[Roll] The city of Babylonia~

Adelaida se quedó en silencio, sin saber qué decir. No sabía que estaba bien o mal, si Judal se llevaba bien con su otro hermano o sí debía felicitarlo por ser el nuevo rey de Babilonia, algo que dudaba que le gustara. Por si fuera poco, ese pequeño hecho de que siguiera el futuro de su padre sólo complicaría aún más las cosas entre ellos dos. Y ella que pensaba que, estando muerto el rey, tendría un poco más de paz…
-Esto…¿eso es bueno?- preguntó ella dubitativa.
-Lo de Shuu…no lo sé- confesó el heredero (o mejor dicho Rey) restándole importancia- Hace mucho tiempo que no veía a mi hermano.
-¿Es simpático?- preguntó la muchacha. Realmente conocer a otro Magi no le inspiraba la mínima relajación, había asimilado hace mucho tiempo la conflictiva relación que tenía con todos los Magi.
-No lo sé, antes sí, quizás haya cambiado con el tiempo- le dijo el pelinegro relajado. Adelaida tragó saliva, inconforme con esa respuesta- A Lear le caía mal.
-¿Por?- cuestionó la muchacha.
-Como habrás notado, a Lear no le gusta que lo ignoren. Digamos que Shuu no es de muchas palabras, o al menos así era cuando lo conocí.
-Realmente no me interesa conocerlo para nada- confesó ella imaginándose como podía ser otro hermano Magi, supuso que, en cuánto a lo físico, cumpliría el mismo patrón que sus otros dos hermanos: Pelo negro, ojos escarlatas y un rostro endemoniadamente bello. Pero, ¿cómo sería personalmente? Sintió un escalofrío, ya que la llegada de un Magi normalmente anticipaba problemas de los cuales no se salvaba de ninguno y estaba metida en todos ellos gracias a su “querida” suerte.
Judal dedujo rápidamente esos pensamientos de la joven y sonrío entretenido ante esa acción, aunque interiormente sabía que lo que ella creía era totalmente justificado, no sentía que iba a pasar algo peor que todo lo que ocurrió con su padre; sencillamente quería creer que ya su relación con Adelaida no sufriría más de una buena vez por todas.
-Ven, salgamos un rato- le dijo Judal, cargando a la muchacha en su espalda con facilidad. Era tan delgada que apenas le pesaba.
-Los acompaño- se apresuró a decir Kaileena.
Los tres se dirigieron al patio, donde se sentaron y comenzaron a hablar sobre temas totalmente triviales. Kaileena le hacía preguntas a Adelaida sobre Caleb: su infancia, algunos de sus gustos y manías extrañas; Judal, cada tanto, agregaba un comentario insultándolo.
-Pelotudo, él sólo deja que una chica lo defendiera- lo insultó Judal entretenido-. Y más alguien tan diminuta como vos.
-Era un chico pacífico- lo defendió la pelinegra-. Además a cada cosa que digo lo insultás.
-Adelaida, es parte de mí insultar al pelotudo acosador violador sexual de tu amigo- le explicó Judal relajado.
La joven suspiró, resignada.
-Además, cuando era chico era incluso más enano que yo- agregó la pelinegra.
-Típico de un pelotudo- agregó Judal mientras que Ali lo miraba con mala cara- ¿Qué? Era un enano maricón y pelotudo, aunque en lo único que cambió fue en la altura.
-Judal, vos también eras enano de chico- le recordó Kaileena-. Eras una pulga.
-Fue un pasado oscuro mío, lo sé- reconoció él con una sonrisa-, pero siempre seguí siendo sexy y con más levante que este idiota.
-Caleb tenía levante- lo defendió la chica-. O sea, antes éramos muy chicos, pero cuando volvió me contó que tuvo una novia con la cual cortó poco antes de volver a Babilonia.
-Sí, ¿y cómo se llama sue ex- novia imaginaria? – preguntó Judal con cinismo.
-Ya cortala, pobre Caleb- pidió su enamorada a lo que él simplemente sonrío.
Kaileena se había quedo en silencio, observando a lo lejos una figura acercarse, de repente lanzó un grito alegre y se levantó, abrazando a la muchacha recién llegada.
-¡No pensé que te volvería a ver!- comentó la pelirroja abrazando a una bella joven pelimorada- Te extrañé tanto Iris.
-Yo también amiga- dijo ella, correspondiendo con una sonrisa al abrazo. Se soltó y sus ojos se posaron en Judal- No sabes cuánto te extrañé Judal.
-Lo mismo digo- respondió el pelinegro, mientras Iris lo abrazaba con cariño.
-En serio, ni te imaginas Judal- murmuró ella, sonriendo con alegría-. Ha pasado mucho tiempo, pero jamás dejé de pensar en vos.
Adelaida se quedó inmóvil con el rostro inexpresivo y mirando hacia otro lado, ese era su método más efectivo para ocultar sus sentimientos. Por dentro, una avalancha de sentimientos se apoderaba de su ser, pero, principalmente, celos y enojo. Era más que obvio que la muchacha quería a Judal más de lo debido, demasiado más, ya por el tono meloso con el que le habló y esos comentarios lo dedujo en seguida. Y, si eso era molesto, aún más era el hecho de que Iris era hermosa e incluso más, su cuerpo escultural combinaba con una cara de aspecto angelical decorada por dos bellas orbes índigo.
--“Relájate, relájate, relájate”- pensó, en un vano intento de tranquilizarse; pero por más que se lo repitiera no podía evitar sentirse molesta y a la vez nerviosa con la presencia de esa muchacha. Por si fuera poco, la ignoraba totalmente y se sentía aparte del grupo en ese momento, como si un vidrio invisible la separara del resto.
-Ella es Adelaida- la presentó Judal-. Ali, ella es Iris, es antigua amiga de Kaileena.
-Mejor amiga- aclaró ella, observando fijamente a la pelinegra. Y, algo en esa mirada, le advirtió a Ali que ya no le caía para nada bien a Iris, quizás era el modo penetrante de su vista, o el hecho de que parecía que si pudiera, la mataría con sólo verla.
La muchacha dio un respingo, sabiendo que esa tal Iris iba a ser un complicado problema. Ya estaba harta de tantos quilombos y por alguna extraña razón Judal atraía a cualquier mujer hermosa y –en ciertos casos- bastante zorra que se le insinuaba. ¿Por qué mierda Judal tenía que ser tan atrayentemente perfecto? Y ella no era nada en comparación con todas las mujeres que Judal tuvo y pudo tener si lo quería también.
Alejó esos pensamientos molestos de su mente, mientras los otros tres retomaban en su conversación acerca de su infancia y cómo había estado Iris en todo ese tiempo. Ella no se sintió parte del grupo para nada, más bien se sentía incómoda pero no podía irse por el pie, así que se dignó a sencillamente sonreír y aparentar que escuchaba mientras se percataba de la innumerable cantidad de miradas envenenadas que Iris le dirigía. Estaba segura que Iris la odiaba aún sin siquiera haberla conocido.
-Judal, te necesitan- dijo Lear, apareciendo de repente junto con Nina.
El nuevo rey de Babilonia suspiró.
-Apenás empecé y ya no lo tolero.
-Eso te pasa por ser el menor- le dijo su hermano relajado mientra miraba a la bella joven de cabellos morados- Hola Iris, no esperaba verte hoy.
-Vine a visitar a Kaileena, estoy de vacaciones en Babilonia- explicó ella amigablemente.
Judal se levantó con pesar y miró a las tres jóvenes.
-Tengo que irme- se disculpó-. Trataré de terminar lo más rápido posible.
Y, dicho esto, se marchó sin decir más nada.
-Mejor será que nos vayamos- le dijo Nina a Lear, quién asintió relajado.
-Los acompaño, por favor- pidió Adelaida, tratando de que su voz sonara lo menos suplicante posible.
-¿Ya te vas?- preguntó Iris, con un tono seco totalmente diferente al tono amigable y cálido que había usado con las demás personas-. Que pena, hubiera sido lindo conocernos más.
-No me siento muy bien- mintió Adelaida, sabiendo que Iris sólo quería que se marchara. Y ella, ayudada por Lear y Nina, se alejó de allí.

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Me echan! :B

- Demasiadas Cosas - Se Dijo Mientras Caminaba Por Los Pasillos -
- Felicitaciones Por Las Responsabilidades - Le Dijo Su Hermano. Estaba Esperandolo -
- Tengo Que Hacerme Cargo - Contestó Judal Irónico Mientras Posaba Su Mano Sobre La Cabeza De Shuu -
- Que Maduro - Pronunció Mientras Posaba Su Mano También Sobre La Cabeza De Su Hermano Menor - ¿Sabes Donde Esta Lear? -
- Puedo Suponer Donde - Dijo Mientras Comenzaba a Caminar -

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- Tranquila - Suplicó Lear Como Por Décima Vez -
- Me Detesta - Dijo Mientras Se Tomaba La Cabeza -
- Es Linda Cuando La Conocés - Dijo Mientras Dejaba La Bandeja De Golosinas Sobre La Mesa -
- ... - La Rubia Carraspeó Levemente Mientras Se Cruzaba De Brazos -
- Te Dije Que Solo Te Quiero a Vos - Le Dijo Lear. Dos Manos Se Posaron De Repente Sobre Sus Hombros a Lo Que Lear No Pudo Hacer Nada Más Que Maldecir -
- ¿Estas Enamorado Hermano? - Preguntó Shuu. Lo Estaba Mirando Con Detenimiento Mientras Sonreía Con Falsedad -
- Que Bueno Que Estes Nuevamente En Casa - Dijo Mordaz Mientras Veía Como Su Hermano Caminaba Hasta Donde Estaban Las Jovenes -
- Lamento No Haberme Presentado - Dijo Sereno Mientras Le Extendía La Mano a Las Chicas De Forma Cordial - Mi Nombre Es Shuu -
- Lindo Conocerte - Sonrió La Pelinegra Mientras Se Presentaba Junto a La Rubia -
- Hermosos Nombres - Murmuro Mientras Las Miraba - ¿Puedo Saber Quién De Las Dos Sale Con Mi Hermano Lear? -
- ... - Ese Pelinegro Intentó Ir Hasta Donde Estaba Shuu Pero Judal Lo Detubo -
- No Seas Estúpido - Susurro Ese Joven De La Trenza Mientras Sonreía -
- Mierda - Murmuro El Mayor Mientras Maldecía Por Lo Bajo -
- Y-Yo - Respondió La Rubia Mientras Levantaba Levemente La Mano. Shuu La Miró Con Cuidado -
- Felicitaciones - Dijo Sin Más Para Después Girarse a Ver a Su Hermano - Para Vos También Lear -
- Mentiroso De Mierda Querés Quedar Bien Delante De Las Mujeres - Murmuro Mientras Fulminaba a Shuu Con La Mirada -
- No Seas Pendejo - Le Dijo Judal Mientras Caminaba Hasta Donde Estaba Adelaida - ¿Te Duele? - Preguntó Señalando La Esguince -
- No Pero.. - Ese Muchacho Le Cerró La Boca De Un Beso -
- Entonces Lear No Esta Solo En Esto De Querer Sentar Cabeza - Dijo Shuu Mientras Miraba a Su Hermano - Sinceramente Me Sorprende Más En Vos -
- Quiero Madurar - Dijo Con Media Sonrisa a Lo Que Adelaida Le Pegó En La Cabeza -
- Madura Dejando De Hacer Pelotudeses - Exclamó Sonrojada -
- ¿No Te Gusta Que Te Bese? - Preguntó Sabiendo Por Demás La Respuesta -
- ¿Eh~? - La Joven Miró Sonrojada a Judal Para Después Correr La Mirada - Estúpido -
- En Todo Caso Felicidades a Vos También Hermano - Dijo Mientras Miraba a La Rubia Que Se Encontraba Sola Sentada a La Mesa - Habla Con Ella -
- Dejame Tranquilo - Murmuro Lear Mientras Se Cruzaba De Brazos -
- No Seas Estúpido - Le Dijo Mientras Miraba a Nina. De Repente Esbosó Una Pequeña Sonrisa Juguetona - ¿Querés Que Valla a Hablar Yo..? - No Había Terminado De Formular La Pregunta Que Lear Ya Estaba Junto a La Rubia Mirandolo Con Malos Ojos - Eso Pensé - Dijo Contento Para Después Mirar a Su Hermano Menor - Nos Tenemos Que Poner a Corriente -
- Tranquilo Que Tenemos Mucho Para Eso - Dijo Mientras Levantaba a La Pelinegra Sobre Su Espalda - Vos Nada Más Decime Cuando -
- Primero Tengo Que Hablar Con Mamá - Suspiró Para Después Salir - Los Veo Luego -
- Tenía Que Regresar Ese Pedaso De Pelotudo - Maldijo Mientras Sentaba a Nina Sobre Sus Piernas - Me Habla Para Joder o Simplemente Me Ignora -
- Es Simpático - Pronunció La Joven Que Se Encontraba Sobre Él -
- ¿Eh~? - Se Sorprendió Lear Mientras Miraba a Nina - ¿Crees Que Es Agradable? -
- Bastante - Dijo Mientras Se Giraba Para Darle Un Beso - No Seas Bobo Que Para Chinchudos Te Tengo a Vos - Le Dijoa Lo Que Lear Puso Mala Cara - No Me Pongas Esa Cara - Dijo Mientras Hacía Pucheros -
- ... - Lear Le Robó Un Beso De Los Labios - Que Hermosa Que Sos -
- Me Estan Dando Nauceas - Murmuro Judal Mientras Miraba a Adelaida Que Se Encontraba En Su Espalda - Me Parece Que Me Ire a Buscar a Shuu.. O a Pasar Tiempo a Solas Con Adelaida - Dijo a Lo Que La Pelinegra Se Sonrojo -
- Bajame -
- No Quiero -
- Bajame Judal -
- Si Te Morís De Ganas De Estar a Solas Conmigo - Dijo Para Después Salir Cargando a La Muchacha -

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- ¿Estas Saliendo Con Ese Chico Del Que Hablaban? - Preguntó Sorprendida La Joven De Cabellos Morados -
- Si - Respondió Levemente Sonrojada - Pero Pasamos Por Mucho Para Llegar a Eso - Dijo Con Tranquilidad - Regresó Marsú -
- ¿De Verdad? - Interrumpió Mientras Sonreía -
- Si Pero Ya Se Fue a Barsípa - Dijo Mientras Carraspeaba Para Seguir Hablando - Me Comprometieron Con Judal -
- ¿Eh~? - La Sonrisa De La Joven Desapareció De Repente -
- Loramos Romper El Compromiso - Dijo Rápidamente Mientras Miraba a Su Amiga - A Vos Te Sigue Gustando Mucho Judal ¿No Iris? -
- ... - La Joven Bajó Levemente La Mirada - Desde Que Era Pendeja - Murmuro Mientras Suspiraba - Pensé Que Podía Superar Eso Pero Cuando Me Lo Ví Nuevamente Me Di Cuenta De Que No Puedo -
- Pero Iris - Susurro Kaileena Para Sorpresa De La Joven - Judal Esta Enamorado -
- ¿Qué? - Preguntó Sorprendida - ¿Estamos Hablando Del Mismo Judal? - Preguntó Mientras Negaba Levemente - ¿Del Mujeriego De Mierda Que Tenía Una Pendeja Distinta Cada Ves Que Parpadeabas? -
- Sorprendentemente Si - Respondió Kaileena. La Respuesta Desconcertó Mucho a Iris -

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No Se Me Ocurría NADA
Por Dios Que Horrible~ ;w;

-Tengo que irme- dijo ella rápidamente, levantándose de lugar.
-¡Esperá Iris!- pidió Kaileena, pero ya era demasiado tarde: la joven se había marchado sin siquiera mirarla. La pelirroja suspiró, siempre había deseado que Judal estuviera con su mejor amiga ya que veía en ambos una pareja excelente, además de que le caían excelentemente. Aún así, sabía lo feliz que Judal era con Adelaida y ésta última también era su amiga y la había ayudado muchísimo siempre que pudo.
Mientras tanto, Iris caminaba con rapidez para buscar a Judal. Tenía que confirmarlo con sus propias palabras, por más dolorosas que resultasen, para poder creer tal hecho.
Y en un momento lo encontró finalmente, caminando por los pasillos y cargando en su espalda a aquella chica que no le había caído para nada bien. Quería gesticular una mueca enojada, pero la disimuló perfectamente con un impasible y sereno rostro.
-Iris, ¿pasa algo?- preguntó Judal relajado.
-Nada- dijo ella dándose vuelta y marchándose corriendo.
-¿Qué le pasa?- preguntó Adelaida mirando el punto por el cual la muchacha había desaparecido.
-No lo sé- le mintió Judal. Él había entendido rápidamente cuál era el problema de la joven pelimorada-. Entonces…¿Tiempo a solas conmigo o vamos a ver a Shuu?
-A Shuu- pidió ella.
-Vamos a pasar tiempo a solas entonces- comentó el nuevo rey de Babilonia con una sonrisa entretenida.
-¡No! ¡Judal bajame!- pidió ella y Judal, aún sin verla, supo certeramente que estaba sonrojada.
-No te vengas a hacer la santa Ali. Te encanta estar conmigo- le dijo el heredero (N/A: Maldita costumbre. Para mí sea rey o no va a seguir siendo heredero :B) y ella suspiró resignada-. ¿Ves? Tengo razón.
-Shhh…chito- dijo ella aún con el rubor tiñendo sus pálidas mejillas mientras que el pelinegro se reía entretenido.
Entraron a una habitación que consistía en una oficina arreglada y pulcra, con una enorme biblioteca y un elegante escritorio de caoba. Sentado en éste y leyendo un libro se encontraba Shuu, quien al escuchar la puerta abrirse alzó la vista. A Adelaida no le sorprendió para nada ver que sus bellos ojos escarlatas eran idénticos a los de Judal y Lear.
-Hermano- dijo el muchacho con vos relajada- Adelaida…siéntense- ofreció educadamente. Judal acomodó a la pelinegra en un asiento frente al escritorio y él se sentó al lado de ella.
-Tenemos varias cosas de que hablar- opinó Judal también tranquilo.
-Sí, hace tiempo que no nos vemos- reconoció su hermano- Ha cambiado mucho este lugar desde que me fui.
-Primero quiero escuchar lo que hiciste allá- le dijo el pelinegro-. Te contaré después lo ocurrido acá.
-De acuerdo, quiero saber qué cambios has tenido desde que nos fuimos- aceptó Shuu y posó su vista en la pelinegra. Esa mirada fija le inquietaba, sentía que observaba más allá de lo que ella quería mostrar-. Adivino que esta chica tiene mucha participación en tu historia.
-Más de lo que te imaginas- le respondió su hermano sin cambiar su apariencia tranquila.

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Conti malísima escribí!. En mi defensa no me dio el tiempo para escribir, no tengo ideas y me echan u.u

- Para Comenzar - Shuu Comenzó a Jugar Con La Pluma Que Estaba Usando Para Escribir - Estube Estudiando -
- ¿Estudiando? - Preguntó Judal Mientras Miraba a Su Hermano - Estudiabamos Juntos En Casa -
- Lo Sé - Contestó Mientras Sonreía Con Tranquilidad - Buscaba Más Cosas - Dijo Mientras Posaba Su Mirada En Los Papeles -
- ¿Que Más? - Preguntó Judal Mientras Posaba Su Cabeza Sobre Su Mano -
- ¿Querés Saber? - Preguntó Shuu Sin Dejar De Sonreir. Eso Hiso Dudar a Su Hermano -
- Eh~ - Judal Posó Su Mano Sobre Su Cabeza Pensando Que Contestar - Esta Bien Decime -
- Me Encontré a Iris - Respondió Con Tranquilidad a Lo Que Judal Se Sorprendió -
- Sus Padres Jamás La Dejaron Salir Sola De Casa - Dijo Judal a Lo Que Su Hermano Levantó La Mirada -
- ¿Sabes Que Estaba Pensando? - Preguntó Mientras Terminaba De Firmar Los Papeles Que Estaban Sobre Su Mesa - Que No Tenía Permiso De Salir -
- ¿Crees Que Se Escapó? - Preguntó Ese Joven De La Trenza Mientras Se Cruzaba De Brazos -
- Es Posible - Dijo Su Hermano Mientras Juntaba Sus Manos Para Mirar a Judal Con Cuidado - En Ese Caso Tendremos Problemas -
- Problemas Por Cubrir La Cagada Que Se Mando - Dijo Ese Joven Rey Mientras Se Tomaba La Cabeza Con Las Manos -
- Exactamente - Dijo Shuu Para Después Sonreir a La Joven Que Estaba Sentada Junto a Su Hermano - Lamento Que Tengas Que Escuchar Esto -
- Tranquilo - Dijo La Joven Levemente Sonrojada -
- ¿Que Hacemos? - Preguntó Judal a Lo Que Su Hermano Negó Con Tranquilidad -
- Nada - Dijo Simplemente Mientras Dejaba Los Papeles -
- Nos Vamos a Meter En Quilombos - Dijo Judal a Lo Que Su Hermano Negó Levemente -
- Hasta Que No Estemos Seguros Mi Respuesta Sera La Misma - Pronunció Mientras Miraba a Los Jovenes - No Haremos Nada -
- Eres Mayor - Dijo Mientras Se Sentaba Nuevamente - Se Supone Que Sabes Lo Que Haces -
- Espero - Dijo Mientras Miraba Por La Ventana - ¿Vas a Contarme Que Pasó Mientras No Estaba? -
- Por Donde Comenzar - Suspiro Judal Mientras Tomaba Suavemente La Mano De La Pelinegra - Pase Por Miles De Compromisos - Dijo a Lo Que Su Hermano Se Sorprendió -
- ¿Por Papá? - Preguntó. Ese Joven Que Se Encontraba Sentado Delante Suyo Suspiro -
- Culpa De Esa Mierda - Murmuro Para Después Mirar a La Pelinegra - Mientras Pasaban Los Compromisos Encontré a Adelaida -
- ... - Shuu Observó a La Pelinegra Para Después Sonreir. Parecía Mucho Más Maduro Que Lear Pero Casualmente Era Menor De Edad - Le Haces Mucho Bien a Mi Hermano - Dijo Para Después Regresar La Mirada al Pelinegro - Estas Madurando Si Te Pones Serio Con Esto Judal -
- Lo Sé - Dijo Mientras Corría La Mirada Sonrojado -
- Seguí Por Favor - Suplicó a Lo Que Su Hermano Carraspeó Levemente -
- Conocimos También a Este Estúpido Desvirgador.. - Judal Se Detubo En Seco. Se Había Quedado Pensando - ¿Donde Quedó Ese Calentón De Mierda? -
- ¿Caleb? - La Pelinegra Negó Levemente - Quisas Esta Con Kaileena -
- ¿¡Que!? - Ese Muchacho Se Paró Dispuesto a Salir Rápidamente De Ese Lugar -
- Espera Judal - Suplicó Shuu Mientras Tomaba a Su Hermano De Las Ropas - ¿Que Pasa? -
- Te Lo Resumo - Dijo Mientras Miraba a Su Hermano - Ese Estúìdo Primero Estaba Perdidamente Enamorado De Adelaida -
- ¿De Ella? - Preguntó Señalando a La Joven -
- Exactamente - Dijo. Quería Terminar Rápidamente Para Salir a Buscar a Kaileena - Pero Todavía No Se Bien Como Mierda Se Chocó Con Kaileena Cuando Ella Salió a Comprar - Terminó Mientras Pensaba Unos Segundos - La Basureó.. Hasta Hacer Que Llorara Como Tres Veces - Continuó a Lo Que Su Hermano Puso Mala Cara - Cosa Que Lo Hiso Sentir Como La Mierda -
- No Te Detengas - Suplicó Su Hermano Mientras Escuchaba Con Cuidado -
- Se Enamoró De Kaileena.. Son Como Novios Por Que No Le Dan Las Bolas Para Pedirselo Como Corresponde.. La Desvirgó.. - Judal Miró a Su Hermano Con Mala Cara - De Verdad Tengo Que Ir -
- Nadie Te Para - Dijo Shuu Mientras Miraba a La Pelinegra - ¿Mi Espalda o La De Judal? -
- Da Lo.. - La Joven No Pudo Terminar De Hablar Por Shuu Ya La Había Cargado -
- Saliendo Hombre Vamos - Dijo Shuu Mientras Salía Tras Su Hermano Menor -

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La Pelirroja Caminaba Por Los Pasillos. Estaba Pensando. Todavía No Se Había Sacado Esa Lúgubre Ropa Negra.
Iris Había Regresado Pero Después Salió Corriendo Dejandola Sola.
Seguramente Estaba Bien Pero Le Preocupaba De Todos Modos.
Caminaba Tan Sumida En Sus Pensamientos Que Se Chocó Cayendo Sentada.

- Mierda Como Duele - Murmuro La Pelirroja Mientras Se Sobaba La Cola Con Cuidado -
- Perdón Yo.. - Ese Muchacho Se Quedó Mirandola Embobado - Kaileena -
- ¿Que? - La Joven Levantó La Mirada Para Encontrarse Los Mares De Caleb Que La Miraban Fijamente. Se Sonrojó Para Terminar Bajando Rápidamente La Cabeza -
- ¿Te Duele? - Preguntó Mientras Se Paraba Para Ir a Ver a La Muchacha -
- No Tranquilo - Dijo Mientras Sonreía Levemente -
- Dejame Ayudarte - Susurro Mientras La Levantaba Del Suelo - Estaba Pensando - Dijo Mientras La Dejaba Suavemente Sobre Sus Pies - No Miraba Por Donde Caminaba -
- ¿En Que Pensabas? - Preguntó Inocente La Muchacha Mientras Corría Unos Cabellos De Su Cara. Caleb La Miró Fijo Unos Segundos -
- En Vos - Susurro Para Sorpresa De La Pelirroja Que Se Sonrojó De Sobremanera -
- ¿En Mi? - Preguntó En Susurros Mientras Caleb La Rodeaba Por La Cintura -
- Tenía Ganas De Ver a Mi Princesa - Dijo Con Ternura Mientras Sonreía. Pasó Su Mano Suavemente Por La Mejilla De Kaileena Como Si Esta Fuera Una Muñeca -
- También Tenía Ganas De Verte - Susurro Sonrojada Mientras Posaba Su Mirada En El Pecho Del Joven De La Verguenza -
- ... - Caleb Sonrió Complacido. Pocas Cosas Le Gustaban Más Que Escuchar a Kaileena Decir Que Tenía Ganas De Estar a Su Lado. La Tomó Suavemente Del Mentón Para Que Le Mirara a La Cara. Esperó Unos Segundos Para Contemplar Bien Ese Sonrojo En Las Pálidas Mejillas De La Joven Para Después Juntar Suavemente Sus Labios Con Los De Ella -

Se separaron unos segundo, sintiendo cada uno la respiración cálida del otro. Caleb sonrío, sintiéndose totalmente enamorado de esa hermosa muchacha que había tenido la dicha de conocer.
De repente, vio una mancha negra y sintió una fuerza que hizo que cayera rotundamente el suelo.
-¿Qué carajos…?
-No llegué a tiempo hermano- se dijo Judal quién había tacleado al rubio para que se separara de su mejor amiga-. La besó.
-Al menos no pasó a mayores- lo relajó el otro Magi, cargando a Adelaida con facilidad en su espalda.
-¿Era necesario hacer todo esto?- preguntó la esclava viendo con pena a Caleb que se incorporaba con dolor del suelo.
-Sí, totalmente- le respondió Judal abrazando a Kaileena sobreprotectoramente-. No te tenés que acercar a él- le dijo mirándola aparentemente enojado, pero la pelirroja supo en seguida que era pura actuación-. La pelotudez es contagiosa y este violador serial desvirgador compulsivo te quiere violar.
-Que no es violación te dije- le repitió la pelinegra.
-Sí que lo es- replicó Judal sin prestarle mucha atención.
-¡¿Y ahora qué mierda te pasa?!- le preguntó el rubio enojado. Había creído que finalmente Judal lo dejaría en paz de una buena vez por todas, o al menos eso había dicho. Tenía que aprender a no creer jamás en lo que decía el Magi.
-Me di cuenta que no puedo dejarte con Kaileena- dijo Judal.
-¿Permitiste que este pelotudo desvirgador estuviera con Kaileena?- le preguntó su hermano escéptico.
-Fue un pequeño desliz que no volverá a pasar- reconoció el pelinegro.
-¿Quién mierda es este?- preguntó Caleb extrañado.
-¿No es obvio?- le respondió su amiga con cinismo- Pelo negro, ojos rojos y la habilidad de putearte sin conocerte. Es el hermano mayor de Judal.
-Su nombre Shuu- le explicó Kaileena relajada y acostumbrado ante esas actitudes tan típicas de los Magi que a Caleb le irritaban tanto.
El chico ocultó su rostro entre sus manos.
-Otro más no, por favor- pidió en murmullos.
-No seas maricón- le espetó Judal cuando el rubio alzó la vista-. No te hacemos nada, vos sos pelotudo y te tratamos como te merecés que es distinto.

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Nina y Lear se encontraban abrazados en el cuarto de este último. La muchacha se entretenía acariciando los cabellos azabaches mientra él le besaba el cuello.
Escucharon un ruido, que Lear ignoró por completo pero Nina se inquietó.
-¿Qué era eso?- preguntó ella.
-Nada- le respondió, continuando con los besos en el cuello.
El ruido se repitió: era alguien tocando la puerta.
-Hay alguien afuera- comentó la rubia.
-Ahi voy a fijarme- dijo el Magi suspirando y, con desgano, se incorporó y abrió la puerta, encontrando a Judal y a Shuu, sus dos hermanos que detestaba tanto, uno agarrando a Kaileena de la mano y el otro cargando a Adelaida en su espalda, esbozando ambos dos sonrisas idénticas.
-¿Qué mierda quieren?- le preguntó de mala gana.
-Necesitamos a Nina- dijo Judal con sencillez.
-¿Eh?
-¿Qué pasó?- preguntó la rubia acercándose al marco de la puerta. De repente, Judal la tomó de la mano y tiró de ella para que avanzara.
-¡Nina!- exclamó Lear- Ya, soltala pendejo.
-Tiene que ayudar a Adelaida a bañarse- explicó Judal-. Ella no está en condiciones de hacerlo sola y Kaileena tiene que ver a sus padres.
Lear hizo una mueca, enojado con sus dos hermanos por haberle interrumpido el momento, pero se contuvo y miró a Nina.
-Volvé pronto- le dijo.
-De acuerdo- asintió ella, Lear le dio un beso rápido y ella siguió a los dos Magi.
Una vez que caminaron lo suficiente, Kaileena se animó a decir:
-Yo no tengo que ver a mis padres Judal.
-Y puedo bañarme sola, me esguincé el pie, no me quebré un brazo o algo por el estilo- agregó Adelaida.
-Lo sé- comentó el rey de Babilonia- Sólo quería cagarle el momento a Lear.
-¡Judal!- se quejó Nina.
-¿Qué? No hice nada malo, sólo te cuido de que Lear se convierta en el Caleb 2- le explicó el ojirrojo con una sonrisa inocente- Ambos son pelotudos, y Lear a este paso también se va a convertir en un violador desvirgador compulsivo.
-¿Cómo sabés que soy virgen? ¡Te habíamos dicho que lo habíamos hecho!- dijo ella sonrojada.
-Viendo a mi hermano es obvio que aún es virgo- le explicó Judal con una sonrisa, mientras Shuu reía relajado.

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Mis contis están siendo chotísimas u.u
Perdón puchonina u.u

Ni editado me sale una conti decente u.u

- Lear Es Lento Para Esas Cosas - Dijo Shuu Con Tranquilidad - Teniendo En Cuenta Que No Era Capas De Decir Que Te Quería No Creemos Que Halla Llegado a Eso -
- Que Razonamiento Tan Coherente - Halagó Judal a Lo Que La Rubia Se Cruzó De Brazos Molesta -
- ¿Puedo Regresar? - Preguntó Mientras Miraba La Espalda De Los Jovenes. Judal Se Giró Para Tomar Rápidamente a Esa Rubia -
- ¿Me Estas Pidiendo Permiso? - Preguntó Mientras Posaba Esos Rubíes En Los Mares De La Muchacha. Mierda. Que Iguales Que Tenían Los Ojos Ese Trío De Hermanos -
- P-Podríamos Decir - Susurro La Joven Levemente Sonrojada -
- En Ese Caso - Judal Pegó Peligrosamente Su Cara a La De Nina Para Después Sonreír De Lado - No Podés -
- ... - La Nominada Esboso Una Pequeña Mueca. Estaba Sonrojada. Seguramente Le Ponía Nerviosa -
- No Te Quedes Hermano - Le Dijo Shuu Mientras Regresaba Su Mirada a La "Pareja" -
- Lo Lamento - Exclamó Mientras Tomaba Nuevamente La Mano De Kaileena - Seguime - Le Dijo a Nina Mientras Comenzaba a Caminar. La Rubia Quería Salir Corriendo. Regresar Con Ese Joven Que Tanto Le Gustaba. Pero No Lo Hiso. No Podía Regresar Con Lear Teniendo Ese Sonrojo En Las Mejillas -

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- ¡Regresame a Kaileena! - Estalló Caleb Cuando Logró Dar Con Los Jovenes -
- Que Rompe Bolas - Murmuro Judal Mientras Dejaba Su Bebida Sobre La Mesa - ¿No Te Das Cuenta Que Estamos Ocupados? - Dijo Señalando a La Joven Que Estaba Sentada Ensima Suyo -
- ¡Estaba Conmigo! - Le Dijo Mientras Posaba Las Manos Sobre La Mesa -
- Tenés 30 Segundos Para Salir De Este Lugar Por Tus Propios Medios - Le Dijo Mientras Jugaba Con Los Cabellos De Kaileena -
- No Me Vengas a Joder - Dijo Disgustado Mirando a Judal Con Mala Cara -
- 20 Segundos - Siguió a Lo Que Su Hermano Simplemente Esbosó Una Pequeña Sonrisa -
- No Se Me Pega La Gana Salir - Dijo Mientras Observaba a Ese Joven Sumamente Irritado -
- Como Rey De Babilonia Voy a Mandar a Toda La Guardia Del Palacio a Que Te Persiga - Dijo Con Media Sonrisa Dibujada En Ese Endemoniadamente Hermosa Cara - Te Recomiendo Salir Solo - Finalizó a Lo Que Caleb Quedó Pasmado -
- ¿Que Dijiste? - Preguntó Pasmado -
- Que Te Mandare a Echar a La Mierda - Dijo Medio Molesto - ¿Sos Sordo? -
- No - Dijo Molesto Mientras Se Tomaba La Cabeza Con La Mano Derecha - Antes De Eso -
- ¿Rey De Babilonia? - Preguntó Mientras Sonreía Nuevamente - ¿Nadie Te Contó Que Estas Parado Frente a La Nueva Autoridad De Babilonia? - Preguntó. Caleb Pensó Que Se Iba a Morir -
- ¿Vos? - Preguntó Pálido Para Después Mirar a Kaileena -
- Lo Lamento - Susurro La Pelirroja Mientras Se Paraba Para Tomar a Caleb Del Cuello De La Camisa - Pero Judal Realmente Es Rey De Babilonia -
- Cuando Lo Dijo Pensé Que Era Joda Pero Si Kaileena Lo Dice Debe Ser Verdad - Dijo Mientras Se Tomaba La Cabeza -
- No Es Tan Terrible Estúpido - Le Dijo Judal Mientras Pinchaba Un Pedaso De Torta Para Después Llevarselo a La Boca -
- ¿¡Que!? - Preguntó Histérico - ¡Es Terrible! -
- Exagerado De Mierda - Murmuro Shuu Mientras Miraba La Escena -
- Kaileena - Dijo Judal Suplicante - Solo Por Esta Ves - Murmuro Mientras Señalaba a Caleb - Hace Que Cierre La Boca -
- Caleb.. - Llamó Kaileena Pero Ese Rubio Seguía Maldiciendo -
- Sabe Muchas Palabrotas - Susurro Nina Mientras Tomaba Un Poco De Jugo -
- Caleb.. - La Pelirroja Rodó Los Ojos -
- Kaileena - Chilló Judal - Sigue Hablando - Dijo Mientras Golpeaba La Mesa - Hace Que Este Pelotudo a Cuerda Deje De Emitir Sonidos Dañinos Para Salud - Siguió a Lo Que Su Hermano Simplemente Suspiro -
- Por Favor Kaileena - Dijo Shuu Mientras Posaba Su Cabeza Suavemente Sobre Su Mano -
- Caleb - Llamó Por Tercera Ves La Pelirroja Sin Respuesta - ... - La Joven Lo Miró Molesta Para Después Callar Esas Interminables Quejas Con Un Beso -
- ¡Bendición Del Señor! - Estalló Judal Para Después Sacarse Una Sandalia - Ya Estubo Pajero Ya Podes Dejar De Intentar Comer La Boca De Kaileena - Dijo Mientras Lanzaba Eso a La Cabeza Del Rubio -
- ¿¡Era Necesario!? - Preguntó a Lo Que Kaileena Se Cruzó De Brazos Marcando Levemente Más Su Escote -
- Infinitamente Necesario - Respondió Mientras Se Sacaba La Sandalia Que Quedaba Para Ponersela También En La Cabeza a Caleb - Deja De Mirar - Le Dijo Molesto - O Le Dire a Los Guardias Del Palacio Que Te Castren -
- Si Te Pones a Pensar No Debe Haber Nada Que No Halla Mirado Ya - Razonó Shuu Haciendo Que Kaileena Se Sonrojara -
- ¡Guardias! - Llamó Judal Mientras Salía a Los Pasillos - ¡GUARDIAS! -
- ¿¡Que Haces!? - Se Desesperó Kaileena -
- Que Cosas - Susurro Adelaida Mientras Negaba Levemente. Miró Para Todos Lados Buscando a Nina. La Joven Ya No Estaba. Seguramente Había Regresado Junto a Lear -

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asjaksajsaksja Me Echan :B

-Ya entrá a dentro- le pidió Kaileena, tirando del pelinegro para que ingresara al cuarto.
-Que se vaya- insistió Judal-. Ahora.
-Caleb…- suplicó la pelirroja.
-¡No! No me iré- respondió, desafiante, el rubio.
-No me deja otra opción- comentó Judal, tratando de salir de nuevo hacia el pasillo pero su amiga lo retuvo tomándole la muñeca.
-Espera, por favor- pidió- ¡Caleb! ¡Será peor si te quedás! Por favor…
-Yo…no…
-Caleb- dijo Adelaida, parándose y haciendo equilibrio con un solo pie, acercándose al rubio dando pequeños saltos. Caleb la sostuvo y la miró- Hazlo por Kaileena.
El joven alzó la vista hacia Kaileena, observó esos ojos azules de su hermosa enamorada y suspiró, asintiendo.
-Ustedes dos saben cómo convencerme- murmuró él, a lo que ambas muchachas sonrieron.
-Te conocemos- le comentó su amiga.
-Cuando pueda te iré a ver- le aseguró Kaileena.
-Eso será nunca- acotó Judal, señalando la puerta abierta para que Caleb se marchara.
El rubio soltó a su amiga, quién se alejó de él y Shuu fue a agarrarla rápidamente.
Caleb se marchó con pasos pesados de la habitación, dirigiéndole una última mirada a Kaileena. Judal ni bien vio al rubio dejar el lugar cerró la puerta de un golpe y sonrío entretenido.
-Idiota- susurró, y nadie pudo oírlo.
Kaileena se sentó en el borde de la cama, mirando furibunda a ambos muchachos, quienes ignoraron esa actitud. Sabían que pronto se le iba a pasar.
-Y Nina se marchó- comentó Judal, notando la ausencia de la rubia-. No es tonta, aprovechó la distracción para ir a buscar a mi hermano.
-Sigo sin saber qué le vio una chica tan bonita a Lear- reconoció Shuu relajado.
-Él es una buena persona- lo defendió la pelinegra.
-¿Acaso sos defensora de pobres?- le preguntó el Magi mayor.
-No, dudo muchísimo que alguna vez los defendería a ustedes dos- repuso ella.
-Por supuesto que no, somos ricos- comentó Judal totalmente relajado mientras se sentaba al lado de Kaileena y la abrazaba, sin que la joven reaccionara- Cálmate Kaileena, sé que no estás enojada con nosotros.
-Lo estoy- dijo ella sin querer mirarlo.
-Sabés que no iba a llamar a los guardias.
-De vos no puedo confiar nada Judal- murmuró ella bajando la vista.
El rey de Babilonia le alzó el mentón con delicadeza para que lo viera a los ojos.
-Mírame- le pidió-. Sabés que es por tu bien, no quiero que él te haga nada malo.
-Él no me hace nada- dijo Kaileena-. Yo lo amo y quiero estar con Caleb.
Judal hizo una mueca al escuchar tales palabras. Mientras que Kaileena lo miraba y sus ojos se inundaban de lágrimas suplicantes.
-Por favor…- pidió.
-De acuerdo- comentó Judal suspirando, mientras Kaileena sonreía.
-Gracias Judal, sos genial- le dijo, besándole la mejilla y marchándose de allí rápidamente.
Se quedaron en silencio unos segundos, hasta que Shuu, sentado al lado de Adelaida en el cómodo sillón de la enorme habitación de Judal, preguntó:
-¿La mirada de cachorrito?
-Sí, Kaileena sabe muy bien cómo usarla- le respondió su hermano con un suspiro.
-¿Eh? ¡¿Por una mirada la dejan hacer lo que quiera?!- preguntó Adelaida enojada- ¡Eso es injusto!
-¿No era que querías que se fuera con tu amigo?- le preguntó Shuu escéptico.
-Sí, pero igualmente, es injusto para mí- se quejó Ali-. Muchísimas veces le supliqué a Judal un montón de cosas y él ni cinco de pelota. Tuve que hacer de todo para conseguirlas.
-Todo lo que me pedías incluía a Caleb y a mi hermano- se defendió Judal-. Los odios y vos te hacés amiga de ellos.
-De Caleb ya era la mejor amiga de antes que lo conociera- repuso la pelinegra.
-Eso no importa- la interrumpió Judal-. Además, que la deje ir a ahora no significa que los deje tranquilos.
Adelaida suspiró, resignada. Discutir con Judal era completamente inútil. Él siempre iba a tener la razón. Pasaron unos minutos más de silencio.
-Estoy aburrido- dijo de repente Judal cortando con ese silencioso ambiente.
-La verdad es que yo también- reconoció Shuu.
Adelaida, en ese momento, se dio cuenta de algo: Estar en un cuarto, sola, con dos Magis aburridos con un extraño sentido del humor y actitudes parecidas, sin posibilidades de escapar por el pie... Mierda, mierda, mierda…

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Tengo sueñito :B
Jaja, me gustó tu conti ♥

Caleb Regresó a Su Casa.
Posó Su Espalda En La Pared Mientras Pensaba Lo Mucho Que Detestaba a Ese Pendejo Idiota Que Gobernaba Babilonia.
Tocaron. No Tenía Ganas De Contestar. Tocaron Nuevamente. Suspiro Mientras Caminaba Para Ver Quién Era.

- ¿Eh~? - Caleb Se Quedó Pasmado Observando a La Mujer Mayor - ¿Que Haces En Casa Abuela? -
- ¿No Puedo Venir a Ver a Mi Lindo Caleb? - Dijo La Mujer Para Después Besar La Mejilla De Ese Rubio. Este Hiso Una Pequeña Mueca Levemente Sonrojado -
- Si Podes - Dijo Mientras Se Hacía a Un Lado Para Dejar Pasar a Esa Señora - Simplemente No Te Esperaba -
- Era Sorpresa - Dijo Mientras Se Sentaba - Se Bueno Hijo - Pidió La Mujer Mientras Descansaba Del Largo Recorrido Que Había Tenido Que Hacer - Haceme Un Té -
- Seguro - Dijo Ese Joven Mientras Ponía a Calentar La Pava - ¿Como Estas? - Preguntó Mientras Sonreía -
- Bastante Bien Caleb - Respondió Esa Mujer Con Cariño - Tengo Los Problemas De Cualquier Persona De Mi Edad -
- Me Imagino - Dijo Mientras Posaba Una Taza Delante De Esa Señora - Esta Caliente -
- Muchas Gracias Hijo - Dijo La Mujer Para Después Comenzar a Endulzar Esa Infusión Caliente -
- ¿Solo Venis De Visita? - Preguntó Caleb Levemente Preocupado -
- Si Querido - Dijo La Mayor Mientras Le Sonreía - No Te Preocupes Que Todo Esta Bien En Casa -
- Que Bueno Escuchar Eso - Suspiro Ese Joven Mientras Sacaba Unas Cosas Dulces Para Comer -
- Me Quedaré a Cenar - Dijo Mientras Le Daba Un Sorbo a Su Té. Caleb Se Sorprendió Levemente -
- ¿De Verdad? - Preguntó a Lo Que La Mujer Mayor Le Miró Con Curiosidad -
- ¿Te Molesta? - Preguntó Con Tranquilidad. Caleb Negó Con Behemencia -
- Para Nada - Respondió Para Después Sonreir - Me Encantaría Que Te Quedes -
- Ese Es Mi Pequeño Caleb - Dijo Para Después Dejar La Taza Sobre La Mesa -

De Repente Se Escuchó Que Tocaron.

- ¿Esperabas Gente? - Preguntó La Mujer. Caleb Negó Levemente -
- No Esperaba a Nadie - Respondió Mientras Miraba Por La Ventana. No Llegaba a Ver -

Tocaron Nuevamente.

- Contestaré - Dijo La Mujer Mientras Se Paraba -
- Esta Bien - Dijo Mientras La Miraba - Con Cuidado - Suplicó -
- Tranquilo Hijo - Contestó. Cuando Respondió a Los Llamados Simplemente Se Topó Con La Hermosa Figura De La Peliroja -
- Esto~ - La Joven Se Quedó Pasmada - ¿Esta Caleb? - Preguntó Levemente Sonrojada -
- ¿Kaileena? - Preguntó Sorprendido Mientras Caminaba Hasta Poder Ver Los Hermosos Mares De La Joven -
- No Quiero Interrumpir - Susurro Mientras Le Sonreía Levemente a La Mayor De Los Presentes -
- Tranquila Linda - Le Dijo La Señora - No Interrumpis Nada -
- ¿Te Dejaron? - Preguntó Caleb a Lo Que Kaileena Esbosó Una Pequeña Sonrisa -
- No Me Costó Demasiado - Dijo Mientras Miraba Los Hermosos Ojos De Ese Muchacho -
- ¿Te Querés Quedar a Cenar En Casa? - Preguntó Mientras Miraba De Reojo a La Mujer Mayor - También Se Queda -
- ¿Querés Quedarte Para Siempre? - Preguntó La Peliblanca. Caleb Se Sonrojo De Sobremanera -
- ¿¡Como Podés Decir Eso!? - Le Dijo. No Cabía En Si De La Verguenza -
- Es Una Hermosa Joven - Halagó - Ensima Te Da Bola -
- ¿¡COMO PODÉS DECIR ESO!? - Preguntó Nuevamente. Su Sonrojo Se Puso Peor -
- Pasá - Suplicó La Mujer Mientras Tomaba La Mano De Ojiturquesa - ¿Como Te Llamas? -
- Kaileena - Respondió Mientras Miraba a Caleb Que Caminó Hasta Donde Estaban Después De Cerrar La Puerta -
- La Pones Incómoda - Dijo Mientras Se Golpeaba La Cabeza Levemente Con La Mano -
- ¿Estas Sola? - Preguntó Mientras Le Daba Una Taza De Té -
- N-No - Respondió La Joven Mientras Tomaba Ese Té -
- No Me Digas - Dijo La Mujer Mientras Se Sentaba. Caleb Simplemente Se Quería Morir -
- ¿Entonces Estas Saliendo Con Un Chico? - Preguntó La Mujer. Kaileena Se Quedó Pensando -
- Podríamos Decir - Contestó. Caleb Se Cruzó De Brazos -
- ¿Como Que "Podríamos Decir"? - Preguntó Molesto -
- Bueno - Kaileena Le Sonrió a La Mujer - Mi "Chico" Jamás Me Lo Pidió -
- Que Pelotudo - Dijo Mientras Dejaba Su Taza Sobre La Mesa - ¿Quién Es Ese Idiota? -
- ... - Kaileena Simplemente Suspiro Con Tranquilidad - Realmente No Importa -
- ¿Eres Virgen? - Preguntó Descaradamente La Mujer Mayor. Kaileena Casi Escupe Todo Lo Que Había Tomado -
- ¡POR DIOS ABUELA! - Estalló Caleb Sonrojado Terriblemente -
- Quiero Saber - Dijo Inocente La Mayor Mientras Miraba a La Peliroja -
- Eh~ N-No Señora - Dijo Con Una Gota En La Cabeza -
- ¿Te Entregaste a Ese Estúpido Que No Te Pidió Ningún Compromiso Formal? - Preguntó Sorprendida La Mayor - En Mi Época Esperabamos Hasta Casarnos -
- ¡Yo Soy Ese Estúpido! - Estalló Caleb Para Sorpresa De Su Familiar -
- ¿Vos Con Esta Hermosa Joven? - Preguntó Sin poder Creer Lo Que Escuchaba -
- Si - Dijo Mientras Se Golpeaba La Cabeza Nuevamente -
- No Te Creo - Dijo Simplemente. Caleb Se Quedó De Piedra -
- Es Verdad - Dijo Kaileena Mientras Besaba a Caleb Unos Segundos -
- Que Tarado Que Sos Hijo Mio - Dijo La Mujer Mientras Terminaba Su Té - No Vas a Conseguir Nada Mejor Jamás ¿Por Que No Le Pedís Un Compromiso Como Dios Manda? -
- No Presiones - Le Dijo Caleb Mientras Se Daba Nuevamente La Cabeza Con La Mesa -

Nuevamente Se Esuchó Que Tocaran.

- Te Busca Mucha Gente - Dijo La Mujer Mientras Miraba a Caleb -
- Voy - Dijo Mientras Se Paraba Para Contestar -
- Regresé a Este Rancho Pelotudo No Puedo Creer Mi Masoquismo - Dijo Judal Mientras Pasaba Junto a Su Hermano Sin Pedir Permiso - Hola Granjero De Morondanga - Saludó a Caleb -
- No Puede Ser - Maldijo Ese Rubio -
- ¿Quienes Son? - Preguntó La Mujer Mientras Miraba a Los Tres Jovenes -
- Este Es Judal Magi.. Rey De Babilonia - Presentó Con Mala Cara -
- ¿De Verdad? - Preguntó Sorprendida - Que Maravilla -
- Muchas Gracias Por Sus Halagos - Dijo Mientras Besaba La Mano De La Mujer Con Cordialidad -
- Este Es Shuu Magi - Siguió - Hermano Mayor De Judal -
- Un Placer Conocer a Tan Hermosa Dama - Dijo Mientras Hacía Una Pequeña Reverencia -
- Y.. Macu - Finalizó Mientras Sonreía Levemente - Ya La Conocías -
- La Chica Que No Quería Salir Con Caleb - Dijo Mientras Negaba Levemente - ¿¡Por Que No Querés a Mi Nieto!? -
- ¡Señora! - Se Quejó Levemente Sonrojada Adelaida -
- ¡Abuela! - Secundó Caleb Sonrojado También a Lo Que Judal Se Reía En Voz Baja -
- Lo Lamento - Dijo La Mujer Mientras Miraba a Los Presentes -
- Es Que Adelaida Sale Conmigo Señora - Dijo Judal Con Media Sonrisa. La Mujer Miró a Caleb -
- Decime La Próxima Ves Que Necesiten Empleados - Dijo Lo Que Produjo Risas En Los Jovenes Magi -
- Esta Mujer Es Un Encanto - Dijo Shuu. La Señora Puso Sus Manos Sobre La De Los Magi -
- Ojala Caleb Fuera Como Ustedes - Dijo. Judal Esbosó Media Sonrisa -
- Ni Tu Familia Te Quiere Perdedor - Dijo Ese Pelinegro De La Trenza. Caleb Miró a Kaileena Para Después Suspirar -
- ¿Podes Creer Que Esta Nena Sale Con Mi Caleb? - Preguntó La Mayor a Lo Que Judal Negó Levemente -
- Le Explico Señora - Dijo Mientras Le Tomaba Las Manos - Kaileena Es De Familia Prestigiosa -
- ¿Ensima Eso? - Preguntó Más Sorprendida -
- Si - Dijo Mientras Se Disponía a Seguir - Pero Le Gusta Jugar Con Barro -
- ¡Judal Magi! - Estalló Sonrojada La Peliroja -
- Sus Gustos Son Terriblemente Grotescos - Siguió Mientras Negaba Como Si Estubiera Hablando De Una Tragedía - No Hubo Disciplina Que Corrija Eso -
- Felicito a Mi Niño De Todos Modos - Dijo La Mujer Mientras Pelliscaba Las Mejillas De Caleb -
- ¿No Te Da Verguenza Violar a Kaileena y Todavía Dejar a Esta Simpática Mujer Pellizcarte Las Mejillas? - Preguntó. La Mujer Miró a Caleb Con Severidad -
- ¿Abusaste De Esta Joven? - Le Dijo Mientras Lo Señalaba -
- ¡Jamás Le Haría Nada Malo a Kaileena! - Dijo Rápidamente Mientras Miraba Molesto a Judal -
- Violar Es Malo - Dijo Shuu Con Media Sonrisa -
- ¿Como Pudiste? - Dijo La Mujer Mientras Abrazaba a Kaileena Como Si Fuera Una Hija -
- ¡Lo Hice Por Que Lo Amo! - Dijo Sonrojado Pero a La Ves Furibundo -
- Seguramente Ella No Te Quería - Dijo La Mujer Mientras Cerraba Los Ojos - Lo Lamento Linda -
- Señora - Llamó Kaileena - Caleb No Me Obligó a Nada -
- No Tenés Que Cubrir La Fechorías De Mi Pajero Nieto Querida - Dijo La Mujer Mientras Le Acariciaba La Cabeza -
- Pajero Nieto - Repitió Judal Mientras Se Largaba a Reir Con Shuu -
- Realmente Se Quieren - Dijo Adelaida -
- Me.. Entregué.. A Caleb Por Que Lo Amo También - Susurro. La Mujer La Abrazó Conmovida -
- Mi Nieto Abusador Tiene Tanta Suerte - Dijo. Caleb Se Tomó La Cabeza Cansado -
- ¿Como Es Posible? - Maldijo Mientras Se Daba La Cabeza Contra La Pared -
- ¿Por Que No Sos Más Como Nosotros? - Dijo Judal Con Media Sonrisa -
- Mierda Mierda Mierda - Dijo Caleb Mientras Seguía Golpeandose -

Caleb jamás se había acostumbrado al extraño humor de su abuela y su maldita habilidad de hacerle pasar vergüenza con sus comentarios en cualquier momento. Pero que se apareciera y, que encima justo estén Judal y su hermano era sencillamente un suplicio. ¿Qué mierda le había hecho a Dios para que lo tratara así? Quizás en su anterior vida habría sido tremendo hijo de puta, porque de otra manera no podría explicar su desgraciada mala suerte.
-Y díganme, ¿cómo el abusador de mi nieto los conoce a ustedes?- preguntó la mujer -¡Ah! Por cierto, mi nombre es Casilda.
-Un hermoso nombre señorita- halagó Shuu cordialmente, a lo que la anciana sonrío encantada e hizo un gesto desinteresado con la mano.
-No es necesario que sean tan educados conmigo- comentó ella-. Estos chicos Magi en verdad que son encantadores, deberías aprender de ellos Pitín.
-¿Pitín?- preguntaba Judal riéndose con ganas junto con Shuu, mientras que las mejillas de Caleb se volvían totalmente rojas.
-¡Abuela! ¡No me digas así!- se quejó Caleb, totalmente enrojecido, viendo a los Magi reírse y como Kaileena y Adelaida se tentaban también.
-No seas exagerado Cali- y los hermanos siguieron riendo con vehemencia- Es que antes, cuando era un bebé, su orgullo era tan diminuto que al principio creímos que era una nena.
En ese momento, las risas de Adelaida también se unieron a las de Judal y Shuu, mientras que sonrojo de Caleb crecía aún más, si eso era posible.
-Y bueno, díganme, ¿cómo se conocen?- preguntó ella, bebiendo del té como si nada hubiera pasado.
-Por Adelaida- le explicó Judal-. Su querido nieto, sabiendo que ella estaba conmigo, seguía enamorada de ella y trataba de conquistarla.
-¿Eso es verdad?- preguntó la mujer mirando al rubio- ¡Querido! ¿Cómo pensabas competir con este chico? Era obvio que Inmaculada iba a quedarse con él. No deberías haber perdido el tiempo…
Caleb se golpeó la frente, esperando escuchar otra vez más las risas de Judal y Shuu.
-En serio, adoro a esta mujer- dijo Judal, a lo que su hermano asintió.
- De cualquier manera, te sacaste la lotería querido con esta jovencita tan encantadora- le comentó la mujer mientras pellizcaba con cariño las mejillas de Kaileena, quien se había sentado al lado de ella en la mesa redonda- Bonita, de familia prestigiosa y encima se conforma con vos.
-Abuela, ya…basta- pidió el rubio.
La mujer se levantó y abrió la puerta de la heladera.
-¡Cariño! No tienes casi nada para comer, ¿cómo podré cocinar pastas?- se preguntó ella, chasqueó la lengua- Deberé ir a comprar.
-Es temprano para preparar la cena, señora- opinó Adelaida.
-Pero vamos a comer varios, mi nieto, vos, esta muchachita linda, estos dos jóvenes encantadores y yo. Seríamos seis- le dijo ella con naturalidad.
-¡Ellos no van a cenar con nosotros!- exclamó Caleb sorprendido. Cenar con su abuela, Judal y su hermano iba a ser un infierno.
-Claro que sí, no seas descortés hijo- le dijo ella relajada, miró a ambos Magis- ¿Se quedarán a comer verdad? Hago unas lasagna deliciosa.
-Encantados- respondió Shuu con una sonrisa- Pero déjenos que nosotros hagamos las compras.
-Y ofreceremos nuestra casa, es más espaciosa y no tendrá que cocinar- agregó Judal.
-De acuerdo, pero cocino yo- acordó ella-. No es por soberbia pero cocino de maravilla.
-Estoy seguro que así será.
-Iremos a comprar entonces- informó Shuu- Pueden prepararse que encargaremos un carruaje para que los lleve.
-Vengan acá- llamó la mujer a ambos Magis, que se acercaron. Ella los abrazó con cariños- Son tan encantadores y lindos. Así deberías haber salido Cali.
-Sí, ya lo dijiste antes abuela- comentó el rubio, molesto viendo como su abuela abrazaba a esos jóvenes que apenas conocía.

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-Mátenme- pidió Caleb por quinta vez consecutiva sentado al borde de la cama. Estaban en la habitación de Judal, Kaileena ya se había cambiado y había ido a buscar a Iris, que había desaparecido hacía unas horas.
-Relájate- lo tranquilizó Adelaida, quién trataba de colocarse los zapatos que combinaban con el vestido que Kaileena le había prestado- Ufff…Kaileena usa cosas muy provocadoras.
-Te ves bien- dijo él, ayudándola a ponerse el zapato en el pie esguinzado. Había observado a Kaileena con su hermoso vestido rosa pálido de gasa, de estilo griego, y era lo más bello que había observado y, aunque Adelaida no se podía comparar –al menos para él que amaba demasiado a la pelirroja- no se veía para nada mal en ese vestido blanco y corto con corsé de tiras de seda negra.
-Voy a caerme a la mierda con estos zapatos de taco- agregó ella, incómoda, mientras los veía- Son lindos pero no acostumbro a usar esto.
-Ya dejá de quejarte- le dijo Caleb.
-Mirá quien habla- la acusó su amiga.
-Pero yo tengo motivos- se defendió- ¡Mi abuela con Judal y su hermano cenando! ¿Te das cuenta? ¡Va a contar todas mis cosas embarazosas de la infancia y decir una y otra vez porqué no soy como ellos.
Adelaida suspiró. Recordaba como era Casilda y sabía que su amigo no estaba equivocado.
-Mejor vayamos de una vez y rezá para que la cena se pase rápido- le aconsejó su amiga mientras el rubio la ayudaba a caminar.

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Estaban en la mesa, Judal, al ser el rey, se sentaba en la silla alta y elegante de la punta, Shuu estaba al lado derecho, mientras que Ali en el izquierdo. Caleb estaba al lado de ella. Todos vestidos elegantemente, en especial los Magi, cuyas magníficas prendas los hacían relucir aún más hermosos de lo que ya eran. Caleb se miró su sencillo atuendo y maldijo ser pobre –o, mejor dicho, no tan rico como Judal y Shuu-. Sabía que su abuela compararía su aspecto con el de los hermanos.
La anciana se acercó con una enorme bandeja de lasagna que emanaba un delicioso aroma. Lo sirvió a cada uno y se sentó al lado de su nieto.
-¿Dónde está Kaileena?- preguntó la mujer.
Y, como si la hubiera llamado, la pelirroja apareció junto a una hermosa muchacha de pelo violeta, Iris.
-Lo lamento, estaba buscando a mi amiga. ¿Le molestaría que cenara con nosotros?- preguntó educadamente la Noir.
-Por supuesto que no- dijo la anciana, que al parecer le alegraba tener a más gente- Siempre cocino de más, siéntate querida.
-Muchísimas gracias- agradeció educadamente la joven-. Mi nombre es Iris.
-Encantada, yo soy Casilda.
Adelaida hizo una mueca al sentir la mirada envenenada de la pelivioleta, mientras trataba de disimularlo tomando un poco de agua.
-Esta comida es exquisita- halagó Shuu, a lo que la abuela sonrío.
-Gracias ternura- le comentó-. No tengo drama en que quieran tenerme de cocinera personal. Son unos lindos muchachitos.
-¡Abuela!- exclamó Caleb abochornado.
-Tranquilo querido, no haré nada- lo relajó ella con una risita-. Si tuviera unos años menos…
-No sigas por favor- le pidió su nieto avergonzado.
-Además, no sería tan mala de quitarle este apuesto muchachito a Inmaculada- dijo ella, refiriéndose a Judal. Caleb estaba seguro que, sí la mujer estuviera más cerca del rey, le habría pellizcado la mejilla cariñosamente-. Aunque yo que vos tendría cuidado Judal con Inmaculada, no se comporta como su nombre lo dice.
-¿¡EH!?- gritó Adelaida sonrojada mientras se atragantaba.
-O sea, eres linda cariño, no lo niego- le dijo Casilda relajada-. Pero tienes cara de zorrita y ese vestido no ayuda mucho a que cambie de opinión. Yo que vos cariño tendría cuidado, eres muy bonito y educado y puedes tener a una buena mujer.
-¡Abuela!- se quejó de nuevo Caleb, golpeándole levemente la espalda a la joven a su lado que se había atragantado.
-Gracias señora, tomaré su consejo en cuenta- le afirmó el pelinegro entretenido.
-¡Judal!- gritó esta vez Adelaida, mientras veía de reojo como Iris hacía una casi indivisible sonrisa.
-Cuénteme Casilda, ¿cómo era Caleb de joven?- preguntó Judal, ignorando a la muchacha- Por cierto, esta comida es deliciosa.
-Gracias querido- respondió ella-. Pitín siempre fue un niño muy tímido y torpe, siempre se caía en cualquier momento…recuerdo una vez que se tropezó con la nada misma y rodó por todo un médano. No sé que tiene con los médanos, pero se caía a menudo de ellos. ¿Te sigue pasando Cali?
-Sí, le sigue pasando- respondió Judal con una sonrisa divertida y maliciosa. Mientras tanto, Caleb sólo sentía la extremada necesidad de suicidarse.

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Amé tu conti, me re estallé ♥
Casilda es una idola, jajaja (L

- Seguis Siendo Una Persona De Lo Más Torpe - Dijo La Mayor Mientras Probaba Nuevamente La Comida -
- Gracias - Respondió Caleb Con Sarcasmo - Siempre Tan Buena -
- Por Supuesto - Contestó Mientras Sonreía - Dime Linda - Dijo Mientras Miraba a Kaileena - ¿Como Terminaste Con Caleb? -
- ¿Como? - Preguntó Mientras Levantaba La Mirada - Es Bastante Largo La Verdad -
- Quiero Escuchar - Dijo La Mujer Mientras Posaba Las Manos Sobre La Mesa -
- Yo Se Lo Contaré Señora - Dijo Judal Mientras Sonreía De Lado -
- Jamás - Dijo Ese Rubio Mientras Se Paraba Para Ver a Judal -
- Deja a Este Hermoso Muchacho Hablar Pitín - Pidió La Mujer Mayor a Lo Que Caleb Se Tomó La Cabeza Con Las Manos -
- Este Estúpido Siempre Basureó a Kaileena - Comenzó a Narrar - Pero Kaileena Realmente Se Lo Tomaba Con Tranquilidad -
- ¿Enserio? - Preguntó La Mayor Sorprendida -
- Seguro - Respondió Judal - Solo Lloraba Desconsoladamente -
- Dios - Ese Rubio Se Tomó La Cabeza Mientras Intentaba Ignorar Los Reclamos De Su Familiar -

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- Fue La Mejor Cena - Dijo Judal Mientras Caminaba Por Los Pasillos Junto a Kaileena -
- Para Vos - Dijo Ese Rubio Mientras Le Miraba Con Odio -
- Que Tarado - Murmuro Mientras Miraba Los Pasillos Con Media Sonrisa. Mueca Que Se Borró De Su Cara Cuando Observó a Su Madre Caminando Por Los Pasillos - ¿Me Disculpan? - Preguntó Cordialmente -
- Seguro - Respondió La Mayor. Kaileena Se Preocupó Levemente -
- ¿Será Malo? - Preguntó Caleb. La Peliroja Lo Miró -
- No Tengo Idea - Dijo Kaileena Simplemente -

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- ¿Que Pasa Madre? - Preguntó Judal Cuando Llegó Donde Estaba La Mujer -
- ¿Cuando Vas a Casarte Con Kaileena? - Preghuntó Tranquila. La Pregunta Descolocó a Ese Pelinegro -
- Había Cancelado Ese Compromiso - Dijo Sorprendido Mientras Negaba Levemente -
- ¿Cancelado? - Preguntó La Mujer Mientras Le Pasaba Unos Papeles - Lo Lamento Judal Pero Según Lo Que Tu Padre Me Pasó Tu Estabas Dispuesto a Casarte -
- ¿Eh~? - Ese Joven Comenzó a Leer Rápidamente Las Hojas. Su Madre Tenía Razón. Mierda. Hasta Muerto Esa Basura Seguía Complicandole Todo -
- ¿Esta Todo Bien Hijo? - Preguntó La Mujer Mientras Tomaba Nuevamente Los Papeles -
- Si Madre No Te Preocupes - Dijo Mientras Caminaba Lentamente Hasta Donde Estaba Kaileena - Quiero Hablar Con Vos - Dijo Mientras Posaba Su Mirada En La Peliroja. Cuando Observó Que Esta No Se Decidía Si Ir o No Dijo - Es Importante -
- Esta Bien - La Joven Caminó Junto a Judal Hasta Que Estubieron Tan Lejos Como Este Creyó Necesario -
- ¿Recuerdas Que Había Hablado Con Mi Padre Para Cancelar Ese Compromiso? - Los Ojos De Kaileena Se Llenaron De Sorpresa - No Lo Hiso -
- Eso Quiere Decir Que.. - La Joven Se Tomó Los Pliegues De La Ropa Con Las Manos -
- Seguimos Teniendo Un Compromiso - Dijo. La Voz Parecía Que Se Le Apagaba. La Joven Que Estaba Parada Justo Delante De Judal Intentó Tranquilizarse -
- No Te Preocupes - Dijo Con Un Hilo De Voz - Como Lo Demás Vamos a Superar Esto Juntos -
- No Me Gusta Causarte Problemas - Dijo El Rey Mientras Bajaba Levemente La Mirada -
- No Me Causas Problemas - Dijo Mientras Lo Rodeaba Con Sus Brazos - Solo Tenemos Que Contarle a Los Demás.. Seguro Van a Entender -
- Seguro Ya Los Tenemos Cansados - Dijo Mientras Sonreía Levemente -
- ¿Esta Todo Bien? - Preguntó La Mayor -
- Excelente - Mintió Judal Mientras Le Sonreía - Caleb Junto Con Adelaida La Acompañaran Hasta Su Casa - Dijo Tranquilo - Por Favor Regrese a Visitarnos Que Siempre Sera Bienvenida -
- Muchas Gracias Hijo - Saludó La Mujer Mientras Comenzaba a Caminar Junto a Unos Preocupados Chicos -
- Contame - Suplicó Shuu Mientras Caminaba Hasta Los Chicos. Iris Solo Miraba Todo Con Curiosidad -
- ¿Seguro Que Querés Saber? - Preguntó Judal Mientras Tomaba La Mano De Kaileena -
- Si - Dijo Simplemente. Su Hermano Suspiro -
- Vamos - Dijo Mientras Comenzaba a Caminar Junto a Su Hermano. Kaileena Solo Pudo Seguirlos Por Que Judal No La Dejaba -

Era totalmente frustrante el hecho de que, su padre, desde la ignominia de la muerte, aún se encargaba de hacer su vida totalmente miserable. Era irritante y, de la desesperación que embargaba su cuerpo, casi reía de lo asquerosamente irónico que resultaba la situación en sí misma: había matado a su padre para salvar su vida –vale aclarar que la de Adelaida también- y, aún siendo un putrefacto cadáver, continuaba jodiéndole la vida una y otra vez.
Respiró profusamente, mientras entraba a su cuarto seguido de su hermano y las otras dos jóvenes y, sin siquiera mirarlos, se sentó en el borde de la cama y ocultó su rostro con sus manos. No estaba llorando, hacía tiempo que no lo hacía, además de que sólo lo había hecho por Lina, aunque él también consideraba que había derramado lágrimas de sangre por Adelaida, la vez que había peleado con Caleb. Lo importante en ese momento, de cualquier manera, era el hecho de que estaba harto de ver como su vida era manipulada y se convertía en un mero títere sin alma.
-¿Qué ocurrió?- preguntó su hermano, el hecho de que Judal se comportara de esa manera le desconcertaba.
Kaileena se sentó al lado del pelinegro y, ante la mirada irritante de Iris, lo abrazó sin importarle lo que su celosa amiga pensaría.
-Nuestro padre, ese es el problema- dijo él alzando la vista. Estaba serio, pero sus ojos parecían divagar en un rincón recóndito de su mente.
-¿Qué hizo?- cuestionó Iris asustada.
-Nos obligó a casarnos, pensamos que lo habíamos anulado al matrimonio, pero no fue así- explicó Judal, observando las facetas estupefactas de ambos jóvenes. Si así habían reaccionado ellos, ni quería imaginarse cómo lo harían Ali y Caleb.
-¡¿Eh?!- gritó la pelimorada totalmente desconcertada, Kaileena le había contado que sus padres habían obligado que fueran prometidos, pero, antes de que pudiera ponerse mal, le había confirmado que habían anulado esa unión. El hecho de que el amor de su vida (desde chica estaba enamorada de él) se casara con su mejor amiga era sencillamente una terrible pesadilla.
-¿No hay manera de solucionarlo?- preguntó su hermano. Sabía como era el rey, y realmente dudaba que pudieran cambiar esa estúpida y precaria orden de que Judal debía casarse.
-No. Si no lo hago, no sólo perdería el trono que es lo que menos me importa sino que me asesinarían- comentó el heredero-. Y es probable que también matarían a Adelaida, porque le echarían la culpa de que no senté cabeza por ella.
Judal suspiró, sabiendo que en cierto modo, tenían razón. No sólo no deseaba casarse con cualquier mujer insípida que no amara –aunque Kaileena, por supuesto, no entraba en esa categoría- sino que su testaruda –que no acata ninguna orden- esclava era uno de los principales motivos por el que tampoco aceptaba casarse, él la amaba a ella, no quería ser obligado a amar a cualquier otra mujer, no importara lo bella y simpática que fuera.
Iris, por su parte, sentía el mundo caer a sus pies. El ver a un Judal enamorado –algo totalmente utópico, pero desconcertante a la vez al no ser ella la que provocaba esos sentimientos- que decidía arruinar su vida cumpliendo las órdenes de su padre por una esclava pobre y ladrona inservible era prácticamente irreal. Pero allí estaba, hablando con preocupación con su hermano y abrazando a Kaileena. Se sentía alguien restante, que no encajaba con la situación.
-Debo irme- dijo ella, marchándose rápidamente de allí. Kaileena la observó preocupada, esperaba que su amiga estuviera bien.

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-Gracias por acompañarme- dijo Casilda con tono jocoso, parecía haber realmente disfrutado esa cena-. La pasé genial.
-Me alegro- opinó Adelaida.
-Lástima que no puedo decir lo mismo- susurró el rubio, recibiendo un codazo de su amiga, pero la anciana no lo había escuchado.
-Caleb, te quedarás hoy en casa, ¿verdad?- preguntó ella con tono suplicante-. Sé que soy grande pero hace tiempo que no te veo cariño, y no quiero pasar la noche sola. Podrás quedarte con esa linda noviecita que no sé cómo la pudiste conseguir otro día.
-Es que…-el rubio miró a su amiga. No sabía si podría volver sola por un largo camino.
-Estaré bien, ya más o menos puedo caminar- aseguró ella con una sonrisa relajada.
-¿Segura? Va a empezar a llover.
-Segurísima- asintió. Casilda sonrío encantada.
-Entonces te quedarás conmigo y me contarás todo lo que hiciste con esa muchachita- dijo ella, tirando del brazo de Caleb, quién le dirigió una mirada suplicante a su amiga.
Adelaida gesticuló un “Lo lamento” mientras Casilda se despedía de ella y cerraba la puerta.
La pelinegra comenzó a caminar de a saltos, cayéndose varias veces en el camino y más porque el recorrido hacia el palacio era empinado. Tardaba y se esforzaba, pero se sorprendió al ver que le iba mejor de lo que ella había creído.
Le faltaba poco para llegar al palacio, cuando observó una figura viniendo del mismo. Caminaba a pasos rápidos, y al rato pudo distinguirla rápidamente como Iris. Su bello rostro tenía lágrimas y, al verla, su expresión se volvió severa.
-¿Estás contenta?- le preguntó con enojo.
-¿Eh?
-¡No te hagas la tonta! ¡Judal se va a casar con Kaileena y es tu culpa!- le espetó la pelimorada enojada.
-Habían anulado ese matrimonio- comentó con voz seca la pelinegra.
-Eso creyeron, el rey se encargó de que aún siguiera vigente- le comentó ella enojada- Espero que estés feliz de cagarle la vida a Judal.
Y se marchó de allí, mientras Adelaida abría los ojos de par en par y se derrumbaba de rodillas en el pasto. No podía ser posible, Judal no iba a casarse, no otra vez la misma historia. Parecía que el rey, incluso muerto, no quería tampoco dejarlo tranquilo.
Mierda. Mierda. Mierda. ¿Ahora qué hacer? No se le ocurría absolutamente nada. Un relámpago relumbró por segundos el lugar, y, pronto fue acompañado por el estruendoso sonido de un trueno. Comenzó a llover suavemente, hasta incrementar su cantidad. A Adelaida no le importó, siguió en el piso, desconcertada, sin desear moverse de allí y pensando en qué si Judal no la hubiera conocido, él tendría una vida muchísimo más tranquila.
¿Por qué tenían que obligarlo a casarse? Él no se merecía vivir una vida que no había elegido.

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Asdfjklsdj después de tanto tiempo una conti (?
Ya quiero ver cuando Caleb se entere, jojojo (risa de Papa Noel) lol :B

- Estas Empapada - Ese Joven De Cabellos Negros Observó a La Pelinegra Llegar Empapada De Pies a Cabeza. Le Puso Sobre Los Hombros Una Tela De Seda Negra -
- Tengo Frío - Susurro. Esta Desanimada Pero Judal No Podía Darse Cuenta De Eso -
- ¿Es Todo Lo Que Te Pasa? - Preguntó. Mierda. Seguro Se Estaba Dando Cuenta -
- Si Tranquilo - Respondió Mientras Intentaba Sonreír - ¿Donde Esta Kaileena? -
- Esta Con Shuu - Contestó Rápidamente - Vamos - Le Dijo Mientras La Tomaba De La Mano - Quiero Que Tomes Un Baño Caliente -

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- Te Enfermaste - Susurro Judal. La Pelinegra Había Salido Del Baño Pero No Era La Primera Ves Que Estornudaba -
- Lo Sé - Susurro Mientras Tomaba Un Pañuelo -
- ¿Por Que Tenés Esa Cara? - Preguntó De Repente. La Joven Se Sorprendió Levemente. No Pudo Disimular La Mueca De Desilución Que Le Había Provocado Iris - ¿Que Pasa? - Preguntó Mas Suave -
- Me Crucé Con Iris - Dijo Mientras Bajaba La Mirada - Me Contó Que Te Vas a Casar -
- Adelaida - Dijo Con Severidad - No Dejaré Que Te Sientas Culpable De Eso -
- No Te Querés Casar Por Culpa Mia - Susurro Mientras Escondía La Cara En La Toalla Húmeda -
- Vamos a Dejar Una Cosa Clara - Dijo Judal Mientras Tomaba Las Manos De La Joven Para Ver Sus Hermosos Ojos - Si Yo Me Enamoré De Vos Solo Tenemos Un Culpable - Murmuro Mientras Sonreía De Lado - Yo - Susurro -
- Pero Judal.. - La Joven Fue Callada Por Un Pequeño Beso Del Pelinegro -
- Vos Me Das Ganas De Seguir - Susurro Mientras La Rodeaba Con Sus Brazos - Deja De Buscar Culpables -
- ... - La Joven Cerró Los Ojos Unos Momentos. Ese Joven Era Tan Hermoso Que No Podía Creer Que Estubiera a Su Lado -

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- Tenes Que Hablar - Dijo Shuu Mientras Caminaba Junto a Kaileena -
- Va a Mandarme a La Mierda - Susurro La Joven Mientras Bajaba La Mirada -
- Pero Vas a Tener La Tranquilidad De Que Vos Siempre Le Contaste Todo - Explicó Ese Chico Mayor - Si Realmente Te Quiere Va a Entender -
- ... - La Joven Simplemente No Respondió. No Estaba Del Todo Convencida De Lo Que Decía Shuu -
- Escuchame Kaileena - Dijo Mientras La Tomaba Suavemente De Las Mejillas Para Hacer Que Lo Mirara a La Cara - Va a Entender -
- ... - La Pelirroja Se Sonrojó Levemente Para Después Sonreír - Muchas Gracias - Susurro Mientras Se Lanzaba a Los Brazos De Shuu - Gracias -
- Por Nada - Respondió Para Después Dejar Ir a La Joven -
- ¿Problemas? - Preguntó Una Voz Femenina. Shuu Se Giró Para Después Sonreír - Hola Nina - Saludó Mientras Regresaba La Mirada Hacía Kaileena - Si. Problemas Como Siempre -
- ¿Que Pasó Esta Ves? - Preguntó Mientras Se Paraba Junto al Magi -
- Judal Sigue Con Su Compromiso Con Kaileena - Explicó -
- Oh~ Comprendo - Dijo La Muchacha Mientras Sonreía Levemente - ¿Tenés Un Segundo? -
- Los Que Quieras - Respondió Cordial -
- Me Gustarñia Saber Que Fue De Vos Después Que Pasaste Por Mi Pueblo - Dijo Con Tranquilidad -
- Si a Cambio Vos Me Contas Como Llegaste a Mi Casa - Dijo Mientras Sonreía -
- Me Parece Bien - Dijo Mientras Le Regresaba La Sonrisa -
- Busca Un Sobretodo - Le Dijo Con Tranquilidad - Conozco Un Lindo Lugar Donde Podremos Hablar Tranquilos -

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- ¿Kaileena? - Tenía Los Ojos Llenos De Sorpresa. La Joven Estaba Parada Completamente Empapada a Causa De La Tormenta Que Se Había Desatado - Estas Mojada - Dijo Mientras Posaba Una Mano Sobre La Mejilla De La Peliroja - También Helada - Dijo Mientras Se Hacía a Un Lado - Pasa Por Favor -
- G-Gracias - Susurro Mientras Temblaba De Frío -
- Linda Por Dios - Casilda Se Levantó Rápidamente De La Silla Para Buscar Una Toalla. También Ropa Seca -
- ¿Que Haces Fuera Con Este Temporal? - Preguntó Caleb Mientras Tomaba Las Mejillas De Kaileena Con Sus Manos -
- Tenía Que Hablar Con Vos - Respondió En Susurros. No Podía Recuperar La Temperatura -
- ¿No Podía Esperar? - Preguntó Preocupado Mientras Tomaba La Toalla Que Le Extendía Su Familiar Para Cubrir a Kaileena -
- Lo Lamento Pero No Podía Esperar - Dijo Mientras Miraba a Caleb Suplicante - ¿Podemos Hablar a Solas? -
- Seguro - Dijo Mientras Tomaba La Mano De La Joven - Seguime -

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- ¿Que Es Lo Que Pasa? - Preguntó Cuando Por Fin Vió Regresar a Kaileena Cambiada Con Ropas Secas Que Eran Suyas -
- Sere Breve - Dijo Mientras Suspiraba - Si Recordas Mi Compromiso Con Judal ¿No? - Preguntó - Ese Que Supuestamente Cancelamos -
- No Puede Ser - Dijo Mientras Negaba Levemente -
- Creíamos Que Lo Habíamos Cancelado Pero Ese Desgraciado Se Encargó De Que Se Hiciera Lo Que Quería - Dijo Mientras Miraba Las Paredes. Simplemente No Quería Ver Las Expresiones De Caleb -
- ¿Como? - Preguntó Con La Voz Tomada. Todo Su Mundo Se Estaba Cayendo a Pedasos. Había Llegado a Todo Con Kaileena Pero Si Ese Compromiso Se Concretaba Tendría Que Limitarse a Ver a La Peliroja De Lejos Por Mucho Que Doliera -
- Seguimos Comprometidos Caleb - Susurro Kaileena Mientras Negaba Levemente - Lo Lamento -
- No Puede Ser - Susurro Mientras Se Tomaba La Cabeza. No Podía Tener Peor Suerte. Kaileena Jamás Sería 100% Suya. Jamás Estarían Tranquilos -
- De Verdad Lo Lamento - Susurro Kaileena Nuevamente -
- Esto No Debería Estar Pasando - Dijo Mientras Se Dejaba Caer De Espaldas a Esa Mullida Cama - No Debería Estar Pasando -
- ... - Kaileena Simplemente Observó Como Caleb Se Depremía Más&Más. Cosa Que La Ponía Cada Ves Peor -

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Cerebro Quemado (?)
Me Debes El BR ♥ & askajsaksjaks Que Hincha Que Estoy :B

-Lo lamento- susurró ella de nuevo, mientras sus ojos se anegaban en lágrimas ante el dolor del muchacho y lo abrazaba. Ella quería que él compartiera su dolor, que ella se hiciera cargo de él y lo soportara no importase cuán difícil sea: era peor verlo sufriendo- Lo lamento, lo lamento, lo lamento- repitió, con la voz quebrada de las lágrimas. Se sentía tan mal, tan culpable.
-Vos no tenés la culpa de nada Kaileena, no deberías disculparte- le dijo Caleb, dándole un pequeño beso en sus cabellos pelirrojos. Ella alzó la vista para tener contacto visual con su amado, se miraron fijamente, con la respiración contenida, mientras que en ese escrutinio ambos expresaban todo lo que sentían: Amor, tristeza, impotencia, nostalgia.
Y se besaron, como si no hubiera un mañana. Ella enredó frenéticamente sus manos en su cabellera, mientras que el joven le envolvía su pequeña cintura con fuerza, sin querer soltarla. Y es que para ellos, era un último beso. Una despedida.
Era totalmente doloroso el hecho de reconocer cuando algo había acabado, y ambos muchachos lo estaban asimilando: esa relación que tanto esfuerzo les costó conseguir, en dónde ambos se deseaban y amaban, debía terminar de una vez por todas. Ellos no podían estar juntos, eso era obvio, y cada uno debía seguir su vida por más que doliese, no tenían otra alternativa… si seguían viéndose y besándose, sólo se meterían en un círculo vicioso y suicida, como una ruleta rusa, dónde sólo acabarían asesinados ambos.
-Creo que ya debería irme- dijo la pelirroja con pesar y lentitud, retrasando ese momento unos míseros minutos. Ya no había vuelta atrás. Era el final.
Ambos caminaron con lentitud tomados de la mano, Caleb le abrió la puerta de su casa y ella lo miró por última vez, con los ojos anegados de lágrimas y mordiéndose el labio. El rubio le presionó la mano con fuerza, sin querer soltarla mientras también sucumbía en un llanto silencioso y lacerante para Kaileena quién odiaba verlo llorar.
Sus manos finalmente se separaron, Kaileena se dio vuelta rápidamente, ya sin poder soportar ver el rostro afligido de su enamorado y comenzó a correr, mientras sollozaba fuertemente, agradeciendo que la lluvia ocultara sus lágrimas.

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-Es un lugar bellísimo- admitió Nina, mientras miraba, desde una terraza oculta del palacio, el hermoso paisaje que se exhibía ante ella.
-Lo es- concedió Shuu, sentándose a su lado- A Judal y a mí nos gustaba venir a este lugar antes.
-Cambiando de tema, ¿qué hiciste después de que dejaste mi pueblo?- preguntó Nina con voz relajada.
-Primero decime como llegaste a mi casa- le pidió Shuu con una bella sonrisa.
-Fue de casualidad, no sabía que eras hermano de Judal- le respondió relajada.
-Una curiosa casualidad la verdad- agregó Shuu- ¿Cómo conociste a tu hermano?
-Me estaban persiguiendo- dijo ella, ante la expresión de Shuu enojada agregó-. Ya sabes el motivo, pude escaparme pero terminé desmayada y tu hermano me encontró. Me dejó quedarme acá- explicó relajada.
-Así que… ¿estuviste con mi hermano?- preguntó Shuu como si nada, y Nina se sonrojó un poco.
-Sí, ¿cómo lo sabés?- preguntó Nina sorprendida.
-Lear siempre quiere lo que Judal tiene, es como una especie de karma que tiene- le explicó Shuu-. Tanto Judal como Lear son bastante predecibles, con sólo saber un poco de ellos puedo darme cuenta de lo que ocurre.
-Como lo que deducís es bastante específico- opinó Nina.
-Sí, te puedo decir tranquilamente que Lear te ama pero habrá tenido problemas para decirlo, que Judal en cierto modo te usó para olvidarse de Adelaida en vano, porque de seguro que estaban peleados. De que mi padre torturó a Adelaida más de una vez por su relación con Judal, incluso hace poco porque aún tiene unas marcas y que ese fue el motivo por el que Judal lo asesinara.
-O te lo dijo alguien o tengo que empezar a asustarme de vos- bromeó Nina.
-Asustate entonces- continuó Shuu relajado.
-Decime entonces, ¿qué hiciste después de que nos dejamos de ver?- preguntó la rubia.

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Ella cerró los ojos, impregnándose del adictivo aroma que él emanaba. Sencillamente era perfecto. Era tanto que eso le asustaba en cierto modo, porque sabía que alguien tan defectuosa como ella no se lo merecía. Porque Judal debía estar con una mujer perfecta como él, con la que pudiera vivir tranquila y felizmente: ella no podía ofrecerle eso. Y era por ese mismo motivo, por el saber que en realidad él se merecía a alguien mejor, que se sentía culpable de que las cosas malas le pasaran. Y estaba segura que Judal lo sabía.
Su mente le decía que debía dejar que Judal encontrara a alguien mejor, que debía marcharse de una buena vez y ahorrarle todos los problemas que causaba, y, aún así, cada vez que meditaba esa opción sus pies se quedaban inmóviles, su corazón latía con fiereza, doliéndole y sus instintos le decían que se quedara donde estaba.
Era egoísta. Lo sabía.
Judal la envolvía con su calor, mientras acariciaba con suavidad esos sedosos cabellos azabaches. Le besó esa pálida mejilla, mientras pensaba que, siendo el rey de Babilonia, era irónico que lo poco que realmente quería: que esos momentos cálidos y placenteros con Adelaida pudieran ser aceptados, le era imposible de conseguir.
Sonrío con tristeza, de todas las mujeres hermosas que podría haber tenido, que sus padres habrían aceptados encantados, decidió enamorarse de su esclava. Era un complicado de mierda.
Judal no tenía idea de qué carajos iba a hacer con su vida, pero estaba seguro que no iba a dejar a Adelaida por nada del mundo, el amor que le profesaba era mucho más de lo que esa frágil y bella joven podía siquiera imaginar. La besó con suavidad, mientras ella respondía automáticamente a ese gesto, amoldándose a los labios del rey, que encajaban perfecto en los suyos, como si hubieran sido hechos sólo para eso.
Se separaron unos segundos, Judal colocó su frente sobre la de ella. Estaba cálida.
-Tenés fiebre- le dijo. Adelaida se encogió de hombros, restándole importancia y se acercó de nuevo para besarlo. Ella sabía perfectamente que los besos de Judal eran la mejor medicina para su dolor.

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Me salió romanticón (?
Aklwjkasljhskla Judal kjhkadshsaj Es hermoso ♥ Es un cuchurrumín de arroz (?
Como que tu perfil está muy Adelaida (? Lalala, i love it!

- Después De Estar Esa Semana Con Vos Me Fuí Hasta Lyon - Contestó Mientras Sonreía Con Tranquilidad -
- ¿Enserio? - Preguntó Sorprendida - ¿Por Qué Tan Lejos? - Siguió Mientras Tomaba Una Golosina -
- ¿Recordas Que Dije Que Estaba Estudiando? - Preguntó Sereno -
- Por Supuesto - Dijo Mientras Mordía Ese Panqué Que Había Tomado - Lo Mencionaste Cuando Te Quedaste En Mi Casa -
- Lyon Es La Ciudad Más Importante Después De Babilonia - Explicó Con Tranquilidad - Tenía Que Ir a Conocer Ese Lugar -
- Debe Ser Hermoso - Dijo Mientras Terminaba Su Golosina -
- No Tenés Idea - Dijo Mientras Comenzaba a Buscar En Sus Bolsillos - No Solo Es Hermosa - Dijo Mientras Sacaba Una Pequeña Cajita - También Hacen Cosas Preciosas - Dijo Mientras Le Dejaba Ese Paquete Sobre La Mesa -
- ¿Eh~? - La Joven Se Le Quedó Mirando Pasmada. Luego Posó Esa Linda Mirada Celeste En Esa Peculiar Cajita - ¿Para Mi? -
- Si - Dijo Mientras Sonreía Con Calma -
- ¿Enserio? - Preguntó Mientras Lo Miraba Sorprendida -
- Deja De Preguntar - Dijo Mientras Reía Levemente - Es Tuyo -
- ... - La Joven Lo Tomó Con Cuidado - Muchas Gracias - Dijo Mientras Miraba Que Contenía - ¡Por Dios~! Debe Ser Carísimo - Dijo Mientras Lo Tomaba Suavemente. Era Simplemente Una Hermosa Cadena Cuyas Piedras Pequeñas Que La Decoraban Eran De Un Color Similar a Su Penetrante Mirada Celeste -
- No Importa Su Costo - Dijo Mientras Se La Sacaba Suavemente De Las Manos Con Una Pequeña Sonrisa. Luego Se Puso De Pie Para Caminar Hasta La Rubia - Personalmente Me Interesa Saber Si Te Gusta -
- ¿Bromeas? - Preguntó Mientras Shuu Le Pasaba La Cadena Para Prendersela - Es Bellísima -
- Que Bueno - Dijo Mientras Regresaba a Su Lugar - Entonces Lo Que Costó Esta Compensado - Dijo Con Cordialidad -
- Siempre Tan Caballero - Dijo Mientras Reía Levemente - Esta Hermosa - Susurro Mientras Posaba Su Mano Derecha Sobre La Cadena - Gracias Shuu -
- Por Nada - Respondió Mientras Se Paraba Nuevamente - Regresemos.. Parece Que La Tormenta Se Largará Nuevamente -
- Tenés Razón - Dijo Para Luego Pararse También -


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- ¿Kaileena? - Judal Había Bajado Por Unas Medicinas. Ya Estaba De Regreso Cuando Se Cruzó Con La Peliroja Empapada De Pies a Cabeza - ¿Que Pasa? - Preguntó Sumamente Preocupado Mientras Caminaba Hasta Donde Estaba Rápidamente -
- Estaba Hablando Con Caleb - Dijo Mientras Se Secaba Las Lágrimas. Era En Vano Por Que Estas Salían Nuevamente De Esos Hermosos Ojos Turquesas -
- ¿Que Te Hiso? - Preguntó Más Preocupado -
- Nada Simplemente.. - Dijo Mientras Rodeaba a Judal Con Sus Brazos Para Comenzar a Sollozar Con Más Fuerza - ..Me Despedí De Caleb -
- Kaileena - Susurro Judal Mientras Dejaba Las Medicinas Sobre Una Pequeña Mesa - Perdoname - Susurro. Si Había Una Cosa De La Que Judal Se Sentía Completamente Culpable Era De Las Miserias De Kaileena - De Verdad Perdoname -
- ... - La Joven Simplemente Siguió Llorando - No Me Pidas Perdón - Suplicó - Vos Jamás Me Hiciste Nada Malo Judal -
- Kaileena Vos Sabes Cuanto Te Quiero ¿Verdad? - Preguntó Mientras Le Secaba Las Lágrimas - Vos Sabes Que Yo Jamás Podría Hacer Nada Que Te Lastimara ¿No? -
- Lo Sé - Susurro La Peliroja Mientras Intentaba Dejar De Sollozar - Se Todo Eso - Dijo Mientras Presionaba Con Fuerza Las Telas Que Componían Las Ropas Del Rey - Vos Siempre Fuiste Lindo Conmigo. Por Favor No Te Disculpes -
- Me Siento Terriblemente Culpable Kaileena - Dijo Mientras Le Tomaba La Mano - Vamos a Ver a Adelaida ¿Querés? - Dijo De Forma Paternal - Quisás Te Puedas Distraer -
- Gracias - Susurro Mientras Comenzaba a Caminar Junto a Judal -

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- Lamentamos La Tardanza - Dijo Judal Mientras Regresaba a Su Cuarto - Tengo Las Medicinas -
- Te Dije Que.. ¿Estas Llorando Kaileena? - Preguntó Preocupada Mientras Se Paraba Rápidamente -
- Tranquila - Dijo La Peliroja Mientras Intentaba Sonreír - No Pasa Nada -
- ¿Como Que No Pasa Nada? - Dijo Levemente Sonrojada Por La Fiebre - Si Estabas Llorando Debe Ser Grave - La Joven La Tomó De La Mano Hasta Sentarse En La Cama - ¿Que Pasó? - Preguntó En Voz Baja -
- Terminé Con Caleb - Respondió Intentaba No Largarse a Llorar Nuevamente -
- ¿¡Eh~!? - La Joven Pelinegra Se Sorprendió Mucho - ¿Por Que Terminaron? -
- No Podemos Con Todo Lo Que Esta Pasando - Susurro Mientras Bajaba La Mirada -
- Con Todo Lo Que Le Costó a Ese Pendejo Pelotudo Conseguir a Kaileena - Dijo Judal Mientras Preparaba La Medicina -
- ¿Como Fue? - Siguió Preguntando -
- No Nos Dijimos Nada - Dijo Mientras Miraba Las Sabanas De La Cama Deprimida - Los Dos Sabemos Que Ya Estamos Superados -
- Mataré a Caleb Por Tirar a La Mierda Todo Mi Trabajo - Murmuro Adelaida Con Mala Cara. Luego Regresó Su Mirada a Kaileena - Tranquila - Dijo Mientras Le Sonreía - Yo Se Que Todo Va a Salir Bien - Murmuro Para Después Correr La Cara Nuevamente - Definitivamente No Puede Ponerse Peor - Susurro Mientras Se Pasaba La Mano Por La Cara -
- Te Sorprendería Cuanto Más Se Puede Pudrir Esto - Dijo Judal Con Media Sonrisa Mientras Le Entregaba La Medicina -
- Dejame De Joder Judal - Dijo Mientras Le Daba Un Trago - No Puede Ponerse Peor Aunque Lo Digas Vos - De Repente Una Hermosa Cabellera Peliroja Pasó Rápidamente Por Los Pasillos. Luego Regreso Sobre Sus Pasos Para Ver a Los Jovenes -
- Hasta Que Me Los Encontré - Dijo. Esos Cabellos Pelirojos. Esos Hermosos Ojos Color Miel -
- ¿Decías? - Preguntó Judal Mientras Le Sonreía Triunfante a Una Desconcertada Adelaida -
- ¿Que Mierda Hace Este Conchudo En Babilonia? - Preguntó Histérica - ¿Por Que Justo Cuando Caleb Termina Con Kaileena? -
- Por Que Siempre Tengo Razón - Dijo Judal Mientras Se Paraba - ¿Ves Que Podía Ponerse Peor? - Preguntó Para Después Mirar a Ese Joven Que Había Llegado Hacía Solo Unos Segundos - ¿Como Estas Marsú? ¿Que Te Trae De Regreso a Babilonia? - Preguntó Mientras Saludaba a Su Familiar -
- Tenía Ganas De Venir - Dijo Con Tranquilidad - Terminé De Solucionar Los Temas Familiares Por Lo Que Me Dieron Unos Días -
- ... - La Pelinegra Simplemente Maldijo En Voz Baja -
- ¿Esta Bien? - Preguntó Marsú Preocupado Mientras Miraba a Esa Pelinegra Gesticular Como Loca -
- Emocionada De Que Estes Nuevamente Con Nosotros - Dijo Judal Sin Dejar De Sonreír -

-No te me hagas el buenito conmigo desgraciado- le espetó ella enojada-. No voy a creerme una mierda de lo que digas.
Marsú dirigió una rápida mirada a Judal. El rey sonrío entretenido ante la actitud de la pelinegra.
-Me contaron de ciertas cosas que hiciste- comentó con tono casual.
-Sabés que lo hice por tu bien, ustedes no deberían…- empezó a decir Marsú, pero su primo lo interrumpió.
-No estoy enojado, sé que lo hiciste con buenas intenciones- dijo-. Pero evita hacerlas de nuevo, creeme, no me favorecen para nada.
-Gracias Judal- comentó Marsú con una sonrisa, abrazando al Magi-. Por cierto, felicidades por ser rey.
-De nada- comentó el pelinegro.
Marsú miró a Adelaida y le extendió la mano, con una sonrisa relajada, dijo:
-Terminemos esto bien, que haya paz entre nosotros, ¿dale?
-No te perdoné estúpido- le dijo ella de mal modo, rechazando la mano con asco.
Marsú suspiró.
-¿Hay alguna manera para qué lo hagas?
-Déjame pensar…- dijo ella, colocando su mano sobre su barbilla- Sí, una: Morite.
Marsú se encogió de hombros y miró a Judal.
-Hice todo lo que pude, ella no quiere perdonarme.
-¿Cómo mierda te voy a perdonar si sos un maldito forro hijo de puta?- preguntó ella malhumorada.
Marsú la ignoró y caminó hacia Kaileena, abrazándola.
-Te extrañé- dijo, y la pelirroja correspondió al abrazo- Te pasa algo, ¿verdad?
-Yo también te extrañé- dijo ella- Y sí, no estoy en mi mejor momento.
-¿Qué te ocurrió?- preguntó Marsú, alzando su mentón para que lo viera cara a cara. Los ojos de Kaileena de nuevo se anegaron en lágrimas.
-Terminé con Caleb.
-Tranquila, ya todo pasará- susurró Marsú, abrazándola mientras ella ocultaba su rostro. Tanto Adelaida como Judal vieron la sonrisa que gesticuló el pelirrojo.
-Mierda- susurró la pelinegra.
-¿Ves? Siempre tengo razón- comentó Judal divertido.
-Lo odio- susurró Adelaida con desprecio, observando la escena enojada-. También odio que tengas razón.
-Toma la medicina- dijo él de repente, tomó el medicamento y lo colocó en una cuchara, se lo acercó a ella-. Di “ahhh”
-Puedo tomar sola, además…- comenzó a quejarse a Adelaida, y Judal la interrumpió colocándole la cuchara en la boca, ella tragó el líquido rápidamente-. Es horrible.
-Ten- dijo el rey, alcanzándole un vaso con agua que aceptó.
-Saldré a pasear con Kaileena- avisó Marsú, tomando de la mano a una deprimida pelirroja y tirando de ella dispuestos a marcharse.
-¡¿QUÉ?!- gritó Adelaida- ¡No! ¡No lo harás!
-Pasenlo bien- comentó Judal con una sonrisa entretenida abrazando a Adelaida, quién trataba en vano de zafarse de él.
-Gracias primo- dijo Marsú, para luego marcharse con Kaileena.
-¡Forro! – se quejó Adelaida mirando al rey-. ¿Por qué hacés eso? ¡Kaileena está con Caleb!
-No la están- lo corrigió- Y además, Kaileena está mal…Marsú podrá hacerla sonreír.
Adelaida agachó un poco la cabeza, las palabras de Judal sonaban tan correctas y comprensibles. Se sentía mal por Caleb y deseaba verlo, pero también le deprimía observar a Kaileena triste. Mierda. Nadie era feliz.
Judal la abrazó de nuevo y le besó el cuello.
-Dejá de pensar en ellos, podemos divertirnos solos- le susurró al oído, finalizando el comentario mordiéndole suavemente el lóbulo.
Ella se sonrojó y estuvo a punto de decir algo, pero Judal la calló con un beso.


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Lear buscaba a Nina por todos lados pero no la encontraba. ¿Dónde mierda había metido? Se estaba preocupando y eso le molestaba e inquietaba, mientras que el nerviosismo se apoderaba de su cuerpo. ¿Qué hacer? ¿Dónde buscar?
Corrió por todo el palacio, hasta que finalmente se dispuso a caminar sin rumbo alguno. No sabía el motivo, pero observó las escaleras que llevaban a la terraza del palacio, era poco probable que estuviera allí, pero valía la pena intentar buscar allí.
Subió con lentitud. Y finalmente divisó a dos seguras que lamentablemente le resultaban conocidas allí. Ahí estaba su hermano, ese al que tanto detestaba, colocándole un collar a Nina, quién sonría y hablaba con total confianza con él. ¿Desde cuándo habían sido tan cercanos? Mierda.
Se marchó de allí rápidamente, agradeciendo que no habían notado su presencia y comenzó a correr, sintiéndose enojado y estúpido, mientras la imagen de Nina y su hermano se le reflejaba una y otra vez en su mente.
¿Qué hacer ahora?
Corría sin rumbo mientras veía el cielo de un color azul totalmente alegre, el cual no presentaba rastros de la tormenta anterior.

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-¿Te pasa algo?- preguntó Nina extrañada al ver el comportamiento silencioso de Lear. Ambos estaban en la cocina del palacio.
-Nada- respondió él cortante, mientras peleaba una manzana verde.
-No lo parece- opinó ella, inquietada.
-No me pasa nada, en serio- dijo el pelinegro, dispuesto a irse de la habitación.
-A mi no me vas a mentir- comentó la rubia, apurándose y tomando una mano de Lear para detenerlo-. ¿Qué pasó? ¿Por qué estás así?
Lear la miró fijamente y Nina, por primera vez, sintió miedo de esa mirada encolerizada y envenenada que desprendía. Soltó su mano con suavidad, mientras veía anonada como el muchacho se marchaba de allí sin siquiera responderle. No lo pudo evitar, y comenzó a sollozar en silencio. Algo estaba mal, lo sabía.

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-Judal- susurró Adelaida mientras el rey continuaba besándole el cuello hasta subir a sus labios. Ella trató de moverse, pero Judal la tenía acorralada contra el colchón de la enorme cama y no podía escapar- Judal- Insistió.
El pelinegro la besó unos segundos más en los labios, para después mirarla fijamente y decir con suavidad:
-¿Qué?
Ella se sonrojó un poco mientras comenzó a titubear.
-Yo…sé que no debería preguntarte…pero…es algo que quiero hacer y…
Los bellos ojos escarlatas se abrieron de par en par, asombrados ante tal declaración. Él esperaba ese momento hacía tiempo, pero había decidido no presionarla en ningún momento. Que surgiera era algo que lo alegraba y a la vez le sorprendía: Adelaida siempre había sido reservada respecto a ese tema.
-Yo…- dijo totalmente avergonzada-. Hace tiempo que lo estuve pensando…y…
Él sonrío entretenido y admirando lo tierna que se veía sonrojada.
-Tranquila, podés decirme lo que quieras Ali- la relajó él- Sabés que no voy a decir que no.
Ella respiró profusamente, tratando en vano de que el rubor desapareciera.
-De acuerdo- murmuró- Judal…quiero ver a Caleb- ante la mirada desconcertada del Magi agregó con rapidez-. Sé que no es el momento pero desde que vi a Kaileena quería ver Caleb, o sea…necesito saber cómo está y darle mi apoyo. Y…
Judal le tapó la boca, totalmente decepcionado ante esa declaración.
-Ya no digas más nada- pidió, mientras se corría para que pudiera levantarse.
-¿Te enojaste?- preguntó ella nerviosa.
-No, para nada- mintió, porque en cierto modo se sentía molesto por haber malinterpretado las cosas- Ya, vamos, te acompaño.

Tenía Ganas De Leer Ese Libro Que Había Comprado En Lyon.
Hacía Semanas Que Tenía Ganas De Comenzar Con Eso Pero Jamás Había Encontrado Un Segundo Para Sentarse Con Tranquilidad.
Ingresó a La Cocina. Se Haría Un Café Cosa Que Según Shuu Era Indispensable a La Hora De Leer.
Lamentablemente No Pudo Contener Ese Ideal De Tarde Cuando Se Giró Encontrando a Nina Llorando Sin Consuelo.

- ¿Que Pasó? - Preguntó Rápidamente Mientras Dejaba Todo Para Caminar Rápidamente Hasta Donde La Rubia -
- ... - Esa Joven Simplemente Se Lanzó a Los Brazos De Shuu Sin Poder Parar Ese Llanto Desgarrador -
- Contame Que Pasó - Suplicó Nuevamente. Ver a Esa Joven Deshacerse En Lágrimas Como En Ese Momento Le Destrozaba -
- Lear - Susurro Mientras Ese Pelinegro Comenzaba a Secar Sus Lágrimas Suavemente Con Sus Dedos -
- ¿Que Te Hiso? - Preguntó Suavemente Mientras Pasaba Su Mano Por Su Mejilla Con Cariño -
- Jamás La Mirada De Lear Me Había Dado Miedo - Susurro Mientras Se Largaba a Llorar Nuevamente - Jamás -
- ... - Rodeó a La Rubia Con Sus Brazos Con Fuerza. Quería Que Dejara De Llorar - Tranquila - Suplicó - Lear No Te Hará Daño -
- Tengo Miedo - Susurro Mientras Sollozaba - Tengo Miedo De Que Me Deje Sola - Finalizó -
- No Estarás Sola - Dijo Mientras Posaba Su Mano Suavemente En La Cabeza De La Joven De Mirada Celeste - Sin Importar Lo Que Mi Hermano Haga Vos No Vas a Estar Sola - Dijo Mientras Suspiraba - Simpre Me Vas a Tener -
- Gracias Shuu - Susurro Mientras Lentamente Dejaba De Llorar - Muchas Gracias -
- Ya Tranquila - Susurro Sin Dejar De Abrazar a Esa Joven -

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- Tarado - Susurro La Peliroja Mientras Levantaba Una Pequeña Rosa Del Suelo -
- Te Dije Que La Tomaras Con Cuidado - Dijo Marsú Mientras Sonreía -
- No Pensé Que Tendría Espinas - Dijo Mientras Se Besaba Ese Dedo Que Se Había Pinchado -
- Si Te Digo Que La Tomes Con Cuidado Es Por Que Las Tenía - Dijo Mientras Tomaba Ese Delicado Objeto De Las Manos De Kaileena - Listo - Ese Joven Había Logrado Sacar Esa Espina Con Sus Dedos - Ya Es Seguro -
- Muchas Gracias - Susurro La Pliroja Mientras La Tomaba Suavemente. Marsú Estaba Haciendo Con Ella Lo Mismo Que Hiso Con Esa Rosa. Estaba Sacando Lentamente Esas Dolorosas Espinas -
- ¿Tenés Ganas De Que Vallamos a Tomar Café? - Preguntó Mientras Sonreía. Kaileena Se Sonrojó Para Después Sonreír -
- Me Encantaría Ir Con Vos - Dijo Mientras Marsú Se Paraba -
- Vamos - Dijo Mientras La Extendía Una Mano Que La Joven Se Pusiera De Pie -

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- Entonces Fue Por Eso - Dijo Marsú Mientras Mordía Una Pequeña Galleta -
- Si - Susurro Kaileena Mientras Le Daba Pequeños Sorbos a Su Café - Simplemente No Pudimos Sostener La Relación Más -
- Solo Por Tu Compromiso Con Judal - Dijo Incrédulo. La Mirada De Sorpresa De Kaileena No Se Hiso Esperar -
- ¿Eh~? - La Joven Se Le Quedó Mirando Para Que Siguiera Hablando -
- Me Parece Que Cualquier Cosa Se Puede Superar Si Querés a Una Persona De Verdad - Dijo Mientras Sonreía - Espera, Esta Es Solo Mi Forma De Pensar - Dijo Mientras Sacudía Sus Manos Frente a Su Cara - Supongo Que Cada Persona Dimensiona Los Problemas De Manera Distinta -
- ¿Sabes? - Susurro Kaileena Mientras Se Paraba Hasta Estar Cerca De Marsú - Siempre Tenes La Palabras Justa - Dijo Mientras Lo Abrazaba - Muchas Gracias -
- Realmente No Dije Nada Importante - Dijo Levemente Sonrojado -
- Si - Corrijío La Peliroja - Vos Me Haces Sentir Mejor -
- Que Bueno.. - Dijo Mientras La Abrazaba También - ..Que Pueda Ser De Ayuda -
- Vamos a La Casa - Dijo Para Después Besar La Mejilla De Ese Muchacho - Me Gustaría Hablar Con Vos -
- Si Querés Seguir Hablando Tengo Mejores Lugares a Los Que Podemos Ir - Dijo Para Después Sonreír. Dejo Unas Monedas Sobre La Mesa Para Después Tomar La Mano De Kaileena - Vamos -
- ¿Me Decís a Donde? - Suplicó La Joven -
- Es Sorpresa - Dijo Mientras Sonreía -
- No Se Vale Marsú - Dijo Mientras Hacía Pucheros -

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- ¡Caleb! - La Puerta De La Casa Del Rubio Cayó De Una Patada Propinada Por Adelaida -
- Hola Risitos - Saludó Judal Que Se Encontraba Tras La Pelinegra -
- Mierda Macu - Dijo Ese Rubio Mientras Dejaba Rápidamente Su Taza Sobre La Mesa - ¿Que Pasa Que Entrás De Esa Manera? -
- ¡Sos Un Forro! - Todo Pasó Rápido. Adelaida Tenía Un Puño Extendido Mientras Que Caleb Ya Estaba Estampado Contra La Pared -
- Pobre Tarado - Dijo Judal Mientras Miraba Lo Que Estaba Comiendo Caleb - Dios Idiota - Murmuro Mientras Se Tapaba La Cara - ¿Que Carajo Estas Comiendo? ¿Cadáveres? -
- ¡Comida! - Dijo Caleb Mientras Se Tocaba La Zona Golpeada - ¿Que Hice? -
- ¡Terminaste Con Kaileena! - Estalló La Pelinegra mientras Lo Tomaba De Las Ropas Para Sacudir a Caleb Como Si Fuera Un Muñeco -
- ¿Qué Pasa Con Eso? - Preguntó Mientras Intentaba Safarse -
- ¡Marsú! - Estalló Mientras Intentaba Presionar Su Cuello Hasta Que Dejara De Respirar - ¡Eso Pasa! -
- ¿Que Pasa Con Ese? - Preguntó Preocupado Mientras Intentaba Que Adelaida No Lo Matara -
- ¡Regreso! - Dijo Mientras Suspiraba Para Tranquilizarse - ¡Pasó Toda La Tarde Con Kaileena! -
- ¿¡QUÉ!? - Estalló Caleb Pálido -
- Que Mi Primo Regreso Estúpido Con Sordera - Dijo Esta Ves Judal Mientras Lanzaba Por La Ventana De a Pedasos La Comida De Caleb -
- Deja De Lanzar Mi Comida - Dijo Molesto - ¿Como Que Regresó? -
- ¿Que Es Lo Que No Entendés? - Preguntó Judal Mientras Le Estampaba En La Cara Una Especie De Pure De Papas - Mi Primo Esta En Babilonia -
- ¡La Mierda! - Maldijo Caleb Mientras Se Limpiaba La Cara Con Las Manos -
- No Podés Ser Tan Tarado Caleb - Dijo Adelaida Mientras Se Tomaba La Cabeza -
- No Tenés Idea De Cuánto Más Tarado Puede Ser - Dijo Judal Mientras Sonreía De Lado -
- Vos Deja De Decir Eso - Le Dijo Rápidamente Adelaida -

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Pág 13 ♥

Marsú la guió por un largo camino, Kaileena observaba el bello paisaje con detenimiento. No sabía que parte de Babilonia era, pero jamás había presenciado un paisaje tan hermoso como ese. Las flores se acomodaban en gran cantidad por todo el camino, mientras que, en el centro, había un lago poco extenso con una pequeña cascada que producía un relajante sonido. Se acercó al lago, en la orillo, muchísimos peces multicolores nadaban en círculos y saltaban.
-Es hermoso…¿por qué jamás lo vi?- se preguntó ella, mientras tocaba el agua. Los peces que nadaban cerca se alejaron.
-Yo sólo conozco este lugar- le explicó Marsú relajado-. Como el camino es largo y complicado, la gente no encuentra esta belleza.
Kaileena no respondió y se sentó en la orilla, observando totalmente concentrada las maravillas de ese bello paisaje. Marsú se sentó a su lado y, mirando hacia un punto invisible del lugar, agregó:
-No sólo pasa con los lugares, sino con las personas. A veces la gente no encuentra y no aprecia la belleza que desprende una persona.
La pelirroja no dijo nada, pero sus mejillas se tornaron rosadas, sabiendo que ese comentario era para ella. Marsú la hacía sentir tan bien cuando quería…
-Kaileena, te dije antes que mi ideal de vida es luchar por lo que quiero- comentó el pelirrojo-. No te olvidé cuando e fui y no pienso hacerlo. Voy a luchar por vos Kaileena, porque sos la persona que más me importás.
Ella se sonrojó aún más y agachó la cabeza. No estaba bien, ella amaba a Caleb aún, pero su relación…no podía dar más. Además iba a casarse con Judal, ella no podía permitir que Marsú la amara, estaba comprometida con su primo y debía cumplir con esa unión.
-Marsú, voy a casarme con Judal. Lo mejor sería que no esté en ninguna relación con nadie- comentó ella con tristeza.
-Lo sé Kaileena y no me importa. Porque estés comprometida con mi primo no significa que haya dejado de amarte- le dijo él, abrazándola y besándole los cabellos con ternura-. No voy a dejarte, voy a luchar por vos para que seas feliz.
Unas lágrimas, esta vez de felicidad, comenzaron a nublar los ojos celestes de la joven. Sentía que nadie la había amado tanto como Marsú.

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Nina abrazó aún más a Shuu, mientras trataba de borrar en vano la mirada encolerizada y temerosa de Lear. Ella era relajada y pocas veces había algo que la descolocaba, pero esa actitud del Magi la había asustado y temía porque la terminara odiando. Ella no deseaba para nada eso, jamás se había sentido como con Lear, era una sensación extraña y agradable, aunque la había vuelto mucho más susceptible. Esos momentos con Lear habían sido los mejores que había tenido en su vida, dónde en verdad se había sentido plenamente viva. Temía perderlos, que se volvieran solo apuñaladotes recuerdos guardados en su corazón.
Shuu seguía abrazándola, tarareando una nana que su abuela le cantaba cuando había sido sólo un niño. Era una melodía dulce, reconfortante. La rubia agradeció que estuviera allí, que la consolara, ese abrazo, sus palabras, ese dulce tararear, hacían que su angustia fuera menos difícil de llevar. Realmente apreciaba el gesto de Shuu hacia ella.
-Nunca vas a estar sola- le susurró el pelinegro-. Recordalo.
Nina sonrío, mientras se acomodaba más en su pecho y cerraba los ojos, esa melodía era tan dulce que provocaba que se relajara, que disipara todo mal y que el recuerdo de Lear desapareciera en su mente.

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-Marsú y Kaileena…no puede ser- susurró Caleb con dolor. Negó levemente con la cabeza y agregó-. Está bien. Ella merece ser feliz.
-¡¿Qué?!- exclamó Adelaida, aún con la mano agarrándole el cuello de la camisa.
-Conmigo ella no va a llegar a nada, ambos aclaramos terminar con la relación porque no podíamos seguir así. Kaileena va a casarse con Judal y…
-¿Y qué mierda importa que se case con este concheto?- preguntó Adelaida de mala manera, mientras señalaba a Judal que revisaba con cara de asco un paquete de polenta.
-¿Qué mierda es esto?- preguntó, mirando extrañado el paquete.
-Ni siquiera sabe lo que es una polenta- susurró ella golpeándose la frente-. ¿Qué tan cheto puede ser?
-No es mi culpa no conocer esta mierda que comen los pobres- dijo el rey relajado mientras tiraba el paquete cerrado a la basura.
-¡Hey! ¡Era mi cena!- gritó Caleb.
-Es comida de gente común Judal- le explicó Adelaida- Gente común y corriente que tiene casas como estas, que no viven en un palacio enorme con cocineros y que se las ingenian para vivir con lo que tienen y cocinando ellos.
-No me jodas Adelaida, eso es de gente pobre, este rancho ni siquiera puede catalogarse como una casa- replicó el rey de Babilonia-. Y pensar que la persona más importante de este pueblo está en esta mierda.
Adelaida se golpeó la frente de nuevo, susurrando “Concheto de mierda” y volvió su vista hacia Caleb.
-¿Qué tiene que ver Judal? ¡Kaileena se casa con él! No con Marsú- le espetó ella enojada- ¡Ese forro desgraciado te la quiere quitar! ¡Vos la amás Caleb! ¿Vas a dejar que se vaya así porque sí? ¿Vas a tirar todo ese esfuerzo a la mierda?
-¡La dejo ir porque la amo!- dijo el rubio, empujando levemente a Adelaida para que lo soltara e incorporándose-. Por eso quiero que tenga una vida feliz con alguien que pueda amarla y sea aceptado. ¡Judal tiene razón! ¡Esta casa es una mierda, yo no tengo la clase que tienen los Magi y Kaileena! Yo no puedo estar con ellas. Es sencillo.
Judal se acercó con rapidez y tomó a Adelaida.
-Si no querés luchar por ella y te rendís así porque sí es tu problema- le dijo de mala gana-. Yo siempre lo supe, al final Marsú merece estar más con ella, él está más o menos igual que vos: sabe que Kaileena se va a casar y aún así lucha por ella.
-Yo…- empezó a decir el rubio viendo como ambos se marchaban y Adelaida daba un último portazo a la puerta.

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Marsú forro, me salió romántico (?
Pág 13 ♥

Lear Caminaba Por Los Pasillos Con Su Peor Cara.
Estaba Molesto.
Detestaba a Ese Hermano Que Le Había Sacado a Esa Rubia De Su Lado. Realmente Estaba Enojado. Maldijo Por Lo Bajo Mientras Entraba a Buscar Una Manzana a La Cocina.
Todo Lo Que Encontró Fue a Su Hermano Rodeando a Nina Mientras Esta Dormía Placidamente.

- Dejala Tranquila - Murmuro Mientras Se Mordía El Labio -
- Esta Tranquila Conmigo - Contestó - Le Das Miedo -
- ¿Miedo? - Preguntó Sin Comprender -
- Sera Mejor Que Te Pongas a Pensar - Susurro Mientras Levantaba a La Rubia - Si Me Preguntas a Mi Estas Haciendo Las Cosas Mal - Finalizó Mientras Salía Cargando Con La Enamorada De Su Hermano -
- Desgraciado - Lear Comenzó a Maldecir Mientras Golpeaba La Pared Con Su Puño - ¿Miedo? - Susurro Mientras Cerraba Los Ojos Con Fuerza - ¿Le Doy Miedo? - Susurro Mientras Se Dejaba Caer Sin Saber Que Hacer o Que Pensar -

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- Realmente Puedo Sentir Cuanto Me Querés - Susurro Kaileena Mientras Miraba Ese Hermoso Lugar -
- Quiero Que Lo Sepas - Dijo Marsú Mientras La Tomaba Por Los Hombros Con Cuidado - Te Quiero -
- ... - La Peliroja Se Quedó En Silencio. Todo Había Terminado Con Caleb. Ya No Tenía Caso Seguir Pensando En Eso -
- ¿Kaileena? - Marsú La Miró Preocupado -
- Perdona - Susurro Mientras Sonreía Levemente - ¿Me Estabas Hablando? -
- No~ - Respondió Mientras Le Tocaba La Mejilla - Pero Te Quedaste Pensando - Murmuro Preocupado -
- Tranquilo - Dijo Mientras Sonreía Mas Convincentemente - Todo Esta Genial -
- Todavía Estas Pensando En Caleb - Dijo Sabiamente. La Pliroja Simplemente Corrió La Mirada -
- Lo Lamento - Susurro Mientras Los Ojos Se Le Llenaban De Lágrimas -
- Tranquila - Dijo Mientras La Rodeaba Con Sus Brazos Para Que Se Tranquilizara - Poco a Poco Va a Dejar De Doler -
- Marsú - Susurro Mientras Cerraba Los Ojos. Ese Joven Regresó Cuando Todo Lo Que Tenía Con Caleb Se Desmoronó. Estaba Tan Contenta De Que Marsú Estubiera Con Ella -
- ¿Que Pasa? - Preguntó Con Tranquilidad Mientras Le Besaba Los Cabellos -
- Gracias Por Regresar a Babilonia - Susurro Mientras Sonreía Levemente - Gracias -

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- ¿Seguro Que Estarás Bien? - Preguntó Casilda Mientras Miraba La Cara De Cansancio De Caleb -
- Seguro - Dijo Mientras Intentaba Sonreir - Regresa a Casa Tranquila -
- Me Llamarás Por Cualquier Cosa ¿Verdad? - Preguntó Mientras Le Besaba La Cabeza -
- Tranquila - Dijo Sin Dejar De Sonreír Falsamente - Te Llamaré -
- Te Quiero - Dijo Mientras Comenzaba a Caminar -
- Yo También - Susurro Caleb Para Después Ingresar a Su Casa. Se Dejó Caer Para Desmoronarse Completamente. Si Marsú Realmente Había Regresado Seguramente Ya Había Perdido a Kaileena -

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- Tengo Hambre - Se Quejó Judal Mientras Llegaba a Su Casa Junto a Adelaida -
- Cocinate - Contestó Con Mala Cara Mientras Se Cruzaba De Brazos -
- ¿Que Mierda Es Eso? - Dijo Mientras Sonreía De Lado -
- Concheto De Mierda - Susurro Mientras Se Tomaba La Cabeza - Entonces Cagate De Hambre -
- Tengo Muchas Cosas Que Puedo Comer - Murmuro Mientras Tomaba a Adelaida De La Cintura -
- Cerdo - Susurro Mientras Se Sonrojaba. De Repente La Figura De Shuu Cargando a Nina Les Interrumpió -
- ¿Que Le Pasa? - Preguntó Judal Preocupado Dejando a Adelaida Libre -
- Esta Dormida - Dijo Con Tranquilidad - Hermano - LLamó Mientras Sonreía - Si Tenes Hambre Mejor Busca La Cocina Del Segundo Piso - Pronunció Mientras Comenzaba a Caminar a Su Cuarto - No Creo Que Quieras Ver Lo Que Hay En La Del Primer Piso - Sin Decir Más Desapareció Dejando a Los Jovenes Sumamente Confundidos -

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-Vamos- dijo Adelaida, tomando a Judal de la mano y caminando hacia la cocina del primer piso. El ver a Nina con Shuu le hizo preguntar en qué estaría haciendo Lear.
-De seguro que el tarado se mandó otra cagada- opinó Judal, quién también había deducido rápidamente esas palabras de Shuu. Ayudó a Adelaida a caminar más rápido y se dirigieron a la cocina.
Cuando entraron, se encontraron con Lear, alrededor de varios trozos rotos de vasos y platos, sentado en el suelo y ocultando su rostro entre sus manos.
-¡Lear! ¿Qué pasó?- preguntó Adelaida preocupada, mientras se acercaba y abrazaba al pelinegro.
El Magi sencillamente se dejó abrazar por la muchacha, mientras colocaba su cabeza sobre su hombro y respiraba profusamente, con los ojos cerrados, absorto en el dolor que le invadía en ese momento.
-Relájate- dijo ella, acariciando con suavidad y cariño ese lacio pelo negro- ¿Qué ocurrió con Nina?
-Me tiene miedo. La asusto- murmuró él, mientras pronunciaba esas palabras con dolor- Soy un monstruo para ella.
-No digas boludeces- le dijo Adelaida, tratando de tranquilizarlo-. A veces...hay ciertas actitudes que asustan, pero eso no significa que sea siempre.
-Ya levántate de una vez estúpido- le dijo Judal, golpeándole fuertemente en la cabeza.
-¿Qué mierda te pasa?- le preguntó enojado su hermano, sobándose el golpe.
-Así deprimiéndote como un pelotudo sólo vas a terminar para la mierda perdiendo a la única que fue capaz de quererte a pesar de la lacra que sos como persona.
-Judal tiene razón- opinó la muchacha con una sonrisa alentadora.
-¿Pero qué mierda hago? Shuu me dijo que mi mirada la asustó, se largó a llorar por eso- comentó el Magi.
-¿Por qué estabas enojado?
-Estaba celoso- reconoció él abochornado y cabizbajo-, me enojé al verla con Shuu tan confianzuda, y...bueno, no estaba de buen humor.
-Pelotudo- lo insultó Judal-. Nina te quiere y sos tan pelotudo que no entiendo cómo podés ser mi hermano, no te podés pelear por una estupidez como esa y perderla.
-Lo sé, lo sé- murmuró él desesperado, negando con la cabeza. Adelaida lo abrazó con más ahínco.
-Es tu error, pero si ella te quiere te perdonará. Tenés que disculparte con ella- le aconsejó su amiga.
-¿Y si no quiere hablarme?
-Me harté de esta pelotudez Adelaida, es peor que un crío- le dijo Judal mientras comía unas uvas-. Vayámonos a la mierda, tuvimos que hacerle caso a Shuu.
-Si no intentás Lear la vas a perder, es sencillo- le dijo la pelinegra, mientras el rey tiraba de ella para marcharse de allí.

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Marsú llegó junto con Kaileena al palacio, e , instintivamente, fueron hacia el cuarto de Judal, quizás esperando a encontrar al pelinegro. El cuarto estaba totalmente ordenado, probablemente por los sirvientes que ya habrían hecho la limpieza (Judal no se destacaba precisamente por el orden). Se sentaron allí a esperar al joven pelinegro, Marsú le pidió a Kaileena que se bañara y se preparara, así saldrían a la noche y; aunque la pelirroja no estaba muy segura de esa idea, aceptó después de que el joven la convenciera con facilidad.
-Hasta que llegaste- dijo Marsú una vez que lo vio entrar a su primo junto con su pareja. Estaba acostado en la cama de él, dejó el libro que estaba leyendo en la mesita de luz y lo miró con una sonrisa.
-Tuvimos una tardanza indeseada- le explicó el rey relajado- ¿Y Kaileena?
-Está bañándose, vamos a salir- le explicó el joven de ojos ámbar con una sonrisa triunfante.
-¡¿Qué?!- exclamó Adelaida- ¡No podés hacer eso!
-¿Por qué no?- le preguntó con soberbia-. Ella no se negó a mi invitación, no veo problema alguno.
-Desgraciado Hija de Puta- le maldijo ella enojada.
-¿Con esa boquita le decís te amo a mi primo?- preguntó con una sonrisa divertida Marsú.
-Estúpido- dijo ella, dispuesta a irse de la habitación.
-¿A dónde vas?- le preguntó Judal, quién la detuvo rápidamente.
-A ver a Caleb. No voy a estar con este forro- le dijo ella enojada.
-No vas a ir a ningún lado, vamos a cenar con ellos a dónde vayan- le dijo el rey con una sonrisa relajada.
-¿¡QUÉ?!- exclamaron Marsú y Adelaida al unísono.
-¡No quiero ir con este forro manipulador de mierda!- se quejó la pelinegra.
-Aunque me cueste decirlo coincido con la plana- comentó Marsú.
-Hace tiempo que no nos vemos Marsú, quiero saber cómo te fue en tu viaje a Barrsippa- le respondió Judal relajado. El pelirrojo suspiró.
-De acuerdo, va a ser una buena noche igualmente.
-¿Y yo qué tengo que ver con esto? Andá vos Judal, yo me voy a quedar con Caleb- le dijo la muchacha, tratando de zafarse del agarre del pelinegro.
-Me vas a acompañar.
-¿Por qué?- le preguntó desafiante.
-Es una orden- le dijo relajado-. Seguís siendo mi esclava Adelaida.
-Hijo de puta que sos- le murmuró ella enojada.

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Asjdksjlnas sin ideas u.u

- Deja De Maldecir Que Eso No Es De Damas - Le Dijo Judal Mientras Le Lanzaba Las Cosas Para Que Se Bañara - Kaileena Te Prestará Ropa -
- Seguro - Dijo La Joven Mientras Sonreía -
- Mierda - Susurro La Pelinegra Mientras Se Encerraba -
- Será Mejor Que Te Cambies - Dijo Marsú Mientras Observaba La Hermosa Figura De Kaileena Tapada Por Los Toallones -
- Lo Sé - Dijo Mientras Miraba a Los Jovenes - ¿Me Esperan Fuera? -
- Seguro - Judal Tomó a Su Primo Para Salir Juntos -
- ¿Kaileena? - Llamó Adelaida Cuando Los Jovenes Salieron - ¿Ya Tenés Superado a Caleb? - Preguntó Mientras Salía Del Baño También Con Una Toalla -
- Seguramente Caleb Ya Me Superó a Mi - Dijo Mientras Sonreía Levemente - Tengo Que Hacer Lo Mismo -
- ... - La Joven Negó Levemente. Estaba Segura De Que Caleb Todavía Quería Kaileena -
- ¿Querés Que Te Bañe? - Preguntó Judal Con Media Sonrisa Cuando Logró Escuchar La Conversación De Las Chicas -
- P-Puedo Sola Tarado - Dijo Sonrojada Mientras Regresaba Rápidamente a La Ducha -
- Vos Cambiate - Le Dijo a La Peliroja Mientras Cerraba Nuevamente -
- ¿Por Que Te Metés? - Preguntó Marsú Mientras Miraba a Su Familiar Con Tranquilidad -
- Por Que Adelaida Va a Meterse Hasta Que Ese Pelotudo De Caleb Recupere a Kaileena - Dijo Mientras Sonreía De Lado - Pero Esta Ves No La Dejaré Tan Sencilla -

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- Buenas Tarde - Saludó Shuu Con Cordialidad Cuando La Rubia Despertó -
- ¿Que Pasó? - Preguntó Mientras Miraba a Ese Pelinegro Sorprendida -
- Te Quedaste Dormida - Contestó Con Tranquilidad - Nada Más Pasó -
- Comprendo - Dijo Mientras Miraba La Cama Donde Estaba Recostada - ¿Tuya? -
- Si - Respondió Mientras Sonreía - Tomá - Dijo Para Después Poner Una Bandeja Sobre Las Piernas De La Joven - Tenes Que Comer -
- Gracias - Dijo Mientras Miraba Todo Lo Que Había Para Probar -
- ¿Podes Hacer Una Cosa Por Mi? - Preguntó Mientras Sonreía Levemente -
- Lo Que Quieras - Dijo Levemente Sonrojada Mientras Lo Miraba Con Sumo Cuidado -
- Cuando Lear Venga a Hablar Con Vos - Dijo Mientras Le Tomaba Suavemente Las Manos - Quiero Que Lo Escuches - La Joven Bajó La Mirada -
- Intentaré Escuchar - Susurro Levemente -
- Gracias Nina - Dijo Mientras Le Besaba La Mejilla -

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Lear Caminaba Por Los Pasillos.
Estaba Sumamente Deprimido. Jamás Pensó Escuchar De Boca De Su Hermano Que La Persona a La Quería Le Tenía Miedo.
Que Esa Rubia Solo Encontraba En Esa Hermosa Mirada Carmín Rabia.
Se Tomó La Cabeza. Realmente Había Logrado Lo Que Menos Deseaba. Que Esa Joven Halla Tenído Que Buscar Consuelo En Unos Brazos Que No Eran Los Suyos.

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- Te Ves Hermosa Kaileena - Dijo Marsú Mientras La Miraba Embobado - Eres Bellisima -
- ... - La Joven Se Sonrojo Levemente Mientras Bajaba La Mirada -
- Estas Tan Común - Dijo Judal a Modo De Joda -
- ¿¡Disculpa!? - Preguntó Mientras Se Miraba - Es Lo Mismo De Siempre Solo Que Esta Ves Tengo Maquillaje -
- Por Eso Digo. Me Cansa Que Siempre Estes Igual - Dijo Mientras Comenzaba a Reir - Dejame a Mi - Dijo Mientras Sentaba a La Joven. Luego Tomó Los Cabellos Que Comenzó a Trenzar Con Cuidado -
- ¿Que Haces? - Preguntó Molesta Mientras Maldecía Por Lo Bajo -
- Te Hago Más Hermosa De Lo Que Sos - Respondió Mientras Sacaba La Colita Que Tenía En Sus Cabellos Para Terminar Ese Peinado - Mejor -
- Oh~ - La Joven Se Sonrojó Levemente Mientras Se Miraba. Insintivamente Tocó La Colita De Juda Que Decoraba Finamente Sus Cabellos -
- Te La Regalo - Dijo Mientras Le Besaba La Mejilla -
- G-Gracias - Susurro Mientras Bajaba La Mirada Para Esconder Ese Sonrojo Molesto -
- ¿Estamos Todos? - Preguntó Marsú Mientras Tomaba La Mano De Kaileena -
- Ya Estamos - Contestó Judal Mientras Se Hacía Nuevamente La Trenza -
- Entonces Vamos - Dijo Marsú Mientras Salía Junto a Kaileena -
- ¿Vamos? - Preguntó Judal Con Tranquilidad Mientras Le Extendía La Mano a Adelaida -
- S-Si - Susurro Mientras La Tomaba Con Cuidado -

Estaba nervioso y eso se notaba a simple vista. Respiró un par de veces, mientras su mente trataba de analizar la situación y de preparar algo para decirle a Nina. ¿Qué hacer?
No quería que Shuu la tocara ni tampoco que la consolara, temía de que pasara algo, de que esa joven se enamorara de su hermano que, por más que costara admitirlo, era mucho mejor persona que él. Mierda. ¿Por qué tenía que haber vuelto Shuu?
Caminó sin rumbo, distraído en sus pensamientos. De repente se chocó con alguien.
-Lo lamento- se disculpó. Miró hacia la persona, no era otra más que Nina. Abrió los ojos desconcertado- Nina…¿Podemos hablar?
La rubia desvío la mirada, temiendo encontrarse con esos ojos carmines llenos de ira. Recordó las palabras de Shuu, de que debía escuchar a su hermano cuándo éste quisiera decirle algo. Y sabía que tenía razón. Lear merecía aunque sea la oportunidad de dar una explicación.
El pelinegro esperó pacientemente aunque los nervios lo carcomían por dentro, Nina estaba en silencio, observando como si fuera completamente interesante una pequeña mariposa que estaba apoyada sobre el marco de la ventana.
-De acuerdo- susurró finalmente, con un suspiro.
-Vayamos a un lugar más cómodo- pidió él. Y ella asintió. Caminaron mientras un silencio incómodo los rodeaba, ninguno de los dos sabía qué hacer. Lear, en ese corto recorrido que le resultó una eternidad, observó disimuladamente el bello rostro de Nina y, cada tanto, también su pequeña mano, deseando que agarrara la suya y le brindara esa calidez y compañía que anteriormente ese simple gesto le transmitía.
Fueron hacia la habitación del Magi. Él le abrió la puerta y le permitió que pasara, la muchacha no lo miró y se sentó en el sillón. Esperó a que cerrara la puerta y, finalmente, alzó la vista para observar esos ojos escarlatas, similares a dos bellos rubíes. Se relajó al observar que no desprendían esa ira y rencor que la vez pasada, parecían más bien dubitativos.
-¿Qué querés decirme?- preguntó ella.
Lear tragó saliva, nervioso. Era momento de hablar…

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-Este lugar es hermoso- observó Kaileena encantada, sentándose con elegancia en la silla de la mesa para cuatro que el mesero les había ofrecido.
-Y carísimo- acotó Adelaida, mirando los detalles de las paredes. Estaban en una habitación privada para ellos solos que los Magis habían pedido-. Con lo que debe salir una cena acá me hago una casa.
-No seas tonta, sólo podés tener un rancho como Caleb, eso no es una casa- le dijo el rey relajado. La joven lo miró con mala cara.
-Es una casa común y corriente esa, no es mi culpa que seas un concheto de mierda que no sabés lo que es lo normal- refutó ella con el ceño fruncido-. Judal, el día que te llegue a pasar algo que tengas que vivir en la normalidad te vas a morir.
-No seas exagerada- le dijo el pelinegro-. No voy a morirme, puedo manejarme con poco. No soy tan materialista.
Los tres restantes se rieron y Judal puso mala cara.
-Por favor Judal, ni siquiera sabés cocinarte- le dijo su primo riéndose.
-Porque vos sí – le repuso el muchacho con sarcasmo.
-No es por nada Judal – opinó Kaileena con cariño-, pero admitámoslo, no sabés manejarte solo. Necesitás a alguien a tu cargo para conseguir lo que querés.
-Soy un Magi, puedo conseguir lo que quiero solo- comentó él.
-¿Apostamos?- preguntó Adelaida con una sonrisa.
-¿Qué cosa?- cuestionó el heredero sonriendo con soberbia. Una apuesta, y más si incluía a la joven, le resultaba de lo más interesante.
-Tenés que vivir una semana en la casa de Caleb- dijo ella relajada.
-¿En ese rancho?
-Es una casa común y corriente- comentó Adelaida relajada-. ¿O tenés miedo? Judal, sabés qué no vas a perder pero no lo querés decir.
-Lo voy a hacer- comentó el rey confiado.
-Nada de ordenes, te tenés que arreglar solo- le advirtió la pelinegra.
-Sí sí- dijo él relajado- ¿Algo más?
-Caleb tiene que estar en tu casa en ese tiempo- insistió Adelaida.
-No- comentó rotundamente el joven.
-¿Vas a dormir con él en su casa?- preguntó ella extrañada, sabés que hay solo una cama.
Judal lo pensó unos segundos.
-Con una condición- dijo el muchacho de repente- Esa semana la pasarás conmigo en el rancho ese de mierda.
La joven se mordió el labio. Iba a ser más complicado de esa manera.
-De acuerdo- asintió ella.
-Te diré lo que quiero cuando gane, deberás aceptar sin importar qué sea- agregó él, mientras esbozaba esa hermosa media sonrisa que sólo provocaba problemas.
Adelaida se mordió el labio, pero sabía que era lo mejor para Caleb. Si él pudiera estar más tiempo en el palacio tendría más posibilidades para volver con Adelaida, en la situación en la que se encontraba ahora era prácticamente imposible. Ella sabía que su mejor amigo estaba mal, que dejaría que Kaileena tuviera una buena vida a costa de su propia felicidad. Adelaida no podía permitir eso.
-Está bien. Si perdés, harás lo que quiera pedirte- acotó ella. Sin saber en realidad qué carajos quería si ganaba.
-No hay problema- opinó Judal.
-Eso fue rápido- comentó Marsú con una sonrisa relajada. En ese momento, el mesero se acercó entregándole las comidas que habían pedido.
-Esto está riquísimo- agregó Kaileena probando un trozo de mariscos.
-Lo mejor para vos hermosa- le dijo el pelirrojo, a lo que ella se sonrojó. Judal observó divertido la mueca que su enamorada puso.
El rey sabía las intenciones de la muchacha, las había adivinado al instante. No le importaba que Caleb estuviera en el palacio, sabía que el idiota con Marsú al lado de Kaileena no iba a lograr nada. Pero aún así iba a aprovechar la situación, además, como anteriormente le había dicho a su primo: esta vez no se la iba a dejar tan fácil.

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Inspiró hondo para darse confianza.
-Lo siento- se disculpó-. No quise tratarte mal, fue mi culpa. Estaba celoso, lo admito…es que te veía con Shuu, hablando con tanta confianza cuando apenas lo conoces que me resultó extrañó. Lo confieso…me enojé- dijo, esbozando una sonrisa apenada-. Tenía miedo de que vieras que Shuu es mucho mejor persona que yo y que te perdiera de mi lado…esto…sabés que no soy bueno para estas cosas- comentó, revolviéndose los cabellos nervioso. Miró a Nina, quién lo había escuchado atentamente, esperando con nerviosismo una repuesta.

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Para ser yo, bastante rápido la conti (?

- ... - La Joven Simplemente Le Miraba. Mierda. Eso Le Ponía Peor - Pudiste Haberme Preguntado - Dijo Para Después Suspirar -
- ¿Eh~? - Ese Joven Se Quedó Pasmado -
- Te Lo Hubiera Contado - Dijo Mientras Se Giraba Para Mirar a Lear a La Cara - La Primera Ves Que Me Encontré a Shuu Fue En Mi Pueblo - Comenzó Mientras Corría Levemente La Mirada - Se Quedó En Mi Casa -
- ¿En Tu Casa? - Preguntó. Realmente Estaba Intentando No Molestarse Con Esos Comentarios -
- Somos Buenos Amigos - Dijo Mientras Sonreía Levemente - Nada Más Que Eso -
- Comprendo - Dijo Mientras Se Rascaba La Cabeza Sonrojado - Entonces Lo Que Hice Fue Estúpido -
- Eso Me Demuestra Cuanto Te Importo - Susurro La Rubia Mientras Le Tomaba Las Manos a Lear - Te Perdono - Dijo Mientras Sonreía -
- ... - Lear Se Quedó Mirando Las Hermosas Facciones De Esa Joven. Se Sonrojo Todavía Más Cuando Las Cálidas Manos De Nina Tocaron Las Suyas -
- Solo Estoy Enamorada De Vos Lear - Dijo Para Después Besar Su Mejilla - No Tenés Que Preocuparte Por Eso -
- ... - Ese Pelinegro Se Quedó Sorprendido Mirando a Esa Joven. Realmente Había Sido Estúpido. Pero Nina Siempre Le Perdonaba -

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- ¿Cuando? Comenzaré? - Le Preguntó a La Pelinegra -
- Ya - Dijo Mientras Señalaba La Casa De Caleb -
- Como Gustes - Dijo Judal Mientras Caminaba Hasta La Casa Para Golpear - ¡Vamos a Quemar Su Rancho De Mierda Por Considerar Que Es Insalubre! -
- ¿¡Con Orden De Quién!? - Preguntó Caleb Desesperado Mientras Salía a Ver -
- Mia - Respondió Judal Mientras Sonreía De Lado - Una Semana En Este Chiquero Es Para Morirse - Dijo Mientras Pasaba Sin Pedir Siquiera Permiso a Caleb -
- ¿Querés Regresar? - Preguntó Marsú a Kaileena. Se Habían Mantenido Lejos Justamente Para Eso -
- Por Favor - Dijo Mientras Comenzaba a a Caminar a La Casa De Judal -
- Como Gustes - Dijo Mientras Le Tomaba La Mano -
- Te Vas - Le Dijo Judal a Caleb Mientras Lo Miraba -
- ¿Eh~? - Ese Rubio Se Le Quedó Mirando Sin Entender -
- Tengo Que Soportar Una Semana En Este Granero - Dijo Mientras Sonreía De Lado -
- Yo Me Quedaré También Para Que No Haga Cosas Raras - Dijo Adelaida Para Tranquilizar a Caleb - Vos Tenés Que Estar En Casa De Judal -
- Pero LEJOS De Mi Cuarto - Dijo Mientras Le Miraba Con Seriedad -
- Tenés Posibilidad De Recuperar Lo Tuyo Con Kaileena - Regañó La Pelinegra - No Seas Pelotudo -
- Esta Bien - Cedió - Dejenme Tomar Ropa -
- Por Favor - Dijo Judal Mientras Le Miraba - Llevate Todo Ese Placard Lleno De Polillas -
- Tarado - Susurro Caleb Mientras Regresaba Con Sus Cosas -
- Suerte - Le Dijo Adelaida Mientras Lo Despedía -
- Comenzaré - Dijo Judal Mientras Comenzaba a Sacar Bolsas De Monedas -
- ¿Q-Que Haces? - Preguntó Sorprendida -
- Estas En Pedo Si Pensas Que Soy Estúpido - Dijo Mientras Comenzaba a Reir - Acepte Tu Apuesta Adelaida. Sin Ordenes Siempre Bajo Este Techo De Mierda - Dijo Mientras La Tomaba Del Mentón - Desgraciadamente Para Vos Tengo Permitido Hacer Todo Lo Demás - Dijo Mientras Miraba Los Muebles De Caleb - Vamos al Mercado -
- ¿Q-Que Vas a Hacer? - Dijo Mientras Miraba a Judal Pálida -
- Si Tengo Que Pasar Una Semana En Este Juntadero De Mugre Sin Dar Ordenes Sera Bajo MIS Reglas - Dijo Mientras Salía -
- ¿Q-Que Significa Eso? - Preguntó Mientras Le Seguia -
- Para Empezar Voy a Remodelar Ese Gallinero De Pies a Cabeza - Dijo Mientras Sonreía - Después De Deshacerme De Todos Esos Muebles De Morondanga Iré a Comprar Comida De Verdad - Dijo Mientars Le Sonreía a Adelaida - Junto a RECETARIO - Dijo Mientras Sacaba Lápiz Junto a Una Hoja De Papel - ¿Sabes Que Cualquiera Puede Cocinar Con Un Recetario? - Dijo Mientras Comenzaba a Hacer Una Lista De Cosas Que Debía Comprar - Incluso La Gente Pelotuda Como Caleb -
- Que Mierda Estas.. - La Joven Miró a Judal Pálida -
- Se Lo Que Es Un Paquete De Polenta Adelaida - Dijo Mientras Sonreía De Lado - Con Eso Te Digo Todo -
- Estaba Esperando Que Hiciera Esa Apuesta De Mierda - Murmuro Mientras Se Tomaba La Cabeza Desesperada -

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- ¿Segura Que Esta Todo Bien? - Preguntó Marsú Mientras Le Sonreía a Kaileena -
- Si - Dijo Levemente Sonrojada. De Repente Tocaron La Puerta -
- ¿Quién Mierda Será? - Murmuro Mientras Se Dignaba a Ver - Esto~ - Ese Pelirojo Se Giró a Mirar a Kaileena - ¿Me Esperas En El Cuarto De Judal? - Preguntó Con Cordialidad -
- Seguro - Dijo Mientras Comenzaba a Caminar - ¿Quién Es? -
- Yo Me Encargo - Contestó - Dormiras En El Cuarto De Judal Hasta Que Regrese ¿Puedes? - Suplicó - Tú Se Lo Mantendras Ordenado -
- Esta Bien - Cuando La Figura De Kaileena Desapareció Marsú Atendió -
- Ya Llegaste - Dijo Con Tranquilidad -
- Con Permiso - Dijo Mientras Pasaba - ¿Tengo Que Tener Precauciones? - Preguntó Mientras Miraba a Ese Pelirojo -
- Para Empezar Jamás Estes Cerca Del Cuarto De Judal. Tampoco Entres. Mientras Más Lejos Mejor - Dijo Mientras Comenzaba a Dar Esa Larga Lista De Cosas Que No Debía Hacer -

-Judal, te estás yendo al carajo con todas estas compras- opinó la pelinegra viendo como varios hombres detrás cargaban muchísimos carros con varios muebles y otras cosas- ¿Para qué querés un espejo tan grande?- preguntó ella extrañada mirando la enorme pieza de vidrio.
-Para tenerlo en el techo de la habitación, por supuesto- dijo él relajado-. Es divertido mirar ciertas cosas que van a ocurrir.
-Pelotudo- dijo ella sonrojada- Olvídate de colgar esa mierda en el techo.
-Estoy viviendo en ese rancho así que van a ser mis reglas- dijo Judal divertido. Tachó algo en la lista-. Tenemos todo ya. Volvamos.
-Esta semana va a ser muy larga- se quejó Adelaida-. Espero que Caleb esté aprovechando de la situación.
-Es tan pelotudo que no lo está, además Marsú no se lo va a permitir- le recordó el pelinegro divertido.

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-¿Entendiste todo?- preguntó Marsú al rubio. El joven suspiró- ¿Lo entendiste?
-Sí sí, eso no significa que lo vaya a hacer- le advirtió Caleb con seriedad-. No voy a abandonar a Kaileena.
-Ella está mejor conmigo, lo sabés- refutó el pelirrojo.
-No, no es verdad- comentó el joven de ojos celestes como el mar-. Ella eligió estar conmigo que con vos, recórdalo.
-De cualquier manera, se va a casar con Judal. Si llega a engañar su prometido con vos la matarán a ella y a vos- le recordó el Magi.
-Se va a casar con Judal, no con vos- le recordó también Caleb con frialdad-. Si les pasara lo mismo también morirían.
-Tengo más clase que vos, podría conseguir anular ese casamiento si Kaileena estuviera conmigo- le dijo Marsú mientras esbozaba una sonrisa al ver la expresión estupefacta del rubio- Soy mejor que vos pelotudo homosexual, asímilalo de una vez. Es más, Kaileena agradeció que volviera, la ayudo a que se olvide de vos. Ten- agregó, entregándole una llave que tenía un número tallado elegantemente-. Esa es tu habitación, ahora andate.
Y entró de nuevo al cuarto de Judal, cerrándole la puerta en la cara.
Caleb sencillamente cayó de rodillos frente a la puerta, aún totalmente consternado, sintiendo cómo sus posibilidades de volver con Kaileena se esfumaban dolorosamente. Era sencillo, el destino no quería que estuvieran juntos.
Debía hablar con ella de alguna manera. Necesitaba hacerlo.
Pero con Marsú le iba a resultar complicado, debía encontrar una manera. Se levantó y comenzó a caminar, pensativo. Al menos tenía una semana para encontrar la solución.

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-Sigue siendo un rancho de mierda pero quedó mucho mejor- opinó Judal. Ya era de noche y la casa estaba completamente modificada, tanto que Adelaida apenas pudo reconocerla.
-¿Cómo mierda….?- empezó a decir la pelinegra.
-Con oro mi vida, con oro y siendo rey- la interrumpió el ojirrojo relajado, sentándose en una de las sillas del moderno juego de mesa que había comprado.
-Ya es tarde- comentó Adelaida mirando la hora en el nuevo reloj que estaba colgado en la pared elengantemente.
-Cocinaré- informó Judal, tomando un libro de recetas y buscando los ingredientes.
-¿Querés que te ayude?
-Puedo solo, cocino mejor que vos- le respondió con una sonrisa soberbia el pelinegro.
-Seguro, porque alguna vez cocinaste en tu vida- comentó la joven con sarcasmo.
-Adelaida, soy un Magi- dijo el heredero con sencillez-. Todo me va a salir bien y mejor que vos porque todos los Magis somos perfectos, a excepción del pelotudo que Lear porque es adoptado.
-Como digas- repuso ella con cinismo.
-Ya vas a ver, ¿apostamos?- preguntó con una sonrisa-. Si la comida me salió mejor de lo que cocinás vos te violo.
-No gracias- rechazó ella sintiendo un escalofrío-. Y después decís que Caleb es violador.
-Porque él sí es un desvirgador violador acosador sexual de mierda- le respondió Judal-. Yo estoy en todo mi derecho de criticarlo porque se aprovechó de una joven inocente mucho menor que él.
-Judal, tienen la misma edad y Kaileena no es tan inocente si se dejó- rebatió Adelaida entretenida-. Nosotros nos llevamos más diferencia de edad que ellos.
-Es un desvirgador violador de mierda y si lo digo yo es porque es así- finalizó el tema Judal relajado, mientras comenzaba a cocinar leyendo del recetario.

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-Te ves mejor- opinó Shuu, viendo a Nina caminar relajada y entrando a su habitación.
-Me arreglé con Lear- comentó ella con una sonrisa- Gracias Shuu, si no me lo hubieras dicho estoy segura que no lo hubiera escuchado.
-Conozco a mi hermano, aunque él me odie- respondió Shuu relajado, dejando el libro que leía sobre la mesita de luz-. Sé cómo es y que en verdad le había afectado pelearse con vos, sólo hice que se diera cuenta más rápido, como verás no es bueno expresándose.
-Lo sé- dijo ella, abrazándolo. Lo miró unos segundos un tanto extrañada- Eh…Shuu…
-¿Sí?
-¿Por qué Lear te odia?
El muchacho sonrío mientras invitaba a su compañera a sentarse.
-Es una larga historia y en gran parte de la situación es mi culpa- reconoció el joven.
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-¿Y?- preguntó Judal con una sonrisa.
-No puede ser que seas tan perfecto- se quejó Adelaida comiendo el plato que el joven había preparado. No sólo lo había hecho con gran rapidez, sino que la presentación y el sabor eran espectaculares.
-Deberías agradecer tener un novio así- comentó el rey relajado-. No sabés todas las mujeres que se morirían por estar en mi lugar.
-¿Novio?- susurró ella sonrojada.
Judal se golpeó la frente.
-En serio, ¿sos tan boluda a veces? ¿Qué mierda fuimos en todo este tiempo Adelaida? – preguntó Judal entretenido.
-Bueno, jamás me pediste algo formal- se defendió la chica avergonzada.

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Sin ideas u.u

- ¿Tu Culpa? - Preguntó La Rubia Sin Comprender -
- Bueno - Ese Joven Se Quedó Pensando Mientras Sonreía Con Tranquilidad - Lear Es Lear Desde Que Recuerdo - Dijo Mientras Posaba La Mirada En Esa Joven -
- ¿Como Lo Conozco? - Preguntó Mientras Posaba Las Manos Sobre La Cama -
- Como Lo Conoces - Respondió Mientras Que Jugaba Con Los Cabellos De La Joven - Siempre Le Preocupó Poco La Gente Que Le Rodeaba - Dijo Mientras Posaba La Mirada En Ese Libro Que Estaba Leyendo - Por Eso Con Judal Decidímos Hacer Lo Mismo -
- Lo Ignoraban - Susurro Mientras Miraba a Shuu Sorprendida -
- Lamento Decir Que Lo Hicimos Cuando Debíamos Estar Juntos.. Por Cosas Que Se Complicaron Más De Lo Debido - Dijo Mientras Sonreía Levemente - Jamás Vamos a Perdonarnos Eso.. Y Por Supuesto Que Lear Tampoco -
- ¿Perdonarnos? - Preguntó En Susurros -
- Si - Dijo Mientras Sonreía. Como Si Lo Que Contaba Solo Fuera Un Sueño - Con Mi Hermano Menor -

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- Que Desconsiderado - Dijo Mientras Sonreía De Lado - Ya Regreso - Susurro. Tardó Solo Segundos Para Luego Regresar Con Una Hermosa Cajita De Color Negro -
- ¿Eh~? - La Pelinegra Se Le Quedó Mirando Sonrojada -
- ¿Me Estas Escuchando? - Preguntó Mientras Sonreía De Lado -
- S-Si - Respondió Mientras Miraba a Judal Con Las Mejillas Terriblemente Coloradas - Estaba Bromeando.. -
- Lo Sé - Dijo Mientras Reía Levemente - Escucha Ali - Dijo Mientras Posaba Esa Hermosa Mirada Carmín En La Joven - Estaba Completamente Perdido - Comenzó Mientras Sonreía Levemente - Hueco - Siguió - Siempre Todo Era Por Mi - Dijo Mientras Le Tomaba Las Manos - Pero Esta Es La Primera Ves Que Respiro Por Alguien Más - Dijo Mientras Subía Su Mano Hasta La Mejilla De La Pelinegra - Todo Lo Que Hago Es Por Alguien Más - Susurro Mientras Respiraba Para Poder Seguir - Es Por Vos Adelaida - Dijo Mientras Sonreía Levemente - Vivo Solo Por Vos - Dijo Mientras Bajaba Levemente La Mirada - Para Vos -
- J-Judal - Susurro Mientras Se Cubría La Boca Con Las Manos -
- Solo Espero Que Vos También Desees Estar Conmigo - Dijo Mientras Le Tomaba Suavemente Las Manos Para Colocar Sobre Ellas La Cajita - ¿Que Me Decís? - Preguntó Inseguro - ¿Querés Ser Mi Novia? -

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- ¿Ya Esta? - Preguntó Kaileena Mientras Miraba a Marsú -
- Si - Dijo Con Tranquilidad -
- ¿Vas a Decirme De Quién Se Trataba? - Preguntó La Peliroja -
- ¿Querés Que Te Diga? - Preguntó Mientras Hacía Una Mueca -
- Por Eso Pregunto - Dijo Mientras Miraba Con Cuidado a Marsú -
- Caleb - Dijo Mientras Miraba Como La Peliroja Bajaba La Mirada - Estará Una Semana En.. -
- Me Largo - Susurro Mientras Salía Del Cuarto Rápidamente -
- ¿Kaileena? - Preguntó Sorprendido - Espera ¿¡A Donde Vas!? -
- Lejos - Dijo Sin Detener Su Marcha - Con Mis Padres a Mi Ciudad Lejos De Babilonia -
- ¡Esperá Kaileena! - Suplicó Mientras Intentaba Llegar a Ella - Mierda Judal Me Va a Matar Si Se Va - Dijo Mientras Miraba Por Los Pasillos - ¿Por Donde Se Fue? - Se Preguntó - Ya Sé - Dijo Mientras Comenzaba a Correr -

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- ¿Por Qué? - Murmuro Mientras Corría. Realmente Quería Salir De Ese Lugar. En Ese Momento Chocó Contra Alguien Que La Abrazó Con Fuerza. La Joven Levantó La Mirada Turquesa Que Observó La Figura De Ese Joven Llena De Sorpresa - ¿C-Como..? - Susurro Mientras Lo Miraba Con Los Ojos Llenos De Lágrimas - ¿Como Me Encontraste? - Susurro Nuevamente Mientras Comenzaba a Llorar En Silencio -
- Te Conozco - Dijo Mientras Posaba Su Mano Sobre La Cabeza De Kaileena - Llora Todo Lo Que Gustes Pero Por Favor Quedate -
- M-Marsú - Murmuro Mientras Se Largaba Llorar -
- Tranquila - Dijo Mientras Pasaba Su Mano Suavemente Por Los Cabellos Pelorojos De Esa Joven - Tranquila - Susurro - Ya Va a Pasar Lo Prometo -
- Marsú - Susurro Mientras Estallaba En Llanto -

Caleb se pasó la mano por sus cabellos, despeinándolos, por quinta vez consecutiva; era un tic que solía agarrarle cuando los nervios le superaban.
Kaileena…su presencia que le hacía tanta falta parecía desaparecer para siempre, convertirse en una evocación lejana de nostálgicos momentos donde él fue feliz. Tenía que evitar eso, luchar de alguna manera para no perderlo.
Se recostó en la cama de la habitación que le había asignado, era realmente cómoda. No había luz allí, más que la nítida y blanquecina iluminación de la luna que relumbraba un poco el lugar, lo suficiente como para no golpearse o caerse con algún mueble.
Era tan difícil pensar debido a que la cabeza le dolía muchísimo, mientras las palabras de Marsú resonaban en su mente como un eco terrible y siniestro, una canción agónica que jamás terminaba.
Mierda. Tenía que encontrar a Kaileena, necesitaba hablar con ella. Él la amaba.
Unas lágrimas surcaron en su rostro sin razón alguna y él se sorprendió. No era una persona que llorara demasiado pero con Kaileena lo hacía muchísimo más a menudo a comparación de antes.
Esa chica le había llegado al corazón. No podía perderla, eso era definitivo.
-Tengo que hablar con ella- se dijo a sí mismo, levantándose y marchándose de la habitación.

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-Será mejor que me vaya- dijo Nina despidiéndose con un beso en la mejilla-. Gracias por todo Shuu.
-No hay problema- comentó el joven relajado, y, una vez que vio a la muchacha marcharse con gráciles pasos retomó a la lectura de su libro.
-¿Y Judal?- preguntó Iris, entrando en la habitación y observando al joven.
-No está- respondió su hermano relajado.
-¿A dónde fue?
-Ni idea- confesó él-. De seguro que debe andar por ahí con Adelaida.
La joven hizo una obvia mueca de disconformidad y se dispuso a marcharse de la habitación. Cuando estaba con el pomo en la puerta, el Magi le dijo:
-¿No te parece que deberías olvidarte de una vez por todas de mi hermano?- preguntó con tono casual y una sonrisa entretenida-. Él no está para nada interesado en vos.
Ella no respondió y se marchó de allí, mientras sentía un fuerte dolor en el pecho, producto de esas lacerantes palabras.

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Adelaida se acercó a él y lo besó como respuesta. Se sentía tan feliz…Eran esos momentos por los que ella y Judal luchaban tanto a pesar de todos los problemas. Él la abrazó, correspondiendo al beso con intensidad. Se separaron unos segundos, Adelaida abrió la cajita, dónde se veía una elegante alianza con un diamante pequeño y delicado y el pelinegro se lo colocó en su dedo anular.
-Te amo- le dijo él, besándole el cuello.
-Cuánto romanticismo- confesó ella encantada- ¿Quién sos y qué le hiciste a Judal?- bromeó entretenida.
-Jaja, que graciosa- repuso el chico con sarcasmo-. No voy a ser un pelotudo como Caleb que no concreta nada.
-No seas malo, siempre decís los defectos de él- se quejó ella. Judal le tomó la mano y ambos se sentaron en el nuevo y cómodo sillón que había en la sala.
-Diría sus virtudes pero el boludo no tiene- le dijo el joven-. Además, siempre está rodeado alrededor de nosotros, es inevitable no compararlo y hacerlo quedar como un estúpido.
-Pfff…como si ustedes los Magis fueran perfectos- comentó ella. Judal sonrío y le dio un beso en la mejilla.
-Decime una cosa en lo que seamos malos- le preguntó él joven.
-Marsú es un manipulador de mierda, Lear tiene problemas para expresarse, Shuu…y vos…esto…
-¿Lo ves? Marsú decís que es manipulador porque lo odiás, pero en realidad es algo práctico eso y no manipula a las personas que quiere. Lear para mí es adoptado, Shuu y yo somos perfectos. Caleb no puede compararse con nosotros en nada, jamás nos va a superar ni en la mínima boludez.
-Soberbio que sos- bromeó ella relajada-. Igualmente Caleb cocina mejor que vos, jamás comí algo tan rico como lo que Caleb preparaba.
-¿Te gusta esa bazofia de comida? – preguntó con falsa sorpresa el joven-. Me decepcionas Adelaida, no entiendo a que bien tan mal gusto en la comida.
Se quedaron unos minutos en silencio, abrazados y relajados. Judal sacó un libro grande que había sobre la chimenea.
-¿Qué es eso?- preguntó la pelinegra.
-No lo sé, me llamó la atención dijo el joven- lo abrió y sonrío lanzando unas carcajadas-. Son fotos de Caleb de chico. Era un pelotudo incluso de pendejo, nadie puede usar ese corte casquito por Dios.
-¡Dame eso!- gritó ella tratando de quitarle el álbum, pero Judal se las ingenió para evitarlo-. No deberías ver las cosas privadas- se quejó sonrojada.
-¿Por qué querés que no lo vea? Son fotos de Caleb, no tuyas…- empezó a decir Judal y se quedó pensativo unos segundos-. A menos de que también haya fotos tuyas- finalizó con una sonrisa, comenzando a hojear rápido.
-¡Ya dejá el álbum!- exclamó la pelinegra, tratando de quitarle el álbum de fotos a su enamorado.