[Roll] The city of Babylonia~

-Está bien- dijo Judal, tomando de la mano a Kaileena y sacándola afuera- Saldremos al lago, ¿qué te parece?
-Me encanta- respondió ella, con una sonrisa un tanto triste.
-Vamos, alégrate, podemos ir a andar en bote como hacíamos antes- la intentó relajar Judal.
-¡De acuerdo!- dijo ella, un poco más animada- ¡Y esta vez aprenderé a remar bien!
-Sos la única persona que no sabe remar- bromeó el pelinegro- ¿Recordás cuando se te cayó el remo tuyo y el mío y estuvimos muchísimo tiempo en el medio del agua hasta que el viento nos acercó a la orilla?
-Sí, pero no fue mi culpa- se defendió ella sonriendo.
-¿De quién fue entonces?
-Del viento y del pescado que saltó que me asustó- contestó ella entretenida.
-Pez- le corrigió Judal- Si está vivo es pez.
-Ahora debe ser pescado, no viven mucho tiempo- se defendió ella bromeando- En fin, ¿vamos?
Y ella salió corriendo colina abajo en dirección al lago.
-Siempre tan enérgica- dijo el chico sonriendo y siguiéndola.
Cuando llegaron al lago, alquilaron en una tienda un poco destartalada un bote y se pusieron a remar, riéndose y mojándose. Se estaban divirtiendo y Judal se alegró de que, al menos por unos momentos, Kaileena pudiera olvidarse del estúpido de Caleb.
Pasó un largo tiempo y ellos sencillamente se quedaron en el medio del lago porque, de nuevo, Kaileena había tirado los remos en su intento de aprender a usarlos.
En un momento, Judal notó una cabellera rubia que le resultó conocida. Caleb había llegado corriendo y miraba hacia atrás, como esperando alguien, al rato apareció Adelaida, también corriendo y respirando agitada. Ambos jóvenes aún no se habían percatado de la presencia de ellos; recordó que Adelaida había dicho una vez que en este lago ellos solían estar juntos de chicos. Al parecer también siendo más adultos.
Kaileena le daba la espalda, por lo que no los vio tampoco y Judal ni quiso decírselo.
-Judal…en serio…gracias- dijo la pelirroja sonriendo- Me estoy divirtiendo muchísimo hoy, en verdad necesitaba un respiro.
El heredero le sonrío.
-Soy tu amigo Kaileena- dijo él- Siempre voy a hacer lo mejor para vos.
Ella hizo una de sus bellas sonrisas y lo abrazó alegremente.
-Gracias…


Caleb miraba, adolorido, como la pelirroja se reía y disfrutaba con Judal. ¿Qué le pasaba? Él quería muchísimo a su mejor amiga y le gustaba, es más, ¡La había besado y ni siquiera habían vuelto hablar de ello! Él se había enfrascado totalmente en Kaileena, ¿por qué?
Adelaida también observaba, triste, al parecer Judal se había olvidado rápidamente de todo. Y, a pesar de todo, ella quería a Kaileena y sabía que iba a estar mucho mejor con ella; era una excelente persona (mucho mejor que ella) y no tenía problemas con los padres de él. Ambos serían felices.
-Caleb…¿podemos irnos?- preguntó Ali deprimida.
-Sí…no deberíamos molestar, ellos están felices.
-Lo sé…y eso está bien- continuó la ex esclava- Merecen ser felices.
-Ven- dijo Caleb, agarrándole la mano y abrazándola mientras caminaban- Nosotros también merecemos ser felices…
-Lo sé, pero no lo somos Caleb- le respondió la pelinegra.
-Ya lo seremos…- prometió el chico- Al menos, siempre que estemos juntos. Nunca te voy a dejar Macu, no vas a estar sola. No es mucho, ya sé, pero es mejor que nada ¿no?
-Sí que es mucho- le agradeció Adelaida.- Siempre nosotros vamos a estar juntos, pase lo que pase.
Y ambos se fueron rápidamente, dejando a Judal y a Kaileena solos.

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No se me ocurria que escribir xD
Ya se, re trucha la conti pero bueno u.u

Yo seré un complot para tu mente
El objeto y la causa de tu perdición ♫
Solo Para Que Veas Que Estoy Escuchando Para Escribir ajajaja
Osea Soy La Más HDP (?

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- Creo Que Nos Fue Mejor Esta Ves - Dijo Kaileena Mientras Ponia Un Pie Fuera Del Bote de Madera -
- En Eso Tenes Razón - Bromeó Judal Mientras Le Daba Una Mano Para Ayudarla a Bajar - Esta Ves No Estubimos Dos Horas Barados -
- Gracioso - Murmuro La Pelirroja Mientras Observaba a Judal Fingiendo Estar Ofendida -
- Sigueme - Le Pidió El Heredero Mientras Tomaba Suavemente La Mano De La Joven -
- ¿A Donde Vamos? - Preguntó Curiosa La Muchacha de Ojos Turquesas -
- Seguro Conoces El Lugar - Dijo Judal Con Media Sonrisa En El Rostro -

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- ¡El Pequeño Parque! - La Muchacha Sonrió Emocionada - Sigue Exactamente Igual Que Cuando Eramos Niños -
- Es Verdad - Dijo El Muchacho De Cabellos Negros - Se Puede Ver El Lago - El Joven Se Quedó Observando Parte De La Vegetación Del Lugar -
- ¿Que Sucede Judal? - Preguntó Curiosa Kaileena. Ella No Podia Ver Nada Más Que Plantas -
- Nada - Dijo El Muchacho Mientras Sonreia de Lado - Nada Importante -
- ¿Seguro? - Preguntó La Muchacha -
- Kaileena - Llamó El Joven Como Si No Hubiese Escuchado La Pregunta De La Joven -
- ¿Que? - Respondió Sentandose En El Suelo -
- ¿Sigues Haciendo Danza? - Preguntó Con Media Sonrisa En El Rostro. Otra Ves Esa Jodida Media Sonrisa -

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- ¿Caleb? - La Muchacha de Cabellos Negros Tocó El Hombro De Su Mejor Amigo - ¿Que Ves? -
- No Hagas Ruido Macu - Suplicó El Muchacho Mientras Se Escondia -
- ¿Que Pasa? - Preguntó Nuevamente La Muchacha Mientras Se Escondia Junto a Caleb -
- También Conocen Este Lugar - Respondió El Rubio. Adelaida Supo De Inmediato De Quienes Hablaba -
- ¿Como Es Posible? - Murmuro La Joven De Ojos Celestes -
- Silencio Macu - Suplicó Caleb En Susurros - Quiero Escuchar -

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- Si - Respondió Kaileena - ¿Por Que? - Preguntó La Muchacha Con Curiosidad -
- ¿Me Mostras Como Bailas? - Preguntó Judal Mientras Se Sentaba Como Expectador Sobre Una Roca -
- ¿En Este Lugar? - Preguntó La Muchacha Avergonzada -
- No Podriamos Estar Más Solos - Respondió El Heredero De Babilonia Con Esa Media Sonrisa Juguetona En Su Rostro. Era Obvio Que Mentía. Pero La Muchacha No Lo Notaría -
- Supongo Que.. Tenes Razón - Murmuro La Joven -

La Pelirroja Se Recostó En El Suelo. Cada Una De Sus Preciosas Curvas Perfectamente Definidas. Comenzó a Mover Sus Manos Con Expectante Lentitud Para Luego Ponerse Suavemente De Pie.
Su Cuerpo Moviendose Sensualmente.
Cada Lento Movimiento Como Una Suave Caricia al Viento.
Se Arrodilló En El Suelo Para Pasar Su Mano Lentamente Por El Contorno De Su Mejilla, Hasta Bajar a Su Cintura.
Volvió a Recostarse Con Suavidad Para Terminar Mirando El Cielo, Manos Sobre Su Cabeza.

- Kaileena - El Muchacho De Cabellos Negros Se Quedó Con La Boca Abierta -
- ¿Se Nota Demasiado Que Hace Como Un Mes Que No Bailo? - Preguntó La Muchacha Mientras Se Sentaba -
- ¿Estas Bromeando? - El Joven Sonrió De Lado - Fue Maravilloso - Halagó El Chico De La Trenza Mientras Aplaudia Levemente - Me Insitaste a Tocarte - El Pelinegro Observó De Reojo El Lugar Donde Los "Espías" Estaban Escondidos - Pero Por Ser Tu Mejor Amigo No Voy a Ponerte Un Dedo Ensima - El Heredero Sonrío De Lado - Si No Lo Fuera.. Bueno.. No Es Necesario Entrar En Detalles -
- Gracias Judal - La Joven Se Sonrojo Levemente - Me Encanta Bailar - La Pelirroja Se Recostó Nuevamente - Y Que Tu Me Digas Que Lo Hago Bien Me Llena de Alegría -
- Superaste Mis Espectativas Kaileena - El Muchacho Observó Nuevamente El Escondite De Caleb y Adelaida De Reojo. Sonrió De Lado. Esa Sonrisa Que Ponía Cuando Se Salia Con La Suya - Mejor De Lo Que Crees -

Soy Una Genia lalala ♫
Siganla ~

Caleb sencillamente quería morirse, miraba, embobado, el esbelto cuerpo de Kaileena que se movía con gracilidad y belleza, el joven jamás había visto algo tan hermoso y delicado. Y cayó en la cuenta que él no podía tenerlo. La había arruinado y bien feo. Ella jamás bailaría así para él ni tampoco su bello rostro le sonreiría de nuevo, jamás podría tocarla, ni siquiera la mano, porque ella no se dejaría. Ella lo odiaba y se lo merecía,
Envidió a Judal en ese momento. Él estaba ahí, observando a Kaileena bailar tan de cerca, sabiendo que él podía hacer todo lo que quiera con ella. Y Caleb, de nuevo, supo que haberse peleado con la chica había sido un terrible error.
Y es que… ¿Qué le pasaba? ¿A él le gustaba Macu no? El la quería muchísimo, pero…había algo que Kaileena le hacía sentir que le hacía olvidarse, en momentos, de su amiga; es más, ni siquiera habían hablado del beso…debería charlar con ella acerca de eso también.

Adelaida miró a Kaileena bailar excelentemente; le dirigió una fugaz mirada a Caleb, que parecía querer comerse a la joven con los ojos y que un poco más y estaría babeando allí. Después centró su atención en el relajado Judal. Había algo que no cuadraba.
Esa sonrisa.
Esa endiablada y perfecta sonrisa.
Adelaida, para su desgracia, la conocía demasiado bien. ¿Por qué Judal sonreiría así en ese momento? Él sólo lo hacía cuando conseguía algo.
El pelinegro ladeó un poco la cabeza y los miró por sólo una milésima de segundos. Fue un movimiento casi imperceptible, pero Adelaida, que estaba tan pendiente del heredero, lo notó.
-“Lo está haciendo a propósito. El hijo de puta sabe que estamos acá”- razonó la chica. Miró de nuevo a Caleb y entendió claramente lo que había conseguido Judal.
-Caleb, vamosnos- dijo ella.
-Esperá Macu…
-Ahora- dijo ella tirando del chico, aún agachados, y yéndose rápidamente.
-¿Por qué hiciste eso?- preguntó él un tanto furibundo.
-Judal te lo hizo a propósito Caleb, para que reaccionaras mirándola embobado- le explicó la joven.
El rubio se sonrojó.
-Yo…te quiero Macu…
-Lo sé, lo sé; pero en realidad querés a Kaileena- le explicó la chica sonriéndole- Y está perfecto…
-Pero el beso…
-Mirá Caleb. Yo me di cuenta que, ahora mismo, no puedo estar en una relación con nadie…- explicó ella – Y vos querés más a Kaileena, ella es hermosa y buena, es perfecta para vos.
-¡Pero Macu!- dijo Caleb, confundido. A él le gustaba Inmaculada, pero también sentía lo mismo por Kaileena.
-Caleb, cerrá los ojos y pensá mucho en Kaileena- le pidió la pelinegra. Caleb obedeció. Ella esperó unos minutos, se acercó y le dio un pequeño beso en los labios.- ¿Y bien, imaginaste que ese beso te lo dio Kaileena no?
-Sí- admitió él apenado.
-¿Y cómo lo sentiste? Sé que fue más fuerte que el beso que tuviste conmigo, pensando en mí.
-Tenés razón- confesó el chico- Me gusta Kaileena. Ali…te quiero, pero como mi mejor amiga.
-Yo también bobo- dijo ella sonriéndole- Y te voy a ayudar a que puedas arreglar las cosas con Kaileena.
-¿Cómo? Judal no me deja ni acercarme a ella.
-¡Judal, Judal, Judal! Bah, él no es tanto. Yo me encargo- dijo confiada ella.

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-Plan 1 en marcha- susurró Adelaida escondida detrás de una de las columnas del palacio.
-Ali, ¿no crees que estás yendo demasiado lejos?- preguntó en voz baja su amigo.
-Shhh…- lo calló ella- Ahí vienen.

-Debería mejorar mi baile- dijo ella a su amigo- ¿Qué te parece?
-Que bailás bien así- la halagó él tranquilamente.- Ven, vamos a comer un poco a la cocina.
Adelaida le hizo una seña a Caleb para que se quedara quieto y, con pasos decididos, se acercó hacia donde estaban ambos jóvenes.
-Judal, ¿Podría hablar con vos? Es importante…- mintió Adelaida perfectamente.
-Claro, ¿Qué querés decirme?
-En lo posible a solas…si no te molesta.
-¿Para qué? ¿Para qué tu amiguito se acerque a Kaileena? ¿Crees que soy idiota Adelaida? Es obvio que está atrás escondido- dijo, sabiamente, Judal. El heredero tomó el rostro de la pelirroja, acercándolo peligrosamente al suyo, y dijo:- Para vos estúpido, que sé que estás mirando. Sólo yo puede hablarle, besarle, tocarla e incluso acostarse con Kaileena. Si no lo hago es porque es mi amiga; pero eso no significa que VOS puedas hacerlo.
Se alejó, sonriendo con superioridad, esas putas y malditas sonrisas que Adelaida no toleraba y a la vez le encantaban, tomó la mano de Kaileena y pasaron caminando al lado de Caleb adelantándolo y dándole la espalda. El rubio, se quedó helado sin saber que hacer.

-Desgraciado- susurró Adelaida- Voy a ganar este juego, te lo aseguro.


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Y se vienen más planes de Adelaida xD
Caleb me recordaba a la canción esa que dice: "Y te amo a tí, y te quiero a tí, pero por más que yo intente esconderla también la quiero a ella " ♪ xD
Siganla, esto cada vez se va a ir poniendo más picante (?

La Mañana Se Hiso Sobre La Noche.
El Palacio Estaba Sumido En El Silencio. Nadie Caminaba Por Los Pasillos.
Los Primeros Rayos Del Sol Entraban Por Los Ventanales. Era Un Día Esplendido.

- Bien Caleb - La Muchacha Se Encontraba Escondida Detrás de Una Columna - Preparate Para El Plan Número 2 -
- ¿Me Lo Explicas? - Suplicó El Muchacho Mientras Bostezaba Del Sueño -
- Seras Bobo - La Muchacha Observó La Puerta De La Habitación Del Heredero Con Media Sonrisa En Su Rostro - Estan Todos Dormidos - Comenzó Adelaida -
- Eso Es Obvio - Murmuro Caleb Mientras Miraba El Cielo - Deben Ser Las Ocho De La Mañana -
- Cállate - La Muchacha Suspiro - Encerrare a Judal En Su Habitación. Eso Te Dara Todo El Tiempo Que Necesites Para Hablar Con Kaileena -
- Es Mejor Que Tu Primer Plan - Admitió Caleb. Adelaida Lo Golpeó Levemente -
- Preparate - La Muchacha Posó Una Mano En El Pomo De La Puerta. No Llegó a Abrir La Puerta -
- ¡Kaileena! - Esa Era La Voz De Judal. Adelaida Se Quedó Dura -
- ¿Este Hijo De Puta Jamás Duerme? - Preguntó En Susurros Mientras Maldecia Su Suerte -

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- ¿Que Pasa Judal? - La Muchacha Uso La Puerta De Interior Para Pasar a La Habitación De Su Mejor Amigo -
- Ven Un Momento - Suplicó El Muchacho Con Media Sonrisa En Su Rostro -
- ¿Que Sucede? - La Joven Se Sentó En La Cama. Llevaba Un Camisón Corto De Seda; Los Cabellos Sueltos -
- Espera Un Momento - El Joven Esbosó Una De Esas Sonrisas Endiabladas Mientras Se Ponía a Hacer Ruidos "Extraños" -

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- ¿Que Mierda Estan Haciendo? - Caleb Se Pusó a Escuchar Más De Cerca -
- Que Carajo Voy a Saber - Respondió La Joven De Cabellos Negros. Cuando Escucho Un Gemido Ahogado Dentro De La Habitación Observó a Caleb Sonrojada - ¿No Estaran..? -

Caleb Se Sonrojo De La Cabeza a Los Pies.

- ¿"Eso"? - Las Mejillas Del Muchacho Estaban Teñidas De Un Color Rojo Intenso -
- ¡JUDAL! - Adelaida Pateó La Puerta Con Toda La Furia Que Podía Llegar a Sentir En Ese Momento. Casi Sacaba La Puerta De Cuajo - ¿¡Que Mierda Estas..!? - Lo Que Encontró Dentro Solo La Hiso Molestarse Más. Judal Estaba Sentado En La Cama Muriendose De La Risa. Kaileena Se Encontraba Parada a Su Lado. La Joven De Cabellos Rojizos No Hacia Más Que Suspirar - ¡Forro! - Estalló La Muchacha Mientras Maldecia -
- Buenos Días - Saludó Judal Con Una Sonrisa Socorrona -
- ¡Buenos Días Una Mierda! - La Muchacha Señaló a Kaileena - ¿Que Estaban Haciendo? -
- ¿La Verdad? - Preguntó Judal Con Pícardia -
- Si - Respondió Adelaida Impaciente -
- ¿La Completa Verdad? - Continuó El Pelinegro Mientras Tocaba El Camisón De Kaileena -
- ¡Si! - La Joven Estaba Perdiendo La Pasiencia -
- ¿Estas Segura De Que Queres Escucharlo? - Preguntó Nuevamente Mientras Posaba Sus Hermosos Ojos Rojizos En Los Jovenes. Esa Sonrisa Seguia En Su Endemoniadamente Hermoso Rostro -
- ¡Habla De Una Maldita Ves! - Suplicó Caleb Mientras Esperaba a Judal Expectante -
- Nada - Contestó El Muchacho De Cabellos Negros. Segundos Después Se Echo a Reir a Carcajadas -
- ¡PUTO! - Estalló Adelaida Mientras Miraba a Caleb - ¡Nos Esta Boludeando! -
- Si Caen Como Idiotas - El Muchacho Intentaba Contener La Risa - Es Imposible No Hacerlo -
- Desgraciado - Susurro Adelaida. En Ese Momento Se Percató De Que Judal Ya No Le Estaba Prestando Atención - ¡Te Estoy Hablando! -
- Kaileena - Llamó El Muchacho De Cabellos Negros Mientras Tomaba Con Delicadeza Uno De Los Pliegues Del Vestido De Dormir De La Muchacha - ¿Te Habia Dicho Algúna Ves Que AMO Este Camisón? - Preguntó Irónico -
- N-No - La Joven Observó a Judal Extrañada. No Entendia Cuál Era El Punto De Ese Comentario -
- Pues Te Lo Digo - El Muchacho Sonrió Juguetón - Me Encanta - Dijo Entretenido - Puedo Ver Tu Ropa Interior Turquesa Con Esto Puesto -
- ¡Judal! - La Muchacha Se Sonrojo Mientras Intentaba Cubrirse Como Podia -
- ¿Queres Que Consiga Una Servilleta? - Preguntó a Adelaida. Seguia Sonriendo. Lo Habia Conseguido de Nuevo - ¿O Mejor Una Toalla? -
- ¿Eh? - Adelaida Observó al Rubio Unos Instantes. Gruñó Molesta. Habia Perdido Por Completo La Atención De Caleb -

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Quiero Que Sepan Que Esto Es Culpa Del Café ♥

-Judal, te ganaré. Lo juro,- lo desafió la chica mientras tomaba la mano de Caleb y se marchaban. Judal comenzó a reírse con fuerza, Adelaida podía escuchar su maldita risa desde el pasillo.
-“Si será hijo de puta eh…pero ganaré, lo sé”- pensó ella decidida- “Necesito material…y sé donde conseguirlo”.

-Judal, ¿Por qué hiciste eso?- preguntó Kaileena sin entender muy bien.
-Kaileena, sos tan buena que ni te das cuenta, lamentablemente otras personas no tienen un pensamiento tan puro como el tuyo- le respondió el joven sonriendo.-“¿Qué tendrás pensado hacer ahora, Adelaida?”- pensó el joven, entretenido.

-Nos levantamos a la mañana para esto. Hijo de puta. Encima odio levantarme temprano- se quejó la chica, que seguía maldiciendo.
-Jamás hablaré con Kaileena- se deprimió el rubio.
-Tranquilo, lo lograré. Tengo otro plan- dijo Adelaida tranquila, pero necesitaré un día de tiempo.
-¡No Ali! Basta de planes raros…algún día que Kaileena esté sola le hablaré- pidió el chico- Pero en serio, lo único que hacés con tus planes locos es meterte en quilombos, o no te acordas cuando éramos chicos…
-Hay Caleb, la tercera es la vencida, ¿de acuerdo?- dijo ella con desgana- El plan 3 va a ser el último que haga, lo prometo.
-Mostrame las manos…Ali- dijo él- No confío en vos.
La chica levantó ambas manos.
-Ves, no estoy cruzando los dedos, tranquilo Caleb, confía en mí.

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El chico suspiró, Adelaida se había ido a quién sabe donde y él estaba atendiendo el negocio de su padre, estaba tranquilo y no nadie compraba ninguna joya.
Se quedó soñando despierto en Kaileena y en su esbelta figura. Ella…era tan perfecta.
Estaba tan abstraído que no se percató del ruido de las campanas de la puerta que hacían ruido, indicando que un cliente había entrado.
-Caleb…Caleb…¡Caleb!- gritó alguien.
Abrió los ojos, para toparse con las dos bellas orbes zafiros de Kaileena. Dio un pequeño salto que casi se cae de la silla. ¡No podía ser!
-Kaileena…yo…
-Kaileena, te dije que esperaras- dijo Judal entrando con una sonrisa triunfante al local, tomó la mano de la pelirroja- ¿Algo para decir? – sus ojos lo miraban fijo, amenazante.
Siempre estaba Judal cagando las cosas.
-Emm…¿Qué desean comprar?
-Quiero hacerle un regalo a Kaileena, quiero comprarle una alianza- dijo Judal tranquilamente.
-¡¿Qué?!
-¿Algún problema?- preguntó, cortante, Judal. Su rostro parecía irascible y serio, pero por dentro estaba totalmente disfrutando de la desesperación del chico.
-Emm…nada- respondió Caleb, suspirando. Sacó una caja, mostrando la última variedad de anillos costosos que había.
-¿Cuál quieres Kaileena?- preguntó Judal amablemente, abrazándola para provocar a Caleb, pero obviamente, la pelirroja eso no lo notó. Ella observó los anillos, pensativa.
-No sé…Judal…sabes que tardo en decidir las cosas.
-Tomate todo el tiempo del mundo- le aconsejó el chico, sonriendo con malicia. Judal sabía que Kaileena tardaba horas en decidirse, sería un buen tiempo para torturar a Caleb.

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Adelaida caminaba, oculta con una capucha. Estaba vestida con un vestido corto, con escote, algo demasiado atrevido para ella. No parecía estar una zona muy segura.
Abrió una puerta y entró a una especie de antro; la gente fumaba, apostaba y había mujeres vestidas casi sin ropa sirviendo alcohol. Se acercó al barman.
-Quiero ver lo nuevo- dijo ella, con tranquilidad.
-Lo lamento, no sé de que habla- dijo el hombre de cabello castaño largo, mientras limpiaba unos brazos.
Ella puso una bolsa con oro y apuntó con una cuchilla al hombre.
-Noah, ¿No me recordás?- preguntó ella sonriendo.
-¡Adelaida! Pensé que te tenían de esclava…ven pasa…- dijo él, haciéndole unas señas hacia una puerta- Es todo lo nuevo…Debería cambiar esa cuchilla, ahora hay armas que disparan balas, son geniales.
-Me interesa…- dijo ella, observando los estantes llenos de armas. - ¿Qué es esto?
-Binoculares. Permiten ver de lejos- dijo él.
-¿Qué pistola me recomiendas?
-Esta- dijo él, mostrándosela- Es lo nuevo, dispara mucho más rápido todo y no hace tanto ruido en comparación al resto.
-La quiero, el arma esa, los binoculares y dame una daga.
-¿Tienes el dinero? Una esclava no gana mucho dinero.
-Ten- dijo ella lanzándole una bolsa con oro.
-Esto no es suficiente, ni siquiera podés pagar los binoculares con esto- se quejó Noah.
Adelaida se quitó la capucha y camino frente a él, tranquilamente, conocía a Noah y sabía que era un tremendo pervertido, por eso se había vestido de esa manera. Es más, se había maquillado.
-Guaau- dijo él, silbando.
-¿Alguna rebaja?
-No sé primor, necesitaría algo de acción sino van a ser 4 bolsas de oro.
Adelaida se acercó a él, con una sonrisa coqueta.
-Que tal dos bolsas de oro, di que sí Noah…yo sé que sos bueno.
-Emmm…emm…
-Por favor- dijo ella haciendo puchero.
-Está bien- accedió él, mirándola de arriba abajo- Pero la próxima vez no te la dejo tan fácil, Adelaida.
-Tranquilo- dijo ella con seguridad saliendo rápidamente de allí ocultando lo recién comprado. Quería salir de ese antro lo más rápido posible.- Ahora…debía visitar a sus padres…Había que vengar a Aaron.

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-Bueno, este es el plan C- dijo ella, espiando desde los binoculares el reino. Estaban en los jardines, cerca de la pileta.
-¿Plan C?
-Sí, para cambiar- se apresuró a decir ella.
-Ahora, una pregunta…¿Por qué hace horas qué estamos acá?- dijo él- ¿Y qué es eso?
-Binoculares…Los compré
-Decime que no fuiste al mercado negro- pidió Caleb.
-¿Querés que te ayude o no?- dijo ella.
-Y mirá como estás vestida- dijo él- ¿Fuiste así no? Además…tenés sangre…¿Qué hiciste?
-Estoy tapada con la capa ahora. Además ni que estuviera sucia, me bañé y son sólo unas manchas…de vino, no tuve tiempo de cambiarme. Y necesitaba un descuento de eso, no quería gastar lo que conseguí vendiendo las cosas de Artemisa.
-No hiciste nada raro ¿No?
-Relájate, Noah es tan estúpido que se conforma con mirar un culo y unas tetas y ya te rebaja.
-Por Dios…a que lados vas!
-Shhh- Adelaida seguía mirando por los binoculares, tapada detrás de un árbol. Clio y Enlil se acercaron a ella disimuladamente.
-Espíe a Judal, va a venir dentro de poco con Kaileena- explicó Adelaida- Tienen que decirle que su padre quiere hablar con él, urgente y solo. ¿Entendido?
-Está bien, pero…¿Por qué tantos preparativos?- preguntó Enlil. Sólo haganlo, por favor.

Judal y Kaileena caminaban por los jardines de la mansión, de repente, vieron como los dos sirvientes se acercaban a ellos.
-Judal…- empezó a decir Clio algo nerviosa.
-El rey te llama- continuó Enlil- Quiere hablar con vos, a solas.
-¿Qué pensás Clio de eso?- preguntó el heredero.
-Emmm…no sé ¿Qué deberías ir?- Judal escuchó un imperceptible ruido y sonrío, con satisfacción, se acercó hacia el árbol donde estaban Adelaida y Caleb y dijo: -¡Bu!
-La Puta Madre Caleb, te dije que no estornudaras!- se quejó la chica enojada.
-Soy alérgico Macu- se disculpó él.
-Adelaida…esperaba algo mejor de vos-continúo Judal sonriendo- Me di cuenta en seguida, Clio no sabe mentir…
-Mierda- dijo la joven pelinegra.
-Kaileena, ven- dijo Judal. La pelirroja se acercó a ellos, ella estaba con un vestido liviano.- ¿No querías ir a la pileta?
-Sí, ¡Amo el agua!- dijo ella alegremente, se quitó rápidamente el vestido, mostrando su diminuto bikini y fue corriendo feliz hacia la pileta, dando un clavado- ¡El agua está linda Judal! ¡Vení!
Caleb sencillamente se quería morir embobado viendo el cuerpo de la pelirroja. Judal reía y Adelaida insultaba mientras tiraba de su amigo para irse.

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-¿Ali, no era que el Plan 3 era el último?
-Ese era el plan C, no el plan 3- se defendió ella- Este es el plan 3.
Caleb suspiró.
-Que sea el último…por favor.
-Analicé toda la situación Caleb, sabía que era poco probable que el plan C funcionara, pero pude espiar a Kaileena y a Judal muchísimas horas, ya sé como actúan. Además, conseguí unas llaves de un cuarto cerca de la habitación de Judal.
Ambos jóvenes estaban en un pasillo del palacio, susurrando. Ya había oscurecido, y habían aparecido de nuevo por el palacio.
-Judal está constantemente pendiente de todo, y se da cuenta de hasta el más mínimo detalle- continúo Adelaida, segura de su plan- Eso hay que tomarlo en cuenta. Kaileena es buena e indecisa, por lo que me contaste, tardó horas en decidir un anillo.
-Sí, fue un suplicio- comentó Caleb- Encima Judal no paraba de hacer comentarios.
-Escuché que van a salir hoy, así que Kaileena va a estar horas en su cuarto sin saber que ropa ponerse, Judal no tiene la suficiente paciencia como para esperarla en su cuarto, así que estará afuera, haciendo guardia.
-¿Y?
-Mira, yo distraeré a Judal, tranquilo que sé como hacerlo- dijo la chica. Se quitó la capucha, mostrando su vestido escotado y corto, manchado de sangre.
-¿Vas a ir caminando vestida así? ¿No llamaría la atención? Además…no quiero que Judal te vea tan…descubierta- dijo él sonrojado.
-Judal va a notar las manchas de san…digo vino, pero él va a creer que es sangre; se va a preocupar y me va a seguir. Tenés tres horas para estar con Kaileena. No lo voy a distraer más tiempo.
-¿Cómo vas a hacer?
-Ahora eso no importa, esperá escondido acá y por nada del mundo salgas, cuando escuches pasos que se alejan, entrá disimuladamente a la habitación de Kaileena ¿Entendido?
-Sí. En serio Adelaida. No hagas nada peligroso.
La joven sonrío.
-Tranquilo, sólo van a ser unas horas aburridas e incómodas con Judal, él ya no me soporta- dijo ella con un poco de tristeza- Dudo que quiera hablarme.

Fueron caminando hacia el pasillo donde, efectivamente, Judal estaba afuera, esperando a Kaileena. Caleb se quedó quieto, Adelaida agachó la cabeza y comenzó a caminar algo temblorosa, tocándose el hombro. Dobló hacia el pasillo donde estaba Judal. Pasó al lado de él, y supo que la estaba mirando fijamente y que distinguió el destello rojizo de su vestido.
La empezó a seguir. Adelaida sonrío victoriosa, pero nadie la vio.
-Adelaida…¿Qué?- comenzó a decir Judal preocupado, siguiéndola a pasos rápidos- ¡Espera!
Ella se echó a correr y entró a una habitación de huéspedes cercana al cuarto de Judal, había logrado robar la llave esa mañana en el palacio.
Esperó unos segundos, y el chico finalmente entró.
-¡Ali! ¿Qué te ocurrió?- preguntó él preocupado.
Ella río, victoriosa, cerró la puerta con llave y se quedó mirando a Judal, alegre, mientras jugaba con la llave.
-Gané Judal.
Ahí, el pelinegro cayó en la cuenta de que todo era una trampa, fue rápido hacia ella, para tomar la llave, pero Adelaida fue más rápida y la lanzó por debajo de la puerta.
-Vamos a estar tres horas encerrados acá, Caleb va a tener el tiempo necesario para hablar con Kaileena. Perdiste- dijo ella, sonriendo victoriosa. Judal la miró, asombrado, y, de repente, sonrío, desconcertando a la chica.
-¿Te das cuenta de lo que acabaste de hacer? Tres horas, encerrada CONMIGO, y encima vestida de esa manera.
-No…no puede ser…

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Para escribirla comiendo leche con oreos, no está tan mal esta conti xD. Pudo haber sido mucho peor, me contuve, lo admito xD

- ¡Eres Una Estúpida! - Judal Se Echo a Reir a Carcajadas -
- ¡Pero Yo Gané! - Se Defendió La Muchacha Sonrojada -
- Tarde o Temprano Lo Harias - Judal Caminó Un Paso Hacia Adelaida - No Hiba a Poder Cuidar de Kaileena Por Siempre - El Joven Sonrió. Esa Sonrisa Endemoniada Otra Ves - ¿No Lo Entendes Adelaida? - Preguntó Mientras Encerraba a La Muchacha - Yo Gané.. De Nuevo -
- Pense Que No Querias Verme - Murmuro La Muchacha Como Excusa Para Que La Dejara Libre -
- Te Equivocas - El Joven Sonrió Mientras La Tomaba De La Barbilla - Si Crees Que Te Odio Puedes Verlo De Esta Manera: Ese Estúpido Esta Encerrado Con MI MEJOR AMIGA - Judal Tomó a Ali Por La Cintura - Sera Un Cambio Justo Si Yo Estoy Con La Suya - La Joven De Cabellos Negros Se Safó Del Agarre De Judal -
- ¡Puedo Abrir La Puerta! - Exclamó Mientras Tomaba Un Pequeño Clip Para El Cabello -
- ¿En Serio? - El Muchacho Posó Una Mano En La Puerta - ¿Vas a Cagar a Caleb De Esta Manera? - El Joven Sonrió Maliciosamente - Esta Es La ÚNICA Oportunidad Que Tendra - El Joven Acercó Su Rostro Peligrosamente al De Ali - Esta Es La Única Oportunidad Que Le Dare - Sonrió El Muchacho -
- Le Entregaste a Kaileena - Murmuro La Muchacha Sonrojada - Tú.. -
- ¿Lo Sabias? - Completó El Muchacho Mientras Comenzaba a Reir - Lo Imagine Preciosa - El Heredero Lanzó a Ali a La Cama - A Mi No Se Me Escapa Nada - El Joven Le Besó El Cuello - Pensé Que Lo Sabias -
- ¡No Me Toques! - La Joven Quiso Golpear a Judal Pero El Pelinegro Detubo Su Mano Con Increíble Facilidad -
- ¿Que No Entiendes Adelaida? - Preguntó Serio -
- ¿Eh? - La Joven Se Quedó Observando a Judal Pasmada. ¿Ahora De Que Mierda Hablaba? -
- Yo Solo Te Amo a Vos - Susurro El Muchacho - Solo Te Deseo a Vos - El Muchacho Acarició Suavemente La Mejilla Sonrosada De La Joven Que Se Encontraba Debajo Suyo - Solo Puedo Pensar En Vos - El Muchacho Susurro a Oidos De Su Ex Esclava - ¿Que No Entendes? ¿Por Que Lo Haces Más Difícil De Lo Que Es? -
- J-Judal - La Muchacha Cerró Fuertemente Sus Ojos. Esa Maldita Fragancia Que Desprendia El Heredero; Esa Endemoniadamente Encantadora Sonrisa Que Le Mostraba -
- ¿Me Dejas? - Preguntó Con Una Sonrisa - Uno Chiquito - Suplicó El Joven Mientras Observaba Las Mejillas De La Muchacha De Ojos Celestes Ponerse Coloradas -
- No - Respondió La Joven Con El Poco Orgullo Que Todavia Tenia -
- ¿No? - El Joven Sonrió De Lado - ¿Me Estas Negando Un Beso a Mi? - Preguntó Mientras Acariciaba Suavemente Los Cabellos De Adelaida -
- ¿A Quién Más? - Preguntó La Joven Mientras Escondia El Rostro Como Podía -
- Eres Encantadora - Sonrió El Muchacho. En El Preciso Momento En Que Adelaida Posó Sorprendida Sus Ojos En Judal Este La Besó -

Comenzó Tocando Levemente Los Labios De Adelaida Con Los Suyos. Esos Malditos Labios Que Comenzó a Desear Con Locura. Esparaba Que La Joven De Cabellos Negros Dejara De Mostrar Resistencia; Eso No Se Hiso Esperar Mucho.
Esta Ves La Besó Con Pasión. La Deseaba. No Era Sorpresa. Pasó Su Mano Por Todo El Contorno Del Cuerpo De La Chica. Sus Curvas Eran Perfectas. Ella Era Perfecta.

- Te Amo - Susurro El Muchacho Mientras Se Separa Unos Segundos De La Chica - ¿Cuando Mierda Lo Vas a Entender? - Susurro Entre Suspiros -
- Cuando - La Muchacha Besó a Judal Unos Pocos Segundos - Mandes a La Mierda a Artemisa - Respondió -
- Judal Se Le Quedó Viendo Entretenido - Podria Mandarla a Matar ¿No Seria Más Fácil? - Preguntó Mientras Sonreia De Lado -
- ¡Entiendes Lo Que Quiero Decir! - Exclamó Sonrojada -
- Solo Te Probaba - El Muchacho Comenzó a Besarla Nuevamente. No Se Cansaria Jamás De Esa Hermosa Muchacha -





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Osea Es Culpa Del CAFÉ ♥
Ya Lo Dije xD

Caleb tragó saliva. El plan de Adelaida había funcionado. Esperaba que se encontrara bien; la joven no le había dicho como distraería a Judal pero no se imaginaba nada bueno. Esperó varios minutos con una mano en el pomo de la puerta, sin saber que hacer. ¡Mierda! ¡Adelaida le había dicho 3 horas y estaba perdiendo el tiempo como un estúpido! ¡Mierda, mierda mierda!
Y es que tenía miedo, no lo quería reconocer, pero lo tenía.
-“Es sólo una chica, es sólo Kaileena”- pensó él, aterrado. Vio su mano que temblaba- “¡Por Dios! No puedo quedarme así para siempre…”
De repente se abrió la puerta y ahí estaba, en frente suyo, cara a cara. Los ojos color mar de Kaileena lo miraron, asombrada.
-¿Qué haces aquí?- preguntó, desconcertada. Su tono no era agresivo, al menos eso tranquilizó a Caleb.
-Kaileena, en serio, tenemos que hablar…
Ella no respondió, se corrió un poco, dejándole un lugar a Caleb para que entrara. El chico lo hizo, se dio vuelta y vio a la joven, estaba hermosamente vestida y maquillada, tenía un vestido de gasa, rosa, que caía delicadamente hasta sus rodillas. Caleb no pudo evitar mirarla con deseo.
-¿De qué quieres hablar?- preguntó, cruzándose de hombros.
-Kaileena…yo…- el chico tragó saliva de nuevo y respiró profundo. Debía calmarse, hablar bien. La miró a los ojos, fijo- Yo soy un idiota. Te traté mal y lo lamento; me quejé de Judal por todo lo que le hizo a Macu pero…yo también, soy igual o peor que él. Te hice llorar Kaileena; jamás en mi vida me sentí tan basura como en ese momento, cuando vi tu hermoso rostro con lágrimas que yo causé. No pude soportarlo. Encima, ¡Tres veces!- él sonrío, con tristeza- Quise hacer como que no me importabas, que no eras nada para mí. Soy un mentiroso ¿sabes? Sé que apenas nos conocimos y hablamos, pero juro que desde el primer momento que te vi sentí algo…yo nunca creí en el amor a primera vista y no quería creer en eso, pero ¡Por Dios! Nunca vi a alguien con tan hermosa sonrisa, desde que te vi no paré de pensar en vos, de imaginarme tu bello rostro. Pero no es sólo tu belleza lo que cautiva, no soy tan superficial. Es que sos una excelente persona…tan buena; nunca trataste de hacerle mal a nadie. Sos perfecta, en todo sentido, venía para decirte eso nomás. No espero que me perdones, sé que no me lo merezco, sólo vengo a decirte que seas feliz y que sí sos importante para mí. Te deseo lo mejor para tu vida.
El chico le sonrío amablemente y se dio vuelta, dispuesto a irse. Kaileena se quedó congelada, sin saber como reaccionar. Esas palabras, esa sonrisa, esos ojos que la miraban con cariño. La joven jamás se había sentido tan apreciada como en ese momento, supo, sin lugar a dudas, que Caleb la amaba, y era tanto su amor por ella, que ni siquiera le decía para estar juntos, que se consideraba poca cosa para ella, que deseaba que tuviera un buen futuro con quien sea.
-¡Caleb! Espera- ella corrió para detener al chico, él se dio vuelta, asombrado y vio como ella lo abrazaba- No te vayas…por favor…
-Sí así lo deseas, no me iré- dijo él, también abrazándola.
-Caleb…yo…te perdono- susurró ella.
-¿En serio?- preguntó él asombrado,
-Sí…- comentó ella, alzó la vista, para mirarlo a los ojos y le sonrío; Caleb era más alto que ella. Esos ojos celestes, tan claros y puros como el agua eran hermosos. Ella se vio envuelta en ellos, en esas orbes tan llamativas.
-Kaileena, yo…no importa lo que sea, haré todo lo que me pidas- dijo él susurrando- Si quieres que me vaya, lo haré, si quieres que me quede estaré aca y no me moveré. Porque me di cuenta que eso me hace feliz, el poder verte sonreír.
-Entonces…te voy a pedir sólo una cosa que hagas- dijo ella.
-¿Qué?
-Ámame, prométeme que me amarás siempre y yo te amaré también, Caleb- susurró ella, sonrojada.
El chico le levantó un poco el mentón y se acercó a ella, sonriéndole amablemente.
-Sí, mi querida.
Y ahí la besó. Fue un beso tierno, delicado, suave. Caleb tenía miedo que se destruyera, que fuera sólo una bella pieza frágil de crista. Kaileena continuó el beso. No duró mucho, apenas unos segundos. Se separaron, mirándose a los ojos y sonriendo, sintiendo la respiración de cada uno.
Ella se acercó de nuevo, besándolo. Esta vez duró más, pero, a pesar de eso, seguía siendo delicado y suave; nada salvaje y exagerado. Caleb jamás se había sentido de esa manera antes, los besos de Kaileena eran únicos, maravillosos.
Caleb no tenía palabras para describir cuanto la amaba.
Se quedaron allí, abrazados, con la necesidad de no alejarse. De estar en contacto. Caleb acarició esa suave cabellera rojiza…era tan agradable al tacto.
-Te amo- dijo él- Y siempre lo haré.
-Yo también te amo, Caleb.

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Admitilo, me zarpé en tierna xD

El Muchacho Se Separó De La Joven De Cabellos Negros.
La Observó Con Esa Media Sonrisa.

- Creo Que Deberiamos Ir a Buscar a Kaileena - Murmuro El Chico Mientras Se Ponia De Pie. Adelaida Pareció Despertarse En Ese Momento -
- ¡Judal! - La Joven Lo Tomó De Una De Las Telas Que Colgaban De Su Ropa - ¡No Puedes! -
- ¡Dejame! - El Muchacho Tomó El Pomo De La Puerta Como Pudo - ¡Si Puedo! - El Heredero Hiso Que Adelaida Callera De La Cama. Como Consecuencia La Joven Lo Dejó Libre - ¡Ya Vas a Ver Como Puedo! - Dijo Entre Risas Mientras Dejaba La Habitación -
- ¡Regresa! - La Ex Esclava Se Puso Rápidamente De Pie Para Comenzar a Correr a Judal -

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El Rubio Suspiro. Tener a Kaileena De Esa Manera Le Hacia Sentir Vivo.
A Pesar De Todo Lo Que Habia Pasado Entre Ellos, Kaileena Lo Habia Perdonado. La Joven Que Se Encontraba Entre Sus Brazos Habia Olvidado Todo Lo Que Dijo Solo Para Decirle Que Ella También Lo Amaba.
Era Una Sensación Indescriptible. Nadie Le Habia Echo Sentir De Esa Manera Antes. La Deseaba. La Queria Como a Nadie.

- ¡Kaileena! - La Puerta Se Abrió De Golpe Haciendo Que Caleb Callera Sobre La Joven Pelirroja -
- Kaileena - El Rubio Se Congeló En El Suelo. Se Quedó Mirando Embobado a La Joven Que Se Encontraba Debajo Suyo -
- ¡Kaileena Nada! - Judal Levantó a Caleb Con Una Mano. Sus Ojos Estaban Cubiertos Por Su Flequillo Pero Podia Verse Un Leve Destello De Maldad xD - ¿Que Estabas Haciendo? - Preguntó Mientras Sonreia De Lado -
- No Es Lo Que Parece - Se Apresuro a Contestar El Muchacho De Cabellos Rubios -
- Se Lo Explicaras al Encargado De Matarte - Murmuro Mientras Lo Dejaba En El Suelo -
- ¡Judal! - La Joven De Cabellos Negros Entro Respirando Agitadamente -
- Lo Sabias ¿No? - Preguntó Mientras Abrazaba a Kaileena Como Si Fuera Un Tesoro -
- ¿Que Cosa? - Preguntó Adelaida Mientras Observaba a Caleb Sentado En El Suelo. El Joven Se Veia Un Poco Molesto -
- ¡Que Este Cerdo Queria Pasarse Con Kaileena! - Estalló El Heredero. La Muchacha De Cabellos Pelirrojos Intentaba Llamar La Atención De Judal Sin Éxito -
- ¿¡Que!? - La Muchacha Levantó a Caleb Del Suelo - ¡Él Jamás Haria Eso! -
- Dile Eso a Lo Que Vi Cuando Entre - Rebatió Haciendose El Ofendido -
- Me Esperaria Eso De Vos Judal - Murmuro Adelaida Haciendo Que El Joven La Observara Con Cara De "Disculpa ¿Que Dices?" - ¿Pero Caleb? - La Muchacha Posó Su Mano En El Hombro De Su Amigo - JAMÁS -
- Jamás Jamás Jamás - Judal Sentó a Kaileena En La Cama - No Dejare Que Esten Solos Nunca Más - Dijo Sabiamente -
- ¡Si Estan Enamorados! - Estalló Adelaida Mientras Posaba Su Mano En La Boca de Caleb Para Que No Hablara -
- ¿Enamorados? - Judal Posó Sus Ojos En Adelaida - Si Como No -
- Judal - Llamó Kaileena - ¡Escuchame! - La Muchacha Suspiro. Se Recostó En La Cama Mientras Se Ponia a Pensar -
- Eso Dije Sordo - Respondió Adelaida - ¡Ahora No Caleb! - Le Dijo a Su Mejor Amigo - Te Estoy Defendiendo -
- No Haces Un Buen Trabajo - Murmuro Caleb Mientras Se Tomaba La Frente Con Una Mano y Negaba Levemente -
- ¡JUDAL MAGI! - Kaileena Tomó a Judal De Las Ropas Haciendo Que El Muchacho Callera Sobre Ella - ¿Me Escuchas? - Preguntó Con Voz Melodiosa -
- ¿Me Estabas Llamando? - Preguntó El Heredero Con Mala Cara -
- ¡Eres Imposible! - Estalló La Pelirroja -
- ¡JUDAL! - Adelaida Se Cruzó De Brazos al Ver Que El Pelinegro No Se Movia Ni Un Milímetro. Caleb Solo Los Observó Molesto. Nuevamente No Podia Creer La Suerte De Judal, Que Hacia Lo Que Él No Podia -
- Ya Entendí - Judal Se Giro Para Sentarse Junto a Kaileena - ¿Que Quieres? - Preguntó a La Pelirroja - Interrumpiste Mi Pelea Con Adelaida -
- Caleb No Quiso Pasarse Conmigo - Dijo La Joven Con Suma Tranquilidad - Nos Empujaste Con La Puerta -
- ¿Por Que No Lo Dijiste Desde Un Principio Mujer? - Preguntó Judal Irritado xD -
- ¡Judal! ¡No Me Dejaste Explicar Nada! - La Muchacha Se Golpeó La Frente Con Una Mano -
- ¡Caleb! - Adelaida Observó a Su Mejor Amigo Con Mala Cara -
- ¡Adelaida! - Respondió El Rubio - Desde Hace Como 10 Minutos Que Intento Hablar Contigo -
- ¬3¬ - Los Recién Llegados Solo Los Miraron Con Mala Cara xD -
- ¿Por Que Estas Despeinado Lindo? - Preguntó Kaileena a Judal. El Muchacho Carraspeó -
- ¿No Tienes Hambre? - Preguntó Mientras Se Ponia De Pie - Por Que Yo Si Tengo - Dijo Intentando Evadir El Tema -


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Es Graciosa Supongo ajajaja.
No Podia Poner Caras Pero Estoy Segura De Que Con Ellas Seria Mucho Más Entretenido

-Macu, también estás muy despeinada- meditó Caleb mirando a la joven extrañado; ella rápidamente se arregló el pelo.
-Yo también tengo hambre- dijo Adelaida en seguida XD.
-Si comiste de lindo…-susurró Judal, pero sólo lo pudo oír Adelaida, quien le lanzó un almohadón en la cara.
-¿Y vos no?- preguntó ella entretenida.
-¿Eh ~? – preguntaron Caleb y Kaileena sin entender.
Adelaida abrazó a Caleb y le acarició la cabeza tiernamente, diciéndole.
-Cuando tengas la mayoría de edad vas a entender- le dijo la joven tranquilamente.
-Soy mayor de edad y te llevo un año Macu.
-Yo también tengo 18- dijo Kaileena sonriendo.
-La única pendeja acá sos vos Ali- comentó Judal sonriendo, puso una mano en su barbilla y se quedó pensativo- Y pensar que, por lógica, me podrían denunciar por abuso.
-¡Eh! ¿Qué hiciste?- gritaron de nuevo Kaileena y Caleb, la primera, asombrada y el segundo enojado.
-¿No eran unos malditos puritanos ustedes?- preguntó Adelaida defendiéndose- No pasó nada.
-¿Y si pasó, qué? Era mi esclava, tuvo que hacer TODO lo que le pedí- provocó Judal para molestar a Caleb; el rubio no toleraba que el heredero contara tan soberbiamente como había tocado a SU mejor amiga.
-¿Para qué mentís?- preguntó ella, al ver el rostro furibundo de Caleb se dio cuenta- Ah…por eso… No paso nada, me hago valer Caleb.
-Sí se nota mucho y más cuando vas vestida así al mercado negro a conseguir rebajas- la acusó el rubio. Adelaida lo miró con mala cara.
-¿Así que de esta manera conseguís dinero?- preguntó Judal entretenido.
Adelaida se abrazó a si misma en un intento fallido de ocultar su escote.
-¿Ali, qué es esa mancha?- preguntó Kaileena mirando una pequeña mancha roja en su vestido-¿Es sangre?
-No, sin querer me manché con una bebida de las del mercado, se llama “Inyección vampírica” o algo así, tiene sabor a frutas pero su color es parecido al de la sangre. Por cierto…No es lo que creen. No hago nada- se defendió ella, sonrojada- Además vos no hablés Caleb, que puedo contar varios secretitos tuyos- lo amenazó ella.
-¿Qué secretos?- preguntó, extremadamente curiosa, Kaileena.
-Un par de cositas oscuras que tiene tu querido noviecito- dijo Adelaida, se acercó a ella rápidamente y le susurró- Tengo también fotos de chico de él. 15 monedas de oro las comunes, 25 las que está desnudo de niño tomando un baño.
-¡Las quiero!- gritó Kaileena sacando una bolsa de oro.
-¡Inmaculada!- gritó Caleb totalmente sonrojado mientras agarraba a su amiga que quería tomar el dinero- ¿Qué hacés? ¿Querés que muestre las fotos tuyas que tengo? Y tengo unas tuyas de un trabajo de fotos que hiciste el año pasado que conseguí…
-¡No esas no!- gritó ella sonrojada.
Judal fue directo a Caleb y sacó una enorme bolsa de oro.
-Quiero todas las fotos. Hay 250 monedas de oro en esta bolsa.
-¡Judal!- gritó Adelaida enojada- Ni se te ocurra Caleb…
-Pero 250…
-¡NO!
-Vamos a comer, ¿Dale?- dijo Kaileena cuando vio que Judal y Adelaida comenzaban a pelearse de nuevo.

Salieron y caminaron hacia la cocina, ni siquiera llegaron a ella que Clio, corriendo desesperada, se acercó a ellos y gritó:
-¡Ali!
-¿Qué ocurrió?
-Tus padres…-empezó a decir ella, nerviosa- los encontraron…muertos en su casa…
La chica no reaccionó en lo absoluto como se lo esperaban, estaba muy tranquila. Es más, Clio parecía mucho más nerviosa que ella.
-Deberé irme entonces- dijo la joven, inexpresiva. Miró a Clio, le sonrío y dijo- Gracias.
-¿Macu, estás bien?- preguntó Caleb preocupado.
-Tranquilo, no me pasa nada, pero tendré que ir a ver- dijo la joven encogiéndose de hombros.
-Pero son tus padres…-susurró Kaileena asombrada.
-Y los odio- continuó ella- No me duele su muerte. Voy sencillamente porque tendré que realizar algunos trámites al ser la única pariente cercana con vida.
-¿No querés que te acompañe?- se ofreció su amigo.
-No, en serio, disfrutá tus momentos con Kaileena- le sonrío ella amablemente y se alejó de ellos. Judal la siguió y, una vez estando fuera del palacio, la logró alcanzar.
-Te acompaño- dijo el pelinegro.
-No me duele su muerte, no es necesario que vengas para consolarme o algo por el estilo- le respondió ella sin mirarlo siquiera.
-No me voy a ir igualmente, hagas lo que hagas.
Adelaida suspiró.
-Sos un caso perdido.

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-¿Estará bien?- le preguntó Kaileena preocupada a Caleb. Habían llegado a la cocina.
-Sí, es fuerte- le contestó el rubio- ¿Qué podemos cocinar?
-¡Hagamos un picnic!- dijo ella alegre. Preparó rápidamente unos sanguches, tomó el mantel, bebida y vaso y, ayudada por Caleb para cargar las cosas, fueron hacia los jardines del palacio.
-Me gusta estar en contacto con la naturaleza- dijo la pelirroja mientras comía un sándwich y miraba el cielo, ya había despejado.
-Sí…- dijo el rubio pensativo.
-¿Qué ocurre?- preguntó ella.
-Es que…nada
-Puedes decirme- insistió la joven.
-Es una sensación hermosa esta- dijo él, sonrojado- Estar con vos…es como un hermoso sueño, espero nunca despertar.
Ella le sonrío. Esas sonrisas que Caleb tanto amaba la hacían aún más hermosa de lo que ya era. Se acercó a él, mirándolo fijamente a esos bellos ojos celestes como el cielo.
-No es un sueño…Y menos mal que no lo es, la vida real es más divertida- dijo ella, besándolo delicadamente. Caleb respondió, gustoso y abrazándola. Estando juntos se sentía tan todo tan bien. El chico creyó que nada podría bajarlo de su nube de felicidad en ese momento.

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Judal acompañó a Ali hasta la casa de sus padres, donde había varios policías, gente reunida alrededor. Ella entró al lugar e identificó a los cadáveres rápidamente; Judal entró también a la pequeña casa y vio a los padres de ella, cada uno con varios tiros en el pecho, los brazos y las piernas.
Después se fueron, en ningún momento el heredero notó alguna reacción extraña de su ex esclava, ella estaba perfectamente normal.
Fueron a la casa de Caleb, la chica tenía las llaves e invitó a Judal a entrar. En ningún momento del trayecto hablaron.
-¿Querés un café?- preguntó la joven relajada.
-¿Acaso querés distraerme mientras tu amiguito está con Kaileena?- preguntó el heredero sonriendo con superioridad.
-Dejalos tranquilos por un rato, ¿querés?- pidió ella sonriendo- Voy a hacerme uno, por eso…
-Hace otro para mí también- comentó él- ¿El baño?
-La puerta a la izquierda- dijo ella sin mirarlo.

La casa era pequeña y consistía de tres habitaciones nomás, la cocina, el baño y la habitación, por lo que Judal dedujo que la puerta en frente de la del baño era el cuarto de Caleb. Sin que Ali lo notara, entró.
La habitación consistía en un mueble mediano, una cama y al lado un colchón en el suelo. Buscó rápidamente en los cajones algo extraño, pero sólo había ropa. Vio, en una esquina, el bolso de Adelaida. Lo tomó y revisó en él, había sólo unos binoculares, un cuaderno pequeño de cuero y una tela negra y suave, tardó un poco en reconocerla…la había usado en la cena con Eika y también para tapar a Ali que se había quedado dormida en su cama. Sonrío al verla. Tomó el cuaderno y lo abrió, en realidad era un pequeño y delgado libro de fotos con alguna significancia para ella. Escuchó que ella lo llamaba, tomó el libro y lo escondió en un bolsillo de su capa.

-Ya está el café- dijo ella dandole un vaso con la bebida- Te tardaste…por cierto, tené cuidado, está caliente. Yo lo tomo frío pero a la mayoría no le gusta.
-¿Frío? Un asco- dijo él tranquilamente, tomaron en silencio y se puso de pie- Tengo que irme.
-¿A molestar al pobre de Caleb? No va a pasar nada importante entre ellos dos, ambos un poco más son monja y cura.
-No, tengo que hacer unos mandados- dijo el chico, Adelaida no preguntó más y le abrió la puerta.

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Judal no estaba seguro en que creer, pero esa idea aún seguía rondando en su cabeza. ¿Podría ser posible? ¿Era Adelaida capaz? El heredero no tenía idea de la respuesta; por un lado, creía que no pero él sabía que la chica era capaz de hacer varias cosas que a otros les resultaría una tremenda locura.
Conocía los lugares del mercado negro, entró a un antro pequeño y mal oliente, sabía que ese era el más importante de todos. Esquivó a las prostitutas, a un grupo de gente que jugaba a las cartas, otro que se drogaban y fue hacia el hombre que estaba detrás del mostrador. Estaba tapado con la capucha, por lo que nadie podía verlo, sacó el pequeño de fotos de Ali y lo hojeó, rápidamente, en la tercera hoja había una foto actual de ella.
-¿Viste a esta chica hoy?- preguntó Judal.
El que atendía ni siquiera miró.
-No.
EL heredero puso una pesada bolsa de monedas de oro sobre el mostrador.
-¿La viste?
Esta vez, el joven de cabello castaño miró y dijo.
-Sí.
-¿Quién es?
-Adelaida.
-¿Compró algo?
-No lo sé.
-Repito: ¿Qué compró?- dijo Judal poniendo otra bolsa de oro. El castaño las agarró y las guardó en su bolsillo, buscó en un cuaderno y leyó rápidamente:
-Adelaida…Unos binoculares, una daga y una semiautomática con silenciador.
-¿Existe una bebida llamada Inyección del vampiro?- preguntó Judal, pensativo.
-No, acá no se venden tragos.

Judal se marchó, pensativo. Estaba seguro de algo: Adelaida había matado a sus padres, la mancha que tenía efectivamente era de sangre y les había disparado con el arma que había comprado.
Ella le había dicho que los odiaba jamás imaginó que era tanto para matarlos. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Se lo iba a contar?
Se sentó bajo la copa de un árbol y miró el libro de fotos con detenimiento. Las primeras fotos eran de ella siendo apenas una niña, estaba abrazada a un pequeño chico rubio, ambos sucios y desarreglados, pero sonrientes y de apariencia feliz. Había un par de fotos parecidas, todas con Caleb, excepto una que estaba arrancada, y sólo había un pedazo donde estaba ella parada, sola y seria. Después habían otras fotos de niña de ella, pero esta vez mucho más arreglada y vestida con clase, algunas eran con los Debanhi, otras sola; en ninguna sonreía. La mayoría del resto de las fotos eran de esa manera, sólo que la chica cada vez iba creciendo. Vio también una foto de ella en bikini y otra con un disfraz de…¿conejo? Estaba vestida provocativamente, sonriendo con falsedad y mirando a la cámara. Esa debía ser la foto de la que hablaba Caleb. La sacó del cuaderno, junto con una foto de las primeras de ella, sonriente y las guardó en su bolsillo. Notó que, en la última hoja, había una foto suelta de un niño de ojos negros y ojos zafiros, había un nombre escrito a mano detrás de la foto: Aaron. Recordó que ese nombre era el que ella decía cuando lloraba frente a la tumba.

Se levantó y caminó, pensativo hacia el palacio. No estaba muy seguro que pensar de Adelaida.

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Caleb y Kaileena miraban el cielo, la joven pelirroja abraza al chico y tenía su cabeza sobre su pecho, que respiraba tranquila y lentamente. Esos momentos eran únicos. Ella se dio cuenta que, a pesar de apenas haberlo conocido, lo amaba más que a nadie. Era una sensación tan linda y reconfortante…se sentía segura y cálida a su lado.
-Kaileena…
-¿Sí?- preguntó ella.
-Hay algo importante que tengo que decirte...
Ella se levantó, preocupada, y lo miró. No, no,no. ¿Qué iba a decirle? ¿Qué no quería estar más con ella? ¡Ella no podría soportarlo! Lo necesitaba y no se imaginaba una vida sin él.
-¿Q-qué?- preguntó, con miedo.
-Yo…sé que es algo apresurado, pero…siento…que…emm…
La chica lo miró, instándolo para que continuara.
-Te amo- dijo el, con voz seca y nervioso. Sus mejillas estaban completamente sonrojadas.
Ella sonrío, sumamente feliz, y lo abrazó, besándolo. Por primera vez, el beso era con más pasión; Caleb acarició los suaves y largos cabellos rojizos y se envolvió en aquella sabrosa y carnosa boca.
-Yo también te amo- dijo ella, mirándolo con fijeza, él sonrío y la besó de nuevo.
Caleb era perfecto para ella.
Kaileena era perfecta para él.
Ambos eran perfectos para el otro.
Se necesitaban y cómo.
Estaban seguros que nada podría separarlos jamás.
Nada ~

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Perdón por la tardanza, encima la conti no me gustó para nada u.u
Gomen puchonina, te juro que quise escribirla antes pero no pude D:

Judal Hiba Caminando. Estaba Pensando. Tardaba Demasiado En Dar Cada Paso.
¿Esa Muchacha Habia Matado a Sus Padres? ¿Esa Pequeña De Las Fotos Habia Sido Capas De Eso?
No Es Que Le Preocupara. Él Consideraba Que Estaba Cerca De Hacer Lo Mismo Con Su Padre. Lo Odiaba También.
El Muchacho Puso Un Pie Dentro Del Palacio Solo Para Encontrarse Con Su Mismísimo Progenitor. A Su Lado Se Encontraba Artemisa. Llevaba Consigo Una Gran Maleta.

- ¿Que Esta Pasando? - Preguntó El Muchacho Mientras Guardaba La Fotografía -
- Se Va - Dijo Su Padre Observando De Reojo a La Muchacha Rubia -
- Es Mi Prometida - Dijo Judal Con Poco Interés -
- Era - Contestó Su Padre - Estube Pensando Mucho Judal - Murmuro El Hombre - No Me Gusta Mucho Esta Muchacha - Dijo El Hombre Mientras Obligaba a La Rubia a Caminar Hasta La Puerta - Puedo Conseguir Una Mujer Más "Adecuada" Para Vos -
- ¿Más Adecuada? - El Muchacho Hiso Un Leve Gesto Con Los Hombros - Que Tengas Suerte Artemisa -
- Gracias Judal - Dijo La Muchacha Con Desprecio. El Rey La Habia Sacado a La Calle; Y a Judal No Le Importaba Ni Un Poco -

El Muchacho Se Sentía Emocionado. Queria Contarselo a Adelaida. Después De Meditarlo Unos Instantes Llegó a La Conclusión De Que No Era Buena Idea.
Mejor Iria a Buscar a Kaileena.

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La Muchacha Estaba Sentada. Caleb Jugaba Con Sus Cabellos Mientras La Pelirroja Le Cantaba Una Melodiosa Canción En Voz Baja.
Judal Llegó. Sin Temer Interrumpir Tocó El Hombro De Kaileena.

- ¿Eh? - La Muchacha Observó a Judal Asustada - Judal ¿Que Pasa? - Preguntó La Joven. No Esperaba Que El Pelinegro La Estubiera Buscando -
- ¿Puedo Hablar Contigo a Solas? - Preguntó El Heredero. La Ojiturquesa Le Hiso Un Gesto a Caleb Para Que La Esperara -
- ¿Que Suecede? - Preguntó Preocupada -
- ... - Judal Esbosó Una Media Sonrisa. Una Cargada De Felicidad - Soy Libre Kaileena - Murmuro Mientras La Tomaba De Los Hombros -
- ¿Libre En Que Sentido? - Preguntó La Muchacha Mientras Sonreia Levemente -
- No Se Como - Judal No Encontraba Palabras Para Contarle a Kaileena - No Se Por Que.. Pero Mi Padre Echo a Artemisa Del Palacio - Dijo Mientras Se Tomaba La Cabeza - Dijo Que No Era Más Mi Prometida - El Muchacho La Abrazó - Soy Libre Kaileena -
- ¡Judal Eso Es Maravilloso! - La Muchacha Lo Abrazó También -
- ¡No Puedo..! - La Emoción Del Muchacho Pareció Apagarse De Repente -
- ¿Que Pasa Judal? - Preguntó La Muchacha Mientras Posaba Su Mano En La Mejilla Del Ojirrojo - Eso Es Fantástico -
- No No Lo Es - Susurro. La Realidad Le Habia Dado Un Duro Golpe -
- ¿Por Que? - Preguntó La Joven. Caleb Estaba Observando La Escena Entre Curioso y Molesto -
- Mi Padre Dijo Que Conseguiria Algo "Más Adecuado" - Respondió a Su Mejor Amiga -
- ¿Más Adecuado? - Preguntó La Muchacha Extrañada -
- No Conosco a Nadie Que Quiera Casarse Conmigo - Murmuro a Modo De Chiste - No Les Conviene -
- No Digas Eso - La Muchacha Sonrió - Tu Padre No Va a Conseguir a Nadie Judal -
- Gracias Kaileena - Murmuro El Muchacho -
- Lamento Haberte Echo Esperar Caleb - Kaileena Le Dió Una Mano Para Que Se Pusiera De Pie -
- No Es Nada - El Joven Abrazí a Kaileena Por La Cintura, Casi De Forma Posesiva Ante La Presencia Del Heredero - ¿Sucede Algo Malo Judal? -
- No - Respondió Cortante. El Joven Volteó Dispuesto a Irse Pero Cuando Lo Hiso Se Llevó Una Sorpresa Poco Agradable - No - Susurro. Su Padre Se Encontraba Parado Junto a Una Hermosa Mujer Parecida a Kaileena - Es Amina -
- Mamá - Susurro La Pelirroja Mientras Soltaba Su Agarre Sobre Caleb -
- Esta Decidido - Dijo El Rey Mientras Observaba a La Hermosa Mujer a Su Lado - Judal Tengo Que Hablar Contigo - Suplicó El Hombre -
- Sigueme Kaileena - Pidió La Mujer Molesta. Era Hermosa. Tenia Facciones Tan Perfectas Como Las De Su Hija. Pero No Se La Veia Para Nada Contenta. Fulminó a Caleb Con La Mirada. Ese Chico Era Un Pueblerino y No Le Agradaba Para Nada -

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Es El Principio Del Problema xD

¿Cuánto le había durado la libertad? Judal creyó que no había pasado ni cinco minutos y ya estaba de nuevo atado a un casamiento planeado del cual él no estaba de acuerdo; de por sí él no quería contraer matrimonio a esa edad pero, de última, ¿no podía elegir? El chico sabía que, si eligiera a una puta de alta sociedad, su padre no tendría problema, pero él sólo escogería a Adelaida. Sonrío con tristeza, ella nunca iba a encajar en su familia, de por sí él no lo hacía y eso que era el hijo de los reyes, ella…una simple esclava, una ladrona. No sería aceptada en lo absoluto.
-Ustedes dos van a casarse- dijo con rostro serio Amina.
-Lo hemos pensado y sería perfecto que ambas familias, los Magi y los Noir- continuó el rey sonriendo con tranquilidad.
Kaileena estaba tan triste que las lágrimas amenazaban con salir de sus bellos ojos celestes.
-¿Ocurre algo, hija?- le preguntó su madre dirigiéndole una mirada fulminante.
-Na-nada – dijo ella mientras agachaba la cabeza.
-¿Estás de acuerdo Judal?- cuestionó el rey.
-¿Desde cuándo te importa mi opinión?- respondió el chico de mala gana.
-¿Qué quieres que haga? Dime, si yo no insistiera, ¿te casarías? ¿elegirías a alguien realmente digna para casarse contigo y asumir como futura reina?
En ese momento, Judal se imaginó a Adelaida en la cena donde ambos asumirían como reyes, o en su casamiento, mirando sin saber que cubierto tomar siquiera. Además sabía que ella odiaría todas esas idioteces de la presencia que tienen que tener los reyes; se la imaginaba allí, insultando a diestro y siniestro siendo observada por todos con espanto.
Definitivamente ella no era la candidata a ser reina.
Pero igualmente, a él no le interesaba asumir al cargo del rey ni tampoco tener a una reina a su lado, esas putas de alta sociedad que tanto podrían encajar no le importaban ni un poco. Es más, quería a Ali porque ella era diferente al resto.
-Me lo imaginaba- dijo el rey, que sabía exactamente en lo que pensaba su hijo- Esta vez Judal, es definitivo, te casarás con Kaileena. Es la mejor candidata que puede haber, los Noir son extremadamente cercanos a la familia real y una de las familias con más prestigio en el pueblo.
-Kaileena, no nos avergüences- le ordenó su madre con rudeza- Ya es hora de que madures y asumas tus responsabilidades.
Ambos progenitores se marcharon, y Kaileena y Judal, deprimidos ante esa situación, se marcharon de allí. Eran amigos, nada más y, aunque era la primera vez que Judal se llevaba bien con una de sus prometidas, no quería para nada casarse con Kaileena.
Se encontraron rápidamente con Caleb, su mejor amiga, llorando, se abalanzó sobre él, abrazándolo.
-¿Qué pasó Kaileena? ¿Qué ocurrió?- preguntó el rubio preocupado mientras abrazaba a la chica.
-Quieren que Judal y yo nos casemos- sollozó ella- Yo no quiero Caleb, te amo a vos.
El joven se quedó helado, sin saber como reaccionar. Al fin había comenzado algo hermoso con Kaileena y no quería que terminara tan rápido, sencillamente, no podía permitirlo; pero a la chica la iban a obligar y él era sólo un pueblerino que vendía joyas, ni más ni menos. ¿Cómo podía alguna vez haber creído un futuro con Kaileena? Sus padres no lo iban a aceptar, era obvio. Le estaba ocurriendo lo mismo que a Adelaida (que ahora, a ella, le pasaba de nuevo) y le pareció una situación espeluznante.
-Pero, ¿no te ibas a casar con Artemisa?- preguntó anonado.
-Ya no, Kaileena es mejor vista por mi padre como mi prometida- respondió Judal.
-¿No puedes hacer algo para cambiarlo? ¡Sos el heredero al trono de Babilonia!- dijo, un tanto enojado y desesperado, Caleb.
-¿Te crees que si pudiera no lo haría?- le dijo enojado el pelinegro- Es horrendo que ni siquiera puede elegir con quien estar, como si no me hubieran quitado demasiada libertad ya.
-Kaileena, no importa lo que pase, yo voy a estar con vos siempre- le dijo el joven, y ella lo abrazó, con lágrimas saliendo de sus ojos.
-¿Por qué no me dijeron para casarme con vos?- preguntó ella con tristeza- Sos único.
Caleb le levantó el mentón con la mano y depositó un tierno beso en él; Judal, sintiéndose aparte de todo, y además de que aún no le gustaba ver para nada que besaran a su mejor amiga (ahora prometida pero eso era lo menos importante) se marchó de allí.
Caminó por el pueblo y, sin pensarlo y sin darse cuenta, se dirigió hacia la casa de Caleb. Se quedó parado frente a la puerta, sin saber qué carajos hacía ahí. ¿Estaría Adelaida allí?
-¿Qué hacés?- preguntó alguien a su espalda, se dio vuelta y encontró a la pelinegra, con unas bolsas de compra, mirándolo extrañada. Se había cambiado por un buzo largo y que le quedaba grande (debía ser de Caleb), que hasta tapaba el short que debía tener.
-¿Podemos hablar?- preguntó él. Ella asintió, dejó las bolsas dentro de la casa y salió rápidamente.
-Vayamos a un lugar tranquilo.
Caminaron en silencio unos minutos, hasta que finalmente Judal se detuvo en un árbol solitario y grande, un lindo espacio verde.
Se sentó bajo la copa del árbol, recostándose en el tronco e invitó a la joven a que hiciera lo mismo. Ella obedeció, tomando cierta distancia de él, Judal entonces se dio cuenta que, en realidad, ellos ni siquiera debían estar juntos, es más, le había dicho cosas horribles anteriormente, cuando ella dejó de ser su esclava por orden suya. Y, a pesar de lo ocurrido en ese cuarto, al parecer Adelaida no había olvidado esas palabras.
-Ya no me voy a casar con Artemisa- contó el chico sin emoción.
-¿Eso es bueno o malo para vos?- preguntó la joven haciéndose la desentendida.
El heredero la miró con mala cara.
-Bueno, muy bueno. Pero hay un problema…
-¿Qué?
-No pude ser hombre libre ni cinco minutos que me quieren casar con Kaileena, por eso es que mi padre echó a Artemisa.
Adelaida abrió los ojos, asombrada.
-Pobre Caleb…
Judal envidió a Kaileena y a Caleb, que, a pesar de esa horrenda noticia, se besaban y seguían abrazándose como si nada hubiera ocurrido. Pero él sabía que era culpa suya que Adelaida actuara así; en el cuarto, se había rendido ante la tentación, pero, habiéndose tomado un buen café, pensado y sin ninguna provocación, era obvio que no iba a perdonarlo con facilidad.
-¿Y nosotros?- preguntó él, arqueando una ceja- ¿No te parece que también es injusto?
Él la miró fijamente a los ojos, y la pelinegra sintió esa sensación de ser atravesada por rayos X, corrió el rostro nerviosa.
Judal suspiró, sonriendo. Le gustaba ver todas esas actitudes de la joven, además de que era extremadamente adorable cuando se sonrojaba.
-Adelaida, en serio lamento todo lo que dije; no maldigo el día en el que te conocí y me enamoré de vos, porque eso fue único. Yo antes no tenía ninguna motivación para vivir, la verdad, todo me parecía aburrido, monótono; pero cuando apareciste todo cambió y fue…increíble. No me importa tus defectos ni que seas para el resto, te amo igualmente por lo única y hermosa que sos, en todo sentido. Yo nunca me preocupé tanto por alguien, usaba a las personas y luego las descartaba, no me importaba, pero con vos ni siquiera puedo atreverme a lastimarte…y lo hice y me recrimino siempre eso- dijo Judal, tomó la mano de ella, empujándola levemente para acortar la distancia que los separaba y la abrazó- Es rarísimo que diga todo esto, mira lo que causas en mí- bromeó él- parece increíble que me ponga cursi y diga que te amo.
-Judal, intenté olvidarte, en serio que lo hice, incluso después de que me dijeras que maldecías el día que te enamoraste de mí…-susurró Adelaida- pero no pude. Sencillamente no pude hacerlo. Te amo y jamás me sentí así con nadie, no me importa que ocurra después, la verdad, porque me di cuenta que vivir sin vos es horrendo.
El la miró, con extrema ternura y la besó suavemente, incrementando de a poco la pasión del beso.
-Parece que el mundo está en nuestra contra y no quiere vernos juntos-bromeó él.
-No me importa el mundo ni lo que diga el resto- dijo ella recostándose al lado de Judal y apoyando la cabeza sobre su pecho- Mi felicidad es estar al lado tuyo.
-La mía también- agregó el joven.


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Conti cuchi porque quería ponerle un poco de romanticismo al tema de Judal y Ali, como que me di cuenta que aún no se habían arreglado bien después de la pelea que se cagaron a piñas Caleb y Judal xD.

- Lamento Mucho Esto - Susurro El Muchacho De Cabellos Negros -
- No Es Culpa Tuya Judal - Le Respondió Adelaiada Mientras Cerraba Sus Ojos Unos Instantes -
- Por Ser El Hijo De Los Reyes Jamás Podremos Tener Nada - El Muchacho Sonaba Un Poco Molesto - Por Culpa Del Prestigio Familiar -
- Lo Sé - La Muchacha Se Separó Un Poco De Judal -
- ¡No Es Justo Para Nadie! - Exclamó El Muchacho -
- Lo Sé - Pronunció Nuevamente Media Abatida -
- Sigueme - El Joven Se Puso De Pie -
- ¿A Donde Vas? - Preguntó La Muchacha Mientras Se Paraba Rápidamente -
- Tengo Que Hablar Con Kaileena - Contestó El Muchacho Mientras Se Sacudia La Hierba Que Habia Quedado En SUs Ropas -
- ¿Para Que? - Preguntó La Muchacha - Es Obvio Que Debe Estar Con Caleb -
- Pues También Tengo Que Hablar Con Ese Estúpido - Dijo Mientras Comenzaba a Caminar Hacia Su Casa -
- ¿Con Caleb? - Preguntó La Joven Sorprendida - Odias a Caleb -
- Si - Respondió Con Media Sonrisa - Pero Quiero a Kaileena - Dijo - Si Ella Quiere Estar Con Ese Idiota Esta Bien Para Mi - El Muchacho Tomó a La Pelinegra De La Cintura Sin Detener Su Marcha - Pero Que Me De Un Motivo Para Matarlo - Susurro - Uno Pequeño.. -
- Lo Harias ¿Eh? - Preguntó Con Una Sonrisa. Esos Dos No Cambiarian -
- Sin Duda - Dijo Mientras Llegaba a La Puerta De Su Casa - Esperame ¿Si? - Suplicó. Bastaron Solo Unos Segundos. Judal Salió De La Mano Con Kaileena. Caleb Los Seguia Con Cara De Pocos Amigos -
- ¿Que Pasa Judal? - Preguntó La Pelirroja. Tenia Los Ojos Un Poco Colorados De Tanto Llorar -
- Escucha Rubio Hueco - Dijo Judal Haciendo Que a Caleb Se Le Marcara Una Venita En La Frente - Tu También Ali - El Muchacho Miró a Todos Los Presntes - No Tendremos Libertad Para Vernos Entre Nosotros - Comenzó El Muchacho. Los Ojos De Caleb Se Posaron Instintivamente En Kaileena - Mi Padre Sabe La "Relación" Que Existe Entre Nosotros.. -
- Mi Madre También Esta al Corriente De Eso - Interrumpió Kaileena Con Un Hilo De Voz -
- Si - Secundó Judal - Amina Lo Sabe También - El Muchacho Carraspeó Unos Momentos - Si Queremos Seguir Viendonos Tendra Que Ser En Casa De Caleb - Susurro - O En Lugares Escondidos Donde No Lleguen Los Ojos Curiosos -
- ¿Que? - Preguntó Caleb Descondertado -
- Escucha Mocoso - Susurro Judal Perdiendo La Pasiencia - Tu Cuello Me Importa Una Mierda - Dijo Mientras Observaba a Adelaida Unos Momentos - Me Importa El De Ella - Adelaida Bajó La Mirada Un Poco Sonrojada - Desgraciadamente Para Mi Tu Le Importas a MI KAILEENA - Dijo Con Media Sonrisa Haciendo Que Caleb Se Molestara Notablemente - Y a MI ADELAIDA - Completó Haciendo Que Kaileena Se Tomara La Cabeza Con Una Mano y Negara Levemente - Por Lo Que Tengo Que Cuidar De Tu Culo También -
- ¿No Te Falto Nombrar Algúna? - Preguntó Caleb Mientras Lo Observaba Molesto -
- No - Contestó Con Una Sonrisa De Superioridad - Por Cierto Caleb - Dijo El Joven - Y Supongo Que Esto También Va Para Vos Adelaida - El Muchacho Tomó a Kaileena Por La Cintura - A Los Ojos De Mi Padre.. De Sus Conocidos.. De Toda Esa Basura Con Guita - El Muchacho Suspiro - Hare Con Kaileena Lo Que Hace Una Pareja De Comprometidos.. Solo Para Que Mi Padre No Haga Una Locura - Kaileena Bajó La Mirada Hasta Que Esta No Fue Visible Entre Sus Cabellos - Lo Lamento Adelaida - Susurro El Muchacho. Su Voz Se Escuchaba Un Poco Apagada - La Verdad Que Por Ti No Lamento Nada - Le Dijo Caleb. El Rubio Estaba Realmente Molesto. Habia Comenzado Con Kaileena Una Especie De Relación Que Lo Llenaba De Alegría. Ahora Un Desgraciado Hijo Del Diablo Haria Con SU KAILEENA Lo Que Él No. Era Irritante. Y Era Todavia Peor Por Que Ese Desgraciado Era Nada Más y Nada Menos Que Judal -
- Esta Bien - Suspiro Adelaida - No Tenemos Otra Opción - Susurro La Muchacha -
- Se Me Va a Ocurrir Algo - Murmuro El Muchacho - Mientras Tanto Tendremos Que Arreglarnos Como Podamos -

Se Que No Es La Gran Cosa Pero Medio Como Que Perdí El Hilo xD

Judal y Kaileena caminaban agarrados de la mano por el palacio, ya había anochecido. El rey los había llamado, ¿Qué querría? Judal temía otra sorpresa desagradable.
-Hijo, Kaileena- dijo el rey sonriendo amablemente- Tengo algo que les va a gustar…
-“¿Ahora qué?”- pensó la pelirroja temerosa- ¿Qué es?
-Un pre luna de miel- respondió él esperando una respuesta satisfactoria por parte de ellos, puso mala cara al verlos desconcertados.
-¿Pre luna de miel?- el heredero arqueó una ceja.
-Sí- respondió el rey- Saldrán hoy a la madrugada.
-¿A la madrugada? ¿Por qué tan rápido?- preguntó Kaileena, quería al menos avisarle a Caleb de eso. Pero no tendría tiempo.
-Sus valijas ya están preparadas. Quiero que disfruten lo más posible, estarán varios días allá.
-¿Dónde?
-En la casa de playa en las costas de Babilonia. Está especialmente construida para las parejas de Luna de Miel. Quedá a unas horas de aquí. En los límites de Babilonia, es un hermoso lugar Kaileena, te gustará.
-De seguro que me gustará…-mintió Adelaida con facilidad- En serio, nos encantó la idea, muchísimas gracias.
-Ese es uno de los otros muchos gustos que te vas a poder dar cuando te cases con mi hijo- le explicó el rey alegre. Ahora agarren sus maletas que pronto los pasarán a buscar.
Judal y Adelaida obedecieron, ambos pensaban lo mismo. ¿Cómo reaccionarían Adelaida/Caleb cuándo no los viera? ¿Qué harían? No tenían tiempo de avisarles.
Agarraron las valijas armadas que estaban en su cuarto y caminaron, escoltados por el rey, tristes hacia la entrada dónde los esperaba un carruaje.

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Adelaida y Caleb caminaban en silencio y algo preocupados, se estaban metiendo por un pasadizo que Adelaida había visto a Judal usar para entrar al palacio sin pasar por los guardias. Ese día se les presentó extremadamente bonito y querían pasarlo con las personas que querían.
Entraron a la habitación de Judal, que a su vez linderaba con el cuarto de Kaileena. Estaban Clio y Enlil, limpiando.
-¡Clio! ¡Enlil!- dijo Adelaida alegre y saludándolos- ¿De casualidad no vieron a Kaileena y a Judal?
-Ellos se fueron de luna de miel- explicó Enlil.
-Pre Luna de Miel- corrigió Clio- A la madrugada, fue una idea del rey.
Las caras de Ali y Caleb , de repente, se transformaron radicalmente. De la sonrisa amigable pasó a ser una mueca de enojo y desconcierto.
-¿A dónde se fueron?- preguntó Caleb,
-A una casa preparada para las lunas de miel, en las costas de Babilonia.
-“¿Casa preparada para lunas de miel? HIJOS DE RE MIL PUTA!”- Tanto Adelaida como Caleb pensaron lo mismo. Sin dudarlo un segundo, se
marcharon allí a toda prisa, sin siquiera despedirse.

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Había pasado exactamente un día desde que estaba en su “pre luna de miel” y Judal no se sentía más pelotudo y a la vez desconcertado. ¡Él! ¡Judal! ¿Jugando a las cartas en su Luna de Miel? ¿Qué mierda había ocurrido?
Kaileena miró sus cartas y tomó otra del mazo. Finalmente cortó.
-Chinchón- dijo ella alegremente mostrando sus cartas.
Judal no podía creerlo. Estaba jugando al chinchón con Kaileena en su Luna de Miel. Encima esa chica no era cualquiera, era la esbelta y de cuerpo perfecto Kaileena. Suspiró. De cualquier manera él quería a Kaileena como una hermana, jamás le haría algo. Es más, la primera noche habían dormido en la misma y única cama matrimonial de la casa y no había ocurrido absolutamente nada. Él jamás haría eso con Kaileena. Era como su hermana menor.
Sonrío, si estuviera Adelaida en vez de Kaileena en esa casa su ex esclava no habría durado ni un día.

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-¿Qué están haciendo? – preguntó Caleb escondido detrás de unos arbustos, ambos muchachos habían tardado todo un día hasta llegar a las costas de Babilonia y encontrar esa casa, menos mal que Caleb tenía un buen sentido de la orientación y pudieron encontrar la alejada y solitaria casa sin siquiera saber la dirección.
Adelaida tomó un poco de agua, ambos muchachos estaban completamente exhaustos. Miró por los binoculares.
-Juegan a las cartas.
-¡Por favor Adelaida! Dime la verdad- se quejó Caleb- ¡Mi Kaileena está en una casa sola con Judal! ¡Con Judal!
-Idiota mirá por vos mismo si no me creés- dijo ella pasándole los auriculares, Caleb hizo caso, efectivamente estaban jugando a las cartas.
Estuvieron hasta la noche así, muriéndose de hambre y cansados espiando a la pareja frente a ellos. De por sí que habían estado todo un día caminando y haciendo dedo para que los transportaran hacia el lugar y ahora ni siquiera descansaban. Hay que admitir que soportaban increíblemente.

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Judal estaba harto. Kaileena leía tranquilamente sentada en una silla. Él no sabía que hacer. Decidió caminar un rato por el lugar, pasearse por la playa o algo similar, ya que aún no habían ido. Kaileena quería ese día para descansar en las comodidades de la casa.

Ya iba a ser medianoche, Judal salió por la parte de atrás de la casa y caminó por otra dirección hacia la playa. Cuando volvió después de una hora, tomó el camino para entrar al frente del lugar y, poco antes de llegar, distinguió a dos personas escondidas. Sonrío entretenido. No podía ser posible que estuvieran allí. Quizás su luna de miel no iba a ser tan mala después de todo.

-¿No se cansan de espiar?- preguntó el joven, susurrándole en la espalda. Se había acercado tan sigilosamente que ni lo habían notado. Ambos jóvenes dieron un salto asustados.
-Idiota- susurró Adelaida.
-Idiotas son ustedes, ¿Vinieron acá para verificar que no hiciéramos nada, verdad?- preguntó con una sonrisa de superioridad Judal- No puedo creer que sean tan perseguidos.
-Y si se van de Luna de Miel y no nos avisan siquiera- se defendió Caleb enojado- Y más que se van a un lugar solitario, apartado del resto, solos ustedes dos de Luna de Miel.
-Contrario a lo que piensan no ocurrió nada- respondió Judal- A Kaileena la quiero como a una hermana, nada más.
-¿Cómo puedo creer que no te quieres robar a mi Kaileena?- preguntó el rubio con mala cara.
-Sos pelotudo ¿O te hacés? ¡Kaileena es mi mejor amiga, nada más! ¿Para qué quiero “te la voy a robar” (aunque ni siquiera es tuya) si yo quiero a Adelaida? Ya entren a la casa.

Adelaida suspiró cansada, tiró de Caleb para que avanzara y siguieron a Judal. Ella le creía. No creía que todo lo que le había dicho antes era mentira, no podía serlo.
Estaba segura de que Judal la quería tanto como ella a él.

Kaileena cuando los vio gritó de felicidad y se abalanzó sobre Caleb, colgándose a su cuello y dándole un tierno beso. Charlaron, Ali y Caleb se bañaron porque estaban un completo asco xD y luego tiraron, en el suelo de la cocina, uno de los dos colchones que tenía la gran cama matrimonial.

-¿Cómo dormiremos?- preguntó Adelaida caminando junto con Kaileena, la chica se había cambiado ya con un camisón negro y corto que la pelirroja le había prestado.
-Yo con Kai…-empezó a decir rápidamente Caleb.
-Ah no…ni se te ocurra- le amenazó Judal- dormirás afuera de la casa, Kaileena en la cama sola y yo con Adelaida.
-¡No podés hacerle eso a Caleb!- se quejó la pelirroja abrazando al chico.
-No voy a dejar que duermas conmigo Judal…vas a querer violarme- susurró la chica sonrojada- Dormiré con Kaileena y ustedes duerman juntos.
-¡No! ¡No voy a dormir con este pelotudo!- se quejó el ojirrojo.
-Yo no pienso estar al lado de este desgraciado- lo secundó Caleb.
-Hasta mañana- dijo Adelaida mientras tiraba de Kaileena y se marchaban hacia el cuarto.


Judal no podía dormir, ¿Qué hora era? Calculó que debían ser las tres de la madrugada y el pelotudo de Caleb, a su lado, hablaba en sueños cosas incoherentes.
¿Por qué le tocó dormir con él? Era intolerable.
-Kaileena…-susurró Caleb en sueños, se dio vuelta y abrazó a Judal.
Ah no, no, y más no. Eso Judal no lo iba a soportar. Respiró profundamente una vez y le pegó un fuerte codazo en el rostro, haciendo que el rubio gritara.
-¿Qué mierda hacés?- dijo, levantándose y tocando la herida.
Judal también se levantó y lo miró con asco, apuntándolo con el dedo.
-¡Gay de mierda! Me abrazaste! ¡Yo no soy de tu bando estúpido!
-Eh?- preguntó Caleb confundido, se sonrojó un poco pensando que había creído en sueños que abrazaba a Kaileena y dijo: -Soy sonámbulo imbécil.
-¿Qué ocurre?- preguntó Kaileena bostezando y entrando al lugar, seguida de Adelaida.
-¿No pueden callarse un poco?- pidió Adelaida de mala gana.
-Me niego a dormir con este gay- dijo Judal cruzándose de brazos.

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Pobre Judal, en su luna de miel y aún así jugando a las cartas y siendo acosado por Caleb xD.

- ¿Eh? - Kaileena Los Observó Detenidamente -
- ¿¡Gay!? - Estalló Caleb - ¡Te Dije Que Soy Sonámbulo! -
- Caleb - Susurro Judal Tranquilo - ¡Me Importa Una Mierda! - El Chico Le Pegó Una Patada y Lo Tiró De La Cama - ¡Duerme En El Suelo Puto Homosexual! -
- ¡Duerme Tú En El Suelo! - Se Quejó Caleb Mientras Intentaba Levantarse -
- Es Mi Casa - Respondió Judal Mientras Bostezaba - Tenes Suerte De Que Te Halla Dejado Poner Un Pie Dentro En Primer Lugar -
- Judal - El Muchacho Se Paró Rapidamente, Furibundo - ¡Duerme Tu En El Suelo! - Exclamó Mientras Lo Golpeaba. Judal Calyó De La Cama También xD -
- ¡Esta Bien Maricón! - Estalló El Pelinegro. Luego Tomó Entre Sus Brazos a Las Chicas - Tu Duerme En La Cama - Dijo Con Media Sonrisa - Me Espera Un Lindo Trío Esta Noche -
- ¿¡TRÍO!? - Caleb Corrió a Tomar a Kaileena Entre Sus Brazos - ¡Sobre Mi Cadáver Haras Eso Con Ella! -
- Eso Se Puede Solucionar ¬¬ - Murmuro El Heredero Con Mala Cara -
- ¡Ya Basta! - Exclamó Kaileena - Ustedes Vean Lo Que Hacen - La Chica Tomó a La Pelinegra De La Mano - Yo Seguire Descansando Con Adelaida - La Joven Los Observó Molesta -
- ¿Puedo Verlas Dormir? - Preguntó Judal Con Media Sonrisa - Seguro Es Excitante -
- No - Respondió Adelaida Sonrojada - Ni Se Te Ocurra -
- Buenas Noches - Saludó Kaileena. Las Hermosas Siluetas De Las Chicas Desaparecieron En La Oscuridad De La Noche -
- Esto Es Tu Culpa Super Gay - Chilló Judal Mientras Hiba a La Cama Nuevamente -
- ¿¡Mi Culpa!? ¿¡El Pajero Sos Vos y La Culpa Es Mia!? - Preguntó Molesto El Rubio -
- Oh Kaileena - Judal Comenzó a Hacer Una Mala Imitación De Caleb Sonámbulo. Más Imitando a Una Chica - Mmm - Judal Se Detubo Para Observarlo Con Mala Cara -
- Y-yo - Caleb Estaba Completamente Sonrojado -
- Llegas a Tocarme De Nuevo - Judal Observó Los Pantalones de Caleb Unos Instantes - Y Puedes Ir Despidiendote De Tus Fantasias Sexuales Con Kaileena - El Joven Se Recostó -
- No Tengo Nada De.. - Caleb Fue Interrumpido Por La Mirada De Judal. El Joven Lo Observaba Con Una Ceja Arqueada -
- Eres Un Homosexual - Susurro Con Media Sonrisa - No Puedes Estar Con Kaileena.. y Conformarte Con Tan Poco - El Muchacho Le Dió La Espalda En La Cama -
- ¡Que No Tengo Tu Pensamiento Judal! - Exclamó Molesto -
- En Tu Lugar - Judal Se Sentó En La Cama - Kaileena Ya Hubiera Sido Mia Desde Hace RATO - Dijo Arrogante - Solo Por Que Es Como Mi Hermana No Le Toque Un Pelo -
- Eres Un Miserable - Susurro Caleb Celoso -
- Compartí La Cama Con Ella La Noche Pasada - Dijo Como Comentario al Pasar -
- ¿¡Que!? - Estalló Caleb. No Sabia Que Cara Poner Ya -
- Dormimos Juntos - Dijo Tranquilo El Ojirrojo - Pero Como Bien Dije No Hicimos Nada - El Joven Miró a Judal Pícaro - PERDEDOR -

Ok No Tengo Muchas Ideas xD
Pero La Onda Es Que Te Rias ajaja

-¿Yo perdedor?- preguntó Caleb completamente enojado- ¡Vos lo sos! Yo sólo respeto a Kaileena.
-Sí, seguro- dijo Judal con sarcasmo- Y por eso tenés fantasías con ella.
-¡Que no soy así!- dijo furibundo- Además ¿Quién es el perdedor? Un poco más y querés violar a Ali y aún no podés.
-Creé lo que quieras, yo sé lo que hago- le contestó el heredero cortante.
-Seguro, mientras tanto Adelaida vive conmigo durmiendo en MI cama conmigo- continuó Caleb con una sonrisa maliciosa- Y todo fue gracias a vos Judal, que la echaste del palacio.
El chico se quedó en silencio por varios minutos, hasta que finalmente dijo:
-Caleb...
-¿Qué?
-Maldito desgraciado- susurró mientras rápidamente tomaba su almoahada y la apretaba con fuerza sobre la cara del rubio, que empeceó a patalear y a lanzar piñas a diestro y siniestro- Me decís esas cosas de nuevo y juro que te mato de verdad.
Lo soltó. Caleb respiró rápidamente y se abalanzó sobre él.

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La mañana se presentaba extremadamente cálida y bella, Adelaida abrió los ojos adormilada y sintió los rayos matutinos del Sol. Había dormido excelentemente bien ese día. Se levantó y miró a Kaileena que aún seguía profundamente dormida. Caminó en silencio hacia al baño para arreglarse su cabello despeinado, lavarse la cara y los dientes. Cuando salió, fue hacia la cocina. Los miró y río de la ternura que ambos muchachos le provocaban.
Tanto Caleb como Judal estaban despatarrados y profundamente dormidos. Parecían tan buenos e inocentes, bueno, Caleb lo era.
De repente, Judal abrió los ojos con lentitud. Al parecer el ruido lo había despertado. Se levantó, no sin antes empujar a Caleb que ni se mosqueó.
-Judal, ¿Qué te pasó?- preguntó Ali sonriendo. El aspecto del chico era terrible, estaba completamente despeinado y con malvas ojeras- Te ves fatal.
El heredero se acercó a ella y, con cara de desconcertado y tomándola de los hombros, le preguntó:
-¿Cómo mierda es eso de que dormís con él?
-¿Eh?- dijo Adelaida extrañada- ¡Ah! Ya entendí...al principio me costó porque es sonámbulo y habla dormido pero después me acostumbré. Es cuestión de tiempo Judal...
-No me refería a eso aunque haya dormido para la mierda por ese estúpido- farfulló él
-Kaileena...-dijo Caleb en sueños, se levantó lentamente, con los ojos abiertos pero sin mirar hacia ningún lado específicamente y fue hacia la habitación donde la pelirroja dormía.
-¡Estúpido! ¡Quedate quieto!- gritó Judal mientras iba a seguirlo, Ali lo detuvo- ¿Qué hacés?
-¡No lo despiertes! Le puede agarrar un ataque cardíaco si hacés eso- le reprochó ella.
-Mejor. ¡Caleb!- gritó el pelinegro deshaciéndose del amarre de la chica y fue corriendo hacia el rubio.
Ni bien lo alcanzó (ya estaba en la habitación, al lado de la cama) le hizo una tacleada (al estilo rugby xD) tirándolo al suelo.
-Hijo de puta! No podés ser tan calentón, por Dios!
-¿Qué?- preguntó Caleb, despertando sobresaltado- ¡Judal! ¿Qué mierda hacés?
-¡Evito que violes a mi mejor amiga!- se quejó él, aún en el suelo.
-¡Eh! ¿Qué ocurrió?- preguntó Kaileena despertándose sobresaltada. A la primera que miró fue a Adelaida, que estaba en el marco de la puerta riéndose.
-Yo estaba haciendo café...-empezó a explicar la chica.
-¡Café! ¡Yo quiero!- interrumpió la pelirroja levantándose de un salto y pisando, de esta manera, a los dos jóvenes en el suelo.

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No se me ocurre más. No me gustó esta conti u.u

- ¡Pesas Kaileena! - Se Quejó El Heredero -
- Lo Lamento - Susurro La Pelirroja Mientras Se Quitaba De Ensima -
- ¿Violar a Kaileena? - Preguntó Caleb Desconcertado -
- ¡Estas Caliente Como Una Pava! - Le Dijo Judal Molesto - Estabas a Punto De Hacer Dios Valla a Saber Que Con Ella -
- ¡No Es Verdad! - El Muchacho Se Sonrojo Cuando Sintió Sobre Él La Mirada De Kaileena -
- ¿Que Hibas a Hacerme? - Preguntó Inocente La Pelirroja -
- N-N-Nada Kaileena - Susurro El Joven -
- Nada Más Tiene Unas Extrañas Fantasias - El Muchacho Sonrió Con Malicia -
- ¡Judal! - Caleb Corrió. Se Llevó Puesto a Judal Como Tren Sin Frenos xD -
- ¡Dejame Homosexual! - Judal Comenzó a Forcejear Con Caleb Como Si Fueran Nenes De Preescolar -
- No Entendí - Murmuro Kaileena -
- ¡Te Tiene Unas Ganas Terribles! - Dijo Judal Mientras Intentaba No Largarse a Reir -
- ¡Cállate Estúpido! - Estalló El Rubio Mientras Intentaba Hacer Que Cerrara La Boca -
- ¿Es Mentira? - Pregunté El Ojirrojo De La Nada. Caleb Se Le Quedó Mirando -
- ¿Que Cosa? - Preguntó Desconcertado El Muchacho -
- ¿No Le Tienes Ganas a Mi Mejor Amiga? - Preguntó Judal Con Media Sonrisa - ¿Acaso No Es Como Yo Digo? -
- ¡No Es Tu Problema! - Estalló Caleb Sonrojado -
- Tienes Razón - El Joven Pusó a Kaileena Delante Suyo - Diselo a Ella -
- E-Eh - El Muchacho Tragó Saliva Sonramente -
- Dile a Ella Lo Que Susurrabas De Noche - Siguió Judal - ¡Susurros Que No Me Dejaron Dormir! -
- ¿Hablas Dormido? - Preguntó Kaileena Curiosa -
- S-Si - Caleb Posó Sus Ojos Judal. ¿Realmente Podia Ser Tan Desgraciado? -
- Habla Vamos - Insistió Judal -
- Ya Es Demasiado - Adelaida Tomó a Judal De La Mano Para Sacarlo De La Habitación -
- Ya Estaba Bueno Ali - Se Quejó Judal -
- Deja a Caleb Tranquilo - Dijo Con Un Suspiro -
- Entonces Me Divertire Contigo - Sonrió De Lado -

-Pervertido...-susurró Adelaida mientras se alejaban del cuarto, dejando a Caleb y a Kaileena solos.
-¿Qué? ¿No querés jugar a las cartas?- preguntó él con tono inocente- ¿En qué pensaste Ali?
Ella lo miró con mala cara y le sacó la lengua, rápidamente le soltó la mano y se sentó en una silla.
-¿Eso sólo vas a hacer?- preguntó Judal decepcionado.
-¿Eh? ¡¿Qué querías que haga?!- dijo ella sonrojada.
-No sé, algo que haga que no me aburra y que moleste a tu amiguito.
-¿No podrías dejarlo ya en paz?- preguntó ella cansada.
-No. Me cae mal- comentó él con una sonrisa- Lo dejaría de molestar si me divirtiera con vos…
-Eso es extorsión- se quejó ella- No es moral.
-¿Y qué? Si logro que quizás te disfraces de conejo de nuevo no me va importar una mierda lo moral.
-¿Co-conejo?- preguntó ella totalmente sonrojada y tartamudeando- ¡Hijo de puta! ¡Vistes las fotos!
El joven sacó una foto de ella, esa que Adelaida pensó que jamás alguien la vería además de Caleb. ¿Por qué la había agarrado justo Judal? Nunca debió haber accedido a esas fotos por dinero. Estúpida que era.
Se mordió el labio y corrió la vista.
-La llevo siempre conmigo- dijo él sonriendo- Es como mi amuleto.
-¡Pervertido!
-No es mi culpa que te saques ese tipo de fotos Adelaida- la provocó el heredero, se acercó a ella , la pelinegra al notar la mirada del chico se levantó en seguida de su lugar y comenzó a retroceder a cada paso que él caminaba hacia delante.
Esa mirada era tan penetrante…no auguraba nada bueno.
-Tengo algo que decirte Adelaida- dijo el heredero, acercándose más.
-No quiero oírlo- la pelinegra retrocedió otro paso.
-Es importante…
-No- la joven siguió caminando hacia atrás, de espaldas, mirando de frente a Judal pero alejándose a la vez de él.
-Hay un escalón…- comentó el chico sonriendo, y, en ese mismo segundo que dijo eso, Adelaida había retrocedido, perdiendo el equilibrio al no encontrar un suelo para pisar y cayendo de espaldas.
-¡Idiota!- gritó enojada, Judal se río.
Se incorporó, insultándolo y lo miró enojada.
-Se me acaba de ocurrir algo- dijo mirándola con esos bellos rubíes, hizo una media sonrisa de superioridad. A no,no y más no. Mierdamierdamierda, ¿qué iba a ocurrir ahora? Esas sonrisas nunca auguraban nada bueno.
-No me interesa – dijo ella preocupada por la loca idea que se le habrá ocurrido.
-Apostemos- dijo él sin rodeo.
-¿Eh?
-Si yo gano serás mi esclava durante nuestra estadía en esta cabaña, si pierdo dejo de molestar a Caleb.
-Judal, quiero a Caleb pero no voy a arriesgar mi libertad de nuevo, por más que sea por un tiempo.
-Podrás elegir vos que juego hay que hacer para ganar- intentó persuadirla Judal.
-No.
-Si ganas además de dejar tranquilo al rubio imbécil también seré tu esclavo por el tiempo que estemos en esta casa.
Ahí las cosas cambiaban. La oferta era sumamente tentadora. Tener de esclavo a Judal…sería genial. Ella podría vengarse por todo lo que le había hecho pasar, le ordenaría cosas exhaustivas. Podría hacerle cocinar para ella y después ni siquiera comer lo que preparó, u ordenarle hacer alguna idiotez cansadora por el simple hecho de verlo.
Además, ella podía elegir qué hacer en la apuesta. Había algo en lo que ella jamás había perdido, era la mejor. Iba a ganar y tendría al gran Judal Magi de esclavo.
-De acuerdo, pero yo elijo que hacer- dijo la chica sonriendo.
-Obvio- comentó él confiado- ¿Qué es?
-Una carrera, nadando. Fácil- dijo ella sonriendo, lo que Judal no sabía es que era experta nadadora, había aprendido desde que era chica y había entrenado no sólo en su pileta sino en el mar abierto también. La habilidad que no tenía en tierra la tenía en el agua, era rapidísima. Judal no podría ganarle y más nadando con olas.
-De acuerdo. Me voy a cambiar, deberías hacer lo mismo- dijo él sin preocuparse en perder.

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-No lo puedo creer- dijo Adelaida sentada a la orilla del mar, abrazando sus rodillas y con cara de trauma. Tenía un bikini rojo que le prestó Kaileena, el cual estaba mojado al igual que el resto de su cuerpo.
-Gané- dijo él sonriendo.
-¿Qué mierda sos? ¡No podés ser humano! - le dijo ella enojada. Era en lo único que se destacaba y Judal la había superado, ¿cómo podía ser?- ¿Cómo podés ser tan perfecto en todo?
-Serás mi esclava de nuevo- comentó él sonriendo con malicia- Y esta vez me encargaré de que hagas TODO lo que te ordene.

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Judal es demasiado e inhumanamente perfecto xD.

- No Es Posible - Murmuro La Muchacha De Cabellos Negros Con Mala Cara -

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- ¡Solo Un Momento! - Suplicó Por Enésima Ves -
- ¡No Quiero Escucharlo! - Respondió Otra Melodiosa Voz. Esta Sonaba Un Poco Más Tranquila -
- Es Un Momento Kaileena - Suplicó El Joven -
- La Muchacha Levantó La Mirada Del Libro - Esta Bien Caleb - La Joven Se Cruzó De Piernas Mientras Dejaba La Literatura a Un Lado - Te Escucho - Sonrió La Joven -
- Queria Explicarte Por Que Judal.. - La Explicación Que Tanto Queria Darle a Kaileena Se Vió Interrumpida Por Su Némesis (ajajaja xD) -
- Gané - Murmuro El Pelinegro -
- ¡No Es Posible! - Estalló Adelaida Mientras Se Secaba El Cuerpo -
- Si Es Posible - Judal Le Levantó El Mentón Para Que Lo Mirara a Los Ojos - Te Gané Adelaida - Susurro Con Media Sonrisa Dibujada En Su Rostro - Eso Significa Que Nuevamente Trabajaras Para Mi -
- ¿Que Hiciste Adelaida? - Preguntó Caleb. Se Lo Veia Medio Irritado Por Que Los Jovenes Interrumpieron La Charla Que Tanto Le Habia Costado Conseguir -
- Hare Una Pregunta Mejor - Kaileena Abrazó a Judal Por El Cuello. La Joven Clavó Su Mirada Perspicas En Su Mejor Amigo - ¿Que Le Hiciste Hacer? -
- Tu Si Me Conoces Linda - Sonrió El Muchacho. Sus Brazos Rodearon La Cintura De Kaileena - Apostamos - Respondió Tranquilo - Solo Eso -
- Judal - Susurro Con Reproche La Pelirroja -
- Le Dije Que Si Perdia Seria Mi Esclava Nuevamente - Explicó a Kaileena -
- ¿Si Tú Perdias? - Preguntó Caleb. Estaba Mucho Más Molesto Que Antes -
- Te Dejaria Tranquilo - Contestó El Heredero Con Esa Endemoniadamente Hermosa Sonrisa Ganadora - Y Trabajaria Para Adelaida Como Su Nuevo Esclavo -
- Adelaida - La Regaño Caleb En Voz Baja -
- No Necesito Tus Reproches Caleb ¬3¬ - Susurro La Joven De Cabellos Negros -
- Además La Deje Elegir El Desafío Que Hariamos - Comentó Judal Sin Dejar Libre a Kaileena -
- ¡Adelaida! - Exclamó El Rubio Esta Ves Bastante Más Fuerte - ¿¡Te Dejo Elegir y Aún Asi Perdiste!? - Preguntó Desconcertado -
- ¿¡Por Que No Le Apuestas Tu Machismo a Ver Si Ganas!? ¬¬ - Estalló La Chica. Caleb Tragó Saliva Sonoramente y Negó Con Behemencia -
- N-No Esta Bien - El Joven Sonrió Nervioso - Realmente Si Creo Que Este Marciano Te Halla Ganado -
- Sigue Presionando Estúpido Homosexual - Susurro Judal Mientras Jugaba Con Los Cabellos De Kaileena -
- ¿Vas a Dejarla Para Este Milenio? - Preguntó Irritado Mientras Observaba a Judal -
- Dejame Pensar - El Muchacho Se Pusó En Dedo En La Barbilla - No - Dijo Con Su Típica Sonrisa - Vamos Kaileena - El Muchacho Tomó La Mano De La Pelirroja - Te Ayudare a Bailar - Sonrió De Lado Mientras Observaba Como Le Subian Los Calores a Caleb - Sigueme Adelaida. Quiero Que Aprendas - Susurro. La Joven Maldijo En Voz Baja. Tomó a Caleb De La Manga De La Camisa Para Llevarselo Con Ella -
- Regresa al Mundo Real Caleb - Susurro Adelaida Mientras Le Daba Un Golpe En La Frente -
- Dejalo Fantasear - Susurro Judal - Jamás Podra Ver Bailar a Kaileena Tan De Cerca Como Yo. Dijo Mientras Abrazaba a La Pelirroja Sin Detener Su Marcha -
- Ya Judal - Susurro Kaileena Sonrojada -
- ¡Cierra La Boca! - Estalló Caleb -

La Inspiración Se Fue Con El Inglés ajaja

La conti que acabo de escribir ahora es una MIERDA - SHIT (vamos a decirlo en english ya que está xD)
Pero bueno, es lo que hay

PD: Estrenando los hermosos separadores que Haru me regaló!



El rubio quería de nuevo abalanzarse sobre el heredero para golpearlo y alejarlo de su preciada Kaileena.
-No Caleb- dijo Adelaida mirándolo malhumorada y deteniéndolo- No empieces otra pelea.
-¿Por qué lo defiendes?- dijo él enojado- Sólo vive molestándome.
-Por vos idiota- le respondió la chica.
-¿Eh?- dijo él confundido.
-¡Miralo!- gritó Adelaida señalando a Judal con un dedo acusador, el heredero puso su mejor cara de santo xD- ¡Me ganó en una carrera nadando a mar abierto! ¡A mí! ¡Sabés que soy rapidísima nadando y me pasó en cuestión de segundos! ¡Es demasiado perfecto en todo lo que hace! ¡No es humano!
Judal río ante el comentario desconcertado y acusador de Adelaida. Caleb cayó al suelo, con un aura de depresión diciendo.
-Ni siquiera mi mejor amiga cree que yo soy mejor…patético…
Kaileena se alejó de Judal y se agachó para abrazarlo y decirle:
-Para mí sos mejor Caleb- su sonrisa era completamente amigable. Él rubio se ruborizó completamente.
-Seguile mintiendo Kaileena- comentó Judal entretenido- ¿Así que soy tan perfecto para vos en todo?- Se acercó a Adelaida con esas miradas que hacían sentir como si te observara con rayos x. La pelinegra nerviosa retrocedió hasta quedar contra la pared, él pronto la acorraló- ¿Sabes en qué más soy perfecto?
Ella corrió el rostro, sonrojada y susurró quedamente:
-No…
-Sí que lo sabes…no lo querés decir en voz alta- dijo él levantándole el mentón y acercando su rostro.
-¿Podrías soltarme?- pidió ella completamente avergonzada.
-Respondeme y te suelto…
-Emm…No voy a decirte que sos perfecto besando, eso lo creés vos- dijo ella.
Judal comenzó a reírse a carcajadas, alejándose de la chica lo suficiente para que pudiera escapar de allí. Se paró un poco detrás de Caleb, el cual estaba al lado de Kaileena que lo abrazaba y miraban a Judal extrañados.
-¿Qué es lo gracioso?- preguntó Adelaida enojada.
-Yo me refería a que era perfecto dando órdenes tonta- dijo el chico con una sonrisa soberbia; Adelaida, en ese momento, lo miró con una clara expresión de desconcierto mientras un notorio rubor se extendía por sus mejillas.
-Imbécil malnacido- lo insultó ella mientras se marchaba con rapidez de la habitación.
-¿Kaileena, vamos a bailar?- dijo Judal ignorándo a la pelinegra.
-Emm…Judal…prefiero quedarme con Caleb, en serio- comentó la pelirroja mientras tomaba la mano del rubio- Quiero ir a la playa.
-Acabo de venir de ahí, no tengo ganas de ir- admitió el chico de larga melena negra- En fin, disfrutalo con ese desgraciado. Le llegas a hacer algo y me voy a enterar homosexual reprimido y juro que te quito las que aún no usaste.
Caleb estaba a punto de insultarlo pero Kaileena le tapó la boca con una mano, Judal sonrío satisfecho con la reacción del chico y se marchó. Sentada en la puerta de entrada estaba Adelaida, mirando con tranquilidad el mar que se divisaba a lo lejos. Aún seguía ruborizada.
Judal se acercó por detrás, sin que se de cuenta, y, a centímetros de su oído dijo:
-Tengo una orden para vos.
Ella se asustó un poco, dando un pequeño salto que casi hace que se caiga y mirándolo con mala cara.
-¿Qué te crees que lo voy a hacer?
-Las apuestas se cumplen- dijo Judal tranquilo- Creeme, puedo ser muchísimo más intolerable si no cumplís la apuesta- continuó el chico sonriendo con cierta malicia. Adelaida tragó saliva algo aterrada.
-¿Qué es?- dijo ella suspirando.

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Caleb y Kaileena volvían de la playa, ese día había sido completamente hermoso y el chico pudo apreciar el esbelto cuerpo de ella nadando tranquila en el mar. Era bellísimo.
-Desearía no irme nunca de acá…todo es tan tranquilo- comentó la pelirroja feliz.
Él la abrazó, acariciando sus suaves cabellos rojizos.
-La verdad que sí. Es perfecto- continuó él – Lástima que no va a durar para siempre…
Caleb agachó la cabeza, triste.
-No digas esas cosas- se quejó ella- Encontraremos la solución a todo, ahora disfruta del momento.
-¿Es extraño no? Estoy más tiempo yo con vos que Judal y estamos acá por la pre luna de miel de ustedes.
-Sí, lo sé, pero yo sólo amo a Judal como un hermano y él también me quiere de esa manera. Nunca quisimos casarnos.
-Hablás como si estuvieran casados aún, por ahora son prometidos, quizás las cosas cambien. Sí, van a cambiar- dijo Caleb seguro de sí mismo, miró a los ojos a Kaileena y, con una sonrisa, dijo- No voy a permitir que te vayas de mi lado, voy a lograr que las cosas cambien- y le dio un tierno beso en los labios.
-Sí…las cosas van a cambiar- susurró Kaileena, aunque en verdad ella no creía que lograrían salirse de esa.

Ni habían llegado a la casa cuando escucharon ya a Adelaida y Judal, discutiendo como siempre.
-¡Esto es sobreexplotación y acoso!- se quejó la pelinegra-Te podría demandar…
-Sí, como si alguien te hiciera caso- respondió sarcástico el joven heredero- Ya, sigue abanicando.
-¿No podría al menos vestirme?- pidió ella.
-Ya lo preguntaste muchísimas veces: No.
-Maldito desgraciado…
-¿Qué dijimos con las malas palabras? ¿Querés que empiece a mostrar una foto que tengo a todo el pueblo? Puedo hacerlo, lo sabés.
-Disculpe mi vocabulario, querido amo.
-Espérame acá que tengo que buscar algo.

Caleb y Kaileena se acercaron a ellos, y vieron a Adelaida parada al lado de una cómoda reposera, aún en bikini, con una hoja enorme mirando a los recién llegados.
-¿Qué te está obligando a hacer Judal?- preguntó Caleb enojado.
-Abanicarlo porque hace calor y acercarle la bebida a los labios cada vez que quiere tomar té helado- dijo Adelaida con mala cara.
-¿Tenés que estar así?- preguntó Kaileena sin estar de acuerdo con la acción de su amigo.
-Es un acosador y encima explotador- se quejó Ali- ¿Por qué acepté esa apuesta? ¿Por qué?
-Volví- dijo Judal, en la mano tenía algo que, al verlo, hizo que a Adelaida casi le agarrara un infarto.
-¡No Judal! ¡No lo voy a permitir! ¡Me niego a hacerlo!
El chico se acercó a ella, mirándolo con una sonrisa malévola.
-¿Orejas?- preguntó Caleb desconcertado- ¿De dónde las sacó?
-¡Mis orejas de conejo!- dijo Kaileena- Pusieron toda mi ropa en varias valijas, no sé que creían que iba a hacer y para qué iba a usar un disfraz de conejo en una playa; o sea, yo lo había comprado para mi anterior fiesta de cumpleaños que fue de disfraces…
Caleb se sonrojó muchísimo.
-No tengo ni idea- mintió él, colorado- ¿Tienes fotos?
-Sí creo que la guardaron en una de mis valijas ¡Te las muestro! – dijo ella alegremente tomando la mano del muchacho- ¿Y qué hacemos con ellos dos?
-Dejalos- dijo Caleb tirando de Kaileena para que entrara a la casa, mientras que Adelaida estaba tirada en el piso forcejeando como si su vida dependiese de ello mientras que Judal, arriba de ella, trataba de ponerle las orejas.
-Caleb La Puta Madre! ¡Ayudame!- gritó ella insultando.

- Esta Ocupado - Sonrío Judal - ¡Pasate De Línea Caleb..! - El Muchacho Sonrió De Lado - ¡..Y Te Dejare Plano! -
- ¡Callate! - Se Sientió Desde El Interior De La Casa -
- Es Peor Que Una Mujer En Esas Fechas Complicadas - Susurro Judal Entretenido - ¡Te Gané! - El Muchaccho Habia Logrado Ponerle Las Orejas -
- ¡No! - La Muchacha Se Puso De Pie Mientras Observaba a Judal Molesta - ¡Odio Estas Cosas! - Estalló -
- ¿Vas a Desobedecerme? - Preguntó Judal Mientras Encerraba a Ali Con Su Cuerpo - ¿Quieres Que Te Castigue? - Preguntó Con Media Sonrisa En El Rostro -
- ¿Por Que Cuando Dices "Quieres Que Te Castigue" Me Suena a Que Saldras Ganando? - Preguntó Sonrojada -
- Por Que Siempre Saldre Ganando - Dijo El Heredero Con Una De Sus Sonrisas - Jamás Podras Ganarme Adelaida - Le Dijo Mientras La Tomaba Del Mentón - En Nada - El Joven La Besó Suavemente -
- ¡Judal! - Se Sintió Desde El Segundo Piso De La Casa - ¡No Los Escucho Hablar! -
- ¡Segui Fantaseando Escualido! - Estalló Judal Mientras Observaba a Adelaida - No Vengas a Fastidiarme La Realidad - Sonrió a La Joven Que Se Encontraba Entre Sus Brazos. Adelaida Solo Se Sonrojo Como Un Tomate -
- ¿¡Fantasear!? - El Muchacho Asomó Medio Cuerpo Por La Ventana - ¡Ya Veras Como Hare Mis Fantasias Realidad! -
- Ojala Te Caigas Estúpido ¬¬ - Susurro Judal Sin Mover Ni Un Músculo -
- ¡Mira Lo Que Le Estas Haciendo a Macu! - Estalló El Muchacho -
- Tres.. Dos.. Uno - Un Ruido Sordo Se Escuchó Entre Los Matorrales -
- Es Increible Que Hasta En Eso No Cometas Errores - Susurro Adelaida Sonrojada -
- Lo Sé - El Joven Sonrió De Lado Mientras Comenzaba a Besarla Otra Ves -
- ¡Caleb! - Kaileena Se Encontraba En La Ventana. Cuando Comprobó Que El Rubio Estaba Bien Se Echo a Reir -
- ¡Sigue Haciendo Puntos! - Dijo Judal Con Media Sonrisa Burlona -
- ¡C-Cierra La Boca! - Mustió Caleb Mientras Se Ponia De Pie. Tenia El Cabello Lleno De Hojas -
- Las Mujeres Se Deben Infartar Cuando Ven a Un Hombre Como Vos - Susurro Judal Entretenido - "¡Oh! Mira Que Pelotudo ¡Oh~!" -
- ... - Caleb Lo Miró Con Mala Cara. Si Habia Sido Estúpido Pero Jamás Hiba a Aceptarlo Frente a Judal -
- ¡Caleb! - Kaileena Bajó La Escaleras Volando - ¿Estas Bien? - Preguntó Mientras Intentaba Ayudar a Su Enamorado (¿Novios? Me Parece Que Caleb Se Quedó xD) -
- Si - Mustió Un Poco Dolido -
- Besala - Susurro Adelaida -
- El Estúpido Necesita Un Manual - Susurro Judal Mientras Besaba a Adelaida Unos Segundos - Mira e Imita Calentón -
- ¡No Necesito Que Me Enseñes a Besar! ¬¬ - Exclamó Caleb Exasperado -
- Clases Es Decir Poco - Susurro Judal Complacido -
- ... - Kaileena Tomó a Caleb De La Camisa Para Besarlo Con Suavidad - No Le Hagas Caso - Susurro La Joven Con Tranquilidad - Para Mi Eres Perfecto Como Estas -
- A-Ah - El Rubio Se Sonrojo Mientras Observaba a La Chica Sacarle Las Hojas De Los Cabellos -
- ¡Tienes Suerte De Que Kaileena Tenga Los Huevos Bien Puestos! - Rió Judal Mientras Jugaba Con Los Labios De Adelaida Entre Los Suyos - ¡Por Que De Vos Ni Hablar! -
- Estoy Tranquilo - Susurro Caleb Mientras Suspira. Abrazó a Kaileena Por La Cintura Mientras Observaba a Judal Comerse a Su Amiga (ajajaja xD) -

Adelaida no quería que Caleb la mirara besarse…de esa manera con Judal. Le daba algo de vergüenza. Y es que ella intentaba resistirse, pero el desgraciado de Judal hacía que cayera rendida ante sus pasionales besos. Se dejó llevar, con su mente en blanco, en realidad, con un solo pensamiento, Judal.
-Ejemmm- carraspeó Caleb algo molesto, ambos jóvenes lo ignoraron olímpicamente- Ali…Ali…¡ADELAIDA!
-Por Dios, ¿Tan hincha pelotas podés ser?- le preguntó Judal suspirando y separándose de la chica.
-¿Podés dejar de besar así a mi mejor amiga?- pidió el hastiado.
-Ni hablar- respondió él- Además ella no se resiste mucho tampoco…
-¡Judal!- dijo, sonrojándose. ¿Por qué siempre tenía que sonrojarse ante cada acción de Judal? Era patético. – ¿Querés que me resista? Bueno, eso voy a hacer.
El chico la miró con una cara de “sí, claro”.
-Además Caleb- continuó el heredero- Yo dejo que Kaileena te bese, y eso que no te tolero.
-¡Pero yo no la beso de esa manera!- gritó él desconcertado.
-No es mi culpa que seas tan patético que no aproveches.
-¡No soy patético!- dijo él, tomando de la mano a Kaileena y besándola, no duró demasiado pero fue un poco más…pasional que el resto de sus besos.
-¿Eso es todo lo que podés hacer?- cuestionó Judal riéndose con malicia- Patético. Y después decís que no necesitás que te enseñe.
Acercó el rostro al de Adelaida, queriendo demostrarle, de nuevo, que era mejor que Caleb en cualquier sentido, incluso besando xD.
-¡Dejá de usar a mi amiga como una muñeca de práctica!- dijo el chico exasperado.
-¿Qué acabaste de hacer con Kaileena hace segundos?
-¡No tiene nada que ver!- dijo él.
-Igual no me molesta la verdad- admitió Kaileena con un leve sonrojo en sus mejillas, pero sonriendo.
-Siempre tan buena…-susurró Judal negando levemente con la cabeza- Te conseguiste a una mujer demasiado buena para vos imbécil. ¿En serio Kaileena, qué le viste? Si me dijeras que es…no sé…”es un hombre” vaye pase; si no fueras mi mejor amiga creerías que sos lesbiana por estar con este idiota.
-¿Podrías terminarla de una puta vez por todas? En serio, ya me hartaste.
-Que miedo- dijo Judal continuando molestándolo.
-Adelaida, en serio…decile algo, sos su novia paralo un poco- comentó el rubio mirándola como última esperanza.
-Primero que nada, no soy su novia- dijo ella sonrojada.
Tanto Caleb, Kaileena y Judal la miraron con cara de que no le creían una mierda.
-Seguro…y por eso hago todo lo que quiero con vos ¿no?- comentó Judal con sarcasmo y rodeando su pequeña cintura con sus brazos.
-No todo- dijo ella
-No me provoques Adelaida…
-De cualquier manera Caleb…¡Estoy cansada!- se quejó la pelinegra- Siempre estoy ayudándote, desde que éramos chicos cuando me agarraba a trompadas con el gordo de la esquina que siempre te pegaba para defenderte!
-Esperá, esperá, ¿Una chica te defendía? – preguntó Judal riéndose al ver como Caleb se sonrojaba- ¡Y yo que pensaba que no podías ser más puto!
-¡Además hasta te ayudé con Kaileena! ¡Me sacrifiqué por vos y lo sabés, o sea, ¡Me encerré con Judal en una habitación solos por vos!- dijo la pelinegra señalando al heredero con un dedo acusador, el joven puso cara de inocente xD- ¡Arriesgué mi vida!
-¡Adelaida!- dijo Judal con falso espanto- Yo no soy esa clase de personas…jamás te haría daño, no arriesgaste tu vida sino tu virginidad.
Adelaida, completamente sonrojada miró mal a Judal y luego observó a Caleb- ¡Ves! Y me viste forcejeando con Judal arriba mío que parecía que un poco más y me iba a violar y te pedí ayuda y pasaste al lado mío y me ignoraste.
-No seas exagerada Adelaida, ¿cómo crees que podría violarte?- dijo el heredero mirándola con la expresión más santa que alguien en el mundo podría tener, lástima que todo era mentira xD.
-Adelaida…en serio…perdón- dijo Caleb apenado.
-En serio, yo creo que Caleb lo lamenta mucho- lo secundó Kaileena tratando de aliviar la situación.
Ella suspiró.
-Sigo algo enojada con vos Caleb- admitió la chica- pero es obvio que vas a seguir siendo mi mejor amigo y siempre lo serás.
-¡Adelaida Gracias Sos la mejor amiga que alguien podría tener!- dijo el chico yendo a abrazarla. Ella lo frenó con la mano.
-Eso no significa que no me voy a vengar Caleb- comentó la chica.
En ese momento, Judal, sumamente feliz, agarró a Adelaida y le dio un largo beso de repente, que desconcertó a todos los presentes, ni bien la soltó la abrazó, acariciándole los cabellos con la mano, con extremo cariño y diciendo:
-Sos mi alma gemela Adelaida- dijo el heredero, la tomó de los hombros y acercó su rostro al de ella para verla de cerca- Tranquila, juntos nos podremos vengar de este pelotudo reprimido, no te preocupes…le haremos la vida imposible.
Adelaida sonrío con maldad, aceptando de esta manera la idea del ojirrojo; Caleb, al verlos, tragó saliva, completamente preocupado. Una venganza de esos dos era peor que una amenaza de guerra. Muchísimo peor.

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Al fin terminé la conti, es boluda pero me gusta xD.
Judal y Ali se unen para torturar a Caleb como la pareja puchonina que son ♥

Judal Sonrió De Lado Para Luego Susurrar Unas Palabras a Oidos De Adelaida. La Joven Frunció Levemente El Ceño Pero Finalmente Pareció Ceder.

- Como Dije Homosexual Reprimido - Susurro Judal Con Su Típica Sonrisa - Besas Terrible -
- Tú Jamás Sabras Eso - Susurro Caleb Molesto -
- Es Verdad Yo No Lo Sabre.. - Dijo El Joven Mientras Comenzaba a Caminar Hacia La Pareja - ..Pero Kaileena Si Sabe - Susurro Socorrón Mientras Tomaba a La Pelirroja Por La Muñeca -
- ¿¡Que Le Vas a Hacer!? - Preguntó Caleb Mientras Tomaba La Mano Libre De La Chica -
- Quiero Que Me Diga Quién Lo Hace Mejor - Susurro Judal Con Esa Sonrisa Ganadora Dibujada En Su Rostro -
- ¿Que? - Preguntó Caleb Desconcertado. No Llegó a Poner Sus Ojos En Kaileena Por Que Judal Ya La Habia Besado - ¿¡QUE HACES!? - Preguntó Histérico -
- Te Muestro Como Se Hace - Susurro El Heredero. Kaileena Estaba Sonrojada - No Puede Ni Hablar - Judal Comenzó a Caminar Hacia Adelaida Sin Poder Parar De Reir - Te Gané Otra Ves -
- ¡Judal! - Estalló Caleb Realmente Molesto - ¡Me La Vas a Pagar! -
- Todavia No Termina Caleb - Susurro El Pelinegro Mientras Tomaba a Adelaida Por La Cintura - Espera Lo Siguiente -

Caleb Suspiro ¿Que Podia Ser Peor Que Eso?.
Ver a Judal Besar a Kaileena No Le Hiso Ninguna Gracia.
De Echo Estaba Molesto. Por Que Seguramente Judal Si Lo Hacia Mejor Que Él.

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- ¡Caleb! - Adelaida Llamó a Su Mejor Amigo Con Una Sonrisa -
- ¿Que? - Preguntó El Rubio De Mala Gana -
- ¿Te Quedaras Esta Noche También? - Preguntó La "Inocente" Muchacha -
- No Lo Sé - Susurro El Rubio. No La Estaba Pasando "Bien" Exactamente -
- ¡Si Se Quedara! - Judal Abrazó a Caleb Por Los Hombros - Para Romperme Las Bolas Con "Kaileena" De Noche - Susurro Con Mala Cara - Hablas De Ella DORMIDO -
- No Lo Hago a Conciencia - Susurro El Rubio Avergonzado -
- ¿Hablas De Mi Dormido? - Preguntó Kaileena. La Muchacha Estaba Sobre La Escalera Escuchando Todo -
- K-K-K-Kaileena - Susurro Sonrojado a Más No Poder -
- Que Estúpido Soy - Susurro El Heredero Con Falso Arrepentimiento - Olvide Que Kaileena Estaba Parada En La Escalera -
- ¡Lo Hiciste a Propósito! - Estalló El Muchacho. Sentia Que El Corazón Se Le Saldria Del Pecho - K-Kaileena Y-Yo.. - El Muchacho Intentó Explicar a La Joven En Vano -
- Si Suena Un Poco Tonto - Susurro La Pelirroja Mientras Se Acercaba a Caleb - Pero Es Lindo - Susurro La Muchacha Mientras Le Tocaba La Mejilla -
- Olvidaste Raro - Susurro Judal Sonriente -
- Ejem - La Joven Lo Observó Con Cara De "Deja De Querer Ponerlo Peor" -
- Gracias Kaileena - Le Dijó El Muchacho Mientras Tomaba Con La Suya La Mano De Su Enamorada -

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- ¡Es Un Día Excelente! - Judal Estaba En Malla Observando El Horizonte -
- ¡El Mar Se Ve Estupendo! - Kaileena Tomó La Mano De Adelaida. Juntas Fueron Hasta El Mar -
- Tranquilas Chicas - Suplicó Judal Mientras Comenzaba a Caminar Lentamente Hacia La Playa -
- Si Esta Lindo - Caleb Caminó Hasta La Orilla - Esta Un Poco Fría - Susurro Mientras Tiritaba Levemente -
- ¡No Seas Homosexual! - Judal Le Plantó Un Pie En En El Tuje (? :B) a Caleb Haciendo Que El Chico Cayera De Cara al Agua -
- ¡Argh! - Caleb Sacó La Cara Llena De Arena Del Salado Mar -
- Soy Un Desconsiderado - Susurro Judal Mientras Negaba Levemente - Olvide Que LOS ESTÚPIDOS NO FLOTAN - Dijo Con Media Sonrisa -
- ¡Esta Playo Idiota! - Estalló El Rubio, Mientras Se Limpiaba La Arena Del Rostro -
- ¡Eres Un Martillo Caleb! - Exclamó Adelaida Entre Risas -
- ¡No Soy Nada De Eso! - Exclamó Molesto - ¡Estoy Seguro De Que Fue Idea Tuya! -
- Le Doy El Crédito - Contestó Con Una Sonrisa El Heredero - Ya Vamos a Bañarnos - Dijo Judal Mientras Le Daba Un Golpe En La Espalda Que Hiso Caer a Caleb Nuevamente Como Tabla - Realmente No Te Llevas Bien Con El Mar - Susurro Entretenido - O Te Gusta Tanto Que Quieres Besar Sus Pies -

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- Se Quedó Dormido - Susurro Kaileena Con Una Sonrisa -
- En Ese Caso - Judal Sacó Unos Planos De La Nada. Un Leve Brillo De Maldad Se Hiso Presente En Sus Ojos Mientras Adelaida Sonreia Cómplice -
- ¿Que Vas a Hacer? - Preguntó La Pelirroja -
- Ya Vas a Ver - Dijo El Joven Con Media Sonrisa Socorrona -

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- ¡Caleb! - Kaileena Observó a Su Enamorado Enterrado En Kilos De Arena - ¿Que Hicieron? -
- Es Hermoso - Suspiro Adelaida Con Falsas Lágrimas De Felicidad -
- Construimos Estupilantis - Dijo Judal Orgulloso - Sera Una Metrópolis Algún Día - Dijo También Con Falsas Lágrimas -
- ¿Estupique? - Preguntó Kaileena, Extrañada -
- Esta Construida Sobre Un Estúpido - Dijo Adelaida Como Si El Echo Fuera Obvio -
- Por Eso La Llamamos Estupilantis - Finalizó Judal - Nosotros Vamos a Vivir Dentro De Los Pantalones De Caleb - Dijo Sonriente - No Tiene Nada Dentro Que Ocupe Espacio -
- ... - Kaileena Negó Levemente -
- ¿Que Pasó? - Susurro Caleb Mientras Despertaba -
- Buenos Días Estupiciudad - Lo Saludó Judal Con Un Tono De Voz Extramente Amigable -
- ¿¡Que Esta Pasando!? - Preguntó Caleb al Ver La Megaconstrucción Sobre Su Cuerpo -
- ¿Son Tontos? - Preguntó Judal Observando a La Pareja - Construimos Una Ciudad En Tu Honor -
- Querras Decir Sobre Mi Honor - Corrigió Caleb, Irritado -
- Estupilantis - Explicó Adelaida - Y Es Lo Mismo Caleb ¬¬ -
- ¿Por Que No Me Extraña? - Susurro Caleb Con Mala Cara -
- Preparate Caleb - Judal Mostro La Pala. Un Leve Brillo De Maldad Se Hiso Presente Nuevamente En Sus Ojos - Construirmos Nuestra Casa Dentro De Tus Pantalones. Donde Deberia Estar Tu Machismo - Dijo Burlón -
- ¡DEJENME SALIR! - Estalló El Rubio Mientras Se Sacudia En Vano - ¡PREFIERO MORIR! -

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- Tengo Arena Por Todos Lados - Murmuro Caleb Mientras Se Sacudía La Malla -
- Tranquila Calebina - Susurro Judal Mientras Lo Tomaba Por Los Hombros - A Lo Sumo Se Te Irritará El Trasero -
- ¿Que? - Preguntó El Chico Haciendo Una Mueca -
- No Tienes Más Que Eso Dentro De Los Pantalones - Dijo Judal Con Sonrisa Burlona -
- ¡Soy Hombre! - Estalló Caleb Sumamente Irritado -
- ¡Lo Que Digas Calebina! - Judal Golpeó a Caleb En La Espalda. El Muchacho Volvió a Caer De Cara al Piso - Deja De Besar El Suelo. Esta Sucio ¬¬ -
- ¿Crees Que Lo Hago a Conciencia? - Preguntó El Rubio Mientras Se Ponia De Pie y Escupía Arena -
- Tienes Algo De Arena Aqui.. - Judal Se Señaló La Comisura De Los Labios -
- ¡Argh! ¡Son De Lo Peor! - Exclamó El Muchacho Mientras Se Sacudia La Cara Con Las Manos - Me Ire Solo - Murmuro Mientras Comenzaba a Caminar a Grandes Pasos -
- Caleb - Llamó Judal Sereno - Caleb Espera.. - Dijo Levantando Un Poco Más La Voz -
- No Voy a.. ¡AH~! - El Rubio Desapareció De Repente Entre La Arena -
- ¡Caleb! - Kaileena Corrió a Socorrer al Rubio -
- Estamos Sobre Un Médano Cerebro De Pláncton ¬¬" - Susurro Judal Mientras Adelaida Negaba Levemente -

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Se Que No Es Mucho. Pero Son Las Siete De La Mañana :B
Van De Nada Graciosas a MUY GRACIOSAS (ajajaja :B)
Yo Se Que Te Reiste. Por Eso Se Que Me Lo Vas a Pulguear (?

Kaileena se deslizó con habilidad por el médano hasta llegar a donde estaba Caleb, en el suelo y escupiendo más arena aún.
-¿Estás bien Caleb?- preguntó preocupada la pelirroja.
-¡Ustedes!- gritó el chico ignorándolo y mirando hacia arriba, donde Judal y Adelaida se reían.
-No hicimos nada esta vez imbécil- dijo Judal.
-Vos te caíste Calebina- continuó Adelaida.
-¿Aún sigues con eso Macu? ¿Cuándo vas a parar, no era tu mejor amigo?- preguntó él desconcertado mientras veía como ambos jóvenes bajaban con rapidez hacia donde estaba él.
-Sos mi mejor amigo- respondió ella sonriendo- Pero me voy a seguir vengando y sabés que tenés la culpa por no haberme ayudado cuando lo necesité.
-¡Pero fue porque Kaileena me iba a mostrar fotos de ellas vestida de conejo!- se trató de justificar él, pero, al percatarse de lo que dijo se sonrojó.
-No me importa, yo hice cosas que no quería por vos, podrías haber pensado un poco en mí.
-¿Cosas que no querías?- preguntó sarcástico Judal. Adelaida le dio un leve golpe en el hombro.
-Tengo hambre- dijo, de repente, Kaileena- ¿Por qué no vamos a almorzar?
La joven tomó de la mano de Caleb y comenzaron a caminar en dirección a la casa, Judal y Adelaida lo siguieron metros atrás.
-Judal…Tengo otra idea- comentó Adelaida alegremente.
-¿Cuál?- preguntó el heredero, sonriendo entretenido.

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Estaban en la cocina, Kaileena y Adelaida cocinaban mientras que Judal y Caleb estaban preparando la mesa.
Finalmente, Adelaida aparece sirviendo a cada uno los platos y Kaileena con una fuente con ensalada.
Judal le dirigió una mirada cómplice que ella respondió con un rápido e indistinguible guiño mientras ponía el plato frente a Caleb.
-Este lo cocinó Kaileena, te lo quise reservar a vos.
-¡En serio! ¡Genial!- Caleb probó un poco y su rostro hizo una mueca.
-¿No te gustó?- preguntó Kaileena con tristeza.
-¡No no, para nada, es riquísimo!- dijo Caleb mientras bebía de un sorbo todo el jugo de su vaso- Igual no creo que coma mucho…estoy muy lleno de antes.
-¡Caleb! No seas así, ¿Cómo no vas a comer la comida que con mucho esfuerzo y amor te preparó Kaileena?- Preguntó con falso espanto Adelaida.
-Yo si Adelaida me preparara algo lo comería todo; no podés despreciar una expresión de cariño de esa manera- dijo Judal negando con la cabeza. (Bien que le hizo hacer una tarta de manzanas y probó un solo bocado el forro xD)
Caleb los miró a ambos muchachos con una expresión de querer matarlos y comió todo lo que había en el plato, tomando considerable agua a cada bocado.
Ni bien terminaron, Adelaida dijo:
-Calebina…
El chico puso mala cara al escuchar ese nombre y la ignoró.
-Calebina…-repitió la ojiazul- Calebina…
-¡¿Qué?!- preguntó él harto.
-En realidad ese plato lo preparé yo, el que hizo Kaileena se lo comió Caleb- dijo ella con una sonrisa mientras que Judal la abrazaba y miraba a Caleb.
-Estuvo riquísima la comida, ¿No?

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Caleb y Kaileena estaban fuera de la casa, caminando tranquilos por la playa, agarrados de la mano y, cada tanto, dándose tiernos besos abrazados.
-Sos hermosa Kaileena- dijo Caleb sonriendo.
-Vos sos perfecto…- le respondió la chica mientras que depositaba un tierno beso en sus labios.
Ambos siguieron caminando.
-¡Mi pulsera! La había perdido a la mañana- dijo ella mientras se agachaba, Caleb se le adelantó unos pocos pasos.
-También nos olvidamos de la tela para acostarnos sobre la arena- dijo el chico caminando hacia donde estaba la tela, dispuesto a agarrarla, apenás pisó unos centímetros de ella y cayó estrepitosamente hacia el piso.
-¡Caleb! ¿Qué te pasó?- gritó Kaileena preocupada.
Caleb estaba en un pozo bastante profundo que tenía el largo de una persona acostada.
-¡Hijos de puta! Hicieron este pozo porque sabían que yo usaba esta tela para acostarme- maldijo Caleb mientras se incorporaba adolorido.

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Adelaida y Judal estaban tirados en el piso besándose apasionadamente. ¿Cómo había ocurrido todo? Adelaida ya ni lo recordaba, tampoco sabía cuando se había tirado al piso, con Judal sobre ella. Todo sus sentidos estaban enfrascados en él. Era como si hubiera caído en un trampa de la que no podía escapar más…caído en una trampa…¡La trampa del pozo!
-¡Judal! Me acordé de algo…
-¿Qué?
-¿Caleb cayó en la trampa del agujero?- preguntó ella.
-No- dijo él.
-¿Te acordaste de quitar la tela que lo tapaba?
El chico sonrío inocentemente y respondió:
-Tampoco, pero de cualquier manera nadie es tan estúpido para caer por ahí.
-¿Puedes salir de arriba mío?- pidió ella corriendo el rostro- Van a venir pronto…
-Mmm…no, no tengo ganas- comentó Judal mirándola fijamente.
-En serio Judal, no quiero que nos vean así. Aparte, ¿Cuánto tiempo estuvimos besándonos ya?
-Es imposible cansarse de besarte Adelaida- susurró él y empezó a besarle el cuello.
-No,no,no, Judal, pará, bastá, en serio basta- pidió ella extremadamente sonrojada- En el cuello no, en serio…
El chico comenzó a reírse y preguntó:
-¿Punto sensible?
-No no es eso- dijo ella sonrojada.
-¿Y entonces?
-Esto…
-Tu cuello es tu punto sensible- continuó él besándolo de nuevo- Sabes que me voy a aprovechar…

-¡Llegamos!- gritó Caleb- ¿Qué están haciendo?
-¡Nada!- dijo Adelaida, empujando a Judal con fuerza y levantándose.
El heredero también se levantó miró con odio al rubio, el cual tenía en la mano la tela que habían usado para ocultar el pozo.
Ni bien lo notó comenzó a reírse.
-¿Te caíste no?
-No…no fue eso…-dijo Caleb mientras desviaba la vista avergonzado.
-Adelaida, me retracto de lo que dijiste: Sí hay alguien tan estúpido para caerse.
-¿Qué más querés? Por eso Estupilantes está hecho en su honor…- continuó la chica riéndose.
-Si, en el honor que no tiene- finalizó Judal mirando al joven rubio con una mirada de superioridad.
-¡Ya van a ver!- les amenazó Caleb- Ustedes se divierten mucho molestándome, ahora van a ver lo divertido que va a hacer cuando me vengue de ustedes.
-UUUy que miedo, me meo encima- comentó Judal con sarcasmo.
-Caleb, no nos vas a poder hacer nada- le dijo, escéptica, Adelaida.
-Eso es lo que vos crees- le advirtió el chico- Vení Kaileena, salgamos de acá, así podemos pensar bien en que hacerles.
-Te amo Caleb pero a mí no me metas- pidió la joven mientras lo seguía, dejando, de nuevo, a Judal y a Adelaida solos y riéndose.


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Ahora toca ver los intentos fallidos de Caleb de vengarse, como lo vamos a gozar Caar xD
Me reí muchísimo con tu conti (L

El Joven Observó Cansado Un Punto Imaginario Que Habia Creado En La Habitación.
Estaba Frustrado Por Todo Lo Que Habia Pasado.

- ¿Que Pasa Caleb? - Preguntó Suavemente Kaileena Mientras Se Sentaba En Frente Suyo -
- Realmente Me Siento Como Un Idiota - Susurro El Rubio - Yo No Se Hacer Nada Ellos Dicen La Verdad -

Kaileena Lo Observó Sorprendida. Segundos Después Frunció El Ceño Molesta ¿Como Podia Decir Esas Cosas?
El Estampido Resonó Por Toda La Habitación. Caleb Tenia La Cabeza Ladeada Mientras Que Su Mejilla Comenzaba a Tomar Un Leve Color Carmín.

- ¿Me Golpeaste? - Preguntó El Rubio Desconcertado. Todavia No Podia Olvidar Lo Que Habia Pasado Ese Día Lluvioso.. Donde También Kaileena Le Habia Hecho Ver Las Cosas Como Realmente Eran De Una Cachetada -
- ¡Deja De Decir Todo Eso! - Estalló La Muchacha Mientras Intentaba Contener Las Lágrimas - No Tienes Idea De Lo Que Eres Para Mi Caleb - Susurro La Joven Mientras Bajaba La Mirada - Me Llena De Dolor Que Creas Esas Cosas Horribles -
- Kaileena - Susurro El Muchacho Mientras Se Tomaba Con Una Mano La Mejilla Golpeada -
- No Sabes Lo Mucho Que Te Quiero - Susurro Mientras Levantaba La Mirada Hacia El Rubio -
- Y-Yo.. - En Ese Momento Observó Como Una Lágrima Comenzaba a Caer Por La Mejilla De La Joven. El Pecho Se Le Comprimió De Golpe. Habia Entendido Hace Poco Lo Mucho Que Odiaba Ver a Kaileena Llorar - No Llores - Suplicó El Muchacho Mientras Estiraba Una Mano Temblorosa Hacia Ella. No Podia Tocar a Kaileena. Eso No Era Digno De Él Que Tantas Veces La Habia Echo Llorar -
- Caleb - Susurro La Muchacha Mientras Tomaba Con La Suya La Mano Del Rubio. En Una Fracción De Segundo La Joven Posó La Mano De Caleb Sobre Su Cintura Suavemente. Sin Darle Tiempo De Reacción al Rubio La Pelirroja Lo Besó -

Solo Queria Que Superiera Lo Mucho Que Le Importaba. Lo Mucho Que Lo Queria. Que Ella Estaba Dispuesta a Estar a Su Lado Sin Importar Nada.
Sentir Como Caleb La Abrazaba; Como La Besaba Sin Dudar Siquiera Un Segundo.
Se Recostó Sobre Él Sin Parar De Besarlo. Fueron Solo Unos Segundos Por Culpa De La (Malnacida Según Caleb) Necesidad De Oxígeno.

- Solo.. - Susurro La Pelirroja Un Poco Sonrojada - ..Solo Quiero Que Sepas Que Siempre Vas a Tener a Tu Lado a Alguien Para Quién Eres Todo - Caleb Le Sonrió Mientras Intentaba Normalizar Su Respiración -
- Gracias Kaileena - Susurro El Rubio Mientras Pasaba Su Mano Suavemente Por La Mejilla De La Joven - Gracias Por Todo Lo Que Me Haces Sentir - Susurro Mientras La Abrazaba Con Una Mano. Posó Sus Ojos En El Techo Mientras Sentia Como La Pelirroja Posaba Su Cabeza Sobre Su Pecho - Te Amo Kaileena - Susurro. Sentia El Peso De La Joven Sobre Su Cuerpo.. Y Por Primera Ves Se Olvidó Completamente De Todo.. Incluso De Judal -

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Quiero Que Sepas Que Son Las Siete De La Mañana. Que No Pude Dormir De Noche.. Y Que Por Eso Me Salió Esta Aberración De La Naturaleza Carente De Maldad (?
Te Prometo Que Hare Los Intentos Fallidos De Caleb En Mi Próxima Continuación ajajaja xD
Pero Tenes Que Admitir Que Me Salió Una Puchonisidad Pulgueable (?

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Estuvieron abrazados por un largo tiempo, sin siquiera hablarse pero sin sentirse incómodos tampoco, el estar juntos era ya suficiente para sentirse excelentemente bien; al rato Kaileena se había dormido y él no tardó mucho más en caer inconsciente también.
Judal entró tranquilamente, seguido de Adelaida, ambos muchachos, en verdad, sencillamente querían cambiarse para irse, y vieron a ambos jóvenes dormidos en el suelo, abrazados.
Los ojos del heredero brillaron con malicia y sonrío interesado, su esclava, sabiendo de sus intenciones, le tomó la mano y negó con la cabeza.
-Dejalos tranquilos- pidió ella en susurros.
-¿Ya te cansaste de molestarlo? Me decepcionas Adelaida- dijo él, también en voz baja.
-No es eso pero es molesto despertar a la gente cuando está durmiendo, también Kaileena está con él. Además…se ven tan tranquilos- comentó ella con una sonrisa- Vamos, cuando se despierten los molestamos de nuevo.

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Caleb se despertó primero, sintió el dulce aroma que desprendía Kaileena, profundamente dormida, y se quedó varios minutos allí, sin querer moverse siquiera. Aspiró profundamente el aroma y finalmente se incorporó.
Ya era de noche y estaba lloviendo a cántaros. Fue a la cocina pero no vio a Adelaida ni tampoco a Judal. ¿Dónde estaban? La tormenta cada vez era peor.
Esperó allí sentado, pasaron veinte minutos y no volvían.
40 y nada…
¡Una Hora! ¡Ya era mucho tiempo! Y los truenos resonaban con fuerza y veía los relámpagos en el cielo.
-Mierda- pensó Caleb. Suspiró y escribió en un papel que se iba y que volvía en seguida, por si Kaileena se despertaba y no veía a nadie. No quería mojarse, y menos por un desgraciado como Judal, por él que se quedara en medio de incluso un huracán y él no haría nada, pero Macu estaba con él. No podía dejarla sola.
Salió del cómodo y cálido lugar. El viento azotaba su rostro con fuerza y la lluvia lo empapó en cuestión de segundos. Estornudó. Odiaba las tormentas.

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-Hace frío- se quejó Adelaida mientras estaba bajo un techo de algún hogar junto con Judal. La lluvia caía con fuerza y ellos ni siquiera sabían donde estaban. Habían ido al mar y Adelaida lo había retado a competir, para ver quien duraba más y nadaba más rápido. De nuevo y para desconcierto de Adelaida, Judal había ganado; pero eso había hecho que se desviaran muchísimo de la casa. Y, ahora, estaban completamente perdidos y con la lluvia que, encima, impedía observar con claridad.
-Yo dije que era mejor no competir- comentó Judal- Veía venir la tormenta, te lo dije.
-¡Pero estaba soleado y despejado!- se defendió ella- No creí que lo que dijeras fuera verdad.
-Yo siempre tengo razón Adelaida- Judal se quitó la remera que tenía puesta y se la dio a la chica- Pontela.
-¿Qué?- preguntó- Tengo esta toalla, ya está.
-Está toda mojada porque nos secamos después de nadar. Ponte mi remera- repitió él- Está un poco mojada pero tampoco tanto.
-Te vas a enfermar…-dijo ella.
-Es una orden.
La joven tomó la prenda con sumo cuidado, era tan suave…Se la puso y sintió la calidez y el aroma de Judal en ella. Le quedaba larga tanto como un vestido corto. Judal le llevaba varios centímetros.
-Gracias- dijo con sinceridad la pelinegra- Debía haber traído ropa para cambiarme después, no me di cuenta.
-Te queda bien- la halagó él- La lluvia no va a parar, es mejor salir y mojarnos de una vez por todas, además, las remeras mojadas y pegadas al cuerpo son excitantes ¿No te parece?- bromeó él mirándola penetrante.
-Idiota- susurró ella, pero lo obedeció y salió de su refugio, mojándose con la lluvia- ¿Hacia dónde vamos? No sabemos ni donde estamos.
-Mmm…sí, tenés razón, estamos perdidos- admitió el chico relajado- Vayamos por ahí.
-Creo que es para el otro lado Judal, para la izquierda- pensó la chica- Si estuvimos nadando hacia la derecha todo este tiempo, entonces tenemos que volver por donde vinimos, o sea hay que ir por la izquierda.
-Yo digo que es por la derecha. ¿Alguna vez me equivoqué?
Y ella suspiró, dejándose guiar por Judal. En cuestión de unos cuantos minutos llegaron al frente de la casa. Judal tenía razón, de nuevo.
-¡Al fin!- dijo ella, dispuesta a correr para entrar rápidamente. Judal tomó su mano, deteniéndola y empujándola hacia él, quedando cara a cara. Ella se lo quedó mirando, completamente sonrojada y sin saber que hacer.
-¿Eh ~?
El chico no le respondió y la besó con pasión, soltándola sólo cuando era realmente necesario tomar aire.
-Quería saber lo que se sentía un beso bajo la lluvia- admitió él mientras la tomaba de la mano y entraban a la casa, ni siquiera se habían secado al entrar y ya estaban besándose de nuevo.

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Caleb llegó al frente de la casa. No encontró ni a Macu ni a Judal y estaba empapado y estornudando. Genial. Se había resfríado.
Miró hacia la ventana, quizás ya habían llegado. Y, efectivamente, de repente, vio a Judal acorralando a su amiga y besándola sin parar.
El chico puso mala cara y se dispuso a entrar para interrumpirlos pero la puerta estaba cerrada.
-¡Macu! ¡Judal! ¡La puerta!- gritó, la lluvia lo seguía mojando y estaba con un humor de perros. Gritó por más de diez minutos y empezó a golpear la ventana, Adelaida no lo podía ver, pero Judal sí, y vio perfectamente como el chico lo veía y sonreía mientras seguía besando a Inmaculada, sin dignarse a moverse en lo absoluto.
-Hijo de puta- susurró Caleb enojado.