[Roll] The city of Babylonia~

Adelaida era una persona que, si le daban motivos, podía odiar con facilidad y, Marsú “amablemente” le brindaba todas las causas necesarias para no tolerarlo.
Judal se había ido a dar una ducha, mientras que Marsú estaba sentado en el sillón con su mejor cara de víctima y Kaileena y Caleb no sabían que hacer.
Cada vez que Caleb abrazaba a la pelirroja, el Magi daba un suspiro melancólico o decía frases tales como: “Que solo me siento”, “Los abrazos de Kaileena son tan suaves…ahh, que envidia que me das Caleb”, “Extraño varias cosas en este momento, estar con Kaileena era un paraíso…oh no Kaileena, no lo digo para que dejes de tomarle la mano al bolu…a Caleb”, y otras muchas pedorradas más que tanto la esclava como el joyero escuchaban y no sabían cómo Kaileena podía sentir pena por él.
-Me reconcilié con Kaileena, este es nuestro último día en la cabaña para después volver al palacio…muchos pensarían que estaría románticamente con ella besándonos, pero no- hizo una pausa y luego le dijo a su amiga, lo suficientemente bajo para que la pelirroja, quién había ido a cambiarse, no escuchara- ¡Estoy jugando Scrabble! Sí, un juego de mierda que encima me está ganando el pelotudo de Marsú.
El pelirrojo sonrío, Kaileena al “verlo tan mal” le pidió a Caleb que estuvieran con ellos y, la muchacha, no se le ocurrió mejor idea que jugar a un juego de mesa los tres juntos. Ese rubio pelotudo no iba a poder tocar a Kaileena y eso le desesperaba y, la frustración de Caleb era música para sus oídos.
-No te quejés idiota, ¿no ves lo mal que estoy?- dijo el Magi haciando una exagerada cara de víctima.
-Sí, tenés razón- dijo Adelaida, con sarcamos- te ves como el hijo de puta que en verdad sos.
Marsú la miró con mala cara y dijo:
-Quiero que cocines algo.
-¿Quién te crees que soy?- preguntó con mala gana la pelinegra.
-No sé…una esclava ¿quizás?- comentó él con cinismo- ya, en serio, prepara algo.
-No voy a hacer una mierda.
-Judal dijo…- empezó a decir el pelirrojo.
-Me importa un carajo lo que diga tu primo- la interrumpió la ojiazul con frialdad.
-Debería- dijo Judal, entrando a la sala, se había cambiado de nuevo, estaba con el torso al aire y su característica trenza estaba desarmada, mostrando un pelo largo, negro y brilloso. Caleb, al verlo, se río.
-Pareces una mina- dijo el rubio.
-Esta mina tiene a más personas detrás suyo que vos homosexual reprimido- dijo Judal con una sonrisa, Caleb se calló de inmediato- además, quizás así pueda respirar tranquilo sabiendo que no vas a tocarme un pelo- notó como Adelaida lo observaba fijamente y prosiguió- ya sé que tengo buen físico pero ya deja de babearte.
La esclava se acercó a él y comenzó a acariciar su larga cabellera azabache.
-Estaba mirándote el pelo- admitió ella- está más lacio, brilloso y saludable que el mío, y eso que tu pelo es más largo. ¿Qué shampoo usás?
Tanto Marsú como Caleb se rieron, Judal les dirigió miradas envenenadas, callándolos.
-Judal, tu esclava no me hace caso y no quiere cocinarme- comentó Marsú observando con una sonrisa de superioridad a Ali.
-Ali cociná algo- ordenó el chico, sentándose al lado de su primo.
-No lo voy a hacer, me niego.
El pelinegro sacó una bolsa sobre la mesa, que hizo un ruido sordo.
-Hay 250 monedas de oro, si me hacés caso hasta que volvamos te las doy- dijo el chico, con media sonrisa.
-Ricachones de mierda- susurró la esclava mientras iba a la cocina y preparaba la cena.
-Interesante- opinó Marsú y, viendo a Kaileena que entraba, cambiada con un camisón, dijo:- y hermoso también.
Caleb carraspeó, enojado.
-Te ves muy bien Kaileena- comentó el rubio.
Ella sonrío.
-Gracias. ¿Seguimos jugando?
-¿A qué juegan?- preguntó Judal.
-Scrabble- respondió ella.
Y el heredero comenzó a reírse exageradamente en frente de Caleb.
-¡Que pelotudo que sos por Dios!- miró a Marsú quién reía disimuladamente, luego a Kaileena y dijo-, también quiero jugar, por favor.

Estuvieron los tres jugando tranquilamente, cada tanto, Judal y Marsú hacían comentarios para molestar al rubio y terminaron ganándole miserablemente en ese juego, donde Caleb quedó en último lugar y ambos Magi quedaron empatados (aunque parezca imposible) en el primer lugar.
Kaileena puso la mesa y Adelaida, sonriendo triunfante, colocó los platos de la cena en frente de los presentes.
-¿Te gusta lo que te preparé Marsú?- preguntó amablemente ella-. Es la receta que me enseñó Caleb.
El Magi puso mala cara, en su plato sólo vio unas malditas creps


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Judal y Marsú son unos forros, jajaja (L.
Conti corta pero me gustó, bah, al menos me reí mientras la leía xD

- Esta Bien - Marsú Tomó Sus Cubiertos Con Los Que Pinchó Un Pedaso De Las Creps. Se La Llevó a La Boca e Hiso Una Mueca - Gracias Por La Comida - Dijo Mientras Dejaba Toda La Comida. Solo Habia Probado Una Punta De Una De Las Creps -
- ¿Que? - Preguntó La Pelinegra Con Mala Cara -
- ¿Quién Podria Comer En Mi Estado? - Preguntó Mientras Miraba De Reojo a Kaileena. La Muchacha Solo Lo Observó Preocupada -
- Forro - Susurro Adelaida Mientras Retiraba La Mesa -
- Kaileena - Llamó Marsú Con Una Sonrisa - Feliz Cumplaños -
- ¿Eh? - La Joven Observó a Marsú Sorprendida. Segundos Después Sonrió - ¡Por Dios! - Dijo Contenta - ¡Se Habia Ido Con Todo Lo Que Pasó! -
- Pues Te Lo Recuerdo - Dijo El Joven Mientras Se Paraba - Ven Que Te Saludo -
- ... - La Joven Se Paró Para Abrazar a Marsú - Gracias -
- Tomá Kaileena - El Heredero De Babilonia Le Extendió Una Pequeña Caja - Este Es Mi Regalo -
- Oh~ - La Pelirroja Tomó El Regalo - No Tenias Que Darme Nada Judal -
- ... - Caleb Solo Miraba Todo Con Cara De Idiota. Mierda a La Décima Potencia. Con Todo Lo Que Le Habia Sucedido Se Habia Olvidado Completamente Del Cumpleaños De Kaileena -
- ¡Es Hermoso! - Kaileena Sacó Una Gargantilla Cuyas Pequeñas Piedras Eran Del Color De Sus Ojos - ¡Muchas Gracias! -
- Lo Mejor Para Mi Hermosa Nena - Le Dijo Mientras La Abrazaba. En Ese Momento Le Hiso Una Mueca a Caleb -

~Conversación De Miradas~

Judal~ » ¿Que Estas Esperando Pelotudo? «
Caleb~ » Se Me Pasó Completamente «
Judal~ » Move El Culo De Esa Silla «
Caleb ~ » Pero Ya Quede Como Un Idiota «
Judal~ » ¿Que Es Lo Novedoso? «
Caleb ~ » Es En Serio Judal «
Judal ~ » ¿!Sos Estúpido o Que Te Pasa!? Deja De Estar Boludeando «
Caleb ~ » No Me Molestes «
Judal ~ » Te Va a Dejar Por Marsú a Quién No "Se Le Pasó" Su Cumpleaños «
Caleb ~ » ¡La Mierda! «
Judal ~ » ¡Move Esas Piernas De Pollo Pedaso De GAY~! «

~Fin De Conversación De Miradas~

- ¿Que Le Pasa a Caleb? - Preguntó Kaileena Mientras Se Separaba De Judal -
- Seguro Le Dieron Ganas De Ir al Baño - Dijo Sereno El Heredero De Babilonia - Pero Eso No Importa Quiero Ver Como Te Queda Mi Gargantilla - Le Dijo Mientras Tomaba El Regalo Para Ponerselo En El Cuello -
- Te Queda Hermosa - Halago Marsú - Para Variar Seguir Teniendo Buen Gusto Primo -
- Gracias - Le Dijo Judal Mientras Sonreia De Lado -
- ¿Kaileena? - Llamó Caleb Mientras Se Asomaba a La Cocina - ¿Tenes Un Momento? -
- Seguro - La Chica Besó La Mejillas De Los Magi - Son Los Mejores - Les Dijo Para Luego Salir Tras Caleb -
- Ese Pendejo De Mierda - Murmuro El Pelirrojo Con Mala Cara -
- Lo Sé - Murmuro Judal Con Mala Cara - Vamos a Hacernos Un Chocolate Caliente -
- Buena Idea - Secundó Su Primo Mientras Suspiraba -
- Mientras Lo Tomamos Te Cuento Todas Las Veces En Las Que Deje a Caleb Como Un Idiota - Propuso Complacido El Joven De Cabellos Largos -
- Oh~ - Dijo Marsú Con Media Sonrisa Mientras Buscaba Un Poco De Leche (PUAJ~ xDDD) - Me Gusta La Idea -

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- ¿Caleb? - La Muchacha Encontró a El Joven Rubio Apoyado En El Marco De La Puerta. Este Le Hiso Un Leve Gesto Con La Mano Para Que Entrara a Su Habitación - ¿Que Pasa? -
- Feliz Cumpleaños - Le Dijo El Muchacho Mientras Le Daba Un Paquete -
- ¿Para Mi? - Preguntó Con Una Sonrisa -
- Si - Le Dijo Con Ternura - Espero Que Te Guste -
- Por Dios Caleb - La Joven Miró La Prenda. Era Costosa e Igualmente Bella - Esta Hermoso -
- Se Que No Es Tan Costoso Pero.. - Caleb Fue Interrumpido Por Kaileena -
- ¿Que No Es Costoso? - Preguntó La Muchacha Mientras Miraba a Su Compañero Sorprendida - Es Seda Caleb - La Pelirroja Tocó La Prenda - Es Súper Costoso -
- ... - Caleb Se Quedó Pasmado. Estaba Comenzando a Pensar Que Judal SEGURAMENTE Tenia MUCHO Que Ver - ¿Te Gusta? - Preguntó Sin Saber Que Decir -
- Muchisimo Pero.. - La Joven Miró a Caleb - No Tenias Que Gastar Tanto -
- Yo Quise Hacerlo - Murmuro El Joven. Los Ojos De Kaileena Se Llenaron De Lágrimas - No Espera.. ¿Te Hice Llorar? - Preguntó Intranquilo -
- Gracias - Dijo En Susurros - Gracias Caleb - Sonrió Emocionada. Luego Lo Tomó Suavemente De Las Mejillas Para Besarlo -

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Me Gusta Como Quedó La Verdad xDDDD

-Entonces el idiota se quedó embobado mirando bailar a Kaileena para mí- comentó Judal con una sonrisa entretenida. Marsú comenzó a reírse con ganas.
-Que pajero por Dios. Adelaida, traénos más leche caliente- ordenó Marsú.
-¿Sabes a dónde te podés meter la leche caliente?- le preguntó ella malhumorada.
-Tenés buen gusto Judal- comentó Marsú-, aunque en Adelaida te equivocaste y feo.
-Hijo de pu…
-Adelaida, ház caso- ordenó Judal haciendo tintinear la bolsa de oro.
-Asco de crisis- susurró la pelinegra por lo bajo y calentando la leche-, como tiro mi orgullo a la basura por unas monedas de oro.
-Rápido- pidió Judal- ¿te cuento todo lo que tuvo que hacer Ali para que Caleb tenga un tiempo a solas con Kaileena? Ese homosexual sino fuera por ella jamás se habría animado acercarse a Kaileena.
-Es un gay reprimido encubierto- comentó Marsú riendo.
-Es un pelotudo con todas las letras.

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Caleb y Kaileena estaban besándose tiernamente en la habitación de ella. De repente, Caleb se separó rápidamente.
-¿Eh?- preguntó ella.
-Ahh ahh achu- estornudó él, corriendo el rostro- Mierda. Arruiné el momento.
-No te preocupes, no arruinaste nada- dijo ella, abrazándolo.
-Últimamente estoy estornudando mucho- comentó él, correspondiendo al abrazo.
-O estás a punto de resfriarte o alguien está hablando mal de vos- le explicó ella.
-Creo que es lo segundo- dijo Caleb pensando, irritado, en Marsú y Judal. Hijos de Puta. Ni estando solo podían dejar de cagarle las cosas.
-Fue una semana tan linda…lástima que en unas horas tengamos que irnos de acá- susurró Kaileena.
-No te deprimas para tu cumpleaños, no te merecés estar mal- le dijo él tiernamente. Kaileena le dio un beso corto.
-Cuando volvamos, ¿vas a ir a mi fiesta de cumpleaños, verdad?- preguntó ella sonriendo.
-Por supuesto- afirmó él, y cortó la distancia que había entre sus labios.

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-Y terminó cayéndose del médano- explicó Judal riéndose junto con Marsú. De repente, el pelirrojo observó por la ventana.
-Ya es de día- comentó extrañado- ¡Caleb no salió de la habitación con Kaileena!
-Ni hicieron nada, es un gay homosexual reprimido virgen- explicó Judal tranquilo.
-¿Qué pasó?- preguntó Adelaida somnolienta, que se había dormido en el sofá harta de escuchar a los dos Magi. Al parecer, la exclamación de Marsú la despertó.
-Nada importante- respondió el heredero.
-Espera- inquirió ella arqueando una ceja y viendo la mesa- ¿no estaban tomando leche caliente? ¿Por qué hay botellas de cervezas vacías?
-Prepara tus cosas que tenemos que irnos, mis padres me matarán si no llevo a Kaileena al palacio- dijo Judal cambiando rápidamente de tema y tirando las botellas de cerveza.
-Ni bien llegué al palacio voy a dormir- comentó Marsú bostezando-, a la noche tenemos el cumpleaños de Kaileena.
-¿Se quedaron despiertos toda la noche?- preguntó Adelaida asombrada.
-Bueno, Caleb quedó como un pelotudo muchas veces, se tarda bastante en contar cómo sucedió- explicó Judal sonriendo.
-No puedo creer que hayan estado horas hablando de las boludeces de Caleb- admitió ella.
-Voy a despertarlos para irnos- dijo Marsú. Segundos después se escucharon insultos y gritos y Caleb salió de la habitación, enojado, mojado e insultando a medio mundo.
-Kaileena, me siento mal de ver a alguien que no sabe apreciar lo bello que es despertarse a tu lado- dijo Marsú con cara de víctima.
-Le tiraste un vaso de agua caliente- lo defendió la pelirroja.
-Igualmente, debería estar de buen humor, yo lo estaría- comentó él.
-Ya, preparen las cosas que nos vendrán a buscar dentro de poco- informó Judal.
-Espera…supuestamente, tanto Caleb como yo no estuvimos nunca acá- comentó Kaileena-. ¡No podemos volvernos con ustedes!
-Lo sé- dijo Judal- Les pedí un carro aparte.
Una vez que el elegante carro que el rey había mandado pasó a buscar a Judal, Marsú y Kaileena, los dos jóvenes esperaron para que llegara el suyo. Pasaron unos quince minutos y apareció.
El chófer abrió la puerta y Adelaida entró primero y, cuando Caleb estuvo por entrar, dijo:
-Usted no puede entrar señor, sólo me dijeron que lleve a la chica.
-No pasa nada, lo conozco- dijo Adelaida.
-Son órdenes del heredero de Babilonia- insistió el chofer.
-No soy ningún extraño, mi nombre es Caleb, vivo en Babilonia y conozco a Judal, no veo el problema que me lleve- dijo el rubio.
-¿Caleb? El señor Judal dio órdenes explícitas de no transportarlo a usted- y, dicho esto, entró al carro.
-Caleb…yo…-empezó a decir Adelaida.
-Ve, yo me encargo.
Y el rubio se quedó, sólo, en la cabaña, viendo como el elegante carro transportado por caballos se marchaba. Una vez solo, dijo:
-Judal hijo de re mil puta
Y Caleb tomó su mochila con sus cosas y empezó a caminar.

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Amé tu conti, la conversación de miradas fue genial <3
No me gustó mi conti pero es lo que hay xD

- Que Lugar De Mierda - Murmuro Judal Cuando El Carruaje Se Detubo -
- Lo Sé - Murmuro Kaileena Que Miraba Todo Por Una De Las Ventanas -
- Ven - Judal Le Tomó La Mano Para Que La Joven Puediera Bajar -
- Gracias - Kaileena Miró El Enorme Palacio Para Luego Suspirar - ¿Estas Listo? -
- Que Más Da - Contestó Mientras Tomaba a Kaileena De La Mano. Juntos Comenzaron a Caminar -

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- Bienvenidos - Saludó Un Hombre Mayor - ¿Como Les Fue? -
- Hola Señor - Saludó Kaileena Mientras Intentaba Sonreir -
- Hola Padre - Dijo Con Desprecio El Heredero De Babilonia - ¿Que Como Nos Fue? - Se Queda Pensando - Excelente -
- ¿De Verdad? - Preguntó El Hombre Con Una Sonrisa Suspicas -
- Si - Dijo Kaileena. Judal Le Habia Ordenado Que No Hablara Demasiado. No Era Una Persona "Buena" Para Mentir -
- Fue Maravilloso - Explicó Judal Mientras Fingia Un Bostezo - Padre - Pronunció - No Quiero Ser Irrespetuoso Pero La Verdad No Dormimos Mucho En La Cabaña -
- Oh~ - El Hombre Mayor Los Observó Con Picardía - Comprendo - Dijo Mientras Les Señalaba La Puerta - Pueden Irse -
- Gracias - Sonrió Kaileena Mientras Comenzaba a Caminar Hacia El Pasillo -
- Nos Vemos Luego Padre - Murmuro Judal Con Recentimiento. En Ese Momento Pareció Recordar - Padre - Llamó -
- ¿Que Pasa? - Preguntó El Hombre Mientras Posaba Nuevamente Sus Ojos En Judal -
- Marsú Nos Encontró En La Cabaña - Explicó Sereno -
- ¿Esta Con Ustedes? - Preguntó El Mayor -
- Esperando Fuera Con Kaileena - Dijo Mientras Señalaba La Puerta -
- ¿Marsú? - Llamó El Hombre -
- ¿Como Estas Tío? - Saludó El Muchacho Con Una Sonrisa -
- Oh~ - El Hombre Observó a Los Magi - Por Favor Judal Dale Una Habitación -
- Si Padre - Murmuro Mientras Salia Junto a Su Primo -

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- ¿Sabias Que Tu Padre Hiba a Reaccionar De Esa Forma? - Preguntó Kaileena Mientras Levantaba Su Bolso -
- Si - Contestó El Heredero - Esperaba Que Intimaramos En Esa Cabaña De Mierda - Dijo Mientras Tomaba Su Bolso - No Perdemos La Virginidad Por Hacerselo Creer - Finalizó Con Una Media Sonrisa -
- Dame Kaileena - Suplicó Marsú Mientras Tomaba El Bolso De La Pelirroja -
- Yo Puedo - Dijo Mientras Dejaba Que El Chico Se Lo Sacara De Las Manos -
- No Dejare Que Cargues Nada Hermosa - Susurro Marsú Mientras Comenzaba a Caminar Junto a Judal. Kaileena Los Seguia De Cerca -

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- ¡Caleb! - La Pelinegra Se Habia Qudado Esperando a Su Mejor Amigo -
- Judal - Murmuro El Rubio Mientras Intentaba Recuperar El Oxígeno - Es Un Pedaso.. De Hijo De Puta -
- Lo Sé - Murmuro Adelaida Mientras Intentaba Ayudar a Caleb - Como Lo Siento -
- Me Las Va a Pagar - El Muchacho Logró Recuperar Un Poco La Compostura - Tengo Que Ir a Ver Como Esta El Negocio -
- ¿Y La Casa? - Preguntó Adelaida -
- Eso También - Murmuro Mientras Inspiraba Hondamente xDD -

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- ¿No Podiamos Salir Mañana al Mercado? - Preguntó Kaileena. Se Encontraba Tapada Con Una Capa Color Marrón -
- ¿Querias Quedarte En Casa Con Mi Padre? - Preguntó Judal Que Llevaba Un Sobretodo Similar -
- Tenes Un Buen Punto - Murmuro La Pelirroja Mientras Pagaba Unas Manzanas - ¿Que Más Tenemos Que Conseguir? -
- Muchas Cosas - Dijo Mientras Sacaba Una Bolsa De Monedas - Porquerias Con Tal De No Regresar - Dijo a Lo Que Kaileena Solo Sonrió -
- Jared Es Insoportable - Murmuro Marsú Mientras Cargaba Las Bolsas De Kaileena -
- Se Hiso Mala Fama - Murmuro El Pelinegro Como Si No Le Importara -

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- ¿Esta Todo Bien? - Preguntó Adelaida Mientras Revisaba El Fondo Del Local Con Caleb -
- Eso Parece - El Rubio Suspiro - La Casa También Estaba Bien -
- Que Bueno Entonces - Dijo Tranquila. De Repente Se Escuchó La Puerta -
- No Esta Abierto - Exclamó Caleb -
- ¿Para El Heredero De La Gran Babilonia Tampoco Pelotudo Con El IQ De Una Ardilla? - Preguntó Quién Habia Entrado -
- ¡JUDAL! - Exclamó Caleb Mientras Se Paraba - ¡Eres Un..! - El Muchacho Observó a La Pelirroja Detrás De Su Némesis xDDD - Kaileena - Susurro. Todo Rastro De Maldad Pareció Disiparse En Ese Momento -
- Hola Homosexual - Saludó Marsú Mientras Entraba También xD -
- ¿¡VOS!? - Caleb Lo Señalo Con Odio xDD -
- Si Yo Tarado ¬¬ - Murmuro Marsú - Eres Un Estúpido -
- Es Mi Futura Esposa - Dijo Judal Sobre Kaileena - Solo Marsú Puede Hacerse Con Ella Con Mi Permiso - Caleb Solo Miró Con Odio a Los Magi - ¿Donde Esta Adelaida Cornudo? -
- ¡NO SOY CORNUDO! - Estalló Caleb Mientras Subia Medio Cuerpo al Mostrador xD -
- Kaileena Es Tuya Pero Estara Conmigo - Murmuro Judal Mientras Sonreia De Lado -
- ¡Eso Te Hace a Vos Un Cornudo! - Rebatió Molesto xDD -
- No Me Siento Como Uno Pero Se Ve Que Vos Si - Murmuro a Lo Que Caleb Se Agarró Los Pelos xDD -
- ¡JUDAL! - Estalló Furioso -
- Mira Lo Que Hace - Estalló De Risa Marsú Junto Con Judal xDD -
- ¿Que Mierda Pasa? - Preguntó Adelaida Mientras Miraba a Los Recién Llegados - Oh~ Eran Ustedes -
- Tomá - El Muchacho Le Extendió Una Bolsa De Monedas - Te Lo Ganaste -

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No Tengo Ideas xDD

Adelaida tomó la bolsa de monedas rápidamente y se dio vuelta. Judal suspuso certeramente que era para escónderlo en algún bolsillo oculto de su ropa.
-Gracias- dijo ella- Al fin soy libre- admitió con mirada soñadora.
-¿Qué hacen todos en mi tienda?- inquirió Caleb, aún resentido por lo que Judal le había hecho.
-¿No querés que Kaileena está acá? ¿Con vos?- preguntó Marsú con cara de dolor- Que desconsideración de tu parte.
-¡No me refiero a ella! No tengo ningún problema de que esté en mi tienda, es más ¡me gusta!- se apresuró a decir el rubio-. El problema son ustedes dos.
-Como si nos interesara lo que pensás- dijo Judal como si nada.
-No nos interesa que no nos banque un homosexual reprimido gay virgen- continuó Marsú.
-Ese es mi insulto Marsú- le advirtió Judal- dáme el crédito por mis creaciones.
-¿No es un poco…repetitivo?- preguntó Adelaida.
-Me gusta ponerle enfásis al hecho de que es homosexual y reprimido- explicó sencillamente el heredero.
-Vendrán a mi cumpleaños, ¿verdad?- preguntó Kaileena mirando a ambos jóvenes con ojos de cachorro XD- Es hoy, a las 8 pm. En el palacio de Judal
-¿Por qué todas las fiestas tienen que ser ahí?- susurró Adelaida por lo bajo, lo suficiente como para que la pelirroja no la oyera- Eh…claro. ¿Hay que ir de gala verdad?
-Sí…yo quería algo más sencillo…pero mis padres y los reyes insistieron- se disculpó la pelirroja.
-No te preocupes, tenemos que ponernos- la tranquilizó el rubio mirándola con cariño.
-Menos mal, a ver si ibas en bolas- dijo Marsú con los ojos bien abiertos- nos cegarías a todos mostrando al mini Calebcito.
-Podríamos llamarlo: “El ataque de la muy diminuta serpiente pelotuda”- agregó Judal-, esa película sería un best seller como “Primavera Pelotuda” “Pollo gay” “Lucha contra los médanos” “Balbuceos e incoherencias de una confesión estúpida 1 y 2”. Me haría más rico de lo que ya soy.
-Las vería a todas- continuó Marsú riendo.
-Ya tenemos que cerrar el local- indicó, de nuevo, Adelaida- ¿Podríamos hacerlo? A esta hora de la tarde no pasa gente y es un peligro tener el negocio abierto.
-De acuerdo- aceptó la pelirroja-, es que estábamos haciendo tiempo para no ir al palacio.
-Podrías venir a casa Kaileena, obvio, si quieres- ofreció el rubio.
-¡Gracias!
-Y nosotros también vamos, ¿Verdad primo?- dijo Marsú mirando al heredero.
-Por supuesto, no dejaría a mi futura esposa sóla con un cornudo pajero como Caleb- aseguró el pelinegro.
-Nadie los invitó a MI casa- dijo Caleb con enojo.
-Hay Caleb, ya basta- pidió Adelaida con desgano-, sabés que van a venir de todos modos, cerremos el negocio y vayamos a casa que quiero darme un baño.
El rubio, refunfuñando y mandando a la mierda a los Magi, obedeció.

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-¿Esta es tu casa?- preguntó Marsú- ¡Es diminuta! Mi habitación tiene el tamaño de esta casa.
-Cheto de mierda- susurró Ali y, luego dijo-Si no te gusta podés irte.
-Por Kaileena soportaría cualquier cosa- comentó el pelirrojo, solemne.
-Ni que fuera un infierno esta casa- se quejó Caleb.
-Es pequeña y acogedora- admitió Kaileena sonriendo-. Me encanta lo sencillo.
-¡Ah claro! Ahora lo sencillo es genial, y nosotros que la llevábamos a hoteles y restaurantes carísimos, le dimos las mejores habitaciones de nuestros enormes hogares- comentó Judal con sarcasmo, lo suficientemente bajo para que Marsú nomás lo oyera.
-En serio, no entiendo como le puede gustar esto y no lo que le damos- continuó Marsú, también en susurros.
-Yo tampoco.
-Caleb, voy a bañarme, prepara un poco de café, creo que aún queda- comentó la pelinegra- ¡Ah! Perdón por la suciedad, obviamente no limpiamos desde que nos fuimos a la cabaña con ustedes.
-Para algo existen los sirvientes- dijo Marsú con sarcasmo.
-¿Crees que seguiría tirando mi orgullo a la basura siendo esclava de Judal si podría pagarme un sirviente?- preguntó de mala gana ella.
-Bah, no es tan malo trabajar en el palacio, a todos les gusta- se defendió el heredero.
-Una cosa es trabajar para tus padres (y eso que no los soporto) y otra completamente diferente es trabajar para vos Judal- le recordó ella llendo al baño.
-¿Qué café tienés?- preguntó Marsú pasado unos minutos.
-Mmm… descafeinado- respondió el rubio leyendo el envase.
-¿No tenés el café exótico de granos molidos de Colombia con leve toques de chocolate? Es el que siempre suelo tomar- pidió el pelirrojo.
-¿Me ves cara de cafetero?- cuestionó Caleb.
-No, de pelotudo- agregó Judal.
-Sólo hay café descafeinado- repitió él. Y Marsú hizo una mueca.
-Ah, ten- le dijo Judal dándole dos cajas a Caleb.
-¿Qué es?
-La ropa para el palacio, así pasan desapercibidos. No sabrán sus nombres pero si se visten con clase sabrán que pertenenecen a la clase alta- le explicó Judal-. Y dudo que puedan pagar algo así de costoso.
-Gracias- dijo Caleb, desconcertado por la actitud del pelinegro.

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-Esto es…grande- dijo Caleb observando el enorme y elegante lugar. Estaban en la habitación del palacio que había sido decorada especialmente por el cumpleaños de Kaileena. La gente de la nobleza, vestida elegantemente, charlaba con cordialidad.
-No me gusta este lugar…- dijo Adelaida, mirando a todos lados con temor. Caleb, se dio cuenta de eso.
-Tranquila…Estaré acá y dudo que el rey quiera hacer algo…eres una invitada como el resto- comentó con tono tranquilizador.
-No es por eso…el rey no va a hacerme nada si hay gente- explicó Adelaida, aún nerviosa.
-¿Entonces por qué?
-Este es el cumpleaños de Kaileena…-empezó a decir la esclava.
-Sí…
-Ella pertenece a la familia Noir la cual es muy unida a los Magi, además de que es la prometida de Judal y…
-Ya sé eso- la interrumpió Caleb de mala gana.
-Déjame terminar- pidió la ojiazul-. Además se hace en el palacio su cumpleaños. Eso significa que es muy probable que halla otros parientes de Judal…otros primos, hermanos, tíos, sobrinos, abuelos, ¡Lo que sea! ¿Entiendes a lo qué me refiero?- preguntó desconcertada.
-¡No!- dijo Caleb, también aterrado y mirando para ambos lados. Ambos jóvenes se imaginaban a varios clones de Judal y Marsú y esa idea les aterraba- No quiero más gente con genes Magi.
-Ni yo- coincidó Adelaida.
-¿Qué mierda están haciendo?- preguntó Marsú, acercándose a ellos- La gente va a empezar a hablar de ustedes.


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Sin ideas xD

- Hola Marsú - Saludó Una Joven Hermosa. Tenia Los Cabellos Medios Rosados Que Hacian Juego Con Sus Preciosos Ojos -
- ¿Como Estas Álika? - Preguntó Sorprendido El Pelirrojo - No Pensé Que Vendrias -
- No Me Perderia El Cumpleaños De Kaileena Por Nada Del Mundo - Dijo Con Una Sonrisa -
- Que Hermosa Es - Murmuro Caleb Mientras Miraba a La Joven -
- Todos Los Magi Son Endemoniadamente Hermosos - Murmuro Adelaida Con Mala Cara -
- ¿Como Se Llaman? - Preguntó Sobre Los Jovenes Que No Habian Hablado -
- Ella Es Maria Conchita - Dijo Rápidamente Con Una Sonrisa Diabólica - Este Tarado Es Antonio Bragueta Suelta - Finalizó Mientras Miraba a Su Prima Con Una Sonrisa -
- Son.. Nombres Extraños - Dijo La Joven Mientras Los Miraba - En Todo Caso Es Un Gusto Conocerlos -
- ¿Por Que No Vas a Recorrer El Salón Álika? - Preguntó Marsú Con Una Sonrisa -
- Eso Hiba a Hacer - Les Sonrió a Los Jovenes - Nos Vemos Luego - Dijo Tranquila Mientras Les Daba La Espalda -
- Me Hiso Quedar Como Un Estúpido - Murmuro Caleb Mientras Suspiraba -
- Como Si Necesitaras Ayuda Para Eso - Murmuro El Pelirrojo Con Mala Cara -
- Mira a Quién Me Encontre - Dijo Una Voz a Espaldas De Marsú -
- Sharrkan - Dijo El Pelirrojo Sereno - No Puedo Creer Que Estes En Este Lugar -
- Hola Marsú - Saludó El Joven - Tu Debes Ser El Homosexual Del Que Habla Judal - Murmuro Señalando a Caleb xDDD - Me Gustaria Decir Que Habla Maravillas De Vos Pero No Me Gusta Mentir -
- Lo Supuse - Dijo El Joven Rubio Mientras Miraba a Judal - ¿Es Pariente Tuyo? - Preguntó Con Mala Cara -
- ¿No Ves La Belleza Inmejorable? - Preguntó El Joven De Cabellos Blancos Con Mala Cara - Por Supuesto Que Soy Un Magi Tarado -
- Si Es Un Magi - Dijo Adelaida Mientras Miraba a Caleb - Solo Un Magi Puede Putearte a 30 Segundos De Haberte Conocido -
- Que Suerte La Mia - Murmuro Caleb Mientras Se Agarraba La Cabeza xDD -
- Cada Ves Que Te Degradamos Sentimos Un Placer Interior -
Dijo Marsú xDD -
- Es Como Tocar El Cielo Con Las Manos - Siguió Judal xDD -
- ¡Que Chico Tan Lindo! - Dijo Una Joven De Cabellos Negros Mientra Se Trepaba De La Espalda De Caleb xDDD -
- Esa Que Se Parece a Chita Es Ayna.. - Presentó Sharrkan Mientras Negaba Levemente -
- ..Y Es Una Cerda Para Escoger Hombres - Completó Judal Mientras Miraba a Su Pariente -
- Que Diga Que Eres Lindo Es La Prueba - Dijo Marsú Mientras Negaba Levemente - ¿Como Estas Ayna? -
- Excelente - Sonrió La Muchacha Mientras Miraba a Los Chicos - Los Extrañaba Mucho -
- Nosotros También - Dijo Marsú Mientras Suspiraba - Bajate De La Espalda De Ese Pobre Estúpido - Suplicó Mientras Miraba Las Mejillas Sonrosadas De Caleb - Haras Que Se Desmaye Por Tener a Una Chica Linda Tan Cerca -
- Lo Lamento - Dijo La Muchacha Mientras Dejaba a Caleb -
- Las Mujeres De Las Familia Magi Parecen Bastante Buenas - Murmuro Adelaida al Rubio -
- Si Me Preguntas a Mi Esta Es Un Poco Rara - Murmuro El Joven De Cabellos Rubios -
- Dime - Suplicó Ayna a Caleb - ¿Sos Gay? - Preguntó Con Una Linda Sonrisa -
- ¿Eh? - Preguntó El Joven Con Mala Cara xDD -
- ¿No? - Preguntó La Pelinegra - Como Lo Lamento - Dijo Rápidamente - Es Que Judal Me Haba Dicho Que Te Gustaban Los Hombres - Murmuro Inocente -
- Mi Error - Murmuro El Magi De La Trenza Con Una Sonrisa Endemoniada -
- Sos Un Forro - Murmuro Adelaida Con Mala Cara -
- Te Estaba Buscando Ayna - Dijo La Joven De Cabellos Rosados Mientras Miraba a La Chica -
- ¡Álika! - Marsú Miró a Su Prima - ¿Conociste al Homosexual De Antonio Bragueta Suelta? - Preguntó Inocente -
- ¿Eres Gay? - Preguntó La Pelirrosada Con Curiosidad -
- ¡Que No Soy Homosexual! - Estalló Caleb xDD -
- Tenes Cara - Dijo Marsú - Además Pareces Re Pelotudo -
- ¿Que Le Pasó a Tu Cara? - Preguntó El Joven De Cabellos Blancos -
- Para Mi Que Lo Cagó Un Condor - Dijo Judal a Lo Que Las Chicas Sonrieron Entretenidas -
- ¿Un Condor? - Preguntó Sharrkan - Yo Más Bien Diría Un Elefante -
- Una Manada - Dijo Judal Mientras Intentaba No Reirse -
- No Hablen De La Cara Deforme De Caleb - Lo Defendió Adelaida -
- No Me Estas Ayudando Adelaida - Murmuro El Muchacho De Cabellos Rubios -
- Pues No Se Que Te Pasó Pero Seguro Sos Un Estúpido - Dijo Sharrkan -
- Tu Madre Te Habra Dejado Caer De Cara Sobre La Gravilla - Murmuro Marsú -
- Seguramente Te Arrastró Asi Unos Cuatro o Cinco Kilometros - Dijo Esta Ves Sharrkan - Ya Sabes.. Como Si Hubieras Metido La Cara En Un Rallador De Queso -
- Quisas Simplemente Tenes Una Falla En El Cromosoma 21 - Dijo Marsú - Es Imposible Para Nosotros Desifrar La Fuente De Tu Pelotudes -
- ¿No Estan Siendo Demasiado Duros Con Antonio Bragueta Suelta? - Preguntó Álika Con Una Gota En La Nuca -
- No - Dijo Judal Entretenido - Apenas Estabamos Comenzando -
- Espera a Que Conozcas a Nuestros Tíos - Dijo Sharrkan - O Quisas a Nuestra Queria Abuela -
- La Mujer Esta Media Ciega Pero Es De Lo Más Simpática - Dijo Marsú Con Una Sonrisa -
- Sinceramente No Confiamos En Tu Concepto De "Simpática" - Dijo Adelaida Dudosa -
- Es Más Buena Que Cualquiera De Mis Parientes - Dijo Judal Mientras Observaba Como Una Mujer Bastante Mayor Se Acercaba a Ellos -
- Hola Mis Muchachos - Saludó a Los Jovenes - ¿Como Estan Niñas? -
- Hola Abuela - Saludó Álika Con Una Sonrisa -
- Oh~ - La Mujer Observó a Caleb&Adelaida - Que Hermosas Chicas - Dijo Mientras Pelliscazaba La Mejilla Del Rubio xDDD -
- Abuela - Llamó Aisha Con Una Sonrisa Nerviosa - Abuela Ese Es Un Hombre -
- ¿Enserio? - La Mujer Se Acomodó Los Lentes - Oh~ No Seas Tímida Querida Eres Una Niña Hermosa -
- Señora - Carraspeó Caleb al Borde De Una Crisis Nerviosa xDDD - Soy Hombre -
- No Seas Tan Dura Contigo Misma - Le Dijo La Mujer Mayor -
- ¿Ves Que Pareces Mina? - Le Dijo Judal a Caleb xDD -
- No Me Molestes - Murmuro El Joven En Voz Baja - Ella Esta Ciega -
- Te Lo Dije - Murmuro Judal Haciendo Un Leve Gesto Con Los Hombros Para Restarle Importancia a Todo Ese Asunto -
- Ire a Saludar a Sus Padres - Dijo La Mujer Mientras Comenzaba a Caminar - Los Veo Luego - La Mujer Miró a Caleb xDD - No Te Reprimas Linda -
- Dijo Que No Te Reprimas - Susurro Marsú Mientras Intentaba No Estallarse De La Risa -

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No Tenia Muchas Ideas xDD
Igual Esto Va a Seguir ajajaja .P

Álika&Ayna (En Ese Orden Estan En La Foto. Osea Son Las Dos Chicas Delante De Todo xDDD)

Spoiler:

Sharrkan:

Spoiler:

Marsú:

Spoiler:

Abuela (Aisha):

Spoiler:

-Es simpática- opinó Adelaida mientras veía como la anciana se perdía entre la multitud.
-Me dijo que era una mujer reprimida, ¿qué tiene eso de simpática?- dijo el rubio-. Encima me duelen las mejillas.
-Nos dijo que éramos hermosas- la defendió la pelinegra en susurros-, ¿sabes lo difícil que es que nos digan eso? Ya ni recuerdo la última vez que alguien me halagó de esa manera…lo que es bastante triste si te ponés a pensar.
-Prefería que no me hubiera halagado- admitió Caleb viendo como Judal, Marsú y Sharrkan se reían.
-Tranquilo Antonio Bragueta Suelta, la abuela es media ciega, no te lo tomes a mal- trató de relajarlo Álika.
-¿Antonio Bragueta Suelta? Cara y nombre de pelotudo tenés- agregó Sharrkan.
-¿Pueden dejarlo en paz?
-Vos ni hables María Conchita- dijo Marsú con sonrisa maliciosa.
-¿María Conchita?- y tanto Sharrkan como Judal comenzaron a reírse.
-¿Cómo pueden creer que son nuestros nombres?- preguntó Caleb desesperado.
-Claro que lo son, ¿cómo se iban a llamar? ¿Nombres comunes como Caleb o Adelaida?- preguntó Marsú con sarcasmo-. Ustedes sólo quieren negar sus feos nombres.
-Y yo que pensaba que me habían matado llamándome Inmaculada- susurró Adelaida.
-¿Te llamás Inmaculada?- preguntó Marsú riéndose- PATÉTICO.
-Ya me marié, ¿cómo se llaman en verdad?- preguntó Ayna.
-Ya dije: María Conchita y Antonio Bragueta Suelta- explicó Marsú.
-Lo que importa es que Antonio es un pelotudo homosexual- aclaró Judal.
-Amén- dijo Alika y el resto de los Magi repitieron lo mismo “Amén”.
-Macu…vayámosnos de acá a sentarnos, no los soporto- pidió Caleb en un susurro.
De repente, Kaileena bajó por las escaleras, increíblemente bella con el vestido que Caleb le había regalado y las joyas que Marsú y Judal le habían dado. La gente dejó de charlar y se la quedaron observando fijamente, mientras ella sonreía y saludaba a todos los invitados.
-En minutos comenzaremos la cena- dijo ella, sonriente- hagan el favor de sentarse en las mesas correspondientes por favor.
Y así hicieron todos. Judal fue a la mesa principal, donde estaban los reyes, Kaileena y el señor y la señora Noir.
-¿Nosotros qué mesa nos toca?- preguntó Ali mirando a su amigo.
-Síganme, Kaileena pidió que se sentaran conmigo- les explicó Marsú.
-¿Eh? ¿Y con quién más?- preguntó Caleb.
-Con todos los primos y parientes Magi- explicó el pelirrojo, con una sonrisa maliciosa.
Caleb y Adelaida tragaron saliva. No iban a sobrevivir ni a la hora del postre.

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En la mesa redonda estaban Marsú, Álika, Ayna, Sharrkan, otro pariente Magi, Caleb y Adelaida.
-Él es el Tío Abraham- presentó Marsú- Ellos son Maria Conchita y Antonio Bragueta Suelta.
-Hola linda- dijo saludando a Ali- Hola pelotudo- se presentó, saludando a Caleb.
-¿¡Pero ahora qué hice!?- dijo el rubio, exasperado.
-Nada, se te ve en la cara- explicó él, restándole importancia- Y lamento decirte que no soy homosexual. Sé que destruí tus esperanzas ya que soy extremedamente bello, pero no quiero inconvenientes.
-Adoro al tío Abraham- comentó Sharrkan riéndose con ganas.
-Siempre tan expresivo- agregó Marsú.
-Sírveme por favor- le pidió a Álika, la pelirrosa obedeció. Jebediah bebió la copa de un trago y se sirvió de nuevo.
-¿Sos la novia?- le preguntó a Adelaida- Sí es así estás entonces bastante necesitada eh…salir con un homosexual reprimido, su orgullo debe ser una decepción- miró a Caleb a los ojos- Si, tiene cara de tenerla chiquita.
Todos los Magi se rieron ante la cara de desconcierto de Caleb, incluso Adelaida no soportó la tentación y largó una carcajada.
-¡Macu! – se quejó el rubio abochornado.
-Perdón, perdón- se disculpó ella riéndose.
-Pobre Judal, tenía unas ganas tremendas de sentarse con nosotros, se ve desde acá- comentó Ayna y, efectivamente, Judal veía de reojo como en la mesa contigua se estaban ríendo mientras que donde estaba él sólo estaban la señora Noir hablando educadamente con su madre.

Una vez que dieron la entrada y el plato principal, el Tío Abraham, que no había parado de tomar un segundo, ya estaba completamente ebrio y decía cualquier idiotez.
-Eh rubia- dijo Abraham, borracho, refiriéndose a Caleb- Tenés cara de zorra vos, ¿querés venir conmigo a mi cuarto?- e hipó.
-¿Por qué yo?- susurró el rubio.
-Vamos Antonio, yo sé que te morís de ir con el tío- dijo Marsú sonriendo con malicia.
-Además de que te debe encantar que…-empezó a decir Sharrkan.
-¡Ojo con lo que decís!- le advirtió Álika.
-Fiesta, fiesta, Antonio Antonio Gay, Antonio, Antonio, Antonio Gay- comenzó a cantar Abraham.
-¿Qué tengo contra los Magi? ¡Nunca hice nada!- se quejó Caleb.
-Sos pelotudo- respondió Marsú.
-Homosexual- prosiguió Sharrkan.
-Es divertido molestarte y te odiamos- dijeron ambos al unísono.
-No sean tan malos con Antonio, a mi me cae bien- comentó Ayna abrazándolo y frotando su rostro contra el hombro del chico como si fuera un gato.
-Para mí que es adoptada- prosiguió Sharrkan-Esta chica no puede ser mi hermana, no lo entiendo.
-Yo tampoco- continuó Marsú- No debe ser Magi si le agrada Antonio.

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Ok, no es mejor que tu conti (me estallé tanto leyéndola xD). Pero bueno, acá está

Tío Abraham

Spoiler:

- Soy Una Magi De Sangre - Dijo La Joven Mientras Levantaba El Rostro Hacia Sus Primos -
- Y Eso Me Da Miedo - Murmuro Caleb Mientras Miraba a Ayna -
- ¿Por Que? - Preguntó La Joven De Cabellos Negros Mientras Miraba a Caleb Como Cachorro Abandonado xDDD -
- No Congenio Con Los Magi - Dijo Sin Más El Joven De Cabellos Rubios -
- No Es Posible - Dijo Anya Mientras Abrazaba a Caleb - Si Me Gustabas -
- ... - Marsú Comenzó a Toser Cuando Escuchó Hablar a Pelinegra xDD -
- Se Terminó - Sharrkan Carraspeó Levemente - Te Desheredaremos Cuando Lleguemos a Casa -
- Eres Tan Malo Hermano - Murmuro Ayna. De Repente Todo Se Calmó En El Salón -
- ¿Que Esta Pasando? - Preguntó Abraham Mientras Miraba El Centro De La Pista -
- Es La Hora Del Vals - Dijo El Padre De Judal Con Una Sonrisa - Mi Hijo - Señaló Mientras Judal Se Paraba a Su Lado - Quién Se Casara Con La Hermosa Kaileena - Caleb Hiso Una Mueca -
- ¿Te Gusta Kaileena? - Preguntó Ayna Que Se Encontraba Todavia Colgada De Su Cuello -
- ¿Eh? - Caleb Carraspeó Levemente - Nada De Eso - Dijo Rápidamente En Susurros -
- Te Brillan Los Ojos Cada Ves Que La Ves - Le Recriminó La Pelinegra Con Una Sonrisa - No Me Engañas -
- ... - Caleb Se Sonrojo Levemente Mientras Posaba Sus Ojos En La Pelirroja -
- ¿Ves? - Preguntó La Muchacha Mientras Dejaba a Caleb Libre - Estas Perdidamente Enamorado De Ella -
- Que Comience - Dijo Amina Mientras Insitaba a Su Hija a Comenzar -
- ¿Me Permites Este Baile? - Preguntó Judal Con Caballerosidad. Kaileena Le Sonrió -
- Si - La Joven Tomó La Mano Del Heredero De Babilonia. Los Dos Comenzaron a Bailar -
- Lamento Tener Que Se Yo Quién Baile Esto Contigo Kaileena - Murmuro Judal. La Joven Negó Levemente -
- Esta Bien - Dijo Con Una Sonrisa - Me Encanta Que Seas Vos -
- ¿Te Gustaria Bailar Con Ella? - Preguntó Ayna a Caleb -
- Si Pero.. - El Muchacho Bajó Levemente La Mirada - No Puedo -
- Si Podras - Dijo La Pelinegra Mientras Miraba Como Bailaban -
- Por Favor Únanse Quienes Deseen - Dijo El Rey De Babilonia Mientras Invitaba Cordialmente a Ámina a Bailar -
- Vamos - Ayna Tomó a Caleb De La Mano Para Llevarselo -
- ¿Vamos Álika? - Le Dijo Sharrkan Mientras Le Extendia Una Mano -
- Esta Bien - Suspiro La Pelirrosada Mientras Se Paraba -

Estaba Lleno De Parejas. Todas Bailaban Contentas. Era Como Ver Uno De Esos Cuentos Hadas. Todo Tan Increiblemente Tranquilo.

- ¿Estas Listo? - Preguntó La Pelinegra -
- La Verdad No Se Que Estas Planeando - Se Sinceró Caleb -
- En Ese Caso Seguime - Dijo La Muchacha Mientras Dejaba De Bailar Con Caleb - ¿Me Lo Prestas? - Preguntó a Kaileena -
- Seguro - La Pelirroja Besó La Mejilla De Judal Para Entregarselo a Ayna -
- ¿Colaboras Con Ese Pelotudo? - Preguntó Judal Con Media Sonrisa Mientras Comenzaba a Llevar a Su Prima Por La Pista De Baile -
- Se Moria De Ganas De Bailar Con Kaileena - Dijo La Pelinegra -
- En Ese Caso Yo Quiero Sacar a Alguien - El Joven Besó La Mejilla De Ayna - Levantá a Marsú De Esa Silla Por Favor -
- Enseguida - La Joven Corrió Hasta Donde Estaba Su Primo Para Sacarlo a Bailar -
- Disculpe Señorita - Carraspeó Una Voz Junto a Adelaida - ¿Me Permites Este Baile? - Preguntó -
- ¿Eh? - Adelaida Se Sonrojo Levemente al Comprobar Que Quién Se Lo Pedia Era Judal -
- ¿Bailas Conmigo? - Preguntó Nuevamente El Heredero De Babilonia -
- Esta Bien - Suspiro La Pelinegra Mientras Tomaba La Mano De Judal -

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No Se Me Ocurria Nada Gracioso xDDDD
Para La Próxima Le Pongo Más Polenta xDD

-Sos paranoica, así no se puede disfrutar el baile- bromeó Judal mientras veía como la muchacha observaba a todos lados mientras bailaban.
-No quiero que tu padre nos vea, suficiente tengo con las miradas envenenadas- dijo ella en un suspiro.
-¿Eh?- preguntó el pelinegro sin entender.
-Mira…-dijo ella, señalando disimuladamente a un grupo de más de diez hermosas mujeres que miraban a la pelinegra con odio- Si las miradas pudieran matar ya estarían festejando mi funeral…no entiendo como Kaileena puede estar tan tranquila al lado tuyo.
-Ah, mis fans- dijo él con naturalidad.
-Como si fueras un famoso- comentó ella con sarcasmo.
-En realidad, conocido soy- dijo él sonriendo con superioridad-, siempre miran con odio a cualquier persona que esté cerca de mí, Kaileena es amiga mía de la infancia, ya se acostumbró. No le des importancia.
Adelaida siguió observando rápidamente y disimuladamente a su alrededor, pero Judal, de nuevo, lo notó.
-¿Ahora quién te mira con odio?- preguntó él con una media sonrisa soberbia.
-Estoy fijándome de que tu padre no nos vea- respondió ella.
-No se va a dar cuenta- la relajó Judal-, dudo que nos vea con tanta gente, además de que tampoco creo que podrá reconocerte.
-¿Eh, por qué?
-Estás arreglada- dijo él divertido- Jamás te vio vestida con clase, bien peinada y maquillada.
-Mejor no trates de tranquilizarme- pidió ella, algo irritada.
-Como quieras María Conchita.
Adelaida puso mala cara y Judal río ante esa actitud.

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-Kaileeena, te ves hermosa- halagó Caleb observando los ojos azules de la muchacha, hipnotizado.
-Gracias- agradeció ella con sinceridad-. Vos también te ves muy bien.
El rubio se sonrojó un poco y sonrío.
-Gracias.
Estuvieron bailando un tercio de la canción, manteniendo el ritmo. Caleb, a pesar de todo, no era mal bailarín. Quería besar a la muchacha pero no podía hacerlo allí, frente a todos y eso le resultaba algo difícil de soportar, pero por Kaileena lo haría sin dudarlo.
Acarició su rostro con suavidad y ella cerró los ojos, sintiendo el tacto cálido.
De repente, la canción cambió, volviéndose mucho más lenta. Todas las parejas comenzaron a bailar con sus cuerpos más cerca. Caleb, feliz de este cambio, estaba decidido a bailar esa pieza con Kaileena.
De repente, sintió un tirón de su brazo y alguien lo alejó de su preciada pelirroja.
Marsú, que estaba cerca, aprovechó ese momento y tomó de la mano de Kaileena, llevándolo lejos con sus elegantes pasos. Caleb vio su mirada triunfadora que lo observaba, como diciendo: “Te cagué pelotudo”. Y eso era lo que en verdad pensaba el pelirrojo.
Miró quién lo había agarrado y vio el cabello largo y violáceo de Abraham, quién desprendía un aroma a alcohol que jamás el rubio había sentido antes.
-Bailemos un poquito hermosa- dijo, hipando.
Y se sintió extremadamente homosexual e idiota, viendo como como el tío Abraham lo hacía dar vueltas y vueltas por la pista del baile, sin seguir el ritmo de la canción.
Caleb notó una risa cerca de él, y vio a Judal, riendo de lo patético que se veía.

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-¡Oh Por Dios! ¿Qué hice?- preguntó Abraham desconcertado, sentado en la mesa. Habían pasado unas horas de la fiesta y había recobrado un poco del sentido.
-Confundiste a Caleb con una rubia- le explicó Sharrkan entre risas.
-Y bailaste con él- continuó Álika.
-¡Interrumpiste su baile con Kaileena!- lo reprendió Aina haciendo mohín.
-Tranquilo, quedaste como el hombre de la relación- prosiguió Marsú.
-¡Ya dejen de joderme!- pidió Caleb, abochornado.
-No hay caso, no van a parar- le susurró Adelaida, suspirando.
Luego de comer el postre, y haber pasado otra tanda baile, ya todos se habían sentado en la mesa, esperando para que los mozos trajeran la torta de cumpleaños para Kaileena y luego hacer un brindis.
-Quedé como un puto…¡Encima con un pelotudo!- dijo Abraham, sin poder creer aún la situación y tomándose la frente con ambas manos.
-Bah, todos saben que te emborrachás y no ves bien en las fiestas tío- lo relajó Sharrkan.
-Aunque nunca bailó con un tipo en pedo- prosiguió Marsú-, Caleb, siéntete con suerte de que un Magi te vio lindo, al menos en pedo.
-¡Yo lo veo lindo! Y lo es- lo defendió Aina, abrazando al rubio.
-Sí pero ya te dije, cuando lleguemos a casa te desheredaremos y no serás más Magi- le comentó Sharrkan mirando con desaprobación la actitud de la chica.
-Son malos- susurró ella poniendo cara de “víctima” al estilo Marsú XD.
-Con eso no nos vas a convencer- le advirtió el pelirrojo, entretenido.
-Si aunque sea el tipo hubiera sido con una mujer…no hubiera quedado tan mal…¡pero no! Vengo a bailar con un homosexual reprimido pelotudo con su orgullo diminuto- se quejó Abraham- Encima la resaca me va a resultar fatal…ya me está doliendo la cabeza.
-Tío, no es tan malo que te hayan visto bailando con Caleb- lo trató de tranquilizar Álika.
-Mírale el lado bueno- prosiguió Sharrkan-, todos sabían que eras porque estabas en pedo. Además Caleb tiene cara de mina.
El rubio estuvo a punto de decir algo pero Marsú lo interrumpió:
-Además, si creyeran que son gays, al menos quedaste como el hombre en la relación.
-Hijos de puta, ¡ya basta!- dijo Caleb, enojado y sonrojado viendo como todos se reían de él.

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No se me ocurrió más

- Mi Cabeza - Murmuro Judal Mientras Se Paraba De La Cama - Tengo Una Resaca Espantosa -
- Estabas Sentado Con Nuestros Padres - Susurro Kaileena Que Se Encontraba Sentada a Su Lado - ¿Bebiste Igual? -
- Tomando No Los Escuchaba Hablar - Dijo Sin Más Mientras Cerraba Sus Ojos Haciendo Una Mueca De Dolor -
- Esta Bien - Murmuro Kaileena Mientras Suspiraba - Ya Regreso -
- Hola Kaileena - Saludó Marsú Desde La Puerta De La Habitación -
- ¿Vas a Buscarme Unas Pastillas Para La Cabeza? - Suplicó La Pelirroja -
- ¿Resaca? - Preguntó Marsú Mientras Miraba a Su Familiar Tirado En La Cama -
- Si - Murmuro Mientras Hiba a Buscar Un Vaso De Agua a La Cocina -
- ¿No Soportabas a Tus Padres? - Preguntó El Pelirrojo Mientras Sacaba Unas Pastillas De La Mesa De Luz -
- ¿Los Escuchaste Hablar? - Preguintó Judal Mientras Se Sentaba - ¡Estaban Planeando Cuantos Hijos Les Gustaria Que Tuviera Con Kaileena! -
- Hombre - Murmuro Marsú Mientras Le Entregaba La Medicína a Judal - Quieren Controlarlo Todo -
- ¿Enserio? - Susurro Sarcástico El Joven Heredero De Babilonia -
- ¿Que Les Pasa Ahora? - Preguntó La Pelirroja Mientras Le Entregaba El Vaso a Judal -
- Le Comentaba a Marsú.. - Murmuro Mientras Bebía La Pastilla Junto Con El Agua - Que Nuestros Padres Quieren Controlar Hasta Cuantos Hijos Podemos Tener -
- ¿Es Una Broma? - Preguntó Kaileena Haciendo Una Mueca -
- No - Susurro Judal Mientras Miraba Las Telas Que Colgaban De Su Cama - Solo Deseo Que Me Dejen En Paz -
- Tranquilo Judal - Murmuro Kaileena Mientras Se Sentaba a Su Lado -
- No Se Puede Poner Peor - Murmuro Judal. En Ese Momento Marsú Pareció Recordar -
- Chicos - Llamó El Pelirrojo Con Seriedad -
- No Marsú - Suplicó El Pelinegro - ¿Que Pasa? -
- Estaba Caminando Por Los Pasillos Cuando Escuche Hablar a Tu Padre.. - Comenzó El Muchacho -
- ¿Que Mierda Pasó? - Preguntó El Heredero Mientras Sentia Como Kaileena Le Tomaba La Mano -
- ..Estaba Hablando Sobre Comprar Una Casa.. - Siguió El Pelirrojo - ..Ya Saben.. - Murmuro El Familiar De Judal Mientras Posaba Sus Ojos Miel En Los Jovenes - ..Que Se Vallan a Vivir Solos -
- ¿Que? - Susurro Kaileena Mientras Posaba Sus Ojos Sorprendidos En Marsú -
- Creo Que Sospecha Que Siguen Teniendo Contacto Con Esos Dos - Prosiguió El Muchacho -
- Es Por Eso - Susurro Judal Con Mala Cara -
- La Ciudad Es Enorme Judal - Dijo Marsú Un Poco Preocupado - Puede Hacer Que Pierdan Contacto Con Ellos Sin Que Se Vallan De Babilonia -
- Podemos Hablar Con Ellos - Dijo Judal Intentando Tranquilizar a Kaileena -
- Sin La Dirección Solo Es Información Que No Puede Usarse - Susurro Marsú -
- Gracias Marsú - Le Dijo Judal Mientras Se Tomaba La Cabeza -
- ¿Que Vas a Hacer? - Preguntó Su Primo Mientras Miraba al Pelinegro -
- ¿Ahora? - Preguntó El Chico De La Trenza Con Cara De Cansado - Nada - Dijo Para Sorpresa De Kaileena - Me Duele La Cabeza.. No Puedo Pensar -
- Descansa - Le Dijo La Pelirroja Mientras Salia De La Habitación - Tengo Que Hablar Con Ellos - Susurro La Joven Mientras Tomaba Su Capa Marrón Para Luego Salir De La Casa (Casota xD) -

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No Tengo Ideaaaaaaaaaaaaaaaaaas xDDDD

-Fue una noche divertida a pesar de todo ¿no te parece?- preguntó la pelinegra mientras caminaba junto con su amigo por el extenso territorio de Babilonia, hacia su casa. Era de madrugada y ambos estaban atentos a cualquier percance, iban caminando por el pueblo, donde no había un alma en la calle además de uno que otro gato cazando un ratón.
-Sí. Al menos Abraham no me vomitó- comentó él-, y pude ver a Kaileena…estaba hermosa.
-Como que los Magi tienen fama de ser alcohólicos me parece, o al menos los hombres, Judal también suele tomar creo y tanto Marsú como Sharrkan bebieron, aunque el único con esa resaca tremenda fue Abraham.
-Terminó vomitando en el baño, o eso dijo Álika.
-Dudo que haya sido la primera vez que le haya pasado- bromeó la ojiazul.
-Ya vamos a dormir- pidió él y ambos siguieron caminando.
Y, en la puerta de la casa de Caleb, vieron a una figura encapuchada. Ese cabello pelirrojo fue fácil de reconocer.
-¡Kaileena!- dijo Caleb acercándose a ella.
-¿Cómo llegó tan rápido?- preguntó Ali extrañada.
-Vine en carruaje- explicó ella, observándolos con sus grandes ojos azules.
-¿Qué ocurrió?- preguntó Adelaida, preocupada.
-Tengo que hablar con ustedes- dijo ella con seriedad.
-Entremos- insistió el rubio.

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-No estás descansando- dijo Marsú, sentado relajado en un sillón.
-Sería mejor si te fueras- comentó su primo, malhumorado.
-No vas a poder dormir aún. Insistió él. Dormiste media hora y ya te despertaste.
-Lo sé- afirmó Judal, sentándose en la cama-. Odio a mis padres.
-Que novedad- replicó el pelirrojo con sarcasmo.
-No es sólo eso…- insistió el heredero-. Ya están siendo más extremistas y eso me molesta.
-¿Qué pensás hacer?
-No sé- respondió con una sonrisa amarga-. Pero a este paso van a lograr su cometido.
-No creo…- opinó Marsú, pensativo- Se nota que Caleb está completamente enamorado de Kaileena y, Adelaida también te ama, eso se nota.
-No me importa el homosexual ese y, a este paso, es obvio que por mucho que me pueda amar Adelaida va a terminar toda esta relación para la mierda. No sabría ni dónde estoy ni tampoco me podría ver y estaría mucho más tranquila con algún otro tipo que no esté casado y no tenga planificado tener 4 hijos. ¡4 hijos! ¿Para qué mierda quieren que tengamos tantos? Los mocosos son insoportables.
-¿Te das cuenta que estás diciendo mocosos a tus futuros hijos?- preguntó Marsú, entretenido-. La resaca no te hace bien Judal.
-Bah, no soporto los niños, son molestos- dijo el heredero- Imagínate cuidarlos todo los días. No toleraría 4 y menos con Kaileena que la considero como una hermana.
-Quizás no lo hablen en serio- trató de relajarlo el pelirrojo.
-De ellos me creo cualquier cosa ¿desde cuándo estás tan positivo? Hace una media hora me tirabas todo abajo.
-No quiero tolerarte deprimiéndote, te vas a parecer al pelotudo de Caleb- dijo él con sinceridad.
Judal sonrío.
-Eso nunca- afirmó seguro.

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-¡¿Qué?!- gritó Caleb- ¡No puede ser! Kaileena, no lo voy a permitir.
Ella le sonrío y lo miró con extremo cariño.
-¿Qué harías? Te matarían si dijeras algo- meditó Adelaida mientras miraba hacia la ventana de la cocina, con una taza de café en la mano.
-No lo permitiré de todos modos, ¡No me van a separar de Kaileena!- dijo él, abrazándola.- Prefiero morir antes que eso.
-Caleb- suspiró ella, besándolo. Adelaida puso cara de asco, la cursilería no le gustaba para nada, quizás por eso su relación con Judal no era un arquetipo de pareja común donde ambos se dicen idioteces uno a los otros, más bien parecían llevarse mal por las discusiones que tenían.
-Bueno, vivo o muerto sería inútil eso- prosiguió Adelaida, tratando de analizar todo lo más fríamente posible- Y el rey lo sabe. Cree que nos hizo un jaque mate.
-Coincido con Jared la verdad- admitió Kaileena deprimida.
-No tienes que deprimirte Kaileena, no te voy a dejar- la consoló el rubio.
-Mmm…en el ajedrez la pieza más poderosa es la reina pero la más importante es el rey, pero, consiguiendo eliminar a la reina, hacerle un Jaque Mate al rey es más sencillo.
-¿Y eso qué tiene que ver?- preguntó Caleb extrañado.
Ella suspiró.
-No lo sé pero sonaba lindo para la situación- admitió con una sonrisa.
-¡ADELAIDA!- le espetó su amigo-. No es momento para bromas.
-Lo sé, lo sé y creéme que más que nada todo este asuntito lo hacen porque el rey se quedó picado con Judal y conmigo- comentó ella relajada-. Pero no podemos andar como un velorio por eso, ya se nos ocurrirá algo.
-Normalmente la pesimista sos vos- la acusó su amigo.
-Ya se hicieron tantas cosas para separarme de Judal que podría hacerme una telenovela- opinó la pelinegra sarcástica-. Una más, una menos, no cambia la situación.
-Adelaida tiene razón, ya veremos como solucionarlo- opinó la pelirroja.

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Y te juro que mi cerebro está seco, no se me ocurrió nada xD

- ¡Largo! - Estalló Judal Mientras Salian Volando Cojines De Su Habitación - ¡Sos Un Bipolar De Mierda! -
- Solo Intentaba Hacerte Sentir Mejor - Dijo Marsú Mientras Salia Como Podia Del Cuarto -
- No Haces Un Buen Trabajo - Murmuro Judal Mientras Posaba Su Mirada En La Pila De Almohadones - ¿Donde Esta Kaileena? -
- Parece Que Salió - Respondió El Pelirrojo Un Poco Nervioso - No Esta Su Capa Marrón -
- Seguro Fue a Hablar Con Ese Homosexual - Murmuro Mientras Tomaba Su Sobretodo -
- ¿Vas a Salir En Ese Estado? - Preguntó Marsú Arqueando Una Ceja -
- ¿Vas a Venir o Te Quedaras Parado Pensando Que Esta Mal? - Preguntó El Heredero De Babilonia a Lo Que Marsú Tomó Un Pedaso De Tela Marrón -

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- No Creo Que Valla a Funcionar Todo Esto - Murmuro Kaileena - Judal Cree Que Terminara Para La Mierda -
- No Le Hagas Caso - Suplicó Caleb Un Poco Nostálgico - No Importa Lo Que Pase -
- Gracias - Susurro Kaileena - Pero Ningúno Sera Feliz -
- No Con Esa Persepción De Las Cosas - Murmuro Adelaida Mientras Le Daba Un Sorbo a Su Café -
- Judal Es Pesimista - Susurro Kaileena - Es Pesimista Desde Que Tengo Memoria -
- ¿Pesimista? - Preguntó Caleb Sin Poder Creer Lo Que Kaileena Decia -
- Si - Dijo La Pelirroja Mientras Los Miraba -
- ¿Hablando De Mi? - Preguntó Una Voz Desde La Ventana -
- ¿Que Haces Levantado Judal? - Preguntó Kaileena Mientras Se Paraba Rápidamente -
- Te Buscaba - Dijo Sin Más - No Soportaba Más Escuchar a Marsú -
- Gracias - Susurro El Pelirrojo Con Sarcasmo Mientras Miraba Por La Ventana También -
- ¿Van a Pasar? - Preguntó Adelaida Con Serenidad -
- ¿Ya Te Lo Dijo? - Rebatió Judal. Tenia Las Mejillas Un Poco Sonrosadas -
- Si - Susurro Adelaida. Los Jovenes Entraron a La Casa -
- ¿Tenes Un Momento? - Le Preguntó El Pelinegro a Su Enamorada -
- Eh~ - La Muchacha Miró a Judal Extrañada - Si ¿Que Pasa? -
- Ven - Judal Se La Llevó a Un Lugar Apartado -
- ¿Te Sentis Bien Judal? - Preguntó Adelaida Preocupada -
- Escuchame Ali - Suplicó El Ojirrojo Mientras Posaba Sus Ojos En Ella -
- ¿Q-Que Pasa? - Preguntó. Mierda. Ya Se Estaba Poniendo Nerviosa -
- No Seras Feliz a Mi Lado - Susurro El Pelinegro Mientras La Tomaba Por Los Hombros - Te Quiero Muchisimo Adelaida - Continuó Mientras Intentaba Pensar Claramente - No Me Gusta Hacerte Sufrir -
- ¿De Que Estas Hablando? - Preguntó Adelaida Mientras Miraba a Judal Tratando De Entender -
- No Dejare Que Desperdicies Tu Vida Conmigo Si Solo Vas a Tener Problemas - Dijo Sin Rodeos - Mi Miseria No Tiene Por Que Ser La Tuya -
- Pero Judal.. - No Pudo Quejarse Por Que Judal La Habia Besado -

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Ok~
Voy a Hacer Quilombos Con Estos Por Que Medio Como Que Los Abandoné xDDD

Ambos despegaron sus labios para respirar. Tenían el rostro tan cerca y sus ojos fijos en los del otro, sintiendo sus cálidas respiraciones. Adelaida no podía aún ordenar sus pensamientos, que eran un caos; la tranquilidad de la que había gozado anteriormente, junto con unos preocupados Caleb y Kaileena, habían desaparecido en el instante en que el heredero dijo esas palabras. No le importaba que Kaileena dijera que él era pesimista, sí Judal se preocupaba por algo, entonces sí que era un tema serio.
-Por favor Judal…no- pidió ella, su voz se quebró, sonando como una súplica-. Seguiremos adelante, no me importa lo que nos haga tu padre-, ella hizo una sonrisa forzada-. ¿Qué tiene? Seguiremos adelante, justos, no importa el resto.
-Adelaida- replicó el heredero evitando mirar esas orbes zafiros, no quería sentirse peor de lo que ya estaba- ¿Cómo puedes estar conmigo cuándo estaré casado y viviendo en un lugar que ni conoces? Tendré que tener hijos, seguir la vida que mi padre planeó para mí. Yo, seguiré siendo la marioneta de mi padre, no seré feliz, pero vos sí. ¡Por dios! Podrías estar con cualquier persona, caminar por el pueblo agarrados de la mano, sin temor a nada, sin esconderse. ¿No entendés? Una vida que conmigo no podés tener.
-¡No quiero esa vida sino estás vos!- se quejó ella-. Judal, mi destino es ser una mísera esclava, no tengo más futuro. E igualmente, no me importa, me da igual verte una vez cada tanto y tener que esconderme para estar con vos, porque esos momentos son tan hermosos que hace que valga la pena todo el sacrificio.
-Ya no eres una esclava y tu vida puede mejorar- insistió él-…y eso se va lograr si no estás conmigo. Adelaida, no puedo permitirme arruinar tu vida. Sencillamente no.
Y, sin decir más, se levantó y miró a Kaileena, abrazada a Caleb y a Marsú sentado cerca de ellos. Los miró a ambos y, la frialdad de sus ojos, hizo que los siguieran y se marcharan de la casa de Caleb.
Caleb y Adelaida miraron, desde la puerta, a esas tres figuras con capas marrones, marchándose lejos, y, a pesar de no decirlo, estaban seguros que los dos sintieron un retorcijón en el estómago, quizás porque iba a ser la última vez que los iban a ver.

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-¡Caleb! Ya llegué- dijo Adelaida abriendo la puerta del local y pasando, de un salto, el mostrador de vidrio.
-No hagas eso- le reprochó él resignado- Le llegas a errar y lo rompés.
-Tranquilo…ten- dijo ella, lanzándole una pequeña bolsa con monedas de oro-. Vendí toda la joyería esa de segunda mano que tenías.
-No puedo creerlo…¡yo no podía quitármela de encima! Las compré por su precio tan barato pero después nadie las quería- dijo el rubio, asombrado.
-No fuiste al lugar adecuado, tengo unos contactos que buscaban joyas para después falsificarlas, pero necesitan un material para fundirlo y esas baratijas viejas le sirvieron de maravilla.
-Ni quiero adivinar a dónde fuiste- comentó él. Era un nuevo día y ambos jóvenes trabajaban en el local de Caleb, Adelaida le había hecho el favor de venderle unas joyas antiguas que nadie quería y, mientras tanto, el rubio atendía a los clientes del local.
Adelaida fue hacia la parte de atrás, buscando unas joyas que Caleb le había pedido para colocar en el mostrador. El rubio se quedó en silencio, pensando acerca de la noche anterior. De repente, el tintineo de las campanas al abrirse la puerta lo distrajo de la línea de sus pensamientos, una persona con capucha negra entró con pasos lentos al local. Se sacó la capucha y sus ojos rojos se posaron en los celestes de Caleb. Había algo en ese muchacho que al rubio le resultó conocido, pero no supo identificar el qué.
-Quería una tobillera- explicó el joven relajado.
-Sí…claro…
-¡Caleb! ¡No las encuentro, ¿dónde están?!- gritó Adelaida, rebuscando en las muchísimas joyas detrás del local.
-En una caja arriba de todo, creo que tiene la fecha de hace una semana- le dijo el rubio, mientras rebuscaba y sacaba un cajón, mostrándole las tobilleras al cliente- Estas son las que tenemos que vinieron de último modelo.
-Quiero algo más clásico- pidió el muchacho. Len sacó otra caja, con más relucientes y antiguas tobilleras, incluso mucho más hermosas que las recién salidas al mercado.
El extraño joven se quedó observando por un buen rato, sin decir ninguna palabra.
-Caleb, acá están- le informó Adelaida entregándole unos paquetes- ¿Son estás verdad?
-Sí Macu, hasta que las encontraste- comentó el chico, entregándole el paquete.
El joven miró a la pelinegra con curiosidad. Esos ojos rojos le recordaban tanto a Judal que ella se sintió incómoda con aquel escrutinio.
-Me
-¿Eres Adelaida Debanhi?- preguntó él muchacho.
-¿Quién eres?- preguntó ella con desconfianza. Ese chico no le daba buena espina.
Y el muchacho, deduciendo que estaba en lo correcto, hizo una media sonrisa, con superioridad.
-Adivino, un Magi- dijo Adelaida con frialdad.
-Entonces eres Adelaida Debanhi- repuso el joven entretenido- Tienes que venir conmigo.
-Sí, voy a ir con el primer desconocido que conoce mi nombre- respondió ella con sarcasmo.
-Te lo ordeno.
-¿Quién te crees que sos para ordenarme? Que seas un Magi no significa nada.
-Soy el hijo del rey Jared, quién, junto con mi madre, te compró. Por lógica, eres tanto mi esclava como la de mi hermano, pero tranquila- repuso el joven sonriendo- yo no voy a dejarte ir tan fácilmente.
Tanto Caleb como Adelaida abrieron los ojos de par en par. Y Adelaida, dando un suspiro, pensó qué le había hecho a ese Dios allá arriba, el cual no paraba de complicarle aún más las cosas. Y ese chico era, sin lugar a dudas, un gran y peligroso problema.
-¡Macu! ¿Qué haces?- preguntó Caleb, viendo como la chica seguía al otro heredero de Babilonia, en silencio.
Ella se dio vuelta, mirándolo con una sonrisa triste.
-No pasa nada Caleb, todo estará bien.
Y se marcharon del local, dejando a Caleb solo.

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Judal estaba irritante, sencillamente tenía un humor de mierda y no trataba de disimularlo para nada. Kaileena y Marsú, conociéndolo, decidieron ignorarlo, sabiendo que pronto se le pasaría.
Y es que el pelinegro estaba de mal humor, primero, por lo ocurrido el día anterior, sabiendo que no tenía que volver a ver más a Adelaida para no arruinarle la vida. Enojado con su padre, lo maldijo con todos los insultos que tenía. Segundo: Tenía una resaca terrible y el dolor de cabeza no se le pasaba con nada. Estuvo prácticamente toda la tarde durmiendo, hasta que finalmente, cuándo decidió que su humor no era lo suficiente malo para estallar, caminó por los pasillos del palacio, pensativo.
Y ahí escuchó una voz, demasiado conocida para su gusto. ¿Podría ser posible? No, él no estaba y no tenía pensado volver. O eso creía…
Se acercó hacia dónde escuchaba la voz, y ahí lo vio:
Ahí estaba su hermano, dándole explicaciones, relajado, a una joven detrás de él. Judal se horrorizó al reconocerla: Adelaida. Lo que más le molestó, fue ver una cinta celeste de seda, con encaje negro, a modo de gargantilla en su cuello. Él sabía lo que significaba, así su hermano identificaba a sus esclavas.
-Lear- dijo Judal desprendiendo odio en su voz.

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Querías quilombos, acá hay (? xD. Quiero que Ali siga siendo esclava pero esta vez de Lear para mandarle más bardo a todo. Tenés razón, ya los dejamos descansar a esos dos xD

- Hola Hermano - Saludó El Muchacho Mientras Posaba Su Mirada En Judal -
- ¿Que Haces? - Preguntó Molesto El Heredero Mirando a La Joven Que Se Encontraba Junto a Su Hermano -
- Le Explico Un Par De Cosas Que Debe Saber - Dijo Simplemente Para Luego Esbosar Media Sonrisa - Que Debe Saber Para Trabajar Para Mi -
- ¡No Puedes! - Exclamó El Muchacho Mientras Miraba a Su Hermano Con Odio -
- Si Puedo - Corrigió Lear - Nuestros Padres La Compraron Judal - Le Dijo Condescendiente - Yo No Sere Tan Blando Como Vos - Murmuro Con Malicia -
- Deja a Adelaida En Paz - Le Espetó Judal Furibundo. Lear Arqueó Una Ceja -
- ¿Por Que No Vas a Ocuparte De Kaileena? - Preguntó Mordaz - No Deberias Estar Perdiendo Tiempo Conmigo Sabiendo Que Tenes Una Mujer De La Que Hacerte Cargo "Hermanito" -
- ... - Los Ojos De Judal Estaban Llenos De Furia. Jamás Se Habia Llevado Bien Con Lear. Bajó La Mirada Llenó De Impotencia, Pero Cuando Sus Ojos Se Posaron Nuevamente En Adelaida y Lear Se Veian Fríos e Inexpresivos - Tenes Razón.. No Se En Que Estaba Pensando - Murmuro Para Luego Pasar Junto a Los Jovenes Rumbo a Su Habitación. Lear Sonrió Con Malicia. Siempre Hiba a Ser Mejor Que Judal -

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- ¿Judal? - Kaileena Observó Como El Heredero Entraba a La Habitación Para Luego Cerrar De Un Portazo - ¿Estas Bien? - Preguntó Preocupada Cuando Observó Como El Muchacho Se Tomaba La Cabeza Para Dejarse Caer -
- Kaileena - Susurro El Muchacho. Tenia Las Mejillas Sonrosadas -
- No - Susurro La Muchacha Mientras Se Agachaba Junto al Heredero - Tenes Fiebre ¿Que Pasó? - Preguntó La Muchacha Mientras Posaba Su Mano En La Frente Del Pelinegro -
- Lear - Susurro Judal Mientras Cerraba Los Ojos a Causa De Dolor De Cabeza -
- ¿Tu Hermano? - Preguntó La Pelirroja Con Sorpresa -
- Justo Cuando Le Dije a Adelaida Que Seria Mejor Estar Separados - Susurro Judal Esbosando Una Sonrisa Amarga - Lear La Tomó Como Sirvienta -
- ... - Kaileena Observó a Judal Con Cariño. Luego Lo Abrazó - Te Quiero Mucho - Susurro al Heredero - Por Eso Te Pido Que Me Escuches -
- ... - Judal Solo Correspondió El Abrazo En Silencio -
- Tenes Fiebre.. Si Ensima Estas Pensando En Tu Hermano Te Pondras Peor - Le Dijo La Pelirroja a Modo De Súplica - Por Favor -
- Tenes Razón - Susurro Judal Mientras Miraba a Kaileena. Luego La Tomó Del Mentón Para Besarla Unos Segundos - Gracias - Susurro Mientras Se Paraba Para Caminar Hasta La Cama -
- ... - Kaileena Se Sonrojo Levemente. Solo Pudo Ver En Silencio Como Judal Se Dejaba Caer Sobre La Cama -

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- ¿Entendiste Todo? - Preguntó El Muchacho De Ojos Rojos -
- Si - Dijo La Joven Con Mirada Ausente - Esta Bien -
- Te Suplico Que Por Favor Me Escuches - Lear La Tomó Del Mentón. Kaileena Carraspeó Levemente -
- ¿Kaileena? - Preguntó El Muchacho Mientras Miraba a La Recién Llegada -
- ¿Sabes Donde Estan Las Médicinas? - Preguntó La Pelirroja Con Seriedad -
- En El Botiquin - Señaló - ¿Estas Lástimada? -
- No Es Nada - Dijo Sin Más Tomando Unas Médicinas Junto a Una Bolsa De Hielo - Gracias -
- Es Una Muchacha De Lo Más Extraña - Susurro Lear Mientras Miraba a Adelaida - ¿Sabes Cocinar? - Preguntó -
- Un Poco - Dijo La Pelinegra Sin Más -
- Haceme Una Tarta De Cerezas - Suplicó Mientras Se Sentaba - La Esperaré -

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Pobre Judal ♥
xDDDD

Lear:

Spoiler:

Caleb estaba extremadamente preocupado mientras corría hacia el palacio. ¿Qué iba a pasar con Adelaida? ¿Qué le iba a hacer Lear? A pesar de que no le caía para nada bien Judal, no había dudado jamás de que le haría algún daño porque la quería; pero Lear no le inspiraba ninguna confianza y temía por el destino de su amiga. Había cerrado el negocio poco después de que el heredero se fuera junto con Ali, y corrió el largo camino hacia el palacio. Recordaba que una vez Adelaida le había mostrado un pasadizo para entrar sin ser visto y necesitaba buscar algunas explicaciones.
Absorto en sus pensamientos siguió corriendo hasta que se chocó con alguien.
-Ten más cuidado- dijo una voz conocida- ¡Ah! Si es el pelotudo de Caleb. Por saber que no tienes neuronas te perdonaré que te hayas chocado conmigo.
-¡Marsú!- exclamó el rubio impaciente, ignorando el insulto anterior- ¿Qué le pasó a Adelaida?
-¿Eh? ¿Pasó algo?- preguntó desconcertado.
-¡Sí!- dijo de mala gana, perdiendo los estribos- Un estúpido pariente tuyo se la llevó como esclava.
-¿Quién?- inquirió Marsú con seriedad. Esperaba que su idea de quién era ese Magi fuera errada.
-El hermano de Judal, Lear.
Marsú maldijo en su mente: no se había equivocado. Y eso a Judal no le iba a gustar para nada, tenía que buscarlo…rápido.

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Kaileena colocaba un paño húmedo sobre la frente cálida del dormido heredero, estaba a su lado, asistiéndolo pensativa y tratando de que le bajara la fiebre. Trataba de alejar recordar de nuevo como Judal la besó poco antes de acostarse, sabiendo que sólo empeoraría más las cosas que le diera vueltas a ese asunto; de cualquier manera, le resultaba extremadamente difícil esa tarea.
La puerta se abrió y, de ella, entraron Marsú y Caleb. Kaileena les hizo un gesto para que hicieran silencio.
-¿Qué le pasó?- preguntó el pelirrojo en susurros.
-Tiene fiebre- explicó ella, también en voz baja.
-Kaileena…Lear- intentó decir el Magi.
-Sí, ya lo sabemos- la interrumpió ella, dando un suspiro-. Creo que eso afectó más a Judal.
-¿Qué pasará con Adelaida?- cuestionó Caleb, preocupado.
-Lo mejor será que obedezca sin chistar- respondió Kaileena, miró los ojos celestes del rubio fijamente-, y que no estés rondando por acá, sólo empeorarías las cosas.
Y Caleb se sintió impotente e inútil, reconociendo que su novia tenía razón.
-Adelaida no es tonta, no se comportará de la misma manera en que lo hacía cuando era esclava de Judal- la tranquilizó la Noir-. Se habrá dado cuenta de que Lear no es un tipo para tomárselo a la ligera.
-Eso espero- susurró Caleb.
-¿Judal qué tiene pensado hacer?- inquirió Marsú observando a su primo, quién no presentaba un buen aspecto.
-No ha pensado en eso aún y es mejor no despertarlo ahora y que descanse- pidió ella, atendiendo a su futuro esposo.
-Ven- ordenó Marsú a Caleb- te guiaré para que te marches del palacio.
Y Caleb, en silencio, obedeció.

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Adelaida cocinaba en silencio, con el extraño sentimiento de peligro. Cada tanto, observaba de reojo al pelinegro, quién esparaba sentado y sin siquiera mirarla, jugueteando con un cuchillo. No le sorprendería que pronto recibiera una puñalada por la espalda y eso le inquietaba demasiado.
Ella suspiró, leyendo el libro de recetas y tratando de hacer la tarta. ¿Qué tenían los Magi con las tartas? Primero una tarta de manzana y ahora una de cereza. ¿Por qué mejor no le pedían para hacer unas creps? Eran más sencillas y ricas de hacer.
-¿Terminaste?- preguntó Lear alzando la vista.
-Sí- respondió ella con voz monocorde, sacando la tarta del orno y agregándole unos últimos detalles, con sumo cuidado la ubicó sobre la mesa y cortó un trozo, poniéndolo sobre el plato frente al heredero.
Él comió en silencio y con lentitud, mientras la ojiazul esperaba parada, mirando hacia la puerta.
-No está mal- admitió Lear-. No es lo mejor que he comido pero al menos es digerible.
Su esclava no respondió y tampoco se dignó en mirarlo siquiera.
-Puedes sentarte si quieres.
-Paso.
-¿Dejarás de responderme tan cortante? Lo máximo de palabras que me has dicho fueron dos- dijo el muchacho, arqueando una ceja.
-Sí- asintió ella. Lear suspiró y se levantó, acercándose a ella.
-Adelaida…
-¿Sí?
-¿Te das cuenta que puedo matarte cuándo quiera? No intentes jugar conmigo- la amenazó, observándola con sus ojos rojos, con detenimiento-. Si no lo he hecho aún es porque me convienes, pero cuando ya no te necesite o acabes con mi paciencia –que es muy poca- morirás.
-Lo noté con sólo verte a los ojos- comentó ella, manteniendo la mirada, desafiante.
-Eres interesante- admitió él, con una sonrisa maliciosa-. Sígueme, tenemos varias cosas que hacer.

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Tardé pero ya está. Sigo preguntándome qué tienen los Magi con las tartas de frutas xD.

- Por Favor - Susurro Kaileena Mientras Observaba a Judal -
- ¿Esta Mejor? - Preguntó Marsú Mientras Entraba a La Habitación Con Un Cuenco -
- No - Susurro La Pelirroja Mientras Posaba Sus Ojos En Marsú - La Fiebre No Cede -
- Puta Madre - Susurro El Pelirrojo Mientras Dejaba Lo Que Cargaba Sobre Una Mesa -
- ¿Crees Que Estara Bien? - Preguntó Kaileena Preocupada -
- Conoces a Judal Tanto o Mejor Que Yo - Susurro Mientras La Miraba - ¿Enserio No Eres Capas De Saber Si Estara Bien? -
- ... - La Joven Negó Levemente Mientras Bajaba La Mirada -
- Kaileena - Llamó Marsú Mientras Posaba Sus Ojos En Su Primo - Quiero Contarte Una Cosa -
- ¿Que Cosa? - Preguntó La Muchacha Mientras Levantaba Levemente La Mirada -
- No Es Lindo Pero Si Vas a Casarte Con Judal Deberas Saberlo - Susurro Con Seriedad. Kaileena Comenzó a Preocuparse -
- ¿Que Es Marsú? - Preguntó Con La Voz Tomada - Por Favor Necesito Saber Que Es Lo Que Le Pasa -
- Cuando Era Más Chico Solia Pasar Mucho Tiempo En Esta Casa - Comenzó a Contar Marsú - Jared Siempre Fue Un Forro Conmigo.. Lear No Era Una Persona Que En Eso Se Diferenciara Mucho De Su Progenitor - Dijo Mientras Posaba Un Paño Frío En La Cabeza De Judal - Me Sentia Solo Cada Ves Que Mis Padres Me Dejaban En Este Horrible Lugar - Susurro Mientras Bajaba Levemente La Mirada - Un Día Estaba Encerrado En Una De Las Habitaciones.. Estaba Asustado.. Pero Judal Vino a Buscarme Junto Con Lina - Sonrió Levemente al Recordar a La Pequeña Niña - Fue Entonces Cuando Comence a Pensar Que Quisas Podia Pasar Buenos Momentos En Esta Casa - La Cara De Marsú Se Puso Seria De Repente - Pero al Poco Tiempo Lina Enfermó - Dijo Mientras Intentaba No Quebrarse - Por Mucho Que Intentaban Los Médicos De La Familia No Mejoraba - Susurro Mientras Posaba Su Mirada En El Heredero - Unos Días Después De Que Judal Cumpliera Cinco Años Lina Falleció - Dijo Mientras Se Secaba Las Lágrimas - Y a Causa De Eso Judal Enfermó -
- No - Susurró La Pelirroja Mientras Las Lágrimas Comenzaba a Rodar Por Sus Mejillas De Forma Silenciosa -
- Judal No Padece Un Ataque De Fiebre Desde Ese Día - Dijo Mientras Tomaba Las Manos De La Pelirroja - Estube Con Él Mientras Los Médicos Intentaban Todo Para Que La Temperatura Cediera - Marsú Posó Sus Ojos En La Chica - Kaileena.. Solo Tenes Una Oportunidad En La Vida.. De Salir Como Judal Lo Hiso Esa Ves.. -

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- ¿Tenes Todo? - Preguntó Lear Mientras Caminaba Junto a Adelaida -
- Si - Dijo La Muchacha Con Seriedad -
- Por Favor Deja De Hablarme Con Mosílabos - Suplicó El Muchacho - Siento Como Si Estubiera Hablando Solo -
- Perdón - Susurro Sin Más Para Suspiro De Lear -
- Tendremos Que Cambiar Eso - Dijo Sereno Mientras Entraba a La Cocina Junto a Adelaida -

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Tenia Ganas De Llorar T.T ~
PD: Pág~ 8 ♥

-¿Qué?- preguntó Kaileena, sin poder creer lo que escuchaba.
-Yo…no creo…-empezó a decir Marsú, agachando la cabeza.
-¡No digas eso!- gritó la pelirroja, envuelta en lágrimas y pegándole un cachetazo al Magi. Marsú tocó su mejilla colorada, desconcertado-.Él va a sobrevivir, no me importa lo que haya que hacer, ¡lo conseguirá!
Y Kaileena cayó al suelo de rodillas, sollozando desconsoladamente, a un lado de la cama dónde Judal dormía, enfermo. Marsú se arrodilló y la abrazó, tratando de calmarla. No tenía palabras para decirle, él, que siempre sabía cómo responder ante cualquier situación, no tenía ni la más remota idea de cómo actuar. Dejó que ella apoyara su cabeza sobre su pecho y le dio un pequeño beso a su cabellera, envolviéndose con el agradable aroma a fresas que emanaba, unas lágrimas cristalinas surgieron de sus ojos ámbar y surcaron su rostro. Sonrío con tristeza, sólo había llorado por Lina y por Judal: ya había perdido a uno, no quería también que su primo –y mejor amigo- se marchara también.
Y así estuvieron, por un largo rato, sin hablarse, sencillamente llorando al lado de un Judal que no los estaba escuchando, o eso creían…

Judal no quería abrir los ojos, le dolía la cabeza y se sentía fatal, pero más aún por escuchar los llantos de sus dos amigos, sufriendo por su destino. ¿Por qué nunca podía ser feliz? Deseaba decirle a Marsú y a Kaileena que dejaran de llorar, que eso lo hacía sentir peor, pero por más que podía estaba paralizado, no tenía las fuerzas siquiera para incorporarse.
A pesar de ser el heredero de todo un enorme reino, él siempre se sintió un completo miserable. Odiaba su vida, ni más ni menos. Odiaba a sus padres y a su hermano, odiaba ser el heredero de Babilonia y todo aquello relacionado con su familia directa. La única luz en esa familia tan horrible (perfecta a la vista, sí, pero despreciable cuando se los conocía en verdad) había sido Lina. Pero ella ya no estaba, había muerto y lo había abandonado, sólo, en medio de las escorias que lo rodeaban. Recordaba nostálgico esos momentos junto con su pequeña hermana, caminando por el palacio junto con Marsú, riendo ante alguna broma que ambos chicos habían ello para que ella se divirtiera, esos tiempos dónde al jugar a las escondidas ambos primos dejaban que ella ganase por ver su sonrisa de felicidad; el sonido cantarín de su risa cuando le hacían cosquillas, o sus ojos somnolientos luego de que le contara alguna historia –siempre con final feliz y parejas que se amaban indescriptiblemente, como les gustaba a ella- y, luego, la arropaba y se marchaba de su cuarto con cuidado. Eran recuerdos tan hermosos, en una época dónde él se sentía completo y feliz –tan distante a su realidad- que le parecieron sólo sueños de la vida del fantasma de aquel niño feliz.
Lina, Lina, ¿Qué haría ahora si estuviera viva? De seguro que estaría tratando de remediar la situación con Lear, ella siempre odiaba cuando ambos jóvenes se peleaban y siempre le decía a Judal que tenía que ser más considerado con su hermano mayor y no tratarlo tan hostilmente. El heredero jamás entendió esa actitud de su hermana, defendiendo a Lear, y, de chico, se sentía celoso de ver como ella lo defendía si él le respondía mal. Lear, de pequeño, siempre había sido un joven serio e inexpresivo, y apenas le dirigía palabras a sus Lina, normalmente la ignoraba y muchas veces casi ni lo veían ya que solía encerrarse en su cuarto.
Si pudiera haber hecho algún movimiento en ese momento, estaba seguro que hubiera hecho una mueca al recordar el funeral de Lina. Él estaba frente a la tumba blanca de su pequeña hermana, llorando en silencio, viendo como su madre también lloraba y su padre decía unas palabras solemnes, con una lágrima bajo sus ojos. No sabía si estaban actuando o si en verdad sentían el dolor por su difunta hija, pero ni se molestó en averiguarlo. Miró a su lado, dónde estaba Lear, inexpresivo como siempre, y sintió un terrible enojo al ver lo poco que le importaba. ¡Era su hermana por Dios! Las palabras de Lear cuando le respondió el porqué de su serenidad aún estaban impresas en su mente. “Se fue porque era débil, es la ley de la vida. ¿De qué sirve llorar? No va a volver”
Y Judal supo en ese momento que odiaba a su hermano más que a nadie en el mundo, incluso más que a su padre.

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Lear firmaba una gran lista de papeles, Adelaida estaba frente a él, sentada y en silencio, con mirada pérdida hacia la ventana.
-Adelaida- dijo el joven pelinegro.
-Dime- respondió ella, con voz monocorde.
-Dime señor- agregó el muchacho.
-Dime- repitió ella.
-O me empiezas a hacer caso o te asesino- comentó con total naturalidad, sin levantar la vista de sus papeles.
-De acuerdo.
-No me provoques.
-No lo hago.
-Ah claro, y seguís respondiendo con máximo dos palabras y sin el “Señor”- prosiguió con sarcasmo.
-En realidad “no lo hago” tiene tres- dijo ella, finalmente, viendo que era mejor no discutir, suspiró y agregó-. De cualquier manera, ¿para qué tengo que hablar más de lo necesario?- y, con un tanto de repulsión, dijo- Señor.
-Es molesto sentir que hablás solo- opinó el muchacho, terminando de firmar el último papel y alzando la vista para verla.
-Como si mis palabras te importaran- repuso ella.
-Créeme, me interesan más de lo que crees- aseguró él, levantándose y marchándose, siendo precedido por la pelinegra.

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-¿Hay algo que se pueda hacer?- preguntó Kaileena a los doctores. Marsú los había llamado y, en ese momento, inspeccionaban al muchacho dormido.
-No sabemos que tiene- dijo uno de ellos- Pero lo mejor será que, si no podemos bajar la fiebre, al menos se mantenga y no suba.
-Continúen con los paños de agua fría- les informó el otro, mientras con una jeringa pinchaba el brazo del muchacho, introduciéndole un medicamento- Por lógica esto debería bajarle la fiebre.
-Muchísimas gracias- dijo Marsú sereno.
-Volveremos en unas horas para ver como evoluciona su estado, en el caso de que ocurra algo grave, búsquenos en seguida- dijeron y, finalmente, los dos doctores se marcharon.
Kaileena volvió a su tarea de colocarle un paño de agua fría al heredero. Pasaron varios minutos hasta que Marsú notó algo.
-Kaileena, ¡está abriendo los ojos!
Efectivamente, Judal, con pereza, abrió los ojos y pestañeó un poco hasta incorporarse débilmente.
-¡Judal!- gritó Kaileena, abrazándolo y comenzando a llorar.
-Amigo, nos preocupastes- comentó su primo, suspirando relajado.
-Lo noté- dijo Judal, y miró a los alrededores- ¿Vieron a Lear?
-No- respondió Marsú.
-Yo tampoco- se apresuró a mentir Kaileena, pero el heredero lo notó.
-Lo viste- dijo él rotundamente- ¿Qué estaba haciendo?
-Le hablaba a Adelaida aunque no logré escuchar- comentó ella, sonando natural.
Judal miró hacia un punto invisible de la habitación, tenía que hacer algo, pero no sabía qué y se maldijo, por ya ni sabía cuanta vez consecutiva, a sus malditos familiares que hacían su vida miserable.
-Judal, deberías descansar- pidió Kaileena, preocupada.
-No puedo- respondió el, hosco.
-Aún no te has recuperado, sigues teniendo fiebre- dijo ella, tocando su frente.
De repente, la puerta se abrió y Lear entró, precedido por Adelaida. Judal le dirigió su mejor mirada envenenada pero el pelinegro sencillamente la ignoró.
-Kaileena, ha llegado la modista y tiene tu vestido. Deberás probártelo para terminarlo- comentó el muchacho, sereno. La pelirroja miró a Judal de reojo, el cual asintió levemente y, con un suspiro, caminó hacia el heredero mayor.
-Así que el enfermo era mi hermano menor- dijo el muchacho, que encontraba eso aparentemente entretenido.
-¿Hay algo más que necesites?- preguntó Kaileena con frialdad.
-No- respondió él- Mi esclava te ayudará a probarte el vestido de novia. ¿Verdad?
-Sí, Señor- comentó ella con seriedad. Los tres se marcharon de la habitación dejando a ambos primos solos.

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Me encantó escribir sobre los pensamientos de Judal como si fueran una historia con pocos diálogos y me deprimió luego al leer su sufrimiento xD.
Página 8 ♥

PD: Lear es un forro pero onda que es lindo el hdp, no sé, le hará la vida imposible a Judal y a Ali pero no puedo enojarme en serio xD

- ¿Que Le Pasa a Judal? - Preguntó La Pelinegra Mientras Observaba a Kaileena Tomarse Unas Medidas -
- Esta Enfermo - Respondió La Joven Con Seriedad Mientras Hiba Escribiendo Las Medidas En Un Cuaderno -
- ¿De Que? - Preguntó Nuevamente Adelaida -
- Fiebre - Respondió Simplemente La Pelirroja Mientras Tomaba El Centímetro -
- ¿Se Pondra Bien? - Preguntó Adelaida. Kaileena Dejó Las Cosas Sobre La Mesa Para Ver a La Chica -
- No Lo Sé - Contestó Sin Más - Judal Tuvo Una Enfermerdad Parecida Después De Que Lina Murió - La Muchacha Caminó Hacia La Puerta - De La Que Salió Por Casualidad - Dijo Para Luego Salir De La Habitación -
- ¿Hablando Con Adelaida? - Preguntó Lear Cuando Observó a Kaileena Caminar Hacia La Habitación De Judal -
- No Me Dejas Pasar - Le Dijo La Pelirroja Sin Emoción En Su Tono De Voz -
- ¿Te Hice Algo? - Preguntó Lear Con Media Sonrisa -
- Nacer - Le Espetó Con Odio Kaileena Mientras Le Daba Un Golpe Con Su Hombro Para Poder Pasar -
- Eso Dolió - Murmuro Sin Inmutarse Mientras Observaba a La Muchacha Desaparecer Tras Doblar Una Esquina -

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- ¿Como Estas Judal? - Preguntó Kaileena Mientras Entraba a La Habitación -
- ¿La Verdad? - Preguntó Mientras Se Tomaba La Cabeza Con Una Mano - No Mejor -
- Estaras Bien - Le Dijo Kaileena Mientras Se Sentaba En El Hueco Que Habia Entre Las Piernas Del Heredero - Yo Me Quedó Con Vos -
- Gracias Kaileena - Susurro El Pelinegro Mientras La Miraba Con Cariño -
- ¿Sabes? - Susurro Mientras Bajaba Levemente La Mirada - Marsú Me Contó Lo Que Pasó Con Tu Hermana - Dijo Con Tranquilidad -
- Lo Imagine - Respondió Con Seriedad -
- No Quiero Que Te Mueras Judal - Dijo Mientras Los Ojos Se Le Llenaban De Lágrimas - No Podes Dejarme -
- Kaileena - Judal La Tomó En Brazos Para Secarle Las Lágrimas - Te Prometo Que Jamás Te Dejare Sola - Susurro a Oidos De La Joven - Jamás - Dijo Sin Estar Internamente Seguro De Poder Cumplir - Pero Por Favor No Llores - Le Suplicó Mientras La Rodeaba Con Sus Brazos - Me Matas Cuando Lo Haces -
- ... - Marsú Llegó a La Habitación Con Un Cuenco Nuevo. Hiba a Hablar Pero Se Calló Cuando Observó a Kaileena Echa Un Obillo Sobre Judal - ¿Esta Bien? - Preguntó En Susurros a Judal -
- No - Respondió Debastado - Esta Intranquila -
- Hermano - Marsú Se Sentó a Su Lado Para Comprobar Que La Muchacha Se Habia Quedado Dormida - No Tenes Idea De Lo Sos Para Kaileena -
- No - Respondió Con Sinceridad - La Verdad Que No -
- Te Quiere Muchicimo - Susurro Mientras La Miraba - Te Necesita - Le Dijo Mientras Posaba Nuevamente Sus Ojos En Judal - No Como Adelaida Que No Fue Capas De Venir a Ver Como Estabas -
- Lo Sé - Susurro Mientras Escondia La Mirada Entre Sus Cabellos -
- Pero La Chica Que Tenes En Brazos Se Muere Por Tu Bienestar - Le Regañó En Voz Baja - Pensalo Judal - Le Dijo Mientras Le Tocaba La Frente -
- ¿Sigue Sin Bajar? - Preguntó Con Mirada Ausente -
- Lamento Decir Que Si - Susurro Preocupado - No Cede -
- No Importa - Murmuro El Heredero De Babilonia - Quisas Lina Me Quiera Con Ella -
- No Digas Pelotudeses - Marsú Levantó Levemente La Voz - Que Me Perdone Pero No Dejare Que Te Des Por Vencido - Le Espetó - Judal Se Lo Dijiste a Kaileena - Le Suplicó - Si No Queres Pelear Por Vos Pelea Por Ella -

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- ¿Preocupada? - Preguntó Lear Mientras Posaba Su Mirada En Adelaida -
- No - Dijo Sin Más Mientras Seguia Caminando -
- Mi Hermano Es Débil - Dijo Tranquilo Mientras Doblaba Una Esquina Para Ir a Buscar Unos Papeles Donde Su Padre - Se Va a Morir - Una Puntada En El Pecho De Adelaida Hiso Que La Joven Casi Rompiera a Llorar - No Te Pongas Sensible - Le Espetó Sabiendo Que Eso Habia Causado Cierto Dolor En La Muchacha - Sera Una Muerte Más De Las Miles Que Tenemos Que Soportar Todos Los Días - Dijo Sereno - Le Pasó a Lina Por No Poder Consigo Misma - Dijo Con Media Sonrisa - Tarde o Temprano Le Pasara a Judal -
- ¿Como Podes Decir Eso? - Susurro Entre Dientes La Joven. Lear Llegó a Escucharla -
- Sencillo - Dijo Sereno Sin Borrar Esa Espantosa Sonrisa - No Me Interesan - Dijo Con Sinceridad - No Me Interesaba Lina - Dijo Mientras Posaba Sus Ojos Rojos En Adelaida - Mucho Menos Me Interesa Judal - Dijo Tranquilo Mientras Golpeaba La Puerta Del Despacho De Su Padre - Judal Es Un Estorbo - Dijo Mientras Esperaba - Uno Que Espero Se Valla Pronto al Infierno -

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Ya~ ♥

El heredero suspiró, sin saber bien qué le depararía su destino y cuánto tiempo viviría.
-Pelear por ella- repitió, pensativo.
-No permitiré que te vayas y la dejes sola- comentó Marsú, sereno, observando a la muchacha que dormía y cuyo rostro al fin había tomado una apariencia relajada-. Si te vas, yo te extrañaría y no sabes cómo pero seguiría adelante. Pero Kaileena…-esperó unos segundos, meditando la respuesta- sabes que ella es frágil tanto en personalidad como físicamente, ¿sabes lo qué causaría tu muerte en ella?
-Yo le había dicho eso a Lina, cuando estaba enferma…”No permitiré que te vayas, no me abandonarás”- dijo Judal, con una sonrisa triste mientras acariciaba con suavidad los cabellos rojizos de su prometida-. Y al final mis palabras no sirvieron de nada.
-Quizás ella tenía que irse, aunque no quisiéramos- comentó Marsú, agachando la cabeza y en voz baja-. Lo pensé varias veces, quizás allá arriba la necesitaban y por eso tuvo que irse.
-Eso es un consuelo infundado- dijo Judal, inexpresivo-. Es un razonamiento parecido al de mi hermano, “es la ley de la vida”. Murió por su enfermedad, porque fuimos inútiles y no encontramos la manera de salvarla, no por otro motivo.
-Judal, ¡no puedes echarte la culpa de lo que le pasó!- le espetó su primo, enojado.
-¿Por qué no?- preguntó, a la defensiva-. No voy a seguir el razonamiento de mi hermano, ni tampoco tu consuelo con Dios. Antes, cuando era pequeño, quizás sí, pero me di cuenta que Dios me abandonó hace mucho tiempo.
Marsú se quedó en silencio, sin saber bien qué decir. Le dirigió una mirada expectante y de reproche a su primo, y éste, suspirando, dijo:
-Quédate tranquilo, no voy a dejar sola a Kaileena.
-Ella te necesita. Lo sabes- continuó Marsú, esta vez más tranquilo.
-Sí, lo sé- respondió el heredero.
-Lo mejor será que pienses bien en qué hacer, sabes a que me refiero- prosiguió el pelirrojo-. Sería lo mejor para los dos.
-¿Eso crees?- preguntó el joven de ojos rubí.
-Los esclavos nunca tuvieron una buena vida Judal ni tampoco la tendrán- continuó Marsú, tratando de ser lo más sutil posible- Será mejor que la olvides, porque ella con tal de sobrevivir lo hará también, ya viste su actitud cuando entró al cuarto.

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Escuchó el ruido de pasos detrás de la puerta y Adelaida, inconscientemente, se situó, disimuladamente, detrás de Lear.
-No te hará nada, tranquila, no voy a dejar que lo haga- dijo el joven, sonriendo entretenido ante la acción. Y esa actitud, extrañamente, le hizo recordar a Judal.
-¡Lear! ¡Hijo mío!- dijo el rey, una vez que vio al muchacho pelinegro frente a él. Lo abrazó sonriente-. No me has avisado que vendrías.
Ladeó un poco la vista, notando a la ojiazul, quién observaba, aparentemente interesada, una maceta que había a un costado.
-¿Qué hace acá? Preferiría que estuviera lejos de mi casa-repuso él, con voz furibunda.
-¿Así recibes a tu hijo?- preguntó con sarcasmo Lear- Déjala, yo me encargo de ella.
-Sería mucho más sencillo y rápido matarla- repuso él, pero se encogió de hombros y dijo- Haz lo que quieras, confío en vos.
-Ten- dijo el muchacho, entregándole los papeles- Te adelanté gran parte del trabajo.
-Eres digno de ser un Magi- comentó el rey, encantado- Haremos una gran cena esta noche por tu regreso, diré a los sirvientes para que preparen todo…
-Preferiría que no- dijo él, con naturalidad-. Sabes padre que prefiero estar tranquilo y solo. Sólo diles que me lleven la cena a mi cuarto.
-De acuerdo- comentó el rey- ¿Necesitas algo más?
-No, cualquier cosa te aviso- dijo él, marchándose seguida por Adelaida.

-Puedo preguntarte algo- pidió Adelaida, mientras seguían caminando por los pasillos del palacio en silencio.
-Hasta que te dignas a hablarme- comentó él, sonriendo.
-¿Quién es Lina?
-¿Judal no te lo contó? Era nuestra hermana pequeña, era muy unida a Judal pero murió cuando éramos niños de una enfermedad. Eso le afectó bastante a él y se enfermó, sobreviviendo de milagro- explicó Lear, sin inmutarse- ¿Alguna otra pregunta?
-No- respondió ella sin siquiera mirarlo, seria.
-Me sorprende que no me preguntaras el porqué odio a Judal- comentó Lear, tratando de entablar una charla.
-Que yo supiera tus motivos no cambiará en nada la situación- dedujo ella.
-Tienes razón- admitió él, con una media sonrisa de superioridad.
-¿Tenés que hacer esa sonrisa cada dos por tres?- se animó a preguntar la pelinegra, mirándolo de reojo.
-¿Te recuerda a Judal?- preguntó entretenido-. Él también tiene esa costumbre.
-Para nada- repuso ella rápidamente-.Sus sonrisas no se parecen en nada, ni tampoco los motivos por los cuales lo hacen.
-Ahora me toca a mí preguntarte- dijo Lear, volviendo a poner su expresión serena y mirando, con un claro deje de curiosidad a la pelinegra-. Mi padre cree que sólo estás con Judal para conseguir la buena vida del Palacio y, con suerte, lograr casarte con él y ser pariente política de los Magi, lo que te haría asumir al trono como Reina, también.
Adelaida arqueó una ceja, con cara de asco. ¿En serio el rey era tan estúpido?
-Pero yo no creo eso- agregó Lear-. No eres estúpida, sabes que jamás, al ser una esclava podrías casarte con el heredero al trono. Pero eso me hace preguntar, ¿por qué hiciste tanto por él? Estuviste arriesgando tu vida peligrosamente, y lo sabes.
-¿No es obvio?- cuestionó ella- Es tan obvio que no entiendo cómo ninguno de los dos se dan cuenta.
-Es estúpido- dijo Lear- Arriesgas tu vida por alguien con el que nunca podrías ser feliz.
-No lo niego- admitió Adelaida, esta vez observando ella fijamente a los ojos carmín del pelinegro- Pero, ¿sabes qué? Cada momento que pasé con tu hermano, por más ínfimo que fuese, hacía que valiera la pena hacer toda esa locura. Vos mismo lo dijiste Lear: Yo soy una esclava. En el pueblo me odian, no podía conseguir un empleo y tuve que robar para sobrevivir; sé que mi futuro es incierto, que podría morir incluso después de que te diga esto, por eso no pensaba en el mañana sino en el hoy, en tratar de conseguir la mayor cantidad de esos momentos con tu hermano, de esa felicidad que no me correspondía, ni que tampoco me corresponde.
-No pienso igual que vos, creo que sigue siendo estúpido lo que hacés- continuó Lear y, luego de pensarlo unos segundos, agregó-, pero, igualmente, es interesante tu razonamiento…aunque no lo creas, me agradas.

Marsú esperaba, pacientemente, frente a la puerta del cuarto de Lear, sabiendo que en algún momento él pasaría por los pasillos. No estaba seguro de si lo que iba a hacer era correcto, pero, al ver al heredero caminando junto con Adelaida relajadamente (o al menos él lo demostraba), supo que no había vuelta atrás.
-…aunque no lo creas, me agradas- había dicho el pelinegro y Marsú se enojó al escuchar esas palabras, pero lo disimuló-. ¡Primo! Al parecer nos estabas esperando.
-¿Podría hablar con tu esclava?- pidió el pelirrojo, sonriendo forzadamente.
-Claro. No hay drama- dijo el muchacho, entrando a su cuarto- Cuando termines Adelaida, entra.
Marsú la miró y la esclava sintió el enojo en esos ojos. Supo que no le iba a esperar nada bueno.
-Escúchame con atención- pidió Marsú- Judal está enfermo, creo que eso lo sabes. Lo que tiene es extraño y grave, y superar la enfermedad depende mucho de su estado anímico. Ahí tenemos el problema.
-Y yo tengo la culpa, ¿verdad?- preguntó Adelaida con desgano, recibiendo como respuesta una mirada envenenada de Marsú.
-Esta situación no le favorece en nada a Judal, lo he estado pensando hace tiempo: la relación que tienen ustedes dos sólo los perjudica.
Adelaida suspiró.
-Ve al punto.
-De acuerdo- dijo Marsú- No te obligaré a hacerlo porque yo no soy así, sencillamente te lo diré para que lo pienses: Deberías dejar que Judal haga su vida, cortar todo lazo con él. Él podría vivir tranquilo, se casaría con Kaileena –quien lo necesita- y terminarían siendo felices además de que ya se habría recuperado al no tener tanto estrés. Al principio le molestará, pero Kaileena estará allí para ayudarlo y apoyarlo en cualquier momento porque lo ama como mejor amigo, pero tranquilamente podría ser como algo más, él se dará cuenta de eso y tarde o temprano se enamorará de ella también.
-Y vivieron felices y comieron perdices- agregó Adelaida tratando de parecer fuerte, pero por dentro sólo se sentía una desgraciada-. Aunque hay algo que no me cierra.
-¿Qué?- preguntó el Magi, asombrado.
-Vos- dijo ella- ¿Qué te pasará? Pensé que amabas a Kaileena.
-Y por eso sé que será feliz con Judal, eso a mí me basta- confesó el pelirrojo, con una sonrisa triste- Y no, no estoy tratando de imitar al pelotudo de Caleb, pero sé que Kaileena deberá casarse con Judal de todas formas y creo que si ambos lo hacen con amor serán felices, además de que mi primo y mejor amigo podría recuperarse si se olvida de ti y toda la mierda que te rodea- dijo, sin importarle lo cruel que sonaban sus palabras- en serio: piénsalo.
Y se marchó. Adelaida esperó unos segundos para poder asimilar toda esa información y, componiendo un rostro sereno y relajado que no correspondía para nada a lo que en verdad sentía, entró a la enorme habitación de Lear.
-¿De qué hablaron?- preguntó el pelinegro, acostado en su gran cama con un libro y sin siquiera mirarla.
-De lo hija de puta que soy- respondió ella.

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Ante la insistencia de Kaileena, ella se quedó en el cuarto de Judal, sin querer ir a acostarse al suyo por más que estuviera al lado. Había estado en su habitación, acostado, todo el día, en los horarios de la comida, Marsú les traía los platos. Su primo, una vez entrada la medianoche, se marchó a su cuarto en el palacio, no muy lejos de allí.
Ya era de madrugada y el heredero sencillamente no podía dormir, se levantó con cuidado, notando que Kaileena se había quedado dormida sentada en la silla al lado del colchón. Debía de estar en verdad cansada para dormirse en ese incómodo lugar y lo confirmó cuando la cargó con cuidado y la acostó en su cama y ella ni siquiera reaccionó.
La vio allí, dulcemente dormida y con ojeras en sus ojos; se sintió tremendamente miserable cuando vio el rastro de las lágrimas que habían surcado por su diminuto y suave rostro. Y más aún, al saber que él había sido el causante de ello. Recordó las palabras de Marsú, que estuvieron rondando por su mente durante toda la tarde. “Si no quieres pelear por ti, al menos hazlo por ella” “Kaileena te necesita, no como Adelaida que ni siquiera vino a verte”. ¡Maldito Marsú! Gracias a sus comentarios había conseguido aumentar su ya molesto dolor de cabeza con esos pensamientos y las dudas que lo acechaban.
Seguía sin sentirse bien pero no quería estar en la habitación, caminando en puntas para no hacer ruido, salió de la habitación y comenzó a caminar por los pasillos tratando de reorganizar sus pensamientos.
Trató de recordar cómo había sobrevivido cuando era pequeño a esa extraña fiebre que nunca cesaba, recordaba su dolor ante la pérdida de su hermana y que estaba dispuesto a rendirse para ir con ella. Se había dormido esa noche, deprimido y adolorido, sin saber cuándo de una vez por todas se iría con su hermana y podrían estar juntos, como esos momentos de felicidad que ya no había sentido de nuevo; él nunca había sido una persona que soñara, pero en ese momento lo había hecho: y allí estaba su hermana, diciéndole que peleara por él y por ella, que no se rindiera. Al despertarse, cuando le hicieron el control diario, comprobaron que había bajado unos grados de fiebre y eso era alentador. Y él estuvo decidido a seguir luchando para superar su enfermedad, porque la frase que le había dicho Lina, antes de despertarse, lo motivaba a seguir adelante. Lina de pequeña había sido su luz para soportar a sus padres y a su hermano, y, aún sin estar, lo seguía siendo, como una estrella que jamás se apagaba y que siempre estaba allí, iluminando, por más que él no lo viera.
-“Vive por mí”- Judal repitió la frase que su hermana, en sueños, le había dicho. Y se sintió más miserable aún por haberlas olvidado horas antes, claro que él lucharía y no moriría, pelearía por Kaileena y viviría por Lina. No importara lo que tendría que hacer, él lo cumpliría.
Caminó distraído, ya un poco mejor anímicamente de haber encontrado la fuerza para seguir adelante, sin darse cuenta que estaba frente a la puerta del cuarto de su hermano.
Escuchó unos ruidos y, de repente, se dio vuelta viendo el rostro de Lear a centímetros de él. ¿Cómo no la había notado? Quizás él estar pensativo no la hizo oírla antes.
-¿Qué haces?- susurró Judal. El pelinegro tenía en sus manos una bandeja con comida y agua.
-Debería preguntarte yo eso- dijo él sin inmutarse-. Le traje comida a la esclava.
-¿A las 4:30 de la madrugada?
-Quería ver cuánto tiempo estaba sin probar bocado hasta quejarse, desde la mañana que la encontré que no come- comentó con naturalidad
-¿La querés matar de inanición o qué?- le espetó el menor de los hermanos, enojado.
-Tardó en comer porque no se quejó en ningún momento, si lo hubiera hecho antes ya le habría traído algo, pero es más que obvio que tiene hambre y debe comer algo aunque no se va a morir por unas horas. Siempre fuiste exagerado, hermano.
Judal no respondió, su hermano abrió la puerta de su cuarto y dijo:
-Adelaida, ¿ya te cambiaste? Ven aquí- ordenó relajado.
Y la muchacha obedeció y se acercó a su dueño, en silencio, miró a Judal, quien estaba frente a la puerta abierta.
-Tengo buen gusto- se dijo a sí mismo Lear observando el camisón blanco de tira y seda que le había ordenado a ponerse a su esclava- ¿Verdad Judal?
La ojiazul bajó la cabeza, sin querer mirar a nadie, se sentía fatal y ver a Judal no le ayudaba para nada. Lear notó esa actitud y le levantó el mentón obligándola a mirar a su hermano menor.
-No agaches la cabeza, no seas tímida- dijo él, entretenido y gozando del sufrimiento de ambos muchachos-. Habrás hecho cada cosa con mi hermano ya, es estúpido que sientas vergüenza.
Y Judal se enojó y eso se vio reflejado en su rostro claramente, él sabía que si no se sentiría tan mal ya se habría abalanzado hacia su hermano y golpeado hasta el hartazgo. Adelaida también notó eso, además de que le preocupó ver como el heredero comenzaba a respirar más deprisa y su rostro enrojecía de la fiebre; fue en ese momento que recordó las palabras de Marsú. Quizás podría dejar de ser tan hija de puta…
-Judal, solo andate. Por favor- susurró Adelaida.
-Tienes permiso para decir lo que quieras- insistió Lear, quién se había dado cuenta de las intenciones de la pelinegra.
-Esto no da para más Judal, ¡nos lastima a ambos! No lo tolero más, ya no lo soporto. ¡Ház tu vida! Yo no quiero saber nada más, ¡no vale la pena! ¡no por tanto sufrimiento! Sé feliz por tu parte y déjame serlo a mí también… - su rostro era serio mientras decía aquellas palabras tan hirientes y, cuando vio los ojos rojos de Judal que se abrían de par en par, desconcertado, supo que le había creído.
-La dama ha hablado- comentó Lear, completamente entretenido y abrazando a la pelinegra por la espalda, dándole un beso a centímetros del labio sabiendo que eso molestaría a su hermano aún más.
Judal la observó, decepcionado y con una mezcla de odio y ella supo lo que expresaba esa mirada, era un “Jamás esperé eso de vos…”. Se dio vuelta y se marchó, cerrando la puerta de un portazo.
Adelaida nunca se había sentido peor, quería gritar, llorar y no salir jamás del cuarto, necesitaba sollozar desconsoladamente, liberar toda esa amargura que estaba reprimida en su cuerpo.
-Ni se te ocurra llorar- le susurró Lear al oído, aún abrazándola.
Y aunque le resultó difícil y las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, ella contuvo el llanto, porque eso era lo que los esclavos hacían.


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Tardé muchísimo en hacer la conti (fíjate la hora que lo subo y pensá que estuve escribiendo desde que comencé a chatear con vos, jajaja). Es que al principio estaba seca seca, y después de la nada, a la nochecita, me re inspiré mal y empecé a hacer sentir miserables a Judal y a Adelaida (especialmente a Ali, me da pena hacerle tanto mal a Judal, es muy tierno xD). Y me copé escribiendo: Casi cinco hojas completas del word! owo.
El bardo que estamos armando es tremendo, lo adoro xD.

PD: Marsú cada vez me está cayendo peor xD.

PD2: Recién termino de releer lo que escribí, creo que con esta conti me recibo con títulos oficiales de tremenda hija de puta xD.

PD3: Amo las posdatas y soy una pelotuda por decirlo tantas veces pero me gusta.

PD4: PD te amo mucho ♥ ahre xD

- ¿Estas Mejor? - Preguntó Marsú Mientras Regresaba Con Unas Medicinas -
- No - Susurro Judal Con La Mirada Gacha -
- ¿Que Pasó? - Preguntó El Pelirrojo Mientras Se Sentaba Junto al Heredero -
- Nada - Respondió El Muchacho Mientras Posaba Sus Ojos En Kaileena -
- Te Conozco Judal - Le Dijo Marsú Para Luego Bostezar. Eran Las Seis De La Mañana -
- Adelaida Terminó Conmigo - Dijo Serio -
- Lo Supuse - Dijo Marsú Mientras Miraba a Su Primo - Tranquilo Judal - El Muchacho Puso Una Mano En El Hombro Del Heredero - Era Solo Una Mina -
- Si - Suspiro Mientras Intentaba No Mostrar Lo Sorprendido Que Estaba - Supongo Que Tenes Razón -
- La Tengo - Dijo El Pelirrojo Mientras Miraba a Kaileena - Tenes a Una Mujer Estupenda a Tu Lado - Le Dijo Con Tranquilidad - Enamorala Judal - Susurro a Lo Que El Pelinegro Posó Su Mirada En Marsú Con Sorpresa -
- ¿Es Enserio? - Preguntó Con Escepticismo -
- Si - Le Dijo Con Seriedad - Esta Es La Medicina - Le Dijo Mientras Le Señalaba Unas Pastillas - Tomala -
- Gracias - Susurro El Pelinegro. Marsú Solo Se Puso De Pie Para Luego Salir De La Habitación Dejando a Judal Solo Con La Pelirroja -
- ¿Judal? - Susurro Kaileena Mientras Se Desperesaba Lentamente - ¿Ese Era Marsú? -
- Si Pero Ya Se Fue - Dijo Sereno El Muchacho Mientras La Miraba - ¿Como Estas? -
- Cansada - Dijo Mientras Le Sonreia Con Cariño - ¿Vos Como Te Sentis? -
- Mejor - Respondió Mientras Posaba Su Mano En La Mejilla De La Pelirroja -
- Que Bueno - Dijo La Muchacha Mientras Tomaba La Mano De Judal Con La Suya - Me Hace Tan Bien Escucharte Mejor -

Una Puntada En Su Pecho Surgió Cuando La Muchacha Pronunció Aquellas Palabras.

"Kaileena Te Necesita"

De Repente No Pudo Evitar Recordar a Marsú Hablar.
Las Palabras Del Pelirrojo Retumbaron En Su Cabeza Como Un Interminable Eco.

- Kaileena - Susurro Judal Mientras La Miraba Con Un Extraño Brillo En Sus Ojos -
- ¿Que Pasa? - La Muchacha Lo Observó Extrañada Mientras Poco a Poco Dejaba La Mano Del Heredero En Libertad -
- No Quiero Que Te Cases Conmigo Por Compromiso - Susurro a Lo Que Kaileena Miró al Pelinegro Sorprendida -
- No Comprendo - Dijo La Muchacha Un Poco Nerviosa -
- Ya Lo Vas a Entender - Le Dijo Mientras Le Besaba La Frente - No Te Preocupes - El Muchacho Se Paró Para Ir a Buscar La Medicina -
- Espera Judal - La Muchacha Lo Tomó De La Muñeca - Yo Te La Traigo Pero Por Favor No Te Muevas -
- ... - El Muchacho La Miró Para Luego Sonreir - Esta Bien - Dijo Mientras Se Sentaba En La Cama Nuevamente - Haslo Tú -
- ... - La Joven Sonrió Mientras Hiba a Buscar a La Mesa La Medicina - Es Por Que Te Quiero -
- Lo Sé - Susurro El Heredero Con Una Sonrisa Un Poco Triste -

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- Adelaida - Llamó Marsú Cuando Encontró a La Muchacha Caminando Por Los Pasillos Cargando Una Bandeja - Escuche Lo Que Le Dijiste a Judal -
- ¿Estas Contento? - Preguntó La Joven Con Hostilidad Mientras Lo Miraba Intentando Oprimir Ese Sentimiento De Nostálgia -
- Bastante - Respondió Con Sinceridad - Esta Mejor - Le Comentó - No Puede Creer Lo Que Le Dijiste.. Pero Estara Mejor -
- Eres Un Estúpido - Le Dijo La Muchacha Con Odio -
- Para Nada - El Pelirrojo La Miró - Le Dije a Judal Que Se Gane El Corazón De Kaileena - El Muchacho Se Puso a La Par De Adelaida. La Joven Abrió Los Ojos De Par En Par Dejando Caer La Bandeja -
- No Puedes - Susurro Mientras Las Lágrimas Intentaban Salir De Sus Ojos -
- Pronto Seras Solo Un Mal Recuerdo Para Judal - Dijo El Muchacho Con Seriedad - Kaileena También Lo Sera Para Caleb -
- No Puedes - Susurro Nuevamente Mientras Miraba Como La Bebida Color Rojo Manchaba Lentamente Las Cerámicas Color Crema -
- Cuando Este Decidido a Ganarse a Kaileena - El Joven Sonrió De Lado Pero La Pelinegra No Pudo Verlo - Te Habra Olvidado Para Siempre - El Muchacho Comenzó a Caminar Nuevamente - Sera Mejor Que Levantes Eso o Lear Va a Castigarte - Le Espetó. Adelaida Solo Se Quedó Muda En Su Lugar -

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- ¿Como Estas? - Preguntó La Muchacha Mientras Posaba Su Mano En La Cabeza De Judal -
- No Sé - Respondió Sereno - ¿Tengo Temperatura? -
- Si - La Muchacha Posó Esta Ves Su Frente Contra La Del Heredero - Parece Que Sigue Igual - La Muchacha Suspiro Preocupada -
- Gracias Por Todo Kaileena - Le Dijo El Heredero. La Muchacha Posó Instintivamente Sus Ojos En Los De Judal.. Lo Cuáles No Pudo Dejar De Mirar - Sos Hermosa - Le Dijo Con Las Mejillas Sonrosadas Por La Fiebre -
- G-Gracias - Susurro La Muchacha Mientras Bajaba La Mirada -
- Kaileena - Llamó El Muchacho Con Seriedad. En El Momento En Que La Joven Levantó La Mirada El Heredero La Besó -

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ajajaja Mira El Quilombo ♥

PD1: Esta Cosa Salió Por Que La Verdad No Daba Escribir Con Mi Estrés xDDD
PD2: Yo Odio a Lear u,u (Osea Vos a Marsú Estamos a Mano xDDD)
PD3: También AMO Escribir PD's Con Contenido Pelotudo. Pero Es Secreto Sh~ (?
PD4: Te Amo Más Pelotudasa♥

Se mordió el labio con fuerza del nerviosismo provocando un pequeño corte y que saliera sangre de él. Se agachó y recogió con cuidado todos los afilados trozos, para luego ir con pasos torpes hacia la cocina y tomar otra bandeja de comida. Sabía que ya se había tardado y Lear se enojaría con ella, pero eso no le importaba. Paradójicamente a su estado emocional, se encontraba –al menos físicamente hablando- relajada.
¿Qué podía hacer? Ella podía privar de su felicidad por Judal, por más doloroso que le resultara. Pero…¿La de Caleb también? Si Kaileena y Judal se enamoraran, su mejor amigo sería infeliz. Pero si Caleb y Kaileena seguían enamorados, Judal sería infeliz y más ahora que Marsú le daba varias ideas para confundirlo. ¿Qué podía hacer?
Necesitaba charlarlo con alguien, expresarse de alguna manera. Ya no soportaba guardarlo todo dentro de ella, se terminaría enfermando a ese paso y lo sabía. Y esas preguntas en su mente, ese “¿qué puedo hacer?” seguía apareciendo, doloroso y desesperante.
Con una bandeja nueva de comida, entró al cuarto de Lear.
-Te tardaste- dijo el heredero, mirándola con severidad- ¿Qué ocurrió?
Ella dejó la bandeja a un costado y se acercó al pelinegro. Lo miró fijamente a sus ojos rojos.
Y no lo contuvo más, una lágrima silenciosa salió de sus ojos y agachó la mirada, para que Lear no la observara. Él odiaba las lágrimas.
-Ya dime, ¿qué pasó?- insistió él con un suspiro. Ella alzó el rostro y, sin pensarlo, abrazó al pelinegro y se largó a llorar.

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Kaileena abrió los ojos, asombrada, pero se dejó llevar por el cálido sentimiento que fluía dentro de ella. Ella amaba a Judal, pero siempre creyó que había sido como un mejor amigo. ¿Podría ser algo más?
Se separaron, sintiendo sus respiraciones cálidas a centímetros de sus narices, se observaron fijamente.
-Judal…¿Por qué?- susurró ella.
-Gracias por todo lo que hacés por mí Kaileena, no me lo merezco- dijo el heredero.
-No digas estupideces, sí que las merecés- comentó la pelirroja.
-No importa eso ahora, ven- hizo un ademán para que se acostara al lado de él y ella obedeció. Judal la envolvió en sus brazos, acariciando sus suaves cabellos pelirrojos.
-Judal- repitió Kaileena- ¿Por qué me besaste?
-¿Te molesta?- preguntó el heredero.
-La verdad es que no- confesó ella, sonrojada-. Pero no sé si está bien esto…
-Kaileena- dijo el heredero alzándole el mentón.
-¿Qué?
-Sólo déjate llevar, haz lo que sientas en el momento- dijo Judal, con una sonrisa.
Y Kaileena cerró los ojos, cortando la distancia que los separaban, besándose de nuevo.

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Marsú espío por la rendija entreabierta de la puerta y observó toda la situación. Sonrío con tristeza: le resultaba completamente doloroso ver a su primo besarse al amor de su vida, pero era por el bien de ambos.
Caminó hacia el pueblo, decidido. Ahora que había empezado con su plan, no podía dar marcha atrás, no importara lo que tuviera que hacer: él ayudaría a que sus dos amigos fueran felices y que se salvaran de aquel lugar de mierda y las escorias que lo rodeaban. Marsú no mentía cuando le decía a Judal: “no permitiré que te vayas”.
Divisó la casa de Caleb a lo lejos…él decía que odiaba al rubio por ser pretendiente de Kaileena, pero en verdad, sólo le parecía un pobre y desgraciado chico con mala suerte, no le tenía un mayor resentimiento.
Tocó la puerta y, segundos después, Caleb le abrió.
-¡Marsú! ¿Cómo está Ali? ¿Ocurrió algo?- preguntó él muchacho, preocupado.
-No ocurrió nada grave, sólo vine a hablar con vos- dijo el pelirrojo.
-¿De qué?- cuestionó muchacho de ojos celestes, desconcertado.
-De Kaileena. Ya no quiero que la veas.
-¡No voy a dejar que esté con vos!- dijo el muchacho enojado.
-Jamás dije que estuviera conmigo- repuso Marsú, conteniendo el impulso de insultarlo. Quería que esa charla resultara útil y que Caleb actuara del mismo modo que Adelaida- Cierra la boca y escucha. Judal está enfermo y si no se encuentra bien anímicamente no logrará recuperarse. Él, quieras o no, se casará por Kaileena porque así lo decidieron sus padres. Lo mejor sería no casarse por conveniencia, sino por amor ¿verdad?.
Caleb asintió, con los ojos abiertos de par en par.
-Mi primo con Adelaida no tiene ningún futuro, si estuviera más tiempo con ella sólo conseguiría problemas, además de que Adelaida terminaría asesinada. Y si Judal está mal, él muere.
-¿Qué tiene que ver con Kaileena todo esto?- preguntó Caleb tartamudeando.
-Kaileena se desespera por el bienestar de Judal, ella lo ama y lo necesita demasiado cómo para que él se marchara. Si Judal muere, Kaileena jamás sería feliz. Ellos deberían estar juntos.
Caleb sospechó hacia qué punto se dirigía la conversación y no le agradaba para nada.
-Adelaida terminó con Judal a la madrugada, él está mal pero Kaileena le brindará todo su apoyo y lo superará. Podría intentar enamorarse de Kaileena y, la pelirroja, fácilmente también amaría a Judal de otra manera. Ambos se casarían por amor y sería una unión aprobada por el rey, no tendrían problemas y podrían vivir felices, además de que Judal se recuperaría y no abandonaría a Kaileena.
-Yo sobro, ¿verdad?- preguntó Caleb con tristeza, sentándose en una silla vieja y ocultando su rostro con ambas manos.
-Entendiste. Kaileena y Judal sólo podrían ser felices si estuvieran juntos, no con vos ni con Adelaida, ni tampoco conmigo.
-Yo…-empezó a decir Caleb.
-Piénsalo con calma y piensa en que hacer- dijo Marsú, marchándose- Si la amas de verdad, sabrás que es lo mejor para ella.
Al darle un rápido vistazo a los ojos del muchacho, supo que dejaría a Kaileena y no se entrometería. Marsú sonrío, mientras avanzaba por el camino hacia el palacio. Judal y Kaileena serían felices, él se recuperaría y ella estaría a su lado, no habría problemas y tendrían una vida tranquila. No le molestaba sacrificar su felicidad, ni tampoco la de Caleb y Adelaida.
-Al fin y al cabo- dijo Marsú- Son sólo estorbos.

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Ya sé que dije que me iba a vengar de Marsú, pero aún no (?. Me tienta mandarlo a la mierda ahora pero la historia tiene que continuar xD.

PD: Lalalala, la última frase la dijiste ayer vos en el chat y me acordé , igualmente voy a decir al resto que la pensé yo (?

PD 2: Odio a Marsú y amo las pósdatas.

PD3: Judalbabaaaaakskldjkasjksajdsjksdjakdjklajd

PD4: No me estuve golpeando la cabeza contra el teclado por ver demasiada belleza en tu perfil, nonono (?

Judal Se Separó De Kaileena Con La Respiración Entrecortada. Jamás Habia Pensado Que Era Tan Hermosa Hasta Que Observó Con Claridad Ese Sonrojo En Su Mejillas Que Él Mismo Provocó.

- Eres Tan Hermosa - Susurro El Muchacho. No Sabia Si La Fiebre Le Estaba Haciendo Daño Pero En Ese Momento Kaileena Era Un Mundo a Su Parecer -
- Haces Que Me Sonroje - Susurro La Muchacha Mientras Miraba a Judal Haciendo Un Mohín -
- Te Queda Fantástico - Dijo Mientras Se Ponia Sobre Ella Para Observarla Con Más Detalle - Como No Me Di Cuenta -
- ¿De Que? - Preguntó La Muchacha Mientras Jugaba Con La Trenza De Judal Que Caia a Un Costado De Su Cabeza -
- De La Mujer Maravillosa Que Tenia a Mi Lado - Susurro. Tenia Que Intentar Sacarse a Adelaida De La Cabeza Cosa Para Lo Que Kaileena Era Un Excelente Remedio -
- Eres Estúpido - Susurro Sonrrojada. Judal La Observó Entretenido -
- ¿Enserio? - Preguntó Con Media Sonrisa -
- Uno Enorme - Siguió La Chica Mientras Sonreia Levemente -
- Me Encanta Que Me Digas Eso - Dijo Mientras La Miraba Con Superioridad - Me Siento Importante -
- Tarado - Susurro Kaileena Entretenida Con La Situación -
- Estas Enamorada De Mi Igual - Susurro Con Soberbia - Lo Sé -
- Estas Bien Informado - Susurro Mientras Lo Tomaba Del Cuello Para Besarlo Nuevamente. Mientras Dejaba Que El Heredero Le Besara El Cuello Sonrió Levemente. La Frente Del Pelinegro Estaba Caliente Por La Fiebre -

"Es Increible Ver Como Tu Cuerpo Se Lleva Tan Bien Con El Mio"

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- Tranquilizate - Suplicó El Joven De Cabellos Negros Mientras Sentaba a Adelaida En La Cama - ¿Que Pasa? -
- Terminé Todo Con Judal - Susurro De Forma Inconciente. Lear La Miro Con Escepticismo -
- ¿Por Eso Estas Llorando? - Preguntó El Muchacho Mientras Tomaba Un Pedaso De Pan De La Bandeja Para Llevarselo a La Boca -
- ... - La Joven Solo Bajó La Mirada Mientras Lloraba En Silencio -
- Mi Hermano Es Un Miserable - Dijo Sereno Mientras Bebia Un Poco De Jugo - No Deberias Llorar Por Ese Estúpido - El Muchacho Le Extendió La Bebida - Se De Lo Que Hablo - Dijo Mientras Observaba Como Adelaida Tomaba Lo Que Le Daba -

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- Ya Esta - Susurro Marsú - Caleb Dejara a Kaileena - Se Dijo a Si Mismo - Después De Eso Por Fin Judal Podra Recuperarse - El Pelirrojo Caminó Hacia La Habitación De Judal Donde Golpeó Levemente - ¿Se Puede? -
- ¿Queres Pasar? - Kaileena Le Abrió La Puerta. Tenia Los Cabellos Largos Libres Mientras Miraba a Marsú Con Curiosidad -
- Eso Es Obvio - Dijo Mientras Pasaba a Ver a Judal - ¿Como Te Sentis? - Preguntó Preocupado Mientras Miraba Si Habia Tomado La Médicina -
- Mejor - Respondió Judal Mientras Miraba a Su Primo -
- Eso Era Lo Que Queria Oir - Dijo Con Una Sonrisa - Que Estas Mejorando -
- Kaileena Me Esta Ayudando Mucho - Dijo El Heredero Mientras Miraba a La Pelirroja. Esta Se Sonrojo Levemente -
- ¿Que Pasó? - Preguntó Con Una Sonrisa -
- Nada Que Debas Saber - Dijo Rápidamente Judal Con Una Sonrisa Burlona a Lo Que Su Primo Se Echo a Reir -

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PD1: AMO Como Esta Quedando♥
PD2: ODIO a Lear ¬¬
PD3: Ahora Vas a Odiar Más a Marsú Por Que El Plan Le Esta Saliendo Bien ♥
PD4: JudalOBVIAMENTEEsBababababababababababababababababa♥
PD5: Yo Se Que Rompiste Tu Teclado Con Tu Cabeza. Nononono Me Mientas (?

Judal miró a Marsú, sabiendo que su primo ya se había dado cuenta de toda la situación. Se sintió un poco culpable por besar a Kaileena sabiendo que él la amaba, pero cuando la pelirroja se acercó a él y lo abrazó, envolviéndolo con su agradable fragancia, ese sentimiento desapareció.
¿Cómo no se había dado cuenta de lo hermosa que era Kaileena?
-Ten, te traje un poco de agua y comida- dijo el pelirrojo, acercándose con una bandeja- También hay para vos, Kaileena.
-Gracias- dijo ella, sonriente.
-Coman tranquilos, por cierto, el viernes se va a hacer un ensayo del casamiento- dijo Marsú, relajado- Tu padre quiere adelantar este tema del casamiento para hacerlo lo más antes posible.
-De acuerdo- asintió Judal sin preocuparse.
-Cuando te sientas mejor te probarás el traje, y, por supuesto que yo seré tu padrino- dijo el muchacho como si nada- Tu padre quería que fuera Lear…
-Ni en pedo.
-Él también se negó así que relájate- dijo el pelirrojo, sonriente- La madrina la tenés que elegir vos Kaileena.
-No sé a quién elegir- admitió ella, pensativa- Calculo que será alguna amiga mía.
-¿Van a venir todos los invitados?- preguntó Judal, extrañado.
-No, sólo los parientes más íntimos. Más que nada es para ver cómo está la comida y tener una cena cordial con ustedes antes de casarse- explicó el pelirrojo.
-Deberé levantarme de una buena vez de esta cama entonces- dijo Judal.
-Sí, tienen varias cosas que elegir- confirmó Marsú, sacó un papel de su bolsillo y leyó- Probarse los trajes, practicar el vals, elegir el color de manteles, flores, platos, elegir la comida y la bebida, la música y organizar la mesa de los invitados.
-Es muchísimo- dijo Kaileena asombrada.
-Mi madre de seguro habrá hecho la mitad de las cosas- la relajó Judal, tomándole de la mano. Kaileena le sonrío, más segura de ella misma.

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-Él no merece que llores por él- dijo Lear mientras Adelaida tomaba de un trago el líquido.
-¿Es un halago para mí o un insulto para él?- preguntó ella, limpiándose las lágrimas y mirando la copa vacía- ¿Qué tenía esto?
-Vino- le dijo Lear- Y tómalo como quieras, la verdad es que no me importa.
-No te entiendo- admitió Adelaida- A veces creo que querés tratarme bien…o sea, me viste llorando y no me golpeaste ni nada por el estilo, es más, me consolaste. Decís que te intereso y todo eso. Y después demostrás todo lo contrario, ¿tan jodido tenés que ser?
Lear sonrío, entretenido.
-¿Te interesa poder entenderme? Me siento halagado- dijo el ojirrojo.
-No malinterpretes- se apresuró a decir Adelaida, sonrojada y parándose, se acercó a un espejo- Sé que soy fea, pero en serio me veo terrible ahora.
-Nadie puede llorar y verse bien- le explicó Lear, comiendo otro pedazo de pan.
-Kaileena sí, la he visto llorar antes- dijo la esclava observando su reflejo en el espejo hablar.
-Esa chica es demasiado sensible, llora por todo. No me gusta eso- comentó Lear- Arréglate. Tenemos cosas que hacer.
-De acuerdo- dijo Adelaida, asintiendo.

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PD: Estábamos haciendo re buenas contis y como que cagué esa fila de contis piolas xD.

PD2: Odio a Marsú y amo a Lear xD.

PD3:Odio a la gente con cejas gruesas, lalalalal.

PD4: Quiero Pockys.

PD5: Judal ksajlkjAKasajkla bkaJKLÑSJahsagkjhsjkaHQSJKASJksjadahsjkk

PD6: Te amo a vos, a Judal, a Lear y a las pósdatas, ♥

- Vamos - Judal Se Levantó Buscando Una Prenda Para Cubrir Su Torso Desnudo -
- ¿A Donde? - Preguntó Kaileena - Tenes Fiebre -
- Tenemos Que Ver Los Detalles De La Boda - Dijo Sereno - Que Mejor Forma Que Tomando Un Café -
- Bueno - Susurro Mientras Lo Miraba - Pero Después Te Regresas a La Cama -
- Te Vas a Venir Conmigo ¿No? - Preguntó Mientras La Miraba Por Ensima De Su Hombro Con Una Hermosa Media Sonrisa -
- Si - La Joven Se Sonrojo Levemente - Me Quedare Contigo -

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- Tengo Que Hablar Con Judal - Dijo Sereno Lear. Su Cara No Demostraba Esa Misma Tranquilidad -
- ¿Eh~? - La Joven Que Caminaba Detrás Levantó La Mirada Sorprendida -
- Tengo Que Estar En La Boda De Mi Estúpido Hermano - Explicó Exasperado - Pero Quiero Preguntar Una Cosa Importante -
- ... - La Pelinegra Levantó La Cabeza Cuando Escuchó Unas Voces Venir Caminando En Sentido Contrario -
- Te Quedara.. - El Muchacho Se Detubo Cuando Observó a Lear Junto a Adelaida -
- Hola Hermano - Saludó El Pelinegro - Que Bueno Que Te Veo Queria Preguntarte Una Cosa Importante -
- No Tengo Que Responder Nada - Dijo Sereno Tomando La Mano De Kaileena -
- ¿Por Que Te Casas? - Preguntó Ignorando El Comentario De Su Hermano - ¿Sigue Siendo Conveniencia? -
- ... - Judal Flminó Con La Mirada a Los Jovenes Que Tenia En Frente - No Lear - Susurro Mientras Tomaba Con Más Fuerza La Mano De Kaileena - Ya No Es Conveniencia -
- ¿Estas Enamorado? - Preguntó Con Media Sonrisa. La Joven Que Se Escudaba En Sus Espaldas Tenia La Mirada Perdida -
- Si - Respondió Con Tranquilidad - Estoy Enamorado De Kaileena - Dijo Con Hostilidad a Su Hermano Mayor - Yo Quiero Casarme Con Ella -
- Gracias Por Tu Tiempo Hermano - Dijo Tranquilo Mientras Corria a Adelaida Para Dejarlos Pasar - Espero Que Sean Felices -
- Espero Que Te Pudras - Susurro Judal. Adelaida Levantó La Mirada Un Poco Molesta. Sus Ojos Embiagados En Lágrimas -
- No Le Hables De Ese Modo - Le Espetó a Judal -
- ... - Judal Arqueó Una Ceja Sin Inmutarse - Te Suplico Que La Próxima Ves Me Hables Con Más Respeto o Tendras Problemas - Dijo Mientras Le Hacia Señas a Kaileena Para Que Lo Siguiera -
- ... - Adelaida Negó Levemente Con La Cabeza. La Sorpresa En Sus Ojos Era Inexplicable -
- No Hagas Eso De Nuevo - Le Regañó Lear - Vamos -
- Si Señor - Susurro Adelaida Con La Mirada Gacha -

Marsú Tenia Razón.
Una Ves Que Judal Se Convenció De Que Kaileena Siempre Hiba a Ser Lo Mejor Ella Pasó a Ser Solo Parte De Su Pasado.

"Seras Solo Un Mal Recuerdo Para Judal. Te Habra Olvidado Para Siempre"

Sin Poder Hacer Nada Las Palabras De Marsú Regresaron a Su Cabeza. Ese Forro Tenia Razón. No Era Nada Para Judal. Ya No~

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- Me Gustan Los Manteles Color Manteca - Le Dijo Kaileena Mientras Miraba Unos -
- ¿Los Blancos Quisas? - Preguntó Judal Mientras Le Mostraba -
- Demasiado Blanco - Dijo Entretenida Mientras Tomaba La Carta De Colores - No Pense Que Este Día Llegaría -
- Yo Tampoco - Susurro Judal - Mucho Menos Que Estaría Emocionado Por Casarme -
- ¿Esperas El Casamiento? - Preguntó Kaileena Evidentemente Sonrojada -
- No Sabes Como - Susurro Judal Con Una Hermosa Sonrisa De Superioridad - Espero Nuestra Luna De Miel -
- ¡Judal~! - Exclamó Sonrojada La Muchacha De Cabellos Pelirrojos Mientras Lo Golpeaba Levemente Con El Libro De Colores -
- Tengo Que Recuperar El Tiempo Perdido En Esa Cabaña De Mierda - Suspiro Mientras La Miraba -
- ... - Kaileena Bajó Levemente La Mirada Cuando Recordó Lo Completa Que Se Estaba En Esos Días -
- ¿Kaileena? - Llamó Judal Preocupado - Lo Siento No Queria Hacerte Sentir Mal -
- Esta Bien Judal - La Joven Levantó La Mirada Con Una Sonrisa - También Quiero Casarme Con Vos -
- Por Obligación No Tenes Que Hacer Nada Kaileena - Le Dijo Judal Mientras Posaba Sus Hermosos Ojos Rojos En Ella - No Te Dejaré -
- ... - Kaileena Se Levantó De Su Silla Para Sentarse Sobre Las Piernas De Judal - No Hago Nada Por Obligación - Susurro Para Luego Juntar Sus Labios Con Los Suyos -
- ... - Judal No Podia Sacarse a Adelaida De La Cabeza. Esa Era La Verdad. Pero Cuando Kaileena Lo Besaba. Cuando Esa Chica Pasaba Sus Suaves Manos Por Su Cuello.. Ese Sentimiento De Vacío Desaparecia -
- ¿No Pueden Ir a Hacer Eso a Una Habitación? - Preguntó Una Voz Masculina. Judal Se Separó De Kaileena Molesto -
- Tenes Ganas De Romperme Las Pelotas Hermano - Susurro Judal Con Mala Cara -
- Con Razón Nuestro Padre Se Queja De Tus Modales - Susurro Con Mala Cara - Eres Un Cerdo Hablando -
- Si - Respondió Judal Con Escepticismo - ¿Solo Venis a Decirme Eso? - Preguntó Mientras Lo Miraba -
- No - Dijo Tranquilo Mientras Entraba Junto a Adelaida - Venia a Tomar Un Café Mientras Firmaba Unos Papeles -
- En Ese Caso Puede Hacer Mia a Kaileena De Este Lado - Dijo Entretenido a Lo Que Lear Hiso Una Mueca -
- Me Largo - Susurro Mientras Se Levantaba Nuevamente - No Pienso Quedarme a Compartir Cuatro Paredes Contigo -
- Me Ofendes Hermanito - Dijo Judal Con Sarcásmo Mientras Observaba a Los Jovenes Salir De La Habitación -

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TaDa~ xDDD

PD1: Yo Las Rescato Camis (?)
PD2: ODIO a Lear Pero AMO a Marsú ♥
PD3: Son Horribles lalalalalala lol
PD4: Ahora Yo También. Culpa Tuya xD (?)
PD5: Judal Is Sexy And He Know It ~ (?)
PD6: Yoooo También Te Amo a Vos, a Judal, a Marsú & a Las Possssssssdatas♥
PD7: Pero ODIO ODIO ODIO ODIO A Lear Que Se Va a Morir Cuando Pase De Página :B jsjaskjsaksjkasjksj

Se dirigieron a la cocina, Adelaida, a pedido de Lear, se dispuso a preparar el café.
-¿Ves? por eso no tenés que llorar por un estúpido como mi hermano- dijo Lear- Mientras vos estabas ahí, llorando por su culpa, él estaba besándose a Kaileena.
-Soy una estúpida- dijo Adelaida mientras le alcanzaba el café preparado al joven.
-Errar es de humanos- la consoló Lear-. Todos cometen errores, incluso yo he tenido un par.
-Agrandado- comentó ella, con una leve sonrisa.
-No es mi culpa ser perfecto, Adelaida- se defendió el joven, relajado y bebiendo un sorbo de café.

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Judal y Kaileena estaban acostados sobre el pasto verde de los jardines, admirando el cielo que se teñía de un tono anaranjado, indicando pronto el atardecer.
Habían estado sin hablar por un buen tiempo, pero el silencio no era incómodo para ellos, que se conocían perfectamente bien.
Judal miró a la joven pelirroja, su cabellera rojiza estaba suelta y miraba el cielo con curiosidad. Le resultó increíblemente tierna y bella al verla así.
-Aún no lo puedo creer la verdad- dijo Kaileena sonriente-. De que vamos a casarnos…
-Jamás creí que lo diría, pero…: estoy emocionado por casarnos- confesó el pelinegro, mientras le daba un beso en la frente a Kaileena.
-Ya es tarde, tengo que ir a hacerme otra prueba del vestido y de peinado- dijo Kaileena, incorporándose.
-Quedate un rato más- pidió el heredero, abrazándola. Kaileena lanzó una risa entretenida pero algo, a lo lejos, la hizo enmudecer de repente- ¿Qué pasó?
-Caleb- susurró ella. Y, efectivamente, a lo lejos podían observar la figura del rubio caminando hacía ellos.
-¿Qué todos tienen que interrumpirnos?- se quejó Judal en voz baja.
-Déjame hablar con él- pidió la muchacha, levantándose y caminando hacia Caleb.
-De acuerdo- asintió Judal.
-Kaileena- susurró Caleb, nervioso- Tenemos que hablar.
-Lo sé- dijo ella, agachando la mirada, avergonzada- En serio Caleb…lo lamento…pero…
-Tenemos que terminar- acotó el rubio, haciendo que Kaileena se asombrara-. Te vas a casar con Judal y tener una vida con él, no puedo estar en el medio.
-Tienes razón, lamento que todo esto haya terminado así Caleb- dijo la muchacha, mientras una lágrima salía de su rostro.
-No te deprimas y sé feliz- comentó el muchacho, limpiándole la gota cristalina-. Eso me alegrará.
Le dio un beso en la mejilla y con un gesto despreocupado de la mano, se marchó.

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Era viernes, Kaileena esperaba nerviosa y cambiada con un vestido elegante y celeste claro mientras escuchaba las voces de los invitados.
Sintió que alguien golpeaba la puerta.
-¿Se puede pasar?- preguntó Judal. Ella, rápidamente, le abrió la puerta para que entrase- Te ves hermosa Kaileena.
-Vos también- dijo ella, tomándole de la mano.
-¿Estás nerviosa?- le preguntó Judal sintiendo el temblor de la mano de la muchacha- Es sólo una cena familiar.
-Es el ensayo de nuestro casamiento Judal- dijo Kaileena- Y sí, estoy nerviosa.
-Debemos salir, vamos- comentó el heredero, tirando suavemente de la mano de la chica.
Salieron y escucharon la música, además de varias personas que los felicitaban y aplaudieron cuando entraron al salón.
El rey hizo las presentaciones correspondientes, y los invitados se acercaron a saludar a los prometidos.
Mientras tanto, Adelaida estaba junto con Lear un poco alejados de la pareja.
-Por favor Lear…no quiero…-le rogó ella, mirándolo suplicante.
-Es una orden- dijo, sereno y divertido, el chico.
-Maldito- se quejó ella- Ahora hay algo que no entiendo…si voy a servirles…¿Por qué hiciste que me “produciera” ?
-Peinarte y maquillarte no te hace para nada mal, en serio- dijo él sonriendo- Además, tampoco voy a privarte de la fiesta…cuando comience el baile y te vas a cambiar y vas a bailar conmigo.
-¡¿Qué te hice para merecer esto?! – se quejó ella haciendo un mohín.
-Ya, prepárate- dijo-. Recuerda, a la única mesa que tienes que servir va a ser a la de mía, dónde también está mi hermano y Kaileena.
-Sí sí- dijo ella con desgano, mientras se colocaba un delantal sobre el uniforme que todos los meseros usaban.

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Ahí está, no pongo PD para no tardarme más xD