. -
- Tu misma me contaste. - Rió sutilmente.
- Pero no la yo de hoy. - Suspiró suavemente. - Pero sigo sin saber que sucederá en el fin del mundo. -
- Supongo que no tiene sentido ocultártelo ya que sucederá sí o sí. - Respiró profundo en busca de voluntad para hacer memoria. - Si tuviera que resumirlo... Diría que zombies. -
- ¿Zombies? ¿Como en las películas? -
- Como en las películas. -
Buscó en la rubia una pizca de risa, de que se estuviera quedando con ella pero no lo encontró y hasta esperó a que Sophia no aguantase la risa y diese una risotada pero no fue así. El fin del mundo no podía ser tan cliché.
- Te parecerá cliché. - Cassidy por un momento se preguntó si le había leído la mente. - Pero es así. Al sexto día surgirán y aunque el caos se esparcirá por la ciudad y en todo el mundo, el ejército hará un buen trabajo controlándolo. -
- Entonces no veo donde está el problema. -
- Eso solo es la primera fase del fin. - Sonrió con amargura Sophia. - Deberíamos ir a por comida, medicina y quizás buscar algo con el que defendernos. -
El móvil de Sophia sonó varias veces, un "ding" detrás de otro sin parar. ¿Quien querría algo de ella a esas horas? No es que mantuviera mucho contacto con sus amigos que como tener, los tenía pero que con el paso del tiempo se iban distanciando cada vez mas.
Tan pronto como miró quien era el culpable de aquella presión, una sonrisa se formó en sus labios.
- Quizás lo primero que tengamos que hacer es ir a por comida y medicina después de todo. -
- Hasta el fin de los tiempos. - Sophia bufó.
- Es cómodo. -
- Pero yo prefiero más mis pantalones. -
Tan solo habían caminado unos pocos metros y el frío ya se le estaba calando por debajo su falda. Tanta memoria que había hecho y se le había olvidado que de noche, la temperatura bajaba drásticamente al modo estilo desierto. Enseguida se arrepintió de no haber comprado algo como un abrigo o haber seguido el consejo de Cassi sobre usar pantalones, pero no le gustaba ir nada con algo tan apretado en un mundo apocalíptico y tampoco le gustaba el estilo holgado como el de Cassidy. Por orgullo, simplemente calló su sufrimiento, cosa que no pasó de largo por los ojos de la peliplata.
- Si quieres podemos volver a por un abrigo o algo para ti. -
- No, está bien. Cuanto antes terminemos mejor. - Al verla temblar esporádicamente, decidió tomar una mano de la rubia, entrelazarla con la suya y resguardarla en el bolsillo de su chaqueta.
- No pases frío tontamente. - Sophia sonrió.
- Contigo a mi lado, no parece que lo haga. - Bromeó.
- Entonces, ¿Como sabes todo... lo que sabes? - La rubia alzó la vista al cielo, ya oscuro y sin apenas estrellas, una vista bastante sosa porque en su tiempo, la parte positiva es que podía contemplar la Vía Láctea ante la ausencia de tantas luces de ciudad.
- Lo sé porque estaba en el fin del mundo. - Cassi la miró inquisitiva, esa respuesta era como dar vueltas sobre uno mismo. - De alguna forma... retrocedí en el tiempo supongo... - Apretó su mano con Cassidy. - Y en ese tiempo, éramos amigas. - Sonrió con pena. - De ahí que sepa tantas cosas sobre tí. -
- Wow. - Fue lo único que articuló. Un día y tenía que digerir bastante información, ni en el último día antes del examen en la escuela había tenido tanta presión por memorizar cosas. - Siento que mi privacidad se fue. -
- Tu misma me contaste. - Rió sutilmente.
- Pero no la yo de hoy. - Suspiró suavemente. - Pero sigo sin saber que sucederá en el fin del mundo. -
- Supongo que no tiene sentido ocultártelo ya que sucederá sí o sí. - Respiró profundo en busca de voluntad para hacer memoria. - Si tuviera que resumirlo... Diría que zombies. -
- ¿Zombies? ¿Como en las películas? -
- Como en las películas. -
Buscó en la rubia una pizca de risa, de que se estuviera quedando con ella pero no lo encontró y hasta esperó a que Sophia no aguantase la risa y diese una risotada pero no fue así. El fin del mundo no podía ser tan cliché.
- Te parecerá cliché. - Cassidy por un momento se preguntó si le había leído la mente. - Pero es así. Al sexto día surgirán y aunque el caos se esparcirá por la ciudad y en todo el mundo, el ejército hará un buen trabajo controlándolo. -
- Entonces no veo donde está el problema. -
- Eso solo es la primera fase del fin. - Sonrió con amargura Sophia. - Deberíamos ir a por comida, medicina y quizás buscar algo con el que defendernos. -
El móvil de Sophia sonó varias veces, un "ding" detrás de otro sin parar. ¿Quien querría algo de ella a esas horas? No es que mantuviera mucho contacto con sus amigos que como tener, los tenía pero que con el paso del tiempo se iban distanciando cada vez mas.
Tan pronto como miró quien era el culpable de aquella presión, una sonrisa se formó en sus labios.
- Quizás lo primero que tengamos que hacer es ir a por comida y medicina después de todo. -
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
- ¿Comida? - Cassidy se notó pensativa, hasta llevo un dedo a su barbilla mientras miraba al cielo. - ¿Eso no expira? - Preguntó en tono de broma regresando su mirada a la rubia, quien solo se encogió de hombros.
- Hay cosas que duran años, y en supervivencia debes de tomar lo que haya. - Explicó, Cassidy suspiró, todavía no sabía si podría lidiar con eso, menos cuando aun no podía tomárselo lo suficientemente en serio; al no haberlo vivido y no estar en relación con lo mismo, su noción no era más que la simple ficción que había visto de vez en cuando, la misma que le daba igual por el mismo hecho de ser ficción.
- ¿Y si criamos pollos y vacas? - Dijo, habían cambiado su rumbo hacia la farmacia más cercana.
- ¿Qué? - La miró como si estuviese bromeando, recordaba claramente que Cassidy era una de las personas más inteligentes que había conocido, pero esta Cassidy que parecía no tener preocupaciones dejaba volar mucho su extraña imaginación.
- Tu sabes, como una granja.
- ¿Vas a cargar con pollos y vacas en el fin del mundo? - Cassidy pareció meditarlo.
- ¿Por qué no? De vez en cuando serían buena carnada, aunque si se infectan sería problemático si no nos damos cuenta y los comemos. - Asintió con extraña seriedad. Y después de ver el incrédulo rostro de la chica, empezó a reír. - Estoy bromeando. No es fácil acarrear pollos, y menos vacas.
- Casi me das un susto. - Trató de evitar la sonrisa, de hecho cuando Cassi reía con fuerza podía ser contagioso, algo que nunca ocurrió en el tiempo del que venía. Pero seguía siendo cierto que la conversación con ella era muy llevadera. - Pensé que en serio te habías vuelto más tonta. - Pareció relajarse con el suspiro que echó, y Cassidy sin pensarlo dos veces le pellizcó una mejilla, le había hecho gracia y se notaba en su cara, pero no podía dejarlo así. - Auch. - Se sobó la zona afectada apenas y le había hecho algo.
- No soy muy fan de la comida instantánea.
- Ni yo.
Llegaron a la farmacia, el supermercado todavía podía esperar, una vez ahí Sophia comenzó a pedir varios tipos de medicamentos aunque pronto su nube se bajó, en el fin de los tiempos realmente no importaba nada porque se tomaba lo que se encontraba, pero en ese momento, habían medicamentos que no se los podían dar a menos que poseyeran receta médica, se sintió decepcionada, especialmente por los analgésicos, los que eran al final del día más utilizados junto a las vendas.
Pero se rindió ante ello por el momento, ya al siguiente día verían que hacían respecto a ello.
- El super está más frío que el exterior. - Comentó la peliplata, y solo rió al ver a Sophia dando saltitos para evitar congelarse más.
- Vamos. - Dijo ante la pena que era aquella situación para su orgullo.
Prácticamente solo tomaron cosas de caducidad longeva, era imposible tomar cosas frescas a menos que decidieran que era un buen momento para echarse un festín.
- ¿Cómo es el fin del mundo? - Preguntó Cassi, había alcanzado unos fideos del estante alto, y aunque sonreía porque la estaba pasando bien lo preguntó con seriedad, tenía mucha curiosidad.
- ¿Cómo lo supones? - Le regresó la pregunta, no era algo bonito que relatar. La otra joven vaciló sobre su respuesta, y suspiró.
- ¿Turbio, quizá?
- Eso es una descripción no muy alejada.
- Siempre me imaginé que algo como el fin sería de otra manera ¿Sabes?
- ¿En serio has tenido momentos para imaginarlo? - La miró inquisitiva, más cuando en el siguiente pasillo tiró una caja de galletas de chocolate al carrito.
- Simples conjeturas. - La miró. - Algo así como una explosión galáctica, o el sol convirtiéndose en agujero negro, o una guerra civil entre Estados Unidos y Rusia. Cosas como esa. - Se encogió de hombros. - Claro que todo esto suponiendo que ya han pasado milenios desde mi muerte. - Rió un poco, a Sophia no le causó mucha gracia. Por lo que cambió de tema. - Por cierto, ¿Por dónde vives?
- Y ahí vamos de nuevo... - Cada que Cassidy hablaba siempre tenía ese algo que sonaba demasiado raro como para creer intensiones malinterpretadas.
- Por favor, solo estoy curioseando un poco, literalmente tu sabes cosas sobre mí que quizá yo ni me haya enterado hasta ahora, siendo yo. - Comenzó a caminar hacia atrás. Sophia solo la miró con resignación. Y esperando que no se chocara con nada, por suerte a esa hora el lugar estaba más vacío que otra cosa. - Además es muy tarde para que vayas a tu casa sola, te puedo llevar. - Continuaron conversando mientras tomaban lo que encontraban de utilidad, hasta el shampoo que aunque no estaba en sus pensamientos primero, luego de verlo lo bautizaron como demasiado necesario.
- Hay cosas que duran años, y en supervivencia debes de tomar lo que haya. - Explicó, Cassidy suspiró, todavía no sabía si podría lidiar con eso, menos cuando aun no podía tomárselo lo suficientemente en serio; al no haberlo vivido y no estar en relación con lo mismo, su noción no era más que la simple ficción que había visto de vez en cuando, la misma que le daba igual por el mismo hecho de ser ficción.
- ¿Y si criamos pollos y vacas? - Dijo, habían cambiado su rumbo hacia la farmacia más cercana.
- ¿Qué? - La miró como si estuviese bromeando, recordaba claramente que Cassidy era una de las personas más inteligentes que había conocido, pero esta Cassidy que parecía no tener preocupaciones dejaba volar mucho su extraña imaginación.
- Tu sabes, como una granja.
- ¿Vas a cargar con pollos y vacas en el fin del mundo? - Cassidy pareció meditarlo.
- ¿Por qué no? De vez en cuando serían buena carnada, aunque si se infectan sería problemático si no nos damos cuenta y los comemos. - Asintió con extraña seriedad. Y después de ver el incrédulo rostro de la chica, empezó a reír. - Estoy bromeando. No es fácil acarrear pollos, y menos vacas.
- Casi me das un susto. - Trató de evitar la sonrisa, de hecho cuando Cassi reía con fuerza podía ser contagioso, algo que nunca ocurrió en el tiempo del que venía. Pero seguía siendo cierto que la conversación con ella era muy llevadera. - Pensé que en serio te habías vuelto más tonta. - Pareció relajarse con el suspiro que echó, y Cassidy sin pensarlo dos veces le pellizcó una mejilla, le había hecho gracia y se notaba en su cara, pero no podía dejarlo así. - Auch. - Se sobó la zona afectada apenas y le había hecho algo.
- No soy muy fan de la comida instantánea.
- Ni yo.
Llegaron a la farmacia, el supermercado todavía podía esperar, una vez ahí Sophia comenzó a pedir varios tipos de medicamentos aunque pronto su nube se bajó, en el fin de los tiempos realmente no importaba nada porque se tomaba lo que se encontraba, pero en ese momento, habían medicamentos que no se los podían dar a menos que poseyeran receta médica, se sintió decepcionada, especialmente por los analgésicos, los que eran al final del día más utilizados junto a las vendas.
Pero se rindió ante ello por el momento, ya al siguiente día verían que hacían respecto a ello.
- El super está más frío que el exterior. - Comentó la peliplata, y solo rió al ver a Sophia dando saltitos para evitar congelarse más.
- Vamos. - Dijo ante la pena que era aquella situación para su orgullo.
Prácticamente solo tomaron cosas de caducidad longeva, era imposible tomar cosas frescas a menos que decidieran que era un buen momento para echarse un festín.
- ¿Cómo es el fin del mundo? - Preguntó Cassi, había alcanzado unos fideos del estante alto, y aunque sonreía porque la estaba pasando bien lo preguntó con seriedad, tenía mucha curiosidad.
- ¿Cómo lo supones? - Le regresó la pregunta, no era algo bonito que relatar. La otra joven vaciló sobre su respuesta, y suspiró.
- ¿Turbio, quizá?
- Eso es una descripción no muy alejada.
- Siempre me imaginé que algo como el fin sería de otra manera ¿Sabes?
- ¿En serio has tenido momentos para imaginarlo? - La miró inquisitiva, más cuando en el siguiente pasillo tiró una caja de galletas de chocolate al carrito.
- Simples conjeturas. - La miró. - Algo así como una explosión galáctica, o el sol convirtiéndose en agujero negro, o una guerra civil entre Estados Unidos y Rusia. Cosas como esa. - Se encogió de hombros. - Claro que todo esto suponiendo que ya han pasado milenios desde mi muerte. - Rió un poco, a Sophia no le causó mucha gracia. Por lo que cambió de tema. - Por cierto, ¿Por dónde vives?
- Y ahí vamos de nuevo... - Cada que Cassidy hablaba siempre tenía ese algo que sonaba demasiado raro como para creer intensiones malinterpretadas.
- Por favor, solo estoy curioseando un poco, literalmente tu sabes cosas sobre mí que quizá yo ni me haya enterado hasta ahora, siendo yo. - Comenzó a caminar hacia atrás. Sophia solo la miró con resignación. Y esperando que no se chocara con nada, por suerte a esa hora el lugar estaba más vacío que otra cosa. - Además es muy tarde para que vayas a tu casa sola, te puedo llevar. - Continuaron conversando mientras tomaban lo que encontraban de utilidad, hasta el shampoo que aunque no estaba en sus pensamientos primero, luego de verlo lo bautizaron como demasiado necesario.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
Cada pasillo era un nuevo descubrimiento y cada vez que paseaban la vista entre estante y estante era un "Oh, esto también puede ser necesario.". El truco estaba en que no podían llevarlo todo, solo tenían dos manos y por eso mismo, se habían tardado tanto, porque había que escoger solo lo necesario e indispensable y una de esas cosas eran los productos de higiene. Eso era sagrado.
- No tenías que haber pagado. -
- ¿Dejarás que un desconocido te haga pagar por una historia que podría ser inventada? Así te van a estafar. -
- No un desconocido. - Dijo mirándola. - Chocphia - Ante la cara de desconcierto de la rubia, Cassidy rió. - ¿Regresarás a casa? -
- Debería. - Suspiró, porque en realidad no quería, prefería estar junto a la chica mientras podía. - Al menos para coger un recambio de ropa, alguna que otra cosa y un recuerdo. - Dijo recordando la cantidad de veces que aunque se hubiera aseado, tenía que seguir usando la misma ropa sucia llena de polvo, quizás sangre y eso sin mencionar la ropa interior.
- Te acompaño. -
- No por favor, tendrías que recorrer el doble de distancia cargando con la bolsa. -
- No pasa nada. - Insistió. - Además, tengo curiosidad por saber como es tu hogar. -
Y entonces, Sophia recordó que como vivía sola, la casa estaba bastante desordenada. Los estudios le consumían demasiado tiempo y muchas veces ni siquiera tenía tiempo para cocinarse algo decente y además de que si hacía algo de tarea del hogar como poner la ropa a lavar, tenía que sacar tiempo de otra tarea.
- Es tarde. -
- Puedo dormir en tu casa. - Si seguía así bromeando de verdad que se iba a caer rendido ante ella.
- No. - Fue lo único que logró decir mientras intentaba disimular su nerviosismo de forma sutil.
- Vamos, solo quiero conocerte. - Sophia suspiró.
- Está bien. - Accedió después de varios segundos. Sabía que ella no aceptaría un no como respuesta y después de todo lo que había vivido en un día, tampoco tenía ganas de discutir, llegado a ese punto solo le apetecía dormir y quien sabe, quiezás igual se levantaría en su cama calentita y bien arropada y todo era un mal sueño. - Pero si vas a entrar esperarás varios minutos. -
- ¿Hm? ¿Por que? -
- Ugh. Tú deberías saber mejor que nadie por qué. -
- No tenías que haber pagado. -
- ¿Dejarás que un desconocido te haga pagar por una historia que podría ser inventada? Así te van a estafar. -
- No un desconocido. - Dijo mirándola. - Chocphia - Ante la cara de desconcierto de la rubia, Cassidy rió. - ¿Regresarás a casa? -
- Debería. - Suspiró, porque en realidad no quería, prefería estar junto a la chica mientras podía. - Al menos para coger un recambio de ropa, alguna que otra cosa y un recuerdo. - Dijo recordando la cantidad de veces que aunque se hubiera aseado, tenía que seguir usando la misma ropa sucia llena de polvo, quizás sangre y eso sin mencionar la ropa interior.
- Te acompaño. -
- No por favor, tendrías que recorrer el doble de distancia cargando con la bolsa. -
- No pasa nada. - Insistió. - Además, tengo curiosidad por saber como es tu hogar. -
Y entonces, Sophia recordó que como vivía sola, la casa estaba bastante desordenada. Los estudios le consumían demasiado tiempo y muchas veces ni siquiera tenía tiempo para cocinarse algo decente y además de que si hacía algo de tarea del hogar como poner la ropa a lavar, tenía que sacar tiempo de otra tarea.
- Es tarde. -
- Puedo dormir en tu casa. - Si seguía así bromeando de verdad que se iba a caer rendido ante ella.
- No. - Fue lo único que logró decir mientras intentaba disimular su nerviosismo de forma sutil.
- Vamos, solo quiero conocerte. - Sophia suspiró.
- Está bien. - Accedió después de varios segundos. Sabía que ella no aceptaría un no como respuesta y después de todo lo que había vivido en un día, tampoco tenía ganas de discutir, llegado a ese punto solo le apetecía dormir y quien sabe, quiezás igual se levantaría en su cama calentita y bien arropada y todo era un mal sueño. - Pero si vas a entrar esperarás varios minutos. -
- ¿Hm? ¿Por que? -
- Ugh. Tú deberías saber mejor que nadie por qué. -
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
Cassidy negó en cuanto comenzaron su caminata.
- No tengo idea. - Dijo, pero tenía tono bromista, estaba claro que se lo imaginaba pero solo se hacía la tonta. - ¿Escondes algo acaso? - Se inclinó un poco mirándola.
- ¿Qué podría estar escondiendo? - Rodó los ojos. La peliplata se encogió de hombros.
- Hay muchas opciones.
- ¿Cómo?
- Algun novio. - Sophia no evitó lanzar un resoplido al aguantarse la risa. - Entonces algún monstruo de armario, o… - Continuó dando ideas de cualquier cosa hasta que fueron cambiando de tema a otra trivialidad. Al llegar a la casa de la rubia, nones que la haya hecho esperar lo que es afuera en sí, pero le negó la entrada por completo. Cassidy terminó sentada en el suelo esperando a la chica, no le molestaba realmente y también quiso bromear con ello.
- No te olvides de limpiar bajo la alfombra, o los muebles… - Escuchó un quejido y se rió, luego solo negó divertida y la dejó tranquila comenzando a revisar su celular. Y hasta aprovechó para tomarse una selfie y subirla a su red social más usado con un simple comentario de: Waiting…
No tardó mucho en comenzar una conversación en los comentarios con dos de sus conocidos.
Entonces recordó que de hecho podría ser mala idea, ella no cargaba pijama o algo para cambiarse. Pero mientras más lo pensaba solo se transformaba en un: Ya veré. Y también aprovechó para enviarle un mensaje a su hermana. La misma le recriminó muchas cosas, pero solo suspiró cansada.
Y después de unos minutos más la puerta abierta le dijo que ya podía pasar, ella rió al ver a Sophia, pero solo se levantó y entró.
- Disculpe las molestiaaas. - Canturreó al atravesar la puerta. - Cenicienta. - Miró a la rubia, quien solo le puso cara fea, Cassidy se quedó en un mueble de la sala y se quedó ahí mirando la lámpara de techo. - Te faltó quitar polvo…
- Ya, no soy perfecta ¿Si? - Terminó rendida y se sentó también pero frente a ella.
- No lo sé, nunca se sabe para quién eres o no perfecta. - Dijo con mucha calma. Sophia solo la miró cansada, hasta los comentarios raros de la joven le resbalaban en ese momento. Cassidy solo se rió. - Creo que deberías descansar.
- ¿Tu crees?
- No, deberías ir a correr.
- No es una mala idea.
- ¿En serio? - Ella asintió.
- Estoy fuera de forma. - Miró a Cassidy de manera evaluativa, y ésta solo quedó quieta, le incomodaba que la mirasen sin tener idea del porqué.
- ¿Qué?
- También deberías ejercitar. - Y entonces Cassidy hizo rostro de asco. - ¿Tanto odio le tienes?
- No es odio, me gusta el baile, pero cuando me dicen algo tipo entrenar. - Tomó aire y resopló. - No sé, no es lo mío.
- Vamos a correr.
- ¡¿Ahora?! - Se notó asustada Sophia se rió de su cara.
- Mañana. - Miró su reloj, esa hora no era recomendable, a pesar de que habían comido azúcar suficiente como para hacer que se lo piense, pero estaba demasiado cansada.
- ¿Sabes que por mucho que me insistas no lo haré, verdad?
- Ya veremos. - Sonrió, Cassidy entonces sintió el verdadero terror (?.
- En cualquier caso... ¿Te puedo pedir un favor? - Y el rostro de Sophia se mostró curioso.
Pasaron unos minutos y realmente Sophia se estaba preguntando cómo era posible que la diferencia acerca de espacio personal fuese algo que la Cassidy que conocía y la que acababa de conocer no conociesen de nada.
Estaban sentadas en la cama, Sophia sentada abrazándose de piernas y apoyándose en la cabecera, mientras que Cassidy se había acostado bocabajo y leía una revista que había encontrado en el escritorio de su cuarto, según que siempre leía algo antes de dormir, pero no sabía que tan bien le sentaría leer una revista adolescente cuando ella solo leías libros difíciles de comprender para alguien que a penas y usaba la física en el colegio para tener notas aceptables y no quedar en números rojos.
Aunque tenía que aceptar que viéndola comer galletas con un pijama que prácticamente le tuvo que prestar, era relajante y nuevo, y estaba segura nunca la vería más femenina que en ese momento.
- ¿Segura que no quieres? - Preguntó Cassi al levantar el rostro y notar que Sophia la miraba.
- Segura. - Suspiró, era la tercera vez que le preguntaba, pero eran galletas de chocolate, y sabía que luego de comerlas se sentiría mal consigo misma, era demasiada azúcar y se suponía que ya iban a dormir, no entendía cómo Cassidy podía hacer algo como eso sin importarle. - Tente más cariño. - Le dijo.
- Me lo tengo... Por eso como. - Se encogió de hombros y Sonrió. Dejó la revista a un lado, no tenía nada que le interesase realmente y se sentó a un lado de ella miraron la pared por unos cuantos segundos. - ¿Segura que no... ? - Sophia rodó los ojos y terminó por tomar una galleta de la caja, era demasiado insistente y molesta cuando quería.
- Eres molesta. - Dijo al terminar de masticar la primer mordida, Cassidy infló las mejillas con burla. - ¿Cómo es dormir en la casa de un desconocido?
- Un poco extraño, y... muy rosa... - Miró la habitación en totalidad. - Hasta tu ropa. - Se miró a sí misma. - Pero creo que te cae.
- A ti también. - Sophia sonrió sinceramente y Cassi le regresó una carcajada.
- Que sepas que el pijama que tengo en casa no combina y es mucho más grande.
- ¿Le robas la ropa a tu padre?
- ¿Para dormir? A veces. - Ambas rieron. - Es que soy tímida.
- ¿Tú? ¡Ja!
- Oye...
Cassidy era una piedra a la hora de dormir, o eso descubrió en ese momento, literalmente se terminaron las galletas, caminaron alrededor de la habitación y jugaron cartas,hasta que el azúcar les dejó pasar a sentirse somnolientas. La peliplata no tardó en estirar la pata(?. En cambio Sophia tardó para quedarse dormida, realmente se pensaba los acontecimientos que había ocurrido ¿Y si era todo un sueño y cuando despertase seguiría en ese horroroso lugar y tiempo? Era angustioso el solo pensarlo.
Se pellizcó solo para comprobarlo y seguía ahí, en su cama acostada junto a una Cassidy tan dormida que podría jugarle una broma si quisiese. La duda realmente era cómo había podido regresar a ese tiempo, y aunque se tratase de solo suerte, era una realidad que no podía dejar de lado.
- No tengo idea. - Dijo, pero tenía tono bromista, estaba claro que se lo imaginaba pero solo se hacía la tonta. - ¿Escondes algo acaso? - Se inclinó un poco mirándola.
- ¿Qué podría estar escondiendo? - Rodó los ojos. La peliplata se encogió de hombros.
- Hay muchas opciones.
- ¿Cómo?
- Algun novio. - Sophia no evitó lanzar un resoplido al aguantarse la risa. - Entonces algún monstruo de armario, o… - Continuó dando ideas de cualquier cosa hasta que fueron cambiando de tema a otra trivialidad. Al llegar a la casa de la rubia, nones que la haya hecho esperar lo que es afuera en sí, pero le negó la entrada por completo. Cassidy terminó sentada en el suelo esperando a la chica, no le molestaba realmente y también quiso bromear con ello.
- No te olvides de limpiar bajo la alfombra, o los muebles… - Escuchó un quejido y se rió, luego solo negó divertida y la dejó tranquila comenzando a revisar su celular. Y hasta aprovechó para tomarse una selfie y subirla a su red social más usado con un simple comentario de: Waiting…
No tardó mucho en comenzar una conversación en los comentarios con dos de sus conocidos.
Entonces recordó que de hecho podría ser mala idea, ella no cargaba pijama o algo para cambiarse. Pero mientras más lo pensaba solo se transformaba en un: Ya veré. Y también aprovechó para enviarle un mensaje a su hermana. La misma le recriminó muchas cosas, pero solo suspiró cansada.
Y después de unos minutos más la puerta abierta le dijo que ya podía pasar, ella rió al ver a Sophia, pero solo se levantó y entró.
- Disculpe las molestiaaas. - Canturreó al atravesar la puerta. - Cenicienta. - Miró a la rubia, quien solo le puso cara fea, Cassidy se quedó en un mueble de la sala y se quedó ahí mirando la lámpara de techo. - Te faltó quitar polvo…
- Ya, no soy perfecta ¿Si? - Terminó rendida y se sentó también pero frente a ella.
- No lo sé, nunca se sabe para quién eres o no perfecta. - Dijo con mucha calma. Sophia solo la miró cansada, hasta los comentarios raros de la joven le resbalaban en ese momento. Cassidy solo se rió. - Creo que deberías descansar.
- ¿Tu crees?
- No, deberías ir a correr.
- No es una mala idea.
- ¿En serio? - Ella asintió.
- Estoy fuera de forma. - Miró a Cassidy de manera evaluativa, y ésta solo quedó quieta, le incomodaba que la mirasen sin tener idea del porqué.
- ¿Qué?
- También deberías ejercitar. - Y entonces Cassidy hizo rostro de asco. - ¿Tanto odio le tienes?
- No es odio, me gusta el baile, pero cuando me dicen algo tipo entrenar. - Tomó aire y resopló. - No sé, no es lo mío.
- Vamos a correr.
- ¡¿Ahora?! - Se notó asustada Sophia se rió de su cara.
- Mañana. - Miró su reloj, esa hora no era recomendable, a pesar de que habían comido azúcar suficiente como para hacer que se lo piense, pero estaba demasiado cansada.
- ¿Sabes que por mucho que me insistas no lo haré, verdad?
- Ya veremos. - Sonrió, Cassidy entonces sintió el verdadero terror (?.
- En cualquier caso... ¿Te puedo pedir un favor? - Y el rostro de Sophia se mostró curioso.
Pasaron unos minutos y realmente Sophia se estaba preguntando cómo era posible que la diferencia acerca de espacio personal fuese algo que la Cassidy que conocía y la que acababa de conocer no conociesen de nada.
Estaban sentadas en la cama, Sophia sentada abrazándose de piernas y apoyándose en la cabecera, mientras que Cassidy se había acostado bocabajo y leía una revista que había encontrado en el escritorio de su cuarto, según que siempre leía algo antes de dormir, pero no sabía que tan bien le sentaría leer una revista adolescente cuando ella solo leías libros difíciles de comprender para alguien que a penas y usaba la física en el colegio para tener notas aceptables y no quedar en números rojos.
Aunque tenía que aceptar que viéndola comer galletas con un pijama que prácticamente le tuvo que prestar, era relajante y nuevo, y estaba segura nunca la vería más femenina que en ese momento.
- ¿Segura que no quieres? - Preguntó Cassi al levantar el rostro y notar que Sophia la miraba.
- Segura. - Suspiró, era la tercera vez que le preguntaba, pero eran galletas de chocolate, y sabía que luego de comerlas se sentiría mal consigo misma, era demasiada azúcar y se suponía que ya iban a dormir, no entendía cómo Cassidy podía hacer algo como eso sin importarle. - Tente más cariño. - Le dijo.
- Me lo tengo... Por eso como. - Se encogió de hombros y Sonrió. Dejó la revista a un lado, no tenía nada que le interesase realmente y se sentó a un lado de ella miraron la pared por unos cuantos segundos. - ¿Segura que no... ? - Sophia rodó los ojos y terminó por tomar una galleta de la caja, era demasiado insistente y molesta cuando quería.
- Eres molesta. - Dijo al terminar de masticar la primer mordida, Cassidy infló las mejillas con burla. - ¿Cómo es dormir en la casa de un desconocido?
- Un poco extraño, y... muy rosa... - Miró la habitación en totalidad. - Hasta tu ropa. - Se miró a sí misma. - Pero creo que te cae.
- A ti también. - Sophia sonrió sinceramente y Cassi le regresó una carcajada.
- Que sepas que el pijama que tengo en casa no combina y es mucho más grande.
- ¿Le robas la ropa a tu padre?
- ¿Para dormir? A veces. - Ambas rieron. - Es que soy tímida.
- ¿Tú? ¡Ja!
- Oye...
Cassidy era una piedra a la hora de dormir, o eso descubrió en ese momento, literalmente se terminaron las galletas, caminaron alrededor de la habitación y jugaron cartas,hasta que el azúcar les dejó pasar a sentirse somnolientas. La peliplata no tardó en estirar la pata(?. En cambio Sophia tardó para quedarse dormida, realmente se pensaba los acontecimientos que había ocurrido ¿Y si era todo un sueño y cuando despertase seguiría en ese horroroso lugar y tiempo? Era angustioso el solo pensarlo.
Se pellizcó solo para comprobarlo y seguía ahí, en su cama acostada junto a una Cassidy tan dormida que podría jugarle una broma si quisiese. La duda realmente era cómo había podido regresar a ese tiempo, y aunque se tratase de solo suerte, era una realidad que no podía dejar de lado.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
De todos los lugares para dormir, no había sitio comparable a su cama de siempre, tan blanda y tan fresca como la recordaba. Incontables días las había pasado durmiendo junto al polvo del suelo y las rocas de escombros y ahora podía volver a sentir su hogar de siempre. Decían que hogar solo había uno y con razón, ahora lo comprendía, tanto que hasta se puso sentimental y podía sentir una lágrima de felicidad y justo cuando quería girarse para saborear su cama mejor, se encontró con la espalda de Cassidy.
Aquello no estaba pensado para dos personas, tenía espacio y cabían las dos, pero era apretado. Tampoco era la primera vez que dormía con ella, en el futuro claro, pero ahora mismo quería su cama, para ella sola.
Y mientras divagaba en sus pensamientos, sin darse cuenta a los pocos minutos cayó profundamente dormida y aunque dormía plácidamente, comenzó a notar cierto calor que la obligó con pocas ganas a abrir un ojo; y normal que tuviera calor, Cassidy estaba agarrada a ella.
Realmente no quería levantarse y tampoco quería despertarla así que intentó la táctica que todos hacían, sacar una pierna fuera de la manta, cosa que no estaba funcionando para nada y probó destapándose con la esperanza de enfriar su cuerpo pero cuando lo hacía, le entraba demasiado frío. ¿Es que no había termino medio? ¿Y desde cuando era tan cálida la chica? Ni buscar la temperatura perfecta en la ducha era tan difícil como aquello. Recordaba del futuro que dormían juntas en los días mas fríos del invierno y aun así pasaban frío.
Intentó conciliar de nuevo el sueño pero una sed repentina e irónicamente unas ganas de visitar el baño, chafaron su idea. Con suavidad, se separó de Cassidy y cuando ya estaba de pie, se preguntó por que no simplemente había hecho eso, hubiera sido todo mas sencillo.
Visitó primero el baño y después fue a la cocina y se llenó medio vaso de agua aún estando medio dormida. De reojos vio algunas cosas desperdigadas en la mesa de lo que habían comprado hace un rato, concretamente, toallitas higiénicas.
- Ah, que lujo. - Pensó mientras recordaba lo mal que lo había pasado cuando no había forma de adquirir aquello en el futuro apocalíptico, teniendo que tirar de la improvisación. Ella se había acostumbrado pero otras chicas eran mas reticentes a vivir sin aquello.
En ese momento desvió la mirada hacia la ventana mientras terminaba su vaso de agua. A lo lejos se avistaba una humareda y luces anaranjadas de un ocaso provocado por un fuego y débilmente, también las luces azules de varios servicios de emergencias. Y de pronto, explotó.
Si aquello no hubiera hecho boom, seguiría medio dormida, no, en su lugar mas bien se hubiera vuelto a meter en la cama como si nada. Tenía un mal presentimiento y esperaba equivocarse.
Dos fuertes golpes llamaron a la puerta y Sophia se quedó de pie inmóvil observando la puerta. No se atrevió a moverse y ni siquiera a respirar, si se sinceraba consigo misma, sí, tenía miedo. Era demasiado tarde para llamar a la puerta de cualquier casa y menos aún de forma tan violenta y repentina. Mas golpes sucedieron, esta vez mas fuertes.
Cogió un cuchillo de la cocina dubitativa, quizás estaba sobre reaccionando pero no iba a malgastar su segunda oportunidad. Se acercó a la puerta e intentó escuchar algo pero nada llegaba a sus oídos y tampoco se atrevía a acercar su oído a la puerta menos aún cuando cada cierto tiempo, golpeaban sobresaltándola. Si tenían algo urgente podrían usar el timbre pero en su lugar habían llamado a la puerta con golpes. Lo único que le vino a la cabeza fue por qué demonios esa puerta no tenía una mirilla.
- ¿Si? - La voz le tembló y también dejaron de golpear la puerta. Y ahí se quedó quieta, con un cuchillo en la mano, inmóvil e insegura de que hacer. Esperó cinco minutos, o al menos eso había contado ella en su cabeza y como nada se escuchaba salvo una sirena de fondo, procedió a abrir la puerta con cuidado.
Tan solo abrió dos centímetros y de repente una fuerza abrumadora empujó la puerta tirando a la rubia al suelo. Vio una sombra balancearse sobre ella pero fue suficiente para que instintivamente se cubriese con las manos.
Aquella fuerza no era normal y estaba arrinconada en el suelo incapaz de hacer nada salvo dar pataletas. A escasos centímetros de su cara fue cuando vio el rostro de su asaltante. El apocalipsis ya había comenzado, seis días antes de lo previsto.
- ¿S-Sophia? - La inconfundible voz de Cassidy se notaba confusa.
- Cassi... - Dijo mientras se retorcía en el suelo con el no muerto intentando morderla. - ¡El cuchillo! -
En lugar de recibir una respuesta, vio a su amiga de pie parada sin hacer nada. Un lado suyo la maldecía por estar asimilando tan lento y otra parte suya la perdonaba porque si no fuera por sus recuerdos, habría reaccionado igual, paralizada y muerta de miedo y quizás ya muerta. Además, sin importar cuantas veces liquidara a esos monstruos en su yo del futuro, siempre que veía uno no podía evitar ponerse nerviosa; después de todo, podía morir.
- ¡Cassi! - Gritó en súplica cuando notaba que no estaba ganando terreno a su asaltante, en su lugar estaba siendo dominada. Mentalmente se preparó para lo peor con el poco tiempo que le quedaba y repentinamente, "chof", dejó de hacer fuerza y consiguió apartarlo sin mucha fuerza. Esta vez estaba muerto del todo y ahora que se fijaba bien, era su vecino.
- Llego a tiempo. -
La rubia miró hacia la entrada y encontró una figura de alguien conocido con quien había compartido muchas cosas al igual que con Cassidy. Ambas se miraron mutuamente, una con el rostro mostrando pánico y la otra con una sonrisa cálida.
- ¿Sigues viva? - Dijo agachándose enfrente de Sophia. Al poco rato la rubia le abrazó con fuerza, con alguna que otra lágrima que se le escapaban por los ojos. La otra simplemente rió. - Te dije que nos volveríamos a encontrar. -
- Tardaste. -
- Lo siento. - Le correspondió el abrazo.
- Eh... - La voz de Cassidy interrumpió el momento, incapaz de saber como reaccionar ante todo lo que acababa de pasar en cinco minutos cuando tan solo se había levantando porque simplemente había mucho ruido.
- ¡Oh! ¡Cassi! -
Aquello no estaba pensado para dos personas, tenía espacio y cabían las dos, pero era apretado. Tampoco era la primera vez que dormía con ella, en el futuro claro, pero ahora mismo quería su cama, para ella sola.
Y mientras divagaba en sus pensamientos, sin darse cuenta a los pocos minutos cayó profundamente dormida y aunque dormía plácidamente, comenzó a notar cierto calor que la obligó con pocas ganas a abrir un ojo; y normal que tuviera calor, Cassidy estaba agarrada a ella.
Realmente no quería levantarse y tampoco quería despertarla así que intentó la táctica que todos hacían, sacar una pierna fuera de la manta, cosa que no estaba funcionando para nada y probó destapándose con la esperanza de enfriar su cuerpo pero cuando lo hacía, le entraba demasiado frío. ¿Es que no había termino medio? ¿Y desde cuando era tan cálida la chica? Ni buscar la temperatura perfecta en la ducha era tan difícil como aquello. Recordaba del futuro que dormían juntas en los días mas fríos del invierno y aun así pasaban frío.
Intentó conciliar de nuevo el sueño pero una sed repentina e irónicamente unas ganas de visitar el baño, chafaron su idea. Con suavidad, se separó de Cassidy y cuando ya estaba de pie, se preguntó por que no simplemente había hecho eso, hubiera sido todo mas sencillo.
Visitó primero el baño y después fue a la cocina y se llenó medio vaso de agua aún estando medio dormida. De reojos vio algunas cosas desperdigadas en la mesa de lo que habían comprado hace un rato, concretamente, toallitas higiénicas.
- Ah, que lujo. - Pensó mientras recordaba lo mal que lo había pasado cuando no había forma de adquirir aquello en el futuro apocalíptico, teniendo que tirar de la improvisación. Ella se había acostumbrado pero otras chicas eran mas reticentes a vivir sin aquello.
En ese momento desvió la mirada hacia la ventana mientras terminaba su vaso de agua. A lo lejos se avistaba una humareda y luces anaranjadas de un ocaso provocado por un fuego y débilmente, también las luces azules de varios servicios de emergencias. Y de pronto, explotó.
Si aquello no hubiera hecho boom, seguiría medio dormida, no, en su lugar mas bien se hubiera vuelto a meter en la cama como si nada. Tenía un mal presentimiento y esperaba equivocarse.
Dos fuertes golpes llamaron a la puerta y Sophia se quedó de pie inmóvil observando la puerta. No se atrevió a moverse y ni siquiera a respirar, si se sinceraba consigo misma, sí, tenía miedo. Era demasiado tarde para llamar a la puerta de cualquier casa y menos aún de forma tan violenta y repentina. Mas golpes sucedieron, esta vez mas fuertes.
Cogió un cuchillo de la cocina dubitativa, quizás estaba sobre reaccionando pero no iba a malgastar su segunda oportunidad. Se acercó a la puerta e intentó escuchar algo pero nada llegaba a sus oídos y tampoco se atrevía a acercar su oído a la puerta menos aún cuando cada cierto tiempo, golpeaban sobresaltándola. Si tenían algo urgente podrían usar el timbre pero en su lugar habían llamado a la puerta con golpes. Lo único que le vino a la cabeza fue por qué demonios esa puerta no tenía una mirilla.
- ¿Si? - La voz le tembló y también dejaron de golpear la puerta. Y ahí se quedó quieta, con un cuchillo en la mano, inmóvil e insegura de que hacer. Esperó cinco minutos, o al menos eso había contado ella en su cabeza y como nada se escuchaba salvo una sirena de fondo, procedió a abrir la puerta con cuidado.
Tan solo abrió dos centímetros y de repente una fuerza abrumadora empujó la puerta tirando a la rubia al suelo. Vio una sombra balancearse sobre ella pero fue suficiente para que instintivamente se cubriese con las manos.
Aquella fuerza no era normal y estaba arrinconada en el suelo incapaz de hacer nada salvo dar pataletas. A escasos centímetros de su cara fue cuando vio el rostro de su asaltante. El apocalipsis ya había comenzado, seis días antes de lo previsto.
- ¿S-Sophia? - La inconfundible voz de Cassidy se notaba confusa.
- Cassi... - Dijo mientras se retorcía en el suelo con el no muerto intentando morderla. - ¡El cuchillo! -
En lugar de recibir una respuesta, vio a su amiga de pie parada sin hacer nada. Un lado suyo la maldecía por estar asimilando tan lento y otra parte suya la perdonaba porque si no fuera por sus recuerdos, habría reaccionado igual, paralizada y muerta de miedo y quizás ya muerta. Además, sin importar cuantas veces liquidara a esos monstruos en su yo del futuro, siempre que veía uno no podía evitar ponerse nerviosa; después de todo, podía morir.
- ¡Cassi! - Gritó en súplica cuando notaba que no estaba ganando terreno a su asaltante, en su lugar estaba siendo dominada. Mentalmente se preparó para lo peor con el poco tiempo que le quedaba y repentinamente, "chof", dejó de hacer fuerza y consiguió apartarlo sin mucha fuerza. Esta vez estaba muerto del todo y ahora que se fijaba bien, era su vecino.
- Llego a tiempo. -
La rubia miró hacia la entrada y encontró una figura de alguien conocido con quien había compartido muchas cosas al igual que con Cassidy. Ambas se miraron mutuamente, una con el rostro mostrando pánico y la otra con una sonrisa cálida.
- ¿Sigues viva? - Dijo agachándose enfrente de Sophia. Al poco rato la rubia le abrazó con fuerza, con alguna que otra lágrima que se le escapaban por los ojos. La otra simplemente rió. - Te dije que nos volveríamos a encontrar. -
- Tardaste. -
- Lo siento. - Le correspondió el abrazo.
- Eh... - La voz de Cassidy interrumpió el momento, incapaz de saber como reaccionar ante todo lo que acababa de pasar en cinco minutos cuando tan solo se había levantando porque simplemente había mucho ruido.
- ¡Oh! ¡Cassi! -
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
- ¿Tú también me conoces? - Preguntó en un hilo de voz, la había abrazado como si fuese de toda una vida que lo hiciera. Pero Cassidy había perdido los sentidos, detrás de ese abrazo ella solo podía mirar el cuerpo de un hombre muerto en la puerta, mientras Sophia y esa chica No parecían realmente entender la gravedad que era para ella ver un cadáver, uno real.
Sophia había desaparecido hasta donde recordaba, y para su desgracia su mente solo se había quedado en blanco ¿En serio estaba empezando algo como el fin del mundo?
Sabía que le dijo a Sophia que le creía, y no es como que fuese mentira, pero la empatía no llega igual hasta que lo vives realmente. Apartó a aquel abrazo con un suave empujón y se la quedó mirando como lo que realmente era para ella: Una desconocida que acababa de matar a alguien.
- Te conozco, así como Sophia. - No había perdido su sonrisa, aunque si parecía de cierta manera melancólica ¿Por qué ellas la recordaban pero ella misma no tenía idea de nada?
Cassidy solo quedó ahí atónita, y pasó su vista nuevamente al cadáver, no entendía la razón pero para haber sido asesinado recién se veía mucho más deteriorado de lo que realmente debería.
Tragó saliva con fuerza, se alejó de la castaña y fue por un vaso con agua, en su nerviosismo y apuro, después de dar un sorbo el mismo se cayó haciendo un escándalo por toda la casa.
- Lo siento. - Dijo a penas de manera audible, claramente nisiquiera la chica que acababa de entrar la iba a escuchar y eso que la siguió solo por precaución. Para ella como para Sophia conocer ese lado de Cassidy era nuevo. Parecía que le iba a dar un ataque en cualquier momento y no se equivocó, después de unos segundos de verla agitada, las galletas que había comido hace unas horas salían de su boca en un vomito incontrolable; se había estado aguantando desde el primer momento en que el olor del zombie había llegado a su nariz.
El sonido era horrible y a cualquier persona normal aquello lo habría echo vomitar también pero tanto la castaña, como su otra amiga estaban curadas de eso.
- Me llamo Lily. - Se había acercado a Cassidy y la ayudó a sostener su cabello, el problema ya no era que era demasiado largo y voluminoso. Sino que lo tenía suelto, y al ser tan claro cualquier cosa con algo de tono lo mancharía; y en ese momento no había tiempo de estar lavando nada. - Te diría que es un gusto, pero no parece que tu estés de la misma manera ahora.
- Listo, ya nos podemos... - Entró a la cocina encontrándose con aquella escena, si de por sí solo tuvo su hogar por una cuantas horas, en ese momento ya era una pocilga completa, un Zombie y el vomito de Cassidy por el suelo de su cocina hasta el lavaplatos no eran una linda decoración... Y de paso verde. Al menos habían chispas de chocolate. - Supongo que no. - Suspiró pesadamente, y pensó entonces que la Cassidy que conocía era mejor para esas cosas, el problema es que esa Cassidy se veía mucho más vacía que la de ahora. Esta estaba repleta. (?
El tono bajo de la tos de Cassi se hizo presente y eso era que o ya le había pasado la conmoción o se había quedado sin estómago. La misma abrió el grifo y se limpió la boca como pudo, así mismo como toda la cara y parte del cabello para refrescarse, si ya era bastante blanca aquello solo la había dejado con un lienzo.
- Cámbiate, no nos podemos quedar aquí. - Ordenó Lily, Cassidy frunció el ceño, y su mirada fue entre ella y la rubia, a ambas las miraba con molestia, pero al final quitó las manos de Lily de ella y fue hasta el cuarto de Sophia, es verdad que no iba a salir con esa pijama a la calle, ni aunque los zombies comenzasen una barricada en ese momento.
Se puso la misma ropa de la tarde, y realmente no importaba porque pensaba regresarse con la misma a su casa. Terminó de vestirse y por curiosidad se acercó a la ventana y abrió la cortina, en donde vio a dos personas caminando como si estuviesen perdidas; No distinguía bien en la oscuridad sino hasta que pasaron bajo una luz, notó los rostros grises y las heridas profundas que cargaban en los brazos. No evitó dar un pequeño grito de sorpresa, pero casi al instante se tapó la boca y cerró nuevamente la cortina para salir despavorida del cuarto.
Vio a Lily y Sophia con mochilas, muy seguramente con todo lo que habían comprado antes; pero no solo eso; parecía que iban a la guerra con todo lo que cargaban encima, habían tomado cuchillos de la cocina y navajas que encontraron.
- ¿Es en serio? - Se veía más desesperada que antes.
- Este barrio está perdido, no nos quedaremos a verlo todo, ni ser parte de ello. - Sophia estaba cargando una pistola, al parecer la única que tenía en casa y aunque pareció complicarsele por la falta de práctica que tenía su cuerpo en ese momento, no tardó en pasarle la misma a Cassidy.
- Me niego a dispararle a alguien...
- No tienes opción. - Lily se notó seria, y Cassidy volvió a mirarla mal. Solo tomó la pistola con desgano y la dejó en uno de sus bolsillos, es verdad que la sabía utilizar, su padre tenía algunas en casa y le había mostrado el como se usan pero su único gusto de tener una en la mano era para desarmar y armar las mismas varias veces. - Estas cosas no es que sean lo más rápido del mundo, pero una vez te atrapan estás muerta ¿Comprendido? - Cassidy asintió. La verdad es que todavía no entendía nada. Sophia le había explicado todo de manera muy superficial; y quizá por eso mismo en ese momento estaba molesta también con ella.
Notó que se acercaban a la puerta y empezó a temblar nuevamente.
- Eh... ¿Vamos ahora? - Preguntó en susto, y las dos chicas asintieron, ella no se sentía lista y hasta dio pasos hacia atrás. - ¿No es más seguro quedarse aquí?
- Si llegasen a agruparse y darse cuenta que estamos aquí, lo dudo. - Sophia intentó reconfortarla tomándola del hombro. Pero la otra seguía viéndose muy negada. Hasta que el mismo celular de Cassidy les salvó con la llamada que recibió.
- ¿Elisa? ¿Qué pasa? - Su rostro se deformó en espanto. - ¡¿Cómo se te ocurre salir de casa?! ¡Te dije que no podías! - Se trató de relajar, pero eso solo la había alterado, a un nivel que hasta las dos chicas se sobresaltaron al escucharla gritar de una manera tan demandante. - Olvídalo ¿Dónde estás? - Los sollozos del otro lado solo la hacían perder la paciencia. Y era sorprendente cómo aun ahí continuaba sin lanzar alguna maldición. - ¡Rápido! - Escuchó con atención y aunque su rostro estaba ya repleto en lágrimas no tardó en recomponerse y al cerrar la llamada se notó decidida. - Vámonos. - Sentenció. Las dos chicas asintieron. A esa Cassidy si la reconocían. - ¿Tienes auto o algo?
- Sophia negó. Cassi resopló.
- No por mucho. - Lily abrió la puerta y sonrió con confianza. Era algo con lo que podían lidiar.
- El que acabas de terminar de matar tiene uno. - Recordó de flechazo. - ¿Dónde quieres ir? - Cassidy miró su celular.
- Es un bar. - Resopló. - Cuatro calles atrás.
A pesar de salir por la puerta principal, no hubo tanto alboroto, fue en silencio, hasta llegar a la vereda, y a media calle, el sonido de personas acercándose las alarmó.
De manera dispersa empezaron a ir hacia ellas, Es verdad, no eran lo más rápido del mundo, pero no eran tan lentos como las películas y series las habían hecho creer alguna vez.
- ¡Corran! - Gritó Sophia, y en cuanto llegaron al otro lado en la puerta las estaba recibiendo la prostituta que el vecino había contratado. - ¡Mierda! - Miró a Cassidy, y sabía que no dispararía. Había sido un error darle el arma de largo alcance a ella, pero era la única manera de mantenerla protegida al ser la única sin saber nada. Desviaron el rumbo para la parte trasera de esa casa, y de suerte encontraron una ventana abierta, Entraron por ahí sin pensarlo mucho, y encontrando las sobras de un cachorro en el suelo, lo que provocó que Cassidy por poco vomite nuevamente, pero se aguantó como pudo, mientras seguía a las dos chicas.
Era una locura siquiera entrar de esa manera a la casa de un vecino, pero no tenían otra opción, y para suerte de las tres encontraron la puerta del garaje antes de que el zombie de la puerta reparase en ellas. Cerraron con seguro y una vez ahí, la suerte de contratar putas por teléfono era que el auto se mantenía en casa.
Encontraron una escopeta y sus cambios en una esquina del lugar.
- No parecía ser de los que usan escopeta. - Comentó Cassidy.
- Las apariencias engañan. - Sophia se encogió de hombros. Pronto de la puerta de madera comenzó a dar golpes fuertes así mismo como de la enrollable, y eso fue una clara alarma para subir al auto.
- Hay que subir la puerta...
- ¿Estás demente? - Sophia la miró como si la peliplata no estuviese en sus cabales.
- ¿Cómo vamos a salir si no? - Sophia suspiró pesadamente, en su tiempo, ya nisiquiera conocía algo como las puertas enrollables.
- ¿Quién va? - Miró a Lily, no había tiempo de buscar algún control mágico; y empezaron una guerra de miradas. Pero la castaña ganó en bajar del auto, por lo que Sophia estando de coopiloto, pasó al asiento del piloto.
- ¿Sabes conducir? - Preguntó Cassidy. Sophia vaciló con la cabeza.
- No es que haya ido al curso realmente.
- Ah...
La puerta empezó a abrir y Sophia encendió el auto, Lily mantuvo la vista en la puerta hasta que notó que había suficiente abertura para que los monstruos ingresen.
Corrió cerca del auto y en cuanto dos ingresaron al garaje ella hizo lo mismo al auto, y Sophia aceleró. No era un auto alto, por lo que pasar por la abertura que se había formado era posible, y se llevaron consigo algunos cuerpos que pronto fueron dejados de lado por la fuerza del giro y la velocidad. Todo rumbo al lugar en el que se encontraba la hermana de Cassidy.
Sophia había desaparecido hasta donde recordaba, y para su desgracia su mente solo se había quedado en blanco ¿En serio estaba empezando algo como el fin del mundo?
Sabía que le dijo a Sophia que le creía, y no es como que fuese mentira, pero la empatía no llega igual hasta que lo vives realmente. Apartó a aquel abrazo con un suave empujón y se la quedó mirando como lo que realmente era para ella: Una desconocida que acababa de matar a alguien.
- Te conozco, así como Sophia. - No había perdido su sonrisa, aunque si parecía de cierta manera melancólica ¿Por qué ellas la recordaban pero ella misma no tenía idea de nada?
Cassidy solo quedó ahí atónita, y pasó su vista nuevamente al cadáver, no entendía la razón pero para haber sido asesinado recién se veía mucho más deteriorado de lo que realmente debería.
Tragó saliva con fuerza, se alejó de la castaña y fue por un vaso con agua, en su nerviosismo y apuro, después de dar un sorbo el mismo se cayó haciendo un escándalo por toda la casa.
- Lo siento. - Dijo a penas de manera audible, claramente nisiquiera la chica que acababa de entrar la iba a escuchar y eso que la siguió solo por precaución. Para ella como para Sophia conocer ese lado de Cassidy era nuevo. Parecía que le iba a dar un ataque en cualquier momento y no se equivocó, después de unos segundos de verla agitada, las galletas que había comido hace unas horas salían de su boca en un vomito incontrolable; se había estado aguantando desde el primer momento en que el olor del zombie había llegado a su nariz.
El sonido era horrible y a cualquier persona normal aquello lo habría echo vomitar también pero tanto la castaña, como su otra amiga estaban curadas de eso.
- Me llamo Lily. - Se había acercado a Cassidy y la ayudó a sostener su cabello, el problema ya no era que era demasiado largo y voluminoso. Sino que lo tenía suelto, y al ser tan claro cualquier cosa con algo de tono lo mancharía; y en ese momento no había tiempo de estar lavando nada. - Te diría que es un gusto, pero no parece que tu estés de la misma manera ahora.
- Listo, ya nos podemos... - Entró a la cocina encontrándose con aquella escena, si de por sí solo tuvo su hogar por una cuantas horas, en ese momento ya era una pocilga completa, un Zombie y el vomito de Cassidy por el suelo de su cocina hasta el lavaplatos no eran una linda decoración... Y de paso verde. Al menos habían chispas de chocolate. - Supongo que no. - Suspiró pesadamente, y pensó entonces que la Cassidy que conocía era mejor para esas cosas, el problema es que esa Cassidy se veía mucho más vacía que la de ahora. Esta estaba repleta. (?
El tono bajo de la tos de Cassi se hizo presente y eso era que o ya le había pasado la conmoción o se había quedado sin estómago. La misma abrió el grifo y se limpió la boca como pudo, así mismo como toda la cara y parte del cabello para refrescarse, si ya era bastante blanca aquello solo la había dejado con un lienzo.
- Cámbiate, no nos podemos quedar aquí. - Ordenó Lily, Cassidy frunció el ceño, y su mirada fue entre ella y la rubia, a ambas las miraba con molestia, pero al final quitó las manos de Lily de ella y fue hasta el cuarto de Sophia, es verdad que no iba a salir con esa pijama a la calle, ni aunque los zombies comenzasen una barricada en ese momento.
Se puso la misma ropa de la tarde, y realmente no importaba porque pensaba regresarse con la misma a su casa. Terminó de vestirse y por curiosidad se acercó a la ventana y abrió la cortina, en donde vio a dos personas caminando como si estuviesen perdidas; No distinguía bien en la oscuridad sino hasta que pasaron bajo una luz, notó los rostros grises y las heridas profundas que cargaban en los brazos. No evitó dar un pequeño grito de sorpresa, pero casi al instante se tapó la boca y cerró nuevamente la cortina para salir despavorida del cuarto.
Vio a Lily y Sophia con mochilas, muy seguramente con todo lo que habían comprado antes; pero no solo eso; parecía que iban a la guerra con todo lo que cargaban encima, habían tomado cuchillos de la cocina y navajas que encontraron.
- ¿Es en serio? - Se veía más desesperada que antes.
- Este barrio está perdido, no nos quedaremos a verlo todo, ni ser parte de ello. - Sophia estaba cargando una pistola, al parecer la única que tenía en casa y aunque pareció complicarsele por la falta de práctica que tenía su cuerpo en ese momento, no tardó en pasarle la misma a Cassidy.
- Me niego a dispararle a alguien...
- No tienes opción. - Lily se notó seria, y Cassidy volvió a mirarla mal. Solo tomó la pistola con desgano y la dejó en uno de sus bolsillos, es verdad que la sabía utilizar, su padre tenía algunas en casa y le había mostrado el como se usan pero su único gusto de tener una en la mano era para desarmar y armar las mismas varias veces. - Estas cosas no es que sean lo más rápido del mundo, pero una vez te atrapan estás muerta ¿Comprendido? - Cassidy asintió. La verdad es que todavía no entendía nada. Sophia le había explicado todo de manera muy superficial; y quizá por eso mismo en ese momento estaba molesta también con ella.
Notó que se acercaban a la puerta y empezó a temblar nuevamente.
- Eh... ¿Vamos ahora? - Preguntó en susto, y las dos chicas asintieron, ella no se sentía lista y hasta dio pasos hacia atrás. - ¿No es más seguro quedarse aquí?
- Si llegasen a agruparse y darse cuenta que estamos aquí, lo dudo. - Sophia intentó reconfortarla tomándola del hombro. Pero la otra seguía viéndose muy negada. Hasta que el mismo celular de Cassidy les salvó con la llamada que recibió.
- ¿Elisa? ¿Qué pasa? - Su rostro se deformó en espanto. - ¡¿Cómo se te ocurre salir de casa?! ¡Te dije que no podías! - Se trató de relajar, pero eso solo la había alterado, a un nivel que hasta las dos chicas se sobresaltaron al escucharla gritar de una manera tan demandante. - Olvídalo ¿Dónde estás? - Los sollozos del otro lado solo la hacían perder la paciencia. Y era sorprendente cómo aun ahí continuaba sin lanzar alguna maldición. - ¡Rápido! - Escuchó con atención y aunque su rostro estaba ya repleto en lágrimas no tardó en recomponerse y al cerrar la llamada se notó decidida. - Vámonos. - Sentenció. Las dos chicas asintieron. A esa Cassidy si la reconocían. - ¿Tienes auto o algo?
- Sophia negó. Cassi resopló.
- No por mucho. - Lily abrió la puerta y sonrió con confianza. Era algo con lo que podían lidiar.
- El que acabas de terminar de matar tiene uno. - Recordó de flechazo. - ¿Dónde quieres ir? - Cassidy miró su celular.
- Es un bar. - Resopló. - Cuatro calles atrás.
A pesar de salir por la puerta principal, no hubo tanto alboroto, fue en silencio, hasta llegar a la vereda, y a media calle, el sonido de personas acercándose las alarmó.
De manera dispersa empezaron a ir hacia ellas, Es verdad, no eran lo más rápido del mundo, pero no eran tan lentos como las películas y series las habían hecho creer alguna vez.
- ¡Corran! - Gritó Sophia, y en cuanto llegaron al otro lado en la puerta las estaba recibiendo la prostituta que el vecino había contratado. - ¡Mierda! - Miró a Cassidy, y sabía que no dispararía. Había sido un error darle el arma de largo alcance a ella, pero era la única manera de mantenerla protegida al ser la única sin saber nada. Desviaron el rumbo para la parte trasera de esa casa, y de suerte encontraron una ventana abierta, Entraron por ahí sin pensarlo mucho, y encontrando las sobras de un cachorro en el suelo, lo que provocó que Cassidy por poco vomite nuevamente, pero se aguantó como pudo, mientras seguía a las dos chicas.
Era una locura siquiera entrar de esa manera a la casa de un vecino, pero no tenían otra opción, y para suerte de las tres encontraron la puerta del garaje antes de que el zombie de la puerta reparase en ellas. Cerraron con seguro y una vez ahí, la suerte de contratar putas por teléfono era que el auto se mantenía en casa.
Encontraron una escopeta y sus cambios en una esquina del lugar.
- No parecía ser de los que usan escopeta. - Comentó Cassidy.
- Las apariencias engañan. - Sophia se encogió de hombros. Pronto de la puerta de madera comenzó a dar golpes fuertes así mismo como de la enrollable, y eso fue una clara alarma para subir al auto.
- Hay que subir la puerta...
- ¿Estás demente? - Sophia la miró como si la peliplata no estuviese en sus cabales.
- ¿Cómo vamos a salir si no? - Sophia suspiró pesadamente, en su tiempo, ya nisiquiera conocía algo como las puertas enrollables.
- ¿Quién va? - Miró a Lily, no había tiempo de buscar algún control mágico; y empezaron una guerra de miradas. Pero la castaña ganó en bajar del auto, por lo que Sophia estando de coopiloto, pasó al asiento del piloto.
- ¿Sabes conducir? - Preguntó Cassidy. Sophia vaciló con la cabeza.
- No es que haya ido al curso realmente.
- Ah...
La puerta empezó a abrir y Sophia encendió el auto, Lily mantuvo la vista en la puerta hasta que notó que había suficiente abertura para que los monstruos ingresen.
Corrió cerca del auto y en cuanto dos ingresaron al garaje ella hizo lo mismo al auto, y Sophia aceleró. No era un auto alto, por lo que pasar por la abertura que se había formado era posible, y se llevaron consigo algunos cuerpos que pronto fueron dejados de lado por la fuerza del giro y la velocidad. Todo rumbo al lugar en el que se encontraba la hermana de Cassidy.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
- Se supone que faltaban seis días. - Mencionó Sophia claramente molesta. Las cosas no estaban saliendo como ella sabía. Por otra parte sabía que no podía ser tan sencillo, como si la vida diera comodines gratis.
- Y menos mal que decidí dar una visita. - Respondió Lily.
- ¿Sabías que pasaría esto? - Escuchó una ambulancia y miró por el retrovisor. Estaba acercándose a una velocidad un tanto inusual y en pocos segundos les adelantó.
- No. - Suspiró. - "Desperté" hace trece días pero dudé demasiado, justo esta tarde me aventuré a saludarte por el móvil. -
Tras pasar una suave curva, encontraron un atasco que parecía no avanzar pues la gente salía de sus vehículos gritando en busca de una solución o por lo menos para meter presión al que estuviera delante provocando tanto tráfico.
- Así no vamos a llegar. - Dijo Sophia poníéndose el cinturón de seguridad. Lily hizo lo mismo y animó a que Cassidy también lo hiciera.
En una maestría que solo había podido adquirir con el paso de los años de su otra vida, dio marcha atrás y tomó un desvió en cuestión de segundos. De no haber llevado el cinturón puesto, se habrían dado golpes en la frente con lo que tuvieran delante del asiento.
No tardaron en llegar hasta el sitio acordado a por la hermana de la peliplata. Cuando entraron al bar, no estaba sola. Había varias personas tiradas en el suelo, otras intentado asistirlos y otras tantas personas de pie contemplando la escena. Cassidy no tardó en localizar a su hermana junto al grupo de espectadores y sacarle de rastras de allí tomándola por sorpresa.
- ¿¡Donde estabas!? - Dijo liberándose a mitad de camino hacia el auto.
- ¡Ahora no hay tiempo! -
- ¡Nunca tienes tiempo! - Le reprochó.
- Paren. - Interrumpió Lily. - Cuando estemos seguras podremos discutir, por ahora, Cassi tiene razón, no hay tiempo. -
- ¿Y quienes son ustedes? - Miró con mala cara hacia Sophia y Lily, examinándolas de arriba a abajo con la vista.
- Basta Elisa. - Tomó la mano de su hermana. - Ven por favor. -
Sin mediar palabra, la menor aceptó de mala gana subiéndose al auto, en la parte de atrás junto a su hermana.
- ¿Siguiente ruta? - Preguntó Lily.
Sophia pensó mientras daba golpecitos en el volante en busca de un plan. En el futuro nunca se descubrió realmente qué comenzó la epidemia de los muertos. La gente colapsaba sin motivo y en pocas horas se volvían a levantar como los zombis de las películas y eso solo era los primeros días, después se propagaba como en todas las películas del mismo tema, por mordidas si es que no te devoraban por hambre primero.
Durante los siguientes meses, muchos pueblos y ciudades colapsarían sin solución alguna hasta que los gobiernos decidieran usar la mano del ejército para solucionar el problema... y lo solucionaron bastante bien, a costa de miles de muertos y de asentamientos fantasma. En cuanto a la cura, llegó finalmente, pero muy tarde.
- ¿Que crees tu? - Le preguntó de vuelta Sophia.
- ¿Sin ideas? - Sonrió. La rubia le dio un golpe suave en el brazo como consecuencia.
- Esto es serio. -
- Ya perdón. - Se sobó el brazo. - Podríamos atrincherarnos en un lugar... o salir de la ciudad. -
- ¿A donde saldríamos? -
- No lo sé. -
- Entonces para que sugieres dos cosas. - Le volvió a pegar.
- Estás agresiva. -
- Todo es culpa tuya. -
- ¿De que forma? -
- Es tuya y punto. - Dijo mientras arrancaba el coche y se daba el lujo de ajustar los espejos. Haber conducido de aquella manera tan ciega aunque solo por un breve poco de tiempo, había sido exageradamente arriesgado y aunque hubiera sido una locura en momentos normales, ahora mismo estaban con un momento extraordinario. Lo único positivo de haber vivido dos veces, es que ya tenía todas las habilidades necesarias en su cabeza.
- ¿No hay sitio al que ir? - Preguntó Cassidy. - Podríamos ir a mi casa... Ustedes ya tienen sus cosas... - Sophia y Lily se miraron.
- Me parece bien. - Dijo Lily. -
Sophia cayó rendida en el sofá, cansada y con pocas ganas de saber cualquier cosa que no fuera necesario porque después de todo, le habían interrumpido el sueño de la noche. En su futuro, lo peor no era dormir a ras de suelo o usar una roca como almohada, lo peor era estar en guardia toda la noche o parcialmente despierta por si algo se les ocurría atacarles.
De pronto se acordó de que estaba siendo descortés al tumbarse sin permiso pero como había pasado tanto tiempo con Cassidy en el futuro, se había olvidado por un momento que la acababa de conocer otra vez. Además, estaba cansada porque nada mas llegar a la casa, Sophia y Lily procuraron tomar las medidas extras de seguridad tal y como recordaban que a ojos de ambas hermanas, era todo un espectáculo al que presenciaban mudas. Cerraron las puertas con llave, todas las que había y que dieran paso al exterior; corrieron las cortinas de cada ventana y se aseguraron de buscar posibles defectos de seguridad del que pudieran al menos corregir un poco y por lo menos completar una noche de descanso. La parte positiva era que la casa de las hermanas era relativamente segura pues era una zona residencial de casas unifamiliares con pocos habitantes comparado con aquellos pisos de cemento con cientos de familias dentro.
- Estás gorda. - Bromeó Lily.
- Ja, ja. - Respondió la rubia con desgana mientras de fondo se escuchaba una explosión a lo lejos, seguramente una gasolinera. - Al menos no moriré si paso hambre. -
- ¿No deben una explicación? - Interrumpió la menor de los Burton.
- Elisa... -
- Tu también. - Sentenció.
- No me importa explicártelo. - Dijo levantándose Sophia y regresando a sus modales. - Pero tendrás que asimilarlo rápido, porque si tengo que pasar por otra Cassidy más... - Dijo dedicándole expresamente una mirada a la mencionada en busca de una reacción digna ante ello.
- Y menos mal que decidí dar una visita. - Respondió Lily.
- ¿Sabías que pasaría esto? - Escuchó una ambulancia y miró por el retrovisor. Estaba acercándose a una velocidad un tanto inusual y en pocos segundos les adelantó.
- No. - Suspiró. - "Desperté" hace trece días pero dudé demasiado, justo esta tarde me aventuré a saludarte por el móvil. -
Tras pasar una suave curva, encontraron un atasco que parecía no avanzar pues la gente salía de sus vehículos gritando en busca de una solución o por lo menos para meter presión al que estuviera delante provocando tanto tráfico.
- Así no vamos a llegar. - Dijo Sophia poníéndose el cinturón de seguridad. Lily hizo lo mismo y animó a que Cassidy también lo hiciera.
En una maestría que solo había podido adquirir con el paso de los años de su otra vida, dio marcha atrás y tomó un desvió en cuestión de segundos. De no haber llevado el cinturón puesto, se habrían dado golpes en la frente con lo que tuvieran delante del asiento.
No tardaron en llegar hasta el sitio acordado a por la hermana de la peliplata. Cuando entraron al bar, no estaba sola. Había varias personas tiradas en el suelo, otras intentado asistirlos y otras tantas personas de pie contemplando la escena. Cassidy no tardó en localizar a su hermana junto al grupo de espectadores y sacarle de rastras de allí tomándola por sorpresa.
- ¿¡Donde estabas!? - Dijo liberándose a mitad de camino hacia el auto.
- ¡Ahora no hay tiempo! -
- ¡Nunca tienes tiempo! - Le reprochó.
- Paren. - Interrumpió Lily. - Cuando estemos seguras podremos discutir, por ahora, Cassi tiene razón, no hay tiempo. -
- ¿Y quienes son ustedes? - Miró con mala cara hacia Sophia y Lily, examinándolas de arriba a abajo con la vista.
- Basta Elisa. - Tomó la mano de su hermana. - Ven por favor. -
Sin mediar palabra, la menor aceptó de mala gana subiéndose al auto, en la parte de atrás junto a su hermana.
- ¿Siguiente ruta? - Preguntó Lily.
Sophia pensó mientras daba golpecitos en el volante en busca de un plan. En el futuro nunca se descubrió realmente qué comenzó la epidemia de los muertos. La gente colapsaba sin motivo y en pocas horas se volvían a levantar como los zombis de las películas y eso solo era los primeros días, después se propagaba como en todas las películas del mismo tema, por mordidas si es que no te devoraban por hambre primero.
Durante los siguientes meses, muchos pueblos y ciudades colapsarían sin solución alguna hasta que los gobiernos decidieran usar la mano del ejército para solucionar el problema... y lo solucionaron bastante bien, a costa de miles de muertos y de asentamientos fantasma. En cuanto a la cura, llegó finalmente, pero muy tarde.
- ¿Que crees tu? - Le preguntó de vuelta Sophia.
- ¿Sin ideas? - Sonrió. La rubia le dio un golpe suave en el brazo como consecuencia.
- Esto es serio. -
- Ya perdón. - Se sobó el brazo. - Podríamos atrincherarnos en un lugar... o salir de la ciudad. -
- ¿A donde saldríamos? -
- No lo sé. -
- Entonces para que sugieres dos cosas. - Le volvió a pegar.
- Estás agresiva. -
- Todo es culpa tuya. -
- ¿De que forma? -
- Es tuya y punto. - Dijo mientras arrancaba el coche y se daba el lujo de ajustar los espejos. Haber conducido de aquella manera tan ciega aunque solo por un breve poco de tiempo, había sido exageradamente arriesgado y aunque hubiera sido una locura en momentos normales, ahora mismo estaban con un momento extraordinario. Lo único positivo de haber vivido dos veces, es que ya tenía todas las habilidades necesarias en su cabeza.
- ¿No hay sitio al que ir? - Preguntó Cassidy. - Podríamos ir a mi casa... Ustedes ya tienen sus cosas... - Sophia y Lily se miraron.
- Me parece bien. - Dijo Lily. -
Sophia cayó rendida en el sofá, cansada y con pocas ganas de saber cualquier cosa que no fuera necesario porque después de todo, le habían interrumpido el sueño de la noche. En su futuro, lo peor no era dormir a ras de suelo o usar una roca como almohada, lo peor era estar en guardia toda la noche o parcialmente despierta por si algo se les ocurría atacarles.
De pronto se acordó de que estaba siendo descortés al tumbarse sin permiso pero como había pasado tanto tiempo con Cassidy en el futuro, se había olvidado por un momento que la acababa de conocer otra vez. Además, estaba cansada porque nada mas llegar a la casa, Sophia y Lily procuraron tomar las medidas extras de seguridad tal y como recordaban que a ojos de ambas hermanas, era todo un espectáculo al que presenciaban mudas. Cerraron las puertas con llave, todas las que había y que dieran paso al exterior; corrieron las cortinas de cada ventana y se aseguraron de buscar posibles defectos de seguridad del que pudieran al menos corregir un poco y por lo menos completar una noche de descanso. La parte positiva era que la casa de las hermanas era relativamente segura pues era una zona residencial de casas unifamiliares con pocos habitantes comparado con aquellos pisos de cemento con cientos de familias dentro.
- Estás gorda. - Bromeó Lily.
- Ja, ja. - Respondió la rubia con desgana mientras de fondo se escuchaba una explosión a lo lejos, seguramente una gasolinera. - Al menos no moriré si paso hambre. -
- ¿No deben una explicación? - Interrumpió la menor de los Burton.
- Elisa... -
- Tu también. - Sentenció.
- No me importa explicártelo. - Dijo levantándose Sophia y regresando a sus modales. - Pero tendrás que asimilarlo rápido, porque si tengo que pasar por otra Cassidy más... - Dijo dedicándole expresamente una mirada a la mencionada en busca de una reacción digna ante ello.
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
Cassidy le dedicó una mirada con claro hastío, y suspiró.
- ¿Querías que me riera acaso?
- No me refiero a eso. - Negó con una mano, entendía perfectamente que Se le hiciese difícil de comprender, pero el revuelto de estómago fue demasiado.
- El olor a muerto no es lo mejor del mundo ¿sabes? - Frunció el entrecejo, hasta hace unas horas estaba realmente tranquila, y si se hubiese quedado en casa lo más seguro es que seguiría tranquila.
- No me interesan sus peleas de novias. - Se apresuró la menor de las Burton. - ¿Qué está ocurriendo? - Se cruzó de brazos claramente molesta.
- ¿No... qué? - el rostro de Sophia se desfiguró y Cassidy sintió que su cabeza dolía.
- Elisa... Esto no es así... ¿Comprendes?
- ¡No! - Sentenció y comenzó a hablar de una manera abismalmente rápida que no daba hueco a interrumpirla, Nisiquiera para Cassidy que solo la miraba como si viese a un renacuajo avanzando en el agua estancada. - Cuando salí de mi habitación con el objetivo de disculparme, descubro que no estás. Después me mandas un mensaje extraño, y cuando decido salir con mis amigos porque si tu sales a divertirte, yo también puedo, sucede que la ciudad se convierte en un lío, me encuentro en la calle con gente herida y otras muertas, y otras... comienzan a perseguirnos hasta que por fin encontramos un bar que nos dejó entrar para refugiarnos, mi hermana llega con dos mujeres, para variar, a buscarme y me saca de ahí para traerme de nuevo a casa. ¿Crees que comprendo algo?
Cassidy y Sophia quedaron mudas, esas expresiones eran claramente de esa familia, heredadas de quién, no se sabía. Pero tenía algo que a Cassidy al parecer le faltaba, reacción inmediata al peligro.
- Pues lo has asimilado mejor que esta señorita. - Lily tomó la palabra y rodeó el cuello de la peliplata con su brazo, Cassidy solo rodó los ojos, se sacó a la chica de encima y salió de ahí.
- Voy a preparar unas cosas. - Dijo perdiéndose tras una puerta.
- ¡Y ahora huyes! ¡Muy típico! - Elisa gruñó y finalmente suspiró con pesadez para regresar su mirada a las otras dos. - ¿Y?
Sophia tomó la palabra.
- Siéntate, con lo que viviste ya mucha sorpresa no será. - Elisa hizo caso y escuchó todo lo que dijo Sophia, asentía con calma y a veces trataba de no mirar a otro lado por lo poco creíble que sonaba todo.
- ¿Es acaso una película o algo así? - Preguntó, se notaba más calmada de mlo que la misma mayor de las hermanas podría alguna vez estar.
- Tómalo como quieras.
- Pues si es una broma sería feliz. - Miró a Lily y esta negó. Elisa resopló.
- Entiendo... - Miró a un costado, estaba una mesa esquinera con retratos de la familia, estaba preguntándose en dónde estarían sus padres. Y al mismo tiempo como se encontraban fuera de la ciudad realmente no estaba tan preocupada.
- Listo. - Cassidy apareció con algunas mochilas a su espalda dejando a Sophia y Lily con un tic.
- No bromees... - Pidió la rubia.
- ¿Qué? - Llevo las cosas de Elisa y mías, además de más comida y medicina, y... - Señaló la última... Solo son tres libros, los necesito. Lily se acercó a esto y comprobó lo que decía la chica y como lo supuso, era mentira, también había guardado algunas partes raras que aparentaban ser de maquinaria, además de herramientas, de demasiada buena calidad tenía que aclarar. En el futuro la chica se había visto obligada a utilizar lo que encontrase y sus quejas de lo malas que eran siempre eran insoportables.
- Supongo que el auto lo soportará...
- Pero Lily...
- A eso voy. - Se adelantó. - Pero si en algún momento nos toca abandonar todo por nuestras vidas, no solo esto se queda, sino también lo demás. ¿Entendido? - Miró a las dos hermanas. De hecho hasta Sophia le hizo cara fea por ello, no quería volver a quedarse usando la misma ropa siempre. ¿Entendido? - Recalcó, las demás solo asintieron.
- No vamos a ir solo con la camioneta o ¿Si? - Preguntó Cassy. Las demás la vieron sin comprender. - Tengo mi motocicleta... así que...
- Algo así no es muy seguro...
- ¿Y un auto sin gasolina sí?
- Touché.
- Entonces ya está. - Desde la entrada del Zombie a casa de Sophia esa era la primer sonrisa de Cassidy en un buen rato. - Por esta noche supongo nos quedaremos aquí.
- Teniendo en cuenta la hora y la propagación es lo más seguro, hasta que haya luz suficiente.
- ¿Hace algo que haya luz? - Preguntó Elisa.
- Por alguna razón se dispersan más en ese estado, aunque con sonidos específicos pueden regresar a juntarse como manada de ovejas. - Sophia regresó al asiento y se quedó mirando la mesa de centro. - ¿Deberíamos de hacer algún tipo de plan?
- O bien creo que sería mejor enseñarles un poco más a estas dos. - Lily se cruzó de brazos, dando lo visto con Cassy sin querer disparar y Elisa recién asimilando las cosas, era lo mejor que podían hacer. - Escuchen atentamente, se aprende mejor en loa práctica pero saberlo de antemano como teoría no les hará mal. - Comenzó a hablar. Por el momento estaría seguras, esa casa era segura, y si para una persona normal era difícil entrar peor para alguien sin cerebro.
- ¿Querías que me riera acaso?
- No me refiero a eso. - Negó con una mano, entendía perfectamente que Se le hiciese difícil de comprender, pero el revuelto de estómago fue demasiado.
- El olor a muerto no es lo mejor del mundo ¿sabes? - Frunció el entrecejo, hasta hace unas horas estaba realmente tranquila, y si se hubiese quedado en casa lo más seguro es que seguiría tranquila.
- No me interesan sus peleas de novias. - Se apresuró la menor de las Burton. - ¿Qué está ocurriendo? - Se cruzó de brazos claramente molesta.
- ¿No... qué? - el rostro de Sophia se desfiguró y Cassidy sintió que su cabeza dolía.
- Elisa... Esto no es así... ¿Comprendes?
- ¡No! - Sentenció y comenzó a hablar de una manera abismalmente rápida que no daba hueco a interrumpirla, Nisiquiera para Cassidy que solo la miraba como si viese a un renacuajo avanzando en el agua estancada. - Cuando salí de mi habitación con el objetivo de disculparme, descubro que no estás. Después me mandas un mensaje extraño, y cuando decido salir con mis amigos porque si tu sales a divertirte, yo también puedo, sucede que la ciudad se convierte en un lío, me encuentro en la calle con gente herida y otras muertas, y otras... comienzan a perseguirnos hasta que por fin encontramos un bar que nos dejó entrar para refugiarnos, mi hermana llega con dos mujeres, para variar, a buscarme y me saca de ahí para traerme de nuevo a casa. ¿Crees que comprendo algo?
Cassidy y Sophia quedaron mudas, esas expresiones eran claramente de esa familia, heredadas de quién, no se sabía. Pero tenía algo que a Cassidy al parecer le faltaba, reacción inmediata al peligro.
- Pues lo has asimilado mejor que esta señorita. - Lily tomó la palabra y rodeó el cuello de la peliplata con su brazo, Cassidy solo rodó los ojos, se sacó a la chica de encima y salió de ahí.
- Voy a preparar unas cosas. - Dijo perdiéndose tras una puerta.
- ¡Y ahora huyes! ¡Muy típico! - Elisa gruñó y finalmente suspiró con pesadez para regresar su mirada a las otras dos. - ¿Y?
Sophia tomó la palabra.
- Siéntate, con lo que viviste ya mucha sorpresa no será. - Elisa hizo caso y escuchó todo lo que dijo Sophia, asentía con calma y a veces trataba de no mirar a otro lado por lo poco creíble que sonaba todo.
- ¿Es acaso una película o algo así? - Preguntó, se notaba más calmada de mlo que la misma mayor de las hermanas podría alguna vez estar.
- Tómalo como quieras.
- Pues si es una broma sería feliz. - Miró a Lily y esta negó. Elisa resopló.
- Entiendo... - Miró a un costado, estaba una mesa esquinera con retratos de la familia, estaba preguntándose en dónde estarían sus padres. Y al mismo tiempo como se encontraban fuera de la ciudad realmente no estaba tan preocupada.
- Listo. - Cassidy apareció con algunas mochilas a su espalda dejando a Sophia y Lily con un tic.
- No bromees... - Pidió la rubia.
- ¿Qué? - Llevo las cosas de Elisa y mías, además de más comida y medicina, y... - Señaló la última... Solo son tres libros, los necesito. Lily se acercó a esto y comprobó lo que decía la chica y como lo supuso, era mentira, también había guardado algunas partes raras que aparentaban ser de maquinaria, además de herramientas, de demasiada buena calidad tenía que aclarar. En el futuro la chica se había visto obligada a utilizar lo que encontrase y sus quejas de lo malas que eran siempre eran insoportables.
- Supongo que el auto lo soportará...
- Pero Lily...
- A eso voy. - Se adelantó. - Pero si en algún momento nos toca abandonar todo por nuestras vidas, no solo esto se queda, sino también lo demás. ¿Entendido? - Miró a las dos hermanas. De hecho hasta Sophia le hizo cara fea por ello, no quería volver a quedarse usando la misma ropa siempre. ¿Entendido? - Recalcó, las demás solo asintieron.
- No vamos a ir solo con la camioneta o ¿Si? - Preguntó Cassy. Las demás la vieron sin comprender. - Tengo mi motocicleta... así que...
- Algo así no es muy seguro...
- ¿Y un auto sin gasolina sí?
- Touché.
- Entonces ya está. - Desde la entrada del Zombie a casa de Sophia esa era la primer sonrisa de Cassidy en un buen rato. - Por esta noche supongo nos quedaremos aquí.
- Teniendo en cuenta la hora y la propagación es lo más seguro, hasta que haya luz suficiente.
- ¿Hace algo que haya luz? - Preguntó Elisa.
- Por alguna razón se dispersan más en ese estado, aunque con sonidos específicos pueden regresar a juntarse como manada de ovejas. - Sophia regresó al asiento y se quedó mirando la mesa de centro. - ¿Deberíamos de hacer algún tipo de plan?
- O bien creo que sería mejor enseñarles un poco más a estas dos. - Lily se cruzó de brazos, dando lo visto con Cassy sin querer disparar y Elisa recién asimilando las cosas, era lo mejor que podían hacer. - Escuchen atentamente, se aprende mejor en loa práctica pero saberlo de antemano como teoría no les hará mal. - Comenzó a hablar. Por el momento estaría seguras, esa casa era segura, y si para una persona normal era difícil entrar peor para alguien sin cerebro.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
La abrazó por detrás con cariño, con una mano acariciando suavemente su abdomen mientras la otra rebeldemente tentaba su suerte deslizándose hacia abajo. Sabía perfectamente que no le gustaba que la tocasen lo mas mínimo y le dio cierta satisfacción cuando al abrazarla vió un pequeño sobresalto, sin añadir de que cada vez que tanteaba con sus dedos por su cuerpo, Sophia intentaba alejarse, cosa imposible. Pero no llegó lejos pues la rubia no lo permitió y aun así su mirada se centraba mas en la lejanía, observando la ciudad a través de un hilo de luz entre las cortinas.
- Veo que no has cambiado nada. - Le acusó.
- Tu tampoco. - Sonrió alzando las manos en señal de inocencia y liberándola de su yugo. - Pero sí te he echado de manos. - Dijo volvíendola a abrazar, esta vez tal como una personal normal lo haría. Sophia dio otro mini sobresalto.
- Dios tiene muy mal sentido del humor. - Dijo con cierto tono resignada
- Pero al menos es otra oportunidad. - Lily apoyó su cabeza en su hombro. Se le hacía familiar aquel olor a jazmín que le llegaba a la nariz, un aroma que Sophia siempre desprendía y era como un sello de identidad de su persona. No era desagradable y si quisiera, podría tirarse todo el día aspirando aquella fragancia hasta que dejase de ser notable. - Nunca fuiste creyente. -
- Ni se que pensar. - Puso una mano en los brazos que la rodeaban. - Estás increíblemente "pegajosa". - Dijo refiriéndose a lo extrañamente cariñosa que la estaba tratando la mayor. Si seguía así, aquello sería hasta tóxico para ella.
- Es mi forma de mostrar mi alegría. - Sonrió, aún con los ojos cerrados deleitándose en el dulce aroma como cual abeja drogaticta al néctar. - Sé que está mal decirlo, pero estoy contenta de volver a verte, de que estemos aquí... los tres otra vez. -
- No te lo discuto. - Suspiró no por hastío, sino para aliviar el estrés del día. - Pero quiero dormir. -
Enseguida Lily se apartó y se dejó caer en la cama del dormitorio que Cassidy había prestado al dúo, habitación de sus padres y que por ahora estaba vacía y desocupada con alguna que otra cosa pero sin importancia. Sophia suspiró, esta vez si de pesadez. A veces se preguntaba de donde sacaba tanta energía.
En el otro tiempo, había ocasiones que del cansancio tanto físico como emocional, Sophia simplemente dejaba la mirada perdida reorganizando sus pensamientos, pero Lily siempre encontraba alguna que otra forma de pincharle la paciencia con unos ánimos fuera de lugar. Se cuestionaba como lograba soportarla, apenas se parecían y aun así eran inseparables como compañeras.
Comenzó a desvestirse empezando por su blusa y al continuar con su sostén enseguida escuchó un "Ohh" de fondo. Le miró con mala cara y Lily simplemente alzó las manos nuevamente sonriente.
- Es que es la primera vez que te veré desnuda en tu cuerpo "joven" - Eso le molestó de bastantes maneras. Como alma del futuro, parecía que la estaba llamando vieja y en segundo lugar, era bastante erróneo emocionarse por verla sin ropa, sentía que no estaba bien en muchos niveles.
- Tu realmente no quieres vivir hasta mañana ¿verdad? -
- Perdón perdón, siempre tan seria. - Rió. - ¿Usarás pijama? - Preguntó. Aquello esta vez tenía un significado mas serio pues en aquellos tiempos, dormir cómodamente en un pijama era un lujo. Incontables días las habían pasado durmiendo entre polvo y rocas del suelo, usando la misma ropa que portaban durante días incluso para dormir, ya que en caso de que tuvieran que echar a correr, sería todo mas rápido. Para cuando había conocido a la rubia, algo tan trivial como un pijama ya no existía por lo que siempre la había visto usar la misma ropa. Si alguna vez la había visto diferente, era cuando tenían la suerte de poder bañarse. - Nunca fuiste de usar uno. -
- Es el último día que podré dormir cómodamente, al menos por unas horas. -
No añadió mas comentarios y silenciosamente la observó desvestirse y volver a vestirse. No se engañaría a sí misma, había excusa de peso para que cualquiera la quisiera secuestrar por un rato o para siempre mejor aún. Tenía la piel nívea, lisa y perfectamente cuidada, sin apenas rastro de defectos. Por supuesto, era ligeramente mas delgada que y menos curvilínea que ella pero aun así, no tenía nada que envidiar a las voluptuosas modelos de las revistas. Sophia tenía su encanto pero a su manera.
Ella misma había vivido las consecuencias de aquello: tres chicas rondando por un páramo muerto de vida sin ley donde abundaban escorias como personas. Todos aquellos años y siglos que sus antepasados habían luchado por la igualdad de género, ahora estaba en el fondo de un precipicio, no había moral, principios y menos aún alguna fuerza que pudiera mantenerlos controlados. La primera vez era impactante ser testigo de lo bajo que podían las personas caer ante lujuria y los demás pecados capitales, y más impactante era aún cuando tenían que "encargarse" ellas mismas de aquellas personas para mantenerse a salvo. Es decir, siempre se había visto normal, no es que ella fuera una diva pero las reacciones eran exageradas, incluso en zonas seguras.
- Es tan típico de ti. - Dijo observando el pijama de color rosa pastel que se había puesto. Se sentía incómoda siendo la única vestida lista para salir así que suspiró y también comenzó a desvestirse. Como no tenía un pijama realmente, simplemente se dejó puesta una camiseta y unos shorts.
- Pero mirate, si que eras linda cuando eras joven. - Dijo Sophia burlona.
- ¿Es eso una invitación a una noche de pasión? - Sonrió. La joven se arrepintió de haber pensado de que tan siquiera podía devolverle la jugada.
- Obvio que no. - Le cortó la ilusión y se metió bajo la manta.
- Que aburrida. - Dijo imitándola. - Será duro mañana. -
- Yep. -
- Y yo quería probar ese dulce pastel de aquella tienda... Uh. Tenía que haber hecho mas cosas en lugar de haber dudado desde el principio. Y- -
- Tan solo duérmete de una maldita vez. - Dijo pellizcándole el brazo.
Siempre había sido la primera en despertar. Aunque en su vida diaria acostumbraba despertar en una hora decente y normal, desde que había retrocedido en el tiempo se le había quedado en la mente ese horario tan extraño en la que siempre despertaba antes que nadie, cuando el cielo apenas estaba azul y menos aun tan siquiera naranja.
Solo le bastó frotarse lo ojos para estar medianamente operativa y le sentó gratificante encontrar a su lado a la rubia durmiendo con un rostro bastante en paz, cosa que no había visto nunca pues siempre tenía un ceño fruncido, sobretodo cuando dormía.
No dudó, se vistió rápido y en silencio salió de la habitación, recorriendo la casa y revisando cada habitación incluyendo la de Cassidy y su hermana así como el perímetro de la casa. No parecía que nada se hubiera adentrado en la casa y el exterior aparentaba medianamente seguro. Tenía algún que otro destrozo pero no era tan grave como lo que había presenciado en su vida.
Volvió a la habitación para asearse pues aquella habitación de matrimonio tenía su propio aseo, y se encontró con Sophia vestida sentada delante del tocador ordenando sus cabellos con un peine mientras sus labios sujetaban un coletero.
- Siempre tan temprano. - Dijo Sophia dejando caer el coletero en sus regazos.
- Viejas costumbres. - Sonrió cerrando la puerta con cuidado. - No parece que haya problemas. -
- No parece, pero sabes que eso significa todo lo contrario. -
- Lo sé. - Se sentó a su lado. - Necesitamos armas. Antes de que evolucionen. - Sophia no respondió, en su lugar se terminó de peinar y de hacerse una coleta. Por supuesto le gustaba darse un mínimo de cuidados así que se dio un generoso repaso en el espejo desde diferentes angulos para comprobar de que no tuviera la apariencia de una loca o una bruja. - Eres perfecta, no te hace falta mas. -
- ¿Envidia? -
- Nop. - Dijo sacando pecho. Tenía mas que Sophia y eso era algo con que chincharla de vez en cuando.
- Se te caerán antes. - Sonrió.
- Para eso usamos bra. - Las dos simplemente se sonrieron con malicia mutuamente.
- La verdad es que no quiero ir al exterior. - Cambió de tema la rubia. - No estoy en forma como antes. -
- ¿Y que hacemos entonces? Sabes que este sitio no es seguro eternamente, cuanto mas tiempo pasas en un lugar, mas enemigos atraes... Y Cassi... nunca fue de pelear. -
- Uh. - Dijo con pesar. - Pensaremos en algo mientras desayunamos. - Dijo levantandose y poniendose sus botas. Hizo una mueca al sentir un dolor punzante en el talón, era normal si se ponía un zapato nuevo así sin mas sin haber acomodado su pie anteriormente.
- ¿Te llevo en brazos? - Lily alzó un brazo intentando sacar músculo. No era la primera vez que la llevaba en la espalda o como princesa.
- La última vez casi nos matamos. - Le recordó mientras salía de la habitación.
- Pero lo que cuenta es que no sucedió. - Dijo siguiendola.
Nada mas salir, ambas se encontraron con el par de hermanas, una mas o menos ya despierta y otra con los ojos apenas abiertos, concretamente la menor. Cassidy y Sophia se intercambiaron un "ah" para seguir después con un "buenos días".
- ¿Quien cocinará? - Preguntó la rubia. Tenían por costumbre intercambiarse el turno de chef cada cierto tiempo en caso de que hubiese algo fresco para comer o al menos de que tuviera alguna opción de preparación lo cual era díficil cuando todo estaba enlatado. Por supuesto, Cassi estaba ajena a todo, si acaso le habían entrado ganas de decir que era su casa pero por algún motivo no dijo nada, todo era tan surreal...
- Tú no. - Dijo tajantemente Lily. - Eres horrible cocinando. -
- ¡Hey! -
- Es la verdad. - Esta vez no tenía ni una pizca de broma en su cara y es que tenía bastante razón. La primera vez que le dejaron el cargo a la rubia, aquello que preparó era apenas comestible, no por el sabor si no por la combinación tan extraña de ingredientes. Su sabor era raro, ni bueno, ni malo, pero solo de escuchar lo que llevaba, hacía uno preguntarse de que se había estado alimentando la chica. - Ve a hacer otra cosa. - Dijo lléndose a la cocina para no tener que escuchar una queja.
- Pues... ¿Ya te aseaste? - Le preguntó a Cassi quien negó con la cabeza.
- Iba a ello. -
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
Salió de su cuarto con la toalla sobre la cabeza, daba varias sacudidas con sus manos con el objetivo de secar un poco su cabello. No le gustaba usar secadoras, una razón por la que su cabello siempre mantenía varias partes empuntadas, y no es que ella creyese que se veía bien, simplemente le daba igual. Vio a Sophia a un lado recostada a la pared, miraba al suelo, parecía entretenerse contando los cuadros de cerámica del piso. Ella se detuvo en lo que hacía y se paró frente a ella, distrayéndola, y haciendo que levantara el rostro.
- ¿Qué haces? - Cruzó los brazos con incertidumbre, prácticamente tenía toda la casa, y si quería también a Elisa.
- Cuento la cerámica. - Contestó simple.
- Si me di cuenta.
- Entonces no entiendo la pregunta. - Le sonrió débilmente, Cassi suspiró rendida.
- Me refiero a que podrías estar haciendo cualquier otra cosa.
- Bueno, como sabes Lily no me quiere en la cocina, y Elisa se ha encerrado en su cuarto. Me aburro.
- ¿Y contar la cerámica es divertido?
- Después de la doscientos pierde el encanto.
- ¿Desde donde las vienes contando? - Sophía señaló hacia abajo, y Cassi no evitó reír. - Vaya que estás ociosa. Y que Lily está tardando con la comida. - La rubia se encogió de hombros, Cassi se puso a lado de ella y pasó el brazo sobre los hombros de la chica, la ayudó a componer su postura y comenzaron a caminar. - Tengo un juego de naipes en la sala de estar ¿Te parece mientras esperamos? - Sophía asintió.
Bajaron las escaleras y pronto llegaron al lugar, Cassi se retiró la Toalla y la había dejado colgando en el pasamanos sin importarle nada.
Comenzaron a jugar algo sencillo, Uno, mientras durara lo suficiente para no estar sin hacer nada, estaba bien.
- Cambio color a… rojo. - Dijo Cassi con orgullo, y Sophia comenzó a tomar cartas del pilo con rostro de decepción, se sentía traicionada, ella sabía que no tenía ese color. - Cuentame algo… - Sophia hizo un sonido mudo, dando a entender que la escuchaba, y Cassi aunque no lo dio a notar se puso nerviosa. - En esa otra época que me conocieron… Yo… hice cosas como… ¿Terminar de matar a esas cosas? - Sophia se detuvo, no solo porque ya tenía en color, sino también por la pregunta, y antes de contestar lanzó la carta. Era mayor a la que tenía Cassidy, así que era su turno nuevamente
- Sí. - Contestó monótona, pero no la miró sabía que le iba a caer como un balde de agua fría.
- Ah… - Dijo simplemente para continuar jugando. Continuaron en silencio varios segundos hasta que Cassidy dijo: "Uno" y seguido ya no tenía nada en las manos.
- No puedo creer que seas buena en esto.
- No lo soy, Elisa y tú son malas. - Sonrió acomodándose en el asiento, otra vez había regresado el silencio. - Anoche… - Comenzó a hablar, Sophia ya sabía que todo eso era por algo, estaba extraña, más de lo normal, y definitivamente no parecía estar de buen humor, y ya no solo se trataba de lo que había pasado la noche anterior. - Antes de ir a dormir, llamé a mamá y papá… y… me envió directo al buzón… Hoy…. Volví a intentarlo cuando levanté… ya ni siquiera fue eso… - Miraba para abajo mientras decía eso, y eso solo podía desencadenar malos pensamientos, hasta Sophia lo entendía, y es que no había otra explicación, menos cuando ella se notaba tan segura de ello. Y aunque parecía querer llorar, ya tenía los ojos hinchados desde el primer momento que la vio. - No sé como decirle a Elisa. - Aceptó desganada.
- No le digas nada. - La seriedad en su rostro le dijo a Cassi que hablaba en serio, y no le convencía.
- ¿Cómo podría…?
- El desayuno está listo ~~~~ - La voz canturrona de Lily las hizo ver en dirección a la cocina, y después notaron que la chica salía con un delantal a buscarlas. - Oh, están aquí. - Sonrió. - Vayan, voy a buscar a Elisa. - Rápidamente fue hacia las escaleras, la chica ya les había dicho que se quedaría en el cuarto.
Tocó la puert Y después del: "pase" la encontró prácticamente abrazando la cama en la que acostumbraba a dormir. - ¿Qué haces?
- Bueno, ustedes dijeron que es poco probable que regresemos aquí, y quiero mantener en mi memoria lo hermosa que es mi cama.
- Yo ya no recuerdo eso. - Dijo con tono de broma, Elisa infló las mejillas, y parecía reacia a dejar el colchón, Lily escuchó el sonido gutural proveniente de la chica y sonrió más amplio. - Vamos a desayunar. - Le animó acercándose y estirando la mano, Elisa suspiró, pero aceptó levantándose y siguiéndola.
Una vez las cuatro estaban sentadas comenzaron a comer tranquilas.
- Has hecho demasiado. - Dijo Elisa.
- Yo estoy sorprendida de que sepas preparar esto. - Cassidy apuntó a su plato que poseía un tipo de avena. Con varios ingredientes.
- Sé que no te acuerdas, pero alguna vez mencionaste que es tu favorito. - La peliplata suspiró, claro que debía de esperarlo, conocían más de ella que ella misma, y no se cansaría de repetirlo para sí y de sentirse mal por ello nunca. Era un desayuno lo suficientemente nutritivo y apetitoso como para no tener arrepentimientos de no haber probado tal cosa una vez estuviesen lejos de ahí sin una sola pizca de comida decente.
Terminaron de comer, y después de sentir que explotaban y dejar un tiempo para no vomitar en el camino, se dirigieron al garaje, el auto del día anterior continuaba ahí, y la motocicleta de Cassidy parecía ser nueva. Hasta dolía el solo pensar que la sacaría para nunca regresar a ese lugar.
Guardaron y más que nada se trataron de preparar mentalmente para lo que venía después. Era de día, así que todo estaría en calma, o en su mayoría, por lo que el plan era encontrar un buen lugar antes de que anochezca.
Por lo que después de convencer a Cassidy que era la mejor opción para todas, abrieron la puerta y arrancaron fuera de esa casa, y del único barrio seguro de la ciudad.
- ¿Qué haces? - Cruzó los brazos con incertidumbre, prácticamente tenía toda la casa, y si quería también a Elisa.
- Cuento la cerámica. - Contestó simple.
- Si me di cuenta.
- Entonces no entiendo la pregunta. - Le sonrió débilmente, Cassi suspiró rendida.
- Me refiero a que podrías estar haciendo cualquier otra cosa.
- Bueno, como sabes Lily no me quiere en la cocina, y Elisa se ha encerrado en su cuarto. Me aburro.
- ¿Y contar la cerámica es divertido?
- Después de la doscientos pierde el encanto.
- ¿Desde donde las vienes contando? - Sophía señaló hacia abajo, y Cassi no evitó reír. - Vaya que estás ociosa. Y que Lily está tardando con la comida. - La rubia se encogió de hombros, Cassi se puso a lado de ella y pasó el brazo sobre los hombros de la chica, la ayudó a componer su postura y comenzaron a caminar. - Tengo un juego de naipes en la sala de estar ¿Te parece mientras esperamos? - Sophía asintió.
Bajaron las escaleras y pronto llegaron al lugar, Cassi se retiró la Toalla y la había dejado colgando en el pasamanos sin importarle nada.
Comenzaron a jugar algo sencillo, Uno, mientras durara lo suficiente para no estar sin hacer nada, estaba bien.
- Cambio color a… rojo. - Dijo Cassi con orgullo, y Sophia comenzó a tomar cartas del pilo con rostro de decepción, se sentía traicionada, ella sabía que no tenía ese color. - Cuentame algo… - Sophia hizo un sonido mudo, dando a entender que la escuchaba, y Cassi aunque no lo dio a notar se puso nerviosa. - En esa otra época que me conocieron… Yo… hice cosas como… ¿Terminar de matar a esas cosas? - Sophia se detuvo, no solo porque ya tenía en color, sino también por la pregunta, y antes de contestar lanzó la carta. Era mayor a la que tenía Cassidy, así que era su turno nuevamente
- Sí. - Contestó monótona, pero no la miró sabía que le iba a caer como un balde de agua fría.
- Ah… - Dijo simplemente para continuar jugando. Continuaron en silencio varios segundos hasta que Cassidy dijo: "Uno" y seguido ya no tenía nada en las manos.
- No puedo creer que seas buena en esto.
- No lo soy, Elisa y tú son malas. - Sonrió acomodándose en el asiento, otra vez había regresado el silencio. - Anoche… - Comenzó a hablar, Sophia ya sabía que todo eso era por algo, estaba extraña, más de lo normal, y definitivamente no parecía estar de buen humor, y ya no solo se trataba de lo que había pasado la noche anterior. - Antes de ir a dormir, llamé a mamá y papá… y… me envió directo al buzón… Hoy…. Volví a intentarlo cuando levanté… ya ni siquiera fue eso… - Miraba para abajo mientras decía eso, y eso solo podía desencadenar malos pensamientos, hasta Sophia lo entendía, y es que no había otra explicación, menos cuando ella se notaba tan segura de ello. Y aunque parecía querer llorar, ya tenía los ojos hinchados desde el primer momento que la vio. - No sé como decirle a Elisa. - Aceptó desganada.
- No le digas nada. - La seriedad en su rostro le dijo a Cassi que hablaba en serio, y no le convencía.
- ¿Cómo podría…?
- El desayuno está listo ~~~~ - La voz canturrona de Lily las hizo ver en dirección a la cocina, y después notaron que la chica salía con un delantal a buscarlas. - Oh, están aquí. - Sonrió. - Vayan, voy a buscar a Elisa. - Rápidamente fue hacia las escaleras, la chica ya les había dicho que se quedaría en el cuarto.
Tocó la puert Y después del: "pase" la encontró prácticamente abrazando la cama en la que acostumbraba a dormir. - ¿Qué haces?
- Bueno, ustedes dijeron que es poco probable que regresemos aquí, y quiero mantener en mi memoria lo hermosa que es mi cama.
- Yo ya no recuerdo eso. - Dijo con tono de broma, Elisa infló las mejillas, y parecía reacia a dejar el colchón, Lily escuchó el sonido gutural proveniente de la chica y sonrió más amplio. - Vamos a desayunar. - Le animó acercándose y estirando la mano, Elisa suspiró, pero aceptó levantándose y siguiéndola.
Una vez las cuatro estaban sentadas comenzaron a comer tranquilas.
- Has hecho demasiado. - Dijo Elisa.
- Yo estoy sorprendida de que sepas preparar esto. - Cassidy apuntó a su plato que poseía un tipo de avena. Con varios ingredientes.
- Sé que no te acuerdas, pero alguna vez mencionaste que es tu favorito. - La peliplata suspiró, claro que debía de esperarlo, conocían más de ella que ella misma, y no se cansaría de repetirlo para sí y de sentirse mal por ello nunca. Era un desayuno lo suficientemente nutritivo y apetitoso como para no tener arrepentimientos de no haber probado tal cosa una vez estuviesen lejos de ahí sin una sola pizca de comida decente.
Terminaron de comer, y después de sentir que explotaban y dejar un tiempo para no vomitar en el camino, se dirigieron al garaje, el auto del día anterior continuaba ahí, y la motocicleta de Cassidy parecía ser nueva. Hasta dolía el solo pensar que la sacaría para nunca regresar a ese lugar.
Guardaron y más que nada se trataron de preparar mentalmente para lo que venía después. Era de día, así que todo estaría en calma, o en su mayoría, por lo que el plan era encontrar un buen lugar antes de que anochezca.
Por lo que después de convencer a Cassidy que era la mejor opción para todas, abrieron la puerta y arrancaron fuera de esa casa, y del único barrio seguro de la ciudad.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
- Durante las últimas veinticuatro horas, el caos y pandemonium ha reinado por todas las calles del país. Una extraña enfermedad se ha extendido repentinamente por todos los estados provocando un grave colapso de los servicios de emergencias y sanitarios que actualmente ya se encuentran empleando todos los efectivos disponibles. Según los testigos, las víctimas son lo mas cercano a los zombies de Hollywood mientras que las autoridades lo califican como una epidemia sin precedentes. De momento, el presidente no ha hecho declaraciones pero se espera una rueda de presa por la tarde. Esta enfermedad provoca de acuerdo con las autoridades, estado febril, nauseas, debilidad, delirios, ira y en última instancia coma o muerte... -
Sin pensarlo dos veces, Sophia se asomó dentro del auto por la ventana y apagó la radio. No quería oír algo tan deprimente como eso, no necesitaba una segunda confirmación de lo mísero que estaba siendo su vida por segunda vez.
- Sigo con curiosidad - Dijo Cassidy llamando de nuevo su atención. Sophia la miró de reojo y en un intento de sacar la cabeza del auto, se dio tontamente contra el techo del mismo provocando un sonido que delataba que no había sido un golpecito suave. Por supuesto, que Cassidy no lo hubiese visto sería demasiado conveniente y deslizó otra mirada aun sabiando que igual se estaba conteniendo la risa. Para su sorpresa, estaba indiferente por lo que le siguió el juego como si nada hubiese ocurrido. Igual notaba cierto ardor en la espalda de la verguenza y rezaba para que no se estuviera poniendo roja.
- Cute. - Pensó Cassi. Sobretodo porque era obvio que le dolía y se estaba aguantando. No pudo evitar acariar su cabeza, desordenando un poco sus cabellos.
- ¿Querías preguntar algo? - Dijo en un intento de desviar el tema.
- Ah. - Dejó de acariciarle y dirigió la vista hacia la lejanía, en ninguna parte en concreto. - Todavía no me explicaste que es lo que ocurrirá en el futuro. Me he dado cuenta de que casualmente siempre evades el tema. - Dijo confrontándola, esta vez con la vista clavada en sus ojos celestes.
- Supongo que no tiene sentido ocultártelo mas... Sabrás la verdad tarde o temprano- Dijo desviando la mirada con cierta amargura.
- ¿Por qué harías eso? -
- Quizás porque es tan terrible que es mejor no saberlo. - Dijo apoyándo su cabeza en los hombros de la mayor. - El mundo del que venimos Lily y yo... es el fin de todo. -
- Pero ahora es otro mundo. - Interrumpió Lily apareciendo por detrás junto a Elise. - Ya no eres una niña chica, incomodas a Cassi. -
- Déjame, perdí mi vida en ese asqueroso mundo. Ahora tengo oportunidad de volver a vivir mi juventud. -
- Ahora suenas como una anciana. -
- Vuelves a evadir el tema. - Pellizcó Cassidy las mejillas de rubia, provocando que intentase liberarse en vano.
- ¡Ya ya, te diré, me rindo! - Se mimó sus cachetes que ahora tenían un suave color rojo del tormento que le había dado Cassidy. - En el futuro nos invaden los bichos. -
- ¿Que? -
- Los bichos. - Repitió.
Sin avisar, comenzó a llover sin más, lo suficientemente fuerte como para llamar la atención pero sin ser una tormenta. Desde luego durante el día había aparecido mas de una nube pero no parecía que fuera a llover y menos de esa forma sin aviso alguno.
- Es un buen momento. - Dijo Sophia señalando varias personas que estaban bajo la lluvia, mirando al cielo y con la boca abierta, inmóviles como si fueran estatuas. - Esas personas están infectadas. Los infectados siempre acudirán al exterior en días de lluvia y permanecerán ahí inmóviles por varias horas. Eso es porque no es un virus lo que les afecta, sino un bicho y justo necesitan agua para desarollarse en monstruos. -
- Uuuuun segundo. - Interrumpió Elise. Inspiró aire antes de seguir - ¿¡Que!? - Volvió a secundar incrédula.
- Es en serio. Ahora no los ves, pero quizás los notarás cuando se empiecen a mover de nuevo. Ahora es un buen momento para matarlos a todos o largarse de aquí. -
Después de todo lo que había vivido en los últimos días, ya hasta casi se había acostumbrado a todo pero que la rubia fuera capaz de mencionar la idea de matar así tan a la ligera, le peocupaba demasiado. A ella la había conocido un par de días pero la insoportable de su hermana la conocía desde siempre y por supuesto, su hermana tenía mas prioridad que Sophia. Tratar así a su salvadora no era correcto, pero tampoco la podía poner por encima de su hermana.
- ¿A donde iremos? - Preguntó Elise.
- Decide, Sophia. - Dijo Lily.
- ¿Que? ¿Por qué yo? -
- Tu siempre fuiste la líder. -
- ¿Desde cuando? -
- ¿Quieres que yo decida por ti? - Dijo recordándole lo terrible que era dando ideas. La primera y última vez que hicieron caso a la castaña, por poco perdían la vida en el proceso y la rubia le vetó desde entonces el tomar decisiones críticas siempre que otro tuviese mejores facultades.
- Urg... - Cerró los ojos y pensó por un buen rato. Parádojicamente, cuanto mas tiempo pensaba, menos ideas tenía pues sabía que todas esperaban una buena respuesta. - Visitemos a Sherry. -
- ¿Sabes donde vive? -
- No. - Recibió la mirada de desdén por parte de Lily.
- Quizás la encontremos en ese lugar. -
- "Ese lugar" no se fundó hasta años mas adelante. -
- Eso sería en el caso normal, pero hasta ahora no ha sido normal. En cualquier caso, creo que deberíamos esperar a que la lluvia pare porque... ¿tienes un impermeable? - Le preguntó a Cassidy quien negó con la cabeza. - Busquemos en la tienda de repostaje. -
- No hay. - Sentenció Lily. - Por lo menos, yo no vi. -
- Bueno, quizás ahora podamos buscar mejor. - Dijo Elise señalando hacia la tienda. De ella salía el único empleado con pasos torpes hacia la carretera y junto a los otros infectados, se unió con ellos para mirar también al cielo con la boca abierta.
- Otra parte positiva es que incluso los que no parecen infectados, tampoco pueden resistirse. En resumen, nosotras estamos sanas. - Añadió Lily.
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
Caminaron a través de los infectados con el mayor cuidado posible, solo fueron Cassidy y Sophia, si pasaba algo, Cassi no se perdonaría que Elise estuviese en más peligro, y al mismo tiempo Lily tendría tiempo de arrancar en el mismo momento que ellas llegasen.
- Podía haber venido yo sola. - Le dijo Sophia una vez dentro de la tienda, a pesar de estar buscando impermeables habían bastantes cosas que les podrían servir.
- No tendría mi consciencia tranquila de ser así. - Cassi hurgó entre los estantes. Sophia rodó los ojos, Cassi pudo interpretarlo a pesar de que no la vio. - ¿Qué? ¿Preferías venir sola?
- No lo sé. - Dijo simplemente, se había cansado de buscar porque sí, desde que entraron era obvio que no había impermeables a la vista. - No hay nada.
- Sí que hay. - Dijo Cassi y señaló unas pequeñas heleras.
- No es eso lo que vinimos a buscar.
- Pero sirve.
- Da más peso. - Cassi solo suspiró ante esa respuesta. Todavía no entendía qué era necesario y qué no, solo sabía que de alguna manera ahora ya no tenía casa, y si lo hacía por la herencia, era inútil porque no era segura según lo que Sophia le había contado.
La rubia no discutió más y se acercó a la puerta de la bodega abriéndola luego de dañar la cerradura de un golpe.
- ¿Estaba cerrado? - Preguntó la peliplata acercándose mientras la rubia entraba con calma.
- No lo hubiese roto de no ser así. - Se explicó, Cassi no le creyó, pero solo se encogió de hombros. Y de pronto las luces se prendieron haciendo sobresaltar a la mayor.
- Por aquí debe de haber algo. - Dijo. Vio cómo la peliplata giró el rostro para encontrarse con ella cerca del interruptor y cómo se relajaba. - ¿Te asusté? - Preguntó aguantando la risa. Cassi negó y miró a otro lado para convencerse a sí misma.
- Estoy perfectamente. - Dijo y dio un paso con el objetivo de comenzar a buscar en lo que ella consideraba un desorden, pero si paso fue interrumpido por el grito de Sophia.
- ¡Agáchate! - Cassi no se lo pensó para hacerle caso y se tiro con las manos sobre la cabeza al no saber qué esperar. En ese mismo segundo un sonido metálico sobre ella la hizo levantar la mirada encontrándose con lo que era una tubería galvanizada siendo detenida por el arma de Sophia.
Justo sobre ella, estaba el arma de lo que podría haber sido su muerte, pero era extraño, nunca vio o le dijeron que esos monstruos tuviesen facultad de usar o improvisar armas.
Vio a la persona que sostenía la tubería y se encontró con una chica. Seguramente tendría una edad parecida a la de ellas, y se podía deducir que era trabajadora de ese lugar por el uniforme.
- ¡Sal de ahí! - Sophia recordó lo lenta que era esa Cassidy y tuvo que gritarle sin quitarle la vista a la otra joven, la que en cuanto la peliplata se quedó a una distancia prudente dejó de luchar con la rubia. - ¿Quién eres tú? - La chica se aferró a el metal con miedo y arrepentimiento.
- Lo siento. Pensé que eran... - Miró hacia la puerta rota de la bodega. y las dos jóvenes comprendieron y se miraron como esperando a que la otra le dijese que hacer.
- Entonces... - Lily suspiró pesadamente, había salido del auto gracias al impermeable que le habían dado, tanto ella como Cassi y Sophia se encontraban meditando el mejor plan para seguir.
- No la podemos dejar aquí. - Dijo Cassi.
- Obviamente, pero también es peligroso cargarla con nosotras. - Explicó Sophia, Cassi abrió los ojos grandes al no comprender a que se refería.
- Los refugios no se harán sino hasta después. - Lily observó a las personas infectadas, a lo lejos parecía un cementerio con muertos de pie.
- Entonces eso. - Dijo Sophia y le hizo una seña a Lily de que la siguiese, ella comprendió y sacó sus armas, por otra parte a Cassi le pidió que se quedase en el asiento del piloto.
- ¿Por? - más confundida, ladeó la cabeza. - ¿Qué van a hacer?
- Actualmente... Nos damos cuenta de que no estás en la mentalidad para esto, así que es mejor que te quedes aquí. - Y solo las vio alejarse hacia los cuerpos. no comprendía que era lo que intentaban regresando a ese lugar pero después del primer disparo supo que lo estaban haciendo y decidió que subir al auto era mejor si no quería empezar a tener algún tipo de paranoia.
- ¿Y cómo te llamas? - Preguntó acomodándose desde el asiento del piloto para verla.
- Thea. - Dijo simplemente, miraba el auto con mucha desconfianza pero era el mejor lugar en el que podía estar después de haber visto aquella cantidad de monstruos.
- Bueno Thea, gracias por lo impermeables, enfermaríamos de no haber encontrado alguno. - Miró a su hermana se mantenía callada y estaba segura que en todo el tiempo que estuvo fuera, la menor no le habría pasado ni una palabra a esa chica. - Por favor, no desconfíes de nosotras, sé que es extraño, pero nosotras mismas aun no comprendemos bien esto. Aunque tuviste mucha suerte de hecho. - Quería hablar para intentar ignorar todos los disparos y golpes que llegaban a sus oídos de fondo y porque no era cómodo quedarse en silencio con desconocidos.
- Disculpa... - Cassi a penas es cuchó un quejido por lo que no entendió aquello.
- ¿Qué?
- Disculpa, no es que vaya atacando a las personas así y yo casi te...
- Descuida, ya pasó. - negó simplemente intentando que se le pasase aquello, había entendido que simplemente estaba nerviosa y no podía ni imaginar lo que habría vivido para llegar hasta esa bodega en una pieza. - ¿Desde cuándo estás ahí metida?
- Un día... - Y el gruñido de su estómago llamó la atención de las dos hermanas. Cassi no se lo pensó antes de buscar en la guantera.
- Toma.- Le pasó un sándwich de los que cargaba como reserva. - Debes de tener hambre. - La otra joven lo aceptó con clara vergüenza. Aquella bodega no tenía nada que se le pudiese decir comida, ni baño, y aun así Cassidy le sonreía como si no importase lo sucia que ella misma se sentía al estar atrapada en un uniforme tan caluroso.
La menor de las Burton solo pudo rodar los ojos al notar que su hermana no cambiaba. Cassidy notó esto y entendió que ya lo había malinterpretado, pero no podía decirle nada, no mientras no se quedasen a solas.
Lily y Sophia llegaron, Cassidy se hizo a un lado para dejara Lily subir y ella se quedó en el asiento de copiloto. Sophia se sentó atrás al ser lo más rápido.
- Trabajo hecho. - Sonrió animadamente Lily. - Nos vamos~ - Y arrancó antes de que Cassidy siquiera recordase que debía ponerse el cinturón de seguridad. Sophia notó su expresión de espanto a través del espejo retrovisor y se rió bajo.
- Podía haber venido yo sola. - Le dijo Sophia una vez dentro de la tienda, a pesar de estar buscando impermeables habían bastantes cosas que les podrían servir.
- No tendría mi consciencia tranquila de ser así. - Cassi hurgó entre los estantes. Sophia rodó los ojos, Cassi pudo interpretarlo a pesar de que no la vio. - ¿Qué? ¿Preferías venir sola?
- No lo sé. - Dijo simplemente, se había cansado de buscar porque sí, desde que entraron era obvio que no había impermeables a la vista. - No hay nada.
- Sí que hay. - Dijo Cassi y señaló unas pequeñas heleras.
- No es eso lo que vinimos a buscar.
- Pero sirve.
- Da más peso. - Cassi solo suspiró ante esa respuesta. Todavía no entendía qué era necesario y qué no, solo sabía que de alguna manera ahora ya no tenía casa, y si lo hacía por la herencia, era inútil porque no era segura según lo que Sophia le había contado.
La rubia no discutió más y se acercó a la puerta de la bodega abriéndola luego de dañar la cerradura de un golpe.
- ¿Estaba cerrado? - Preguntó la peliplata acercándose mientras la rubia entraba con calma.
- No lo hubiese roto de no ser así. - Se explicó, Cassi no le creyó, pero solo se encogió de hombros. Y de pronto las luces se prendieron haciendo sobresaltar a la mayor.
- Por aquí debe de haber algo. - Dijo. Vio cómo la peliplata giró el rostro para encontrarse con ella cerca del interruptor y cómo se relajaba. - ¿Te asusté? - Preguntó aguantando la risa. Cassi negó y miró a otro lado para convencerse a sí misma.
- Estoy perfectamente. - Dijo y dio un paso con el objetivo de comenzar a buscar en lo que ella consideraba un desorden, pero si paso fue interrumpido por el grito de Sophia.
- ¡Agáchate! - Cassi no se lo pensó para hacerle caso y se tiro con las manos sobre la cabeza al no saber qué esperar. En ese mismo segundo un sonido metálico sobre ella la hizo levantar la mirada encontrándose con lo que era una tubería galvanizada siendo detenida por el arma de Sophia.
Justo sobre ella, estaba el arma de lo que podría haber sido su muerte, pero era extraño, nunca vio o le dijeron que esos monstruos tuviesen facultad de usar o improvisar armas.
Vio a la persona que sostenía la tubería y se encontró con una chica. Seguramente tendría una edad parecida a la de ellas, y se podía deducir que era trabajadora de ese lugar por el uniforme.
- ¡Sal de ahí! - Sophia recordó lo lenta que era esa Cassidy y tuvo que gritarle sin quitarle la vista a la otra joven, la que en cuanto la peliplata se quedó a una distancia prudente dejó de luchar con la rubia. - ¿Quién eres tú? - La chica se aferró a el metal con miedo y arrepentimiento.
- Lo siento. Pensé que eran... - Miró hacia la puerta rota de la bodega. y las dos jóvenes comprendieron y se miraron como esperando a que la otra le dijese que hacer.
- Entonces... - Lily suspiró pesadamente, había salido del auto gracias al impermeable que le habían dado, tanto ella como Cassi y Sophia se encontraban meditando el mejor plan para seguir.
- No la podemos dejar aquí. - Dijo Cassi.
- Obviamente, pero también es peligroso cargarla con nosotras. - Explicó Sophia, Cassi abrió los ojos grandes al no comprender a que se refería.
- Los refugios no se harán sino hasta después. - Lily observó a las personas infectadas, a lo lejos parecía un cementerio con muertos de pie.
- Entonces eso. - Dijo Sophia y le hizo una seña a Lily de que la siguiese, ella comprendió y sacó sus armas, por otra parte a Cassi le pidió que se quedase en el asiento del piloto.
- ¿Por? - más confundida, ladeó la cabeza. - ¿Qué van a hacer?
- Actualmente... Nos damos cuenta de que no estás en la mentalidad para esto, así que es mejor que te quedes aquí. - Y solo las vio alejarse hacia los cuerpos. no comprendía que era lo que intentaban regresando a ese lugar pero después del primer disparo supo que lo estaban haciendo y decidió que subir al auto era mejor si no quería empezar a tener algún tipo de paranoia.
- ¿Y cómo te llamas? - Preguntó acomodándose desde el asiento del piloto para verla.
- Thea. - Dijo simplemente, miraba el auto con mucha desconfianza pero era el mejor lugar en el que podía estar después de haber visto aquella cantidad de monstruos.
- Bueno Thea, gracias por lo impermeables, enfermaríamos de no haber encontrado alguno. - Miró a su hermana se mantenía callada y estaba segura que en todo el tiempo que estuvo fuera, la menor no le habría pasado ni una palabra a esa chica. - Por favor, no desconfíes de nosotras, sé que es extraño, pero nosotras mismas aun no comprendemos bien esto. Aunque tuviste mucha suerte de hecho. - Quería hablar para intentar ignorar todos los disparos y golpes que llegaban a sus oídos de fondo y porque no era cómodo quedarse en silencio con desconocidos.
- Disculpa... - Cassi a penas es cuchó un quejido por lo que no entendió aquello.
- ¿Qué?
- Disculpa, no es que vaya atacando a las personas así y yo casi te...
- Descuida, ya pasó. - negó simplemente intentando que se le pasase aquello, había entendido que simplemente estaba nerviosa y no podía ni imaginar lo que habría vivido para llegar hasta esa bodega en una pieza. - ¿Desde cuándo estás ahí metida?
- Un día... - Y el gruñido de su estómago llamó la atención de las dos hermanas. Cassi no se lo pensó antes de buscar en la guantera.
- Toma.- Le pasó un sándwich de los que cargaba como reserva. - Debes de tener hambre. - La otra joven lo aceptó con clara vergüenza. Aquella bodega no tenía nada que se le pudiese decir comida, ni baño, y aun así Cassidy le sonreía como si no importase lo sucia que ella misma se sentía al estar atrapada en un uniforme tan caluroso.
La menor de las Burton solo pudo rodar los ojos al notar que su hermana no cambiaba. Cassidy notó esto y entendió que ya lo había malinterpretado, pero no podía decirle nada, no mientras no se quedasen a solas.
Lily y Sophia llegaron, Cassidy se hizo a un lado para dejara Lily subir y ella se quedó en el asiento de copiloto. Sophia se sentó atrás al ser lo más rápido.
- Trabajo hecho. - Sonrió animadamente Lily. - Nos vamos~ - Y arrancó antes de que Cassidy siquiera recordase que debía ponerse el cinturón de seguridad. Sophia notó su expresión de espanto a través del espejo retrovisor y se rió bajo.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
- Está parando de llover. - Dijo Sophia. - Tienes que acelerar mas, tenemos que salir de la ciudad cuanto antes. - Si la lluvia paraba del todo, tenían alrededor de quince minutos extras mas para ponerse seguras puesto que una vez pasado el tiempo, los infectados volverían a moverse y esta vez, alguno de ellos cambiaría físicamente.
- Lo estoy intentando. - Lily movía el volante de un lado a otro intentando esquivar todos los obstáculos en la carretera como coches parados, infectados mirando al cielo e incluso gente normal corriendo con pánico. De hecho cuanto mas avanzaban, mas personas aparecían corriendo de forma desesperada. - Pero es que hay demasiadas cosas en el camino. -
- ¡Pues ignóralos! -
- ¿Lo dices en serio? -
- Son ellos o nosotras. - No pudo evitar mirar hacia Cassidy, tenía un rostro claramente de desaprobación y aquello le dolió. Le dolía que su mejor amiga no confiase en ella e intentó autoconvencerse de que simplemente era otra Cassidy, cosa que solo empeoró mas su estrés sentimental. Hizo su mejor esfuerzo en mantenerse impasible.
- ¡Ten cuidado! - Gritó Cassidy.
Todo le daba vueltas, como en uno de aquellos días en los que se había pasado bebiendo un tanto demasiado. Por mas que intentaba ubicarse, apenas podía enfocar su atención en algo. Por lo menos lograba escuchar algo, concretamente su nombre a través de los labios de Lily.
- ¿Soph? -
- Ugh... - Dijo llevándose una mano a la cabeza. Cuando se vió la mano, estaba manchada de sangre y se preguntó si esa sangre era suya. Pensandolo mejor, ni aunque fueran suyas serían igual de preocupantes pero por si acaso intentó evitar hacer algún movimiento brusco esperando a que pudiera enfocar algo.
- ¿Puedes levantarte? - Tosió Lily. Había algo de humo dentro del auto.
- Dame un momento... - Ya empezaba a despejarse la mente, seguramente de algún subidón de adrenalina, pero no quitase de que en cuanto pasase todo, le empezara a doler algo o quien sabe. - ¿Que ha pasado? -
- Nos han chocado. No puedo salir desde mi lado. -
Miró a su alrededor para intentar ubicarse en la situación, tenía cierta experiencia con ello. Vio que Lily apenas tenía espacio para moverse puesto que su puerta se había deformado bastante por no decir que estaba bloqueada. Por lo que veía, dedujo que aquel auto se había embestido contra el suyo afectando la parte delantera a la izquierda puesto que aún seguía pegado al auto en el que estaban. Su conductor estaba inconsciente o muerto, con la cabeza apoyado al volante provocando un pitido constante.
Comprobó que Cassidy, Elise y Thea estaban inconscientes o confusas por lo que se puso manos a la obra y abrió la puerta, saliendo con cuidado para evitar cortarse con los miles de pedazos de cristal reventados de la ventana. Dio la vuelta y se acercó a Cassidy, abriéndole la puerta.
- ¿Estas bien? - Le preguntó, tenía la mirada perdida. No era la mejor manera porque sabría que luego tendría problemas pero aun así sacó coraje y le dio un tortazo a peliplata. No muy fuerte pero necesitaba que despertase ya.
- Estás sangrando. - Fue lo primero que dijo viendo como una fina línea roja le caía por la mejilla derecha.
- Olvídalo, tenemos que irnos. Ya. - Cassidy asintió levemente. - Despierta a las otras dos, Lily y yo tomaremos todo lo necesario. -
Tan pronto como salió, Sophia extendió su mano hacia Lily con la intención de sacarla de ahí a través del asinto de copiloto. Fue bastante aparatoso la salida, no era una forma muy eficaz en caso de emergencia.
- Estás sangrando. - Dijo una vez parada a su lado. Sophie puso los ojos en blanco.
- No me digas. - Ironizó. - Haz el favor de darte prisa. - Dijo empujándola. Los gritos de la gente corriendo hacia ninguna parte y el pitido constante del auto le estaban empezando a poner de los nervios.
- Voooy~ - Canturreó pero no por ello se dio menos prisas.
Obviamente aquel auto que habían "tomado prestado" ya no era mas que chatarra, e incluso si seguía funcionando, ya no sería lo mismo que antes. Para su suerte, tenían todo lo necesario empacado en grandes mochilas o simplemente en maletas, de momento había tiempo.
- Bueno ¿que plan hay? -
- Sería conveniente encontrar otro vehículo, un poco mas grande en que quepamos todas sin problemas pero creo que eso será pedir demasiado. - Dijo sacando un trozo de papel para intentar limpiar parte de la sangre. Mientras fuera un hilo fino y no una fuente, no sería grave pero ese intenso color rojo siempre daba algo de pánico. - Ahí. - Señaló un pequeño centro comercial.
- ¿Segura? - Preguntó. No era por ser pesada pero no era la primera vez que tenían malas experiencias por encontrarse con otras personas. Ya de por si llevaban un bulto de más.
- ¿Tienes alguna otra sugerencia? -
- Pues, tienes muchos autos por aquí. -
- Tardaría demasiado en hacerlo mover. Ya están comenzando a moverse. - Dijo observando como los infectados empezaban a moverse con espasmos, torpemente y sin objetivo como un recién nacido. De momento no presentarían una amenaza mas severa que el de un zombie estúpido, pero al cabo de unas cuantas horas empezarían a convertirse en cosas raras y deformes. Sophia chasqueó con la lengua. - No podremos matarlos con lo que tenemos. -
- Nunca fue fácil, nunca lo ha sido. - Dijo Lily colocándose dos mochilas al hombro. - ¿Llevais piedras?
- Ojalá tuviera ese lujo. -
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Re: [Roll~P] Last Hope
- ¿A qué te referiste con que nunca ha sido suficiente? - Caminaban con calma aun cuando eran rodeadas por las enormes paredes de tierra, era un subterráneo de la salida de emergencia del centro comercial.
Cuando intentaron ingresar por el frente el mismo estaba cerrado e intentar abrirlo a la fuerza no era una opción al notar que de hecho estaba trancado.
- Bueno, a eso mismo. - Lily miró a Cassidy, claramente todavía no captaba todo el escenario, y no la culpaba, ninguna lo hizo realmente hasta la llegada de los reales enemigos. - Al menos que provoques una explosión atómica y las agallas para dejar el mundo como Chernóbil, no creo, además de que no sería diferente a lo que ocurre.
- Entonces... ¿Cómo se va a detener esto?
- Ese es el punto... - Intervino Sophia. - No se detendrá. - Continuaron avanzando. Cassidy ya no quiso preguntar más, si ese era el caso solo estaban alargando lo inevitable.
- ¿De qué están hablando? - Preguntó Thea con temor, estaba con un cuarteto de desconocidas y ya no podía comunicarse con su familia, su celular había muerto a las cinco horas de haberse quedado encerrada. La peliplata solo la miró y le sonrió, ella entendió que quizá por el momento era mejor no saber.
Cuando intentaron ingresar por el frente el mismo estaba cerrado e intentar abrirlo a la fuerza no era una opción al notar que de hecho estaba trancado.
- Bueno, a eso mismo. - Lily miró a Cassidy, claramente todavía no captaba todo el escenario, y no la culpaba, ninguna lo hizo realmente hasta la llegada de los reales enemigos. - Al menos que provoques una explosión atómica y las agallas para dejar el mundo como Chernóbil, no creo, además de que no sería diferente a lo que ocurre.
- Entonces... ¿Cómo se va a detener esto?
- Ese es el punto... - Intervino Sophia. - No se detendrá. - Continuaron avanzando. Cassidy ya no quiso preguntar más, si ese era el caso solo estaban alargando lo inevitable.
- ¿De qué están hablando? - Preguntó Thea con temor, estaba con un cuarteto de desconocidas y ya no podía comunicarse con su familia, su celular había muerto a las cinco horas de haberse quedado encerrada. La peliplata solo la miró y le sonrió, ella entendió que quizá por el momento era mejor no saber.
- Quien sea que haya trancado las puertas, no es muy listo. - Sophia había abierto sin ningún esfuerzo la pesada puerta doble. Si le hubiesen puesto candado era muy probable que hubiese sido imposible.
- ¿Crees que deberíamos de atrancarla? - Preguntó Elisa, Sophia se lo meditó.
- Hay seguridad de que no hay bichos aquí dentro, pero no sabemos si nos encontraremos con algún loco. -
- ¡¿Qué?!
- Olvídalo, por ahora es mejor asegurarse del exterior. - Lily se había adelantado y había movido lo que parecía una máquina de limpieza. - No creo que eso sea...
- Encontré la llave. - Mostró la misma en sus dedos. - Por ahora no hay más con que podamos resguardar esto.
- No creo que nos hayan seguido de todas maneras... no se ven muy.. listos. - Comentó Thea. Sophia y Lily se quedaron un momento meditándolo, en ese estado no podrían asegurar el que lo fuesen.
- Avancemos con cuidado.
Llegaron hasta el comisariato, y además de un gran desastre no encontraron mucho.
- Bueno. Al menos si hace hambre hay de donde escoger.
- ¿Se supone que nos quedaremos aquí? - Preguntó la peliplata.
- Hasta que vuelva a llover, o encontremos un auto, o nos invadan, podemos salir de aquí por cualquier razón. - Explicó la rubia, Cassi y Elisa resoplaron.
- Al menos es más grande que una bodega. - Thea trataba de verle el lado bueno que las dos hermanas no encontraban, pero que al final tuvieron que aceptar resignadas.
Un sonido les llamó la atención y una figura con lo que parecía un extintor les apuntaba con el mismo mientras intentaba no entrar en pánico.
- Genial, encontramos a nuestro trancador de puertas. - Bromeó Lily.
- ¿Son... normales? - Preguntó con claro miedo. Ellas solo se miraron entre sí. Y entonces más personas estaban apareciendo, muy probablemente lo estaban usando de refugio de momento y decidieron cerrar todo en cuanto los zombies decidieron que era hora de un baño. En total unos cinco sobrevivientes.
- Es como una resistencia. - Aplaudió Thea. - Podemos comenzar una, como en la televisión. - Sophia suspiró; eso era mucho trabajo, y se necesitaban más recursos que solo un centro comercial con comida. y un tipo con un extintor. Al menos podía estar segura de que no había ningún extraño bicho ahí.
- Necesitaríamos un cuartel general. - Lily no le quiso bajar los ánimos, ya que los necesitaría para después.
Mientras tanto Elise se acercó a su hermana.
- ¿Deberíamos de seguirlas en serio? - Preguntó en susurró. Cassidy suspiró pesadamente.
- ¿Crees que podamos salir y sobrevivir solas allá? Con suerte llegaríamos a dar dos pasos.
- Es verdad.
Shiba- .::♡.Moder*Contest.♡::.
-
Edad : 28
Cumpleaños!! : 03/08/1996
Mi llegada : 30/06/2010
Mis Mensajes : 1613
322 1255
Re: [Roll~P] Last Hope
Sophia miró de reojo a Lily quien asintió dando a entender que comprendía lo que la rubia le quería decir. Como siempre habían hecho la mayoría de veces, uno tenía que enfrentarse al problema mientras que el resto le vigilaba la espalda solo que en este caso, su ojo estaría encima de Cassidy, Thea y Elise.
- Baja ese extintor. - Ordenó. El hombre que lo portaba dejó escapar un suspiro de alivio. Que Sophia fuera capaz de hablar le catalogaba como humana y eso le aliviaba bastante.
- Lo siento. - Dijo dejandose caer al suelo. Aunque fuera poco varonil, sus piernas no paraban de temblar de miedo.
Sophia observó a la multitud congregada frente a ella: dos hombres y tres mujeres de todas las edades; una pareja de ancianos, el hombre joven que portaba el extintor y una niña pequeña que supuso que no superaría los doce años escondida tras las delgadas piernas de la última mujer por mencionar. Por su aspecto, la ubicó como adolescente, hermanas quizás.
Aunque en otros tiempos hubiera sido moralmente inaceptable ante justicieros sociales, prejuzgó a todos los integrantes de aquella comitiva y enseguida le saltaron varias dudas. Si querían estar seguras un tiempo, como mínimo debía de atar nudos y despejar preguntas.
- ¿Sois los únicos aquí? - Preguntó. El hombre se levantó despacio y se encogió de hombros.
- Seguramente. -
- ¿No lo sabes? - Negó con la cabeza.
- Nos escondimos todos aquí. De repente la gente se estaba volviendo loca, agresiva o irracional y para cuando quisimos darnos cuenta, todo era caos. El pobre guardia... - Hizo una pausa, incapaz de relatar lo presenciado.
- ¿Por qué no solo llamamos a emergencias y ya está? - Preguntó Thea.
- ¡E-Es verdad! - Que a ninguno de los cinco se le hubiese ocurrido antes la idea, le sorprendía a Sophia.
No tardó en sacar su teléfono pero estaba tan nervioso que se le cayó con torpeza al suelo. Por suerte, la funda había hecho su trabajo pero eso era el menor de sus preocupaciones. Marcó los tres dígitos del cual todos fueron testigos, pues había un silencio mortal en aquel lugar provocando un suave eco de los tonos del móvil. Tan solo bastó un tono de llamada para que conectara con al otro lado pero para su desgracia, en lugar de un operador, una grabación contestaba a sus preguntas:
- "Ha llamado usted al servicio de emergencias. En estos momentos, todos nuestros operadores se encuentran ocupados, espere un momento." - La grabación dio paso a un tono para seguir con otra línea. - "Aviso a todos los ciudadanos. Varias criaturas de origen desconocido se encuentran por toda ciudad. Para recibir ayuda, acudan a su refugio estatal mas cercano." - La llamada terminó.
- Ahí tienes tu respuesta. - Dijo Lily sonriente, con cierta amargura.
- Al refugio mas cercano... Eso estaba... -
- Olvídalo. - Interrumpió Sophia. - Si vas allí, morirás. -
- ¿Como sabes? -
- Simplemente lo sé. Puedes seguir mi consejo o marcharte, pero nosotras nos quedaremos aquí. - Dijo volviendose hacia al resto. - Odio esto. - Susurró lo suficientemente bajo para que solo ellas escucharan.
- Buen trabajo. - Dijo Lily dándole caricias en la cabeza.
- La próxima vez te toca a ti hacer la dura. - Suspiró. Lo que antes era un ceño fruncido de seriedad, ahora se estaba relajando conviertiendose en la Sophia que Cassidy había conocido el primer día. La peliplata no pudo evitar pensar que de no ser por la situación, tendría un don para el teatro o ser actriz profesional.
- ¿Y ahora que hacemos? - Preguntó Elise.
- Antes de acampar, asegurarnos de que llegaremos al día siguiente. - Dijo Sophia. - Deberíamos de buscar una especie de sala de seguridad o algo parecido donde se controle todo el centro comercial. Se que las puertas estaban cerradas, pero no durarán ni un segundo si mas de una de esas cosas se les ocurre intentar entrar. Pero este centro tiene persianas que caen cada noche por lo que tiene que haber una forma de activarlas. Lo segundo sería apagar todas las luces para evitar atraer cosas indeseables. - Todo aquel proceso lo había hecho tantas veces que era rutinario para ella explicarlo.
Seguramente había alguien mas oculto en aquel gigantesco lugar o peor aún, uno de esos monstruos anormales que decidió no salir a tomar un poco de agua y mientras no cerraran todas las entradas y salidas, de nada valía limpiar el interior. Como parte positiva, luz y agua no echarían en falta por un tiempo puesto que ese era el único servicio esencial que se mantuvo bastante tiempo.
Pensar en todo aquello y en el futuro, le estaba dando mareos. Si seguía presionandose de esa forma, iba a vomitar seguro pero recibió el abrazo de Lily como compensación. Después de tantos años, era difícil engañarla y no pudo evitar ponerse nerviosa cuando sintió la mirada profunda de Cassidy y Elise.
- Para, me estás haciendo pasar verguenza. - Le susurró al oído.
- Lo sé. Por eso lo hago. -
Nya- **Alma*Contest**
-
Edad : 29
Cumpleaños!! : 12/09/1995
Mi llegada : 13/03/2011
Mis Mensajes : 508
73 387
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» [Roll] The city of Babylonia~
» [Roll] Endless World Lie
» [Roll] Pokehuman Génesis
» [Roll] La Edad Dorada
» [Roll]A Puppet world
» [Roll] Endless World Lie
» [Roll] Pokehuman Génesis
» [Roll] La Edad Dorada
» [Roll]A Puppet world
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun 18 Nov - 21:30 por Dani
» A Poison Called Love
Dom 17 Nov - 2:49 por Mihrimoonx
» [Único] ¡Confesionario!
Mar 12 Nov - 20:14 por Dani
» Te Baneo
Mar 12 Nov - 15:55 por Dani
» Dime tus Gustos
Mar 12 Nov - 15:53 por Dani
» ¿Qué harías si...?
Mar 12 Nov - 15:50 por Dani
» [Único] ¿Qué estás escuchando ahora?
Sáb 2 Nov - 17:25 por Shiba
» ★~Pokécedario!~★
Sáb 2 Nov - 17:21 por Shiba
» [Único] Ops & Eds: Música para los oídos~
Sáb 7 Sep - 11:58 por Seira
» [Música]♥~¿Cantante favorito?~♥
Sáb 7 Sep - 11:32 por Seira
» [One-Shot] Recuérdame
Sáb 7 Sep - 10:59 por Seira
» [ONE-SHOT] Lecciones de vuelo
Sáb 7 Sep - 10:42 por Seira
» [ONE-SHOT] En pocas palabras
Sáb 7 Sep - 9:59 por Seira
» A U R I C U L A R E S
Sáb 7 Sep - 9:06 por Seira
» [One-Shot] A B A N I C O
Sáb 13 Jul - 22:11 por Xanath