[Roll] The city of Babylonia~

- ¿Que Mierda Queres? - Preguntó De Malas -
- ¿Te Importa? - Contestó. Normalmente Judal Le Contaba Lo Que Tenia Planeado -
- Obvio Si Voy a Tener Que Ir Contigo - Dijo La Muchacha Con El Mismo Tono Que Judal Usó Para Dirijirse a Ella -

El Muchacho Ingresó a Su Habitación Llevando a Adelaida De La Muñeca.

- ¿Para Que Me Traes a Tu Cuarto? - Preguntó La Muchacha Molesta -
- Tengo Un Par De Preguntas - Dijo Rápidamente El Joven Heredero de Babilonia -
- ¿Que Preguntas? - Mustió La Chica Molesta -
- ¿Quién Mierda Te Dió Permiso Para Meter a Ese Pendejito a Mi Casa? - Comenzó - Y Más Importante - Las Facciones Del Muchacho Eran Solo Ira Contenida - ¿¡Quién MIERDA Te Dió Permiso Para Meterlo a Mi Habitación!? -
- ¿Eh~? - La Muchacha Se Le Quedó Mirando Con Cara De No Entender. Solo Bastaron Unos Segundos Para Que La Muchacha Abriera Los Ojos Sorprendida - ¿¡Estabas Despierto!? - Preguntó Furiosa -
- ¡Por Supuesto Que Estaba Despierto Pedaso de Estúpida! - Estalló El Muchacho - ¿¡Como Hiba a Poder Dormir Tranquilo Cuando Ese Pendejo Boludo Te Tenia Fuera a Las Cuatro De La Madrugada!? -
- ¡Es Problema Mio! - Rebatió La Pelinegra - ¡Caleb Es Completamente De Mi Confianza! -
- ¡Me Importa Una Mierda Adelaida! - Estalló El Joven - Estas Bajo Mi Tutela ¿Comprendes? - El Joven Se Acercó a La Nominada Con Gesto Amenazador - Y No Haras Con Ese Infeliz Lo Que Se Te Cante La Regalada Gana Mientras Seas DE MI PROPIEDAD -
- ¿Estas Haciendome Una Escena? - Preguntó La Muchacha. El Desconcierto De Judal Fue Tal Que Hasta Su Ira Pareció Disiparce De Repente -
- ¿De Que Demonios Hablas? - Preguntó El Muchacho Mientras Arqueaba Una Ceja -
- Estas Haciendome Una Escena - Dijo La Muchacha Tranquila - Estas Completamente Celoso De Caleb -
- No Es Eso - Rebatió Rápidamente El Muchacho -
- ¿No? - Preguntó La Muchacha Con Falsa Inocencia -
- ¿Por Que Hiba a Estarlo? - Preguntó El Muchacho Con Superioridad -
- No Sé - La Joven Se Acercó a Judal - Tu Dime -
- ¿Sabes Que? - Murmuro El Muchacho Mientras Se Tomaba La Cabeza Con Una Mano - Es Demasiado Para Mi -
- ¿Demasiado? - Preguntó La Pelinegra - ¿Esto Es Demasiado Para El Gran Judal? ¿En Serio? - Dijo Irónica -
- Le Pedire a Mi Madre Que Tome Tu Tutela - El Joven La Observó Molesto - Con Ella Seguro Podras Pasear Todo Lo Que Quieras Con Ese Hijo De Mil Puta - Estalló El Chico Mientras Salia a Los Pasillos y Cerraba La Puerta De La Habitación De Un Portazo, Dejando a Una Adelaida Dentro Completamente Desconcertada Que, Obviamente, No Esperaba Eso -

Lo Pones Peor Camis♥
ajajaja Lo Ponemos Va xD

-Judal…
-No lo soporto- dijo Judal entrando sin avisar a la habitación de Artemisa.
-¿Qué ocurrió?- preguntó ella tranquilamente mientras continuaba pintándose las uñas.
-¡El pelotudo de Caleb! ¡Eso pasa!- gritó, enojado, Judal.
-Nunca pensé que te vería celoso Judal- dijo la rubia mientras lo observaba con apariencia divertida.
-La estúpida de Adelaida dijo que estaba celoso, que le hacía una escena, ¡Por favor!- siguió diciendo él mientras se sentaba y se pasaba una mano por la frente- No me importa un carajo que él sea de su completa confianza ¡Ella es de MI propiedad! Y hago con ella lo que se me de la puta gana.
-Y después decís que no estás celoso- Artemisa estaba completamente tranquila viendo a su amigo tan nervioso.
-¿Qué querés que haga?- preguntó él enojado- ¿Que la deje ir con el idiota ese y que me lo traiga a MI casa, MI cuarto, todos los días a la madrugada?
-Te recuerdo que vos la dejaste a que se quedara con él hasta más tarde.
-Fue falsa amabilidad- dijo él- cualquiera excepto ella lo hubiera notado.
-Entonces no te quejés Judal.
-De cualquier manera le voy a dar la tutela a mi madre y que ella haga lo que quiera con él pelotudo ese- dijo el chico- ¿Dónde tenés las cervezas cuando las necesito?
-Nada de alcohol- le respondió Artemisa- Un día puedo estar borracha, dos no.
-El que se quiere emborrachar soy yo, no vos- le contestó malhumorado el chico.
-Si vos empezás a tomar sabés que yo te voy a seguir, además, me las tomé todas hoy a la madrugada. No me quedó ninguna.
-Genial, extremadamente genial, siempre tenés cervezas y ahora no, que suerte la mía- dijo el chico con sarcasmo.
-Sos un borracho- dijo ella.
-Mirá quien habla.
-De cualquier manera, sabés que no le vas a dar la tutela a tu madre.
-¿No me creés capaz?
-Por favor Judal, lo único que harías es matar a la pobre chica. La reina no se va a encargar de ella y cuando tu padre se entere la va a usar como muñeca de torturas.
-¡Ya sé, ya sé!- dijo Judal mientras decía un insulto que la reina se horrorizaría al escucharlo- No sé que hacer.
-Relajarte Judal…los celos son malos- dijo Artemisa sabiamente- Y mirá que los tuve, ¿sabés lo que es verte cuando era chica mientras te besabas a otras chicas?
-Ahora también te ponés celosa.
-Ya me resigné, vos no vas a cambiar y yo necesito a alguien mejor. Los besos con vos son sólo un pasatiempo, en realidad te considero como mi mejor amigo Judal- dijo ella sinceramente.
-Que ánimo que me das- dijo él sarcásticamente.

--------------

Pasado unos minutos, Adelaida superó su estado de shock y, su preocupación se vio reemplazada por la ira. ¡Desgraciado! ¡Por estar celoso la iba a mandar a matar! ¡Que su madre fuera su dueña era lo mismo que el rey la torturara para luego asesinarla! Ali quería mucho a Judal, pero no iba a dejarse morir.
No estaba segura de que haría Judal pero, decidió no tomar ninguna acción precipitada aún. De cualquier manera, estaba enojada, por lo que le dio exactamente igual las ordenes del heredero y salió del castillo; necesitaba aire fresco para pensar.
No caminó mucho y escuchó como alguien la llamaba:
-¡Macu!- Caleb estaba frente a ella, a una distancia de cien metros aproximadamente; se acercó a ella con velocidad- Justo te iba a venir a buscar.
Adelaida sabía que salir con Caleb iba a empeorar las cosas, pero estaba tan enojada por la actitud sin motivo de Judal que pensó: “¿Por qué no? Yo tengo que tolerar que Artemisa esté encima de él y por él no puedo salir ¡Obvio que no!”
-Salgamos a algún lado- le dijo ella mientras le tomaba de la mano y lo empujaba para que caminara.
-¡Vamos a mi casa!- ofreció Caleb alegre- Te la quiero mostrar, además puedo cocinar el almuerzo.
-Está bien- aceptó ella y ambos se alejaron cada vez más del palacio.


-Cocino bien ¿verdad?- preguntó Caleb mientras veía como la chica comía sin asco a nada XD.
-La verdad que sí, deberías ser cocinero.
-Prefiero algo relacionado con la seguridad- dijo el chico tranquilamente- Como ser manejar las armas bien y tengo fuerza, creo que se me daría bien.
-¿De dónde aprendiste?
-Mi papá me enseñó y él sabía de mi abuelo, el cual era militar. Cuando mi papá te vea se va a alegrar, ahora está trabajando.
-Caleb... contame algo de tu vida, ¿Qué hiciste todos estos años? ¿Tus amigos? ¿Novia?- preguntó ella casualmente, el chico en cambio, con la última pregunta se sonrojó.
-Estudié y ayudé a mi papá con el trabajo. Tengo amigos, les escribo bastante a menudo y ellos también y…no. No tengo novia, tuve una…pero terminamos hace un año, ambos sentimos que la relación no daba para más- el chico, mientras tanto, pensaba- “Me dejó por vos porque sabía que no la amaba a ella y que te quería demasiado…y lo más triste es que no me importó terminar con ella.”
-Lamento lo de tu novia, de seguro que fue una buena chica o una puta, depende de lo que quieras creer vos- bromeó ella.
-Sí…¡Ah ven, quiero mostrarte unas fotos y cosas viejas nuestras!
Siguieron hablando en el patio trasero, a ambos le gustaba estar en contacto con la naturaleza y el aire libre. En un momento, ambos jóvenes cayeron profundamente dormidos, cabeza con cabeza.


---------------

-¡Es tardísimo!- gritó Adelaida mientras corría rápidamente hacia el palacio.
-Explícaselo a Judal, no puede enojarse tanto…-Caleb la seguía, tratando de tranquilizarla.
-Judal es diferente ¡Me va a matar!- dijo ella y lo más triste era que no sabía si lo decía en sentido metafórico o literalmente.
Caleb suspiró.
-¿Cualquier cosa me avisás sí?- dijo él, preocupado- No quiero que te pase nada.
-Voy a recibir la reprimenda de mi vida…- dijo ella- ¡Ni siquiera le temía tanto a los Debanhi!
Ya estaban cerca del palacio, ella se detuvo y Caleb la imitó.
-No entres Caleb, en serio.
-Está bien, volveré a casa, cualquier cosa si se te complica para juntarnos nos comunicamos por carta y arreglamos bien ¿Sí?- el chico sonrío.
-De acuerdo- dijo ella, también respondiéndole con una sonrisa; adoraba pasar tiempo con Caleb.
-Nos vemos- dijo él saludándola con un beso en la mejilla.
Adelaida entró al palacio y corrió por los pasillos, hasta llegar a la puerta del cuarto de Judal, la chica entró algo temerosa, y escuchó, de repente, una voz que decía:
-¿Me podés decir dónde carajo estuviste todas estas horas desde que me fui? ¿Y por qué mierda no obedecés las putas órdenes que te doy? Ni se te ocurra mentirme…
Adelaida tragó saliva…estaba en el horno.


-----------------------

Lalala, más quilombos? Jajajaj, amo este rol ♥

- Bueno.. - La Muchacha Observó a Judal Suplicando Piedad -
- ¡Contesta! - Estalló El Muchacho Haciendo Que La Joven Cerrara Los Ojos Del Miedo -
- ¡Con Caleb! - Contestó Temerosa - Estaba Molesta - Susurro Intentando Parecer Arrepentida Por Lo Que Hiso -
- No Me Engañas - Murmuro Judal. Cuando Adelaida Levantó La Vista Lo Vió Jugando Con Una Daga Con Incrustaciónes De Rubíes. La Muchacha Solo Tragó Saliva Nerviosa -
- No Miento - Susurro - Eso Pasó -
- No Estas Ni Un Poco Arrepentida Por Lo Que Hiciste - Dijo El Muchacho Como Si Nu Hubiese Escuchado El Primer Comentario De Adelaida -
- ¿Eh? - La Joven Le Observó Intranquila -
- Eres La Persona Más Desesperante Que Conozco - Susurro Mientras Se Ponia Se Ponia - Eres Tan Irritante Que Ya No Puedo Soportarlo -
- ¿Q-Que Vas a Hacerme? - Preguntó Temerosa Al Ver Que Judal Todavia Empuñaba La Cuchilla -
- Nada - Susurró El Muchacho. La Respuesta Desconcertó Completamente a Adelaida -
- ¿Nada? - Preguntó Mientras Observaba a Judal Curiosa. La Cercania Le Ponia Nerviosa Pero No Era Càpas De Salir De Su Sorpresa -
- Nada En Absoluto - Susurro El Muchacho Mientras La Observaba. Sus Ojos No Parecian Furibundos. La Miraba Con Cariño. Era Extraño -
- ¿Por Que? - Se Atrevió a Preguntar La Joven - Pense Que Estabas Molesto Conmigo -
- Lo Estoy - Contestó El Muchacho. Su Mirada Se Tornó Más Fría Solo Unos Momentos - Pero No Puedo Hacerte Daño - El Joven Posó Su Mano Contra La Pared Quitandole a Adelaida Toda Posibilidad de Safarse De Él - Me Importas Más De Lo Que Pesan Mis Ganas De Matarte Por Desobedecerme Una y Otra Ves - Sonrió Por La Ironía -
- J-Judal - Susurro La Muchacha. Sus Mejillas Comenzaban a Ponerse Coloradas Por El Cariño Que Judal Estaba Usando Al Decirle Esas Cosas. Aunque Sonaran Aterradoras En Cierto Modo -
- Dime - Preguntó El Muchacho. En Ese Momento Soltó La Daga, La Cuál Hiso Un Leve Tintineo Al Llegar Al Suelo. Con La Mano Que Ahora Le Quedaba Libre Acarició La Mejilla De Adelaida Suavemente -
- Y-Yo - Era Simple. No Podia Pensar Nada En Absoluto -

Muajajaja Sera Corta Pero Lo Segui Antes De Irme a Comer xD
¿Que Haras? Si No Haces Que Se Besen Lo Hago Yo Que Conste (? ajajajaja xD

Adelaida cerró los ojos, sintiendo la suave caricia de Judal en su mejilla. ¿Qué quería decirle? Ya ni recordaba. Su mente estaba enfrascada en Judal, su mano tan suave al tacto, el aroma hipnotizante que desprendía, se imaginaba su bella mirada carmesí observándola fijamente, con ternura y vio, en su mente, el perfecto rostro del heredero. Judal tenía la maldita habilidad que, cada vez que se le acercaba, ella no podía pensar claramente y sus sentidos se quedaban absortos en él, en todo su ser.

Abrió los ojos de nuevo. Los ojos color mar se encontraron con las orbes escarlatas, similares a las llamas.

-Te quiero...demasiado para mi gusto- le susurró él.

-Yo...yo también- le respondió Ali, sentía sus mejillas arder prácticamente- Y preferiría no quererte...

-Sería lo más conveniente- dijo Judal- nos ahorraríamos tantos problemas...la situación es tan irritante, vos sos desesperante también.

Adelaida se quedó embobada observando los labios de Judal, tan cerca suyos, moverse para hablar.

-Sí, sería todo más fácil...- opinó ella- que se volvería aburrido.

Y se acercó, acariciando sus labios suavemente sobre los de Judal. Se separó menos de un centímetro, mirándolo expectante. El heredero cortó la distancia, besándola con más sentimiento, más energía y pasión. Ella respondió, gustosa, acariciando su largo y negro cabello mientras que él la abrazaba de cintura y la acercaba más a su cuerpo.

-Eres insoportablemente atrayente Judal- dijo ella, separándose unos segundos para tomar aire, el chico le sonrío y ella dio un pequeño salto, enganchándose en su cintura (salto koala xD)

-Y vos sos irritantemente hermosa- le dijo él, y continuó besándola de nuevo.

Estuvieron así por un largo tiempo, sentían una insana necesidad el uno por el otro, no querían separarse, era como si su vida dependiese de ello.

Judal la tiró en la cama y se acostó sobre ella, besándola sin apenas respirar algo. Adelaida se separó unos segundo y dijo:

-Esto está mal.

-No me destaco por hacer las cosas correctas Adelaida- le dijo el heredero.

-Nuestras vidas están en juego por esto...

-Lo sé y Me preocupa, pero aún así sigo besándote, no puedo evitarlo-dijo el pelinegro- Sos.Mi. Maldita. E. Insana. Droga.- dijo, terminando cada palabra con un beso.

Él se giró, acostándose al lado de su esclava, Adelaida lo abrazó y apoyó su cabeza sobre su pecho.

-¿Qué haremos?- preguntó ella- Llegué a la conclusión de que te necesito.

-Yo también te necesito- comentó Judal, acariciando con suavidad y cariño los cabellos negros de Ali.

-Entonces...¿qué hacemos?- continúo ella- Si tu padre se entera me va a matar.

-No voy a permitirlo- dijo seguro él- antes muerto a que te asesine.

-Corrijo entonces: Si tu padre se entera nos va matar.

-Olvídalo, ya veremos que hacer después, no arruines el momento pensando en él.

Pasaron un buen tiempo allí, abrazados, sin decir palabra alguna. Ambos disfrutaban del momento y no querían arruinarlo, Adelaida bostezó y se acomodó un poco más en su pecho.

-Adelaida...

-¿Sí?

-Prométeme que nunca vas a abandonarme. Te necesito...

-Lo prometo- dijo la joven sin dudar- Judal...

-¿Sí?

-Te amo...- admitió ella sin pensar siquiera, las palabras sencillamente salieron de su boca.

--------------------------------------------------------------

Hay, son re puchoninos (L

Conti corta para que te vayas a dormir xD

Igual me gustó, me salió romántico (?

AMÉ Lo Que Escribiste ♥
Te Ganaste Un Dedito Arriba (?

- El Joven Observó Las Telas Que Colgaban De La Cama. En Principio Esbosó En Una Sonrisa. No Pudo Evitar Después Echarse a Reir -
- ¿Que Es Tan Gracioso? - Preguntó La Muchacha Sonrojada. No Le Hacia Ningúna Gracia Que El Joven Se Riera Con Lo Que Habia Dicho -
- Esas Palabras - El Joven Cerró Los Ojos Un Momento. Jamás Nadie Le Habia Dicho "Te Amo". Sonaba Tan Dulce a La Escucha -
- Me Contestas o Me Voy - Murmuro La Muchacha Molesta -
- Yo También.. - Susurro El Muchacho. La Sensación Le Era Desconocida. Jamás Habia Querido a Nadie. Para Él Todas Esas Personas Eran Pasatiempos. Juguetes Que Tiraría a La Basura Una Ves Le Aburriesen. Pero Adelaida Era Diferente. Lo Fue Desde Un Principio - ..Te Amo - Contestó El Muchacho, Como Si Ali Jamás Hubiese Dicho Nada -
- ... - La Joven Se Levantó Sonrojada. No Podia Creer Que Judal Le Estubiera Diciendo Aquello -
- ¿Por Que Me Estas Viendo Como Si Fuera Un Bicho Raro? - Preguntó El Muchacho Sin Moverse De La Cama -
- Es Que.. - La Muchacha Se Sonrojo De Solo Pensarlo - No Pense Que Me Responderias Eso - Susurro Mientras Se Tocaba Una De Sus Mejillas -
- Comprendo - El Muchacho Sonrió De Lado - ¿Sabes Que Sigue a Esto? - Preguntó Socorrón. Adelaida Negó Levemente. Estúpida Inocencia Que En Aquel Momento La Estaba Apuñalando Por La Espalda -
- Pues Veras.. - El Joven Encerró a La Chica Con Su Cuerpo Sobre La Cama. Sonrió De Lado Con Un Deje De Malicia - Te Hare Mía.. - Sonrió El Muchacho - ..Hasta El Cansancio - El Joven Posó Un Beso En La Oreja De Ali - ¿Entiendes? - Susurro a Su Oido. Adelaida No Podia Estar Más Sonrojada -
- ¿Eh~? - La Joven Tragó Saliva - ¡Estas Loco! - Estalló La Muchacha, Nerviosa -
- ¿Loco? - Preguntó Retóricamente El Joven Heredero De Babilonia - ¿Enserio? - Preguntó El Muchacho Con Su Típica Media Sonrisa -
- S-Si - Susurro Sonrojada - No Haras Conmigo Lo Que Quieras - Dijo Decidida -
- No Vengas a Querer Hacerte Valer Ahora - Dijo Divertido El Pelinegro -
- ¡Claro Que Si! - Rebatió Molesta -
- Esta Bien - El Joven Sonrió De Lado - Tardare Cinco Minutos Más De Lo Esperado - Dijo Irónico -

El Joven Se Acercó a La Joven Que Se Encontraba Debajo Suyo y Comenzó a Besarle El Cuello, Subiendo Hasta Llegar a Sus Labios.

- ¿No Quieres? - Susurro El Joven De Cabellos Negros Entre Besos - Rechazame - Susurro. Seguia Besandola Sin Detenerse -
- Sabes.. - La Joven Suspiro - Sabes Que No Quiero Hacerlo -
- Ese Es El Chiste - Se Detubo Judal Para Esbosar Una Sonrisa De Superioridad - ¿Ves Que Seras Mia De Todos Modos? - Preguntó Burlón -
- ¡JUDAL! - El Grito De Una Joven Fuera Del Cuarto Interrumpió a La Aireada Adelaida, Que Estaba a Punto De Contestarle Una Groseria -
- Mierda - Susurro El Heredero - ¡Voy! - Contestó. Besó a Ali Una Ves Más y Se Puso De Pie - Olvide Que Tengo Cosas Que Hacer - Mustió Irritado Ante El Trabajo Que Venia -

No Me Gustó Pero Que Va xD
Es Lo Que Tengo Después De Tres Horas Seguidas de Matemática (?

A mi si me gustó (Y

----------------------------------------

Judal se marchó, insultando sin parar, abrió la puerta y se encontró con los ojos oscuros de Artemisa, que lo observaban curiosa.

-La verdad es que te podés ir bien a la mierda- le dijo el chico ni bien la miró y comenzó a andar caminando por los pasillos.

-Que manera tan bonita de saludar- dijo sarcástica ella, sin intimidarse- ¿Acaso interrumpí algo?- preguntó con falsa inocencia.

-Casi me acuesto con ella- dijo el chico- pero eso no es lo importante.

-Ella no parecía muy dispuesta que digamos- comentó Artemisa- No iba a aceptar, te lo aseguro, conozco la clase de zorras como ella.

-¿No te enseñaron que es de mala educación espiar?- le preguntó indiferente Judal- De cualquier manera, lo importante es que...me dijo que me ama.

-Vaya, vaya ¿qué le respondiste?

-¿Qué crees que le respondería? Le dije Que yo también.

-¿Le mentiste para quedar bien?- le preguntó un poco enojada Artemisa- Ella no me cae bien pero tampoco es lindo que la boludees tanto; y más si al parecer está enamorada.

-Le dije la verdad, no la estoy boludiando- dijo el chico pensativo.

-¿Judal, enamorado? Ah bien, eso no me lo esperaba- admitió la rubia.

-Sabía que en algún momento me iba a pasar- confesó él- ¿Elegí bien eh?- preguntó él con una sonrisa sarcástica- Hasta para enamorarme busco lo más complicado.

-Siempre tenés que ir a la contra de lo que te dicen- dijo ella con una sonrisa.

-Lo sé, pero no lo hice a propósito...ella es diferente.

-------------------------------------

Adelaida respiró profundamente. 1,2,3, exhalo e inhalo. 1.2.3. Exhalo e inhalo.
-Por Dios, por Dios, por Dios- se pusó a saltar en la cama, completamente emocionada, parecía una nena de seis años.

Estuvo un buen tiempo así, después se acostó y abrazó la almohada y soñó despierta, completamente feliz con la situación.
Finalmente, pasado unos varios minutos, la cruda realidad se apareció como una bofetada en el rostro.

-¿Qué voy a hacer? - se preguntó a sí misma- ¡Si el rey se entera me mata!

Se quedó pensativa, sin encontrar ninguna solución útil: era esperar y ocultar la verdad hasta que se entere.
Se fue a bañar para despejarse y estuvo casi media hora allí, recostada en la bañera, pensando. Se había olvidado su ropa, por lo que se puso la bata de Judal que estaba en el baño, se vio al espejo y comenzó a peinarse primero, completamente relajada.

-¿Esa no es mi bata?- preguntó Judal, sentado al borde de su cama, al parecer había terminado rápido su trabajo o ella había tardado mucho en bañarse, o ambas.

-Me olvidé de llevar mi ropa al baño para cambiarme- dijo ella encogiéndose de hombros- no pensé que te iba a molestar que lo usara por unos segundos.

-No me molesta- dijo Judal sonriendo- Es más me gusta...va a ser más fácil de quitar.

-Ni se te ocurra- le dijo ella, sonrojándose notoriamente.

El chico se acercó rápidamente y la acorraló.

-¿Segura?- le susurró- ¿Cuántas veces te tengo que repetir que vas a ser mía?

-¿Cuántas veces te tengo que repetir que no voy a hacer nada?- le preguntó ella con una sonrisa, le dio un leve empujón y se alejó de él.

-¿Querés tomar algo?- preguntó Judal mostrándole una botella que estaba sobre una mesada- Es un exquisito champagne, el mejor de la casa.

-No me vas a emborrachar para acostarme con vos Judal- le dijo ella tranquilamente mientras entraba a su habitación.

-"Mierda. No es borracha"- pensó el chico con una media sonrisa de superioridad.


-------------------------

No me gustó mi conti pero no sabía que carajo poner xD

Lo sé, es cortita , pero no tengo ideas <.<

- ¿Quién Crees Que Soy? - Preguntó El Muchacho Fingiendo Estar Ofendido -
- Judal - Contestó La Muchacha - Ese Nombre Te Delata - Dijo Mientras Tomaba Su Ropa De Trabajo -
- Graciosa - Murmuro El Muchacho Mientras Se Acostaba En La Cama -
- Me Voy a Cambiar - Susurro La Muchacha. Luego Cerró La Puerta De Su Habitación -
- No Te Tardes - Dijo Judal En Susurros. No Podia Creer Lo Cansado Que Estaba. Habia Sido Demasiado Por Un Día -

Judal Solo Observaba El Techo De La Habitación Pensativo. Estaba Mal. Todo Estaba Mal.
Si Su Padre Se Enteraba De Que Estaba Enamorado De Adelaida.. La Mataria. Suspiro Ante La Ironia Que Le Producia Aquello.
No Estaba Destinado a Tener a Nadie a Su Lado. Era Eso o La Vida Tenia Con Él Un Puto Sentido Del Humor..

- ¡Judal! - Abrió Los Ojos De Repente. Los Celestes De Adelaida Fue Lo Primero Que Encontró -
- Perdona - Susurro Mientras Posaba Una Mano En Su Frente -
- Te Llame Tres Veces - Dijo La Joven Mientras Suspiraba -
- ¿Tres? - El Muchacho Sonrió - No Te Tardaste Nada - Dijo Mientras Se Sentaba En La Cama - Oh y.. Estaba Pensando.. No Te Escuche -
- Tarde Como 15 Minutos Judal - Susurro Preocupada - ¿En Que Pensabas? - Preguntó La Muchacha Curiosa -
- Pensaba En.. - El Joven Se Dejó Caer Sobre La Cama Nuevamente - Que Esta Mal - Respondió En Susurros - Esto Esta Terriblemente Mal -
- ¿Esto? - Preguntó La Muchacha - ¿Hablas De.. Nosotros? - Susurro Con Un Hilo De Voz -
- ... - El Muchacho Se Cubrió Los Ojos Mientras Sonreia De Lado Forzadamente - Si - Respondió Finalmente -
- ... - La Muchacha Sintió Como Se Le Comprimia El Pecho - T-Tengo.. - Ali Escondió Su Bonita Mirada Color Cielo Entre Sus Cabellos - ..Cosas Que Hacer - La Joven Se Pusó De Pie Dispuesta a Irse. La Mano De Judal Sobre Su Muñeca No Se Lo Permitió -
- ¿Me Escuchas? - Suplicó a Su Esclava - No Quiero Que Me Malentiendas -
- ¿Que Quieres? - Preguntó Mientras Se Sentaba En La Cama Sin Observar al Heredero -
- Que Este Mal No Significa Que Valla a Dejarlo Adelaida.. - Dijo El Muchacho Mientras Abrazaba a Ali Por La Cintura - Te Necesito.. Por Mucho Que Me Pese - Dijo Mientras Se Embriagaba Con El Hermoso Aroma Que Desprendia El Cabello De Su Esclava - ..Estoy Preocupado Por Que No Quiero Que El Hijo De Re Mil Puta De mi Padre Te Aparte De Mi Lado.. Eso Es Todo - El Muchacho Le Besó El Cuello - No Era Mentira Lo Que Dije.. - Susurro Mientras Seguia Dandole Pequeños Besos - ..Te Amo Con Locura - Finalizó. Adelaida Levantó La Vista Sonrojada a Más No Poder - Y Sueno Increíble Cuando Digo Esas Cosas ¿Eh? - Preguntó Con Media Sonrisa En El Rostro Sin Dejar de Rodear Con Sus Brazos a Ali Por La Espalda -

Esa Sonrisa De Mierda.
Esa Endemoniadamente Hermosa Sonrisa Que Siempre Traia Problemas.
Hacia Mucho Que Adelaida No Veia Una De Esas Dibujada En El Perfecto Rostro De Judal. Seguro Era Por Eso Que Todo Le Estaba Saliendo Tan Bien.

Esta Me Gustó ♥
No Tiene Nada Raro (Si Tiene Cosas Raras Es Por Que La Escribi a Las 8:00 AM.. Duermiendo Solo 5 Malditas y Miseras Horas xD.
La Sonrisa Endemoniada De Judal Debe Ser Lo Mejor Que Inventé Para Este Roll (?

Es Verdad uwu
Ahora Me Invento Uno De Aquellas xD

- ¿Que Querias? - Preguntó Judal. Habia Salido Un Rato Con Artemisa al Jardín Sabiendo Por Sobras En Donde Estaba Adelaida -
- Hablar Contigo - Dijo La Muchacha Sin Rodeos -
- ¿Hablar Conmigo? - Preguntó El Muchacho De Cabellos Negros - Pense Que Ya No Teniamos Nada Que Hablar - Susurro Medio Irritado -
- Te Equivocas - Dijo La Muchacha Mientras Se Sentaba En Uno De Los Bancos Del Hermoso Jardín Real -
- ¿Me Equivoco? - Murmuro El Muchacho Mientras Se Sentaba a Su Lado y La Observaba - Yo JAMÁS Me Equivoco Preciosa - Rebatió El Muchacho Con Media Sonrisa Dibujada En El Rostro -
- ... - La Rubia Lo Meditó Unos Momentos - Esta Bien - Cedió - No Te Equivocas -
- ¿Entonces? - Preguntó El Heredero Comenzando a Despesperarse -
- Es Más Bien Una "Linda Noticia" - Dijo La Rubia. Por El Semblante Que Tenia Era Obvio Que Para Ella Si Eran Buenas -
- ¿Que Mierda Pasó Ahora? - Preguntó Agarrandose La Cabeza Con Las Manos -
- Bueno.. - La Muchacha Sonrió - ..Tu Padre Me Llamó Para Hablar Ayer Mientras Tú Te Besabas Con Esa Puta De Pueblo -
- ¿Y Eso Me Importa Por Que..? - Preguntó El Muchacho Perdiendo La Pasiencia -
- Te Importa Por Que Me Llamó Para Hablar Sobre Tu Compromiso Judal - Dijo La Muchacha. De Repente Tenía Toda La Atención Del Muchacho -
- ¿Mi Compromiso? - Preguntó El Joven Mientras Reia - ¿Con La Zorra De Eika? - Dijo Entretenido -
- No Más - Respondió La Muchacha Mientras Posaba Sus Oscuros Ojos En Judal -
- ¿No.. Más? - Susurro El Muchacho Extrañado Mientras Arqueaba Una Ceja -
- Tu Padre Sabe Que No Quieres a Eika Ni Un Poco.. - Susurro La Muchacha -
- ¿Cuál Es El Punto? - Preguntó El Joven De Cabellos Trenzados - Nunca Le Importó Lo Que Queria -
- Pues Parece Que Le Pegó La Paternidad - Dijo Entretenida - Me Suplicó.. - La Chica Le Sonrió De Lado - Que Tomara Su Lugar -
- ¿Eh? - El Muchacho Se Quedó Observando a La Rubia Con Perplejidad - Osea Que Tú Eres.. -
- Tu Futura Esposa - Sonrió La Muchacha -
- No Puedo Creerlo - Susurro El Muchacho. La Noticia No Le Molestaba Pero Tampoco Le Emocionaba Mucho Que Digamos -
- Lo Que Quiero Decirte Es.. - La Joven Tomó a Judal De Las Prendas Para Acercarlo a Su Rostro - No Quiero Verte Besar a Esa Zorra De Callejón NUNCA MÁS - Sonrió Coqueta -
- Te Salió Lo Mala ¿Eh? - Dijo Entretenido. La Rubia Le Besó Unos Momentos y Judal Le Siguió El Beso.. Por Que Era Lo Que Siempre Hacia -

¿Querias Un Problema? xD
Ya Invente Uno Por Pequeño Que Sea xD

- ¡Adelaida! - Llamó Caleb - ¡Macu Espera! - Suplicó El Muchacho Mientras La Tomaba De La Muñeca. La Joven Ce Cabellos Negros Solo Se Dió Rápidamente La Vuelta y Se Escondió En Los Brazos Del Rubio -
- ¿Por Que..? - Susurro La Muchacha Dolida. Caleb La Abrazó -
- No Quiero Sonar Molesto Macu Pero.. - El Joven Se Mordió El Labio Inferior de La Rabia - ..Te Lo Dije - El Joven Posó Una De Sus Manos En La Cabeza de Adelaida Para Tranquilizarla - Gente De Su Calibre.. Basura Como Él.. No Se Junta Con Gente Como Nosotros - Susurro Mientras Dejaba a Su Mejor Amiga Descargarse En Llanto -

----------

- Eres Una Mierda - Susurro Judal Mientras Soltaba La Mano de Artemisa De Repente -
- ¿Por Que? - Preguntó La Rubia Inocente - Solo Queria Darle Las Buenas Nuevas -
- Lo Sabias - Murmuro Con Hostilidad - No Va a Querer Escucharme Si Intento Explicarle Que Pasó -
- Judal - Llamó La Joven - Ahora Seras Mi Esposo - Susurro Con Falsa Comprensión - Olvidate De Esa Cualquiera -

Esas Palabras Golpearon a Judal De Repente. Esa Era La Solución. Olvidarla.
Si Le Decia Que No Queria Nada Con Ella.. Que Siguiera Su Vida Lejos De Él.. Quizás Asi Evitaria Lastimarla. Podia Darle La Libertad.. Dejar Que Se Fuera Con Ese Idiota De Caleb.
No Estaban Destinados a Estar Juntos. Era Simple.

- ¿Estas Escuchandome? - Preguntó La Rubia Medio Molesta -
- No - Contestó El Muchacho De Cabellos Negros Con Hostil Indiferencia - No Me Interesa Nada De Lo Que Digas -
- Pues Deberia - Dijo La Rubia Mientras Lo Tomaba De La Mano - Por Que No Me Gustaria Tener Un Esposo Que No Me Escuche -
- Dos Cosas - El Joven Se Detubo - Primero: No Me Toques - El Muchacho Quitó Su Mano Con Furia - Segundo: ¿No Te Gusta? Escoge De Que Morbosa Manera Queres Morir y Yo Te Hago El Favor - Susurro Mientras Comenzaba a Caminar Nuevamente. Artemisa No Le Seguia -
- Esta Bien Judal - Susurro La Rubia - Lo Lamento - Dijo. Judal Escupió Hacia El Suelo y Volteó a Verla -
- ¿En Serio? - Preguntó Irónico - ¿Crees Que Nací Ayer? - Preguntó Mientras La Observaba Furibundo - Querias Hacerle Esto a Adelaida Desde Hace Semanas -
- Esta Bien - Cedió La Muchacha - No Lo Lamento - La Joven Sonrió - No Puedes Culparme Por Estar Feliz Judal -
- Supongo.. Que No Es Culpa Tuya - Concedió El Joven - Pero Mi Cooperación Tiene Condiciones -
- Dilas - Pidió La Rubia -
- No Hablaras Con Adelaida - Dijo - Si Ella Quiere Saber Algo Que Venga a Hablar Conmigo - El Muchacho Se Acercó a Artemisa - La Otra Es Que Si Intentas Nuevamente Hacerle Daño.. - El Muchacho Susurro a Oídos De Artemisa - ..Te Mataré Yo Mismo - El Muchacho Sonrío De Lado. El Escalofrío Que Recorrió a La Muchacha de Ojos Oscuros Le Hiso Entender Solo Una Cosa -
- No Estas Bromeando - Susurro Pálida -
- No Preciosa - Respondió - Yo Mismo Hare Que Dejes De Respirar - Susurro. Esa Media Sonrisa En Su Rostro Era Acompañada Ahora Con Un Deje Sádico y Morboso -

Siiiiiiiiiiiiiiiiiin Ideas xD

La Mañana Se Hiso Sobre La Noche.
El Rey Caminaba Por Los Pasillos Completamente Satisfecho. Esa Trola No Estaba Por Ningún Lado. Esa Si Habia Sido Su Mejor Jugada.
Sabia Que Esa Mocosa Se Habia Fijado En Judal. Sabia Que El Desgraciado De Su Hijo También Lo Habia Echo Con Ella. Necesitaba Sacar a Esa Puta Del Medio.. Y Lo Habia Conseguido Con Mejores Resultados De Los Que Habia Planeado.

- Es Una Hermosa Mañana - Susurro El Hombre Mientras Bebia Un Sorbo De Su Costoso Café De Grano - Una Simplemente Maravillosa Mañana -

----------

Las Cosas Para Judal No Podian Ser Peores. No Habia Logrado Pegar Un Ojo En Toda La Misera Noche.
Extrañaba a Adelaida.

- ¿Quieres Dejar De Pensar En Ella? - Preguntó La Rubia. Judal Habia Llegado al Comedor Del Palacio Donde La Muchacha Estaba Sentada Bebiendo Un Té De Frutilla -
- Ese No Es Tu Problema - Contestó Con Hostilidad -
- Despidela - Respondió La Muchacha. No Habia Recibido Respuesta Del Joven Heredero Pero Era Obvio Lo Que Queria -
- No Quiero Escucharte - Contestó El Joven a La Sugerencia De Su Futura Esposa -
- Si La Ves La Herida Jamás Cerrara Judal - Mustió La Muchacha - Si Esa Prostituta Se Va Para Siempre.. Si Le Quitas El Trabajo.. Solo Dependera De Vos El Poder Arrancartela De La Cabeza.. Del Corazón - Finalizó La Muchacha. Judal Se Habia Quedado Inmóvil, Dandole La Espalda -
- ¡Dije Que No Queria Escuchar Tu Maldita Voz! - Estalló El Muchacho Lanzandole Un Cuchillo Que Pasó a Pocos Centímetros de La Cabeza de La Rubia -
- ¿¡Estas Loco!? - Preguntó Mientras Se Tomaba El Pecho Agitada - ¿¡Quieres Matarme o Que Mierda Te Pasa!? -
- Si Hubiese Querido Matarte.. - Susurro El Muchacho Mientras Tomaba El Pomo De La Puerta Sin Dirijirle Siquiera Una Mísera Ojeada - ..No Habría Fallado - Completó Con Maldad Para Luego Salir Del Lugar. Artemisa Se Quedó En El Lugar, Pálida Como Un Pergamino -

----------

El Muchacho Tomó La Capa Marron Que Usaba Para Salir al Pueblo. Necesitaba Tomar Aire.
Su Vida Era Sencillamente Una Mierda. Una MIERDA En La Completa Plenitud De La Palabra. No Habia En Ella Nada Que Valiera La Pena Conservar.
Fue a Sentarse Bajo Una Palmera. Apenas Apoyó Su Espalda En El Sólido Tronco Lanzó Una Maldición Que De Seguro Le Condenaria Al Infierno.

- Reconoceria Esas Maldiciones Donde Fuera - Susurro Una Voz Femenina. Judal Levantó La Cabeza Pasmado -
- No Es Posible - Murmuro El Muchacho -
- Hola Judal - Saludó La Joven Mientras Sonreia -
- No Puede.. - El Muchacho Se Quedó Embobado Observando a La Muchacha - No Puede.. Ser Posible -
- ¿Me Recuerdas Verdad? - Preguntó La Muchacha Irónica -
- Si Kaileena - Sonrió - Te Recuerdo.. Como Si Jamás Te Hubieras Ido -

Muajaja Sigo Haciendo Quilombos Nomás uwu

Extra:

Nombre: Kaileena Noir
Edad: 17
Personalidad: Es Una Chica Super Enérgica. Siempre Esta Sonriendo. Suele Ser Amable La Mayoría De Las Veces. No Suele Perder Los Estribos Con Fácilidad Pero Si Logras Sacarla De Quicio Ten Mucho Cuidado.

Apariencia:

Spoiler:

Extras:

- Es Completamente Confidente De Judal. Incluso Más Que Artemisa.
- Nadie Sabe Con Exactitud Que Relación Tiene Con Judal, Mucho Menos Como Se Conocieron.
- Siempre Quiso Que Judal Encontrara a Su Persona "Ideal".
- Los Padres De Judal La ADORAN COMPLETAMENTE.. Aunque a Ella No Les Caigan Ni Un Poco xD.

PD: Faltan Datos De Kaileena Que Seran Conocidos Durante La Historia.

-Vaya Judal, creciste muchísimo- admiró la pelirroja con una sonrisa.
-Vos también cambiaste bastante- comentó él sonriendo- al final te crecieron los pechos, menos mal- bromeó él también sonriendo.
-¿Viste? Yo también me asombré cuando ocurrió- dijo ella riendo- ¿Cómo estás Judal? Ha pasado mucho tiempo…
-Mi vida es una Mierda. ¿Vos?
-¿Por qué tan así? ¿Qué ocurrió?
-Es una larga historia- dijo el pelinegro.
-Sé escuchar, lo sabés mejor que nadie- ella se sentó al lado de él.
-Te advertí que era una historia larga- comentó él y le empezó a contar.

----------

-¿Cómo estás?- le preguntó Caleb- No dormiste mucho me parece.
-No dormí un carajo- admitió ella con cara somnolienta, aún no se la veía muy bien.
-Es hasta que te acostumbres, ¿por qué no duermes más?- Le aconsejó el joven.
-No, no voy a poder dormir igualmente y tampoco quiero. ¡Ya fue! Tengo que distraerme.
Ella sonrío y, de repente, se sentó en el borde de la cama, suspirando.
-Encima hoy me toca ir a trabajar y ver al idiota ese- se quejó.
-No es necesario que vayas…-
-Voy a ir- dijo Ali poniéndose de pie de nuevo.
-Te acompaño- empezó a decir el chico.
-Dejá, puedo ir sola, en serio- le agradeció la joven.

----------

-Apa, estás complicado Judal- admitió Kaileena.
-Lo sé.
-Esa chica Adelaida…me gustaría conocerla, si fue la única capaz de enamorarte debe ser simpática.
-No lo es- comentó él- Es malhumorada e irritante, la verdad.
-¿Y entonces?- preguntó sonriente Kaileena- ¿Qué te gusta de ella?
-Es…especial, diferente, me trata como el estúpido que soy- empezó a decir Judal, meditativo- Es una buena persona agradecida, bueno, en eso último más o menos, suele quejarse de su vida pero la verdad es que también tiene mala suerte y le tocó una vida de mierda. Es entretenido molestarla y ver como reacciona puteándome, además de que es extremadamente tierna cuando se pone nerviosa y se sonroja. Besa bien también y eso que creo que yo le di su primer beso aunque no te lo puedo confirmar y no sabés que rico aroma que tiene, me acuerdo que cuando la besaba lo sentía y es adictivo.
-En resumen, estás completamente enamorado por ella- comentó divertido Kaileena- Te gustan sus virtudes y ves sus defectos como lindos también.
-Puede ser.
-Igual me cae mucho mejor por lo que me contaste que la puta de Artemisa.
-A Adelaida tampoco le caía bien Artemisa.
-¿Le caeré bien?- preguntó Kaileena más para sí misma- Calculo que sí, al menos la trataré bien, se ve que la pobre no está muy acostumbrada a los buenos tratos.
-Claro que sí, el estúpido de su amiguito un poco más y besa el suelo que pisa- dijo furibundo Judal.
Kaileena sonrío alegremente. Ella siempre sonreía en todo momento y era una persona que resultaba imposible que cayera mal a la gente.
-Igual nadie dijo que podías hablar con ella, además ya ni me soporta Kaileena.
-Tranquilo, yo lo arreglo.
-En serio, no hagas nada de las tuyas- pidió él con una sonrisa un tanto resignada- Generalmente no suelen salir bien y además, prefiero que no tenga más quilombo con mi padre por mi culpa, es mejor que se olvide.
-Pero vos no te vas a olvidar de ella- dijo ella- No es justo para vos. Sé que no te vas a olvidar, tengo la sensación de que esta chica es la “ideal” que tanto buscaba.
-Ni siquiera la conoces- dijo él escéptico, normalmente ignoraba las ideas extrañas de su amiga.
-Las mujeres tenemos un sexto sentido mi querido Judal- le dijo ella sonriendo con complicidad.
Esas sonrisas cómplices.
Kaileena tenía la misma habilidad que Judal.
Ese tipo de sonrisas siempre terminaban en algún quilombo.

----------

Adelaida caminaba por los pasillos del palacio, iba lentamente, como si no conociera el lugar. No se sentía a gusto allí pero debía superarlo. Como le decía normalmente la señora Debanhi cuando era chica y extrañaba a Caleb: Borrón y cuenta nueva.
-¡Adelaida!- gritó una voz que no auguraba nada bueno. La pelinegra se dio vuelta y se encontró con Artemisa.- Necesito que hagas ciertas tareas…
-Yo no soy tu esclava- le respondió ella.
-Sí lo eres, al casarme con Judal todo lo que es de él también es mío, eso incluye tu propiedad. ¿O querés hablar con el rey sobre eso?- dijo ella con voz melosa y maliciosa.
Adelaida suspiró. Su vida se estaba volviendo un completo infierno, él único que la hacía sentir bien en esos momentos era Caleb.
-No es mucho, necesito que me vayas a comprar al pueblo esta lista. Bah, ya las encargué, sólo tenés que retirarlas. Nada más- le pidió ella alegremente mientras le entregaba un papel.- Dejalos en la habitación de Judal después, en lo posible terminá antes de que anochezca.
Después de tratarla tan…amablemente, algo que a Ali le asombró de sobremanera, se dio media vuelta y se fue. La chica de ojos azules observó la lista:
1) Un velo blanco.
2) Una liga blanca.
3) Guantes blancos.
4) Traje negro.
Adelaida no pensó que Artemisa podría hacerle alguna vez tanto mal, al parecer, se había equivocado.

--------------------------------------

Me da curiosidad saber que datos faltan de Kailenaa owo
Como te gusta armar bardo eh xD (igual onda, que a mi también me encanta todos los quilombos que se arman xD)

- Estaba De Compras - Dijo La Muchacha Con Una Sonrisa. Esperame Donde Soliamos Vernos Cuando Eramos Niños -
- ¿En Ese Viejo Lago? - Preguntó Judal Con Media Sonrisa En El Rostro -
- Ese Mismo - Contestó La Muchacha De Cabellos Pelirrojos - Y Después Nos Vamos Juntos -
- Echo - Sonrió Judal Mientras Le Besaba La Mejilla - Te Veo Luego -
- Si - Sonrió La Muchacha Mientras Observaba a Judal Desaparecer Tras Doblar Una Esquina - Bueno.. Más Vale Que Me De Prisa - Susurro. La Muchacha Se Giro Solo Para Chocarse Con Un Pueblerino Que Caminaba Cerca Suyo - ¡Auch! - Exclamó La Muchacha Cuando Su Espalda Tocó Violentamente El Suelo -
- ¡Lo Lamento! - Dijo Una Voz Masculina. El Muchacho Habia Caido Sentado. Todo Lo Que Cargaba Estaba Desparramado Por El Piso - No Estaba Viendo Por Donde Caminaba -
- Tranquilo - Susurro Kaileena Mientras Se Sentaba - Tus Cosas.. -
Dijo Mientras Observaba Las Bolsas Llenas de Mercaderia -
- No Te Preocupes Por Eso - Dijo Rápidamente El Joven Mientras Se Ponia a Juntar Todo -
- Dejame Ayudarte - Suplicó La Muchacha Mientras Tomaba Una Manzana al Mismo Tiempo Que El Muchacho - Lo Siento - La Joven Quitó Rápidamente La Mano -
- Gracias Por.. Querer Ayudarme - Susurro El Muchacho Un Tanto Incómodo Por Lo Sucedido -
- No Es Problema - Contestó - Mi Nombre Es Kaileena - Dijo Con Una Linda Sonrisa -
- El Muchacho Le Sonrió También. Esa Chica Era Bastante Simpática - Llamame Caleb -

----------

- ¿Donde Esta? - Se Preguntó Judal Un Poco Preocupado - Se Esta Tardando Demasiado -
- ¡Judal! - Una Voz Femenina Lo Sacó Rápidamente De Sus Pensamientos -
- ¿Donde Estabas? - Preguntó El Muchacho Mientras Se Ponia Rápidamente De Pie -
- Tropecé Con Un Muchacho Del Pueblo - Comentó - Quise Quedarme a Ayudarlo a Levantar Sus Bolsas -
- Haras Que Me Ponga Celoso - Dijo Divertido El Muchacho De Cabellos Negros -
- Gracioso - Respondió Entretenida - Vamos Que Quiero Conocer a Esa Chica -
- Problemas - Susurro Judal Mientras Era Llevado a Rastras Por Kaileena -

----------

- ¿No Esta? - Preguntó La Muchacha Descepcionada Mientras Caminaba Junto a Judal Por Los Pasillos -
- Lo Lamento Kaileena - Murmuro El Joven De Cabellos Negros -
- Esta Bien - Susurro La Muchacha Mientras Tomaba El Pomo De La Puerta Del Cuarto De Judal - Ya Se Me Va a Dar - La Muchacha Ingresó a La Habitación Seguida Del Heredero. Una Muchacha Se Encontraba Dentro Dejando Unas Bolsas -
- Lo Siento - Susurro La Muchacha De Cabellos Negros - Ya Me Voy - Susurro Mientras Observaba a Kaileena Con Mala Cara Dispuesta a Salir -
- Espera Por Favor - La Muchacha Tomó a La Esclava Por Los Hombros - ¿Eres Adelaida? - Preguntó Emocionada. La Pelinegra Se Le Quedó Viendo Sorprendida -
- S-Si - Respondió La Muchacha -
- ¡Eres Tú! - Exclamó Feliz - ¡Judal Es Preciosa! - Dijo Como Niña. El Joven De Ojos Rojos Se Golpeó La Frente Levemente -
- Si Lo Es - Respondió El Heredero Sin Mirar a Adelaida Ni Una Ves. El Solo Fue Hacia La Cama a Ver Que Habia Traido -
- Mi Nombre Es Kaileena - Dijo La Muchacha a La Joven - Es Un Encanto Poder Conocerte Por Fin - Finalizó Con Una Sonrisa -
- Adelaida - Dijo La Muchacha Con Una Sonrisa Tímida - Igualmente. También Es Un Gusto Conocerte - La Joven No Era Capas de Entender Que Hacia Una Chica Tan Hermosa Como Ella Con Judal.. Le Molestaba Un Poco.. De Manera Inconciente.. Pero.. Esa Chica Le Caía Bien -

Espero Que Les Guste ~
Sigan Nomás n.n

-¿Qué es esto?- Preguntó Judal observando la bolsa detenidamente.
-Las compras para tu casamiento que me mandó hacer Artemisa- le respondió la chica de mala gana- Tranquilo, está todo bien, lo único que hice fue cambiar tu traje, el color blanco es muy puro para alguien como vos. Ah, avísame cuando va a ser la gran fiesta, quiero ir- terminó con frialdad la chica.
Se quedaron en silencio unos incómodos y pocos minutos, Judal se sintió algo dolido por como lo trataba la joven. Kaileena, notando esto, intentó remediar la situación en vano.
-Emmm...¡Ali! ¿Te puedo llamar así?- preguntó ella amablemente.
-Sí, no hay problema.
-Bueno, me gustaría que nos conozcamos más, o sea…me caíste bien- empezó a decir la chica- ¿Por qué no salimos todos? Conozco un lago cerca de acá que es muy lindo.
-Sí, ya sé cual es ese lago, iba cuando era chica con mi mejor amigo- comentó ella.
-¡Podés invitarlo si querés!
-Lo lamento Kaileena, pero yo tengo que trabajar y Caleb también, no somos ricos ni tenemos todo servido como otras personas- dijo ella, sonriéndole.
-¿Caleb?- cuestionó, algo asombrada, la pelirroja- ¿Es un chico rubio de ojos celestes?
-Sí. ¿Lo conocés?
-Me choqué con él hace unos minutos- comentó ella divertida- Me pareció simpático, que pena, me hubiera gustado que saliéramos.
-Sí…necesitamos con Caleb un descanso- acotó la pelinegra- Podemos salir los tres, Caleb, vos y yo- enfatizó Adelaida sonriendo amablemente- Me tengo que ir, tengo que continuar con el trabajo, ¡hasta luego!
-Ufff estuvo difícil- empezó a decir Kaileena.
-Me odia- comentó Judal sentándose rendido en el borde de la cama y tocándose la frente con una mano.
-Exagerás- lo tranquilizó Kaileena- Me pareció simpática.
-¿No notaste todas las indirectas que me tiró?- preguntó él furibundo- Y no sé si te diste cuenta pero vos le preguntaste por una salida todos juntos y ella, misteriosamente, acepta salir con vos y el pelotudo de Caleb; en ningún momento me mencionó.
-Me cayó bien Caleb- admitió ella sonriendo- ¡Tranquilo Judal! Yo arreglo las cosas.
-Ah no..no te metas ni hagas nada- le ordenó el pelinegro- Prometelo.
Kaileena hizo un pequeño mohín, suspiró y dijo:
-Está bien, lo prometo-.
Lo que Judal no notó fue que la chica estaba cruzando los dedos detrás de su espalda.

Adelaida caminaba para su casa, o, mejor dicho, para la casa de Caleb. Ese día había sido agotador, había hecho esas malditas compras para Artemisa y después la chica le había ordenado que limpiara las habitaciones de ella (que misteriosamente estaba llena de fotos con Judal) y después la oficina del rey. En realidad no había hecho mucho, pero estar en la oficina del rey le daba un tremendo pavor, intentó hacerlo lo más rápido para que él no se apareciera y se le ocurriera usarla de muñeca budú de nuevo. Por suerte, no lo había visto.

Caminó colina abajo, el palacio se encontraba en una altura más elevada que el resto del pueblo por lo que debía bajar. Estaba anocheciendo y no tenía ganas de ir a encerrarse dentro de una casa, escuchó un extraño ruido que llamó su atención. Eran varias personas que caminaban hacia el camino de los campos, donde vivían los pobres. Las personas llevaban varias bolsas, cabalgaban raquíticas mulas y empujaban carros lleno de mercadería. Adelaida adivinó que sería la feria.
La joven no estaba muy lejos de ellos, por los que los podía ver claramente. Tres personas, dos adultos y un niño, salieron de la fila y se dirigieron, decididos, hacia ella.

-¡Inmaculada!- gritó la mujer. El parecido con ella era increíble, su cabellera negra caía hasta el piso y su rostro era una versión mayor de Ali. El hombre la tomó de la mano, mirándola fijamente con unos ojos zafiros iguales a los de ellas. Del otro brazo libre de la mujer, iba un pequeño y delgado niño, también de cabellos negros y ojos azules.

-No puede ser, no puede ser- pensó la joven.

-Hija…te extrañamos- comenzó a decir el hombre- Mira, este es tu hermano, tiene 8 y se llama Aaron.

Definitivamente, ese día se estaba poniendo peor.


----------------------

Se me ocurrió un lindo bardo para hacer, lalalala

- Tengo Que Ayudar a Judal - Susrro La Pelirroja Mientras Corria Por La Calle Principal De Babilonia - Caleb - Llamó Cuando Logro Ver Al Rubio Esperando Bajo Una Palmera - ¡Caleb! -
- ¿Kaileena? - Preguntó El Muchacho Cuando Logro Divisar a La Hermosa Pelirroja -
- ¿Sabes Donde Esta Adelaida? - Preguntó Cuando Llegó Donde El Rubio -
- No - Respondió Extrañado. No Entendia Como Era Que Kaileena Conocia a Su Macu - ¿Por Que? - Quiso Saber -
- Necesito Hablar Con Ella - Respondió - Gracias De Todas Maneras Caleb - Sonrio La Muchacha -
- Espera Kaileena - Suplicó El Muchacho De Hermosos Ojos Celestes -
- ¿Que Pasa? - Preguntó La Muchacha Mientras Observaba a Caleb Curiosa -
- ¿Vas a La Feria? - Preguntó Mientras Se Ponia De Pie -
- Puede Que Ali Este Allí Asi Que Si - Respondió Con Una Sonrisa -
- ¿Puedo Ir Contigo? - Preguntó Medio Avergonzado. La Joven Sonrió Dulce -
- Si- Respondió Amable -

----------

- ¿Te Gusta El Color Del Traje Que Te Elegi? - Pregunto La Rubia Mientras Le Daba Un Sorbo a Su Té Helado -
- Es Espantoso - Contesto Judal Cansado -
- ¿Mi Vestido? - Siguió La Muchacha -
- Es Incluso Más Feo Que Tú - Se Quejó El Muchacho Exasperado -
- Si No Eres Al Menos Capas De Fingir Que Eres Feliz.. El Rey Matara a Esa Zorra De Tu Esclava - Y La Realidad Golpeó a Judal Sin Piedad -

-¿Qué quieren?- preguntó con hostilidad, al ver al niño que la observaba asombrado, ablandó un poco su tono de voz.
-¡Hija! ¡Por favor! ¡No nos trates así!- dijo con falso espanto la madre de Ali.
-Andrómeda tiene razón, no deberías tratarnos así, somos tus padres- le comentó su padre.
-¡Por favor! ¡Ustedes no son nada mío! ¡Me vendieron como una esclava cuando tenía 4 años! Y antes sólo me hacían trabajar- se quejó la chica con extrema frialdad.
-No lo hicimos a propósito…era por tu bien…con nosotros no ibas a ser feliz- mintió Andrómeda- No podíamos mantenerte Inmaculada…ibas a pasar hambre, a ser infeliz. Pensamos en vos.
-No, pensaron en ustedes. Nadie, por más mal que esté, hubiera vendido a un hijo como esclavo. Nadie- dijo ella con asco- Lamento que este chico tenga tan malos padres como los que tuve yo.
-No es cierto- empezó a decir su padre.
-¡Sí lo es! Admitilo Taleb- gritó ella, apuntando con un dedo acusador a su padre- Me vendieron por el dinero no por mí!
-Inmaculada, en serio, no fue por eso- continuó diciendo Andrómeda- De cualquier manera…necesitamos hablar con vos.
-¿No fue por eso? ¿Y por eso me sobornaron con contar la verdad del secreto de los Debanhi a cambio de dinero? Me cagaron la vida por eso.
-Inmaculada- suspiró el hombre de ojos azules- En serio…esto es grave. Aaron está gravemente enfermo…
El niño agachó la cabeza, tímido y avergonzado porque sus padres lo mencionaran y señalaran.
-Necesitamos dinero para pagar sus medicinas…- continúo Andrómeda.
-¿Qué parte de que no tengo dinero no entienden? Trabajo de esclava para los Magi ahora. Estoy quebrada.
-Mira, sos la única posibilidad que nos queda, si no conseguís oro tu hermano morirá porque no podemos pagarle la medicina, así de sencillo- dijo cruelmente Taleb, ni siquiera le importaba el daño psicológico que le estaba causando a su hijo en ese momento- Si querés creernos bien y sino, el único que va a sufrir es Aaron.
-Ustedes dos- dijo Adelaida con tremenda repulsión y rencor, refiriéndose a sus padres- Son unos tremendos hijos de re mil puta.
Y le dio la espalda a esa familia que no sentía como suya, lléndose lejos de allí.

----------------

-Al parecer no está- dijo Kaileena buscándola por todos lados.
-¿Por qué tan interesada por Macu?- preguntó Caleb curioso.
-Por nada en especial, sólo quería hablar con ella- minimizó ella sonriendo- ¡Mirá! Una tienda de fideos.
Y dicho esto, fue corriendo alegremente hacía allí. Caleb la siguió, esa chica le parecía divertida.
-¿Te gustan los fideos?- preguntó el rubio entretenido.
-Me encantan- dijo ella, sentándose en la banqueta y pidiendo un plato. Caleb la imitó.- ¿A vos?
-Sí pero tampoco tanto…
-No sabes apreciar un plato tan rico- bromeó la pelirroja.

--------------

-¿Crees que es correcto?- preguntó Caleb algo preocupado, había pasado ya otro día, era mediodía específicamente y él estaba vestido como un sirviente, siguiendo a Adelaida, por los pasillos del palacio.
-No lo es…-respondió- Pero no me queda otra…
Adelaida esa noche le había contado a su mejor amigo todo lo que había ocurrido, y, a pesar de las insistencias de él, ella había decidido robar algo del palacio para venderlo y conseguir el oro necesario para salvar a su hermano. Caleb no parecía muy entusiasmado por la idea, pero se negó rotundamente a dejarla ir sola. Él la iba acompañar, pase lo que pase.
-Podemos pensarlo mejor, yo tengo algunos ahorros…
-Son para tu mamá Caleb- dijo ella- Tranquilo, tengo experiencia. Además si te ven no va a pasar nada, le pedí a Enlil un uniforme prestado, ahora sólo sos un sirviente.
-Eso no me relaja la verdad.
-Dame la mano- pidió la chica de ojos zafiros.
-¿Eh? – Caleb se sonrojó muchísimo, pero dejó que la chica lo agarrara de la mano. Ambos siguieron corriendo disimuladamente por los pasillos, tomados de la mano, el cálido tacto entre ambos era algo confortador, les brindaba seguridad a ambos.
Artemisa caminaba por los pasillos, junto con Judal, él cual tenía una cara de completo fastidio. La vida del heredero se había vuelto un completo infierno. El joven de cabello trenzado se adelantó un poco para no ver, siquiera, a la rubia al lado suyo, y dobló a la izquierda. Se encontró de frente con Adelaida y Caleb, rápidamente, la chica soltó su mano pero Judal ya los había visto, se quedó callado, mirándolos fijamente. Artemisa se acercó a ellos, extrañada.
-¿Qué ocurre?- preguntó- ¿Quién es él?
-Es un nuevo sirviente- se apresuró a decir Adelaida, rezaba para que Judal no se enojara ni los delatara.
-Mi nombre es Sirius- mintió el chico, un tanto nervioso. La presencia de Judal le inquietaba, Artemisa no lo conocía pero el heredero sí y, si decía la verdad mandaba todo su plan a la mierda y Macu y él terminarían muertos.
-“¿Por qué me arriesgo tanto?” – pensó el rubio. No tuvo que meditar la respuesta por mucho tiempo: quería a Macu, más de lo que debía permitirse.
-No sabía que había un nuevo sirviente…- comenzó a decir extrañada Artemisa- Y yo soy la que se encarga de eso.
-No quería interrumpirte con Judal- dijo Ali con frialdad- pensé que sería mejor que yo le hiciera el recorrido por el castillo.
-Fue una buena idea- comentó Artemisa riendo- No tenés que interrumpire.
Se acercó a Judal y lo besó en frente de los dos espectadores, el heredero no quería, pero no pudo quitársela de encima sino la rubia armaría un escándalo y matarían a Ali; se odió a si mismo por continuar el beso.
-Vamos cariño- dijo la rubia con una amplia sonrisa maliciosa, tomando la mano de Judal y dejando a ambos jóvenes detrás.
-Te odio- susurró Judal soltándole la mano con asco.
-Lo sé- dijo divertida Artemisa- Pero yo te amo, y eso es lo que importa.

-¿Estás bien Macu?- preguntó preocupado Caleb mientras corrían por los pasillos.
-Sí, relájate. Vamos al cuarto de Artemisa.
-Va a ser arriesgado…
-Es más fácil vender las cosas de mujer y encontré varios brazaletes y collares caros en su cuarto, no los notará- dijo la chica. Ambos fueron hacia el lugar acordado, y, mientras Caleb hacía guardia en la puerta, Adelaida robaba un par de joyas de la caja especial de Artemisa. Ignoró todas las fotos con Judal que tenía y se retiró del cuarto.
-Vamos rápido- dijo Caleb tomándole la mano- Ya quiero irme de acá.
-Sí, yo también- comentó Ali mientras continuaban corriendo.
Siguieron varios minutos más, el palacio era enorme y parecía como un laberinto.
-Esperá- dijo Ali deteniéndose en seco, soltó la mano de Caleb por las dudas y se quedaron quietos- Alguien viene.
Escucharon ruidos de pasos y un grave tararear, ambos jóvenes se quedaron en silencio. Caleb le hizo una seña a Adelaida para que siguiera caminando disimuladamente, si Dios quiere, se lo cruzarían y esa persona no les daría ninguna importancia.
Y así lo hicieron. Pero la persona que tarareaba alegremente no era cualquiera. Era el rey.
-¡Adelaida! Que oportuna…necesito hablar con vos- dijo él. La pelinegra tragó saliva, asustada- Ah, tenés compañía…¿Podrías esperar acá por favor?
Adelaida le hizo una seña a Caleb para que se calmara y no la siguiera, siguió al rey, apenás doblaron por la derecha y se metieron en la primera puerta que había. Caleb, disimuladamente los siguió y espió por la puerta entre abierta.
-No tuve tiempo de hablar con vos antes…-dijo el rey, parecía feliz.ó a Ali del cuello (la chica ya se lo esperaba pero no opuso resistencia) y la levantó del suelo, acorralándola contra la pared- Creo que sabés que mi hijo se va a casar con Artemisa; sé que estuviste haciendo de parejita de él. Llegás a meterte y te juro que no te voy a golpear diez latigazos y a arrancarte las uñas de los dedos. El castigo va a ser peor. No me viste enojado aún.
-¿Me matarás?- preguntó Adelaida estúpidamente y con temor- No he hecho nada aún ni pienso hacerlo.
-No lo sé, sos un juguete muy divertido de torturar Adelaida- admitió el rey- pero de todos modos, llegás a hacer algo y no la vas a pasar bien. Si te pones molesta te mataré.
Dicho esto, el rey la lanzó con fuerza hacia el suelo, haciendo que se golpeara la espalda con un mueble. Caleb estaba a punto de entrar por la puerta, furioso, pero alguien lo detuvo tomando su mano y empujándola para atrás.
-Haceme caso…si te metés va a morir- susurró Kaileena. El joven se quedó quieto, dejándose arrastrar por la pelirroja que lo empujó hacia detrás de una columna cercana. Vieron disimuladamente como el rey se marchaba tarareando animadamente una canción y luego observaron como Ali salía de la habitación. Caleb fue hacia ella y la empujó hacia una pared, acorralándola contra una pared cercana. Estaba extremadamente furioso.
-El rey te torturaba por el tema de Judal ¿No? – le preguntó el enojado. Adelaida, asombrada, ni respondió- Y Judal lo sabía…¿Verdad? Hijo de re mil puta mal nacido, ya va a ver.
Y el rubio se largó a correr, seguido por Kaileena y Adelaida, quienes no podían alcanzarlo.

---------

Judal estaba extremadamente agotado, se había logrado zafar de la intolerable de Artemisa y se encontraba ahora en su habitación, caminando sin nada interesante que hacer. En su mente seguía viendo a Adelaida y a Caleb tomados de la mano. Se lo debería contar a Kaileena luego, al parecer Ali lo había olvidado rápidamente.
Golpeó una silla, furioso, en ese momento deseaba ver al pelotudo de Caleb para desquitarse golpeándolo, pero claro, él estaba con Adelaida anda a saber qué en SU casa, y él encima los había dejado. No le había dicho nada a Adelaida.
De repente, la puerta de su cuarto se abrió de par en par y de allí entró Caleb, extremadamente enojado, gritó.
-¡HIJO DE RE MIL PUTA! LO SABÍAS- y sin que el heredero se lo esperara, el rubio le pegó un puñetazo en el ojo.
Kaileena y Adelaida entraron respirando agitadamente.
Judal se tocó el ojo y miró al rubio con odio.
Odiaba a Caleb.
Y ahora él…¿se dignaba a pegarle?
Judal no se lo iba a perdonar fácilmente, de por sí él estaba de mal humor.
Al menos ahora podía desquitarse con alguien.


-----------------------

Lalala, es la conti más larga que hice creo xD. 4 hojas de word owo.
Bueno, sé que ahora vas a odiar al pobre de Caleb xD. A mi me sigue cayendo bien y me gustó la conti
Seguila Caar, intentá no matarlo a Caleb xD
Ya quiero ver como se van a pelear (? (igual, onda, intentá que sea más o menos equilibrada la pelea...o sea...Caleb entrena y sabe luchar xD) ¿Por qué tengo la sensación de que va a ganar Judal ? xD

- ¿¡Que Mierda Te Pasa!? - Cuestionó El Muchacho De Cabellos Negros Mientras Le Regresaba El Golpe En El Rostro -
- ¡Judal! - Kaileena Observó La Herida Bajo El Ojo Derecho Del Heredero. Era Un Pequeño Corte Que Estaba Comenzando a Sangrar -
- ¡DEJASTE QUE LA LASTIMARAN! - Estalló El Rubio Mientras Le Propinaba Un Nuevo Golpe - ¡HIJO DE PUTA! -
- ¿¡Dejar Que Mi Padre Le Hiciera Eso!? - El Muchacho Se Puso De Pie. Nuevamente Golpeó a Caleb En El Rostro Con Toda La Furia Que En Ese Momento Sentia - ¡Le Dije Lo Que Tenia Que Hacer Para Que No La Lastimaran! - Estalló El Muchacho - ¡Pendeja De Mierda Jamás Me Hace Caso! -
- ¡Solo Pensas En Vos Mismo Maldito Infeliz! - Caleb Golpeó a Judal En La Boca del Estómago - ¡Todo Lo Que Haces Es Pensando En Vos Mismo! -
- ¿¡Pensando En Mi Mismo!? - La Rabia Que Judal Sentia En Ese Momento Era Incontenible - ¿¡Crees Que Todo Lo Que Hago Es Pensando En Mi Mismo!? - El Muchacho Tomó a Caleb Del Cuello - ¿¡Crees Que Me Caso Con Artemisa Por Que Me Emociona La Idea!? -
- ¡Estoy Seguro De Que Si! - Caleb Le Dió Una Patada Bestial a Judal Que Hiso Que Lo Dejara En Libertad - ¡Jugaste Con Inmaculada! ¡NO TENES PERDÓN! - El Muchacho Se Lanzó a Darle Un Nuevo Golpe a Judal. El Heredero Lo Lanzó a Un Costado De Un Puñetazo -
- ¡YO LA AMO! - Estalló Judal Completamente Fuera De Si - ¡Pero Ella No Es Capas de Entender Por Que Hago Lo Que Hago! ¡Ella No Entiende Lo Que Me Hace Sentir! - Dijo El Muchacho. Caleb Se Puso Rápidamente De Pie. Con Un Golpe En La Mejilla Lanzó a Judal Al Suelo -
- ¡Deja De Engañarla! - El Rubio Estaba Realmente Furioso - ¡No La Quieres! - Exclamó Seguro De Lo Que Decia - ¡Haces Las Cosas a Tu Puta Conveniencia! -
- ¿Mi Conveniencia? ¿¡Mi Conveniencia!? - El Muchacho Golpeó a Caleb Lanzandolo Contra La Puerta - Largate - Susurro El Muchacho - ¡LARGATE DE MI VISTA! - El Joven Estubo a Punto De Ir a Buscarlo Nuevamente. Kaileena Lo Tomó De La Muñeca Evitando Que Se Moviera -
- Desgraciado - Susurro Caleb Mientras Se Ponia De Pie - ¡No Quiero Que Vuelvas a Verla Otra Ves! -
- Puedes Quedarte Tranquilo - El Muchacho Fue Socorrido Por La Pelirroja Para Mantenerse De Pie. Judal Rechazó Rotundamente La Ayuda - No Quiero Volver a Verte Estúpido - Susurro a Caleb Lleno De Rencor. Luego Observó a Adelaida. Su Mirada Atravesó a La Muchacha de Cabellos Negros Como Si De Un Puñal Se Tratase - Y a Vos Tampoco - El Muchacho Se Dejó Caer Sentado a Causa del Dolor - Maldigo El Día En Que Te Metiste En Mi Jodido Corazón - Susurro Sin Apartar La Vista De La Joven - ¡QUIERO QUE DESAPARESCAS DE MI VIDA! -

En Ese Momento Una Gota De Sangre Recorrió La Mejilla De Judal, Desde Su Ojo Derecho Hasta Caer al Suelo.

"Cuando El Corazón Llora Las Lágrimas Se Tornan Rojas"

Una Lágrima De Sangre.
Una Que Atravesó El Pecho De Adelaida Sin Piedad Algúna.

----------

- Por Favor Judal - Suplicó Por Enésima Ves Kaileena - Tengo Que Tratar Tus Heridas -
- Dejame Solo - Suplicó El Muchacho. El Surco De Aquella Gota De Sangre Seguia Presente En La Mejilla de Judal. Como Una Herida Sin Sanar -
- Por Favor - Insistió La Muchacha - Podria Ponerse Peor Si No Te La Curo Pronto -
- Dije Que No - Contestó El Pelinegro Perdiendo La Paciencia -
- No Seas Testarudo Judal - Dijo Kaileena Decidida - Dejame Ver La Herida Por Lo Menos -
- ¡DEJAME SOLO! - Estalló El Muchacho. Se Sentia Lleno De Rabia. Le Hervía La Sangre En Las Venas -
- Judal - Susurro La Muchacha. Ver a Su Mejor Amigo De Esa Forma La Llenaba De Un Inmenso Dolor - No Puedo Verte De Esa Manera - Una Lágrima Recorrió La Mejilla De La Joven - Necesitas Ayuda - La Muchacha Se Cubrió El Rosotro Comenzando a Llorar En Silencio - Dejame Ayudarte Por Favor - Suplicó Entre Lágrimas - Dejame Intentar Curar Esa Rabia Que Sientes.. Te Lo Suplico -
- No Hagas Eso Kaileena - Susurro Judal. Se Sentia Culpable Por Hacerla Llorar - Lo Lamento - Dijo Mientras Supiraba - Trae Las Medicinas Por Favor -
- S-Si - La Muchacha Se Secó Rápidamente El Rosotro Con El Dorso De La Mano Izquierda Para Luego Salir De La Habitación -

Judal Se Dejó Caer En La Cama. Posó Su Mano En Su Mejilla Solo Para Encontrarse Con Ese Surco Color Carmesí. Ese Hijo De Re Mil Puta Le Habia Lastimado Feo.
Observó Sus Dedos Manchados de Sangre Con Expresión Ausente.

- Realmente.. El Corazón Puede Llorar - Susurro Con Sonrisa Amarga Mientras Se Cubria Los Ojos Con Esa Misma Mano - Quién Lo Diría -



----------

No Puedo Hablarte Por MSN Pero Si Tuviera Que Elgir Mi Continuación Favorita De Todas Las Que Hice Es Esta Lejos ♥

-¿Quién diría que me pasaría a mí…?- continúo el joven, mirando las manchas de sangre sin ninguna expresión en particular. Porque eso era lo que se sentía en ese momento. Vacío. No sentía dolor por las heridas ni tampoco, en ese momento, sufría por lo ocurrido con Adelaida, porque ella lo había olvidado rápidamente para irse con el pelotudo de su amiguito mientras él estaba atado a Artemisa. No. Ninguna emoción pasaba por su cuerpo, se sentía un ser vacío, hueco, sin nada. Nada. Eso era; él siempre, a pesar de las dificultades, lo tuvo casi todo. Y ahora no tenía nada. Se sentía vacío, un muerto en vida, caminando y respirando pero sin emoción alguna, como un cadáver.
Kaileena se acercó a él y comenzó a curar sus heridas, él chico no se quejó ante el ardor ni tampoco hizo ninguna mueca, se quedó inmóvil, dejando que su amiga continuara con su trabajo. ¿Por qué no podía ser todo tan fácil como su relación con Kaileena? Con la pelirroja jamás habían discutido ni tampoco malinterpretado las cosas, se querían el uno al otro y se ayudaban mutuamente, y así coexistían, sin complicaciones, sin amenazas ni peleas, sin lágrimas de sangre.
-Más o menos ya está todo- dijo algo temblorosa Kaileena, aún seguía nerviosa por el enfrentamiento.- ¿Cómo te sentís?
-Vacío- admitió él- Te juro que no siento nada en este momento.
-Ya lo sentirás- dijo la pelirroja mientras le tocaba el hombro, a modo de consuelo- Lamento decir que no será agradable.
-Lo sé- añadió él, sin más- Quizás…algún momento…el dolor pasará…
-Normalmente dicen que el tiempo es lo mejor para curar las heridas- comentó, pensativa, Kaileena- Yo no creo que sea cierto en todo.
-No lo sé, deberé averiguarlo.
-Fuiste cruel con ellos- se animó a decir la pelirroja.
-No lo fui- dijo el hostil- Él idiota ese se abalanzó sobre mí diciendo banda de pelotudeces.
-Es porque la quiere nomás…
-¡Por favor Kaileena! ¡Estoy cansado! ¡No soporto esta situación!- explotó Judal, furioso- Sabés que la amo y que me voy a casar con Artemisa por ella, que me duele verla de lejos, sin poder siquiera abrazarla o tocar su piel, que extraño el aroma que me dejaba cuando nos besábamos, que odio verla mal y que también no tolero que esté con el rubio ese, aunque sé que sería lo mejor. ¿Qué querés que haga? Prefiero que se aleje, no verla nunca más, ¿no imaginás lo que hubiera pasado si alguien se hubiera enterado de esta pelea? Adelaida y Caleb hubieran terminado sin cabeza en este momento. No me vengas con boludeces de que ella es la mujer ideal con la que debería estar, yo quisiera estar con ella pero no puedo. No todo es color de rosa.
Kaileena sólo pudo mirar al joven con tristeza.

---------------------

-No debiste hacerlo- repitió por tercera vez Adelaida mientras le intentaba sanar las heridas a Caleb, lo que era complicado ya que no tenían las excelentes medicinas del palacio, sólo contaban con hielo.
-Sí que tuve que hacerlo, ¿Torturarte? Y él lo permitió ¡Inmaculada! Eso es terrible y lo sabés- dijo el chico, mientras se dejaba asistir por su amiga.
-Judal nunca quiso que el rey me hiciera eso, yo fui y dejé que me torturara a cambio de que él no se casara- confesó ella con tristeza. Las palabras de Judal aún resonaban, lacerantes, en su mente.
-Él te usaba Macu, perdón que te lo diga así…pero se abusó de vos nomás- dijo el chico apenado.
-De cualquier manera, él ya no quiere vernos. Ya está. Todo se acabó- comentó la pelinegra. Y esa era la verdad. La pura y dolorosa verdad que le estrujaba su ya lastimado corazón- Maldice el día que me conoció.
Se quiso contener, no quería llorar, pero las lágrimas se acomodaron solas en sus ojos, cayendo silenciosas y solitarias por sus bellas mejillas. Ella era la clase de personas con llantos silenciosos, sin ruido. Las lágrimas sencillamente caían sobre ese rostro con mirada ausente, cansada.
Caleb la abrazó, acunándola en sus brazos, y diciendo palabras de ánimo que la esclava, o ya no tan esclava, porque ahora era libre y por irrazonable que sonara eso le dolía, no escuchaba.
Ella se levantó y se enjuagó las saladas lágrimas.
-Tengo que vender las cosas de Artemisa rápido, necesito pagar esos remedios- comentó- No hicimos todo esto por nada…
-Te acompaño- dijo el chico de ojos celestes, con total seguridad.
-Intentá no pelearte con nadie, por favor- bromeó con sarcasmo la chica, pero sus palabras le parecieron estúpidas al escucharlas y no les causaron gracia.
-Sólo voy a protegerte Macu, porque vos sos lo que más me importa- confesó él, girando un poco la mirada, evitando ver a la pelinegra y sonrojándose por lo que dijo.


------------------------------


Judal necesitaba despejarse, alejarse de todo. Unas buenas vacaciones harían maravilla en él, podría distanciarse del doloroso mundo por un momento. Pero ahora estaba en Babilonia, en ese pueblo que en unos años sería suyo y que le resultaba tan poco atractivo como nunca antes lo había sido.
Caminó por el pueblo, oculto tras la oscuridad de la noche y la seguridad de su capa,
¿A dónde podría ir? El joven de cabellera larga y negra caminó sin rumbo, sentía como su cuerpo se movía solo, como si hubiera cobrado una vida libre que no era gobernada por su mente.
Judal seguía sintiendo ese extraño vacío, pero ahora estaba acompañado de dolor. La vida era dura, eso lo tenía claro, pero nunca creyó que sería tanto. Era golpe tras golpe, sin darle tiempo siquiera a que se pudiera levantar. El joven de hermosos ojos carmesí estaba cansado de eso ya.
¿Por qué no podía sencillamente desaparecer?

-------------------------

Adelaida sentía que pronto iba a morir del dolor. ¿Por qué? ¿Por qué? La pregunta resonaba constantemente en su mente pero no encontraba respuesta. Judal sencillamente la abrazaba, mientras caminaban lejos de la casucha donde vivían Taleb y Andrómeda.
-Quizás tenía que pasar así- trató de consolarla su mejor amigo.
-Ni siquiera pudo vivir de verdad- dijo ella, las lágrimas caían por su rostro pero no se esforzó en quitárselas, las dejó fluir, silenciosas y cristalinas por su piel.
Y es que ella se sentía tremendamente mal, y le molestaba aún más la actitud que habían tomado sus padres. Aaron había tenido una recaída y había muerto, al parecer, no sabía de la vida de Adelaida y la noticia, junto con la discusión que tuvo su hermana con sus padres, lo había afectado horas después agarrándole un ataque cardíaco. No hubo manera de salvarlo.
No había pasado ni un día, pero el niño ya había sido enterrado en un cementerio descuidado cerca del pueblo. No le hicieron velorio ni ninguna ceremonia, la gente pobre no tiene tantos lujos.
Adelaida sabía a donde quería ir, y poco a poco divisó el lugar: el cementerio. Le dolía que ella, sin siquiera haber conocido al niño, le afectara más su muerte que a sus padres. Le dolía que su hermano no pudiera disfrutar de una vida de verdad y, en cierto modo, se sentía culpable.
El cielo estaba nublado y las primeras gotas cayeron, golpeando contra la cabeza de los jóvenes, que no se inmutaron.
-Caleb…desearía estar sola, la verdad- pidió ella mientras observaba la burda cruz de madera, en cuyo centro estaba tallado el nombre de Aaron.
-¿Segura? No quiero dejarte Macu- dijo el chico.
-Sí, necesito estar sola, por favor.
-Está bien- accedió él, sin convencerse demasiado. Se acercó a su mejor amiga, los ojos celestes se encontraron con los azules- Te estaré esperando en casa, si tardás mucho voy a ir a buscarte.
Y él se acercó, rozando sus labios con los de ella. Adelaida no se negó, estaba tan mal que necesitaba un cierto afecto para calmarla, un consuelo, y Caleb se lo daba.
El chico se fue, dejando a la joven a solas con aquel hermano al cual sólo pudo verlo una vez.

--------------------

Kaileena buscaba desesperada a Caleb.
Debía encontrarlo, en algún lado debía estar. ¿Dónde?
Ella tenía la necesidad de hablar con él. Y su búsqueda desesperada lo confirmaba.

------------------------

Ahí está, tarde como siempre, pero está, eso es lo que cuenta.
Ni hablar de que AMÉ la conti tuya ♥

La Muchacha Dobló Una Esquina Entre Medio De La Lluvia. Habia Encontrado a La Persona Que Buscaba. Estaba Caminando Solo, Observando El Suelo Como Si La Gravilla Tuviera Algo De Interesante. La Muchacha Frunció El Ceño. Corrió Hacia Él a Toda Velocidad y Sin Darse Tiempo a Detener Su Marcha.. Un Estampido Resonó Por Todo El Lugar.
Caleb Tenia La Cabeza Ladeada y Su Mejilla Comenzaba a Enrojecerse.

- ¿¡Como Pudiste!? - Preguntó La Muchacha. Tenia El Rostro Humedecido -
- ¿Acabas De..? - La Queja De Caleb Fue Callada Por Un Nuevo Golpe -
- ¿¡Como Pudiste Hacerle Eso a Judal!? - Preguntó La Muchacha. Sentía Una Inmenso Dolor En Su Pecho -
- Escucha.. - Kaileena Estubo a Punto de Golpearle La Mejilla Nuevamente Pero Caleb Detubo La Mano De La Joven Con Suavidad - ¡Deja De Golpearme! - Exclamó Exasperado -
- ¿Por Que? - Susurro. La Muchacha Bajó La Mirada. No Podia Parar De Llorar - Pense Que Valias Más Que Eso - La Pelirroja Comenzó a Temblar a Causa del Llanto - Pero Me Equivoque - La Joven Deshiso El Agarre Del Rubio Violentamente - ¡Eres Igual a Toda La Escoria Que Vive En Este Lugar! - Estalló La Muchacha Mientras Cerraba Sus Ojos Fuertemente, Para Luego Darle La Espalda y Salir Corriendo Bajo La Lluvia -
- ¡Kaileena! - El Muchacho Posó Su Mano En La Mejilla Golpeada. No Podía Sentirse Más Miserable Por Hacerla Llorar -

---------

Judal Llegó al Cementerio.
Se Dirigó Rápidamente a Una Tumba Cuidada. No Era La Gran Cosa. No Parecia De La Realeza.
El Muchacho Se Dejó Caer Frente a La Lápida Que Rezaba "Lina Magi".

- No Puedo - Susurro El Muchacho Mientras Se Cubria El Rostro Con La Capucha - No Puedo Solo Lina - Susurro El Heredero Mientras Comenzaba a Llorar En Silencio. Eran Lágrimas Amargas. Se Sentia Solo - Te Necesito - Susurro - Hermana Te Necesito - Dijo Mientras Sonreia Con Tristeza - Eres Mi Única Familia - Susurro a La Piedra - Esas Mierdas Que Tengo Como Padres No Valen Nada.. - El Joven Escondió La Mirada Nuevamente - Yo No Valgo Nada - Susurro - Se Que Te Hice Una Promesa.. Seria Fuerte Por Vos Lina.. Pero No Puedo - Mustió Mientras Estiraba Una Mano Hacia La Roca - Esto Me Superó - Murmuro Amargamente - Ya Perdí.. - El Joven Dejó Una Hermosa Flor Color Blanco Sobre La Tierra - Solo Quiero Irme Contigo - El Muchacho Soltó Un Grito De Dolor. Un Desgarrador Grito De Dolor - Lo Siento Lina.. - El Muchacho Se Cubrió El Rostro Con La Mano Libre. No Podia Dejar de Llorar - Lo Lamento Mucho Hermana -

--------

- Es Mi Culpa - Susurro Adelaida Frente a La Tumba de Su Hermano - Si Hubiera Estado Contigo.. Si No Te Hubiera Dejado Con Esos Hijos De Re Mil Puta.. Quizas Hubiera Sido Diferente - La Joven Se Secó Rápidamente Las Lágrimas Que Habian Osado Tocar Sus Mejillas - Lo Lamento Aaron - Susurro Desgarrada -

Caleb se levantó rápidamente y comenzó a seguir a la pelirroja que se había ido, la lluvia que cada vez incrementaba en fuerza, le impedía ver con claridad.
Tenía que encontrar a Kaileena, no podía sencillamente dejar que todo terminara mal. Diviso una cabellera rojiza alejarse de él e intentó seguirla como pudo; su respiración era agitada y estaba nervioso. ¡No podía dejarla ir!
La chica miró hacia atrás, notando que Caleb continuaba siguiéndola, corrió más rápido (ella era buena en eso) y se adentró en un lugar que no conocía.
Parecía un barrio pobre y desértico, no le daba muy buena espina, la verdad, pero ella siguió corriendo, adentrándose en callejones cada vez más peligrosos.
Sintió un enorme peso en su espada y cayó de lleno al piso.
-¿Qué tenemos acá?- preguntó una voz no muy amigable.
-¿Cómo te llamás belleza?- le preguntó otra voz, alguien la levantó con rudeza y vio a dos hombres en frente tuyo- Parecés tener oro…
-Podríamos jugar con vos un rato…¿no te parece? Sos realmente una muñequita- continuó el otro pervertido.
-Dejenme en paz- dijo ella mientras el hombre la acorralaba contra la pared.
-¿Y qué nos va a pasar si no?- bromeó él.
Kaileena tragó saliva, asustada. De repente vio como Caleb corría y golpeaba con fuerza al hombre que tenía enfrente, el tipo cayó al suelo de inmediato, completamente desmayado. El otro saltó para atacar a Caleb, pero el chico lo esquivó con facilidad golpeándole una patada en la espalda, haciendo que cayera. El rubio lo dio vuelta de una patada y se arrodilló frente a él, golpeándolo con puñetazos, enojado.
-Hijo.De.Puta.Violador.De.Mierda.- Por cada palabra lo golpeaba, dejándolo, en cuestión de segundos, inconsciente- Deberías morir…
Finalmente se levantó y tomó de la mano de Kaileena, la chica no opuso ninguna resistencia y se dejó guiar por Caleb, él la llevó a un lado más tranquilo de donde estaban y la miró fijamente:
-¿Qué hacés?
Ella le dio la espalda, algo enojada, y comenzó a caminar alejándose de él. Caleb le agarró la mano rápidamente de nuevo y la giró para mirarla cara a cara.
-Repito. ¿Qué hacés? No podés estar sola en cualquier lugar, esos tipos te querían violar.
-¿Qué te importa?- dijo ella un tanto furibunda, aún seguía enojada con él por lo ocurrido con Judal- Podía haberme encargado yo sola.
-¡Por favor Kaileena! Escuchame… en serio, entiendo que estés enojada, Judal es tu mejor amigo. Pero Macu también es mi mejor amiga…
-¿Y qué? ¡Judal no hizo nada, fue el rey! Ella fue a buscarlo para que lo torturara, ella quiso que así fuera- le espetó la chica, enojada.
-¡Judal podría haberla detenido! Sabía que podían matarla pero igualmente siguió enamorándola, ¡claro! La cabeza que rueda es la de ella, no la de él.
-No sabés nada de Judal- dijo Kaileena enojada- No sabés como se siente y él en serio ama a Adelaida, ¿Te crees que es fácil dejar a alguien a quien amas? ¡Ahora eso hizo! ¡Por eso se va a casar con Artemisa y es infeliz!
-Se casa con Artemisa porque le conviene…
-¡NO! Él no tolera a Artemisa, no le conviene en absoluto es sólo para que el rey deje tranquila a Ali. ¿No viste como la trató? ¡Si seguía con Judal la iba a torturar y matar! ¿Pensás que mi amigo va a permitir algo así? ¿Es que no me creés?
-¡No lo sé! Yo solo sé que Adelaida mientras tanto es torturada y sufre. Entendelo Kaileena, estaba enojado y no sé en que creer ya, todo es muy complicado- se desesperó Caleb.
-Pensé que eras diferente…me equivoqué- dijo ella- Pensé que al menos me creerías.
Y ella se marchó, con lágrimas en los ojos, dejando a Caleb terriblemente mal.
Kaileena sabía que había sido dura con el rubio y más luego de que éste la salvara, pero Judal era su mejor amigo y no había tolerado que lo golpearan, ¿No había sufrido ya demasiado?
Kaileena no quería tratar así a Caleb pero él joven tenía que entenderlo. Judal no era lo que él creía y, si Caleb lo entendiera, él convencería a Adelaida también de eso. Todo estaría mejor. Todo sería mejor para Judal.
Pero todo le estaba saliendo mal a la pelirroja y no creía que Caleb cambiara de opinión tan rápidamente. Ella siguió llorando, dolida. Pensó que Caleb en serio la entendería y le creería. El saber que estaba equivocada le dolía, ¿por qué? Ella apenás conocía a Caleb, pero aún así le importaba que le creyese o no. ¿Qué le pasaba? Kaileena no sabía que responder.


---------------------

Judal se levantó de la tumba, adolorido. Había dejado de llorar hacía un buen tiempo, él no era una persona que llorara con facilidad y se había controlado rápidamente. De cualquier manera, él seguía sintiéndose completamente mal, incapaz de seguir adelante, extrañando a la única persona de su familia que en verdad se preocupó por él. Pero Lina estaba muerta. Se había ido, había olvidado toda preocupación que podría existir, lo había dejado, solo. Absolutamente solo. Sin saber que él no podía superarlo.

Caminó por el cementerio, dispuesto a irse, pero, en uno de esos caminos, escuchó la voz de Adelaida. ¿Qué hacía ella allí? Quizás estaba visitando a los Debanhi…lo dudó, ella dijo que no los quería.

No quería, pero vio a la muchacha, agachó frente a una tumba, bajo la lluvia, llorando. La vio, tan débil e impotente, tan sufrida, que sintió la necesidad de abrazarla, de calmarla. Pero él no podía hacerlo. Debía irse, olvidarse de ella. Pero allí estaba, parado como un estúpido, sin saber que hacer.

Y él sabía que estaba mal, que era un masoquista, pero caminó, oculto por la capucha, y se agachó frente a la tumba de al lado, haciendo que rezaba. Adelaida ni se percató de su presencia, y continuó hablando con suma tristeza.

-Todo es mi culpa Aaron, lo lamento tanto. Soy una egoísta de mierda, lo sé. Odié tanto a mis padres que jamás quise volver a verlos…no pensé jamás que podrías existir, que también había alguien que sufría lo mismo que yo- la chica comenzó a sollozar y se enjuagó las lágrimas con sus manos sucias. Judal la miró de reojo, la chica estaba en un terrible estado; con el pelo y la ropa mojados, con los brazos y el rostro sucio, y aún así, él la veía completamente hermosa y a la vez le dolía observarla así, sufriendo tanto.- Lo único bueno que hice por vos fue robarle a Artemisa…¡Que buena hermana!- dijo ella con sarcasmo- Pensé que quizás podíamos conocernos mejor, a pesar de todo el lío que tuve para robarle, conseguí el dinero para pagar tus medicinas. Pensé que te ibas a recuperar, que quizás podía salvarte…¡Y yo te maté! ¡Yo soy la culpable! ¡Si jamás me hubieras visto no habrías reaccionado así! No habría afectado después a tu cuerpecito…eras tan débil…y yo te dejé con esos hijos de re mil puta; me fui y no te ayudé. ¡Ni siquiera sabía que existías! ¿Qué clase de hermana soy?
Y siguió llorando ocultándose el rostro entre sus manos. Judal notó que ese llanto no era sencillamente lágrimas cualquiera, era una angustia profunda, algo más complejo, más difícil. Adelaida parecía una mujer que había pasado las mil y una y que, carcomida por la culpa y la angustia, se descargaba frente a la tumba de su hermano. Él sabía que ella se sentía una mierda de la sociedad, que estaba sufriendo. Y se odió a si mismo por no poder ayudarla, por no poder, siquiera, consolarla.

-----------------------

Que Caleb siga sufriendo (H. Le falta mucho sufrimiento más para poder pagar todo lo que le hizo a Judal (?

La Muchacha Entró Corriendo al Palacio y Se Sentó En El Pasillo a Llorar.
No Podia Creer Que Caleb No Creyera En Lo Que Le Habia Dicho.
Habia Sido Una Tonta En Creer Que Quisas El Rubio La Escucharia. Una Gran Tonta.
Un Ruido En La Puerta De Enfrente Sacó a Kaileena De Sus Pensamientos.
El Heredero Habia Regresado. Dejó El Sobretodo Mojado Sobre Un Perchero.
La Muchacha Se Secó Rápidamente Las Lágrimas.

- ¿Kaileena? - Susurro Judal al Encontrarla Echa Un Obillo En El Pasillo Principal - ¿Estas Llorando? -
- ¿Que? - La Joven Negó Levemente e Intentó Sonreir - No Judal - Contestó - Estoy Bien -
- Estabas Llorando - Dijo Esta Ves El Muchacho Mientras Le Extendia La Mano a Kaileena Para Que Se Ponga de Pie -
- No - Contestó - En Serio - Susurro Mientras Desviaba La Mirada Hacia El Suelo -
- ¿Por Que Lloras? - El Muchacho Tomó a La Pelirroja Por Los Hombros Con Suavidad -
- No Es Nada - Susurro La Chica De Hermosos Ojos Turquesas -
- ¿Quién Te Hiso Llorar? - Preguntó Inconcientemente. En Ese Momento Kaileena Posó Sus Ojos En Judal. Ojos Que Nuevamente Se Llenaron De Lágrimas -
- Kaileena - Murmuro El Muchacho Nervioso - ¿Quién Te Hiso Llorar? - Preguntó Un Poco Más Brusco -
- N-Nadie - Respondió La Muchacha Mientras Intentaba Contener Las Lágrimas -
- ¡Respondeme! - Exclamó El Muchacho Mientras La Sacudia Levemente - ¿¡Quién Fue!? -
- ¡Caleb! - Dijo La Muchacha Mientras Una Pequeña Lágrima Caia Por Su Mejilla -
- ¡Pedaso De Hijo De Re Mil Puta! - Estalló El Muchacho Mientras Tomaba La Capa Mojada De Su Perchero -
- Espera Judal - Suplicó La Muchacha -
- ¡Lo Voy a Matar! - Maldijo Poniendose La Tela Sobre Los Hombros, Para Luego Salir Corriendo Del Lugar -
- ¡Judal! - La Muchacha Salió Corriendo Para Parar a Su Mejor Amigo. Estaba a Punto De Cometer Una Locura -

--------

El Muchacho De Cabellos Rubios Se Dejó Caer al Suelo. La Lluvia Golpeaba Su Rostro Inexpresivo.
Habia Echo Llorar a Kaileena.
Se Sentia Miserable.
No Era Capas de Entender Por Que, Pero Recordar El Rosotro Lleno De Lágrimas De Aquella Chica Hacia Que El Pecho Se Le Comprimiera de Golpe.

- ¡Sos Una Mierda! - Unas Manos Rodearon El Cuello De Caleb y Lo Levantaron Del Suelo -
- J-Judal - Susurro El Muchacho Mientras Le Propinaba Un Golpe En La Boca Del Estómago Para Que El Heredero Lo Dejara Libre - ¿¡Que Mierda Te Pasa!? -
- ¡La Hiciste Llorar! - Exclamó. Caleb Se Quedó Pasmado Ante Aquella Frase - ¡BASURA! - El Joven Lo Empujo Lleno De Rencor - ¡No Te Gusta Que Yo Haga Llorar a Adelaida Pero Sos Tan Mierda Que Haces Llorar a Kaileena! ¿¡Y Se Supone Que Eso Esta Bien!? - Preguntó El Muchacho Iracundo - ¡No Sos Menos Basura Que Yo Caleb! - El Muchacho Estubo a Punto de Pegarle Una Trompada En El Rostro. Pero Una Suave Mano Lo Detubo -
- ¡Espera Judal! - La Pelirroja Se Puso Frente a Caleb. Habia Detenido Como Pudo El Golpe Del Chico - No Le Hagas Nada -
- ¡Muevete Kaileena! - Exclamó El Muchacho - ¡Lo Mínimo Que Se Merece Es Que Le Rompa La Cara a Piñas! -
- Por Favor Judal - El Muchacho Observó Iracundo La Tranquilidad Con La Que Kaileena Pedia Que Se Detubiera. Poco a Poco Bajo La Mano -
- Esta Bien - El Muchacho Tomó a La Pelirroja de La Muñeca y La Escondió Detrás de Si - Escuchame Con Cuidado Maldito Hijo De Puta - Susurro Judal Lleno De Odio - Llego a Encontrarte Cerca de Kaileena.. - El Joven Tomó a Caleb De La Camisa - ..Llego a Verte Siquiera Mirandola a La Distancia - El Muchacho Pegó Su Rostro al Del Rubio - Y Juro Que Te Voy a Matar - El Pelinegro Lanzó a Caleb al Suelo - ¡Que Yo Me Entere Que Nuevamente La Haces Llorar! - Exclamó Iracundo -
- ¡No Me Hables Como Si Kaileena Me Importara Algo! - Rebatió a La Defensiva - ¡No Me Interesa Si Ya No Vuelvo a Verla! -
- Mereces Morir Solo - Murmuro Judal Ante Las Palabras de Caleb. El Joven Rubio Observó a Kaileena -

La Muchacha Se Abrazó a Si Misma.
Indirectamente Caleb La Habia Echo Llorar Nuevamente. Una Pequeña Lágrima De Dolor Recorrió Su Mejilla.

- Kaileena - Susurro El Rubio Mientras Observaba El Rostro De La Muchacha. Era Su Culpa. Ella Estaba Llorando En Silencio y Nuevamente Era Su Culpa -
- ¡No Vuelvas a Pronunciar Su Nombre! - Estalló Judal - ¿No Quieres Volver a Verla? Lo Hare Sencillo Para Ti - El Joven Escupió a Un Lado - Has Como Si Jamás La Hubieses Conocido - El Muchacho Tomó a Kaileena de La Mano - ¡Has Como Si Jamás Te Hubieses Tropezado Con Ella En El Mercado! -

Judal Se Quitó El Sobretodo Para Colocarlo Sobre Los Hombros de Kaileena. Luego Se La Llevó Para El Palacio.
El Muchacho De Cabellos Rubios Observó La Hermosa Figura de Kaileena Desaparecer Entre La Lluvia. Sus Hermosos Cabellos Rojizos. Mientras Estubiese Con Judal No Podria Ni Pedirle Disculpas Por Lo Estúpido Que Fue.
Se Golpeó La Frente Con La Mano Derecha.
Era Un Estúpido.
Un Estúpido Que La Habia Echo Llorar Tres Veces.
Uno Que La Habia Degradado Completamente.
Uno Que Hiso Que Se Alejara.
Era Una Basura.
Judal Tenía Razón.

---------

Muajaja Espero Que Les Guste xD
Sigan ~

Caleb se sentía terriblemente mal, estaba sólo en su habitación, poniéndose hielo en el cuello, dónde aún podía apreciar las marcas rosadas que le dejó Judal intentando ahorcarlo. Se sentía una tremenda basura, una escoria. Él siempre había creído que era buena persona, ayudaba a la gente, era educado, siempre ponía los problemas de los demás antes que los suyos. ¿Qué ocurrió entonces? Había hecho sufrir a Kaileena y ella ni siquiera se lo merecía. Kaileena era tan buena, parecía un pequeño ángel que a nadie podía caerle mal, y él la había cagado, había hecho llorar a alguien que no se lo merecía en lo absoluto; y eso era terrible.
-Yo no era así…- dijo él mientras ocultaba su rostro entre sus manos. Escuchó el ruido de la puerta que se abría pero ni siquiera reaccionó.
-¿Qué te sucede Caleb?- preguntó preocupada Adelaida, mientras se acercaba rápidamente a él. Estaba completamente mojada y su rostro no mostraba una buena pinta tampoco.
-Nada- dijo el chico.
-Caleb…- susurró ella, sentándose al lado de él y abrazándolo. Una de las cosas que el joven más admiraba de Ali, es que ella sabía exactamente cuando no insistir. La pelinegra sencillamente lo abrazó, acariciando con suavidad sus cabellos rubios- Sea lo que sea, todo estará bien.
-No lo estará Macu…no lo estará- susurró él deprimido- Soy una mierda de persona, Inmaculada.
-Ven, apoya tu cabeza sobre mis piernas- dijo ella, y el rubio obedeció. Cuando eran chicos y Caleb estaba mal por alguna situación, normalmente se acostaba apoyando su cabeza en el muslo de su amiga y le contaba sus problemas. Supo que, sin que ella insistiera, eso ocurriría de nuevo.
-Soy una mierda Macu. Hice llorar a Kaileena y es todo mi culpa- comentó él, deprimido- Ella se había enojado conmigo por haber golpeado a Judal, es comprensible, es su mejor amigo. No pude decirle casi nada y salió corriendo, casi la atrapan dos tipos que le querían robar y violarla, los golpeé y después la llevé a un lugar más seguro para hablar…
-¿Qué ocurrió después, Caleb?- preguntó ella serena.
-Ella me dijo que Judal no había querido lastimarte, que él era bueno, que no quería que te pasara eso; que si fuera su amigo yo tenía que creer en la palabra de ella. Pero no lo hice…Después salió corriendo llorando y me sentí horrible. Pasó un tiempo y apareció Judal intentando golpearme…por haber hecho sufrir y llorar a Kaileena…
-¿Qué hizo Judal después? ¿Qué ocurrió? ¿Te golpeó?- preguntó Adelaida seria.
-No, Kaileena lo detuvo. Él tenía razón, yo me quejo de que él te hizo sufrir pero yo hice lo mismo con Kaileena…me dijo que no volvería a acercarme a ella- continuó él, su rostro cada vez se ponía peor a medida que hablaba- Y entonces…yo dije que no me hablara como si me importara Kaileena, que ella no era nada para mí. Y ahí vi a Kaileena y lloró de nuevo. ¡Soy una mierda Inmaculada! ¿Cómo pude decir eso? ¡Me siento horrible! ¡Hice llorar a alguien tan buena como Kaileena 3 veces! ¡La humillé, la desprecié, la lastimé!
-No estuvo bien lo que hiciste Caleb- le dijo Adelaida tranquilamente, mientras continuaba acariciando su cabellera rubia- Pero vos no sos malo…no sos ninguna escoria; te conozco mejor que nadie Caleb, no sos eso. Además, mucho de esto es culpa mía también.
Adelaida le dio un pequeño beso en la cabeza, tranquilizándolo. Caleb cerró los ojos, deseando que, al abrirlos, todo pudiera acabar.


------------------------------

-Lo odio, lo odio, lo odio- dijo Judal con furia mientras caminaba por los pasillos del palacio junto con su amiga- Kaileena ni siquiera ese hijo de puta merece que te deprimas por él.
-Ni siquiera le importo…-susurró la chica apenada. Se sentía fatal, sólo quería irse a dormir y que todo terminara.
-Ojalá que se muera solo y pronto ese desgraciado- continuó Judal- No te tenés que preocupar por él, en serio Kaileena.
-Pero me sigo sintiendo mal…-comentó la chica.
-Mañana salimos a donde quieras, así te distraes y olvidás rápido a ese maldito…- dijo Judal. Sabía que principalmente, si su amiga estaba mal, era porque sentía…algo más fuerte que una simple amistad con el pelotudo de Caleb; y odió que así fuera. Él odiaba a Caleb y ella era su mejor amiga, aún no entendía como…podía quererlo. Sabía que Kaileena eso no se lo iba a confirmar, pero él no era idiota y los sospechaba. ¡Y encima ese pelotudo que dice que no la quiere ni le importa!
Judal estaba seguro que si algún momento Caleb tenía que ser ejecutado, él iba a estar sentado en la primera fila y observando para que se apuraran; y ni hablar durante su funeral.
-Está bien…mañana salimos, pero primero quiero que me acompañes a hacer las compras. Voy a comprar bastante y necesito que alguien me ayude a cargar las bolsas.
La voz de Kaileena despertó a Judal de sus ensoñaciones.
-De acuerdo- accedió el pelinegro.

---------------------

Caleb estaba en el mercado, caminando comprando unos frutos secos que quería Adelaida para preparar un budín. Él, a pesar de saber que la chica no era buena cocinera, accedió a que lo hiciera, sabía que su amiga estaba haciendo lo posible para que él no se sintiera mal.
-Aquí tienes- le dijo el almacenero luego de pagarle con unas monedas de oro.
-¡Ah! Hay que comprar fruta, es saludable- le dijo Adelaida tranquila.
Caminaron por el mercado y vio una cabellera pelirroja. La reonoció en seguida. Era Kaileena.
-Vamos a hablarle- dijo decidida Adelaida.
-No…no tenemos que hacerlo…
-Vamos- dijo ella- yo sé que querés.
Adelaida quería ayudar a su amigo, y, en cierto modo, también se sentía culpable por todo lo ocurrido.
Caleb Se acercó a ella, nervioso…tenía que aclarar las cosas a como dé lugar.
-Kaileena….yo…-empezó a decir él, tocándole levemente el hombro.
La joven se dio vuelta, mirándolo con tristeza y a la vez enojo.
-¿Qué ocurre?- preguntó. Caleb miró esos bellos ojos azules de la joven, y los vio tan triste…se sentía espantoso saber que el culpable era él.
Adelaida se acercó a ellos, bajando la mirada disimuladamente para que no la vieran y haciéndose pasar por una compradora común y corriente. Kaileena ni siquiera notó su presencia, lo que agradeció.
-Yo…en serio…lo lamento…no quise decir eso
-Pero lo dijiste- interrumpió Judal con frialdad, apareciendo con unas bolsas al lado de Kaileena. El joven tampoco notó la presencia de Adelaida. - Acá ya compré lo que me pediste Kaileena. Te dije que ni te acercaras a ella, desgraciado.
-Me arrepiento de haber dicho eso…en serio…- se apresuró a decir Caleb.
-Hubieras pensado antes de decir las cosas- lo continuó atacando psicológicamente Judal, furioso- Sos una mierda de persona, Caleb, ni se te ocurra acercarte de nuevo a Kaileena, ella no merece sufrir por un hijo de puta como vos.
Caleb se sentía cada vez peor, sabía que las palabras de Judal eran totalmente ciertas.
Adelaida, enojada, levantó la cabeza, se acercó a Judal y le pegó un cachetazo.
-¿Qué hacés?- preguntó enojado, tocándose la mejilla golpeada con la mano.
-¿Quién te crees que sos para hablarle así a Caleb?- le preguntó ella, enojada. Miró a Kaileena, un tanto apenada y le dijo- Yo sé que tenés razón, Kaileena, también sé que en parte es mi culpa y lo lamento muchísimo. Sólo te digo, que al menos escuches a Caleb y hagas lo que sientas y te parezca, no lo que te digan los demás.
Judal miró irritado a Caleb y también a Adelaida, pero no hizo nada ni tampoco les dijo algo. Su rostro, de repente, se torno inexpresivo. Tomó la mano de Kaileena y le preguntó amablemente:
-¿Qué quieres hacer?
La pelirroja agachó la cabeza, confundida y dolida, y dijo:
-Vamos a otro lado, por favor.
Judal tiró de ella con delicadeza y se marcharon.
Caleb se sentía terrible; Kaileena no quiso escucharlo.
Lo odiaba, Judal tenía razón, era un hijo de puta.
Pero lo que más le dolió fue ver esos ojos tristes, ese bello rostro dolido que se iba, sin desear escucharlo ni perdonarlo. Y Caleb sabía que él se lo merecía.

=======

Siganla

- No Te Merece Kaileena - Susurro Judal De Repente -
- No Lo Sé - Murmuro La Muchacha Mientras Se Tomaba El Pecho Con Una Mano - Tengo Miedo De Escuchar Lo Que Quiere Decirme - Susurro Mientras Cerraba Los Ojos -
- Escuchame Kaileena - El Joven Observó La Figura De Caleb a Lo Lejos. Estaba Allí Observando a Kaileena Marcharse - Ese Desgraciado No Merece Que Derrames Una Lágrima Por Él - Le Dijo Mientras Se Las Secaba Suavemente - No Merece Que Le Regales Ni Una De Tus Hermosas Sonrisas - La Joven Sonrió Levemente - Son Todas Mías - Bromeo El Heredero De Babilonia -
- Gracias Judal - La Muchacha Abrazó a Su Mejor Amigo. Judal Era Conciente De Caleb Podía Observarlos - Siempre Sabes Que Decirme -
- Es Por Que Te Quiero Muchicimo Kaileena - Murmuro El Muchacho Mientras La Tranquilizaba En Sus Brazos - No Dejare Que Ese Pelotudo Te Hable Nuevamente - Murmuro Lleno De Furia - No Dejare Que Te Lastime De Nuevo Kaileena - El Muchacho Observó a Caleb - No Dejare Que Te Enamores Más De Ese Bastardo - Susurro Para Si. Luego Tomó La Mano De Kaileena Suavemente Para Llevarsela De Allí -

----------

- Me Lo Meresco - Murmuro El Rubio Mientras Se Tomaba La Cabeza Con Ambas Manos - Ver Esos Ojos Llenos De Dolor - El Muchacho Se Dejó Caer De Rodillas - Soy Un Monstruo -
- No Digas Eso Caleb - Suplicó Adelaida -
- Judal Me Estaba Mirando - Murmuro - Se Que Hablaba De Mi Con Kaileena - Dijo Mientras Intentaba Pasar El Nudo Que Se Le Habia Echo En La Garganta - Jamás Podre Explicarle Las Cosas - El Muchacho Apretó Fuertemente Sus Puños - Kaileena No Quiere Verme Siquiera -
- Tranquilizate Caleb - Suplicó La Muchacha. No Podia Entender Por Que El Rubio Se Sentia Tan Mal -
- No Se Lo Merecia - El Muchacho Golpeó El Suelo Con Su Puño Derecho - Ella Siempre Fue Linda Conmigo - El Muchacho Se Cubrió El Rostro Con Una Mano - Y Yo La Lastime -
- Lo Solucionaremos Caleb - Murmuro Adelaida - Yo Te Ayudare -
- Kaileena Esta Mejor Con Judal - Susurro. Adelaida Sintió Una Extraña Sensación En Su Pecho - Mal Que Me Pese Judal No Me Dejara Solucionar Las Cosas -

----------

- ¿Que Vas a Hacer Con Todas Estas Cosas? - Preguntó Judal Mientras Dejaba Las Bolsas En La Cocina -
- Nada - Dijo La Muchacha - Enlil Me Pidió Que Hiciera Las Compras -
- Siempre Fuiste Muy Amable Con Los Sirvientes - Dijo Judal Mientras Negaba Con Una Sonrisa -
- Son Personas Como Yo - Murmuro La Pelirroja - No Tengo Por Que Tratarlos Mal - La Muchacha Tomó Una Crema - Te La Pondre En La Mejilla - Dijo Mientras Colocaba Un Poco Donde Adelaida Lo Habia Golpeado - Te Sacara Lo Colorado -
- Gracias Hermosa - Sonrió Judal. No Podia Creer Lo Linda Que Era Kaileena. Tampoco Podia Creer Que Caleb No Fuera Capas de Verlo -
- Vamos - La Muchacha Intentó Sonreir. Todavia Se La Veia Triste - Quiero Que Salgas a Caminar Conmigo -
- ¿A Donde? - Preguntó Judal Curioso -
- A Donde Sea - Admitió La Muchacha. Se Sentia Debastada. Pero No Podia Quitarse a Caleb De La Cabeza -